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Y tú, ¿sabes lo que es la acidificación del océano?
Por Mariana González González, MA
Editora, Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico
Al ser humano no es al único al que le da acidez luego de pasársele la mano con las bebidas carbonatadas. Al océano también le ocurre. Eso sí, a favor del océano podríamos decir que es natural si tiene acidez, pero, si le da en exceso, no es su culpa. Es decir, así como tenemos aguas oceánicas con soluciones básicas y neutras, también podemos tener océanos con solución ácida. Que sea de una forma u otra dependerá del nivel de hidrógeno que tengan y, también, de la interferencia del ser humano, que es, precisamente, al problema que se enfrentan. Desde que empezó la Revolución Industrial los mares absorben C02 en exceso y de forma acelerada; es decir, comenzaron a acidificarse.
La Revolución Industrial
Con la llegada de la Revolución Industrial, que data desde el 1760 hasta el 1840, aproximadamente, el ser humano necesitaba poner a funcionar esa nueva maquinaria industrial. ¿Y qué “mejor” forma de hacerlo que generando combustible con la quema de combustibles fósiles como el carbón? Es así como no solo inicia una nueva era histórica a nivel mundial, sino también una aceleración significativa en los niveles de CO2 en los océanos de la Tierra. Es decir, la atmósfera, a partir de esta nueva revolución que emprendió la humanidad, empieza a recibir más dióxido de carbono; cantidades extra que el océano comienza a absorber porque cuenta con la capacidad para hacerlo. Para que nos hagamos una imagen más nítida de cuánto CO2 ha recibido la atmósfera desde la Revolución Industrial, vayamos al pH del océano, es decir, a la escala que mide la concentración de ácido en un líquido. En un rango del 0 al 14, entre más baja esté la solución más ácida será; mientras más alta, entonces, se considera básica. Si, por otro lado, la solución se encuentra en 7, se dice que es neutral (figura 1). ¿Y cómo se encuentran nuestras aguas actualmente? Antes que todo, remontémonos a 300 años atrás. Para ese entonces, el océano contaba con un pH de 8.2, es decir, con una solución ligeramente básica. Hoy día nos encontramos con un 8.1, lo que quiere decir que desde entonces disminuyó un 0.1. Sí, parece poco; sin embargo, si lo llevamos a porcentaje deja de parecerlo: nuestros océanos, desde entonces, tiene aproximadamente un 25 % extra de acidez.
0 7 14 ácida neutral básica
Figura 1. Escala que mide la concentración de ácido en el océano.
Curiosamente, en un inicio los científicos pensaron que la generosidad del océano al absorber estos excesos que ocasionaban el ser humano era positiva. Es que, veamos, ¡los océanos estaban librando a la atmósfera de una cantidad considerable de CO2! Se creía que esta acción oceánica apaciguaría el impacto al cambio climático y que controlaría su ritmo. Sin embargo,
eventualmente se dieron cuenta de que, aunque sí se reduce el impacto a la atmósfera, otro efecto, para nada positivo, estaba surgiendo en el océano: cuando el CO2 entra en contacto con el agua oceánica, se forma ácido carbónico. Este ácido, aunque se considera débil, ahora que empieza a entrar en exceso hace que el pH en el agua disminuya y los mares se acidifiquen.
¿Y qué si el mar está más ácido?
Una consecuencia de la acidificación del océano se refleja directamente en esas especies, desde plantas y animales, que forman sus caparazones con carbonato de calcio. Con los océanos más ácidos este material vital se disuelve más rápido, por lo que su disponibilidad en el agua disminuye. Esto ocasiona que organismos como los corales, el plancton, las almejas, las ostras y las langostas, entre otros, tengan que utilizar más energía para poder mantener y desarrollar sus estructuras protectoras.
Asimismo, que algunas especies tengan problemas de calcificación no solo les afecta a ellas como organismos individuales. Los ecosistemas que necesitan de estas también padecen los efectos de forma indirecta. Los arrecifes de coral, por ejemplo, dependen de los corales para poder alojar a todo un ecosistema muy variado de especies marinas; si los corales están en apuros, todo el ecosistema que depende de él también lo está. Pensémoslo así: el arrecife de coral es un equivalente a una selva tropical, si la selva tropical se extinguiera, con ella dejarían de existir muchos organismos, y otros dependientes que la necesitan para subsistir. De hecho, la misma necesidad de que el ecosistema marino esté saludable la tiene también el ser humano. Que los animales del mar estén saludables es necesario para mantener en orden la cadena trófica, así como la pesca comercial. Si un crustáceo no se desarrolla bien, por ejemplo, ¿qué tipo de producto podría esperar adquirir tanto el pescador como el consumidor? Asimismo, la protección de las costas, como ya leeremos en el proyecto “Barreras naturales costeras en peligro ante la acidificación oceánica”, en la página 18, también corre peligro. Las barreras naturales costeras (como los arrecifes de coral) se están afectando por la acidificación oceánica y, por lo tanto, dejan vulnerable las costas y todo lo que se encuentre en ellas.
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Coral blanqueado.
¿Cómo se puede ayudar a los océanos?
Para combatir la acidificación de los océanos, todo apunta a que el ser humano tendrá que reducir al mínimo las emisiones de gases con efecto invernadero que bota hacia la atmósfera. El impacto del CO2 a los océanos también se puede reducir cuidando nuestros bosques, es decir, evitando la deforestación, la erosión y la degradación de los suelos, ya que estos son sumideros de carbono. Para que ambas acciones se realicen de forma efectiva, eso sí, antes se tiene que educar y concientizar, no solo a la comunidad, sino también al Gobierno, sobre el gran daño que el ser humano ha estado y sigue ocasionado a nuestra atmósfera y a los océanos.
Referencias
Córdova, C. (2015). (La acidificación de los océanos afecta la reproducción de las especies marinas. Udep. Recuperado de http://udep.edu.pe/hoy/2015/la-acidificacionoceanos-afecta-reproduccion-especies-marinas/
Pau. (2017). Qué es la acidificación de los océanos; causas y efectos: Causas, consecuencias y efectos de la acidificación de los océanos y mares. La acidez del agua del mar por culpa del cambio climático. Nautical News Today.
Recuperado dehttps://www.nauticalnewstoday.com/ acidificacion-oceanos-causas-efectos/
(2017). Ocean Acidification: Carbon dioxide in the water puts shelled animals at risk. National Geographic.
Recuperado de https://www.nationalgeographic.com/ environment/oceans/critical-issues-ocean-acidification/ 21