Los trabajos y los días. Reflexiones acerca de la Oftalmología y su praxis J. Belmonte Martínez
Una nueva etapa de la SECOIR
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n el pasado Congreso de Sevilla se ha renovado la Junta Directiva de la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva (SECOIR), en cuyo equipo he tenido el privilegio de ser elegido Presidente. Se culmina así una brillante etapa de quienes me precedieron en el cargo y se inicia un nuevo período en el que todos sus dirigentes tenemos la ilusión y la ambición de mantener y promover el progresivo protagonismo que esta Sociedad ha desempeñado, y puede desarrollar en el futuro, en las actividades científicas y académicas de la Oftalmología nacional. La SECOIR se creó hace dos décadas, gracias al impulso de unos pocos oftalmólogos españoles, liderados por los Drs. Manuel Quintana y José Luis Menezo, anticipadamente comprometidos, por entonces, con un emergente y novedoso tratamiento quirúrgico de la catarata y de los defectos de refracción ocular, en aquél tiempo cuestionados, pero que suponían un cambio espectacular de la microcirugía ocular que, pocos años después, se confirmó como uno de los fenómenos más trascendentales y revolucionarios de la historia de la Oftalmología moderna. El núcleo primitivo de aquél pequeño grupo de amigos, bautizado por ello inicialmente como Club de Cirugía Ocular Implanto Refractiva (CECOIR) estaba formado, además de los dos mencionados e indiscutibles líderes, por nombres tan significativos como José M.ª Barahona, Julio de la Cámara, Luis Fernández-Vega Sanz, Rafael Ferreruela, Victor Menezo, José Luis Munoa, Antonio Piñero, Juan Taboada y Juan Sayans, que como firmantes del Acta Fundacional, a título honorífico constituyen estatutariamente la denominada Junta Consultiva, más coloquialmente los auténticos «pata negra» de la Sociedad y que con su decidido entusiasmo y su esfuerzo permitieron que progresara el, por entonces, todavía incierto proyecto. Muy pronto, en efecto, la embrionaria iniciativa se vio ampliamente apoyada por otros oftalmólogos nacionales, atraídos por unas flamantes técnicas quirúrgicas que, claramente, se mostraban como el inmediato futuro de la cirugía ocular y como la imparable senda de su progreso. Se patrocinaron, de inmediato, cursos de formación, sesiones quirúrgicas en
Microcirugía Ocular 2004; 12(3): 99-100.
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directo y se programaron los primeros congresos anuales, en sus comienzos con la limitada concurrencia de unos asistentes curiosos y expectantes. Muy rápidamente se incrementó la participación de manera espectacular, hasta convertirse en muy pocos años en el acontecimiento científico oftalmológico con mayor número de especialistas inscritos en nuestro país, tras los certámenes de la Sociedad Española de Oftalmología lo que obligó, a los pocos años de su fundación, a ampliar sus perspectivas y proyección académica, transformándose del primitivo Club en Sociedad Científica (SECOIR). Este acelerado proceso de consolidación culminó en el último 19 Congreso de Sevilla, con un programa plagado de cursos de formación, simposio, comunicaciones, conferencias, sesiones de vídeocirugía, reuniones satélites y una espléndida exposición técnica y comercial, donde se inscribieron más de 1.500 asistentes, ávidos por conocer lo más novedoso a través de los más destacados expertos en la cirugía implanto-refractiva e intercambiar sus criterios y experiencias propias con los colegas de otros lugares. Por las sucesivas Juntas Directivas han pasado, además de los mencionados fundadores, figuras destacadas de la Oftalmología nacional (José Alfonso, Enrique Aramendía, Alfonso Arias, Antonio Caballero, Angel Cisneros, José Angel Cristóbal , José Gálvez Torres-Puchol, José González Tomás, José Luis Güell, Miguel Harto, Marina Marco, José Pérez Moreiras, José Luis Pérez Salvador, Fernando Soler y yo mismo), presididas sucesivamente por Manuel Quintana, José Luis Menezo, Luis Fernández Vega Sanz y José M.ª Barahona que, con carácter honorífico y permanente, forman parte activa del comité de dirección de la Sociedad. La primitiva publicación, denominada CECOIR, editada con el formato de periódico, surgió en 1989 dirigida por el Dr. José Luis Menezo y el Dr. Julio de la Cámara, como Director Ejecutivo. Desde el año 1993, todavía bajo la dirección del Dr. de la Cámara y el Dr. José Luis Güell como Subdirector, fue titulada como Microcirugía Ocular, adoptando la estructura formal de revista. En el año 1996, me incorporé a la nueva Junta Directiva como Director de Publicaciones, realizándose ligeras modificaciones en el formato, y estableciéndose nuevas normas editoriales que permitieran adaptarse a los contenidos comunes de las revistas oftalmológicas acreditadas. La valiosa colaboración de un buen número de revisores en la evaluación de los manuscritos permitió elevar la calidad científica de los trabajos seleccionados. En la actualidad, plenamente afianzada, Microcirugía Ocular, constituye un órgano de referencia nacional de las actividades científicas de la Sociedad y el fiel reflejo de la labor de los oftalmólogos en el área de la cirugía de la catarata, refractiva y del segmento anterior. A partir del año 1999, se acordó promover la edición anual de una monografía sobre un aspecto candente de la cirugía implanto-refractiva que, gracias al prestigio de sus autores y a su cuidada edición, ha constituido una aportación bibliográfica fundamental en estos temas, una herramien95
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ta imprescindible para actualizar conocimientos sobre sus cuestiones más novedosas y un valioso medio de información y consulta para los menos iniciados, logrando incluso un éxito editorial que ha trascendido a todo el mundo de habla hispana. La nueva Junta Directiva, que me honro en presidir, está formada por un conjunto de oftalmólogos que, por su reconocida experiencia, su capacidad de organización de eventos de sorprendente aforo, sus publicaciones y su participación destacada y frecuente en reuniones nacionales e internacionales, ciertamente simbolizan, no sólo las tendencias más vanguardistas de la cirugía implanto-refractiva actual, sino su más sobresaliente manifestación científica y académica. Los Dres. José Angel Cristóbal, como Vicepresidente, José Alfonso, como Secretario General, Alfonso Arias, como Director de Publicaciones, José Luis Güell, como Vicesecretario, Angel Cisneros, como Tesorero y Oscar Asís, María Teresa Iradier, Javier Mendicute, Carlos Palomino, Ramón Quintana y Fernando Soler, como Vocales, representan, brillante y equilibradamente, a todo el mapa oftalmológico nacional y, sin duda, sus comentarios y sus consejos constituirán una valiosa ayuda en la toma decisiones y proyectos de la Sociedad y en la organización de sus futuros Congresos. Aunque es evidente que muchos más podrían figurar con méritos propios en esta lista, por fuerza limitada en su composición, también resulta razonable aceptar que con este equipo de lujo, está justificada la recta ambición de potenciar más si cabe las actividades y el protagonismo de la Sociedad e intentar una mayor proyección hacia el mundo latinoamericano. En el pasado Congreso de Sitges del año 2003, se organizó por vez primera de una reunión conjunta con la Asociación Latino Americana de Cirujanos de Córnea Catarata y Segmento Anterior (ALACCSA), en la que participaron algunos de sus más destacados representantes, que consideramos supuso el primer pilar de una colaboración futura más plena entre nuestra Sociedad y el mundo hispano. Por otro lado, en un intento más ambicioso de constituirse en poco tiempo en la publicación en español de referencia sobre cirugía Implanto refractiva y del segmento anterior y, consiguientemente, con una mayor proyección internacional, la revista Microcirugía Ocular ha ofrecido sus páginas a nuestros colegas castellano parlantes, que ya han colaborado con sus manuscritos originales en los últimos números. En este sentido, el renovado Consejo Editorial incorpora nombres de gran prestigio académico en el mundo latino americano que, sin duda, contribuirán eficazmente a llevar a buen término nuestro proyecto. Lejos de entelequias «rabidenses», derivadas de nuestro protagonismo en la peripecia colombina o de la ilusa pretensión de un viejo matriarcado patrio, fruto de caducos sueños imperiales, con nuestros colegas del mundo hispano nos unen unos innegables y firmes lazos de hermandad cultural e idiomática que nos permiten, a través de una fácil empatía, individual y colectiva, mantener una relación, humana y profesional, fluida y estrecha, 96
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germen de muchas amistades, recíprocas y sinceras, que se han ido forjando en los pasados años. Desaprovechar esta clara situación ventajosa resultaría imperdonable por lo que, desde este momento, asumimos con entusiasmo el reto.
Imagen de la Tesis doctoral de Augusto Federico Steinberg, «De transplantatione corneae» (1840). Universitate Literaria Friderica Guilelma.
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