BODEGONES “Galerías en la calle”
Sergio Madroñal Cortés
ÍNDICE -Introducción -Resumen -Objetivos Generales -Objetivos Específicos -Desarrollo del proyecto -Metodología -Aspectos Técnicos -Conclusión
Introducción Todos sabemos que el arte no tiene una definición universal, es difícil de definir un término tan ambiguo donde la subjetividad y el gusto personal juega un papel esencial a la hora de juzgar lo que es arte y lo que no. Todos sabemos que el arte no tiene una definición universal, es difícil de definir un término tan ambiguo donde la subjetividad y el gusto personal juega un papel esencial a la hora de juzgar lo que es arte y lo que no. Entre las numerosas tendencias artísticas que encontramos, existe una en especial, al alcance de casi todo el mundo. Hablamos del “kitsch”, un género muy peculiar, y de dudosa reputación. Es un arte barato, con unos gustos más que singulares y con una tendencia a la mímesis o reproducción de baja calidad de obras de carácter elitista. Está relacionado con la cultura burguesa alemana de finales del siglo XIX. Hace referencia a lo vulgar y al gusto por aparentar cierto prestigio. Actualmente este tipo de arte está en la cresta de la ola impulsado por un fuerte afán por recuperar el arte ochentero.
Resumen. Este proyecto recoge una serie de cinco fotografías tomadas en diversos escaparates de tiendas de Andalucía. Esos escaparates, se componen de elementos decorativos sin relación alguna entre ellos; son objetos kitsch que aluden a la España más cañí y estereotipada dirigidos a turistas o nativos para que tengan su propia galería en su casa con elementos baratos de cuestionable calidad artística. Los bodegones se exhiben a modo de galería o museo, son colocados por los dueños del respectivo local, con sus respectivas composiciones con el fin de atraer al cliente. No existe manipulación personal, mediante la fotografía a un establecimiento público queda reflejada la idea particular de componer u ordenar estos elementos para ser exhibidos de cara a la galería. En el proyecto, pretendo plasmar con las fotografías el kitsch como exageración y el intento de obtener cierto prestigio a través de la posesión de objetos considerándolo como piezas artísticas. A su vez plantearlo como un género artístico con cierto desprecio oculto y que ha llevado a numerosas apreciaciones de este género recibiendo críticas tanto a favor como en contra.
FRANCESCA WOODMAN ABSTRACT This project includes a series of five photographs taken in various shop windows of Andalusia. These windows are composed of decorative elements without connection between them are kitsch objects that allude to the gypsy and Spain more stereotyped directed at tourists or natives to have their own gallery at home with cheap items of questionable artistic quality. Still lifes are displayed as a gallery or museum, are placed by local respective owners and their respective compositions in order to attract customers. No personal manipulation, through photography to a public reflected the particular idea of ??composing or order these items to be displayed in the face of the gallery. In the project, I intend to capture with photos kitsch as exaggeration and an attempt to gain some prestige through the possession of objects considering it as artistic pieces.In turn present it as an art form with hidden contempt that has led to numerous findings of this genre being criticized both for and against.
Objetivos Generales: El objetivo de este trabajo es el de realizar una serie de cinco fotografías abarcando bodegones. Objetivos Específicos: Mostrar distintos escaparates que muestren a modo de galería piezas kitsch de dudoso prestigio y reflejar una tendencia que parte en el afán de aparentar cierto estatus y que son considerados como piezas de arte. Hablar de un estilo tanto odiado como admirado que se centra en lo vulgar y en la imitación burda de piezas de mayor valor con origen en la burguesía de finales del s.XVIII y principios del s.XIX.
ASPECTOS TÉCNICOS: Cámara: Nikon D3100 Objetivos: AF-S Nikkor 18-55mm 1:3.5-5.6G
DESARROLLO DEL PROYECTO Partimos de la idea que se nos propone para el proyecto, la de hacer una serie de bodegones. Para ello comencé a estudiar las distintas formas de enfocar el trabajo, barajando desde hacer bodegones animados con alambre y frutas humanizándolas y narrar escenas, o usar objetos que narrasen un acontecimiento reciente. Paseando por la calle, observo los escaparates y me llaman la atención el cómo se componían, y me detuve a observar en aquellas tiendas y encontraba objetos tales como platos, ceniceros, imanes para refrigeradores y esculturas de reducido tamaño con una iconicidad en la que se ve reflejada la cultura española y resalta aún más su estereotipo y clichés a los que está sometido este país. Desde equipos de fútbol, pasando por trajes de gitanas y toreros, observé que estos elementos son considerados por mucha gente un tipo de arte en menor medida, y dentro de la tendencia kitsch que expongo a comprar objetos sin valor y dotarles un valor artístico, está aquel individuo que colecciona enseres de este tipo por su valor icónico, independientemente de su forma o función, se convierte en objeto fetiche. Esta corriente de llevar un icono a su extremo fue lo que hizo que me fijara en ellos, al verlos en sus escaparates, ordenados, como si estuviesen esperando a que les hiciesen una foto más que para comprarlos. La disposición de los objetos en el mostrador me sugirió hacer una serie de fotografías a distintos escaparates por sitios que visitaba. De modo que se me ocurrió hablar del fanatismo hacia un objeto, que es sobrevalorado y se expone como si de una obra de arte elitista se tratase. METODOLOGÍA Para ello, salí a la calle con la cámara y recorrí los diversos establecimientos donde se vendían esta clase de objetos. Desde bazares, hasta tiendas de regalos y recuerdos para turistas. Fui buscando lugares a los que hacerles fotografías que yo considerase ideales para el trabajo. Para ello buscaba que esos objetos fuesen exhibidos al público, para no tener que realizar la foto dentro del establecimiento y buscarme algún problema con algún dueño. Realicé fotografías de numerosos escaparates y en ellos se encontraban objetos de lo más peculiares. Cada objeto no tenía relación alguna con el que le seguía, tanto por su iconicidad como por su funcionalidad; por poner un ejemplo existían vitrinas con un cenicero de un equipo de fútbol al lado de una figurita de flamenca.
Tomé como referencia a David Lachapelle, fotógrafo y director estadounidense caracerizado por realizar imágenes denominadas como “grotescamente glamurosas”, realiza imágenes con iconos populares con una gran carga kitsch en sus obras.
Después de hacer todas las fotografías, procedí al retoque digital, ya que era esencial para mi proyecto. Con el retoque, pretendía dotar a las fotos de más expresividad, y reforzar la intención de las fotografías con mi discurso. Primero, mediante Photoshop recorté las fotografías para realizar un encuadre más óptimo; debido a la infinidad de objetos que se exponían en la mayoría de los escaparates, apenas conseguí una fotografía que recogiera todos los objetos que se mostraban, si no fragmentos del expositor, de modo que debía de buscar la forma de recortar la foto para que el resultado mejorase. Después retoqué los niveles de grises y de saturación, con la finalidad de obtener unas imágenes coloristas, exagerando el color natural y que pareciese vulgar, reforzando mi discurso acerca de estos objetos considerados arte. De modo que el resultado es una serie de objetos fetiche, sin ningún valor, que son reforzados con un color saturado para que la imagen gane expresividad e, intencionadamente, el resultado sea una fotografía que claramente se note que está manipulada en exceso.
NIKON D3100 1/125s, F4.5, ISO:100 20mm
NIKON D3100 1/125s, F5.3 ISO:100 40mm
NIKON D3100 1/125s, F4.5, ISO:100 29mm
NIKON D3100 1/125s, F4.5, ISO:100 26mm
NIKON D3100 1/15z, F9.0, ISO:100 18mm
NIKON D3100 1/60s ,F 4.0, ISO:100 45 mm
FOTOGRAFIAS DESCARTADAS
CONCLUSIÓN Esta valoración a un objeto al que se le da importancia únicamente por su valor icónico y con fines de aparentar cierto buen gusto, no hace más que reflejar los clichés de los que intentamos liberarnos. En cierta manera, nos atrapa y nos sumerge en una serie de estereotipos con los que nos califican fuera y en nuestro entorno. El kistch es un término que define un tipo de arte, de eso no existe duda alguna, pero crea controversias en cuanto a gustos y a entrar a valorar realmente este tipo de arte. El kitsch en España, es conocido por numerosos objetos fetiches e iconologías de nuestra idiosincrasia y cultura general que no hacen más que exaltar el estereotipo de un país mediante imágenes como vírgenes, toreros y flamencas. Son objetos que son llevados a una reproducción en cadena extrema y de una calidad cuestionable, y estos objetos son expuestos en hogares como si de piezas de museo se tratasen. El valor fetiche de un objeto llevado al extremo, implica una necesidad de consumir objetos cuya funcionalidad en ocasiones no es necesaria para el consumidor, pero que se compra por la idea que representa; como por ejemplo un cenicero de un equipo de fútbol o de un cantaor de flamenco, que compra alguien que no fuma con el fin de exhibirlo. Llega bajo mi punto de vista a lo absurdo y a una radicalización del valor del icono en sí. Un intento por aparentar cierto gusto exquisito que se convierte en la principal característica del consumidor de arte kitsch, como ocurrieron con la burguesía a principios del siglo XIX.