Primero, les envío un abrazo a cada uno de ustedes que me leen. La vida ha sido real y precisa en demostrar que cuando quiere ser rápida e intensa, no tiene reparos en darnos las lecciones más fuertes y temibles por nosotros los seres humanos. Con esto del distanciamiento social, el Covid 19, las guerras, la irresponsabilidad y corrupción de los gobiernos, entre miles de pruebas espirituales, mentales y físicas. Tanto con situaciones de salud, como económicas, nos enfrentamos a un nuevo despertar a la fuerza, a la mala y sin permiso, pero sumamente necesario para todos.
Hemos aprendido que un abrazo o un apretón de manos de alguien querido, son más valiosos que los “likes” o “views” que nos regalan los desconocidos. Que hoy podemos estar disfrutando de la vida y en unas horas estar peleando la batalla más grande de tu vida. Que muchos trabajos se pueden realizar desde los hogares con igual y hasta mejor ímpetu, teniendo la oportunidad de compartir con la familia y hasta descansar por más tiempo...