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Suplemento dominical del
Parte de Música Nº 328 • Domingo 7 de mayo de 2017
Swing Latino
“El Bigote que Canta” grabó 217 canciones con La Sonora Matancera Especializado en el bolero, Granda estuvo con el conjunto por espacio de 11 años, siendo sustituido por Laito Sureda, quien se estrenó con el éxito “Los Cañonazos”
seguidores que entonaban todas sus canciones que le dieron la gloria y el éxito.
OTRAS GRABACIONES
T/ Ángel Méndez F/ Archivo CO
S
i alguien quiere cortarse las venas al estilo de José Feliciano o morir de amor como aconseja Charles Aznavour, debe adquirir de inmediato, sin reclamo y sin protesto, por lo menos dos o tres producciones de Bienvenido Granda, mejor conocido como “El Bigote que Canta”, especialista en eso de hurgar en la herida de los abandonados (as) por ese otro ser que ha dejado de ser uno para reconvertirse en dos, tres o cuatro. Todo depende de su promiscuidad. Es un santo remedio para gritarle, sin que nadie se arreche y hasta lo celebre, frases manidas como “te odio” “maldita”, “tu precio pude habértelo pagado”, “callejera” y otras menudencias que en sano juicio ni de vaina se las diríamos y mucho menos alguien, un tercero, la celebraría. A través de Bienvenido podemos desahogarnos, dar rienda suelta a nuestra arrechera o contemplar con tristeza el par de cachos que acaban de montarnos. Los “adioses” son feos, mucho más cuando estamos involucrados en ellos. Y en última instancia, quién es ese tal Bienvenido que ha de aliviarnos el corazón. Pues se trata de un cubano bautizado como Bienvenido Rosendo Granda Aguilera, y quien nació en La Habana, el 30 de agosto de 1915 y dejó este mundo, luego de haber servido de lazarillo amoroso para muchos, el 9 de julio de 1983 en la ciudad de México, donde estuvo muchos años residenciado por mucho tiempo.
EL BIGOTE QUE CANTA
A Bienvenido se le denominó cariñosamente “El Bigote que Canta”, ello por su prominente “mostacho” que siempre lució como una de sus posesiones más preciadas y que le acompañó con gran orgullo durante toda su vida. Fue su sello de marca, un adminículo natural que complementaba su recia personalidad, agregándole al éxito obtenido durante toda su carrera artística el exclusivo estilo para parafrasear sus canciones, principalmente el bolero, que interpretó en un estilo muy particular y definitivamente inolvidable.
Relatan sus biógrafos que el apodo se lo colocaron cuando Bienvenido y La Sonora Matancera se presentaron en un programa de Radio Progreso de La Habana: “La Onda de la Alegría”, donde los locutores Gustavo Pimentel Medina y Óscar del Río lo bautizaron como “El Bigote que Canta”. Así se quedó.
UN TOTAL DE 217 CANCIONES CON LA SONORA MATANCERA
En1941 Bienvenido viaja a Puerto Rico, la Isla del Encanto, donde realizó dos grabaciones exitosas con el Cuarteto, Marcano. Para el momento, La Sonora Matancera estaba en todo su apogeo, tanto por los premios como por sus grabaciones y destacadas actuaciones en vivo, ya que recientemente habían firmado para el sello Panart de Cuba. Fue en diciembre de 1944 cuando Bienvenido se integra a la agrupación, recomendado ´por el saliente director y cofundador del conjunto, Humberto Cané. De inmediato pasó a ser cantante de planta y también a formar parte en los coros cuando había otros intérpretes invitados a grabar. Su primera grabación con la Sonora Matancera, fue la guaracha “La Ola Marina”, de Virgilio González y fue con ese número que paso a ser uno de los cantantes más cotizados de la república cubana. Luego de triunfantes giras y éxitos que abarcaron sus once años de permanencia con La Sonora, en marzo de 1954 “El Bigote que Canta” dejó colgado al conjunto luego de un altercado con Rogelio Martínez, a quien calificó de explotador. Fue el bolero de José Slater Badán: “Pecaste de infiel”, con el cual se despidió de la agrupación saliendo de una presentación
y yéndose al día siguiente de gira a Colombia, sin participar nada de su retiro, según narra Nelson Pinedo en su libro El Almirante del Ritmo. Según acuciosos coleccionistas matanceros, Bienvenido Granda fue el cantante que más números grabó con La Sonora Matancera, llegando a dejar su voz en 217 producciones. A Granda lo sustituyó Laito Sureda, quien de entrada grabó un hit denominado “Los Cañonazos” de Evaristo Aparicio. Luego de una gira, Laito se retiró por problemas monetarios con don Rogelio fue sustituido, en 1955, por “El Flaco de Oro”, Celio González.
COLOMBIA, VENEZUELA, MÉXICO.
Luego de los problemas con La Matancera, Granda parte a Barranquilla y luego se traslada a Venezuela para, finalmente anclarse en México, donde viviría con su esposa doña Cruz María Acosta y de su menor hijo Bienvenido Granda Acosta. Se nacionaliza mexicano. En la década de los sesenta, Bienvenido es contratado para una gira por toda Latinoamérica, y se presenta exitosamente en: Guatemala, Honduras, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Brasil, en donde permaneció un año residenciado. Regresaría a Colombia su primer punto de partida luego de salir de Cuba por última vez en 1977. En sus últimos años solo se presentaba por la televisión. Su salud estaba muy deteriorada. La mañana del 9 de julio de 1983, -habiendo estado internado en días previos por complicaciones gastrointestinales y la afección pulmonar que padecía, falleció en el Centro Quirúrgico de México. Tanto el velorio como el entierro estuvieron acompañados por millares de
Existen otras grabaciones de Bienvenido con la Sonora Matancera realizadas en vivo en Radio Progreso y que acuciosos coleccionistas han guardado como reliquias. Unos 40 temas entre los que se incluyen: “Dame Rumba” y “El de la rumba soy yo” a dúo con Celia Cruz, “Dudas de mí”, “Luces en el puerto”, “En la taberna”, “El baile del pingüino”, “El dulce”, “El ron y Eel habano”, entre otros. Dos meses después de la separación de la Sonora Matancera, Bienvenido Granda grabó un disco con la orquesta del pianista René Hernández, que incluía el bolero “Seré tu amigo” y el chachachá “Óyeme, mamá”; a estos le siguieron “El gallo espuelérico”, “Recordándote” y “Amor extraño”, entre otros temas. También en 1954 y comienzos del siguiente, realizó algunas grabaciones con Silvio Contreras, de las cuales sobresalen los temas: “Guajiriando” y “Ritmo de mi Cuba”. En Barranquilla realizó una serie de grabaciones para el sello Tropical, con el acompañamiento de La Sonora Tropical del maestro colombiano Juancho Esquivel. En Venezuela graba con La Sonora Caracas entre otros temas el exitoso bolero “Sé perder”, del maestro Carlos Guerra. En Brasil, donde permaneció por espacio de un año, grabó temas como “Secreto”, “Abrázame”, “Dedo de guante”, “Quien quiero no me quiere” y “Amor de pobre”, temas que fueron populares en la voz de Miltinho Dos Santos, quien le facilitó las pistas para que Granda colocara su voz. Ese mismo año recibe el Disco de Oro de los críticos latinos de la farándula, en Hollywood, California. Pese a la violenta separación de Bienvenido Granda de la Sonora Matancera y de las acusaciones y reclamos de parte y parte, que Rogelio era un explotador, que Bienvenido un parrandero y borracho irredento, de que nunca se perdonaron y que algunos investigadores del decano de los conjuntos cubanos, dieron por cierto, que jamás actuaron juntos otra vez; hoy se sabe ciertamente que si lo hicieron, como consta en algunos videos grabados en la capital mexicana en 1975. En estos aparece Bienvenido interpretando el tema “Calla”, de Pablo Lango: “No me digas nada... Esos programas realizados en Televisa, México, con La Sonora Matancera fueron conducidos por Paco Malgesto, a mediados de los años setenta Caracas