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A.12__Lunes 7 de abril de 2014, Trujillo, La Libertad
ESPECIAL
La Industria
PEREGRINO >> EL SANTO QUE LLEVA FE, DEVOCIÓN Y ALEGRÍA A LA CAMPIÑA DE MOCHE
Los senderos de San Isidro DURANTE 45 DÍAS LA IMAGEN VISITA LAS VIVIENDAS DE LOS AGRICULTORES. Guido Sánchez Santur guidosanchez@laindustria.pe
Son las 3 de la tarde y se agolpan los feligreses. Llegan los miembros de la hermandad y junto con los padrinos elevan oraciones y bendiciones en agradecimiento al altarero que durante 24 horas acogió la imagen del santo de los agricultores: San Isidro Labrador. La noche del viernes último, alrededor de las 7 de la noche, llegó a la casa de Susana Puente de Quesquén, mujer octogenaria, quien encabeza una de las familias más antiguas que acogen en su hogar al patrón, en el ramal La Palmera, en la campiña de Moche. El recibimiento fue con un rezo, seguido de la quema de deslumbrantes y estruendosos fuegos artificiales que iluminaron la noche, bajo una tímida luna. La numerosa descendencia vino de Lambayeque y Lima para compartir con invitados y los padrinos que se trasladaron de Trujillo a la campiña de Moche. La comida es abundante, especialmente la típica: cabrito guisado, sopa teóloga, pepián de pavo y otros, que se matizan con
!TENGAENCUENTA
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Este ritual se repite todos los días desde el 18 de marzo hasta el 16 de mayo, pues se trata de una de las ferias patronales más grandes del calendario turístico religioso de Trujillo.
Siglos de devoción. San Isidro llega al pueblo de Moche (Valle Santa Lucía) a iniciativa de Santo Toribio de Mogrovejo. Desde el año 1537 se le empieza a rendir culto, celebrándose primero como cofradía, luego como mayordomía. El último mayordomo fue Fermín Pantoja en 1969. En el año 1970 se funda la Hermandad San Isidro Labrador, siendo su primer presidente Víctor Eleazar Vega. Desde entonces, la festividad ha aumentado en acogida.
chicha de jora y cerveza. Después de las oraciones de la tarde, la banda de músicos, arranca a tocar y se comienza a desarmar el arco de frutas (manzanas, plátanos, sandías, uvas, etc.), bajo el cual permaneció San Isidro Labrador. Esos frutos son repartidos entre los padrinos y los numerosos feligreses que pugnan por recibir la mayor cantidad. Enseguida levantan el anda y llevan en procesión a San Isidro a la casa del siguiente altarero. Los cargadores avanzan a paso ligero, antes que les gane la noche, levantando polvareda por los senderos que cruzan las
POSTALES DE UNA PASIÓN. En el ramal La Palmera de la campiña de Moche empieza a vivirse la festividad de San Isidro Labrador. La fe se manifiesta en esta parte de La Libertad con gestos de agradecimientos por la cosecha. FOTOS: DOUGLAS JUÁREZ.
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En mi caso, es muy especial porque mis dos hijos (Christian y Diego) nacieron el mismo día de la fecha central de San Isidro y él los protegió en una operación al estómago.
parcelas. En el trayecto hacen una parada en la casa de ‘los esperadores’(herederosdeAureliaRodríguez Anhuamán), donde le ofrecen oraciones por el bienestar de todos y las buenas cosechasenelcampo.Minutosdespués sirven la comida a los acompañantes y apenas terminan, la banda hace unos repiques y otra vez levantan el anda para proseguir la procesión hastalaviviendadeEusebioVergara, en el Ramal Huabalito. Este ritual se repite todos los días desde el 18 de marzo hasta el 16 de mayo, pues se trata de una de las ferias patronales más grandes del calendario turístico religioso de Trujillo. Los ‘esperadores’ y los ‘altareros’ se preparan desde el año anterior para ofrecer este agasajo a su patrón, ya que la comida que se sirve a los feligreses es sin costo alguno. A su vez, el altarero escoge los padrinos que le ayudarán a adornar el arco de frutas. Generalmente son personas conocidas de la familia o que tradicionalmente han asumido este compromiso con el patrón. “Desde1998,juntoconmihermana Rosario, nos encargamos de adornar la parte superior y lateral del arco. Es una satisfacción hacerlo porque es una tradición que la heredamos de mi madre Nila Rosa. En mi ca-
!MÁSINFO La faena agrícola Ayer domingo, al mediodía, se desarrolló la faena agrícola en la chacra ofrecida por Eusebio Vergar, en el Ramal Huabalito. La hermandad San Isidro Labrador ofreció una misa como agradecimiento a los favores del patrón, así como a los altareros, esperadores y devotos que todos los días acompañan a la procesión. Horas más tarde, la Nueva Banda, que ameniza todas procesiones alegró la jornada y la imagen fue sacada de su altar para ser traslada hasta la cabecera del terreno, donde se procedió a la extracción de los camotes. Lo anecdótico fue que aunque las plantas no maduraban se lograron sacar grandes tubérculos.
so, es muy especial porque mis dos hijos (Chjristian Ramón y Diego Ramón) nacieron el mismo día de la fecha central de San Isidro (15 de mayo) y, como si fuera poco, él los protegió en una operación al estómago del primero y la curación del segundo infectado con la tifoidea del África, uno de los primeros casos registrados en Perú”, comenta emocionado Ramón Moreno Santillán, padrino del alt a r q u e l ev a n t a G e r m á n Quesquén Braco. Las procesiones prosiguen hasta este viernes 11 y, con motivo de la Semana Santa, se suspenden hasta el lunes 21 de abril. Devoción de varios siglos Los fieles y devotos agradecen los milagros y bendiciones concebidos por el santo español que llevó una vida de humildad sencillez con su inquebrantable fe en Dios y en la cmyk
Santísima Virgen María; por eso, el peregrinaje que cada año hace por la campiña de Moche contribuye a la evangelización. San Isidro Labrador nace en Madrid (España) el 4 de abril de 1082, donde vive con su familia, ocupándose de abrir pozos en las casas de los que brotaba abundante agua. Posteriormente se traslada a Torrelaguna y se casa con María de la Cabeza, en 1109. Diez años después regresa a Madrid
para trabajar como criado de la familia Vargas, junto a la parroquia de San Andrés, donde nace su único hijo, Juan. Entre sus milagros, se cuenta que en una calurosa tarde, para calmar la agobiante sed de su amo golpeó una roca y brotó el manantial, que todavía corre abundante y que se venera en Madrid. En este sitio la Emperatriz doña Isabel, esposa de Carlos V, mandó a construir la ermita en 1528.