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El rincón de Ale Tanús
El Rincón de Ale
Aún con ojotas, y con pan dulce en las góndolas... desde nuestros sillones, nos llegaba la asombrosa noticia, que muy muy lejos en otro continente, en otro país, casi casi, en otro mundo... un virus amenazaba a todos sus habitantes.
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Alguna tía se alarmó, seguramente un medico subió el volumen del televisor. Pero, nosotros estábamos bien, así que... los días siguieron rodando... porque, sí, “Nosotros” Estábamos bien. Pasó con esto, pasó por eso, pasó con él, pasó con ella... pero a fuerza de voluntad, aprendimos a vernos y a dejar de mirarnos. El virus recién llegado, nos estaba trayendo MIEDO. El tiempo nos empezaba a sobrar, la ansiedad a gobernar y las necesidades lejanas, se empezaban a acercar. Las prioridades cambiaban con el paso de los días. Un paquete de arroz, dejaba de ser guarnición... sabrá Dios, por qué los maples levantaban la bandera... los hombres, manos de tijera, controlando cabelleras, en la tele... iban a tener que esperar los escotes y las piernas. Tuvo que venir un virus de muy muy lejos para cuidar a la abuela. Porque vivimos entre la espada de goma y la pared de agua. Porque hasta que no nos toca, no nos aqueja. Porque si no es nuestro problema, no es problema. Sé que perdimos... todos perdimos. Sé que ganamos... solo ganamos, los que cambiamos. Sé que cambiamos... el día que el pan dulce se venció en las góndolas y agarramos un paquete de pañales para alguien que no conocíamos, pero nos empezaba a importar.
Si vos te llevas las quejas, yo me quedo con los kilos de más...