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nĂşmero 11 / marzo 98
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gratis / free / gratuit
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Sumario
Staff
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núm. 11
5.000 ejemplares
edita orangeWorld sl
¿TECHNO-CHAUVINISMO? "La verdad es que hasta el año pasado nadie sabía nada de Francia, y hay que admitir que eso se debe, entre otras cosas, al éxito de Daft Punk. Esto era muy pequeñito. Como España lo es ahora. España ha llegado tarde. Tardará algunos años en hacer un par de temas realmente buenos. Pero eso llegará, como ha pasado aquí". Laurent Garnier (El País De Las Tentaciones nº 222)
coordinador Luciano Álvarez diseño / producción Juan Antonio Álvarez / oW publicidad Xavier Vila
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la escena 10 trip-pop 17 cajmere 18 spring heel jack 20 analogic emotion 22 silver apples 24 felix da housecat 26 howie b 28 mus 30 hd substance 32 nine inch nails 34 wall of sound 37 man or astroman? la factoria de la muerte 41 throbbing gristle 44 psychic tv 46 chris & cosey 48 coil 50 goem 53 godflesh 55 wordsound 56 telex 58 zoth ommog 60 banghra
redacción P.O. Box 10.183, 08080 Barcelona Fax (93) 429 61 67 E-mail: self@servidor.net
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En este número colaboran Albert Carreras, Alberto Balsam, Black Muslim, Coco, DJ Hae Vin, Doctor Avalancha, Eva Lejárcegui, Frank y Winnie, J.L.M., Juan Manuel Freire, L.A.F., Marc Llorens, Marc Moch, Marc Piñol, Rogelio Pereira, Santi Fernández, Taludio Rativo, Taschen, The A-Team, Toni López, Udo Látex y Vicenç Batalla
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Publicaciones Nos han llegado los nuevos números de algunas de las publicaciones del ramo: el nº 2 de DISCO 2000 (Portishead, Squarepusher, Basemenet Jaxx, Tomato, Björk...), el nº 10 de UNDERSOUNDS (Luke Slater, Rinôçerôse, Alan Oldham, Steve O'Sullivan, Claude Young...), el nº 13 de SALTO MORTAL, fanzine del Alaska Fan Club, Dulcinea, 7 9º B 28922 Alcorcón, Madrid, (Divine, Pet Shop Boys, Björk, Natacha Atlas, Doof...), el nº 37 de FETÉN (boletín de las actividades de Jazzin Club/Ama Records; Espíritu Santo, 25 28004 Madrid), el nº 11 de MARGEN, Rogelio Pereira, Arcade De Arriba, 31 36690 Arcade, Pontevedra, (Andrew Poppy, Terry Riley, Fred Frith, Soma, Sleaze Art...) y GARFUNKEL (el órgano informativo del colectivo Mulletheadz, David Lapoof & Dave Snuiter, que dedica su existencia al funk; P.O. Box 18.123, 28080 Madrid). Una de las iniciativas más interesantes llevadas a cabo en los últimos meses corre a cargo de los chicos del Taller de Sonido de la Facultad de Bellas Artes de la ciudad de Cuenca, la meca ibérica de la música electroacústica. En los dos volúmenes publicados hasta ahora de su Revista de Arte Sonoro (que son Cd’s) puedes encontrar desde un monólogo de Gómez de la Serna a una entrevista a Alvin Lucier, pasando por obras del propio Lucier, Gregory Whitehead, Jean Dubuffet y José Iges, entre otras gemas. Edición limitada a mil ejemplares, así que espabila (Avda. de los Alfares, 42. 16002 Cuenca).
Sónar’98 No nos hemos dado cuenta, pero el Sónar ya está aquí de nuevo. Y como en cada nueva edición, convocan a los artistas que quieran presentar su propuesta para este año. La novedad de esta convocatoria es que va dirigida únicamente a artistas residentes en España. Tenéis que hacer llegar a la organización el correspondiente material sonoro o audiovisual en cualquier formato, acompañándolo de una descripción del proyecto, un curriculum del artista, fotos del mismo o del proyecto y un listado con las tareas del personal participante,
los requerimientos técnicos y de personal para la realización de la actividad. Tenéis de tiempo hasta el 1 de marzo. Os podéis dirigir a: SONAR, P.O. Box 38.024, 08080 Barcelona (no os olvidéis de poner el nombre artístico, el número de miembros de la formación, la persona de contacto y una forma de poder localizarla). El principal festival nacional de música electrónica se pone en marcha.
Dude 'Animula Vagula Blandula' es el enigmático título del tercer K7-álbum de Arcos de Nepal, la logia musical gallardamente conducida por nuestro martillo de herejes particular, Taludio Rativo. Nueve zurriagazos electrónicos que confirman el alejamiento de la ortodoxia industrial percibido en su anterior cinta en pos de la comunión hermética entre el espíritu del mundo clásico y la sensibilidad pre-apocalíptica de final de milenio. A las puertas de una nueva Era Oscura, su fulgor nos ilumina y guía hacia un futuro de mayestática sublimidad allende las estrellas. Ya en Dude (Apdo 146. 08191 Rubí, BCN).
Otro nuevo producto Dudoso es 'La Suma Persa', C-30 que recoge los momentos estelares del único concierto ofrecido en vida por Macroelvis Supermassa, la incestuosa (y gozosa) asociación de dos de los más reputados grupos españoles de música experimental, cuyos nombres ahora mismo no me salen. Voces y pianos, guitarras, saxos y clarinetes, improvisación, chispa y buen humor en una actuación ofrecida en la ya extinta sala Communiqué en enero de 1994. Con esta cassette Dude inicia una serie dedicada a recuperar documentos sonoros de gran valor histórico y de los que en su día no se enteró ni Dios.
Discorder Aquí os adelantamos los próximos eventos que va a realizar esta productora madrileña: 7 de febrero, Claude Young y Óscar Mulero en la Sala Voltereta (Madrid); 25 de febrero, DJ Vadim en Lo-Beat (Bali-Hai, Madrid); 7 de marzo,
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Acid Scout, Oliver Ho y Dj Fake en la Sala Voltereta (Madrid); 13 de marzo, Line Out, Yke, Focus y Fat Fish en la Sala Babel (Madrid); 4 de abril, Luke Slater en la Sala Voltereta (Madrid). Tel. (91) 559 08 17.
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marc llorens
la escena
Los grandes medios y la gente media andan perdidos en busca de alguien que les aclare sucintamente el pasado, presente y futuro de la revolución electrónica en nuestro país. Pues lo llevan claro: a la mafia del baile celtíbero no hay resumen que la englobe, sino que se crea a partir de cien mil onanismos como el de aquí abajo.
No me hagas escenas, cariño No, no y no. El que quiera generalidades, cuatro nombres de artistas para escoger el disco que se comprará este mes y antropologismos como ese tan espantoso de “la evolución de la escena” se ha equivocado de sitio. Los resúmenes se me dan casi tan mal como los diagnósticos, y a ver quién es el guapo que mancha aún más su historial con augurios bíblicos sobre el futuro de algo tan instantáneo por definición como todo esto. No es que sea tan difícil de explicar –por favor, que no hablamos del CESID–, ni que debamos mantener la sacrosanta pureza del underground cañí hasta que los que viven de él acaben limpiando letrinas. Es que llevo una hora intentando articular un discurso a partir de reflexiones sueltas que me han asaltado durante los últimos meses, y me aburro mortalmente. Además, leer SELF –saber que existe, vaya– ya presupone estar un poco al tanto de los últimos tres o cuatro años de músicas electrónicas y todo lo que las rodea en nuestro país; cada uno en el terreno que más le interese, claro. Por tanto, optaremos por el muestreo. ¿No resulta que nos hallamos ante el teórico fin de la dictadura en la relación músico-audiencia, el descubrimiento del protagonismo del individuo, de infinitas células autónomas creando microuniversos interconectados entre sí, de un flujo inabarcable de información especializada y de artistas elaborando códigos propios que el oyente, encima, debe aprender a descifrar? ¿Pués a santo de qué se va a poner uno a hacer vista de pájaro como si esto fuera el Telediario? Ni sería fiel a una realidad tan fragmentaria, ni iría más allá de los mismos tópicos que están volviendo narcoléptica a esta, ¿cómo dicen?, escena. No soy un experto en el tema, me dan miedo los expertos en algo; pero casi nadie lo es en este baile, o en cualquier caso todos lo son, porque todos conforman este indefinible potaje cada vez que lo aliñan con su presencia. Lo que viene a continuación no tiene más valor que los comentarios vacuos que la gente interesada en estas músicas hace a menudo, sin grabadora ni ocho mil caracteres enfrente. El problema es que se pierden, se olvidan o no se toman en serio; en todo caso, aquí quedan algunas. No entra en ellas la industria dedicada a levantar este “movimiento”, la que organiza veladas, edita discos y a veces incluso llega a día 30 de mes. A ella sólo cabe lanzarle parabienes y gladiolos desde esta orilla en que vemos las cosas de lejos sin mancharnos, no sea que a alguien le de un repente y nos acuse de querer hundir su sustento. Mil gracias a ellos por mantener vivos a los que integran este heterogéneo grupo y por hacernos descubrir el placer de quedarse en casa de vez en cuando, pero que quede claro que: - Estos horarios son demenciales. Una cosa es querer culturizarse, y otra arrastrar un jet-lag en miniatura todos los lunes por la mañana. Los conciertos normales serán para algunos algo propio del Pleistoceno, pero al menos se hacen en horas razonables. Se entiende que un club no es una sala
de arte y ensayo, que la gente va a lo que va, y tiene todo el derecho del mundo. Pasa que a veces hay músicos y Dj’s, excéntricos ellos, que no sólo buscan prender la traca, que no sólo merecen una escucha de mandíbula batiente o bazo fustigado; pero como hay que hacer tiempo hasta que empiezan, a veces uno llega al local en un estado lamentable, y sólo le importa lo que le pongan desde la barra. Y hay que hacer tiempo porque, a menudo, tragarse los entrantes previos a una buena actuación –o sea, a los residentes– es más de lo mismo. - Antes, cuando uno salía de noche a bailar, cada semana le poní-
Ojo: la idea de escuchar música sin la dictadura del bombo y en condiciones me parece fantástica si se hace con algo de gracia e imaginación.
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an las mismas canciones. Era sangrante, si, pero al menos las conocías. Ahora también hay algunos temas que se repiten bastante, pero es que el resto preferirías no haberlo conocido nunca. Dos horas de media a la semana dan un resultado de un montón de canciones parecidísimas entre sí al mes. Habré presenciado unas siete mil combinatorias distintas entre el house, el tehcno, el breakbeat y sus respectivas y novedosas revisiones de última hora. Eso suma, cifra arriba o cifra abajo, unos 35.654.672.578.916.004 bpm’s en los tres años que llevo yendo a veladas “avanzadas”, casi todos hechos con el mismo patrón rítmico y el mismo maldito aparato. Sin contar los subidones de ritmo. - La opción del chill out es casi peor. No soporto el buen rollo, las parejas tocándose la cara en pleno bajón químico o las fumadas de porros multitudinarias, y mucho menos el trip hop. Las conversaciones más homínidas de esta década las he oído en estos sitios. Ojo: la idea de escuchar música sin la dic-
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de estas cosas tan raras, ¿verdad? Supongo que todo esto aún llevará su tiempo –porque las máquinas, para bien o para mal, están aquí para quedarse–, pero es que me pone negro ver cómo adoramos a artistas americanos de origen hispano, por ejemplo, cuando de aquí deberían salir maravillas sin nada que envidiarles. Pero conocer las propias raíces nunca fue lo nuestro. - Además, después de que al principio recibiéramos con brazos abiertos a las vacas sagradas del techno y el house, corremos el riesgo de aborrecer su omnipresencia. Fenómenos como el jungle, que en Europa arrasa, aquí no han pasado de pequeños círculos, y el bombo que no cesa persigue a los insomnes allí donde van. Varios grandes nombres de los últimos tiempos –Roni Size, Squarepusher, Justin Robertson, David Holmes, Etienne De Crécy...– se han dado cuenta que escuchar absolutamente de todo y bueno, asimilarlo y devolverlo a su manera también funciona en este claustrofóbico mundo; los pioneros o inclasificables, por su parte, sólo atienden a sí mismos (¡DIOS MÍO! ¡VAYA TÓPICO!). Que viva la fiesta, vaya, pero cuanto más variada mejor. Algunos locales ya se han dado cuenta y actúan en consecuencia. - Basta ya de tomarse esta música como la invención de la vacuna contra el sida, siempre a la vanguardia del resto (tan anclado en el pasado, ugh) y dando pequeños pasos para el hombre, pero gigantes pa-
Me temo que, por más afortunadas excepciones que se den, cada escena tiene los músicos locales que se merece, y eso no dice mucho en favor de la nuestadura del bombo y en condiciones me parece fantástica si se hace con algo de gracia e imaginación. Se está empezando a ver que esto es el futuro para cuando nos quedemos todos medio sordos, y ya hay locales que se esmeran un poco más en montarlos. Puestos en humanizar esas galaxias virtuales, propongo colgar a los de las pastitas macrobióticas y organizar un buen catering: jungle y pimientos del Padrón, abstract beatz y mojama, illbient y morcilla de arroz. Dios sabe que siempre hablo en serio. - Porque ¿para qué tanto tiempo pasado asimilando lo que viene de fuera, si casi toda la juventud “diferente” de Europa baila al son de los mismos ritmos interpretados de la misma forma? Me temo que, por más afortunadas excepciones que se den, cada escena tiene los músicos locales que se merece, y eso no dice mucho en favor de la nuestra en general. Entendiendo la electrónica como un modus operandi, una forma de renovar lo que ya existe o un potencial creativo, y no como la eterrrrna emulación del vecino, típica de nuestro secular provincianismo y complejo de inferioridad, seamos aún más nosotros mismos. Esto vale por los artistas –que los hay personales, y más que habrá en el futuro–, los que compran música o la escuchan de noche y, me temo, los que escribimos sobre ella, siempre gregarios, despistados o algo torpes al hablar
ra la humanidad. Menudo avance, el nuevo loop mensual para dilatar pupilas más deprisa. Dejando aparte la electrónica pre-pista de baile (otro día le tocará el turno), ésta es en su inmensa mayoría música esencial y premeditadamente estúpida. No me olvido de Dave Angel, Terrence Parker, Mills, Larkin, Ed Rush, Panasonic o quienes ustedes quieran, no, no. Pero esto tampoco es un taller de Biodanza precisamente. Es música alienante sin que eso sea malo, como tantas otras. Tómensela demasiado en serio o excluyan de ella al resto del mundo, y los que buscan vida en ella hallarán un latiguillo aburrido y homogéneo preguntándose adonde fueron los buenos tiempos. No hagamos los actuales aún peores ni más ombliguistas de lo que son. - Pero sobre todo, que nadie menosprecie lo que tenemos hasta ahora. Dejar de escuchar lo que hacen músicos nuevos, o quedarse en casa ante el percal que ofrece una parte de la cultura de clubs –o de lo que sea–, puede privarnos de una fuente de regocijo y sorpresas nada despreciable. Salgamos mientras el cuerpo nos lo pida y, si lo que vemos nos mueve al suicidio, montemos antes algo por nuestra cuenta, aunque sea en casa de un amigo. Todo vale menos este aburrimiento. ¿De quién hablaríamos mal, si no? - Releo este último punto y parece que me considere a mí mismo parte de esta, euh, tribu urbana. Insisto: la “escena” no existe, sólo es una convención para entendernos. Existen las personas, que somos como Mar Flores saltando de un lugar a otro en busca de chicha; y cuando nos cansamos de una cosa nos vamos a otra, y a otra, y luego volvemos al principio, y así sucesivamente. Veletas para unos, curiosos para otros. En fin, después de sepultar el poco crédito que me quedaba entre los melómanos de pro, les recomiendo emplear su tiempo en cotejar por sí mismos el estado de la cosa analógica y digital en nuestra piel de toro. Por mi parte, prometo someterme a una cuarentena de artículos de opinión con un libro de estilo de “El País” y un María Moliner en cada brazo y Screamin’ Jay Hawkins aullando en los auriculares.
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Después de ‘Blue Lines’ apareció ‘Dummy’, y desde entonces el pop dejó de ser lo mismo. La edición de ‘Portishead’ ha supuesto el encuentro entre precursores y descendencia, en el que puede ser el momento de consolidación de una nueva escena. texto
juan manuel freire
trip-pop ¿En quién puedes confiar? Pero hay quien habla de saturación y parece no advertir que el ochenta por ciento de nuevas bandas persiste en el saqueo de las mismas fuentes clásicas (Beatles, Byrds, Pixies), o bien enmascaran su propuesta en muros eléctricos o vanguardia de clínica. El pop tal y como lo concibieron Burt Bacharach, Ivo Watts o Paddy McAloon parece haber pasado a mejor suerte. Ante semejante panorama, no sorprende que un sonido que prefiere la sutileza a la exuberancia exhibicionista, y la tendencia afectiva al efectismo de bisturí, sólo pueda ser acusado de melifluo. Y dé lugar a las apreciaciones más perezosas que hayan podido ser leídas en la prensa musical durante mucho tiempo, sin confirmar impresiones o reflexionar sobre el parafraseo de la vida moderna que muchas de estas bandas llevan a cabo. Hablando de trip-pop, etiqueta ya obsoleta para un sonido que empieza a invadir casi todos los campos de la música popular, el referente es una subdivisión melódico-vocal del trip-hop, un acercamiento de los valores de la canción tradicional a la textura del slo-beat y la vampirización formal que ello supone. Los miembros de esta cruzada están unidos por una personalidad aglutinante - en ocasiones más inspirada que en otras, siempre con una cierta individualidad - que expande los horizontes genéricos hasta territorios paralelos. Las canciones nacen de un temblor subterráneo construido de ritmos sintéticos, aroma de celuloide (Badalamenti, Barry, Morricone), virus acústicos (el jazz de Coltrane) y evocaciones de un pop menos complaciente (This Mortal Coil, Cocteau Twins), otorgando a la electrónica la coartada humanista de todo su uso. Nunca niega el pasado y no mira hacia adelante, sino a una alternativa más sofisticada a lo ya presente.
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Pero la mayoría son bandas sin demasiado futuro, destinadas a un seguimiento muy reducido: ignorados por el consumidor reaccionario y consumidos pasajeramente, en formato de doce pulgadas, por el público de las pistas de baile. En una clasificación proclive a la cópula, se diferencian dos campos: 1. La sección lúdica, interesada en el hábil encajado de una trompeta de Schifrin y un spot de blanqueador bucal, en la publicidad de sus filias subculturales y otras rarezas conceptuales (Moloko, Gus Gus, Roc), a la que pertenece la mayor parte del french groove (Air, Ollano), hedonista escuela de la ironía, rara vez encuadrada - y aquí empieza la diferencia - en la estructura de la canción pop. Exceptuando algún tema aislado de Autour De Lucie, Snooze y Louise Vertigo, viven en una órbita propia que merece un estudio aparte. 2. La sección emocional, menos fugaces que los anteriores, y que desarrollan con algo más de heterodoxia lo que fue llamado voicebeat: Lamb, Alpha o Statik Sound System forman parte de una sugestiva estética a la que se han adherido buena parte de los advenedizos (Rickie Lee Jones, Everything But The Girl) y grupos
[DUBSTAR] No estarían aquí de no ser por ‘It’s Over’, canción que recoge la antorcha de Portishead, incluida en su flamante segundo álbum.
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nacionales como Le Mans o El Joven Bryan, sin olvidar algunos trazos de Mus y los fenecidos Esclarecidos. Exploran una nueva sensibilidad romántica que empieza por la asunción de un estado personal insatisfactorio, en mitad de la agonía del siglo y junto a un entorno tecnológico que provoca el desajuste empático con la realidad ordinaria, pero que también da lugar a nuevas tristes vías de conocimiento y sensualidad. Exploran el conflicto interior desde un prisma escéptico, sabedor de la creciente incapacidad para la comunicación, conciencia que no impide una febril urgencia de afecto: mejor es sentir dolor que no sentir nada. En una búsqueda de emociones formales con especial insistencia en el dibujo de ambientes (casi una traslación musical de las imágenes de Wenders, de Atom Egoyan y de ‘Blade Runner’), el fin es el roce de una fibra universal: la nostalgia por el presente. Programaciones gélidas en ascendencia que muestran la nada moderna, la ansiedad y la espera de un cambio. Hacia una esencia del sentimiento individual, o lo que es lo mismo, de la música como experiencia íntima. Ambos, lúdicos y emocionales, combinan influencias en busca de una identidad. Requieren de un censo, siempre incompleto y creciente, aunque necesario para entender y apreciar una revolución que muchos pretenden boicotear.
el pop tal y como lo concibieron Burt Bacharach, ivo Watts o Paddy Mcaloon parece haber pasado a mejor suerte. [ALPHA] Primero Swarfinger y más tarde Ariel, Andy Jenks - ex Statik Sound System - y Corin Dingley cambiaron al nombre de Alpha y eligieron las voces de Martin Barnard, Wendy Stubbs y Helen White (también primera voz de Statik) para cantar ‘Come From Heaven’, colección de torch songs infectadas de jazz, soul y sonidos analógicos. El primer proyecto impulsado por Melankolic, sello propiedad de Massive, ha inventado una forma de soñar con los ojos abiertos. Las escalas de Bobby Golsboro y Lee Hazelwood inspiran música para el piano bar de ese primer encuentro. • ‘Come From Heaven’ (Melankolic-Virgin, 97) [ARCHIVE] Explotan las constantes - arreglos de cuerda y viento, atmósferas exploratorias - en un hipotético cruce entre las técnicas cantoras de Portishead y Earthling, como muestran el hip-hop bristoliano de ‘So Few Words’ y las fotografías del meteosat (‘All Time’). ‘Londinium’, inmenso trip-hop orquestal, es su tema inapelable ; pero también está la irresistible ‘Last Five’ para dar cuerpo a un primer disco imperfecto aunque penetrante, perdido entre múltiples miopías y opiniones que ya empezaban a ser previsibles. • ‘Londinium’ (Island-Polygram, 96) [CRAIG ARMSTRONG] Músico de formación clásica colaborador en ‘Protection’ y ‘Coming Up’, y responsable - junto a Nellee Hooper y Marius DeVries - del score del último ‘Romeo And Juliet’, Craig Armstrong es el estandarte sinfónico de una arrebatada épica moderna que confía en la fusión de cuerda y secuenciador como el veneno perentorio. Hay pruebas que certifican su eficacia: una declaración sentimental tan poco terrestre como ‘This Love’ (con Liz Fraser al micrófono) o la nueva versión del ‘Weather Storm’ de Massive, ambas contenidas en la que promete ser la primera gran obra maestra del 98, de dimensiones majestuosas y perniciosos efectos secundarios. Sobrecogedor. • ‘Space Between Us’ (Melankolic-Virgin, 98) [ATTICA BLUES] Trío de Bristol formado por Roba El Essawy, vocalista de origen egipcio, el Dj D’Afro, inspirador e ideólogo del grupo, y Tony Nwachukwu, encargado de las programaciones. Son la apuesta más melódica de James Lavelle, y con su primer elepé han facturado un denso tratado de abstracción rítmica que contiene deslumbrantes arreglos y melodías (‘Tender’, ‘3Ree (A Means To Be)’) con el poder y la emoción suficientes para despejar cualquier duda y amontonar alguna nube gris. Uno de los grandes álbumes del 97. • ‘Blueprints’ (Mo’Wax, 97)
[BROADCAST] Aunque en apariencia más emparentados con el post-pop de laboratorio de sus colegas Pram y Stereolab, el quinteto de Birmingham participa del proceso de envejecimiento instaurado por Geoff Barrow. El sampler como constructor de un universo lo-fi convertido en claustro por voluntad. Además participan del aire cinemático y de una actitud vital próxima al gris de las primeras fotografías. Las canciones sólo son viñetas que sirven de recuerdo o de prólogo a la despedida. Porque llegado el momento, las palabras sólo son accesorias y es mejor apagar la luz. • ‘Work And Non Work’ (Warp, 97) [CRUSTATION] El Grupo Antes Conocido Como The Eff Word, militante de la escudería Cup Of Tea, ahora acompañado e inspirado por la voz y cadencias irlandesas de Bronagh Slevin, antes estudiante de derecho y ahora castigadora de almas afines. Justicia poética: canciones luminosas, emotivas y melancólicas, en un coagulado electro-acústico construido para soportar los momentos de serenidad. Paisajes naturales que alcanzan el crepúsculo en dos singles de muchos quilates (‘Purple’, ‘Flame’) y en ‘Reverie’, uno de los lamentos electrónicos del año. • ‘Bloom’ (Jive-Virgin, 97) [GUS GUS] Nueve artistas multimedia dedicados ahora a la música. Responsables de un repertorio muy desigual cuyo único factor común parece el intento de crear emociones a partir de
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[LAMB] De lo mejor. Dúo de Manchester infravalorado por (casi) todos los medios y brillantes en composición y arreglos, Andy Barlow a las máquinas y Louise Rhodes buceando en interiores. Su abanico referencial abarca a John Barry y Steve Reich, o el mismo Górecki al que dedican su pieza maestra, envuelta en un aliento poético de belleza apocalíptica. Por la inquietud que busca alquimia entre continente y contenido, hay quien los acusa de buscar demasiada trascendencia. Para comprender algo hay que penetrar en su oscuridad, y en ‘Lamb’ hay más de lo que puede parecer, en palabras y sonido. Por momentos parecen no tener la menor conexión con nada de lo que antes hayamos leído o escuchado sobre la naturaleza de la pasión. • ‘Lamb’ (Fontana-Polygram, 96) [LIFE’S ADDICTION] Todavía sin álbum y en puntos suspensivos, otro misterioso dúo que escapa a clasificaciones y genera interés por su ambiciosa propuesta. Híbrido de actitud punk, vehemencia de torch song, rasgueos de rock y electrónica en bruto. Estimulante placebo de adrenalina para el sistema nervioso central, vocalizado por una garganta muy cercana al rugido de Shirley Bassey. • ‘Love And Affection’ (FFRR, 97) [LOCUST] Mark Van Hoen ha pasado de la vanguardia techno a un sonido marcado por el éter de 4AD y los grooves de Massive y Portishead. Su nueva orientación está avalada por una colección de colaboraciones con vocalistas permanentes (Zoe Nibblett, Craig Bethell) e invitados (Neil Halstead, de Mojave 3) que explora las posibilidades sentimentales de las máquinas. Hay introversión ambiental, arranques de seducción y destellos de insoportable oscuridad. Con canciones propias y economía de medios, ha compuesto una probable cuarta parte de This Mortal Coil. • ‘Morning Light’ (R&S, 97) [MANDALAY] Hace ahora un año, Saul Freeman (ex Thieves) y Nicola Hitchcock (cantante de folk en paro) lanzaban un espléndido single, ‘Flowers Bloom’, dramático drum ‘n bass con exquisitas piruetas vocales que recordaban tanto las cadencias de Gibbons y Liz Fraser
una electrónica glacial, tan propio de su país de origen (Islandia) como de su principal portavoz musical en el panorama mundial (Björk). Dan en la diana con ‘Believe’ y ‘Polyesterday’, pero el resto del material es bastante más discutible. • ‘Polydistortion’ (4AD- Caroline España, 97) [HOOVER] Oscura formación belga descubierta al incluir la muy portishediana ‘2Wicky’ en la banda sonora de ‘Stealing Beauty’, y que en su paseo por el Sonido - así, en palabra mayor - beben del primer sonido Bristol, del noise y de la reverberación vocal de Cocteau Twins, y aprovechan la acumulación de efectos para dar viveza a un repertorio basado en odiseas del espacio y tensiones conyugales. Inteligencia artificial. • ‘A New Stereophonic Sound Spectacular’ (CBS/Sony, 96) [DAYBEHAVIOR] Trío sueco que propone un irregular reciclado de eurobeat y del sonido más excitante de los noventa. Con la sana frivolidad de Saint Etienne (‘Movie’, ‘Hello’), y también con apuntes de destemplanza más propios del emblemático Bristol (‘Momentary Laughter’, ‘Shortness Of Breath’). El potencial visual de gemas como ‘Cinematic’ (primer single) o ‘Il Sogno’ deriva en la composición de la banda sonora del film Ellinors Bröllop, no estrenado en España. Muy bien tratados por la prensa de Gran Bretaña, Australia y Japón. • ‘Adored’ (NONS, 96) [DUBSTAR] No estarían aquí de no ser por ‘It’s Over’, canción que recoge la antorcha de Portishead, incluida en su flamante segundo álbum. Los textos, una más agria que dulce visión de la cotidianidad y de las relaciones de pareja, pueden hermanarles con la banda de Barrow más que cualquier otro detalle formal. Pero más cerca del synth-pop de los ochenta, las influencias del trío británico residen en la mejor tradición británica: The Smiths, Pet Shop Boys y Cocteau Twins. De los tres han aprendido a conjugar la inteligencia lírica y el arte del estribillo. • ‘Goodbye’ (Food-EMI, 97) [EVERYTHING BUT THE GIRL] Ben Watt y Tracey Thorn conocieron el potencial sensitivo de la electrónica gracias a Massive y Todd Terry, y acicalaron con house, trip hop y drum ‘n bass el sonido acústico, romántico y elegante que los caracterizaba. Las nuevas formas ayudan a crear una atmósfera húmeda y urbana, escenario de naufragios en vías de metro y cabinas de teléfonos. Por la flaqueza de voluntad, la equivocación y alguna trampa del orgullo. Más tarde y en la penumbra de un hotel barato, el recuerdo de la noche en que ella apareció en el espejo retrovisor. Gran pop contemporáneo con aflictiva literatura. • ‘Walking Wounded’ (Virgin, 96)
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como al inolvidable ‘Feel The Sunshine’ de Alex Reece con Deborah Anderson, ahora solista del género (‘Lonely Without You’ es su debut en Mo’Wax). Han repetido con ‘This Life’, balada de funesta efectividad que anuncia un álbum prometedor. De ausencias y de amaneceres imaginarios. • Discografía ‘This Life’ (V2, 97) [MOLOKO] Residentes en Sheffield, la irlandesa Róisin Murphy y Mark Brydon, ex bajista de Geordie y alabado productor de la primera escena acid, crearon una fantasía fabulatoria que conectaba directamente con el cerebro y hacía partícipe al oyente de un mundo de sueños compartidos, donde imaginaciones y desplantes aparecían repartidos en bloques de cianuro con forma de canción. Incómodo crossover de pop y drum ‘n bass, jungle y todo lo imaginable, el drugo nacido del matrimonio estaba sobrado de talento. • ‘Do You Like My Tight Sweater?’ (Echo-MCA, 95)
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las canciones nacen de un temblor subterráneo construido de ritmos sintéticos, aroma de celuloide, virus acústicos y evocaciones de un pop menos complaciente. [MONK & CANATELLA] Simon Russell (disc - jockey) y Jimmy Johnston (guitarra y voz) fueron objeto de tributo en el primer single de Portishead, pero su primera aportación a la escena llegó en el 95 con ‘Fly Fishing EP’, donde beats a lo John Barry e ingeniosas aportaciones vocales adelantaban la revelación de ‘I Can Water My Plants’, single de adelanto al álbum. En el vecindario de M&C, sampledelia y scratches conviven con fraseos de crooner al servicio de un cancionero provocador y acrobático, poblado de geniales melodías que remiten a Orange Juice, Madness o The Divine Comedy. Sarcasmo y adicción incluidas. • ‘Care In The Community’ (Cup Of Tea, 97) [MONO] Bristol Babilonia presenta la última palabra en romance, el último grito en suspense. ‘Formica Blues’ podría llamarse ‘La Parisienne‘ o ‘The Passionate Stranger ‘, pero Martin Virgo (ingeniero de sonido de Massive Attack y Björk) y la vocalista dance Siobhan Di Mare han nombrado a su primera obra con tan hermético título. Estrellas de un melodrama de magnético neoclasicismo que reúne en un producto estéreo la nostalgia de Dusty Springfield, Astrud Gilberto o la mejor Tamla Motown, y los espectaculares arreglos que Virgo conseguía en sus pioneras producciones. Como artistas invitados, Sigmund Freud, Albert Camus y Jean-Luc Godard. Bittersweet tristesse. • ‘Formica Blues’ (Echo, 97) [MORCHEEBA] Encaramados a una imposible pose de apóstoles del underground, los hermanos Ross y Paul Godfrey, acompañados por la sinuosa voz de Skye Edwards, afirman no ser más que meros compositores, y que si el tema funciona con una guitarra acústica han conseguido una buena canción. Tanta ansiedad de credibilidad los delata, el juicio por oportunismo se decanta hacia el lado fiscal, y el anodino resultado de su debut - puro coffee table music así lo manifiesta. El reciente single ‘Shoulderholster’ puede suponer el salto a banda masiva, por el uso enérgico de guitarras y batería real, y quizá sea lo más personal que hayan compuesto hasta la fecha. • ‘Who Can You Trust?’ (China-WEA, 96)
[MULU] ‘Smiles Like A Shark’ ha significado una pequeña decepción para los que esperábamos un álbum a la altura de dos singles estimulantes, ‘Desire’ y ‘Filmstar’, con perfume de moderno cine negro y alta intensidad. La pareja formada por Laura Campbell, graduada en teatro por Liverpool, y Alan Edmunds, remezclador local de renombre, ha intentado aunar en su ópera prima el estilo del ‘Debut’ de Björk, el gancho melódico de Dubstar, la emoción desgarrada de Portishead y el lirismo de Cocteau Twins. A medio camino de esta recreación, quedan como un complemento menor a los esenciales inspiradores. • ‘Smiles Like A Shark’ (Dedicated-BMG, 97) [OLIVE] Tim Kellett era teclista de Simply Red y un buen día decidió soltar riendas a su musa. Robin Taylor-Firth añade teclados y Ruth-Ann, antigua colaboradora de Durutti Column, pone su garganta al servicio de un pop-soul manufacturado con sofisticación y pulidez atmosférica, que no busca la vanguardia sino el contento de los mismos paladares que disfrutan con las cristalinas producciones de Stuart Matthewman. También hay amagos de una electrónica más cercana al credo de Andrew Weatherall o Nellee Hooper. Siempre inofensivos, llegan a seducir con ‘Miracle’ y ‘You’re Not Alone’, himno de club para la posteridad. • ‘Extra Virgin’ (RCA, 97) [ATTICA BLUES] Trío de Bristol. La apuesta más melódica de James Lavelle, y con su primer elepé han facturado un denso tratado de abstracción rítmica que contiene deslumbrantes arreglos y melodías.
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breproducción - que deriva en acabados espectaculares y valientes, pero que sólo en momentos muy aislados (algún pasaje de ‘Drifting’, ‘Missing Piece’ y del instrumental ‘Shunt’) llegan a conmover. Se añoran las incendiarias melodías que hicieron tan grandes a Depeche Mode. • ‘Unsound Methods’ (Mute, 97) [ROC] Pese a que la relativa confusión formal es un mérito devaluado - sólo importa lo cool de tus referencias -, Roc utilizan su eclecticismo mejor que la mayoría: el trío muestra su amor por Phil Spector, Kraftwerk o DJ Shadow sin tapujos y con pretensión de vértigo, a través de un pop tóxico y adictivo, cargado de aristas, inagotable y frenético collage de psicodelia rítmica y melodías euro, como hicieron Whale con menor fortuna. Requieren más atención de la prestada hasta hoy, y un single como ‘(Dis) Count Us In’ - casi un nuevo himno a lo ‘Common People’ - debería estar escalando puestos en toda lista. • ‘Virgin’ (Virgin, 97) [RUBY] Lesley Rankine abandonó la limitada red punk de Silverfish y fue una de las primeras en reconocer que la matriz del pop necesitaba una reforma de imagen, aunque ésta hubiera de pasar por capas de alquitrán y mutación industrial. En compañía de Mark Walk y ante la pantalla de un ordenador, construyó un álbum austero en cada surco, con planteamiento roquista y métodos poco usuales para su tiempo. Un intermitente montaje de imágenes crípticas e impulsos aleatorios de surreal violencia. • ‘Salt Peter’ (Creation, 95) [SMOKE CITY] Jobim meets phat-beatz. Después de causar estragos en el circuito británico de clubs, su ‘Underwater Love’ anunció vaqueros en televisión y poco más tarde todos olvidaron a Smoke City. Pero su propuesta es digna, al menos, de cierta curiosidad: un turístico manual de tópicos brasileños - música, carnaval y fútbol - que transita entre el breakbeat rebajado de bpms, las orquestaciones de cachemir y la suprema usanza melódica del país. Ni siquiera falta la colaboración percusiva de Olodum. • ‘Flying Away’ (Jive-Virgin, 97) [SNEAKER PIMPS] Sneaker Pimps miden la franja divisoria entre ficción y realidad. En su lucha contra la acusación de hype, el trío ha demostrado saber mantener una posse - el posmodernismo como cruce entre música, cine de culto y tebeo de superhéroes- y el alcance de una personalidad que resulta de unir las guitarras de Ry Cooder, la plasticidad de Kraftwerk y la energía sensual de Garbage. El sonido peca de monocorde, pero mantiene con firmeza el equilibrio entre psicosis lírico-musical y dulzura vocal, la de una cantante - Kelli Dayton con propiedades para la hipnosis. Son la banda sonora ideal para una segunda secuela de ‘Westworld’, pero su mejor canción (‘Velvet Divorce’) está en los créditos de ‘A Life Less Ordinary’. • ‘Becoming X’ (Clean Up-Virgin, 96) [STATIK SOUND SYSTEM] El puntal melancólico de Cup Of Tea. Su primer larga duración con reworking a cargo de Juryman, Mr Scruff y Spacer, entre otros - era un magnífico tratado de rítmica exacta y voces de algodón, que servían de instrumento y canalizador de sentimientos. La cantante Helen White (ahora en Alpha) también participó en el germen de lo que más tarde sería Portishead: maniobra de pop cinematográfico y prístino, ejercicio de visionario sincretismo, aunque carente del controlado ruidismo del resultado definitivo. Es significativo que ese malogrado proyecto, abortado antes de ver la luz, sea tan similar a lo que ahora se revela como la mejor consecuencia posible de la música de Portishead. • ‘Tempesta’ (Cup Of Tea, 97)
[BETH ORTON] De cómo un material corriente puede llegar a ser gema preciosa. Tras brillantes colaboraciones junto a William Orbit (el proyecto cyber-folk Spill), Red Snapper (los temas ‘In Deep’ y ‘Snapper’) y Chemical Brothers (‘Alive Alone’, ‘Where Do I Begin’), otra chica- con-guitarra encuentra su forma de expresión entre la tradición (Joni Mitchell) y la modernidad, ésta expresada en fondos sonoros cimentados por productores de la talla de Andrew Weatherall y William Orbit. Es la mejor representante de un folk contemporáneo en manos de Pooka, Lida Husik, Sirenes, Luce Drayton o Ingrid Schroeder, producida por Soul Assassins y Goldie en el injustamente ignorado ‘Bee Charmer’ (Warner, 96). • ‘Trailer Park’ (Dedicated, 96) [PRESSURE DROP] Retomando la influencia dub de Massive, el tercer álbum del trío de Battersea es casi un nuevo ‘Blue Lines’ con menos capacidad para el progreso y la turbación, pero convincente en su voluntad de lograr un pulso interno que supure dramatismo y suspense cinematográficos. • ‘Elusive’ (Hard Hands - Higher Ground, 97) [RECOIL] Alan Wilder quiere que su último álbum como Recoil descubra los interiores de una mente esquizofrénica. Según su teoría, la disociación conlleva el exorcismo del Kurtz de ‘Apocalypse Now’. Y la epopeya gospel y los parlamentos de spoken word, todo ello filtrado por un método - la so-
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[LAMB] De lo mejor. Dúo de Manchester infravalorado por (casi) todos los medios y brillantes en composición y arreglos.
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11:17 Curtis Jones es el nombre que más suena al hablar de house en los noventa, el que impulsó su renacer en Chicago con los sellos Cajual y Relief, el autor de éxitos sonados como Cajmere o Green Velvet y el que abrirá los ojos a los technófilos que lean esto y sigan su rastro.
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marc llorens
cajmere
Un café de máquina, bien negro “En los ochenta el house era un estilo de ropa: llevabas cortes de pelo locos, pantalones anchos, zapatos negros brillantes... Casi siempre me vestía como si fuera a una fiesta”. Curtis pronto dejó sus estudios universitarios para, ejem, hacer una canción con el sonido de una cafetera. ‘Coffee Pot’, techno-house trifásico, le vale firmar por Clubhouse Records, mala gente: “Al principio fue duro, y estuve arruinado. Sólo quería hacer mi música, y estaba dispuesto a hacer sacrificios, pero sabía que no me pagarían al principio. Porque todos eran unos... ladrones (Ríe). Más tarde empecé a sacarme algo de pasta, no lo que yo sentía que me debería corresponder, pero me ayudó a sobrevivir”. La pasta y Sly Stone, George Clinton y Grace Jones, que pusieron patas arriba su vocación de fan de Kraftwerk. Y no estaba muerto. 1994. Del primer boom del jack sound de Chicago sólo quedan músicos timados y escocidos y sellos echados a perder. ¿Sólo? ¡No! Cajmere suspira por días mejores, su musa Dajae le pone voz y el tema ‘Brighter Days’ triunfa en pistas de medio mundo. Ese mismo año nace Cajual Records. “Empecé el sello por dos razones. Básicamente para sacar mi material propio, porque no creía que la gente creyese en mi música como yo. No creía que entenderían de dónde venía, porque la gente siempre piensa que no sé lo que me hago. Pero vi que podía ayudar a mucha otra gente en Chicago, y me puse a trabajar por ahí”. Gracias a Cajual, Paul Johnson, Glenn Underground, Dj Sneak, Gemini, Roy Davis Jr., Johnny Fiasco y otros pueden editar discos sin miedo a fraudes, y de paso reavivar y renovar el género en la ciudad que lo vió nacer: pueden encontrarse en ‘The New Chicago House Sound’ o en ‘The Many Shades Of Cajual’, mezclado por Derrick Carter. Cajmere, por su parte, da lecciones de estilo, euforia y finura deep con ‘U Got Me Up’ (también con Dajae), ‘Love Train’, ‘Horny’ y sus ‘Underground Goodies’. Macarra de terciopelo verde “Mis raíces musicales están en el house: me gusta de verdad, y siempre estuve ahí. No haciendo música desde el principio, pero empecé a ir a fiestas en el 85”. Pero Cajmere no sólo se nutre de divas soul y samples de disco sound filtrados. En el mismo 94 nace su alter ego Green Velvet, y con él el sello Relief, más cercano al techno. Se estrena con el descomunal ‘Preacherman’, un sermón enfervorecido sobre una base minimal y salvaje. Un año más tarde graba otros dos hits: ‘Flash’, retrato de cuadros clínicos nocturnos que desencaja mandíbulas ravers de medio mundo, y ‘The Stalker (I’m Losing My Mind)’. Green Velvet es hard house y techno pasados de rosca, de un humor extraño quizá resultado de alguna horrible cefalea: “No, el dolor de cabeza lo tengo después. De esa forma no me limito a mí mismo: hay días en que me siento loco y grabo como Green Velvet, y otros me apetece hacer temas más vocales como Cajmere”. ¡Qué alivio! En Relief se dan cita varios artistas de Cajual y otros como Joe Lewis, Gene Farris, Dj Rush, LA Williams o foráneos de Nueva York como Armand Van Helden. El sello sienta las bases de la unión
No olvidamos los subsellos Circuit y Daisy (por ahora aparcados), ni Prescription, el sello de Ron Trent y Chez Damier (escuchen ‘The Collected Sounds Of Prescription’), hoy desvinculado de Cajual.
más celebrada y seguida de house y techno de esta década: menos voces, más programación y buena parte del empuje radical que muchos echaban de menos en la house nation. “Es posible, porque a veces... Cierta gente de Nueva York toca un poco más suave y tal, pero creo que empezaron a darse cuenta de que la gente empezaba a cansarse de ello en cierto modo, y entonces se volvieron a escuchar los discos que venían de Chicago y a copiar nuestro estilo”. En Cajual y Relief están la vieja y la nueva guardia del sonido de Chicago, aunque ambas partes no se han decidido a trabajar juntas. “Bueno, sabes, los artistas son raros, a veces son difíciles de tratar. Como los Dj’s: a veces te viene uno y dice ‘No quiero pinchar con este tío porque bla, bla, bla’, y con los artistas pasa lo mismo. Si uno es bueno en un área y otro lo hace bien en otra, deberían trabajar juntos, creo yo, pero ellos... Pasa como con los de house y r&b. Ahora se empieza a hacer con el r&b y el rap”. Entre sus sellos, sus excéntricas actuaciones como Green Velvet (esa peluca...), su apretada y ganada a pulso agenda como Dj, Curtis no tiene tiempo ni para su próximo disco de Green Velvet. “Si, si, es verdad, porque se supone que debía tener mi álbum de Green Velvet terminado en verano, y aún no he hecho ni un tema (ríe). Tengo mucho trabajo por hacer primero, y eso me aparta de hacer música. Es una locura”.
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vicenç batalla
spring heel jack
Su último álbum, ‘Bus, Curious & Thirsty’, ha pasado más bien desapercibido entre el nuevo estrellato del drum & bass, así como su actuación en el BAM, aplastados por el sonido y la multitud de la Estación de Francia. Ashley Wales y John Coxon, no obstante, permanecen inalterables, disfrutando de la libertad de subvertir los géneros contemporáneos.
Más allá del drum & bass Nada que ver con el brillante y celebrado directo del Sónar 96. En el pasado Doctor Music ya pasaron inadvertidos entre la apretada oferta de medianoche que hace imposible concentrar el interés en un solo grupo. Su aparición en septiembre en el escenario techno del BAM certificó definitivamente que Spring Heel Jack es una pareja para saborearla en el equipo de música o, como máximo, sentados en una silla. Su cara bailable diluye drásticamente la capacidad de sorpresa que ofrecen, una a una, sus nuevas entregas en estudio. Esta intuición natural para convertir en algo extraño patrones que otros usan para recrearse en las modas, también les aleja paulatinamente del star system del jungle. Los honores que ha recogido casi en exclusiva en este año que ha terminado Roni Size, han tapado prácticamente por completo trabajos como el suyo, que sin tanto alboroto a su alrededor son más atrevidos para la evolución de la escena electrónica. La batidora de sonidos no se detiene, en su caso, en el dub, el soul y el jazz, sino que se adentra en caminos más inexplorados de la música de cámara, orquestal, de cine y vanguardista. La falta de carisma y desparpajo sobre un escenario que sí poseen los negros que aceleraron los breakbeats a principios de los 90, lo suple Spring Heel Jack con una visión radicalmente inquieta e incorfomista de lo que se mueve a su alrededor. Ashley Wales proviene de la música contemporánea, de la que saltó sin ningún tipo de prejucio a las raves hardcore, y de allí a pinchar él mismo los discos. En las composiciones del grupo se combinan de la misma manera los pasajes de quietud ambiental con la frenética descomposición de breaks. La otra mitad, John Coxon, decidió trasladar sus experiencias psicodélicas como guitarrista de los ahora respetados Spiritualized al campo de las máquinas. Cualquier sueño lisérgico, le sale ahora de un sampler que es capaz de procesar todas las excentricidades que pasan por su cabeza y que antes debía aprender a tocar. Los dos juntos desde 1994 han he-
cho colisionar sus pretensiones hasta que saltasen chispas. La misma virulencia de las composiciones es la razón que les mantiene unidos en su intención de sorprenderse el uno al otro. Su bautizo musical vino de la mano de LTJ Bukem, el productor-ideólogo del drum & bass. Un origen del que se han ido distanciando porque no querían dormirse en las atmósferas menos abrasivas. Lo suyo, en cambio, se dirigía a llevar lo más lejos posible estos nuevos ruidos para que, por sí mismos, generaran sensaciones nuevas. Antes que domesticar el breakbeat, se trataba de potenciar aún más su carga, enfrentándola con sonidos absolutamente contrapuestos. El resultado está en su último disco. La definición de lo que hacen en estos momentos se explica a partir de su escucha, porque ellos son los primeros en escaparse de los estilos. También del relevo al drum & bass, el flamante hardstep. “No necesitamos presionarnos para estar en ninguna categoría de música y preferimos movernos en cualquier sentido”, se esfuerza en desmarcarse un reflexivo John Coxon, pocas horas antes de actuar en Barcelona. “El drum & brass, el jungle, el hardstep, son elementos que compartimos con otra gente que se encuentra en una sintonía parecida, pero no buscamos ningún tipo determinado de sonido”, remacha un más distendido Ashley Wales. Ambos se protegen bien de las etiquetas, aunque ello no les impida ser dos grandes conversadores que siempre encuentran recursos para dudar de las evi-
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dencias. A veces, hasta el punto de enfrascarse en una charla entre los dos en que el entrevistador acaba perdiendo las referencias de lo que están diciendo. Se diría que son dos intelectuales metidos en la música de baile. “No, nuestra música no tiene nada de intelectual”, se apresuran, de nuevo, a corregir. De todas maneras, ¿cómo debe oirse esta música, en casa o en el club?. “Nuestros temas se pueden bailar o se pueden escuchar, no están hechos expresamente para ninguno de los dos casos, al menos de forma deliberada”. Perfecto. La mejor aproximación a un grupo moderno. Los artilugios tecnológicos han permitido la explosión de un comportamiento tan ancestral como el ritmo en todo el mundo y a partir de aquí los más aventajados hurgan en nuevas posibilidades que tanto puede tener su traslación en directo, como su componente experimental. El drum & bass, sin embargo, cada vez está más lejos de ellos. “Cuando empezamos, el jungle estaba en explosión y cambiaba muy rápido, mucho más que ahora. En es-
laboratorio casero para componer. En algunos casos con éxitos paralelos como el ‘Walking Wounded’ que hicieron famoso Everything But The Girl. “No sabemos muy bien en que ha cambiado nuestra música en estos tres años, pero es diferente ahora que antes y es mejor. Está más cerca de lo que queremos hacer”. John acaba por dejarse ir. “Para mí, ‘Busy, Curious & Thirsty’ es un buen disco y representa lo que yo pienso actualmente. Puede ser que al principio estuviera más inseguro. Hace tres años tampoco sabíamos que pasaría porque desconocíamos el camino y no tenía sentido equivocarse. Lo que somos ahora representa lo que hemos hecho desde 1994”. En este instante Ashley vuelve a intervenir para demostrar que en el grupo no hay opiniones unívocas. “Estoy asombrado. Creo que ‘There Are Strings’ -su álbum de debut- es el mejor. En todo caso, el último es el más bonito”. El entrevistador consigue, también en es-
“siguen habiendo temas de garage hermosos, como de soul o de techno, aunque personalmente ya no me interesa ir a escuchar esta música en los tos momentos, en la radio inglesa se escucha sobre todo speed garage. Hace tres años, el jungle y el drum & bass estaban en cualquier sitio, era algo excitante. Aún es excitante lo nuevo que sale, pero es más difícil porque hay como mínimo diez emisoras de FM que ponen sólo garage de lunes a domingo”. John radiografía así el ambiente que se vive en los receptores juveniles británicos. “Siguen habiendo temas de garage hermosos, como de soul o de techno, aunque personalmente ya no me interesa ir a escuchar esta música en los clubs”. Ashley todavía es mucho más escéptico y parodia la resurrección de un estilo como el garage, que prácticamente no ha cambiado desde hace diez años. A pesar de todo, ambos se alegran del triunfo comercial de Goldie y Roni Size, los dos estandartes para el gran público del jungle. “Hace cuatro años la gente en general no les prestaba atención. Ahora los medios han hablado de ellos y eso les ha dado fama. Se ha creado un negocio que antes no existía. Nos parece fantástico”. De momento Spring Heel Jack continua con su carrera, menos espectacular, pero también más tranquila. Ya que no venden tantos discos como los padrinos del jungle, siguen con sus sesiones de Dj, lo que les permite viajar y entablar relaciones con artistas afines, antes de volver a su
te momento, que se acepte por primera vez una definición sobre su música. “Si, nuestro nuevo disco es más introspectivo, es menos obvio. Es oscuro, no en el sentido de los grupos oscuros, sino porque es más personal”. Esto hace evidente, además, que cada vez estén más cerca de personajes como Aphex Twin, Squarepusher o Photek, que de LTJ Bukem. Entre los dos añaden también otros nombres en los que están interesados como Luke Vibert, Mike Paradinas, DJ Krust, Hidden Agenda, Doc Scott y DJ SS. Su futuro corre una suerte parecida a los componentes de esta lista. Músicos inclasificables que se escabullen de los parámetros en los que se les incluye en cada ocasión. Ashley y John incluso se atreven a predecir que “lo mejor de Spring Heel Jack está aún por llegar”. “No se trata de fijarse en los estandars, sino en lo que te gusta. Si posees actitud, no debes preocuparte por las etiquetas”. Cuando tanto uno como otro ya han abierto su apetito con el catering preparado en la Estación de Francia, la ironía deriva hasta bautizar un nuevo estilo que Ashley denomina ‘speed flamenco’. De hecho lo que conoce y le gusta musicalmente a John de Barcelona es el flamenco... y las sardanas.
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discografía ‘There Are Strings’ (Rough Trade, 1995). ‘68 Millions Shades’ (Trade 2/Island, 1996), ‘Versions’ (Trade 2/Island, 1996), ‘Bus, Curious & Thirsty’ (Trade 2/Island, 1997)
11:20 Estilos e instrumentos diversos, bajo el denominador común del techno-dance, se amalgaman en ‘Moviedisco’, el primer álbum del grupo catalán Analogic Emotion. ‘Moviedisco’ ha sido publicado por el sello Moviedisco Records, la división dance de Liquid Records (distribuye Boa). foto
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marc moch
analogic emotion ¿Hay grupos británicos que te han influido en esta línea? Si, pero no tienen nada que ver con el mundo del techno. A mí, personalmente, me ha influido más King Crimson que los Chemical. ¿Vuestra puesta en escena cambia respecto a lo que se está acostumbrado a ver en los live act de techno? Totalmente. Es muy enérgica y visceral, lo que hace que cada vez salga diferente. En uno de nuestros directos acabamos, por ejemplo, con todos los instrumentos por el suelo. ¿Qué instrumentos utilizáis? Los tres somos guitarristas, pero al mismo tiempo teclistas y un poco de todo. En cada tema cambiamos los papeles entre nosotros. En función de lo que nos apetece en el momento, decidimos que instrumento o máquina escogemos. Los tres provenís del rock, y Ann había formado parte del grupo Danzando Confuso. ¿Cómo fue la transición hacia lo electrónico? De una manera muy natural. Es verdad que procedemos del pop y el rock, pero siempre habíamos trabajado desde una perspectiva muy electrónica. Lo de ahora no deja de ser una derivación. La música electrónica no es un mundo desconocido para nosotros. Danzando Confuso era una banda de rock, pero todo resultaba muy electrónico, ya se utilizaban muchos samples. En directo era rock, pero hacía bailar, algo bastante moderno para la época. Las otras dos personas que integraban el grupo ya no están en Analogic Emotion. Chus y Carlos vienen de una historia diferente, aunque solían venir a ver nuestros conciertos. Fuera de Moviedisco, ¿habéis tenido muchas actuaciones antes de la de Terrassa? Hemos ido saliendo. El año pasado estuvimos en las fiestas de Tarragona, en la Sala del Cel de Girona, hicimos un poco de gira. Está prevista para más adelante una gira por Italia, por Centroeuropa y, quizás, por Japón, donde el compacto está distribuido por Elefant. Comentadnos la segunda referencia de Moviedisco Records. Es ‘Sex Tracks’ de Charly Chicago, que, aparte de Dj, se dedica a hacer bandas sonoras de películas para adultos o X. Charly utiliza el dance para transmitir sensaciones eróticas y en este sentido creímos oportuno publicarlo. De hecho es un disco más recomendable para hacer el amor que para escuchar. Es muy obsesivo. Los ritmos se te van metiendo en la cabeza hasta que dices... no puedo más. La próxima producción de Moviedisco Records será Jab Boom, o sea Chus Espada en solitario haciendo de las suyas con la Roland JP-8000.
Breakbeats de color carmesí Analogic Emotion son el “live resident group” del club barcelonés Moviedisco, y también Carlos Ann, Chus Espada y Carlos Córdoba. El 1 de febrero Analogic Emotion presentaron ‘Moviedisco’ en un concierto en la Nova Jazz Cava, dentro de una de las veladas del Exòtica Club. ¿Desde cuándo existe Analogic Emotion? Desde hace un año. Las primeras canciones las estrenamos en el Festival de Cine Erótico de Barcelona de 1996. Desde entonces no hemos parado de trabajar, componer temas nuevos y tocar en directo en Moviedisco. Es la ventaja que tiene el dance. Los temas salen muy rápidos y con la misma velocidad se puedan dar a conocer a la gente. En un grupo de pop o de rock todo es mucho más lento. ¿Hasta que punto como grupo breakbeat, y dada la escasez en este país de formaciones parecidas, se os puede calificar como una versión catalana de Chemical Brothers y otras bandas en la onda? Puede haber cierta similitud por los ritmos y nuestro interés por el breakbeat. Pero un disco de los Chemical es muy lineal y, en cambio, nosotros variamos entre un tema más breakbeat, otro más techno algo industrial, y metemos muchas más guitarras.
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En directo, ¿lleváis mucha base programada? Sobre todo para los ritmos, aunque jugamos mucho con ellos para abrir nuevas posibilidades. Cada tema en directo suena diferente.
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Un emocionante transcurrir por el afluyente electrónico durante las diferentes épocas en el devenir musical, se puede caracterizar, y hasta hace tan sólo unos pocos años, por su alejada accesibilidad. Podemos establecer un punto de partida, los ochenta, cuando este acceso es ya un hecho cotidiano y plenamente extendido. Hasta entonces la electrónica era presentada como un ritual propio de piraos por el tema, o de profesionales que hacían uso de ésta para otros campos que distaban de lo musical.
Oscilaciones seculares Para todos aquellos diseñadores e interesados en proyectar nuevas formas musicales, a través de la electrónica, fue una aventura grotesca crear y traducir sonidos y melodías en grandiosas canciones. Medios, equipos y laboratorios con otros fines, tuvieron que asumir pruebas y servir de cobayas para que los aficionados a la electrónica tradujeran estas inquietudes a posteriori en vinilo. Muchos son los ejemplos que de esta manera lo hicieron, desde Kraftwerk y Can hasta los que hoy presentamos: Silver Apples. Silver Apples nacen en el Nueva York de los sesenta, con una esencia mágica y divina. De manera contraria y como hijos bastardos que fueron, se tuvieron que conformar con establecer su meca tecnológica y dirigir sus inquietudes hacia el imposible y contra la nada (un muro de contención construido por Warhol, donde su factoría y la Velvet, como autoconvencimiento, se erguían en exponentes del vanguardismo), como un nuevo aspecto sociológico contra ese montaje arquitectónico que tenía por fin paralizar las corrientes de alto voltaje, que posiblemente Silver Apples hubieran desencadenado para desbloquear las mentes temerarias y absorbidas por la cultura en alza de por aquel entonces: PEACEFLOWERSANDLOVE. Un santuario tecnológico en medio de Brooklyn tomado por dos pastores chalotas. Silver Apples (Simeon y Taylor) predicaban desde allí los ritmos proto-industriales y un techno arcaico producido por un surtido de máquinas, osciladores y otros enseres propios de un mercadillo. Lo-Fi electrónica dotada de una musicalidad absolutamente rica en ideas -incluso bailable- y una experimentación avanzada, vista ahora con ese espíritu añejo y que aún y así contempla muchas bases que hoy en día se utilizan. Mantener una entrevista con Simeon (aparatos electrónicos, voz) es inevitable, indispensable y oportuno, para darle la palabra a uno de los gurús de la música electrónica. Gracias Simeon.
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santi fernández
silver apples
Recientemente visitabáis Amsterdam, París, Londres, algunas ciudades alemanas y del norte de Europa durante vuestra gira europea. ¿Cúal ha sido la respuesta del público? ¿Dista ésta de la acogida que pueda daros un público americano? Ha habido una mezcla. En Londres y Liverpool había después de cada tema una reacción muy ruidosa y entusiasta por parte de la audiencia, incluso gritaban peticiones de temas. Lo mismo ocurrió en Berlín, Amsterdam, Oslo y Estocolmo. Pero en Dresden no tenían ni idea de quienes eramos. Los promotores nos pusieron junto a una banda conocida de Memphis, y la verdad es que el público fue a verlos a ellos. Simplemente estuvieron mirándonos con la boca abierta allí de pie. Supongo que la gente que ha vivido al otro lado de “el muro” todavía le queda para ponerse al día en lo que a cultura del oeste se refiere. Simplemente no nos conocían. Un hecho muy puntual de nuestra gira europea. Pero ocurre lo mismo en Estados Unidos. Tocamos para un montón de gente, que nos dió una gran bienvenida en San Francisco, y en cambio dos noches más tarde tocamos en una “casa de muertos” en San Diego al lado de la autopista. Allí no existía “el muro”, así que no sé muy bien a que es debido.
Grabásteis ‘Silver Apples’ (68) y ‘Contacte’ (69) cuando bandas alemanas como Faust, Neu! o los propios Can surgen y el Festival de Essen tiene lugar el mismo año que editáis ‘Silver Apples’. ¿Podemos destacar que toda esa corriente alemana bautizada como krautrock por un periodista británico se alimentó de vuestra música?¿Existió alguna conexión con ellos? Estaba totalmente desconectado de todo eso en aquel momento.
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¿Y el contraste de la acogida actual a la que teníais a finales de los sesenta? Es mucho más rica, más envolvente y más excitante ahora que en los sesenta. La gente antes parecía que se metía muy bien en el rollo, pero muchas veces eso se convertía en simplemente acabar tirados por el suelo y tripar mientras la banda iba tocando. Es difícil tocar para un público que está básicamente colocado. Me gusta más el público de ahora que vive de manera diferente los directos. Explícame que puede sentir una persona como compositor al ver que casi 30 años más tarde parece que la corriente electrónica es la música de principios del siglo que viene, cuando vosotros trazábais esos mismos parámetros a finales de los sesenta... Nunca he creido que los sonidos producidos por lo electrónico sean extraños o desconocidos para el oido. Los encuentro cálidos y aterciopelados. En los sesenta mis sentimientos eran más como: “¡Hey, escucha este rollo de moda tío... mira todo lo que puedes hacer con esto!” y la reacción de mi público era casi siempre la de pensar que todo esto era demasiado raro y moderno. Sé que la gente declara que yo iba adelantado treinta años a mi tiempo, pero nunca pensé en ello como una cuestión de tiempo, era simplemente lo que es-
mento que realmente tenía ambas cosas. Hipocresía hippie, supongo. Me gusta la audiencia de ahora. ¿Con qué otras bandas pudísteis compartir experiencias musicales, entendimiento, clubs? Teníamos alguna que otra relación con Jimmy Hendrix. Creo que él entendía lo que hacíamos y se lo pasaba bien con nuestra aventura y en algunas cosas había cierto pararelismo. Hablábamos mucho de equipos nuevos, de aparatos y de como podíamos mejorar sonidos con ellos. Compartíamos estudio de
Había pocos grupos con los que podíamos compartir nuestra música. estábamos bastante solos. taba haciendo entonces y lo mismo que hago ahora. ¿Cuál era vuestra actitud, vuestra postura en una escena especialmente capitaneada en el NY de aquella epoca por Warhol y su Velvet? Eramos amigos de ellos. Andy me hizo un retrato una vez. Nosotros íbamos a las actuaciones de la Velvet y ellos venían a las nuestras, probablemente por curiosidad, supongo. Ellos hacían lo suyo y nosotros lo nuestro, y parecía no importar demasiado. Había un montón de cosas cociéndose en la escena en aquel momento. Leyendo acerca de ello ahora parece que las cosas de Warhol y compañía eran las dominantes, pero no era así, eran tan underground como nosotros. Y toda la corriente hippie con la pancarta “peaceflowersandlove”, ¿qué supuso para vuestra música? Yo me adherí al tema como todo el mundo en esos días. Nuestras canciones también hablaban de amor, sexo, expansión de la mente y compañerismo. Pero si lo piensas, los Silver Apples eran rechazados por el “movimiento hippie”. No encajábamos con la imagen o el sonido, o lo que sea en ese rollo tipo “Monterrey/Woodstock/Haight Asbury”, y el “movimiento” que se suponía debía ser sobre libertad de expresión y de aceptación de lo nuevo, rechazaba una banda del mo-
grabación por aquel entonces. Había pocos grupos con los que podíamos compartir nuestra música. Estábamos bastante solos. -Hace una serie de meses aparecía ‘Sacrilege’, un reconocimiento en este caso a Can, desde mi punto de vista un reconocimiento actual extraordinario ¿Ya os lo han planteado a vosotros? Hace un año aproximadamente un sello independiente británico que se llama Enraptured cogió once bandas inglesas y americanas que estaban influenciadas por los Silver Apples y grabaron cada una de ellas un tema nuestro. Fue una edición limitada en vinilo y normal para Cd que se titulaba ‘Electronic Evocations: A Tribute To Silver Apples’. Para mí fue muy interesante porque cada banda se tomó muy en serio y de manera muy creativa el acercamiento a nuestra música. Con motivo de este disco homenaje a los Silver Apples grabé la primera canción después de veinticinco años en el sello Enraptured. Se llama ‘Fractal Flow’ y salió en un single en vinilo en el que su portada es el retrato que me hizo Warhol. Nuestro nuevo álbum, ‘Beacon’, está terminado y saldrá a la venta la última semana de diciembre en el sello Whirlybird Records, nuestro sello. Incluye once temas grabados en Chicago por Steve Albini y presenta la banda como trío, tal y como está configurada ahora. Hemos grabado también un álbum de música experimental que lleva por título ‘Decatur’, grabado por Tom Smith en Atlanta. También está grabado para nuestro propio sello y verá la luz para principios del año 98. También en enero, aunque sin título todavía, saldrá un álbum de remezclas de ocho temas de ‘Beacon’ (Whirlybird Records).
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[Trad. entrevista: Eva Lejárcegui]
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Otro personaje célebre del house atípico de Chicago junto a Cajmere: de risa fácil y estupenda como aquél, ex-capo del sello Radikal Fear y hoy vertiendo mala leche en su nueva casa, Clashbackk. Pasen y conozcan la historia del felino más inspirado después de Pérez.
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felix
da housecat
marc llorens las canciones les pertenecían, no tenía abogado, me dieron un sueldo... Empezamos a sacar cosas: el disco de Armando, el mío, a Mike Dunn, Roy Davis Jr...”. Radikal Fear muestra los poderes de buena parte del house de Chicago de la primera mitad de esta década (más minimal, más oscuro o más funk): la mayoría aparecen en ‘The Chicago All Stars’. Felix edita allí el bizarro ‘Metropolis Present Day? The Album!’ como Felix Da Housecat y maxis como Thee Dawnsmen, Aphrohead, Aura and The Dove o Sharkimaxx. En otros sellos remezcla a Eurogroove, Black Science Orchestra, Kylie Minogue y Diana Ross. ‘Metropolis’ tenía bombas como ‘Cycle Spin’, ‘Footsteps Of Rage!’ y ‘B4 Wuz Then’, pero también un tema llamado ‘Submarine’ que PIAS no quería editar. “Me robaron el sello. Tuve que pelearme para poder sacar ese tema. Me intentaron timar. Dijeron: ‘Te pagamos más, sigues mandándonos cosas y nosotros seguimos teniendo los derechos sobre ellas’. Dije que ni hablar y dejaron de editar mi material. No me malinterpretes, me ayudaron mucho. Creían que podrían tirar el sello adelante sin mí, y cuando me fui las ventas empezaron a bajar y todos estaban de mi lado”. “Empecé a pinchar para ganarme la vida. Fui a Alemania con John Acquaviva y me preguntó si quería entrar en su compañía, pero no me apetecía. Le llamé más tarde y empezamos Clashbackk. Allí las canciones me pertenecen, yo mismo pago a los artistas, las licencias son mías, tengo control total y digo qué Dj’s hacen la distribución”. Clashbackk se estrenó con su maxi ‘Vengeance Is Mine’, como The Madkatt Chronicles, que contenía el temible ‘Vengeance Of A Madman’. “Ya no puedo grabar baladas como ‘Little Bloo’ (de ‘Metropolis’), porque ahora estoy muy enfadado y ya no soy nada feliz o suave. Mis temas son más ‘¡Os vais a enterar!’ (Ríe). Ahora estoy haciendo la misma música que cuando fui a Strictly Rhythm: era muy loca, demasiado extraña”. El hard house más directo y radical, por no decir el techno puro y duro para la pista, galopa en Clashbackk de la mano de artistas veteranos y nuevos. También cuenta con el subsello Clashvox, inaugurado con el ‘Dirty Mutha’ de Manifesto. “Es más disco, con más voces y tal. Mi corazón está en Clashbackk. Lo creas o no, Clashvox es más experimental, porque quiero que Clashbackk sea como el black label de Radikal Fear, temas muy oscuros”. Harry Havana, LA Williams con Jedi Knights, Stare 5, Zeka (Bryan Zentz), Galaxy: 10, Tempest (Erik Nore) y Professor Trax & Weed People ya han afilado uñas en el sello; Stallings, por su parte, se ha tatuado el logo en un hombro (en el otro tiene uno del gato Felix) y ha aprovechado la décima referencia para editar ‘Ten’, doble 12 pulgadas a nombre de Aphrohead dedicado a los diez años de la house music.
Creo que vi un lindo 909 1985. Felix Stallings escucha a Prince, Human League y Spandau Ballet, y graba temas en su cuatro pistas. Un conocido le pasa una cinta suya a Dj Pierre, autor del mítico ‘Acid Trax’ de Phuture. “Nunca la había oído. No estaba ni en vinilo: era sólo una cinta que ponían en el Music Box en Chicago. Me dijo ‘¿Quieres grabar un disco?’, y le dije ‘De acuerdo, lo que sea’. Tenía catorce años”. ‘Phantasy Girl’ le introduce en el house hasta que su padre le aleja de los clubs. “Entre el 85 y el 89 no estuve metido en la escena. Vivía en Minneapolis, donde conocí a mi mujer, y volví a Chicago en el 90. Entonces hacía r&b y hip hop. Ella me preguntó: ‘¿De qué trabajas?’, ya me entiendes... Yo respondí: ‘Hago música. ¿Recuerdas una canción llamada ‘Phantasy Girl’? Pues la hice yo’. Y ella dijo: ‘¡Oh! Tendrías que hacer más música como esa’. Y como era guapa y quería impresionarla, volví a hacer house”. Felix contacta otra vez con Pierre, que trabaja para Strictly Rhythm. Éste le dice que renueve su equipo y le paga un viaje a Londres en el 91, donde Guerrilla Records le publica ‘The Dawn’ y Bush su secuela, ‘The Light’. De vuelta a Chicago, “me dije que esto era lo que quería hacer. Fui a mi padre y le dije: ‘Necesito dinero para un estudio’. Se negó, y le contesté ‘Es tarde: ya he pedido un crédito, tengo al banco esperando y has de firmar’. Se enfadó tanto que firmó”. Graba maxis para Bush, Djax y otros, hasta que Deep Distraxion le publica su primer largo, ‘Alone In The Dark’, como The Madkatt Courtship. Aquí ya están todos sus alter ego: el ácido y psicótico, el que susurra con voz filtrada, el místico ñoño a lo Prince, el sensual pero decente, el futurista pero después del resto y el casi tecno-pop. El álbum le abre puertas en Inglaterra, aunque en su país no es aceptado hasta la remezcla que Dave Clarke hace de ‘The Light’ en el 93. En un viaje a Bélgica contacta con Play It Again Sam y monta su propia discográfica. “Fue todo muy rápido: el contrato decía que
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El hard house más directo y radical, por no decir el techno puro y duro para la pista, galopa en Clashbackk.
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P///LA CASA
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El encuentro con el escocés errante se produce en los entresijos del Palau Sant Jordi de Barcelona, donde el monstruo ‘Popmart’, la gira de U2, se ha aposentado durante unas horas. La misión de Howie B en este engranaje es tratar de precalentar a las masas enardecidas, a modo de entremés, únicamente armado con dos platos y una caja de discos.
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albert carreras
howie b antes de Passengers trabajé con Bono para un tema que publicó no se donde. Después se metieron en Passengers, y ya tenían temas preparados. Me llamó para que escuchase lo que estaban haciendo y claro que me interesaba, así que cogí y me fui a Dublín a escucharlo. Lo que tenía que ser una visita de un día se convirtió en tres semanas. Me convertí en parte del proyecto junto a Eno”. ¿El nombre de este visionario qué le debe sugerir a Howie B?. “Brian Eno, yo no sé lo que es, es un amigo muy cercano... y con el mismo amor por las mujeres... si nos comparan, que sea por el amor a las mujeres... eso es lo que creo. Compararte con otra persona es algo muy difícil, lo que yo busco haciendo música es expresarme, y ser diferente, no parecerme a ningún otro artista”. Por si no tuviese suficiente con colaborar hasta con el apuntador, aún dedica su paupérrimo tiempo libre a su sello discográfico, Pussyfoot. “Puedo editar cualquier grupo siempre que me interese personalmente su trabajo. Eso es lo bonito de Pussyfoot. Si la música es buena, puedo publicarla en el sello. Pussyfoot es así, y eso es lo que me divierte a mí y a Mick, que trabaja conmigo en el sello. Hacemos hip hop, breakbeat, drum’n’bass, folk, música irlandesa, incluso jazz. Estamos publicando muchas cosas diferentes, no hay un estilo particular, simplemente buscamos buena música. Ahora debo dedicar un tiempo a mi trabajo junto a Björk, un poco más tarde estaré en un proyecto junto a Ry Cooder y Joel Hazel, pero después me dedicaré durante una buena temporada al sello”. Howie, como el guerrero del antifaz, esconde tras su máscara una serie de inquietudes y personalidades. “Si, tengo muchos proyectos, muchas ideas diferentes... si fuera un escritor escribiría con distintos nombres. Haría ficción, novela real, negra, de amor, poesía... lo mismo ocurre con la música, tienes diferentes formas de expresarte”. Este buen hombre tiene la fórmula para que la gente que le rodea se sienta a gusto a su lado, ofrece otra cerveza y se escabulle con una sonrisa entre los labios. Mi madre ya lo decía, nunca llegarás a nada si no sabes tratar a la gente, vale de acuerdo, pero lo que ella no sabe es que he tenido un profesor particular de este arte durante media hora.
El aspecto social del baile Howie B me hace entrar en su camerino, me acomoda y me ofrece una cerveza mientras me enseña una muñequita vestida con falda a cuadros, comprada en alguna tienda barata de souvenirs de Escocia. Se nota que tiene don de gentes y sabe tratar a los que le rodean. “A las colaboraciones les doy un sentido puramente social porque trabajo con amigos, les conozco en un club y conversamos, vamos al estudio y hacemos algo de música, volvemos al pub nos tomamos algo, volvemos al estudio, hablamos... Es muy excitante porque nunca sabes lo que va a suceder, no sabes donde vas a llegar, ni la música que vas a hacer porque nunca has trabajado con esa persona. Por ejemplo, con Tricky fue muy divertido, es un cachondo, nos reímos mucho en el estudio con él. Con Robbie Robertson (The Band) fue curioso, me llamó un buen día y me dijo que había estado escuchando mis composiciones y colaboraciones, le habían gustado mucho y quería que trabajase con él, vino a Londres, grabamos cuatro temas, luego le invité a mi estudio y puso su voz en un tema. ¿Ves que fácil?”. Pero la amistad que le ha hecho ser conocido por el gran público ha sido su encuentro con unos desorientados U2, aunque su visita anterior con los irlandeses tuvo más miga. “Bueno,
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“Amo el hip-hop y hago hip-hop, el jazz y hago jazz, grabo, hago de productor, estoy metido en la música...”
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P///NITSA CLUB
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Mus es la sorpresa más grata que nos ha deparado 1997, y ‘Zuna’ ha de estar en el pódium de las medallas para los discos de ese año. Fran Gayo (programación) y Mónica Vacas (voces) forman este mágico dúo.
La belleza también existe
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alberto balsam
mus
Él empezó trabajando en solitario y grabó dos maquetas (‘Príi’ y ‘Sé(gun)’) de “una especie de seudo trip hop”. En la tercera maqueta (‘Nalare’) ya aparecía la voz de Mónica y fue con la que quedaron finalistas en el concurso de maquetas del RDL del 96 (no llegaron a participar en la final por los exámenes de Fran). Y al cabo de unas semanas firmaron por Acuarela, y el resto de la historia ya lo sabéis. Aquí tenéis una pequeña entrevista que mantuvimos con Fran, para que conozcáis un poco más a estos fascinantes gijoneses. ¿Os habéis dado cuenta que habéis hecho uno de los mejores discos nacionales del año? Que va, que va. Quizás sea, como mucho, uno de los discos más inclasificables del año, pero eso tiene poco que ver con el tema de que sea uno de los mejores. Nosotros ahora lo escuchamos y lo que es la producción, las voces, la estructura de los temas, no deja de parecernos un poco ingenuo y hasta primerizo. Lo que está bien, porque es precisamente eso, un disco primerizo. Está bien para ser el primero y haberlo hecho en tres días y medio. ¿Cómo definiríais el estilo de Mus? De momento somos un grupo muy a medio hacer como para autodefinirnos, no creo que de momento tengamos una personalidad clara. Quizás ‘Zuna’ se pueda utilizar como música de fondo para dormir la siesta o cortarse las uñas, pero tampoco es ambient... También es que nos cuesta ver las canciones con objetividad como para compararlas con otros grupos, o clasificarlas. ¿Qué significa ‘Zuna’? Pues no podríamos dar una traducción del todo exacta. Es una palabra asturiana que en castellano podría significar ‘manía’, aunque se utiliza más para los animales ariscos que para las personas. ¿Por qué habéis tardado tanto en grabar? Supongo que porque nadie se decidió a ficharnos. Pero en realidad tampoco fue tanto tiempo. La primera maqueta la hice en agosto o septiembre del 95 y ‘Zuna’ lo grabamos en octubre del 96. Lo que si tardó fue el Cd en publicarse, una vez salimos del estudio: unos seis meses. ¿Es verdad que ya hay un segundo disco en perspectiva? Bueno, en realidad ya está grabado, lo terminamos a finales de septiembre. Esperamos que tarde menos en salir que ‘Zuna’, a ver si para diciembre o enero... Se va a llamar ‘Pigaz’ y es un Ep de cua-
¿Existe una escena electrónica en Asturias? Hay un nivel alto si hablamos de Dj’s, Higinio es el ejemplo más representativo. A nivel de grupos están She*riff y bueno, el 50 % de Telefilme.
tro canciones de cuna o añaes tradicionales asturianas. ¿Cómo trabaja Mus al hacer los temas? Pues supongo que como la mayoría de los grupos. Generalmente hago las bases en casa y luego Mónica las mira y busca líneas de voz que se ajusten bien. En el caso de ‘Pigaz’, al partir de unas melodías que existían previas al disco, el procedimiento fue a la inversa, seleccionamos una serie de añaes tradicionales que nos gustasen y buscamos las bases luego. ¿Por qué hay voces y no es música instrumental? Hay voces porque nos parece que las canciones quedan mucho más redondas así, aunque las usemos como un instrumento más que se suma al colchón. Eso al menos fue lo que pensamos al grabar la tercera maqueta, al probar cómo podíamos utilizar las voces. A medida que pasa el tiempo las vamos viendo como algo algo mucho más importante, quizás uno de los elementos más representativos de la música que hacemos. ¿Habéis compuesto cosas para algún corto? De momento no. Hemos hecho música para una obra de teatro que se llama ‘Aurelia’, de Ramón Lluis Bande, pero lo del corto todavía no nos ha llegado. ¿Existe el post-pop? Ni idea, no sabíamos que esa etiqueta fuese ya oficial. Creo que en cuestión de etiquetas andamos un poco más atrasados, nos quedamos en ‘artcore’ y ‘post rock’, que son estilos que tampoco sabemos si existen. Y como despedida, ¿os veremos en el próximo Sónar? A ver si alguien nos invita...
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PRESENTA
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Selftapes Quiero recibir la/s cinta/s: Selftape 1 Five Minutes Gang, Arcos de Nepal, Madelman,Víctor Sol, Feel Action y Kalte Sterne earcloud 30 minutos en directo y 30 en estudio del grupo de Víctor Sol y Álex Martín Selftape 2 Fangoria, Calígula 2000, Oviformia Sci, República Sonora, Paralex y Protozoo Feel Action La última produccion de este dúo barcelonés
¡60 minutos de música en cinta de cromo! 900 ptas. (cada una) para no suscriptores y 700 ptas. (cada una) para suscriptores (Incluye gastos de envío por correo certificado). Forma de pago Giro postal a nombre de: Luciano Alvarez, PO Box 10.183, 08080 Barcelona. Adjuntar el comprobante de Correos y el cupón de pedido (Valen fotocopias)
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11:30 Luis Rozalén (HD Substance) es uno de los estandartes de la escena electrónica madrileña. Músico, Dj y periodista, acaba de lanzar su primer álbum, ‘Eleven’, en el cada vez más interesante sello nacional Stereophonic Elefant Dance Recordings. Ahora sabréis de primera mano algo más de este inquieto artista.
Corriente continua
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l.a.f.
hd substance
Preséntanos a HD Substance. Es el nombre que tengo para hacer música. Todo lo que hago lo pongo con ese nombre, no es como otra gente que va cambiando de nombre. La música que hago es la música que me gusta. Es una mezcla y un reflejo de lo que me va gustando, es lo que me sale. Llevo desde el 87 y empecé con el rollo Depeche, tocando la batería durante cuatro o cinco años en un grupo que no me gustaba nada. Luego me compré una cajilla de ritmos y un analógico. HD empezó con Geometrik (‘Electronic Generators’), luego vino lo de Running Circle y, posteriormente, lo de Boozo. ¿Elefant es el sello que andabas buscando desde que comenzaste? He encontrado con ellos una relación como la que puedan tener Depeche con Daniel Miller de Mute. Es un rollo que nunca he firmado nada y no pienso firmar, Luis (Calvo) y yo nos entendemos perfectamente. Es una relación muy musical, ni voy buscando más o menos pasta, ni él tampoco. Mientras que la relación vaya bien, haremos música. ¿Cómo definirías ‘Eleven’? Es un recopilatorio, escondido, de gustos, que suena muy uniforme, pero que está grabado durante un montón de años. Hay temas como ‘Londres Es Frío’, que es del año 89 y que la base se grabó en los Estudios Vulcano de Fangoria antes de que se fueran a Londres. El orden que pusimos a los temas fue casual, fuimos de los antiguos a los modernos, y de repente salió un orden automático, que lo escuchas y ves como va evolucionando el disco. ¿Qué estás escuchando ahora? Por gusto Underground Resistance, además han reeditado todos sus primeros maxis. Y estoy volviendo a escuchar mucho Detroit, lo nuevo de Claude Young y Stacey Pullen, y mucho house. Tuve una temporada, después del verano, muy jungle. ¿Piensas que el futuro de la música electrónica está en América o en Europa? ¿han entendido mejor el mensaje los negros que los blancos? Los negros han entendido mejor el mensaje, pero lo tienen peor para distribuirlo, lo tienen muy difícil, no hay clubs y no hay nada.
¿Y aquí qué tal? Por fin parece que empezamos a ponernos serios. Hay gente que verdaderamente me encanta, no es una cuestión de porque sea español te lo tienes que comprar. Cualquier cosa que haga Leandro o Toni Rox me gusta, me encanta Magoya, Fat Db de Álex Martín y todo lo que ha hecho con Earcloud. Hay cuatro o cinco muy buenos, pero falta que la gente compre discos. ¿Vas a llevar ‘Eleven’ al directo? Es muy complicado. Ahora tengo un directo diferente al que hacía antes, es una especie de drum & noise, o algo así, y como en el Lp hay algo de drum & bass y de ritmos quebrados, lo toco para presentar el disco, pero nunca toco el disco, es imposible, no me atrevo, ni la programación, ni los sonidos, ni nada. ¿Estás preparando un nuevo álbum? Tengo un atasco de trabajo de la hostia. Quiero sacar un maxi en Boozo después de Navidad. Luego sacaré un Lp en Elefant que se llamará ‘Cancer Pop’, que es una colección de temas míos de techno-pop de mis primeros trabajos, que saldrá en Cd o en una serie de doce singles que se publicarán durante dos años. Y luego habrá otro álbum que será de material totalmente nuevo que se llamará ‘Cancer Moon’, que irá paralelo al otro y tendrá un estilo propio, con menos rasgos identificables que ‘Eleven’. Y todo eso para después de navidades. ¿Se presenta un 98 cargado? Si, cargadísimo. A mí lo que me faltaba era tener un sello con el que poder trabajar, que no te ponga frenos a las cosas y que te publique algo más que un maxi cada seis meses. ¿Cuánto crees que le queda a esta movida? Gran parte de la gente ajena a esto está obsesionada con la palabra futuro, con que nosotros vamos a llegar con nuestras maquinitas de casa y vamos a hacernos con la música. A mí me parece que ni de coña vamos a borrar el rock, ni el pop, ni nada de nada. El futuro de esto es convivir con las demás músicas, pero en un espacio ya limitado. ¿Satisfechos? Si no lo estáis, escuchad el disco, a lo mejor os divierte más.
¿Te gusta el electro? Me gusta muchísimo el electro antiguo de Detroit y el rollo que era Warp al principio, que no es electro, pero que todos ellos maman del electro y lo dicen muchas veces. El sonido de los principios de Warp me machacó la cabeza.
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P///ANALOGIC EMOTIONS///BOA
Empezó pervirtiendo los patrones rítmicos de New Order y I Start Counting en clave glam-rock, fabricó un hit (‘Closer’) que dejó a Prince y Al Jourgensen de pasta de boniato y acabó dejándose empalagar por el anfetamínico drum & bass de Wagon Christ y por las bajas frecuencias. ¿Quién ha dicho que Trent Reznor es un tipo convencional?
nine inch nails
No me llames Dios Trent Reznor es, para que negarlo, una estrella. Las ventas astronómicas de su ‘The Downward Spiral’ -ha vendido hasta el momento unos siete millones de copias en todo el mundo- y la inevitable pose de una rock star al uso no le han hecho don de las simpatías de ciertos puristas de la música industrial. Reznor nunca tendrá el estatus de multiinstrumentista solvente del que peca con holgura el macarrónico y genial Jim Thirwell (Foetus, Steroid Maximus); nunca llegará aunque tiempo al tiempo- a la consagración via crítica de la que ya disfrutan Blixa Bargeld (Einstürzende Neubauten) o Richard H. Kirk (Cabaret Voltaire, Electronic Eye) y mucho menos conseguirá atraer a los incondicionales de Panasonic, Technoise o Füreasteen. Cuidado, que haberlos, haylos. En cambio, en ciertos círculos (el de adictos a los infectos hertzios del Top 40 USA, por ejemplo) se le rinde pleitesía y es considerado poco menos que el nuevo mesías del rock & roll americano. El nuevo Elvis, dicen. Ya han visto que encima del titular pone Nine Inch Nails y que, a pesar de ello, solo he hablado de Trent Reznor hasta ahora. Muchos ya deben saber porqué, aunque en caso de que no lo sepan allá va una sencilla explicación: Reznor compone él solito sus temas, acompañándose en el estudio por varios habituales (Flood, Alan Moulder, Stephen Perkins, Adrian Belew, Bill Kennedy, Danny Lohner, Rick Rubin o Chris Vrenna), aunque más de la mitad de las veces acaba haciéndolo todo solo. Así pues, y sin ninguna duda al respecto, se puede confirmar que Trent Reznor es Nine Inch Nails. Él hace las letras, él toca los instrumentos, él se remixea sus temas, él se lo guisa y nosotros, por fortuna, nos lo comemos.
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marc piñol
“Cuando llevé a los estudios ‘The Downward Spiral’, les dije que no había singles, que no había algo como ‘Head Like A Hole’. Una vez se lo escuchan me dicen que ‘Closer’ es el single ¡qué es perfecto! Yo les dije que ni hablar, que con esos “help me” a lo Prince la gente se pensaría que soy un marica. Pero funcionó...” Reznor nació en Estados Unidos hacia el 1967. Siendo él un niño, sus padres se divorciaron, pasando a vivir con sus abuelos maternos. Después de dictaminarle una fortísima alergia multiple que le hacía ingresar regularmente en el hospital, los medicos le hicieron un chequeo general y vieron que se estaba quedando sordo a causa de una irritación en las mucosas. Aún no tenía diez años. Fue operado varias veces por reconocidos especialistas acabando todo, afortunadamente, de una forma feliz. Pero, como dijo Freud, los traumas de la infancia son los que más nos marcan a lo largo de nuestras vidas, así que Reznor decidió aprender a tocar el piano una vez la sordera remitió. Casi como en un culebrón, vamos. Diez años después. Cleveland. Reznor ha acabado sus estudios de ingeniero informático, se acaba de mudar y busca en los anuncios de apartamentos en alquiler una oferta asequible. Conoce a Chris
Trent Reznor ha fundado Nothing Records, subsidiaria de Interscope, por la que han pasado Marilyn Manson, Pop Will Eat Itself, Meat Beat Manifesto o Coil.
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Vrenna por casualidad y deciden pagar un alquiler a medias, amén de tocar en conciertos de rock & roll para pagarse la luz y el gas. Pero empiezan a perder dinero y pronto se encuentran limpiando meaderos públicos y barriendo callejones infectos. Poco a poco, Trent consigue colocarse, durante las mañanas, en un estudio de sonido en el que se graba a bandas locales. Al cabo de un tiempo consigue hacer entrar a Vrenna y deciden ponerse a trabajar por las noches en su propias grabaciones. No molestan a nadie y al conserje ya se lo tienen ganado. Un año más tarde (1989) sale a la calle ‘Down In It’. Al Jourgensen escucha el single y telefonea a Reznor, con el que traba amistad rápidamente. Jourgensen lo invita a una de las sesiones de grabación de su grupo alternativo Lard (Ministry & Jello Biafra), no pudiendo evitar pasarle los DAT para que remezcle algún tema. Como era de esperar, Reznor acaba grabando con Lard un disco entero. Cuando lo llevan al estudio, un tipo lo escucha y les dice que esa basura sólo se la podrían comprar unos cuantos Dj’s homosexuales, así que deciden darle al combo el sugerente nombre de 1000 Homo Dj’s. Al poco tiempo sale ‘Pretty Hate Machine’ y consigue colocarse líder de ventas en varios establecimientos durante algunas semanas. Un año más tarde, Trent empieza su serie de colaboraciones estelares: Meat Beat Manifesto, Revolting Cocks o KMFDM, aunque la más intensa fue con Pigface, el grupo de Martin Atkins y William Reflin
reznor compone él solito sus temas, acompañándose en el estudio por varios habituales, aunque más de la mitad de las veces acaba haciéndolo todo (Ministry, 1.000 Homo Dj’s, Lard), en el que han colaborado Paul Barker (Ministry, 1.000 Homo Dj’s, Lard), Chris Connelly (Fini Tribe, Chris & Cosey), En Esch, Ogre (Skinny Puppy), Matt Schultz, William Tucker, David Yow, Genesis P. Orridge (Psychic TV) y el mismísimo Steve Albini. La cosa tenía su gracia. Sonido surf-industrial-80’s, gritos en cacofonía y letras muy a lo David Bowie. Recuerden que Chris Connelly, en su ‘Whiplash Boychild’ (91), versioneó a su ídolo de la infancia, Scott Walker, máxima influencia en la obra de Bowie, a su vez influencia glammy de Reznor. Casi como en una novela de Paul Auster. Al mismo tiempo conoce a la que será su futura novia, Tori Amos, y después de colaborar con ella en uno de sus discos, parte peras alegando que es una neurótica incurable, curiosamente lo mismo que dice la muchacha de él. A pesar de todo, siguen manteniendo una muy buena relación profesional y personal. Al acabar 1997, Trent Reznor tiene en su haber dos premios Emmy (ya saben, los Oscar de la música) por ‘Wish’ (a pesar de incluir la expresión “Fist fuck”) y por ‘Happines In Slavery’; ha participado en Woodstock ‘94 con una respuesta, por parte del público, arrolladora; ha realizado la banda sonora de un videojuego, Quake, de setenta minutos de duración e influidísima por Liminal, Scorn y Coil, que bien podría haber editado en Lp, sellos como Extreme o Sähko; ha producido las bandas sonoras de ‘Natural Born Killers’ de Oliver Stone y de ‘Lost Highway’ de David Lynch y nos ha entregado, recientemente, un último Ep de remezclas en clave drum & bass, ‘The Perfect Drug’, con invitados de la talla de Luke Vibert (Wagon Christ, Plug), Meat Beat Manifesto o The Orb. Por lo demás, no se saben de él demasiadas cosas en lo que respecta a drogas o adicciones varias. Sólo se sabe que junto a Jourgensen se ha corrido alguna que otra juerga animal y que se le ha demandado por plagio, infructuosamente, varias veces. Lo dicho, una estrella con todas las de la ley.
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discografía Down In It (Single) (1988) Pretty Hate Machine (Lp) (1989) Head Like A Hole (Single) (1990) Sin (Single) (1991) Broken (Ep) (1992) Fixed (Ep remezclas) (1992) March Of The Pigs (Single) (1994) The Downward Spiral (Lp) (1994) Closer (Single doble) (1994) Further Down The Spiral (Lp remezclas) (1995) The Perfect Drug Versions (Ep remezclas) (1997) Tres rarezas imprescindibles Trent Reznor: Quake (96) Pigface: Gub (92) 1000 Homo Dj’s: Supernaut
La escena de baile británica comenzó a degradarse tras la ebullición de estilos y sellos que vivió entre finales de los 80 y principios de los 90, debido a la asimilación y comercialización del house, el agotamiento de la efímera etiqueta acid jazz y la reclusión de la facción más purista del techno y el experimentalismo dentro de barreras marcadas por ellos mismos.
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coco
wall of sound Otro ladrillo en el muro El verano del amor quedaba muy atrás y el aburrimiento y la rutina inundaban los clubs ingleses. Corrientes en alza como el handbag, el goa o el happy hardcore no hacían más que ocultar la creatividad que subsistía en el underground. Contra toda esta situación comienzan a surgir en el período 92-94 nuevas propuestas ofrecidas por colectivos procedentes del acid jazz, el hip hop y desencantados del house. Entre los primeros sellos que aparecen, destacan dos piezas fundamentales en toda esta historia, Mo Wax y Ninja Tune, dos compañías independientes que originaron el caldo de cultivo para todo el panorama que surgiría más tarde. En contraposición a la seriedad de la escudería de James Lavelle y a la experimentación de los guerreros comandados por el dúo Coldcut, multitud de sellos nacen reivindicando el hedonismo como finalidad y el eclecticismo como bandera. Skint y Wall Of Sound se colocan a la cabeza de esta nueva escena. Este último nace en Manchester de la mano de Mark Jones. Sus primeras referencias están marcadas por el jazz y las sonoridades trip hop propagadas por Mo Wax. Entre estas primeras ediciones destaca un proyecto llamado Artery, tras el que se esconde una persona determinante en el futuro del label, Jon Carter. Junto a este Dj, otros como Justin Robertson, Norman Cook o Richard Fearless han contribuido en gran manera a que los productos de WOS tuvieran repercusión entre clubbers y prensa. Y las puntas de lanza de la compañía comienzan a publicar sus primeros trabajos: Propellerheads, The Wiseguys, Dirty Beatniks... Alex Gifford y Will White son los componentes de Propellerheads. En el currículo de Alex, el mayor de los dos, destacan colaboraciones para The Grid y haber sido durante un par de giras el batería de ¡The Stranglers!.
A la espera de su inminente primer álbum, su discografía se compone de varios 12”, ‘Take California’, ‘Spybreak’, ‘Go Bang!’ o su colaboración con Dave Arnold para la última película de James Bond (‘On Her Majesty s Service’). En ‘Go Bang!’ se incluye ‘Dive’, el tema utilizado por Adidas para su última campaña, y ellos tan contentos porque son grandes fans de la marca y a partir de ahora no tendrán que desembolsar ni un penique para vestirla. La música que facturan Alex y Will tiene una fuerte influencia hip hop, que combinan con instrumentación real (batería acústica, órganos Hammond...) y una gran debilidad por las bandas sonoras de pioneros como Lalo Schiffrin o John Barry. En esta incorporación de instrumentos acústicos se basa la originalidad de Propellerheads y la mayoría de proyectos de WOS. Dirty Beatniks también utilizan parafernalia perteneciente al rock, como guitarras y bajos eléctricos. Camisetas de The Clash o Sex Pistols y una actitud totalmente punk, redondean sus apariciones en directo. La discografía de estos discípulos de Kerouac se apoya en el house, los breakbeats, la batucada y el rock para destilar bombazos directamente destinados a la pista de baile. Justin Underhill, Rory Charlie y Neil Higgins han publicado un Lp (‘117 In The Shade’) y maxis como ‘Beatnik Bounce’,
El fichaje más reciente del sello es Wreckage Inc. y su debut es ‘Chase’, un tema de house breakbeat que incluye remezclas de Deadly Avenger y Strike Boys.
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‘Don t Stop Ep’ o el reciente (y limitado únicamente a vinilo) ‘Latinhead’. El trío de ases se cierra con The Wiseguys, uno de los proyectos con más poso hip hop de la escudería. Formados por dos b boys y graffitters (Touche y Regal), explotan sus habilidades como Dj s, saliéndose de la norma de un imprint que potencia los live acts. En sus sets combinan hip hop con funk, disco y house, siempre con un gusto exquisito. Aunque la mayor parte de su obra se situa en los beats & rhymes (en su primer Lp, ‘Executive Suite’, ayudados por los neoyorquinos Shootyz Groove a los rapeados), su mayor hit, ‘Casino Sans Pareil’, es un cruce instrumental de easy listening y breakbeats. Otra de las marcas de fábrica de estos hijos bastardos de Phil Spector es el diseño de las carpetas, un diseño uniforme que las hace reconocibles a simple vista, reforzando la idea de pose que despide este label: se remezclan unos a otros y les encanta actuar en comandita. Alguien que parece no estar conforme con esta uniformidad en el diseño es John Gobling, aka Mekon. Al igual que The
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su catálogo son los recopilatorios. Mientras en la serie ‘Give m Enough Dope’ (2 volúmenes) combina grupos de la casa con gente procedente de otras (los Ballistic Brothers de Rocky, Diesel y Ashley Beedle, los padrinos del brit house Basement Jaxx o Russ Gabriel), en ‘Dig The Nu Breed’ nos ofrece grupos que han enviado sus maquetas en el último año a la compañía, entre ellos Red Myers, Mr. Natural, Syncromesh o Tiny Stars, casi todos en una onda muy cercana a Chemical Brothers, la ya clásica fórmula guitarras + breakbeats. El más reciente sampler surgido de WOS es ‘The First XL’, compendio de sus primeras referencias, no disponible hasta ahora en Cd. Pero la nómina del label no acaba aquí. Les Rythmes Digitales, por ejemplo, son la coartada europeísta de esta tropa tan british. El parisino Jacques Le Cont explora el lado experimental de la electrónica con claras influencias del techno de Detroit en su álbum de debut, ‘Liberation’. A pesar de ello, también es capaz de construir un cañonazo funk irresistible en el maxi ‘Jacques Your Body (Make Me Sweat)’. Experimentar, pero en el terreno de la disco music, es lo que hacen Zoot Woman en ‘Chasing Cities’.
Multitud de sellos nacen reivindicando el hedonismo como finalidad y el eclecticismo como bandera. skint y Wall Of sound se colocan a la cabeWiseguys, pasó su adolescencia inmerso en el hip hop, que adorna sus producciones con funk y disco. Ha contado con colaboraciones interesantes ( Schooly D en el Ep ‘School s Out’) y ha remezclado a los exhuberantes finlandeses Gus Gus. John acaba de editar su primer largo, ‘Welcome To Tackledown’, y su tarjeta de presentación es el imparable ‘Phatty s Lunchbox’. También es el cerebro que se esconde tras Agent Provocateur, con un 12” en WOS más volcado hacia el breakbeat. Una de las estrategias usadas por Mark Jones para difundir
Otros habitantes de este muro de sonido son Akasha, que en sus dos Ep s (‘Jazzadelica’ y ‘Spanish Fly’) demuestran su saber hacer en el terreno del jazzy trip hop. He dejado para el final a uno de los grandes impulsores de WOS desde las cabinas de los mejores clubs ingleses, Derek Dehlarge. Sus antecedentes más cercanos le sitúan al frente de Ceasefire, con los que obtuvo una discreta repercusión en aquel tiempo en el que a todo esto se le denominaba brit hop. Después formó Naked All Stars junto a su gran amigo Jon Carter, el factótum de Monkey Mafia y residente del londinense Heavenly Social (de lo que da testimonio ‘Live At The Social 2’, un Cd mix repleto de ragga y hip hop). El único fruto de Naked All Stars hasta la fecha es un tema en el disco que WOS publicó a medias con Pussyfoot, originalmente titulado ‘Wall Of Pussy’. El último trabajo de Derek es ‘FSUK’ (Future Sound Of UK), auspiciado por el superclub Ministry Of Sound, en el que despliega sus armas como Dj (breakbeat guarrindongo, techno y jungle, combinado con major bands como Orbital o Underworld). En definitiva, en el año en que toda esta escena big beat comienza a estereotiparse, WOS sigue ofreciendo una amplitud de miras elogiable, lo que les está haciendo ganar adeptos a marchas forzadas. Y si queréis ser testigos de las evoluciones de estos chicos en su hábitat natural, a partir de enero disponen de una residencia mensual en el Nitsa Club de Barcelona, que se suma a los jueves mensuales de que disfrutan en el Blue Note de Londres. “Back To Mono”.
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11:37 Aficionados a películas como ‘La Guerra De Los Mundos’, aficionados a las convergencias musicales pasado-presente-futuro, aficionados a las producciones con rasero rico y vigoroso. Presentamos a: Man Or Astroman?
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santi fernández
¿El surf del siglo XXI o la proeza de desarrollar la electrónica hacia otros lares?
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¿Causaron estragos Brian Wilson y el cine estadounidense cincuentero serie B en el subconsciente de estos chicos?¿Manifiestan problemas patológicos desde que Dick Dale se coló por la puerta de su casa? La primera referencia o cocktail entre el surf y la tecnología viene de la ingeniosa mente de Brian Wilson, cuando en la canción ‘Good Vibrations’ registró y dejó caer en medio de sus tonadillas surferas, como un aura sinuosa, el peso de un theremin... Energúmenos seguidores de la electrónica, simbióticos y alegres como la mayoría de las melodías que encarna el surf. Surf catárquico, oleadas de garaje y esos motivos de tecnología, de la que tanto cuelan en sus canciones. Puro chantaje emocional para aquellos que ven con buenos ojos tanto el tradicionalismo musical, como sus nuevas vías de expresión. Una celebración litúrgica que se estrella en un mercado, justo ahora preparado para digerir esas conversiones, llamémoslas electro-rock, rock-químico o como a cada cual le parezca más oportuno indicar ese trenzado entre la música de guitarras y la tecnología. Man Or Astroman? constituyen en la actualidad un puente evolutivo, un motor de propulsión alimentado de recuerdos y de emotividad contemporánea. Su formulismo, natural y encaminado a fusionar diversos elementos, no constituye un producto decisivo o profundamente innovador, aunque en su caso se detecte esa relación, ese binomio indisoluble presente en sus trabajos: calidad-fusión. Surf tecnológico por los cuatro costados. Los aspirantes a tomar el trono cybersurferoespacial, aunque sea por la fuerza: Dexter X, Birdstuff, Coco The Electronic Monkey Wizard y Star Crunch. Un comando de asalto preparado para copar lo alto de este trono. Su culebrón discográfico va desde el formato cachondo del 5”, hasta su veintena de 7”, los dos atractivos 10”, de los que podríamos enquistar definitivamente en el plato ‘1000 X’ para que no cesase de sonar, y la decena de largas duraciones, donde un implacable ‘Experiment Zero’ producido por Steve Albini, con permiso de otros largas duracio-
nes como ‘Destroy All Man Or Astroman?’, ‘Made From Technetium’ o ‘Live Transmissions’, manifiesta en sus reiteradas escuchas una compresión de todo un proceso evolutivo que les ha abocado a manifestar estos recitales de fusión (¿electro-surf?). Los recopilatorios y tributos donde se puede encontrar su huella es numeroso. Es inevitable mentar las dejadas en los tributos a Roger Corman y Henry Mancini, toda una purga playera catalizadora de las maneras de estos muchachos. Surf tecnológico con precinto de garantía.
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Los aspirantes a tomar el trono cybersurferoespacial, aunque sea por la fuerza: Dexter X, Birdstuff, Coco The Electronic Monkey Wizard y Star Crunch.
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La factoría de la muerte Coil Psychic TV Trobbing Gristle Chris & Cosey
La factoría de la muerte era el centro de operaciones de Trobbing Gristle, grupo pionero de la música industrial, y es el título del dossier que dedicamos a T.G. y a sus ramificaciones, una serie de proyectos que han marcado la evolución de la música electrónica.
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En ‘The Tape Delays’, un artículo escrito en 1981 a raíz de la disolución, Jon Savage hacía esta definición de Throbbing Gristle (T.G.). Un laboratorio es el lugar donde se investiga y se experimenta, o bien donde se crean productos nuevos para la industria, es decir, donde siempre se está a la búsqueda de algo nuevo.
marc moch
throbbing gristle Un laboratorio La idea resulta un poco acomodaticia (cualquier artista, o cualquier persona o equipo dedicados a una actividad de creación “tout court”, podría ser un laboratorio), pero se acerca bastante, creo, al concepto que tenían los mismos miembros de T.G. (Chris Carter, Cosey Fanni Tutti, Peter “Sleazy” Christopherson y Genesis P. Orridge), sobretodo este último, no como contraposición al concepto de grupo de rock... sino más bien al revés, T.G. quieren huir de la música que en el fondo tiene las raíces en una sociedad campesina y rural (la de los Estados Unidos del XIX, el blues y el country) y fabricar la banda sonora que corresponde a la sociedad industrial (que pese a todo, llega con más de un siglo de retraso). Pero la consideración de T.G. como “clásicos” o “pioneros” de la música industrial, las alabanzas automáticas que a veces reciben en los artículos retrospectivos sobre la historia de la música electrónica, el hecho que hayan sido la referencia de grupos posteriores del género (a veces sin incorporar la ironía y el sentido del humor de los maestros), pueden limitar la visión de aquello que T.G. fueron (o querían ser). A las entrevistas que les hacían, Genesis ya decía que la gente que los imitaba no había entendido su mensaje. “Es imposible que nadie pueda tener nuestro mismo sonido y estar describiéndose a sí mismo de una forma veraz”. En definitiva, los “estilos” y las “estéticas” (incluso los “descubrimientos”) de pioneros absolutos no se entienden casi nunca. Más bien resultan el producto de un momento determinado de la música (o de cualquier otro arte), de la sociedad, de la tecnología. Por esto estos “pioneros” pueden surgir a la vez en lugares muy alejados físicamente, y ser personas que no han tenido ningún tipo de contacto, y por otro lado, “contagiarse” muy rápidamente de los nuevos elementos. Así, en la segunda mitad de los años 70 surgen T.G. y un conjunto de músicos/artistas con unos rasgos comunes (aunque con unas personalidades propias muy marcadas). El libro ‘Industrial Culture Handbook’, de la colección Re/Search, recoge un montón de entrevistas con los princi-
pales nombres de esta primera generación “industrial”, y establece las características que comparten: autonomía organizativa, interés por el acceso a la información, uso de sintetizadores y “anti-música”, elementos extramusicales y “tácticas de shock”. Se ha dicho que si el punk fue el rebote contra la bobaliconería de los hippies y la hipocresía del establishment rock, T.G. y los otros “industriales” vendrían a expresar un mismo sentimiento, pero cogiendo la tradición de la música electrónica, y los nuevos instrumentos en lugar del rock y las guitarras. Un paralelismo T.G./Sex Pistols se puede trazar, con el panorama de fondo de los últimos años 70, de la guerra fría que todavía puede estallar y hacer añicos el mundo (recuerdo momentos de alta tensión entonces entre los aliados occidentales y la Unión Soviética), de la crisis del petróleo y el boom económico de la década anterior, y los nuevos bajos fondos del comportamiento humano que se revelaron desde la Segunda Guerra Mundial (y que difunden unos medios de comunicación en crecimiento). Pero la personalidad y el bagaje de los miembros de uno y otro grupo son radicalmente diferentes. A pesar de la performance mediática que les acompaña, los Sex Pistols no eran más que un grupo musical. T.G. no. No lo quiere ser. “T.G. trabaja con información”. No debemos olvidar que T.G. nació como una prolongación de Coum Transmissions, un grupo de performances que funcionó entre 1969 y 1975, con Genesis y Cosey (en el último año, también Sleazy). Nacido en 1950 en Hull, Genesis fue desde muy joven un lector de la beat genera-
La discografía de T.G. es un lío. Se puede decir que casi todo lo que hicieron, tanto en directo como en estudio, ha sido publicado de una manera u otra (e incluso se sospecha de tantas grabaciones con su firma).
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slogan, “industrial music for industrial people”, sugerido por Monte Cazzaza, que entonces estaba pasando tres meses en Londres, y les pareció mejor que el primero que tenían, Factory Records). El nombre del grupo, por cierto, lo habían tomado prestado de la expresión popular que, en Yorkshire, hacen servir para nombrar la erección. Industrial publica pronto la primera referencia, una cassette. Después cada uno pondrá quinientas libras de su bolsillo para poder publicar el primer Lp de T.G., ‘Second Annual Report’. “Nosotros miramos en nuestra colección de discos, o aquello que sucede, y decidimos lo que personal-
tion (conoció a William S. Burroughs en Londres en 1973) y de temas de ocultismo, y gran interesado en el arte de vanguardia (escribió parte del ‘Contemporary Artists’, lo que le llevó a conocer a Brion Gysin, y fue un activo artista postal). Con Coum Transmissions firmó una de las páginas más singulares de su disciplina artística (reconocida incluso en el canónico ‘Performance Art’ de Roselee Goldberg, de reciente edición castellana en Destino). En sus acciones, desarrolladas en salas y centros de arte de diversos países de Europa y Estados Unidos, se jugaba con desnudos integrales, excrementos, autolesiones, actos sexuales, lamidas... Ya encontramos entonces ese hurgar en los aspectos más desagradables de la realidad humana, y (supuestamente) morbosos, que tendrá también su lugar en T.G. Años después, este aspecto del grupo levantará vivas polémicas. Algunos veían sólo gusto por la provocación y exhibicionismo malsano; otros, interés por ámbitos del conocimiento a menudo considerados tabú. Dejando a un lado que las dos cosas no han de ir necesariamente desligadas (me parece que en T.G. había un poco de todo), también debemos recordar que T.G. empezaron a trabajarlos antes del auge del cine pijo-gore, los reality shows y los manga, del crecimiento de la violencia en los medios de comunicación masivos y de la guerra de la ex Yugoslavia, y antes de Whitehouse (y Psychic TV, y de que todo junto se convirtiera en un tópico). Y también aquello que escribe Antoni Tâpies en su ensayo ‘La Pràctica De L’Art’: “Si las formas no son capaces de herir a la sociedad que la recibe, de irritarla, de inclinarla a la meditación, de constatar que se encuentra atrasada, si no son un revulsivo, no son una obra de arte auténtica... Cuando el gran público encuentra plena satisfacción en unas formas artísticas determinadas, es que estas formas han perdido toda virulencia”. “El principal enemigo de la creatividad es el buen gusto” decía otro pintor, Pablo Picasso. Llegó un momento que Coum Transmissions pensó que podían ampliar sus medios de expresión, para poder salir del circuito de las galerías de arte, y que era posible trabajar (también) con música (y todo aquello que la podía rodear). De entrada, T.G. fueron sólo un añadido de los montajes de Coum (su primera actuación tuvo lugar el 6 de julio de 1976, en la Air Gallery de Londres). La tercera la hacen el 18 de octubre de aquel mismo año en el Institute of Contemporany Arts (ICA) de Londres y dentro del ‘Prostitution Show’ de Coum Transmissions, que incluye fotografías pornográficas de Cosey (la chica vivía de eso y de sus stripteases) y que produjo tanto jaleo que provocó un debate parlamentario, ya que el ICA es una institución que recibe dinero público, y ya sabemos como son de delicados los británicos con el material de aire “ofensivo”. A partir de aquí, Orridge, Carter, Cosey y Christopherson vieron claramente que la música “es una buena plataforma para la propaganda” y se lanzan de lleno olvidándose de Coum Transmissions, pero manteniendo abierto su interés por cualquier forma de expresión (y de comunicación, y de las relaciones de poder que siempre las envuelven). Con ganas de demostrar que las cosas se pueden hacer de una manera diferente crean Industrial Records, su propia compañía discográfica (el nombre lo sacaron de un
mente nos gustaría tener o poseer, como un disco o una revista, y entonces, si nadie no lo está haciendo, nosotros lo hacemos”. Es decir que, en el año 1977, querían tener un Lp que combinara sonidos analógicos manipulados (sucios y ambientales), voces, loops, recreaciones del paisaje sonoro urbano y un tipo de negativo de la música planeadora y freaky de la época en fusión con otra rama, la de la música concreta y de vanguardia. ‘Second Annual Report’ comienza con la magistral ‘Slug Bait’, donde ya se apunta esta búsqueda del contraste entre las sonoridades abruptas y un extraño y mesmerizante sentido de la melodía. Hay un Lp registrado antes de ‘Second... ‘, pero que no salió hasta 1987, con el título ‘Very Friendly’, que es posiblemente donde suenan más (en algunos momentos) a unos Velvet Underground (vertiente ‘Sister Ray’) adornados, pero con sintetizadores y ritmos metálicos, encima de los que flotan líneas musicales, latidos de notas graves y reverbaradas voces. “Tan incorrecto es no ser capaz de entender a T.G. cuando es meló-
“Nosotros miramos en nuestra colección de discos, o aquello que sucede, y decidimos lo que personalmente nos gustaría tener o poseer, como un disco o una revista, y entonces, si nadie no lo está haciendo, nosotros lo hacemos”
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dico, como cuando no lo es. Por eso hicimos ‘Adrenaline’ y ‘Distant Dreams’, para hacer entender que nos negamos rotundamente a renunciar a todas las opciones que queremos mantener”. Algunos de los compradores de ‘Second Annual Report’ fruncieron el ceño con el segundo Lp, ‘D.O.A. The Third An Final Report’, y dejaron de seguirlos (por el hecho de hacer y publicar su música, en algunos casos) con el tercero, ‘Twenty Jazz Funk Greats’. Evindentemente T.G. aquí ya no hacen tanto ruido ni resultan tan punks, pero son estos sus discos de madurez, donde exhiben
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post-industrial, y ‘Walls Of Sound/Blood On The Floor’, la densidad rítmica y ruidosa con la que harán su estilo Esplendor Geométrico (para entendernos). ‘Twenty Jazz Funk Greats’ prolonga bastante los presupuestos de ‘D.O.A... ‘ (pero con menos ruido). Encontramos sintonías electrónicas casi tecno-pop (‘Twenty Jazz Funk Greats’, la fabulosa ‘Hot On The Heels Of Love’ o ‘Walkabout’), el ritmo industrial y post-Kraftwerk primera época de ‘Convincing People’ y ‘What A Day’ (e incluso ‘Still Walking’), las atmósferas de onirismo oscuro de ‘Beachy Head’, ‘Persuasion’ y ‘Six Six Sixties’, y ‘Tamith’, un tema precioso y melódico, extraño y perverso a la vez (cuando consiguen este equilibrio, encontramos los mejores momentos, tanto de Chris & Cosey como de Psychic TV). La discografía de T.G. es un lío. Se puede decir que casi todo lo que hicieron, tanto en directo como en estudio, ha sido publicado de una manera u otra (e incluso se sospecha de tantas grabaciones con su firma). Cuando estaban en activo, publicaban en Industrial Records, en cassette, las grabaciones de todos sus conciertos (ahora recopilados en una serie de compactos de Mute Records, que también se ha encargado de reeditar los albums). Incluso llegaron a sacar ‘24 Hours’, una caja de veinticuatro cassettes en vivo (más dos de entrevistas), porque decían que todo es información del grupo que ha de estar disponible para el público, Y animaban a la gente para que llevasen grabadoras a las actuaciones (en realidad, es algo muy lógico, pues si han pagado por aquella música, porque no la pueden grabar, o ¡hacer el uso que quieran!). También hacían llamadas a la producción espontánea de discos piratas sin afán de lucro. El primer bootleg se llamaba ‘Music From A Death Factory: Throbbing Gristle
“Nuestro sonido describe nuestras emociones y visiones individuales y colectivas. Y el sonido nos llegó de aquello que pensábamos y veíamos.” versatilidad e intuición dirigidas hacia ámbitos musicales aún por explorar, desde sus influencias, que en parte beben del rock alemán (Kraftwerk, Cluster, Tangerine Dream), pero también de la psicodelia extrema y la música étnica ritual (que liga con su interés por las piezas repetitivas e hipnóticas, los estados alterados de la conciencia, las fronteras interiores de la mente y la forma como comenzó a indagar el surrealismo). ‘D.O.A... ‘ (donde hay temas hechos por cada uno de los cuatro miembros en solitario) empieza con ‘I.B.M.’, pieza industrial por antonomasia, continua con ‘Hit By Rock’ (una especie de noise-rock), sigue con el collage de sonidos de ‘United’, los ritmos repetitivos de ‘Valley Of The Shadow Of Death’ (que presenta una vía de la que el Lp en directo ‘Heathen Earth’ será su plena expresión) y el avance en la manera de entender la psicodelia de Genesis (que después explotará vástamente con Psychic TV) que supone ‘Dead On Arrival/Weeping’. En la cara B, ‘Hamburger Lady’ y ‘Hometime’ combinan magistralmente ruido y un tipo de submelodías, mientras que ‘AB/70’ inaugura el techno, que se volverá emblemático en Chris & Cosey, de la misma manera que ‘E-Loli’, el ambient
Live’, que salió en Alemania en 1980, y que era la impresión en vinilo de la cassette del concierto del 18 de mayo de 1979 en la sala The Factory de Manchester. Esta filosofía editorial hace que encontremos productos de niveles muy diversos bajo el epígrafe T.G. (y no sabría decir donde acaba la actitud alternativa y donde comienza la explotación mitómana, sobre todo a partir de la disolución y la invención de los compactos). En todo caso, las obras más conocidas, y las que han tenido más influencia en toda una generación de grupos son las que han estado citadas antes. Podríamos añadir ‘Journey Through A Body’, excelente banda sonora para una película de Derek Jarman, y ‘Mission Of Dead Souls’, que recoge el último concierto, en el Kezar Pavillion de San Francisco el 29 de mayo de 1981 (el 23 de junio deciden disolverse), del grupo. Este último resulta demasiado dominado por las letanías de Orridge, pero tiene un tema, ‘Vision And Voice’, totalmente demoledor. También está el ‘Throbbing Gristle’s Greatest Hits’, con versiones arregladas de los temas de los albums, más ‘Adrenaline’, su single más hipnótico, y ‘Slug Bait’ procesado al revés (es decir, claro, ‘Tiab Guls’). La portada es una fotografía de Cosey que parodia (o rinde homenaje, da igual) a los discos de Martin Denny. Se puede decir que T.G. fueron pioneros también de la reivindicación de Denny y el easy-listening (pese a que fue un poco después que The Residents, Boyd Rice y otros). Recordemos que en ‘Twenty Jazz Funk Greats’ (¿no parece el título de un disco de ahora mismo?) está ‘Exotica’. Y parece ser que al acabar los conciertos, casi siempre ponían música de Denny. Otra prueba de ese espíritu ecléctico y sin prejuicios que constituye la mejor pieza del legado de Throbbing Gristle, uno de los “grupos” más singulares de la historia de la música.
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Si para hablar de Nine Inch Nails nos referimos a Trent Reznor, para hablar de Psychic TV debemos referirnos a Genesis P. Orridge. El cyberchamán inglés lleva, aproximadamente, 30 años dando guerra en esto de la música electrónica. Uno de los más viejos del lugar, lo que no quiere decir que debamos creer a pies juntillas todo lo que nos cuenta. ¿Por qué? Pues porque está como un cencerro: él ha sido el creador del órgasmo industrial sónico, de la fiebre acid house y de la definición “primitivo moderno”. Señoras y señores, les presentamos a una leyenda viva.
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marc piñol
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Carta de ajuste A finales de los sesenta, cuando mis padres se ponían margaritas en el pelo y se pintaban “paz” y “amor” en las mejillas y la frente, un estrafalario británico de extrañas maneras se dedicaba a corromper sistemas informáticos para sacar de ellos los sonidos más curiosos. Su grupo, Coum Transmissions, fue una de las herencias sonoras de lo que Luigi Russolo dejó impreso en 1913 en el imprescindible incunable ‘El Arte De Los Ruidos”, pero pasado por el filtro de una sociedad tecnificada, corporativista y manipuladora. Una especie de punk electrónico, como unos Suicide o un Klaus Schulze, pero al igual que Steve Reich, diez años antes. Sin duda, un tipo con mucha visión de futuro. En 1975 Genesis forma Throbbing Gristle, con los que no edita un disco hasta 1978 (‘Second Annual Report’), dando nombre a su propia discográfica, Industrial Records, y descubriendo a nuevos talentos como Cabaret Voltaire, Clock DVA o SPK. Una vez acabado el periplo de Throbbing Gristle, Mr. P funda Psychic TV. Estamos en el año 1981. Mr. P es un primitivo moderno, como se suele llamar formalmente a la gente que le da a su cerebro demasiado de sí (mediante el uso y abuso de diversas substancias químicas) y acaba con unas rastas hasta las rodillas, un sampler bajo el sobaco y tatuajes y piercings hasta en el más recóndito e íntimo de los sitios. Poeta, artista y director de cine, es a nuestra época lo que fue el hombre renacentista a mediados de siglo: un día colabora con Pigface, Timothy Leary o Lab Report, al siguiente expone las compresas de su esposa Paula en una galería de arte y un día más tarde se encierra en su casa de California para realizar un libro (‘The Psychic Bible’) que se editará bajo el auspicio de alguna oscura editorial indie. “Mis trabajos consisten en el análisis y la observación de la cultura y la inteligencia del arte puro. A mí nunca me han gustado bandas como Emerson, Lake & Palmer o Yes, las encuentro desapasionadas, futiles. La música popular es aburrida. Es por eso que el punk saltó a la palestra a
finales de los setenta, para compensar un poco ese apelmazamiento. De hecho, Throbbing Gristle nacimos medio año antes que las primeras bandas británicas de punk, bandas como Damned o Sex Pistols.” Pero estamos aquí para hablar de PTV. El 23 de junio de 1981 Throbbing Gristle se disuelve y el 3 de septiembre del mismo año nace Psychic TV. Una de las razones principales por la que se dió fin a T.G. fue, muy posiblemente, la aglomeración de grupos de tendencia electrónico-industrial en los primeros puestos de los charts británicos: Kraftwerk y Cabaret Voltaire empezaban a tener la misma popularidad que Boney M, pero ese no era el problema principal. “La gente creía que la música industrial era la parafernalia que la rodeaba: unas botas militares, mucho ruido, letras sobre asesinatos en serie... Decidimos hacer borrón y cuenta nueva. En PTV habría mucho más color, más imaginación, no nos ceñiríamos a nuestros discos anteriores. Era un grupo sin ningún disco anterior”. A la par que PTV, nació ‘El Templo De Las Juventudes Psíquicas’ (TOPY), una especie de orden religiosa formada por los mismos PTV y algunos que otros fans y que tomó prestado el nombre de uno de los últimos 12” de Throbbing Gristle, ‘Marching Music For Psychic Youth’. La idea le llegó a P. Orridge al leer un artículo sobre la vida de David Bowie. Sus fans le adoraban, se vestían como él e intentaban lucir un look lo más cercano al de él. Bowie negaba con rotundidad lucir ese look para influir a sus fans a actuar como él y desempeñar el papel de Dios de las masas juveniles. Pero Mr. P pensó que podría hipnotizar a todos sus fans para ser como él, algo parecido al efecto de un televisor ante un niño. Su objetivo: simplemente desestabilizar, como las mismas cadenas televisivas. Cualquiera que mire una contraportada de PTV podrá leer “El proceso es el producto” o “El producto es el proceso”. Y uno de los discos de PTV, ‘A Light In Paris’, tiene a Robert DeGrimston en portada (creador del grupúsculo ‘Process Church Of The Final
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Judgment’). En el primer disco de Throbbing Gristle hay un ensayo sobre el PCFJ. ¿Cuál es la razón de esta obsesión por DeGrimston? Según Genesis la palabra “Process” es algo tan perturbador a los ojos de la masa como la palabra Satán a los de un cristiano, y los mass media pueden poner fin (o inicio) a lo que quieran y uando quieran gracias a esta palabra. La televisión tiene, una vez más, el poder para moldear mentes. “DeGrimston usó, para su Process..., arquetipos de viejos dioses (Jehovah, Satán, Cristo, Lucifer). Nosotros hemos utilizado los nombres de los nuevos dioses: Prejuicio, Propaganda, Paranoia y Manipulación.” En eso consistía TOPY, que acabó disolviéndose de forma oficial en 1991, pero que aún conserva varios adeptos alrededor del mundo. Este mismo “club” lo puso en un par de líos con Scotland Yard. Genesis figuraba en unas listas de poseedores de snuff movies, y lo del TOPY y sobretodo sus piercings
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grama junto al Dj local, un tal Derrick Carter (desconozco si es el mismo Derrick Carter que todos tenemos en mente). Una vez acabaron con su sesión a base de samples, cintas y vinilos, Carter lo acompañó a una tienda de discos y le dijo que era la tienda con cosas más raras y novedosas de Chicago. Genesis compró la mayoría de white labels de la tienda y se fue a Inglaterra dispuesto a escucharlos. Le gustaron porque le parecían, conceptualmente, cercanos a la obra de Tangerine Dream: rítmicamente repetitivos e intensos, pero con un componente psicodélico y ácido. Así PTV acaba editando un 12” llamado ‘Turn On, Tune In To The Acid House’, con un gran dibujo de Superman en portada. En unos meses, el acid house ya se había puesto de moda en todos los clubs de Europa. Además de todo esto, que es mucho, Mr. P tiene esparcidas centenares de entrevistas (impagables todas ellas) en un montón de magazines, donde desata su paranoia y explica que el Gobierno lo espía desde hace ya muchos años. Y afirma que es cierto porque, hablando con Timothy Leary, el alucinado apólogo de las sustancias psicotrópicas, le confesó que a él también lo tenían en observación. Además Genesis considera que el piercing es, antes que algo estético, “una respues-
“en PtV habría mucho más color, más imaginación, no nos ceñiríamos a nuestros discos anteriores. era un grupo sin ningún disco anterior” (por los que el juez demostró su repulsa), aún le perjudicaron más. Genesis, además, podría ser considerado el propulsor de las actualmente conocidas “raves”, que también le causaron algún que otro problema legal con la policía inglesa. La idea de la rave le llegó a principios del 85, cuando Godstar acabó de grabar ‘Good Vibrations’ y Roman P. Genesis decidió que la idea de mezclar la música tecnológica con la psicodélica, todo ello aderezado con ritmos tribales, podía dar resultado, y que pinchándola se podían conseguir efectos asombrosos. Todo empezó cuando estaba en una emisora de radio de los barrios bajos de Chicago grabando un pro-
discografía seleccionada
(Sólo albums) Force The Hand Of Chance, Themes One, Dreams Less Sweet, Ny Scum Haters Live, Pagan Day, Themes 2, Mouth Of The Night, Hashashins, Themes 3, Temporary Temple Live, The Yellow Album, Cinnebar Porcelain, Allegory & Self, Tekno Acid Beat, Kondole, Towards The Infinite Beat, Beyond The Infinite Beat, Direction Ov Travel, Ultrahouse, Elipse Ov Flowers, Tarot Ov Abomination, Stained By Dead Horses, Suparmorphoses, Cold Dark Matter.
ta a un profundo sentido de alienación social” y cuenta una anécdota realmente inquietante. “Antes tenía un montón de dinero. De golpe me encontré sin mi casa en Inglaterra, valorada en 200.000 dólares, sin mi coche, sin nada. Fui al banco y me encontré con que debía 43.000 dólares. Contacté con un amigo que me dijo que, posiblemente, era obra del MIC, algo así como la CIA inglesa. Y que no debía ser nada personal, sino una acción para el control social (?)”. Ahí queda eso. ¿Es Genesis un visionario o un loco? Francamente, ni lo sé ni me importa. La música techno también puede tener su Oliver Stone.
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El 23 de junio de 1981, Throbbing Gristle se separan por motivos personales. Tras esta disolución nacen dos nuevos proyectos. Por un lado Chris & Cosey (Chris Carter y Cosey Fanni Tutti) y por otro Psychic TV (Genesis P. Orridge y Peter Christopherson).
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rogelio pereira
chris & cosey Sound and Vision Chris & Cosey suponen el puente entre lo que conocemos por música industrial y los ambientes electrónicos con ciertas connotaciones pop. A las pocas semanas de la disolución de T.G., Chris & Cosey entran en los estudios londinenses de Rough Trade y graban en un 4 pistas lo que sería su primer disco, ‘Heartbeat’, que contiene música electrónica con algún que otro ramalazo de su etapa en T.G. ‘The Space Between’ es el primer trabajo de Chris Carter en solitario. Después llegaría ‘Trance’, de nuevo al lado de Cosey, ‘Techno Primitiv’, ‘Songs Of Love & Lust’, ‘Allotropy’, ‘Pagan Tango’, ‘Muzik Fantastique’, ‘Twist’, ‘Skimble Skamble’... Para empezar, ¿podríais decirme algo sobre vuestra experiencia en Throbbing Gristle? Ya ha pasado mucho tiempo desde T.G., pero la gente aún nos pregunta sobre ello. Supongo que debería halagarme que nuestros empeños tengan tal impacto que incluso 20 años después sus efectos sean tan evidentes, sin embargo yo recuerdo aquellas experiencias como traumáticas al tiempo que gratificantes. Como T.G. era pre-punk, e incluso más radical que el punk, el público y los medios nos trataron duramente. Creo que eso avivó nuestro fuego interno de todas formas, así que no fue tan negativo como la gente hubiera deseado (me refiero a la gente que quería que T.G. desapareciera). Creo, a juzgar por la respuesta, que tocamos una fibra sensible en el negocio musical al exponer su falsedad e insensibilidad tanto con los músicos como con el público consumidor. Queríamos dar una patada en el trasero a la música y situarla en la zona temporal que debería haber estado reflejando. Por desgracia, de nuevo en los 90 estamos en la misma situación que en los 70.¡No es muy sorprendente, ya que hay un renacimiento de los años 70!. Quizá tengamos una banda imitadora de T.G. Con todo, dudo que recibieran la misma respuesta que nosotros. Teníamos una imagen muy agresiva y la manteníamos, no aguantamos malos tratos de nadie, teníamos la determinación de dar lo que correspondiera al momento. Por eso hubo violencia en los conciertos, pero se arregló. Contratamos a gorilas sólo para avivar el ambiente y porque nos gustaba la idea de que una panda tan anárquica y de tan bajo presupuesto contratara a los guardaespaldas de Barbra Streisand. Halagaba nuestro
sentido del humor (por muy extraño que pudiera parecer a otros). Lo pasamos muy bien siendo malos e irritando a todo lo que pareciese la forma establecida de actuar. Nos metimos en líos muy raros, pero divertidos, y eso amplió nuestros horizontes y a nosotros como personas. El Creative Technology Institute (C.T.I.) es vuestro centro operativo. ¿Cuál es vuestra actitud hacia la edición de grabaciones? ¿Habéis considerado la idea de usar esta plataforma para producir a otros grupos? C.T.I. y Conspiracy International no funcionan realmente como una casa discográfica normal, es, como tú dices, nuestro centro operativo y mantenemos el control de nuestros propios trabajos. Editábamos material de otras personas en Industrial, pero no nos gustaba la responsabilidad que esas personas proyectan en ti para que trabajes por ellas. Nunca nos interesó coleccionar artistas y obras como una línea de producción de mercancías vendibles en el mercado, porque tiende a convertirse en eso. Es una necesidad, porque alguien ha puesto su trabajo en tus manos y tú detestas la posición de confianza. Esas personas esperan ventas y notoriedad y, en cuanto a nosotros, no tenemos tiempo para conseguir eso para nosotros mismos, ¿mucho menos para alguien más! Siempre tenemos demasiados proyectos propios para poder asumir el trabajo de otras personas. Por eso preferimos colaboraciones, porque todos son igualmente responsables ante los otros. Para nosotros es una situación más cómoda. El año pasado grabásteis un nuevo trabajo con piezas originales, ‘Skimble
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Skamble’.¿Que línea váis a seguir de ahora en adelante?¿Os definís como un grupo que hace música electrónica con elementos hipnóticos? ‘Skimble Skamble’ será probablemente el último álbum de Chris & Cosey con canciones que hagamos, por razones que ya he dado, pero también porque ambos nos sentimos más atraidos por el trabajo Library Of Sound en este momento, y no hemos sido nunca de los que se fuerzan a sí mismos. Dicho esto, ¡no forzaría un no definitivo a más piezas de Chris & Cosey! Quizás, no sé, veremos lo que pasa. Personalmente quiero usar mi voz de una manera diferente y esto conlleva que yo asuma una nueva dimensión. He estado acariciando esta idea ya durante algún tiempo y cuando llegue el momento sucederá. En cuanto a tu segunda pregunta nunca pienso en nostros como un grupo etiquetable. Pero supongo que si tuvieramos que catalogarnos no está mal. Debo admitir que me esfuerzo por conseguir el elemento hipnótico cuando grabamos, porque busco esa característica en la música, algo que me atraiga. Tengo que sentir que he estado en algún lugar cuando escucho música. Incluso el muzak de calidad logra eso. ¿Cuál es la influencia de la imagen en vuestro trabajo musical? Siempre hemos usado imágenes en consonancia con nuestra música, incluso si sólo se trata de la cubierta del disco, y escogemos los elementos visuales con mucho cuidado. Creo que
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ra mis oidos, así que seguramente lo dejaré en el archivo. En el Disobey Tour pensé que sería interesante tocar tan “en vivo” como fuera posible, así que decidí no usar ninguna forma de cinta de ritmo de fondo (DAT o cassette). Usé un muestreador, un sintetizador, una caja de ritmos, algunos efectos y el Powerbook de Cosey para repetir algunas secuencias. Usar este tipo de dispositivo me permitió improvisar y cambiar el aparato de un concierto a otro. La única constante en toda la gira fue un vídeo de fondo premezclado y monitores de TV encendidos mientras yo actuaba. Personalmente, encuentro difícil decir cuanto tenía el sonido o el estilo en común con la música que yo hacía en los 80, pero la técnica, ciertamente, es casi la misma, aparte de no usar cintas de ritmo. El Cd de Disobey Tour debería salir antes de fin de año con la posibilidad también de un vídeo. ¿Qué referencias editaréis en C.T.I. próximamente? Estamos grabando el álbum de Library Of Sound justo ahora. Se llama ‘Point Seven’ y estamos en la mitad del proceso. Es un gran cambio para nosotros porque hemos mejorado nuestro equipo recientemente, lo que ha significado un cambio en nuestro método de trabajo. Chris
Por desgracia, de nuevo en los 90 estamos en la misma situación que en los 70.¡No es muy sorprendente, ya que hay un renacimiento de los años la mayoría de la gente tiene una imagen visual cuando escucha música, en mi caso es automático. Cuando grabamos siempre estoy expresando las emociones que siento a partir de los sonidos, pero al mismo tiempo tengo una imagen visual que sigue a esa emción en particular. Por loco que pueda parecer, escucho visualmente la música con los ojos cerrados, creo que mucha gente lo hace también. Recostarse en una habitación oscura, poner la música y dejarse llevar es maravilloso. Así que después de todo la imagen es muy importante porque un sonido puede definir una imagen en tu mente. Chris, me gustaría que nos contaras algo de tu obra en solitario. ¿Y la gira Disobey? ‘The Space Between’ fue en principio una colección de maquetas, dibujos e ideas sobre las que trabajé en mi apartamento, mientras hacía material de T.G., y más tarde en el estudio Industrial Records en Martello Street, al este de Londres. Hubiera permanecido en el estante si no fuera porque Cosey, Gen y Sleazy no dejaron de darme la lata para que los editara. Había mucho material y me tentó hacer una secuela, pero nunca llegué a decidirme. Además parte del material no editado suena a viejo pa-
¿Podrías hablarme sobre las series Library Of Sound y Collectives? La serie Library Of Sound es un proyecto C.T.I. en marcha, dedicado a la exploración del sonido. Es una respuesta a la expectación de los seguidores de Chris & Cosey, en realidad. Los Collectives se editaron para responder a una necesidad genuina de editar los cortes no disponibles de compilaciones, y para dar a los no iniciados una muestra de nuestro trabajo, y creo que funcionaron bien.
está desmontando el estudio y montándolo de nuevo ahora mismo, tiene un aspecto caótico, pero volveremos a estar grabando en un par de días. Después de este álbum queremos montar algún álbum de Chris & Cosey porque encontramos cintas grabadas en vivo realmente maravillosas y los cortes son totalmente distintos en vivo a las versiones de los discos. Además Chris va a editar su gira Disobey y va a hacer dos conciertos, uno en Tokio este otoño que se editará en Japón. Añadido a esto queremos sacar el ‘Live Video Vol. 2’ de Chris & Cosey, que tendrá secuencias filmadas entre bastidores y retazos del viaje de la gira estadounidense. Eso llevará mucho tiempo porque hay que repasar muchas cintas, pero resultará un buen vídeo. Tenemos ‘Core Two’ en preparación, pero no saldrá hasta 1998.
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La suciedad, la ansiedad, la miseria. La espiral. Coil barren en casas ajenas -Whitehouse, Krakowski, Craneoclast- y guardan las bolas de pelusa en una bolsa de plástico. Al llegar a su estudio las sueltan encima de la mesa de mezclas, fundiéndolas con la más oscura de las pesadillas. A partir de ahí, lo más triste de la condición humana tomará la más inquietante de las formas establecidas: la sonora.
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John Balance (su nombre real es Geoff Rushton) y Peter “Sleazy” Christopherson se conocen a principios de los ochenta en Inglaterra. Genesis P. Orridge, por aquel entonces gurú de la música industrial en las islas, decidió dar fin al combo electrónico-pornográfico por excelencia: Throbbing Gristle. Christopherson, también en Throbbing Gristle, convenció a Genesis para que incluyera a Balance en la formación titular de su nuevo experimento musical, Psychic TV. Pero John no se conformó con ello. No contento por los resultados sonoros del conjunto y por la mano (bastante) dura y dictatorial de P. Orridge (muy a las riendas del grupo) el chico decidió ponerse un nombre artístico y editar todo aquello que se le pasaba por la cabeza, todo aquello que Genesis no le dejaba plasmar en los discos de PTV. Ese nombre artístico fue, por supuesto, Coil. Después de convencer sin demasiada dificultad a Christopherson, Coil se pusieron a sacar discos. Era el 11 de mayo de 1983, y desde entonces no han parado. Su primer trabajo, ‘How To Destroy Angels’, nos demuestra que Autechre llevan muchísimos años de retraso en la busqueda de sonidos bellos al tiempo que aterradores e inquietantes. Como Peter declaró en una de sus primeras entrevistas, “a nosotros nos gustan los sonidos experimentales, las cosas que suenan todo lo contrario a melódicas, lo que no significa que queramos ser anticomerciales. Si la melodía no es, necesariamente, comercialidad, la antimelodía no es, ni mucho menos, anticomercialidad”. Una frase que definiría toda su discografía, su manera de ser ante sus fans y su manera de entender la música, propia y ajena. Una frase con la que más tarde se identificarían muchos de sus, por entonces, jovenes seguidores: Trent Reznor, Sean Booth y Rob Brown (Autechre), Dave Clarke, Liminal, los hermanos Hartnoll (Orbital), Jim ‘Foetus’ Thirwell, Plaid, Füxa, Fureasteen... Una lista interminable de gente que compartía, con sus más y sus menos, su ideología, su talento y sus pretensiones. El corte ya estaba hecho. Ahora faltaba la sangre. “Siempre hemos sido muy instintivos, y eso hace que mires al pasado y las cosas no te parezcan tan bien como entonces”. John habló de esta forma de los primeros trabajos de Coil, dando a en-
¿Y al final, qué queda? Todos y cada uno de nosotros (me refiero a vosotros) nos hemos ido a la cama y, alguna vez si no muchas, nos hemos visto obligados, a causa de un intermitente y perturbador insomnio, a ponernos los walkman para paliar la agonía de una vigilia en silencio. Error. Porque siempre, pese a poder recurrir a algún que otro grupo de pop más o menos dulzón e intrascendente, acabamos conectándonos irremediablemente a los sonidos más tenebrosos y sugerentes: trip hop, ruidismo, ambient... Portishead, Panasonic, Coil. Así de tonta es la gente. El sonido oscuro, ya lo saben, acompaña de maravilla en eso que uno llama, vulgarmente, atontamiento pre-sueño. Nada mejor que caer en los brazos de Morfeo no sabiendo si uno va a acabar desembarazándose o no de sus fauces, cuando el despertador suene a la mañana siguiente. Y Coil hacen eso a la perfección: son, sin duda alguna, las niñeras de nuestras ondas alfa. Las que nos llevan a la cama, nos arropan y, a medio cuento, nos dicen que quizá nunca más volvamos a abrir los ojos.
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tender que ellos no tenían un control absoluto de su obra y que, como todos los seres que ha parido la madre Naturaleza, son la carnaza de esos defectos llamados inconstancia, desequilibrio y desconfianza en uno mismo. ¿Y quién no?, piensa el que suscribe. Los hermanos Russolo, Steve Reich, Michael Jackson o las Spice Girls han sufrido en carnes propias (y, alguno de ellos, ajenas) los vaivenes de una industria que afecta por igual a Glenn Medeiros que a LFO, a Tom Waits que a Todd Terry. De ahí Coil si que no se escapan. España entra en Europa y las sustancias alucinógenas (léase acido lisérgico, éxtasis u hongos varios) en el corriente sanguíneo de estos dos retorcidos ingleses. “Habíamos probado el LSD antes, claro. Pero en la grabación del tema ‘Further Black And Faster’ (‘Love’s Secret Domain’, 91) reconozco que estábamos totalmente “tripped out”: recuerdo estar ante la mesa de mezclas alucinando literalmente, viendo cabezas colgando del techo, gente con hachas arriba y
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abajo...” Su devoción por el argentino Astor Piazzola y por sus esquizofrénicos tangos, por Dalí, por la numerología, por el arte medieval y por las leyendas de trovadores, duendes y doncellas llegan a su punto culminante a finales de los ochenta con el citado ‘Love’s Secret Domain’, un horror hecho audio, con un sentido del humor y de la ironía casi irritante. “Lo hacemos sin querer”, indicaba Peter, “es cierto que hay un punto de humor en nuestras composiciones, y eso encuentro que está bien, demuestra que nos lo tomamos en serio. Aunque si hay momentos en que llegamos a un extremo casi sardónico, como dicen algunos, posiblemente sea porque, ahí precisamente, no hemos intentado bromear”. La ironía para defender a la ironía. Un punto sin retorno, como pensaron algunos. Un punto que alcanzó su climax al hacer un cover de ‘Tainted Love’ (lo tenían hecho ya en el 84, pero lo desempolvaron para la ocasión): la MTV no quisó emitir el video-clip; la interpretación que hicieron de ella en un festival anti-SIDA fue cuestionada por la organización del evento por su moral totalmente ofensiva y el MOMA (el Museo de Arte Moderno de Nueva York) expuso el clip en una de sus salas por su capacidad visual transgresora e innovadora. Miren por dónde, la herida ya no sólo sangraba. Quemaba. Alguno se va a preguntar de donde viene tanta capacidad visual y transgresora, tantas ganas de
“si la melodía no es, necesariamente, comercialidad, la antimelodía no es, ni mucho menos, anticomercialidad” tomar drogas y hacer experimentos con samplers y sintetizadores. Christopherson se muestra opaco, no revelando ningún dato sobre su niñez. Pero a John Balance se le pilló bien pillado. Siendo él un mastuerzo de once años, salía de la escuela para ir, normalmente, a casa de un compañero de clase. No se ponían a leer ni revistas porno ni tebeos de superhéroes, sino que se dedicaban a alquilar en la biblioteca local libros de magia negra para leerlos en el cuarto trastero. Cierta vez, el padre del amigo de Balance volvió pronto del trabajo y les pilló haciendo un conjuro con velas negras. Asustadísimo, el hombre fue a hablar con el director de la escuela, que sin remilgo alguno echó a John de patitas a la calle. Si la situación es divertida, que hasta cierto punto lo es, más divertida les parecerá cuando les diga que el padre del chico en cuestión era un conocido actor inglés habitual en las producciones de carne y hueso de la Disney, David Tomlinson. Los más listos y los que hayan visto ‘Herbie torero’, ya sabrán, a estas alturas, que era ese actor de risueño bigotito que interpretaba al padre de los niños que cuidaba Julie Andrews en ‘Mary Poppins’. El mundo, ya saben, es un pañuelo. Y al final, ¿qué queda incrustado en ese pañuelo? Mocos, lágrimas, suciedad, miseria, oscuridad: Coil.
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discografía
(Sólo albums) Scatology (1984), Horse Rotorvator (1986), Gold Is The Metal (With The Broadest Shoulders) (1987), Unnatural History (1990), Hellraiser Themes (1990), Love’s Secret Domain (1991), How To Destroy Angels (1992), Stolen And Contaminated Songs (1993), The Angelic Conversation (1994), Worship The Glitch (como Elph vs Coil) (1995), Unnatural History II (1995), Black Light District (1996), A Thousand Lights In A Darkness Room (1996).
11:50 Barcelona, 21 de junio, las seis de la tarde. La semiescondida Plaza Vicenç Martorell es una piscina de luz veraniega; bajo los pórticos, un grupo de garrulos genúvaros juegan a simular golpes de karate mientras profieren berridos animales.
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Delicias holandesas implicaba que sólo fueran a vender sus discos a los miembros del partido, sino que era una muestra de su querencia por las palabras de sonoridades extrañas. La bizarra significación de su apelativo casaba perfectamente con la naturaleza oscura de su música. Su estilo es etiquetable como ‘techno minimalista’, aunque cada uno de ellos tiene sus propias ideas sobre qué clase de minimalismo tiene más peso en el sonido del grupo. Roel y Peter se sienten cerca de los postulados de los grandes patriarcas de la música tecnológica (léase Kraftwerk), mientras que Frans admite la influencia de los minimalistas americanos. Técnicas como la combinación de ritmos paralelos fuera de fase (patrimonio de Steve Reich), la repetición maratoniana de largos ciclos de secuencias con fines mántricos (La Monte Young y Terry Riley) o el contínuo incremento de una célula melódica simple hasta crear una red de contrapuntos armónicos (Philip Glass) no son ajenas al método de trabajo de Goem. El ingrediente clave en el guiso musical del grupo puede que sea el ‘Student Stimulator’, ígnoto aparato que hallaron en un mercadillo y que, parece ser, era empleado con fines médicos, concretamente en la investigación de los trastornos del sueño. La máquina, algo así como la versión sonora de las ‘Dreamachines’ de Bryon Gysin, emite una pulsación constante que al ser manipulada induce a un estado de alteración de la consciencia. El hallazgo del ‘Student Stimulator’ fue el arranque de Goem como grupo estable, aunque Peter y Frans llevaban ya cuatro años trabajando juntos y los tres por separado tienen una larga trayectoria en el campo de la música y el arte de vanguardia en Holanda: Frans es responsable del conocido sello Staalplaat, además de ser miembro de otros proyectos como Kapotte Muziek (dedicado desde 1984 a la música concreta) o Beequeen; Peter forma parte de V2 Archief y es Dj, y es integrante, junto a Roel, de la banda electroacústica THU20; éste último es también compositor y artista visual.
Su actuación es premiada con la indiferencia: la atención de la parroquia se centra en tres tipos de aspecto nórdico, uno escuálido, otro alto y otro corpulento, encaramados en un escenario portátil de madera y rodeados por toda clase de cachivaches electrónicos que manosean con fruición. Insólitos sonidos surgen, con cada manipulación, de unos altavoces situados a los lados del escenario: ahora un grave zumbido contínuo y penetrante, ahora un pulso metronómico evocador de un corazón gigante y mecánico. Unos cuantos transeúntes se han parado, curiosos y divertidos, a contemplar la actividad del trío. El resto de la concurrencia está compuesto por un hatajo de niños revoltosos y un grupito de personas de difícil adscripción. Por el interés que demuestran, estos últimos parecen ser los únicos que tenían conocimiento previo del grupo y de su actuación en tan improbable espacio. Al cabo de diez minutos, los transeúntes se han retirado y los niños vuelto a sus columpios, ya convencidos de que no van a ver juegos de manos ni cabriolas. Sin embargo, un espectáculo de juegos de manos es precisamente lo que se está llevando a cabo sobre el escenario. Las de los tres tipos que con apenas unos pocos movimientos construyen en el aire un complejo andamiaje de hipnóticos latidos sobre el que se van desplegando texturas de sintetizador, sonidos concretos y efectos especiales. En vivo y en directo, los tres hombres levantaron sobre nosotros, como en un acto de magia, el gran circo invisible de GOEM. ¿Y qué es Goem? En la Rusia comunista era la palabra empleada para designar las tiendas donde sólo les estaba permitido comprar a los miembros del partido único. Años después, una galería de arte de la ciudad holandesa de Nijmegen, donde solían realizarse actividades relacionadas con la música experimental, adoptó el mismo nombre. Tras el cierre de la galería, Frans de Waard, Roel Meelkop y Peter Duimelinks, tres músicos que acostumbraban a frecuentarla, resolvieron bautizar como Goem su proyecto conjunto; la adopción de este nombre no
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Un alto en todas estas actividades permitió a Goem presentar en Barcelona su Cd ‘Stud Stimm’ (Noton/Rastermusic, 1996) ante un público compuesto por aficionados, garrulos, niños y transeúntes.
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Creo que fue Bukowsky quien, en boca de su alter ego Henry Chinasky, dijo: “es bueno sentir hostilidad, mantiene la cabeza despejada”. Hostilidad. Eso transmite Godflesh, en dosis ingentes. Eso y mucho más: desazón, inquietud y un extraño tipo de rabia serena y fría. La ‘carne de Dios’ se sirve cruda.
taschen / toni lópez
Máquina y carne (de Dios) La música de Godflesh -especialmente en su primera apabullante puesta de largo, ‘Streetcleaner’- suena como un descomunal cuchillo de carnicero, pero a la vez resulta singularmente emotiva y llena de pasión. Destila un fatalismo virulento, escupe amor y alberga el odio más arraigado en el alma: el que no conoce distinciones y es equitativo con la humanidad entera. ¿Música para desquiciados? Puede. Lo que está claro es que Godflesh no te hace sentir “bien”, por lo menos en el sentido fiestero o escapista del término. Es un placer malsano e íntimo. Diez años. Cinco elepés. Una de las discografías más sólidas de la década. Decididamente el choque en Birmingham a finales de los 80 entre G.C. Green (bajo), J.K. Broadrick (guitarra, voz) y una endiablada caja de ritmos, irrigó el panorama musical con una química mortífera, de efectos desoladores. Reconocido en parte su papel pionero o por lo menos su tremenda influencia en la escena metal-industrial (trillada etiqueta que para NADA define a Godflesh), los ingleses se han descolgado este año con un álbum de versiones y remezclas en clave dub de los temas del anterior y majestuoso ‘Songs Of Love and Hate’. Afloran así finalmente en la música de Godflesh los ritmos y sonidos que Broadrick ya viene explorando desde hace tiempo en algunas de sus otras encarnaciones. Especialmente en el proyecto Techno Animal, cuyos trabajos más recientes han sido publicados por el sello Chrome. Y es que la vanguardia de la escena musical inglesa le debe al Sr. Broadrick mucho más de lo que la prensa isleña ha reconocido hasta ahora. Tan solo un ejemplo, quizás el más llamativo: el drum & bass deformado del tema ‘Skyscraper’, de su proyecto ICE, fue sampleado ni más ni menos que por Tricky en el single ‘Aftermath’, perteneciente a su álbum, universalmente aclamado, ‘Maxinquaye’. En esta última revelación en forma de Cd, las obsesivas guitarras que siempre han caracterizado a Godflesh pierden protagonismo en pro de un poderoso despliegue rítmi-
co menos austero y descarnado que el de las tomas originales, pero igualmente hipnótico. Si anteriormente usaron con acierto bases hip hop para renovar sus postulados, en esta ocasión acometen además, y con incontestable autoridad, lacerantes ritmos quebrados y el dub industrial de textura más sucia. En ‘Love And Hate In Dub’ (Earache/Mastertrax) nos topamos con una percusión exuberante de sonoridades metálicas, una aplastante guitarra procesada y bien dosificada, unas líneas de bajo atronadoras y rugosas que adquieren más protagonismo que nunca y una voz quejumbrosa que brama y susurra en su punto agónico. Este segundo tratado sobre el Amor y el Odio nos brinda grandes momentos y, hasta me atrevería a decir a riesgo de sonar algo “emociones”, nuevos enfoques sonoros (aunque ellos jamás han ido de visionarios): el loop hip-hopero sobre el que transcurre ‘Circle Of Shit (To The Point Dub)’, el desbocado breakbeat ruidista de ‘Almost Heaven (Helldub)’, o el ritmo espasmódico y desquiciante (comprobadlo) del tema ‘Sterile Prophet (In Dub)’, no apto para oídos acomodaticios... o lo del final, ‘Gift From Heaven (Heavenly)’, un interesante tema de más de diez minutos con profundas reminiscencias a la agonía ambiental y chirriante del clásico ‘Cold Summer’ del grupo Lull. Soberbio. Y mejor no decir más. Acercarse, sin ningún tipo de prevención ni cautela, es el mejor camino para recibir de lleno el frío impacto de este titán gris de máquina y carne que es Godflesh.
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Diez años. Cinco elepés. Una de las discografías más sólidas de la década. Birmingham. G.C. Green (bajo), J.K. Broadrick (guitarra, voz).
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En los tiempos que corren, donde todo es una válvula de escape para salirse de lo gris, se agradecen las propuestas que no tratan al oyente como un ser que sólo sirve para consumir y tirar. Y aunque estas propuestas sean a traves de la dificultad,ésta es siempre un desafío a la mente del que escucha.
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wordsound Algo pasa en Brooklyn Éste es el caso de las propuestas del sello de Nueva York, concretamente del barrio de Brooklyn, WordSound Records. Según ellos mismos dicen, nacieron con la intención de no ser un sello tradicional. Aglutinan la energía de los creadores más radicales en el uso de la palabra, sonido y visión, para dar al público algo verdaderamente altenativo al actual panorama, lleno de propuestas tan efectivas como fugaces. El nombre del sello viene de la expresión rastafariana “wordsound have power” ( el sonido de la palabra tiene poder ), por el que quieren recoger la energía espiritual que mana de la combinación de palabras, sonidos, lenguajes, ritmos, textos y un montón de cosas más. Todas las creaciones de WordSound Rec. son producidas directamente por sus creadores, con lo que se priva a los hombres del negocio de dichas obras, y así obtienen el control total sobre las mismas. WordSound Rec. cuenta con casi una veintena de referencias. Las que vamos a relatar a continuación son las que, por ahora, han llegado a nuestras manos. Spectre ‘The Illness’ (1995) Realizadores de un sonido oscuro, negro y con claras referencias al satanismo y otras aficiones por el estilo. Seguidores de Aleister Crowley, del que reproducen un texto en el Cd, crean una atmósfera malsana, angustiosa y, en ciertos momentos, perturbadora. Pero ojo, no esperen una nueva edición de E.B.M., ni nada que pueda bailarse en cualquier club gótico, en absoluto. Trip-hop de ultratumba. Prince Paul ‘Psychoanalysis’ (1996) Prince Paul es uno de los fundadores del sello, ya que participaba en la primera referencia del sello, ‘The Red Shift’. Metido en proyectos como De La Soul y Gravediggaz, así como colaborando con gente como Slick Rick, Big Daddy Kane, Vernon Reid o el productor Teo Macero ( productor habitual de Miles Davis ). Su primera aventura en solitario es este disco hecho a medias con su psicoanalista. El resultado es una agradable mezcla de hip-hop, muy relajado, divertidos consejos del doctor y ambiente juguetón. The Ill St. Presents Subterranean Hitz - Vol.1 (1996) Recopi-
lación en la que podemos encontrar a Prince Paul, Afrika ‘Baby Bam’ (The Jungle Brothers), Djinji Brown, Scotty Hard (New Kingdom), Rob Swift (X-Men y otros. También encontramos canciones fuera del hip-hop, como las de Torture, Psycho Priest, Spectre y otros. The Bug ‘Tapping The Conversation’ (1997) Es, quizás, una de las joyas de este año. Homenaje musical al film ‘La Conversación’ (1974), de Francis Ford Coppola. The Bug es un grupo compuesto por los británicos Kevin Martin y Dj Vadim y otros dos fantásmas del underground neoyorkino: Alex Buess y Simon Hopkins. El grupo logra crear unos ambientes increibles, sin realizar sus temas a partir de la banda sonora del film. Imprescindible. Slotek ‘Seven’ (1997) Para nuestro gusto este disco también tendría que estar dentro de lo mejor del año, pero quizás su concepto no agrade del todo a otros oyentes. Slotek toma la simbología de los números para crear un disco lento, cargado de intenciones oscuras, donde el 7 está muy presente (hay 7 temas y el disco dura 49 minutos, o sea 7 x 7). Los responsables de este tratado de simbología cabalística son Brother J, Jadoo y Scotty Hard. Hay otros artistas en WordSound Rec. aparte de los citados. Esperamos tener pronto más noticias de este interesante sello de Nueva York. Contacto via red : www.wordsound.com
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Últimas noticias desde Brooklyn. Nuevas señales llegan desde WordSound Records en forma de 5 referencias que han visto la luz en los dos últimos meses del recientemente terminado 1997: Dub Meltdown ‘Bill Laswell Meets Style Scoot’ (el título lo dice todo), Sensational ‘Loaded With Power’ (nuevo trabajo del componente de Jungle Brothers), VV. AA. ‘Shake the Nations. A Wordsound Compilation’ (doble Cd exclusivo con remezclas), Spectre ‘The Second Coming’ (segundo álbum y con W.B. Yeats como guía) y VV. AA. ‘The III Staint Presents Subterranean Hitz Vol. 2’ (segunda parte del recopilatorio de la casa).
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Habiendo caído la noche tras una jornada de semana santa de 1980, miles de tiernos angelitos eran acunados en toda Europa ajenos a lo que estaba a punto de suceder en los flamantes y recien estrenados televisores en color de sus progenitores, algo que afectaría sin remedio a sus despobladas cabecitas hasta el punto de dotarlas de vistosos penachos, que sin duda refulgirían con irreverente brillo dieciocho años más tarde en algún templo pagano dedicado al electrón.
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taludio rativo
“Belgium... one point” Aquella velada pasó a la historia de la música electrónica porque durante la misma, millones de ciudadanos europeos fueron testigos en directo de la aparición -en el marco del Festival de Eurovisión- del trío de música tecno-pop Telex. Su hilarante actuación sentó un precedente no sólo en el festival sino también en la sociedad y la industria europea, preconizando la masivización de la música electrónica. Nuestros amigos belgas lamentaron los diez puntos otorgados por Portugal ya que les situaron en un anónimo decimonoveno puesto justo cuando ellos ya creían haber conseguido su objetivo, la veintiunava y última posición. Dan Lacksman, Michel Moers y Marc Moulin también fueron precursores en el campo escénico, pues en sus inicios gustaban disfrazarse con extrañas máscaras. Algo que más tarde asimilarían en diversas formas los americanos Devo y Residents. Según ellos el motivo de ocultarse era el de ahorrar el bochorno a sus madres. Como ya habréis adivinado, la ironía siempre ha jugado un papel importante en la vida y milagros de los chicos del Benelux. Ello se ha reflejado en sus letras, en sus tonadas y en una imagen que nada tenía que ver con la de sus coetáneos, inmersos en la vorágine de la conceptualidad o de la pose estética. Su aspecto era el de tres tipos cachondos con aspecto de científicos chiflados. Basándose en la influencia que Telex había ejercido sobre los nuevos románticos, una compañía inglesa quiso hacer de ellos unos sofisticados caballeros. Tamaña incongruencia no podía funcionar y así las canciones compuestas para la ocasión nunca vieron la luz. Como buenos patriotas y en perfecta consonancia con su idiosincrasia, adoptaron en el orden gráfico la línea clara de los comics de sus compatriotas Hergé y Edgar P. Jacobs para ilustrar algunos de sus discos. Éstos son hoy verdaderas joyas para coleccionistas, sobretodo el recopilatorio en que el malvado coronel Olrik de ‘Blake And Mortimer’ se introduce en el mundo de Telex. Por lo hasta aquí relatado ya os
habréis percatado de que Telex son un caso un tanto atípico entre los pioneros del tecno, pero desde luego merecen toda nuestra atención porque sí Alemania tenía a los omnipresentes Kraftwerk y Japón a los oblicuos Yellow Magic Orchestra, Bélgica mandaba sus Telex desde 1978. Telex son recordados principalmente por sus versiones de ‘Rock Around The Clock’ y ‘Twist A Saint Tropez’, por su impagable participación en Eurovisión con la canción del mismo título y, sobretodo, por el bombazo mundial que supusieron sus temas de electrodisco ‘Moskow Diskow’ y ‘Pakmovast’ en el inicio de su carrera. El primer Lp llevaba el nombre de su primer single ‘Twist A Saint Tropez’, una sencilla canción francesa de los años sesenta que a todos sorprendió por la inusual mezcla de ritmos robóticos con voces francesas. En la misma línea se hallaba la versión de ‘Rock Around The Clock’ con la que consiguieron su éxito más consistente en Inglaterra. Según ellos la versión de una de las banderas del rock and roll obedecía a una voluntad irónica y simbólica hacia un género que se les antojaba ya caduco frente al nuevo comienzo que suponía la new/cool wave. El característico vocoder de Telex al ritmo de un extraño reloj sintetizado sorprendió una vez más. ‘Moskow Diskow’ es la canción más famosa de Telex, un mito en la historia del tecno a la ferroviaria, usanza de un ‘Trans Europe Express’ de Kraftwerk. Rápidamente la canción alcanzó el éxito en me-
Todas las letras de este escrito son generadas electrónicamante por ordenadores e impresoras, excepto las de las ilustraciones que a veces son reales.
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dio mundo y se convirtió en uno de los mayores influjos de las noches londinenses en las que los clubs neorrománticos como el Blitz la programaban incesantemente durante sus electro-glamourosas noches de frío europeísmo. Años más tarde se convirtió en un tema de culto en las pistas de baile de los U.S.A., y a principios de los 90’s se consideró uno de los temas seminales del house. Pero su primer álbum contenía otra bomba en la misma línea, ‘Pakmovast’. A pesar de ocupar la cara b del sencillo ‘Moskow Diskow’, esta canción (inspirada por una aventura de Tintin) se convirtió en un inesperado éxito en los países del telón de acero. Sin duda la clave del éxito oriental radica en la exaltación futurista por parte de los países del este, de las máquinas y del obrero, y como no, en las referencias geográficas afines. La concepción electro-mecanicista de tradición centroeuropea, carecía en ellos de la severidad y del trascendentalismo utópico que caracterizaba a unos Kraftwerk, para manifestarse de un modo más amable y vanal, dejando espacio a sus frecuentes ironías. La Yellow Magic Orchestra tomó buena nota de su postura, pero substituyó, en su mayor parte, la ironía por un intrínseco exotismo. Por último destacaré ‘Ça Plane Pour Moi’, una versión de su famoso compatriota Plastic Bertrand que, según ellos, fue realizada como una terapia de grupo. En 1980 editan el segundo álbum, ‘Neurovision’. En la linea humorística destacaremos ‘Eurovision’, la canción con que aparecieron en el festival televisivo del mismo nombre y que según ellos representaba una oportunidad de oro para calmar su ilimitado apetito de ironía.
del grupo. El humor que les caracteriza apenas se materializa en una canción ‘Exercise Is Good Gor You’. Dos canciones, ‘Long Holiday’ y ‘Sigmund Freud’s Party’, destacan por tener un estilo retro, sólo que no son las típicas versiones a que nos tenían acostumbrados, sino que se trata de composiciones originales de gran maestría, verdaderos clásicos del tecno-pop anterior a la existencia del sintetizador. La edición inglesa incluyó un tema más, ‘Mata Hari’, otra preciosa composición del mejor momento de nuestros héroes. Como colofón a su edad de oro, en 1982 apareció un recopilatorio titulado ‘More Than Distance’ en el que se recogían caras b, inéditos y el single ‘Soul Waves’ que no había sido incluido en ningún Lp. ‘Colonel Olrik Ha Ha Ha’ es un divertidísimo tema especialmente adecuado para acompañar la lectura de un cómic de este personaje, cuya maldad es reflejada por Telex mediante el uso de un frío vocoder. Hoy en día es una pieza de coleccionistas pues sólo se vendieron 250 copias y además está ilustrado por Ever Meulen y Eddy Flippo que rinden home-
si alemania tenía a los omnipresentes Kraftwerk y Japón a los oblicuos Yellow Magic Orchestra, Bélgica mandaba sus telex desde 1978. Tampoco falta una versión de un viejo tema rockero, pero lo que aporta de nuevo este disco es la inclusión de canciones románticas como ‘My Time’ o ‘Plus De Distance’. Jo Callis, más tarde miembro de The Human League, escribió las letras de ‘Plus De Distance’ (‘More Than Distance’) y ‘En Route Vers De Nouvelles Aventures’ (‘My Future’) para la edición inglesa del disco. Esta colaboración cristalizaría años más tarde en un claro influjo de los belgas sobre algunas de las composiciones de la banda de Sheffield en el álbum ‘Hysteria’. Los modelos ha seguir serían ‘Plus De Distance’ y ‘My Time’ y hallarían su más claro reflejo en ‘Louise’ y ‘Life On Your Own’. Años antes que sus colegas teutones, los belgas nos ofrecieron en este álbum una canción denominada ‘Tour De France’. Fieles a la patria “en route...“ fue ilustrado con un vídeo clip a base de dibujos de Hergé, Tillieux, Franquin y Jacobs. En el mismo año el grupo se ocupó de la producción del primer álbum de Lio, la Lolita francolusa que diez años antes que Vanessa Paradis encandiló a toda Europa con sus cándidos encantos, tamizados por el sonido electrónico de nuestros protagonistas. !Uf, qué calor! El tercer larga duración de Telex llega en 1981 y con él se cierra la época dorada del grupo. ‘Sex’ es el disco más equilibrado en cuanto a producción y tono general de la obra. En este período el trío se confiesa influido por la moda neorromántica que ellos mismos habían contribuido a crear. Por primera vez todas las canciones se crean en inglés con la ayuda de sus idolatrados Ron y Russell Mael de los Sparks. Todo el disco se desarrolla en un plácido medio tiempo que unifica unas excelentes composiciones entre las que no se producen altibajos cualitativos, todas podrían ser singles. Se trata del disco más sobrio
naje en cuatro viñetas a Edgard P. Jacobs. En 1984 vuelven con renovado brío con un disco, ‘Wonderful World’, en que recuperan sus esencias brillantemente: el electro disco mecanicista (‘Second Hand’ y ‘Radio-Radio’) y el retro en forma de tecno-twist (‘Vertigo’). ‘The Voice’ se convirtió años después en un tema de culto para el Belgian Beat. En este disco descubren el sampler con el que se explayan en ‘The Voice’ y dan anuncio a lo que será su próximo disco en ‘Raised By Snakes’, en la que incluyen por primera vez guitarra eléctrica rítmica en un contexto house. ‘Looney Tunes’ cierra en 1986 la carrera de Telex. Se van como llegaron, jugando. Inmersos de lleno en el house que ellos ayudaron a crear, la exploración del emergente sampler señorea todo el disco. ‘Spike Jones’ conquista las discotecas y sólo ‘Happy End’ permanece fiel a su pasado puesto que se trata de un electro twist donde se fusionan el house y la guitarra morriconiana sintética. La sorpresa del disco la otorga ‘Rendez-Vous Dans L’Espace’, canción de ambiente espacial con un aire enigmático e inquietante, novedoso en los belgas.
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11:58 Estamos en el año 1998 DC Toda Europa está ocupada por las tropas techno... ¿Toda? ¡No! En la ciudad de Bad Homburg habita un grupo de germanos indomables que bajo el nombre de Zoth Ommog luchan a brazo partido por la escena electro-EBM planetaria.
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toni lópez/taschen
zoth ommog Bunker E.B.M. Paridas aparte, lo cierto es que, aunque muchos la den por clínicamente muerta, la escena electro sigue brindándonos buenos grupos y buenos discos -unos algo extemporáneos, otros más innovadores- y la mayoría de ellos bajo los auspicios de Zoth Ommog. Uno de los pesos pesados de Z.O. es, sin duda alguna, Leather Strip, el proyecto más importante de Claus Larsen, cuya discografía es esencial para entender la evolución de la EBM. Larsen ha sabido como pocos mantener vivo este género de bajos criminales, secuencias rápidas, atmósferas gélidas y voces sobredistorsionadas. Hace dos años facturó su trabajo más lento y gótico, el sublime ‘Legacy Of Hate And Lust’, comienzo de una nueva dirección muy atmosférica, en la que reincidiría más adelante con ‘The Rebirth Of Agony’ (después remezclado por compañeros de sello como Funkervogt o Lights Of Euphoria desde una óptica más dance en el disco ‘Yes-I’m Limited Vol.II’). Y por si fuera poco, durante el 97 el titán danés superó esta etapa agónico-depresiva y sorprendió a propios y extraños con el apabullante ‘Selfinflicted’, donde sus raices en la EBM más pura y dura y su característico vozarrón agrietado conviven en perfecta euritmia con sonidos del techno más actual. En la estela del mentor Larsen encontramos, entre muchos otros, a los ingleses Bio-Tek y su devastador debut ‘A God Ignored Is A Demon Born’, o el dúo ítalo-canadiense Decoded Feedback que en ‘Technophoby’ esgrime una EBM seminal, sólo apta para nostálgicos. Zoth Ommog también ha reeditado el histórico primer álbum de los pioneros canadienses Front Line Assembly, ‘The Initial Command’, así como el último trabajo de su proyecto paralelo Synaesthesia, ‘Ephemeral’, que se adentra en terrenos ambient con un sonido etéreo y sosegado de percusiones étnicas, cercano al de su otra encarnación, Delerium. El tándem Rhys-Fulber (F.L.A.) es una influencia
clara para muchas bandas Z.O., como el dúo alemán In Strict Confidence y su brillante Cd ‘Cryogenix’, muy bailable y oscuro. Otro “fantasma” que planea por el catálogo Z.O. es el de la mítica banda de Vancouver Skinny Puppy. Citaremos un par de clones (que suenan muy bien, eso si): Second Disease y los suecos Seven Trees. Más original es la propuesta de los imprevisibles Snog, proyecto australiano que ha sabido congeniar influencias Foetus con el dance industrial, el techno y hasta el ambient (disco recomendado: ‘The Future’); o la de E.C.M. (Electronic Counter Measures), cuyo álbum ‘Ambivalence’, aunque algo disperso, incluye ejercicios brillantes de techno, EBM, y algún toque ácido industrial a lo Aphex Twin primerizo. Otra banda interesante es Lights Of Euphoria, que en su último y recomendable Cd ‘Fahrenheit’, cuenta con la voz de Jimmy Machon de Godheads, un combo que se autodefine como electro-rock. Pues eso: secuencias EBM con potentes guitarras distorsionadas que en el 97 dieron su mejor fruto en el Lp ‘Ordinary Swoon’. Last but not least mencionaremos el reciente fichaje de los daneses Birmingham 6, autores de un álbum tan espléndido como ‘Error Of Judgement (Hard Records) con Jean-Luc De Meyer -Front 242- como vocalista invitado, y que han pasado a engrosar las filas EBM de este irreductible bunker centroeuropeo.
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Sirva este informe de urgencia para saber que se cuece últimamente en el inabarcable catálogo de tan histórico sello.
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P///EXOTEC
11:60 La nueva sensación musical que triunfa actualmente en la capital inglesa es el banghra. Este término se inventó en los años 70 para definir la música india, pero lo que nos llega ahora es la nueva ola banghra, la que ha puesto en marcha la segunda generación de la comunidad anglo-indo-pakistaní.
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doctor avalancha
banghra El sonido de la Asia underground
Talvin Singh
Todos los lunes por la noche se pone en marcha Anokha (en lengua urdu significa ser diferente) en el Blue Note, el club más chic de Londres, donde gente de la talla de Tricky, Björk o Lee ‘Scratch’ Perry se ponen a improvisar sobre las tablas indias de Talvin Singh, el gurú de la electrónica hindú. Talvin tiene veintiseis años y ya ha trabajado con los más grandes, poniendo la sonoridad de sus tablas en los albums de Björk, Sun Ra, Cleveland Watkiss, Guru, Courtney Pine, Neneh Cherry, The Tihai Trio o del precursor Nitin Sawhney. Nació en los barrios bajos del East London, de orígen bangladeshí, y empezó a aprender el arte de la percusión a los cinco años, viajando a continuación a la India para iniciarse, durante diez años, de la mano del gran maestro Pandit Lashman Singh. A principios de los 90 fue uno de los primeros que mezcló los ritmos sonoros de ese medio ancestral con las cajas de ritmos Roland TR808, creando sorpresa en las primeras partes de las giras de Massive Attack. Últimamente ha puesto en marcha su propio sello, el proyecto ‘Calcutta Cyber Cafe’s Drum’n’Space’, y sobre todo ha confeccionado la increíble recopilación ‘Anokha, Soundz Of The Asian Underground’ (Omni/Island), donde nos presenta a los precursores (State Of Bengal) y a los novísimos (Osmani Soundz, Lelonek, Future Sounds Of India y Amar) en una mezcla inédita de ambient, trip hop y jungle con tablas, flautas indias y sitares. Amar puede ser la siguiente estrella de la electrónica hindú. Descubierta por Geoff Travis, manager de Pulp y director artístico de Blanco y Negro (subsello de Warner), después de haber escuchado ‘Jaan’ que aparece en la recopilación de Talvin Singh, ha firmado un contrato con Warner Europa por cinco álbums, el control artístico total sobre los mismos y tres millones de libras. El primero será coproducido por Talvin Singh y contará con la presencia de invitados del calibre de Tricky o la Orquesta Filarmónica de Bombay. Esto es lo que se está cociendo: The Face y I-D se han puesto a la cabeza de la penúltima corriente musical que está sacudiendo Inglaterra, los sábados por la noche la BBC 1 acoge las emisiones de Imran Khan y la ola ‘cross over big beat’ (Chemical Bros., Propellerheads...) se eclipsa poco a poco ante el nuevo sonido. Las raíces que plantaron Asian Dub Foundation (‘Real Areas For Investigation’, Nation), Fun-Da-Mental (‘The Cause Of Injustice’, Nation), Transglobal Underground, Black Star Liner..., la irrupción de la ‘home-studio culture’ (los fabulosos medios que la revolución techno ha dado a toda una generación de aprendices para componer en sus casas), el fin del síndrome ‘Katmandou 70’s’, donde los músicos blancos se apropiaban, a su manera, de las instrumentaciones tradicionales, y la aceptación por parte de la ‘intelligentsia’ de los ‘eastenders’, están haciendo del banghra algo más que una tendencia: es el signo de un profundo cambio musical que va más allá de la anécdota que representa el público, esencialmente blanco, que va todos los lunes al Blue Note.
selección VV. AA. VV. AA. VV. AA. VV. AA. Bill Laswell Nitin Sawhney
‘Eastern Uprising’ (Higher Ground) ‘Drum’n’Space Calcutta Space’ (Omni) ‘Fuse 3’ (Nation) ‘Le Gran Magique’ (Tot-Al) ‘City Of Lights’ (Sub Rosa) ‘Migration’ y ‘Displacing The Priest’ (Outcaste
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P///SONAR 98
cuyo paralelismo anímico ya era notorio antes de pulsar las primeras teclas. La salida de tono que es ‘Tarde de Fiesta’, celebración flamenca más propia de Daily Planet ( Gorka también toca la batería en el rotativo ), y una mejorable dicción que parece seguir el ejemplo de Corcobado y Antonio Luque, empañan una iniciativa que merece el elogio de toda ( cierta ) ruptura, aunque ésta permanezca todavía en fase de ensayo, tanto en sonido como en inspiración : ninguna canción es tan recordable como ‘Quince Minutos’. ...Juan Manuel Freire
CD Store
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H.D. Substance
Eleven
Stereophonic Elefant Dance Recordings
Luis Rozalén ha dado en el clavo con este primer álbum para Elefant. Ha sabido resumir en once temas toda su carrera musical, sin sonar desfasado ni extremadamente pedante, consiguiendo alcanzar ese punto medio que todo artista desea encontrar a la hora de expresarse: calidad y comercialidad, a partes iguales. Pero uno tiene ciertas fijaciones y una de ellas es el electro, y Luis se saca de la manga unos temas en clave electro que hacen que ‘Eleven’ gane muchos enteros. Esperemos que esto sólo sea el principio de una larga serie de buenos albums que Luis nos ha de regalar. ...Black Muslim
Eat Static
Science Of The Gods Planet Dog Records / Mastertrax
Future Loop Found.
Time And Bass
Planet Dog Records / Mastertrax
De entrada hay que aplaudir la valentía de Mastertrax al hacernos llegar, vía distribución nacional, los productos que va editando el interesantísimo sello londinense Planet Dog. Empezó su labor con la edición del último álbum de Banco de Gaia, y ha seguido con la del tercero de Eat Static y el primero de Future Loop Foundation. Eat Static nació en 1990 como una vía de escape tecnólogica para los miembros del mítico grupo hippie Ozric Tentacles, y durante estos años publicaron
dos Lp’s, ‘Abduction’ (que inauguró la discografía del sello) e ‘Implant’, que colocaron bastante alto en las listas británicas y que les permitió actuar en Glastonbury y Phoenix. Y ahora regresan con este ‘Science Of The Gods’, un disco que da buena muestra de lo que ellos hacen: una mezcolanza de techno y hardstep, con pinceladas orientales y planeadoras (se nota la colaboración del ex-Tangerine Dream Steve Jolliffe), que da buenos resultados en su tierra natal, pero que se aleja bastante de los gustos sofisticados continentales. Ellos, que son parte importante de la banda sonora de la vida de travellers y crusties anglosajones, van a la suya y eso se nota. En cambio lo de Future Loop Foundation se aleja bastante de Eat Static. Mark Barrott, alma del proyecto, bebe más en las fuentes contemporáneas de las que manan los estilos más en boga. Lo suyo es un drum & bass de última generación, aderezado con toques muy especiales de ambient y dub, que le aleja un poquito de las pistas de baile y le acerca más a una escucha en lugares más propicios. En los títulos de crédito agradece a una serie de músicos (Steve Reich, LTJ Bukem, Global Communications, Goldie, A Guy Called Gerald, Mixmaster Morris) que hayan hecho evolucionar la música de nuestros días, lo que nos ayuda a conocer un poco más a este geniecillo de Sheffield, una de las apuestas más visionarias de Michael Dog, el capo del sello. ...L.A.F.
Salt Tank
Wavebreaks FFRR / Polygram
Chicane
For From The Maddening Crowds Edel
Hay tanta oferta actualmente (en Gran Bretaña) que es casi imposible abarcarla toda, y a veces te das cuenta que el bosque no permite ver todos los árboles que realmente dan alguna sombra. No son la última maravilla, pero te presentan una de las caras más amables de la escena electrónica continental, que tiene el buen gusto de no coincidir (por pelos, algunas veces) con el infumable estilo que practica Robert Miles y acólitos. Repito, son lo que son y no hay más cera que la que arde, pero mantienen, hasta cierto punto, la dignidad artística que se hecha en falta en la gran mayoría de los falsos profetas electrónicos. ...Black Muslim
Flying Saucer Attack
New Lands
Domino / Caroline España
El Joven Bryan
Interial
Que el hielo produzca quemaduras y un exceso de luz pueda condenarte a la oscuridad es tan paradójico como que un viaje de 49 minutos por un desconocido paraje cósmico pueda hacerte sentir como en casa. La fórmula de F.S.A. no es nueva (voces lánguidas, percusión minimal, feedback guitarrero... ¿space noise-pop?) pero pocas veces ha si-
Siesta
El Joven Bryan resucita del estrellato con otra ración de buen pop, ahora a los efectos del sampler y la caja de ritmos, siguiendo la estela del elemental ‘Magnesia’ y los últimos Le Mans. El añadido de una rítmica ondulante y jazzística que ha acortado distancias entre el primer sonido Bristol y Donosti,
A Reminiscent Drive Amon Tobin As One Benicàssim ‘97
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CD Store do tan efectiva, quizá porque no ha sido producto de una sesuda aplicación del manual de estilos sino de la espontánea emersión de lo más profundo de los delicados corazoncitos de Dave Pearce y Rachel Brook. Sus esculturas sónicas flotan majestuosamente en el éter, incorpóreas e incandescentes como una nube de gas mostaza; canciones levemente épicas cuyo sentido de la grandeza, nueva paradoja, no empaña una cálida sensación de intimidad. ¡Ah! Sensaciones... qué pocas nos despierta la música electrónica hoy en día. Bienvenida sea su vuelta. ...Udo Látex
Argentina’ no llega donde se podía esperar y el resultado ya no sorprende tanto como en ‘One Colour Just Reflects Another’, pero por la sola ocurrencia de meter un fragmento del programa ‘Siglo XXI’ del señor Tomás Fernando Flores (titulado ‘Radio Madrid’), ya merece tenerle a este disco la simpatía que desprende el trabajo, en conjunto, de estos irreverentes de Bristol. ...Vicenç Batalla
Michael Kamen & Orbital
Event Horizon
London Records / Polygram
Plaid
Not For Threes Warp / Cosmos
Para ser una gente que no da mucho juego en las entrevistas, afila mucho el lápiz a la hora de poner título a un disco suyo. Sinceramente pienso que deberían reservar todas sus genialidades para utilizarlas en su trabajo musical, ya que lo pasado, pasado está, y cuanto más se remueve la mierda, más huele. Pese a esta divergencia subjetiva, tengo que reconocer que el álbum colma todas las expectativas puestas en este dúo, y reinvidica los buenos tiempos del sello de Sheffield. Generoso en los planteamientos, muy satisfactorio en los resultados, y pese a toda la mala baba empleada en titularlo, deudor del sonido Black Dog. Supongo que son demasiados años los que estuvieron enfrascados en su anterior proyecto, y eso se nota, y se nota para bien porque han sabido extraer lo mejor de su pasado reciente. Si a eso le añades una puesta al día a la hora de adscribirse a los ritmos de moda (tamizados por el buen gusto del que hacen gala), la elección de las voces precisas para unas necesidades puntuales (Nicolette y Björk, ahí es nada) y una producción que quita el hipo, te encuentras con uno de los mejores albums del 97. Esperemos que el próximo no tarde tanto en llegar como éste y que sea, como mínimo, igual de bueno que esta pequeña joya. ...L.A.F.
Up, Bustle And Out
Light’em Up, Blow’em Out Ninja Tune / So Dens
La tercera entrega como álbum completo, pero realmente la segunda que llega a las tiendas locales de este proyecto nómada tanto en sus componentes como en su música. El disco contiene seis temas de su primer Lp para Ninja Tune, ‘The Breeze Was Mellow’, además de los maxis ‘Caravan Summer’ y ‘Silks, Perfumes And Gold’. El señor Rudy amplía su nómina de colaboradores y alterna los sonidos de las montañas andinas y la guitarra flamenca con instrumentación hindú como materia prima para desarrollar un potaje entre verbenero y futurista, con rapero incluido. ‘La Voz De La
¡Esto si que es duro de verdad! No la partitura que ha escrito Kamen para una de las películas que puede arrasar este año 98, sino la reconstrucción que realiza Orbital de algunos de los pasajes de la misma. No voy a entrar en valorar la calidad musical del trabajo de Kamen (que la tiene, pese a ese tufillo de “dèja vu” que planea sobre la misma), sino en este avance de lo que puede ser el futuro trabajo de este dúo, imprescindible para explicar lo que es la música electrónica contemporánea. Toda la crudeza, oscuridad y misterio que destilan esas percusiones y esos coros hacen que se me pongan muy largos los colmillos ante la espera de su próximo álbum. Si esto es lo que nos espera, lógicamente multiplicado varias veces, estamos ante lo que puede ser la obra cumbre de los hermanos Hartnoll. ¡Qué llegue ya, por favor! ...Black Muslim
John Foxx & Louis Gordon Subterranean Omnidelic Exotour Metamatic
La tercera entrega de John Foxx del 97 es un Ep limitado de temas antiguos actualizados. Basándose en el sonido de ‘Shifting City’, el álbum que le ha recuperado del olvido, y seleccionando temas, en su mayoría, de su época más electrónica (‘Metamatic’), Foxx demuestra que el pop
electrónico sigue estando vigente. Un extenso y metálico ‘Burning Car’ da paso a un remozado ‘Dislocation’, pertenecientes a su última época con Ultravox. Continúa con ‘Overpass’, que es realmente ‘Underpass’, pero que “sobrepasa” al original con una mezcla demoledora, cargada con efectos electrónicos, unida a ‘This City’, que la refuerza aún más al usar la misma base rítmica. El Cd culmina con ‘Shifting City’, con la voz multiplicada de Mr. Foxx y repleta de bases épico-industriales. ¿Estamos ante el regreso del tecno-pop? ...J.L.M.
Silvania
Juniperfín Stereophonic Elefant Dance Recordings
Hacía mucho tiempo que Mario y Cocó no grababan un nuevo Lp (desde ‘Paisaje III’, para ser más exactos), y todos estos años de espera han servido para ir madurando su concepto de lo que debería ser el techno: un ‘estilo’ sin exigencias de ningún tipo. Francamente es de agradecer que se alejen de la tónica general en la que se mueven sus contemporáneos patrios y que miren más allá de las miserias que a veces te obliga la pista de baile (por lo menos en los trabajos discográficos). Estamos ante un verdadero cruce de caminos donde van confluyendo melodías suntuosas, ritmos hipnóticos y ambientes evocadores. Es el típico disco que necesita múltiples escuchas, que te van permitiendo el descubrimiento de mil y un detalles que hacen
Bowery Electric Eboman
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gafas negras, impronta cool y mucho, mucho bombón helado. Simpático, a su pesar. ...Udo Látex
En fin, un buen recopilatorio que hace justicia a la edición del Benicàssim ‘97. (Lo puedes pedir a Maraworld, Marqués de Leganés, 7 1º Dcha., 28004 Madrid; 2.550 ptas., gastos de envío incluidos). ...Frank y Winnie
que perdure en tu memoria de forma continuada. Se han encargado de la producción y lo han grabado en su propio estudio, alejándose de ciertos tics impuestos por los remezcladores que lastraron un poco su anterior ‘Delay Tambor’, y esto se nota en el resultado final de ‘Juniperfín’. Felicitaciones a Silvania por seguir siendo punto y aparte en nuestra amaestrada escena electrónica y felicitaciones a Elefant por seguir teniendo buen olfato a la hora de dar oportunidades a los verdaderos creadores del sonido futuro. El año se acaba y hay que empezar a mirar hacia atrás, y lo que se puede ver es bastante decepcionante, salvo honrosas excepciones, y ésta es una. ...L.A.F.
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Benicàssim ‘97 Sala Maravillas / Galax
Este doble Cd recoge a gran parte de los artistas que actuaron en el último Festival de Benicàssim. El primero agrupa a los grupos eléctricos (incluyendo dos ejemplos bastante heterodoxos: Broadcast y Ana D) y el segundo a las formaciones electrónicas. Hay que constatar que la elección de los temas de este segundo Cd es muy acertada: el ‘Setting Sun Instrumental’ de los previsibles Chemical Brothers (de lo mejorcito de su discutible obra), el brutal ‘Atomic Moog 2000’ de los geniales Coldcut, el elegante ‘Affair’ de los deseados Vanguard, el curioso ‘Never Give Up’ del díscolo Herbert, el impactante ‘Bloodsport’ de los sorprendentes Rinôçerôse, el impagable ‘Cichli’ de los increíbles Autechre, el misterioso ‘Freeze Up’ del inclasificable Prozack, el archiconocido ‘Dark Forces’ de los irregulares Slam, el vulgar ‘Catch The Break’ de los sobrevalorados Jedi Knights, el divertido ‘Eu Nao’ de los ausentes Basement Jaxx y la joya del disco: el inédito ‘Chao/Palais (Dancing Days Medley) del indiscutible Madelman. No se echa en falta a Arkarna, pero si a Laika.
VV. AA.
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Talkin’ Loud / Polygram
Mark MacClair y Dego McFarlane debutan en Talkin’Loud y lo hacen con el adelanto del que va a ser su primer álbum para este sello, que ha sabido resurgir muy inteligentemente de sus propias cenizas. Contiene dos temas que aparecerán en ‘Two Pages’, el ya conocido ‘Loveless’ y la impresionante ‘Planetaria’(una verdadera joya que es fiel reflejo de su subtítulo, ‘A Theme From A Dream’), que reflejan el nuevo espíritu mestizo (esas maravillosas cuerdas) de este sensacional dúo, música cargada de sentimiento y poesía que te transporta a un mundo donde la sensibilidad reina. Pero ellos no se olvidan de la pulsación rítmica, y nos regalan dos ejercicios percusivos, sin concesiones a la galería, que delatan su afán transgresor e innovador (‘Dauntless’ y ‘Hal’s Children’). Y como cierre a esta magnífica introducción, nos encontramos con otros dos sorprendentes cortes instrumentales, la extraña y desconcertante (por su brevedad) ‘2030 Gran River’ y la sofisticada revisión de ‘Loveless’ (ésta vez sin la exquisita voz de Ursula). Si esto es parte de lo que nos espera en ‘Two Pages’, nos hallamos ante una de las futuras gemas que 1998 nos ha de deparar, que dejará en evidencia a la fabulosa cosecha del 95 (Goldie y A Guy Called Gerald) que, por desgracia, aún vive de las rentas. ...L.A.F.
Ltj Bukem Presents Earth (Vol. 2) Good Looking / So Dens
El señor Bukem nos sigue presentando, desde su propio sello discográfico, sus particulares y dogmáticos recopilatorios. Si el pasado verano lo hacia con la segunda entrega de la conocida serie ‘Logical Progression’, ahora le toca el turno al segundo volumen de ‘Earth’. Esta recopilación presenta ciertas diferencias, de forma más que de contenido, con el concepto expuesto en la serie ‘Logical Progression’. Aquí la base fundamental sigue siendo el drum & bass (contenido), pero se deja de lado los breakbeats repetitivos y agresivos y se adentra con bastante dignidad en la vertiente más tranquila, cool y etérea (formas) de ese estilo. Nueve proyectos/artistas se enmarcan dentro de ‘Earth II’ y de ellos cabe destacar las aportaciones positivas de Rollercone, Artemis, DJ Addiction y LTJ Bukem (con su particular drum & jazz), obviando, a ser posible, la predecibilidad de DJ Crystl. ...Skylab
Holy Ghost
Earth Pioneers
The Art Lukm Suite Tresor / So Dens
Portada a lo Blue Note y contenido a lo Tresor. Ya sabéis: techno de rompe y rasga, trance de aquí te espero, hardcore de agárrate y no te menees (o más bien todo lo contrario) y Detroit... mon amour. Ausencia casi total de melodía, planteamientos minimales (que no minimalistas), imaginería de thriller a base de pistolas y
United Future Organization 3rd Perspective Brownnswood / Talkin’ Loud / Polygram
No puedo evitar que cuando escribo sobre un grupo que me gusta, se me note tanto que pierda la perspectiva objetiva en un abrir y cerrar de ojos.
Empirion Michael Kamen & Orbital Fat Db Freaks Attacks!
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P///LA REAL
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CD Store
Pero la música es así (no sé si esta frase ya ha sido utilizada) y éste es el atractivo que tiene. Estos señores se reinventan para cada nuevo Lp que sacan, y siempre tienen algo nuevo con que deleitarnos, y yo que se lo agradezco. Está visto que el encargo (fallido) de reconstruir el tema central de ‘Mission: Impossible’ les ha abierto los ojos y la mente, y les ha servido para diseñar uno de los albums más completos y bellos del 97. Ahora que estamos sitiados por las bandas sonoras imaginarias, deudoras la gran mayoría de las de James Bond, U.F.O. nos ha regalado una que está pidiendo a gritos que alguien la traslade al celuloide, para que la felicidad artística sea total. ¿Quizás los hermanos Cohen, o tal vez Curtis Hanson? ...Black Muslim
VV. AA.
Changin’ Wiiija Records / Caroline España
CD promocional con cuatro de los artistas del sello. Está el Hurricane con su “Japanese Eyes”, un agradable ejercicio “old-skool” que, mira por dónde, le saca varias cabezas de distancia a los temas de su fofo maxi arriba comentado. La trip-hopera (y, a pesar de los arreglos percutivos, no tan orientalista como el título sugiere) “Maharani II”, de Anjali Bhatia, podría perfectamente estar firmada por Andy Weatherall; Mucho Macho (¡anda éste!), cuyo tema bautiza la compilación, ofrece un hiphouse bastante sosainas de muy poco cambiante desarrollo, mientras que Cornershop, los más conocidos del lote, se llevan el gato
al agua con una dinámica y funky “Candyman” que
Para finalizar tenemos el Cd-single ‘Le’ts See What Carmen
revela auténtico fervor por Sly & the Family Stone. Eso es tener buen gusto, sí señor. Por cierto, ¿sería mucho pedir que estas promos no incluyeran versiones editadas de las canciones? Nunca el coitus interruptus ha sido bueno para la salud. ...Udo
Can Do’, con seis nuevas frivolidades, en forma de tema, de Funki Porcini. Si te gustaron sus dos anteriores trabajos, ‘Hed Phone Sex’ y ‘Love, Pussycats & Carwrecks’, seguro que este último no te defraudará. Se trata de una continuación lógica del personalísimo estilo musical de Funki Porcini: ritmos arrastrados, apacibles y, en este caso, menos electrónicos. ...Skylab
Látex
Amon Tobin Bricolage Animals On Wheels Desings And Mistakes Funki Porcini Let’s See What Carmen Can Do
As One
In With Their Arps, And Moogs, And... Clear / So Dens
Ninja Tune / So Dens
Kirk Degiorgio ha hecho uno de los mejores discos electrónicos del 97. Por desgracia aquí es un desconocido, y pese a esta maravilla seguro que seguirá siéndolo. Once temas irresistibles, de ritmos robustos, secuencias misteriosas y melodías ensoñadoras, te van atrapando en una tela de araña que se va confeccionando, magistralmente en tus oidos, segundo a segundo. Cuanto más entras, más enganchado estás y cuanto más enganchado quieres estar, más ganas de seguir entrando tienes. Droga dura, pero de la buena. Una verdadera delicia, altísimamente recomendable. Y si crees que exagero, escucha ‘Triumphant’. ...Black Muslim
No es oro todo lo que reluce. Tras el fugaz deslumbramiento provocado por la publicación de ‘Let Us Play’ de Coldcut, la oscuridad/mediocridad ha vuelto a apoderarse del destino de Ninja Tune. Aquí tenemos tres muestras que corroboran el estado crítico en el que se encuentra no sólo este sello discográfico sino otros muchos más. Amon Tobin es un músico de origen brasileño afincado en Inglaterra. Se dió a conocer a mediados del año 95 con el seudónimo de Cujo. Con este proyecto publicó varios Ep s y un álbum (‘Adventures In Foam’). Con dicho bagaje musical no le debió resultar difícil entrar a formar parte de Ninja Tune. El primer resultado de esta unión ha sido ‘Bricolage’, un disco muy en la línea de este sello inglés: drum & bass, hip hop y fugaces aproximaciones al jazz y a la música brasileña. Cuidada producción para un disco correcto, pero lineal y con pocas sorpresas. Las carencias de ‘Bricolage’ aún son más acusadas en ‘Designs And Mistakes’, el primer trabajo de Animal On Wheels (Andy Coleman). Este Dj y músico explota al máximo los clichés del drum & bass y los breakbeats, que en su momento dió a conocer Squarepusher. Pero aquí la ordinariedad y el olor a refrito tienen un peso específico muy elevado dentro del resultado final ofrecido.
Eboman
Donuts Buddah Ep
Eboman
Bounce To Diss Ep
XL Recordings/Prime / Caroline España
XL Recordings/Prime / Caroline España
¿Qué sería de este combo holandés si no existiera el sampler? Puede que se metieran a dinamiteros en alguna cantera, o que se liaran a bazokazos con los mejores monumentos de Amsterdam. Por fortuna el chisme existe, y de él han hecho piedra angular de un correoso, maníaco samplecore que los acerca en ocasiones a unos Meat Beat Manifesto menos industriales y más bailables, cuando no a las anfetamínicas huestes del gabber. El cachondo de Jeroen Hoes, urraca de sonidos y B-boy algo talludito, se hace acompañar por un saxofonista, un guitarrista y un scratcher en sus demoledores tours de force sampladélicos, no por orientados a la pista de baile menos imaginativos y precisos. Hardcore plunderphonix para hacer bailar a un tetrapléjico. ...Udo Látex
VV. AA.
Evil Tunes Vol. 1 Evil Tunes / Ama Records
Curiosa recopilación (para mí) de grupos nacionales (Imom, Watch Tv, Mr. Mist, Trash Can, Chop Suey e Intro), ya que desconozco a la gran mayoría de ellos, y escuchándola me he dado cuenta que a veces vivo en la ignorancia más absoluta, porque lo que aquí te puedes encontrar no merece
Future Loop Foundation Gauss Holy Ghost
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seguir en el anonimato. Buenas ideas y mejores resultados hacen que este conjunto de proyectos merezcan más oportunidades, ya que toda la compilación rezuma música a la que no estamos acostumbrados por estos pagos (nada de techno, ni house, ni demás ritmos al uso): trip hop y drum & bass, y todas sus variedades y combinaciones, en estado purísimo. Toda una grata sorpresa. ...Black Muslim
Muki
Jahbar Mantra / Beggars Banquet / Caroline España
“Simplicity is to live without ideas. Ideas create complexity”. No seré yo quien, a tenor de lo oido, desmienta tal aforismo (muestreado en “Spring”, uno de los tres temas de este single) ya que el techno middle-of-the-road (entre Pinto y Valdemoro) de estos organismos simples, de los que no he encontrado una sola mención en mis archivos, son ejemplos químicamente puros de falta de ideas y de inspiración, anodinos simulacros de los grupos punteros (en inglés lo llaman “wannabe”) que ni enganchan por su melodía ni impactan por su contundencia. El anonimato periodístico se correlaciona con el musical en un grupo impersonal que ni phu, ni pha. ...Udo Látex
VV. AA.
Freaks Attacks! Subterfuge
Los que nos empiezan a atacar de verdad son los discos-homenaje. Y he aquí uno que tiene también su gracia. Más en el espíritu que en la forma, porque de nuevo se mezclan propuestas que aparentemente no deberían estar juntas. Envuelto en un artwork que vale su peso en oro, nos encontramos con una serie de grupos que glorifican el fantástico, la ciencia ficción y el terror cinematográficos con desigual fortuna. Mercromina y Sexy Sadie cada día aciertan más; Fangoria, Intronautas, Calígula 2000, Big Toxic y Space Cream siguen, inalterables, haciendo lo que les gusta; y el resto navega sin rumbo fijo, con más o menos suerte, por ese mar tan confuso llamado pop. Hay de todo en este menú cinematográfico-musical, sírvete tu mismo. ...Black Muslim
Squarepusher
CD Store
disco, recopilando dos pretéritos e ignotos singles más tres temas nuevos, alarga el cachondeo: Tom Jenkinson se pasa las convenciones por el forro, tiende un puente entre los setenta y los noventa y programa ritmos con un grado de suciedad y descuido que les confiere una fibra y un tacto lijoso que tiempo ha perdieron otros junglistas devenidos baladistas de terciopelo y sinfonistas de pegolete. Drum’n’bass de garrafa que difícilmente llegará nunca a poner cortina a anuncios de coches y refrescos. ...Udo Látex
Matmos
Matmos
Vague Terrain Records / The Basement Boutique
Una nueva distribuidora nacional se ha puesto en marcha: The Basement Boutique (P.O. Box 33, 45800 Quintanar, Toledo, T+F 925 18 16 03). Trabaja con diferentes sellos (Sabotage Communications, Ultimate Dilemma, Zerox Records, Freek Records, Vespertine, Kitty Yo, Versatile, Acetone, Vague Terrain Records...) y vende fundamentalmente por correo. Y precisamente nos ha hecho llegar un Cd de este último sello. Matmos es un dúo (Drew Daniel y Martin Schmidt) de San Francisco al que le encanta utilizar, indistintamente, herramientas eléctricas y electrónicas para construir paisajes que se alejan bastante del estándar al que estamos acostumbrados. Si me preguntáis a que suenan, os contestaré que no lo sé, pero si os digo que hay algo de música concreta, algo de krautrock y algo de reminiscencias de Coil y Autechre, os podréis hacer una idea de lo que se puede escuchar en este álbum tan personal de estos californianos. Suerte a The Basement Boutique en esta singladura tan arriesgada. ...Black Muslim
Portishead
Portishead Go! Beat
La distancia que separa a Portishead de sus ahijados no es sólo la calidad de pioneros, sino ese amargo historial lírico que ha impuesto su personalidad en el difícil segundo disco. La atmósfera ejecutada por la banda está al servicio de la interjección íntima, en brazos de una aridez lírica que aumenta el cociente de resentimiento. Beth Gibbons vuelve a lamentar su necesidad de contacto (‘Undenied’) y reabre la leyenda del hombre que siempre acaba abandonando, como hicieron Billie Holiday o Bessie Smith. No entra el resquicio de luz que iluminaban ‘It’s A Fire’ o ‘It Could Be Sweet’, y cualquier esperanza ha sido vana. A pesar de la espaciada explotación de fórmulas ya cuajadas con anterioridad, el álbum no desmerece de la calidad compositiva de ‘Dummy’ y entrega algo más oscuro, más desnudo, más doloroso y turbador, y quién sabe si definitivo. A cambio de técnica aritmética, tramos de enferma electricidad y estructuras fragmentadas. La historia dará su veredicto lógico, pero habrá quien no pueda emitir un juicio sin caer en el apasionamiento. Los amantes privados, habitación a media luz o ninguna, que han esperado estas once canciones tanto como una llamada de auxilio en la madrugada. Para saber que no están solos. ...Juan Manuel Freire
Hurricane
Coast To Coast Wiiija Records / Caroline España
Resulta que el amigo Hurricane tiene una larga hoja de servicios y yo sin enterarme. Escudero de sus
Burning’n Tree Warp / Cosmos
Debo ser de los pocos que disfrutaron durante su actuación en Sónar. El numen jazz-rockero de su música, las demostraciones de digitación virtuosa y su puesta en escena (puro hooliganismo cervecero, oigan) levantaron ampollas en el grueso de la gerontocracia techno barcelonesa y a mí, lo admito, me divirtió más esto que la propia, y de por sí interesante, propuesta musical. Meses después, su nuevo
Hurricane Jonny L
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Jonny L
CD Store
los define más allá de la dificultad de asignarles una filiación determinada. Es un disco de madurez donde los diferentes
XL Recordings / Caroline España
paisanos de Hollis (Queens) Run DMC, DJ con Beastie Boys, productor y 50% del dúo The Afros, cuyo “Kickin’ Afrolistics” parece ser que cosechó buenas críticas, o eso dice la hoja promocional, pero no satisfizo en demasía a su autor. Y yo con estos pelos. Este maxi, bastante cortito, adelanta material de su próximo (y segundo, tras “The Hurra”, del 95) larga duración, “Severe Damage”, que ya debe estar a punto de caramelo. El tema titular se puede calificar de “Adult Oriented Hip-hop”: papilla radiofónica para FM’s enrrolladas. Más digna, eso sí, que la de ese execrable Big Puff Daddy, al que Dios confunda. Eleva el listón la atmosférica y nocturna “21 MCS”, menos melosa y más funky. Démosle un voto de confianza. ...Udo Látex
Los caminos de la música moderna son inescrutables. Cada creador echa mano de lo que cree necesario para poder construir su personal visión de la misma, careciendo a veces de un merecido reconocimiento (a menos que su obra se haya utilizado como banda sonora de un popular anuncio). Yasuharu Konishi es uno de esos geniecillos que se dedican a reciclar la herencia musical sesentera, utilizando las herramientas que le proporciona la última tecnología, lo que conlleva que sea demasiado frívolo para los puristas y muy complicado de entender por parte de los nuevos modernos. Olvídate de tus prejuicios y disfruta de la vida de la mano de Pizzicato Five, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán. ...Black Muslim
Mouse On Mars
Too Pure / Caroline España
Mecca Recordings / Mastertrax
La serie ‘Total Science’, desde la edición de su primer volumen en 1995, se dedica a demostrar la validez del drum & bass como una de las más importantes alternativas a las manidas fórmulas utilizadas hasta ahora al hacer música de baile. Ester tercer volumen, coordinado por DJ Darren Jay, recoge 14 temas que abarcan todas las influencias del género (jazz, funk, ambient y techno), y que dan lugar a un elegante muestrario donde prevalecen los ambientes melódicos y sofisticados. Toda una oportunidad para descubrir a los sucesores de Roni Size, LTJ Bukem y compañía. ...Black Muslim
Spring Heel Jack
Autoditacker
Jan St. Werner y Andi Toma forman uno de los dúos más inteligentes del panorama electrónico actual, y con este nuevo álbum lo vuelven a demostrar. Suscribo totalmente esa definición que se ha dado de su estilo (pop electrónico perverso), y creo que ahí es donde radica su importancia, en ese tratamiento depravado y nihilista de los sonidos y ritmos sintéticos. Ellos que beben de las fuentes originales (son alemanes y se les nota), luego mutan para construir una de las más amenas bandas sonoras posibles para este fin de siglo tan anodino. Repito, son básicos si quieres conocer este futuro que estamos viviendo. ...Black Muslim
Total Science 3
Happy End Of The World Matador / Caroline España
elementos de los que se nutre se encuentran lo suficientemente equilibrados para adquirir una personalidad propia y original. El tema que abre el disco, ‘Bells’, así como ‘Casino’, ‘Hale Bopp’, ‘Sirens’ o ‘Happy Baby’, demuestran que no sólo no han perdido la energía del jungle más canalla, sino que le han dado una nueva dimensión. Los recorridos por terrenos más sosegados, pero recurriendo también a combinaciones insólitas, tienen en ‘Bank Of America’ una pieza que revaloriza su capacidad de crear temas deslumbrantes. En una línea similar se emparejan ‘Bells 2’ y ‘Galápagos 3’, que cuentan con las percusiones de Tortoise. Los dos últimos cortes del disco, ‘Fresh Kills Landfill’ y ‘The Wrong Guide’, hacen más visible su encuentro con otros artistas que se valen de sonidos clásicos para hacer atemporal la música electrónica. ...Vicenç Batalla
El mundillo éste del techno quema etapas a una velocidad que asusta. Lo que hace dos días era inaudito y fresco hoy ya huele a bacalao. Y si mañana escasean las ideas (no sé hasta qué punto es pertinente el condicional) se recauchuta alguna antigua o se exhuma algún cadáver no demasiado estropeado y a seguir viviendo del cuento. Una ridícula, esnobista y mercantilista dinámica que en algunos círculos ha llevado prácticamente a criminalizar el rock’n’roll y que a menudo impide disfrutar en su totalidad de algunos buenos hallazgos del pasado. Esta innecesaria (por obvia) reflexión viene motivada por la aparición del disco que nos ocupa, que no es de rock (los iluminados de turno se han sacado de la manga una nueva etiqueta: el “neurofunk”) pero sí engloba y revitaliza elementos de estilos casi olvidados hoy en día: el electro neoyorquino, el sonido “Miami Bass” y aquel breakbeat primerizo que fue caldo de cultivo de la actual escena drum’n’bass. Interesante. ...Udo Látex
VV. AA. Pizzicato Five
Sawtooth
Bowery Electric
Vertigo Kranky / Beggars Banquet / Caroline España
En las fotografías que ilustran el precioso digipack está la traducción visual de todas las claves que configuran el sonido del dúo: borrosas imágenes electrónicas, tomadas directamente de una pantalla, de helados, inhóspitos paisajes naturales de espectral belleza, retratos impresionistas pasados
‘Busy, Curious & Thirsty’ Trade 2 / Island
Aunque no se pongan de acuerdo los dos mismos componentes de Spring Heel Jack, éste es un álbum que
Ltj Bukem Presents Earth (Vol. 2) Matmos Mouse On Mars Other Stuff
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por el tamiz de la (baja) tecnología. Su música de vapor y alambre es en este díptico transfigurada (vaya, remezclada) por un selecto elenco de luminarias del neo-rock (Colin Newman, Matt Elliot y Robert Hampson, entre otros), resultando una de esas contadas ocasiones en que un álbum de remezclas trasciende su condición de circunstancial divertimento para alcanzar el status de Obra Mayor. Acaso no pudiera ser de otra manera trabajando con el material de uno de los grupos que mejor han sabido interpretar el legado de Spacemen 3 y My Bloody Valentine, el material del que están hechos los sueños. ...Udo Látex
Fat Db
Planning Overground Minifunk Recordings / So Dens
Para su segundo Lp, Minifunk ha optado por un valor seguro, Álex Martín, que bajo el nombre de Fat Db ha vuelto a dar pruebas de su buen hacer en el arte de fabricar música para la pista de baile. Todo un paseo por un techno house minimalista que hará las delicias de los clubbers más exigentes. La joya de la corona es, sin duda, ‘Aereofix Hardtimes?’, un tema evocador que nos transporta más allá de las nubes. Álex sigue manteniendo el listón muy alto. ...Black Muslim
Ana D
Satélite 99 Elefant Records
Éste es uno de esos discos que no te dejan frío y que te exigen que tomes partido, o lo odias o te extasías escuchándolo. Habrá gente que piense que es ñoño con ganas y otros que dirán que es lo más. Pero yo pienso que la suma del defecto y la virtud convierten este debut de Ana D en algo único. La conjunción de Corcobado, Ibon Errazkin y Ana Díaz a la hora de hacer la música, la letra y, supongo, la elección de las versiones se convierte en la causa y el efecto de estas catorce canciones, que están ahí para acompañarte en esos momentos alicaídos que tan a menudo vivimos. Un disco realmente bello os está esperando. ...Alberto Balsam
Sexy Sadie
Onion Soup Triturated By Big Toxic
CD Store
petentes hay y sólo es necesario que llegue alguien y les abra los ojos. Está claro que los ejemplos que se empiezan a dar (The Lazy Sundays, Chucho, Mercromina, Ktulu) confirman esta evolución lógica, y ya sólo falta que se anime más gente a probarlo. ...Frank y Winnie
Gauss
Estructuras Primarias Stereophonic Elefant Dance Recordings
Carlos Ordoñez sigue en sus trece (y bien que hace), pero de otra manera. Lo que en Prozack es contundencia instintiva, en Gauss se convierte en dureza racional. Su discurso ha ganado en matices (‘Cúmulos’ es pura orfebrería), profundidad (la enigmática ‘Esencia’) y belleza (la gélida ‘Estratos’). Todo un maravilloso viaje por el lado oculto de la música electrónica nacional. ...Black Muslim
VV. AA.
Alanski, ya que tanta querencia a la música de baile les había atrofiado el olfato. Pero aquí se redimen por completo y de que manera. Música reposada (nunca llega a ser ambient puro y duro) y descriptiva (se nota que sirve de soporte a unas imágenes) que te hará viajar sin moverte de tu sillón preferido a lugares, a la vez, desconocidos y familiares. Toda una experiencia gratificante para contrarrestar esa saturación de bombos que venimos padeciendo. Enhorabuena por esta apuesta señor F. ...Black Muslim
Other Stuff Other / So Dens
Sally Rodgers y Steve Jones firmaron en el 91 uno de los álbumes más representativos de lo que sería la escena de baile de los 90, ‘The Big Apple’, como A Man Called Adam. Años más tarde y algo decepcionados por el poco éxito obtenido fundan su propia compañía, Other, para reclutar artistas cercanos a sus ideas. El house, el jazz, incluso el ambient, son las fuentes principales de las que se nutren, con la intención de experimentar con ellas y transformarlas. ‘Other Stuff’ reune, con la mayor elegancia y distinción, el funky house más orgánico (Idjut Boys, Sensory Productions), cálidos tempos jazzísticos (Isis, Coco Steel & Lovebomb, Paramour) e incluso latin hip hop (Beach Flea). Si ‘Other Stuff’ te engancha, bucea en los volúmenes anteriores de Planet Jazz, no te arrepentirás. ...J.L.M.
A Reminiscent Drive
Mercy Street F Communications / So Dens
Aplausos al buen gusto (ya era hora) de F Com. a la hora de hacernos descubrir la increíble música de Jay
Octave One
The Living Key 430 West / So Dens
Octave One es un trío formado por los hermanos Lawrence, Lenny y Lynell Burden. Proceden de Detroit como Jay Denham, Carl Craig o Marc Kinchen, y como todos ellos debutaron discográficamente en 1990 en la recopilación ‘Techno 2: The Next Generation’. ‘The Living Key’ es el resultado de la experiencia acumulada por el trío desde entonces, refinando su ya de por sí elegante y personal estilo, desarrollando un techno preciosista muy válido para la pista de baile que les ha llevado a formar parte de los productores de Detroit más respetados por crítica y público. Aparece editado en el sello que ellos mismos crearon en el año 1991, 430 West, en el que también han grabado bajo nombres como Never On Sunday, Random Noise Generation y Metro D. ...Dj Hae Vin
Subterfuge
Todo un ejemplo de lo lejos que se encuentran la mayoría de las formaciones que componen la independencia patria. Esta alianza ha puesto al descubierto la falta de ideas y planteamientos que adolece la música española de nuestros días, y cuando a alguien se le ocurre mezclar bien, cosas tan mezclables como la electricidad y la electrónica, la evidencia salta a la vista. A lo mejor lo que se echa en falta son más productores y remezcladores inteligentes, porque músicos com-
Parafünk Pizzicato Five
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a cargo de Front 242 y Doc Scott. E la nave va... En fin, al menos su caso no es tan vergonzante como los dos arriba citados. ...Udo Látex
CD Store
Telefilme VV. AA.
Pocket Horror Symphony
Respect In Burning
Elefant Records Labels / Virgin
‘Respect In Burning’ es una nueva recopilación de house francés, el que suena los miércoles en uno de los clubs más importantes de París, Le Queen, cuando acoge la residencia de Respect In Burning. Nombres muy representativos de una de las modas que más está aguantando el tipo, dan forma a esta “sesión”: Bob Sinclair, Motorbass, Dimitri From Paris, Etienne De Crecy, DJ Cam, que hacen que el disco se deje escuchar con interés y, sobre todo, que sirva para lo que ha de servir: bailar hasta el infinito. ...Black Muslim
Empirion
y magnificados en todo momento por la sublime orquesta de Gavin Wright (‘Sometime Later’ o ‘Somewhere Not Here’ son sólo una pequeña muestra). Describir los sentimientos siempre ha sido difícil, ponerles música aún más, pero Alpha lo ha conseguido. Melankolic es el sello del 98 y lo va a demostar con Alpha, y con su próximo artista, Craig Armstrong, y si no al tiempo. ...J.L.M.
B.E.T.A.
Wanted / XL Recordings / Caroline España
La crítica de la Pérfida Albión los ha puesto por las nubes, pero bueno, es lo que hacen siempre. Cogen cualquier mediocridad patria (Underworld o Prodigy, sin ir más lejos) y a base de calificativos superlativos y loas rimbombantes la encumbran de tal manera que a nadie le pasa por la cabeza que pueda tratarse de una simple forma de ir oxigenando una poderosa industria que da de comer a muchas familias. El público, “pavlovianamente” condicionado para babear con la nueva sensación de la temporada, traga con lo que le echen sin cuestionarse la real valía del producto ofertado. Empirion, en esta ocasión. Dos píldoras de techno resultón y llenapistas con una capa de barniz EBM tan potente como insustancial, acompañadas de dos anecdóticas remezclas
Son únicos y ellos lo saben, y lo demuestran disco a disco. Cada nueva obra es infinitamente superior a la anterior y cada vez se acercan más a la deseada perfección. Es como volver a escuchar a Eyeless In Gaza en sus mejores momentos, y recuperar la banda sonora de mi juventud, esos 80 tan añorados musicalmente. A lo mejor por eso me gustan tanto. Pero si te paras a pensar de una manera objetiva, te das cuenta que estamos ante un grupo que ha sabido buscarse un camino propio (gran acierto), tan equidistante del calor eléctrico como del frío electrónico (nueva virtud), que va recorriendo de una manera magistral (no son precisamente tontos). Elefant está especializándose en francotiradores, cosa que hay que agradecerles porque nos están demostrando con hechos continuos que la música nacional es mucho más que lo que vosotros y yo sabemos, un rebaño de borregos que sólo se dedican a trabajar simples ejercicios de estilo, sin poder ni saber aportar visiones nuevas a nuestro aburrido día a día. Escucha ‘Da Haus’ o ‘Catastrophe Baby’ y sabrás lo que es realmente bueno de verdad. ...L.A.F.
Alpha
Parafünk
Epïlogo Novophonic
Ahora que ya se habían convertido en un verdadero grupo, va y se separan. Pero siempre nos quedará este testamento, que recopila canciones compuestas durante el período 93-97 por Pez en solitario, o por los cuatro que ahora formaban Parafünk (Mikel Abrego a la batería y samples, Alberto Bosch, bajo, Mikel Azpiroz, órganos y teclados, y Javi Pez, programación, samples, guitarra y voces). Todo el disco es un homenaje continuo al funky más aterciopelado, al acid jazz más genuino y al hip hop más elegante. Textos hedonistas y, a la vez, reivindicativos flotan sobre la pista de baile de este club llamado Parafünk. El nivel general de los temas es alto, pero hay unos cuantos que destacan sobre los demás, como la irresistible ‘Maldición’(todo un verdadero single para triunfar en las listas más inteligentes), la combativa ‘Mündo Cool’ y la irrefrenable ‘Sobrevivir’. Esperemos que el “después ya se verá...” que proclama Pez en el divertido texto que aparece en el interior del Cd, como colofón a la existencia de Parafünk, sea realidad muy pronto, ya que estoy hambriento de nüeva música de Pez y Cía. ...Frank y Winnie
Come From Heaven Melankolic
Decir que Melankolic es la compañía creada por Massive Attack, y que Wendy Stubbs, Helen White y Martin Barnard son los vocalistas que han participado en sus últimos conciertos, ya es indicativo de por donde van los tiros con Alpha. Si a ello añadimos la colección de samples de Bacharach & David, Percy Faith, Frances Lai o Herb Alpert entre otros, que colorean las historias de Dingley y Jenks, los artífices musicales, nos encontramos con un pequeño gran tesoro. Tesoro insuflado de melancolía, como no, pero de melancolía positiva, a través de ese dub electrónico tan característico de Bristol, de atormentados blues, aunque llenos de esperanza
Dj Micro
Coast To Coast Roadrunner Records / Mastertrax
Mister Micro está considerado el rey de la escena rave americana y uno de los impulsores del soni-
Plaid Respect In Burning Sexy Sadie Squarepusher
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CD Store do de la costa oeste, y bien que lo demuestra en este ‘Coast To Coast’, una sesión en directo con dos platos (y sin ordenador), donde echa mano de trece temas de techno-house-hardcore (menuda etiqueta me acabo de sacar de la manga) que te empujan, sin remisión, a la pista de baile. Además de su labor como Dj, también se dedica a grabar música bajo diferentes nombres (MVP, The Caffeine Crew y Progression), junto al Dj y productor Vicious Vic, y a remezclar a otra gente. Y en este repaso al catálogo del sello holandés ESP-SUN, echa mano de un tema de MVP (‘Make Me Feel’)y de una de sus remezclas (‘Long Distance Call To Heaven’ de Paradise 3001), que se convierten en lo más destacado del lote. Está claro que en NYC ven las cosas de otra manera, tirán más hacia la contundencia del techno que a la flaccidez del house, y eso se agradece en estos tiempos tan ambiguos. ...L.A.F.
VV. AA.
Soma Quality Recordings-Vol. 4 Soma Recordings Ltd. / So Dens
Soma sigue más viva que nunca y aquí están de nuevo para demostrarlo. Este 4º capítulo es un nuevo recorrido por lo más florido de sus últimos maxis, donde destacan con luz propia las aportaciones de Otaku, Bushfunk, Hutton Drive, 20.20 Vision y Maas, entre los numerosos frutos que se han recogido en la última cosecha que ha dado al mundo el sello de house oscuro más influyente de nuestros días. Larga vida a Soma y a sus impulsores. ...Black Muslim
Total Science 3
Salchichas del país por Udo Látex
Un somero repaso (problemas de espacio obligan) a algunas destacadas novedades del panorama electrónico en la piel de toro. Empezaremos con el ‘Eating Flowers’ (Por Caridad) de Scorecrackers, proyecto formado por dos auténticos campeones del free-todo, Pedro López (ex-Zyklus) y Markus Breuss (Clónicos). Yo aún no sé si su sentido de la improvisación tiene algún norte o si por el contrario se rije por la más descarada gratuidad; en todo caso, sus tensas, enervantes colisiones electroacústicas lindan no pocas veces con terrenos industriales y van que ni pintadas para esos momentos en que necesitas hacer tabla rasa y freírte los sesos porque todo lo ves gris. También editado en Por Caridad, hoy por hoy el más inquieto sello español, está ‘Blood River Dusk’, del catalán de adopción Mark Cunningham. Bajos esquemáticos, ritmos muestreados, olas de trompetas que rompen en tus oídos... Sin los lastres de los que adolecía el elepé de Raèo (producción gélida, exceso de invitados), su disco suena caliente y evocador, intrigante y descriptivo, henchido de atmósferas viscosas y viciadas. Acompáñate de él cuando proyectes en tu coco ese western metafísico que tanto te gustaría dirigir. Menos utilidad le veo a ‘Dj Series Vol.1’ (S.U.R. / Off The Record), doble Cd en que Dj Pepo selecciona temas de los que suele pinchar en sus sesiones, tanto en versiones íntegras como mezcladas, a cargo de probos funcionarios de la pista de baile como Massimo Vivona, OJ Project o Luke Cage (seguro que Powerman prefería a Isaac Hayes). Si hay que tomárselo como una demostración de las habilidades del Dj, pues hay que admitir que el chaval se da su maña y que el chunda-chunda que nos propone es menos aceporrante que el de los Pitufos Maquineros. Pero yo sigo sin verle razón de ser a estos discos que recogen sesiones de pinchadiscos, placebos de entresemana para bailongos irredentos. Por su parte, Analogic Emotion, premio al peor nombre del año, picotean en los estilos de los grupos más en boga (un poquito de Chemical por allí, un muchito de Daft Punk por allá...) para armar un álbum, ‘Moviedisco’ (Moviedisco / Liquid Records), cuyo contenido mayormente reciclado no obstruye una puntual eficacia en los temas más funcionales. House, funk y pop amalgamados en una tortilla de vocación petarda muy disfrutable si llevas el pelo teñido de colorines y tu mundo acaba más allá de las cuatro paredes del club de moda. El turbio asunto de la mezcla indiscriminada de géneros también salpica, aunque de otra manera, a C.E.L. Runners, que en ‘Zoom’ (Fes Tu-Tu / Tralla Records), premio a la peor portada del año, intentan capturar el feeling del rock y el funk y el espíritu de las músicas étnicoorientales (hala, todo en el mismo saco) y cruzarlo con el dan-
ce a través de su destilación por la circuitería de su equipo. Buenas intenciones, no cabe duda, que si bien en esta primera entrega son resueltas de forma algo artificial apuntan al menos buenas maneras. Pero es que, amigos, el feeling no se captura: es el feeling el que te captura, o no, a tí. Ir a su caza, además de ser inútil, implica superficialidad y simulación, dos términos que casan a la perfección con casi toda la actual música de baile tecnológica. ¿Adquirirá ésta algún día alma, corazón y entrañas? ¿Está el mojo reñido con el chip? ¿Tienen la solución Side Effects? Pues... su álbum homónimo (No Corporation Records / Caroline España), de haber sido obra de un grupo inglés, fácilmente podría etiquetarse como brit-hop (etiqueta chorra donde las haya), ya que su híbrido entre los ritmos que os podéis imaginar, rasgueos de guitarra y ñigo-ñigos seudo-analógicos remiten al punto a Lionrock y similares. Y, vaya, ya le gustaría a Justin Robertson poder firmar alguno de estos temas (no, la versión de Nirvana no). Sin embargo (¡que siempre tenga que poner algún pero!) la última impresión es que si lo hubieran hecho enteramente instrumental se deglutiría mejor. Esos pelmazos recitados cargados de “angst” acaban por colmar la paciencia del más templado, máxime cuando en el efímero, prefabricado y risible mundo de la música dance cualquier alejamiento del cliché cosmético, cualquier asomo de emoción profunda y real (y supongo que esa ira taciturna que intentáis transmitir pretende serlo) está condenado a la incomprensión y al ostracismo. Una quimera, en definitiva. Y a los que estéis hartos de mover la cabeza y el pie, la tibia y el peroné, os recomiendo vivamente ‘Mosdum’ (G3G) de nuestro kosmische kurier autóctono, Albert Giménez. Un trabajo basado casi en exclusiva en las posibilidades de la guitarra desnaturalizada electrónicamente; música planeadora con múltiples concomitancias con lo más recomendable de la psicodelia astral germana. Un atípico (por estos lares) y excelente disco.
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Cinerama
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Sin rodeos: Gijón es una de los citas cinéfilas más interesantes y necesarias del panorama festivalero nacional. Su 35 edición así lo demostró gracias a un atractivo muestrario del cine independiente internacional y/u orientado a un público joven (“no sólo en edad sino en gustos estéticos”, como escribió Weinrichter) que acude en tropel a las salas. A las pruebas nos remitimos.
Gijón 97 Ese festival necesario “Si Dios tiene dientes, yo no”. Así de suelto (intoxicado) presentó Harmony Korine, el niñato guionista de ‘Kids’, su debut como director: ‘Gummo’. Una orgía de escenas sórdidas de gran fuerza plástica que se nutre de la “marginalia white trash” que habita un Ohio, cuyo hedor traspasa la pantalla: adolescentes ultrafreaks adictos a la cola para maquetas y borderlines a tutiplén retratados en tono satírico con alguna pincelada de ternura. Premio especial del jurado. Bien. El premio gordo se lo agenció con toda justicia ‘Made In Honk Kong’ de Fruit Chan, que narra con estilo vigoroso y agridulce, a lo Wong Kar Wai, las correrías de un joven delincuente y su novieta enferma terminal. La sección oficial mantuvo un buen nivel con la comedia neozelandesa ‘Topless Women Talk About Their Lives’, divertida y lúcida incursión en la locura cotidiana y los escarceos amororosos de una panda de veinteañeros; la australiana ‘Idiot Box’, o Beavis y
Butthead se enfrentan al mundo real; y la presencia siempre fascinante de Nastassja Kinski en la trama laberíntica e incestuosa de ‘Little Boy Blue’ (EEUU). En cortometrajes ganó ‘Hilda Humphrey’ de Nick Lyon (Alemania), la desternillante conversión de una putilla drogadicta en católica lobotomizada. En la sección Radical hubo de todo. Lo mejor, sin duda, ‘Sick’ (Kirby Dick, EEUU): conmovedor documento sobre la muerte en vida del escritor y performer Bob Flanagan “el supermasoquista” que, enfermo de fibrosis quística, hizo del dolor y la agonía su arte. Tanto o más inolvidable resultó ‘Squareworld’, del japonés Onishi Kenji, una cinta minimalista, prácticamente muda, sobre el secuestro y asesinato de una chica (o eso parece) que
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toni lópez / f. arlie paluxtar
enervó al respetable hasta límites insospechados. El disgusto llegó con ‘Wasted’ (Ian Kerkhof, Holanda), un film infantiloide y pelín moralista que transcurre en Amsterdam entre pastís y techno facilón, más propio de un oportunista zopenco que del autor de ‘Ten Monologues From The Lives Of The Serial Killers’ (94), demoledor pseudo-documental sobre matarifes célebres. Mejor la olvidamos. Igual que al insulso e irritante culebrón gay ‘Latin Boys Go To Hell’. La música tuvo un año más su espacio de honor en el festival. Seis nombres punteros de la electrónica ibérica (Astrud, Madelman, Silvania, Vanguard y, especialmente atinados, Justo Bagüeste y Camping Gaz & Digi Random) musicaron cortos vanguardistas de Polansky y Eisenstein, entre otros, en una proyección/concierto de lo más estimulante. También gozamos de ‘PNYC’, el sublime concierto de Portishead en Nueva York junto a la Manhattan Symphony Orchestra, así como del documental ‘Blue Note: A Story Of Modern Jazz’, y un amplio surtido de clips (todos los de ‘Let Us Play’ de Coldcut, más Sneaker Pimps, Gus Gus...). Otros méritos del festival: descubrirnos una joya como ‘Bible & The Gun Club’, sátira salvaje en torno a cinco vendedores de biblias y armas a domicilio en la América profunda; la retrospectiva de Richard Fleischer (‘El Estrangulador De Boston’, ‘Viaje Alucinante’, ‘Terror Ciego’, etc.); y la sección Trigo Sucio dedicada al cine patrio más bizarro y morboso, con referencias setenteras como ‘Carne Apaleada’ (melodrama lesbo-carcelario con Bárbara Rey) o ‘La Criatura’ (Ana Belén encamándose con ¡un perro gigantesco!). Nuestro agradecimiento a Cristina Caldueño, Isabel Lueje y José Luís Cienfuegos por la exquisita atención que nos dispensaron.
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P///RENEGADE RECORDS
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Live 4º Festival de Músiques Contemporànies de Barcelona
Arto Lindsay La importancia del contexto Up & Down, Barcelona 26 de diciembre Inesperadamente, los gestores de la ultrapija discoteca Up & Down decidieron “acercarse al mundo” y poner en marcha una programación “moderna” con vistas a quién sabe qué. Incomprensiblemente decidieron inaugurar esta nueva programación con una actuación de Arto Lindsay. Inevitablemente los resultados fueron catastróficos. Lógicamente estos nuevos gestores de la sala fueron invitados a presentar su dimisión a los pocos días. Aún admitiendo que, en principio, la idea podría no haber sido mala (que lo era), la realización de la misma no podía ser sino surrealista. Para empezar, la desinformación y la carrera por las invitaciones. Up & Down había publicitado el acto entre su clientela habitual, entre los que había repartido generosamente invitaciones. Como se puede suponer, la intersección entre el conjunto formado por la clientela de esta sala y el formado por el público potencial del Sr. Lindsay es el conjunto vacío. Quien más quien menos se enteró del evento por casualidad. Conseguir una invitación (única manera de acceder al concierto) fue una gimcama telefónica que el firmante de esta crónica no pudo completar hasta un par de horas antes de empezar el concierto. La segunda prueba a superar era el control de la puerta: prohibido entrar con calzado deportivo. Unos cuantos se quedaron fuera, entre ellos el equipo del programa Sputnik. Afortunadamente, uno es hombre de mundo e iba preparado para la ocasión. Una vez dentro del recinto las pruebas a superar eran psicológicas: la de la alienación (¿qué hago
yo aquí? unos treinta cuasi-harapientos perdidos entre trescientas personas decentes, ellos con esmoquin y puro, ellas con vestido de noche y toda la quincallería puesta) y la de la incertidumbre (¿qué va a pasar?). A todo esto aparece la banda: un intelectual neoyorquino con pinta de estar de vacaciones en Brasil, acompañado de cuatro músicos de la tierra (brasileños, queremos decir), entre los que destacaba el inenarrable aspecto del veterano guitarrista Vinicious Cantauria. Viendo el panorama, Arto Lindsay decidió recuperar sus raíces de guitarrista no-wave e insertar solos ruidistas en todos y cada uno de los temas de un repertorio de bossanova. Desde el punto de vista artístico, era una elección totalmente discutible.Ni la banda estaba por la labor, ni los guitarreos del Sr. Lindsay son lo que fueron (de hecho, son de una obviedad deprimente). Dicho de otra forma, el mismo concierto en otra sala hubiera sido de vergüenza ajena. Sin embargo, dado el contexto, los que habíamos ido a un concierto de Arto Lindsay y no a la inauguración del Up & Down le agradecimos profundamente sus ganas de incordiar, aún a costa de cargarse el concierto. Por otro lado, aunque cualquiera tiene derecho a cambiar de país de residencia y a intentar fusionar culturas, Arto Lindsay al frente de una banda de bossanova es algo así como un japonés cantando flamenco, no sé si me explico. Así, desde la primera canción quedó claro que, o se vaciaba la sala, o cortaban el sonido. Yo aposté a que ocurriría lo segundo. Me equivoqué. A los pocos minutos quedábamos sólo treinta parias, cinco músicos y los camareros. Tuvimos la sala para nuestro disfrute exclusivo durante la hora y media larga que duró aquello, bis incluido. Aunque como concierto resultara decepcionante, como experiencia fue inolvidable (y, probablemente, irrepetible).
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Del 9 de octubre al 13 de diciembre
2º Sympòsium Europeu de la Música Experimental Barcelona Del 23 al 25 de octubre Lo siento por los que no viven en Barcelona, porque tal vez sea la ciudad europea con mayor índice de certámenes interesantes por cm. cuadrado. Dos han coincidido en los últimos meses: el primero presentó como plato fuerte el Memorial Frank Zappa, un homenaje al genio de Cucamonga que abarcó conciertos de rock y clásica, películas y debates. Completaron la programación instalaciones sonoras, seminarios y conciertos varios a cargo de improvisadores, tríos, cuartetos, bandas municipales, orquestas y lo que hiciera falta. El segundo, más modesto pero también más intenso, fue organizado por el insustituible colectivo Gràcia Territori Sonor, y se pudo asistir a actuaciones de, entre otros, Francisco López, Deutsch Nepal y Telectu, además de interesantes ponencias y debates donde se discutió largo y tendido sobre lo humano y lo divino en lo que a música experimental se refiere. Desde Self felicitamos a los responsables de ambos certámenes por la valentía mostrada al llevar a cabo tan difíciles y minoritarias propuestas culturales, por su inconformismo y buen gusto al elegir a los participantes y por el rigor y profesionalidad de que hicieron gala. ¡Ea!
anki toner
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udo látex
P///METRO
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