Archivos de Bronconeumología 50 Aniversario Coordinado por Ramón Agüero Balbín Esther Barreiro Portela
ISBN: B27075-2014 Dep. Legal: 978-84-943323-2-6 © Copyright 2014. SEPAR
Editado y coordinado por RESPIRA-FUNDACIÓN ESPAÑOLA DEL PULMÓNSEPAR. Calle Provença 108, bajos 2ª 08029 Barcelona. Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida ni transmitida en ninguna forma o medio alguno, electrónico o mecánico, incluyendo las fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de recuperación de almacenaje de información, sin el permiso escrito del titular del copyright.
Archivos de BronconeumologĂa 50 Aniversario
Autores Coordinadores
Esther Barreiro Portela Directora de Archivos de Bronconeumología Jefe del Grupo de Investigación en Cáncer de Pulmón Institut de Recerca de l’ Hospital del Mar. Barcelona Centro de Investigación en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) Profesor lector de Medicina, Universitat Pompeu Fabra (UPF). Barcelona
Ramón Agüero Balbín Esther Barreiro Portela
Autores Ramón Agüero Balbín Vicepresidente neumólogo de SEPAR Director de Editorial Respira Jefe de Servicio de Neumología Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander
Pere Casan Clarà Instituto Nacional de Silicosis Área del Pulmón Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo Catedrático de Medicina de la Universidad de Oviedo
Àlvar Agustí García-Navarro Institut del Tòrax, IDIBAPS Hospital Clínic. Barcelona Centro de Investigación en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) Universitat de Barcelona (UB)
Eusebi Chiner Vives Jefe de Servicio de Neumología Hospital Universitari Sant Joan d’Alacant
José Luis Álvarez-Sala Walter Expresidente de SEPAR Jefe del Servicio de Neumología Hospital Universitario Clínico San Carlos. Madrid Catedrático de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid
Pilar de Lucas Ramos Presidente de SEPAR Servicio de Neumología Hospital Universitario Gregorio Marañón. Madrid
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Estrella Fernández Fabrellas Secretaria General de SEPAR Jefe de Servicio de Neumología Consorcio Hospital General Universitario de Valencia Francisco de Borja García-Cosío Piqueras Director. Unidad de Investigación Servicio de Neumología Hospital Universitario Son Espases. Palma de Mallorca Francisco García Río Servicio de Neumología Hospital Universitario La Paz. IdiPAZ. Madrid Universidad Autónoma de Madrid Juan Guallar Segarra Jefe de Servicio de Neumología Hospital General Universitari de Castelló José María Marín Trigo Servicio de Neumología Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza
Pedro Martín Escribano Expresidente de SEPAR Exjefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid Miguel Perpiñá Tordera Jefe de Servicio de Neumología Hospital Universitari i Politècnic La Fe. Valencia José Miguel Rodríguez González-Moro Director de Relaciones Institucionales de SEPAR Servicio de Neumología Hospital Universitario Gregorio Marañón. Madrid Juan Ruiz Manzano Expresidente de SEPAR Jefe de Servicio de Neumología Hospital Universitari Germans Trias i Pujol. Badalona. Barcelona Profesor titular de Neumología de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Antoni Xaubet Mir Servicio de Neumología Hospital Clínic. Barcelona
Índice Introducción
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Ramón Agüero Prólogo
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Pilar de Lucas Un recorrido por la historia de Archivos de Bronconeumología
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José Miguel Rodríguez González-Moro El fundador de Archivos: Dr. Juan Guallar Segarra (1918-2009)
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Estrella Fernández Fabrellas, Eusebi Chiner y Juan Guallar Algunas pequeñas historias de Archivos de Bronconeumología
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Pedro Martín Escribano El número 5 de septiembre-octubre de 1981 de Archivos de Bronconeumología
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José M. Marín El periodo 1992-2000. Visión del director
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Juan Ruiz Manzano Mis vivencias como secretario de redacción de Archivos de Bronconeumología
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Antoni Xaubet Cinco años fantásticos en Archivos de Bronconeumología
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José Luis Álvarez-Sala A los diez años del primer factor de impacto de Archivos de Bronconeumología Miguel Perpiñá
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El primer factor de impacto de Archivos de Bronconeumología
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Àlvar Agustí 2005-2008: los años de crecimiento
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Pere Casan Algo más de una década en Archivos de Bronconeumología
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Francisco García Río Una de las citas más importantes
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Borja García-Cosío Archivos de Bronconeumología hoy: presente y futuro
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Esther Barreiro Órganos de dirección de la revista Archivos de Bronconeumología desde su fundación hasta hoy
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Introducción
¡50 años son muchos años, y bien merece la pena celebrarlos! Por este motivo hemos querido aprovechar la experiencia acumulada de varias personas que contribuyeron al devenir y desarrollo de nuestra revista Archivos de Bronconeumología, para dedicar este libro de la colección SeparMiradas de la editorial Respira para homenajearla. En los sucesivos capítulos vais a encontrar, por ejemplo, hermosas historias sobre el origen de la publicación relatadas por Estrella Fernández, Eusebi Chiner y Juan Guallar, otras “muchas grandes y pequeñas historias” contadas con especial cariño por Pedro Martín Escribano, los cambios innovadores que comenzaron con Juan Ruiz Manzano y se implementaron de un modo sustancial con Miguel Perpiñá, las descripciones de las relaciones entre los miembros del comité de redacción, expresadas de un modo humanístico por Pere Casan, las alegrías y sinsabores de Francisco García Río, un excelente resumen histórico global elaborado por José Miguel Rodríguez, ese especial cariz de actualidad y planificación que le aporta su actual directora, Esther Barreiro, y otros muchos e interesantes temas, escritos siempre bajo esa especial visión de la memoria propia. Todos los autores han querido dejar plasmado en estas páginas, aunque de un modo breve, lo que ha significado Archivos para la Sociedad, desde su reciente historia hasta su prometedor futuro. Vaya para ellos nuestro sincero agradecimiento por su excelente labor. Espero que disfrutéis de la lectura. ¡Feliz aniversario, Archivos de Bronconeumología! Ramón Agüero Vicepresidente de SEPAR Director de la Editorial Respira 9
Prólogo Archivos de Bronconeumología: el pulmón científico de SEPAR
Hace pocos años, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) inició una nuevo proyecto editorial, la colección SeparMiradas de la Editorial Respira, destinados a recopilar aspectos y vivencias que reflejasen el espíritu de nuestra Sociedad. Por su parte, Archivos de Bronconeumología, es del todo el polo opuesto, es la revista científica oficial de SEPAR y probablemente la obra de SEPAR que mejor expresa nuestra fuerza investigadora y el espíritu de pertenencia de los socios que, con su trabajo, la han convertido en la primera revista mundial de patología respiratoria en lengua castellana y el mejor balcón por el que nos asomamos a la comunidad científica internacional. Ahora que cumplimos 50 años de su nacimiento, una fecha tan importante, las miradas de la Sociedad no pueden menos que dirigirse hacia esta revista para, a través de su trayectoria, sentirnos orgullosos de lo que hemos conseguido. El nacimiento de Archivos, en 1964, precedió al de la propia Sociedad, que se estaba gestando en aquella sección española de la Asociación Internacional para el Estudio de los Bronquios, que primero buscó la forma de expresión externa para, tres años después, en 1967, alumbrar a la Sociedad científica y dotarla desde su nacimiento del mejor regalo posible, su revista Archivos. SEPAR ha crecido de la mano de Archivos de Bronconeumología. Y cuando comenzamos a compartir proyectos con la Asociación Latinoamericana del Tórax (ALAT), no dudamos en compartir también Archivos, de forma generosa, nuestro mayor tesoro, que seguía cre11
ciendo en contenidos, en prestigio y en reconocimiento externo, hasta alcanzar el ansiado premio de vernos recogidos en el Science Citation Index, sin duda un punto de inflexión de cara a la difusión y reconocimiento internacionales. Pero toda la historia de nuestra revista, sus éxitos y también sus pequeños sinsabores son sobradamente recogidos en los diferentes capítulos de este libro, y no es el objetivo fundamental de este prólogo hacer un recuento pormenorizado de los mismos, aunque sí felicitar efusivamente a todas las personas que nos han traído hasta aquí. Sí me corresponde, al tener el honor y el privilegio de desempeñar la presidencia de la Sociedad coincidiendo con esta importantísima efeméride, este 50 aniversario de la revista, expresar los sentimientos de amor, orgullo y agradecimientos que se merece. El amor de una neumóloga militante que desde su época de residente encontró en la revista una fuente de conocimiento y un medio de compartir con sus compañeros sus propias experiencias. El orgullo de pertenecer a una Sociedad capaz de poner en marcha, desarrollar y llevar a tan alto nivel una revista como Archivos. Y el agradecimiento a todos los que la han hecho posible, sus creadores, sus directores y los socios, en su totalidad, que son quienes realmente la mantienen. Agradecimiento por último también a los autores de los distintos capítulos de este libro, que con sus relatos nos han abierto una puerta que nos permite entrar con sigilo a las curiosidades y entresijos de la historia más personal e íntima de esta publicación científica. Solo espero y estoy segura que así será, que este pequeño libro tenga siempre un lugar en nuestra biblioteca de manera que, con el paso del tiempo, al verlo y releerlo, la presencia de SEPAR siga siendo una constante para todos nosotros. Pilar de Lucas Presidente de SEPAR
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Un recorrido por la historia de Archivos de Bronconeumología José Miguel Rodríguez González-Moro
Archivos está de cumpleaños, y no es una fecha cualquiera, celebra sus bodas de oro, 50 años al servicio de la medicina respiratoria de habla hispana. En este momento tan especial para nuestra revista, me gustaría compartir con todos ustedes algunas reflexiones sobre esta efeméride que nos permitan conocer mejor el origen y la evolución de una publicación emblemática en la que han participado tantos y tantos neumólogos, cirujanos torácicos, enfermeras y fisioterapeutas respiratorios, no solo españoles sino también latinoamericanos. Por desgracia, muchas de las personas que vivieron el nacimiento de Archivos de Bronconeumología y que la han hecho posible ya no están y no pueden compartir este aniversario con todos nosotros pero seguro que habrían estado muy orgullosos de lo conseguido en estos años. Desde aquí, el recuerdo emocionado de la medicina respiratoria española y latinoamericana y el agradecimiento más sincero por el extraordinario trabajo que realizaron cuando pusieron en marcha la publicación y le dieron ese empujón inicial. Ese empuje hizo que la gran mayoría de nosotros nos subiéramos ya a un tren en marcha que, con el paso de los años, ha ido cogiendo cada vez más velocidad, hasta convertirse en lo que es hoy: una locomotora de alta velocidad traducida en una revista moderna, de vanguardia, con versiones en español y en inglés, disponible en diversos formatos electrónicos, reconocida en las bases de datos del ISI (Institute for Scientific Information) y con una difusión y reconocimiento internacional. Y lo más importante para nosotros: SEPAR no se entendería sin Archivos y ésta no sería lo que es hoy en día sin el apoyo decidido que las diferentes junta directivas han mostrado en el trascurso del tiempo. SEPAR y Archivos de Bronconeumología forman un binomio insepa13
rable y con un efecto sinérgico indudable que han contribuido decididamente a situar en el mundo a la Neumología y la Cirugía Torácica que se expresa en español. Celebrar 50 años de existencia es un hito histórico, una edad en la cual un proyecto se encuentra en plena madurez y es momento de mirar atrás y hacer una retrospectiva de estas cinco décadas, de lo que ha pasado en este medio siglo. Es un tiempo que no está al alcance de todos, máxime en la época actual de publicaciones fugaces y cambios continuos, y si además se llega a la cima del éxito, los méritos son indudables. En el caso de nuestra revista esto no puede ser más cierto ya que en la actualidad es una de las revistas con más prestigio en el mundo de la Neumología, que se publica en español y en inglés, que es accesible a todo el mundo a través de una publicación online. Hablar de Archivos es hablar de la historia y de la evolución que han seguido la Neumología y la Cirugía Torácica españolas en los últimos 50 años. Es hablar del esfuerzo e ilusiones de dos especialidades que, en un momento en que estaba todo por hacer, deciden poner manos a la obra para crear una revista que a la postre se convertiría en el órgano oficial de difusión de la Neumología y Cirugía Torácica del mundo iberoamericano (SEPAR + ALAT + AIACT). Queda lejos ya la primavera del año 1964 cuando, en el mes de abril, salió a la luz el primer número de Archivos de Bronconeumología, que en ese momento pasaba a ser el órgano oficial de la Sección Española de la AIB (Asociación Internacional para el estudio de los Bronquios). ¡Todavía no existía lo que hoy conocemos como SEPAR! La AIB tenía un acuerdo con la revista Enfermedades del Tórax, que era editada por el Patronato Nacional Antituberculoso, para publicar las ponencias y comunicaciones de su reunión anual. En 1963 se produce la ruptura unilateral del convenio por el Patronato, y las ponencias y comunicaciones de la VIII Reunión AIEB de Valencia (junio de 1963) fueron ya publicadas en la nueva revista Archivos, cuyo fundador y primer director fue Juan Guallar Segarra. Progresivamente, la revista iría creciendo en número y en contenido, ya que se fueron incorporando, además de ponencias y comunicaciones, algunos artículos originales, notas clínicas, etc. En el primer número de 1967 se publican los primeros estatutos de la futura Sociedad Española del Aparato Respiratorio (SEPAR), la cual nace ya en Granada en junio de 1967 en el trascurso del XII Reunión de la SE-AIEB y, a renglón seguido, ya en octubre de ese 14
mismo año, se hace mención expresa como órgano oficial de SEPAR y se incorpora la cruz de Lorena como logotipo, que perdura hasta hoy. Muchos de nosotros nos hemos preguntado en algunas ocasiones el porqué de este nombre para una revista. Pues bien, llegar a un acuerdo y decidir la denominación de una revista es una tarea ardua y compleja. Después de diferentes propuestas resultó triunfadora la del Dr. Guallar que la llamó Archivos de Bronconeumología. El sustantivo Archivos, para resaltar, recoger y guardar todo lo presentado en la reunión de la SE-AEIB, y el nombre propio Bronconeumología, para refrendar que, del estudio de los bronquios íbamos a pasar a la moderna Neumología. A fe que no se equivocó y resultó un visionario, porque la Neumología actual dista mucho de aquella inicial de la Tisiología, la Broncología del broncoscopio rígido, el espirómetro de agua o la broncografía, y se ha convertido en una especialidad dónde la Neumología intervencionista, las técnicas de imagen, el sueño y la ventilación no invasiva, entre otras, han cogido el relevo con una fuerza y un desarrollo inusitado. Han sido muchas portadas y diez directores que, a modo de entrenadores de un equipo de fútbol, han ido configurando sus respectivas plantillas de redactores y consejos editoriales que han ido potenciando la revista con el paso de los años. La inclusión en el consejo editorial de prestigiosos autores nacionales e internacionales y el sistema de revisión por expertos anónimos e independientes (1994) supuso un hito en calidad y seriedad. En el año 2000 pasó a ser también órgano oficial de expresión de la Asociación Latinoamericana del Tórax (ALAT) y de la Asociación Iberoamericana de Cirugía Torácica (AIACT), se incluyeron autores iberoamericanos en el consejo de redacción y se abrió el campo a toda Iberoamérica y a un enorme potencial de lectores y autores de países americanos. Hay que destacar ahora uno de los acontecimiento clave en el devenir de Archivos: la iniciativa de Miguel Perpiñá (director de Archivos) y el apoyo decidido de Victor Sobradillo (presidente de SEPAR) hicieron que, en el año 2001 y tras una arduo trabajo previo, el ISI incluyera a Archivos de Bronconeumología en las principales bases de datos bibliométricas y, por fin, pudiéramos tener el deseado factor de impacto que reconoce a las mejores revistas del mundo. En la actualidad, con una tirada de 11 números al año, más algunos números monográficos y el especial anual del Congreso así como un factor de impacto de 1,816, es 15
La portada actual de Archivos de Bronconeumología y su versión en web.
Los directores de Archivos de Bronconeumología. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Juan Guallar Segarra (primer director y fundador), Gerardo Manresa Formosa, Julio López Mejías, Francisco Coll Colomé, Francisco García Río, Federico Manresa Presas, Juan Ruíz Manzano, Miguel Perpiñá Tordera, Pere Casan Clará, Esther Barreiro Portela (directora actual). Tomada de M Perpiñá en Historia de la Neumología y Cirugía Torácica españolas. Madrid 2006.
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la revista en español dedicada a las enfermedades respiratorias más relevante del mundo. No todo son alegrías y luces en estos 50 años y hemos tenido sinsabores y algunas sombras de la mano de dificultades económicas en determinados momentos, de la temida falta de originales o de los problemas para su publicación, hasta el punto de que durante un año no salió (esto fue en la década de las 70). Más reciente, y que nos tuvo tan preocupados, tuvimos la exclusión transitoria del ISI. La ilusión, inteligencia, coraje y buen hacer de todas las personas, desde la presidencia de SEPAR y desde la dirección de Archivos, con la colaboración de todos los socios de SEPAR, han hecho posible que se encontraran soluciones a todos los problemas y que hoy afrontemos al futuro con optimismo y sigamos teniendo muchas cosas por hacer. El inmenso y destacado trabajo de Esther Barreiro estos años, con una dedicación, un empuje y una sapiencia extraordinaria, están haciendo crecer la revista en todos los sentidos. ¡Feliz cumpleaños Archivos y que cumplas muchos más!
Nota a pie de página La información aquí transmitida y la fotografia de los directores de la revista la he adaptado del excelente capítulo escrito por Miguel Perpiñá en el libro Historia de la Neumología y Cirugía Torácica españolas, de 2006. Su lectura es obligada para quien quiera conocer a fondo la historia completa de Archivos de Bronconeumología.
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El fundador de Archivos: Dr. Juan Guallar Segarra (1918-2009) Estrella Fernández Fabrellas Eusebi Chiner Juan Guallar
Hijo de José Guallar Lluch y Matilde Segarra Gual, el doctor Juan Guallar Segarra nació a l´ombra del campanar de Castellón, como le gustaba decir, el 30 de julio de 1918. Su único hermano, José, había nacido tres años antes. Su padre y abuelo eran médicos y su hermano también estudió Medicina. Juan tenía inclinaciones literarias y quería dedicarse a estudiar Historia o incluso Biología, pero su padre le convenció de que estudiara algo que fuera con él, allá donde estuviera, y esto era Medicina. Inició su carrera en la Facultad de Medicina de Valencia interrumpiéndola en junio de 1936 al estallar la Guerra Civil. Los dos hermanos, José y Juan Guallar, vivieron el conflicto bélico español juntos, compartiendo un tiempo parapeto y trinchera en los sucesos de Sierra de Espadán. Fue determinante su destino como sanitario en el hospital de sangre de Cabanes. Allí todo cambió y se despertó su auténtica vocación. Escribía Don Juan, en una extensa reconstrucción de los hospitales de guerra de aquella época, lo siguiente: Todo cambió cuando el día 16 de mayo se inició una ofensiva sobre Cuevas de Vinromá, con tres brigadas y una Internacional a través de la rambla (...). El ataque siguió durante dos días más, con lo que pasaron por el hospital más de 1.000 heridos, que eran catalogados en el Servicio de Llegada en varios tipos: heridos para ser operados y quedar en el centro; heridos para ser operados y 18
El Doctor Juan Guallar Segarra, tisi贸logo, director y docente durante 10 a帽os del Sanatorio Antituberculoso de la Magdalena, inductor y vicepresidente de la VII reuni贸n de la SE-AIEB y fundador de la revista Archivos de Bronconeumolog铆a.
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trasladados al hospital base (en ambulancia); heridos para ser curados en alguno de los tres centros de curas habilitados y quedar ingresados; heridos para ser curados y pasar a ser desplazados al hospital base en camiones o autobús; y heridos para ser llevados a la antigua capilla y esperar allí la muerte. Estos últimos, eran heridos de abdomen con salida de vísceras, heridas de cuello con respiración mínima y enfisema subcutáneo; heridos de cabeza con propulsión de masa cerebral, etc.
Fue después de terminada la guerra cuando los hermanos Guallar pudieron colgar sus orlas como profesionales de la medicina, ambos con premios extraordinarios de final de carrera. Juan reemprende estudios en septiembre de 1939 y hasta junio de 1943, siendo alumno interno en 1940 con el profesor Barcia, decano de internos entre 1941 y 1942 y adscrito a la policlínica de Medicina Interna del reputado profesor Dr. Rodríguez-Fornos. Fue precisamente esta última etapa con el Dr. Rodríguez -Fornos la decisiva para iniciar su camino hacia la Neumología –vocación tisiológica, decía Juan– y también en el Cuerpo de Inspectores de Balnearios. Siendo inspector de Balnearios y director de Aguas Minero-Medicinales, Juan Guallar Segarra ha dejado escritas las características de cuatro estaciones balnearias de la provincia de Castellón, todas con gran interés médico y asistencial, aunque con repercusión económica y social muy diferente. Se trata de Fuente En Segures, de Benasal, escenario de los veranos familiares de los Guallar durante muchos años; las termas de Villavieja, la estación balnearia de Montanejos, y la de Nuestra Señora de l’Avellá, en Catí. Y fue también director de los balnearios El Paraíso (Teruel), Panticosa (Huesca) y Alhama de Aragón (Zaragoza), donde se jubiló en el año 1989. En su historia profesional hay un dato demoledor: tras la Guerra Civil había en España un cuarto de millón de personas contagiadas de tuberculosis, una auténtica epidemia que afectaba a más de 40.000 jóvenes, consecuencia de un tiempo difícil que se reflejaba en los bajos niveles de salubridad y calidad de la alimentación. Los médicos que tuvieron que afrontar aquella enfermedad fueron héroes, ya que en un principio la enfermedad sólo podía tratarse con mucho reposo, inyecciones de calcio y arriesgadas operaciones quirúrgicas. 20
Es necesario situar, sobre todo para las jóvenes generaciones de neumólogos, cuál fue la trayectoria histórica de las instituciones que dieron paso primero a la Tisiología y posteriormente a la Neumología, tal como la conocemos ahora, y cuya consecuencia directa es la creación de SEPAR. En 1936 se crea el Patronato Nacional Antituberculoso (PNA) que pasa a denominarse Patronato Nacional de Enfermedades del Tórax (PNET) en 1968. Este queda anulado en 1975 con la creación de la AISNA (Administración Institucional de la Sanidad Nacional) en vigencia hasta 1987, momento en que desaparece al ser transferidas atribuciones y funciones al sistema de salud nacional actual. La trayectoria profesional como tisiólogo del Dr. Juan Guallar Segarra se inicia en 1943 cuando se incorpora al Sanatorio de Villareal como médico becario bajo la tutela del director Vicente Puig. En 1946 es nombrado tisiólogo rural e ingresa en el Patronato Nacional Antituberculoso en 1947, trabajando en distintos sanatorios a lo largo de esos primeros años, como el Flor de Mayo (Barcelona), el Hospital de Canteras (Murcia) y, tras un breve paso por Vinaròs, regresa de nuevo al Sanatorio de Vila-real (Castellón). Este último desaparece en 1953 al inaugurarse un nuevo edificio en el Collet de Castelló, el Sanatorio Antituberculoso de La Magdalena. En él, desarrolló gran parte de su carrera profesional, siendo director durante diez años, desde 1965 a 1975, año en que se trasladó al Dispensario Central de Valencia. Mucho podría escribirse de los sanatorios antituberculosos que conocieron nuestros mayores, pero la vida en ellos cambió radicalmente con la moderna terapia antituberculosa y los nuevos aires de asistencia e investigación que se produjeron a partir de los años cincuenta. Uno de esos hitos fue la creación, en 1950, de la Association International pour l’Étude des Bronches (AIEB). El embrión de SEPAR y de Archivos de Bronconeumología como su órgano de expresión se desarrolló a partir de la creación, en 1954, de la Sección Española de la AIEB (SE-AIEB) coincidiendo con la celebración del III Congreso Internacional de Enfermedades del Tórax (celebrado en Barcelona en octubre de 1954). Es en la VII Reunión de la SE-AIEB celebrada en Bilbao en junio de 1962 donde los asistentes fueron conscientes de la necesidad de publicar y difundir los trabajos presentados. Comprometidos con esa necesidad, se celebró 21
en Valencia, al año siguiente, la VIII reunión (fue en junio de 1963) de la que Juan Guallar Segarra fue el inductor y vicepresidente, acompañado, entre otros, por el Dr. Javier Altabella Sanjuán, valenciano también como Juan, que actuó como secretario. Para propiciar la publicación de las ponencias y trabajos presentados, Guallar contactó con los Laboratorios Liade, que aceptaron hacerse cargo de la impresión de las ponencias. Meses después, en una reunión celebrada el 19 de noviembre de 1963 con los doctores Blanco Rodríguez y Coll Colomer, presidente y vicepresidente de la SE-AIEB, se admitió que la revista así iniciada en la Reunión de Valencia figurara como Órgano Oficial de la Sección Española de la AIEB, de lo que quedaría constancia en su portada y en la primera página. La visión del Dr. Guallar Segarra sobre el futuro de la revista en particular y de la Neumología como especialidad se refleja en sus propias palabras: Por mi parte, presenté y defendí el nombre de Archivos de Bronconeumología, basándome en el hecho de que la nueva revista debería servir de archivo de todo lo presentado en las futuras reuniones de la SE-AIEB (palabra menos rigurosa y más dúctil que la de anales) y bronconeumología por creer que en un futuro bastante cercano deberíamos ampliar el enfoque de los temas, pasando de los simplemente broncológicos para ampliarlos a trabajos de toda la patología respiratoria.
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Cabecera del primer número de la revista Archivos de Bronconeumología (1964), en la que el Doctor Juan Guallar Segarra figura como redactor jefe. También aparece la dirección de la edición: c/Ciscar, nº10 (Valencia).
Primer número de Archivos de Bronconeumología como órgano de expresión de la SE-AIEB y como órgano de expresión de la SEPAR.
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Se acordó publicar cuatro números anuales, cuyos originales eran enviados por medio del Sr. Soriano, delegado de Liade, para maquetar las galeradas, su revisión en Valencia (“con rápido traslado por avión”) y su devolución, con el material ya corregido, para ser editado. Tanto esfuerzo y trasiego de papeles ocasionaron un pequeño retraso en la aparición del primer número, que pudo salir a finales de abril de 1964 con setenta páginas y sin tener que incluir propaganda sobre productos de los Laboratorios Liade. Recogemos a continuación parte del texto inicial con el que el Dr. Blanco Rodriguez inauguraba ese primer número de Archivos de Bronconeumología: La ruptura unilateral del convenio por parte del Patronato Nacional Antituberculoso con la revista Enfermedades del Tórax sirvió de estímulo al ala juvenil de nuestra Sociedad, y con motivo de la brillante reunión celebrada en Valencia el pasado mes de junio, se decidió no dejar inéditas las meritísimas ponencias y el cúmulo de comunicaciones que tanto habían interesado a la concurrencia. El entusiasmo contagioso de los doctores Altabella y Guallar les llevó a gestionar la indispensable ayuda, por carecer la Sociedad de recursos para acometer la empresa de tales magnitudes; la encontraron, y tan cordial como generosa, en los Laboratorios Liade, a los que me complazco a transmitir la gratitud de todos nosotros. Espero que este primer número sea heraldo de una interminable serie, como lo hace presumir la pujanza y el vigor que demuestra año tras año la Sección Española de la Asociación Internacional para el Estudio de los Bronquios. A principios de 1967, el Dr. Blanco Rodríguez convocó una junta extraordinaria en Madrid para proponer la disolución de la SE-AIEB debido, en primer lugar, a que la asociación ya contaba con más de 200 miembros y era demasiado grande para estar supeditada a una sociedad extranjera y, en segundo lugar, porque se había sobrepasado el objetivo broncológico y se estaban tratando temas de patología respiratoria de muy diversa índole. En esto tuvo además una importancia capital la pujanza de la revista Archivos de Bronconeumología. Se acordó presentar la autodisolución en la siguiente reunión a celebrar en Granada, para
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convertirse en Sociedad Española de Patología Respiratoria (SEPAR), que como tal se fundó en Madrid en 1967. La existencia de un órgano de expresión sobre la tuberculosis se remonta en España a casi cien años. Se editaba, en Valencia también, la revista Salud Pública, y anteriormente a la creación del PNA la Revista Española de Tuberculosis. Sin embargo, la publicación por antonomasia de aquella época era la revista Enfermedades del Tórax, órgano de expresión del PNA que pervivió hasta 1987, año en que se publicó el último número. Algunos de los que por entonces eran ya MIR de Neumología conocieron esa revista y publicaron en ella, aunque por más intentos de revivirla por parte de su director, el Dr. Guerra, tenía ya firmada su sentencia de muerte, no sólo por la disolución del AISNA sino, sobre todo, por la pujanza de Archivos de Bronconeumología, con la cual no podía competir. El Dr. Juan Guallar Segarra fue redactor jefe de Archivos de Bronconeumología desde 1964 hasta 1972. La revista se editaba en la calle Ciscar número 10 de la ciudad de Valencia y estuvo acompañado en esa empresa por dos colegas y amigos en el comité de redacción: el mencionado Dr. Altabella Sanjuán y el Dr. Caminos Gochi, cómplices necesarios en esa primera andadura de nuestra revista como órgano de expresión de SEPAR. En el Sanatorio Antituberculoso de La Magdalena, sede editorial de Archivos de Bronconeumología desde 1965 a 1975, el Dr. Guallar desarrolló una intensa actividad formadora y docente. La Magdalena fue hospital pionero en Rehabilitación Respiratoria, en unos momentos en que el centro llegó a tener 420 camas ocupadas y un elevado número de equipos médicos viviendo en su entorno una intensa actividad científica. Las sesiones promovidas por el Dr. Guallar, que tenían lugar los jueves, abordaron un total de treinta temas de tuberculosis, veinticinco de radiología torácica, veinticinco de rehabilitación respiratoria, quince de cardiología, cinco de medicina laboral y silicosis y dos de asma bronquial. Además, fue el promotor de seis simposios internacionales que se realizaban los primeros fines de semana de octubre durante los años 1967 a 1973, con la edición de su correspondiente libro. Promovió la realización de cuatro cursos de rehabilitación respiratoria para enfermeras, de dos semanas de duración, durante los años 1973 a 1975; siete cursos de un mes para médicos sobre rehabilitación también de 1966 a 1974, con obtención de Diploma otorgado 25
por el PNA, y cinco cursos sobre exploración respiratoria para médicos procedentes de la Facultad de Medicina de Navarra, de un mes de duración, desde los años 1966 a 1970. Sus 38 publicaciones, número nada desdeñable para la época, abarcan revistas nacionales e internacionales. Aunque su entrega a la Medicina fue absoluta, Don Juan tuvo también una larga y feliz vida familiar. Casado en 1948 con María Petra Ballester Baynes, tuvo siete hijos: Elena, Juan (neumólogo también), Cristina, Margarita, Rafael, José Pedro y Verónica. Curiosamente, sus once nietos fueron diez niños y solo una niña, la última, pero el discurrir de la vida le permitió conocer y disfrutar de tres de sus cuatro bisnietas. Un año antes de fallecer, el pueblo de Bellús concedió al Dr. Guallar y a su esposa el título de hijos adoptivos, “por su abnegada labor en favor de esta localidad. Los méritos por los que se quiso homenajear a la pareja fueron su estima por el pueblo de Bellús, su gran respaldo a la procesión del Cristo, que hubiese desaparecido sin sus aportaciones personales, así como su atención profesional gratuita como médicos a los vecinos con menos recursos y poder adquisitivo”. Así recoge la nota de prensa aparecida en el periódico Las Provincias el 27 de septiembre de 2008. Unos meses después, en junio de 2009, su delicado estado de salud le impide recoger personalmente el Premio Dr. Enrique Boldó, concedido conjuntamente por el Colegio Oficial de Médicos de Castellón y la Diputación Provincial a toda su trayectoria profesional. Lo hace en su nombre su hijo, el neumólogo Juan Guallar Ballester. En septiembre de ese mismo año, fallece un nonagenario Don Juan rodeado de los suyos, como siempre vivió. Amante de la lectura y la música, la pintura y el remo, tisiólogo vocacional perteneciente a una auténtica dinastía de médicos de Castellón que aún hoy perdura, Juan Guallar Segarra es una figura clave para entender lo que es hoy SEPAR y lo que significa el legado que nos dejó, la revista Archivos de Bronconeumología. La defensa que de ese nombre hizo en su momento y el enorme esfuerzo personal que dedicó aquellos primeros años para asegurar su edición, refleja la convicción que nuestro querido Dr. Guallar tenía acerca del futuro que tendría la Neumología como especialidad, cuyas raíces se hunden en aquella Tisiología que tanto amó. 26
Noticia de apertura del Sanatorio Antituberculoso de la Magdalena en Castell贸n (1953), donde Juan Guallar Segarra desarroll贸 gran parte de su carrera profesional.
Enfermos de Tuberculosis en el Sanatorio Antituberculoso de La Magdalena, Valencia.
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La Fallera Mayor de Valencia visitando a los enfermos del Sanatorio Antituberculoso de La Magdalena.
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Algunas pequeñas historias de Archivos de Bronconeumología Pedro Martín Escribano
Celebramos ahora el 50 aniversario de Archivos de Bronconeumología. Nació en 1964 como órgano oficial de la Sección Española de la Asociación Internacional para el Estudio de los Bronquios (AIEB), Sociedad al abrigo de la cual se fue creando el ambiente necesario para la creación de la que ya sería, felizmente hasta estos mismos días, nuestra Sociedad. Ésta se llamó inicialmente Sociedad Española de Patología Respiratoria, con su acrónimo (SEPAR), acrónimo que sobrevivió al cambio en su nombre por el actual de Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. Toda una amplia y fértil historia que engloba muchas grandes y pequeñas historias, con un fundamental hilo conductor que fue, y es, el enorme entusiasmo, apasionado amor, extraordinaria dedicación, afán de superar todo tipo de dificultades e inmenso trabajo de muchos socios comprometidos, con la idea de tener un sólido vehículo para la intercomunicación entre todos, de todo lo que se puede referir a la patología respiratoria y al progreso en su conocimiento y en su aplicación al cuidado de los pacientes. El resultado es magnífico y a todos nos enorgullece, y muy especialmente a los que, más o menos, participamos en su desarrollo. He querido adjuntar una copia de la carta de presentación de la Revista naciente, realmente su Carta Fundacional, firmada por el entonces presidente de la Sección Española de la Asociación Internacional para el Estudio de los Bronquios, el Dr. Francisco Blanco Rodríguez, ya que me parece interesante. Comento algunos aspectos. 29
El Dr. Pedro Martín Escribano, miembro del Consejo Directivo de Archivos de Bronconeumología de 1975 a 1984 y redactor de 1988 a 1990.
Hay cuatro protagonistas mencionados en la carta: los doctores Tapia, Altabella, Guallar y Blanco. El Dr. Tapia se menciona como hombre de tan claro prestigio y de tan altas cualidades y como ilustre predecesor del firmante en la dirección de la AIEB española. El propio firmante califica, en mi opinión de manera equivocada, como un “error” su nombramiento como presidente de la Sección Española de la AIEB. Y los doctores Altabella y Guallar, contaminados como se dice en la carta, de un entusiasmo contagioso. También se menciona la ayuda 30
tan cordial como generosa de los Laboratorios Liade. Termina la carta con la mención de la esperanza de que este primer número sea heraldo de una interminable serie… Muchas gracias a todos los protagonistas de este muy feliz acontecimiento viendo su esperanza, sólida y brillantemente materializada. Se menciona que a causa de una sonada discrepancia con el quipo de redacción de la entonces muy prestigiosa revista de “Enfermedades del Tórax” y añadiendo que como no hay mal que por bien no venga, hubo que crear una nueva Revista, “la nuestra”, mostrando que el origen de su título fue el que se considerara entonces una especialidad bronconeumológica diferente a la Tisiología clásica. Entonces tomó la iniciativa el Dr. Guallar, junto al Dr. Altabella, y con su entusiasmo contagioso consiguieron llevarla a cabo rápidamente. El título, Archivos de Bronconeumología, refleja el ambiente de la época. La palabra Archivos seguramente pretendía seguir la tradicional línea de los nombres de las revistas científicas europeas punteras, fundamentalmente alemanas y francesas, con sus Archives. La AIEB estaba orientada preferentemente a la Broncología, en franco desarrollo en esa época, sobre todo con la disponibilidad de mejores broncoscopios, y especialmente con el Forestier. Nuestra Revista nació ya con otra perspectiva, y aunque conservó el rastro broncológico ya fue neumológica fundamentalmente; quizás la longitud de la nueva palabra resultante, “bronconeumología”, debió influir en excluir el término correspondiente a la otra patología respiratoria muy prevalente entonces, la tuberculosis.
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Carta de presentaci贸n de la Revista, en su primer n煤mero.
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Y efectivamente nuestra Revista nació felizmente, gracias a los formidables obstetras, Drs. Altabella Sanjuan y Guallar Segarra, y con el apoyo del mecenas Laboratorios Liade. La creación fue realmente audaz, dada la falta de precedente y de dificultades, no sólo económicas, que surgieron desde el principio. Quizás, como sucede frecuentemente, las dificultades, paradójicamente, facilitaron la buena marcha del proceso. Y así quedó, pues, Archivos de Bronconeumología, con su título, que ahora parece un tanto anacrónico y que es además de difícil manejo en los actuales archivos informáticos. Supongo que se ha pensado muchas veces en actualizar el nombre, pero sensatamente se ha preferido mantenerlo para no perder el enorme camino realizado, con tantos éxitos, y sobre todo, lo ampliamente conseguido en visibilidad internacional. He conservado la colección completa de la Revista…¡en papel! He tomado, para hacer unos ligeros comentarios, las portadas de los números volumen I número 1 (1964), volumen IV números 3 y 4 (1967), volumen 11 número 3 (1975), volumen 14 número 1 (1978), volumen 21 número 3 (1985) y volumen 50 número 10 (2014).
Portadas de la Revista en 1964, 1967 (2), 1975, 1978, 1985 y 2014.
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Es absolutamente evidente que a lo largo de estos años la calidad editorial, papel, encuadernación, colores, tipografía, etc. ha mejorado mucho, tanto en la portada como en las páginas interiores. El aspecto de las portadas ha ido cambiando…para bien a lo largo de su ya larga trayectoria. Los iconos referidos a la edición son bien diferentes: en las dos primeras se muestra la dependencia económica de los Laboratorios Liade… (¡gracias!). En el último es evidente la profesionalización total de la Revista, gracias al grupo editor Elsevier-Doyma. En la primera de las tres portadas citadas está el icono de la AIEB; en la segunda, ya es Sociedad Española de Patología Respiratoria y, en la última, ya están los tres iconos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR; de la Asociación Latinoamericana de Tórax, ALAT, y de la Asociación Iberoamericana de Cirugía Torácica, AIACT. Esta última señala su iberoamericanismo incluyendo en su icono la Península Ibérica. Como significado gráfico del campo de nuestra especialidad, en las dos primeras portadas hay un árbol bronquial, en la primera suelto y, en la segunda, en su sitio, en los pulmones, sobre un mapa de España, rojo en 1964 y negro en 1967; está demostrado que la variación del color, del rojo al negro, no eran una alusión a un determinado porvenir, ya que la Revista iba superando múltiples dificultades e iba consolidándose. Por cierto, ¿no constaban entonces Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla? En la portada del número 1 del volumen VII (1971) se incluye un índice en el que constan varios asuntos de interés: están los resúmenes de lo tratado en las Tertulias Clínicas del Congreso de San Sebastián; hay una referencia a colaboración extranjera de autores desconocidos y sin referencia a su lugar de trabajo; supongo que fueron comunicaciones al Congreso; hay un sentido artículo In memoriam del Dr. Tapia, firmado por el Dr. Tello Valdivieso; este mismo Dr. en un editorial, entre otros asuntos, informa de la propuesta de una Comisión de Docencia y de encargar de su gestión al Dr. Gil Turner. Por estas fechas, Laboratorios Liade mantiene su publicidad, pero ahora está muy bien acompañada por la de los Laboratorios Robert, Fher, Roche, Boehringer, Elmu, Funk, Ibys, Inibsa, Landerlan, Jorba, Lepetit y Beechan: aún se anuncia el PAS, pero también la rifampicina; se anuncian el actithiol y la bromehxina, y se anuncia la ampicilina, aún sin su pareja del clavulánico; unos comprimidos para “Broncopatías. Asma bronquial” reúnen cloranfenicol, tetraciclina, dexametasona, eufilina y guayacolato de glicerilo. 34
¡Interesante observatorio de la evolución de la terapéutica! La publicidad desapareció definitivamente de las portadas en 1977. La portada de 1975 muestra una radiografía con una masa que, según la patología residual de entonces, debería corresponder a un quiste hidatídico. Durante muchos años después no se hizo constar imagen alguna en la portada… Quizás eran tiempos austeros. Actualmente vuelve en forma de un modelado de un árbol bronquial real. El actual icono de nuestra Sociedad está en la portada de la Revista por primera vez en el volumen IV, número 4, y se mantiene desde entonces. A pesar de que, desde siempre, tres de las cinco letras del acrónimo SEPAR han estado puestas al revés, haciendo imposible su lectura, y que también es verdad que ya es “mayor” (tiene ya 47 años), lo veo como un icono muy bonito y elegante, y que añade un recuerdo a la tradición con el fondo de la Cruz de Lorena, símbolo de la lucha antituberculosa. Creo que merece la pena conservarlo como un verdadero valor tradicional y desde luego, no menos actual. La referencia en la portada a la Sección Española de la AIEB desaparece en el número 4 de 1969…¡Gracias también! En los primeros tiempos, la Revista se nutría de los textos de los trabajos presentados a las reuniones anuales de la AIEB. En el primer número estaban los trabajos presentados en la VIII Reunión de la Sección Española de la AIEB, celebrada en Valencia el 14 y 15 de junio de 1963. Después se han añadido Suplementos: monográficos y de resúmenes de las comunicaciones a los congresos de la Sociedad. Ahora, con mejor perspectiva sobre mi pasado con la Revista, veo con pena que no ha sido lo amplia, ambiciosa y cualificada que yo ahora hubiera querido recordar. ¡Lo siento! No obstante creo haber participado desde la constitución de SEPAR, compartiendo las angustias de los primeros editores para completar el material del siguiente número, en gestiones diversas durante mis épocas de Secretario y Presidente de SEPAR, y mientras fui redactor, además de aportar trabajos a publicar, y de los resúmenes de las comunicaciones de mi grupo presentadas en el suplemento de cada Congreso. He publicado 28 artículos en Archivos; el primero de ellos fue en 1968, con el texto de mi participación en el Congreso de El Escorial, primero de SEPAR, con el título de Insuficiencia respiratoria y corpulmonale. Correlaciones con la hemodinámica. A este trabajo le siguió otro 35
en el siguiente número, ampliando la información presentada en el primero, con la intención de facilitar así la cantidad de texto necesaria para cada número. En 1978 se premió mi trabajo dedicado a la Valoración clínica del control de la respiración. Durante mis épocas de Secretario de SEPAR, teniendo como Presidente al Dr. Duplá, y en mi época de Presidente tratamos en repetidas ocasiones de la financiación de la Revista en negociaciones duras y no siempre exitosas con Doyma. Después, y gracias a más expertos y más duros negociadores por nuestra parte, la Revista ha conseguido excelentes condiciones. En 1988 fui nombrado revisor de originales, junto con los doctores Felipe Vara Cuadrado y Roberto Rodríguez Roisin. Valorábamos los trabajos al menos dos de los tres implicados en la supervisión; salvo en algunos matices no tuve nunca diferencias importantes con los otros revisores. Corregíamos los textos, muchas veces aclarábamos su redacción, otras veces, incluso, añadíamos información… No creo que fuéramos especialmente rigurosos; entre otras cosas porque teníamos que llenar las páginas de la Revista. Fue una época en la que la Revista ya recibía originales suficientes, pero sólo eso; además había que remitir el informe a la redacción con una cierta premura. En un trabajo sobre pacientes con insuficiencia respiratoria no se mencionaba en ningún momento ningún valor de la PaCO2… Y eso que ya se había inventado hacía tiempo. Lo devolví argumentándolo, en mi opinión de forma respetuosa y conveniente, pero mi rechazo fue duramente criticado por su autor. Felizmente no tuve ningún otro contratiempo de este tipo. En otras páginas de este libro de satisfecha y feliz celebración se comentan todos los otros y abundantes éxitos de la Revista, y el amplio reconocimiento, y no sólo en el ámbito hispanoparlante, del que ha sido objeto nuestra querida Revista. Igualmente se glosará de forma muy adecuada y enormemente agradecida la gran labor, que debe perdurar en el recuerdo, de los doctores Altabella Sanjuan y Guallar Segarra, primeros redactores de nuestra Revista, y de su primer director, el Dr. Blanco Rodríguez.
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El número 5 de septiembre-octubre de 1981 de Archivos de Bronconeumología José M. Marín
Cuando llegué al despacho del médico al que me habían asignado, no había nadie. La habitación era enorme, con dos grandes ventanales a través de los que se divisaban las estribaciones de los Monegros. Había una camilla, un gran negatoscopio, un armario de cristal típico de los hospitales donde se guardaban algunas muestras de medicamentos y una mesa de las que tiene un cristal bajo donde había algunas notas. Enseguida fijé mi atención en las dos únicas revistas médicas que había encima, de tapas blancas y títulos en marrón: Archivos de Bronconeumología. Era mi primer día como residente de neumología en un gélido 2 de enero de 1982. Estaba nervioso y como el médico no venía, tome una de las dos revistas. Era el número 5 de septiembre-octubre de 1981. En aquel entonces, Archivos era bimensual. Los títulos de los artículos estaban en la portada. Los temas que trataban me parecían complejos y de terminología casi ininteligible: “…medidas de punto máximo de flujo…”, “Pulmón claro unilateral….”, “Pseudolinfoma de pulmón….”. El único que me sonaba, por haberlo estudiado para el examen MIR, tenía por título “vasculitis pulmonares” y estaba firmado por un tal J. Morera Prat. Pasé la página y en la contraportada había una publicidad de una vacuna antibacteriana. No sabía que existiera esto, pensé. En la otra página, el logo de SEPAR, el nombre de su presidente (A. Duplá Abadal) y el del director de la revista (F. Coll Colomé). En la mitad inferior, aparecían los precios de la suscripción y de los números por separado. La tarifa anual de suscripción era de ¡1.900 pesetas! Para mí, imposible, deduje. Pase las hojas y me detuve en el artículo de las vasculitis: ¡20 páginas y 287 citas!1 Empecé a leerlo 37
extasiado y recuerdo claramente que en ese momento pensé que no tenía ni pajorera idea de nada. Me confabulé conmigo mismo para que algún día pudiera ser capaz de escribir algo en esa revista. No me dio tiempo a otras reflexiones. Una enfermera seguida por un médico entró bruscamente por la puerta y me espetó: “deje usted eso encima de la mesa inmediatamente”. El médico la interrumpió; “no abrume usted al muchacho. Llévatela maño, pero devuélvemela mañana”. La enfermera era la hermana Antonia, el médico es el Dr. José A. Caballero y el lugar, el Hospital de Enfermedades del Tórax de Zaragoza.
El Doctor José María Marín fue redactor de Archivos de Bronconeumología de 1991 a 1993 y de 2005 a 2008.
Después de aquel “incidente” han existido otros momentos que han influido mi vida profesional. Pero aquel fue decisivo para mí. Me llevé la revista a mi casa, la fotocopié y la devolví al día siguiente. Desde entonces la ojeo todos los meses. Aun estando ampliando mi formación fuera del país conseguí que me la mandaran mensualmente en una época en que no había internet. Mi relación con Archivos ha sido estrecha, como lector, colaborador y redactor. Sin hacer una revisión de mi amplia colaboración con Archivos, me resultó espe38
cialmente grato el encargo libre que se me hizo para celebrar su 40 aniversario. Yo lo titulé Viejos y nuevos criterios para clasificar la EPOC2. En ese artículo exponía muchas de las ideas que habíamos discutido durante mucho tiempo un grupo de amigos (Ciro Casanova, Santiago Carrizo o Juan Pablo de Torres) liderados por nuestro maestro Bartolomé Celli, sobre la EPOC. En ese artículo incluí la tabla modificada de variables y valores asignados para el cálculo del índice BODE, cuyo artículo principal se publicaría casi simultáneamente3. No tengo ninguna duda de que Archivos ha representado uno de los principales instrumentos de cohesión de la neumología española y ahora debe hacer el mismo papel para la neumología latinoamericana. Nunca se cuantificará, ni se agradecerá, ni se sabrá la dedicación en horas y esfuerzo intelectual de los rectores de Archivos (directores, redactores y colaboradores) en sus diferentes etapas. Esta generosidad empieza a ser escasa en la actualidad y algo me dice que necesitamos una nueva etapa de ilusión y regeneración.
Bibliografía 1. Morera Prat J. Vasculitis pulmonares. Arch Bronconeumol. 1981;17:221–240. 2. Marin JM. Viejos y nuevos criterios para clasificar la EPOC. Arch Bronconeumol. 2004;40(Supl 6):9–15. 3. Celli BR, Cote CG, Marin JM, Casanova C, Montes de Oca M, Mendez RA, et al. The body-mass index, airflow obstruction, dyspnea, and exercise capacity index in chronic obstructive pulmonary disease. N Engl J Med. 2004;350:1005–12.
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El período 1992-2000. Visión del director Juan Ruiz Manzano
El año 1992 fue emblemático para nuestro país por diversos motivos entre los que destacan la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América. Como cada año, tuvo lugar el congreso SEPAR que en esta señalada ocasión se celebró en la hermosa ciudad de Granada. En dicho congreso, y como resultado de las votaciones, fue elegido presidente de SEPAR el Dr. José Castillo Gómez, Jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Virgen del Rocío. El presidente Castillo me propuso asumir la dirección de la revista de nuestra Sociedad y, tras reflexionar sobre la trascendencia del encargo que se me ofrecía, decidí aceptar el reto. Anteriormente, ya había desempeñado cargos de responsabilidad como vicepresidente de la Sociedad, presidente del Comité Científico y de Investigación y Coordinador del Grupo TEP. La junta directiva ratificó la propuesta y pasé a ser el cuarto director de la revista desde su fundación en 1964. Con motivo de la conmemoración del 50 aniversario de la revista, la junta directiva de SEPAR junto con el actual comité de dirección de Archivos ha tenido la feliz idea de editar un libro para celebrar el acontecimiento. Es un honor y un orgullo para mi poder colaborar en el mismo, aportando las vivencias de mi mandato. La ocasión es propicia para repasar la historia y hacer algunos comentarios sobre la etapa que a mí me tocó vivir. Durante mi período tuvieron lugar numerosos acontecimientos, algunos meramente formales y otros de mayor trascendencia. De entre los últimos, quiero destacar 40
El Doctor Juan Ruiz Manzano, director de Archivos de BronconeumologĂa de 1992 a 2000.
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dos por su relevancia: en primer lugar, la inclusión de Archivos de Bronconeumología en el Index Medicus a partir de enero de 1994 y, en segundo lugar, el hecho que la Asociación Latinoamericana del Tórax (ALAT) adoptase nuestra revista como su órgano oficial de expresión a partir de enero del año 2000. Desde sus inicios hasta la actualidad, Archivos de Bronconeumología ha tenido diez directores que, con sus correspondientes equipos de redacción, han marcado las diferentes etapas de la historia de la revista. A lo largo del período que me tocó dirigir tuve el placer de contar con cinco equipos de redacción. Dado que la labor de equipo fue decisiva en los logros que pudimos alcanzar y en agradecimiento a su contribución quiero dejar constancia en este escrito de la composición de cada uno de ellos: Primera etapa, 1992 Redactor jefe: César Picado. Secretario de redacción: Pere Casan. Redactores: José Mª Marín, Miguel Perpiñá y Felipe Vara. Segunda etapa 1993 Redactor jefe: César Picado. Secretario de redacción: Pere Casan. Redactores: José Mª Marín, Miguel Perpiñá, Felipe Vara y Hectór Verea. Tercera etapa 1994-1996 Redactor jefe: Pere Casan Secretario de redacción: Antonio Xaubet. Consejo editorial: Constituido por cincuenta especialistas procedentes de España, Inglaterra, Francia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, México y Chile.
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Cuarta etapa 1997-1999 Redactor jefe: José Luis Álvarez Sala. Secretario de redacción: Antonio Xaubet. Consejo editorial: Constituido por 55 especialistas procedentes de España, Inglaterra, Francia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, México, Chile, Brasil y Argentina. Quinta etapa 2000 Secretario de redacción: Antonio Xaubet Redactores: José Luis Álvarez Sala, Pere Casan y R. Moreno Bolton. Consejo editorial: Constituido por 58 especialistas procedentes de España, Inglaterra, Francia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, México Chile, Brasil, Argentina y Colombia.
Tras mi nombramiento, el primer objetivo que me planteé, junto con el equipo de redacción, fue que la revista tuviera reconocimiento internacional a través de su inclusión en el Index Medicus. Una vez alcanzado este objetivo, el paso siguiente sería la obtención del factor de impacto. Para lograrlo, llevamos a cabo una serie de cambios necesarios para adaptar la estructura de la revista a los estándares internacionales de las revistas biomédicas de mayor prestigio: se creó el consejo editorial que incorporó a cincuenta autores internacionales y nacionales de reconocido prestigio, introdujimos el sistema de evaluación y revisión por expertos anónimos e independientes (peer review) y se modificó la impresión en papel libre de ácidos para cumplir con la normativa requerida para la protección del medio ambiente. Como resultado de las mencionadas acciones, Archivos de Bronconeumología fue incluida en el Index Medicus a los pocos meses de nuestra incorporación a la dirección de la revista. A partir de enero de 1994 pudimos imprimir la ansiada frase en la portada de la revista “Incluida en el Index Medicus”. El objetivo principal se había alcanzado, y desde ese momento diseñamos el plan estratégico para incluirla en el Science Citation Index (SCI) y así poder disponer de nuestro factor de impacto correspondiente. 43
Durante esta etapa, la revista se consolidó y se estabilizó su contenido. Duplicamos el número de artículos originales, editoriales y de cartas al director. Cada año publicamos 11 números ordinarios y uno de extraordinario dedicado al Congreso SEPAR, además de tres o cuatro números monográficos. La revista tuvo visibilidad mediante stands en los congresos de la ALAT y de la ATS. Tengo pocas dudas al afirmar que, a partir de estos hechos, Archivos de Bronconeumología se convirtió en la revista de referencia de la neumología y cirugía torácica española y se situó entre las primeras revistas nacionales contenidas en el Índice Médico Español, además de ser la única revista de neumología de habla hispana incluida en el Index Medicus. Un tema que provocó vivos debates en el seno de los distintos comités de redacción que tuve fue la oportunidad de cambiar el nombre de la revista que nos parecía que había quedado obsoleto. A muchos de nosotros nos parecía que la palabra Archivos sugería antigüedad y que el término Bronconeumología estaba desfasado o, cuando menos, debería actualizarse. Se propusieron diversas denominaciones alternativas pero no llegaron a ser presentadas para su aprobación a la junta directiva. El motivo fue que la prudencia nos aconsejó no hacer cambios mientras se nos estuviese evaluando para entrar en el Index Medicus en la primera fase y en el SCI, más tarde. Así que este tema perdió su prioridad y lo dejamos en suspenso esperando tiempos mejores para retomarlo. En relación a la operación que concluyó en que la ALAT adoptase nuestra revista como su órgano oficial de expresión, voy a aprovechar la ocasión para mencionar a las personas que con su determinación lo hicieron posible. Me estoy refiriendo a Bartolomé Celli, Jacob I. Sznajder y José Roberto Jardim, por la ALAT, y a Víctor Sobradillo y a mí mismo, por parte de SEPAR. En una reunión en Ginebra que coincidió con el congreso de la ERS en la que nos encontramos Víctor Sobradillo como presidente SEPAR, yo como director de la revista y José Roberto Jardim y Bartolomé Celli como miembros destacados de la ALAT, ultimamos los detalles para llevar a cabo el proceso. En enero del 2000 la revista hizo pública la fusión de Archivos de Bronconeumología con la ALAT a través de la publicación de dos editoriales realizados por los dos presidentes de ambas sociedades, los doctores Victor Sobradillo y José Roberto Jardim. En el mismo año y durante el Congreso de la ALAT en Cartagena de 44
Indias, tuvo lugar el acto protocolario de la firma del convenio entre SEPAR y ALAT mediante el que se regularizó la relación entre Archivos de Bronconeumología y la ALAT. Como anécdota, mencionar que, en la citada firma, el presidente de SEPAR me delegó su representación por la imposibilidad de poder asistir al acto. Así pues, firmamos el convenio el presidente de la ALAT y el director de la revista. Quisiera también referirme a los aspectos negativos de mi gestión. De todos ellos tengo que destacar el rechazo repetido por parte del Institute for Scientific Information a la inclusión de Archivos de Bronconeumología en el Science Citation Index (SCI), condición sine quanon para obtener el factor de impacto. Después de perseguirlo con ahínco y solicitarlo en varias ocasiones, se nos denegó nuestra legítima inclusión en el mismo, a pesar de que existían en el citado SCI revistas cuyo factor era similar o incluso inferior al calculado para la nuestra. En cualquier caso, estábamos convencidos que, por la calidad de la revista, finalmente se conseguiría, como así ocurrió bajo la dirección posterior. Pero para nosotros este hito se nos resistió y lo dejamos pendiente. El capítulo de agradecimientos quiero iniciarlo por José Castillo que, como presidente de SEPAR, confió en mí y me convenció para que dirigiera la revista de la Sociedad. También he de agradecer a los presidentes Lorenzo Fernández Fau y Víctor Sobradillo que durante sus mandatos me renovaran la confianza. Gracias a la secretaría técnica de SEPAR, en especial a su directora ejecutiva Pilar Bonany, que siempre estaba ahí cuando se la necesitaba. También quiero dejar constancia de mi reconocimiento a los revisores, que en número de casi un centenar por año, tanto contribuyeron al desarrollo de la revista y, por supuesto, a los autores, que son la base para la continuidad de la misma. Por supuesto no puedo finalizar este apartado de agradecimientos sin mencionar a las personas de la editorial Doyma que facilitaron nuestra labor. Fueron muchas las que participaron, pero por su proximidad tengo que destacar a Javier Ruiz, director editorial; a Mireia Capdevila, secretaria técnica y, como no, a José Antonio Dotú, consejero delegado, que siempre nos demostró su apoyo y estima.
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Para finalizar, confieso que durante los ocho años que dirigí la revista tuve siempre la agradable sensación de trabajar con un equipo enormemente cohesionado e implicado, que era consciente de la responsabilidad que habíamos adquirido con nuestros lectores y de la trascendencia de nuestra labor. El esfuerzo y la entrega que dedicábamos a la revista se vió premiado con creces con cada nuevo número que lográbamos publicar. Esa fue, sin duda, nuestra máxima satisfacción.
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Mis vivencias como secretario de redacción de Archivos de Bronconeumología Antoni Xaubet
Hablar de Archivos de Bronconeumología es referirse a la trayectoria científica de SEPAR durante 50 años. He tenido el honor de ser secretario de redacción de la revista durante 18 años, desde 1994 hasta 2012. En realidad, es un período de tiempo muy largo, pero mi experiencia editorial a lo largo de los años supuso que los directores de la revista me animaran a continuar. Durante este tiempo, he tenido la posibilidad de conocer a fondo la revista y de vivir los aspectos cruciales de su historia. He formado parte del comité de redacción de cuatro directores: Joan Ruiz Manzano, Miguel Perpiñá, Pere Casan y Francisco García Río. Me incorporé a la revista en 1994, bajo la dirección de Joan Ruiz Manzano. Aunque han pasado muchos años, permanecen gratos recuerdos en mi mente de esta primera etapa en la revista y voy referirme fundamentalmente a ellos en este artículo. El consejo de redacción estaba formado por tres miembros (Pere Casan era el redactor jefe). Durante esta época se produjeron grandes cambios en el funcionamiento de la revista, que constituyeron un punto de inflexión hacia su modernidad y madurez. Se creó un consejo editorial, constituido por prestigiosos autores nacionales e internacionales. También se incorporó la revisión por pares por expertos anónimos e independientes. Anteriormente, los trabajos eran evaluados por un grupo de redactores que formaban parte del comité de redacción. Destacar que, cuando se inició la revisión por pares, se compensaba a cada revisor con 10.000 de las antiguas pesetas. En algunos casos, se acortaba considerablemente el tiempo de revisión y no era excepcional que algunos revisores se ofrecieran voluntariamente para evaluar más artículos. La revista funcionaba de una forma que podríamos decir 47
artesanal. Los trabajos llegaban a la redacción por correo postal, y la decisión se remitía a los autores también por correo postal, con una carta que redactábamos a mano y que una secretaria pasaba a limpio y la remitía a los autores. Como secretario de redacción calculaba manualmente los indicadores del funcionamiento de la revista: tiempo transcurrido entre la recepción de los originales y su revisión y el período entre la recepción y su publicación. El número monográfico con las comunicaciones se entregaba junto a la otra documentación en la sede del congreso anual. A este respecto se produjeron dos hechos insólitos. En el Congreso celebrado en Oviedo en 1994, el número monográfico no había llegado a su tiempo. Resulta que fueron enviados a Gijón, pero al final todo se arregló. Algo parecido sucedió en el Congreso de Madrid de 1998 en que fueron depositados sin previo aviso en el sótano del Palacio de Congresos y en realidad fue un poco difícil encontrarlos.
El Doctor Antoni Xaubet, secretario de redacción de 1994 a 2011.
En 1994, la revista quedó incluida en el Index Medicus de la National Library of Medicine de Estados Unidos. Asimismo, en el año 2000, la revista pasó a ser el órgano oficial de expresión de la Asociación Latino Americana del Tórax (ALAT). En tres ocasiones, presentamos al ISI la documentación necesaria para la obtención del factor de impacto, pero 48
la respuesta fue siempre negativa. Uno de los temas que se planteó recurrentemente fue el cambio de nombre de la revista, ya que a muchos no les gustaba la actual denominación. No obstante, el cambio de nombre hubiera dificultado de forma significativa la obtención del factor de impacto. Con Joan Ruiz y Pere Casan, constituimos un grupo muy compacto y con ellos viví mis mejores experiencias en Archivos. La reuniones tenían lugar siempre los martes por la tarde en Doyma, y en ocasiones se alargaban durante varias horas. Durante las fechas navideñas, nos reuníamos en una comida con el Sr. Dotú, propietario de Doyma, en el restaurante Reno. El Sr. Dotú es una gran persona y siempre comentaba que la editorial era rentable, debido, en parte, a que los médicos somos muy altruistas ya que redactamos editoriales y revisiones (que son remuneradas en Archivos) por “cuatro duros”. Uno de los acontecimientos que viví con más entusiasmo fue la inclusión de la revista en el ISI en 2001, después de varias tentativas y bajo la dirección de Miguel Perpiñá. Por tanto, en 2003, la revista ya tenía factor de impacto. Otro hito importante que contribuyó al crecimiento internacional de la revista fue la creación de la versión gratuita en lengua inglesa en 2003. Ello supuso un incremento sustancial en la visibilidad de la revista y la recepción de artículos de autores de varios países. La tarea del consejo de redacción se vio facilitada por la informatización de Archivos en 2003. Se creó un portal de internet que permitía consultar todo lo relacionado con la revista, así como el espacio para los autores para el envío de manuscritos. De este modo, Archivos mejoró su posición en el ámbito de las revistas científico médicas. En el Consejo de redacción dirigido por Pere Casan decidimos cambiar la portada de la revista. Archivos había tenido siete portadas diferentes, la última de las cuales databa, si no recuerdo mal, de los años ochenta. Como apuntaba Pere Casan, la portada de una revista es su tarjeta de presentación. En los años posteriores y ya bajo la dirección de Francisco GarcíaRío, Archivos se asoció con el grupo Elsevier y se creó un sistema informático que facilitó el envío de originales y su revisión. Como consecuencia, mejoraron sensiblemente las tareas del comité de redacción y se acabaron las reuniones semanales, que pasaron a ser mensuales. Por otra parte, la Asociación Iberoamericana de Cirugía Torácica (AIACT) adoptó Archivos como su órgano de expresión científica, lo que demuestra el interés que despierta la revista en Sudamérica. 49
Mi peor recuerdo fue cuando en 2011, Archivos fue excluido de las revistas con factor de impacto durante dos años, por exceso de autocitación. Esta circunstancia provocó un gran disgusto en el comité de redacción, y se solicitó que el período sin factor de impacto fuera de solo un año, pero no fue posible. Nos pusimos rápidamente a subsanar el error, y, ahora, Archivos ya tiene de nuevo factor de impacto.
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Cinco años fantásticos en Archivos de Bronconeumología José Luis Álvarez-Sala
Fue una tarde del mes de julio de 1996. Estaba trabajando en casa. Recuerdo bien aquella tarde por la ilusión que me hizo recibir la inesperada llamada telefónica del entonces presidente de SEPAR, el Dr. Lorenzo Fernández Fau. Me preguntó, casi a “bote pronto”, si estaría dispuesto a incorporarme al equipo de redacción de Archivos de Bronconeumología. Ni qué decir tiene que dije que sí inmediatamente, sin preguntar nada más. El resto de la conversación fue breve. Simplemente me indicó que en poco tiempo se me comunicaría por escrito. Así fue. A las pocas semanas recibí una carta de la Secretaría Técnica de SEPAR, que aún conservo, en la que se me indicaba que contactase con el director de la revista, el Dr. Juan Ruiz Manzano, con el redactor jefe, el Dr. Pere Casan Clarà, o con el secretario de redacción, el Dr. Antoni Xaubet Mir, para que me señalaran cuando debía incorporarme al trabajo en los primeros días del inmediato mes de septiembre. A las 5 de la tarde del martes 10 de septiembre de 1996 pisaba por primera vez la sede de Ediciones Doyma, en la calle Travessera de Gràcia 17-21, con todo el entusiasmo del mundo, pero también con una importante dosis de ansiedad e, incluso, de temor. No sabía nada de cómo se trabajaba en el comité editorial de una revista científica como tampoco de lo que, en realidad, se esperaba de mí. Aunque conocía muy bien, por su reconocida trayectoria como neumólogos, a los tres miembros del equipo que me esperaban, prácticamente no había hablado nunca con ellos antes de ese momento. Para mi alegría me recibieron maravillosamente bien. Enseguida me di cuenta de que sería un privilegio trabajar con ellos y que, con toda probabilidad, nos haríamos amigos en poco tiempo. 51
El Doctor José Luis Álvarez-Sala fue redactor jefe de Archivos de Bronconeumología de 1997 a 2000 y redactor en 2001.
A partir de ese día casi todos los martes viajaba a Barcelona, pese a mi aversión al avión, en el puente aéreo de primerísima hora de la tarde. Trabajábamos hasta las nueve o más de la noche y nos llevábamos a casa lo que no habíamos podido acabar, según un reparto meticuloso que hacía el Dr. Ruiz Manzano. En los meses siguientes fui aprendiendo multitud de cosas relativas al proceso editorial. Siempre me maravillaba el orden sistemático del Dr. Xaubet en el registro de las entradas y de la asignación de las evaluaciones que se encargaban, así como el conocimiento del campo de trabajo y del área de interés de la mayoría de los neumólogos españoles que demostraban el Dr. Casan y el Dr. Ruiz Manzano a la hora de remitir los trabajos a la revisión por pares. Muchos días, si acabábamos un poco antes, todavía teníamos tiempo para charlar un rato, tomando algo, sobre nuestros hospitales y sus problemas, en un bar cerca de Ediciones Doyma. Y de ahí, yo al aeropuerto para llegar a casa casi a la medianoche, pero manteniendo siempre toda la ilusión por volver al martes siguiente. El 1 de enero de 1997 el Dr. Casan dejó el equipo editorial y el Dr. Ruiz Manzano propuso al presidente de SEPAR que se me nombrara redactor jefe de Archivos de Bronconeumología. Así fue y así seguí trabajando en la revista hasta el 10 de junio de 2002, fecha en la que dejé definitivamente de pertenecer a su órgano de dirección. Fueron cinco años fantásticos, en 52
los que aprendí mucha neumología y algo de cirugía torácica, al menos desde un punto de vista teórico, gracias a la cantidad y a la calidad de los trabajos que se valoraban cada semana y gracias, sobre todo, a lo que constantemente, en todos los sentidos, me enseñaron el Dr. Ruiz Manzano, el Dr. Casan (que volvió a reincorporarse a la revista el 1 de enero de 2000), el Dr. Xaubet y, en los primeros meses del 2002, como nuevo director de la revista, el Dr. Miguel Perpiñá Tordera, todos ellos grandes amigos desde entonces, a los que estoy enormemente agradecido por la oportunidad que me brindaron y a los que espero no haber defraudado. Mucho es lo que aprendí en aquellos años y también mucha la ilusión de entonces. Sin embargo, el momento culminante se produjo cuando el Dr. Ruiz Manzano me encargó que elaborase un documento que sirviera para volver a solicitar –sería el tercer intento– la inclusión de Archivos de Bronconeumología en el Journal Citation Reports del Institute for Scientific Information de Filadelfia. Más abajo se incluye, por si pudiera tener algún interés para la pequeña historia de SEPAR, la documentación que se preparó al respecto. Por desgracia, la respuesta a la petición fue de nuevo negativa, pero como generosamente señala el Dr. Perpiñá en su capítulo del libro Historia de la Neumología y la Cirugía Torácica española, publicado en 2006, “las bases estaban ya perfectamente puestas”. Así fue dos años más tarde. Aunque esa es otra historia que creo que también merece ser contada por los que la vivieron.
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Dr. D. Juan Ruiz Manzano Avda. de Madrid 179, 3º, 6ª izqda. Barcelona 08028 Madrid, 22 de septiembre de 1998 Querido Juan: Te envío, tal y como quedamos, el borrador de la carta que he elaborado para solicitar al Institute for Scientific Information de Filadelfia la incorporación de Archivos de Bronconeumología en el Science Citation Index. He utilizado todos los argumentos que se me han ocurrido, basándome también en cartas anteriores y organizándolos de acuerdo con la estructura general que se deduce del trabajo de Garfield publicado en Current Contents en 1990. Faltan algunos detalles numéricos, que no sabía, para completar el escrito. Es posible que algunos de estos datos no nos favorezcan, en cuyo caso creo que habría que suprimir el párrafo o la frase que los mencionan. He querido, no obstante, introducir todas las ideas posibles para que podamos discutir sobre ellas y eliminar todo lo que no sea adecuado. Es posible que el texto pueda simplificarse algo y hacerlo más compacto. También pueden darse, con respecto a algunos hechos, menos ejemplos, con lo que el documento sería más corto. Haz, por supuesto, lo que creas más conveniente, tanto de “quitar” como de “poner” y llámame para lo que quieras. A ver si tenemos suerte. Ayer, martes 22, estuve en Barcelona con Toni. Le deje una copia (con algún dato menos) de lo que ahora te envío por fax y que también te remito por carta a tu casa. Hasta pronto, recibe un fuerte abrazo. J. L. Álvarez-Sala Príncipe de Vergara 7. Madrid 28001 54
SOLICITUD DE INCORPORACIÓN DE ARCHIVOS DE BRONCONEUMOLOGÍA AL JOURNAL CITATION REPORTS Y AL CURRENT CONTENTS/CLINICAL MEDICINE DEL INSTITUTE FOR SCIENTIFIC INFORMATION DE FILADELFIA Helen Szigeti Publication Selection Institute for Scientific Information 3501 Market Street Philadelphia. Pennsylvania 19104, USA Barcelona, 22 de septiembre de 1998 Dear Miss Szigeti, En noviembre de 1992 y en enero de 1996 Archivos de Bronconeumología (ArchBronconeumol), órgano de expresión de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), se dirigió al Institut for Scientific Information (ISI) al objeto de solicitar su inclusión en el Current Contents (CC) y el Science Citation Index (SCI). En ambas ocasiones la respuesta fue, después de completar la evaluación de la revista, que no era posible aceptar su cobertura por el momento (14th May 1993 and 10th September 1996). Se sugería, sin embargo, solicitar una reevaluación pasados 24 meses, momento en el que se volverían a tener en cuenta aspectos como la progresión de la revista, datos cuantitativos y prioridades del ISI, lo que podría llevar a una decisión diferente. Ha transcurrido ese tiempo y nos permitimos dirigirnos nuevamente a Ud. para pedirle una tercera valoración de ArchBronconeumol. De acuerdo con las recomendaciones de Garfield (CurrCont 1990;22:5–13) hemos organizado 55
esta solicitud según tres grandes criterios: citation data, journal standards and expert judgment. 1. Citation data Recientemente hemos revisado las citas recibidas por ArchBronconeumol durante 1994, 1995 y 1996, al objeto de calcular el factor de impacto (IF) de la revista en 1996 y 1997. Hemos seguido para ello las recomendaciones dadas por Garfield para calcular el impacto de revistas not covered por el ISI. We have manually counted the number of source items published by Arch Bronconeumol over two two-year periods (1994-1995 and 1995-1996). We also recorded manually for 1996 and 1997 the number of citations the journal received from SCI-covered journals of the discipline “Respiratory System”, not considering the number of times the journal cited itself (self-citation). The SCI-covered journals taken into account were Am J Respir Crit Cared Med, Am J Respir Cell Mol Biol, Eur Respir J, Chest, Thorax, Ann Thorac Surg, Clin Chest Med, Respir Med, Exp Lung Res, J Thorac Cardiovasc Surg, Lung, Pediatr Pulm, Respiration, Respir Physiol, Semin Respir Crit Care Med, Sarcoidosis, Tuberc Lung Dis, and Lung Cancer. Además se revisaron tres revistas de medicina interna: N Engl J Med, Lancet and Med Clin (Barc). Esta última se incluyó por ser la única publicación médica española incluida entre las Source Publications del SCI. El IF de ArchBronconeumol fue de 0,069 para 1996 (0,282 considering selfcitation) y 0,030 para 1997 (0,267 considering self-citation). Para esos mismos años el índice de visibilidad fue de 1,602 y de 1,477 y el semiperíodo de las citas (cited half-life) de 2,00 y de 3,00 años, respectivamente. Cabe destacar que, aunque el IF de ArchBronconeumol es discreto, es similar al de otras publicaciones incluidas en el apartado Respiratory System del Journal 56
Citation Reports (JCR), por ejemplo ACP-Appl Cardiopulm Physiol (0,086) y parecido o incluso superior al de otras revistas de otras disciplinas (Int Hepatol Commun 0,096, Irish Med J 0,085, Prog Pediatr Cardiol 0,074, Radiochemistry 0,061, Exp Oncol 0,058, Acta Paediatr Jap 0,049, Rev Esp Fisiol 0,047, S Afr J Surg 0,034, Compl Surg 0,031, Ophtal Genet 0,023, etc.). En conclusión, del análisis del IF de ArchBronconeumol puede deducirse que, aunque por el momento la proyección internacional de la revista es limitada, cabe esperar que su repercusión aumente en los próximos años (conviene recordar que el IF calculado por el SCI para ArchBronconeumol para 1993 fue de 0,015). Un aumento en el número de revistas cubiertas por el SCI dedicadas al aparato respiratorio favorecería esta tendencia, ya que es sabido que las posibilidades de citación aumentan cuando lo hace el número de revistas fuente en un grupo temático determinado. El Respiratory System en el JCR de 1996 recoge únicamente 22 revistas, mientras que otras especialidades médicas están representadas por un número de publicaciones muy superior (57 revistas en Cardiac and Cardiovascular Systems, 73 en Endocrinology and Metabolism, 100 en Clinical Neurology, 40 en Gastroenterology and Hepatology, 55 en Hematology, 29 en Infectious Diseases, 96 en Oncology, etc.). 2. Journal standards ArchBronconeumol está incluida en el Index Medicus-MEDLINE Database desde enero de 1994, por lo que su contenido está disponible para lectores e investigadores del mundo entero. Con anterioridad ya había sido aceptada por Excerpta Medica/EMBASE. ArchBronconeumol es la única revista dedicada a la Medicina Respiratoria publicada en lengua española que figura en el Index Medicus-MEDLINE y es la revista de la especialidad más importante editada en lengua española. 57
Creemos que su relevancia y proyección se han incrementado progresivamente en los últimos años. ArchBronconeumol es el órgano oficial de expresión de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), una Sociedad que cuenta actualmente con casi 2.000 miembros, es decir, la práctica totalidad de los neumólogos y cirujanos torácicos españoles, además de alergólogos, internistas, intensivistas, enfermeros, fisioterapeutas, etc. La revista se fundó hace 34 años, en 1964, y desde entonces se ha publicado ininterrumpidamente, dando a conocer los trabajos de los miembros de la Sociedad, así como los de otros renombrados investigadores internacionales en este campo. Recientemente, además, la Asociación Latinoamericana del Tórax (ALAT) ha solicitado a SEPAR que ArchBronconeumol se convierta en su órgano oficial de expresión. ArchBronconeumol publica 12 números al año, además de uno o dos suplementos y un fascículo extra que recoge las conferencias, ponencias, proceedings y comunicaciones aceptadas en el congreso anual de SEPAR. La editorial y el personal administrativo de ArchBronconeumol pertenecen a Ediciones Doyma SA, quizás la editorial española más prestigiosa y que hace unos meses se ha incorporado al grupo editorial alemán Bertelsmann. La revista se imprime y publica en Barcelona, ciudad con gran impacto y repercusión científicas en Europa y el resto del mundo en el campo de la Medicina Respiratoria. ArchBronconeumol está adherida al Convenio de Vancouver y todos sus artículos se publican de acuerdo con el estilo establecido por los Uniform requirements for manuscripts submitted to biomedical journals. Además, todos los manuscritos que recibe ArchBronconeumol se evalúan anónimamente por dos o tres expertos, que siempre son investigadores de reconocida competencia 58
en el tema, bien del comité editorial de la propia revista o bien expertos en ese campo ajenos a dicho comité. El Editorial Board de ArchBronconeumol está formado por las personas más relevantes de la Neumología y Cirugía Torácica españolas e hispanoamericanas, así como por investigadores y expertos internacionales de gran prestigio en el campo de las enfermedades respiratorias, como por ejemplo B. R. Celli (Boston, USA), J. Milic-Emili (Montreal, Canada), G. M. Cochrane (London, England), R. W. Light (Long Beach, USA), R. Moreno (Santiago, Chile), THJ Clark (London, England), D. O. Rodenstein (Brussels, Belgium), E. Lupi-Herrera (Mexico, Mexico), M. G. Cosío (Montreal, Canada), M. Selman (Mexico, Mexico) J. F. Dumon (Marsella, France), V. Farga (Santiago, Chile), A. E. Grassino (Montreal, Canada), A. Martelli (Buenos Aires, Argentina), M. Jordana (Hamilton, Canada), R. J. Gene (Buenos Aires, Argentina), M. J. Saldana (Miami, USA), I. Sznajder (Chicago, USA), P. D. Wagner (La Jolla, USA), J. Camargo (Porto Alegre, Brasil), etc., por citar sólo algunos de ellos. ArchBronconeumol tiene una tirada para cada fascículo de 3.000 ejemplares y se envía, con absoluta regularidad (5 +/- 2 días) a todos los neumólogos y cirujanos torácicos españoles. También se distribuye ampliamente por todas las bibliotecas médicas de hospitales y universidades españolas, así como por muchas de Hispanoamerica y Europa. Cuenta, además con (...) subscriptores fijos. ArchBronconeumol publica un promedio de 45 artículos originales (original research articles) al año, 12 editoriales, 25 notas clínicas, 36 cartas al director, 6 artículos especiales y 6 guidelines sobre técnicas y procedimientos diagnósticos o terapéuticos en el campo de la Neumología. Todos los artículos originales incorporan un abstract en inglés y un listado de palabras-clave que sigue el Medical Subject Headings (MeSH) del Index Medicus. Todos los artículos publi59
cados llevan también el título en inglés. La exactitud y estilo de las referencias bibliográficas se revisan para cada artículo y se comprueban expresamente al azar para un 10-15% de las citas. Los manuscritos se devuelven a los autores ante la constatación de un sólo error mayor. Los errores menores son corregidos por el equipo editorial de la revista. Desde el punto de vista del proceso editorial, ArchBronconeumol tiene un tiempo promedio de respuesta a los autores (aceptación o no de su artículo) de 134 días (18-304 días) para los originales y de 34 días (6-125 días) para las notas clínicas. El tiempo medio de publicación desde la remisión del manuscrito, para los que finalmente se aceptan, está en 10 meses (2-15 meses) para los originales y en 8 meses (7-10 meses) para las notas clínicas. El porcentaje actual de aceptación de manuscritos por ArchBronconeumol es del (...) % para los artículos originales, del (...) % para las notas clínicas y del (...) % para las cartas al director. Internationality or geographic representation of ArchBronconeumol es limitada, pero si variada, tanto por the nationality of items published por la revista (address of the first author) como por the nationality of the articles that cite it. In total, (...) nations were represented by the first authors of the 1997 articles in ArchBronconeumol. 3. Expert judgment Le incluimos cartas y opiniones de expertos e investigadores internacionales en el campo de la Medicina Respiratoria sobre las características y la calidad científica de ArchBronconeumol. En resumen, de acuerdo con lo expuesto, en nuestra opinión ArchBronconeumol es una revista con altos estándares científicos y muy útil para todos los interesados en las enfermedades respiratorias 60
en todo el mundo, especialmente para los hispanohablantes. Su inclusión en el CC y el SCI sería muy beneficioso para la revista y creemos que posiblemente también sería ventajoso para el ISI. Por favor, no dude en contactar con nosotros si necesita cualquier otra información adicional. Esperamos que esta nuestra tercera solicitud merezca su consideración. Quedamos a la espera de sus noticias. Best regards, Yours sincerely, Dr.J.Ruiz Manzano Editor-in-Chief Archivos de Bronconeumología Ediciones Doyma SA. Travesera de Gracia 17-21. Barcelona 08021. Spain Phone: +34-93-3305997 and +34-934978920 Fax: +34-93-4978843 e-mail: jrmanzano@separ.es
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A los diez años del primer factor de impacto de Archivos de Bronconeumología Miguel Perpiñá
Pertenecer a SEPAR ha sido uno de los regalos más estimulantes que la actividad profesional me ha proporcionado. Y cuando Víctor Sobradillo me propuso a finales del 2000 la dirección de Archivos de Bronconeumología entendí que había llegado el momento de retornar a nuestra Sociedad algo de esa deuda intangible. Visto con perspectiva, el reto era enorme porque yo desconocía la complejidad del mundo editorial y mi conocimiento entonces de lo que es por dentro una revista científica y su cocina se limitaba a los momentos en los que había actuado como revisor externo de originales y a mi participación en el Consejo Editorial de diversas revistas incluyendo Archivos. Así las cosas, comenzamos a trabajar (en enero de 2001) tomando como punto partida la excelente labor realizada por mi antecesor, Juan Ruiz Manzano, con quien tuve una larga conversación en Valencia aprovechando su visita a la ciudad por otro motivo. De la misma forma, decidí mantener el equipo de redacción que estaba en activo (Pere Casan Clará, José Luis Álvarez-Sala Walther y Antoni Xaubet Mir) a fin de conservar la experiencia por ellos acumulada, tan necesaria para que el funcionamiento del día a día se produjera sin ningún problema de continuidad. Desde el primer momento quedó claro donde debíamos centrar el objetivo fundamental de toda nuestra tarea: completar y conseguir de una vez por todas, esta vez sí, la completa proyección internacional de Archivos de Bronconeumología. La razón era bien sencilla: la calidad de lo allí publicado y el nivel científico de la neumología española habían ya alcanzado la madurez suficiente. No podíamos ni debíamos seguir estando fuera de los principales repertorios y esa era, admitámoslo, la única posibilidad real de supervivencia a medio/largo plazo. 62
El Doctor Miguel Perpiñá, redactor de 1991 a 1993 y director de 2000 a 2004.
Con ese propósito diseñamos una estrategia a varios niveles que expuse a Víctor Sobradillo durante la reunión del Área de Asma, en febrero de 2001. La iniciativa podía salir mal, regular o bien. Pero, ¡oh, máxima de máximas!, si tú no chutas, tú no marcas gol. Lo que sucedió durante los meses siguientes ya he tenido la ocasión de contarlo en el libro Historia de la Neumología y Cirugía Torácica españolas y las líneas siguientes resumen parte de lo allí escrito. Con el equipo de redacción analizamos todo el material disponible y solicitamos a Francisco García Río, buen conocedor del tema, que confeccionara un informe preliminar sobre las estimaciones de nuestro factor de impacto comparado con el de otras revistas médicas recogidas por el Journal Citation Reports. Asimismo, informé al presidente de Doyma (Josep Lluis Segú) acerca de nuestras intenciones, haciéndole ver que en el proyecto estábamos SEPAR y Doyma implicados por igual. La respuesta a este planteamiento fue, desde el primer momento, positiva y Doyma hizo también suyo el objetivo. Quedó resuelto también que, 63
junto a algunos cambios en el diseño de su portada, la revista saliera con una periodicidad mensual (12 números al año) más los suplementos que se consideraran oportunos (al menos cinco en cada ejercicio).Tuvimos el análisis del Dr. García Río al cabo de algo más de un mes y, con el material disponible, elaboramos un documento que fue remitido a Helen Szigeti (Publication Selection del ISI) el 14 de marzo de 2001. Los puntos más relevantes del mismo quedaron posteriormente publicados en la revista como artículo original (Análisis de la repercusión de Archivos de Bronconeumología a través del Science Citation Index. Arch Bronconeumol. 2001;37:465–70). Al mismo tiempo, Doyma solicitó de manera formal al ISI una entrevista, a celebrar en su propia sede, para exponerles “en vivo y en directo” nuestros planteamientos. Pedí al Dr. Segú que trabajara además una presentación en la que se incidiera sobre la realidad editorial de Doyma y su apoyo a todo el proyecto. Paralelamente, comuniqué la situación al Dr. Sobradillo y le convencí para que, de celebrarse la reunión, él, como máximo responsable de SEPAR, también acudiera. Por mi parte, preparé la documentación definitiva, estructuré el contenido y la línea argumental que se iba a defender y elaboré una serie de respuestas frente a posibles preguntas que intuíamos podrían realizarse. Creo recordar que fueron como unas 25 o 30 y la que más preocupaba era la relativa al idioma oficial de Archivos. Yo quería insistir en que debía ser el español y no el inglés porque publicar en español representaba un valor añadido cara al mercado y los lectores y colegas de América Latina (recuérdese que Archivos es también, desde el 2000, el órgano oficial de expresión de la ALAT). En cualquier caso, no nos cerrábamos a que la publicación fuera bilingüe. Quedaba por decidir la persona idónea para realizar la presentación formal y desde el primer momento sabía quién debía ser. Incorporé al equipo de trabajo a Àlvar Agustí García-Navarro el cual asumió la tarea con entusiasmo y de modo impecable. No lo dudó ni un segundo. Sólo unas semanas después recibimos la invitación formal. Fue un viaje de poco más de 24 horas y el encuentro se produjo el 4 de abril de 2001, en la sede del ISI (Philadelphia, EE.UU). Estuvimos presentes el Dr. Sobradillo, el Dr. Segú, el Sr. Joan Juan Los Huertos (Editor jefe de Doyma), el Dr. Agustí y yo mismo y, por parte del ISI, James Testa (Director editorial Development) y Marian H. Gloninger (Manager, Publisher Relations). Cuando pasadas cuatro horas terminó la reunión, todos manteníamos casi la seguridad de que la oca64
sión no se nos iba a escapar. Y estábamos en lo cierto. Nuestras razones convencieron y los interrogantes y dudas que surgieron (incluyendo la del idioma) fueron una a una aclaradas y rebatidas durante el coloquio y la comida de trabajo. Al día siguiente volvimos a España y en septiembre de ese año Archivos de Bronconeumología quedó introducida, por fin, en las principales bases de datos del ISI (Science Citation Index Expanded, ISI Alerting Services y Current Contents/Clinical Medicine) completando de esa forma su presencia en el Índice Médico Español y el Index Medicus. Me enteré por vía telefónica a través de Doyma, y Víctor Sobradillo y yo mantuvimos una conversación también por teléfono que forma parte de los momentos más entrañables y felices de mi vida y, a buen seguro, de la de él. La noticia se extendió rápidamente entre los miembros de SEPAR y con el número de octubre di a conocer oficialmente el hecho a todos los lectores en una Nota del Director que finalizaba con dos simples palabras: sigamos trabajando. Cumplidos dos años, y de acuerdo con los procedimientos del ISI, se nos calculó el primer factor de impacto “oficial”, publicado, coincidiendo con el 40 aniversario de Archivos de Bronconeumología, a mediados del 2004 en el Journal Citation Reports (JCI). El área del sistema respiratorio del JCI listaba 31 revistas, encabezadas por el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine (factor de impacto: 8,876). Archivos ocupaba la posición 27 y su factor de impacto fue de 0,885. Para nosotros, el guarismo, aun siendo per se destacable (quiero recordar a título informativo que el estimado de Archivos durante el periodo comprendido entre 1997 y 2000 oscila de 0,089 a 0,119) representaba sobre todo un avance cualitativo de enorme trascendencia que venía a asentar las bases de su supervivencia y la apertura definitiva a una nueva etapa. El factor de impacto correspondiente al 2004, había subido ya a 0,995. Con el fin de facilitar la visibilidad de Archivos de Bronconeumología, en junio de 2003 se puso en circulación, vía internet, la versión inglesa y gratuita de toda la revista, gracias a la complicidad y el apoyo de la Junta Directiva de SEPAR y de su ya entonces nuevo presidente, Álvarez Sala-Walther. Desde ese momento, la traducción queda puntualmente colgada en PubMed pocos días después de aparecer la edición española. Pensábamos que ello iba a permitir el que, a medio plazo, la comunidad científica conociera y valorara mejor su contenido, atrayendo así más trabajos originales (en inglés o en español) y de mayor calidad. 65
Una tercera actividad desarrollada con el mismo propósito fue la creación, aprovechando la plataforma de Elsevier, de www.archbronconeumol.org, la dirección web para Archivos de Bronconeumología que recoge con carácter exclusivo todo lo relacionado con la misma, siguiendo el modelo ya implantado por otras revistas líderes, y en la que se incluyó el correspondiente espacio de autores para el envío de manuscritos online. A finales de 2004, solicité al Dr. Álvarez Sala-Walther el relevo en la dirección de Archivos. Entendí que había cumplido la misión y tenía que acabar de poner a punto el XXXVIII Congreso SEPAR a celebrar el año siguiente en Valencia. Habían transcurrido cuatro años intensos, llenos de reuniones, aprendizaje continuo, negociaciones, tormenta de ideas y viajes (todos los lunes a Barcelona, ida y vuelta en la misma tarde-noche). Cuatro años en los que la amistad, el cariño, la comprensión, la ayuda y la colaboración entusiasta de todo el equipo de redacción (Francisco García Río se incorporó al mismo en sustitución de José Luis Álvarez) y de los autores, remitiendo originales, fueron los motores capaces de mantener vivo y sin pausa el proyecto que una tarde de febrero ilusionó a Víctor Sobradillo, a pesar de las dificultades. Ahora se cumplen los primeros 50 años de Archivos de Bronconeumología y diez desde que se obtuvo el primer factor de impacto. Yo no tengo más que agradecimiento para los que participaron en aquella aventura y mi afecto por encima de todo. Pere Casan y Francisco García Río serían posteriormente directores de nuestra revista.
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El primer factor de impacto de Archivos de Bronconeumología Àlvar Agustí
El factor de impacto (FI) de una revista es un elemento capital para su proyección internacional actual. El Institute for Scientific Information (ISI) calcula anualmente el FI de una serie de publicaciones indexadas (actualmente mas de 8.000 publicaciones de mas de 50 países) en un informe denominado Journal Citation Reports. El FI se calcula a partir del cociente entre el número de veces que se han citado los artículos publicados en la revista y el número total de publicaciones de la revista. El ISI publica los resultados del FI anualmente, que son accesibles de forma gratuita. Que una revista esté indexada y tenga FI supone un reconocimiento internacional a su calidad, aunque el debate sobre cómo interpretar el FI para valorar la producción científica de un investigador concreto no está exento de polémica. En cualquier caso, en el año 2001 Archivos de Bronconeumología todavía no tenía FI, a pesar de haberlo solicitado (por carta) en tres ocasiones anteriores (noviembre de 1992, enero de 1996 y enero de 1999). En ese momento, el presidente de SEPAR era el Dr. Víctor Sobradillo (Bilbao) y el editor de la revista, el Dr. Miguel Perpiñá (Valencia). Los dos consideraron que había que continuar intentando indexar Archivos y, sin duda, debido a la amistad que nos unía (¡y todavía nos une!), decidieron (y me convencieron) para que como presidente del Comité Científico actuase de portavoz ante el ISI. Dicho y hecho. Como muestra la fotografía un poco vieja ya, hay que reconocerlo, ni cortos ni perezosos, el día 4 de abril de 2001 volamos a la sede central del ISI en Filadelfia (EE.UU) para tratar de convencer a su equipo directivo que Archivos de Bronconeumología cumplía 67
todos los requisitos necesarios para estar indexada. Como puede observarse en la foto, nos acompañaron los Sres. Segú y Joan, de la editorial Doyma, a la sazón la empresa que editaba la revista. Fue un viaje muy agradable, corto (de 24 horas) y no exento de alguna polémica y varias anécdotas divertidas. Por ejemplo, tuvimos que, de alguna manera, posicionar Archivos de Bronconeumología en el mercado de revistas respiratorias ya indexadas en aquel momento. Para ello, analizamos la base de datos SCISEARCH (IS90, Institute for Scientific Information) durante el periodo 1995-2000 para Archivos (Refereed Journal: “ARCH BRON*”). El primer problema que identificamos es que existían casi 30 formas diferentes de identificar la revista. No es difícil entender que esto dificultaba enormemente la cuantificación del número de citaciones recibidas, lo que obligó a un análisis manual de la base de datos. A pesar de las dificultades, fuimos capaces de presentar algunos datos sobre el número de citaciones de la revista. En cualquier caso, el viaje resultó positivo, ya que al cabo de dos años (!) recibimos la noticia de que Archivos de Bronconeumología había sido finalmente indexada y se le había dado su primer FI: 0,885. Fue un placer y un honor representar a Archivos de Bronconeumología y a SEPAR en un momento histórico como este. Ver presentación “En busca del factor de impacto” del Dr. Àlvar Agustí en: https://drive.google.com/file/d/0B3-GelWPMn4deXdSZUVNaWloUEU/ view?usp=sharing
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El Dr. Àlvar Agustí, miembro del Consejo Directivo de 1974 a 1984
De izquierda a derecha: el presidente de SEPAR, Dr. V. Sobradillo; el editor de Archivos de Bronconeumología, Dr. M. Perpiñá; los doctores J. Juan y J.L. Segú, de la editorial Doyma (empresa que editaba la revista), y el Dr. A. Agustí, presidente del Comité científico y portavoz ante el ISI.
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SCISEARCH (IS90, Institute for Scientific Information) 1995-2000 Refereed Journal: “ARCH BRON*” 16. ARCH BRONCONUEMOL 17. ARCH BRONCOPEUMOL 18. ARCH BRONCOPNEUMOL 19. ARCH BRONCOPNEUMOLOG 20. ARCH BRONCHO 21. ARCH BRONCHONEUM 22. ARCH BRONCHONEUMOL 23. ARCH BRONCHOPNEUMOL 24. ARCH BRONCHOPNEUMOLO 25. ARCH BRONCO NEUMOL 26. ARCH BRONEONEUMOL 27. ARCH BRONNCONEUMOL 28. ARCH BRONNEUMONOL 29. ARCH BRONOCONEUMOL
1. ARCH BRONCO NEUMONOL 2. ARCH BRONCOEUMOL 3. ARCH BRONCONCUMOL 4. ARCH BRONCONEMOL 5. ARCH BRONCONEUM 6. ARCH BRONCONEUMO 7. ARCH BRONCONEUMOL 8. ARCH BRONCONEUMOLOGI 9. ARCH BRONCONEUMOLOGY 10. ARCH BRONCONEUMONOL 11. ARCH BRONCONEUMONOLO 12. ARCH BRONCONEUOMOL 13. ARCH BRONCONEURNOL 14. ARCH BRONONEUMOL 15. ARCH BRONCONEUROL
Base de datos SCISEARCH (IS90, Institute for Scientific Information) durante el período 1995-2000 para Archivos de Bronconeumología (Refereed Journal: “ARCH BRON*”).
Citations to ABN (from SCI)
Year of publication of the article cited
1995
1996
1997
1998
1999
2000
1995
1
16
20
23
30
13
1996
-
1
9
15
22
21
1997
-
-
2
11
24
23
1998
-
-
-
1
9
12
1999
-
-
-
-
2
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Tabla de cuantificación del número de citaciones recibidas por parte de Archivos según SCI de 1995 a 2000.
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2005-2008: los años de crecimiento
Pere Casan
Nacer, crecer, envejecer y morir, este es el ciclo de la vida. Jorge Manrique lo enfatiza en palabras poéticas: “Nuestras vidas son los ríos...”; Pablo Neruda nos lo deletrea para ser cantado: “Sube a nacer conmigo hermano”. En el año 2005 la revista Archivos de Bronconeumología ya había nacido, ya estaba más allá de su adolescencia y entraba claramente en su período de madurez. Eran años de crecimiento, a veces de forma pausada y armoniosa; otras, de forma precipitada y a saltos. Disponíamos del tan deseado factor de impacto, distribuíamos la publicación por América Latina, éramos el órgano de expresión de ambas sociedades neumológicas a uno y otro lado del océano, nos satisfacía presentar unos resultados brillantes en las asambleas anuales durante el congreso de SEPAR. Pero todo crecimiento contiene encerrado en su seno algún momento de dolor y en este período se estaba fraguando, sin saberlo, el gran problema posterior de la pérdida, por un corto plazo de tiempo, de nuestro tan deseado factor de impacto. Era tan apreciado nuestro deseo de aumentar este factor que incurríamos en las autocitas de una manera exagerada. Por otra parte, fueron años que recuerdo con cariño. Todos estábamos satisfechos. La Sociedad Neumológica se complacía en disponer de una revista donde se publicaba lo mejor de nuestro quehacer científico. Algunos grupos más destacados publicaban en revistas internacionales, pero aceptaban enviar a Archivos artículos de revisión y comentarios editoriales, pudimos confeccionar un libro de recopilación de todas las normativas publicadas previamente, revisamos la historia de la revista desde sus inicios y se recuperó el número 1, ampliamos el Comité editorial contando con ilustres colaboradores y la empresa editorial, 71
El Doctor Pere Casan, secretario de redacci贸n de 1991 a 1993, redactor jefe de 1994 a 1996, redactor de 2000 a 2004 y director de 2005 a 2008.
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que pasó de manos de Doyma a las de Elsevier, también estaba complacida con los resultados económicos. Como decía, todos estábamos satisfechos en Archivos de Bronconeumología. El comité de redacción actuaba como una auténtica reunión de amigos y, los martes por la tarde, teníamos la sensación de estar por unas horas en las oficinas del Washington Post. Toni Xaubet revisaba con una memoria extraordinaria todos los casos clínicos y las cartas al director, Francisco García Río nos relataba sus peripecias aéreas en su ida y vuelta desde Madrid y nos daba una opinión precisa y crítica de la posición científica de la revista; José María Marín actuaba desde su lejana Zaragoza revisando lo revisado, proporcionando esta nota de suma atención para no descuidar una coma o una cita; Mary Ellen Kerans corregía una y mil veces nuestros textos en inglés y, finalmente, nos alegró la incorporación de la primera neumóloga en el comité, la Dra. Esther Barreiro. Posteriormente, tanto el Dr. García Río en primer lugar, como después la Dra. Barreiro, pasarían a dirigir la revista y recuperar sus momentos de brillantez. Archivos era el contacto científico escrito en español entre una Sociedad, SEPAR, que crecía en socios y en importancia médica, y el trabajo de investigación que sus miembros desarrollaban. Cuando se planteó disponer del factor de impacto, la propuesta clave fue su introducción en el Science Citation Index y posteriormente la mejoría se produjo con la traducción de los artículos al inglés. Hay que hacer justicia y dejar constancia que la persona clave en este paso fue Mary Ellen Kerans, con su extraordinaria labor. Ella era una mezcla de conocimientos y rigor, de constancia en su trabajo y de perfeccionamiento en la búsqueda de la mejor frase. Tan era así que disfrutaba del contacto directo con el autor del artículo, una vez aceptado, para realizar una traducción insuperable. Nunca tuve ninguna duda que una parte importante del éxito de Archivos en esta época se lo debemos a Mary Ellen. Déjenme ampliar un poco mi descripción del grupo que formaba el comité de redacción. Toni Xaubet era un producto genuino del Hospital Clínic de Barcelona. Trabajador, honesto, conocedor del oficio tras numerosos años de secretario en el Farreras, con una memoria prodigiosa y una agilidad envidiable en las decisiones, sin duda fruto de su labor diaria al frente de un broncoscopio. Vivíamos en casas cercanas y regresábamos andando desde Doyma al finalizar la tarea editorial. Era el mismo recorrido diario y siempre resultó di73
ferente al transcurrir en una animada charla sobre el bien y el mal de nuestros hospitales. Francisco, por su lado, viajaba semanalmente desde Madrid en un puente aéreo que, sin duda, le permitía corregir buena parte del trabajo de Archivos. Siempre pensé que una labor sobre las vías aéreas tenía un sentido literal y real simultáneamente en manos de Francisco. Era como sigue siendo actualmente. También trabajador y honrado, con una ética intachable y una sutileza en el comentario crítico que le hacían el candidato ideal para manejar la mano izquierda cuando era necesaria. De esta época nació un respeto y una amistad que conservamos y un rigor que podemos admirar en los diferentes cargos que posteriormente ha ocupado y desarrolla. Con José María Marín no había contacto más que telefónico o por correspondencia. Sólo puedo decir que su trayectoria profesional actual informa de su rigor de entonces y de la extraordinaria tarea de corrección de los manuscritos, detectando aquello que nos pasaba desapercibido después de varias lecturas. La última incorporación fue Esther Barreiro. Puedo decir de ella cosas muy similares. Sigue siendo la que era. Tenaz y rigurosa, delicada en la forma pero de acero en sus convicciones. Posiblemente la más profesional de todos nosotros. Visitó diferentes centros editoriales del mundo y captó para Archivos innumerables detalles de funcionamiento que ahora ha incorporado al pasar a dirigir la revista. Sí, este período fue una época de crecimiento. Con los típicos dolores de esta fase, con necesidades quirúrgicas en ocasiones, pero siempre con un tratamiento médico alternativo que nos permitió superar un período de tránsito, que ha permitido llevar a Archivos de Bronconeumología a su celebración actual.
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Algo más de una década en Archivos de Bronconeumología Francisco García Río
A raíz del presente encargo, he tenido la ocasión de revivir los años en los que tuve la oportunidad de participar en la gestión editorial de Archivos de Bronconeumología. Mi primera sorpresa ha sido que el período comprendido entre enero de 2002 y junio de 2012 resulta muy superior al que tenía en mente. Sin duda, un buen reflejo de lo agradable y estimulante que resultó esta tarea. El recuerdo inmediato son muchos viajes a la sede editorial (antes Doyma, después Elsevier) y, sobre todo, las magníficas jornadas compartidas en los distintos comités de redacción. En definitiva, muchas satisfacciones y, por qué no mencionarlo ya, también un gran disgusto. Aunque visto desde un optimismo casi patológico, todo tiene su parte positiva y lo peor ayuda a forjar carácter. Mi incorporación al comité de redacción de Archivos de Bronconeumología se produjo por invitación de su entonces director, Miguel Perpiñá. Uno de los miembros del anterior equipo, José Luis Alvarez-Sala, había sido elegido presidente de SEPAR y Miguel me proporcionó la oportunidad de comenzar esta andadura. La impresión del primer día, con la cálida acogida de Miguel, Pere Casan y Antoni Xaubet, se fue acrecentando mes a mes. Las reuniones de trabajo eran cada vez más estimulantes y, además, estoy convencido que vivimos hitos en la historia de nuestra revista. Bajo la dirección de Miguel Perpiñá, Archivos de Bronconeumología experimentó una verdadera efervescencia. Después de muchos años y dos tentativas previas, logramos por fin la ansiada inclusión como revista fuente del Journal Citation Reports, lo que proporcionaba más valor a nuestras referencias y nos permitiría obtener en dos años 75
El Doctor Francisco García Río, redactor de 2002 a 2008, director de 2009 a 2012 y miembro del Consejo editorial desde el año 2012
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un primer factor de impacto. Pasado el tiempo, estoy plenamente convencido que éste fue uno de los puntos de inflexión más importantes en la evolución de nuestra revista, puesto que nos posicionó en un repertorio biomédico imprescindible y, sin duda, ha potenciado el interés internacional en el órgano de expresión de nuestra Sociedad. Como reconocimiento de su visión de futuro, también recuerdo los esfuerzos para poner en marcha la edición bilingüe de Archivos de Bronconeumología, así como la tarde en que Miguel llegó diciendo que teníamos que registrar el dominio archbronconeumol. Ahí empezó nuestra presencia en la web y se cumplió un deseo largamente anhelado: disponer de una versión en inglés, que nos hiciese más accesible a la comunidad científica internacional. Cumplidos estos objetivos, Miguel Perpiñá nos comunicó su decisión de dejar la dirección de la revista, responsabilidad que pasó a ser asumida por Pere Casan. En esta reestructuración de Comité de redacción se incorporó como redactora Esther Barreiro, proporcionándonos un nuevo impulso y una visión complementaria en muchos casos, que siempre ha resultado sumamente enriquecedora. Con Pere, Archivos de Bronconeumología experimentó cambios muy importantes, que la aproximaron a la revista que leemos en la actualidad. Se modificó la portada, renovando su imagen, aunque tratando de preservar nuestras señas de identidad clásicas, y se reformó la totalidad de la maquetación, para adaptarla a los estándares internacionales de Elsevier. Pero, en mi opinión, el avance más importante fue la implantación de la gestión electrónica de manuscritos a través del sistema Elsevier Editorial System. Dejábamos por fin las montañas de sobres que nos esperaban cada tarde con la totalidad de documentos recibidos, en revisión o pendientes de decisión, para disponer de un registro editorial electrónico, que permitía un manejo más adecuado de todo el volumen editorial. También en este período se renovaron las normativas de publicación y se redefinió el procedimiento de edición de normativas SEPAR. Ya con un factor de impacto reconocido, se establecieron medidas para su control y potenciación en los próximos años, que permitieron aumentar la presencia de nuestra revista en el área de enfermedades respiratorias. También, se activó el interés en revisar el convenio SEPAR-Elsevier para la publicación de Archivos de Bronconeumología, adecuándolo a las expectativas y demandas actuales. 77
Ante la decisión de Pere Casan de dejar la dirección de la revista, la Junta Directiva de SEPAR presidida por Julio Ancochea, me encomendó la dirección de Archivos de Bronconeumología, responsabilidad en la que permanecí durante la presidencia de Juan Ruíz Manzano. En este caso, el Comité de redacción se reforzó con la incorporación de Borja García-Cosío, que encajó perfectamente en la dinámica de trabajo y supuso un revulsivo en muchas facetas, además de aportar experiencia propia en diversas áreas temáticas. Durante estos años afrontamos diversos objetivos estratégicos, entre los que se encontraba alcanzar una gestión telemática más eficiente, disminuyendo las reuniones presenciales y agilizando los tiempos de evaluación y respuesta ante los manuscritos recibidos. Además, se promovió el formato electrónico de la revista junto con la práctica supresión de la versión en papel, en cumplimiento de un acuerdo de junio de 2010 de la Junta Directiva de SEPAR, en relación con el año SEPAR del Medio Ambiente. Al mismo tiempo, se planteó la necesidad de renovar las estructuras de nuestra revista y especialmente la plantilla de revisores. Para proporcionar soporte a este proceso, se diseñó un curso SEPAR de formación de revisores de revistas biomédicas, que se realizó en dos ediciones, y permitió una primera aproximación a muchos de nuestros actuales revisores. Gracias a la creciente repercusión de Archivos de Bronconeumología, se continuaron y diseñaron nuevas acciones encaminadas a mejorar nuestra proyección internacional. Entre ellas, merece la pena destacar la incorporación de una traductora a tiempo completo y con exclusividad, circunstancia que logró mejorar la calidad de la versión en inglés, además de alcanzar la simultaneidad en las dos ediciones. Por todo ello, en 2011, Archivos de Bronconeumología estaba integrada en las principales bases biomédicas: Excerpta Médica/EMBASE, Index Medicus/MEDLINE, Current Contents/ Clinical Medicine, ISI Alerting Services, Science Citation Index Expanded, Journal Citation Reports, SCOPUS y Science Direct. En ese año, se logró además nuestra incorporación al Committee on Publication Ethics (COPE), foro de editores que pretende velar por los aspectos éticos de las publicaciones científicas. Fruto del trabajo de muchos años y de muchos comités de redacción previos, tuvimos la fortuna de disfrutar de algunos de los años más gratificantes desde el punto de vista editorial. Los registros de visitas a la página web de Archivos de Bronconeumología seguían creciendo, 78
hasta alcanzar casi medio millón de visitas a la versión española de la web en 2011, con la consulta de más de un millón de páginas. Además, cada primavera, justo en las semanas siguientes al congreso de la SEPAR, teníamos el refuerzo de la publicación de nuestro factor de impacto en el Journal Citation Reports, que llegó a alcanzar un pico de 2,116, situándonos muy próximos al segundo cuartil de nuestra área temática. Sin embargo, como mencionaba al inicio de estas páginas, los días de rosas se tornaron amargos. El 28 de junio de 2011, Thomson Reuters, empresa editora del Journal Citation Reports, notificó a Elsevier la decisión de suspender la publicación del factor de impacto de Archivos de Bronconeumología durante dos años, debido al endurecimiento del criterio de penalización por autocitas. A lo largo de los años, Archivos de Bronconeumología había mantenido una elevada tasa de autocitación, que llegó al 74% en 2009, circunstancia por la que se decidió la supresión temporal de nuestro factor de impacto. Esta penalización, similar a la sufrida antes y también actualmente por otras revistas del mismo grupo editorial, supuso un verdadero colapso, pero creo que también proporcionó la posibilidad de implantar medidas que han demostrado ser eficaces para revertir y mejorar la situación de Archivos de Bronconeumología. Con la perspectiva de los años, agradezco muy especialmente el apoyo que en esas semanas nos proporcionó la totalidad de la Junta Directiva de SEPAR y, de forma más concreta, nuestro presidente, Juan Ruíz Manzano. Gracias a ello, fue posible diseñar e implantar un plan de actuación, que resultó eficaz para lograr una rápida reducción de nuestra citación y, pasado el período de la sanción, la recuperación de nuestro factor de impacto, con una situación editorial mucho más saneada. Tomadas estas medidas, entendí que también me correspondía dejar la dirección de Archivos de Bronconeumología, con la certeza que la nueva directora, Esther Barreiro, mejoraría la trayectoria emprendida, como así ha sido. ¿Con qué me quedo después de casi una década implicado en la gestión editorial de Archivos de Bronconeumología? Desde luego, con un aprendizaje muy instructivo y altamente recomendable sobre la edición biomédica. Pero, sobre todo, con muchos y muy buenos recuerdos. Momentos y enseñanzas compartidos con los dos directores con los que he tenido la suerte de trabajar. Miguel Perpiñá, con quien ya había colaborado en la realización de un análisis bibliométrico para la admisión de nuestra revista en el Journal Citation Reports, nos aportó una visión moderna y renovadora de Archivos de Bronconeumología, con un es79
tilo altamente preciso y ejecutivo. Pere Casan, un humanista comprometido, introdujo un necesario punto crítico y hasta iconoclasta en nuestra forma de trabajar. Obviamente, también necesito mencionar al secretario editorial perenne, Antoni Xaubet, que nos deleitó con inolvidables sesiones de trabajo y con un permanente espíritu lleno de ilusión. No he conocido a alguien que represente mejor la historia de Archivos de Bronconeumología, ni que haya alcanzado una mayor identificación con nuestro órgano de expresión. También emergen de mi memoria distintos momentos compartidos con los miembros más recientes del Comité de redacción, Esther Barreiro y Francisco de Borja García-Cossio, incluyendo una copiosa nevada, que alentó una apasionada discusión sobre si era pertinente concluir que Barcelona se había teñido de blanco. En este recopilatorio, no puedo dejar de mencionar al personal de apoyo de Elsevier (Antoni Donate, Ana Loren, José Mena y Maria Bosch), que nos soportaron y ayudaron en sucesivos años, así como a los directores editoriales, José Alonso y Montse Miralles, que nos permitieron conocer otros aspectos de la edición biomédica. A estas alturas del texto, sólo puedo agradecer la tenacidad de quien continúe leyendo estas líneas y excusarme si considera que de las mismas desprende un exceso de personalismo. Espero que entienda que los recuerdos e impresiones se refieran mayoritariamente a personas y situaciones vividas. En cualquier caso, tengo la certeza de haber omitido hasta ahora al actor más importante de toda esta historia. Ya fuesen conocidos o desconocidos, por invitación o espontáneos, miembros de nuestra Sociedad o ajenos a la misma, durante mis años en Archivos de Bronconeumología siempre hemos tenido la fortuna de contar con un numeroso y creciente grupo de autores. Creo que, en alguna ocasión, alguien me habló de una preocupante escasez de manuscritos en años previos. Sin embargo, mis recuerdos reiteran la imagen de pilas de sobres con manuscritos desbordando la mesa del comité de redacción, que posteriormente fueron sustituidas por páginas y páginas en la aplicación de gestión electrónica. Aunque durante los años que rememoro, la tasa de aceptación de originales se mantuvo entre el 25 y el 30%, continuamos recibiendo un considerable número de documentos, 80
fundamentalmente por parte de neumólogos y cirujanos torácicos, con una muy amplia distribución geográfica, etaria y de áreas de interés. Ello me ha llevado a creer que hay algo especial en Archivos de Bronconeumología, que probablemente la diferencia de otras revistas de nuestro campo. Pasados los años, sigo teniendo la misma actitud expectante ante cada sumario electrónico de nuestra revista que cuando recibía por correo postal los sucesivos números mensuales. El contraste de esta sensación con muy distintos compañeros me permite creer en la existencia de una marca Archivos de Bronconeumología, que seguramente es una extensión de la propia marca SEPAR. Sin duda, un producto familiar, cotidiano y reconocible, que refleja el trabajo de varias generaciones de profesionales comprometidos con las enfermedades respiratorias y con nuestra sociedad científica. Cincuenta años suponen toda una historia. Desde luego, constituyen el momento idóneo para la celebración y el reconocimiento de una dilatada trayectoria, en la que todos nosotros hemos tenido la fortuna de participar. Pero también deben ser un punto de inflexión para una aventura que continúa con pleno vigor. Estoy totalmente convencido que pasados otros 50 años, seguirá editándose una publicación, quizá en otro formato, con otro nombre, en otro idioma o con otra editorial, en la que será fácilmente reconocible el espíritu de Archivos de Bronconeumología.
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Una de las citas más importantes
Borja García-Cosío
Realmente, disfruté mucho de mi actividad como redactor de Archivos. Fue un gran orgullo para mi que una persona a la que admiro tanto como el Dr. Francisco García Río, por entonces redactor jefe de la revista, me llamara para contar conmigo en el equipo editorial. Lamentablemente no me dió tiempo a trabajar mucho más de un año, ya que problemas antiguos de Archivos que generaron la suspensión del factor de impacto motivaron un cambio del equipo editorial de aquel momento. La reunión mensual del equipo editorial en Barcelona era para mi una de las citas más importantes de mi agenda. Salía del hospital a las 14 h y llegaba siempre al aeropuerto con el avión casi separándose del finger. Llegaba el primero a la sede de Elsevier en Travessera de Gràcia, donde una encantadora y guapísima morena, María Bosch, recientemente encargada de ser la asistente de la editorial para la revista, me recibía con una sonrisa y me invitaba a tomar un café que siempre aceptaba, pese a llegar sin comer la mayoría de los días. La reunión transcurría siempre de forma agradable y productiva y creo que en ese período se comenzaron a realizar los cambios necesarios para que la revista volviera a estar posicionada como el instrumento de difusión en castellano de la neumología mundial. Una de las anécdotas mas impactantes ocurrió en una de las reuniones que tuvo lugar el 8 de marzo de 2010. Viniendo yo de la primavera mallorquina, nunca miraba la previsión del tiempo al ir a Barcelona. Aquel día hacía frío pero en pocas horas el cielo comenzó a tornarse de un color gris oscuro que presagiaba una gran tormenta. A las 5 de la tarde observé 82
que todos los empleados de la editorial, habitualmente trabajando a ritmo frenético en una oficina abierta, comenzaron a dispersarse y a desaparecer. Miramos por la ventana, había comenzado a nevar. Cuando acabamos la reunión, la redacción estaba vacía y Barcelona estaba cubierta de un manto blanco: parecía una postal navideña. La gran aventura fue ¡llegar al aeropuerto! La circulación era un caos por lo que tuve que llegar a la estación de Sants a pie, caminando por aceras con dos palmos de nieve con unos zapatitos de ante y una americana primaveral. Subirse en un tren fue lo mas parecido al metro de Tokio, y cuando llegué al aeropuerto, donde curiosamente no había caído un copo de nieve, tuve que ir a comprarme unos zapatos y unos calcetines para mis helados pies. Un empleado algo amanerado me miró como a Julia Roberts en Pretty Woman cuando quería comprarse ropa en Rodeo Drive vestida de trabajadora de la noche. ¿De donde vienes, rey? ¡De la reunión de Archivos en Barcelona! Y muy orgulloso de haberlo conseguido, cogí mi avión de vuelta a Palma, donde pude ver las imágenes de la gran nevada del siglo xxi en Barcelona.
El Doctor Borja G. Cosío fue redactor de Archivos de 2009 a 2011.
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Anécdotas aparte, sin duda fue una época muy bonita donde aprendí a trabajar con un equipo extraordinario, mención especial al Dr. Antoni Xaubet, el decano del equipo editorial del que aprendí mucho y al que tengo especial cariño. Si no fuera tan culé… La revista, nuestra revista, debe ser un orgullo para todos los que somos y hacemos SEPAR. Quizá fuera necesario que todos los socios conocieran bien todo el trabajo e ilusión que hay detrás, que consiguen dar visibilidad a la contribución científica a la neumología mundial que hacemos desde nuestro país. Enhorabuena, pues, por esta iniciativa, y todo mi respaldo para el equipo editorial actual que esta haciendo una encomiable labor.
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Archivos de Bronconeumología hoy: presente y futuro Esther Barreiro
Mi relación con la revista Archivos de Bronconeumología se inicia en octubre del año 2006, cuando recibí la amable invitación por parte del Dr. Pere Casan, como director de la revista, y del Dr. Julio Ancochea, como presidente de SEPAR, a formar parte del comité editorial de la misma. Desde aquel entonces, han transcurrido unos cuantos años y he vivido experiencias muy diversas de la mano del Dr. Casan y el Dr. Francisco García Río, y en compañía de profesionales como los doctores Antoni Xaubet y Borja García-Cosío con quienes compartimos horas de trabajo, alegrías y también algún pesar que otro hasta julio del año 2012, junto con el entonces presidente de SEPAR, el Dr. Juan Ruiz Manzano. Desde julio de 2012, y por designación de la actual presidenta de nuestra sociedad, la Dra. Pilar de Lucas Ramos, soy la editora responsable de la revista junto con el comité editorial formado por los doctores Víctor Bustamante Madariaga, José Luis López-Campos Bodineau y Xavier Muñoz Gall. En los más de dos años que llevamos trabajando juntos este equipo editorial y yo misma han sucedido una serie de eventos cuya narración conforma el objetivo principal del presente capítulo, salpicada con la breve descripción de los planes de futuro que tenemos previstos para nuestra estimada revista.
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La Doctora Esther Barreiro, redactora de 2009 a 2011 y directora de 2012 hasta la actualidad.
En primer lugar, destacaría que los meses correspondientes al primer año de trabajo del actual equipo editorial resultaron duros, desconcertantes e incluso desoladores en algunos momentos. También estuvieron llenos de angustia, sobre todo cuando no disponíamos de material suficiente que cumpliese un mínimo de calidad para poder ser publicado en la revista, y mantener así la publicación periódica mensual propia de la misma. Más de una vez, a todos nos pasó por la cabeza la posibilidad de que la revista pudiese ir progresivamente desvaneciéndose si la escasez de manuscritos y la exigua calidad de los pocos que se recibían no tocaban a su fin algún día no muy lejano. Aún recuerdo las llamadas telefónicas al equipo editorial de Elsevier, empresa encargada de la producción de la revista, cada vez que conseguíamos aceptar un manuscrito para comunicarles que intentasen agilizar al máximo la traducción al inglés y la maquetación de los documentos con el fin de mantener dicha periodicidad mensual de publicación de los diversos contenidos, puesto que se cerraban los sumarios prácticamente sobre la marcha. Esta situación nos llenó de desazón y preocupación a todos los miembros del equipo editorial e incluso a los profesionales de Elsevier más directamente vinculados a la producción de la revista, como la Dra. Montserrat Miralles Alemany 86
y la Lda. Maria Bosch Soler. Nos preocupaba especialmente la falta de recepción de artículos originales, dado que ellos constituyen el alma de la revista. Dicho escenario se acompañó a su vez de un cierto abandono por parte de algunos revisores, en mostrar voluntad para revisar manuscritos en el plazo asignado y con un cierto rigor, así como un desinterés general a la hora de solicitar colaboraciones con la revista en artículos del tipo editoriales o revisiones sobre temas concretos de actualidad, es decir, los artículos requeridos por encargo explícito del comité editorial a autores expertos en los temas en cuestión. La travesía del desierto duró aproximadamente unos 14-16 meses, hasta que a finales del año 2013 el entorno empezó a verse modificado de forma progresiva para ir mejorando solapadamente hasta la actualidad, momento en que la revista vive un escenario completamente diferente y esperanzador al descrito para los meses de finales del año 2012 y gran parte del 2013. Desde el comité editorial estamos convencidos que la recuperación del factor de impacto (FI, 1,372) publicado anualmente en el Journal Citation Reports (JCR) de la empresa norteamericana Thomson Reuters a finales de junio del año 2013 constituyó uno de los hechos más destacables que actuó como desencadenante de la paulatina mejoría de la salud de la revista hasta el momento actual. Como es conocido por todos nosotros, la revista dejó de ser listada en el JCR durante los años 2011 y 2012 (dos años consecutivos) como consecuencia del elevado nivel de autocitas (70-80% del total de citas recibidas) existente en el cálculo de las citas recibidas para la estimación del FI. A pesar de nuestras “súplicas” y las de algunos miembros de la Asociación Latino Americana del Tórax (ALAT) liderados por el respetado Dr. Bartolomé Celli, los responsables de la empresa norteamericana decidieron suspender la adjudicación del FI a la revista Archivos de Bronconeumología durante un período mínimo de dos años. También nos advirtieron de que la recuperación de dicho factor sólo se podría producir, pasados los dos años, si se hacía un esfuerzo desde el comité editorial en descender drásticamente los niveles de autocita. Ante tal escenario, estaba claro que uno de los objetivos primordiales en el seno del comité editorial actual lo constituyó el descenso de la autocita. Así, durante los últimos meses del año 2012 y todo el 2013 gran parte de nuestros esfuerzos estuvieron encaminados a conseguir disminuir los niveles de autocita. Para ello no bastaba con evitar que los artículos publicados en la revista no citasen artículos previos publicados en la misma, sino que tam87
bién se consiguiera que artículos publicados en otras revistas citasen artículos publicados en Archivos de Bronconeumología. Este último punto siempre ha resultado mucho más complicado de implementar, dado el escaso control que se puede tener sobre él, puesto que desde el comité editorial no podemos identificar qué autores nacionales y/o internacionales podrán o desearán citar artículos publicados en Archivos de Bronconeumología. De hecho, creemos que sólo podremos conseguir que se citen en mayor o menor medida los diferentes tipos de artículos que se publican en nuestra revista si se ofertan contenidos destinados a toda la comunidad científica dedicada al estudio de las enfermedades respiratorias. Así, este objetivo sólo podrá verse resuelto mediante la diseminación de conocimiento erudito, actualizado, de amplio interés general y elaborado con gran rigor, método y calidad por autores expertos en el tema en cuestión. Es por ello que las exigencias a autores diversos por parte de los miembros del actual equipo editorial se han incrementado en los últimos dos años, y ello ha podido generar, en ocasiones, malestar entre los primeros e incluso desacuerdo y descontento. Sin embargo, el camino de la exigencia y el rigor en la calidad de los contenidos a publicar en la revista nos parece el único posible para alcanzar la máxima visualización nacional e internacional de Archivos de Bronconeumología. Es de esperar que este trazado junto con la versión inglesa de la revista, publicada simultáneamente a la versión española permitirá alcanzar en un periodo no dilatado de tiempo el objetivo de una máxima internacionalización de los contenidos publicados en la revista. El pleno alcance de dicho objetivo en los próximos años tendrá un impacto positivo en el número de citas recibidas por la revista, y por tanto, en su FI. Los miembros del equipo editorial estamos invirtiendo gran parte de nuestros esfuerzos en incrementar al máximo la visualización general de la revista mediante la selección exhaustiva de la calidad y los tipos de contenidos a publicar en la misma. En nuestra hoja de ruta para los años venideros está el continuar trabajando de este modo. Como es ya sabido, el FI 2013 (éste siempre se refiere al año anterior) de la revista publicado el pasado mes de julio por la empresa Thomson Reuters es de 1,816, el cual resulta de la división de 267 (número de citas recibidas a artículos publicados en los años 2011 y 2012) por 147 (número total de artículos publicados en dichos años). Del total de 267 citas recibidas en el año 2013 a artículos publicados en los años 2011 y 2012, sólo 37 (autocitas, 88
13%) obedecían a citaciones hechas a artículos publicados en Archivos de Bronconeumología en dichos años. En este sentido, creemos que el problema de la autocita está bajo control en la revista y que de seguir como hasta ahora no debería implicar contrariedad alguna en el futuro. Desde el comité nos sentimos muy satisfechos con este logro y tenemos el firme deseo de continuar trabajando en la misma dirección. No obstante, y siguiendo en parte con el punto planteado anteriormente, no sentimos todavía que la revista haya alcanzado el nivel de internacionalización ni de “mayoría de edad” suficientes como para que el número total de citas recibidas a artículos publicados en la misma sea satisfactorio. Más bien estamos convencidos de lo contrario y de que tenemos aún una larga singladura por recorrer de ahora en adelante. Y para que la singladura llegue a buen puerto será necesaria la participación y colaboración de muchos tipos de navegantes en el barco. En este sentido, quisiera aprovechar este escrito para hacer un llamamiento general a lectores, autores, revisores, a todos los socios de nuestra sociedad SEPAR y a todo el comité editorial para que tengamos siempre en cuenta, en la medida de lo posible, todos los contenidos publicados (editoriales, cartas, originales, revisiones, consensos, normativas, guías, notas clínicas e imágenes) en la revista como posibles fuentes de citación en nuestras investigaciones o revisiones a publicar en otras revistas científicas distintas a Archivos de Bronconeumología. En breves palabras, se trataría de contemplar frecuentemente de forma activa la posibilidad de citar artículos publicados en la misma, especialmente los más recientes y de los últimos dos años, que por su temática encajen correctamente con los contenidos del artículo en cuestión y el cual se pretende publicar en otras revistas, ya sean de ámbito nacional o internacional. En los últimos dos años, miembros diversos del comité editorial hemos experimentado personalmente esta práctica y a menudo hemos podido citar artículos publicados recientemente en Archivos de Bronconeumología en nuestros estudios publicados en otras revistas científicas ajenas a la misma. La búsqueda de artículos potencialmente citables puede hacerse a través del escrutinio directo en la página web de los contenidos publicados en Archivos de Bronconeumología o bien mediante la utilización de un buscador tipo PubMed y la introducción de los años deseados y las palabras clave correspondientes, incluido el nombre de la revista (Archivos de Bronconeumología), ya que facilita sobremanera dicha búsqueda. Esta última opción es la 89
más ágil y utilizada por los miembros del comité editorial. Este país cuenta con numerosos investigadores de prestigio que publican una cantidad nada despreciable de artículos científicos anualmente en diversas revistas nacionales y sobre todo internacionales en el marco de las enfermedades respiratorias. Por todo ello, como editora responsable de la revista, me gustaría lanzar la misiva a todos los autores habituales de revistas internacionales que valoren y tengan en cuenta la posibilidad de utilizar los contenidos de Archivos de Bronconeumología para sustentar sus investigaciones, y por ende, citarlos en sus publicaciones. Sin duda, ello contribuirá a incrementar la visualización internacional de la revista y a mejorar su FI, así como a atraer estudios de gran calidad y rigor científico de la mano de prestigiosos autores. Al margen de las labores encaminadas a mejorar la métrica de Archivos de Bronconeumología, en los dos últimos años también se han llevado a cabo otras actividades de mejora en el seno de la revista. Entre ellas destacan especialmente los siguientes hitos: 1) la consolidación de un gabinete de traductores, externo a SEPAR y Elsevier, encargados de la traducción de los contenidos de la revista al inglés o bien al castellano si se reciben manuscritos escritos en inglés, a cargo de la empresa MSC; 2) el escrutinio meticuloso de los revisores y colaboradores con disposición a revisar regularmente manuscritos para la revista y el prescindir de aquéllos con escasa disponibilidad, 3) el acortamiento de los tiempos de revisión y la mejora de la calidad de las revisiones, 4) la implementación de la rápida publicación de los artículos bajo el formato “avance online” (ahead of print), 5) la publicación de todos los documentos de la sociedad, como guías y consensos, 6) la concesión en el congreso nacional SEPAR de diversos premios a los artículos de mejor calidad científica y al que haya recibido el mayor número de citas el año anterior, 7) la creación de una nueva sección que ha suscitado gran interés, llamada imágenes clínicas y 8) la participación de Archivos de Bronconeumología en el comité internacional asesor de editores para el diseño y la migración de todas las revistas editadas por Elsevier a la nueva plataforma EVISE, con la que tendremos que trabajar todos para el envío y la gestión de los manuscritos a partir del año próximo. Otro hecho que hemos vivido recientemente en el comité editorial es la incorporación de la revista a participar en las reuniones anuales [congresos internacionales americano (ATS) y europeo (ERS)] de los editores de las revistas respiratorias internacionales de mayor prestigio. Como editora de Archivos de Bronconeumología tuve el honor de moderar la última 90
reunión que se celebró durante el último congreso de la European Respiratory Society en Múnich (Alemania, septiembre 2014). Cabe destacar que la incorporación de Archivos de Bronconeumología a este tipo de reuniones se produjo de la mano del honorable Prof. Jacob I. Sznadjer (actual editor jefe de la revista norteamericana American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine) en el año 2012, hecho por el que le estoy muy agradecida, ya que ciertamente está ayudando y contribuirá a mejorar en gran medida la visualización internacional de Archivos de Bronconeumología. Cabe señalar también que en estos dos últimos años se ha producido un fortalecimiento de las relaciones institucionales de la revista con ALAT, cuyo órgano de expresión es Archivos de Bronconeumología, de la mano de los presidentes de dicha sociedad, la Dra. María Montes de Oca (2012-2014) y el Dr. Alejandro Casas (presidente actual) y del bien estimado por muchos de nosotros, Prof. Celli. Ejemplos de las mejorías de las relaciones de la revista con ALAT lo constituyen la incorporación de tres de sus más prestigiosos investigadores en áreas como la EPOC (Dr. Rogelio Pérez-Padilla), la epidemiología (Dra. Ana Menezes) y el asma (Dr. Hugo Neffen) al comité editorial de la revista, y la publicación de parte de los documentos de dicha sociedad en Archivos de Bronconeumología. En los últimos dos años, la revista Archivos de Bronconeumología también ha participado en diversos cursos y simposios relacionados con la edición científica y médica. Así, recientemente, hemos participado en el congreso Chest World Congress celebrado en Madrid (marzo 2014) tras recibir la amable invitación del Prof. Richard Irwin (editor jefe de la revista Chest), en el congreso de ALAT celebrado en Medellín (Colombia, julio 2014) de la mano de los Drs. Montes de Oca, Carlos Torres (organizador del congreso) y Alejandro Casas, y en el congreso de la International Symposium on Respiratory Diseases & ATS, celebrado en la ciudad de Shanghái (China, noviembre 2014). Cabe mencionar que también está prevista la celebración de un curso pre-congreso en el próximo congreso nacional de SEPAR, el cual tendrá lugar en las Palmas de Gran Canaria (junio 2015). El objetivo de la impartición de este tipo de cursos es doble: por un lado el de aportar conocimiento para formar mejor a nuestros potenciales autores y revisores, y por otro el de continuar con el esfuerzo de favorecer la visualización nacional e internacional de Archivos de Bronconeumología. 91
Reunión del actual comité editorial de Archivos de Bronconeumología.
En definitiva, el equipo editorial de nuestra revista está satisfecho con la labor ejecutada en los últimos dos años, y creemos que los años de sequía y escasez de material están superados con éxito. De hecho, en estos momentos (año 2014) se está viviendo la situación contraria, en la que el número de manuscritos que se reciben en la revista mensualmente es muy superior al que fue en los años anteriores. Si bien también somos conscientes de que aún tenemos que seguir trabajando para mejorar el nivel científico y la visualización de Archivos de Bronconeumología. De todos modos, la voluntad de todos los miembros del comité editorial es firme en este sentido, como también lo ha sido y lo será el compromiso de SEPAR en su conjunto, tal como nos han venido mostrando su actual presidencia y la junta directiva en estos dos últimos años, con sus respuestas favorables a todas nuestras peticiones y propuestas 92
de cambio e implementaciones muy diversas sucedidas en este período. Es nuestro deseo seguir trabajando con ilusión y esperanza por y para la revista en los años venideros. Para ello contamos con la colaboración y el respeto de todos nuestros colegas, amigos y colaboradores que actúan de revisores y autores, como garantes de la supervivencia a medio y largo plazo de Archivos de Bronconeumología, nuestra revista, la de mayor prestigio internacional en la esfera de las enfermedades respiratorias publicada aún en lengua española, que se resiste a la preeminencia del inglés científico, aunque sin negar su compañía, por aquello de no perder ninguna cuota internacional. La revista Archivos de Bronconeumología no existiría sin sus autores ni revisores. Así deberemos continuar trabajando juntos y aunando nuestros esfuerzos, cada uno desde su entorno y asumiendo sus responsabilidades en todo momento como autor, editor o revisor. Y como no podía ser de otra manera, quisiera finalizar este escrito con un mensaje de entusiasmo e ilusión para estas fiestas así como desearos un año 2015 lleno de esperanza y prosperidad.
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Órganos de dirección de la revista Archivos de Bronconeumología desde su fundación hasta hoy
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Dr. S. Domínguez Reboiras (Madrid) Dr. E. López Botet (Valencia) Dr. F. París Romeu (Valencia) Dr. S. Almansa de Cara (Málaga) Dr. J. Castella Riera (Barcelona) Dr. J. P. García Echevarría (Bilbao) Dr. V. López Merino (Valencia) Dr. E. Regli Fernández (Sevilla)
1964 - 1968 Comité de redacción: Dr. J. Guallar Segarra (Valencia) Dr. J. Altabella Sanjuán (Valencia)
1969 - 1971 Consejo de redacción: Dr. J. Guallar Segarra (Valencia) Dr. J. Caminos Gochi (Castellón) Dr. J. Altabella Sanjuán (Valencia)
1975 - 1984 Director: Dr. F. Coll Colomé (Barcelona) Subdirector: Dr. J. Guallar Segarra (Valencia) Redactor jefe: Dr. R. Anglés Besa (Barcelona) Secretario de redacción: Dr. F. Manresa Presas (Barcelona) Consejo directivo: Dr. A. Agustí Vidal (Barcelona) Dr. J. Castella Riera (Barcelona) Dr. J. P. García Echevarría (Bilbao) Dr. E. López Botet (Valencia) Dr. P. Martín Escribano (Madrid) Dr. E. Regli Fernández (Sevilla) Dr. J. M. Alfaro Abreu (Madrid) Dr. I. Fernández Martín-Granizo (Bilbao) Dr. L. López-Areal del Amo (Bilbao) Dr. V. López Merino (Valencia) Dr. F. París Romeu (Valencia) Dr. J. Toledo González (Madrid)
1972 - 1973 Médico director: Dr. J. Guallar Segarra (Valencia) Consejo de redacción: Dr. J. Caminos Gochi (Castellón) Dr. E. Fandos Almela (Castellón)
1974 Director: Dr. J. López Mejías (Sevilla) Subdirector: Dr. J. Guallar Segarra (Valencia) Redactor jefe: Dr. R. Anglés Besa (Barcelona) Secretario de redacción: Dr. F. Manresa Presas (Barcelona) Consejo directivo: Dr. A. Agustí Vidal (Barcelona) Dr. A. Burgos de Pablo (Palencia) 97
Secretario de redacción: Dr. C. Picado Vallés (Barcelona) Redactores: Dr. P. Martín Escribano (Madrid) Dr. F. Vara Cuadrado (Bilbao) Dr. R. Rodríguez Roisín (Barcelona) Consejo editorial: Dr. E. Canalís Arrayás (Bilbao) Dr. R. Estopá Miró (Barcelona) Dr. F. Morell Brotad (Barcelona) Dr. R. Rodríguez Roisín (Barcelona) Dr. R. Vidal Plá (Barcelona) Dr. A. Cantó Armengod (Barcelona) Dr. A. Marín Pérez (Barcelona) Dr. F. Payo Losa (Oviedo) Dr. J. M. Sauret Valet (Barcelona) Dr. Vilaseca Bellsolá (Barcelona)
1985 - 1987 Director: Dr. F. Manresa Presas (Barcelona) Subdirector: Dr. J. Guallar Segarra (Valencia) Redactor jefe: Dr. J. Sanchis Aldás (Barcelona) Secretario de redacción: Dr. P. Romero Colomer (Barcelona) Redactores: Dr. V. Marco Martínez (Valencia) Dr. F. Vara Cuadrado (Bilbao) Dr. R. Rodríguez Roisín (Barcelona) Consejo editorial: Dr. A. Cantó Armengod (Barcelona) Dr. M. Díaz Fernández (Sevilla) Dr. J. J. Fernández Luceño (Sevilla) Dr. A. Martín Pérez (Barcelona) Dr. F. Payo Losa (Oviedo) Dr. M. Casillas Pajuelo (Madrid) Dr. R. Estopá Miró (Barcelona) Dr. A. García de Cabo (Madrid) Dr. F. Morell Brotad (Barcelona) Dr. L. Sánchez Agudo (Madrid)
1991 Director: Dr. F. Manresa Presas (Barcelona) Redactor jefe: Dr. C. Picado Vallés (Barcelona) Secretario de redacción: Dr. P. Casan Clarà (Barcelona) Redactores: Dr. J.M. Marín Trigo (Zaragoza) Dr. F. Vara Cuadrado (Bilbao) Dr. M. Perpiñá Tordera (Valencia)
1988 - 1990 Director: Dr. F. Manresa Presas (Barcelona) Redactor jefe: Dr. J. Sanchis Aldás (Barcelona) 98
Secretario de redacción: Dr. A. Xaubet Mir (Barcelona) Consejo editorial: Constituido por 50 especialistas procedentes de España, Inglaterra, Francia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, México y Chile.
1992 Director: Dr. J. Ruiz Manzano (Barcelona) Redactor jefe: Dr. C. Picado Vallés (Barcelona) Secretario de redacción: Dr. P. Casan Clarà (Barcelona) Redactores: Dr. J. M. Marín Trigo (Zaragoza) Dr. F. Vara Cuadrado (Bilbao) Dr. M. Perpiñá Tordera (Valencia)
1997 - 1999 Director: Dr. J. Ruiz Manzano (Barcelona) Redactor jefe: Dr. J. L. Álvarez-Sala Walther (Madrid) Secretario de redacción: Dr. A. Xaubet Mir (Barcelona) Consejo editorial: Constituido por 55 especialistas procedentes de España, Inglaterra, Francia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, México, Chile, Brasil y Argentina.
1993 Director: Dr. J. Ruiz Manzano (Barcelona) Redactor jefe: Dr. C. Picado Vallés (Barcelona) Secretario de redacción: Dr. P. Casan Clarà (Barcelona) Redactores: Dr. J. M. Marín Trigo (Zaragoza) Dr. F. Vara Cuadrado (Bilbao) Dr. M. Perpiñá Tordera (Valencia) Dr. H. Verea Hernando (La Coruña)
2000 Director: Dr. J. Ruiz Manzano (Barcelona) Secretario de redacción: Dr. A. Xaubet Mir (Barcelona) Redactores: Dr. J. L. Álvarez-Sala Walther (Madrid) Dr. R. Moreno Bolton (Santiago, Chile) Dr. P. Casan Clarà (Barcelona)
1994 - 1996 Director: Dr. J. Ruiz Manzano (Barcelona) Redactor jefe: Dr. P. Casan Clarà (Barcelona) 99
Consejo editorial: Constituido por 58 especialistas procedentes de España, Inglaterra, Francia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, México, Colombia, Chile, Brasil y Argentina.
Consejo editorial: Constituido por 58 especialistas procedentes de España, Inglaterra, Francia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, México, Colombia, Chile, Brasil y Argentina.
2001
2005 - 2008
Director: Dr. M. Perpiñá Tordera (Valencia) Secretario de redacción: Dr. A. Xaubet Mir (Barcelona) Redactores: Dr. J. L. Álvarez-Sala Walther (Madrid) Dr. R. Moreno Bolton (Santiago, Chile) Dr. P. Casan Clarà (Barcelona) Consejo editorial: Constituido por 58 especialistas procedentes de España, Inglaterra, Francia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, México, Colombia, Chile, Brasil y Argentina.
Director: Dr. P. Casan Clarà (Barcelona) Secretario de redacción: Dr. A. Xaubet Mir (Barcelona) Redactores: Dr. F. García Río (Madrid) Dr. R. Sánchez de León (Caracas, Venezuela) Dr. J. M. Marín Trigo (Zaragoza) Consejo editorial: Constituido por 57 especialistas procedentes de España, Inglaterra, Francia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, México, Colombia, Chile, Brasil y Argentina.
2002 - 2004
2009 - 2011
Director: Dr. M. Perpiñá Tordera (Valencia) Secretario de redacción: Dr. A. Xaubet Mir (Barcelona) Redactores: Dr. P. Casan Clarà (Barcelona) Dr. R. Sánchez de León (Caracas, Venezuela) Dr. F. García Río (Madrid)
Director: Dr. F. García Río (Madrid) Secretario de redacción: Dr. A. Xaubet Mir (Barcelona) Redactores: Dr. B. Arribalzaga (Buenos Aires) Dra. E. Barreiro Portela (Barcelona) 100
Dr. B. G. Cosío Piqueras (Palma de Mallorca) Dr. M. Zamboni (Río de Janeiro) Consejo editorial: Constituido por 72 especialistas procedentes de España, Estados Unidos, Bélgica, Canadá, México, Colombia, Chile y Brasil.
2012- Actualidad Directora: Dra. E. Barreiro Portela (Barcelona) Editores asociados: Dr. V. Bustamante Madariago (Bilbao) Dr. J. L. López-Campos Bodineau (Sevilla) Dr. X. Muñoz Gall (Barcelona) Dra. A. Menezes (Ciudad de Pelotas, Brasil) Dr. H. Neffen (Santa Fe, Argentina) Dr. R. Pérez-Padilla (México D.F, México) Consejo editorial: Constituido por 34 especialistas procedentes de España, Estados Unidos, Colombia y Venezuela.
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