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Vallejo tiende puentes nuestro presente una porvenir”
un mundo que se nos vuelve cada vez más agresivo, más inhóspito para el razonamiento cuando todos los conflictos, incluso en las redes sociales, tienen esa propensión hacia la agresión, el insulto y la incomprensión de las posturas ajenas, de las formas de mirar el mundo desde otros ángulos, desde el bagaje de otras experiencias.
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El silbido del arquero tiene una estructura en la que a través de monólogos se van delineando los personajes mientras se avanza en la historia. No quise acudir a la voz de un narrador omnisciente, que es la del mito antiguo, esa voz que conoce a todos los personajes, sus motivaciones e ideas y cuenta la historia desde un punto de vista unívoco. He querido llevarme la narración a unas técnicas compositivas y literarias contemporáneas, que son las de las múltiples perspectivas, de manera que vamos escuchando un relato que encadena distintas voces e incluso, en algunos momentos, varios personajes cuentan la misma historia, los mismos acontecimientos, la misma escena desde diferentes puntos de vista. Esa estructura fue uno de los desafíos de la novela, porque toda la historia tiene que estar narrada, no solo en sus hechos, sino también en las confusiones que la ignorancia va provocando en cada uno de los personajes que toman la voz, excepto en el dios Eros que es el único que, como los viejos narradores, puede adentrarse en el interior de los personajes, aunque lo he querido plasmar como un dios un poco frustrado porque los seres humanos escapan a su poder, escapan a los escenarios que ha preparado para ellos y a los planes que diseña para su comportamiento. A través de este dios, un poco juguetón y envidioso, trato de representar las vidas de quienes protagonizan la novela desde otra óptica, planteando cómo este dios, que vive en la aburrida y tediosa eternidad, contempla las aventuras y los sufrimientos y las pasiones de los seres humanos con profunda avidez y siempre, en el fondo, con la pena de no participar de esa realidad apasionada.
Dentro de las voces que hay en tu novela, ¿cuál fue la más difícil de construir, de imaginar? Son cuatro las voces que articulan Elsilbidodelarquero: dos mujeres (Elisa y Ana), un hombre (Eneas) y un dios (Eros). La voz de Ana, una adolescente en la pubertad, es la que más espacio a la creación y a la interpretación me ha dejado, porque en la Eneidaes un personaje que tiene escasa presencia. Entonces, he intentado no traicionar lo que cuenta la Eneidasino traerlo a una mirada más contemporánea, ser fiel a los datos, a los hechos de la historia, pero allá donde la historia no se pronuncia, donde el mito no nos explica, es donde tengo más terreno como novelista para imaginar las motivaciones y los antecedentes de los personajes. En este sentido, Ana era como una terra incognita. Virgilio le dedicó escasos hexámetros en el poema y entonces yo podía imaginar a esta niña a punto de hacerse mujer y cómo se defiende, cómo intenta construir su propia seguridad dentro de ese mundo a través de los oráculos, que presuntamente recibe de los dioses pero que son invenciones suyas, que utiliza astutamente para conseguir el respeto de los demás, para lograr una cierta protección para sí misma y para llevar adelante sus fines y sus proyectos invocando a la autoridad de los dioses; es un juego muy peligroso para ella, pero fue muy interesante construirlo. El otro gran desafío fue intentar crear la voz de un dios, de Eros. Él comparte su mirada sobre los seres humanos, es una forma de introducir una cierta ironía y el distanciamiento que él siente porque no está participando de los acontecimientos, sino solo siendo su testigo. Es también una forma de reivindicar nuestras experiencias como seres humanos, porque aunque a veces puedan resultar frustrantes, injustas y duras, al mismo tiempo son intensas y fascinantes.
Hay una conexión muy profunda entre Elinfinitoenunjuncoy Elsilbidodelarquero: el mundo antiguo, la combinación entre la narración y el ensayo… Siempre me he propuesto hacer este experimento de explorar territorios fronterizos entre el ensayo y la novela. Elinfinitoen unjuncoes un acercamiento del ensayo a técnicas narrativas novelescas y Elsilbidodelarquero intenta ser una novela de ideas, que se acerca de alguna manera a la reflexión sobre algunos de los grandes temas y problemas del mundo contemporáneo, como la censura, el intento de los poderosos de convertir a los escritores (como Virgilio) y a las voces de los intelectuales en propagandistas, y por supuesto los grandes temas de la guerra, la inmigración y el exilio. Tengo la sensación de que, en estos últimos años, aun sin haber sido plenamente consciente, estaba intentando explorar estos territorios fronterizos desde uno y otro lado, desde la novela y desde el ensayo, intentar cruzar esos senderos y experimentar con la versatilidad de las formas literarias. _