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Company expone los alcances sociales del Diccionario mexicanismos.Propiosycompartidos lenguas, crisoles culturales”

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Un diccionario es una herramienta, un mapa cultural, y, sobre todo, expresa y comparte una visión de mundo. No es otro el espíritu que guía al Diccionariodemexicanismos. Propiosycompartidos(AML/ Planeta, México, 2022), resultado de un trabajo titánico que la Comisión de Lexicografía de la Academia Mexicana de la Lengua inició en 2011. Contiene 10 mil 587 enunciados y 22 mil 333 acepciones, de las cuales 6 mil 108 compartimos con Hispanoamérica.

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La estructura tomó cuatro criterios en consideración: voces que solo se usan en México, construcciones mexicanas que

¿Cómo y en qué circunstancias se originan los mexicanismos? ¿Qué se necesita para que una palabra adquiera patente y se consigne en un diccionario? Company advierte que “donde más mexicanismos surgen es en la construcción de frases: ‘A darle que es mole de olla’, ‘Si no es Chana, es Juana’; o cuando el hablante se encuentra en una proximidad íntima, entonces aflora el mundo sexual, el mundo de la transgresión, de manera más frecuente. Es un diccionario hecho sin puritanismos, esto es importante. Hay voces como ‘chingue su…’, y ‘pasu’, porque son interjecciones que usamos los mexicanos, pero, claro, nadie va a una entrevista laboral a decir ‘chingue su…’. Eso carecen de significado en el español peninsular, voces que comparte el español peninsular pero florecieron en México, y voces de origen mexicano que se han generalizado en el español peninsular. está marcado como malsonante o vulgar en el diccionario. Lo que hace la Academia es consignar usos que consideramos identitarios para México y con alta frecuencia de empleo. No se trata la creatividad o la ocurrencia de un solo hablante que se levantó y dijo: ‘Ahora voy a decir tal cosa’. Hay una investigación. Las voces deben estar consignadas en lengua escrita y lengua oral. Hay novelas que consignan el ‘chingue su…’ o ‘ínguesu’, pero deben estar documentadas a lo largo de cinco años, mínimo, de manera continuada en diferentes registros y soportes. Ahí se empieza a investigar si es un mexicanismo y se contrasta con diccionarios del español de España”.

Dos ejemplos: Saliva: “Ese político tiene buena saliva y convenció a todos”. Sobres: “¿Vamos al cine?” “Sobres”.

El Diccionario de mexicanismos. Propiosycompartidos se presentará el 12 de febrero, a las 12 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Participarán Concepción Company, Gonzalo Celorio y Leonardo Curzio.

Quien consulte el diccionario encontrará diferentes marcas, por ejemplo, supran, referido a lo supranacional, voces que son compartidas con otros países, en este caso hispanoamericanos. Lo mismo una jerarquización geográfica donde se consigna el lugar de la República mexicana del que es originaria una palabra y los distintos significados que tiene en cada estado. Por ejemplo, la palabra “tarecua”, que en Occidente significa zapato viejo y desgastado; en Guerrero y Michoacán, es un instrumento de labranza; en Jalisco, una especie de sandalia; en Michoacán, un hongo, y en Nuevo Léon, persona de pie grande. “Asimismo —refiere Company—, contiene mil y pico de voces del mundo botánico y zoológico. Por ejemplo, de la hoja santa hemos puesto toda la lista de cómo se le llama en distintos estados. Creo que esa labor no estaba hecha. Es un diccionario científico. Hemos hecho un trabajo de darle su ámbito a las voces, por un lado, geográfico, y, por el otro, cuando nos referimos a voces generalizadas, es decir que de forma acelerada van a dejar de ser mexicanismos. La ‘mordida’ era nuestra, exclusiva en el sentido de soborno, y se está empezando a usar en España y otras partes más allá de Hispanoamérica. Entonces. ya lleva marca generalizada. Pero ‘morder’ y ‘mordelón’ siguen siendo mexicanos. Por otro lado, están los anglicismos que ya forman parte de nuestra lengua, como ‘jazz’, ‘rock and roll’ o ‘hot dog’. ¡Hasta nos hemos inventado los ‘jochos’! Hay un prejuicio sobre la pureza de las lenguas. Las lenguas son crisoles de capas de culturas. ‘Huitlacoche’ es un extranjerismo porque el náhuatl es una lengua ajena al español, nada más que la consideramos patrimonial porque es una lengua originaria, de Mesoamérica en este caso”.

La edición, que contiene un índice de 6 mil voces exclusivas de México, también ha puesto énfasis en palabras que sobreviven a la oralidad, voces onomatopéyicas como ‘diantre’, referidas a alguien maldoso, o ‘takataka’, conjunto musical constituido generalmente por guitarra, contrabajo, acordeón y tarola. Para Company, “esto nos diferencia de otros diccionarios, pues muchos no consignan el mundo de la oralidad por resultar efímero. Nos propusimos consignar esa oralidad asociada a creatividades como el mundo del albur, el mundo del juego, que tiene bases onomatopéyicas o sexuales muchas veces. Hay un esfuerzo por mostrar que las lenguas viven en su oralidad y, por lo menos para los lingüistas, la lengua oral tiene prioridad biológica porque todos los seres humanos que nacen sin patologías tienen la capacidad de hablar. La lengua vive en su oralidad desde hace 200 mil años y tiene prioridad absoluta porque de las 6 mil

100 lenguas inventariadas, solo 7 por ciento ha generado escritura. La escritura sigue siendo un registro de alto prestigio. El ‘chingue su…’ empezó en la oralidad, por supuesto. Y quién se atreve a decir ‘rapidín’, a lo mejor Élmer Mendoza en sus novelas. Hicimos un esfuerzo por recoger la oralidad de los mexicanos en muchos ámbitos y rangos de edad”.

Uno de los atributos del diccionario es que además de las 11 mil voces que recoge, incluye alrededor de 20 mil acepciones. Esto es, los distintos significados que se generan cuando a una palabra se le agrega otra. Concepción Company da un ejemplo: “Quien busque la palabra ‘dar’ en este diccionario, lo va a gozar porque encontrará: ‘dar’, ‘darle’, ‘darse’, ‘darla’. Es un solo lema, pero tiene sublemas. Luego está: ‘dar el arrimón’, ‘dar el changazo’, ‘dar en la madre’... y luego está ‘dar’ de ‘me doy’, ‘a darle que es mole de olla’, ‘darlas’: las televisiones las dan cuando tienes que cambiarlas, pero también las personas las dan cuando acceden fácilmente a ciertas solicitudes. Hemos sido muy cuidadosos de no caer en estereotipos machistas porque dices ‘darlas’ y automáticamente piensas en mujeres. Pues no, está definido como persona que accede con facilidad a una solicitud sexual, puede ser hombre, mujer o quimera. La Academia no puede caer en estereotipos. Nos dimos cuenta de que los mexicanos gozan con el mundo sexual, un mundo sexual muy machista. Hay muchísimos términos para pene como un imaginario fálico metafórico que desborda el español de México, especialmente creativo en ese mundo sexual donde juega muchísimo. Y hay al menos 30 denominaciones para vagina, para darnos una idea del machismo”.

El Diccionario de mexicanismos.Propiosycompartidos funciona como un espejo de nuestra identidad, del modo como vemos y codificamos el mundo. “Si a esto añadimos la innovación de recoger el mundo oral además del mundo escrito, los rangos etarios y la vida cotidiana, el espejo de identidad se vuelve muy transparente”, concluye Company. “Es un diccionario para que el pueblo de México, los mexicanos, se reconozcan y estén seguros de que esta es su lengua. No tenemos por qué estar pensando que cool es más chido que ‘chido’. Aunque no sabemos si en el futuro cool vaya a incluirse en un diccionario de lengua española”. _

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