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B.8__Viernes 11 de octubre de 2013, Trujillo, La Libertad
TURISMO
> EL GRAN PAJATÉN ESTÁ EN PELIGRO Y HAY QUE SALVARLO
HACIA LA CIUDAD PERDIDA ESTE IMPORTANTE Y CAUTIVANTE SITIO ARQUEOLÓGICO SE ENCUENTRA DENTRO DEL PARQUE NACIONAL DEL RÍO ABISEO. Guido Sánchez Santur guidosanchez@laindustria.pe
Esta semana, el Watch 2014 incluyó al Gran Pajatén en su lista de sitios en peligro, una mención a nivel mundial que constituye un llamado de atención a las autoridades peruanas para que prioricen recursos destinados a su protección por su enorme valor cultural. Esta noticia me trajo a la memoria aquel largo e inolvidable viaje al Parque Nacional del Río Abiseo(PNRA),enseptiembrede 2006, que alberga a esta joya de laarqueología,traslocualescribí la crónica que a continuación reproduzco. “Durante la conquista fueron los cronistas quienes plasmaron ensusbitácoraslabellezadelpaisaje, a la agreste y diversa geografía del Perú. Ellos, quitándole el tiempo a las batallas contra los naturales, describían deslumbrados cada lugar al que llegaban. En los siglos postreros, fueron losalemanes,franceses,italianos y españoles los que organizaron expediciones de aventura o científicas con el afán de conocer el Perú y hallar nuevos rumbos o ciudadesperdidas.Esostiempos se había generalizado la idea de ‘El Dorado’, donde se habría refugiadopartedelpuebloinca,tras laconquista,conunaenormecantidad de oro. Este viejo sueño guío a Tomás Torrealva, en 1963 para –en compañíadeseisamigos–emprender una caminata, dejando atrás la sierraeinternándoseenlaespesa selva, que lo llevó a descubrir unas estructuras de piedra protegidasporlavegetación,lasque denominó ‘El Dorado’ y que posteriormente fueron rebautizadas como Gran Pajatén. El interés por conocer aquella legendaria ciudad perdida me motivó a emular esa hazaña, sin presagiarelinhóspitocaminoque debía atravesar para llegar a ese pedazo de paraíso que esconde el territorio peruano, con su exótica flora y fauna. Ansiosa partida Eran las 10 de la mañana del
MURALLA. Joya arquitectónica del Gran Pajatén.
DESCUBRIDOR. Tomás Torrealva nos enseñó el camino.
La Industria
domingo 8 de septiembre, cuando la expedición organizada por el Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena) partía en avioneta desde el aeropuerto de Huanchaco hacia Chagual (Pataz), a orillas del Marañón. Dejamos la gris y friolenta ciudad de Trujillo y en 45 minutos aterrizamos en un pueblo que ardía en calor (38°C). Luego de un breve reposo y una breve explicación del jefe del PNRA, Esteban Alayo, avanzamos en microbpus a Pataz, donde nos reconfortamos con un exquisito caldo de cabeza de huacho y cuy chactado. Una hora después ya estábamos en Romeropampa, dejando atrás una serpenteante trocha, similar al tramo anterior, entre precipicios a cada lado, que a más de uno hicieron encomendarse al cielo. Bajo el manto de la noche, por un angosto camino que se abría paso entre los arbustos caminamos durante dos horas en la ruta a Chigualén, el primer puesto de control del PNRA. Aquí pernoctamos. En este lugar se sumaron a la comitiva, diez personas entre arrieros y cargadores, gente fornida, resistente, servicial, amigable, de músculos y carácter labrados por la agreste geografía de la sierra. Nacidos en Los Alisos y en Pías, son enemigos de las discusiones, se dedican, como los de las comunidades vecinas, a la agricultura familiar, pero avizoran que su futuro mejorará con la afluencia de turistas al PNRA porque ellos serán los primeros beneficiarios, prestando servicios de alimentación, hospedaje, acémilas y guiado. Aún con el alba, el lunes continuamos cabalgando en las mulas. Cruzamos el abra de Poblano que da paso a las pampas de Laplap e ingresamos al área de influencia del Abiseo. El frío arrecia y el paisaje, cual páginas de un flamante libro, se extiende hacia el infinito. Entre el cielo azul orlado por blanquecinas nubes que se trasladan lentamente, se deja el ver el ichu, diversas aves y distantes matorrales de arbustos propios de la sierra. Un estrecho camino se abre al filo de los cerros. La adrenalina aflora, un ligero traspié y volamos al fondo del precipicio sin boleto de retorno. “Es una verdadera aventura, donde se tiemplan los nervios, por eso los europeos cansados del smog de las metrópolis y del modernismo preferimos estas rutas”, nos alienta un estudiante checo que también integra el grupo. Cansados y hambrientos, la parada del mediodía fue en Maniachaqui. En el reposo se suceden las imágenes de los empinados ce-
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Fueron los alemanes, franceses, italianos y españoles los que organizaron expediciones de aventura o científicas con el afán de conocer el Perú.
rros, las lagunas, cataratas y nacientes de manantiales que más abajo forman las quebradas y ríos que desembocan en el Marañón unos y otros en el Huallaga. Esta es la mejor clase de geografía que en los libros nos parece tan distante. Al rayar la tarde llegamos a la laguna empedrada (fría, profunda y extensa). Aquí quedan las mulas y retomamos el Qapaq Ñan hasta el lugar conocido como Puerta del Monte. Los cargadores nos comentan que este camino viene del Cusco y llega a Cajamarca. En este tramo empieza el descenso a la selva. Puerta del Monte Desde la Laguna Empedrada hemos llegado a Los Paredones, estructura de piedra que habría sido un fuerte de vigilancia de la civilización que dominó este territorio. Más abajo están los ‘Bosques enanos’ o ‘Bosques de Neblina’, poblados por una vegetación que sobrevivió a la era glaciar. Pasamos la Pampa de los Cuyes (silvestres que se alimentan de ichu) y avistamos La Puerta del Monte, paso hacia la selva, zona húmeda y de constante lluvia. Aquí acampamos.
!TENGAENCUENTA Destacado. En la lista del Watch 2014 también se encuentran Capilla de la Virgen Concebida de Kuchuhuasi (Cusco), el Cerro Sechín (Casma, Ancash), Chan Chan (Trujillo). La lista de 2014 del programa World Monuments Watch incluye 67 sitios ubicados en 41 países y territorios. El PNRA fue creado con Resolución Suprema N.º 064AG, el 11 de agosto de 1983, con una extensión de 264 mil 520 hectáreas. El 14 de diciembre de 1990 es reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, y dos años después lo califica como Patrimonio Natural. Alberga 913 especies animales: 181 de mamíferos, 409 aves, 17 reptiles, 30 anfibios, 14 de peces y 252 invertebrados. Una espectacular flora y fauna.
En lista no deseada
MAUSOLEO. Uno de los atractivos del río Abiseo.
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El restaurador Ricardo Morales Gamarra explica que cada dos años la World Monuments Fund (WMW) convoca a un concurso mundial para los monumentos arqueológicos o históricos que están en peligro de destrucción. Luego de una estricta evaluación, los incluyen en su lista teniendo en cuenta los excepcionales valores culturales. “Esto es un campanazo de alerta y llamada de atención a las instituciones que tienen la tarea de conservar el Gran Pajatén y esa nominación posibilita la gestión de financiamiento público y privado para ejecutar traba-
jos de emergencia. El 2000 también se incluyó en esa lista a Los Pinchudos, lo que permitió a Morales Gamarra conseguir una partida de 47 mil dólares de la WMF para los trabajos de afianzamiento y estabilización de los ocho mausoleos. Ahora, se gestionará algo similar para devolverle la imagen que ha perdido el Gran Pajatén a causa del abandonado en que se encuentra y la tupida vegetación cubre las áreas arqueológicas. Con la intervención se espera evitar que los edificios colapsen, las piedras sigan cayendo y la iconografía de los templos no se pierda, y luego abrirlo al turismo, aprovechando el plan de manejo que elabora Mincetur y el Ministerio de Cultura.