No importa cuán grandes o independientes sean nuestros hijos e hijas, siempre querremos protegerlos de aquello que pueda significar un peligro para ellos. Está en nuestra naturaleza. Así como el deseo de moldearles para que se conviertan en mejores versiones de nosotros, con la esperanza de que seremos capaces de heredarles nuestras cualidades y los alejaremos de nuestros defectos.
El investigador John Bowlby, creador de la Teoría del Apego, explica que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (el padre, la madre, o la persona con quien se establece un vínculo emocional).
Bowlby cree que el desarrollo del apego proporciona la seguridad emocional del niño para ser aceptado y protegido sin condiciones.