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Participación ciudadana en la mitigación, adaptación y resiliencia
El planeta tierra está enfrentándose a una serie de cambios; ya hemos estudiado los factores antropogénicos que afectan al planeta y cómo los Gobiernos están trabajando para aliviar la situación. Nosotros como individuos también podemos ayudar a mantener nuestro planeta saludable, es más fácil de lo que pensamos y solo requiere iniciativa, adaptación y la modificación de ciertos hábitos.
Mitigación
Una de las acciones que podemos tomar para mitigar nuestro impacto negativo es reducir el consumo de energía eléctrica. Según las estadísticas provistas por el US Energy Information Administration, 4/5 partes de la energía que utilizamos en Puerto Rico proviene del petróleo. Es por esto que moderando nuestro consumo de energía, ayudamos a disminuir el consumo del petróleo. Podemos reducir nuestro consumo de energía apagando las luces cuando no vamos a estar en el área, desconectando artefactos electrónicos como el X-Box™ y el televisor cuando no estén en uso, cambiando las bombillas incandescentes por bombillas LED y utilizando productos Energy Saver ™. Estas medidas se pueden realizar a diario, no solo para aminorar el consumo de energía eléctrica en nuestro hogar, sino también en la escuela y en las áreas de trabajo. Esto nos ayuda a cuidar el planeta y también a ahorrar dinero.
Además de estas medidas, se puede considerar invertir en fuentes de energía alterna como la energía solar y la energía eólica (del viento). De las fuentes de energía renovable, la más accesible es la energía solar que se convierte en luz. Si hablamos del potencial teórico de utilizar la energía solar como única forma de energía, en hora y media recibimos más energía del sol que el total de energía consumida globalmente en el 2001 (sandia.gov). Se estima que el planeta recibe 120 TW (terra watts) de energía solar. En el 2006, globalmente se consumió 15 (TW) de energía. La energía solar se puede almacenar o convertir directamente en electricidad utilizando placas fotovoltaicas (paneles solares).
Por otro lado, es importante disminuir el uso del papel. Hoy día existen varias tecnologías que nos permiten ahorrar papel. Antes de imprimir algo, consideremos si es estrictamente necesario que lo tengamos impreso; si lo es, podemos imprimir por ambos lados del papel, así cuidamos de los árboles que nos proveen oxígeno. También, es posible verificar si en la escuela o en nuestra comunidad (donde vivimos) hay programas de reciclaje de papel, botellas plásticas o latas de aluminio. Reciclar estos materiales ayuda a disminuir la basura en nuestros ríos y océanos así como en nuestros vertederos. Si su escuela o comunidad no tiene un programa de reciclaje pueden sugerir que se solicite uno, siempre recordando que hay que coordinar que se recoja el reciclaje y hacia donde enviarlo.
No solo es importante ahorrar luz, utilizar el petróleo juiciosamente y reciclar, también es fundamental considerar el impacto ambiental que tienen los productos que consumimos, como los alimentos. Consumir productos cultivados localmente ayuda mucho a reducir la dependencia del petróleo. Si el producto consumido es importado de un país lejano, como Japón o Australia, tuvo que viajar mucho para llegar a ti, por ende utilizó más gasolina y tiene una huella de carbón más significativa que un producto comprado localmente. También es una buena iniciativa crear/cuidar de un huerto casero con los productos que más se consumen en el hogar. Por ejemplo, orégano, pimiento, cilantro, recao, tomate, entre otros productos. El huerto no solo es conveniente hacerlo en nuestra casa, también se podría sembrar un huerto en la escuela.
De igual forma, se puede reducir la cantidad de carne y productos lácteos que consumimos. Muchas personas no reconocen que la crianza de ganado, para consumo, contribuye significativamente al cambio climático, pero, según el estudio realizado por Chatham house, la producción de ganado es grandemente responsable por la cantidad del metano (CH4) y del nitrógeno (N2O) que se encuentra en la atmósfera. En especial, el ganado vacuno es responsable por el 65% del total de emisiones de gases de invernadero. Reduciendo nuestro consumo de carne y productos lácteos ayudamos a controlar la producción de ganado y a limitar la cantidad de metano que se acumula en el ambiente.
Todas las acciones mencionadas son alternativas viables para mitigar el impacto negativo que hemos causado sobre nuestra naturaleza. Claro que las alternativas mencionadas no son las únicas.
Adaptación
Aunque es necesario aminorar el efecto del cambio climático practicando la mitigación, adaptarse a los efectos del cambio climático también es de suma importancia. Es crucial que estén atentos a los riesgos que se encuentran alrededor de su hogar, tales como alza en el nivel del mar, cambio en los patrones de lluvia, tormentas, huracanes e inundaciones, entre otras. Es importante conocer los impactos proyectados para la región donde vives.
Como se ha mencionado anteriormente, el cambio climático está provocando cambios en los patrones de lluvia; esto causa que en algunos lugares caiga más lluvia que en otros. Recientemente, vimos en Puerto Rico, en septiembre de 2015, que la falta de lluvia en el área metropolitana y en pueblos del Sureste, entre otras zonas, desató una sequía. Para prepararnos para esto es importante tener un sistema de almacenaje de agua o un sistema de recogido de agua de lluvia, asegurándonos de que no existan leyes que regulen o prohíban el recogido. El agua de lluvia es útil para el riego de jardines y plantas que tengas en el hogar. Recordemos que el agua de lluvia no se debe consumir, a menos que se purifique (trate) para eliminar parásitos y bacterias que contenga.
Para evitar daños futuros a los hogares, es de suma importancia conocer la zona donde vivimos. Por ejemplo, si vivimos cerca de la costa debemos considerar que el alza en el nivel del mar podría causar inundaciones más frecuentes. En este caso, debemos asegurarnos de que los sistemas de drenaje estén limpios para que el agua pueda fluir sin problemas luego de una inundación. Si todavía no se ha construido la casa, considere hacerlo en una zona lejana a la costa, ríos o valles inundables. También, se debe considerar la construcción de una casa elevada para así tratar de evitar daños o pérdidas por inundaciones.
Resiliencia
Planificar para un mejor futuro requiere un cambio en nuestros patrones de consumo. Es decir, tenemos que reducir la cantidad de artículos nuevos que compramos, para así reducir la cantidad de basura que acumulamos en la tierra. Por ejemplo, si miramos en nuestras gavetas, ¿cuánta de la ropa que tenemos usamos a menudo? De acuerdo con la EPA, el 85% de los textiles que no usamos terminan en el vertedero.
No solo es importante mitigar y adaptarse a los cambios, sino también anticipar estos cambios y preparase para ellos. En el siguiente recuadro se recomiendan algunas acciones que puedes llevar a
cabo tanto a nivel individual, comunitario y nacional. Verifica la lista y selecciona aquéllas que estás realizando o que harás para ayudar a nuestro planeta.
Participación ciudadana en la mitigación, adaptación y resiliencia
¿Qué podemos hacer para ayudar a mantener nuestro planeta saludable?
Nivel individual
* Desconectar los artefactos electrónicos que no están en uso. * Cambiar las luces de la casa a fluorescentes. * Apagar las luces cuando no se están utilizando. * Cerrar el grifo mientras me lavo los dientes. * Tomar duchas más cortas. * Reducir el consumo de carne y productos lácteos. * Utilizar el aire acondicionado lo menos posible. * Reducir el uso del plástico, llevar bolsas reutilizables de tela o similar cuando vas de compras. * Educar a otros sobre la importancia de colaborar para mejorar nuestro ambiente.
Nivel local o comunitario (escuela o urbanización)
* Ayudar a la comunidad a preparar un plan para estar preparados y poder lidiar con inundaciones y otros efectos de eventos extremos relacionados al clima. * Ayudar con el recogido de basura. * Iniciar un programa de reciclaje y dialogar con los municipios para promover esta actividad. * Practicar las 3 “R” (reduce, reutiliza y recicla). * Empezar un huerto. * Sembrar árboles.
Nivel nacional
* Participar en foros referentes al cambio climático. * Promover el desarrollo de transportación pública. * Promover construcciones planificadas, tomando en consideración las áreas vulnerables. * Impulsar leyes para utilizar más energías renovables, para detener la deforestación, para regenerar los bosques y cambiar las prácticas agrícolas inadecuadas por unas más sostenibles, entre otros. * Promover la restauración y la conservación de los ecosistemas costeros tales como los arrecifes de coral y los bosques de mangle, entre otros. Estos son barreras naturales que nos ayudan a disipar la energía de las olas para que no impacten la infraestructura terrestre durante un evento climatológico.