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OMUNIÓ Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro
La Comunicación, hace la Comunión
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“después” de la pandemia E
l mundo, nuestro mundo, nuestros ojos, están contemplando escenas que parecen sacadas de una película de ciencia ficción, de suspenso o incluso de franco terror. Las estadísticas con sus datos duros nos ofrecen panoramas desoladores en algunas partes del planeta, calles vacías, trabajadores de la salud llorando de impotencia ante el invisible virus que se propaga de forma inexorable, aunque su llanto se debe también a otras causas como la falta de equipo para atender a los contagiados sin contagiarse ellos mismos o ante la incomprensión e insultos de quienes los consideran los propagadores o negligentes de estos escenarios donde el COVID 19 es omnipresente. La situación no se resolverá pronto, es más, se complicará todavía más si pensamos en que el virus afecta varios frentes y no solamente el de la salud. Uno de los panoramas más alarmantes que se vislumbran es el de la economía.
Hasta este párrafo parece que la actual pandemia es absolutamente negativa, pero si la crisis no es el fenómeno en sí sino la manera en que reaccionamos, entonces podemos contemplar otros horizontes contrapuestos: a la violencia la comprensión y el respeto, al hambre y los saqueos la generosidad que comparte de los propios bienes para sentirnos saciados… al aislamiento que nos ha impuesto el posible contagio, la cultura del encuentro en la propia casa y a través de las redes sociales que posibilitan la comunidad virtual. Y aunque nosotros no controlamos el clima o las enfermedades o, como sucede hoy, las consecuencias de una epidemia que se transformó en pandemia, sí podemos, como dice el poeta, ser “arquitectos de nuestro propio destino” cuando optamos por tomar la adversidad como un reto para crecer en la fe, el amor y los valores que se convierten en las piedras eficaces para edificar la “civilización del amor” en “el después de la pandemia”.
No. 1157 Año 23 | 26 de abril de 2020
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COMUNIÓN
SUBSIDIO III DOMINGO DE PASCUA Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas. Lc 24 13-35
DIRECTORIO SEMANARIO COMUNIÓN Administrador Diocesano Mons. Mario de Gasperín Gasperín. Director responsable Pbro. Lic. Gabriel Álvarez Hernández. Diseño TAG Juan Pablo Castro Alfaro. Vicario de Pastoral Pbro. Lic. Rogelio Olvera Vargas. Comisión Diocesana de Pastoral de Comunicación Pbro. Lic. Gustavo Licón Suárez. Órgano Informativo de la Diócesis de Querétaro, fundado por el señor Obispo, Mons. Mario De Gasperín Gasperín, el 22 de febrero de 1998. Horario de oficina: De 9:00 a.m. a 2:00 p.m. de lunes a viernes. Reforma No. 48. Centro. C.P. 76000 Santiago de Querétaro, Qro.
(442) 224-04-96.
semanariocomunionqro@gmail.com
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l Evangelio de este Domingo nos presenta el hermoso relato de los discípulos de Emaús. Allí se presenta una explicación al mensaje más escandaloso y difícil de aceptar, el escándalo de la Cruz. Este misterio requiere que se trate con insistencia. ¿cómo entender que el Mesías tenía que padecer y morir? Jesús, le explica a los de Emaús, basándose en lo dicho por Moisés y los profetas. Y el mismo Jesús, a todos los discípulos, les abre la mente para comprender lo que de él han dicho Moisés, los profetas y los salmos. La palabra de Jesús y todo el Antiguo Testamento quedan al servicio del gran mensaje de la muerte y resurrección.
los dos de Emaús, que también esperaban que Jesús fuera el libertador de Israel. No son galileos, no forman parte del grupo inicial, pero han alentado las mismas ilusiones que ellos con respecto a Jesús. Están convencidos de que el poder de sus obras y de su palabra va a ponerlos al servicio de la gran causa religiosa y política: la liberación de Israel. Sin embargo, lo único que consiguió fue su propia condena a muerte. Ahora sólo quedan unas mujeres lunáticas y un grupo se seguidores indecisos y miedosos, que ni siquiera se atreven a salir a la calle o volver a Galilea. A ellos no los domina la indecisión ni el miedo, sino el desencanto. Cortan su relación con los discípulos, se van de Jerusalén.
Para comprender a los discípulos de Emaús hay que recordar el comienzo del evangelio de Lucas, donde distintos personajes formulan las más grandes esperanzas políticas y sociales depositadas en la persona de Jesús. Comienza Gabriel, que repite cinco veces a María que su hijo será rey de Israel. Sigue la misma María, alabando a Dios porque ha depuesto del trono a los poderosos y ensalzado a los humildes, porque a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Los ángeles vuelven a hablar a los pastores del nacimiento del Mesías. Zacarías, el padre de Juan Bautista, también alaba a Dios porque ha suscitado en la casa de David un personaje que librará al pueblo de Israel de la opresión de los enemigos. Finalmente, Ana, la beata revolucionaria de ochenta y cuatro años, habla del niño Jesús a todos los que esperan la liberación de Jerusalén. Parece como si Lucas alentase este tipo de esperanza político-social-económica.
En este momento tan inadecuado es cuando le sale al encuentro Jesús y les tiene una catequesis que los transforma por completo. Lo curioso es que Jesús no se les revela como el resucitado, ni les dirige palabras de consuelo. Se limita a darles una clase de exégesis, a recorrer la Ley y los Profetas, explicando y comentando los textos adecuados. Pero no es una clase aburrida. Más tarde comentarán que, al escucharlo, les ardía el corazón.
El tema lo recoge en el capítulo final de su evangelio, encarnándolo en Semanario Comunión Querétaro.
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“Pedir perdón es de hombres inteligentes, pero perdonar es de almas humildes.” Santo Padre Pio de Pietrelcina
El misterioso encuentro termina con un misterio más. Un gesto tan habitual como partir el pan les abre los ojos para reconocer a Jesús. Y en ese mismo momento desaparece. Pero su corazón y su vida han cambiado. Los relatos de apariciones, tanto en Lucas como en los otros evangelios, pretenden confirmar en la fe de la resurrección de Jesús. Los argumentos que se usan son muy distintos. Lo típico de este relato es que a la certeza se llega por los dos elementos que terminarán siendo esenciales en las reuniones litúrgicas: la palabra y la
eucaristía. Por desgracia, la inmensa mayoría de los católicos ha decidido escapar a Emaús y casi ninguno ha vuelto. «La misa no me dice nada». Es el argumento que utilizan muchos, jóvenes y no tan jóvenes, para justificar su ausencia de la celebración eucarística. «De las lecturas no me entero, la homilía es un rollo, y no puedo comulgar porque no me he confesado». En gran parte, quien piensa y dice esto, lleva razón. Y es una pena. Porque lo que podríamos calificar de primera misa, con sus dos partes principales (lectura de la palabra y comunión) fue una experiencia que entusiasmó y reavivó la fe de sus dos únicos participantes: los discípulos de Emaús. Pero hay una grande diferencia: a ellos se les apareció Jesús. La palabra y el rito, sin el contacto personal con el Señor, nunca servirán para suscitar el entusiasmo y hacer que arda el corazón. Hoy, ante la situación de la Pandemia, debemos de valorar aún más la Santa Misa, fuente y culmen de la vida cristiana. Ante la imposibilidad de participar físicamente en la celebración, nos queda la Meditación de la Palabra y el reto de descubrir en el hermano la presencia del Resucitado, que mientras vivimos estos momentos difíciles se nos acerca y camina con nosotros, pero a veces nuestros ojos están velados y no lo podemos reconocer. Ojalá que podamos dedicar un tiempo a leer y meditar la Sagrada Escritura en estos días de aislamiento, y que el contacto y la convivencia con los más próximos sean una oportunidad para ver el Rostro de Dios en el hermano.
Amén.
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CEM. 10 RECOMENDACIONES DE LA IGLESIA EN MÉXICO EN CASO DE MUERTE POR COVID-19 Tomado de Agencia Católica de Noticias (ACN), sintesis@acnweb.mx 22 de abril de 2020
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n una carta dirigida a todos los agentes y destinatarios de la salud, pero también a las familias mexicanas, el obispo de Tulancingo y responsable de la Dimensión Pastoral de la Salud de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Domingo Díaz Martínez, compartió las siguientes 10 recomendaciones en caso de muerte durante la emergencia sanitaria que se vive en el país a causa del Covid- 19: 1.- En caso de que el fallecimiento sea conocido directamente a causa del Covid- 19, la familia y las personas involucradas en el cuidado del paciente deberán notificar a las autoridades y guardar la cuarentena solicitada por la autoridad civil.
2.- Para los trámites funerarios y el traslado del cadáver, téngase en cuenta las indicaciones dadas por el personal médico. 3.- Una vez obtenido el certificado médico de defunción, la familia deberá ponerse en contacto vía telefónica con la funeraria, para realizar los servicios respectivos. Ellos observarán los protocolos indicados. 4.- En el contexto del conjunto de medidas de distanciamiento social,
tomadas a nivel nacional, para evitar la expansión del virus, no se recomiendan los velorios, el embalsamamiento, pero sí se prescribe la cremación. 5.- Evítese el acercamiento al cuerpo sin vida, pero si la familia desea ver el cuerpo, permítase el acceso sólo a los familiares más cercanos, observando todas las precauciones indicadas: (cubrebocas, gel, guantes, lentes…) se prohíbe tocar el cuerpo. 6.- Recomendamos acompañar a los familiares de los fallecidos con nuestras oraciones y con nuestra cercanía, usando los medios de comunicación posibles. 7.- Les pedimos vivir la caridad, para con quienes prestan el servicio sanitario; exhorten a los fieles a evitar agredirlos o insultarlos; ellos arriesgan su vida y la de su familia por atender a los infectados por este virus. Lo mismo para los familiares de los infectados declarados sanos, pidan se eviten acciones discriminatorias contra ellos. 8.- La labor del Sacerdote es una actividad esencial para la atención de los fallecidos y sus familiares, en este tiempo de pandemia, es necesario celebrar la Eucaristía por los difuntos y pidiendo también por los deudos, pero a distancia, virtualmente, sin presencia física de fieles, de manera que los familiares encuentren en
ello consuelo y fortaleza (facilitar un número telefónico o una plataforma virtual a los feligreses). Si se realizaran las exequias, de manera excepcional, háganlo siguiendo las normas estrictas de precaución, y utilizando el Equipo de Protección Personal: higiene de manos, guantes, mascarilla quirúrgica, respirador n-95, delantal impermeable de manga larga y protección facial. Esto, no sólo para no infectarse, sino para no convertirse en portadores y transmisores del virus. Además, de regreso a casa, dejar sus zapatos afuera y posteriormente desinfectarlos; depositar su ropa en una bolsa de plástico y lavar inmediatamente; darse un baño con agua caliente y sanitizarse por su salud y la de sus hermanos de casa. Los mayores de 60 años, están exentos de realizar este tipo de servicios.
Video llamadas rápidas y sencillas de usar Por: SEG del Valle
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on la contingencia, las video llamadas han tenido una popularidad privilegiada, si bien ya eran muy socorridas, ahora son una forma importante de comunicación, por esto plataformas como Zoom y Skype son las favoritas para reuniones de grupos, comunidades e incluso grupos escolares. Pero para una comunicación más cotidiana, con familiares o amigos, puede ser algo tedioso o complicado abrir sesiones en estas plataformas; sobre todo si solo queremos conectarnos rápidamente con una o dos personas o si la otra persona no tiene gran conocimiento de cómo usar estas aplicaciones. Para estas ocasiones podemos usar la función de video llamada que apli-
Procúrese en las Diócesis, solicitar a los hospitales aptos y de confianza, capacitación profesional para los sacerdotes, voluntarios o designados especialmente por su obispo, para atender los casos de contagio positivo durante esta contingencia, o para dar la bendición a los cuerpos de las personas fallecidas a causa de este mal. 9.- No dejemos de ofrecer nuestras oraciones y bendiciones por los médicos y enfermeras, por todos los hombres y mujeres que laboran en hospitales, clínicas y centros de salud, y también por los que asisten a los enfermos en las casas. 10.- Recomendamos finalmente, en caso de duda respecto a algún procedimiento adicional, revisar los protocolos de la Secretaría de Salud.
INTERNAUTA EVANGELIZADOR
caciones como Whatsapp, Facebook e Instagram ofrecen. Pero ¿cuál de estas tres es mejor? En mi experiencia la que tiene peor servicio es la de Messenger de Facebook, ya que a mí se me traba mucho y vicia el sonido con mucha facilidad. Pero al ser Facebook es muy útil, ya que la mayoría de las personas ya tienen una cuenta (En enero de este año contaba con 2, 449 millones de usuarios, 849 millones más que Whatsapp). Por otro lado, está Instagram, cuyas videollamadas, en mi experiencia, han sido de mejor calidad que las de Facebook en cuanto a conectividad y audio. Tanto Messenger de Facebook como Instagram te permiten hacer
llamadas con una o varias personas y agregar filtros divertidos o incluso algunos “jueguitos”.
depende de tus necesidades, pero te invito a que las pruebes y las conozcas.
También está Whatsapp que, en mi opinión, de las tres es la más fácil de usar. Esta no tiene filtros ni juegos, pero cumple muy bien con su función. Además, te deja agregar a más personas de forma muy sencilla.
Por último, me gustaría recordarte que no en todos los planes de datos celulares vienen incluidas las videollamadas, por lo que debes tener cuidado para no acabar con tus megas o recibir cuentas estratosféricas. Sólo es cuestión de investigar qué incluye tu plan o usar una conexión wifi.
Las tres son buenas, cuál usar
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PROPUESTAS EVANGELIZADORAS Las “Propuestas Evangelizadoras” es uno de los tres cursos, junto con “Christus Vivit” y “Curso Básico de Pastoral IV” que reafirman el Proceso de Pastoral en las Parroquias. Esta es la tercera de una serie de tres presentaciones que nos permitirán conocer los cursos que las parroquias programaron a principio de año y que están impartiendo, en tiempos de pandemia, de forma virtual en sus diversas plataformas. PRESENTACIÓN
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n la primera carta de san Pablo a los Corintos (12, 12-13), el apóstol refiere a sus lectores la imagen del símil del cuerpo: “Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y, sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo, judíos y griegos, esclavos y hombres libres y todos hemos bebido de un mismo Espíritu”. Esta imagen, sobre todo a partir del concilio ecuménico Vaticano II, nos ha permitido entender el valor y la riqueza de los carismas en la Iglesia y cómo cada uno de ellos no hace sino contribuir para que el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, revele la belleza de su creador. Los carismas, constituyen un gran recurso de renovación para la Iglesia y para la urgente conversión pastoral y misionera. Los dones carismáticos, de hecho, mueven a los fieles a responder libremente y de manera adecuada al mismo tiempo, al don de la salvación, haciéndose a sí mismos un don de amor para otros y un auténtico testimonio del Evangelio para todos los hombres. Los dones carismáticos en su práctica pueden generar afinidad, proximidad y parentescos espirituales a través de los cuales el patrimonio carismático, a partir de la persona del fundador, es participado y profundizado, creando verdaderas familias espirituales. Los grupos eclesiales, en sus diversas formas, aparecen como dones carismáticos compartidos.
Los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades muestran cómo un carisma original en particular puede agregar a los fieles y ayudarles a vivir plenamente su vocación cristiana y el propio estado de vida al servicio de la misión de la Iglesia. Las formas concretas e históricas de este intercambio se pueden diferenciar en sí; esta es la causa por la que un carisma original, fundacional, se pueden dar, como nos enseña la historia de la espiritualidad, diversas fundaciones. (cfr. Iuvenescit Eccleisa, Congregación para la Doctrina de la fe, n.16), valoramos y reconocemos que en esta Iglesia particular existan diferentes formas de anunciar el Evangelio, de tal forma que desde la identidad que las distingue, sumen al proceso evangelizador diocesano y parroquial. Bajo esta perspectiva tengo el gusto de presentar este subsidio pastoral que la Vicaría de Pastoral nos ofrece, en donde podemos ver de manera sintética: el ser y quehacer de cinco propuestas evangelizadoras; dónde cada una de ellas, fruto del Espíritu Santo, ofrece un itinerario de fe, de esperanza y de caridad, de tal forma que quienes sintiéndose identificados con ellas, vivan y fortalezcan su fe. Fraternalmente en Cristo y María. Ciudad episcopal de Santiago de Querétaro, Qro., a 18 de octubre de 2019. Fiesta de San Lucas Evangelista + FAUSTINO ARMENDÁRIZ JIMÉNEZ Administrador Diocesano de Querétaro y Arzobispo Electo de Durango
INTRODUCCIÓN
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n esta IV etapa de nuestro Plan Diocesano de Pastoral, 2017-2025, siendo fieles al mandato de Jesús, ‘’Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio” (Me 16, 15), los discípulos misioneros de esta diócesis de Querétaro, queremos ser: “una Iglesia de puertas abiertas y en salida misionera” (EG 15); evange-
lizadores con Espíritu, con audacia y creatividad pastoral para acompañar, animar y orientar a la persona, familia y comunidades de vida cristiana mediante itinerarios de formación integrales. En este subsidio se presentan cinco Propuestas Evangelizadoras (Camino Neo-catecumenal, Comunidades Eclesiales de Base, Escuela de Evangelización San Andrés, Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo, Sistema Integral de la Nueva Evangelización) presentes en el caminar pastoral de nuestra diócesis, cada una de ellas desde sus itinerarios formativos favorecen sin duda todo el “Proceso Evangelizador”, especialmente la acción pastoral o vida de la comunidad. La comunidad cristiana se concibe como “origen, lugar y meta de la catequesis” (Cfr. DGC 254), que parte de la comunidad cristiana como núcleo central, se da dentro de la comunidad y a su vez se concretiza en la acción pastoral a través de la conformación de estas comunidades.
Estas Propuestas Evangelizadoras favorecen, impulsan y consolidan tres aspectos significativos contenidos en nuestro Plan Diocesano de Pastoral: formación permanente, misión permanente y espiritualidad de comunión. Pretendemos con este subsidio que todos los discípulos misioneros (obispo, sacerdotes, vida consagrada, laicos, etc.), valoremos la presencia de estas propuestas evangelizadores que son fruto de la acción del Espíritu presente en la Iglesia y en concreto en las parroquias de nuestra diócesis, para garantizar el crecimiento y madurez de aquellos que han decidido ser discípulos de Jesús y desean configurarse con Él. Pbro. Lic. Rogelio Olvera Vargas Vicario Episcopal de Pastoral
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l mismo día de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: “¿De qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?” Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: “¿Eres tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalén?” Él les preguntó: “¿Qué cosa?” Ellos le respondieron: “Lo de Jesús el nazareno, que era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo. Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres días desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no encontraron el cuerpo y llegaron contando que se les habían aparecido unos ángeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron”. Entonces Jesús les dijo: “¡Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas! ¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así entrara en su gloria?” Y comenzando por Moisés y siguiendo con todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que se referían a él. Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, él hizo como que iba más lejos; pero ellos le insistieron, diciendo: “Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer”. Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos se decían el uno al otro: “¡Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras!” Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: “De veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón”. Entonces ellos contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Palabra del Señor. Palabra del Señor
REPASAR EL TEXTO LEÍDO ¿Qué
día salió al encuentro de los discípulos Jesús? v.13 ¿Qué hacían
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26 de abril de 2020 Lc. 24, 13-35
TERCER DOMINGO DE PASCUA CICLO A Pbro. José Luis Salinas Ledesma
mientras caminaban? v.15 ¿Quién fue Jesús para los discípulos de Emaús? v.19 ¿Qué esperaban ellos? v.21 ¿Qué contaron algunas mujeres? vv.22-23 ¿Qué respondió Jesús a las interrogantes de ellos? vv.2527 ¿Qué le pidieron a Jesús cuando hacía como que se marchaba? v.29 ¿Qué hizo Jesús sentado a la mesa? v.30 ¿Qué sucedió a los discípulos? v.31 ¿Qué hicieron luego de reconocer a Jesús? v.33 ¿Qué contaron a los otros discípulos? v.35
EXPLICACIÓN DEL TEXTO Nos encontramos ante un texto que es exclusivo del evangelista San Lucas. Los acontecimientos que narra tienen lugar el mismo día de la resurrección, el domingo. Jesús se aparece a los discípulos que ven fallidas sus expectativas. Veían en él a un hombre, un profeta, poderosos en palabras y en obras; se habían impresionado y vieron en él al Mesías, pero nunca pasaron a creer en su divinidad sólo al final en la fracción del pan. Jesús se hace el encontradizo en su camino de decepción y explica las Escrituras. Aclara aquella idea de un Mesías poderoso y nacionalista, para creer en un Mesías que por el sufrimiento entra en la gloria. Este título de Mesías sufriente no se encuentra en el Antiguo Testamento ni en la literatura judía anterior al Nuevo Testamento. El tema sí se encuentra en Mc 8,31-33, pero allí no aparece todavía el título de Mesías. Este relato resume y describe el proceso catequético-litúrgico de la comunidad lucana. Primero hay que abrir los ojos de la fe, era necesaria una mirada especial para reconocer al resucitado, su fe en ese momento sólo alcanzaba a ver en Jesús a un profeta de Dios. La tristeza expresa el fracaso de sus expectativas mesiánicas. La cruz era para ellos el final de toda esperanza. Sólo el encuentro con el resucitado puede dar sentido al escándalo de la cruz. La explicación de las Escrituras hace arder el corazón y entender el plan de salvación de Dios a través de la
historia. La fracción del pan evoca la Eucaristía de la Iglesia primitiva, con ellas se recuerda a los miembros de la comunidad que al romper el pan era posible el encuentro con el resucitado. El relato quiere responder a una pregunta que se hacían los miembros de la comunidad. Si Jesús ha resucitado y está vivo ¿Dónde puedo encontrarlo? Para reconocerlo tenemos que dejarnos guiar por su palabra leída en la celebración de la Eucaristía. Entonces se abrirán nuestros ojos y le reconoceremos. Cuando regresan los discípulos de Emaús a Jerusalén donde están reunidos los demás apóstoles cuentan que han reconocido a Jesús en la “fracción del pan”. Los discípulos de Emaús representan a todos los seguidores de Jesús que después de reconocerle no dudan en creer.
MEDITACIÓN DEL TEXTO (Cada uno comparte su reflexión) Los discípulos de Emaús regresan inmediatamente a Jerusalén contentos sin importar que sea de noche, para contar a los demás apóstoles que han visto a Jesús resucitado. Estaban turbados y no entendían la ausencia de Jesús, pero después de reconocerle no dudan en creer. Se transformó su tristeza en gozo, su pesadumbre en esperanza, su vida volvió a tener sentido. No encontraron a Jesús por el hecho de buscarlo, sino que es Jesús quien se acerca a ellos para hacerles entender que no se ha ido, está presente, va caminando con ellos, está en las Escrituras y en la Eucaristía. La comunidad de los apóstoles que se había dispersado, ahora se encuentra reunida gracias al mensaje pascual de la resurrección de Jesús. Ya habían recibido el testimonio de Pedro, de Juan, de la Magdalena y ahora también el testimonio de los discípulos de Emaús. Pero necesitaban también que todos los demás tuvieran la experiencia personal del encuentro con Jesús resucitado. Esta experiencia personal es el fundamento de la fe de los creyentes de todos los tiempos hasta el día de hoy.
“No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida, y con ello, una orientación decisiva. Esto es lo que nos han conservado los Evangelios como el inicio del cristianismo: un encuentro de fe con la persona de Jesús” (Cf. DA 243). Sólo a partir del descubrimiento del sentido profundo de la Escritura se entiende a Jesús. En él tiene su cumplimiento y su verdadera interpretación. Jesús se convierte en el principio hermenéutico para conocer el mensaje de salvación. Cada vez que leemos la Escritura podemos tener un encuentro con Jesús vivo, que nos sigue hablando personal y comunitariamente. “Encontramos a Jesucristo en la Sagrada Escritura leída en la Iglesia. Por eso se debe educar al pueblo en la lectura y la meditación de la Palabra: que ella se convierta en su alimento para que, por propia experiencia vea que las palabras de Jesús son espíritu y vida. Hemos de fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida cristiana en la roca de la Palabra de Dios” (Cf. DA 247). Jesús envía a los apóstoles como testigos a predicar la conversión y el perdón de los pecados para todos los hombres y mujeres. El testimonio apostólico tiene como tema central la muerte y resurrección de Jesús como el Mesías anunciado en el Antiguo Testamento. Jesús resucitado no es un cadáver reanimado, es el mismo Jesús de Nazaret ahora con un cuerpo glorioso, que no quiere dejar duda de su presencia real de tal manera que come con los apóstoles para que se convenzan y sean testigos creíbles.
COMPROMISO PERSONAL Y COMUNITARIO Participar en la oración familiar para reavivar la fe en Jesucristo muerto y resucitado. Participar en la Eucaristía dominical reunidos como familia propiciando un verdadero encuentro con Jesús vivo que habla y nos alimenta con su Palabra. Estudiar y meditar la Sagrada Escritura en familia para conocer el mensaje de salvación. Participar virtualmente si es posible como pequeña comunidad para vivir la experiencia eclesial de cuerpo de Cristo. Anunciar con alegría el mensaje de salvación de Cristo muerto y resucitado a quienes están temerosos por las situaciones de enfermedad y muerte que vivimos en nuestros días.
TERMINAR ORANDO EL PADRE NUESTRO
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Todos en casa ¿y las peleas entre hermanos?
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n estos tiempos que nos han tocado vivir, donde debemos mantenernos guardados en casa, nos damos cuenta que la convivencia familiar se vuelve un tema vital y muy difícil de sobrellevar. El encierro nos hace más irritables y el estar todos juntos, todo el tiempo, genera sentimientos difíciles de procesar por que no tenemos tiempo de aislarnos un poco para poner en orden nuestros sentimientos. Los pleitos entre hermanos se pueden hacer más comunes y más profundos, es por esto hoy te dejo mis 5 Tips para evitar los pleitos entre hermanos y solucionar los que ya existen.
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Si ya están peleados, que sean humildes y ofrezcan disculpas
Muchas veces los pleitos se hacen más profundos porque ninguno quiere dar su brazo a torcer y aceptar que se equivocó. Esto requiere de humildad para aceptar los errores y también humildad para aceptar las disculpas. Podemos educar a nuestros hijos para que no les cueste trabajo ofrecer disculpas y otorgar el perdón. Para esto podemos hacer pequeños ejercicios de virtud a lo largo del día. Y también, si son pequeños, debemos ayudarles y dirigirlos en este proceso ya que nuestros hijos no saben como hacerlo y de nosotros y nuestro ejemplo, aprenderán.
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Por: Silvia del Valle @SilviaMdelValle @smflorycanto
La comprensión y la paciencia deben regir nuestra vida familiar
Es importante que en esta dinámica de estar todo el tiempo en casa, y siempre, podamos ponernos en los zapatos de los otros y hacer empatía. Sentir con el otro es una herramienta muy buena para tratar de comprender cómo se sienten y proveer actitudes y soluciones a estas actitudes. Nosotros debemos ser muy pacientes y debemos educar a nuestros hijos para que también lo sean ya que solo así podremos pasar por alto los defectos de los demás que, dicho sea de paso, en tiempos de crisis se acentúan y son mucho más notorios que cuando llevamos nuestro ritmo de vida normal.
Podemos llamar a los implicados en el pleito y hacer que hablen y se ofrezcan disculpas y que cada uno perdone a los demás, de preferencia de forma alegre y optimista. Es lógico que al principio no sea así, pero poco a poco debemos lograr que nuestros hijos sean más dóciles a ofrecer disculpas y a otorgar el perdón.
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Debemos tener tiempo familiar y tiempo personal
Es importante darle tiempo personal a cada miembro de la familia, aunque nuestra casa sea pequeña, es sano que tengamos tiempos de convivencia familiar y tiempos para que cada quien haga sus proyectos, lea, juegue o descanse. Podemos para esto, hacer un horario familiar marcando los tiempos de convivencia familiar y dejando abiertos los tiempos personales para que cada uno, dependiendo de su edad y madurez, decida que hacer. Si nuestros hijos son pequeños, podemos ayudarles a que tengan tiempos para jugar y que puedan descansar de sus hermanos.
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Pongamos reglas básicas de comportamiento familiar
Cuando hay mucha confianza, es muy fácil que se pase de una sana convivencia a un abuso, con el pretexto de que estamos jugando o bromeando. Por esto debemos establecer reglas básicas para la sana convivencia familiar. Es bueno ponerlas en un papel, a la vista de todos, para que no las olvidemos y para consultarlas en caso de tener duda.
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Que aprendan a ofrecer todo
A pesar de que la convivencia familiar y las relaciones interpersonales son un arte, es necesario que sepamos ofrecer las injusticias, las faltas de caridad, las incongruencias, y lo que nos lastima. De esta forma hacemos que todo valga la pena, que sea fructífero y que contribuya para que las cosas en familia sean mejores. Con decirle a Dios que le ofrecemos todo lo que hacemos y vivimos en el día es más que suficiente. El tomará todo y lo hará dar frutos para nuestra familia y para mejorar las circunstancias que nos están tocando vivir. Si queremos hacer más completa esta actividad, podemos poner un recipiente para que nuestros hijos pongan una cuenta o un papelito cada vez que ofrezcan algo, así cuando podamos asistir al templo a misa presencial, podremos llevarlo y ponerlo a los pies del altar.