Editorial
El anhelo de paz iempre será más fácil ponerse de acuerdo para la guerra que para la paz, y mucho más si los conflictos han permanecido por años y han dejado tanto dolor en la vida de las personas. Siendo así las cosas hay muchas cóleras reprimidas que hacen pensar que antes que promover caminos de reconciliación debemos prepararnos para la venganza.
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personas. Por esta razón, algunas preguntas son útiles a este propósito: ¿Cuál es el aporte que damos desde la Iglesia para la construcción de la paz en nuestras naciones? ¿Cuántos talleres o seminarios se han celebrado en la parroquia para educar en el perdón y en la reconciliación? ¿Se incluye en las catequesis temas de convivencia, respeto, perdón, y reconciliación? ¿Se ha orado por la paz?
Pero nadie le puede quitar a los pueblos y en especial a los creyentes, su legítimo deseo de “paz”, justicia, desarrollo social, pues todo lo anterior está unido a la experiencia de fe en un Dios lleno de misericordia por la humanidad. En Jesús, el amor de Dios se ha demostrado capaz de vencer toda injusticia y violencia convirtiendo el corazón de los hombres. Los fieles de cualquier religión no pueden hacer algo distinto a orar por la paz, invocándola como un don de Dios y ser, al mismo tiempo, personas de paz. Es necesario, en medio de las confrontaciones, volver la mirada a Jesucristo y su opción por la paz.
El Director
“¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación, que dice a Sion: ‘Ya reina tu Dios’”! (Is 52, 7-10). La sociedad y el mundo siempre reconocerán el trabajo de los pastores y de la Iglesia por la paz, de hecho en muchas ocasiones algunas personas apelan a sus buenos oficios para lograr caminos de reconciliación. No podemos ser inferiores a esta responsabilidad que Dios y las personas nos confían, por eso no se debe desmayar en el propósito de trabajar pastoralmente para que haya una mejor convivencia entre las Revista trimestral de la Sociedad de San Pablo —PAULINOS— Colombia, Ecuador, Panamá, Centroamérica y el Caribe al servicio de la Iglesia. Carrera 46 Nº 22A–90 – A.A.: 080152 / Tel.: 3 68 20 99 – FAX: 2 44 43 83 / BOGOTÁ, D.C. — COLOMBIA
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Con aprobación eclesiástica. Las opiniones expuestas en los artículos publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores.
La Voz del Papa GLOBALIZAR LA FRATERNIDAD… cuando tenía nueve años por traficantes de esclavos y vendida a dueños feroces. A través de sucesos dolorosos llegó a ser “hija libre de Dios”, mediante la fe vivida en la consagración religiosa y en el servicio a los demás, especialmente a los pequeños y débiles. Esta santa, que vivió entre los siglos XIX y XX, es hoy un testigo ejemplar de esperanza para las numerosas víctimas de la esclavitud y un apoyo en los esfuerzos de todos aquellos que se dedican a luchar contra esta “llaga en el cuerpo de la humanidad contemporánea, una herida en la carne de Cristo”.
n su tarea de “anuncio de la verdad del amor de Cristo en la sociedad”, la Iglesia se esfuerza constantemente en las acciones de carácter caritativo partiendo de la verdad sobre el hombre. Tiene la misión de mostrar a todos el camino de la conversión, que lleve a cambiar el modo de ver al prójimo, a reconocer en el otro, sea quien sea, a un hermano y a una hermana en la humanidad; reconocer su dignidad intrínseca en la verdad y libertad, como nos lo muestra la historia de Josefina Bakhita, la santa proveniente de la región de Darfur, en Sudán, secuestrada
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contenido EDITORIAL
El anhelo de paz
INFOGRAFÍA Reconciliación
BEATO ALBERIONE La unidad de la Familia Paulina
ACTUALIDAD
Tarea pedagógica del laico hoy
En esta perspectiva, deseo invitar a cada uno, según su puesto y responsabilidades, a realizar gestos de fraternidad con los que se encuentran en un estado de sometimiento. Preguntémonos, tanto comunitaria como personalmente, cómo nos sentimos interpelados cuando encontramos o tratamos en la vida cotidiana con víctimas de la trata de personas, o cuando tenemos que elegir productos que con probabilidad podrían haber sido realizados mediante la explotación de otras personas. Algunos hacen la vista gorda, ya sea por indiferencia, o porque se desentienden de las preocupaciones diarias, o por razones económicas. Otros, sin embargo, optan por hacer algo positivo, participando en asociaciones civiles o haciendo pequeños gestos cotidianos –que son tan valiosos–,
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ACTUALIDAD
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PASTORAL LITÚRGICA
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PASTORAL DE LA CATEQUESIS
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GUÍAS HOMILÉTICAS
La paz desde la fe y la incidencia pública
El sentido del ayuno hoy
El discernimiento
Equipo Paulino
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como decir una palabra, un saludo, un “buenos días” o una sonrisa, que no nos cuestan nada, pero que pueden dar esperanza, abrir caminos, cambiar la vida de una persona que vive en la invisibilidad, e incluso cambiar nuestras vidas en relación con esta realidad. Debemos reconocer que estamos frente a un fenómeno mundial que sobrepasa las competencias de una sola comunidad o nación. Para derrotarlo, se necesita una movilización de una dimensión comparable a la del mismo fenómeno. Por esta razón, hago un llamamiento urgente a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, y a todos los que, de lejos o de cerca, incluso en los más altos niveles de las instituciones, son testigos del flagelo de la esclavitud contemporánea, para que no sean cómplices de este mal, para que no aparten los ojos del sufrimiento de sus hermanos y hermanas en humanidad, privados de libertad y dignidad, sino que tengan el valor de tocar la carne sufriente de Cristo, que se hace visible a través de los numerosos rostros de los que Él mismo llama “mis hermanos más pequeños” (Mt 25, 40.45). Sabemos que Dios nos pedirá a cada uno de nosotros: ¿Qué has hecho con tu hermano? (cf. Gn 4, 9-10). La globalización de la indiferencia, que ahora afecta a la vida de tantos hermanos y hermanas, nos pide que seamos artífices de una globalización de la solidaridad y de la fraternidad, que les dé esperanza y los haga reanudar con ánimo el camino, a través de los problemas de nuestro tiempo y las nuevas perspectivas que trae consigo, y que Dios pone en nuestras manos. Papa Francisco. Mensaje para la celebración de la XLVIII Jornada Mundial de la Paz de 2015. sanpablocol
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BIBLIA
¿Toleró Jesús la corrupción?
TEOLOGÍA
Una vocación al servicio de la Vida
CULTURA Bob Dylan
EN LIBRERÍA
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2017 DIRECTOR: P. Martín Alberto Sepúlveda Mora, ssp EDITOR: Jr. Jorge Forero, ssp CONSEJO DE REDACCIÓN: Jr. Jorge Forero; Jr. Abimelec Pulido; Constanza Moya; Segundo Pacabaque. AUTORES: Editorial: El Director; Infografía: Jorge Forero, ssp - Abimelec Pulido, ssp; Actualidad: Pedro Hernán Calderón Ávila, Fabián Salazar Guerrero; Pastoral litúrgica: Equipo Paulino; Pastoral de catequesis: P. Martín Sepúlveda Mora, ssp; Guías homiléticas: Equipo Paulino; Biblia: P. Mario Alejandro Arias; Testigos de la fe: Anival Vásquez; Cultura: Constanza Moya; En Librería: Constanza Moya; Mariología: P. Felix Eduardo Osorio, cm; Eclesiología: P. Milton Jordán Chigua; Comunicació-Familia: Comunidad de Caresto; Recomendado: Jorge Forero, ssp. PUBLICIDAD: Ximena Bonilla Valencia / e–mail: publicidad@sanpablo.com.co DISEÑO & DIAGRAMACIÓN: Luis Gabriel Niño Devia / e–mail: ninoluis@sanpablo.com.co SUSCRIPCIONES: periodicos@sanpablo.com.co IMPRESIÓN: Taller San Pablo, Calle 170 Nº 8G–31, Bogotá, D.C. - Colombia
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MARIOLOGÍA
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ECLESIOLOGÍA
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Centenario de las revelaciones de Fátima
La paz fruto del perdón
COMUNICACIÓN FAMILIA
El diálogo en la pareja
NOVEDAD
DOCAT ¿Qué hacer?
Infografía
Por: Jorge Forero, ssp
Abimelec Pulido, ssp
george.foreromaldonado
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joseabimelecp
Reconciliación
El perdón es un catalizador que nos libera de nuestros temores y nuestras culpas.
2. El perdón es un proceso, no sólo una decisión y un acto de voluntad. 3. El perdón es signo y motivo de armonía interior y de autoestima.
Fases del perdón 1.
Descubrir los sucesos que incitaron las emociones negativas • Encuentra tus resentimientos y las injusticias que te han hecho daño.
2. Entendimiento y toma de una decisión
Si vivimos siguiendo la razón, encontraremos al perdón como algo sin sentido. La vida puede no ser razonable; lo mismo podríamos decir de Dios… sin embargo, muchas cosas en la vida pueden ser entendidas como un misterio; el perdón es una de ellas.
• Aprende a escuchar a los demás y pide a Dios saber elegir y perdonar.
3. Convertirse en una persona que perdona • Deja de lado tus resentimientos y busca ser misericordioso con los demás.
4. Ampliar nuestra visión acerca de los demás y de la vida • Es bueno que aceptes el hecho de que nadie es perfecto. • Transforma tus heridas del pasado en posibilidades de mayor crecimiento, compasión y acercamiento a los demás.
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Herramientas para perdonar a. Sacramento de la reconciliación
b. Lectio divina
c. Conmiseración
d. Oración contemplativa
e. Encuentro personal
Pasos prácticos para recibir el perdón de Dios • Confesión "Éste es el sacramento de la conversión, es el primer paso para regresar al Padre del cual nos hemos apartado por culpa del pecado" (CEC 1423). La confesión consiste verdaderamente en ser perdonado pero también en ser liberados de la esclavitud del pecado (cf. Rm 6, 18. 23).
• Cambio El verdadero arrepentimiento significa sentirse apesadumbrado, cambiar y restituir el daño causado.
• Reparación Debemos respetar y honrar a los demás pidiéndoles perdón y mejorando la manera en que los tratamos.
• Perdonar a nuestros semejantes Pidamos a Dios de la siguiente manera: "Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores" (Mt 6, 12).
• No juzgar ¿Quiénes somos para juzgar a otros cuando recordamos que también cometemos faltas graves contra Dios y contra los hermanos?
• Certeza de querer perdonar El perdón, la reconciliación y la armonía con nuestros prójimos es la evidencia de que sí estamos viviendo nuestra fe cristiana. Fuente: Maalouf Jean. El poder sanador del perdón. Editorial San Pablo, Bogotá, Colombia. Arte y diseño: Luis Gabriel Niño Devia.
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A los comunicadores Por: BEATO SANTIAGO ALBERIONE
La unidad de la Familia Paulina
El beato Santiago Alberione es conocido como fundador de varias instituciones religiosas, como un iniciador de muchas actividades pastorales, como un prolífico padre espiritual de hijos e hijas... Pero, además de todas las clasificaciones que se pueden hacer de él, la que más se le ajusta y de la que él mismo parece sentir gran peso y preocupante responsabilidad era la de haber sido elegido por Dios para formar “una gran familia”: la admirable Familia Paulina (AD 3). Su obra comprende “una única gran familia espiritual y apostólica”, y no una simple “fa-
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milia ampliada”. Se trata de un conjunto de Instituciones distintas, pero esencialmente unidas y convergentes; podemos decir: una complemento de la otra. Tanto es así que se podría decir que no existiría el paulino sin la paulina; no seríamos auténticos hijos de Alberione sin reconocer e involucrar las religiosas que él quiso, y los hermanos y hermanas pertenecientes a los cuatro Institutos Agregados, lo mismo que los Cooperadores y las Cooperadoras. ¡He aquí la grande y la admirable Familia Paulina! Un gran árbol que extiende las propias ramas... Alberione siempre tuvo en su mente y en su obrar incluir a los laicos en la misión de ser trasmisores de la Buena Nueva. Al estilo de Jesús y de Pablo, Alberione se hizo ayudar en su obra evangelizadora, pensando en responder a todas las necesidades de la Iglesia: llevar la Palabra de Dios a todos los lugares y sitios donde no conocen a Jesús como Maestro, Camino, Verdad y Vida con un aporte laico. Por esto, el laico es importante para el servicio de la evangelización y la difusión de la Palabra como anticipo de la felicidad del Reino. Alberione presentó a la Familia Paulina un modelo evangelizador basado en las experiencias y testimonios del apóstol Pablo y sus colaboradores: visitaban las comunidades y cuando no estaban presentes utilizaban las cartas para exhortar, animar e impulsar a seguir adelante llevando el buen nombre de Cristo. Cada uno de sus colaboradores daba lo que tenía y podía para incentivar y hacer que cada comunidad creciera y llevara adelante la construcción de un Reino, donde prevaleciera el ejemplo y el respeto por cada uno de sus miembros. Fue así, como cada comunidad
que llegaban a lugares donde el sacerdote diocesano no podía llegar. Así pues, nacía otra forma de las tantas que aún existen y que son aceptadas por el magisterio de la Iglesia para predicar y dar a conocer el nombre de Cristo. Son herramientas que a partir del concilio Vaticano II, le dieron aprobación y participación al laico como modelo y ejemplo en el anuncio de la Palabra de Dios. Es por eso que el padre Alberione, adelantándose al concilio Vaticano II, deja huella en este espacio abierto para que todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, puedan contribuir en la evangelización. Gracias a su labor incansable de llevar la Palabra de Dios con todos los medios eficaces y rápidos. Sin embargo, su obra fue recibida por cada uno de estos hombres y mujeres que entendieron que llevar la Palabra de Dios a todos los lugares, los hacía parecer a Pablo y a sus colaboradores en tiempos de inicio de la pequeña Iglesia doméstica. Conviene resaltar momento a momento los estímulos orientadores que cada Cooperador recibe por parte de sus animadores paulinos, a ser fuertes y valientes para afrontar las diferentes vicisitudes que la vida ofrece y así de esa forma puedan llevar con amor y entereza la misión paulina a todos los lugares, pensando que primero están aquellos pobres de Yahvé (bienaventurados), predilectos de Jesús. Ellos nos enseñan amar y responder sin esperar nada a cambio, a menos que sea el Reino de Dios. Son los escogidos para testimoniar el seguimiento verdadero a donde la situación lo amerite.
Beato Alberione
supo captar el mensaje y la obra dejada por Cristo, como un modelo de buscar la solidaridad, la paz, el amor y el bienestar de todos. Más aún, con motivo del centenario de la presencia de los Cooperadores Paulinos dentro de la Familia Paulina y la Iglesia, resaltamos con ahínco y entereza la obra realizada en estos cien años, en donde con aportes significativos han dado a conocer a lo largo y ancho del globo terráqueo la figura emblemática de un hombre, que con su carisma particular y novedoso logró penetrar en todos los ambientes llevando el Evangelio y haciendo el bien a todos por igual. Ese carisma, bajo la presencia evangelizadora y arrolladora utilizando los medios más rápidos y eficaces para adoctrinar a los hombres y mujeres de todos los tiempos. No podemos ser ajenos a esta obra evangelizadora que los Cooperadores realizan en cada lugar donde llevan a cabo su misión de dar a conocer a Jesús como Camino, Verdad y Vida. Están insertos en realidades diferentes. Desde sus inicios fueron muy importantes en el nacimiento de la misión paulina. El Fundador los quiso para estar muy cerca de él y de su obra naciente. Siempre fueron pieza clave para sacar adelante un carisma que en esos momentos no era bien visto por la sociedad reinante. Estaban acostumbrados a ver la evangelización tradicional. Sacerdotes desde el púlpito. Por otro lado, la gran novedad naciente abría otros espacios en donde el laico podía realizar y contribuir llevando la Palabra de Dios con unos instrumentos
Actualidad Por: Pedro Hernán Calderón Ávila Licenciado en Teología. Diplomado en Patrología y Cristianismo Antiguo. E-mail: pedrohernanc@gmail.com
TAREA PEDAGÓGICA
DEL LAICO HOY La Iglesia en América Latina y El Caribe quiere ponerse en estado de misión. La evangelización del Continente, nos decía el papa Juan Pablo II, no puede realizarse hoy sin la colaboración de los fieles laicos. Ellos han de ser parte activa y creativa en la elaboración y ejecución de proyectos pastorales a favor de la comunidad (Documento de Aparecida 213). Desde esta perspectiva brindaré unas líneas reflexivas sobre la tarea del laicado y la importancia de una seria y decidida formación.
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eniendo en cuenta la dramática situación social de nuestro continente, las anteriores palabras sirven de motivación pedagógica con respecto al desafío que los laicos debemos asumir para la Iglesia en Latinoamérica y el Caribe. En lugar de hablar de una “responsabilidad para el futuro”, me parece mejor hacer alusión al presente construido desde el ya de nuestra historia. Así que –y digámoslo de una vez– la tarea de los laicos viene señalada por nuestro compromiso como bautizados, de nuestro sacerdocio común, pues lo dice el papa Francisco: “Los laicos son parte del Santo Pueblo fiel de Dios y por lo tanto, los protagonistas de la Iglesia y del mundo”1, esto exige consolidar un laicado comprometido con el contexto de nuestra fe.
A largos nueve años de haberse celebrado la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano conviene preguntarnos: ¿estamos comprometidos con el hoy de nuestra fe? ¿Cómo usted o yo inmersos en este continente tenemos la capacidad de ser realmente protagonistas? En el escenario de la cotidianidad, la fuerza del bautismo como sacramento está por construirse, más aún cuando el ejercicio al que se enfrentan los cristianos de a pie es la siembra de la fe fuera del clericalismo, es decir, más allá del alambrado de la parroquia, o del fuero eclesial, pues ahí es donde la experiencia de fe muere en un intento por abrirse campo en las distintas esferas de lo social.
Sabemos que uno de los más delicados problemas que enfrenta Latinoamérica es la corrupción, de la cual se desprenden problemas que tienen sumidos a nuestros países en profundas crisis políticas que dan origen a la miseria, el hambre, la opresión y el maltrato social, situaciones que someten cruelmente a más de un tercio de nuestra población. De ahí la importancia de ser protagonistas de la Iglesia y del mundo pues frente a esta realidad cobra relevancia especial el papel de los laicos. Si bien es cierto que en el siglo XXI la crisis al interior de la institución eclesial sigue estando marcada, entre otras cosas, por las consecuencias de la secularización también es lícito mencionar que tal fenómeno plantea la construcción de nuevos espacios de caracterización de la fe, por tanto, de reinvención de estratégicos planes pastorales que hagan posible la instauración de los obreros dentro de la mies; eso es, evangelizar el mundo de lo social en aspectos como la familia, la educación, la política y la cultura.
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Actualidad En esta tarea evangelizadora el clericalismo afecta seriamente el protagonismo del laico, pues en esencia incide en su proceso de incursión en la esfera de lo público; el laico no debe percibirse como un mandadero o un segundón en los asuntos de Iglesia, por el contrario, tampoco es un “segundo cura”. Se suma a esto la multioferta de propuestas aparentemente evangélicas que nada tienen que ver con el núcleo del evangelio: el amor al prójimo, lugar teológico del encuentro de la fe con el mundo, pues más acá de la fe está el mundo con todas sus dolencias, imperfecciones, tragedias e infortunios: impregnar del evangelio esta realidad determina radicalmente la responsabilidad laical en nuestro continente. Por ello, el punto de reflexión se centrará en el problema que señala un horizonte pedagógico. Es decir, reconocer la función del laico dentro de la Iglesia es ayudarle a madurar su fe, es formarlo, es orientarlo ante el paradigma de la nueva evangelización:
Para cumplir su misión con responsabilidad personal, los laicos necesitan una sólida formación doctrinal, pastoral, espiritual y un adecuado acompañamiento para dar testimonio de Cristo y de los valores del Reino en el ámbito de la vida social, económica, política y cultural (Aparecida 212). No en vano, Aparecida insiste en señalar algunas de las realidades que ponen en peligro la tarea evangelizadora en nuestra Iglesia latinoamericana y son eco de un desencanto generalizado por la fe, en aspectos como la evangelización de los pueblos y el papel que desempeñan sus miembros en el continente de la esperanza.
"Es evidente que nuestros principios no coinciden más con los de la cultura moderna, que la estructura fundamental cristiana no es más determinante. Hoy prevalece la cultura positivista y agnóstica que se evidencia y se muestra cada vez más intolerante hacia el cristianismo. La sociedad occidental entonces, en todo caso en Europa, no será una sociedad cristiana y, con mayor razón, los creyentes tendrán que esforzarse para continuar plasmando y sostener la conciencia de los valores y de la vida. Será importante un testimonio de fe más decidido en cada comunidad e Iglesias locales. Tendrán una mayor responsabilidad". Benedicto XVI
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Aparecida menciona con insistencia que la Iglesia es misionera y, particularmente en el apartado dedicado a los laicos, dice que está en estado de misión (Aparecida 213), en un hacerse constantemente misionera, lo que me lleva a pensar que es el campo de misión el que debe ser evangelizado con inmediata premura, pues…, desde las entrañas del discurso social es de donde hay que extraer nuestra responsabilidad como bautizados para dar una palabra oportuna y veraz sobre la drogadicción, sobre el aborto, sobre el secuestro, sobre la educación, sobre la injusticia, sobre los procesos políticos, sobre el proceso de paz en nuestra querida Colombia, tan marcada por la cruda y sangrienta violencia que unida a la galopante corrupción enferman y descuartizan nuestro país, un país de “bautizados”. Con respecto a la responsabilidad del laicado en la Iglesia, es preciso decir que la fe debe dejar de ser retórica vacía y deberá aventurarse frente al pre-
sente para transformarlo desde el Evangelio, el cual nos pone a prueba y determina nuestra identidad, vocación, ministerio y responsabilidad.
Unas líneas finales… La figura del laico debe apartarse del clericalismo –lo advierte el papa Francisco– pues esta figura peligrosa desvirtúa su función, encaminándolo hacia una confusión de roles , en la cual el afán por aparecer más que por ser. El laico tiene una misión clara como bautizado en el Santo Pueblo de Dios: una misión profética como médico, maestro, arquitecto, abogado, padre o madre de familia, estudiante, ingeniero, entre otros...(inclúyase usted ahí mi querido lector) que no ha de competir con la jerarquía, al contrario, la apoya, ayuda y enriquece mediante el conocimiento mutuo de novedosas experiencias. Al laico también corresponde la tarea de formarse, de adquirir conocimiento. Es triste constatar en muchas ocasiones que los laicos estamos mal informados, desconocemos qué pasa en las periferias del
mundo, qué escribe nuestra Iglesia, cuáles son sus pronunciamientos en política, moral o sexualidad, cuáles son sus últimos documentos, pues…, quizás ahí es donde la fe se desencanta pues no estamos capacitados para ofrecer una palabra crítica, seria y responsable en la realidad. Por eso formarse es una tarea vital. Si ésta es la hora de los laicos, como lo escribía el papa Francisco al cardenal Marc Ouellet, no podemos concebir un laicado desarticulado de la realidad, que no esté comprometido con la tarea evangelizadora en nuestro mundo público; su presencia hoy más que nunca se reclama como portavoz de buenas nuevas, desde un compromiso evangelizador serio y responsable, que no se ande con tibiezas ni eslóganes, pues el cristianismo es ante todo una vocación y, como tal, éste no admite las vacilaciones, ni está reservado a las élites de ciertos iluminados, ni debe ser víctima de los exclusivismos partidistas, ni del forcejeo de ideales. El evangelio es una opción y por tanto quien lo sigue tiene un compromiso con la verdad.
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Actualidad Por: Fabián Salazar Guerrero Director Fundación INTERFE. Coordinador de Proyección Social de la Facultad de Teología USTA E-mail: fabiansalazar@usantotomas.edu.co
Nuestras palabras, pensamientos y acciones deben contener calidez humana.
LA PAZ DESDE LA FE Y LA INCIDENCIA PÚBLICA
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omo colombianos nos enfrentamos al desafío de responder a la construcción de un país que busca sinceramente recorrer los caminos de la Paz pero que sabe que ésta no se da si no se hacen las transformaciones estructurales, económicas y educativas que la sustenten. Como hombres y mujeres de fe podemos aportar a este propósito desde nuestra espiritualidad junto a nuestras acciones cotidianas de servicio al próximo inspirados en la solidaridad y en el amor. Dejo aquí algunas reflexiones sobre la necesidad de una incidencia pública:
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Debemos trabajar en alianzas. Las religiones deben aprender a interactuar con las entidades políticas y gubernamentales y para eso es urgente establecer puentes de comunicación para apropiar el lenguaje de lo público y el lenguaje de la cooperación interinstitucional en el marco de una acción ciudadana. Un verdadero diálogo de incidencia debe superar el escucharnos a nosotros mismos en lenguaje teológico religioso y dar paso a la escucha y la integración con otros lenguajes de la vida social.
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Es necesario reconocer el papel que las religiones cumplen como sujetos sociales de desarrollo; un papel prioritario como socios estratégicos para el bienestar social y la lucha contra la pobreza y la marginación. Y todo lo anterior no como algo externo o adicional a su fe sino como un núcleo de sus creencias amorosas y de fraternidad universal.
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Debemos, así mismo, reconocer con humildad, que como integrantes de la iglesia también no hemos defendido los derechos humanos cuando no hemos sido coherentes con los valores que promulgamos. Esto sucede cuando nos escapamos a nuestras islas religiosas, cuando convertimos la religión en sentimentalismo desconociendo la realidad del entorno, cuando nos autorreferenciamos como jueces del diferente, cuando vivimos la dualidad entre la fe y la vida, cuando no denunciamos a causa de intereses particulares, cuando nos aliamos convenientemente con el poder de turno y cuando no ofrecemos una formación madura a los fieles en temas sociales.
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Las religiones requieren dar ejemplo de perdón. Es hora de parar este enfrentamiento y hacer un cuerpo común entre religiones que se responsabilicen de las problemáticas humanas de nuestro contexto nacional. Esto no significa perder las visiones particulares sino encontrar caminos y puentes que permitan dar testimonio de unidad en medio de la diversidad. Un diálogo que debe extenderse con honestidad a aquellas personas que se declaran no confesionalmente religiosas.
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La Paz no es un asunto únicamente de jerarquías. Hemos olvidado en muchas ocasiones visibilizar todo el bien que hace la gente en las bases de las religiones. Los medios de comunicación sólo registran los escándalos pero no evidencian todo el sacrificio, la entrega, la transformación de vida, los compromisos sociales que fieles de diferentes denominaciones hacen en sus entornos locales en nombre de Dios. Es hora de hacer público todo el bien que se hace.
Una Espiritualidad de Paz nace de la coherencia entre lo que pensamos, decimos, hacemos y sentimos y que se proyecta en todas las relaciones incluyendo el cuidado de la creación.
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Actualidad •
Estamos en una época en la que el trabajo requiere del aporte interdisciplinar, de la contribución de diversas profesiones para abordar integralmente las problemáticas del país. Si la relación entre ciudadanía y religión quiere tener un futuro efectivo, debe prepararse desde ya para un diálogo honesto, confiado y equitativo con diferentes áreas del conocimiento para dar verdaderas respuestas integrales a las personas que se acercan a estas instituciones.
Es hora de hacer público todo el bien que se hace La Paz desde la solidaridad, requiere la formación de nuevos cuadros de agentes de gestión, acompañamiento y evaluación de la labor de las comunidades de fe. Es urgente la formación de un relevo generacional en las dirigencias religiosas y una preparación sólida de los laicos que permita la continuidad de la reflexión, promoción y sobre todo una acción efectiva de transformación con propuestas innovadoras acordes con las nuevas realidades.
"La solidaridad como virtud moral y actitud social, fruto de la conversión personal, exige el compromiso de todos aquellos que tienen responsabilidades educativas y formativas" (Papa Francisco).
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Finalmente es fundamental, seguir fortaleciendo una Espiritualidad de Paz, que unida a una experiencia mística de amor a Dios, trasforme la realidad en frutos de convivencia, desarrollo y humanización. Esa espiritualidad nace de la coherencia entre lo que pensamos, decimos, hacemos y sentimos y que se proyecta en todas las relaciones incluyendo el cuidado de la creación. Es pocas palabras es dejar actuar a Dios a través de nuestras manos.
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Pastoral litúrgica Por: Equipo Paulino Email: vidapastoral@sanpablo.com.co
EL
SENTIDO
DEL AYUNO
HOY
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n el mundo Occidental contemporáneo, el ayuno puede parecer o una costumbre del pasado, típica de una Iglesia que desprecia el cuerpo, o una práctica propia de otras culturas y religiones. Sin embargo, en los últimos años ha habido un nuevo acercamiento a él, no sólo por los beneficios físicos y psicológicos que comporta, sino por su redescubrimiento como una de las armas en nuestro combate espiritual, en nuestro camino de seguimiento de Jesús.
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¿Y por qué esto es así? Como dice el psicoterapeuta italiano Claudio Risé: “El ayuno es la práctica del límite, la búsqueda de un contacto consigo mismo, despojo, pregunta por la esencialidad, renuncia a la redundancia, reconocimiento amoroso de que somos creaturas”. Y es precisamente en este reconocimiento de nuestro ser creaturas donde radica el seguimiento de Jesús: Él nos llama a que, en humildad y en amor, reconozcamos a Dios como nuestro Creador, como nuestro Padre.
Por su parte la Modernidad, a partir del pensamiento aristotélico de la potencialidad del desarrollo natural, con Descartes llega a la postulación de que Dios ha “dado un impulso al mundo para hacerlo andar” y ha dejado el control al hombre. Y esto permitió el desarrollo enorme de la cultura, de la ciencia y la tecnología, cuyos beneficios son bien conocidos por todos. Pero también ha traído enormes dificultades. El papa Francisco, en el vuelo de regreso a Roma al concluir su visita a Suecia, el 1 de noviembre, ante la pregunta por quiénes son los responsables de la secularización, responde: “Cuando el hombre recibe el mundo de Dios para hacerlo cultura, para hacerlo crecer. Pero en un cierto momento el hombre se siente dueño de esa cultura (pensemos en el mito [sic] de la Torre de Babel) y crea una cultura propia que ocupa el puesto de Dios Creador. Creo que en la secularización se llega, antes o después, al pecado contra Dios Creador: el hombre autosuficiente”. Y aquí surge el mayor problema: el hombre autosuficiente no tiene conciencia de límite y da rienda suelta a sus instintos y a sus sentidos. Esto lo conduce a la búsqueda incesante de algo más, pues nada de lo que alcanza lo satisface plenamente, ya que todo empieza a ser relativo. Entonces empieza a tratar de llenarse, de gratificarse con un consumo cada vez mayor y desordenado, no sólo de alimentos, sino también de bienes, de palabras, de imágenes, de voces, etc. Una gula que no sólo no lo satisface, sino que además lo enceguece y lo embota para que siga en un tren consumista cada vez mayor.
Por eso el ayuno es fundamental para la vida del cristiano: porque le permite vaciarse de sí mismo, de sus deseos soberbios, de sus pretensiones equívocas de sentido, de sus alienaciones, de sus evasiones. Y esto lo lleva a reconocerse no autosuficiente, de modo que puede mirar hacia su Dios y Creador. He aquí la radicalidad del mensaje de Jesús: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mt 16, 24). Ahora bien, la práctica del ayuno también implica riesgos –por demás muy conocidos y que son los que han llevado a restarle importancia– como la vanagloria, el legalismo (para cumplir), la vanidad, la tacañería, etc. Para evitar tales riesgos, para lograr que el ayuno tenga un sentido pleno y agrade a Dios, debe estar acompañado de la limosna y la oración (las otras dos armas que la Iglesia nos propone especialmente en la Cuaresma, pero con las que deberíamos contar cada día). Y esto no es una imposición, nos son tres requisitos que hay que cumplir, sino que es un juego que se da de manera natural: cuando nos negamos a nosotros mismos, nos reconocemos creaturas (ayuno) y vivimos la relación directa con Dios, nuestro Creador (oración). Al vivir esta relación, tenemos experiencia de su amor y misericordia, y la riqueza de la que nos llena esta experiencia se hace fecunda en la caridad con el prójimo (limosna).
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Pastoral litúrgica El ayuno es, pues, una práctica que nos pone en el camino de seguimiento de Jesús, en comunidad, hacia el Padre. Pero también es una práctica concreta que nos lleva a replantear nuestra relación con nosotros mismos, con los otros y con el mundo; involucra todas las dimensiones de nuestro ser. Si queremos enriquecer nuestra vida, limpiarla de tanto consumismos, ¡practiquemos el ayuno, la limosna y la oración! Y para esto puede ser útil un breve libro de Antonio Gentile, 8 ayunos para vivir mejor… y salvar el planeta, donde se nos proponen ochos formas de ayunar:
1. Ayuno alimenticio. 2. Ayuno verbal. 3. Ayuno informático. 4. Ayuno visual. 5. Ayuno auditivo (pero también olfativo y táctil).
6. Ayuno anticonsumista. 7. Ayuno lúdico. 8. Ayuno del afán
o de la “extrema lentitud”.
Pastoral de la catequesis Por: P. Martín Alberto Sepúlveda Mora, ssp Sacerdote paulino @padre_martin
El discernimiento
La palabra clave en Amoris Laetitia es…
Reflexionado sobre la Pastoral Familiar y el trabajo de los catequistas a partir de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, podemos afirmar que una palabra clave es el discernimiento. El papa Francisco llama la atención sobre esta palabra “Es mezquino detenerse sólo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o a una norma general, porque eso no basta para discernir y asegurar una plena fidelidad a Dios en la existencia concreta de un ser humano” (AL 304).
a. ¿Qué es el discernimiento? Quizá uno de los desafíos para los catequistas de hoy, en cualquier ámbito de la pastoral parroquial, es formarse y ayudar a formar en la capacidad de discernimiento, pues esto es fundamental si queremos llegar a tener un cristianismo adulto. En 1Co 12, 10 el apóstol Pablo enumera como uno de los tantos dones del Espíritu Santo: “el distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero”. Algo similar también leemos en la Primera carta de san Juan: “No crean a todos los que se dicen inspirados, más bien, pongan a prueba su inspiración, para ver si procede de Dios” (1Jn 4, 1). Estas referencias nos hacen saber que existen diversos “espíritus” que trabajan en el mundo y en nuestra vida y es necesario discernir cuál procede de Dios y cuáles no. El discernimiento nos ayuda a determinar aquello que nos lleva a Dios y aquello que nos conduce lejos de Él. Ahora, el mejor espacio para el discernimiento de espíritu es, sin duda, la oración.
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Pastoral de la catequesis Este discernimiento es muy importante a la hora de acompañar a las familias, a los jóvenes en formación, en las diversas pastorales parroquiales. Ya en la Familiaris consortio de Juan Pablo II leíamos: Frente a situaciones difíciles y familias heridas, siempre es necesario recordar un principio general: “Los pastores, por amor a la verdad, están obligados a discernir bien las situaciones” (FC 84). De hecho, “…el grado de responsabilidad no es igual en todos los casos, y puede haber factores que limitan la capacidad de decisión. Por lo tanto, al mismo tiempo que la doctrina se expresa con claridad, hay que evitar los juicios que no toman en cuenta la complejidad de las diversas situaciones, y hay que estar atentos al modo en que las personas viven y sufren a causa de su condición” (AL 79). El discernimiento debe ayudar a encontrar los posibles caminos de respuesta a Dios y de crecimiento a través de los límites. Creyendo que todo sea blanco o negro se corre el peligro de cerrar el camino de la gracia y del crecimiento y podemos desalentar esfuerzos de santificación que dan gloria a Dios. Por ello, un pastor no puede sentirse satisfecho sólo aplicando leyes morales a quienes viven en situaciones “irregulares”, como si fueran piedras que se lanzan sobre la vida de las personas. Es el caso de los corazones cerrados, que suelen esconderse aún detrás de las enseñanzas de la Iglesia “para sentarse en la cátedra de Moisés y juzgar, a veces con superioridad y superficialidad, los casos difíciles y las familias heridas” (AL 305).
b. Acompañamiento y discernimiento Toda pastoral pide un acompañamiento y un discernimiento, por eso se hace necesaria la tarea de profundizar qué es el discernimiento y cómo se realiza. Acompañar y discernir supone que la vida cristiana, también aquella que se vive dentro del matrimonio y en las familias, sea un camino que se recorre cada día, incluso si este camino es imperfecto y quizá cuando sea así las familias necesitan más cercanía para brindarles una orientación integral para superar los flagelos que en varias ocasiones cada familia tiene que superar. Por eso reafirma el papa Francisco: “Se trata de integrar a todos, se debe ayudar a cada uno a encontrar
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su propia manera de participar en la comunidad eclesial, para que se sienta objeto de una misericordia inmerecida, incondicional y gratuita. Nadie puede ser condenado para siempre, porque ésa no es la lógica del Evangelio. No me refiero sólo a los divorciados en nueva unión sino a todos, en cualquier situación en que se encuentren” (AL 297).
c. Dirección espiritual Una tarea pendiente en muchos espacios de la Iglesia es la dirección espiritual que consiste en la ayuda que un creyente da a otro creyente para que juntos alcancen un nivel de conocimiento de sí y de libertad que les permitirá ser ellos mismos en la fe. Con la dirección espiritual las personas pueden llegar a alcanzar un buen grado de libertad interior correspondiendo así al llamado de Dios en su vida. Este momento que requiere espacio, tiempo, escucha paciente y misericordiosa lamentablemente ha perdido su lugar en la pastoral parroquial. En la dirección espiritual es posible narrar la propia vida y éste es el mejor método para hacer un discernimiento, pues no se hace a partir de una explicación filosófica o teológica, dice el papa Francisco, sino a partir de aquello que viven concretamente todas las personas.
d. Mirar, escuchar, transformar Pueden ser éstas unas palabras que acompañen el discernimiento. Jesús miraba con amor a muchas personas para invitarlas a empezar un nuevo camino, para demostrarles que su vida le interesaba, que quería entrar en una relación personal con ellas. Escuchar la narración que los otros hacen de su propia vida es fundamental para empezar un camino, y es necesario escuchar integralmente, es decir, no sólo los problemas, sus dificultades o sus dilemas, sino también los valores que tienen, sus sueños y esperanzas. Esta escucha debe ir de la mano de la escucha atenta de la Palabra de Dios que ilumina la realidad que se está presentando delante de nosotros: “Este discernimiento no podrá jamás prescindir de las exigencias de verdad y de caridad del Evangelio propuesto por la Iglesia” (AL 300). Todo verdadero proceso de discernimiento lleva a una conversión, a transformar la mente y el corazón. Esta conversión puede abrir muchas puertas como por ejemplo ayudar a pasar del mal al bien, pero también de un bien a algo mejor. Un verdadero proceso nos llama a una respuesta, a una decisión que traerá un verdadero compromiso. Acompañar, discernir y transformar son los instrumentos claves de un acompañamiento necesario para construir algo nuevo en la vida de las personas, de muchas familias y de los matrimonios que desean experimentar la verdad y la alegría de su amor como pareja.
Biblia Por: P. Mario Alejandro Arias Doctor en Teología y docente USTA E-mail: mr.alejandro.a@gmail.com
Ó R E L O T ¿ S Ú LA
S ? N E JRRUPCIÓ
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Jesús dijo también a sus discípulos: “Había un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda. Le llamó y le dijo: ‘¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no seguirás en el cargo’. Se dijo entre sí el administrador: ‘¿Qué haré ahora que mi señor me quita la administración? Para trabajar la tierra no tengo fuerzas, y pedir limosna me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me quiten el cargo, tenga gente que me reciba en su casa...”’ (Lc 16, 1-13)
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stamos ante un fragmento sorprendente del evangelio de Lucas. Una parábola de difícil aplicación en nuestro contexto, pero tampoco imposible si captamos su mensaje en profundidad. Cuando se escucha la parábola, tres aspectos jurídicos de nuestras circunstancias vienen a la mente: cohecho, que puede equivaler al soborno; peculado por apropiación, que sería una malversación de fondos; o falsedad en documento público. Veremos que Lc 16, 1-13 no se refiere a estos problemas, pero se pueden iluminar desde una aproximación al texto.
Biblia El cápitulo 15 de Lucas contiene las parábolas de la misericordia: la oveja perdida (15, 4), la moneda perdida (15, 8), el hijo perdido o hijo pródigo (15, 11). Ahora, en el capítulo 16 entramos en la parábola del administrador ‘perdido’ (16, 1-13)1. Estas parábolas muestran que todo lo perdido, en manos de Dios se vuelve a recuperar. Y todo es recuperable: una cosa (la moneda), un animal (la oveja), un hijo (el pródigo) y un administrador que se convertirá en propietario: “¿Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente (frónimos2), a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. En verdad les digo que lo pondrá al frente de toda su hacienda” (Lc 12, 42-44). Pero no es lo que sucede con el administrador de está parábola. En la primera parte (vv. 1-8), el propietario sabe escuchar las quejas de su mala administración, y además, es capaz de llamarlo aparte y pedirle cuentas. Éste, que al inicio parece desesperarse, abre ingeniosamente una posibilidad: deja de pensar en sí mismo y su sobrevivencia para pensar en la hacienda de su jefe, sus deudores y, solo al final, en recuperar su trabajo. Tengamos en cuenta: si él le rebaja la deuda a los deudores, espera que sean ellos quienes lo acojan en sus casas; no espera volver a casa de su patrón y, mucho menos, espera que sea él quien le dé trabajo. Los deudores tienen cifras del 100%, son exageradas: uno debe la producción de 140 árboles de olivo (100 barriles de aceite), y se le perdona el 50%; el otro debe la producción de grano de 42 hectáreas de terreno (100 medidas de grano), y se le perdona el 20%. Condona la deuda de los deudores y resta-
La temática central de todo el capítulo gira en torno al uso de las riquezas. El uso del término frónimos (prudente), impulsa a pensar que tal condición, donde obtiene mayor relieve la sagacidad y la astucia, no son elementos negativos, ni motivo de desprecio. Más bien, hacen que el administrador pueda llegar a ser propietario. Así, es necesario comparar Lc 12, 42 (Mt 24, 45) con Lc 16, 8: “Y el señor elogió al mayordomo injusto porque actuó sagazmente (es decir, prudentemente), pues los hijos de este mundo son en su generación más sagaces (fronimoteroi) que los hijos de luz”. En nuestro lenguaje, “prudencia” y “sagacidad” son palabras muy distanciadas; no así en el Nuevo Testamento, donde el término tiene un uso positivo (no tendrían nada que ver con nuestra famosa ‘malicia indigena’). “Prudentes” son: el hombre que edificó sobre roca (Mt 7, 24); los enviados en medio de lobos son “astutos” como serpientes (Mt 10, 16); las cinco vírgenes (Mt 25, 2); no hay que ser prudentes según el propio parecer (Rm 11, 25; 12, 16); hay que ser prudentes o sensatos en Cristo (1Co 4, 10); la sensatez o prudencia caracteriza al cristiano en sus juicios (1Co 10, 15; 11, 19). Conocer el significado del término y el contexto económico-cultural, nos ayudan a entender que el administrador de esta parábola no es un ladrón. (BW 7, vox “prudente”). 1
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blece las relaciones con su patrón. El patrón ha recuperado lo suyo, aunque no obtiene ventajas; él ha admirado, no sólo lo que el administrador ha hecho, sino lo que representa para el futuro de su hacienda cuando éste se vuelve fiel. Pero, ¿en qué consiste esta fidelidad espontánea? En que el administrador renunció a las ventajas que podría obtener (sobre los productos de la deuda) y que por derecho le correspondían3. Deja de pensar en sí mismo, procura que sea el patrón quien gane: el patrón gana poco, el administrador no gana nada (económicamente) pero recupera su sobrevivencia (personal y familiar), su sustento, su trabajo, esta vez admirado y de nuevo contratado por el patrón. Se mantiene esa línea de misericordia propia de Lc 15: el administrador perdona las deudas, y el patrón perdona al administrador. ¿Acaso Jesús está alabando el «engaño» del administrador infiel? Jesús no admira el engaño en sí mismo, sino el método del administrador4. Se comportó como un «hijo de las tinieblas» para llegar a ser «hijo de la luz»: perdonó sin buscar sus ventajas y recuperó su trabajo.
“...el mayordomo tenía derecho a autorizar préstamos de los bienes de su amo y, como no percibía sueldo, a resarcirse aumentando en el recibo la cantidad prestada, para que en el reembolso pudiera beneficiarse de la diferencia como de un excedente que representaba su interés...al rebajar el recibo a su cantidad real, no hace más que privarse del beneficio, ciertamente usurario, que había negociado“. BJ, 1998. p. 1522. 4 “Jesús no alaba tanto las artimañas del administrador cuanto su astucia y sagacidad para prever el futuro que le tocará enfrentar. La propuesta de Jesús a sus discípulos es que también ellos deben poner en juego su creatividad, ser astutos para prever el rumbo que la dinámica del Reino debe tomar en medio de la sociedad; si bien el reino es de los humildes y sencillos, ello no quiere decir que se puede construir con ingenuidad”. Shökel, L. A. Biblia. del Peregrino, p. 1989. 3
La segunda parte (vv. 9-13): el dinero injusto5, es aquel que él tomaba para sí como paga y que según las directrices económicas de su tiempo le podían permitir enriquecerse. Lo meritorio es esto: para lograr el favor del patrón y de los deudores, no aumentó el costo de las deudas para ver con cuánto se quedaba, sino al contrario: concedió descuentos, se empobreció, no ganando nada e hizo que los deudores cancelarán las deudas (justas) con el patrón. El «dinero injusto» del que habla el v. 9, es aquel dinero que el administrador ganaba antes de que el patrón lo amenazara con dejarlo sin trabajo; aquel dinero que él podía aumentar indiscriminadamente para su propio beneficio [el mal administrador resultó ser tal, no porque se beneficiara de las riquezas de su patrón, sino porque las estaba derrochando (16, 1)]. En otras palabras, los descuentos que él concedió eran su propio salario. Ni el dinero era “mal habido” (estaba en su derecho de pagarse como quisiera), ni le robó a su patrón (quien quedó satisfecho con lo pagado por los deudores), ni le robó a los deudores (quienes recibieron un jugoso descuento), el ingenio de su sobrevivencia le llevó a «robarse» a sí mismo para recuperar un trabajo del que estaba a punto de ser despedido. Y sucedió lo contrario: recuperó el trabajo, se “ganó” a su jefe, y “ganó” los deudores para el jefe. El que fue justo en lo poco, se le concedió ser justo en lo mucho (v. 10). En el amplio contexto lucano, los amigos que se ganan con el «dinero injusto» son los pobres: ayudarles da tesoros en el cielo que no se apolillan, ni se corroen, ni se los roban (cf. Lc 12, 33); “vende lo que tienes y repárteLa “injusticia” (v. 8) del administrador no está en la reducción de recibos, que no es más que el sacrificio de sus intereses inmediatos, hábil maniobra que su amo puede alabar, sino más bien en las malversaciones anteriores que han motivado su despido (v. 1). BJ, 1998, p. 1522.
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Biblia lo entre los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos” (Lc 18, 22). La idea aquí es la misma, pero expresada de otra manera. La palabra “tiendas” (skēnás) es la contraparte de las “casas” (v. 4) en la que el administrador esperaba ser recibido. Lucas prefiere este palabra de la Biblia griega, con el que no se refiere a habitaciones temporales (9, 33), sino a las moradas eternas, pues, ellas trascienden los horizontes de los hijos de este mundo (16, 8b). En la parábola siguiente, Lázaro se encontrará en esas moradas eternas6. Podríamos aplicar este evangelio en varios sentidos, pensando en la ética económica que propone Lucas (16, 1-13): el primer sentido, sobre los métodos que deberían identificar a los hijos de la luz y el segundo desde el ámbito familiar. La frase que aparece al final de la primera parte “los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz” (v. 8), no es una simple constatación: es un llamado de atención para todos nosotros. Convirtámosla en interrogantes: ¿Por qué, los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz?, ¿por qué, si somos hijos de la luz, esa luz no se difunde y se multiplica, sino que vemos precisamente lo contrario? El modo, el método de los hijos de las tinieblas consiste en: multiplicar la tristeza y la ansiedad, transformar el amor en odio, convocar a la indiferencia, despertar una creatividad enorme y sin descanso para reinventarse la maldad y discriminación, estimular procesos de despersonalización, favorecer con su ingenio la ley del más fuerte, los une la idea del ganar más, los compromete la asociación de esfuerzos para hacer que la persona no recupere la dignidad perdida, perseverar en
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Nolland, John, WB C, Volume 35b: Luke 9:21-18:34. Dallas, Texas. 1998.
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la difusión de ideas tergiversadas y fantasiosas para cada persona, edad y cultura. Vamos a revertir los términos. Si adoptaramos los métodos de los hijos de las tinieblas, ¿qué pasaría? ...si multiplicamos la alegría que proviene de Dios, si transformamos el amor en el motor de todo servicio, si convocamos todas las posibilidades, las fuertes y las débiles, para formar común-unidad, si despertamos nuestra enorme creatividad para hacer que los demás se sientan alguien y no algo, si estimulamos procesos donde cada persona se sienta tal por lo que es y no por lo que hace, si debilitamos la baja autoestima del débil y le hacemos conocer la fortaleza del Espíritu de Jesús, si nos uniera la idea de compartir y no sólo la idea de distribuir, si nos comprometiéramos a asociar esfuerzos para que la dignidad contara más que los pesos con que se la mide, si perseveráramos en la difusión del proyecto del Reino de Dios, no sólo para que el hombre llegue al cielo, sino además para que empiece a descubrir el cielo sobre la tierra. Ahora en la familia, la figura del administrador de un negocio, por lo general, es el primero que llega y el último que se va. En razón de su oficio, le corresponde tomar decisiones que otros no pueden tomar por él y le toca renunciar a espacios que para otros serían normales. Si un padre de familia no tiene sentido de pertenencia con su familia, ¿qué podría esperar de ella? Si no es un administrador fiel, terminará concediendo sus espacios a otros, su tiempo será mal invertido entre quienes lo quieren mucho por ser un gran amigo y un buen vecino, pero de puertas para adentro es el mal administrador que pensó más en sí mismo y menos en la riqueza que tenía que administrar. En los hogares hay personas que asumen como un deber que alguien los cuide, les planche, les lave, les mantengan en orden su habitación y sus cosas, pero es para volverse personas que después de cruzar la puerta de salida de casa, se comportan como si fueran ellos los que hubieran planchado, lavado, organizado; les conviene aparecer como administradores, pero derrochan los bienes que otros “mantienen y fabrican” para ellos. Aún así, se les concede la posibilidad de pasar de ser administradores a propietarios, sólo con una condición: que aprendan a renunciar a algo, que sacrifiquen algo, que se “descuenten” a sí mismos, ese tiempo que no le regalan a su propia familia y vuelvan a ella disfrutando de su propio espacio, que se “descuenten” un poco de ese tiempo que le han dado exageradamente a su trabajo y se lo concedan a sus hijos. Sólo así pasarán de ser administradores a propietarios.
Testigos de la fe Por: Cl. Anival Vásquez Ochoa Religioso camilo y estudiante de teología USTA anibal.vasquezochoa.3
San Camilo de Lellis, patrono de los que asumen el dolor de su cuerpo junto a la cruz.
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Vida
Una Vocación al Servicio de la
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l carisma de los religiosos camilos se vincula al amor a Jesús desde la cruz por esto viven el amor misericordioso de Dios hacia los enfermos brindándoles asistencia integral como lo mencionó nuestro santo Fundador: “con el amor de una madre para con su único hijo enfermo”. De esta manera, nosotros vivimos una vocación al servicio de la vida, una vocación para hombres que están dispuestos a dar esperanza a todos aquellos que sufren. La Orden de los Ministros de Los Enfermos, religiosos camilos, fue fundada en 1582 en Italia por el P. Camilo de Lellis, él dedicó su vida al cuidado de los enfermos abandonados. De esta manera el papa León XIII en 1886 declaró a san Camilo, al igual que a san Juan de Dios, como protectores de los enfermos y los hospitales del mundo católico.
Nuestro fundador San Camilo nació en 1550 en Buchiánico (Italia) en plena época del Renacimiento, donde la atención al enfermo fue deshumanizadora y descuidada por parte de aquellas personas que los atendían en los pocos hospitales existentes. Él vivió una juventud centrada en los vicios del mundo, sin embargo, él fue tocado por la misericordia de Dios debido a los horrores e injusticias sociales de su tiempo, además de experimentar en carne propia la realidad de sufrir en la enfermedad y la negligencia de aquellos que se dedicban al cuidddo de los enfermos. Por esto, san Camilo decidió dedicar su vida al servicio de los enfermos y promover una nueva forma de atender a las personas enfermas, teniendo el ejemplo de Jesús Buen Samaritano reconociendo en ellos la presencia misma del Cristo sufriente: “Vengan benditos de mi Padre porque estuve enfermo y me visitaron” (Mt 25). Él llevó adelante reformas en la asistencia a los enfermos tanto en los hospitales como en sus propias casas dando origen a una nueva Orden Religiosa constituida por Sacerdotes y Hermanos, con el nombre de Ministros (servidores) de los Enfermos, su distintivo es una cruz roja y su particularidad el cuarto voto de servir a los enfermos aún con riesgo de la propia vida.
Dónde puedes encontrar a los camilos… Nuestra comunidad está presente en Colombia desde 1964 en ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali. Además de la comunidad en Quito (Ecuador) conformamos la Delegación Colombia-Ecuador que depende de la Provincia del Norte de Italia.
Nuestro carisma Nosotros buscamos actualizar el carisma camiliano para responder a las nuevas situaciones de dolor y enfermedad que agobian al hombre de hoy. Es por ello, que nos dedicamos a la asistencia espiritual y corporal de los enfermos en instituciones propias (hospitales, clínicas, centros de rehabilitación, Ho-
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Testigos de la fe gares para adultos mayores, Hogares de paso, etc.) y públicas. Nuestra labor apostólica es visitara los Enfermos en sus propias casas, promover la pastoral de la salud y la humanización de los servicios de salud, formar profesionales en los diversos campos de salud que sepan unir a sus conocimientos profesionales los valores del Evangelio, promovemos mediante obras sociales (Centros Médicos, Comedores Comunitarios, Escuelas, Centros de Formación, Dispensarios médicos, etc.) un estilo de vida más digna y sana en medio de comunidades vulnerables. En un mundo que se gloría de los avances tecnológicos y científicos estamos llamados a devolver al hombre su centralidad, de manera especial al hombre en-
te mundo un lugar más humano haciendo cuanto podemos “con el corazón en las manos” como lo dijo nuestro patrono san Camilo de Lelis.
fermo, débil, vulnerable, rechazado y desechado por una sociedad hedonista y consumista que ha venido perdiendo los valores evangélicos de la fraternidad, la solidaridad, la misericordia. Nuestro gran reto es hacer de es-
Saber escuchar es el mejor acompañamiento que podemos hacer a los enfermos aunque hayan herramientas de sanación física, el dolor de su enfermedad y el convivir con ella también incluye lo emocional, lo espiritual y una integración de su vida en la globalidad de su ser, es por ello que como religiosos, tenemos muy claro que el enfermo no es una sola historia clínica o una terapia psicológica, sino que necesita de la ayuda espiritual para continuar su camino hacia la cruz de Cristo, puesto que él será un testimonio de vida para otras personas.
"Pues en la misma medida en que los sufrimientos de Cristo recaen abundantemente sobre nosotros, el consuelo de Cristo también nos llega con mayor abundancia" (2Co 1, 5).
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Cultura Por: Constanza Moya mariaconstanza.moyaalvarez
En octubre de 2016 se anunció que el Premio Nobel de Literatura sería otorgado a Bob Dylan. Entre el desconcierto de muchos y el regocijo de otros, el cantante tardó varios días en responder si aceptaría el premio o no. Finalmente decidió aceptarlo en medio de la polémica que ya había por la decisión de la Academia Sueca. Para algunos críticos y escritores Bob Dylan es un cantante, no un poeta y el premio debe darse a toda la obra literaria de un escritor, sin embargo, el asunto sirvió para cuestionarse acerca de las fronteras literarias entre lo culto y lo popular, entre lo que se considera literatura y lo que no, lo que es poesía, si ésta necesita de la música, y otros interrogantes que aparecen cuando se pone en tela de juicio un canon.
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ntre los favoritos para ganarse el Nobel de Literatura estaban el keniano Kenyan Ngugi wa Thiong‘o, los estadounidenses Don DeLillo y Joyce Carol Oates y el japonés Haruki Murakami. El nombre de Dylan no figuraba en las listas de la crítica tradicional. Sin embargo, ganó el premio, y lo mereció “por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción”, y por haber sido muy versátil, según la Academia. Al igual que el Nobel otorgado a la periodista Svetlana Aleksiévich, este premio sorprendió al público. Pareciera que la Academia Sueca se hubiera propuesto ser transgresora o decirle al mundo que es preciso echar abajo las fronteras desde el arte mismo.
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El premio sorprendió porque el galardonado no es representativo de los cinco géneros literarios tradicionales, cuento, poesía, ensayo, teatro y novela, pero el particular soporte poético y lírico de sus canciones fueron argumentos suficientes para concedérselo. Bob Dylan siempre ha sido una figura transgresora, un personaje enigmático, que no se puede encasillar bajo ningún canon artístico ni ético. Es un poeta más allá de cualquier etiqueta, que surgió de la contracultura de los años 60.
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Cultura
Su nombre, Robert Allen Zimmerman, que decidió cambiar por el de Bob Dylan, debido a su admiración por el poeta Dylan Thomas. Nació el 24 de mayo de 1941 en Minnesota, Estados Unidos, en el seno de una familia judía. Sin embargo, a finales de la década de los 70 se convirtió al cristianismo. Como las letras de sus canciones lo revelan, Bob Dylan ha estado siempre en una constante búsqueda, en una insatisfacción permanente, en un inconformismo constante. Es una voz de protesta, apocalíptica y escéptica, que se manifiesta en versos muy bien logrados. El poeta Nicanor Parra, ya en el año 2000 había dicho que Dylan se merecía el Nobel nada más por estos tres versos: “My father is in the factory and he has no shoes / my mother is in the alley looking for food / and I'm in the kitchen with the thumb stone blues”. En es-
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pañol: “Mi padre está en la fábrica y no tiene zapatos / mi madre está en el callejón buscando comida / yo estoy en la cocina, con el blues de los cementerios”. Posteriormente, el cantante modificaría un poco la letra original. Esta voz transgresora y profética, como algunos lo han denominado, ha llamado la atención de todo el mundo: intelectuales, creyentes y ateos. Hasta Juan Pablo II manifestó su atracción por el cantante y lo escuchó cantar en el marco del vigésimo tercer Congreso Eucarístico, el 27 de septiembre de 1997, en medio de su visita pastoral a Bologna. Había más de trescientas mil personas. Mientras al entonces cardenal, Joseph Ratzinger, no lo convencía la idea de que el Papa compartiera el mismo escenario con el cantante, Juan Pablo II se mostró encantado por su presencia y aprovechó una de
sus canciones más representativas y reconocidas para difundir el mensaje del Evangelio ante la multitud. El Pontífice quiso más bien responder a las preguntas que se hacía Dylan en sus canciones y reconociendo el gran impacto que el cantante tenía entre los jóvenes les dijo: “Un representante de ustedes” dijo, refiriéndose a Dylan, “que la respuesta a las preguntas de la vida está ‘soplando en el viento’ ¡Es verdad! Pero no en el viento que sopla y se lleva todo en remolinos vacíos, sino en el viento que es el aliento y la voz del espíritu, una voz que llama y dice ‘¡ven!’ (cf. Jn 3, 8; Ap 22, 17). Me han preguntado”, prosiguió, citando la letra del tema de Dylan. “¿Cuántos caminos debe caminar un hombre antes de que puedan llamarlo propiamente hombre? Respondo ¡uno! Hay sólo un camino para el hombre, y ese
camino es Cristo, quien dijo ‘Yo soy el camino’ (Jn 14, 6) Él es el camino de la verdad, el sendero de la vida”. Para el cardenal Ratzinger, Bob Dylan expresaba un mensaje distinto al del Papa, pero éste quiso más bien responder a las dudas y cuestionamientos que expresaban las canciones de Dylan. Los jóvenes que asistían al concierto quedaron emocionados por la posibilidad de este diálogo entre una figura que los representaba, y con la cual se identificaban, y el representante de Dios en la tierra, a quien empezaron a ver más cercano a sus afectos y necesidades. Dylan terminó su concierto con su propia especie de bendición interpretando Forever Young (“Por siempre joven”), que comienza diciendo “Que Dios te bendiga y te guarde siempre”. Así, los jóvenes ovacionaron aún más a un Papa que participaba de su alegría, de sus gustos y que atendía a sus dudas e interrogantes. Así, un poeta, más allá de todo canon, más allá de las fronteras, con muchas dudas de fe, que no cree en los premios quizá precisamente porque teme ser etiquetado, encasillado ha merecido el Premio Nobel, desper-
tando muchos cuestionamientos no solamente desde la literatura, interrogantes no sólo estéticos sino también éticos que invitan a repensar no sólo la literatura y las expresiones artísticas, sino, junto con ellas, lo que hay que replantear en nuestra sociedad donde los inmigrantes son rechazados, las personas homosexuales discriminadas, donde el racismo parece cobrar fuerza y el deseo de condena y culpa pulula entre quienes no creen en el perdón. Los versos apocalípticos de Dylan así lo denuncian: “Vi a un recién nacido rodeado de lobos salvajes / Vi una autopista de diamantes que nadie usaba / Vi una rama negra goteando sangre fresca / Vi una habitación llena de hombres cuyos martillos sangraban / Vi una escalera blanca cubierta de agua / Vi diez mil oradores de lenguas rotas / Vi pistolas y espadas en manos de niños pequeños / Y es dura, dura, dura / Muy dura la lluvia que va a caer”. A hard rain's a gonna fall (Dura lluvia va a caer, 1963). Un canto especial para los jóvenes de Bob Dylan.
"Forever Young" (inglés)
Joven para siempre (español)
May God bless and keep you always May your wishes all come true May you always do for others And let others do for you May you build a ladder to the stars And climb on every rung May you stay forever young
Que Dios te bendiga y proteja siempre, que se cumplan todos tus deseos, que trates bien a la gente y dejes que los demás sean buenos contigo. Que construyas una escalera a las estrellas y subas un peldaño cada día. Que siempre permanezcas joven, siempre joven, siempre joven, que siempre permanezcas joven.
Forever young, forever young May you stay forever young. May you grow up to be righteous May you grow up to be true May you always know the truth And see the lights surrounding you May you always be courageous Stand upright and be strong May you stay forever young Forever young, forever young May you stay forever young. May your hands always be busy May your feet always be swift May you have a strong foundation When the winds of changes shift May your heart always be joyful And may your song always be sung May you stay forever young Forever young, forever young May you stay forever young.
Que crezcas siendo buena persona, que crezcas siendo fiel, que siempre digas la verdad y veas la luz a tu alrededor. Que siempre seas valiente, permanezcas firme y fuerte. Que siempre permanezcas joven, siempre joven, siempre joven, que siempre permanezcas joven. Que tengas siempre cosas que hacer, que tus pasos siempre sean rápidos, que tengas las cosas claras cuando corran vientos de cambio, Que tu corazon siempre esté alegre, que siempre te rían las gracias. Que siempre permanezcas joven, siempre joven, siempre joven, que siempre permanezcas joven.
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En librería DE Enero A Marzo LEEMOS EL RECOMENDADO ES... DESPERTARES Gloria Sierra En este libro la psicología y la psicogenealogía se entretejen para interpretar el cuerpo y las manifestaciones inscritas en él. Capítulo a capítulo, nos lleva a descubrir la multidimensionalidad de “ese templo sagrado” que hemos olvidado habitar. El cuerpo es el participante de todo lo que sentimos, pensamos, hacemos y vivimos. Es, además, el territorio en el que se encarnan la dimensión individual y colectiva, la política y económica, pero también la psicológica y transgeneracional (prebiográfica). Todas las personas hemos enfrentado retos y padecido de alguna clase de trauma en nuestra vida, viviendo a diario, a veces sin percatarnos o sin relacionarlos, con las cicatrices y huellas que quedaron en nuestro cuerpo. Al leer este libro, es fácil entender que las heridas y traumas dejan huellas físicas, y que los pensamientos negativos y los altibajos de nuestro pasado y de nuestro árbol genealógico afectan también nuestro cuerpo. Comprender que estas experiencias se han convertido en una parte de su estructura puede resultar increíblemente curativo. De esta manera la psicóloga Gloria Sierra Uribe conduce al lector hasta la propuesta terapéutica, donde incorpora investigaciones de otros, estudios propios, conclusiones de sus propias experiencias en el trabajo clínico y múltiples testimonios para ofrecer un camino de sanación a los lectores. De esta parte puede servirse perfectamente el lector que pretenda sanar sus heridas, sus enfermedades, sus duelos mal elaborados, o también los terapeutas y psicólogos que acompañen dichos procesos.
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LA PEQUEÑA ESCUELA DE LAS EMOCIONES Anselm Grün Dice Anselm Grün que las emociones nos mueven, nos sacan de sí, por eso es importante prestarles la debida atención. Hay quienes se conmueven fácilmente y logran transmitir los sentimientos que llevan dentro, mientras que hay otros que aparentan frialdad interior, no dejan salir su emoción. Y hay quienes se dejan dominar completamente por las emociones y actúan irracionalmente. Por todo esto es preciso entender nuestras emociones y aprender a manejarlas para establecer contacto con nosotros mismos y con los demás. El autor propone ver las emociones como fuente de vivacidad y del propio actuar. El autor profundiza emociones esenciales como el miedo, la antipatía, el enojo, los celos, la envidia, el amor, el placer, entre otras, para que el lector aprenda a sacar provecho de ellas, a verlas desde diferentes ángulos, de modo que las pueda controlar y manejar. La emoción siempre se puede convertir en una fuente positiva en nuestra vida. Aun lo que pensamos más oscuro como el alegrarnos por las desgracias ajenas tiene un lado positivo que podemos explorar y transformar. Este interesante libro nos enseña a lograr esta conversión. No es difícil, sólo basta profundizar en nuestra emoción, conocerla y aceptar, tomar conciencia de lo que somos para sacar siempre lo mejor de nosotros mismos por nuestro bien y el de los demás.
EL GRUPO DE LOS DOCE Jacques Schlosser En forma clara y competente el autor, Jacques Schlosser, profesor emérito de Nuevo Testamento en la facultad teológica católica de Estrasburgo y uno de los más apreciados especialistas franceses sobre Jesús y el Nuevo Testamento, analiza testimonios bíblicos y patrísticos a fin de recuperar el sentido original de una opción decisiva tomada por Jesús: la constitución del grupo de los Doce. Sólo posteriormente calificados como “apóstoles”, su institución constituye por parte de Jesús un gesto profético que responde a la expectativa del pueblo de Dios: reunificar a todas las tribus de Jacob. Así, inicialmente, los Doce representan el pueblo de Dios renovado. El evento inesperado de la resurrección y la experiencia transformadora del Espíritu produjeron poco a poco la superación de los confines de Israel: las doce tribus pasan a ser las naciones. Algunos miembros del grupo de los Doce se lanzan en primera persona al trabajo misionero. Así se justifican la identificación sistemática de los Doce con los apóstoles operada por Lucas y la misión de testificación universal que les había confiado a ellos el Resucitado.
SEREMOS JUZGADOS POR EL AMOR Gabriele Amorth Stefano Stimamiglio El enemigo de la raza humana, que se ha rebelado contra Dios y quiere llevar la creación entera a la perdición y la destrucción, también quiere hacernos perder la esperanza de amar y gozar –ahora y en todo momento de nuestra vida, incluyendo el momento final– de la misericordia de Dios amor, que se ha encarnado en Jesucristo, quien a través de su muerte y resurrección de nuevo nos ha ofrecido la posibilidad de redimirnos, después de que el pecado de los orígenes había roto la plena comunión con el Creador. A través de su acción ordinaria, es decir, la tentación, y mediante su acción extraordinaria, que constituye el objeto particular de este libro, el diablo pretende destruir la confianza de cada hombre y de cada mujer, de amar y ser amados. Este libro nació del deseo de llenar los corazones de la esperanza que se fundamenta en la roca de la Palabra de Dios, de manera que ni la lluvia, ni el desbordamiento de los ríos, ni un violento soplo de los vientos la pueden destruir (cf. Mt 7, 25).
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Mariología Por: P. Félix Eduardo Osorio, c.m. Licenciado en Filosofía y Ciencias Religiosas Universidad Santo Tomás E-mail: duwary99@yahoo.es
Centenario de las
revelaciones de
fátima N
os aproximamos al Centenario de las apariciones de Fátima, por lo cual queremos que nuestros lectores obtengan algunos datos de la advocación de Fátima, sus secretos y una breve reseña del Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima ubicado en Cova de Iría (Portugal), éste es uno de los santuarios marianos más importantes del mundo.
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Santuario de Fátima "El Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima fue realizado a petición de María a los tres pastorcitos: Lucía de Jesús, Francisco Marto y Jacinta Marto cuando la virgen se les apareció, este hecho fue el 13 de octubre de 1917. La capilla fue construida en 1919 en el lugar de las apariciones de 1917 en Cova de Iria y, desde entonces, el espacio del Santuario ha tenido que ampliarse debido a la significativa afluencia de peregrinos. Este lugar de peregrinación, hace memoria a su acontecimiento fundacional, las apariciones de Nuestra Señora a los tres Pastorcitos. La acogida pastoral de los peregrinos es el elemento primordial en la misión de las personas que están al frente del Santuario, incluso allí se custodia el mensaje del acontecimiento de Fátima, por tanto, es importante el estudio y la difusión de este mensaje mariano para la evangelización en Portugal y en el mundo"1.
Datos importantes Cuando toda Europa estaba completamente convulsionada por la Primera Guerra Mundial, que desde 1914 desangraba a Europa, el Padre Eterno envía a la Santísima Virgen a un alejado y calmado pueblo, en Portugal. Hasta allí no había llegado el estruendo de la guerra, pero la Madre va con un mensaje urgente: “Si no hay conversión, pronto los errores de Rusia (el Materialismo Ateo) se propagarán por toda la tierra”. Este mensaje entregado a tres pastorcillos: Lucía y sus primos Francisco y Jacinta, en Cova de Iría en 1917, demuestran que Dios conoce los engranajes de la historia humana y sabe prevenirnos del error costosísimo de pretender construir una sociedad sin Dios. Dios emplea a los humildes y pequeños de manera que sea evidente que es su poder y misericordia los que pueden cambiar el curso de la historia.
sión del infierno, porque olvidamos que las acciones de ahora tienen consecuencias en la eternidad y que el rechazo voluntario del proyecto de amor de Dios puede granjear la separación para toda la eternidad de Aquel que nos ama infinitamente y que por ello respeta nuestra libertad, pues sin libertad no hay amor. Las visitas que sucedieron del 13 de mayo al 13 de octubre de ese año, buscaron afirmar esta gran verdad de la salvación como don gratuito para toda la humanidad, que se puede echar a perder por el pecado, la indiferencia o la ignorancia del don de Dios. En definitiva Dios quiere nuestra salvación eterna, y no ahorra esfuerzos en advertirnos que el tiempo es corto y que a veces dormitamos frente a decisiones fundamentales para nuestro futuro. La conversión, el regreso a Dios, la obediencia a los mandamientos, es la propuesta del cielo y la Madre celestial viene a alertarnos y animarnos a seguir el camino de Cristo. Conscientes de las trágicas consecuencias de la falta de conversión y arrepentimiento, trabajemos con prontitud para escapar a la tragedia. Un mundo sin Dios, sin el cumplimiento de sus mandamientos no es humano, es inhóspito, es autodestructivo. Celebremos con gozo el centenario de las apariciones de Fátima, seguros de que Dios triunfará en la accidentada historia que los seres humanos construimos.
Pero tengamos en cuenta que lo que está en juego no son los equilibrios de poder entre las superpotencias, capaces de desatar un cataclismo que podría destruir toda forma de vida sobre el planeta,… hay algo más profundo y definitivo: lo que está en juego es la salvación eterna de cada uno de nosotros. Por ello la primera parte del secreto de Fátima es la viTe invitamos a visitar el sitio web oficial del Santuario de Fátima. Texto tomado de http://www.fatima.pt/es. 30/10/2016.
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Eclesiología Por: Milton Jordán Chigua Autor San Pablo
E-mail: miltonalirioj@gmail.com
LA PAZ FRUTO DEL PERDÓN
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo: “La paz esté con ustedes”. Como el Padre me envió, también yo los envío. Dicho esto, sopló y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos” (Jn 20, 19-23).
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n el contexto de la firma de la paz en Colombia entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc, después de cincuenta y dos años de guerra fratricida, quiero decirles: La paz con ustedes. Extiendo este deseo a todos los pueblos de América Latina y del mundo entero, les envío un cordial saludo con los brazos abiertos y con mi corazón lleno de gozo, desde esta tierra primaveral, Guatemala, que hace veinte años, también firmó un acuerdo de paz. Estamos cansados de tanta guerra, de tanta sangre derramada, de tanta violencia. Miro a Colombia, desde una mirada externa pero que llama la atención reconocer los hechos transcurridos allí donde la paz era casi un logro, sin embargo el día 2 de octubre de 2016 Colombia realizó el Plebiscito para conocer si los colombianos deseaban la paz, sin embargo ganó el “No”, con un elevado número de personas que se abstuvieron de votar. De este caso puedo interpretar que el pueblo co-
lombiano sigue deseando la paz y es amante de la misma. Es necesario pedir que el Espíritu de Jesús Resucitado ilumine el caminar del pueblo colombiano. Por lo tanto les comparto el siguiente texto bíblico (Jn 20, 19-23): El primer saludo de Jesús a sus apóstoles, luego de haber resucitado y haber vencido a la muerte fue: “La Paz esté con ustedes”. Este saludo, lo seguimos anunciando al inicio y al final de cada Eucaristía o celebración de la Palabra. Además de administrar el sacramento de la reconciliación, le decimos a quien se ha reconciliado: Vete en paz. En primer lugar, hay que entenderlo en el contexto que surge: los discípulos habían abandonado a Jesús, habían negado a su Maestro. Su tristeza es la tristeza del culpable. Estaban desconcertados, llenos de miedo, encerrados, con las puertas cerradas. Por eso, el encuentro con el Resucitado es para sentirse perdonados por Él, verse aceptados nuevamente por Él a la comunión y a la amistad. Jesús se aparece no con palabras de condena o de reproche, sino con ese mensaje: “La paz esté con ustedes”. Hoy más que nunca, urge la paz en el mundo, en nuestro país, en nuestros hogares y en nuestra vida. No a la violencia, sí a la paz. ¡Vivimos tantas situaciones que nos quitan la paz, nos sumergen en la intranquilidad! Sin embargo, la presencia de Jesús resucitado nos transforma. Él nos hace pasar del miedo a la alegría, de la turbación a la paz, del enclaustramiento a una visión universal. Cristo cuando aparece a sus discípulos usa la palabra Shalom (palabra hebrea que significa paz), esta palabra abarca una condición de plenitud, de bienestar. Es poder estar bien con Dios y con nuestros hermanos. La paz es un signo evidente de que hemos abierto las puertas de nuestro corazón a Cristo; Jesucristo es la paz misma. Quien tiene a Jesucristo vive en paz; quien no lo posee, no tiene paz. No es una visión abstracta; no se trata de un fantasma. Por eso, Jesús muestra sus manos y su costado, por esto los discípulos se alegraron de ver al Señor. Porque uno de los frutos de la Resurrección no es solamente la paz, sino también la alegría de poder ver de nuevo al Señor. ¡Cuántas espinas clavadas en nuestro corazón! Espinas que nos hacen sufrir, que sangran y por las cuales muchas veces, también herimos a quienes comparten nuestra vida. ¡Cuántos clavos que nos tienen crucificados! Es necesario dejar que el Dios de lo vivos, Jesucristo, nos quite esos clavos y sane nuestras heridas.
Eclesiología
La violencia y la muerte siguen campantes, sembrando mucho dolor en nuestros campos y ciudades. La comunicación del Espíritu Santo, que Lucas describe en Pentecostés (Lc 24, 49; Hch 2, 14), san Juan la presenta el mismo día que resucitó. Hay aquí, una relación estrecha con el perdón. Puesto que la experiencia que viven los apóstoles es una experiencia de perdón, el Resucitado les encomienda la misma misión: “Como el Padre me envió, también yo los envío. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados, a quienes se los retengan, les quedan retenidos” (Jn 20, 21-23). Jesucristo aparece como el gran enviado del Padre, Él es Evangelio del Padre. Es el rostro misericordioso del Padre. Esa misma autoridad que recibe del Padre, es la que transmite a sus apóstoles.
El gesto de soplar sobre ellos recuerda el relato de Gn 2, 7 cuando Dios sopla y da vida al ser humano, hecho de barro por sus manos. Jesucristo ofrece una nueva creación. Nos restituye a nuestro ser más auténtico, renovados desde nuestra raíz, perdonados por Dios. No podremos nunca te-
ner paz, si no perdonamos a los demás, si no nos perdonamos a nosotros mismos. Este perdón de Dios se sigue haciendo presente a través de las manos de los sacerdotes. Uno de los momentos sublimes y especiales que experimentamos los presbíteros, es cuando en nombre de Dios ofrecemos el perdón a los penitentes y contemplamos en ellos, lágrimas de alegría, una sonrisa que nos queda prendida en el alma y les expresamos:�Vete en paz�, un eco de las palabras del Maestro a aquella mujer que nadie pudo condenar porque Jesucristo, la defendió (Jn 8, 1-11). ¡Cuánto necesitamos la paz, en un mundo tan violento! Los hebreos utilizan la palabra Shalom, los griegos: Irene. La paz es un don de Dios, pero al mismo tiempo una conquista humana. Basta recordar los grandes ejemplos de Gandhi, Martin Luther King, premios Nobel de la Paz. Cada esfuerzo que las personas, los conglomerados humanos y Estados hagan por construir un mundo en paz indudablemente que es un signo visible de la gracia divina, que es posible construir ese reino de paz que Jesús en quien creemos, vino a inaugurar. El mundo vive en guerra, los hogares son a veces campos de batalla, nuestros corazones están cargados de violencia, ¿cómo hacer para cambiar nuestro deseo de violencia y enseñar a convivir en paz y reconciliación?
“Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados Hijos de Dios” (Mt 5, 9).
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Es necesario entender que la paz no es un hecho de un papel con una firma hecha con bolígrafo o balígrafo, que es importante sanar nuestras heridas desde la raíz para saber perdonar. Por ejemplo en Guatemala la guerra fratricida dejó un fruto amargo, pero después de veinte años, las causas que ocasionaron la guerra, siguen vivas: las desigualdades sociales, económicas y políticas; las injusticias, gobiernos corruptos, la impunidad, estados títeres del narcotráfico, explotación minera sin consulta a las bases populares y hasta un cristianismo alienante, etc. Es decir, la paz se firmó en papeles, pero el camino para alcanzarla sigue abierto y desafiante. La violencia y la muerte siguen campantes, sembrando mucho dolor en nuestros campos y ciudades. Las desigualdades siguen escandalizando donde unos pocos viven en la abundancia mientras que otros no tienen para comer… Seguimos experimentando la violencia irracional, la extorsión. ¡Qué tercos y duros de corazón somos los seres humanos para entender que la paz es mejor que la guerra! El mal, disfrazado de formas prepotentes y alienantes, se ríe de ver el dolor y el sufrimiento de los inocentes. Al
gobierno y la guerrilla de nuestro país les llevó treinta y seis años. A Colombia, cincuenta y dos años. Las consecuencias son desastrosas. Destruir es fácil, construir es más difícil. Considero que la Conferencia Episcopal Colombiana tiene razón al expresar que: “Se trata de un momento de magnífica oportunidad para trabajar juntos por la reconciliación y la concordia de los colombianos. ¡Todos queremos la paz! Pero sólo podremos construir esa paz que anhelamos si logramos superar la polarización social y las rivalidades para construir redes de justicia, perdón y reconciliación. Por esto, los invito a mantener viva la fe y la esperanza en Jesucristo, que nos envía a ser artesanos del perdón y la reconciliación y a construir la paz con pasión, paciencia y valentía” (Cf. Comunicado Conferencia Episcopal de Colombia de 3/10/16). Clavar espinas en el corazón es fácil, sacarlas duele. A pesar de todo: qué lindo poder expresarles desde lo profundo de mi corazón, las palabras del Maestro: �La Paz esté con ustedes�. Señor de la libertad, Camino y Verdad, ayúdanos a ser capaces de vivir en paz.
Comunicaciรณn - familia Por: Comunidad de Caresto Autor Editorial San Pablo Texto: Ejercicios Espirituales de puertas para adentro
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Vida pastoral no 165 - enero / marzo - 2017
Proponerles un retiro de parejas a nuestros lectores es una opción importante para destacar el deseo de unir a la familia, sobre todo cuando vemos la posibilidad de hablar de la paz desde el núcleo familiar. La guía que se presenta a continuación proporcionará un modelo de retiro que tiene como finalidad ayudar a los casados a mejorar su relación de pareja, gracias a una revisión de las “reglas” del diálogo: ¿cómo escucharse con el corazón?, ¿cómo comunicar todo sin herir?, ¿cómo llegar a decisiones de pareja y cómo a veces más bien se toman decisiones de “soltero”, o decisiones por simple compromiso?, cómo “discutir bien”, es decir, ¿cómo transformar la discusión a veces inevitable en una confrontación útil?
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os elementos que podrás reconocer dentro de este artículo te ayudarán a invocar los recursos del Espíritu, para poder vivir un matrimonio-sacramento; no un simple matrimonio (quizá hecho por la Iglesia), sino un matrimonio cristiano, cristiano en la sustancia, puesto que la relación en la que se encuentran los casados es por la gracia de obtener el amor de Dios que ha acompañado su camino de pareja.
a. La buena escucha Una buena relación es el fruto de dos momentos que se han de vivir bien: la comunicación de sí y la escucha. Cuando cada una de las partes logra comunicarse bien, a sí misma y hacerse entender del otro, y por tanto, el otro la ha escuchado bien la relación tiene buenas bases; no presenta problemas particulares. Puede haber problemas ajenos a su ánimo, ¡pero el amor está a salvo!
Comunicación familia Normalmente estos dos momentos se entrecruzan en la conversación, es decir, se habla, se escucha, se interrumpe sin problemas, etc. Pero, en cambio, si se ha creado una cierta incomprensión, o un conflicto, puede ser necesario distinguir bien los dos momentos y poner mucha atención a vivirlos bien: en efecto, estos dos aspectos del diálogo (comunicación y escucha) terminan por enredarse durante el conflicto. Los esposos o novios intervienen para decir, aclarar o para defenderse. Cada uno quiere hacer valer sus razones. Quizá ninguno de los dos hace una buena escucha… como sí sucede cuando se está sereno. Por eso, no obstante, las buenas intenciones no se entienden y la incomprensión aumenta. He aquí la importancia de distinguir bien los dos momentos, lo que se puede lograr de la siguiente manera: Primero habla uno y se comunica a sí mismo al otro y este último se pone en actitud de verdadera escucha. No objeta (“…¿tú entonces…?”), no se defiende, no juzga si lo que el otro dice es justo o no es justo. Escucha totalmente. Interviene sólo para hacer preguntas para entender mejor. Si además es necesario, a continuación el segundo puede ponerse en el rol de quien comunica y el primero a su vez escucha plenamente.
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Vida pastoral no 163 - julio / septiembre - 2016
b. La buena escucha NO es: • Dar razón al otro, no es contentarlo pro bono pacis, sino entenderlo. Durante todo el tiempo de la escucha, si deseas hacer una buena escucha, debes impedir que tu cerebro exprese juicios sobre lo que el otro me comunica, porque estos juicios terminan por limitarte la plena y perfecta recepción. Además estos prejuicios terminan por filtrar enseguida lo que estas reteniendo entre lo bueno y lo que es malo. Por ello es importante ponerte en actitud de observador atento que quiere entender, descubrir lo que hay en el alma del otro, usando todos los talentos que Dios te ha regalado.
• “Oír” con los oídos las palabras que el otro dice. Incluso porque el otro no siempre logra decir con palabras lo que es exactamente su pensamiento y su estado de ánimo. En efecto, con frecuencia en las discusiones se dice: “… no, yo no quería decir eso. Yo quería decir otra cosa…”. Las palabras no siempre expresan bien el problema o los propios sentimientos. Oír es demasiado poco. Si escucho sólo las palabras haré una escucha muy limitada.
Entonces debemos tener en cuenta de que ¡se escucha también con los ojos!... Cuánto se comunica también con el rostro y con todo el cuerpo y también cuánto se entiende sólo con los ojos, los esposos lo saben mejor que cualquier otro. ¡A veces basta mirar para entender! Si yo no miro, si yo no estoy atento con la mirada, quiere decir que hago una escucha muy limitada; y además no le aseguro al otro que lo estoy escuchando verdaderamente. Esto impedirá una verdadera comunicación de lo que el otro tiene dentro. Las manos son también una parte importante en el ejercicio de escuchar, pues cada parte del cuerpo escucha, por ejemplo, cuando alguien se sienta a tu lado, cuando tu cuerpo se pone en disposición a realizar alguna actividad o cuando te hace sentir… ¡que está!... Todos los testimonios de la buena escucha han evidenciado la importancia del lenguaje no verbal: ya sea en el comunicar, ya sea en el escuchar.
también aquella de la escucha? Quien no es buen escucha sobre un aspecto, no lo es tampoco en los demás. Si no lo haces con tu cónyuge, no lo harás tampoco con tus hijos (los cuales se lamentan de no ser entendidos, sobre todo cuando están en grado de comprenderlo, es decir, desde el período de la adolescencia en adelante, y así mismo no lo serás con tus parientes, vecinos, alumnos o pacientes, etc.
Pues bien, la escucha es una cualidad de tu espíritu. Podemos decirlo con el lenguaje tradicional: es una virtud humana y cristiana, como la paciencia, el espíritu de sacrificio, como el altruismo… No depende de tu cónyuge, sino de ti saber escuchar al otro. ¿Por qué entre las virtudes del Catecismo o de la predicación no poner
Un ejemplo traído de los modos más usuales de comportarse en la oración. Alguien entra en la iglesia para rezar, se dirige al altar preferido; con todo el corazón dice, se desahoga, pide… al Señor. Después, cuando ha terminado de rezar o de hablar al Señor, se va. ¿Qué ha hecho en su oración? Ha “comunicado”, no ha escuchado.
Bueno y si nunca lograste escuchara los demás, ¿cómo vas a escuchar a Dios? Tal vez piensas escuchar su Palabra y hacer su voluntad; pero probablemente estás creyendo sólo en tu punto de vista y estás haciendo sólo tu voluntad.
c. La necesidad de ser escuchados
Comunicación familia En otras palabras, no ha construido una buena relación con el Señor. Sólo ha hablado, ha pedido, ha dicho tal vez a Dios lo que Dios debería hacer. No ha escuchado lo que Él tenía que decir. La escucha en la oración del Padrenuestro, Jesús en esta oración nos lleva a interesarnos en Dios, nos lleva a conocer su voluntad. En la mente del creyente que reza está Dios: Dios y sus exigencias; no tú y tus exigencias. Jesús dice: “Cuando recen, recen así”. Y dice que éste es el modelo de “su” oración. Hoy hay una gran necesidad de ser escuchados. Muchos, en momentos de crisis o de enfermedad, van a hablar con alguien. Parece que necesitaran de consejos u orientaciones. En realidad necesitan más que todo ser escuchados, incluso si el “gran” problema al final queda ahí, parece más pequeño; o tal vez no exista más. Ha sido curado por la escucha. La buena escucha depende de ti. Pregúntate: soy capaz, o no soy capaz de ponerme en posición de escucha. Es verdad que tal vez él (o ella), no se explica bien con
las palabras o de hecho no habla. Pero tenemos otros medios, mejor que la palabra, para entendernos. Además a menudo puedo preguntar: “¿Qué piensas?... Delante de esta situación, ¿cómo te sentiste?... hemos hecho esto, ¿qué sentimientos has experimentado?”… Gracias a la verdadera escucha, favorecida por estas preguntas, se superarían más fácilmente las incomprensiones, también en la relación sexual. Este modo de escucha no se requiere sólo en los momentos cruciales de conflicto o de incomprensión, sino que debe ser una actitud constante. El “deber de sentarse” es un deber que un movimiento conyugal propone a los esposos. Es necesario cada tanto tomar tiempo para el bien de la propia pareja, para entenderse y decidir juntos. Algunos esposos dicen que no tienen el tiempo porque deben cuidar a los hijos… etc., y sin embargo, lo que se hace por el bien de los dos esposos no le es quitado al bien de los hijos, porque ellos tienen necesidad antes que nada de todo su amor.
d. Lectura bíblica para la meditación Lee la siguiente parábola y reflexiona sobre cómo puedes mejorar tu relación con Dios y con tu pareja: “Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron en seguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. ¡El que tenga oídos, que oiga!”. Y acercándose los discípulos le dijeron: “¿Por qué les hablas en parábolas?”. Él les respondió: “Es que a ustedes se les ha dado a conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aún lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. En ellos se cumple la profecía de Isaías: ‘Oír, oirán, pero no entenderán, mirar, mirarán, pero no verán. Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos y sus ojos han cerrado: no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan, con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane’. ¡Pero dichosos sus ojos, porque ven, y su oídos, porque oyen!” (Mt 13, 3b-16).
Trabajo en pareja Responde personalmente de forma escrita a las siguientes preguntas: • Cuando te he escuchado realmente bien, ¿cómo lo he hecho? Describo los detalles para hacértelo entender. • Cuando tú me has escuchado bien, ¿cómo lo has hecho? ¿En qué actitudes lo he notado? Pienso nuevamente y describo bien los detalles para decírtelos después. Luego los dos (esposo y esposa) intercambian sus respuestas y se ayudarán de aquellos detalles que usaron para lograrse entenderse. Pueden también escribirlos para recordarlos y ponerlos en práctica en el momento oportuno. Éstas son “sus” formas de escucharse.
Recomendado
Por: Jorge Forero, ssp george.foreromaldonado
¿Qué hacer?
"Mi predecesor, el papa Benedicto XVI, puso en manos de ustedes un catecismo para jóvenes, el Youcat. Yo quisiera hacerles hoy entrega de un nuevo catecismo, el DOCAT, que recoge la Doctrina Social de la Iglesia. El DOCAT quiere responder a la importante pregunta "¿qué hacer?". Por eso está diseñado como un manual de instrucciones que, poniendo en práctica el Evangelio, nos ayuda a transformarnos primero a nosotros mismos, después nuestro entorno más cercano y, finalmente, todo el mundo" Papa Francisco.
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l Docat es un instrumento excepcional para ayudar a los jóvenes de hoy a conocer y vivir las enseñanzas de carácter social de la Iglesia católica. La publicación de esta obra se realizó durante la XXXI Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, es importante recordar que se realizó un texto y una aplicación para IOS y para Android. La posibilidad de obtener
Vida pastoral no 165 - enero / marzo - 2017
información de este contenido fue cercana para todos. Este texto explica en 12 capítulos la Doctrina Social de la Iglesia Católica, su estructura es similar a la del YOUCAT, es decir, un formato de preguntas y respuestas, glosario, índice de materias, ilustraciones, citas y fotografías que enriquecen su contenido. El DOCAT es una gran guía donde los jóvenes pueden encontrar lo que la Iglesia dice sobre los distintos temas de contenido social y político. El DOCAT apareció como una App para móviles en inglés, alemán y polaco, pero pronto se extendió a otros idiomas y luego se publicó como un libro. Este texto es una continuación de este último catecismo juvenil. Lo que corresponde a la aplicación favorece a los jóvenes para que "formen grupos, participen en discusiones y hagan actos de justicia”, y que desde luego encuentren a Dios con este tipo de relaciones virtuales inspiradas desde el Espíritu para las nuevas generaciones de jóvenes. Además el papa Francisco expresó en el Prólogo del DOCAT como un “manual de sabiduría, un manual para la calle… un instrumento muy importante para la vida cotidiana de los jóvenes”. Por tanto, el Papa pide una promesa de fidelidad ante la lectura de este contenido que pondrá a todos los jóvenes a preguntarse cómo podemos corresponder a este compromiso que el Sumo Pontífice nos ha dejado.
L IBRE RÍ A S COLOMBIA BOGOTÁ Dirección Comercial y Departamento de ventas Calle 17A No. 69-67 - Tel.: 4114011 - Fax: 4114000 WhatsApp: 3204494594 direccioncomercial@sanpablo.co - ventas@sanpablo.co Quinta Paredes Carrera 46 No. 22A - 74 - Tel.: 2444957 PBX: 3682099 Ext.: 6 - WhatsApp: 3159278061 libreriaquintaparedes@sanpablo.co Centro Carrera 9 No. 15-01 - Tel.: 2433653 - 3423406 WhatsApp: 3184069306 - libreriacentro@sanpablo.co Chapinero Carrera 13 No 51-34 - Tel.: 3454014 - Fax: 3454059 WhatsApp: 3127571149 - libreriachapinero@sanpablo.co Calle 170 No. 8G-31 - Tel.: 6783656 - 6711221 WhatsApp: 3173778640 - libreria170@sanpablo.co Niza Av. Suba No. 118 - 93 - Telefax: 2537700 WhatsApp: 3155772597 - librerianiza@sanpablo.co Montevideo Calle 17A No. 69-67 - Tel.: 4114011 - Fax: 4114000 WhatsApp: 3164670031 libreriademontevideo@sanpablo.co 20 de julio Diag. 27Bis Sur No. 5-79, 1 Cuadra arriba del Santuario Divino Niño - Tels.: 5690551 / 2787337 WhatsApp: 3125747658 - libreria20dejulio@sanpablo.co Seminario Carrera 6 No. 10-47 - Tels.: 5624472 / 5624473 / 3429881 WhatsApp: 3125738983 libreriadelseminario@sanpablo.co
BARRANQUILLA Calle 84 No. 50-45 - Local 3 - Tel.: 3456475 Telefax: 3586373 - WhatsApp: 3204494589 libreriabarranquilla@sanpablo.co Arzobispado Calle 75B No. 42F- 83 - Local 1 - Curia Arzobispal Telefax: 3566213 - WhatsApp: 3204494599 libreriaarzobispado@sanpablo.co BUCARAMANGA Centro Comercial Cabecera IV etapa - Local 201 G Tels.: 6430750 / 6573719 - Fax: 6850696 - WhatsApp: 3204494590 - libreriabucaramanga@sanpablo.co Centro Calle 36 No. 19-72 - Contiguo Catedral Sagrada Familia Tel.: 6301364 - WhatsApp: 3204494600 libreriabucaramangacentro@sanpablo.co CALI Carrera 8 No. 9-60 - Tel.: 8806167 - 3965483 - Fax: 8844810 WhatsApp: 3204494587 - libreriacali@sanpablo.co CARTAGENA Centro Comercial Ronda Real - Local - 123 - Tel.: 6613004 Fax: 6613070 - WhatsApp: 3204494598 libreriacartagena@sanpablo.co Centro Histórico - Calle del Arzobispado No. 34-55 Teléfono: 6645334 - Fax: 6645901 - WhatsApp: 3204494597 libreriacentrohistorico@sanpablo.co CÚCUTA Centro Comercial Unicentro - Local 1-43 - Tel.: 5818484 WhatsApp: 3204494601 - libreriacucuta@sanpablo.co
MEDELLÍN Diagonal 50 No. 49-45 - Tel.: 5122664 - Fax: 5134087 WhatsApp: 3204494591 - libreriadiagonal@sanpablo.co Centro Comercial Villanueva - L. 220 - Calle 57 No. 49-44 Tels.: 2519392 / 2517392 - Fax: 5111887 WhatsApp: 3204494603 - libreriavillanueva@sanpablo.co NEIVA Calle 7 No. 6-24 - Tel.: (8) 5710212 - WhatsApp: 3125404219 librerianeiva@sanpablo.co PALMIRA Calle 29 No. 29-59 - Telefax: 2724321 WhatsApp: 3204494604 - libreriapalmira@sanpablo.co PASTO Centro Comercial Unicentro - L. 1- 65 - Telefax: 7224403 Cel.: 320 449 4588 - WhatsApp: 3204494588 libreriapasto@sanpablo.co PEREIRA Calle 21 No. 8-38 - Tels.: 3352876 / 3244729 - Fax: 3244730 WhatsApp: 3204494586 - libreriapereira@sanpablo.co POPAYÁN Calle 4 No. 4-20 - Local 2 - Edificio Altozano Tel.: 8392848 - Fax: 8221654 - WhatsApp: 3204494605 libreriapopayan@sanpablo.co VILLAVICENCIO Centro Comercial Unicentro - Locales 1-28/29 Tels.: 6715214 / 6715246 - WhatsApp: 3125784261 libreriavillavicencio@sanpablo.co
ECUADOR, CENTRO AMÉRICA Y EL CARIBE COSTA RICA San José - Calle 2 Av. 6 y 8 Tels.: 22565005 / 22222064 - Telefax: 22562857 libreriacostarica@sanpablo.cr Centro Comercial City Librería San Pablo C.C. City Mall Librería San Pablo C.C. City Mall LC 2067 Alajuela Tel 506 42005444 ECUADOR Quito Librería Quicentro - Centro Comercial Quicentro Sur Planta 2 - Local 065 - Tel.: 02-4000140 - Cel.: 0994658841 libreriaquicentrosur@sanpablo.ec Librería América - Av América OE3-188 y Pascual de Andagoya Tel.: 02-2541650 - Fax: 2331444 - Cel.: 0994658259 libreriaamerica@sanpablo.ec Librería Arberione - García Moreno No. 3-56 y Sucre (Pasaje Amador) Tel. 02-2289529 - Fax: 2287456 - Cel.: 0994659083 libreriaalberione@sanpablo.ec Guayaquil Librería Aguirre / Guayaquil - Aguirre 813 entre Rumichaca y García Aviles Tel. 04-2516420 - Fax: 2512391- Cel.: 0997263727 libreriaaguirre@sanpablo.ec Librería Urdesa / Guayaquil - Victor Emilio Estrada 613 entre las Monjas y Ficus Tel.: 04-2381379 - Fax.: 2381300 - Cel.: 0993316533 libreriaurdesa@sanpablo.ec Portoviejo Librería Portoviejo - Av Universitaria y Ramos Iduarte, Junto a la catedral Tel.: 05-2636568 - Cel.: +593 994658879 libreriaportoviejo@sanpablo.ec Machala Librería Machala - Guayas entre Rocafuerte y 25 de Junio Local 1201 - Tel.: 07-2960430 - Cel.: 0994658548 libreriamachala@sanpablo.ec
Ambato Librería Ambato - Calle Bolívar y Mera esquina Tel.: 03-2422026 - Cel.: 0994659275 libreriaambato@sanpablo.ec Cuenca Librería Cuenca - Benigno Malo 5-08 y Calle Larga Tel.: 07-2839746 - Cel.: 0994659440 libreriacuenca@sanpablo.ec GUATEMALA Ciudad de Guatemala 18 Calle 20 - 71 Zona 10 Boulevard de los Próceres Tels.: (502) 2337 - 2963 / 2367 - 4031 libreriaboulevard@sanpablo.com.gt libreriaguatemala@sanpablo.com.gt Guatemala - Vaticanito Kilómetro 15 carretera Roosvelt 4-54 - Zona 3 Mixco (Interior Seminario Mayor) Tel.: (502) 2 4315926- libreriaelvaticanito@sanpablo.com.gt Centra Norte - Local U 15 - Segundo nivel Tel.: (502) 2338 - 0778 - libreriacentranorte@sanpablo.com.gt HONDURAS Oficina Principal y Distribuidora Tegucigalpa - Plaza Real - Col. Lomas de Mayab - Boulevard San Juan Bosco (frente a Mall Multiplaza) Tels.: (+504) 2232-4672 - 2235-5923 libreriahonduras@sanpablo.hn Tegucigalpa - Avenida Cervantes - Bajo Palacio Arzobispal 3ra. Calle No. 1113 - Tels.: (+504) 2222-6782 - 2238-7905 libreriacentro@sanpablo.hn Tegucigalpa - City Mall - Local 201 Tel.: (+504) 2262-3215 - libreriacitymall@sanpablo.hn San Pedro Sula - Mall Galerías del Valle Locales 216 - 217 2do nivel - Tel.: (+504) 2544-0553 libreriamallgalerias@sanpablo.hn EL SALVADOR San Salvador - 1a. Calle Poniente y 59 Av. Norte No. 3103 Colonia Escalón - Tels.: 22605646 - 22605647 libreriaelsalvador@sanpablo.com.sv libreriaescalon@sanpablo.com.sv
San Salvador - Centro Comercial Galerías Escalón Local 358 Tercer Nivel - Tel.: 22450869 libreriadegalerias@sanpablo.com.sv San Miguel - Centro Comercial Metro Centro - Local 46B Tel.: 26680306 - libreriasanmiguel@sanpablo.com.sv NICARAGUA Managua - Rotonda Rubén Darío 1C.Sur 2 1/2 C. al Oeste (Antiguo Edificio Hispamer) Tel.: (505) 2278 2103 - 2270 2412 - Cel.: 89007359 librerianicaragua@sanpablo.com.ni Managua - Centro Comercial Güegüense Plaza España Tel.: 22660996 - libreriaplazaespana@sanpablo.com.ni León - Teatro Municipal 1/2 C.este Tel: 23112479Whatsapp:58872634 Correo: librerialeon@sanpablo.com.ni PANAMÁ El Dorado - Boulevard El Dorado Av. 17B Norte. Apartado 0819-02969 - Tels.: 2603738 - 2604309 - 2605861 Fax: 2606107 - libreriapanama@sanpablo.com.pa Westland Mall - Arraiján - Local PB-B6 - Pasillo N. 3 - Planta baja - Tels.: 2515307 - 2515306 libreriawestlandmall@sanpablo.com.pa Centro - Iglesia de Guadalupe - Calle 50 - Tel.: 2264794 libreriacalle50@sanpablo.com.pa David - Calle 3 - Edificio Hotel Castilla - Local 2 Telefax: 7754655 - libreriachiriqui@sanpablo.com.pa C.C. Santiago Mall - Local F- 110 Carretera Panamericana - Santiago libreriasantiagomall@sanpablo.com.pa PUERTO RICO San Juan - Calle Bori # 1606 - Urb. Caribe Código Postal: 00926 - Tels: 787 946-1868 y 787 781-3351 libreríapuertorico@sanpablo.com.pr adminstracionpuertorico@sanpablo.com.pr REPÚBLICA DOMINICANA Santo Domingo - Av . Abraham Lincoln. Esq. Jose Contreras, Antigua Librería Mateca - Tel.: (809) 5631148 - Fax: (809) 6833587 - Cel.: (809) 481 5960 - 683 3587 libreriasantodomingo@sanpablo.do