Historia de la literatura infantil y juvenil

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Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” 13 de octubre de 2020

BREVE HISTORIA DE LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL Alejandro Gamero

Aunque ahora la literatura ya está constituida y se le da la importancia de la misma manera que a la literatura para adultos, pues realmente esto es muy reciente puesto que antes del siglo XVI ni siquiera existían libros para niños y donde los niños aprendían a leer era a través de los textos religiosos o con libros para adultos y no había diferencia al momento de escribir un libro para niños o adultos. Los primeros que se pueden considerar dirigidos para un público infantil, a parte de los textos religiosos, las colecciones de cuentos tradicionales y cuentos de hadas, aunque también estaban pensados para las personas de la tercera edad. Una de las primeras colecciones fue publicada en dos volúmenes en 1634 y 1636 titulada Lo cunto de li cunti overo lo trattenemiento de peccerille, de Giambattista Basile. La primera vez que un escritor se planteó escribir un libro para niños jamás pasó por su mente que este entretuviera, sino que el fin era instruir y educar. John Cotton escrbión en 1656 su Spiritual Milk for Boston Babes, el primer catecismo para niños publicado en Estados Unidos, este contenía 654 preguntas y respuestas para llevar una vida conforme a Dios a diferencia del de adultos que contenía 100. Fue publicado en Bposton e Inglaterra y finalmente formo parte de The New England Primer y fue usado masivamente hasta el siglo XIX. En 1658 se publicó Orbis Pictus de Juan Amos Comenius, el libro, cuyo título en latín podría traducirse como El mundo en imágenes, puede considerarse como el primer


libro ilustrado para niños y por supuesto con intención educativa, este contiene ilustraciones sobre temas como la zoología, botánica y religión. A Little Pretty Pocket-Book, escrito en 1744 por John Newbery es el primer libro que es sólo para entretenimiento, es muy similares a los actuales pues es de bolsillo y es bastante colorido, contiene rimas sencillas con ilustraciones infantiles y cada una de ellas es dedicada a una letra del abecedario y Newbery utilizo una estrategia de marketing puesto que con la compra del libro a los niños se les regalaba una pelota y a las niñas un alfiletero, estas innovaciones fueron importantes en el nacimiento del género y de hecho se le conoce como el padre de la literatura infantil. A principios del siglo XIX, Hans Christian Andersen viajó por toda Europa recopilando cuentos de hadas que incluían “La Sirenita”, “Blancanieves”, “El traje nuevo del emperador” o “Pulgarcito”, por ese mismo tiempo E.T.A. Hoffmann publicó una colección de cuentos infantiles que contenía el clásico navideño “El cascanueces y el rey de los ratones”. En 1865 aparece Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll, este libro rompió las reglas establecidas para un libro infantil puesto uso elementos como animales mágicos o una niña perdida, él lo hizo de manera distinto ya que a parte utilizaba las matemáticas y el razonamiento y todo fue de una manera extravagante; después varios escritores se inspiraron en esta obra. A finales del siglo XIX y principios del XX: Mujercitas de Louisa May Alcott en 1868, Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain en 1876 ‒y Las aventuras de Huckleberry Finn en 1885‒, Las aventuras de Pinocho de Carlo Collodi entre 1882 y 1883, La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson en 1883, El libro de la selva de Rudyard Kipling en 1984, El maravilloso mago de Oz de L. Frank Baum en 1900, El cuento de Pedro Conejo de Beatrix Potter en 1902, El viento en los sauces de Kenneth Grahame en 1908, El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett en 1910, Peter Pan y Wendy de J.M. Barrie en 1911, entre otros más que aparte de ser unos clásicos fueron bestsellers en su época.


al final de 1920 y y al principio de 1930 J.R.R. Tolkien, cuyo libro El hobbit, precuela de El señor de los anillos revolucionaria la literatura y no solamente infantil y juvenil, pues dio origen a tópicos del género fantástico, para la secuela Tolkien colaboró, en una lluvia de ideas, con su buen amigo C.S. Lewis, que en la década de los cincuenta publicaría otro de los clásicos de la literatura juvenil, el primero de los libros de Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario. En esa década, también vería la luz La telaraña de Carlota de E.B. White, nominada al Newbery, aunque no consiguió hacerse con él, y como libro de literatura juvenil, El guardián entre el centeno de J.D. Salinger. Los sesenta y los setenta, están dominadas sobre todo por Roald Dahl, autor de Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante, Matilda, El gran gigante bonachón, Las brujas y Relatos de lo inesperado. El término “Young Adult” fue aplicado a jóvenes de entre 12 y 18 años, en 1975, cuando la Asociación de Bibliotecas de los Estados Unidos dio lugar a la Asociación de Servicios de Bibliotecas para Jóvenes Adultos. Pues antes de eso los adolescentes tenían que recurrir a libros para adultos, con excepciones como El guardián entre el centeno. Rebeldes de Susan Eloise Hinton fue publicado en 1967, a partir de ese momento los editores comenzaron a descubrir el filón que había en la audiencia adolescente. El libro de Hinton, que de hecho era adolescente cuando se publicó, simbolizaba lo que los editores buscaban conversaciones directas sobre los desafíos a los que se enfrentan los adolescentes y una gran carga emocional. Por otra parte, Judy Blume destapó para un público adolescente temas hasta entonces enormemente controvertidos, como el racismo, la menstruación, el sexo entre adolescentes, el divorcio o la masturbación. Blume no disimuló ni adornó los detalles desagradables de crecer, y resultó que eso es exactamente lo que los adolescentes estaban buscando. ¿Estás ahí Dios? Soy yo, Margaret se publicó en 1970, y fue seguida rápidamente por el anónimo Pregúntale a Alicia, que trataba sobre la adicción a las drogas entre los adolescentes.


La tendencia de este tipo de libros siguió pero tuvo una depresión en los 90s pues todos los libros eran de problemas y terminaban de una forma excesivamente moralista. Y así es como llegamos a la actualidad, donde la literatura YA resurgió en el nuevo milenio, gracias en parte a Harry Potter que vendió tantas copias que hizo que la propia lista de bestsellers separa de la de adultos. La serie Crepúsculo de Stephenie Meyer en 2005 comenzó un todo un género de novelas románticas paranormales y Suzanne Collins dio inicio a la ola distópica en la que todavía estamos hoy en día.


Referencia bibliográfica Gamero A . (03/04/2019). BREVE HISTORIA DE LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL. 12/10/2020, de La Piedra de SÍsifo Sitio web: https://lapiedradesisifo.com/2019/04/03/breve-historia-de-la-literatura-infantil-y-juvenil/


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