Esta es la versión en español de la publicación del proyecto “Encontro com o MERCOSUL”, coordinado por la Secretaría General de la Presidencia de la República Federativa de Brasil, con la colaboración de las Secciones Brasileñas del Foro Consultivo Económico-Social y de la Comisión Parlamentaria Conjunta del MERCOSUR, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil y la Secretaría de Relaciones Institucionales de la Presidencia de la República Federativa de Brasil. Texto e investigación: Secretaría General de la Presidencia de la República Federativa de Brasil Comisión Parlamentaria Conjunta del MERCOSUR – sección brasileña Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil SOMOS MERCOSUR – Presidencia Pro Tempore de Uruguay Ilustraciones: Eric Campos y Rodrigo Mafra 1ª edición en español: diciembre de 2005 Traducción: SOMOS MERCOSUR Realización: Secretaría General de la Presidencia de la República Federativa de Brasil SOMOS MERCOSUR – Presidencia Pro Tempore de Uruguay Ministerio de las Relaciones Exteriores de Brasil
ÍNDICE
Prefacio ..................................................................................................4 I – La trayectoria del MERCOSUR ......................................................6 II – ¿Para qué un MERCOSUR? ..........................................................14 III – Cómo se estructura el MERCOSUR .............................................20 IV – El proceso negociador en el MERCOSUR ..................................26 V – MERCOSUR social y participativo ................................................28 VI – Fortalecimiento del proceso de integración ..............................34 VII – MERCOSUR ciudadano ..............................................................36
El especial momento político que está viviendo el MERCOSUR amerita, hoy más que nunca, que avancemos también en la integración cultural y en la integración de los ciudadanos de la región. Esta dimensión de la integración requiere de la construcción de subjetividades e identidades supranacionales que, respetando las diversas realidades nacionales, comiencen a interactuar con actores sociales emergentes de la región. Agendar de una vez y para siempre la perspectiva cultural de la integración permitirá comenzar a recorrer un camino de revalorización y reconocimiento mutuo de nuestros pueblos. Proceso que, más temprano que tarde, culminará indefectiblemente en la configuración de una Ciudadanía Regional que genere la legitimidad necesaria para el buen funcionamiento de la nueva institucionalidad del MERCOSUR. Es tiempo de socializar la responsabilidad que los gobiernos y los gobernantes hemos asumido en materia de integración. Queremos que los ciudadanos uruguayos compartan con su Gobierno la responsabilidad de la Presidencia Pro Tempore. SOMOS MERCOSUR si todos asumimos el compromiso de fortalecer el bloque y si apostamos a la solución colectiva de nuestros problemas. Atrás deberán quedar intereses corporativos o rivalidades secundarias que hoy están latentes en las sociedades de nuestros países. La iniciativa que junto a la Secretaría General del Gobierno Federal de Brasil hemos tomado de traducir al castellano y editar “Encuentro con el MERCOSUR”, se debe a la necesidad de poner al alcance de los ciudadanos hispano-hablantes de MERCOSUR esta potente herramienta para la participación ciudadana. Es tiempo de avanzar en la construcción del MERCOSUR ciudadano, ya que será ese el espacio democrático donde trabajosamente seguiremos construyendo nuestros acuerdos. Debemos asumir que todos SOMOS MERCOSUR y que de todos nosotros depende el éxito de este formidable proyecto político.
Dr. Tabaré Vázquez Presidente de la República Oriental del Uruguay Montevideo, 9 de Diciembre de 2005
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Los países miembro del MERCOSUR vienen asumiendo de forma responsable el desafío de contribuir a la creación de un mundo solidario, como condición para el desarrollo sustentable de las naciones y para la paz entre los pueblos. Pretendemos contribuir a que todos los países, principalmente los más pobres, puedan participar en el orden global según los principios del derecho público internacional, con el total reconocimiento de la soberanía de los pueblos, la protección de las economías nacionales más débiles, la democratización de las oportunidades de desarrollo e inclusión social, y la preservación de los valores y culturas locales y regionales. El MERCOSUR es uno de los más importantes proyectos de política externa del gobierno de Brasil y por esto representa para nosotros mucho más que un acuerdo comercial. Además de todo lo que ya se hizo en el área económica, existe un proceso de integración política y cultural que responde a aspiraciones históricas de los pueblos de América del Sur. A la voluntad política de cooperación expresada en los acuerdos firmados entre los Estados se debe sumar la participación activa de las organizaciones que componen la sociedad civil en cada país participante del proyecto. Junto a los foros e iniciativas gubernamentales empiezan a constituirse espacios democráticos de participación social que contribuyen a la definición del contenido y el sentido del proceso de integración. El Foro Consultivo Económico-Social que reúne organizaciones de trabajadores, empresarios, cooperativas y organizaciones no gubernamentales de los países que componen el MERCOSUR, traduce la conciencia cada vez más fuerte de que la sociedad civil es un sujeto imprescindible para la afirmación de una verdadera cultura de integración regional. Esta es la versión en español de la publicación editada por la Secretaría General de la Presidencia de la República Federativa de Brasil, junto a la Comisión Parlamentaria Conjunta, el Foro Consultivo Económico-Social, el Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil) y la Secretaría de Relaciones Institucionales. Forma parte de un proyecto más amplio impulsado por esos órganos con el objetivo de ampliar la difusión del proyecto MERCOSUR y, de este modo, promover el seguimiento y la participación de la sociedad civil y de las autoridades locales. Luiz Dulci Ministro Jefe de la Secretaría General de la Presidencia de la República Federativa de Brasil
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Cabe recordar que el comercio intrarregional creció desde la segunda mitad de la década del ‘70 hasta el comienzo de los ‘80, a tasas superiores a las de crecimiento del comercio internacional. Sin embargo, distintos problemas dificultaron la liberalización del comercio regional, particularmente los reflejos negativos que la coyuntura de receso mundial de los ‘80 provocó en el continente latinoamericano, problemas agravados por la situación de moratoria de la deuda externa de los tres países de mayor desarrollo relativo (Brasil, Argentina y México). Con el final de las dictaduras militares y la redemocratización en el Cono Sur tuvo comienzo un nuevo ciclo de aproximación entre Brasil y Argentina, ciclo este que fue marcado por la voluntad política y la determinación estratégica de superar rivalidades históricas que poco respondían a los verdaderos intereses de los pueblos de las dos naciones. Fue el comienzo de una nueva era de aproximación y unión de intereses regionales en torno a un nuevo proyecto.
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El 6 de julio de 1990, los Presidentes Fernando Collor de Mello(1990-1992) y Carlos Menem (1989-1999) firmaron el Acta de Buenos Aires, que anticipó para el final de 1994, el plazo para la formación del mercado común entre los dos países. El Acuerdo de Complementación Económica Nº 14 (diciembre de 1990) estableció un cronograma para que la zona de libre comercio fuese constituida hasta diciembre de 1994. De la Cumbre de Buenos Aires surgieron, entonces, dos decisiones que redefinieron el sentido que se daría al proceso de integración. La primera decisión del Acta de Buenos Aires determinó la formación de un mercado común como objetivo final y redujo de diez a cinco años el plazo fijado por el Tratado de 1988 para la eliminación de los obstáculos arancelarios y no arancelarios al comercio de bienes y servicios entre ambos países. La segunda decisión se refiere a la coordinación de una posición conjunta con respecto a la Iniciativa para las Américas, impulsada por el gobierno de Estados Unidos.
La incorporación de Paraguay y Uruguay al proceso de aproximación Brasil-Argentina llevó, en 1991, a la creación del MERCOSUR. El Tratado de Asunción, firmado el 26 de marzo de 1991, definió como objetivo central, la construcción de un mercado común. Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay han dado desde entonces, pasos decisivos hacia la apertura recíproca de sus mercados y el planteo de temas, relacionados a aspectos sociales, en la agenda de la integración. La regla del consenso como criterio fundamental para la toma de decisiones de los cuatro países, además de dar credibilidad al proceso, representa también un elemento nivelador de las marcadas diferencias de tamaño de sus economías. Bajo la óptica de los dos socios menores (Uruguay y Paraguay), el costo de la incorporación al proceso de integración subregional fue la exposición a la competencia económica y la sumisión a una disciplina comercial común que empezaba por la sistemática disminución arancelaria, con márgenes bastante estrictos de tratamiento diferenciado. A su vez, para Brasil y Argentina, el costo de ampliar la escala de negociaciones se tradujo, en lo que se refiere a la toma de decisiones, en la renuncia a cualquier criterio de ponderación de su peso relativo en el bloque. De forma significativa el único principio explicitado en el documento del Tratado de Asunción, que también estuvo presente en la fase de integración bilateral fue la reciprocidad. Este principio establece igualdad de condiciones entre los países del MERCOSUR con respecto a los compromisos asumidos, independientemente de su grado de desarrollo relativo.
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Con algunas excepciones que siguen siendo objeto de negociaciones, ya está vigente, una zona de libre comercio de bienes, es decir, un espacio económico en el que no existen trabas arancelarias a la circulación de mercaderías (literalmente, libre comercio), teniendo como base un régimen de origen, que consiste básicamente en definiciones de índices de nacionalización de los componentes de productos. El índice de nacionalización determina en qué medida la mercancía es realmente fabricada con componentes de un sólo país o si se trata de un ensamblaje de piezas importadas de terceros, ajenos al bloque. Una zona de libre comercio necesita de normas de origen para evitar que el país, cuya política comercial sea más liberal, inunde a los demás integrantes del pacto con productos fabricados parcial o enteramente en países ajenos a la zona.
La entrada en vigor el 1º de enero de 1995, del Arancel Externo Común (AEC) marcó el inicio de la etapa de conformación de una unión aduanera. La diferencia entre una unión aduanera y una zona de libre comercio está en que, además del libre comercio recíproco, se suma la adopción de una política comercial común con respecto a los países no integrantes del pacto. Una política comercial común implica, entre otros puntos: un sistema único de clasificación de mercancías; un sistema aduanero integrado y operando con los mismos valores (código común de aduanas); un Arancel Externo Común; un sistema de redistribución de los ingresos provenientes de la aplicación del AEC; un esquema similar de preferencias arancelarias aplicadas a países terceros; un sistema común de reglas de comercio, por ejemplo con respecto a subsidios y antidumping.
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Dada la vocación de inserción internacional competitiva del MERCOSUR, una unión aduanera permite ampliar la voz y el peso de nuestros países en todos los ámbitos de negociación en curso, considerándose sobre todo las condiciones adversas de acceso a los mercados de los países industrializados, regidos, como están, por esquemas fuertemente proteccionistas. Paulatinamente, el MERCOSUR viene negociando, también, temas característicos de la agenda de un mercado común, como la creación de una unión monetaria. De este modo se toma en cuenta la experiencia europea, observándose que los costos asociados al uso de distintas monedas tienen un efecto importante en el comercio.
Otro capítulo esencial de la agenda de un mercado común tiene que ver con la libre circulación de personas, para lo cual se dieron algunos pasos (documento común de viaje, reconocimiento recíproco de estudios y títulos, etc.).
El concepto de “bienes públicos regionales” adquiere cada vez más relevancia para promover el avance de políticas de cohesión que fortalezcan la identidad y la autoestima de nuestros pueblos. Dichas políticas aspiran, por ejemplo, a la coordinación de esfuerzos para promover cadenas productivas regionales y desarrollar proyectos de infraestructura. Al contrario de lo que se tiende a afirmar, la sociedad latinoamericana está dotada de una sofisticación cultural inédita, y el mercado que dicha sociedad constituye presenta condiciones de dinamismo igualmente singulares en el actual Occidente.
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La cuestión implica avances en temas esenciales, tales como el control de calidad, procedimientos de evaluación, criterios de adecuación ambiental y de respeto a los consumidores. Las restricciones no arancelarias al comercio, que constituyen el núcleo duro de las políticas proteccionistas de los países del Primer Mundo, tienen que ver totalmente con normas técnicas, sobre todo en lo que se refiere a cuestiones sanitarias y fitosanitarias; es decir, normas que tienen a priori la finalidad exclusiva de proteger la salud, por ejemplo, se utilizan como restricciones a las importaciones. En el panorama de la integración productiva hay un gran espacio de acción para políticas de desarrollo que faciliten la exploración de las potencialidades de un mercado ampliado para el aumento de la productividad, a través de economías de escala y especialización. Las crisis financieras de los últimos años llevaron a los gobiernos del MERCOSUR a establecer una nueva fase para el bloque, basada en esfuerzos conjuntos de análisis y articulación de cadenas productivas y su conformación en plataformas de exportación. Uno de los principales objetivos del programa de Foros de Competitividad de las Cadenas Productivas del MERCOSUR, es la creación de empleos por medio de ventajas de competitividad propiciadas por la articulación de esas cadenas, en gran parte integradas por pequeñas y medianas empresas. En la compleja y amplia cuestión de los servicios, también llamados bienes intangibles, el Protocolo sobre Comercio de Servicios (1997) prevé la creación de una “zona de libre comercio” en un plazo máximo de diez años. El bloque no solo avanzó en la integración de los cuatro países, sino que también buscó acumular una agenda externa común, teniendo en cuenta, en primer lugar, la ampliación de los acuerdos de libre comercio con países de América del Sur, y en segundo lugar, el desarrollo y el perfeccionamiento de la cooperación política. Se firmó el 25 de junio de 1996 en San Luis, Argentina, un Mecanismo de Consulta y Concertación Política, con el objetivo, entre otros, de coordinar posiciones sobre cuestiones internacionales de interés común. La Declaración Presidencial sobre Consulta y Concertación Política de los Estados Parte del MERCOSUR, firmada en Asunción, el 17 de junio de 1997, determinó que ese mecanismo “buscará articular (...) las acciones necesarias para ampliar y sistematizar la cooperación política entre las Partes, entendida como aquella cooperación referida a todos los campos que no formen parte de la agenda económica y comercial de la integración”.
Otro avance decisivo fue el de la Declaración Política del MERCOSUR, Bolivia y Chile como Zona de Paz, firmada en Ushuaia (Argentina), en 1998, y que registra el entendimiento del bloque ampliado (4 + 2) para “fortalecer los mecanismos de consulta y cooperación sobre temas de seguridad y defensa existentes entre sus miembros y promover su progresiva articulación”.
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También se vienen firmando distintos acuerdos de cooperación en los ámbitos judicial y de seguridad interna de los cuatro países del MERCOSUR, Bolivia y Chile. Existen foros institucionalizados que reúnen cada semestre a los Ministros de Justicia y de Interior. Aún en el ámbito del “MERCOSUR político” se destaca, especialmente, la importancia de la “cláusula democrática”, institucionalizada por el Protocolo de Ushuaia sobre el Compromiso Democrático en el MERCOSUR (1998), cuyo artículo 1º afirma: “La plena vigencia de las instituciones democráticas es condición esencial para el desarrollo de los procesos de integración entre los Estados Parte del presente Protocolo”. El MERCOSUR se convirtió, de esta forma, en garantía relevante de la consolidación de los regímenes democráticos en nuestra subregión. En el ámbito de los principios de derecho internacional, los Presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, Tabaré Vázquez, Néstor Kirchner y Nicanor Duarte adoptaron en junio de 2005 una posición común del MERCOSUR con relación al Estatuto de la Corte Penal Internacional, comprometiéndose a no celebrar acuerdos multilaterales o bilaterales con terceros Estados que afecten las bases de jurisdicción de la Corte. La importancia internacional del MERCOSUR se hace más evidente con el acercamiento de distintos países de América del Sur. Chile, Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela – desde mediados de la década de los ‘90 – empezaron a negociar acuerdos con el bloque, y hoy en día, poseen el status de países asociados al MERCOSUR. La construcción de puentes, carreteras, interconexiones energéticas, acuerdos de transporte aéreo, acuático, ferroviario y terrestre, han sido esenciales para mejorar las bases físicas de la integración latinoamericana y atender, incluso, las necesidades generadas por el creciente intercambio comercial. El nivel de intercambio comercial regional depende de forma crítica de la calidad de la infraestructura de apoyo. Una infraestructura de baja calidad puede representar más del 40% del costo de transporte en los países en desarrollo y tiene efectos considerables sobre el comercio. En este contexto, los presidentes de América del Sur vienen impulsando la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana, que es una iniciativa multinacional, multisectorial y multidisciplinaria. La implementación de esa integración implica, no solo mejorar la infraestructura continental en sí (principalmente vial, portuaria, aeroportuaria, fluvial y energética), sino también concebir un proceso de integración logística que incluya, entre otras cosas, mejoras en los sistemas de reglamentaciones aduaneras, de telecomunicaciones y de tecnología de la información. Una de las grandes virtudes del MERCOSUR es el hacer que el proceso de negociación se siga realizando en bases realistas y flexibles. De esta forma, el MERCOSUR tiene el mérito de adaptar, los instrumentos comunes a las realidades distintas y peculiares de los cuatro países. Como resultado, se tiene hoy, el MERCOSUR posible, estructurado bajo un sólido respeto a las características y 12
capacidades de las bases económicas y políticas de cada uno de los socios. En el año 2000, los gobiernos de los cuatro países dieron inicio a una nueva fase en el proceso de integración regional denominada “Relanzamiento del MERCOSUR”. El objetivo fundamental fue reforzar la unión aduanera, tanto en el ámbito intracomunitario, como en el relacionamiento externo. En este sentido, los gobiernos reconocen que la convergencia, la coordinación macroeconómica y el fortalecimiento de la participación social desempeñan un papel central para obtener mayores progresos en el proceso de integración.
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Los procesos de integración son el resultado de la convicción de los países, de que ello permitirá mejoras en el bienestar de sus pueblos y del bloque. Siendo concebido, por lo tanto, como herramienta de desarrollo de un mercado interno ampliado, e instrumento de potencialización de los intereses de los países en el ámbito internacional, el MERCOSUR busca una integración más competitiva de las economías de los cuatro países en un mundo en el que se consolidan grandes espacios económicos y en el que el progreso técnico se hace cada vez más esencial para el éxito de los planes de inversión y desarrollo sustentable. Con el esfuerzo de realizar la apertura interna de sus economías para formar un espacio común de negociación con el resto del mundo, el MERCOSUR pretende avanzar hacia la meta de integración de América Latina. El proyecto marca las acciones de los sectores privados, considerados motores efectivos de la integración. Para lograr sus metas, el MERCOSUR se concentra actualmente en desarrollar acciones marcadas por dos grandes ejes, que posibiliten perfeccionar la unión aduanera existente y, a la vez, avanzar hacia un mercado común. Se tiene, por lo tanto, objetivos generales y específicos. A – Objetivos generales: • Libre circulación de bienes, servicios, factores productivos y personas entre los países, a través de la eliminación de los derechos aduaneros y de las restricciones no arancelarias a la circulación de mercancías y de cualesquiera otras medidas de efecto equivalente. • Arancel Externo Común. • Política comercial común con respecto a terceros Estados. • Posiciones coordinadas para negociar el interés regional en foros e instancias regionales e internacionales. • Coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales (de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetaria, cambiaria y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones y otras que sean acordadas). 14
• Armonización de los códigos legislativos de los países miembro en las áreas definidas como pertinentes al proceso de integración. B – Objetivos específicos: • Propiciar economías de escala. • Promover de forma coordinada el desarrollo científico y tecnológico. • Buscar permanentemente pautas comunes para el desarrollo sustentable de los recursos regionales. • Aumentar y diversificar la oferta de bienes y servicios con patrones comunes de calidad (siguiendo normas internacionales). • Aumentar la participación de los sectores privados en la integración, teniendo en cuenta no solo las oportunidades de incremento del comercio.
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1º – ZONA DE LIBRE COMÉRCIO Entre sus integrantes existe libre circulación de bienes, servicios y otros factores de producción, a través de la eliminación de las trabas al comercio.
2º – UNIÓN ADUANERA Zona de Libre Comercio combinada con adopción de una política comercial común con relación a terceros, y especialmente en términos de aranceles.
3º – MERCADO COMÚN Los integrantes de la Unión Aduanera optan por avanzar en la coordinación de políticas sectoriales y en la armonización de legislaciones en distintas áreas.
4º – UNIÓN MONETARIA Mercado común que se combina con la adopción de una política monetaria y una moneda única.
5º – UNIÓN POLÍTICA Unión monetaria acompañada de una unificación de las políticas de seguridad, interior y exterior.
El MERCOSUR está consolidando la unión aduanera y en un proceso de construcción de un mercado común. 16
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La Comisión Parlamentaria Conjunta está compuesta por un máximo de 64 parlamentarios, ejerciendo efectivamente sus mandatos, siendo 16 por país, con igual número de suplentes, designados por los respectivos parlamentos nacionales de los cuales sean miembros, con un mandato, mínimo, de dos años. Se reúne ordinariamente dos veces por año y extraordinariamente mediante convocatoria de sus cuatro presidentes. Las reuniones cuatripartitas se deben realizar en el territorio de cada uno de los países miembro, de manera sucesiva y alternada. La Comisión Parlamentaria Conjunta se manifiesta a través de declaraciones, generalmente de carácter político, recomendaciones, de carácter técnico y operacional para mejorar algún aspecto del proceso de integración, y disposiciones, que son documentos emitidos en la realización de la reunión cuatripartita para tratar, reglamentar o formalizar asuntos internos de la comisión. Formula recomendaciones al Consejo del Mercado Común.
E. Foro Consultivo Económico-social (FCES)
La creación del Foro Consultivo Económico Social (FCES) fue establecida en el Protocolo de Ouro Preto, en diciembre de 1994, siendo definido como el órgano de representación de los sectores económicos y sociales. El órgano tiene función consultiva y se manifiesta mediante recomendación al Grupo Mercado Común o, por iniciativa propia, en decisiones por consenso. El foro tiene carácter regional y no discute problemas específicos de cada país, sino problemas de la sociedad civil del MERCOSUR. Fueron creadas las secciones nacionales, que en conjunto constituyen el foro regional, integrado por representantes de entidades empresariales, organizaciones de trabajadores y del tercer sector y por sociedades académicas, científicas, organizaciones no gubernamentales y otras, con igual número de representantes por país. Entre las principales atribuciones del foro, se destaca el seguir, analizar y evaluar el impacto económico y social derivado de las políticas de integración en las
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diversas fases de su implementación en los ámbitos sectorial, nacional o regional. Corresponde también al foro proponer normas y políticas económicas y sociales en materia de integración, así como contribuir a una mayor participación de la sociedad en el proceso de integración del MERCOSUR, difundiendo su dimensión económica y social. El plenario del foro, su principal órgano de decisión, es integrado por 36 delegados, siendo nueve de cada país – cuatro trabajadores, cuatro empleadores y uno del tercer sector. Sus decisiones deben ser equilibradas, ya que no hay voto mayoritario. Los votos son iguales por bancada. La coordinación administrativa del plenario es ejercida por la sección nacional de un país miembro cada seis meses.
F. Secretaría del MERCOSUR
Con sede en Montevideo, la Secretaría del MERCOSUR es el órgano de asesoría y apoyo técnico a los demás órganos del bloque que contribuye para la conformación de un espacio de reflexión común sobre el desarrollo y la consolidación del proceso de integración, a partir de una perspectiva común, contribuyendo para la consolidación del MERCOSUR. En 2003, en el marco del proceso de transformación de la antigua Secretaría Administrativa, fue establecido un sector de asesoramiento técnico, que debe permitirle a la Secretaría ofrecer apoyo técnico a los órganos del MERCOSUR, tanto en el ámbito intrabloque como en el marco del relacionamiento externo del MERCOSUR. Además, es competencia de la Secretaría, dar continuidad y evaluar el desarrollo del proceso de integración, desarrollar estudios sobre temas de interés para el proceso de integración y realizar el control de la consistencia jurídica de los actos y normas emanadas. La Secretaría debe cumplir también, entre otras funciones, la de archivo oficial de la documentación del MERCOSUR; realizar la publicación y la difusión de las decisiones tomadas en el ámbito del MERCOSUR; organizar los aspectos logísticos de las reuniones del Consejo del Mercado Común, del Grupo Mercado Común y de la Comisión de Comercio del MERCOSUR.
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La Secretaría del MERCOSUR tiene un director, con un mandato de dos años. Su elección está a cargo del Grupo y su nombramiento a cargo del Consejo del Mercado Común. G. Tribunal Permanente de Revisión
El Tribunal Permanente de Revisión fue creado por el Protocolo de Olivos (febrero de 2002) y tuvo su sede en Asunción inaugurada el 13 de agosto de 2004. Se entiende que el tribunal debe evolucionar hacia la conformación de un órgano encargado de asegurar que las normas del MERCOSUR sean interpretadas y aplicadas de manera uniforme, en el territorio de los países miembro, garantizando igualmente el acceso de particulares a la justicia, como uno de los pilares del estado de derecho que se busca consolidar de forma permanente en la región.
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El organigrama actual comprende la existencia de tres órganos del mercado común dotados de poder de decisión (el Consejo, el Grupo y la Comisión), catorce subgrupos de trabajo, numerosos foros ad hoc, siete comités técnicos subordinados a la Comisión de Comercio, doce reuniones especializadas, reuniones de ministros en catorce ámbitos de especialización, dos órganos consultivos, una Comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR, la Comisión Parlamentaria Conjunta del MERCOSUR y la Secretaría del MERCOSUR. Cada órgano tiene sus propios foros de trabajo y negociación. Son, por lo tanto, más de doscientos espacios regionales que conforman el proceso negociador y administrativo de la integración. Instituido hace 14 años, el MERCOSUR registró, hasta febrero de 2005, la existencia de 1.494 normas, siendo de ellas, 331 decisiones (del Consejo del Mercado Común), 1.023 resoluciones (del Grupo Mercado Común) y 140 directrices (de la Comisión de Comercio del MERCOSUR). De ese conjunto, aproximadamente 560 están vigentes. El proceso negociador que amerita la producción de esas normas es de gran complejidad, no solo por la cantidad de actores, sino también por la diversidad de la información que éstos deben manejar. Si, a grosso modo, se acepta la distinción entre actores gubernamentales y no gubernamentales, involucrados en las negociaciones, más complejo se hace el intento de describir las interacciones posibles entre los actores a partir de las distintas clases y tipos de información de las que son portadores, y los intereses que representan. Se asume la hipótesis de que los Estados son actores racionales unificados y sus gobernantes, por lo tanto, expresan –en negociaciones internacionales – el interés nacional, siendo este concepto un agregado sintético de la diversidad de intereses en juego. En procesos de negociación para la constitución de bloques, los Estados asumen compromisos
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de construcción progresiva común de un interés regional, superior y superador de las expresiones particulares de cada nación involucrada. La transición entre una fase y otra, es necesariamente de larga duración, e implica negociaciones complejas. Es importante indicar que la necesidad de esfuerzos adicionales para la adopción de una perspectiva regional que haga posible la superación gradual, y progresiva, de las visiones nacionales, ya es objeto de reconocimiento institucional explícito. De este modo, vale la pena mencionar la decisión que transformó la Secretaría Administrativa del MERCOSUR en un órgano técnico, renombrándola como Secretaría del MERCOSUR, e incluyendo, entre sus atribuciones, la inédita referencia a la “perspectiva común”. Esto significa que la vida institucional del bloque comienza a dejar de ser únicamente el cotejo de cuatro voluntades nacionales, recibiendo, así, un quinto elemento, proveniente de ese “espacio de reflexión común” (Decisión CMC Nº 26/03, Anexo, punto 3.2). Mediante concurso público internacional se accede a ejercer las nuevas funciones atribuidas a la Secretaría. Es necesario considerar que, si el establecimiento de zonas de libre comercio y unión aduanera no exige grandes innovaciones jurídicas – aunque exija esfuerzos enormes de los Poderes Legislativo y Judicial para lograr las adecuaciones de los marcos normativos internos a las reglas comunitarias –, no se puede afirmar lo mismo en lo que respecta a la implementación de un mercado común. Cuando el Tratado de Asunción (1991) hace referencia expresa a la intención de los firmantes de crear un mercado común, deja en claro que los países miembro – más que cooperación y coordinación económica – buscan una integración de sus mercados y sociedades, es decir, la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales, al interior de ese espacio común regional, una moneda común y una política externa coordinada. 27
La activa participación de las entidades sindicales derivó, en 1998, en la aprobación de la Declaración Sociolaboral, por la cual los países miembro se comprometen a adoptar una serie de principios en el área del trabajo, en sintonía con las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Entre estos principios están, la garantía de no discriminación de trabajadores por motivos de raza, origen nacional, color, sexo u orientación sexual, edad, creencia, opinión política o sindical, ideología, posición económica o cualquier otra condición social o familiar; derecho de organización en sindicatos; eliminación del trabajo forzado y obligatorio; y combate al trabajo infantil. La aplicación de la declaración quedó a cargo de la Comisión Sociolaboral, organismo tripartito creado en 1999. En el mismo año, empieza a funcionar el Observatorio del Mercado de Trabajo. Por otro lado el Acuerdo Multilateral de Seguridad Social, ratificado por los cuatro países (Argentina, Brasil y Uruguay en 1999/2000 y Paraguay el año pasado), permite calcular el tiempo de jubilación de las personas que trabajen en más de un país. Otra discusión que avanzó de forma importante en el ámbito del bloque fue la generación de empleos, con la creación del Grupo de Trabajo de Alto Nivel – de composición interministerial y del cual participan también entidades sindicales y empresariales –, cuyos primeros resultados deben ser presentados en la 29ª Cumbre, en Montevideo, en diciembre de 2005. Por sugerencia del gobierno de Brasil fue creada la Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar (REAF) del MERCOSUR, en Foz do Iguaçu, en octubre de 2004. La REAF está compuesta por representantes gubernamentales y de la sociedad civil, especialmente movimientos sociales del campo. En Brasil, el coordinador titular es el Secretario Ejecutivo del Ministerio de Desarrollo Agrario. Es un modelo de diálogo entre los gobiernos y la sociedad civil. Tiene el mérito de reunir todo el espectro del campo, que abarca, en Brasil: Contag, MST, Fetraf-Sul, MPA (Movimiento de los Pequeños Agricultores) y MAB (Movimiento de los Afectados por Represas). La creación de la Sección Nacional brasileña incentivó un ejercicio similar en los otros tres países del MERCOSUR y Asociados (Bolivia y Chile). 28
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De este modo la agricultura familiar tiene un espacio institucional en la estructura del MERCOSUR. Las principales medidas a ser implementadas son la creación de políticas públicas comunes para el sector y la promoción del comercio de los productos en la región. La participación conjunta en negociaciones en el mercado externo y la cooperación con organismos internacionales están entre los temas en discusión. En términos de participación social, también hubo avances en otras áreas. La Reunión Especializada de Mujeres (REM) en el MERCOSUR apunta exclusivamente al tema de género. La Reunión Especializada de Cooperativas es de carácter similar, y viene permitiendo el debate de políticas y la articulación entre las cooperativas. No obstante, existe un amplio debate sobre la necesidad de perfeccionar el proceso decisorio del bloque, debate que está igualmente vinculado a la eficacia de las decisiones adoptadas en los órganos regionales. Existen señales de que muchos actores gubernamentales y no gubernamentales tienen dificultades para aplicar o para hacer cumplir decisiones sobre las cuales no fueron consultados. El Programa de Trabajo 2004-2006 (Decisión CMC Nº 26/03) expresa esa creciente preocupación de los países miembro con los temas vinculados a la legitimidad democrática y propone ampliar la participación de la sociedad civil, aumentar la visibilidad cultural, fortalecer la ciudadanía con una agenda política que estipule un seguimiento más estrecho del proceso de negociación, aprobación e incorporación de las normas del MERCOSUR. Además, dicho programa dio continuidad a las negociaciones para la creación e instalación del parlamento regional y estableció el Centro MERCOSUR de Promoción del Estado de Derecho. Se trata, entonces, de una nueva etapa en el proceso negociador de construcción del mercado común, en la que se busca aumentar el principio de transparencia y dar lugar a la incorporación de nuevas esferas de poder al proceso decisorio. Las Reuniones Semestrales de Ministros y Autoridades del Desarrollo Social del MERCOSUR constituyen la instancia máxima del MERCOSUR Social. El combate a la pobreza, a la desigualdad y al trabajo infantil, han surgido como temas recurrentes. Se discuten aún, sistemas estadísticos de indicadores sociales, seguridad alimentaria, programas de ingreso mínimo y una agenda positiva de programas y políticas para la juventud. En el caso brasileño, el MERCOSUR Social es coordinado por el Ministerio de Desarrollo Social y Combate al Hambre (MDS). Existe la propuesta de crear una secretaría permanente del MERCOSUR Social para que haya una mayor coordinación de las políticas sociales en el bloque, no solo a través del intercambio de experiencias, sino también por medio de acciones concretas de cooperación, como, por ejemplo, la implementación de actividades en las fronteras, que tengan impacto concreto en la vida de las personas. 30
Aunque municipios, estados, provincias y departamentos de los países miembro estén tomando iniciativas en el ámbito del MERCOSUR, implementando acciones conjuntas en los ámbitos económico, comercial, político y cultural, su rol no había sido debidamente reconocido por parte de los gobiernos nacionales. El Foro Consultivo de Municipios, Estados Federados, Provincias y Departamentos del MERCOSUR, creado a través de la Decisión Nº 41/04, del Consejo del Mercado Común, en el marco de la Cumbre de Ouro Preto, en diciembre de 2004, inauguró un nuevo momento para los gobiernos subnacionales en el MERCOSUR. En el año 2000 había sido creada la Reunión Especializada de Municipios e Intendencias (REMI), constituyéndose en el primer espacio de participación de los gobiernos locales en la estructura institucional del MERCOSUR. Se debe destacar también el rol de la Red de Mercociudades, que, aunque no forme parte de la estructura del MERCOSUR, representa un foro de articulación política e intercambio de experiencias sobre temas urbanos, en la defensa de una mayor participación de las ciudades en el bloque. Aunque la REMI signifique un avance en el reconocimiento del rol de las ciudades en el proceso de integración regional, ese mecanismo se mostró insuficiente para atender a las demandas políticas y de participación de los gobiernos locales, principalmente porque dio a las ciudades un tratamiento temático, en vez de reconocerlas como actores en la construcción del MERCOSUR.
Con la creación del Foro Consultivo de Municipios, Estados Federados, Provincias y Departamentos del MERCOSUR, que posee status semejante al del Foro Consultivo Económico Social (FCES), se pretende que los gobiernos subnacionales empiecen a actuar directamente en las discusiones del bloque sobre los temas que les sean pertinentes, y a formular pareceres y recomendaciones al Grupo Mercado Común. Según el texto de la decisión que lo origina, el foro estará conformado por un comité de municipios y un comité de los estados, provincias y departamentos.
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Lo que está en juego es la búsqueda de formas institucionales capaces de permitir, no solo una mejor gestión de la cooperación y de la integración, como también modos de propiciar la paulatina y progresiva incorporación de la dimensión representativa. El MERCOSUR se viene preparando para enfrentar ese doble desafío. La creación del Parlamento del MERCOSUR es una de las vertientes más sustantivas en esa dirección, que responde a la necesidad de dotar a las negociaciones del MERCOSUR de más transparencia y permeabilidad en las decisiones relativas a la integración regional, hoy concentradas en el Poder Ejecutivo.
La evolución del Parlamento Europeo, que actualmente posee poderes de codecisión, además de funciones de control y fiscalización presupuestaria en la Unión Europea, constituye una experiencia que viene siendo debidamente analizada. Fueron necesarios muchos años para que el Parlamento Europeo adquiriera el perfil actual. A lo largo de su evolución, la Unión Europea enfrentó múltiples dificultades, precisamente a causa del déficit democrático que, muchas veces, puso en riesgo la práctica de las decisiones comunitarias por la falta de aprobación parlamentaria, por la insatisfacción popular con los respectivos gobiernos y por la falta de transparencia en las negociaciones. En el caso del MERCOSUR, en que amplios sectores de la ciudadanía ignoran la existencia del bloque, el sufragio universal para componer un parlamento regional puede significar un paso extraordinario para contrarrestar el déficit democrático de la integración. En los documentos elaborados hasta el momento, referentes a la creación del Parlamento del MERCOSUR, queda claro que dicho organismo no le restará poderes a los legislativos nacionales, sino que, por el contrario, debe conducir a la valoración de la función parlamentaria y propiciar un mayor equilibrio de poderes, que constituye un elemento fundamental para el sistema democrático de gobierno.
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Aunque el anteproyecto en debate ya estipule claramente que el futuro parlamento regional no tiene funciones ni poderes equivalentes a los de los legislativos nacionales, hay un abanico amplio de atribuciones típicas que posibilitan la creación de un órgano consultivo, representativo de los pueblos de los países del MERCOSUR, que indudablemente servirá para fortalecer el proceso de integración regional.
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En diciembre de 2004, en Belo Horizonte y en Ouro Preto (las ciudades que sirvieron de sede a la XXVII Reunión del Consejo del Mercado Común y de la Cumbre de Jefes de Estado del MERCOSUR), fueron tomadas decisiones que indican avances importantes en lo que refiere al cumplimiento del Programa de Trabajo 2004-2006 y a la profundización de la agenda de las relaciones internacionales del bloque. Del conjunto de iniciativas abordadas en Ouro Preto, en la Cumbre de 2004, se destacan, la creación del Fondo de Convergencia Estructural del MERCOSUR (Decisión CMC Nº 45/04) y la recomendación del Consejo al Grupo del Mercado Común de que adopte medidas que permitan eliminar impactos negativos en las economías de los países miembro, que pueden resultar de acuerdos comerciales ya negociados o que pretenden ser negociados por el bloque con otros países. Con eso los Presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, Tabaré Vázquez, Néstor Kirchner y Nicanor Duarte vienen trabajando para tornar el MERCOSUR más sólido y más representativo de la diversidad de actores e intereses involucrados en el proceso de integración sudamericana. El mejoramiento de los mecanismos de solución de controversias y la agilización de la incorporación interna de normas regionales están entre las mayores conquistas y avances del bloque. En lo que refiere a la ampliación del bloque y a las relaciones internacionales, quedó formalizada la integración de Venezuela, Ecuador y Colombia en carácter de Estados Asociados al MERCOSUR. Fue firmada el acta de conclusión del Acuerdo de Comercio Preferencial entre MERCOSUR e India y de MERCOSUR con la Unión Aduanera Sudafricana. Se dio inicio a las negociaciones con Egipto, Marruecos y con la Comunidad de los Países de Lengua Portuguesa (CPLP). En el segundo semestre de 2005, cuando a Uruguay le correspondió ocupar la Presidencia pro Tempore del bloque, el Presidente Tabaré Vázquez se propuso llenar de ciudadanía el MERCOSUR. Para ello creó SOMOS MERCOSUR, una iniciativa pública que tiene por objeto fortalecer el MERCOSUR CIUDADANO y crear espacios para la participación de la sociedad civil. Ha sido ésta una apuesta por fortalecer las dimensiones del M E R C O S U R S O C I A L , P O L I T I C O y C U L T U R A L complementando la dimensión ECONOMICO - COMERCIAL que ha constituido el foco, hasta el momento, del proceso de integración. Comunidad Sudamericana de Naciones El esfuerzo de fortalecer el MERCOSUR pasa, necesariamente por la integración paulatina de toda América del Sur. En diciembre de 2004, en la III Reunión de 34
Presidentes de América del Sur, realizada en Cuzco (Perú), fue lanzada la Comunidad Sudamericana de Naciones, idea alentada por la convicción de participación de nuestros países en un destino forjado por una historia en común. La Declaración de Cuzco creó mecanismos concretos para el funcionamiento y la institucionalización de esa comunidad. La Comunidad Sudamericana de Naciones (a la que se asociarán Surinam y Guyana) implica la profundización de la convergencia entre MERCOSUR, la Comunidad Andina y Chile. La base es la integración física, energética y de comunicaciones en América del Sur, con la profundización de las experiencias bilaterales, regionales y subregionales existentes. Las áreas de acción prioritaria de la Comunidad Sudamericana de Naciones son el diálogo político, la integración física, el medio ambiente, la integración energética, los mecanismos financieros sudamericanos, las asimetrías, la promoción de la cohesión social, de la inclusión social y de la justicia social y las telecomunicaciones. Fue decidido construir una carretera en el estado de Acre en Brasil hasta los puertos del sur de Perú, trayecto que actualmente lleva 28 horas, considerando que la integración física es un factor crucial de impulso a los flujos de comercio y de complementación productiva. La Primera Reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Sudamericana de Naciones fue realizada en Brasilia en septiembre de 2005. Los presidentes se comprometieron a dar impulso a la conclusión de los proyectos prioritarios para la integración sudamericana a través de la “Cartera Estratégica de Proyectos de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA)”. Los países intercambiarán experiencias sobre facilitación del comercio, complementación de cadenas productivas e integración en las zonas fronterizas. Serán estimulados los proyectos de investigación científicos y tecnológicos conjuntos. Será instituido un premio sudamericano de ciencia y tecnología. Reiteran la invitación a todos los países sudamericanos a que se incorporen en el esfuerzo de complementación energética regional propuesta por Uruguay en la Reunión de Ministros de Energía del MERCOSUR, Chile, Perú y Bolivia, realizada en Montevideo en agosto de 2005. Además se promoverá la participación de la sociedad en su conjunto para facilitar la divulgación de la integración y de la realidad sudamericana a través de diferentes sistemas de comunicación, educativos, de información y culturales, con pleno respeto a la libertad de prensa y al derecho que tienen los pueblos a ser informados. En este contexto, surgió la propuesta de elaborar una agenda cultural sudamericana incluyendo por ejemplo un festival rotativo de cultura, producciones cinematográficas conjuntas y un premio sudamericano de cultura. 35
Las sociedades de los países miembro no se cansan de manifestar una evidente voluntad de integración. Son incontables las organizaciones, entidades y asociaciones que incorporaron a sus estructuras unidades o dimensiones regionales. En los últimos años, centenas de eventos culturales y técnicos fueron organizados por la sociedad civil en el ámbito del MERCOSUR. Numerosas redes de cooperación se construyeron. En sus encuentros, la sociedad civil avanzó significativamente en el conocimiento mutuo, logrando forjar, en muchos de sus foros, alianzas regionales y propuestas de acciones comunes. Por ende, una mayor permeabilidad de las instituciones del MERCOSUR favorecería la ampliación de los canales y conductos necesarios para que los gobiernos obtengan el apoyo social necesario para la implementación de sus posiciones en materia de integración. En este sentido, la construcción de políticas de abajo hacia arriba sería decisiva en importantes materias, en particular los temas no comerciales. En este punto se destacan las políticas públicas regionales inclusivas, que nos permitirían enfrentar los problemas que compartimos con soluciones también compartidas. Son abundantes las posibilidades de perfeccionar las formas de participación de la sociedad civil en el MERCOSUR. Entre ellas, se destaca la participación antes y durante las reuniones, gracias a un amplio mecanismo de información y de participación en el proceso deliberativo. Igualmente es imprescindible la participación posterior a las negociaciones, a través de la cooperación de los actores sociales en la implementación de las acciones comunes. Paulatinamente, el MERCOSUR debe incorporar los principios de transparencia, rendición de cuentas, funcionalidad y coherencia. Abajo, medidas de efecto práctico en el MERCOSUR, para la vida cotidiana del ciudadano. Facilitar la circulación de personas • Norma Relativa al Régimen de Equipaje en el MERCOSUR (Decisión CMC Nº 18/94) • Eliminación de los límites para la obtención de divisas y cheques de viajantes relacionados a los servicios de turismo y viajes (Resolución GMC Nº 43/02) • Reglamento único de tránsito y seguridad vial (Resolución GMC Nº 8/92) • Seguro de responsabilidad civil del propietario (Resolución GMC Nº 120/94) 36
Cooperación consular para una mejor atención a los visitantes del MERCOSUR • Mecanismo de Cooperación Consular entre los Países del MERCOSUR (Decisión CMC Nº 35/00) Cooperación Judicial • Protocolo de Cooperación y Asistencia Jurídica en Materia Civil Comercial, Laboral y Administrativa (Decisión CMC Nº 5/92) • Protocolo de Buenos Aires sobre Jurisdicción Internacional en Materia de Contratos (Decisión CMC Nº 1/94) • Protocolo de Medidas Cautelares (Decisión CMC Nº 27/94) • Protocolo de Asistencia Jurídica Mutua en Asuntos Penales (Decisión CMC Nº 2/96) • Protocolo de San Luis en Materia de Responsabilidad Civil Emergente de Accidentes de Tránsito entre los Estados Parte del MERCOSUR (Decisiones CMC Nº 1/96 y Nº 6/97) Intercambio Postal • Disposiciones relativas al intercambio postal entre ciudades ubicadas en la región de frontera (Resolución GMC Nº 29/98) • Creación del Timbre MERCOSUR CULTURAL, referente al Tratado Aduanero para la Circulación en los Países del MERCOSUR de Bienes Integrantes de Proyectos Culturales (Resolución GMC, 122/96)
Derechos del Consumidor • Defensa del Consumidor (Resolución GMC Nº 126/94) Educación • Protocolo de Integración Educativa y Reconocimiento de Certificados, Títulos y Estudios de Nivel Primario, Medio y No Técnico (Decisión CMC Nº 4/94) • Protocolo de Integración Educativa y Reconocimiento de Certificados, Títulos 37
y Estudios de Nivel Medio Técnico (Decisión CMC Nº 7/95) • Protocolo de Integración Educativa para la Prosecución de Estudios de Postgrado en las Universidades de los Estados Parte del MERCOSUR (Decisión CMC Nº 8/96) • Protocolo de Integración Educativa para la Formación de Recursos Humanos en el Nivel de Postgrado entre los Estados Parte del MERCOSUR (Decisión CMC Nº 9/96) Políticas comunes para Pequeñas y Medianas Empresas • Políticas de Apoyo a Micro, Pequeñas y Medianas Empresas del MERCOSUR (Resolución GMC Nº 59/98) Facilidades en la Frontera • Medidas de Simplificación Operacional de Trámites de Comercio Exterior y de Frontera (Decisión CMC Nº 20/98) • Horario de Atención en puntos de frontera (Resolución GMC Nº 127/94) • Disposiciones sobre los Servicios Públicos de Telefonía Básica en las Zonas de Frontera (Resolución GMC Nº 66/97) • Nómina de Puntos de Frontera de Controles Integrados (Resolución GMC Nº 49/01) • Normas sanitarias para la circulación de gatos y perros (Resolución GMC Nº 4/96)
Integración Cultural • Acuerdo de Integración Cultural, previendo producciones para cinema, video, televisión, radio y multimedia, bajo el régimen de co-producción y co-distribución, abarcando todas las manifestaciones culturales. (Decisión CMC Nº 11/96)
Protección al Medio Ambiente • Acuerdo Marco sobre Medio Ambiente (Decisión CMC Nº 2/01) • Norma sobre emergencias ambientales (Resolución GMC Nº 7/98) Salud • Control de Entrada y Salida de Medicamentos (Resolución GMC Nº 66/00 e 74/00)
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