Las cuatro estaciones final

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Coleccíon Poesía

Pringles Press




©

Las cuatro estaciones 2014, Diseño Gráfico III Cátedra Rico , Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires.

© Arturo Carrera, 2012 © Diseño de tapa: Edrosa, Sebastián

ISBN 978-987-1474-14-1 1. Literatura Argentina, I. Título CDD A860

«Impreso en Argentina / Printed in Argentina» Dirección: Francisco Garamona Corrección y prensa: Laura Crespi

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la tapa, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del editor.


ÍNDICE

Larcigau

13

Lo que llama soñar

30

Quiñihual

47

Señales portátiles

60

Pringles

65

Imágenes con cigüeñas

78

Krabbe

95

Final de fiesta

99



II

Larcigau

Qui単ihual (Verano)

Pringles

Krabbe


ARTURO CARRERAS

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LAS CUATRO ESTACIONES

Población: 10 habitantes. Denominación:Su nombre proviene del arroyo homónimo, que surcaba las tierras donde funcionaba la estación ferroviaria. Situación Geográfica: 37° 49’ Latitud Sur -61° 38’ Longitud Oeste. Se encuentra a 7 km. de la RP Nº 76, al SE del Parrido. Distancias: 57 km a Coronel Suárez. Luego de ser inaugurada la estación ferroviaria, se asentaron en sus inmediaciones algunos habitantes que basaban su economía en tareas rurales. La localidad de Quiñihual contaba en la década del 40 con varias viviendas, la Escuela Nº 21, Destacamento Policial, comercios de diversos rubros y herrerías. Luego del cierre de los servicios ferroviarios se produjo un significativo despoblamiento del lugar. Sólo funciona en la actualidad un antiguó almacén.

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ARTURO CARRERAS

12


LAS CUATRO ESTACIONES

Qui単ihual

13


ARTURO CARRERAS

I

Aquí tampoco hay nadie.

14


LAS CUATRO ESTACIONES

Aquí tampoco hay nadie.

15


ARTURO CARRERAS

Es como un rastro que el rastreador dibujara, el vestigio de un cuenco que no supimos comprender y ahora es nuestra biografía. Un rancho de adobe y paja, y juguetes agrarios. y palas y tractores y magnetos de miniatura, y utensilios para vestir caballos y para hacer de su eficacia un efímero don, una travesía que nunca compartiremos más que adentro de un sueño. ...y hablarlo deberías, despierto en pleno comentario, cuando la enjambrazón se mudara de un panal a otro, a otro corazón que se azucara en lo oscuro.

16


LAS CUATRO ESTACIONES

Y en el poema más burdo y en el más sutil entrara como al descuido una lista de pequeñas ofrendas y detalles felices, las croquetas deliciosas, su pasión peronista, ¿cosas que no tienen que ver? ¿Ajos y zaftros otra vez en el barro? y su risa loca cuando miraba mis dibujos con la fragancia de aquel polvo Coty muy cerca de mi cara y su metro y su rima en mí después, entre vibrantes corpúsculos -su lápiz- tima violeta que yo mojaba para que ensuciara... Ella puede elegir el lugar ahora, adivinar el vacío, la vida donde aparece;

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ARTURO CARRERAS

y todos nos reímos; todavía nos reímos

...con la voz de los besos que anhelamos nos reímos.

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LAS CUATRO ESTACIONES

Aquí tampoco hay nadie

19


ARTURO CARRERAS

20


LAS CUATRO ESTACIONES

y sin embargo hay alguien.

21


ARTURO CARRERAS

El campo vierte nostalgia como la trilladora granza en una ola a cuya sombra viajamos dormidos. Atravesé el puentecito del arroyo y aquí mi padre o me asesina o me mata. Antes, de niño, lloraba; y él preguntaba: ¿qué te pasa? Nada, nada papá, respondía. lloraba por mi muerte anticipada en manos de mi padre -anticipado: paternidad, paternidad, “instituciones mínimas” de maternidad.

¿en qué nave de excesiva locura estoy sin conocerme?

22


LAS CUATRO ESTACIONES

Desmantelaron todo

23


ARTURO CARRERAS

Ellas charlan y se ríen bajo el bullicio de los álamos. Los viejos corren hacia la barranca, los chicos siguen dando gritos. Pero fingen no encontrarme, no verme, no hablarme en este sueño y sin embargo, decrás de las mamparas de hierro y de los vidrios de colores, bañan en una tina salpicando y gimiendo a los mellizos de una misma cara. Desde lo invisible a todo llego tarde ...en la alegría del verano que vibra y se resquebraja los ojos de una madre que no obtuve y conocí en lo invisible su imperceptible fuente;

24


LAS CUATRO ESTACIONES

Las cosas dicen ¡no! ¿Para qué decirnos?

25


ARTURO CARRERAS

Nuestro corazón late por su cuenta. Nuescro juicio es más flexible y claro. Se agrava en diferentes estilos un destino que parece “piedad”: quiere hablar de su paso por una estación efímera y dice Quiñihual. El nombre de un a rroyo sereno, el nombre de Uno -pato enorme, orgulloso macá, o el improbable cacique de los amoríos... En esos corredores de humo verde y desde las barrancas jugábamos... escribiendo borrando y enfrentando los gerundios movedizos. Asidos al desdén como deseo. Y a sólidos cuerpos instantáneos como a impalpables esferillas. Jugábamos.

26


LAS CUATRO ESTACIONES

多Era eso el verano?

27



III

Larcigau

Qui単ihual

III. Pringles (Oto単o)

Krabbe


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