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La Industria
Domingo 27 de diciembre de 2015, Trujillo, La Libertad
Informe
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EXPERIENCIA BRASILEÑA LO DEMUESTRA
Es posible rehabilitar a los presos para proteger a la sociedad En Trujillo se dan primeros pasos para instaurar las Apac que administran cárceles sin policías ni agentes penitenciarios.
El auge de la violencia delincuencial en el país ha dado lugar a la tipificación de nuevos delitos y el endurecimiento de las penas, con la consecuente sobrepoblación de las cárceles. Guido Sánchez Santur guidosanchez@laindustria.pe
> Las cárceles peruanas están hacinadas y los reclusos no tienen la mínima posibilidad de rehabilitación, situación que no contribuye en nada a la lucha contra la inseguridad ciudadana, a diferencia de otros países como Brasil, donde se instauró unmodeloeficientequeseorienta a recuperar a quienes cayeron en las garras de la delincuencia para reinsertarlos en la sociedad. Esa modalidad se replicará en el Perú y los primeros pasos empezaron a darse en Trujillo. Elgrupo impulsor de esta propuesta en Trujillo invitó a los miembros de la Asociación de ProtecciónyAsistenciaalosCondenados(Apac)deBrasilparaque expongan su experiencia y ayuden a convencer a las autoridades judiciales y del Ejecutivo sobre la necesidad de emprender estos cambios en beneficio de la ciudadanía. El juez del Tribunal de Justicia de Minas Gerais (Brasil), Paulo Carvallo, fue el primero en su país que se acreditó en la metodología de Apac, luego el Ejecutivo y el tribunal de justicia expandieron este sistema al resto de jurisdicciones y obligaron a todos los jueces a realizar una pasantía en este modelo penitenciario para que cambien su actitud frente a los condenados. “En las Apac hay un total respeto a los derechos humanos, los internos estudian, trabajan y socializan, con la obligación de cumplir las reglas establecidas”, precisó. Este movimiento se fundó a 100 kilómetros de Sao Paulo, a iniciativa del abogado Mario Otobone, quien planteó una metodología de tratamiento humano de los sentenciados. En Brasil, los crímenes más graves como homicidios, tráfico ilegal de drogas, robo y otros son sancionados con regímenes cerrados en los que el prisionero no puede salir a la calle. También hay una modalidad semiabierta, en la que el preso permanece un temporada en la cárcel, luego puede salir a trabajar y estar con su familia; y el régimenabierto,enelqueelcondenado solo llega en las noches para dormir en la cárcel. Así lo establecen las normas, pero en las cárceles comunes no se cumple por falta de personal e infraestructura, por eso nacen las Apac para ayudar a que los presos cumplan su condena en condiciones más humanas. En el Estado Minas Gerais funcionan 48 establecimientos con 3 mil prisioneros, bajo la administración de las Apac, además hay otras 60 iniciativas en proceso de acondicionamiento con recursos del Gobierno y la comunidad. Y en cinco años se espera llegar a 100 locales. La administración de estos penales es posible mediante conve-
Cuando ingresa a la niosconelEstadoqueenApac, el preso se sotrega una partida ecomete a una rutina nómica a las Apac. diaria que se inicia Lo interesante es a las 6 de la mañaque el costo de un mil reclusos están na hasta las 10 de preso de las Apac hacinados en las la noche, lapso en cuestalaterceraparcárceles peruanas, sin posibilidad de el que hace deporte (50 dólares) resresocializase te, trabaja, estudia o pecto de uno del sisparticipa en reuniones, tema común (150 charlas sobre relaciones hudólares). Asimismo, los condenados manas, terapias de la realidad y cumplen actividades todo el día, otros para que cambie su menlo que les permite producir par- talidad, no solo su comportate de su alimentación y objetos miento. La solicitud de traslado a la que comercializan, y con parte de ese dinero se financia la ad- Apac se puede presentar tan ministración de la casa. El per- luegorecibelasentenciaporcualsonal en su mayoría son volun- quier delito, sin excepción, y en la medida que hayan cupos tietarios gratuitos. ne la posibilidad de ser aceptados, ya que en estos locales no Factibilidad del modelo El director ejecutivo de la Fra- hay sobrepoblación ni hacinaternidad Brasilera de Asisten- miento, cada uno tiene su cama cia a los condenados, Valdeci An- y armario. “Laúnicamaneradesaberque tonio Ferreira, explica que cuando alguien comete un de- una persona tiene la posibilidad lito va a las cárceles comunes y de recuperación es confiando en la justicia evalúa los criterios ella”, argumenta Antonio Fepara trasladarlo a una Apac, rreira, al indicar que el índice siempre y cuando cumpla cier- de fugas es reducido, pese a que tas condiciones: que sea con- no existen guardias ni agentes denado, que su familia viva cer- penitenciarios. “El aprendizaje de esta expeca de la Apac, que haga una petición por escrito en la que riencia se sustenta en que nadie exprese su intención de cambiar es irrecuperable y que podemos de vida y que acepta las reglas cambiar las cárceles, pues no necesitamos mantener el estatus de la institución.
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Cifras revelan Faltan estudios sobrepoblación sobre aumento en penales de violencia En el Perú hay 76 mil presos con un 128 por ciento de sobrepoblación en las cárceles. De ellos, 3 mil son extranjeros, de los que 90 por ciento acusados del delito de drogas y un 5 por ciento son mujeres. Esto obliga a construir más cárcelesqueseseguiránllenando.
EnopinióndeJeanSchmitz,es falso que esté aumentando la criminalidad en los jóvenes porque no existen estadísticas que lo certifiquen,loquepasaesquelosmedios exacerban los sucesos, dandolugaraunapercepciónfalsaen base a hechos impactantes.
APORTES. Valdeci Ferreira está dispuesto a monitorear proceso en Perú.
PRECISIONES. El juez brasileño Paulo Carvallo recomienda cambiar la actitud frente a los delincuentes.
másdatos.
Sin rejas. El abogado trujillano Wilder Teatino Ticlia advierte que desde el punto de vista jurídico criminal en el Perú no existe una tendencia a beneficiar a los internos, y que las políticas de seguridad tienen tres requisitos: incrementar las penas, los delitos y reducir los beneficios penitenciarios. Eso ha conllevado a un incremento exagerado de internos, cárceles y personal, lo que implica un gasto exagerado del Estado en administración de los penales. Destacó que recién se estén dando normas que permiten la concesión de penales a los privados, lo cual favorece la instauración de las Apac. Agrega que para que funcionen las Apac en Perú es necesario cambiar el Código de Ejecución Penal y la legislación penitenciaria con la finalidad de permitir que los condenados pasen a esta modalidad. El primer paso sería formalizar esta institución, cuyas coordinaciones están avanzadas con el Ministerio Público, el Poder Judicial y la sociedad civil a fin de difundir este modelo y firmar los convenios necesarios. En el Código de Ejecución Penal se debe incorporar el traslado de internos de las cárceles comunes al sistema Apac porque ningún director de un penal ordenará la salida de un preso si el juez no lo autoriza, y él necesita de un amparo legal. En 30 días estaría instituida la persona jurídica en Trujillo, luego se canalizará el proyecto de ley a través del parlamentario Renzo Reggiardo para beneficiar al interno y a la sociedad, al cambiarle su vida para que no vuelva a atacar a la ciudadanía.
Trabajar para cambiar a la persona Jean Schmitz, del Instituto Internacional de Prácticas Restaurativas en Latinoamérica, alega que las nuevas leyes peruanas orientadas a combatir el crimen no favorecen lo restaurativo sino lo represivo porque aumentaron las penas y reducen los beneficios. “Lo importante de lo restaurativo es que evita la estigmatización, la Apac no habla de cárceles, sino de casas. Así se separa el acto, de la persona; es decir que condena-
mos el acto de robar o matar, pero no al individuo, porque apostamos por su cambio y trabajamos con él para ayudarle a reflexionar, que sea consciente de que su comportamiento afecta a muchas personas y buscamos la forma de reparar el daño restableciendo las relaciones con las personas en conflicto”, asevera. La idea es que estas personas sean protagonistas del control de su vida y expresen lo que sienten,
sus ideas y opiniones, creciendo y cambiando juntos. Esto implica convocar a los involucrados en el conflicto, cuyos aportes ayudan a resocializarlo, sin dejar de lado a la policía, el fiscal y el juez. “Al darle prioridad a lo represivo estigmatizamos al delincuente como malo, lo contrario es decir que es una persona factible de traerlo de vuelta a la sociedad, dejando claro que sus actos son rechazables”, asevera. cmyk
actual que data de hace siglos y que no cambia a nadie, no protege a la sociedad y las reincidencias están en el orden del 100 por ciento. En las Apac la reincidenciaesmenordel10porciento, es decir que sí funciona este sistema”, advierte. El régimen semiabierto es propicio para la capacitación de quienes no tienen profesión, índice que supera el 70 por ciento. En las Apac se trabaja en red con las empresas donde se capacitan los presos y acceden a un empleo. “La Apac es solo un medio, el fin consiste en la redención de la persona humana y eso implica facilitarle un trabajo que le permita obtener ingresos con los que mantenga a su familia”, indica el especialista. Se proyecta Este movimiento se ha extendido a 23 países, como Chile, Colombia, Costa Rica, Noruega, Estados Unidos y ahora se espera instaurar en Perú, donde se empezó con una labor de concienciación de la comunidad
porque la sociedad comete el error de creer que solo con la captura de delincuentes termina el problema, “pero se olvida quecuandosaleestapersonaque estuvo abandonada en la cárcel volverá a delinquir con mayor violencia por su sed de venganza. El método Apac tiene la finalidad de recuperar al preso, pero también proteger a la sociedad que no soporta más vivir con índices tan altos de violencia y criminalidad”. La capacitación al interior de las cárceles la imparten los voluntarios que tienen alguna habilidad (maestros, mecánicos, técnicos, jubilados). Hay un promedio de 800 voluntarios en las 48 Apac de Brasil. Cada una de estas es una asociación jurídica autónoma con su directiva propia y integrada por voluntarios. “La espiritualidad es uno de los dos elementos fundamentales, nuestro trabajo es ecuménico y todas las iglesias que pueden prestar un servicio de ayuda espiritual tienen las puertas abiertas”, puntualizó Antonio Ferreira.