Domingo 1 de mayo del año 2016
SEMANARIO CATÓLICO NACIONAL
AÑO 35 - EDICIÓN 1817 - $15.00
Llegando a la recta final
Tenemos que acostumbrarnos a ver los procesos electorales como espacios de crecimiento democrático.
Al servicio de la verdad y la vida
Papa a los adolescentes
Permanezcan estables en el camino de la fe
Pág. 8
CELEBRACIÓN
40 años de la Diócesis de Barahona Una bendición para el Sur
Cientos de feligreses se congregaron en el salón multiuso Mons. Rafael Leónidas Felipe Núñez, ubicado en la biblioteca Mons. Fabio Mamerto Rivas... Pág. 20
REFLEXIÓN
Nueve consejos del Papa Francisco para novios
Recuerden que un compromiso tan grande como el que expresa el consentimiento matrimonial y la unión de los cuerpos que consuma el matrimonio, cuando se trata de dos bautizados... Pág. 5
Jubileo de los Adolescentes en el Año de la Misericordia
Vuestra edad es una etapa de cambios increíbles, en la que todo parece posible e imposible al mismo tiempo. Os reitero con insistencia: «Permaneced estables en el camino de la fe con una firme esperanza en el Señor. Aquí está el secreto de nuestro camino. Él nos da el valor para caminar contra corriente. Lo estáis oyendo, jóvenes: caminar contra corriente. Pág. 12
SALUD
Montar a caballo mejora independencia de niños autistas
ANDANDO
- Construcción de la sociedad - La prudencia - Curiosidades, árboles gigantes y cambio climático. - 1 de Mayo, Día del Trabajador - Preferencias electorales y tecnología de conteo de votos
Pág. 9
Esperanza, Valverde. El Instituto Divino Niño Jesús, Inc. es una institución privada con orientación católica, al servicio de la niñez en general sin discriminación. Pág. 15
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Domingo 1 de mayo del año 2016
Semanario Católico Nacional
La presencia del Espíritu
Padre Miguel Marte Ramírez mmartecjm@gmail.com
I
Pneuma es una palabra griega que se suele traducir por espíritu. Literalmente significa viento, brisa, aire, soplo. De seguro, amigo lector, que recordarás palabras que contienen esta raíz, neu-mático, por ejemplo; también neumo-nía o neumólogo. Todas ellas relacionadas con el aire. También recordarás pasajes de la Biblia que aluden al viento, al soplo, a la brisa. Te recuerdo cuatro: al principio de la creación Dios exhala su aliento sobre el barro y este llega a ser un ser viviente;
Elías descubre la presencia de Dios en la suave brisa; cuando el Resucitado se aparece a los discípulos que están “muertos de miedo” sopla sobre ellos y les dice: “reciban el Espíritu Santo”; el día de Pentecostés un viento impetuoso llena toda la sala donde los discípulos están reunidos. Como aliento de vida que es, el Espíritu Santo está presente a lo largo de toda la historia de la salvación. Dos alusiones, una al inicio del libro del Génesis (1,2) y otra al final del libro del Apocalipsis (22, 17), sirven de marco a una historia marca-
da por su presencia constante. Aparece, por consiguiente, en los orígenes de la historia de la humanidad así como en su consumación definitiva. La historia de la humanidad es inconcebible sin el aliento del Espíritu Santo; Él crea, cuida y conserva todo; sin él todo se desploma. Siendo así las cosas, es obvio que el Espíritu Santo esté presente a lo largo de la vida de Jesús. Está presente en la encarnación. Así lo confesamos en el credo: “y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre.” Es quien ha preparado a María para este crucial momento de la historia de la salvación y es quien ha hecho posible que el Hijo de Dios se haya
encarnado. Está presente también en el momento del bautismo de Jesús; es quien lo empuja al desierto; lo acompaña en el ejercicio de su misión. Antes de morir se lo promete como regalo a sus discípulos y ya resucitado se lo regala: “reciban el Espíritu Santo.” Será gracias a ese
Más de una emoción
regalo que los primeros seguidores de Jesús saldrán de su encierro, superando el miedo que los mantiene paralizados. Es el Espíritu Santo el que les hace entender el misterio de la cruz no como un castigo, sino como signo de la máxima donación que Jesús hace por amor. Marca de tal ma-
nera sus vidas que se vuelve guía en su misión, les permite realizar signos y prodigios y los capacita para la vida fraterna. Él se vuelve para ellos “defensor” y “abogado”. El Nuevo Testamento designa esta acción suya con una palabra griega cargada de significado: “paráclito”. Además se constituye en Maestro interior, que les enseña todo lo que deben saber y recordar; además de convertirlos en testigos audaces del Evangelio. Así, el Espíritu Santo está presente haciendo posible la creación, el nacimiento de Jesús y los orígenes de la Iglesia. Y se mantiene presente, a lo largo de la historia, sosteniendo lo que ha hecho surgir. Hasta el día de hoy.