
7 minute read
salarios mínimos, las mujeres representan el 30
Lenguaje en movimiento
ALFREDO ARNOLD
Advertisement
Con 27 letras del alfabeto podemos construir millones de palabras, aunque la Real Academia Española (RAE) solo utiliza unas 100 mil en sus diccionarios.
Una persona medianamente culta utiliza mil palabras en su comunicación cotidiana, pero un joven solamente emplea 240. La razón de tal desperdicio de palabras se explica, por una parte, porque mediante un solo vocablo podemos referirnos a muchas cosas y, por otra, a la comodidad de utilizar un leguaje simpli cado.
El lenguaje es una maravillosa facultad intelectual del ser humano. Hace la gran diferencia (además del alma, por supuesto) con el resto de las especies del reino animal. Nos permite tener una comunicación inteligente en doble vía: entender a los demás y expresarnos con claridad, y así se va transmitiendo el conocimiento, dando origen a nuevos saberes a lo largo de los siglos.
Da Vinci, Copérnico, Galileo, Einstein, Von Braun… Los conocimientos se encadenan y se expanden a través del lenguaje y el tiempo.
Pero la evolución del lenguaje también implica riesgos. Puede llegar a cambiar tanto que impida la uida comunicación entre dos o más personas; que se convierta en una torre de Babel, a pesar de los intentos por crear un idioma universal como el esperanto, el inglés o el chino-mandarín.
Cada vez es más frecuente la “falta de comunicación” entre padres e hijos, entre políticos de distintos partidos, entre personas de diferente sexo o habitantes de diversas regiones. En buena parte, esto se debe a las imprecisiones que utilizamos en el hablar cotidiano.
Un ejemplo de la incomunicación a causa del mal uso del lenguaje en nuestro país son los debates en las cámaras legislativas. De hecho, no existe el debate sino los posicionamientos; a veces son los gritos e improperios lo que domina, pero también hay legisladores serios que exponen argumentos a favor o en contra de un tema, y entonces la contraparte, en lugar de rebatirlos con razonamientos, simplemente los ignora o cambia de tema. La transmisión televisiva de las sesiones del Congreso ha puesto a un gran número de legisladores en un lamentable ridículo ante la mirada de la gente que los observa.
Pero, sigamos hablando del uso del lenguaje cotidiano:
Además de las adecuaciones a la gramática que viene haciendo la RAE desde el siglo XVII, existen actualmente tendencias que modifi can sin permiso de ésta la lengua española, por ejemplo:
1. La tecnología digital nos ha llenado de términos nuevos, como chat, gadget, storystream, web, mail, metaverso, link, en línea, etcétera.
2. El lenguaje incluyente propone un cambio gramatical que sustituye la distinción de géneros masculino y femenino por expresiones neutras.
3. La moda ha hecho popular algunas palabras en desuso o que se aplicaban dentro de otros contextos, como “resiliencia”, “disruptivo”, “emprendedor”, etcétera.
4. El caló, el argot, la jerigonza y la jerga también han puesto de moda muchas palabras (algunas que eran impropias, ofensivas o groseras hace años), especialmente entre la población joven.
5. Y por supuesto, las redes sociales son un campo propicio para utilizar, no solo las palabras, sino también otros signos de puntuación o pictogramas con absoluta libertad y desparpajo. Los emojis son probablemente el mejor ejemplo de ello.
Seguramente, siempre ha existido evolución del lenguaje; el problema es que ahora sucede con gran rapidez, lo cual deja fuera del cambio (o actualización) a un gran número de personas haciendo más grande la brecha de la comunicación y el conocimiento.
Además, no conviene alejarnos demasiado del lenguaje tradicional porque perderíamos un mundo entero de objetos de disfrute, como los libros, la poesía y las canciones entrañables de compositores de todos los tiempos. ¿Qué hay que hacer para conservar el lenguaje? Leer, conversar, escuchar…, y consultar el diccionario de vez en cuando.
*El autor es LAE, diplomado en Filosofía y periodista de vasta experiencia. Es académico de la Universidad Autónoma de Guadalajara.






25 de Septiembre 2022 Informes de alcaldes y agendas municipales
Jorge rocha académico del iTeSo
Durante la segunda semana de septiembre, tuvimos la pasarela de informes de los actuales presidentes municipales de Jalisco. Las redes sociales fueron inundadas de las fotos de los actos de “rendición de cuentas” de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco, Tamazula, Sayula, Puerto Vallarta; solo por citar algunos casos. Todo fue sonrisas, aplausos y, en general, vimos eventos inundados de una preocupante autocomplacencia y, en algunos casos, vimos a alcaldes que, a pesar del poco tiempo en su encargo, ya se apuntan a lo que sigue.
Los alcaldes de Jalisco cumplirán un año en el cargo, eso significa que ya no son novatos, que ya no pueden culpar a los anteriores de los problemas que los aquejan, y que ahora comienza el periodo de dar resultados. Los informes de los titulares de los gobiernos locales trataron de mostrar que trabajan y atienden las necesidades de la población, que hacen bien las cosas e intentan refrendar el apoyo de la ciudadanía. Más allá de los logros mostrados, me parece que en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) hay varias agendas que son prioritarias y estratégicas, y es urgente que los alcaldes generen resultados y avances inobjetables. Los problemas a tratar son los siguientes. 1.Seguridad. Este problema es la necesidad más sentida por la ciudadanía en la capital de Jalisco. La percepción de inseguridad es muy alta, y a pesar de que cada nivel de gobierno tiene sus atribuciones claramente delimitadas, es fundamental que las policías municipales generen modelos de cercanía con las comunidades y que desarrollen estrategias eficaces de prevención del delito. 2.Abastecimiento de agua de calidad. Este año tuvimos un temporal copioso que ayudó a no tener que implementar las medidas de tandeos; sin embargo, es claro que la ZMG necesita de una solución para el abastecimiento completo de agua en todas las colonias de la ciudad, en cantidad y en calidad. Éste, sin duda, es uno de los asuntos más urgentes y complejos que la y los alcaldes tienen que encarar en su gestión. 3.Manejo de residuos. Cada comienzo de gestión municipal hemos sido testigos de las escaramuzas entre los alcaldes entrantes y la empresa Caabsa Eagle, sobre la recolección de basura en la ciudad. El problema no está resuelto y es una “bomba de tiempo” que, tarde o temprano, tiene que resolverse. Parece que el modelo de concesión del servicio a una sola empresa (generar un monopolio privado con recursos públicos) está completamente agotado y es necesario pasar a otro modelo, pasando por la revisión de experiencias exitosas (que sí las hay) en la ciudad, para poner fin a este problema que crece día con día. 4.Movilidad sustentable. A pesar de los esfuerzos que se han hecho, y que son dignos de reconocer, la ciudad sigue colapsada y el tráfico en las calles aumenta de forma considerable, junto con los tiempos de desplazamiento. Ante este escenario, es necesario avanzar hacia soluciones integrales de movilidad, donde las distintas formas de desplazamiento sean convergentes y complementarias. Es fundamental enfrentar este problema que hace sufrir a más de uno todos los días.
Ahora bien, también hay agendas particulares para los alcaldes de la ZMG; por ejemplo, para el caso de Tlajomulco y Zapopan es necesario regular el crecimiento urbano para asegurar una buena calidad de vida para sus habitantes y respetar las zonas de bosque y de recursos naturales que están en esas demarcaciones. El Mercado de Abastos sigue siendo para Guadalajara un reto creciente, ya que es “tierra de nadie”, donde las leyes no se respetan y donde bodegueros y dueños de tráileres, le hacen la vida difícil a los vecinos de la zona y de la ciudad, al generar que transporte pesado ingrese a la metrópoli. Finalmente, la cobertura de servicios públicos en Tlaquepaque y Tonalá sigue siendo un reto fundamental para ambos gobiernos municipales.
Esperemos que los informes de segundo año de los alcaldes de Jalisco y de la ZMG estén en otro tono, con menos autocomplacencia y más resultados.
