Armas, el oscuro mundo de la impresión 3D

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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Facultad de Ciencias de la Computación DHTIC “Armas, el oscuro mundo de la impresión 3D”

Sección 107 Equipo 9


Introducción En los últimos años la tecnología ha avanzado bastante y han surgido nuevos inventos, estando entre ellos las impresoras 3D. Estas impresoras son capaces de tomar un modelo en tres dimensiones creado en un computador y recrearlo en forma física con algunos materiales asignados como lo es el plástico. Esto es un gran avance ya que ayudará a investigaciones y en el campo de la medicina con la creación de órganos y células que serán de gran utilidad para personas que necesiten un trasplante, pero no todo es bueno con estas máquinas ya que como a la mayoría de inventos, se les ha dado un uso distinto por el que fueron hechas, como por ejemplo, la creación de armas de fuego.

En este ensayo se retomará desde lo qué es y cómo funcionan las impresoras 3D, así como los malos usos que se les han llegado a dar, dando a conocer algunos ejemplos y los fines para los cuales se han utilizado, así como las consecuencias de realizar estas acciones que pueden ser consideradas ilegales.

Un breve vistazo a la historia de las Impresoras 3D El inicio de las impresoras 3D tiene sus inicios en 1976, cuando se inventó la impresora de inyección de tinta. “En 1984, algunas adaptaciones y avances sobre el concepto de la inyección de tinta transformaron la tecnología de impresión con tinta a impresión con materiales. A lo largo de las últimas décadas, ha habido


una gran variedad de aplicaciones de la tecnología de impresión 3D que se han desarrollado a través de varias industrias.” (Mava, 2015) Cuando Charles Hull Todo en 1984,inventa el método de la estereolitografía (SLA), proceso de impresión orientado a maquetas para la prueba de prototipos antes de su fabricación en cadena. Ese mismo año crea 3D Sistema, empresa líder en el mercado que permitió la utilización a nivel industrial de este proceso. Varios años más tarde, entre 1989 y 1990, S. Scott Crump, fundador a su vez de Stratasys, desarrolló la técnica de Fused Deposition Modeling (FDM), que consistía en la creación de objetos tridimensionales mediante la superposición de capas de material fundido que posteriormente solidificaba con la forma deseada. Con el tiempo este método permitió una mayor difusión de la impresión 3D abaratando costes y permitiendo a pequeños usuarios y talleres no industriales tener acceso a esta tecnología para fines propios.

¿Cómo funciona la impresión 3D? “En 1992 comenzó la fabricación de prototipos capa por capa, la primera máquina de impresión 3D” (Mava, 2015) Las impresoras 3D funcionan como las impresoras de chorro de tinta, aunque en vez de tinta, las impresoras 3D depositan el material deseado en una serie de capas sucesivas para crear un objeto procedente de un formato digital.


Las impresoras 3D utilizan múltiples tecnologías de fabricación e intentaremos explicar de forma sencilla cómo funcionan. Las impresoras 3D lo que hacen es crear un objeto con sus 3 dimensiones y esto lo consigue construyendo capas sucesivamente hasta conseguir el objeto deseado. Echa un vistazo a la siguiente imagen para entenderlo mejor:

En la imagen anterior vemos 3 figuras. La primera es la que dibujamos nosotros mismos en un papel, por ejemplo, del objeto que queremos imprimir en sus 3 dimensiones, después, con un programa de CAD diseñamos ese objeto en nuestro ordenador que sería la segunda figura, y por último separamos ese objeto en capas para ir imprimiendo capa por capa en la impresora de 3 dimensiones, que es lo que vemos en la tercera figura. Es decir, de un boceto en papel podemos conseguir un objeto en la realidad con el material adecuado.

¿Qué podemos crear en una impresora 3D?


Los objetos que pueden imprimirse en 3D son múltiples y variados. Objetos caseros, maquetas, alimentos, componentes espaciales, prótesis, órganos humanos, etc. Digamos que todo lo que puedas “crear” por ti mismo podría imprimirse en 3 dimensiones. Nada se resiste a las impresoras 3D. Es lógico pensar que estas impresoras están diseñadas para objetos pequeños pero nada más lejos de la realidad ya que existen impresoras de grandes dimensiones que pueden incluso imprimir un edificio por piezas con sus muebles incluidos. La propia NASA enviará una de estas impresoras 3D a la Estación Espacial Internacional para que los astronautas puedan fabricar piezas que consideren necesarias en el espacio.

Impacto en la sociedad Ante un adelanto, sea de la índole que sea, caben dos posturas: estudiar sus ventajas o intuir sus inconvenientes. Tradicionalmente, mientras el Viejo Mundo suele prever todo tipo de problemáticas, el Nuevo tira para adelante. Sucedió con Internet y la preocupación por la privacidad, fenómeno principalmente europeo y que se ha reflejado en sus leyes, y ahora comienza a suceder con las impresoras 3D. La reproducción de una pistola a piezas ha tenido una cobertura informativa más amplia en Europa que en Estados Unidos.


Implantes bucales o parachoques de coches son ya desde hace años reproducidos en impresoras 3D; pero en el último año, a una velocidad de vértigo, la impresora 3D ha saltado al ámbito

de

la

pequeña

empresa, y acabará siendo un elemento más del hogar. De momento el mayor obstáculo es el precio de la máquina y el precio de sus ingredientes, pero solo es cuestión de tiempo. Quienes tienen presupuesto (la agencia aeroespacial NASA, laboratorios médicos, universidades…) ponen su dinero en esta máquina que puede resolverles tanto la alimentación en el espacio como el desarrollo de un fármaco, acortándole el periodo de la prueba error.

La impresora 3D está llamada a revolucionar la forma en que se fabricará y se consumirá. Eso no es sinónimo del gratis total. Al coste de la máquina habrá que añadir el de los cartuchos de los materiales y, sobre todo, el software con los diseños de cada producto, sea una taza de café o una cadera, que se venderán por Internet. Pero ni el fabricante debe preocuparse por las existencias, ni el consumidor por esperas interminables. La impresora 3D es la máxima expresión del “hazlo tú mismo”.

Fabricación de armas


Las impresoras 3D tienen múltiples aplicaciones en campos como la medicina, la arquitectura o la electrónica, aunque su uso para la construcción de armas de fuego inquieta a las autoridades de todo el mundo. Países como Estados Unidos o Reino Unido ya han alertado sobre el fácil acceso a estos dispositivos y sobre la disponibilidad en la web de diseños para imprimir las armas, que al estar elaboradas con resina pueden pasar inadvertidas por detectores de metales. Sin embargo Pese a la alarma generada en la opinión pública, producir la pistola de plástico a partir de los diseños que circulan por Internet no es fácil. Primero, porque aunque los archivos son gratuitos, se necesita disponer de un modelo especial de impresora 3D

con

elevado. convertir

un

precio

bastante

Segundo,

porque

los

planos

en

una

realidad, indican los que entienden de esto, es bastante complicado. Además en estos momentos resulta más fácil fabricar un arma utilizando piezas compradas en una ferretería que recurriendo a una impresora en tres dimensiones. Hay quienes han sabido anticiparse a los futuros riesgos y han actuado de antemano, como el colectivo que está detrás del Laboratorio de creación y fabricación digital Bilbao Makers. “Nuestros Estatutos recogen que aquí no se puede producir nada que sirva para atentar contra los derechos humanos”, afirma uno de sus cofundadores, Karim Asry, que admite que así lo decidieron porque se


veían venir conflictos como el de la pistola. “Decidimos poner la venda antes que la herida”, añade, al tiempo que destaca que la capacidad que tiene la impresora 3D de permitir una descentralización total de la capacidad de producción obligará a modificar normas y leyes para controlar el tipo de cosas que se puedan fabricar, ya que el hecho de cualquier persona pueda fabricar un arma puede resultar sumamente peligroso.

Conclusión Creo fielmente que parte de la responsabilidad de que los ciudadanos hayan empezado a usar las impresoras 3D para crear armas es del gobierno, después de todo la constitución Norteamericana en su segunda enmienda permite a todos los ciudadanos la tenencia, el uso y el transporte de armas para su propia defensa, esto quiere decir que para muchos americanos poseer un arma en es parte de su estilo de vida, y sí pueden conseguirlas o producirlas de una manera tan facíl como es la impresión 3D, lo harán, por ahora lo que se puede hacer es crear o modificar leyes o normas para evitar que cualquiera pueda acceder a un arma y el peligro que poseer una conlleva.


Bibliografía Mava

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