B.8__Viernes 6 de febrero de 2015, Trujillo, La Libertad
TURISMO
La Industria
> BALNEARIO DONDE LA HISTORIA SE HA CONGELADO CON SUS VIEJAS CASAS DE MADERA
GuíaÚtil CÓMO LLEGAR
Lobitos es un distrito de Talara (Piura), a 70 kilómetros al sur de Máncora. Tiene dos accesos: por Talara o directamente desde la Panamericana, a la altura del kilómetro 1104. Desde Talara, a 18 kilómetros, se puede ir en Combi en un trayecto de media hora por una carretera asfaltada casi en su totalidad. La tarifa es de 4 soles. De Trujillo a esa provincia norteña es posible ir en la empresa Ittsa o El Dorado, o se puede hacer escala en Piura, de donde se aborda la conocida empresa Eppo, que por 10 soles nos hace el recorrido de dos horas.
DÓNDE DORMIR
SOSIEGO. Las casas de madera guardan las mismas características arquitectónicas de principios del siglo XX, cuando llegaron los ingleses.
FOTOS: GUIDO SÁNCHEZ.
Lobitos Viejo, testigo del tiempo y del mar LA QUIETUD DE LA PLAYA SOLO ES INTERRUMPIDA POR LOS SURFISTAS QUE BUSCAN LAS MEJORES OLAS. Guido Sánchez Santur guidosanchez@laindustria.pe
He llegado al convencimiento que las mejores experiencias las he vivido de pura casualidad. Esta vez, después de ocho horas de viaje, la reunión que tenía prevista en Talara había sido postergada y me encontraba desconcertado entre el bullicio del tráfico y ese calor abrasador. Después de un jugoso pescado encebollado, en una combi enrumbé a Lobitos, una de las tantas playas que siempre me inquietó. “Vaya a Lobitos Viejo, le va a gustar, es como para filmar una película”, me recomienda un amigable morador. Las calles limpias, plazuelas coloridas y serenos ubicados estratégicamente me motivan a caminar con cámara en mano por esa sinuosa geografía. Desde la parte alta, hacia abajo a orillas del mar, se divisa Lobitos Viejo, era como entrar a un escenario armado exprofesamente para representar una obra de principios del siglo pasado. Todas las viviendas de madera, algunas bien conservadas con relucientes y otras descoloridas y derruidas, testigos de que el tiempo y la indiferencia ha dejado sus huellas. Aislada, más alejada de la playa, destaca imponente el templo Sagrado Corazón de Jesús con su techo a dos aguas y una cúpula que termina en punta, situada casi junto a los farallones próximos al mar. Caminar entre esas casonas es sentirse en otros tiempos, pero con actividades contemporáneas. Restaurantes que invitan a probar variados potajes, hospedajes que garantizan el descanso y relax junto a la brisa y la tranquilidad de la playa, o simples viviendas donde residen familias que escogieron este solariego lugar por su quietud. La actividad turística es impulsada por sus extensas playas, limpias y de aguas frías, cuyo oleaje perfecto atrae a los surfistas nacionales, brasileños, argentinos, chilenos y de otros países, aunque los fuertes vientos nos sorprenden de improviso. Los tablistas son parte de este paisaje costero, al igual que los amantes del kitesurf o windsurf. Patrimonio cultural La historia de Lobitos se remonta a inicios del siglo XX con el auge de la actividad petrole-
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Caminar entre esas casonas es sentirse en otros tiempos, pero con actividades contemporáneas. Restaurantes que invitan a probar variados potajes.
AMPLITUD. Las extensas playas de arena limpia invitan al descanso bajo el abrasador sol.
VISITAS. De distintas partes del país llegan las familias que quieren descansar tranquilas.
DEPORTISTAS. Los surfistas encuentran olas apropiadas para vivir su propia aventura.
ra en 1905 cuando llega la compañía inglesa Oilfields Limited y abre 250 pozos, bonanza que dio lugar a una bahía de un moderno complejo urbano industrial, que comprendía clubes sociales, edificios administrativos, un muelle, viviendas, una iglesia, un mercado, una sofisticada planta de desalinización y el primer cine de Sudamérica. Las construcciones fueron con estructuras prefabricadas en madera de pino oregon y ensambladas en Lobitos, que dio lugar a una vida de lujos entre el desierto que se prolongó hasta 1968 cuando el Gobierno de Juan Velasco Alvarado nacionalizó la empresa y el campamento fue transformado en base militar en 1962 a raíz de la guerra con Ecuador. Desde entonces se levantó la infraestructura de un cuartel militar en el barrio Zarumilla, en la playa de Piscinas, que acogió las tropas de la Primera Brigada de Caballería del Ejército. Al final del conflicto, las instalaciones fueron abandonadas y Lobitos continúa siendo una apacible caleta de pescadores. Estas edificaciones, que resistieron la naturaleza y el transcurrir del tiempo, son administradas por el Ejército que alquila estos ambientes acondicionados para diferentes usos y negocios, pero siempre manteniendo las características de la infraestructura. Este legado motivaron que en octubre de 2008, el entonces Instituto Nacional de Cultura (INC) declarara como monumentos integrantes del Patrimonio Cultural de la Nación al templo Sagrado Corazón de Jesús y a las oficinas administrativas del antiguo campamento. Regocijado con la historia, la brisa y la arena desando los pasos que me llevaron por subidas, bajadas y la sinuosa playa, entre barcazas abandonadas, farallones esculpidos por la fuerza del viento y pescadores de piel curtida por el sol. Y fue de pura casualidad.
El Cuartel de Lobitos Calle Zarumilla 00023, centro de Lobitos El Navego Rivera del Mar s/n. Hotel Lobitos Sector la Punta S/N Lobitos Eco Lodge Lobitos La Punta El Hueco Villas Nuevo Lobitos, a 300 metros de las playas. Hotel Relájate Nuevo Lobitos Km. Kandui Surf Point Mz C Lote 2 Nuevo Lobitos
EL CUARTEL
Este ambiente se recicla como hospedaje, bajo la denominación de ‘El Cuartel de Lobitos’ que ofrece alojamiento y entretenimiento a los tablistas y viajeros que recorren la costa peruana en búsqueda de las mejores olas. Aquí se encuentra un espacio desarrollado con el concepto de la recuperación de los materiales usados por la industria petrolera: pallets, tubos de acero, cableado, entre otros. Es un espacio donde se recicla el agua y la basura, con áreas verdes y un huerto alimentado con abono casero; creando relaciones con la comunidad a través de actividades culturales como clases de tabla, limpieza de playas, talleres de foto para niños, y noches de película.
ORIGEN DEL NOMBRE
El nombre de Lobitos se debe a la abundante presencia del lobo marino, Normalmente no se podía realizar la actividad de pesca en el lugar por la abundante presencia de estos animales. En la época preinca fue un asentamiento habitado por el pueblo Tallan dedicado a la pesca con conocimientos en navegación y de agricultura. Lobitos forma parte de una porción del litoral peruano que fue un pequeño centro poblacional dedicado desde tiempos remotos a la actividad pesquera, hasta fines del siglo XIX.