Luis Vañó Martínez, natural de Jaén

Page 1

luis vañó martínez

Proyecto Natural de Jaén

Universidad de Jaén





EDICIÓN: Servicio de Publicaciones, © 2014. Universidad de Jaén Colección Natural de Jaén - Fundaciones Culturales. Vicerrectorado de Extensión Universitaria, Deportes y Proyección Institucional. Universidad de Jaén EDITOR COORDINADOR: José Ángel Marín Gámez TEXTOS: Manuel Parras Rosa Luis Vañó Martínez Leocadio Marín Rodríguez ENTREVISTA: Rafael Quintana TRANSCRIPCIÓN ENTREVISTA: Rafael Quintana IMÁGENES PORTADA Y GUARDAS: Concha Ibáñez, “Olivos - Quesada”, 1990, óleo sobre lienzo, 100 x 90 cm., (fragmento) FOTOGRAFÍAS ENTREVISTA: Studiosur Producciones S. L., y José Ángel Marín DISEÑO: José Ángel Marín Gámez IMPRESIÓN: Gráficas La Paz de Torredonjimeno, S. L. ISBN: 978-84-8439-836-3 Depósito legal: J-237-2014 © De los textos sus autores © De las ilustraciones: Concha Ibáñez Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, sus ilustraciones o distintos contenidos, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna por ningún medio o procedimiento, sin la autorización escrita de los titulares del copyright y sin el permiso previo del editor.


Proyecto Natural de Jaén

Universidad de Jaén



Proyecto Natural de Jaén

LUIS VAÑÓ MARTÍNEZ

Universidad de Jaén



ÍNDICE

Presentación del Rector de la Universidad de Jaén.................................... 11 Manuel Parras Rosa Saluda del Alcalde de Baeza ......................................................................... 13 Leocadio Marín Rodríguez “Conversaciones entre olivos”....................................................................... 17 por Luis Vañó Martínez Entrevista a Luis Vañó ................................................................................... 59 por Rafael Quintana Reseña curricular de Rafel Quintana ........................................................... 75 Anexo ................................................................................................................ 77




10

Proyecto Natural de JaĂŠn


Luis Vañó Martínez

La andadura del Proyecto Natural de Jaén se ha convertido en una realidad edificante para la Universidad de Jaén, que quisiéramos también lo fuera para toda la provincia. La idea inicial surgida con el objetivo, en primer término, del reconocimiento de personas destacadas por su trayectoria en alguno de los ámbitos del conocimiento, está dando sus frutos. Es sabido que el reconocimiento no es un fin en sí mismo, sino una consecuencia que, a veces, tiene lugar felizmente como resultado del trabajo continuado y del esfuerzo sostenido a lo largo del tiempo. Además, la dinámica del reconocimiento creo que puede ser una valiosa herramienta estratégica para los colectivos que se trazan metas. A su través, los cambios de mentalidad no parecen imposibles y el derrotismo puede ser vencido, como es el caso que hoy nos concita, apreciando que otros semejantes nuestros y pertenecientes a nuestra comunidad han logrado razonable éxito armados de tenacidad y ahínco. Quizá incluso se podría aludir a la cultura del reconocimiento como un indicador del avance colectivo a través del devenir individual. El Rectorado de la Universidad de Jaén comenzó en su día a impulsar el Proyecto Natural de Jaén con un propósito que no era unívoco. No podía ser de otro modo pues nuestra Universidad tiene un compromiso decidido con nuestra provincia y con su desarrollo. Así quedó sustanciado el Proyecto Natural de Jaén tras adquirir la cualidad de Marca Nacional. La distinción que integra el Proyecto Natural de Jaén gira hoy en torno a la persona y trayectoria profesional de Luis Vañó Martínez (Bocairente, 1929). Licenciado en Ciencias Económicas y en Derecho, Master of Arts in Economics por la Universidad

11


12

Proyecto Natural de Jaén

de Chicago, e Ingeniero Superior Honoris Causa por la Universidad de Metz (Francia). Hombre de indiscutible valía y actual Presidente del Grupo Castillo de Canena. En la singladura del Proyecto Natural de Jaén contamos con el patrocinio de la empresa Gráficas La Paz de Torredonjimeno, con cuyo apoyo decidido la Universidad quiere distinguir y realizar especial mención a todas aquellas personas originarias o vinculadas a Jaén y su provincia. Se trata, pues, de un reconocimiento desde el ámbito universitario aunque con alcance general, con particular atención a la vinculación con lo local con el que se entroncan las personalidades distinguidas. Todos ellos personas que entrelazan su destino con el de esta tierra, mujeres y hombres de acreditada trayectoria profesional que por su proyección pública dentro o fuera de nuestras fronteras han desplegado y desarrollan una labor merecedora de distinción en el campo científico, artístico, cultural, técnico o del emprendimiento. Estas distinciones tienen un efecto tangible y una repercusión en la sociedad de Jaén mediante una serie de actuaciones concretas que dejan constancia de los mismos para los jiennenses de hoy y para las generaciones futuras. Estoy convencido de que el Proyecto Natural de Jaén contribuye a superar rancios complejos y neutraliza los argumentos sombríos que tanto han pesado durante décadas sobre esta tierra.

Manuel Parras Rosa Rector de la Universidad de Jaén


Luis Vañó Martínez

La distinción del Proyecto Natural de Jaén que este año recibe Luis Vañó Martínez, ha sido un reconocimiento justo que la Universidad hace a uno de los suyos, a uno de los nuestros, a un jiennense Natural de Jaén como su aceite, ese aceite que es la seña de identidad de nuestra tierra. Un reconocimiento que premia su dedicación y aportación a nuestra provincia y a su desarrollo, pero que a la vez compromete al distinguido a seguir en la brecha, dando lo mejor de él mismo. Como alcalde de Baeza, una ciudad de larga tradición universitaria, quiero aplaudir y agradecer esta iniciativa de la Universidad de Jaén que pone una vez más de manifiesto, como ha señalado en numerosas ocasiones su Rector, “que es una institución viva, dinámica, implicada en la transferencia del conocimiento y que cuenta siempre con la sociedad jiennense, dispuesta a mejorar las condiciones de vida de nuestros ciudadanos, y más en unos momentos como estos donde los medios y recursos han experimentado importantes recortes. Por todo ello no puede estar ajena al pulso de la provincia, haciendo posible iniciativas de este tipo que realizadas en el ámbito académico lo trascienden e inciden claramente fuera de él. Desde el Ayuntamiento nos sentimos orgullosos de contar con ciudadanos emprendedores como Luis Vañó que además han confiado en su tierra para invertir y crecer, apostando por el futuro. Cuenta en su haber con una larga trayectoria profesional y vital, difícil de resumir y condensar en estas líneas, aunque bien podíamos destacar que su imagen se correspondería con la de un hombre del Renacimiento. Todo ese ímpetu y experiencia es lo que ha trasmitido a su familia, a sus hijos, que han tomado las riendas de la empresa. Decía Séneca que “el galardón de las buenas obras es haberlas hecho. No hay otro premio digno” y en este sentido podemos afirmar que a lo largo de su vida ha reci-

13


14

Proyecto Natural de Jaén

bido muchos galardones, aunque no por ello ha perdido la distancia con sus raíces y con la realidad más próxima. Sus logros no son azarosos sino que forman parte de su actitud y de la propia mística del trabajo, desarrollada cotidianamente, como elemento ineludible para el progreso. Sólo me queda reiterar en mi nombre y en el de la ciudad a la que represento, mi felicitación por este reconocimiento, que no es material, sino todo lo contrario, es ante todo un reconocimiento espiritual y honorifico, desde la Universidad, a la que se suma el Ayuntamiento de Baeza, y le damos las gracias por ese esfuerzo y empeño que ha puesto en su día a día para que sirva de ejemplo y de acicate a tantos jienenses que desarrollan su trabajo en pro de mejorar y desarrollar nuestra provincia.

Leocadio Marín Rodríguez Alcalde de Baeza


Luis Vañó Martínez

15


16

Proyecto Natural de JaĂŠn


Luis Vañó Martínez

Conversaciones entre olivos

COMO INTRODUCCIÓN al documento que el amable lector tiene entre las manos se han de permitir unas líneas previas y justificativas, una somera y preliminar explicación acerca del estilo directo y en primera persona en el que han sido redactadas la páginas que siguen. Es así, pues en estos párrafos, de algún modo, quisiera abrir un diálogo con los hipotéticos interlocutores que son destinatarios de este texto. Se trata pues de una suerte de conversación inacabada, que me tomo la licencia de iniciar ahora, y que en su formulación permanecerá abierta para ulteriores ocasiones que sean propicias. Por ello avanzo en voz propia mis percepciones, experiencias, opiniones, planteamientos y pensamientos, y lo hago sin mayores artificios ni complejidades literarias. Quizá omita palabras o cometa errores, casi como sería previsible en la expresión oral, y por ello pido disculpas. No obstante, he aquí mi empeño en este género narrativo que en tono de “confesiones” (salvadas las distancias y a la manera de Jean Jacques Rousseau), sirvan de cimiento a mis actuales consideraciones como hombre y como profesional. Sin embargo, lo que ha aquí dejo escrito son algo más que unas simples memorias o confesiones, pues hago a muchos partícipes de los hechos singulares en mi vida no sólo en lo profesional. Expongo testimonios de mi mismo con el acierto del que soy capaz, revelo datos biográficos y de algún modo desnudo el alma, a veces en el registro intimista del paseante solitario y en otros tramos con la objetividad del cronista, a menudo con el entusiasmo de la vida compartida con mi

17


18

Proyecto Natural de Jaén

mujer, mi familia y cuantas personas tengo cerca y, desde luego, con todos aquellos que han cruzado sus pasos con los míos en esta trayectoria vital. Importa, a la postre, que de todo ello quede constancia –por escrito- y que si en algo fuere útil mi experiencia humana y profesional, sirva al desarrollo de esta tierra, en definitiva, sea beneficioso para las mujeres y hombres que la habitan desde tiempo inmemorial. Voy a ello enseguida, teniendo como telón de fondo la relación profunda de nuestra familia con el campo y los olivares de Jaén desde 1780. Y no puede ser de otra forma ya que desde entonces nuestros antepasados continuaron con la tradición familiar y el saber hacer que se ha transmitido a través de generaciones y prosigue hasta hoy. Si bien, ha sido en los últimos años cuando decidimos llamar a nuestros Aceites Vírgenes Extra “Castillo de Canena”, nuestra casa familiar, un precioso castillo del siglo XVI ubicado en el Jaén de mi arraigo.


Luis Vañó Martínez

I. La concesión de este importante premio a mi modesta persona es una buena prueba de la gran generosidad que siempre la Universidad de Jaén ha mostrado hacia las actividades de nuestra familia. ¡Qué gran honor para mí figurar junto a los galardonados en anteriores convocatorias al Proyecto Natural de Jaén! Temo no estar a la altura de este tan preciado e importante galardón. Así las cosas, me ha dado mucha moral el ejemplo del Arquitecto Berges, algo mayor que yo, poco, que imparte un magisterio pleno de rigurosidad profesional y a la vez pletórico de humanismo. La concesión del premio a los profesores José López Barneo y Tomás Palacios, es más que merecida por su importantísima labor de investigación y docencia en bien de la Humanidad. Y finalmente, Carmen Linares, admirada como cantante y como señora. Excepcional figura de nuestro más entrañable arte. Procuraré pergeñar estas páginas con aquella recomendación de Maese Pedro en su retablo: “Llaneza muchacho, y no te encumbres, que toda afectación es mala”, tan aplicable a mí, como a su engolado y joven ayudante. Para la redacción de estas notas me he visto obligado a hacer un viaje retrospectivo a toda mi vida pasada desde la atalaya de mi avanzada edad. A esta llamada he de confesar que han acudido en tropel numerosas vivencias, sentimientos, recuerdos, momentos alegres, tristes, angustiosos, que a todas luces ya no existían prácticamente. He comprendido ahora aquella máxima platónica que dice “recordar es crear” al salir a la luz lo que ya no tenía vida. Sería bueno que personas con mucho vivido y olvidado hicieran este mismo ejercicio, ya que estoy seguro que le reportaría buenas vibraciones. Por otra parte no puedo ocultar cierto pudor al hablar o escribir sobre mi vida privada, con la fundada inquietud de que presente poco interés para el curioso lector. Finalmente, puntualizar que cualquiera que sean los posibles méritos para la concesión de este premio, lo comparto –y no es una mera cláusula de estilo– con todas aquellas personas que en el ámbito familiar o empresarial me han apoyado. Mención especial merecen a este respecto mi mujer, Rosa María y mis hijos Paco

19


20

Proyecto Natural de Jaén

y Rosa María. En este sentido si quisiera dejar claro que me considero un hombre de gran suerte a lo largo de mi ya prolongada peripecia vital. Se suele decir que lo importante en esta vida es estar en el lugar oportuno en el momento adecuado. Yo matizo este dictum para afirmar que lo verdaderamente crucial es tener al lado en cada momento al hombre o la mujer que con su apoyo, amistad y cariño mejora la situación y perspectivas de tus días. Y por suerte, Providencia o azar esto siempre me ha ocurrido a mí en los diferentes estadios de mi vida. Si bien es verdad que nadie elige el lugar y la familia en los que nace, he de confesar que el azar me situó en dos lugares óptimos. Primero, la ciudad de Baeza, joya del arte, con espléndida tradición académica, fundamentalmente agrícola, anclada en el pasado y por tanto con reducido dinamismo, pero quizá por eso más entrañable. Mi familia, acomodada, y con una permanente presencia en la atmósfera diaria de una correcta educación y en donde el olivar y el aceite ocupaban un lugar primordial, junto con la música. En efecto, la familia tenía olivares y dos almazaras con cuatro prensas (La Trinidad y San Francisco) y una extractora de orujo. El tema musical procedía de mi madre, que había hecho la carrera de piano, armonía y composición y virtuosismo con el maestro Conrado del Campo, quien le aconsejó que dadas sus notables facultades musicales se dedicara por completo a la interpretación: “Vicentita, no se case, su futuro está en el piano”. Nada más lejos de la realidad, pues se casó muy joven y en siete años de matrimonio tuvo siete hijos. Yo era el primogénito.


Luis Vañó Martínez

La vorágine del 36 que siguió a varios años de profunda depresión, se llevó por delante a algunos miembros de la familia entre ellos a mi padre. A pesar de lo doloroso e injusto que puede resultar la muerte de mi progenitor a la temprana edad de 34 años, mi madre nos inspiró siempre sentimientos de perdón y piedad y nunca de odio. Muchos años después tuve ocasión en la Universidad de Colorado en la que inicié un período formativo previo, de asistir a un seminario que impartía el profesor Malafakis (creo que era de la Universidad de Pittsburgh) quien había dedicado un año sabático a estudiar la situación social española que plasmó en su libro “Historia de las Revoluciones Campesinas en el primer tercio de siglo XX”. La descripción que este profesor nos hizo de la situación económica y social en Andalucía era descorazonadora. Altísima tasa de desempleo, similar a la de analfabetismo, familias de numerosos hijos y grave situación de hambre, sólo paliada por la precaria solidaridad familiar, ya que no existía ayuda alguna del Estado. Esta situación que había creado

21


22

Proyecto Natural de Jaén

tanta desesperación, era un excelente caldo de cultivo para la proliferación de consignas de violencia. La muerte de un ser humano no puede justificarse ni aún en esta situación límite, pero si pude comprender lo acertado de las enseñanzas de mi madre de que mirásemos con perdón a los que nos infligieron tan dolorosa pérdida. En las difíciles circunstancias de la guerra civil no puedo dejar de mencionar el apoyo que con discreción nos prestaban los trabajadores de las fábricas y los del campo, que de este modo paliaban la precaria situación económica de la familia (todo nuestro patrimonio productivo había sito incautado) y correspondían así al afecto y generosidad que mi familia les había otorgado en el pasado. Finalizada la Guerra Civil, se acaban nuestras penurias económicas y recuperamos –hay que decir que en bastante buen estado– tanto las almazaras como el campo. Cuando en el verano del 39 fuimos a visitar a nuestra abuela materna a Bocairente, en la provincia de Valencia, aproveché para examinarme de ingreso en el Instituto de Alcoy, un vetusto caserón que como en tantas otras ocasiones antes había sido un convento. Nos anticiparon los resultados. Por mis buenas notas yo estaba orgulloso y eufórico, y la mayor parte de los examinandos nos fuimos a dar un paseo a la espera de que nos dieran el correspondiente certificado. Fue entonces cuando por primera vez en mi corta vida, diez años, me enfrenté con el frío rostro de la muerte. Todo sucedió con increíble rapidez. Yo paseaba delante con algunos de mis compañeros cuando súbitamente oímos gritos y llantos desgarradores en el grupo de atrás. El desgraciado suceso se debió a que en el gran puente sobre el río Serpis en Alcoy, alguien tuvo la descabellada idea de hacer pasar un cable de alta tensión lateralmente y algo por debajo de la calzada protegiéndolo con un enrejado para que nadie pudiera tocarlo. Desgraciadamente un niño al orinar quedó instantáneamente electrocutado al crear el líquido un cortocircuito. La visión de su cara amoratada con sus grandes ojos abiertos e inmóviles me acompañó en numerosas ocasiones en mis pesadillas. Cuantas veces me he acordado de la gran tristeza de la muerte de un niño oyendo la música que con tanto realismo, desgarro y belleza compuso sobre este tema Gustav Mahler en sus cinco Kindertoten Lieder.


Luis Vañó Martínez

II. Me mandó mi madre a estudiar el primer curso de Bachillerato al Colegio de San José de los Jesuitas, en Valencia. Gran colegio, excelentes profesores y muy buen ambiente entre todos los compañeros. Pero me sentía enormemente triste, echaba de menos a mi madre, a mis hermanos, al campo y a Baeza. Afortunadamente el resto del Bachillerato lo realicé en el Instituto de Baeza y he de decir con un expediente académico brillante. ¡Qué suerte vivir allí! Ello nos ofrecía un marco histórico inigualable, una arquitectura urbana de gran belleza, y todo rodeado por el encanto de una cierta decadencia, que hacia sus calles silenciosas por las que la gente andaba con sosiego y con tantos buenos amigos con los que compartía estudio, juegos y excursiones. Así, poco a poco nos íbamos haciendo sensibles a las cosas bellas. En casa teníamos cientos de libros que hojeábamos con fruición a pesar de que su número resultó gravemente disminuido por la gran pira de “fuego purificador” que nuestro mentor –un notable sacerdote tío nuestro, Antonio Martínez Melero, al que todos los hermanos debemos mucho, especialmente yo– organizó para destruir los maravillosos obras que mi padre compró cuando se clausuró el Casino de Artesanos de Baeza, porque muchos de esos espléndidos libros no seguían la línea de la ortodoxia católica. Este mundo que ahora evoco, ya desaparecido, sigue vivo sólo en el recuerdo, pero sigue siendo de alguna manera mi mundo. Alguien dijo que la verdadera patria del hombre es su infancia. El Instituto tiene una prestancia digna de una Universidad, que es lo que fue durante casi tres siglos. La solemne fachada principal, el espléndido patio porticado de los recreos y las austeras aulas renacentistas eran el mejor marco para la docencia. Pero sin duda alguna el cuadro de profesores era realmente un privilegio. En efecto a aquellos de la plantilla normal, se incorporaron los sabios docentes de talla nacional como Jaime Vicens Vives o Jose Manuel Camacho, quienes al parecer fueron forzosamente trasladados a Baeza por ser represaliados. Así el profesor Vicens Vives nos acercaba a la historia como una compleja experiencia colectiva con sus innumera-

23


24

Proyecto Natural de Jaén

bles aspectos geopolíticos, culturales, económicos o sociales. El profesor Camacho, con quien íbamos a las murallas las madrugadas de los 21 de Marzo, mientras que él estuvo en Baeza, a recibir a la primavera, y en las clases nos leía a Garcilaso, Juan Ramón, Gerardo Diego. Era éste un mundo de enseñanza apasionante en el que resultaba fácil interesarse por la cultura. A pesar de la orfandad de los siete hermanos, nuestra infancia fue feliz, educados en el amor por mi madre y mis abuelos maternos, conjuntábamos la excelente experiencia de nuestro estudio, con largas estancias en “Los Caños”, la casa de campo que mi abuelo le compró el 1904 al Marqués de San Miguel. Allí vivíamos la alegría de las estaciones, las primeras lluvias de otoño, la explosión de la naturaleza en primavera, la penosa y manual recolección de la aceituna, la matanza en invierno y los interminables baños en los cálidos veranos, todo esto junto a los trabajadores y sus familias. En este marco no es de extrañar que los siete hermanos nos sintiéramos inmensamente felices sin necesidad de las visitas de amigos. Ya en el 1945 mi madre decide que nos marchemos toda la familia a Madrid para que no nos separáramos los hermanos, y por mi parte yo decido empezar a estudiar en la nueva Facultad de Ciencias Políticas y Económicas, en la sección de Económicas, sin más motivación especial que las favorables perspectivas profesionales que esta nueva carrera parecía ofrecer. Es verdad que a medida que avanzaba en estos estudios me iba cada vez interesando más, especialmente la teoría Económica que enseñaba en el 2º curso un excelente maestro, el profesor José Castañeda, con el que como luego diré, tuve el honor de colaborar. Finalizada la licenciatura en Ciencias económicas en 1950, inicié los estudios en la Facultad de Derecho y cuando una vez hube acabado estos en el 1953, tomé la decisión de marcharme al extranjero, animado también por mi fraternal amigo Fernando Sartorius; con quien compartí inolvidables vivencias en Francia e Inglaterra. Viajar y estudiar en el extranjero es ahora de lo más natural, pero en los primeros años 50 se podía considerar un verdadero privilegio. Disfruté fuera de España de una excepcional experiencia personal muy enriquecedora, al ponerme en contacto con otros


Luis Vañó Martínez

modos de vida, distintas escalas de valores, comportamientos chocantes en un principio y aceptados de buen grado después, de alguna manera me permitió conocer y vivir en un mundo nuevo que ciertamente me cambió mi mentalidad anterior. ¡Qué maravilla fue respirar a pleno pulmón, con total libertad! Fue en París, donde seguí los excelentes cursos de “Civilization Française” de la Sorbonne para después de unos meses irme a Inglaterra a estudiar filología inglesa en la Universidad de Reading. Conocer idiomas en profundidad supone una importantísima ayuda en el devenir profesional. Pero tener un mero conocimiento somero de ellos es por desgracia totalmente inútil. Vuelto a Madrid me matriculo en los cursos del Doctorado en las Facultades de Economía y Derecho, a la vez que el catedrático don José Castañeda me nombra profesor auxiliar a cargo de las clases prácticas de su asignatura Teoría Económica, 2ª. Y es precisamente en el curso de doctorado de Económicas donde me encuentro con mi mujer Rosa María, que el año antes había acabado brillantemente su licenciatura y logrado en la reválida de la carrera –imprescindible para el doctorado– la nota máxima de sobresaliente, mientras que cuando yo lo había realizado unos años antes solo había obtenido un notable. Hago una pausa aquí, porque el azar jugó otra vez en mi favor, al encontrar una mujer inteligente, trabajadora, educada y leal en la que descansé la no fácil tarea de educar a los hijos, dejándome así mucho más tiempo para mis actividades profesionales. Una vez que finalizamos con notas brillantes los cursos del doctorado, la Compañía Hidro-Eléctrica de Moncabril, más tarde comprada por Iberduero, ofreció a Rosa María un puesto interesante como economista, propuesta ésta a la que –con vergüenza confieso- me opuse terminantemente. Hoy no se podría entender una tal decisión, pero hay que pensar en los criterios de un jiennense hace sesenta años. Realmente para ella fue una frustración en su desarrollo profesional, pero tanto mis hijos como yo tenemos una deuda inmensa de gratitud por su cariño, desvelos y apoyo en los más de 58 años transcurridos. Así, mi gran error resultó muy positivo para el resto de la familia.

25


26

Proyecto Natural de Jaén

Durante todos esos años me enamoré de la montaña. El equipo lo formábamos Luis Basurto, muerto prematuramente cuando como diplomático era Consejero Económico de la Embajada Española en Washington, Paco Gómez-Rodulfo y yo. Organizábamos excursiones a Gredos, Guadarrama y practicábamos escalada en la Pedriza. En Jaén teníamos organizados itinerarios de varios días en la Sierra de Cazorla, de cuya logística se encargaba eficazmente Fernando Sartorius. Recuerdo nítidamente que vivimos una horrible tormenta con numerosos rayos ante los que te sientes impotente y piensas que ha llegado tu última hora. Decidimos salir de la tienda de campaña, separarnos de los árboles y rocas y buscar un prado donde al tendernos en la hierba atraeríamos menos los rayos. Lo pasamos realmente mal. Felizmente acabamos sanos y salvos pero empapados. Años después tuve ocasión de hacer una excursión de montaña en Suiza, un verdadero paraíso, y recuerdo especialmente la travesía del glaciar de Glaris, donde te tranquilizaba al atravesar las grandes grietas las medidas de seguridad de mis compañeros suizos de cordada, ya que en cualquier circunstancia de peligro para uno de nosotros el resto anclaban los piolets. Toda precaución era poca porque la caída en hielo suele ser fatal. Todo este mundo acabó abruptamente los primeros meses de casado por la razonable prohibición de Rosa María que me instaba a ser consecuente como cabeza de familia. Me quedó el recuerdo de la plenitud que sientes al superar un obstáculo o lograr una cima. No echo mucho de menos esta actividad, porque pronto la sustituí


Luis Vañó Martínez

por largas caminatas entre nuestros olivos, que siempre parecen distintos por los juegos de luz, y que estoy seguro te agradecen la presencia y tus desvelos. Yo seguí en la cátedra de Teoría económica y D. José Castañeda que tenía una gran fe en mi capacidad docente, se puso en contacto con el profesor Earl Hamilton de la Universidad de Chicago para que ampliase estudios allí. Este objetivo se demoró por el ofrecimiento de un interesante puesto como economista en la Embajada Norteamericana en Madrid, que me enriqueció profesionalmente y además estaba muy bien remunerado. A los pocos meses Rosa María y yo nos casamos, corría el año 1957. Tres años después, y nacido ya mi hijo mayor Paco, pude realizar mi sueño de ir a estudiar a Chicago, en un momento en el que el sentir general era que viajan más fácilmente los libros que las personas. Afortunadamente el profesor Castañeda no era de esa opinión y preparó mi estancia allí, por cierto totalmente financiada por la Fundación Fullbright. Quisiera dejar constancia ahora de mi gratitud por la generosidad de la gran nación norteamericana, donde por cierto están ahora estudiando algunos de mis nietos. Apenas llegado a la Universidad de Chicago me di cuenta con gran alegría que era la institución que verdaderamente más me podía enriquecer como economista. Allí me encontré con Gloria Begué Cantón, ya en su segundo año, que desde el primer momento me orientó aconsejándome la mejor selección de las materias a elegir.

27


28

Proyecto Natural de Jaén

Se inició así una estrecha amistad entre nuestras familias de más de medio siglo, en la que siempre he contado con el consejo de Gloria, una de las mejores mentes de nuestro país en el campo de la economía. Desde su cátedra de la Universidad de Salamanca, logró crear una escuela de sólidos economistas, y de cuya facultad fue Decano, además de Senador por designación real y Vicepresidenta del Tribunal Constitucional. Guardo hacia ella una inmensa gratitud y una gran admiración y afecto por su excelencia profesional y por su gran humanidad que le permitió siempre ser consecuente con sus principios. Volviendo a la Universidad de Chicago me impactó que en una de las primeras clases nos repartieron una fotocopia de uno de los capítulos del libro “La Sociedad Opulenta” de John Kenneth Galbraith, en el que teníamos que describir los supuestos implícitos en el razonamiento del autor y criticar su análisis. Lo pasé mal, pero salí del trance con la inmensa satisfacción de que estaba justo en la institución ideal. Ni que decir tiene que me entusiasmó el profesor Milton Friedman –después premio Nobel– con su enfoque liberal, pues la libertad de elegir nos lleva en política a la democracia y en economía al sistema del libre mercado. A lo lejos se adivina la máxima de “la mano invisible del mercado como el mejor mecanismo para la asignación de recursos”, en la línea de Adam Smith y Alfred Marshall. Asimismo era convincente su énfasis en la economía positiva, que de ser así prestigiaría a la ciencia económica, situándola al nivel de las ciencias físicas, al crear modelos capaces de predecir el comportamiento de individuos y colectivos humanos, que en muy distintos campos aplican el principio de la búsqueda de la utilidad. Este análisis se hacía extensivo a las inversiones en capital humano así como a conductas no estrictamente económicas, como las decisiones familiares del número de hijos (Schultz) que después sería ampliado a otros campos del comportamiento humano por el recientemente fallecido Gary Becker, también premio Nobel. Otra importante directriz es la limitación de la actividad de los Gobiernos y en general del sector público, así como el criterio monetarista de limitar el crecimiento de la masa monetaria a un avance constante, como la mejor manera de luchar contra la inflación.


Luis Vañó Martínez

Esta máxima no siempre seguida, fue más adelante la inspiración para la profesionalización e independencia de los bancos centrales. Estas teorías inspiraron las políticas económicas de los países desarrollados sobre todo a partir de la crisis energética de los 70, cuando la aplicación de las directrices keynesianas no fueron capaces de corregir el ciclo, con el consiguiente sobrecalentamiento de las economías avanzadas. Los grandes éxitos de esta política, nos lleva a valorar el criterio liberal en la economía como una de las mayores contribuciones históricas al progreso humano y al bienestar social. En definitiva, el objetivo de esta docencia no era otro que dotar a los estudiantes de esta Universidad de herramientas y criterios que permitieran analizar, comprender y explicar el comportamiento humano, ya fuera como empresario, consumidor o miembro de una familia o un colectivo.

29


30

Proyecto Natural de Jaén

III. A la vuelta de Estados Unidos, mi incorporación profesional a España se vio claramente potenciada por el nuevo título universitario obtenido en Chicago, dándome ocasión de trabajar como consultor con grandes sociedades internacionales: Owens Illinois, Mellon Bank, Armour Corporation, Pitsbourgh Plate Glass, Dames and More, etc., cuya actividad acabó haciendo incompatible mis trabajos en la cátedra de Teoría Económica y en la Fundación Ford, en el seminario para el estudio de la financiación de las grandes sociedades españolas. En esta coyuntura aparece una vez más, un gran economista, formado en la Universidad de Cambridge, compañero de Rosa María y cordial amigo nuestro, Antonio Sánchez Pedreño, quien me presentó para lograr en el 1965 mi primer puesto en el sector bancario, como Secretario General Técnico del Banco Europeo de Negocios, cuya propiedad se repartía entre el Banco Popular (50%) y un grupo de los mejores bancos europeos, Hambros Bank, Societe General, Bayerische H. Bank y un norteamericano, el National Bank of Boston. Fue esta una experiencia enormemente provechosa tanto personal como profesionalmente, ya que me permitió familiarizarme con la Banca internacional. Cumplo esta deuda de gratitud con Antonio, que alcanzó puestos en consonancia con su excelencia profesional, como Director General del Banco de España o Consejero-Delegado del Banco Atlántico, aparte de figurar como encargado de Cátedra en la Facultad de Ciencias Económicas. Fueron estos unos años felices en el Banco Europeo de Negocios, donde trabajábamos intensamente en temas apasionantes (uno de los que más orgullosos estábamos era la promoción de la gran planta de acero inoxidable, que finalmente captó el Banesto ante nuestra gran frustración) con Manolo Laffón, entrañable amigo, dotado de una gran inteligencia y gran colega y bajo la presidencia de José María Arana, persona íntegra y cordial. Unos años más tarde recibe el banco el encargo de la sociedad Pedro Domecq, de realizar un análisis de mercado nacional y extranjero para establecer unas políticas cor-


Luis Vañó Martínez

porativas a largo plazo. Con el equipo de la Secretaria General Técnica realizamos el trabajo que presenté al Consejo de esa sociedad. Dos meses después, me convocaron nuevamente para, con gran sorpresa mía, ofrecerme el puesto de Director General de su grupo empresarial con unas condiciones económicas imposibles de rechazar. Como se puede suponer, el cambio fue drástico. Vivir fuera de Madrid, encarar la problemática de una gran sociedad productora de bienes de consumo y con una gran capacidad exportadora y aplicar un programa urgente de diversificación de productos, ya que en el futuro se preveía una reducción en el consumo de brandy, y un estancamiento en el del vino de Jerez. El Consejo de la sociedad toma las oportunas decisiones para ampliar la gama de productos, incluyendo los vinos de mesa de la Rioja. Quisiera decir que mi experiencia en esta sociedad fue enormemente gratificante, ya que la naturaleza de los problemas era totalmente diferente a la de mi trabajo anterior a la vez que la gestión de los importantes mercados exteriores resultaba de gran interés. En el Consejo tuve la ocasión de trabajar y honrarme con su amistad con personas excepcionales como José Ignacio Domecq González, tan buen experto como caballero, Juan Pedro y Álvaro Domecq Díez, de grandes cualidades profesionales y humanas, los consejeros de la rama familiar Soto Domecq, siempre colaboradores, y Pepe Ramón Mora Figueroa, inteligente, trabajador nato y auténtico emprendedor. El trato que recibí por parte de la familia en esta etapa fue de gran afecto y generosidad, siéndome permitido excepcionalmente llegar a accionista, algo reservado exclusivamente a los miembros de la familia Domecq. Como decían con razón nuestros grandes clientes italianos “questa famiglia è molto signorile”. Entretanto había tenido lugar en el mundo un evento de gran importancia, la primera crisis energética, que multiplicó por diez el precio del petróleo. El resultado inmediato fue una transferencia masiva de riqueza de los países desarrollados, importadores, a las naciones productoras de petróleo. En un principio estas ingentes cantidades de fondos se materializaron en depósitos en grandes bancos internacionales, dada la limitada capacidad de gestión disponible en los países exportadores.

31


32

Proyecto Natural de Jaén

Se da un paso más al aplicarse programas de compra de participaciones accionarias en grandes sociedades internacionales, para proseguir en una segunda etapa creando instituciones financieras de capital árabe y occidental. En nuestro país y a tenor de este desarrollo, se modifica el marco legal en 1974 autorizando el Ministerio de Hacienda el establecimiento de bancos españoles con mayoría de capital extranjero. Así se crea en 1975 el Banco Árabe Español con la participación mayoritaria de Bancos libios, Kuwaitíes y argelinos. Por parte española eran accionistas minoritarios el ICO (Instituto de Crédito Oficial), el Banco Hispano, el Banco Central, el Banco de Bilbao y el Banco Español de Crédito. Y es precisamente a este nuevo proyecto bancario a donde se me invita a entrar como Director General para organizar la estructura operativa y el equipo humano, un auténtico privilegio para cualquier profesional. En esta institución trabajé hasta mi retiro –treinta y cinco años– los primeros años como director general y después como Presidente ejecutivo, cargos estos que compatibilicé con presidencias o consejerías de bancos y sociedades del grupo (Banco de Iberoamérica en Panamá, Banco Atlántico, Banco de la Exportación, Constructora Huarte y Cia.). Mención aparte merece mi nombramiento como Consejero Director General de KIO (Kuwait Investments Office) en España, quizá la más amarga experiencia en mi larga vida profesional, en la que me vi obligado a proponer la suspensión de pagos de todo el grupo –hasta ese momento la mayor de España– para la protección de sus activos, dada la delicada situación económica del conjunto de sociedades creada tanto por una coyuntura económica desfavorable, como por una gestión desgraciada, cuando no delictiva. (Torres Papel, Torres Kio, Ebro Azucares y Alcoholes, Ercros, etcétera).


Luis Vañó Martínez

En mi incorporación a Aresbank tuve la gran suerte de tener como Presidente un excepcional banquero libio –Abdulla Saudi– que unía a su excepcional liderazgo, una honestidad sin fisuras. Entre mis colaboradores de tantos años no me resisto a mencionar a mi segundo –Salem Zenaty– inteligente, leal y para mí como un hermano, a Javier Abad, Paco Puentes, Angel Calvo, Justo Trashorras y a tantos otros colegas y amigos cuya lista sería interminable. En el delicado momento de la transición española, en el que la problemática que presentaba el fin de la dictadura ofrecía serias dudas para los españoles y fuera de España no se confiaba en su éxito, el resultado lógico de esta situación era que los inversores internacionales no estaban dispuestos a asumir el riesgo soberano español. En esta coyuntura Aresbank prestó un gran servicio a España al canalizar depósitos a largo plazo por más de mil millones de dólares, cantidad que en la actualidad no nos impresiona, pero que en aquel momento suponían un tercio de las reservas internacionales de España. Realmente estábamos entonces orgullosos de haber prestado un gran servicio a nuestro país con la colaboración de Libia. Muchos años después, en 2007, el director de la Escuela Diplomática, Francisco Oda, me invitó a dar un seminario sobre mis dilatadas experiencias en el mundo árabe, lo que supuso un no fácil ejercicio de síntesis. Me referí entonces a mis primeros contactos -1975- con ese complejo mundo en el que me encontré con un heterogéneo mosaico de países con un nexo común a todos ellos: el islam compartido y la lengua que más o menos dialectal permitía comunicarse entre ellos, con la posibilidad siempre abierta de acudir al árabe clásico, inmutable desde hace quince siglos. A un occidental que empieza a conocer ese mundo le impresiona la omnipresencia del islam, la fe, la entrega en las manos de Dios, la aceptación sin reservas de su voluntad. Qué diferencia con la actitud occidental, que en gran medida como resultado de las sangrientas guerras de religión de los siglos XVI y XVII, se plantea a través del racionalismo y el enciclopedismo una desacralización de la sociedad europea moderna. Para ser franco mis primeros viajes a las naciones árabes, especialmente las del Golfo, fueron decepcionantes, incluso aquellos países que atesoraban grandes reservas

33


34

Proyecto Natural de Jaén

internacionales daban una sensación de atraso con infraestructuras obsoletas y con oficinas ministeriales que aprovechaban los antiguos edificios coloniales. Como botón de muestra, baste citar que en aquel momento se estaba construyendo el alcantarillado de Ryaad la capital de Arabia Saudita. Muchas de esas naciones eran muy jóvenes, porque no hacían mucho que habían salido de un largo periodo de colonización –primero por el imperio Turco y después por las potencias occidentales– con todo lo que esa situación conlleva de erosión de su identidad y autoestima. No quisiera dejar de mencionar el rotundo fracaso de todos los esfuerzos aplicados por los colonizadores europeos para la conversión al cristianismo de los musulmanes, incluso aquellos como los “Padres Blancos” franceses en los países del Norte de África en donde incluso mimetizaron ciertos signos exteriores de la liturgia religiosa islámica. El mundo árabe ha experimentado una evolución material y de incremento de riqueza en estos casi cuarenta años que bien se puede calificar de espectacular. Una verdadera metamorfosis. Se ha mejorado sustancialmente la gestión de estos inmensos patrimonios de tal manera que en estos momentos sus fondos de inversión mantienen ingentes participaciones accionarias en casi todas las grandes sociedades internacionales. Ni que decir tiene que las infraestructuras actuales se encuentran entre las mejores del mundo. Así mismo las enormes diferencias en las rentas per cápita entre las distintas naciones del mundo árabe se han mitigado. No quisiera extenderme más en describir la situación actual donde ciertamente existen graves tensiones, e incluso una guerra civil en Siria, que esperamos se resuelva del mejor modo posible.

IV. Quisiera hacer ahora un breve inciso sobre una peculiar experiencia de mi pasado. Se ha dicho que en los hombres, los cincuenta años es una edad crítica, porque representa un punto de inflexión en el que se inicia una lenta pérdida de vigor y un irreversible declive hacia la vejez. En esta ocasión es cuando se aconseja hacer algo


Luis Vañó Martínez

que sirva de revulsivo. Cualquiera que sea el caso yo me limité a cumplir un sueño antiguo: el volar. Así de espaldas a Rosa María (ella no lo hubiera nunca aprobado) hice el curso de piloto en la Escuela de Pilotos Civiles. Al caer en manos de mi esposa el carnet de “alumno piloto” me increpó diciéndome eres más bien “anciano piloto”. Tuve al final del curso una sorpresa, ya que fue la única vez en mi vida que se me ha ofrecido trabajo fuera de mi profesión. En efecto, el director de una compañía de fumigaciones aéreas estaba interesado en un piloto de mayor edad porque según me dijo eran mucho más prudentes. Realmente le agradecí la propuesta, que obviamente decliné. Durante diez años me divertí muchísimo volando –es el ancestral sueño de Ícaro siempre presente en el hombre– unas veces por placer y otras veces para asistir a reuniones de trabajo, claro está, siempre dentro de la península. Estos últimos vuelos se suspendieron drásticamente, ya que en una ocasión que volaba a Valencia en compañía de mis colegas, cuando por un fallo humano de mi copiloto al darme un falso parte meteorológico, nos vimos envueltos en una terrible tormenta de cumulus-nimbus que estuvo a punto de hacer que la avioneta se accidentara. Lógicamente el enfado de las esposas de mis colegas estuvo más que justificado. En paralelo a mi larga actividad profesional, he estado siempre en estrecho contacto con el olivo, la tradición familiar me compelía afortunadamente a ello. Esta relación con nuestra familia la tenemos documentada desde el 1780 en lo que respecta a la parte agrícola y desde el 1912 a la industrial cuando mi abuelo compra la almazara la Trinidad en Baeza al Marqués de Viana. En casa estaba siempre presente este amor ancestral por la tierra y por aquellos hombres que con su esfuerzo la hacían producir. Para ser franco, había también un componente egoísta, de íntimo agradecimiento, puesto que las rentas de nuestros queridos olivos hicieron posible la educación de todos los hermanos en un ámbito ciertamente agradable. Desde el punto de vista más personal, esta actividad lateral tuvo para mí más adelante un efecto mentalmente saludable, ya que durante los fines de semana y las vacaciones en el campo las tensiones profesionales de la actividad bancaria eran sustituidas por la preocupación del día a día de las explotaciones agrícolas.

35


36

Proyecto Natural de Jaén

Este amor por el olivar, que compartíamos todos los hermanos, se materializó en una actividad directa en este campo sólo en el caso de mi hermana Araceli, casada con un jiennense, Paco Montávez, hombre de grandes valores como emprendedor y como persona, cuyos siete hijos gestionan brillantemente las diversas líneas de negocios de su familia. Es explicable que por diversas razones otros hermanos no pudieran seguir la tradición como el caso de mi hermano Lorenzo, director general de cervezas Águila en Valencia y mis cuñados Conrado, catedrático, Francisco, Director General de Cepsa, o Ulises, Director Técnico de laboratorios farmacéuticos, casados respectivamente con mis hermanas Mari Pepa, Adela y Carmen. Así, poco después de la muerte de mi madre en 1976, y ayudado por mi buen hermano Paco, probo agricultor del olivar, desgraciadamente fallecido prematuramente en


Luis Vañó Martínez

1986, comencé la transformación de la tierra de calma heredadas en plantaciones de olivos de riego. Una vez que se convertían en estacas de 3 o 4 años, las parcelaba aprovechando las facilidades de financiación disponibles en esos momentos. Este simplista esquema lo repetí durante dos décadas, poniendo énfasis en aquellas fincas que por diversas circunstancias no se había aprovechado su potencial. Para ello tenía a mi lado a mi buen amigo y profesional agente de la propiedad inmobiliaria –Norberto Romero- que me señalaba posibles oportunidades de inversión que rápidamente visitaba, aunque la experiencia me enseñó que de cada diez visitas, sólo una resultaba realmente de interés. Trascurría después la ceremonia del trato, con la liturgia correspondiente de simular la rotura de las conversaciones, para llegar normalmente a cerrar la operación. Estas negociaciones en las que los corredores intentaban que el comprador y el vendedor se dieran la mano, cosa que como es lógico no ocurría hasta mucho después, me divertían tremendamente y así aprendí a adaptarme “al tempo” tradicional y al vocabulario que la ocasión exigía. Aunque este tipo de operativa podría haber sido considerada como “especulativa”, la realidad es que con una sola excepción, todas las demás ventas las realicé una vez que había llevado a cabo la mejora y transformación de las propiedades. Una ventaja adicional de esta actividad es que al parcelar fincas grandes contribuía al acceso a la propiedad de pequeños y medianos propietarios, quienes tenían asegurada la amortización de los créditos por la superior rentabilidad de la finca transformada. En estos casi cuarenta años hemos vendido 161.000 olivos a 226 compradores, y con los recursos propios –retribuciones elevadas por mi actividad profesional en la di-

37


38

Proyecto Natural de Jaén

rección bancaria y alta capacidad de ahorro– más las plusvalías obtenidas en estas operaciones con terceros, la familia ha concentrado en una sola finca familiar –el Conde de Guadiana– su explotación agrícola. En esta propiedad participa así mismo con un 30% una querida familia unida a la nuestra por una gran amistad de varias generaciones y también por lazos de sangre –Matji Arroquia–, ideales compañeros de viaje, por su actitud siempre generosa, positiva y su confianza en nuestra gestión. La trasformación de este campo de tierra de calma o de cereal en olivar intensivo se llevó a cabo de un modo gradual con fertirrigación. Fue una gran satisfacción vender las grandes máquinas cosechadoras (algunas de 300 caballos) y sustituir la siembra mecánica, la escarda química y la recolección mecanizada, todo con una reducida mano de obra, por la creación de riqueza y de puestos de trabajo que la plantación de olivar lleva consigo. En este sentido, nuestra explotación modelo de olivar ha exigido la continua colaboración de los recios hombres de la zona circundante: Larva, Jódar, Hornos de Peal, Peal, Quesada. Lo que ha supuesto el desembolso en sueldos y salarios en los últimos veinte años de 23,4 millones de euros. Ha sido para toda la familia una gran satisfacción el haber contribuido a establecer un núcleo de creación de renta y justas retribuciones salariales en un área tan necesitada de ello.


Luis Vañó Martínez

Haber empezado hace más de treinta años con la plantación intensiva multi-varietal y con fertirrigación se debe a los sabios consejos que en aquel entonces me proporcionaron Pepe Humanes, Pepe Fernández Galán y Miguel Pastor, por lo que cuando me describen como un autentico pionero de la nueva olivicultura, yo siempre respondo que fui muy bien asesorado por los mejores técnicos, porque esa fue la realidad. No quisiera dejar de contar un hecho que me resultó especialmente gratificante en relación a nuestra explotación agrícola. En una visita a sus parientes en Jaén, el Decano de la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Metz en Francia, Pierre Padilla, inteligentísimo, hijo de un emigrante español, visitó nuestra explotación agrícola el 2005. Quedó tan gratamente impresionado que un año más tarde se desplazó a Canena con cinco catedráticos y el Secretario de la Escuela para en un acto sencillo dialogar conmigo en profundidad sobre temas de técnica agrícola. Dos meses después, nos invitaron a María y a mí a Metz, donde en una ceremonia académica formal, incluidos ropajes rojos bordados en oro, recibí el Título de Ingeniero Superior “Honoris Causa”.

V. Tenemos en la familia la tradición de que cada generación ha de aportar novedades al proceso productivo agrícola o industrial del aceite de oliva. Así mi abuelo materno, instaló en los primeros años veinte una centrífuga Alfa Laval contra el criterio del maestro de almazara que presagió que sería un fracaso porque el aceite sometido a tantas revoluciones “se violentaría” con una gran pérdida de calidad, lo que afortunadamente no ocurrió. Mi padre, en su corta carrera profesional, aplicó a la planta extractora de orujo el nuevo disolvente –tricloroetileno– sustituyendo así al inflamable y peligroso sulfuro de carbono. A mí me tocó realizar las plantaciones intensivas fertirrigadas y después convertir la almazara en dos fases, tarea realizada

39


40

Proyecto Natural de Jaén

con mi buen amigo, paisano y socio Rafael Gómez Perez-Agua, brillante economista del Estado, antiguo Director General del Instituto de Crédito Oficial y por tanto Vicepresidente del Aresbank, en donde años después tuve su valioso apoyo como Adjunto a la Presidencia.

Capítulo aparte y con gran orgullo lo digo, merece la incorporación de mis hijos que han generado una auténtica revolución en todos los sectores de nuestro grupo productivo. Pero antes de desarrollar este importante tema, el lector me va a permitir que haga un inciso sobre el Castillo de Canena. Recuerdo que a principios de los años cincuenta organizamos una excursión el grupo de amigos de Baeza a Canena, fundamentalmente para visitar el Castillo. Me dio pena el estado de abandono en el que se encontraba entonces, pero fue un amor a primera vista. Muchos años


Luis Vañó Martínez

después, creo que fue el 82, inicié unas largas y sosegadas negociaciones con su propietario, el súbdito inglés George K. Wright, que ciertamente había realizado interesantes, aunque limitadas, obras de rehabilitación y consolidación del edificio, que compró a un promotor y constructor de Úbeda, Luis Delgado, el 1964. Tras largos parlamentos acabamos felizmente con un acuerdo que me permitió la adquisición del Castillo, para el que inmediatamente y en estrecha colaboración con las autoridades y arquitectos de Cultura y Bellas Artes, se redactó un plan director para la consolidación y rehabilitación de la totalidad de tan espléndida fábrica, plan que fue puntualmente realizado durante los siguientes cinco años. Es bien sabido que aunque hay antecedentes árabes –quedaría sólo el aljibe– es castillo calatravo, que D. Francisco de los Cobos al adquirir el señorío de Canena el 1537, encarga a Andrés de Vandelvira su conversión en alcázar, castillo-palacio, perdiendo carácter militar y ganando en habitabilidad. Desde esta fecha hasta el 1941 estuvo el Castillo en manos de los descendientes de Cobos, los marqueses de Camarasa, y en el último siglo de su propiedad mostró un triste estado de semiruina.

41


42

Proyecto Natural de Jaén

Ni que decir tiene, el amor con que he seguido todas las tareas de rehabilitación y la compra de tapices, cuadros y muebles para convertirlo en un hogar confortable. En esta larga residencia en Canena, la familia ha hecho lo posible para integrarnos en una comunidad de gente laboriosa, buenos agricultores y de gran dignidad personal. En este sentido hemos apoyado de buen grado, incluso económicamente, aquellos proyectos a favor del pueblo que nos han sido presentados. En verdad reconozco que nos sentimos felices viviendo en este agradable pueblo en el que estamos integrados. En Canena tenemos muchos buenos amigos, entre ellos la familia Torres –también de origen baezano- y Juan Serrano, actual diputado autonómico y gran Alcalde, que junto a Cristóbal Torres constituyeron un excelente equipo. No quisiera dejar de mencionar a doña María Ortega que con su generosidad y la colaboración de Alfonso Garzón, estableció una fundación para crear una residencia de mayores. A menudo nos preguntan si después de varias décadas en Canena todavía nos sentimos baezanos y siempre la respuesta es la misma todos los miembros de nuestra familia tiene doble nacionalidad. Los vínculos con esa querida ciudad de Baeza donde tantos y tantos amigos tenemos –empezando por el Alcalde Leocadio Marín, tan eficaz con entrañable– son realmente indelebles.


Luis Vañó Martínez

Para mí ha supuesto una gran alegría que esta inversión en el Castillo, se haya visto potencia por la decisión de nuestros hijos de utilizarlo como buque insignia para el desarrollo nacional e internacional de nuestras marcas. Si retomamos el tema de la incorporación de mis dos hijos mayores a la empresa familiar, he de aclarar que el tercero de ellos, nuestra hija Cristina, cuya formación universitaria transcurrió parte en el extranjero, se casó con Robert, súbdito holandés y vive allí con sus tres hijos desde hace doce años, por lo que no tiene conexión profesional con las empresas familiares. Por otra parte, nos sentimos orgullosos de nuestros diez nietos, que nos alegran la vida y aseguraran en su momento la continuidad de nuestro proyecto empresarial. Hace once años, en el 2003, tanto Paco, que trabajó en el Banco de Santander con nivel de Subdirector General, como Rosa María (todo el mundo la llama sólo Rosa) que era la directora de marketing de un gran sector de las bebidas de Coca–Cola, decidieron voluntariamente pedir la excedencia para incorporarse al grupo familiar. Aunque los dos están continuamente coordinados, Paco tiene como responsabilidad más cercana la supervisión de todos los temas agrícolas y el funcionamiento de la almazara, mientras que la estrategia, marketing, posicionamiento y creación de marcas, innovación y exportación corresponde a Rosa María. Dicho esto, reconozco con gran satisfacción que en lo relativo a la explotación agrícola se han aplicado criterios de respeto medioambiental, así como la aplicación sistemática de

43


44

Proyecto Natural de Jaén

medidas que contribuyen a un desarrollo sostenible. Así en el marco de la agricultura de Producción Integrada, se respeta la cubierta vegetal para evitar la erosión, se reduce la aplicación de productos químicos al mínimo posible, se optimiza el uso de recursos hídricos mediante sondas y anillos de tronco electrónicos, los restos de poda se usan como biomasa, se produce electricidad fotovoltaica que junto con la función clorofílica de nuestro bosque redunda en una continua reducción de la huella de carbono. Se ha dado un paso más, y en una sección de nuestro campo se aplica ya el sistema de producción Biodinámica, o arqueo-agricultura, que supone para el cultivo de los olivos que se utilice como único fertilizante nuestro propio compost, para cuya producción contamos con rebaños de ovejas, además de luchar contra las plagas con medios naturales sin aplicar insecticidas, por lo que tenemos numerosas colmenas, logrando así una mayor biodiversidad de la cubierta vegetal, así como la reforestación nuestra sierra con especies endémicas. Nuestro aceite de oliva virgen extra biodinámico se produce bajo la certificación Demeter, única entidad que garantiza el correcto cumplimiento de todos los procesos agrícolas biodinámicos. Un porcentaje del producto de la venta de este nuevo aceite biodinámico se destina a la financiación de proyectos agrícolas y de mejora de riego en una de las regiones más pobres de Kenia. De especial relevancia ha sido el incremento del abanico de varietales ya que a las plantadas en un principio de picual y arbequina, se han añadido otras variedades, como la royal de Cazorla. La otra importante línea de actuación ha sido la reducción de los costes de producción mediante la racionalización de funcio-


Luis Vañó Martínez

nes y una eficaz mecanización, con la que se respeta el medioambiente. La gestión económica se ha mejorado mediante el correspondiente control presupuestario, y el análisis de sus desviaciones, todo esto implementado por un eficaz equipo supervisado por Paco y dirigido en el campo por Emilio Moreno, Ingeniero Técnico por la Universidad de Metz y Conchita Martínez, Licenciada en Ciencias Empresariales, en los temas financieros y administrativos. En esta integración a lo largo de la cadena de valor (campo-industria, comercialización) se han modificado y mejorado todos los procesos productivos y lo que es más importante manteniendo un control exhaustivo sobre las calidades de los diferentes tipos de aceite que producimos. Estos logros han sido posibles al contar con una almazara gestionada con criterios muy estrictos en su operatividad, asepsia, molturación inmediata del fruto, almacenamiento del aceite en atmósfera inerte y temperatura constante. Contamos también con un equipo humano de excelente preparación, tanto en el aspecto técnico, liderado por Miguel Navarro, maestro de almazara, y Mariela Chova, bióloga, encargada del permanente control de calidad, como del sector administrativo y financiero cuyo responsable es Álvaro Pulido. En la planta de embotellado sólo se envasa sobre pedido. El correcto funcionamiento de todo este centro productivo –asimismo supervisado por Paco y su equipo– ha merecido la ISO 22.000 y la ISO 9001, así como la certificación de calidad IFS, muy importante para nuestras exportaciones. Finalmente, se ha ampliado la estructura accionaria de la almazara, dando entrada a una importante entidad financiera con carácter minoritario. Una vez más, tenemos que subrayar la ventaja de gestionar y controlar con todo cuidado el proceso industrial de producción de aceite al que ya nos hemos referido. Otro de los objetivos prioritarios contemplados por Paco y Rosa María a raíz de su incorporación, era replantear en su totalidad la actividad vendedora del Grupo, que hasta ese momento yo había enfocado a través de la comercialización al por mayor o en cisternas, solución ésta seguida asimismo por la mayoría de los productores, no solo por ser la más fácil, sino también por no contar con profesionales capaces de aplicar sólidos programas de marketing.

45


46

Proyecto Natural de Jaén

Se inició este proceso de cambio con la realización por Rosa María durante varios meses de un profundo estudio de mercado, cuyos resultados aconsejaron centrarnos en las marcas de alta gama y abandonar cualquier iniciativa de envasado de otras calidades, donde la competencia reducía drásticamente el margen de beneficio. Siguiendo estas directrices en estos once últimos años Rosa María y Paco han creado un equipo de profesionales con experiencia que ha permitido la creación de una amplia gama de marcas que han impactado en un mercado supuestamente maduro por su gran innovación. Esto es así en la gama de reserva familiar en picual y arbequino, en la de primer día de cosecha que hace referencia al gozoso inicio de la nueva recolección y que cada año una personalidad distinta apadrina. Más adelante se crearon los aceites del siglo XXI, exaltando la calidad del aceite de la variedad royal, la Cata Horizontal que permite contrastar la evolución del aceite de arbequina recolectado durante los tres meses últimos del año y finalmente el aceite al ancestral humo de roble. Al último lanzamiento del aceite biodinámico ya nos hemos referido con anterioridad. Especial relevancia ha tenido la estrategia aplicada a los mercados internacionales, en los que se ha logrado un fuerte posicionamiento que ha validado nuestras marcas.

VI. Por mor de la brevedad, de los numerosos premios obtenidos en los nueve años últimos, me gustaría destacar los dos “Alimentos de España” en los años 2009 y 2013, concedidos por el Ministerio de Agricultura y la máxima puntuación de 98 puntos de la Guía Italiana de Marcos Oreggia, Flos Olei de 2014, clasificando al Royal Temprano como uno de los veinte mejores aceites del mundo. Especial relevancia ha tenido el rápido crecimiento de nuestras exportaciones de aceites embotellados de alta gama, a más de cuarenta países, resultado directo del esfuerzo del equipo comercial que dirige Rosa María.


Luis Vañó Martínez

Por otra parte, para la venta de graneles hemos participado en la creación de una central de ventas –Interoleo Picual- formada tanto por cooperativas como por almazaras privadas, que gestionan un total de cincuenta mil toneladas de aceite de oliva, lo que ha reforzado nuestra posición negociadora tanto en el mercado interno como en los internacionales. Quizá sea oportuno hacer una breve referencia a la evolución de las sociedades familiares que resultan ser, las mayores empleadoras de nuestra economía cosa para muchos sorprendente. Hay un hecho cierto cual es que de cada diez sociedades familiares sólo una alcanza la tercera generación. Entre las diversas causas que pueden explicar este alto índice de mortalidad hay una que quizás sobresalga sobre todas: el delicado cambio generacional. El problema no es otro que el creado por el fundador o la generación anterior, quienes sobrevaloran su experiencia y conocimientos de la empresa y los mercados, no estando dispuestos a ceder la responsabilidad gestora a sus descendientes y así se demora de modo peligroso el lógico relevo, que implicaría una modernización en la dirección empresarial. Dicho esto, me apresuro a decir que esta cesión de poderes, podría resultar letal para la empresa si aquellos que los reciben no están suficientemente preparados. En los seminarios a los que he sido invitado, he insistido siempre en la necesidad de evitar el error de acoger prematuramente a aquellos miembros de la familia llamados a tomar en su momento la gestión. Antes al contrario, una vez que hayan finalizado su preparación académica es importante que salgan al mercado de trabajo que luchen por un puesto, que asciendan por su esfuerzo, dedicación y eficacia, y que solo entonces cuando durante cinco, diez o más años haya mostrado su gran capacidad y triunfado en este difícil campo de batalla que es la alta dirección, se incorpore a la empresa familiar, donde ciertamente llevaran consigo un acervo de ideas y técnicas nuevas que han de modernizar drásticamente la sociedad de la familia. Buen ejemplo de lo acertado de este enfoque lo muestra nuestro propio grupo familiar, que ha resultado revitalizado por una gestión moderna y creativa tras la in-

47


48

Proyecto Natural de Jaén

corporación de la siguiente generación. No quisiera dejar de mencionar que entre las nuevas aportaciones al funcionamiento de la empresa, dos han tenido especial relevancia: la concienciación general a los miembros de la familia sobre el respeto al medioambiente y la responsabilidad social corporativa, temas estos que siendo ya importantes los serán aún más en el futuro. Del primero hemos ya hablado al mencionar las nuevas técnicas en la producción agrícola de nuestro olivar y las implantadas en la almazara. En lo que a la responsabilidad social corporativa se refiere, es importante la contribución de las empresas privadas –cada una de acuerdo a sus posibilidades- a las tareas de investigación técnica, económica y comercial, más aún cuando nos encontramos con un sector público que trata de reducir sus grandes déficits y por tanto recorta las asignaciones presupuestarias a este estratégico campo. En este orden de cosas, nuestra colaboración se materializó en la instauración del Premio Castillo de Canena de Investigación Oleícola, en cuya convocatoria del 2015 –la tercera- contaremos como en ediciones pasadas con la colaboración de la Universidad de Jaén a la que se une ahora la Universidad Californiana de UC Davis, una de las instituciones más prestigiosa del mundo en la investigación del olivar y del aceite. Damos así a nuestro premio una perspectiva internacional, ya que se difundirán sus bases tanto en España como en EEUU y otros países. El estudio premiado en la segunda edición permite albergar esperanzas de que enriqueciendo los aceites de oliva virgen extra con luteína serían aún más eficaces en la prevención de enfermedades degenerativas de la visión. Esta investigación que ha sido llevada a cabo por los profesores Ruperto Bermejo, Francisco Gabriel Acién Fer-


Luis Vañó Martínez

nández y José María Fernández ha sido premiada con una dotación de 6.000 euros, una placa conmemorativa y la publicación del trabajo. El accésit de este premio se ha concedido al trabajo “Pulverización asistida por aire de alta eficiencia para la aplicación de productos fitosanitarios”, realizado por los profesores Elías López, Juan Antonio Almazán y Francisco Alberto Díaz. El accésit está dotado de 1.500 euros, placa y publicación del trabajo. El primer premio se le concedió en el 2011 a la investigación “Influencias de los componentes minoritarios presentes en los aceites de oliva vírgenes en la prevención del cáncer de mama”, un importante y prometedor estudio in vitro del hidroxitirisol realizado por el equipo formado por los profesores Gaforio, Warleta y Sánchez Quesada. Siempre hemos contado para la concesión de estos premios con un jurado compuesto por personalidades muy reconocidas en el campo de la olivicultura presidido por el Rector Magnífico D. Manuel Parras. Aunque 85 años supone una edad avanzada para una persona, dicho periodo de tiempo resulta casi insignificante para un gran colectivo humano. Sin embargo, he tenido la ocasión, que considero una oportunidad única, de vivir en primera persona un cambio, mayor en nuestro sector del que se había producido en ciento de años anteriores. Recuerdo que en mi niñez las labores agrícolas se realizaban básicamente como en siglos anteriores, siendo la única fuerza motriz los animales. En las penurias de nuestra postguerra, rara vez podrías contar con un tractor y el transporte se seguía haciendo fundamentalmente también por animales. La recolección era totalmente manual y penosa, especialmente para las mujeres que arrodilladas se encargaban de recoger hasta la última aceituna del frio y duro suelo. En las almazaras el sistema seguía siendo el histórico, aunque a partir del último tercio del XIX se fue mecanizando paulatinamente. Un grave problema lo constituirán la escasez de almazaras, por lo que en años de buena cosecha recuerdo que en la de mi abuelo, por ejemplo, se trabajaba hasta bien entrado el mes de mayo. La intervención por parte de la Comisaria de Abastecimiento y Transporte tanto del producto como de su precio constituyó también un factor negativo para el sector. Da-

49


50

Proyecto Natural de Jaén

dos los largos años de las cartillas de racionamiento, el único efecto positivo de esta situación fue la introducción del consumo del aceite de oliva en regiones del Norte de España, donde prácticamente no se utilizaba más que la grasa animal. La liberación del sector en los primeros años cincuenta fue un factor favorable para su desarrollo, que más tarde se vio gravemente afectado por la crisis hacia los años 68-70 cuando se arrancó una gran masa de olivar por no resultar su cultivo rentable, al contar con la competencia de otras grasas vegetales de bajo precio, como la de soja y girasol. Pero haciendo de la necesidad virtud, surge poco después una nueva olivicultura con plantaciones intensivas de un solo tronco y con fertirrigación, viveros con la nueva técnica de estaquillas nebulizadas, selección de varietales y una más racional aplicación de fitosanitarios y nutrientes. Estas nuevas técnicas pronto ofrecerían resultados espectaculares con un aumento importante de las cosechas, reducción en los costes de recolección por la vibración de los árboles, a la vez que se suavizaba la vecería tradicional del olivar. Pero es el año 1986, al ingresar España en la Comunidad Económica Europea cuando se produce un cambio drástico en la situación del olivar español, ya que empezamos a recibir el apoyo de la Política Agraria Común a nuestro olivar. No me resisto a hacer una aclaración que a menudo se olvida. En efecto, en la negociación de las subvenciones a la agricultura que tuvieron lugar quince años antes, los países que entonces conformaban la Comunidad –“la Europa de los mercaderes”, como se llamó– llegaron a un acuerdo por el que las naciones centro europeas lograban el apoyo a la leche, la carne entre otros productos, mientras Italia consiguió una importante ayuda al aceite de oliva. Es cierto que en ese momento Italia negociaba por sus propios intereses, pero no es menos cierto que nosotros aprovechamos este importante apoyo al ingresar en la Comunidad. Los estudiosos de nuestro sector han estimado que con las favorables perspectivas creadas por este cambio en el marco legal, se plantaron casi medio millón de hectáreas de olivar intensivo de regadío hasta el final del pasado siglo.


Luis Vañó Martínez

Otro gran avance en la técnica del cultivo del olivo ocurrió hace casi veinte años cuando se inician plantaciones con densidades de entre mil y dos mil árboles por hectárea, el denominado superintensivo o en seto. Presenta esta nueva técnica ventajas espectaculares tales como la rápida entrada en producción, cosechas elevadas y una gran reducción de los gastos de recolección al utilizarse cosechadoras cabalgantes. Como cabía esperar estos brillantes resultados tuvieron como consecuencia que tanto en España como en otros países se realizaran masivas plantaciones de olivar superintensivo. Nosotros en la empresa familiar no llegamos a aplicar esta novedad al tener todo ya plantado como intensivo. Pero también es cierto que esta nueva técnica presenta también inconvenientes. Recuerdo a este respecto mis largas

51


52

Proyecto Natural de Jaén

conversaciones con Miguel Pastor, por desgracia fallecido prematuramente, sobre los trabajos comparativos que había iniciado sobre los distintos tipos de plantación, importante investigación que después fue seguida por sus colegas Javier y Juan Carlos Hidalgo y Victorino Vega. En efecto, a los inconvenientes de la mayor inversión inicial y unas más elevadas necesidades hídricas, se sumaban los creados por la gran masa vegetal que impedía una correcta captación de la radiación solar y el indeseado sombreamiento. Para luchar con esta situación había que aplicar severos programas de poda y tratamientos intensivos de fitosanitarios, especialmente fungicidas. A pesar de estas técnicas, en ciertos casos se ha tenido que proceder a los doce o quince años, a la renovación del arbolado mediante la corta de los troncos, para así aprovechar el intacto sistema radicular. Si ahora nos referimos a la situación actual de la producción en nuestro sector nos encontramos con un año de cosecha record: 1.747.000 toneladas que supone el 54,5 por ciento de la cifra total mundial. Creo que no existe ningún producto alimenticio en el que un solo país represente más de la mitad de la producción mundial. El corolario de esta situación es que nuestro sector está completamente globalizado. El precio, pues, del aceite viene determinado por el consumo mundial y la producción total. A este respecto, no esperamos subidas significativas del precio del aceite, porque aunque el consumo se incremente, la producción total también va a seguir aumentando tanto en los países tradicionales como por los emergentes. Es por eso por lo que a medio plazo podríamos esperar producciones que alcancen los dos millones de toneladas en España y cuatro en el total mundial. Estas cifras representan a pesar de todo un pequeño porcentaje de la producción mundial de grasas vegetales (153 millones de toneladas) sobre las que el aceite de oliva presenta una importantísima superioridad, al ser la única que puede tomarse cruda, como auténtico zumo natural de fruta. Después veremos otras muchas cualidades que han de potenciar su consumo futuro. Por el lado de nuestra demanda me siento optimista porque el consumo va creciendo en paralelo con la oferta,


Luis Vañó Martínez

especialmente por las exportaciones a los nuevos mercados mundiales, aunque quede mucho por hacer aún en los próximos años.

Si volvemos la vista a Jaén observamos un impresionante desarrollo de nuestro cultivo a largo plazo. Así, en el interesante libro de Gascón y Miramón que en edición facsímil han vuelto a publicar oportunamente la Universidad de Jaén y la Caja Rural, podemos ver que a principios del siglo pasado la aportación de Jaén a la producción de aceite español representaba un mero 12 por ciento. Las favorables condiciones agronómicas de nuestra provincia y el continuo esfuerzo de nuestra gente, ha hecho que nuestra participación aumente de un modo continuo a lo largo de todo este período, hasta alcanzar en la espléndida cosecha última la cantidad de 742.000 to-

53


54

Proyecto Natural de Jaén

neladas que supone el 42 por ciento del total nacional y nada menos que el 22.5 por ciento de la producción mundial. Pero detrás de estas brillantes cifras, se esconden importantes debilidades, la primera de ellas la gran heterogeneidad de las unidades productivas, tan diversas tanto en superficie, rendimientos, técnicas de cultivo como en coste. Los rendimientos medios nacionales o provinciales enmascaran pues, el grave problema de la falta de rentabilidad del olivar tradicional de secano, lo que explica que en muchas de estas explotaciones –especialmente en aquellas explotaciones situadas en terrenos no mecanizables– se abandone el cultivo o se realicen las intervenciones mínimas para justificar la percepción de la subvención. Grosso modo, podíamos fijar el amplísimo abanico de la producción unitaria entre los quinientos kilos de aceituna por hectárea en olivar de sierra y hasta veinte mil para el cultivo superintensivo de regadío. Bien es verdad, que esta preocupante falta de viabilidad en un importante porcentaje de los cultivos totales se ve compensada por el hecho de que un innumerable número de pequeñas parcelas son en realidad cultivadas como complemento de las rentas de los operadores. Por otra parte, todos hemos tenido la experiencia de ver a los pequeños y medianos agricultores a título principal, como con su esfuerzo y dedicación tanto del titular como de sus familiares, compensaban de esta manera las pérdidas o la reducida rentabilidad de sus explotaciones. La situación anteriormente descrita de las explotaciones que operan por debajo del umbral de rentabilidad, debería de llevar a un cambio en el modelo productivo, para evitar así el desempleo rural a la vez que se fija la población al territorio. Este objetivo, sin embargo, se enfrenta a serios escollos tales como la excesiva parcelación, la avanzada edad de muchos de los operadores y la no fácil obtención de la financiación requerida. Desgraciadamente, los estudios que los expertos han realizado para determinar la viabilidad de estas posibles actuaciones han llegado a resultados negativos en lo que a la mayoría de los olivares tradicionales se refiere. Se ha sugerido que esta posible


Luis Vañó Martínez

actuación se enfoque desde un sistema cooperativo, pero aún así el éxito de un tal programa vendría condicionado en gran medida por un precio alto del aceite. Dado el cada vez mayor énfasis de la Política Agraria Común en la sostenibilidad, el medio ambiente, la protección social de las actividades agrícolas y ganaderas con la fijación del hombre al territorio, hemos de pensar en que se dedicara un mayor apoyo a estas explotaciones marginales por razones no estrictamente económicas. Donde sí hemos dado un gran paso adelante ha sido en la mejora de la calidad, especialmente en Jaén, en donde quizás en el pasado no estábamos tan especialmente concienciados a este respecto. Con toda franqueza he de decir que por nuestra parte la excelencia que hemos logrado en los aceites de Castillo de Canena no hubiera sido posible sin la colaboración de los excelentes técnicos del IFAPA, Citoliva, Universidad de Jaén, y del Instituto de la Grasa, entre otros. No me canso de aconsejar tanto en el sector agrícola como en el industrial aceitero, para que todos accedamos a las fuentes de las mejoras técnicas y que nos olvidemos del nocivo “toda la vida de Dios se ha hecho así”, algo que ahora afortunadamente ya es solo marginal.

VII. Un tema para nosotros los jiennenses básico ha sido la demostración palpable que cualquier variedad de aceituna (y desde luego la picual es un magnífico ejemplo) puede dar aceites excelentes, siempre que se aplique la normativa correcta. Este protocolo, ya mayoritariamente seguido, exige métodos de cultivos correctos y respetuosos con el medio ambiente, aceitunas sanas de vuelo, recolectadas en el momento óptimo y con una elaboración inmediata. Hemos asimismo aprovechado las investigaciones que continuamente desarrollan las organizaciones antes mencionadas, que nos han enseñado a realizar la recolección temprana, que proporciona aceites frutados con los atributos positivos de amar-

55


56

Proyecto Natural de Jaén

gor y picante debidamente equilibrados, puesto que el contenido de componentes fenólicos desciende a lo largo del periodo de maduración del fruto. En este proceso de mejora de la calidad ha sido singularmente importante el gran aumento en el número de almazaras en Jaén, que con 350 unidades permiten la pronta elaboración del fruto, aún en grandes cosechas. Los buenos agricultores de Jaén pueden estar orgullosos porque en la guía de los mejores aceites del mundo, Flos Olei, de Marco Oreggia, de los veinte mejor clasificados del mundo tres son de Jaén (Castillo de Canena y dos más) uno de Toledo y otro de Córdoba. Quizás el punto más débil de todo este mundo nuestro sea la comercialización de nuestro producto. Existen muchos inconvenientes tales como la confusión de los consumidores españoles sobre las distintas calidades del aceite y la mejorable supervisión oficial para velar por la correcta calificación de los distintos tipos de aceite. El tema de la concentración de los compradores –u oligopsonio- y de sus marcas blancas ha de tomarse como un dato para nuestra problemática porque estas grandes superficies tienen una misión y viabilidad económica probada, al ejercer sobre todos sus proveedores su gran poder negociador basado en las elevadas cifras de sus compras. La ventaja obtenida en dichas transacciones se traslada parcialmente a los consumidores. Quisiera también hacer una breve referencia a la Política Agraria Común, que tantos temores e incertidumbres ha causado durante su tramitación, aun no finalizada. Pienso que no vamos a experimentar grandes variaciones, porque el régimen de pago base garantiza un cuarenta por ciento, mientras que la ayuda verde proporciona un treinta por ciento, para la cual el olivar esta cualificado. Quedan después diversas aportaciones adicionales por distintos conceptos tales como el interés ecológico, medio ambiente, etc. El techo a la subvención que se aplicaría a las grandes explotaciones también se vería atemperado por las cantidades correspondientes a las nóminas y seguros sociales.


Luis Vañó Martínez

Para acabar me gustaría expresar mi confianza en el futuro de aceite de oliva, único entre todas las grasas vegetales que se puede consumir como zumo y que además de su gran poder nutritivo presenta unas excepcionales cualidades saludables, preventivas de enfermedades y anti-envejecimiento, basado todo esto en sus ácidos insaturados, que ayudan a mantener el correcto nivel de colesterol y a la vitamina E y los polifenoles que protegen las células del daño oxidativo. Estoy seguro que en el futuro, todos los que estamos ligados de una manera u otra a este excelso y único producto, sabremos estar a las alturas de las circunstancias, luchando para seguir posicionándolo como lo que de verdad es: el auténtico zumo de dioses. Luis Vañó Junio 2014

57



Entrevista a Luis Va帽贸


60

Proyecto Natural de JaĂŠn


Luis Vañó Martínez

Entrevista realizada por Rafael Quintana

Rafael Quintana (RQ): Dice un amigo que ser de Jaén y tener olivos es algo que va intrínsecamente unido, como una maldición bíblica. Uno es de Jaén y “ahí tienes, un puñado de olivos”. ¿Qué es lo que hace que el olivo se haya metido en nuestro ADN? Luis Vañó (LV): Bueno, no es una maldición bíblica, es una bendición bíblica, en el sentido de que está embebido este cultivo ancestral, está totalmente unido a nuestra cultura, a nuestro paisaje y a nuestra sabiduría. ¿En qué sentido? Pues que durante generaciones nos hemos dedicado al cultivo del olivo, a la producción del aceite y veíamos que nuestros hijos iban a seguir haciendo lo mismo. Claro, en Jaén yo creo que el objetivo de cualquier buen jiennense es tener unos olivos, aunque no sean muchos, ir a visitarlos, a pisarlos, a verlos; y contigo va la familia. Esto, como tú decías, es ancestral y está indisolublemente unido a nuestra idiosincrasia. RQ: Y es algo que engancha hasta el punto de que una persona con 85 años, como usted, siga al pie del cañón, en lugar de estar disfrutando de sus nietos o jugando al dominó. LV: O dormitando delante de la televisión, que es algo que hay que evitar. Bueno, realmente la investigación en esa fruta complejísima que es el olivo va a proseguir,

61


62

Proyecto Natural de Jaén

pero ya lo que se ha descubierto la califica como un auténtico milagro. Es decir, que a principios de agosto la drupa, el fruto, sea azúcares, hidrato de carbono, y que durante un mes y medio tenga lugar una serie de reacciones bioquímicas, enzimáticas, de grandísima complejidad hace que el fruto tenga cuarenta ácidos oleicos, tenga unos setenta productos químicos volátiles, esteres, alcoholes, polifenoles… y ahora es cuando se está estudiando la acción benéfica de todos estos productos. Hace poco, el profesor Gaforio y su equipo –al que le dimos el primer premio de investigación “Castillo de Canena”- han demostrado in vitro que el hidroxitirosol y el tirosol, dos fenoles, destruían los oncogenes. Ahora se está haciendo una investigación ya con cobayas y demás, previa a una aplicación en seres humanos. Entonces, yo aconsejo siempre, porque a mí me lo aconsejaba mi abuelo, que se tome aceite. Una de las frases de Hipócrates es que “tu alimento sea tu medicina”. En ningún otro producto viene mejor ese dictum griego que en el aceite de oliva.


Luis Vañó Martínez

RQ: Luis, ¿a usted nunca le han dicho sus hijos aquello de “papá, por qué no te jubilas”? LV: (Risas). Pues yo creo que lo han pensado, sí. Bueno, vamos a ver. Eso nos lleva a un tema enormemente escabroso, que es el tema de las sociedades familiares. Estas empresas, que dicho sea de paso son número uno de empleadores de la economía española, tienen un índice de mortalidad muy elevado. Es decir, de cada diez sociedades familiares, una alcanza la tercera generación. Hay muchas causas: la proliferación familiar, que hace que se pierda identidad, pero la causa más importante se llama “relevo generacional”. Ahí, el fundador o la generación anterior supervaloran su experiencia, su conocimiento del mercado, y no transfieren ni ceden la dirección de la empresa familiar a la siguiente generación. Gravísimo error. Claro, que dicho esto hay que pensar que la siguiente generación esté preparada, porque si no podría ser letal. En mi caso, y lo digo con gran alegría, mis hijos siguieron algo en lo que insisto mucho en los seminarios a los que mi invitan sobre sociedad familiar: hay que ser conejos de campo, no conejos de corral. El conejo de campo sale, no sabe dónde va a haber agua, dónde va a comer, le pueden pegar un tiro, el zorro… y se curte. Al conejo de corral el ama le cambia el agua, le da la alfalfa… Pues igual ocurre con las sociedades familiares. Es un error, aunque puede haber excepciones, que la nueva generación apenas acaba la juventud se inserta en la sociedad familiar. Lo correcto es que una vez formados académicamente salgan al difícil mercado profesional y en diez, quince (mis hijos han estado veinte años) se curtan, lleguen a puestos importantes, por mérito, por dedicación, por honestidad, y entonces sí, se les recibe con los brazos abiertos en la sociedad familiar. Así lo hemos hecho en casa. RQ: Usted estuvo fuera más años. LV: ¿En qué sentido? RQ: Ha estado trabajando en la banca, dirigiendo unas bodegas…y luego vuelve a ser olivarero.

63


64

Proyecto Natural de Jaén

LV: Es que no me he ido nunca. Afortunadamente. Evidentemente, si por mí hubiera sido yo me hubiera quedado siempre en Baeza, una joya donde vivía felicísimamente. Pero ya en el año 45 nos fuimos todos a vivir a Madrid y había que salir. Había que salir para formarte, en España primero, en el extranjero después, y luego volver. Pero nunca nos hemos desligado del olivar. Hemos seguido con la finca de mi madre. Veníamos en las vacaciones y después ya, una vez que mi madre murió, me dediqué a la plantación de olivar, puesta en riego, etcétera. Pero ha sido un paliativo importante de las tensiones que genera la banca o la alta dirección. En la banca preguntabas a tus colaboradores ¿se ha cancelado este crédito?, ¿se ha retrasado el moroso? Estabas tenso. Y el mejor modo de solucionar un problema es crear otro. Entonces yo venía aquí y el problema era la bomba, los tractores, el hielo… y era un mundo distinto. La experiencia mía ha sido que es muy bueno simultanear el tema profesional con la actividad agrícola. RQ: Hay términos de los que se abusa continuamente, como “momento histórico” o “revolución”, pero a usted le he oído decir, y muchos coinciden en eso, que lo vivido en el olivar en los últimos veinte o treinta años es una verdadera revolución. El término ¿está bien utilizado para referirse a lo ocurrido en el olivar de Jaén en este período? LV: Claro, tú te refieres a los últimos veinte o treinta últimos años. Yo me remonto mucho más. En efecto, se ha producido una revolución silenciosa masiva, no solo en el olivar, sino también en las almazaras, en las que hemos pasado de sesenta a más de trescientas. Yo recuerdo que en la almazara de mi abuelo, la de tres prensas, la más grande, seguíamos molturando en mayo y cuando se iba sacando del montón de aceituna había una vetas blancas, de fermentación, y salía un aceite deleznable, lampante, de “lámpara”. Es decir, ha habido en paralelo una revolución agrícola y una revolución en la producción de aceite. Pero si me remonto un poco más, en el corto espacio para un colectivo humano de 85 años y en el larguísimo espacio de 85 años para una persona, he visto el arado cuasi romano, que ya era de vertedera pero con tracción animal, una recolección


Luis Vañó Martínez

manual, un transporte a la almazara también con animales y con muchas de ellas con el método de decantación en pozuelos. Es decir, vivíamos un sistema romanofenicio. Y ya en la segunda mitad del XIX se mecanizó el tema de la molturación y de las prensas, pasando de un molino de viga o un husillo a uno de bombas hidráulicas que apretaban la masa. De ahí hemos pasado a otro mundo. Después de la guerra, con el racionamiento, el aceite se introdujo en el norte de España, donde prácticamente no se conocía. Y luego hemos vivido crisis como la de finales de los años sesenta, cuando hubo una invasión de otras grasas vegetales, como el de soja o girasol, mucho más baratas y, según algunos, más digestivas. Y se arrancaron cientos de miles de hectáreas. Yo creo que entonces se hizo de la necesidad virtud, en el sentido de que comienza en ese momento un gran salto en la olivicultura: árboles de un solo tronco, plantación

65


66

Proyecto Natural de Jaén

de doscientas o trescientas olivas por hectárea, fertirrigación… y claro pasamos de producciones de dos mil quinientos kilos de aceituna por hectárea a los seis mil kilos, y olivos con la cruz a 1,20 metros para usar las vibradoras y reducir costes. Aquí conviene recordar en un tema importantísimo, que es la entrada de España en la Comunidad Económica Europea. Los países centroeuropeos habían conseguido subvenciones sustanciosas para sus productos, como la carne o la leche, e Italia logró una ayuda importante para el aceite de oliva. Y cuando llegamos nosotros, en 1986, nos beneficiamos de una importantísima subvención. Eso propició un incentivo masivo y hubo una plantación de cuatrocientas mil o quinientas mil hectáreas más. Dimos el gran salto en la producción. Y el mejor ejemplo es la última cosecha, en la que España ha supuesto el cincuenta y tantos por ciento de la producción mundial y Jaén el 23 por ciento de la producción mundial. No se me ocurre ningún otro ejemplo de una producción agrícola en la que un país tenga más del cincuenta por ciento de la producción de todo el mundo y, en gran medida, gracias a Jaén. Claro, la cosecha pasada fue muy mala, pero ésta nos ha quitado las penas de la anterior. RQ: Y para que esa revolución haya cuajado, haya triunfado, ha habido que superar muchas reticencias. La frase aquella de “toda la vida de Dios se ha hecho así” ha hecho mucho daño. LV: Es que no puedo pensar en otra frase más letal que “esto se ha hecho así toda la vida de Dios”. Afortunadamente, tenemos ahora una serie de entidades, como el IFAPA, por no citarlas todas, técnicos y expertos que te pueden apoyar en


Luis Vañó Martínez

una mejora importantísima del cultivo y en la mejora de las calidades. Me atrevo a decir que hubo un mito, maldito mito, que decía que el picual era una variedad que daba un aceite muy estable, pero con una calidad de segundo grado. Y sabemos todos que si se hace un cultivo correcto, con un fruto sano, recogido en el momento óptimo, con una elaboración inmediata, obtienes una calidad óptima, cualquiera que sea la variedad. Podrás tener luego diferencias en el contenido de polifenoles, ácido oleico, ácido linoleico…pero esa especie de leyenda que pesaba sobre el picual ha desaparecido. RQ: Y a la hora de innovar, de buscar nuevas fórmulas, se puede pensar que es mucho más fácil cuando uno tiene muchos olivos, cuando tiene disponibilidad financiera y un respaldo detrás. ¿También se pueden hacer mejor las cosas desde un pequeño cooperativista o desde un arrendatario de doscientas olivas? LV: Ese es un tema importante. Efectivamente, hay una masa crítica, es decir, una explotación de una dimensión elevada, digamos quinientas hectáreas para arriba; entonces ya tienes un margen de mecanización propia importante, una reducción en costes e incluso una almazara propia. Y con esta integración a lo largo de la cadena de valor tienes la ventaja de que todos los estadios de agricultura, industria, envasado y exportación los controlas perfectamente. Esa es la ventaja de una dimensión alta, pero no es menos cierto que en cultivos más reducidos siempre tienes la posibilidad de una unión con otras fincas dentro de un ambiente de cooperativa. La cooperativa es un gran invento, sin duda, es muy, muy importante. Quizá lo que le falte a la cooperativa es una sensibilización hacia el tema comercial, que ya exige el que captes profesionales expertos en este tema. Claro, como son caros muchas veces a la dirección de la cooperativa le cuesta trabajo aceptar que hay que pagar un sueldo elevado. Sin embargo, el agricultor medio -y yo tengo la experiencia vivida de los buenos agricultores de Canena, de Baeza, de otros muchos pueblos de la provincia- son muy, muy trabajadores, tanto es así que, como se suele decir, no echan cuenta de las horas que trabajan y lo hacen bien. Pero noto en muchas ocasiones que el agricultor no acude a los verdaderos centros de innovación tecnológica, como

67


68

Proyecto Natural de Jaén

nosotros hemos hecho. Sistemáticamente, a lo largo de los últimos cuarenta años, todas las decisiones que hemos ido tomando han sido inspiradas por expertos en este tema, desde la plantación intensiva a la fertirrigación, la utilización de anticriptogámicos o de nutrientes. Y en la almazara igual. Los expertos nos han aconsejado la extracción a temperatura baja, por ejemplo, y todo el tema del cuidado exquisito del momento óptimo de la recolección, pensando en la calidad. No hubiera sido posible ese gran salto adelante sin todas estas técnicas nuevas, para lograr precisamente esa excelencia en la calidad que Jaén echaba de menos y que, gracias a Dios, lo hemos logrado. Ahí está, por ejemplo, la guía mundial de Marco Oreggia, flos Olei, la flor del olivo, que es el referente mundial de las calidades del aceite. Pues ahí -aparte de, dicho con orgullo, porque es mérito de mis hijos que está seleccionado el royal nuestro entre los veinte mejores aceites del mundo- pero aparte de eso, en una calificación alta la mayoría de los aceites son de Jaén. RQ: Desde su experiencia como financiero, del mundo de la economía, ¿realmente el olivar está dándole a Jaén todo lo que se podía obtener de él o todavía se le puede sacar más? LV: Bueno, esa pregunta no es fácil de contestar. Voy a despiezarla. El gran éxito en producción, el gran éxito en exportación, en incremento de la calidad, reducción de costes, todo esto ha sido una enorme revolución silenciosa. Yo diría que más que cambio ha habido una metamorfosis. De una mera crisálida sale un ser distinto que es la mariposa. Pues igual nos ha pasado. Ahora mismo estamos en un sector totalmente distinto del que era. Todo esto es positivo, superpositivo. Ahora, hay un punto desfavorable, que es el precio. Si comparas los precios de una serie de productos alimenticios en los últimos doce años, el único que se ha reducido –eso son datos estadísticos- ha sido el del aceite de oliva. Es un sector globalizado, totalmente globalizado. Entonces, hay un tema de fijación de precios, oferta y demanda. La oferta va incrementándose y en España tenemos que pensar que a medio plazo vamos a llegar a los dos millones de toneladas y a nivel mundial a cuatro millones. Y no solo se incrementa en el área del Mediterráneo, porque estamos ya cuarenta y tantos paí-


Luis Vañó Martínez

ses productores. Entonces, en ese juego de oferta-demanda, que es básico para la fijación de precios, aunque el consumo va creciendo, la oferta también va creciendo. Yo no veo -me puedo equivocar, ojalá- un incremento en el precio del aceite. El aceite de oliva no va a experimentar un incremento fuerte, si acaso un incremento muy suave. Por lo tanto, el esfuerzo hay que hacerlo en costes. Costes y calidad. Ya hemos dado unos pasos importantísimos y hay que continuar por ese camino, porque no podemos esperar un incremento enorme en el precio del aceite. RQ: La Universidad de Jaén concede desde hace poco tiempo un premio que lleva su nombre, que se entrega aquí, en un castillo que es obra de Vandelvira. No sé si se siente usted como un mecenas del Renacimiento. LV: (Risas). Yo admiro tremendamente al hombre del Renacimiento, porque era un hombre racional, lleno de curiosidad, polifacético. Para mí es el ideal el hombre del Renacimiento. Pero en fin, desgraciadamente yo no lo soy. Pero sí fue una idea que teníamos, que en un momento en que en la investigación de base se están reduciendo las aportaciones presupuestarias, precisamente por los déficits enormes del sector público, debíamos tener una conciencia social corporativa, con objeto de que ayudáramos –de acuerdo con nuestras posibilidades- a incrementar la investigación. Y en el caso del aceite queda muchísimo por hacer, porque hay tantas y tantas cualidades que es uno de los puntos fuertes del futuro. El aceite es la única grasa vegetal

69


70

Proyecto Natural de Jaén

que se toma cruda –las otras, después de procesos químicos- y junto a los valores nutricionales tiene unas condiciones de sanidad, de bienestar, tan importantes que lo hacen y le van a dar cada vez más una palanca mercadológica para su expansión en el futuro. No olvidemos que –y hablo de memoria- de los ciento cincuenta millones de toneladas de grasas vegetales pues nosotros representamos el dos y medio o el tres por ciento. Es decir, que queda un enorme campo por hacer. RQ: Cambiamos de escenario. En este palacio del Conde de Guadiana, en mitad de su finca, tiene explicación, tiene sentido, mezclar tradición y modernidad. LV: Exacto. Este es un terreno, un cortijo, que estuvo varios siglos en manos de los condes de Guadiana, que es de la familia Alburquerque, descendiente de Beltrán de la Cueva, y era un cultivo muy tradicional. Cuando yo compré esto, hace veintitantos años, era tierra de calma y cereal. Fue una enorme satisfacción convertirlo en olivar. RQ: Pero un olivar diferente de lo que había en el entorno. LV: Sí, es verdad. El entorno es siempre marco real, diez por diez, cien por hectárea. Entonces toda la finca está plantada a siete por siete, con la cruz a 1,20 para que entre el vibrador. Y al meter la fertirrigación se incrementa la producción, estamos hablando de ocho mil kilos por hectárea. Y la recolección la hacemos con “buggies”, que hace que el coste sea mucho más bajo. RQ: Estamos hablando, Luis, de conceptos nuevos. Aparte de la agricultura eco-


Luis Vañó Martínez

lógica -también ustedes hacen un aceite ecológico- ahora se introducen ideas como la biodinámica. LV: Tengo la satisfacción de decir que esto ha sido iniciativa de Paco, del nuevo equipo, que ha pasado a ecológica y ha dado un paso más, a la arqueoagricultura o agricultura biodinámica. Eso ya es un mundo nuevo, en el que ya no hay aplicación de productos químicos; entonces el NPK queda sustituido por el compost –habrás visto pasar ahí seiscientas ovejas que necesitamos para convertir el estiércol en compost-, al que añadimos alpeorujo y todo el resto de hoja de la recolección. Se produce entonces una fermentación, hasta llegar a los sesenta grados, se deshace todo y queda un aditivo no solamente nutriente, sino orgánico, porque la utilización durante muchos años de nutrientes químicos mineraliza de alguna manera la tierra, mientras que con el compost añades componente orgánico. Tienes una producción superior, unos costes inferiores y un respeto al medio ambiente, porque tenemos colmenas, unas sesenta colmenas, que son un marcador de que no utilizamos insecticidas, porque en ese caso morirían también las abejas. RQ: Luis, después de 85 años, ¿qué le queda a usted por ver? LV: Pues es una buena pregunta. Yo desearía que el proceso actual de mejora masiva de la calidad viniera también acompañado de una agresividad comercial. Ahí tengo que reconocer que el equipo formado por Rosa María y todas sus jefas de área ha sido un gran paso adelante, porque crear una marca no es comprar una botella bonita y una etiqueta, significa además una calidad excelsa y la aplicación de técnicas de marketing, posicionamiento de marcas, estrategias de comunicación, es un tema complejo. Entonces, eso sí me gustaría que se extendiera como mancha de aceite y que se hiciera un esfuerzo colectivo en nuestra querida provincia. RQ: Terminamos volviendo al principio. No se va a jubilar nunca… LV: (Risas). Hombre, estoy jubilado ya. Bueno, de mi posición en banca me jubilé. Tarde. Porque claro, de presidente no das ni golpe. “Oiga, Fernández, rehágame este equipo, hágame el informe tal”. Das órdenes y das poco golpe. Pero claro, llega un

71


72

Proyecto Natural de Jaén

momento en que ya no podía ser, tenía 72 años. Y después me he jubilado en el sentido de que son mis hijos los que llevan el día a día, muy bien llevado, y estoy feliz y tranquilo. No me puedo desconectar, porque esta es mi vida, pero sí tengo mucho más tiempo libre para leer, estar con mi mujer, Rosa María, oír música, que es un omnipresente en mi casa; mi madre fue premio extraordinario en virtuosismo con Conrado del Campo y nos educó en un ambiente muy musical. Entonces, tengo más tiempo, mientras que mis hijos son los que están trabajando doce horas al día, como es su obligación, que para eso son jóvenes. RQ: Ha sido un placer, Luis. LV: Muchísimas gracias a vosotros. Encantado.


Luis Vañó Martínez

73


74

Proyecto Natural de JaĂŠn


Luis Vañó Martínez

Reseña curricular de Rafael Quintana Entrevistador de Luis Vañó en el Proyecto Natural de Jaén

Rafael Quintana Garzón (Arjona, 1958) es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado como periodista para distintos medios de comunicación. Desde 1985 es redactor de Radio Nacional de España. Es miembro del Grupo Comunicar, colectivo andaluz para la educación en medios de comunicación. Ha impartido charlas y dirigido talleres sobre esta materia en distintas universidades, institutos, colegios y asociaciones de madres y padres de alumnos.

75



Anexo


78

Proyecto Natural de JaĂŠn


Luis Vañó Martínez

Premios y posicionamiento del Grupo Castillo de Canena -

Olive Japan

-

International Olive Oil Award. Zurich 2012

-

Monocultivar Italia

-

Flos Olei: 97 puntos

-

Olive Oil China Competition

-

Los Angeles Awards

79


80

Proyecto Natural de Jaén

Premios 2006 -

Primer aceite en ganar un Coq D´Or (Francia).

-

Premio al mejor producto Horeca (Praga).

-

Seleccionado entre los mejores del mundo por Feinschmecker (Alemania).

William Sonoma, Culinary Institute -

Mejores Guías Internacionales: Flos Olei, Lo mejor de la gastronomía


Luis Vañó Martínez

Premios 2007 -

Medalla de Oro Los Angeles Award (USA).

-

Gran Picual Expoliva 2007 (España).

-

Medalla de Oro como mejor producto gourmet para la Hermandad Cuchara de Palo (España).

-

Seleccionado entre los mejores del mundo por Feinschmecker. (Alemania)

81


82

Proyecto Natural de JaĂŠn

Premios 2008 -

Medalla de Bronce Los Angeles Award (USA).

-

Seleccionado como uno de los mejores aceites del mundo por Feinschmecker. (Alemania).


Luis Vañó Martínez

Premios 2009 -

Mejor Monovarietal Frutado Medio para la Guía Flos de Olei (Italia).

-

Mención especial Royal Temprano Premio Armonía (Italia).

-

Entre los 9 mejores aceites del mundo Feinschmecker Award (Alemania).

-

Premio Alimentos de España a la mejor producción agraria

83


84

Proyecto Natural de Jaén

Premios 2010 -

Guía Flos Olei Italia: 94 puntos en la Guía Flos de Olei (Italia) a Reserva Familiar Picual. Mejor monovarietal Frutado Medio. Elegido entre los mejores 20 del mundo y entre los 5 mejores de España.

-

Los Angeles Awards: Mejor Frutado Medio para Reserva Familiar Picual. Medalla de Bronce para Royal Temprano y Best of the Show, al mejor aceite de oliva virgen extra del concurso.

-

Terra Olivo, Israel: Medalla de Oro para Reserva Familiar Picual

-

Silver Pentawards, Premio Internacional de packaging para La Cata Horizontal.

-

5º Puesto en el Concurso Los Mejores Aceites de Oliva Virgen Extra de España en Rusia.

-

Gastrotur, Granada: Mejor aceite variedad picual y mejor aceite variedad arbequino.

-

Premio categoría Agroindustria de la Excelencia en las Pymes del Grupo Joly.


Luis Vañó Martínez

Premios 2011 -

Oil China Competition 2011 (CHINA): Medalla de plata para Reserva Picual y Premio Gran Meción para Reserva Arbequino

-

SOFI Awards Nasfa 2011 (EEUU): Medalla de Oro al mejor producto del año de Estados Unidos para Reserva Familiar Arbequino.

-

Sol Verona, Italia: Gran Mención a Reserva Familiar Picual, categoría frutado medio.

-

Jaén Selección 2011: elegido Royal Temprano como uno de los mejores 11 aceites de la provincia de Jaén

-

Flos Olei Italia: 96 puntos para Reserva Familiar Picual. Considerado como uno de los tres mejores aceites del mundo

-

Monocultivar Expo, Italia: Medalla de Oro (93 puntos ) para Reserva Familiar Picual; Medalla de Oro (91 puntos) para Royal Temprano; Premio Dinastía 2011 para Castillo de Canena

-

Premio Armonia, Italia: mejor packaging para Royal Temprano

85


86

Proyecto Natural de Jaén

Premios 2012 International Olive Oil Award. Zurich 2012. (Alemania) -

Medalla de Plata: Royal Temprano. Categoría Intensa.

Olive Japan. -

Medalla de Oro. Royal Temprano.

-

Medalla de Plata Reserva Familiar Arbequino

-

Medalla de Plata Reserva Familiar Picual

Monocultivar Olive Oil (Italia) -

Medalla de Oro. Reserva Familiar Picual

-

Medalla de Oro. Primer Royal Temprano.

-

Best Packaging . Royal Temprano.

Flos Olei Guide 2012: Guide by Marco Oreggia (Italia) -

97 Puntos Flos Olei 2012, la maxima puntuación en la guía de los mejores aceites de oliva del mundo.

Olive Oil China Competition. -

Medalla de bronce. Reserva Familiar Picual. Intenso.

-

Gran Mención. Reserva Familiar Arbequino. Medio.

Los Angeles Awards. (USA) -

Medalla de Plata. Royal . Categoría Frutado Medio

-

Medalla de plata. Reserva Familiar Picual. Categoría Frutado Medio.

-

Medalla de plata. Reserva Familiar Arbequina. Categoría Frutado Medio.

Sol de Verona (Italia). -

Reserva Familiar. Gran Mención. Categoría. Intenso.


Luis Vañó Martínez

Premios 2012 -

Selection Magazine (Germany): Maximum punctuation: 5*. Family Reserve Arbequino: 4*; Family Reserve Picual: 5*; Early Royal: 5*

-

Extrascape 2012: 1ª Classificato

-

Leone d´Oro dei Mastri Oleari. Diploma de Gran Mención, Frutado Medio

-

Premio Armonia: Gran Mención Reserva Familiar Picual

-

Fundación Corresponsables, España. Premio Corresponsables a Castillo de Canena premiando la apuesta de la empresa por la sostenibilidad y cuidado del Medio Ambiente.

-

Academia de las Ciencias Sociales y del Medio Ambiente de Andalucía de la Junta de Andalucía, España. Premio I+D+I+E en la categoría de “Trayectoria/Iniciativa Empresarial”

-

Reserva Familiar. Gran Mención. Categoría. Intenso.

87


88

Proyecto Natural de Jaén

Premios 2013 -

Flos Olei Italia: 97 puntos para Reserva Familiar Picual.

-

Federación Andaluza de Cofradias Vinicas y Gastronómicas ( FECOAN) ha nombrado a la Familia Vañó “Embajador del Aceite de Oliva Virgen Extra de Andalucia”.

-

Gourmesse Suiza: mejor aceite a Royal Temprano

-

Jaén Selección: Royal Temprano seleccionado como uno de los mejores aceites de Jaén cosecha 2012-2013


Luis Vañó Martínez

Premios 2013 -

Premio Armonia: Segundo mejor aceite a Royal Temprano. Categoria Frutado Medio. Primer Premio a la mejor empresa oleícola.

-

Olive Japan: Medalla de Oro para Reserva Familiar Picual; Medalla de Oro para Reserva Familiar Arbequino; Medalla de Oro para Royal Temprano

-

Premio Diario Jaén Expoliva 2013 a la Innovación en Agricultura

-

Der Feinschmecker. Alemania. Top 50 del mundo.

89


90

Proyecto Natural de Jaén

Premios 2013 -

New York Olive Oil Competition: medalla de plata para Reserva Familiar Arbequino

-

Selection Magazine (Alemania): Rerserva Familiar Arbequina: 3*; Reserva Familiar Picual: 4*

-

“Mastri Oleari” Gran Menzione Frutado Intenso.

-

Premio Alimentos de España 2013 a la Mejor Empresa Exportadora.


Luis Vañó Martínez

Premios 2013 -

Guía Flos Olei 2014 Italia. 98 puntos para el Royal Temprano. Máxima puntuación en la guía de los mejores aceites del mundo.

-

The Best 20 Flos Olei. Seleccionado el Royal Temprano Virgen Extra entre los 20 mejores aceites de Oliva Virgen Extra del mundo.

-

Premio Jaén Selección 2014. Aceite de Oliva Virgen Extra Royal Temprano seleccionado como uno de los 7 mejores aceites de Jaén Selección.

-

Medalla de oro en el Premio Ecotrama 2014 para nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra Biodinámico.

91


92

Proyecto Natural de Jaén

Premios 2014 Olive Japan International Competition 2014. Japón. -

-Medalla PREMIUM para Reserva Familiar Picual

-

-Medalla de ORO para Royal Temprano

-

-Medalla de ORO para Biodinámico Picual

-

-Medalla de PLATA para Reserva Familiar Arbequino

“OLIO AWARDS” DE DER FEINSCHMECKER 2014. Alemania. -

-Primer puesto para Reserva Familiar Picual Castillo de Canena: el mejor del mundo en la categoría “frutado medio”

-

-Tercer puesto para nuestro Royal Temprano: el tercero mejor del mundo en la misma categoría “frutado medio”


Luis Vañó Martínez

93







comprometidos con el medio ambiente

Universidad de JaĂŠn


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.