DEBERES DEL NIÑO PARA CON SUS PADRES Y DE ÉSTOS PARA CON LA PATRIA El niño oriental debe obediencia, respeto y consideración filial a sus padres. Éstos son sus progenitores y tutores en todo el plazo que dure la infancia, entendida según los últimos acuerdos internacionales como el momento de la vida que se extiende desde el nacimiento hasta la edad de los 12 años, momento en que empieza el período conocido como “adolescencia”, etapa de la vida que será objeto de otras consideraciones en otros volúmenes de esta misma naturaleza.
Figura 23: La patria, el Padre, la Madre y el niño: relación de fidelidad y compromiso
Como tutores, los padres se constituyen, de forma natural e ineludible, como garantes y responsables de su salud, educación y desarrollo armónico del niño, so pena de apercibimiento y sanciones contempladas por la Ley. Asimismo, por ser fruto de su semilla, el niño debe a sus padres obediencia, respeto y consideración filial, la que puede expresarse incluso bajo la forma del amor.
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SANCIONES DE LAS SON PASIBLES DE RECIBIR LOS NIÑOS El niño debe a su maestra, su escuela y al sistema educativo nacional en su conjunto respeto y obediencia, por cuanto es beneficiario de lo que estas entidades imparten en cuanto beneficio para su desarrollo y el de la sociedad toda. Si el niño no se comporta de acuerdo a las normas de convivencia establecidas por la Ley dentro del establecimiento escolar, la maestra, auxiliar, directora y/o demás autoridades competentes del centro educativo tienen el derecho y la obligación de aplicar los correctivos conductuales que correspondan a la falta cometida por el niño.
Fig 35: algunos de los correctivos conductuales habitualmente empleados en el ámbito escolar. De izquierda a derecha: el “gorro de penitencia”, la “palmeta”, el “banco de rincón” y el “peso de la sabiduría
Los correctivos conductuales son entonces de diversa índole, y su severidad estará directamente vinculada a la gravedad de la falta cometida por el niño en cuestión. Ejemplos de estos correctivos son la “palmeta”, el “gorro de penitencia”, el “banco de rincón”, la “plana de maíz”, el “peso de la sabiduría”, y otras sanciones tales como la suspensión de actividad recreativa para uno o más infractores, la omisión del infractor en la planilla de postres después de la comida, etcétera. Es de anotarse que los glosados son los correctivos más usuales, pero que se espera de los responsables de su aplicación la creatividad necesaria para proveer a la institución educativa nacional de nuevas formas de control social, toda vez que ésta función es prioridad y responsabilidad absoluta del Estado, entendiéndose siempre que la Escuela no es otra cosa que una proyección a escala doméstica del Estado Nacional. 32
Cabe acotarse que todos estos correctivos conductuales han sido debidamente estudiados y avalados por la autoridades nacionales competentes, de modo que no ha de temerse que su aplicación generare disturbios de entidad considerable en el niño. Es prerrogativa del estado y de sus elementos constitutivos la aplicación de la Ley en cada caso y para cada ciudadano de acuerdo a su actuar, sus responsabilidades y su vinculación con semejantes y con el conjunto de la nación toda, la Patria que nos acoje. Es ella, en última instancia, ante quien debemos responder siempre, y hemos de estar a la altura de la consideración que ella tiene para con nosotros.
Fig 36: la Justicia (alegoría)
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EL NIÑO Y SU RELACIÓN CON SU MAESTRA, LA ESCUELA Y LA PATRIA El niño es un ciudadano de la Patria en formación, por tanto le corresponden tantos derechos como su edad le provee y tantas obligaciones como su desarrollo le permite. El niño ha de amar y respetar a su maestra tanto como a sus padres, ya que aquélla es representante de éstos durante el tiempo que el niño es párvulo y asistente al centro educativo, y asimismo debe amar y respetar a su Escuela tanto como a su Patria, ya que aquélla es representación doméstica de la segunda. Toda Escuela es una Patria en miniatura, pero no por falta de tamaño ha de ser desdeñada: así como nuestro país es pequeño en relación a sus vecinos, no por ello es menos Nación independiente, libre y soberana.
Fig 12: Niño: la Patria te da la bienvenida (alegoría)
Fig 13: (de arriba hacia abajo): la casa, la Escuela y la Escuela como representación de ingreso al concepto de Patria
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Debe entenderse, no obstante, que esta figura de igualdad es meramente retórica, y que siempre la Escuela debe regirse de acuerdo a los mandatos, leyes y consideraciones que el Estado elabore. Es el Estado, como representante formal del concepto de Patria, el encargado de velar por el desarollo de los ciudadanos desde su más tierna edad.
Fig 14: La Patria nos ilumina y vela por nosotros. Le debemos igual servicio (alegoría)
Fig 15: El Niño es el porvenir de la Patria (alegoría)
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LOS SÍMBOLOS PATRIOS La Patria está representada por los llamados “símbolos patrios”, tal como de su nombre se desprende. Son éstos la Bandera o Pabellón Nacional, el Escudo Nacional y la Escarapela. Ellos son hermosos y el niño ha de aprender a apreciarlos, amarlos y respetarlos por sobre cualquier otro símbolo que pueble su mundo. Ha de comprender la belleza que se encierra en sus diseños, la simbología que representan y los valores que promulgan, siendo capaz de repetir estos conceptos desde su fuero íntimo, con convicción y conocimiento absoluto de cada elemento, tanto para asentar su sentimiento de nacionalidad y pertenencia a la Patria como para poder expresarlo frente a terceros, sean éstos conacionales o extranjeros.
Fig 8: El Pabellón Nacional
El niño ha de prometer la Bandera en la edad de 6 años. Este Acto es de profunda importancia para el desarrollo del sentimiento nacional, se realiza el día 19 de junio, día del nacimiento de nuestro Prócer el General José Gervasio Artigas. En fecha de tal solemnidad, en acto público y con la concurrencia de todo el cuerpo docente de la Escuela, los padres de los niños y las autoridades competentes disponibles, se procederá a tomar la 16
promesa de defensa del Pabellón Nacional a todos los niños que a esa fecha hayan cumplido la edad de 6 años. Es un acto hermoso, cargado de alta significación para todos sus integrantes, aún para los más pequeños, que quizás no se encuentran en estado intelectual de comprender la importancia del mencionado evento, pero ya lo han de sentir como propio.
Fig 9: El Escudo Nacional
Fig 10: La Escarapela Nacional
Fig 11: La Bandera de Artigas
Fig 12: La Bandera de los Treinta y Tres
Fig 13: El General Artigas
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ORGANIZACIÓN DE LOS NIÑOS EN EL ESPACIO ESCOLAR Como es bien sabido, los niños se distribuyen en clases y aulas de acuerdo a su edad, desarrollo intelectual y la capacidad locativa de cada establecimiento escolar. EL AULA Dentro de cada aula han de integrarse grupos de no menos de 10 niños ni más de 25. por fuera de esos límites numéricos el Estado se encontraría en problemas, ora de financiación (en caso de grupos reducidos), ora de control social (en caso de grupos sobrepoblados). EL PATIO La permanencia de los niños en el patio de la Escuela estará signada por los eventos que son propios de este sector a cielo abierto del establecimiento educativo. Son éstos: - la entrada de la jornada escolar - el recreo a mitad de la jornada escolar - la salida de la jornada escolar - actos públicos, recibimiento de autoridades e invitados especiales, etcétera Por motivos de pública comprensión no se glosarán en este texto eventos tales como kermeses, bailes, actos sociales de sociedades de fomento y/o cualquier otra instancia en la que la Escuela obre únicamente como facilitador de una dimensión locativa. Es de tenerse siempre presente, no obstante, que la utilización del establecimiento escolar como sede de actividades no curriculares y/o educativas habrá de ser debidamente solicitada y oportunamente aprobada por las autoridades competentes. La Escuela es una segunda Casa, una representación de la Patria, y por tanto merece el mismo tratamiento respetuoso y dedicado que se les otorga a aquéllas otras instituciones. La entrada y salida de la jornada escolar son instancias de honda importancia simbólica y educativa, por tanto instauran en el niño la noción de comienzo y finalización de una actividad, así como el concepto del orden, fundamental para la correcta vida en sociedad. Pertenecemos todos a una Patria regida por un Estado Nacional, un País organizado por leyes y conveniencias sociales aceptadas por todos sus ciudadanos, por tanto debemos atenernos a esas reglas de relacionamiento o atenernos a las consecuencias que la Ley tiene previstas para cada infracción. 42
Estos dos momentos, entonces, han de desarrollarse de acuerdo a las normas establecidas por las autoridades competentes. LA FILA La forma óptima de organización de los niños es la formación de filas. Han de separarse los varones de las mujeres en dos filas claramente señalizadas y debidamente distanciadas. Las clases son mixtas en toda la educación pública, no obstante es prioridad de la institución escolar marcar y mantener separadas a las personas de distintos sexos en las circunstancias correspondientes a la formación de la personalidad. Recordemos siempre que estamos trabajando con seres humanos en formación y por tanto no podemos escatimar en elementos para su correcto desarrollo.
Fig 28: No es lo mismo un varón que una niña.
Fig 29: Niños formando la fila
La fila se compone entonces por la totalidad de niños de uno u otro sexo, ordenados por la altura, natural forma de diferenciación entre los seres humanos, desde el más bajo hasta el más alto de los integrantes del grupo. Los niños se separarán entre sí extendiendo su brazo derecho hasta situarlo de forma perpendicular a su cuerpo, tocando el hombro derecho 43
de su compañero de adelante apenas con la punta del dedo mayor. Mirará fijamente a la nuca del compañero que de adelante, y mantendrá esa posición mientras se finaliza la formación de todo el cuerpo escolar. En caso de niños lisiados en el brazo derecho, sea por quebradura, herida o falta de parte o todo el miembro, se podrá utilizar como medida la extensión de su brazo izquierdo. Para casos de niños lisiados de ambos miembros de forma permanente existen centros educativos especializados, donde estas situaciones están debidamente previstas.
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EL RECREO El recreo es, por definición, una instancia de socialización, esparcimiento y descanso, por tanto es prácticamente imposible por la ciencia educativa enumerar las actividades que pueden desarrollarse durante su transcurso. A modo de ejemplo podemos mencionar alguna de las actividades que pueden desarrollarse durante este lapso de tiempo dentro de la jornada escolar: la merienda, el juego de palmas, pelota y/o mesa, el simple descanso a la sombra de contenientes árboles, la apreciación de los fenómenos meteorológicos tales como el cambio de la forma en las nubes, el movimiento solar e incluso el accionar del viento, etcétera. Tarea más sencilla y necesaria es, sin embargo, listar y reconocer las actividades que NO pueden ni deberían desarrollarse durante el recreo ni en ningún otro espacio de la Escuela: las correrías, los juegos con violencia física y/o verbal, las peleas a golpe de puño, puntapié, tirón de pelo y otras agresiones, la destrucción por parte de los niños de materiales tanto propios como ajenos, sean de origen natural o confeccionados por el hombre, la huída del local escolar, la ofensa a iguales y superiores, así como tampoco está permitido la permanencia, salvo casos debidamente solicitados y autorizados por la Dirección del establecimiento, de ningún niño en las Aulas y otro sector cualquiera del establecimiento escolar que no sea el propio Patio. El recreo comienza y finaliza marcado por una señal sonora, pudiéndose realizar con un timbre eléctrico, campana de mano o a viva voz en caso de falta de electricidad o un elemento sonoro. La operación de esta señal siempre será efectuada por la Dirección del centro educativo, ya sea por el Director del establecimiento o por un funcionario por él designado.
Fig 30: Distintas herramientas para anunciar el comienzo y fin del recreo.
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