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De 63 mil 654 trabajadores que reciben más de

Mayor salario no signifi ca que alcance: UdG

El doctor en Economía Antonio Ruiz Porras, comentó que las mujeres son las que reciben un salario menor en México, por lo que aumentar el SM sí puede (dependiendo del contexto) generar un mayor ingreso, pero esto no quiere decir que les alcance.

Algunas de las razones por las que existe la brecha salarial en México es por:

1. Inflación (aumento en los precios). 2. Contexto (educación, capacidad económica). 3.Zona geográfi ca (lugar de trabajo, ejemplo ZLFN). 4. Edad (a menor edad, menor ingresos). 5. Género (por ejemplo, en desempleo, por cada 2 hombres hay 3 mujeres).

Según datos del INEGI en Jalisco, sobre indicadores estratégicos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del primer trimestre de 2022, se tiene una base de poco más de 6 millones 553 mil 770 de personas con empleos en el Estado donde, en su mayoría, son representados por las mujeres con 3 millones 394 mil 172 (51%) contra 3 millones 159 mil 598 (49%) que representan a los hombres. A pesar de ser mayoría las mujeres trabajadoras (al igual que mayoría en población), se encuentran con una brecha salarial signi cativa.

Nivel de ingresos Hasta un salario mínimo Más de 1 y hasta 2 SM Más de 2 y hasta 3 SM Más de 3 y hasta 5 SM Más de 5 SM No recibe ingresos HOMBRES

2,388,048 409,828 1,030,311 530,128 147,020 44,101 37,825

MUJERES

1,555,679 518,901 569,618 217,624 55,786 19,553 66,981

• De 928 mil 729 trabajadores que reciben hasta

un salario mínimo, el 55.8% son mujeres.

• De 1 millón 599 mil 929 trabajadores que reciben entre uno y hasta 2 salarios mínimos, solo el

35.6% son mujeres.

• De 747 mil 752 trabajadores que reciben de más 2

hasta 3 salarios mínimos, el 29.1% son mujeres.

• De 202 mil 806 trabajadores que reciben más de 3

hasta 5 salarios mínimos, el 27.5% es de las mujeres.

• De 63 mil 654 trabajadores que reciben más de 5

salarios mínimos, las mujeres representan el 30.7%.

• De 104 mil 806 trabajadores que no reciben ingresos, las mujeres son 63.9%.

Con estadísticas del INEGI, se puede apreciar que en los únicos datos donde las mujeres cuentan con un porcentaje de mayoría es en el que ganan solo un salario mínimo y en el que no reciben ingresos.

A pesar de que los datos del gobierno mostraron un resultado positivo en cuanto a la relación SM-disminución de la brecha salarial, la CONASAMI (Comisión Nacional de Salarios Mínimos) concluyó que se necesita seguir buscando puntos de mejora y nuevas políticas públicas también para cerrar las brechas de género entre las mujeres con salarios medios y altos.

Se estima que las mujeres invierten 2.6 veces más tiempo que los hombres en tareas de cuidado no remuneradas.

El Dr. Antonio Ruiz Porras concluyó argumentando que no se va a eliminar la brecha salarial con solo aumentar el ingreso mínimo, sino que la diferencia de salarios es uno de los factores por los cuales se impide el objetivo del SM, de tal forma que se deben considerar procesos a corto y largo plazo para poder lograr la situación pre-pandemia.

“Medidas como vincular el incremento salarial con la in ación, mejoras a la productividad (capacitación), una mejor y completa educación, al igual que una mayor apertura y transparencia entre las negociones entre los trabajadores y empleadores para discutir los salarios mínimos”.

A pesar de que las cifras pueden mostrar datos engañosos sobre la disminución de la brecha salarial, “el verdadero cambio debería buscar la calidad de vida del trabajador, porque sin conocer los factores y las necesidades de éste, no se puede aumentar el salario de forma positiva, para un verdadero bene cio”.

Una tercera vía política

Luis sánchez

El fin de semana pasado, Morena, el partido en el poder, tuvo su Tercer Congreso Nacional, en el que se renovaron algunos puestos dentro de sus distintos comités, además de redefinir sus estatutos como partido político, en los cuales se establece como un partido de izquierda y antineoliberal. Sin embargo, en distintos medios de comunicación, ha circulado la versión de que Morena dejaría de ser un partido de izquierda y que ahora, dada la forma de ejercer el poder como partido de Estado, se erigiría como centro izquierda, generando una dinámica similar a la que vimos con el Revolucionario Institucional en el poder. Esta teoría no suena descabellada, dado el poder que tiene actualmente en el Congreso, Senado, algunos congresos locales y gobernando más de 20 Estados en todo el país; empero la situación hoy es muy diferente y existe, por fortuna, un balance de pesos y contrapesos, que no han permitido el control total de las instituciones, como sí lo llegó a tener el PRI.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), desde sus orígenes, y producto de una revolución que aglutinó a las clases campesinas y obreras, se definió a sí mismo como una opción política de centro izquierda; sin embargo, esto de izquierda quedó rápidamente institucionalizado y el partido que duró más de 70 años en el poder se dedicó a administrar el país, bajo los preceptos, reglas e instituciones que ellos mismos crearon. Dentro de esta lógica de opción única y un evidente favoritismo a la clase política que estaba en los altos mandos y sus círculos cercanos, nace una opción política a finales de 1930, que se identificaba más con la corriente conservadora, y al estar ligado a las ideas de la democracia cristiana, podríamos encuadrar en el concepto de “derecha”, el Partido Acción Nacional.

El PAN, en su momento, comenzó con una profunda convicción de ser oposición al partido hegemónico; consolidando espacios más diversos, políticamente hablando, y siendo eje en el proceso de democratización que vivió México durante finales del siglo pasado. Si bien, en el 2000, Acción Nacional representó un tanque de oxígeno de esperanza para una nueva opción política en el poder, en 12 años se desdibujó, teniendo un declive y pasando a ser tercera fuerza política a nivel nacional.

Sobre el PRD, podemos decir que en su momento se planteó como una opción de izquierda, en sus orígenes con Cuauthémoc Cárdenas y toda la lucha democrática que se generó posterior a las elecciones de 1988, donde el sistema de conteo de votos “se cayó” y terminó dándole la ventaja al candidato del PRI, Carlos Salinas de Gortari. El PRD de esos años se presentó a sí mismo como una opción integrada por distintos movimientos de izquierda que buscaban dar representatividad a todas esas voces que no cabían dentro del PRI, ni el PAN. Tuvo momentos importantes como los triunfos en el Distrito Federal, siendo la capital del país un bastión importante para que el movimiento creciera, al grado de catapultar a López Obrador para la presidencia del 2006, que perdería contra Felipe Calderón del PAN. Tomando eso como referencia, vemos que hoy está muy alejado de aquel partido, que en su momento dio cabida a demandas sociales de los sectores más vulnerables; aún lo hace, pero la ambición de sus líderes lo ha llevado a ser un partido satélite más, para muestra la alianza que tuvieron con PAN y PRI, y que acaba de romperse recientemente.

Al no estar dentro de ninguna alianza partidista y afirmar que van solos; Movimiento Ciudadano puede buscar representar el papel de tercera vía, ya que existen algunas figuras interesantes dentro de sus filas; sin embargo, es un proyecto de mediano y largo plazo, que tiene que comenzar a consolidarse desde ya. Ante este bipartidismo, MC puede acoger al electorado que se identifica con el centro, la derecha y un ala de izquierda más moderada, que no está 100% a favor del proyecto morenista, pero que a la vez busca hacer política diferente. Esto último lo ha entendido el partido naranja en algunos Estados y ha dado paso a figuras emanadas de la sociedad civil, el activismo o la academia para ser parte de los representantes populares o funcionarios de gobiernos, generando una dinámica de pesos y contrapesos interesante.

Si se quiere ser una tercera vía, se debe trabajar en no cometer los mismos errores que la derecha y la izquierda han tenido ante la falta de autocrítica y la reserva de escuchar opiniones diversas. Ya veremos qué nos deparan estos dos años que restan y cómo se siguen moviendo las fichas en este 2022.

Nos leemos la siguiente semana con mejores noticias y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar, desde espacios más informados, que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.

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