Relatos de Alicia
Relatos de Alicia una relectura de Alicia en el PaĂs de las Maravillas
Relatos de Alicia: Copyright 2018 by Ana Beatriz Araujo e Rebeca Santana Todos los derechos
reservados.
Este libro no puede ser copiado o reimpreso. El uso de citas del texto o copias de páginas aisladas es permitido y alentado, a petición.
Edición: 1º Edición - Marzo 2018 Diagramación y Capa: Ana Beatriz Araujo Revisión: Rebeca Santana
Escribido por Ana Beatriz Araujo e Rebeca Santana
Para Bolivar Barros Sameiro.
“Un cuento iniciado otrora, Bajo el sol tibio del verano – Mera cantiga, que sólo marcaba El ritmo de nuestra embarcación – Cuyos ecos en la memoria persisten Y al desafío de los años se resisten.”
Jalea de Naranja
RELATO 1 Desayuno
Yo abrí los ojos y una vez más las sensaciones de pérdida y miedo me tomaron de mí. ¿Cuál será la próxima persona que voy a perder? ¿Cuán profunda es la caída? Es difícil saber si mejor es estar despierta, o soñando; y ustedes ¿quieren saber el por qué? Voy a contar. En junio del año pasado perdí a mis padres en un accidente de coche; mis únicos mejores amigos. Vivíamos en Perú, pero después de todo lo que pasó fui a vivir con mi tía en San Sebastián. Después de ese cambio, perdí algunas cosas: amigos, una buena noche de sueño y una parte de mí. *** Aquel día empezó mal. Estaba obligada a comparecer en un evento muy importante que mis padres tenían que ir, pero despertamos todos atrasados. Yo sabía que iba a encontrar con muchas personas que no deseaba mirar. Me llevó un susto cuando mi madre gritó mi nombre pidiendo que me levantara. Entonces me levanté, lavé el rostro y bajé corriendo las escaleras para tomar el café. He mirado a la comida y mi estómago se envolvió. Huevos revueltos, pastel de chocolate del día anterior.
Tomé las tostadas en el armario y busqué la jalea de naranja, mi favorita. Estaba en la nevera esperando ser abierta por mí, pero me encontré con la segunda tristeza del día: el pote estaba vacío. - ¿Quién guardó el bote de jalea vacío? - La última persona que la comió. - mi padre respondió, inclinándo su cabeza y alejando las gafas de sus ojos para lanzar la mirada acusadora en mi. Yo misma traía mi propia decepción: sin jalea de naranja. En seguida me senté, y tuvimos nuestra conversación de la mañana. Mi madregritó de nuevo mi nombre, y entendí que estaba más atrasada que nunca. Subí corriendo y me arreglé. - ¿Pero vas así? - mi madre me preguntó analizándome. - ¿No está bien la ropa? - No tanto. ¿Por qué no pone algo más adecuado? - ¿Y quién decide qué es adecuado? Entramos en el coche corriendo, y mi padre se aceleró. Para nuestra mala suerte, el tránsito no estaba muy bien. Y entonces, vino la tercera tristeza del día: mi padre perdió el control del
coche en una frenada brusca. Y el eterno se duró en cuestión de segundos. Me desperté rápidamente e intenté mirar en regresa, pero me sentía tonta y oía muchos ruidos, entonces me apagué. Cuando me desperté, ya estaba en el hospital y ya había oscurecido. Miré para el lado y mi tía me miraba. Sus ojos decían todo, pero ninguna palabra salía de su boca. Y entonces yo Entiendo. Las sensaciones en mí comenzaron a estallar. Como fue ¿suceder eso? Las lágrimas empezaron a rodar en mi cara, el tiempo pero no se que hacer. Después de mi recuperación, en fin, fui a vivir con mi tía. la las cosas estaban extrañas para mí. Era como si yo quisiera encontrar una salida pero no sabía dónde ir. No soy una niña de muchos amigos. Todo sucedió mucho rápido, y cuando digo rápido es porque realmente las cosas se produjeron por cuestión de un tic-tac. Citando a C. S. Lewis, "Nadie nunca me dijo que el duelo se se siente como un miedo ". Es como si estuviera en una espiral de dolor de donde no puedo salir, pero no es por falta de intentos. Cuando yo era pequeña tenía una broma significativa con mi padre. A veces, antes del
desayuno, pensábamos en seis cosas imposibles, porque, según él, sólo se puede alcanzar lo imposible si yo creo que sea posible. Para mí, girar ese juego donde no sé qué carta debo jugar parecía imposible, y pensar en eso, tal vez, me fuera reinventar. Después de despertar, una voz en mi cabeza se resonaba siguiente pregunta: ¿Quién eres, Alicia? ". I? En el momento no sé decir. Al menos sé quién era cuando me levanté esta mañana, pero creo que debo haber cambiado varias veces desde entonces. No sé si yo soy la Alicia correcta o la Alicia equivocada; no sé si soy la Alicia que debería ser. ¿Me estoy poniendo loca?
“Las cosas sólo son imposibles si crees que son.”
RELATO 2 Sin Tiempo
En la primera noche en que dormí en mi tía tuve un sueño extraño. Yo veía a un chico, sentado en un pasillo, avisándome sobre el tiempo. Él decía: "El reloj hace tica-tac tic-tac. Usted está retrasado, Alicia. ¡Muy atrasada!". Tuve el mismo sueño durante una semana, entonces decidí hablar con mi tía. - No podía ver su cara derecha, y yo no conocía el lugar. - ¿No reconociste al chico ni a la voz? - No, realmente no lo conozco. Pero no es eso lo que me asusta... Él sabía quién era, y decía que estaba atrasada. - ¡Ah, Alicia! Es sólo un sueño. - Pero ... Parecía tan real. ¿Es posible ser llevados a otro mundo mientras dormimos? - Alicia, si estás durmiendo, ¿cómo estas cosas van a ser reales? ¡Es imposible! - Las cosas sólo son imposibles si crees que son. - Está bien, Alicia. Sólo no deja que esas fantasías consumen su mente. Mi tía no creyó que los sueños no eran sólo sueños. Si mi padre estaba vivo, lo contaría y no parecería tan loco. Los días se pasaron, y el sueño parecía cada vez más real. Hasta que en una noche me encontré
con el chico de nuevo. Él estaba en la misma posición de siempre, pero estaba de espaldas a mí. Me quedé a tu lado y me senté. De repente, él sacó mi brazo y dijo que estaba atrasada. Los ojos de él reflejaban desesperación; eran fondos y negros. Y por su estado, parecía que le gustaba monitorear el tiempo. - ¿Que quieres de mi? - Estás atrasada, Alicia. - ¿Para que? ¿Quién eres tú? - Encuentre con ellos. ¡Ya pasó la hora! Entonces me desperté. Asustada, me senté en la cama. "¿Por qué estoy atrasada? ¿Quién me espera? ". Ahora tenía más dudas para ser contestadas que antes. Me sentía como si tuviera una tormenta en mi mente. ¿Y quién podría calmar esa tempestad que yo misma? Sólo tenía que saber qué camino seguir.
Muiteza: algo Ăşnico, que cada persona tiene, que es lo que la diferencia de todas las demĂĄs.
RELATO 3 “Muiteza”
Al día siguiente decidí ir a la playa al final de la tarde y observar el mar. Me senté en la arena y decidí reflexionar un poco sobre todo lo que han sucedido. Inevitablemente, las lágrimas empezaron a rodar en mi cara. "¡Vamos, no sirve de llorar así!" - me aconsejé a mí mismo en un tono áspero. Sabía que llorar no resolvería nada. Volví a casa, acosté en la cama y cerré los ojos. Empecé a pensar en lo que estaba por venir y en quién me convertiría. Una chica de 17 años suele tener tantas dudas sobre sí misma? - ¿Quién eres tú, Alicia? - No sé quién soy. - Creo que tenemos un problema, entonces. - Tenemos mucho. Mi mente es como si fuera un laberinto, y yo no sé qué camino seguir. - ¿Para donde quieres ir? - Yo no sé. - Siendo así, cualquier camino sirve. - Sólo quiero resolver esa confusión que está aquí dentro. - Entonces usted necesita enfrentar sus miedos. Abri los ojos, y percibí que había caído en el sueño. Ya había pasado la hora de la cena. Más un sueño extraño. Esta vez yo estaba sola, y no veía
quien estaba hablando conmigo. Me temo que esté realmente loco. *** Me levanté dispuesta a olvidar todo esto. Busqué mi celular y cogí mi auricular. Me puse una canción animada y me quedé poniendo atención en la letra. Caminé por la habitación, me senté en el suelo. Cambié de música. Levanté, me senté en la cama, me acosté en varias posiciones. Y los sueños no salían de mi cabeza. No importa cuánto me esforzara para olvidar, pensar en otras cosas... Yo no conseguía. Hay cosas en la vida que nos esforzamos para olvidar, y a veces hasta llevamos años encadenados en eso, sólo que no sabemos que no existen para ser vividas y después olvidadas, sino vividas y resueltas. Hay un valor en nuestras cicatrices, en cada pedacito de nosotros que está agrietado o roto. Hay tiempo que necesitamos perdonar, y entender que no siempre seremos fuertes todo el tiempo. No sirve de nada escapar de los problemas del alma; ellos están en nosotros. Mi tía abrió la puerta de la habitación y me mandó ir a dormir. La hora ya había pasado, y estaba tarde. Me acosté y me quedé mirando al
techo. Creo que preferiría pasar toda la noche despierta en vez de tener otro sueño. Pero ese pensamiento no duró mucho tiempo. Y entonces, me apagué. - Usted perdió su "muiteza", Alicia. Veo locura en su sonrisa, pero no la tristeza en sus ojos. - ¿Quién eres tú? - él tenía los ojos negros y usaba un sombrero. - ¿Quién debería preguntarte eso, no crees? - Todos cisman en saber quién soy, pero ni yo misma sé. - ¿Crees que estoy loco? - Las mejores personas son locas, Alicia. Sólo tienes que encontrar belleza en eso. Él estaba frente a mí, en el mismo lugar que ya he soñado. Cierro mis ojos, tratando de hacer que él desapareciera delante de mí. Él parecía más loco que yo. ¿Qué es "muiteza" después de todo? - Usted cerrar sus ojos no va a hacer que me rompe delante de usted, Alicia. Usted sólo va a deshacerse de mí con los ojos abiertos. - Si eso es un sueño, puedo hacer que acabe. - Sólo si tienes fe en lo que estás haciendo. Y por lo que me parece, no crees mucho en si misma, ¿no? Yo aún estoy aquí.
- Sólo quiero que eso acabe. - ¿Por qué usted no para repetir para sí mismo que usted está teniendo un "sueño-real"? No intentes convencerte de algo que aún no has entendido. - ¿Como asi? - Estoy aquí porque quiero algo de ti. - ¿Que quieres de mi? - Seré bien claro. - Él hizo una pausa y dio una risa - Todas las personas en el mundo poseen un poco de locura en ellas, que generalmente florece cuando pasan por un momento muy malo de traición, pérdida, crisis ... ¡Qué es un desperdicio! La locura forma parte de nosotros y debemos vivirla cada segundo. La gente no ve cuán majestuosa y poderosa es la locura. ¿Pero yo? Puedo verlo. Todos tienen insanidad, pero prefiero que sea sólo mía. - él hablaba haciendo gestos, y cuando él terminó, sonrió.
Ella intentarรก sacar tu esencia.
RELATO 4 Ultima vez
Me desperté y ya era mañana. Tuve la certeza de que yo no era la misma Alicia de ayer, pero aún no sabía quién era. Estaba dispuesta a e n f re n t a r e l p ró x i m o s u e ñ o p a r a p o d e r encontrarme. Entonces me acosté de nuevo, cerré los ojos y esperé la entrada a ese mundo. Yo estaba sola en el pasillo, y esta vez estaba diferente. Yo cargaba la certeza en los ojos y la confianza en la sonrisa; y un poco de locura también. - ¿Ahora estás lista? - Creo que si. - Ya estaba a la hora de perdonar y olvidar. No dejes que tus miedos roben su esencia. Miré hacia atrás y vi a una chica. Ella parecía amigable y no amigable al mismo tiempo; si es que eso es posible. - ¿Quién eres tú? - Pues, no tienes que saberlo. Pero sé quién eres. - ¿Cómo sabes de mí? - Usted todavía es aquella niña que creía en cuentos de hadas y era adorada por todos. Pero fue creciendo, y fue siendo lesionada. Entonces, te conocí.
- Lo siento, pero no puedo entenderlo. - ella se volvió los ojos y se rió de mí. - Alicia, Alicia... Yo sé que el amor y la alegría desbordan en algún lugar dentro de ti, y tal vez te olvidaste de eso. Usted era radiante, usted era amada. No me sentía tan amada. ¿No crees que necesito lo que tienes? Mira a mí: niña solitaria, con el rostro entristecido... - ella hizo cara de triste, y luego soltó una risa. - No quiero darte nada mío. - No sabes ni quién eres, Alicia. - Yo lo sé. - ¿Será? *** Me desperté sudando, y con mi tía a mi lado observándome. - Usted estaba teniendo una pesadilla, ¿no? ¿Quieres contarme? - pensé dos veces antes de responder a la segunda pregunta. - Sí, estaba. Pero no quiero contar. - Usted puede contarme sobre sus sueños. - ¿En serio? Creo que no. Prefiero guardarme. - Usted no necesita actuar así. ¿Por qué usted complica todo?
- ¿Yo? Yo le conté lo que está pasando y casi se rió de mí. ¿Quieres que haga lo que ahora? - Usted se queda todo el tiempo dentro de esa habitación; cuando no está en la habitación, está en la playa. Usted no conversa más, usted no se queda más conmigo. Parece que estoy viviendo sola. - ¿Por qué no para de analizarme y empezar a analizar a sí mismo? - se quedó en silencio y luego salió de la habitación. A veces la gente sólo necesita a alguien que quede a nuestro lado, oyendo nuestro llanto, nuestra risa, y nuestras locuras también. Y parecía que no había encontrado a nadie así. Aquellos sueños me estaban afectando de una forma negativa, y eso se estaba expandiendo hacia todas las áreas de mi vida. No quiero hacer daño a nadie, no quiero perder a nadie. Pero yo necesitaba entender que perder a alguien es inevitable, y yo tenía que tomar cuidado para no perderme también; por más que yo temía que eso ya hubiera ocurrido. Pasé el día en la habitación. Sin voluntad de comer o de hacer cualquier otra cosa que me quiera de dentro. Entonces me acosté y me prometí que sería la ultima vez que tendría un encuentro con ellos.
“La única certeza que tengo que cargar es de quien soy.”
RELATO 5 Despertar
- Nuestra invitada ha llegado! Usted estaba atrasado, Alicia. - dijo el chico del tiempo. - Llegué a la hora correcta. - ellos miraron uno a la cara del otro y se rieron. - Usted perdió su "muiteza", Alicia. - dijo el chico del sombrero. - No sabes ni quién eres, Alicia. - dijo la chica de la risa. - Estás atrasada, Alicia. - el muchacho del tiempo repitió. De repente empezaron a hablar juntos. - Las mejores personas son locas, Alicia. Sólo tienes que encontrar belleza en eso. - Usted cerrar sus ojos no va a hacer que me rompe delante de ella, Alicia. Usted sólo va a deshacerse de mí con los ojos abiertos. - Estoy aquí porque quiero algo de ti. - Tic-tac, tic-tac, tic-tac. - ¿No crees que necesito lo que tienes? Entonces me tocó los oídos y cerré los ojos. Conseguí sentir el silencio. Esa voz amigable me visitó de nuevo. - Usted sabe que usted es fuerte, Alicia. Diga quién eres.
- Yo era una niña que le gustaba soñar, que pensaba en 6 cosas imposible en el desayuno. Yo abrazaba a todos y sonreía. Yo jugaba sola pero era mejor cuando conseguía una compañía. He crecido y descubrí que lastimar y ser herida viene en el paquete. La vida nos hace caer, pero algo o alguien nos da fuerza para arriba. No podemos controlar el tiempo, ni dejar que seamos controlados por él; las cosas suceden porque tienen que suceder. Si se pierde en el mar de incertidumbres es insano y bello; la única certeza que tengo que cargar es de quien soy. No puedo dejar nada ni nadie definir lo que tengo que ser. Yo soy recuerdos de quien yo era, soy la cicatriz de las batallas de mi vida. Soy quien digo que soy, y luto para ser mejor. No soy miedos, y ellos no me tienen. Soy el niño que para oír las historias que la vida tiene para contarme; elegante y con el oído curioso. Sigo encantada por las corrientes que me lleva, aprendiendo ser intrépida, recorriendo tierras extrañas nunca vistas por quien no se sabe soñar. Entonces, me desperté.
“Somos sólo niños crecidos, queridos, Inquietas, hasta que el sueño nos de guarida.”