3 minute read
FERTILIZANTE AGRÍCOLA
Los investigadores han desarrollado una técnica que transforma la vinaza de caña en un fertilizante, con bajo impacto ambiental, capaz de recuperar suelos pobres y degradados, y que puede ser otro subproducto comercializable de las industrias del etanol
FERTILIZANTE AGRÍCOLA A PARTIR DE RESIDUOS DE LA PRODUCCIÓN DE ETANOL
Advertisement
Fuente: A Lavoura
Brasil es uno de los mayores productores de etanol del mundo. Solo en la cosecha 2019-20, se produjeron alrededor de 35 mil millones de litros, más del 7% de crecimiento en comparación con el período anterior. Por esta razón, uno de los principales problemas de la industria de la caña de azúcar en el país es el exceso de residuos generados para la extracción de biocombustibles. Sin embargo, esto puede dejar de ser un obstáculo para el sector y convertirse en una solución más sostenible para la agricultura.
Investigadores de la Universidad Estatal de São Paulo (UNESP) en São José do Rio Preto en asociación con la Universidad Federal de Ceará (UFC) desarrollaron una técnica para tratar la llamada vinaza de caña, un líquido resultante del proceso de producción de alcohol que es muy perjudicial para el medio ambiente, y que puede contaminar los cursos de agua y generar mal olor.
En un estudio publicado en la edición de enero del Journal of the Brazilian Chemical Society, los científicos describieron la técnica de carbonización hidrotermal sin precedentes, que logra convertir este residuo en agua y carbón hidrotérmico para su uso como fertilizante agrícola. Los investigadores probaron los efectos de la carbonización hidrotérmica en el tratamiento de la vinaza de caña en diferentes reacciones.
Esta reacción termoquímica ocurre en un medio acuoso y a altas presiones y temperaturas. La variación de las temperaturas (entre 100ºC y 200ºC) y el tiempo de reacción en las pruebas (entre 12h y 48h) influyeron en los procesos. Los experimentos realizados a 200 ° C y 8,3% de acidez fueron los más eficientes para generar materiales sólidos. Una de las reacciones termoquímicas redujo la cantidad de carbono en el agua en un 70%, haciéndolo menos agresivo para el medio ambiente.
Nada se pierde, todo se transforma
El investigador Laís Fregolente señala que la técnica de carbonización hidrotermal puede ser implementada por la industria directamente después del proceso de destilación de etanol.
“Por lo tanto, solo nos beneficiamos de los beneficios de aplicar la vinaza, ya que el proceso de carbonización produce un material rico en carbono y nutrientes que puede servir como fertilizante agrícola”, comenta el investigador. Las industrias del etanol podrían comercializar este subproducto y generar ingresos adicionales por el tratamiento de sus residuos.
El diferencial de la investigación es mostrar que la biomasa de vinaza, que se genera de 10 a 18 litros del contaminante por cada litro de etanol producido, puede transformarse en un material sólido con valor agregado, que aún no había sido realizado por otros estudios. . El tratamiento propuesto también puede contribuir a la recuperación de suelos pobres y degradados o incluso regiones afectadas por la descarga del contaminante.
Se están llevando a cabo otros experimentos para encontrar la mejor manera de aplicar el carbón hidrotérmico generado en este proceso. Los siguientes pasos en estos estudios son desarrollar una planta piloto para probar los efectos del carbón directamente en el suelo, ya que este primer estudio se realizó a escala de laboratorio.