Canciones Señor tu nombre es santo Señor, tu nombre es santo en toda la tierra. Señor, tu nombre es santo en toda la tierra Tu gloria, Señor, llega hasta el cielo. Tu espíritu, Señor, inunda el mar. Todo aquello que has creado, todo aquello que me habla de ti, lo has dejado en nuestras manos, lo has dejado en nuestras manos. Nosotros, Señor, lo cuidaremos por ti. Las estrellas, los volcanes y la lluvia que cae sobre mí, las palomas, los caimanes, las montañas y los valles, nosotros, Señor, los cuidaremos por ti. Tenemos un pacto Tenemos un pacto, tenemos una alianza con Dios. Eso es la oración Como con mi amigo hablo y río yo Hablo con Dios Padre, eso es la oración. Ratos calladitos, ratos de calor, ratos que jugamos, eso es la oración. Canciones sentidas, danza y emoción, silencio y Palabra, eso es la oración. Miro lo que tengo y cuánto tengo Dios, hoy te doy las gracias, eso es la oración. Oigo la Palabra y abro el corazón, digo lo que siento eso es la oración. Todos nos sentimos cerca del Señor, juntos aprendemos a hablar con Dios, juntos aprendemos a hablar con Dios.
Navidad Navidad es un camino que tiene un suelo de tierra, sin árboles que den sombra, sin fuentes que te refrescan. Navidad es una fiesta con adornos y sorpresas, con amigos invisibles, con cariños que me esperan. Navidad es una calle con mendigos en la acera sin ningún samaritano que les oiga y que les quiera. Por eso esta Navidad quiero yo estar a la espera para ver al Niño Dios y con Él la Buena Nueva. Navidad es dar regalos y esperar solo a si llegan, sin pensar si es poco o mucho, sin saber por qué se entregan. Navidad no es una Madre con un hijo que le llega, que tiene solo un pesebre que le acoja y que le meza. Navidad son muchas cosas que pasan por mi cabeza porque en ellas no está Dios ni el gozo de su presencia. Por eso esta Navidad quiero yo estar a la espera para ver al Niño Dios y con Él la Buena Nueva.
Canción de los Sacramentos En la vida hay momentos importantes en los que Dios siempre presente está y por eso los siete Sacramentos siempre a tu lado, te acompañarán. El primero es el Bautismo que te hace cristiano para en la Iglesia entrar, y su símbolo es el agua, limpia los pecados y te llena de paz. El segundo la Confirmación que te une más fuerte con la Iglesia de Dios. El Espíritu Santo te envolverá para difundir y defender la Verdad. El tercero Penitencia donde le pedimos perdón a Jesús. Nuestras culpas se nos borran y se nos anima a volver a empezar. El cuarto es la Eucaristía que es donde la Iglesia tiene su corazón. Pan y vino se convertirán en el cuerpo y sangre de nuestro Señor. El quinto es la Unción de enfermos que nos ayuda y nos prepara para viajar hasta Dios. Nos ungen con el aceite y el corazón se llena de su gracia y amor. El sexto es el Sacerdocio para convertirte en pastor con Jesús y al servicio de su Iglesia entregar la vida para los demás. El séptimo el Matrimonio para unir al hombre y la mujer ante Dios. Los anillos simbolizan que su amor y entrega siempre les guiará.
Todo lo bueno que hago en mi vida Todas las cosas que hago en mi vida tienen respuesta en todas las vidas. Todo lo bueno que hago en mi vida siempre mejora las otras vidas. Cada vez soy más mayor, voy sabiendo qué es mejor para vivir, para crecer, para sentirme bien. Entregarse y ser mejor, esfuerzo de corazón, para encontrar la novedad, para sentirme bien. Dios me ofrece su amistad, junto a mí siempre va a estar. Para buscar, para arriesgar, para sentirme bien.
El hijo pródigo Hubo una vez un padre que dos hijos fue a tener hasta que un día el menor de ellos le dijo: «Padre, ya sé lo que quiero hacer. Así que dame, dame, dame mi herencia porque me largo de este lugar y no me hables más de mi conciencia porque mi vida yo puedo guiar porque mi vida yo puedo guiar». Así el muchacho se marchó muy lejos y su fortuna pronto se gastó y con el hambre puesta por sombrero casi al momento de su padre se acordó. Regresaría y le diría: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no merezco llamarme tu hijo, tan solo un jornalero soy aquí, tan sólo un jornalero para ti». Cuando aún estaba lejos de la casa su padre conmovido se acercó, el hijo le contó lo que pensaba pero su padre sus labios silenció. «Traedle ropa, anillos y sandalias, un gran banquete se va a celebrar porque mi hijo estaba perdido y el Padre de los Cielos me lo ha vuelto a dar y el Padre de los Cielos me lo ha vuelto a dar».
Gracias por la fe Gracias por la fe que me da un futuro lleno de esperanza para mí y el mundo. Gracias por la fe, sé que estoy cuidado por los que me quieren y el Dios de lo alto. Gracias por el don de ver y creer, aunque sea un poquito del cielo y del bien. Gracias por la fe, sé que hay que escuchar quererla a diario y cuidarla más. Gracias por la fe, gracias por la fe, Gracias por el don regalo que heredé, Misterio de amor y semilla del bien Gracias por la fe qué bueno es creer tener nuevo ritmo para feliz ser. Gracias por la fe que no entiendo bien pero es lo más grande que puedo tener. Gracias por la fe para caminar regala misterios, con luz los traerá Gracias por la fe luz y oscuridad fuerza de esperanza que me llenará. Gracias por la fe…
Luz del mundo Luz del mundo, pan de la tierra. Luz del mundo, pan de la tierra. Yo soy la luz del mundo, yo soy el pan de la tierra, yo soy el buen pastor que cuida de sus ovejas. Yo soy camino nuevo, yo soy Resurrección, yo soy la vida que te alegra el corazón. Jesús nos enseña en la Última Cena Mira, mira cuántas cosas nos ha enseñado Jesús, sus palabras y sus actos deslumbran como la luz. Mira, mira cuantas cosas puedes aprender aquí, Jesús en la Última Cena, un regalo para ti. Jesús compartió su vida con nosotros, de rodillas y en silencio nos lavó los pies. Nos enseña que servir a los hermanos es la puerta que nos abre el camino hacia Él. Jesús compartió su vida con nosotros juntos en la Última Cena nos regaló su pan, así yo he compartir lo que poseo con quien más lo necesite, siempre y sin dudar.