Recuentos Brujos 4 - Colaterales

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RECUENTOS BRUJOS

4. RECUENTOS COLATERALES ­ Política Amarga ­

RECUENTO DE ALARMAS PLANETARIAS 0 Por si no era suficiente con el drama existencial, resulta que ahora nos encontramos en una triple encrucijada evolutiva. Nunca antes nuestro potencial bélico había supuesto una amenaza tan inapelable de auto­exterminio. Nunca antes el alejamiento de los recursos naturales nos habían llevado tan al borde del colapso. Y nunca antes la explosión demográfica había alcanzado un nivel tan insostenible. Cuando la muerte da tres golpes de bastón, se asegura de que la escuchemos todos. 0 La intercomunicación global, también sin precedentes, crea un imperialismo iconográfico que multiplica nuestras necesidades, nos hace vulnerables e incapaces para la sorpresa. 0 El desamparo social, la hipocresía liberal, la desesperanza intelectual, la explosión inmigratoria, la reaccionaria, la mediocridad cultural, la perversión del trabajo, el desastre de lo educativo, el despilfarro de la energía... 0 Sin aire, sin agua, sin tierra, sin sol, arrancados irreversiblemente de la hierba, empeñados en homologar el gallinero urbano, embobados en la trampa del cemento, el progreso, la comodidad... 0 Nuestra dependencia de la máquina es cada vez más crítica y globalizada. Los fallos en el sistema dejan nuestra vida cotidiana cada vez más paralizada, y sus repercusiones en cadena son cada vez más amplias e imparables. 0

Todos los trabajos son malos, insanos, enfermizos. El sistema laboral es un fracaso.

0 Una cínica apatía decadente, degenerativa; un aburrimiento contagioso y desmotivado, impotente y perplejo, se ha instalado en el corazón de la filosofía, volviéndola obsoleta, desfasada. 0 La música, la física cuántica, las drogas; ninguna revolución ha impactado en la conciencia cotidiana. 0

Ninguna religión funciona. Ninguna política. Ninguna psicología.

0 El glamour, la imagen personal, el cotilleo, la frivolidad más descarnada impera obscena en núcleo de la mismísima era de la información. 0 La inmemorial distancia entre ricos y pobres es cada vez más grande y más irreversible, más acaparadora, más protegida por las leyes. 0

Las víctimas civiles en los conflictos armados es ahora una norma cuyo ritmo de crecimiento


exponencial no tiene tampoco antecedentes históricos. 0

Nunca hemos comido tan mal. Nunca en la historia hemos hecho tan poco ejercicio.

0 La ética sexual está pervertida y desorientada. La ignorancia sobre su significado energético sigue siendo absoluta. 0 Los derechos humanos, la democracia; lentas falacias acomodaticias. Es la era del desentendimiento. La mitad de los habitantes del planeta se abstienen de votar. 0 Es horrendo, pero solo hay tiempo para una liberación individual. El colapso ambiental hace inviables las soluciones colectivas. No hay tiempo. 0 Desde un punto de vista transpersonal, no es sólo que las consecuencias de nuestras opresiones reviertan sobre nosotros su imborrable intención; es que fuerzas globales, extrañas, inhumanas, oprimen ahora también al hombre con un universal sentido de la oportunidad. 0 La explotación agrícola y ganadera es tan aberrante, que todo un Fukuoka, quizás el mayor filósofo de la naturaleza, el más acertado político de la supervivencia, el hombre más feliz de la tierra, ha pasado totalmente desapercibido. 0 Nunca antes fue tan esclavizante la trampa de la vida urbana, la falta de contacto con la realidad no artificial. Vivimos rodeados de objetos creados y manipulados artificialmente por otras mentes, otras intenciones. 0 Nunca antes el comercio internacional se había apoyado en infraestructuras de servicios tan excesivas, tan contraproducentes, tan poco rentables, tan destructivas. Nunca antes el consumismo había llegado a constituirse en un proceso patológico. Y nunca antes fuimos tan cínicos y tan ciegos ante estos hechos. 0 La desorientación ética cataliza los abusos y la corrupción. Desatinadas y sin rumbo, la ciencia y las iglesias no saben ni a dónde van. El vacío, la insolvencia en materia espiritual es, desde luego, más alarmante y más soberbia que nunca. 0 Hordas de fantasmas fachoides se conjuran para doblegar a la cultura alternativa, para convertirla en un marketing espiritual. 0 Acribillados de radiaciones, ondas de radio, lluvias ácidas, efluvios de alta tensión, redes eléctricas, móviles en los calzoncillos, bombas catódicas televisivas, señales vía satélites, repetidores, radares, rayos X, cósmicos y ultravioletas sin paraguas de ozono, pantallazos de omnipresentes monitores, microondas y enchufes en la cabezera de la cama, es como si un tsunami energético barriera nuestro electromagnetismo natural todos los días, ahogándonos en una noosfera picajosa y nerviosa que va chamuscando nuestras neuronas día a día. 0 Hipnotizados por los reality­shows, concursos por dinero, gran hernanos, pseudo aventuras, pseudo convivencias, pseudo granjas, pseudo búsquedas de talento al más puro estilo competitivo y colegial; sin gentileza, sin intimidad, sin clase, sin una sola personalidad original, queda cada vez más claro que la humanidad es una estirpe fundamentalmente hortera, que es lo peor que nos podía pasar. Las audiencias sientan cátedra. Y nos reímos estúpidamente, resignados, sin lugar donde escondernos. Somos una humanidad mediocre, vulgar, ególatra y gritona; y es fácil que muy pronto el universo entero lo sepa y seamos exterminados por vergüenza ajena. 0

La salvación ha sido hecha pública, y no ha servido para nada. Y no ha sido la primera vez. Nadie


ha despertado. Nadie habla del Conocimiento. Una muestra tan contundente del universal despiste es un augurio tan descorazonador, que transforma en inevitable, en sustancial, la esencia de nuestra perdición.

RECUENTO DE ANACRONISMOS IMPERDONABLES DE LA IGLESIA CATÓLICA 0 Sacramento, catequesis, penitencias, oblación, eucaristía, homilías, unción... Verdaderos pináculos de la inoperancia lingüística. ¿Quién entiende, quién maneja esas palabras? 0

Inquisición, cruzadas, misiones, fascismo... No nivelan el bien hecho con la caridad.

0 Es la religión de la familia, de los prósperos, de los bien mirados, de los establecidos. Es justo al contrario: la religión es el opio de los ricos, de los opresores. Para el pueblo es un verdadero azote. 0 No es solo que no ofrecen una verdadera cosmología, una explicación del mundo, sino que invariablemente lo hacen en contra de las más elementales certezas científicas. 0 Tampoco saben practicar, por supuesto, las más elementales técnicas efectivas de iluminación. No han rebasado el nivel de la oración discursiva. No saben meditar. No cultivan el silencio interno. 0 El más obstinado de los fetichismos les impele a esgrimir la Biblia como si la hubiera escrito el mismísimo Dios. Y total, para acabar interpretándola como a cada uno le da la gana, en versiones cada vez más políticas y peregrinas. 0 Cielo, infierno, ángeles, navidad, semana santa, san juan; sucedáneos trastocados robados a las religiones de la tierra y al inconsciente colectivo, y transformados además en poderosas armas de sumisión y afiliación social, cuando no en consumismos verbeneros. 0 Al quedar los gnósticos políticamente proscritos, no existe una lectura esotérica de los misterios. La oración y la liturgia, por tanto, han perdido toda conexión con los misterios que una vez pudieron haberle dado algún sentido. 0

Los concilios son dogma, dicen, porque les asiste el Espíritu Santo. Qué desfachatez.

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¿Una virgen preñada por un espíritu...? Cruel es el destino de las tres marías.

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Si el crucificado fuera una mujer, cualquier icono sería perverso.

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Trillones de exégesis para destilar un solo trofeo, la compasión, que al final resulta sospechoso.

0 No comprenden el ecologismo ni la cultura alternativa. No saben comer, hacer agricultura, curarse fuera de un hospital. 0

El delirio egomaníaco de pensar que Dios tiene intereses humanos...

0 Buda era hijo de un rico, Mahoma un guerrillero, y Jesús la acabó pringando. ¿Dónde está el mensaje ? 0

Ya demostró el carbono 14 que la sábana era falsa. Es igual. La gente sigue peregrinando.


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Son los católicos los que más defienden la pena de muerte.

0 Se agotan los recursos. La miseria se multiplica. Habrá guerras por una alberca de agua. Es igual: el no al aborto es la prioridad. Así de retorcido, de genocida, es su complejo de célibes. Han pervertido tanto su energía sexual, que aplastan la evolución humana con su oculto remordimiento, con su necesidad de auto­ justificación. 0 Aupando al Opus Dei, la facción más pija y pro­adinerados de la Iglesia, y fortaleciendo a Ratzinger, el teólogo más pleistocénico de todos, Juan Pablo II ha traicionado al Concilio Vaticano II, ha petrificado la evolución doctrinal, y ha abortado todo conato de revolución ética o conceptual que pudiera interesar mínimamente a la juventud. Nunca ha habido un Papa que hablara menos de los pobres, o de las amenazas reales que tiene la sociedad actual para sobrevivir en el siglo XXI; y lo único que ha conseguido con tanto viajecito es confirmar a todo el mundo lo carca, obsesiva, subjetiva y convencional que es su interpretación del Evangelio. 0 Menos mal que los chinos no son católicos, porque si lo fueran, ahora serían varios cientos de millones más, y las enfermos de sida triplicarían la tasa actual. Éste es un dato absolutamente innegable. Así que flaco servicio le ha hecho este “cabeza cuadrada” al tercer mundo. Su aberrante trastoque de prioridades ha supuesto uno de los genocidios indirectos más graves e impunes para la humanidad del siglo XX, y nos tendremos que ver unos comiéndonos a los otros para darnos cuenta de su error, de su falta de perspectiva, de su irresponsabilidad moral. 0 El barco se hunde, pero lo único que le preocupa al capitán es que no aprovechemos la confusión para meternos mano unos a otros. Y aún se atreve, patético con su Parkinson, babeando, a decir que está cumpliendo la voluntad de Dios. Y aún querían las masas hacerlo “santo súbito” para redondear el delirio. Tenía razón Einstein: solo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. 0 Encapuchados con gorros de extraterrestres, cofrades, braceros, portadores como sus padres y sus abuelos, recorren el pueblo cirio en mano, uno de ellos atado a un madero y arrastrando cadenas, las mujeres llorando porque la lluvia impidió sacar al Gran Poder; el paso del Nazareno es un cadáver sangrante con los ojos en blanco y las vísceras fuera: qué barbaridad. Hasta los mismos papúes están espiritualmente más civilizados.

RECUENTO DE LAS ASIGNATURAS QUE REALMENTE NOS DEBERÍAN HABER ENSEÑADO EN LA ESCUELA 0 Papeleos, burocracia, procedimientos administrativos. Toda clase de gestiones prácticas de ventanilla. 0

Qué coño es un crédito, una hipoteca; cómo hacer una gestión bancaria.

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Mecánica del automóvil hasta por las orejas.

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Leyes de Murphy de la informática.

0 Qué es la energía sexual. Patologías represivas y sublimaciones socio­políticas. Placer sexual y Tantra. Consecuencias inapelables de la reproducción. 0

Imagen personal e integración social. Cómo tratar a los amigos. Cómo abordar y ser correcto con las


personas del otro sexo. Cómo ir a la moda. Cómo ser original. Cómo ser gentil. Cómo no dar la nota. Cómo tener una mínima elegancia material y espiritual. 0

Bricolaje, electrónica, fontanería. Albañilería elemental.

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Coser, planchar, fregar, barrer, hacer las camas, comprar.

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Convivencia humana. Respeto al espacio. Reglas básicas de la hospitalidad.

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Agricultura natural por un tubo; desde la más tierna infancia.

0 Conciencia del tercer mundo. Implicaciones del desarrollo industrial. Karma colectivo y solidaridad. 0 Clasificación y efecto de las plantas psicotrópicas. Éticas del trance y del placer. Fenomenología de la droga. 0

Alimentación natural versus bazofia industrial.

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Disciplina del aseo y de la higiene.

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Técnicas de autocuración. Terapias alternativas. Filosofía de la salud. Auto­diagnóstico precoz.

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Conceptos cosmológicos científicos y esotéricos; todo tipo de descripciones del mundo.

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Técnicas de crecimiento espiritual no religioso.

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Técnicas exhaustivas de búsqueda de empleo. Legislación laboral. Psicología de la explotación.

0 Cómo ver la televisión. Conciencia crítica. Por qué coño nos machacan siempre con los mismos programas. 0

Gestión del tiempo libre. Expresión artística y creatividad. Cómo no perder el tiempo.

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Reglas básicas del diálogo.

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Técnicas de No­violencia.

0 Psicologías exhaustivas de autosuperación para dramas personales o crisis con drogas, dinero, pareja, enfermedades, etc. 0 Respeto por la vida y gravedad suprema de la experiencia de la muerte. Estupidez de la imprudencia y el riesgo innecesario.

RECUENTO DE LOS GRANDES ERRORES DE LA CIVILIZACIÓN 0 Las ciudades son el paradigma del progreso y la evolución. En realidad son lo contrario: la máxima expresión del salvajismo, la violencia y la torpeza. Son el cáncer del planeta. Sus tumores malignos. Lo verdaderamente civilizado es vivir en la naturaleza.


0 La procreación es ley de vida. Más bien de muerte. Energéticamente, es tanta la cantidad de conciencia que cedemos en la gestación, en la crianza, en la educación, que empezamos desde ese momento a morir sin remedio. Nuestra vitalidad es traspasada a otro ser. Es imposible llegar a la plenitud espiritual teniendo descendencia. Tan cruel como la imagen de los vasos comunicantes: el hijo se llena, el padre se vacía; el líquido es el mismo. Ah, se escandalizan los cínicos, ¿entonces el planeta se vaciaría?. Tranquilos. No todo el mundo querría llegar a esa plenitud espiritual. Además, no le vendría mal al planeta una época de sexualidad tántrica. 0 La mente y la conciencia están el cerebro. Ni hablar. El cerebro es solo un órgano de coordinación, de traducción, de conexión entre la verdadera mente y el cuerpo físico, que es solo la parte directamente perceptible del ser humano total. 0 Los sueños son fantasías del cerebro con remotos significados simbólicos. En absoluto. Los sueños son experiencias reales de nuestro cuerpo astral (alma, cuerpo energético, conciencia) en mundos reales que están a la vez dentro y fuera de nuestro ser total, más bien lo segundo. Esto nos queda meridianamente claro cuando aprendemos a despertarnos dentro de nuestros sueños. 0 Dios es un padre todobondadoso y Jesús es su hijo hecho hombre. Por Dios y por todos los santos. Para empezar, Dios no es humano. Es una fuerza abstracta e incomprensible para la que lo humano es una insignificancia absoluta. Qué infantilismo, qué soberbia, qué cobardía, qué estrechez, qué falta de respeto es pretender enaltecer las características humanas en esa fuerza. Buda, Jesús, Mahoma, etc, eran grandes videntes, y eso es todo. Para entender lo que querían decir tendríamos que ser, al menos, pequeños videntes. 0 Solo lo experimentalmente verificable es científico y por lo tanto real. Doble error. Primero, porque lo que hoy no detectan nuestros instrumentos, pueden muy bien detectarlo mañana; échese un vistazo a la historia de la ciencia. Y segundo, porque no solo con las herramientas del laboratorio podemos conseguir certezas acerca de la realidad. 0 El cosmos es lo que podemos detectar con nuestros sentidos y nuestra razón, si acaso con el pequeño margen de misterio que el Dr. Hawking concede a la singularidad. Enlaza con el punto anterior. El universo que detectamos es una minúscula parte del inmenso conglomerado de dimensiones espacio­ temporales que forman el universo real. La expansión y el tiempo son efectos, apariencias, de nuestra velocidad perceptiva; y estamos en realidad en la más tierna infancia del conocimiento de las fuerzas que nutren esa totalidad. 0 La vida es un atributo exclusivo de los seres orgánicos. Pues no. La vida no está basada tan solo en la química del carbono, o en las funciones del metabolismo y la reproducción. Hay infinidad de seres que están vivos y no tienen ningún componente químico en absoluto. Son invisibles, y no necesitan reproducirse porque viven miles de años. Están vivos porque tienen conciencia, propósito y emociones desgarradoras. Su alimento no es ninguna sustancia química, sino la energía de otros seres. Son los "seres inorgánicos". La tierra está superpoblada de ellos. Tienen, en este sentido, más razón los animistas que los biólogos de la genética. 0 La muerte es la cesación de la vida. Consecuencia del error anterior. La muerte es otro tipo de vida, una continuación más intensa, si cabe. Muchos dirían que incluso es la verdadera vida. 0 La eternidad es un estado. Al contrario: es un movimiento, una dirección. Por eso el mundo es una ilusión. No hay nada absoluto. Y no hay nada en absoluto. 0 Solo el ser humano tiene conocimiento. Es una consecuencia del error de creer que no puede haber conocimiento sin lenguaje, sin razón. Los animales y las plantas tienen también conciencia y tienen


conocimiento, aunque no hablen. Y en muchos aspectos, su conocimiento es superior al nuestro. Los “seres inorgánicos” también tienen más conciencia que nosotros. 0 Si hay vida inteligente no humana, hay que buscarla en otro planeta. Qué pesadez. Qué desatino. Vivimos en un planeta superpoblado en todos los niveles. Hay muchos planos vibratorios interpenetrados con el nuestro, indetectables, descartados por nuestra educación perceptiva, en los cuales la vida bulle con toda su apabullante cotidianeidad. Puedes estar seguro de que ahora mismo, en tu habitación, hay cuatro o cinco veces más seres de los que ves, y muchos de ellos son más inteligentes que tú. Qué empeño, pues, en seguir buscándolos más allá de las estrellas. 0 Si me escupes, te pego un bofetón. La violencia es la peor de las respuestas contra la violencia, diga lo que diga el cine y la razón. Mira las cosas con perspectiva. Piensa con profundidad. La violencia se combate con la no­violencia. La espiral del horror solo se salva con un salto cualitativo de la mente y el entendimiento. 0 Todas las sustancias psicotrópicas son drogas. Error de prejuicio y de educación. Los alcaloides son bienaventurados vehículos para el trance y el bienestar. La droga es otra cosa: el mal uso de estas sustancias, su abuso, su adicción. Droga es también el mal uso del sexo y la televisión; la gula, el cinismo, la violencia y hasta de la afición al deporte. 0 La industria hace más productiva a la agricultura. Uno de los engaños más sutiles y nocivos del diabólico poder de discriminación de la mente humana. Creer que somos más sabios que la naturaleza, que podemos mecanizarla. A la larga, este error de juicio nos matará de hambre, justo lo contrario de lo que pretendíamos. 0 El dinero es poder. Quizás el mayor error de todos. El dinero es en realidad ruina y perdición, debilidad, ignorancia, fetichismo, droga e ilusión. Es la plasmación más peligrosa de esa retorcida falacia con que la razón nos engaña y produce el resto de los anteriores errores. Estampitas de colores llenan nuestros bolsillos como certificados energéticos del grado de nuestra confusión. Cuanto antes desaparezca el dinero, mejor. Más civilizados seremos. Más poderosos. Más ricos. Más libres de todo temor....

RECUENTO DE LAS REGLAS DEL DIÁLOGO 0 Respeta los turnos. Deja que el otro termine su argumento. No le atropelles como si supieras claramente lo que va a decir, como si tuvieras prisa. 0 Pero, eso sí, no te aproveches de la educación del otro para alargar tu exposición más de la cuenta. Ambas reglas están muy asociadas, y obviar cualquiera de ellas es funesto y miserable. 0 Desde luego, si la televisión tiene algo que ver con la educación, no hay lección más deformante, más embrutecedora, que las tertulias de los programas de telebasura, que llegan casi a hacer un estilo del hábito de devorarse unos a otros en un alarde de griterío y de falta de elegancia. 0 No desbarres. La psicología define la inteligencia como la capacidad de centrar los temas. Hay que saber siempre de lo que estamos hablando, y no apartarse de ello gratuitamente. 0

No dejes las frases sin terminar. No sustituyas las palabras por gestos.


0

El volumen bajo y la sonrisa obran maravillas en cualquier debate.

0 Hay que evitar a toda costa la primera persona del singular, en cualquiera de sus formas sintácticas. Que el yo y lo mío no sean nunca punto de referencia. Nada más basto que decir. “como yo digo...” 0

No empeñarse en decir la última palabra. Es mucho más gentil cedérsela al otro.

0 Es una buena costumbre dejar un poco de silencio entre el final de la exposición del contrario y el comienzo de la propia. 0 Un diálogo no es una competición para ver quién tiene razón. Es una búsqueda en común, con mutuas aportaciones, de una verdad, una conclusión. 0 Por supuesto, sería ideal aprender a hablar de forma meditativa, desde el silencio interno. Sería la mejor manera de no equivocarse nunca. Pero ya sé que esto es mucho pedir. Ni siquiera escribiendo lo consigo... 0 Si la charla degenera en violencia, existe un truco infalible: quédate un instante en silencio interno, en la forma o con la técnica que sepas. Verás cómo inmediatamente se disuelve de forma mágica toda agresividad. 0

Lo más correcto y franco es, desde luego, mirar siempre a los ojos.

0 No hables nunca con la cabeza inclinada o torcida hacia un lado, ni te fíes de quien lo hace por sistema. 0 En el diálogo es donde más ilustrativamente se ensaya la gran Regla de Oro de la ética universal: no digas nunca lo que no te gustaría que te dijeran a ti. 0 No caigas nunca en el hábito de las posturas “reactivas”: negar por sistema el argumento del contrario. 0 Hacer de vez en cuando una observación chistosa sobre lo que se está hablando es imperativo para rebajar la tensión. Pero tampoco hay que convertirlo en norma, como por instinto, o por mecanismo de defensa, hacen muchos contertulios.

RECUENTO DEL EGÓLATRA 0 El ególatra es, sin duda, uno de los tipos de personalidad más odiosos y execrables que habitan nuestra sociedad. Merece la pena hacer un recuento sobre sus características pues, aunque no es habitual responder al grado casi patológico del caso en el que me voy a inspirar, caso por tanto absolutamente real, sí es cierto que, en mayor o menor medida, todos tenemos algo de esa enfermedad, y no está de más tener una guía que nos ilustre sobre los síntomas en los que se suele mostrar. 0 No creo mucho en el Zodíaco, y prácticamente nada en los horóscopos, pero lo cierto es que tengo comprobado que si eres Leo, Géminis o Escorpio, tienes muchas de las papeletas para ser un buen ególatra. Por algo será. 0

Desde luego, una primera evidencia, no por obvia menos destacable, es lo mucho que interviene en


las conversaciones en grupo, y lo mucho que utiliza la palabra "yo" en esas intervenciones. Digamos que en un 80% de las veces es con ese pronombre con el que arranca su alocución. 0 Su ego es un punto de referencia tan absoluto que, si atiende a lo que están diciendo los demás, es para encontrar una fórmula o ejemplo en la que sea su yo el que tome la alternativa. Ejemplo: si alguien está hablando de sus vacaciones, suele interrumpir para decir: "Buah ! Pues YO estuve allí y no me gustó...". Otro: si alguien está hablando de su trabajo, le falta tiempo para salir con algo así como: "Pues YO nunca trabajaría en una cosa así..." Etc, etc. 0 Y si encima le das cuartelillo, es capaz de estar contándote sus batallitas horas y horas: lo que hizo en tal verano, lo que no hizo en tal otro, lo bien que se lo montó en tal sitio, el follón que armó en tal otro; todo ello sutil o groseramente orientado (según le pille, según los estimulantes que se haya metido en el cuerpo) a mostrarte a) lo importante que es, b) lo envidiables que son sus experiencias, y/o c) la enormidad de argumentos que tiene para que le admires. 0 A veces, si el ególatra es un poco culto o sobrio o le pillas de buen humor, puedes cortarle y decírselo: "oye, tío, ¿no te das cuenta de tu egocentrismo, de que llevas dos horas hablándonos de ti y solo de ti y nada más que de ti?". Con lo cual, la mayoría de las veces se excusa con la boca chica y te retira su amistad. En el caso que nos ocupa, su reacción, cuando le hemos cortado, ha sido decirnos: "sí, sí, ya sé que me paso un pelo, pero es que me entusiasmo, no lo puedo evitar; me entusiasma hablar de mi mismo, porque me lo he pasado tan bien, que me pongo a hablar de ello y me entusiasmo." Lo cual no deja de ser una "huida hacia delante", pues no solo no reconoce su fallo sino que se "retroalimenta" a si mismo echándole la culpa a la grandeza de sus experiencias. No solo no baja la cabeza sino que incluso te devuelve el golpe diciéndote entre líneas: "¿qué culpa tengo yo de que tu vida no sea tan interesante como la mía, de que la tuya no te entusiasme como lo hace la mía?" Tiene huevos. Ésa es su actitud. En vez de pedirte perdón, te insulta. 0 No soporta que nadie tenga mejor trabajo que él, o que se lo pase mejor que él, o que tenga mejores ideas, o mucho menos que sea más inteligente. Por muy exagerado o infantil que parezca, ésa es la realidad para el ególatra: su discurso es una constante defensa o presentación de su vida y acciones como el cénit del acierto, la estrategia y el "montárselo bien". Por lo menos, ésa es su postura indiscutible con el grupo íntimo en que se encuentre en ese momento. 0 Cuéntale un chiste a un ególatra. Jamás te dejará ir sin contarte él otro, por muy malo que sea. Y si el tuyo es bueno, se reirá apretando los dientes todo lo que pueda, porque en sus adentros sufre como un puñetazo el hecho de que tu chiste sea, no solo mejor que los suyos, sino simplemente bueno. 0 Vive, con su mujer, en los apenas diez metros cuadrados de una vieja furgoneta, y trabaja de titiritero haciendo las ferias y mercadillos de toda España, y aún presume de su estilo de vida tildándolo con orgullo de "libertad total". 0 Desactualizado, naturalmente, de la informática, me pide que le ayude a confeccionar un CD interactivo que pueda vender en sus actuaciones callejeras. Tiene en mente un video de animación que, por experiencia, sé que va a ser difícil, por lo menos en el plazo que se ha propuesto. Así que, en parte por realismo y en parte por ajustarme a los programas que realmente domino, le propongo hacer más bien unas carpetas de imágenes con texto que le sirvan de presentación y de galería para su obra gráfica. Automáticamente, su paranoia ególatra le hace interpretar cualquier consejo como una crítica a sus ideas, que, por principio, son de inspiración divina. ¿Cómo se me ocurriría a mi poner en duda el acierto de sus genialidades? 0 A partir de ese momento, no hay sugerencia ni aportación mía a la que no reaccione rápida e indefectiblemente a la defensiva, sin duda convencido de que estamos inmersos en la dinámica de competencia de egos con la que irrealmente juzga su relación con otras personalidades. Puf. Debe de ser agotador. Nada más lejos de mi intención.


0 Si le digo que me haga al menos un pie de foto para cada una, me dice que él lo que quiere es contarlo en audio, explicar las fotos en la grabación sonora del vídeo. Entonces, ¿es que ésas fotos nunca van a llevar texto? ¿Para qué me las ha hecho escanear? 0 Si le digo que un documento de Word, con texto y fotos, sería ideal para colgar su currículum en Internet o en una futura página Web, me dice que eso solo serviría para que le copiasen su idea. Otra exacerbación de su ego. Pues hasta en la TV he visto a artistas bailar con esos mismos muñecos. ¿Tan exclusivo es ese número? ¿Es que él no lo ha copiado de nadie? 0 Si le digo que habría que esmerarse mucho técnicamente para que no quede "cutre" haciéndolo como él quiere, un video en el que aparece él pasando las hojas de la carpeta mientras cuenta "en vivo" su trayectoria, responde textualmente que le da igual como quede mientras la gente lo haya comprado antes. Con lo cual, naturalmente, me deja estupefacto. Y solo después de mucho pensarlo llego a la conclusión de que, aberraciones aparte, lo que en el fondo me demuestra es que prefiere quedar como un estafador miserable antes que reconocer una sugerencia mía. Glorioso. 0 Si le digo que las fotos están solo escaneadas, ajustadas y encuadradas, y que habría que retocarlas antes, sobre todo las de la carpeta de "mandalas" (una colección de sesenta dibujos suyos que le he escaneado junto a las fotos de su currículum), para que tengan una correcta presentación gráfica, me dice que él ha hecho esos dibujos para gente que "entiende" (luego ya me excluye, de entrada, de ese grupo), y que si los quiero retocar es solo "para mi", que a él no le interesa hacerlo. 0 Es el colmo. Igual esperaba que le dijera "sí, sí, tus mandalas son tan geniales que voy a hacerles una versión retocada solo para mi disfrute personal." Pero no. Pues resulta que tengo mucha más obra que él, que he hecho exposiciones y ganado certámenes, que he publicado comix y trabajado casi diez años en el diseño gráfico. Así que le dije: "para eso ya tengo yo mis propios dibujos y mandalas". 0 Bueno. Para qué te voy a contar. Se le debió de contraer el bazo, pues su cara cambió de color en tres milisegundos. Eso sí que no me lo perdonaba. Que a mi me gusten más mis dibujos que los suyos. Imperdonable. Hasta ahí podíamos llegar. Que no me corriese de placer ante la perspectiva de profundizar en su obra gráfica. Impensable. ¿En qué cabeza cabe? 0 Una cosa es que yo traiga mi carpeta de dibujos, y me ponga a dibujar en la mesa, delante suyo, y no tenga el detalle de asomarse a ver qué hago, o a pedirme que le enseñe alguno (no digo todos) de mis dibujos. Eso está feo, e indica poco respeto, pero es normal en él. Ya contaba con ello. No me ofende. Pero que se mosquee porque no muestro interés en invertir horas y horas retocando sus bocetos, eso ya se sale de madre; revela un endiosamiento tan exacerbado que repugna. No hay otro artista en la sala nada más que él. No hay más proyectos que los suyos. Es que ni se le pasa por la cabeza. No es que lo considere, y por orgullo decida no interesarse, no; es que ni lo considera siquiera. 0 Hay que decir, a todo esto, que todo ese trabajo de escanear, ajustar y centrar las fotos de su currículum y de su carpeta de mandalas, unas 120 en total, se las he hecho gratis, por pura amistad. Hay que decirlo, porque él no sabe que se pierden unos diez o quince minutos mínimo en cada escaneo, como sí sabe cualquier diseñador gráfico. Luego he invertido unas 24 horas de mi tiempo en hacerle el trabajito. ¿A cuánto está la hora de trabajo en un estudio de diseño gráfico? ¿A 30 euros? ¿A 20? Pongamos que a 10, que es tirar muy muy por debajo. Le he ahorrado 240 euros. 0 Hay que decir, también, que no solo no le debo ningún dinero, sino que en más de una ocasión le he acogido en mi casa, cuando vivía en La Huerta, sin cobrarle ni un duro, todos los días que él ha querido; y que los acontecimientos que estoy narrando en este recuento corresponden a la primera vez que accedo, después de mucha insistencia por su parte, a pasar unos días en su casa de campo en Ávila. Pues bien, dicho todo esto, a pesar de que les he ofrecido dinero por mi estancia, de que me he enrollado sobradamente en la


cocina (desde luego mucho más que él), y de que no he dado más problema que los él se ha querido imaginar, tal y como he puntualizado, por su paranoia ególatra, al segundo día, delante de todo el mundo, y manifiestamente sin importarle lo que yo pudiera pensar (digo manifiestamente porque estaba claro que no hacía demasiados esfuerzos por disimular que ya se había quejado de mi a su mujer, y que se había cansado de mi), ya me estaba preguntando que "cuándo me iba". Estremecedor. 0 Ni toda su simpatía, ni todo su don de gentes, pues, podía enmascarar a partir de entonces la miseria de su condición, la bajeza de sus sentimientos. Por no enturbiar el ambiente, nadie quiso hurgar en el tema, y las relaciones y charlas siguieron como si nada, pero la cosa ya estaba enrarecida, y yo contaba con ansiedad las horas que me quedaban por permanecer allí. 0 Recuerdo que en una de las charlas de sobremesa salió el tema de su irritabilidad. Reconocía que se ponía de muy mal humor cuando "las cosas" no le salían bien. Cuando se le partía un listón, o le grapaba mal la máquina, o le faltaban clavos, etc. Objetos inanimados. Por fin reconocía un defecto. Pero es que, claro, no se le puede echar las culpas a un ser que no es de carne y hueso. Si no, aunque fuera un perro, o una mata de ortigas, seguro que encontraría la forma de hacerlo. No es difícil imaginarlo. Alguien que se cree el centro del universo, no encuentra la forma de hacer que los "objetos" giren obedientemente a su alrededor, y el resultado es una frustración colérica, tan violenta como inútil, que de rebote sufren las personas que tiene alrededor. Deprimentemente lógico. 0 Recuerdo, finalmente, otro detalle que resume también a la perfección la naturaleza de su egolatría, aunque no recuerdo en qué momento de aquella corta estancia ocurrió. Fue una conversación que sostuvimos los dos acerca de las premuras de nuestras ya no tan lejanas jubilaciones. En respuesta a sus indagaciones yo le decía que, en previsión de que las cotizaciones no fueran suficientes, yo contaba con "triunfar" mínimamente, antes de los 65, en alguno de los terrenos artísticos que tanto he trabajado durante toda la vida. A lo cual él tajantemente me cortó para decirme "pues ése no es mi esquema", en un tono que no dejaba lugar a dudas: estaba tan convencido de que su esquema era "el único correcto" y que daba por supuesto que todo el mundo le tenía a él como el paradigma indiscutible del acierto en las grandes decisiones de la vida, que no lo planteaba como un alternativa sino como "un error por mi parte". Estaba tan claro que ése era el sentido de su impulso al decírmelo que durante un segundo nos quedamos los dos callados claramente a la expectativa de que de la punta de mi lengua se descolgara la lógica contra­respuesta: "y ¿qué me importa a mi si ése es tu esquema o no, tío?". Pero pasó el segundo, y me mordí los labios, y él se apresuró a cambiar de tema. Es igual. Había sido más expresivo el silencio que la respuesta. Aplastado por las toneladas posteriores de auto­justificaciones propias de su discurso, aquel lapsus pasó a la historia como todos los demás. Pero yo sé que él sabe que yo sé que él sabe que durante ese instante de lucidez se dio cabalmente cuenta de su megalomanía, y con eso me doy por satisfecho.

RECUENTO DE TELEBASURAS 0 El grueso ideológico de la programación pública es el marujeo, las variedades, el cotilleo. La explotación del ignorante. El imperio de lo hortera. 0 Las lágrimas de Carmen Sevilla, las peleas familiares de Pajares, los amoríos de Jesulín o los cabreos de Julián Muñoz cobran rango absoluto de acontecimiento nacional. 0

Todos los informativos a la misma hora, con las mismas noticias, y en el mismo orden.

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Horas intempestivas para los buenos programas, con consigna general de inapelable impuntualidad.


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Cincuenta años con la misma e insufrible verborrea meteorológica. También es telebasura.

0 Esa inalterable consagración de la información deportiva. Esa sonrisa condescendiente y compinche con la que aparecen sus presentadores. Esa cara de enterados. 0 ¿Quién impone realmente las prioridades? Dicen que la audiencia. No me lo creo. ¿Quién, qué entelequia, qué demonio astral decide que el fútbol ha de ser la primera portada informativa? La estación espacial, los muertos palestinos, los premios Nobel; todos los titulares se quedan cortos, en segundo plano, ante la victoria del Madrid. 0 Lo mejor que le puede a usted pasar en la vida, su más elevada experiencia espiritual, es que Raúl meta un gol. 0 El sesgo tendencioso de las políticas informativas, por otro lado, aún no ha rebasado el nivel del NO­DO. El mismo patrioterismo dominguero para ensalzar las glorias de los héroes de la Selección. Pura telebasura. 0

Altos valores familiares para los plácidos telefilmes de después de comer.

0 Anuncios mentirosos. Materialistas. Despiadados. Machacones. Eternos. Un perfume, un todoterreno, unos yogures, una crema cualquiera contra los hemorroides son, literalmente y en grandes titulares, la esencia de la felicidad. 0 La vida parece consistir en asesinar o ser rico. Ésa es la constante, el elemento extrañamente común de todas las películas, especialmente las americanas. 0 ¿Y los concursos? Un recurso que debería ser extremo está tan presente en todas las programaciones que nadie lo ve anormal. Pero yo los odio. Esa ostentación, esa ansiedad, esa obsesión por el dinero que engendran los concursos es un insulto imperdonable al pobre, al parado. Algo que haría llevarse las manos a la cabeza a cualquier extraterrestre. 0 ¿No lleva décadas la pedagogía intentando eliminar la competitividad? Pues más infantil no puede ser el feroz capitalismo que fomentan los concursos. Pura competitividad, por puro dinero. 0 Esa cara de tontos de los concursantes, ese indigno reciclaje de presentadores y personajes públicos, esos obsesivos clichés en el formato, esa copia sumisa, nunca creativa, de las horteradas que simplemente funcionan en otras televisiones extranjeras... 0 Especializarse en “cultura general” es la misma pérdida de tiempo que hacer un crucigrama. ¿De verdad no tienes nada mejor que hacer? 0 Los mismos efectos de iluminación, la misma descoordinación de cámaras, los mismos Lazarov, los mismos maestros ibarbia, las mismas mujeres­florero que hace 50 años. 0

La mayoría de las series son reposiciones. Todas las películas las hemos visto ya veinte veces.

0 Niños gritando “bieeeeeeeeeen” y dibujos animados en todas las cadenas a la hora en que se supone que todos los niños buenos están desayunando. Y qué grafismos tan cutres, empezando por la invasión manga. No hay criterio ni para la calidad de los dibujos animados. “Son dibujos, ¿no?”, argumentan los programadores. “Qué más da. A los críos les da igual.” La animación virtual es por lo visto demasiado moderna, o demasiado cara. 0

Las series españolas son la expresión máxima de la mediocridad televisiva, y sus actores los


campeones de la mala actuación. Ninguno resulta creíble. La sensación es invariablemente como si estuvieras viendo a un grupo de amigotes jugando a actuar en un estudio reverberante y mal hecho lleno de operarios comiendo bocadillos y galanes de peluquín dándose de codazos cada vez que pasa una chorba pechugona. 0 Si en un mismo planeta viven los que ven telenovelas y los que no, la reconciliación entre los seres humanos es imposible.

RECUENTO DE SUFRIMIENTOS SONOROS Y VECINOS RUIDOSOS 0

La gorda de enfrente se pasa el año pegando portazos, y su argumento es que ella también los oye.

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Los de la puerta contigua tienen el baño pegado a mi dormitorio, y no se cortan de mear a chorros.

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La vieja de arriba corre todos los muebles cuando hace limpieza, y ninguno tiene calzas.

0 Las taladradoras siguen existiendo. Las eternas rabietas mañaneras de las fresadoras de piedra y de metal forman parte inextricable del paisaje sonoro urbano. 0

Los pedos hidráulicos de las puertas y los frenos de los autobuses.

0 El metro que pasa por debajo del garaje, y reverbera con un rumor de ultratumba, resulta desquiciante para todo el que esté mínimamente estresado. 0 Los franceses del jardín ríen y gritan en su idioma a tres mil decibelios. Tienen el síndrome del “hablo bien alto porque no me avergüenzo de ser extranjero, porque domino un idioma que los demás no entienden”. 0 La gitana del tercero tiene un despertador de la primera guerra mundial que a veces suena dos horas seguidas. Se ve que se pone hasta el culo por las noches. 0 Los de la obra de enfrente no tienen bastante con la fresadora: todo el día escuchan Cadena Dial a toda pastilla. 0

Los del balcón contiguo no saben vivir sin el baboso de Julio Iglesias.

0 El del ático organiza barbacoas con peñas de rayados futboleros que bajan las escaleras como percherones. 0

Claxon de coche atrapado en doble fila.

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Claxon de coche picado con el claxon de algún otro coche contiguo.

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Claxon largo y harto del conductor que sufre el descuido de un peatón.

0 El Ayuntamiento recorre las calles del barrio con un taladro infernal porque el mundo necesita cables ópticos. 0

Si un día no vienen los del taladro, siempre tienen a mano al barrendero de la aspiradora sopla­


polvos, o al jardinero de la segadora de hélice. No se preocupen. El ruido está garantizado. 0 El electricista de la esquina tiene la manía de dejar la furgoneta al ralentí cuando para a coger algo de su casa. Todo mi despacho vibra. 0

El Bar Carlos nos martiriza hasta las cuatro de la mañana con sus insufribles karaokes.

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Ningún crío sabe jugar en la piscina sin berrear sus sempiternas rabietas.

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Las sirenas de los colegios. Las sirenas de la ambulancia, de la policía, de los bomberos.

0 Sirenas de la alarma de un coche voluntaria o involuntariamente meneado por alguien a altas horas de la noche. 0

Se apaga por fin esa alarma. Comienza otra en algún otro lugar del barrio.

0 Por infinitesimales grados de aceleración, se puede calcular el estado de ánimo de los conductores que pasan por debajo de mi ventana. Y la mayoría van de mal humor, jodidos de una manera o de otra. 0 El “drum­chak, drum­chak” del ascensor que, en su ominoso túnel vertical, atraviesa los rebajes que hacen los raíles en cada puerta de este edificio de catorce plantas, no para en todo el día. “Si casi no se nota”, dicen. “Y con la televisión puesta, menos”. Pero el hecho es que ese escalofriante túnel está pegado a mi habitación, y si hiciera un butrón me caería por él. 0 El perro del vecino ladra porque está encerrado a 23 metros de altura. Los críos rabian y patalean porque están encerrados a 17 metros de altura. Y la mujer de los Bravo grita tanto, en el fondo en el fondo, porque vive encerrada a 28 metros de altura. 0 Le han debido decir a ese avión que sobrevuele la ciudad todas las veces que haga falta mientras le hacen sitio en alguna de las pistas. 0 Niñatos de botellón gritando todas las noches sus bravuconadas en la puerta de la iglesia. Auténticos berridos. 0 “¿Qué? Espera, espera, que no se oye nada, que está pasando un helicóptero. ¿Qué? No, no, un helicóptero. Espera. Cuelga. Ahora te llamo.” 0 Lánguidas resonancias de televisiones encendidas en los pisos de algunos jubilados que la ponen alto porque no oyen bien, y a los que no solo les encantan los concursos y los acaloramientos de los programas de cotilleo, sino que además no les importa la cantidad de anuncios que pasen en los intermedios porque eso del zapping, o como se llame, es para la gente moderna, y a mi me da igual, y es que no me aclaro con este mando que me ha comprado mi yerno. 0 A Pepe el cordobés le encanta el martillo. No sabe vivir sin él. Si no son las teselas, es algún bricolage. A las 8, a las 12, a las 4. Se pasa el día dando martillazos. 0 El jubilado del patio se pone a fumigar los setos del ciprés a las 8 en punto de la mañana, supongo que para demostrar a la comunidad que aún no ha perdido sus bienmiradas rutinas laborales. Nunca he visto un aspersor que haga tanto ruido. 0 El otro día se tiró un tío dos horas y media pitando, en frente del portal, porque le habían aparcado en doble fila. Creo que al final le asesinaron.


0 La puta de la gasolinera está colgada. Le da por reírse a carcajadas. Un cacareo nervioso, inconexo, desquiciante, dramático, que da verdadero pavor. 0 Las chavalas del tercero no conocen el móvil. Cuando llegan sus amigas se ponen a llamarlas a gritos desde la calle: ¡¡ Rosiiii !! ¿Bajas? ¡¡ Valeeee!! 0 Y como guinda final tenemos el mercadillo de los Viernes. Desde las 5 de la mañana están las furgonetas haciendo maniobras para coger sitio y descargar el material. Una delicia.

RECUENTO DE BRUJERÍAS PAR A LOS HUMANOS DEL AÑO 0. 0 La televisión: Mucho más que la codiciada “bola de cristal” que consultarían los magos bastantes siglos después. Vemos nítidamente escenas, dramas, paisajes de lugares distantes en el tiempo y en el espacio. Demencialmente mágico. Oímos con claridad mil voces, músicas y explosiones con solo apretar un botón. 0 El coche: ¿Dónde están los caballos, los cables, los duendes que lo empujan? ¿Cómo es metafísicamente posible que una tal mole de metal se mueva sola, con solo presionar un pedal? Que suba cuestas, que eleve automáticamente sus cristales, que tenga una orquesta en su interior, faros tan potentes, calefacción... ¡Brujería! Artefactos tales solo pueden ser obra de dioses. Ningún ser humano puede construir una cosa así y morir luego como un mortal común. Imposible. 0 El avión: El helicóptero y el cohete, de alguna forma instintiva, se pueden concebir: el principio de las hélices ya lo ensayan las semillas de los árboles, y cuentan los orientales que los dragones se desplazaban expulsando fuego por la boca. Pero el avión, Dios mío, ¿qué prodigio es éste? ¿Cómo es posible elevar a 200 personas, cómodamente instaladas, por encima de las nubes, en un ave metálica cuyas alas no se mueven y cuyas narices rugen como el mismísimo Ser Supremo? El avión es Dios, no cabe duda. O su arcángel más inmediato. 0 El mechero: ¿Quieres fuego? Aquí lo tienes, en este estuchito de plata. ¡Tchik! Fuego para lo que quieras. Es sencillo. Gas y piedra de chispa. Nada que no tengáis ya. La verdad es que se os podía haber ocurrido. 0 La radio y los equipos de música: En cambio aquí sí se necesitan transistores, electricidad, incluso rayos láser. Aún pasará mucho tiempo hasta que los podáis hacer. Pero mira qué maravilla. Aprieto un botón, giro una ruedecilla, y la música de los ángeles, las voces de los inmortales, inundan las estancias, los templos si hace falta. Qué regalo para la humanidad. 0 El grupo de rock: Vosotros tocáis la flauta, las cítaras, el arpa. Podéis quedaros con la boca abierta escuchando las composiciones de un Bach en una gran orquesta de violines y vientos. Lloraréis dándole gracias al cielo. Pero podéis concebirlo, pues al fin y al cabo es una extensión del genio y los instrumentos que ya poseéis. Pero el grupo de rock, un Zappa, un Pink Floyd, un Van Halen, es más poderoso que la mayor tormenta, más rico en sonidos que los monstruos del paraíso, ni el mismo diablo podía concebir efectos tales. Es para volverse loco. Esa música no puede ser obra del hombre. Es algo más. 0 El móvil: Fíjate. Si quiero saber cómo está mi mujer, que está de viaje en el otro extremo del imperio, pulso unas teclas y mírala: la que sale en esta pantallita es ella; la que oyes es su voz. Ahora mismo, en tiempo real. Pregúntale lo que quieras, para que veas que no hay truco. ¿Ves? Llevo este aparatito siempre


conmigo, y así puedo hablar con quien quiera esté donde esté. Es un sueño hecho realidad. Indiscutible. 0 La luz eléctrica: Otra maravilla. Los humanos del año 2000 hemos vencido a las Tinieblas. Nuestras noches no tienen miedo ya a las penumbras de los candiles, de las antorchas. Nuestras ciudades desparraman luz por todos los rincones. Con solo girar una llave toda mi casa se llena de luz clara, generosa, ideal para cualquier actividad, como la luz del sol. Gracias a las bombillas, que son filamentos calentados por electricidad, metemos en la habitación la misma energía de los rayos, domesticados como solo los dioses podrían hacerlo. 0 La bomba atómica: Pero no creáis que todos los avances del progreso son tan celestiales. Vosotros no conocéis aún ni la pólvora. No sabéis lo que es una explosión. Nosotros tenemos bombas más potentes que la bola de fuego que mandó Dios sobre Sodoma, más destructivas que el volcán que sepultó Pompeya. Si. Solo concebirlo sienta a Satanás en el trono de la tierra, hace del hombre el dios más negro del universo. ¿Qué diríais si supiérais que ese fuego ha destruido realmente ciudades enteras en un abrir y cerrar de ojos? 0 Los rayos X: Tenemos máquinas que pueden ver el interior del cuerpo humano. El corazón, los pulmones, los huesos rotos. Qué gran ayuda para la medicina. Lo mismo que la anestesia. Hemos vencido nada menos que al dolor. Si tenemos que curar un mal, primero lo localizamos con los Rayos X, y luego dormimos al enfermo con una inyección. Incluso los dolores posteriores los eliminamos con pastillas. Esto sí que es un milagro, un bien que ya no es solo competencia de los santos. 0 Hemos pisado la luna: Hemos descendido a las simas del océano, explorado todos los rincones del globo, sondeado los confines del macro y el microuniverso. Tenemos satélites, animales clonados, relojes de pulsera y drogas de diseño. La brujería que últimamente nos tiene más entretenidos es la informática, unas complicadas máquinas domésticas que nos permiten realizar cálculos inmensos en un segundo, gestionar toneladas de información, jugar en mundos virtuales, tener una orquesta a nuestra disposición, competir con campeones de ajedrez, automatizar inteligentemente todo tipo de funciones y mostrar nuestra personalidad y nuestro arte a todo el planeta. ¿Quieres más magia, más brujería?

RECUENTO DE MILAGROS TECNOLÓGICOS DEL AÑO 4000 0 La Antigravedad: En un simple patinete, la gente irá volando de un lado a otro, no por propulsión sino por un sistema super­conductor que anula la atracción gravitatoria. El tráfico aéreo será tan complicado como el ahora terrestre. 0 Los trajes térmicos: Unos tejidos delgados que, enfundados en el cuerpo como una segunda piel, lo mantendrán a sus 35º naturales, haga la temperatura que haga en el exterior. Con el traje y el patinete te puedes dar una vuelta por encima de las nubes siempre que te apetezca tranquilizarte. 0 El “asistente” personal: El PC actual se habrá transformado en una proyección holográfica, controlada por una unidad tamaño reloj de pulsera, que adquiere la forma de un ser humano que nos acompaña s todos lados para informarnos de cualquier asunto, resolver problemas, jugar, pagar, conversar, o lo que sea menester. 0 Los “guantes de soñar”: Aunque aún no se habrá descubierto el sistema energético que permite a la conciencia explorar iniciáticamente el mundo de los sueños, estaremos posiblemente muy cerca: unos “guantes” informáticos nos permitirán reproducir los escenarios mentales registrados en las fases REM para, con solo ponerlos delante de nuestra vista, componer escenas en 3D en las que podemos movernos, volar,


conectar con otros seres y adquirir conocimientos. Las limitaciones de esos mundos dependerán de los recursos de las empresas que diseñen los programas insertos en los guantes, y es de esperar que esos bancos de memoria estén muy politizados o, cuando menos, sujetos a una estricta censura gubernamental. 0 El cine holográfico: Cualquier ciudadano del siglo cuarenta puede, pues, crear sus propios sueños artificiales en la intimidad de su habitación. Pero si lo que quiere es vivir una aventura intensa, garantizada, inolvidable y colectiva, no hay nada como una buena sesión de cine holográfico, que es el producto final de las arcaicas técnicas que revolucionaron el ocio allá por el siglo veinte. En una sala cuyo acceso solo está restringido a determinados enfermos, se crea un escenario holográfico donde el espectador se introduce de forma activa, interactuando con los actores reales o virtuales, viviendo sus mismas aventuras y desvelos, emociones y prodigios, con unos niveles de realismo, efectos especiales y recursos de guión infinitamente más potentes que con los “guantes de soñar”. En el cine holográfico, además, el espectador interactúa con los demás asistentes a la sala, tiene un enorme grado de libertad para alterar el guión a su gusto, y se relaciona de forma cuasi­real con los famosos artistas que componen el cartel de la película. Todo el mundo sale de la sala con la sensación de haber vivido la mayor aventura de su vida, y es habitual hacer grandes amistades con los otros espectadores, antes desconocidos, a raíz de los intensos lances compartidos. Ni que decir tiene que la música que acompaña estas sesiones es una pasada. 0 La historiografía “akásica”: Tampoco se habrá resuelto el problema del viaje en el tiempo, pero sí habrá mecanismos para la captación del registro “akásico”, que es la memoria de la naturaleza, la famosa “materia oscura” que tanto intrigó a los astrofísicos del pasado, y que interpenetra y refleja todos los fotones del cosmos. Los avances en el campo de la memoria humana, a partir del momento en que se descubrió que ésta no estaba localizada en el cerebro, fueron espectaculares, y así lo fueron también los de la relatividad del tiempo. Los historiadores disponen ahora de máquinas para extraer datos del pasado con un realismo y fiabilidad impensables. Los adivinadores tienen también herramientas nuevas para bosquejar mejor el futuro. En todo caso, las limitaciones serán aún serias e infranqueables. 0 Exploración del cosmos: Ya se habrán descubierto partículas que viajan más rápido que la luz, aunque no se habrá construido aún una nave que lo consiga. Las teorías sobre la materia subatómica habrán demostrado dos principios fundamentales: 1º, la esencia mental de la materia permite a la percepción atravesar distancias formidables en determinados estados de meditación o funcionamiento cerebral. Y 2º, la estructura multidimensional del cosmos establece que existen “compuertas” o “túneles” por donde es posible “atajar” o “saltar” de unas regiones a otras del universo en fracciones de segundo. 0 El teléfono telepático: Un potencial “paranormal” que sí estará resuelto totalmente para el año 4000 es el de la telepatía. Aunque aún habrá cierto sector de la población impermeable a estas tecnologías, la mayor parte podrá comunicarse con sus allegados de manera telepática. Se habrán descubierto los órganos cerebrales y los mecanismos energéticos que lo hacen posible, y con simple chip implantado en la cabeza esta forma de comunicación habrá desbancado a la telefonía. Cuestiones como la privacidad, voluntariedad o legalidad (incluido el terrorismo vírico) se habrán también resuelto no sin tremendos esfuerzos. 0 Facultad de Ciencia Ocultas: En general, establecidos los parámetros teóricos derivados de la física de partículas y las teorías de fuerzas unificadas, todo el campo de las aplicaciones prácticas de la unión entre tecnología y las tradicionales ciencias ocultas estará en auge. Hipnosis, movimiento de objetos con la mente, bilocación y desdoblamiento astral, regresiones terapéuticas, psicología de los estados disociativos de conciencia, psicotrópicos, clarividencias, chakras, manejo del kundalini, artes marciales, estados oníricos, etc, serán experiencias posibles, de mayor o menor alcance práctico, sujetas a complicados controles éticos, eclesiales o políticos, que desbordarán y comprometerán insospechadamente nuestras concepciones del mundo y nuestro destino evolutivo. 0 Ministerio de Industria Genética: Varios factores habrán consolidado lo que seguramente será la mayor industria del año 4000: 1º, la necesidad demográfica de controlar la natalidad. 2º, la confirmación de


que la energía sexual es una fuerza que puede transformarse o sublimarse en producciones creativas concretas si no es despilfarrada en los excesos eróticos. 3º, la conveniencia final de generar seres humanos libres de taras y enfermedades congénitas antes inevitables. 4º, el alargamiento ostensible de la expectativa de vida debido al control de los genes y procesos celulares responsables del envejecimiento. 5º, la capacitación industrial y tecnológica para fecundar seres humanos a la carta, prácticamente sin limitación. Superados los escollos ético­políticos, los verdaderos problemas a los que habrá de enfrentarse esta poderosa industria son los derivados del gradual y también inesperado descubrimiento de que la contraparte energética de los seres vivos (el “cuerpo esencial”) controla funciones estrechamente relacionadas no solo con los derechos inalienables que definen la libertad y la personalidad individual, sino con las potencialidades paranormales que, a estas alturas, todo el mundo deseará poseer para disfrutar de sus réditos tecnológico­ lúdicos. 0 El anillo de la no­violencia: Habida cuenta del potencial atómico de los actuales delincuentes, de la guerra que en el 2800 hizo desaparecer el continente africano, y de que para el 4000 todos los gobiernos disponen ya del “implosionador Z”, una bomba que, taladrada a 2000 metros de profundidad, puede hacer explotar en mil pedazos un planeta del tamaño de Júpiter, se llegó a la conclusión, allá por el 3800, de que la única solución era dotar a todos los seres humanos, y por decreto obligado, de un anillo “neuroleptónico” que eliminaba cualquier impulso cerebral de violencia o maltrato. Después de muchos debates, y alguna que otra guerra más, vista la efectividad del anillo, la humanidad ha acabado por asumirlo; y así, para el 4000, llevar ese anillo en el dedo se ha convertido en algo tan natural como los calzoncillos. La violencia ha sido finalmente erradicada. 0 Los nuevos enemigos: Se acabaron, pues, las guerras, el terrorismo, la delincuencia dolosa y la tortura en la vida interior del planeta. Pero no por ello pudieron suprimirse las fuerzas del orden y los ejércitos. Los nuevos enemigos del hombre surgieron en dos frentes, uno previsible y el otro no. El previsible fueron las nuevas formas de ilegalidad que se desarrollaron en la industria genética e informática. El más inesperado, sin embargo, fue descubriéndose a medida que se confirmaba la revolución de la vida inorgánica y a raíz de la exploración de los mundos virtuales hallados en los procesos paranormales y oníricos. Pues poco a poco fueron detectándose civilizaciones enteras de seres que cohabitaban con nosotros en el planeta, o colonizaban los otros del sistema solar, y cuyas intenciones y modos de vida diferían enormemente de los nuestros hasta el punto de tener sistemas de referencia en absoluto racionales. En concreto, descubrimos una estirpe de seres inorgánicos que, desde tiempos inmemoriales, venían aprovechándose de nuestros afanes y avatares sociales para alimentarse y sostener su propia “sociedad”. Cual vampiros, se alimentaban literalmente de nuestras emociones, sacando un provecho especial de la colectivización de nuestras estructuras sociales (grandes urbes, fábricas, almacenes, concentraciones de masas, etc), hasta el punto de que tenían seriamente mermadas nuestras capacidades energéticas e intelectuales, cosa que pudimos comprobar con horror a medida que fuimos liberándonos de esta opresión. Son seres inteligentes, y tanto su estrategia de lucha como la nuestra ha cambiado drásticamente desde que detectamos su presencia. De alguna forma, éramos sus “reses”, y reclaman ahora la propiedad de este planeta tanto o más que nosotros. Así que la guerra no ha hecho más que comenzar, y se adivina cruenta y desigual. 0 Las píldoras alimenticias: Las cosas han cambiado mucho en este planeta desde el 2000. Paulatinamente, han ido creciendo los signos que demuestran que los animales están experimentando un alarmante crecimiento de conciencia, y “dándose cuenta” de que llevan milenios sirviéndonos como esclavos o carne de matadero, debido a lo cual se detectan cada día más comportamientos rebeldes (movimientos de liberación animal) que habrá que tener en cuenta por su potencial hostil o incluso bélico. Menos mal que, en el intento constante por paliar los efectos de la degradación medioambiental, sequías, desastres, virus y competencias de mercado, las industrias químicas comercializaron hace ya siglos las “píldoras alimenticias”, cápsulas el tamaño de un haba cuya composición concentrada permite alimentar perfectamente al cuerpo durante un día entero. La mayoría de la gente las ha adoptado, por razones prácticas, como alimentación cotidiana, quedando la cocina tradicional como una práctica para amantes del sabor, jubilados, y otros grupos sociales.


0 Iglesias esotéricas: No hace falta decir que las religiones han cambiado mucho también. Comprendidos ahora muchos de los mecanismos energéticos utilizados por los “santos” para lograr sus milagros y adivinaciones, desenmascaradas (gracias a la historiografía de los registros akásicos) las manipulaciones políticas de las exégesis eclesiales, superadas las estériles controversias entre religiones, ampliadas las implicaciones evolucionistas de la nueva genética, comparadas las experiencias propiamente místicas que cualquier “soñador con guantes” puede ahora lícitamente atestiguar, y asumida en fin la imposibilidad, rubricada por una inapelable extensión matemática del Principio de Incertidumbre, de concebir, en cualquier plano de existencia, la naturaleza del Ser Supremo, fueron perdiendo fuerza las religiones monoteístas tradicionales, pasando a ser considerados sus fundadores meros taumaturgos sobresalientes. Las Iglesias fueron sustituidas por organizaciones, más o meno altruistas o empresariales, para la orientación técnica en el uso del “asistente personal” y los “guantes de soñar”, habida cuenta de que las distintas actitudes psicológicas con que se enfocaban estas tecnologías podían producir resultados bien distintos, espectacularmente útiles o dañinos. La ética cobró un significado capital, pero solo a efectos retroalimentativos de carácter práctico, y los fabricantes tuvieron que idear unos códigos especiales en sus sistemas operativos diseñados para evitar los malos efectos de las herramientas que sacaban al mercado. En el 4000 la ética, quién lo diría, se ha convertido en una cuestión altamente tecnológica, y los sacerdotes de las distintas escuelas esotéricas que han surgido a raíz del debate han de ser programadores de primer nivel y usuarios altamente experimentados para poder resolver las dudas de sus seguidores.

RECUENTO DE REFRANES ESCOGIDOS (DE LA SABIDURÍA POPULAR) 0

El loco es el amo de la calle.

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Hasta para encender lumbre hay que tener costumbre.

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Un sabio y un tonto saben más que un sabio solo.

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Lo que hoy parece mañana perece.

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Vive de tal suerte que halles tu vida en tu muerte.

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Si entre burros te ves, rebuzna alguna vez.

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Una hora de alegría compensa diez malos días.

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Nunca los más fueron los mejores.

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Uno que a redentor se metió, crucificado murió.

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Vive como viejo si quieres llegar a serlo.

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Siempre habla un cojo cuando hay que correr.

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Repara la casa ajena y hallarás chica tu pena.

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Bien que Dios aleja no vale una lenteja.

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Sé osado y serás afortunado.


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No basta con ser, también hay que parecer.

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Llevar y traer, mal oficio suele ser.

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Nada complicado da buen resultado.

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¿Sabios sois? Pobres moriréis.

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Más hombres mata la bragueta que la escopeta.

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Hora a hora Dios mejora.

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No hay contento sin descuento.

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Mentiras y roscones, cuanto más grandes mejores.

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Muy malo es ser bueno.

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Los muertos mandan.

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Matar lobos no es para bobos.

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Lo inútil nunca es barato.

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La ira es locura el tiempo que dura.

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El amigo lo escojo yo, el pariente no.

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Como se va lo bueno se va lo malo.

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Lo bueno cansa y lo malo daña.

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El peligro y la adversidad son la mejor universidad.

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El sí a muchos mató, pero a ninguno el no.

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De la mentira viven muchos, de la verdad ninguno.

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Antes huir que morir.

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El demonio tiene cara de conejo.

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El sabio mil veces duda, el necio nunca.

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Donde no hay ventura poco sirve la cordura.

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El mejor disfraz, el tiempo te lo dará.

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El hablar es sembrar y el oír segar.

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El diablo solo tienta a aquel con quien ya cuenta.


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Hombre ocioso siempre es vicioso.

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Del mismo santo, los mismos milagros.

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Agua de sierra y sombra de piedra.

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Dentro de sí mismo lleva el hombre su enemigo.

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Alegría, belleza cría.

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Burro adornado busca mercado.

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Dios lo da y el diablo lo guisa.

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Amor y muerte, nada más fuerte.

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No me quieras tanto.

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Buena muerte es buena suerte.

RECUENTO DE PRINCIPIOS BÁSICOS PARA LA SALUD 0 Toma el aire, el agua, el sol. Pisa tierra verdadera. Hay una magia básica en estar en contacto con los cuatro elementos. Vive al aire libre todo lo que puedas. 0 Todo lo que nos rodea en la ciudad está hecho por la mano del hombre. Todo lo que tocamos, pisamos, oímos. La impregnación mental de los objetos artificiales es la base energética de la contaminación ambiental. Solo en la huerta, en el jardín, los estímulos naturales se equilibran para invertir la dirección y potenciar la salud. 0 Desarrolla algún trabajo manual. Es fundamental comprender que el sistema fisiológico necesita movimiento para funcionar bien. Acción, esfuerzo, ejercicio. Si no puedes, es imperativo hacer gimnasia o algún deporte, que para eso están. La pereza y la comodidad son trampas corrosivas. Levántate y anda, como decía aquél. Camina, al menos camina. Pero camina de verdad. 0 Deja el tabaco, el vicio de la droga, bebe poco. Limita los bares, el café, las chucherías, las comilonas. 0 Come sin excesos, sin hacer mezclas raras, sin prisas. Preferentemente semillas, verduras y frutas. Productos mínimamente elaborados, recientes, de procedencia local. Cuanto más elaborado esté un producto, tanto peor; ésa es la regla. 0 No trabajes entre máquinas; no al menos permanentemente. Evita el contacto con el metal, con el plástico, con las corrientes eléctricas. En cambio, la emanación de la madera, las piedras y las plantas es curativa. Asume la gravedad de las radiaciones. 0 Desconfía de los electrodomésticos. Los nutrientes y la energía de los alimentos se degradan en la nevera. No digamos en el microondas, estandarte último de la prisa industrial, del progreso indiscriminado. Intenta comprender la naturaleza de lo que te comes.


0 Duerme bien. Espiritualmente, es el momento más importante del día. No se trata solo de saber descansar. Lo primero acaba primando sobre lo segundo. 0 Evita la violencia, los rencores, el estrés, las obsesiones. “No es lo que entra, sino lo que sale del corazón...” Eso es lo que contamina. Nosotros mismos somos los primeros que emitimos radiación: emociones, secreciones endocrinas, reflejos posturales, palabras... Todo eso enferma en radios de acción que algún día la ciencia podrá cuantificar. Vive sereno, relajado. La meditación, en cualquiera de sus formas, es el único bálsamo que no resulta dañino, alienante o industrial. 0 Disfruta del sexo, pero comprende que una cosa es el orgasmo y otra es la eyaculación. Pues en eso sí tenía razón Freud: la libido es la clave de la construcción interna. Desde luego hay que aprender técnicas tántricas, y evitar en lo posible tener más críos de lo que nuestra limitada cantidad de energía nos permite. Alargar el placer sexual es el mejor preservativo. El más sano. 0 cura.

Haz arte, escucha buena música, deleita la vista, aspira aromas. Vuélvete más sensual. La belleza

0 No arriesgues tu vida ni tu integridad física bajo ningún concepto. Este cuerpo es lo único que tenemos. 0 La limpieza y al aseo detiene a los gérmenes, y el orden doméstico apacigua los sentidos. Utiliza ropa cómoda y cosméticos naturales. 0

Dale una oportunidad a las hierbas medicinales y a las terapias naturales, alternativas.

RECUENTO DE LAS VENTAJAS DE SER POBRE 0 Una radical no­violencia bien entendida implica posicionarse en un tramo de la escala entre pobres y ricos que desde luego no te incluya de ninguna forma en el montón de los ricos, de los que presionan sobre la tierra. Pues La tierra nos exige una conciencia amplia, aunque sea local, en la que la generosidad sea una estrategia evolutiva inteligente. 0 San Francisco había acertado en su visión de la naturaleza, alcanzando lo que Fukuoka podría llamar un “ecologismo mahayana”, una auténtica fusión no­discriminativa con el espíritu de la tierra; pero sobre todo había acertado con los sutiles beneficios de la mística de la pobreza, a la que llamaba su Dama, y de la que decía estar enamorado. 0 Si eres pobre no tienes problemas de conciencia: sin esfuerzo alguno estás en una posición de solidaridad. La mala conciencia es una fuente de contaminación. Es una especie de atmósfera negra que emana de los barrios residenciales opíparos. 0 Cuanto menos dinero, menos vicios. Menos comilonas, menos drogas, menos cortejos, menos consumismo. 0 No te comes el coco planificando el futuro. Estás a la buena de Dios. Estás donde puedes, donde la vida te pone. Las apreturas deciden por ti. 0

Igual no te puedes ni casar. Ni mucho menos tener hijos. Esto parece solitario pero, si tienes buenas


amistades, igual es incluso mejor así. No está nada claro qué produce más pesadumbres: si tener familia o no. 0

Vives cada pequeño lujo como una novedad sobresaliente.

0 La vida te obliga a hacer trabajos duros, la mayoría incluso manuales, pero esto te hace fuerte y te mantiene en forma. 0 Pasas largos períodos, a veces durante años, sin coche. Menos riesgos, pues está demostrado que el accidente de tráfico es la causa principal de mortalidad en la población de 0 a 25 años. Menos gastos y mosqueos por las averías y las pijadas de tenerlo siempre a punto. 0 Menos televisión y más radio. Esto es bueno. Como no hay quien soporte la programación pública, acabas cayendo en la radio, que, bien dominada, es la mejor manera de escuchar buena música y de estar al día. 0 En el plano informático, la pobreza no te permite actualizarte, pero por contra acabas sacándole verdadera punta a tus viejos programas, cosa a la que nunca te daría tiempo si tuvieras que seguir el vertiginoso ritmo de las mejoras informáticas. No puedes disfrutar de Internet en tu casa, y tienes que optar por los locutorios y ciber­cafés, pero así te controlas más en las farragosas seducciones de la conexión, te evitas problemas de virus y demás, y te das el gusto de contar con una buena máquina cada vez que te conectas. 0 Ser pobre te hace humilde, no te quedan más cojones. Pero si es verdad que la vanidad es el peor enemigo de un hombre de conocimiento, entonces ganas mucho. Creerse alguien, paladear el poder mundano, atribuirse méritos propios, son ciertamente ponzoñosos peligros de los que el pobre y el fracasado no se tienen ni que preocupar. 0 En teoría, el que tiene dinero tiene más libertad: puede coger cuando quiera el avión y plantarse en las Seychelles. Pero la realidad práctica es que se halla maniatado por sus muchas pertenencias y responsabilidades. Las empresas de seguridad son el sector más en alza en Occidente. Tener mucho es estar todo el día preocupado por que te lo quiten, de manera violenta tal vez. El que no tiene nada, en cambio, o tiene muy poco, no solo está libre del miedo, sino que además tiene una facilidad inestimable para cambiar de aires y recomenzar su vida. Sus pertenencias nunca son un lastre farragoso.

RECUENTO DE LAS FORMAS DE MORIR 0 La mejor forma de morir es de un infarto, en la cama. Estabas soñando, y de repente te encuentras hablando con San Pedro. Ni tu mujer se ha enterado. Anoche te acostaste un poco indispuesto, y ahora cae ella en la cuenta de que te oyó hacer un pequeño ronquido a eso de las tres. Pero la verdad es que se ha quedado de piedra cuando te ha encontrado tieso esta mañana. Nunca habías tenido problemas de corazón, a pesar del tabaco. Nunca te habían operado. 0 Otra cosa muy distinta es la abuela que se pasa diez años en la cama, prácticamente sin conocimiento, sin poder levantarse, sin reconocer a nadie, sin hablar una palabra con sentido, sin control ni para hacer sus necesidades, apagándose poco a poco, quejándose de las llagas con leves murmullos inconscientes, planteando toda suerte de metafísicas preguntas a su corte de nietos­enfermeros: ¿estará soñando? ¿tendrá un pie en el cielo? ¿habrá alcanzado la sabiduría? 0

Aunque más intrigante y dramático es el coma irreversible, sobre todo si el moribundo era joven y


tenía ganas de vivir. Tuvo, por ejemplo, un accidente, y estuvo dos años entubado, mantenido artificialmente con vida, hasta que un día se le encharcó un pulmón y murió. Nunca llegó a despertar, pero todos sus familiares mantienen que tal o cual gesto, que aquel temblor del párpado, que aquel sutil gemido, era un intento desesperado por comunicarse con ellos desde su inextricable limbo de conciencia, desde su bloqueada eternidad. 0 Una muerte muy común es la del viejo “confuso”, la del “colapso senil”. No hay una causa clínica concreta. Simplemente, el anciano se ha pasado los últimos meses deteriorándose a ojos vista, mezclando síntomas de demencia senil, Alzheimer y Parkinson, irritable, caprichoso, enrabietado, perdiendo la memoria, el control y el sentido común, hasta que un día le da un jamacuco, posiblemente por un berrinche, y se muere. 0 No es tan común, por desgracia, la muerte sabia y serena del anciano que se va despidiendo de la vida con verdadera lucidez y aplomo. Y es cierto que la alienante sedación y la degeneración neuronal de los últimos días lo hacen muy difícil. Pero hay algo más psicológico, más profundo, en la amargura con que la mayoría asume la inminencia del último trance, por mucha vida que hayan tenido para prepararse. No es un apego por la vida. Es más bien que quizás se dan cuenta demasiado tarde de que uno de los grandes propósitos de la evolución espiritual es morir gozando de una plenitud física y mental. Cruel bofetón, pues, para la honorabilidad humana: morir como nacemos: pringados de mierda, inconsciencia e indignidad, y con la espinosa sensación de haber perdido una gran e irrepetible oportunidad. 0 Te puedes morir, por ejemplo, diabético. Inflado, con las dos piernas amputadas, ciego y sin dedos, tan descompensado en la glucosa neuronal que lo único que escuchen de ti en tu última noche en el mundo, entre balbuceos inconexos y pataleos nerviosos de miembros desquiciados, como un gran insecto kafkiano, sea un “me muero, me muero”, tan lejano y mal pronunciado que ni tú mismo sepas dónde y cuándo y quién lo ha dicho. Y por qué. No es una muerte tan rara. 0 Aunque quizás la mayoría de nosotros nos muramos de un cáncer. La enfermedad más jodida y traicionera. Pues suele ocurrir que nos lo diagnostiquen tarde, y nos den seis meses de vida. Y justo cuando ya empezábamos a confiarnos, pues habíamos conseguido multiplicar esos seis meses por cuatro, después de sufrir la más alopécica quimioterapia, agresivas radioterapias y dolores inregistrables, y quizás pagar a precio de oro los más exóticos tratamientos, amanecemos un día con metástasis por todos lados, sin saber por qué, y nos morimos en cuatro días sin haber podido siquiera estrenar la caravana. El cáncer es así. 0 Aunque aún sigue siendo un misterio. Ahí tenemos a Jacinto, que fumaba y bebía como un cosaco, y sobrevivió sin embargo treinta años a un cáncer de laringe; y la pobre Concha, en cambio, que lo más fuerte que se tomaba era un té, se levantó una mañana con un bulto en la garganta que, tan solo en dos semanas, se hizo tan grande que la asfixió. Y ningún médico nos supo dar una explicación. 0 ¿Sabías que el suicidio es la causa principal de muerte en la población de 20 a 35 años? Es sobrecogedor. Pero lo cierto es que todo el mundo conoce algún caso que le tocó más o menos de cerca. En mi barrio, por ejemplo, era común tirarse por el balcón sencillamente porque las casas eran muy altas. El vecino de al lado, sin ir más lejos, se tiró hace ya más de diez años, en una enigmática noche de borrachera. Y aún se aprecia, desde aquí arriba, la mancha de sangre que dejó en el patio, a pesar de la lluvia y de lo mucho que lo han restregado. 0 Hay quien tiene obsesión por el suicidio, y aunque sea rico y sano lo intenta una y otra vez hasta que lo consigue. Estos son enfermos, morbosos, obsesos de la depresión; pero el verdadero suicida no lo es. El verdadero suicida lo hace por tristeza o desesperación, no por desequilibrio mental. Es una persona normal a la que se le han torcido indeciblemente las cosas. (Al suicida potencial se le reconoce por las arrugas que tiene en la frente. En las fotos que de él guarda su familia se le ve siempre encogido, como si la vida misma le doliera)


0 Hay suicidios que sorprenden a todos, pero hay otros cuya crónica estaba más que anunciada. Un personaje como Ramón, que no sabía vivir sin coca, que se peleaba con todo cristo, que solo hablaba de sí mismo, incapaz de la más mínima ternura, todo él marcha y exceso, galería y provocación, no podía aterrizar de pie cuando le llegara el bajón. Se ahorcó cuando volvió desahuciado a su casa. Pero le hubiera bastado, para suicidarse, tirarse simplemente desde lo alto de su ego. 0 Si yo me suicidara, desde luego no lo haría en la ciudad. Me iría a las montañas, me vestiría de apache, me pondría mis plumas de águila en los codos, cerca de mis cicatrices de yonqui, me pintaría la frente con mis colores de guerra, y me tiraría desde un alto acantilado, de cabeza, intentando mantener la compostura, como un salto de competición, dentro de una grieta donde nadie me encontrara. 0 Puedes morir en una pelea. A Dani le pegaron un navajazo en el cuello y se desangró. Los sanitarios tardaron demasiado. La peña lleva años poniéndole flores al árbol junto al que murió. La verdad es que sorprende un poco tanto homenaje post­mortem a un colega tan drogadicto y tan violento. Pero eso es lo bueno que tiene la muerte: que lo redime todo. 0 Morir en un atentado es una verdadera putada. Pues una cosa es morir de un tiro, o incluso acribillado por una ráfaga de metralleta, y otra muy distinta es morir descuajaringado por una explosión. No tiene ninguna gracia que tengan que recoger tus restos en un radio de cien metros. 0 Incendios. Cuando se quema una casa, hay gente que se tira al vacío o que muere intoxicada por el humo. Pero hay también quien muere achicharrado vivo, lo cual es espeluznante. De hecho, era quizás la forma de ejecución más cruel y expeditiva en la Edad Media. Eso tiene que doler. 0 Hay muchos viejecillos y borrachos que se encuentran con esa horrible muerte simplemente por quedarse dormidos con el cigarro en la boca. Las estadísticas dicen que es muy alta la proporción de viejos que mueren así. Y también dicen que la mitad de ellos son medio provocados, para suicidarse; pero eso ya no me lo creo. Sí me creo, en cambio, con rabia y horror, los casos de mendigos rociados con gasolina mientras dormían entre sus cartones. ¿Habrá forma de asesinato más facha, cobarde y miserable que ésa? 0 Hubo una temporada en que estaba realmente de moda quemarse a lo “bonzo”, para protestar. Siempre me resultó incomprensible. Recuerdo en especial un yogui que aguantó imperturbable y sin moverse durante toda la combustión. Solo al final, cuando ya casi era carbonilla, hizo un gesto espasmódico y dramático cuyo recuerdo me ha estado aterrorizando toda la vida. 0 Un guerrero muere por las malas, dice Don Juan. Qué hermosa verdad. Cuánto me ha dado que pensar. Un sabio ama tanto la vida que hay que literalmente arrancarle de ella. Nunca pone el cuello y dice: “vale, vale, ya me rindo, soy todo tuyo, mátame”. No. La muerte vuelve realmente mosqueada cuando le toca ir a por un guerrero. Ella, y todos los refuerzos que se tuvo que llevar. Todos vuelven sudando la gota gorda. 0 Aunque hay que diferenciar entre un guerrero y un hombre de conocimiento, un vidente totalmente realizado. Se entiende que lo que un guerrero no quiere es morir antes de que le llegue su hora; no es que desee ser inmortal, ni mucho menos. Cuando se convierta en un vidente totalmente consumado será libre para escoger su momento, y morirá como lo hacen los verdaderos iniciados: transfigurando su cuerpo físico y llevándoselo junto con su alma, como hicieron los grandes avatares. .“Ascendieron a los cielos en cuerpo y alma”. No dejaron aquí ni la más pequeña célula de su cuerpo material. Digamos, pues, que ésa es la verdadera muerte. Lo demás son fracasos evolutivos, seguir en la rueda del karma. 0 Las emociones básicas también pueden matar. Es el caso de aquel paranoico que protagoniza el relato de “Los espectros”, de Andreiev. El hombre, internado en un psiquiátrico, veía siempre la cara de su madre sonriéndole malignamente desde detrás de los árboles, o asomada a las esquinas. Una noche vio unos pájaros negros sobrevolando el bosque y, detrás de ellos, nubes de tormenta. Así que se acurrucó como un feto en la cama, y se tapó con cinco o seis mantas, hasta la coronilla. Por la mañana se lo encontraron


muerto, con la cara desencajada. Había muerto de terror. 0 Una muerte que me resulta particularmente espantosa es la del espeleólogo que, arrastrándose por una estrecha galería, se queda encajado en ella sin posibilidad de moverse o recibir ayuda. Cuando pienso en ello me desencajo y desasosiego. Tanto me horroriza. Es como morir enterrado vivo. O bajo los escombros en un terremoto. Dios nos libre. 0 Se puede uno morir ahogado en el mar, o en el río, como Jeff Backley. En su momento de gloria, después de una fiesta, se le ocurrió darse un baño en el Misissippi, y un remolino se lo llevó. Los músicos suelen tener muertes dramáticas, no sé por qué. El ejemplo más clásico es John Lennon. Pero a mi me impresiona más el caso de Marvin Gaye, que fue asesinado por su propio padre, de un tiro de escopeta en el corazón. Por lo visto el tío era un fanático y un estrecho de campeonato. 0 Se puede uno morir de frío, por hipotermia; o congelado, por un accidente en la montaña, por ejemplo. Pero no sé cuál de las dos cosas es peor. 0 En invierno, muchos indigentes mueren en la calle. Y aunque técnicamente les ha matado el frío, quizás la verdadera causa es la indigencia misma. La pobreza es la causa principal de muerte en la humanidad, ya se manifieste en forma de desnutrición, de frío, o de epidemias. 0 La indigencia como enfermedad. Como estado de ser. Volvemos a la música. Siempre me intrigó el caso de una de las componentes de “Las Grecas”. No murió por las drogas. Ni por la depresión. Era guapa y famosa, y podía haber vivido muy bien. Pero pilló la enfermedad de la indigencia, y de eso murió. Los cronistas son unánimes en este extremo. 0 La guerra, la violencia, la tortura. También son muertes horribles. El genocidio de Ruanda: los hutus fueron masacrados por los tutsis ( o al revés), alcanzando cotas de barbarie inimaginables, cósmicas, imperdonables. Sobre todo hacia las mujeres: les cortaban los pechos, les metían botellas rotas por la vagina... Losa holocaustos, genocidios, linchamientos, etc, son la primera causa de pérdida de fe en el Dios cristiano y en la humanidad. Y quizás también la definitiva. En el fondo, es inasumible creer en un profeta que asume tanta y tan horrible violencia contra sí mismo. 0 Los caballos de madera: Se atan sendas cuerdas a la copa de dos árboles jóvenes, flexibles, distantes entre sí unos cuantos metros, y se tira de ellas hasta combar los troncos, debidamente limpiados de ramas, y fijar juntas las dos puntas al suelo. Se ata cada pie del prisionero a una de las puntas, y se sueltan de golpe los troncos, de tal suerte que la sacudida parte al cuerpo en dos mitades longitudinales. Así ejecutaban los ucranianos a sus prisioneros alemanes en la 2ª Guerra Mundial, con el pretexto de que estaban escondidos en el bosque y un disparo hacía mucho ruido. ¿No bastaba con cortarles el cuello? El ser humano es el único animal que disfruta torturando ingeniosamente a sus congéneres, ya se sabe. Nada más deprimente que una historia, que un manual de la tortura. 0 Hay mucha gente a la que le atrae lo tétrico, lo morboso, o el sadismo. Es inquietante el auge del cine gore y las parafernalias afines. La morbidez no puede conducir a nada bueno. Aunque no menos pervertidos o estúpidos son los que se juegan el pescuezo en los deportes de riesgo, o en el absurdo afán por batir récords. Por principio, es valiente aquel que ama a la vida, no el que no teme a la muerte. El martirio, el kamikaze, la auto­inmolación, máxime si es matando a otros y en nombre de Dios, es la cumbre máxima no solo de la estupidez, sino, en el fondo, de la cobardía. 0 Mueren muchos civiles inocentes en los conflictos bélicos. Una atrocidad. Tan espeluznante como quedar mutilado de por vida, pudrirse en un campo de refugiados, ahogarse en una patera, o simplemente morir en la cárcel. 0

No es éste el lugar para debatir la pena de muerte, pero sí para consignarla como extremo particular


en las maneras que tiene el ser humano de morir: por “justa y legal” decisión de las instancias sociales queda así diluida en lo colectivo la responsabilidad de sesgar una vida. En determinados países las ejecuciones públicas aún llenan estadios. Y estoy convencido de que, si se permitieran otra vez los circos romanos, no quedaría una butaca libre hasta en el país más civilizado del mundo. 0 Tenemos fascinación por la muerte, sobre todo si es violenta. No hay película ni guión de cine, desde que existe el celuloide, en la que no haya un crimen, un asesinato. ¿Os habéis preguntado alguna vez por qué? ¿A qué viene el sempiterno ingrediente? Abominamos de él en la vida real, pero lo exigimos fehacientemente en la ficción cinematográfica. ¿Por qué? 0 Santi era un yonqui tranquilo, dulce, con pinta de trovador. Incapaz de jugársela a nadie. Con memoria fotográfica para las matrículas de los coches. No murió de una sobredosis, sino de un accidente con un camionero borracho. 0 Pedro bebía y fumaba mucho, y lo mezclaba con codeína y hachís de mala calidad. Se le fue primero la novia, luego la cabeza, luego el trabajo y finalmente la higiene. Hasta que pilló una tuberculosis. Ya ves. En pleno siglo XXI. La suciedad lo mató. 0 Javi no era drogadicto. Era un alegre y burbujeante actor de teatro. Pero se fue dos semanas a Marruecos, y allí una tía le pegó el sida. Duró menos de un mes. Esto fue hace unos diez años, cuando aún no había tanta medicación. Cayeron muchos así en aquella época. 0 La hija de Carla murió electrocutada en la bañera. Una chavala tan guapa, tan amante de los animales. Pobrecita. Quedó irreconocible por las quemaduras, algo sobrecogedor. Mucha gente muere en los accidentes domésticos. Mucha. Pero tener una hija tan guapa, y perderla así, es un drama que sobrepasa todos los límites. Tuvieron que cambiarse de casa porque al cabo de los meses tanto su madre como sus hermanos aún seguían oliendo a carne quemada (aunque estaba claro que no quedaba una sola molécula de ese olor en el aire). 0 A Silvia G. la mató su novio, también en el baño. Y también era guapísima. Le pegó seis puñaladas, el muy animal, y nunca se supo por qué, pues a las pocas horas él apareció estrellado con su coche contra un muro, en las afueras. Me pregunto si el hecho de que la violencia doméstica se hay convertido en una causa de muerte con verdadera significación estadística, se debe a que la gente es más salvaje que antes, o simplemente a que ahora hay una mayor cobertura informativa. 0 Siempre ha habido crímenes, psicópatas, violadores. Pero cuando algo así te toca a ti, a un familiar cercano, a una hija, quedas atrapado por un estigma que marca en el tiempo y en el espacio a todo un grupo humano, incluso en sus generaciones futuras, con un peso insoportable, absolutamente injusto, que extiende su malignidad como la onda expansiva de una bomba. Es somo si un átomo de mal en estado puro explotara en medio de un conjunto de vidas inocentes, trastocando para siempre su visión del mundo y su percepción social. El perjuicio, pues, que desencadena un asesino, e incluimos aquí las víctimas del terrorismo o de las represiones de los regímenes dictatoriales, es inmensurablemente mayor de lo que la ley recoge o castiga, pues tiene el poder maléfico de exiliar categóricamente a una familia de la tierra de la paz y la normalidad social. Todos ellos quedan excluidos para siempre. Y lo más alarmante del hecho es que esta explosión de perversidad, de irrevocable contacto con el mal, es algo aleatorio, que le puede ocurrir a cualquiera, sin ningún tipo de predisposición. 0 Otro tipo de “muertes” quizás mucho menos malignas y desde luego más interesantes, son las desapariciones. Hay muchísimas al cabo del año. Y solo un 30% acaban resolviéndose. ¿Qué pasa con las restantes? Hay cientos, quizás miles de personas al año que desaparecen como por ensalmo, sin dejar rastro; y estoy convencido de que al menos un 20% de estas desapariciones son de índole mistérica. Cualquier esoterista sabe que la desaparición real de un cuerpo, una persona, es posible. Bien sea por “evaporización” energética, por secuestro astral, por cruce de dimensiones, o por una fallida transfiguración, hay casos de


personas literalmente borradas del plano físico. Recuérdese el misterio del Triángulo de las Bermudas, cuyas desapariciones en masa están indiscutiblemente documentadas. Aviones, barcos, tripulaciones enteras desaparecieron en un instante, sin previo aviso, y sin dejar rastro. ¿Qué pasó con ellos? ¿A dónde fueron a parar? 0 Al abuelo de Fina le maté yo. Sí, si, lo maté yo. ¿Cómo fue la cosa? Pues veréis: Llevaba ya algún tiempo enfermo, en cama, y una tarde fuimos Fina y yo a visitarle. Nos sentamos cerca de él, charlando animados de sus recuerdos y de nuestros proyectos. Entonces se me ocurrió cogerle de la mano, en un gesto de puro afecto, y al entrar en contacto su mano con la mía pegó un respingo y se le desencajaron las mandíbulas, exhaló un último aliento y allí mismo se murió. Se armó la marimorena, y yo me escurrí fuera de la casa; y a nadie, ni siquiera a Fina, se le ocurrió culparme del arrechucho que le dio. Pero el hecho es que así ocurrió: le di la mano y por eso se murió. Siempre he tenido un poco de yu­yu y de remordimiento. Y lo cierto es que la relación con Fina, a partir de aquel momento, se deterioró. 0 Nunca sabes cuándo, ni a quién le toca, ni por qué razón. Mi cuñado, con apenas treinta años, sanote y feliz, y sin haber fumado nunca, se fue un día al hospital a hacerse un chequeo, y al quitarse el abrigo, allí mismo, rodeado de médicos y de material sanitario, sufrió un infarto fulminante y se murió. No pudieron hacer nada por él. Una cosarealmente inexplicable. 0 A Juanito, hijo único, el chaval más salado y sano de todos los críos hippies de la peña de La Vera, le atropelló un coche cuando apenas tenía quince años, y le mató. Una auténtica barbaridad. 0 El accidente de tráfico es la segunda causa de muerte más común en la población joven. Gabi, el más estudioso, el más humano y prudente de sus siete hermanos, murió en un accidente de coche, en el que, además, se salvaron los demás amigos que iban con él. 0 Puedes morir solo, o acompañado por mucha gente. Puedes morir de un soplo, como la frágil esposa de Antonio Machado. Y puedes morir de pena, como su madre, que, viajando juntos hacia el destierro, recién atravesada la frontera, murió tres días después de que él lo hiciera, enfermo y desahuciado, roto su corazón por tanta calamidad. 0 Puedes morir devorado por los virus de una infección, bien en el marco de una epidemia, o bien como un caso más aislado, porque tu organismo esté falto de defensas. ¿Sabías que hay, conocidas, más de dos millones de enfermedades distintas? Y aunque muchas sean extremadamente raras, ¿no es un milagro que ahora mismo no tengas ninguna? Toca madera. ¿Sabías que el 20% de esas enfermedades no tienen cura, y que las variedades del cáncer se cuentan por miles? 0 Mira, aquella mujer que entra por urgencias con ese pedazo de barriga parece que va a dar a luz, pero no: es una inflamación de vejiga. El bulto tiene el mismo volumen, pero el interior no está ocupado por una bonita criatura, sino por tejidos putrefactos que amenazan con explotar. Espantoso. Y aún se la oye decir: “Señor, Señor, si yo no he hecho nada malo, solo trabajar y criar a mis hijos, ¿por qué me mandas este calvario y este dolor?” 0 Y es que si pudiéramos ver con meridiana claridad, o si las autoridades sanitarias nos supieran realmente mostrar, el proceso mediante el cual, no solo los “malos hábitos” sino nuestras más habituales conductas domésticas y de alimentación, nos llevan inexorablemente al colesterol y la isquemia, al colapso de los lípidos y las disfunciones coronarias, cambiaríamos radicalmente nuestra forma de vida. Pero, además, si una autoridad superior, quizás esta vez de índole psicológico o espiritual, nos mostrara cómo la mediocridad y el egoísmo, la violencia y la ansiedad, disminuyen nuestras defensas provocándonos a la larga graves enfermedades, también nos quedaríamos de piedra. 0 ¿Qué será, pues, la muerte? ¿Qué no será? Hay perros que la huelen a kilómetros de distancia, y corren a encontrar al moribundo, y aúllan en el momento exacto en que éste muere, y acompañan a la


comitiva al cementerio, y rondan durante horas la tumba cuando la gente se va. Y hay otros perros, en cambio, que ven a su amo expirar y experimentan tal terror que salen aullando de la casa, corriendo como poseídos, y nunca más se les vuelve a encontrar. ¿Qué es lo que han visto, en un caso o en el otro? ¿Qué es lo que han percibido? ¿Qué es la muerte en realidad? 0 ¿Una sombra apostada en nuestra espalda, una cadena de anillos energéticos que nos golpean, un túnel, una disolución, el despertar de un sueño, una explosión de terror? El padre de Van, en la mesa del quirófano, se despertó hecho una furia cuando los médicos consiguieron reanimarle después de su primer infarto. Cogiéndoles de la pechera les gritaba e insultaba por haberle privado de la luminosa paz, del paraíso de placer y bienestar en el que ya se encontraba. 0 Anita llevaba varios meses sin tocar el caballo, pero no conseguía superar la depresión. Una noche pilló tres micras a escondidas y se las metió de golpe. Por suerte, la pillé haciéndoselo y, sin esperar al más mínimo síntoma, llamé al 112. Llegaron justo cuando ya no le respondían los ojos. La estabilizaron, con algún tipo de atropina o adrenalina, no lo sé, y nos aseguraron que estaba fuera de peligro. Parecía tan recuperada, tan bajo control, que ni los sanitarios ni yo sospechamos nada. Pero a las tres horas, charlando en el salón de su casa, volvió a poner los ojos en blanco. Cojí el móvil, pero ella me sujetó el brazo. “Me voy, Sete, me voy”, me dijo quedamente. “Y lo prefiero así, de verdad.”. No tardó ni 20 minutos en aparecer la ambulancia, pero esta vez no pudieron hacer nada. Adiós, cariño, estés donde estés. Por lo menos tuviste una muerte dulce. Me conformaría con saber que tu más allá fuera una continuación de ese último placer. Que lo disfrutes.

RECUENTO DE VALORES DE LA DERECHA 0

Por encima de todo, la derecha es la legalización del egoísmo.

0 Ud. puede ser todo lo asquerosamente rico que quiera, tiene todo el derecho del mundo. No hay límites legales para su ambición. 0

Les da igual si se hunde el mundo. No reducirán ni un ápice su nivel de vida.

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Es la política de los ricos y para los ricos. La camarilla de la gente bien.

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Puedes ser pobre y de derechas. Entonces es seguro que se ríen de ti.

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Siempre es una exaltación del poder, la autoridad, la jerarquía.

0 Militares, policía, castigos, armas, prisiones, censuras, represión... ésas son las clases de soluciones que les gustan, y por las que se inclinan de manera instintiva. 0 Los patriotismos, las banderas, el protocolo, los mayordomos, las medallas, los honores, las recepciones oficiales... todo lo que sea fasto y postín es objeto secular de su adoración. 0 En el plano personal, la derecha parte de un odio visceral al pobre. Un odio medular, irrenunciable. Un odio que, psicológicamente, se manifiesta como "asco". Le tienen asco a los pobres. 0 Jamás se sentarían en la misma mesa con un mendigo, con un inmigrante. Qué asco, por Dios. Jamás.


0 Siempre prefieren el autobús al metro. ¿Os habéis preguntado por qué? El autobús es más incómodo, más irregular, más frío. Para una señora mayor, los bandazos que dan son realmente peligrosos. Para un carterista, es mucho más fácil trabajar en el apretujamiento de los autobuses. La gente bien aducirá que es que en el autobús no hay escaleras, o que les gusta ver el paisaje urbano, o que el metro les produce claustrofobia. Nada de esto es verdad. La verdadera razón es que es en el metro donde viajan los inmigrantes y los negros. 0 No os engañéis: psicológicamente, todos en el fondo son franquistas inconfesos, disfrazados de modernos. Su vocación secreta, inconfesable, inconsciente, es desde luego la dictadura, la oligarquía. Todos guardan en su mesita de noche alguna insignia falangista, algún pin militar. Cuando no una bandera kilométrica. 0

Es la política de los empresarios. Los que alzan la vista. Los que nos perdonan la vida.

0 Su filosofía laboral siempre termina en una retorcida validación de la opresión, de la explotación como status quo. En un conflicto sindical siempre justificarán al empresario, que también es humano y tiene muchas cosas en qué pensar, muchos riesgos que asumir, etc , etc.. 0 Lo que pasa es que antes solo justificaban la explotación al pobre. Y ahora no pierden ocasión para justificar también la explotación del medio natural. 0 El progreso es para ellos de índole esencialmente industrial, y tiene carácter de mandato divino. Ha de ser a ultranza, caiga quien caiga, contamine o no. 0 Si las granjas de explotación ganadera funcionaran con energía atómica, las gallinas producirían más. Axioma fundamental, por encima de cualquier otra consideración. Hay que explotar los recursos, producir a cualquier precio. 0 Desde luego, uno de los defectos más odiosos e invariables de la derecha ha sido siempre su proverbial insensibilidad hacia el ecologismo. ¿Por qué? ¿Por su ciega fe en la industria? ¿Por su antropocentrismo religioso, que relega a todos los demás seres vivos a un plano inferior y utilitario? ¿Por el odio a los hippies, de cuya cultura nació en un principio esta reivindicación? Yo me inclino por esta última explicación. Igual tienen razón los ecologistas, pero como tienen el pelo largo, que se jodan. 0

La derecha es la cultura de el poder, el dinero y la imagen, como bien dice Pla.

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El lucro, la etiqueta, el chafardeo social, el qué dirán, el "tanto tienes tanto vales".

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La realeza, la corte, los títulos, la nobleza, los saludos de la reina; eso es lo que les hace babear.

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La tradición porque sí, porque así ha sido siempre.

0 Es la iglesia institucionalizada, el fariseísmo moderno, la connivencia suprema de la hipocresía. Si les hablas de los Borgia o las riquezas del Vaticano entonces se revelan como maestros consumados en el arte de hacerse los pánfilos. 0 Ir a misa todos los domingos, como certificación indiscutible y suficiente de su impecabilidad ética ante sí mismos, ante Dios y ante los demás. Qué sencillo resulta estar bien mirado. 0 No son ellos los que está hechos “a imagen y semejanza de Dios”, sino al revés: aseguran profesar una fe en un Dios que aboga por los pobres, cuando en realidad acaban pintando a un Dios que es más tolerante con los ricos que con los marginados. Qué delirante maniobra del cinismo y la tergiversación.


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Su divisa espiritual es el "al cielo iremos los de siempre", como bien decía Mingote.

0 Pienso que es precisamente la divisa del monoteísmo, grabada a fuego en sus genes, la razón de su miedo a todo lo que huela a multiplicidad, diferencia, heterodoxia, y por ende, por supuesto, a democracia. Como genialmente apuntaba El Roto, en boca de algún obispo: “Dios es a la vez uno y trino, pero la patria no”. 0 Nadie está preparado para los altos cargos, o incluso para la intelectualidad, excepto los que han ido a buenos colegios o son de buena familia. Lo cual es la “pescadilla que se muerde la cola” más excluyente y sinvergüenza que se pueda concebir. Los pobres siempre serán tontos e ineptos, por esa regla de tres; siempre estarán fuera de juego. 0 La ropa de marca, los buenos coches, los clubs de alta alcurnia; es el pijerío en todas sus modalidades, y adaptado a todas las generaciones. 0

En Madrid los teníamos calados: los niños de Serrano. Gallardón es el prototipo físico.

0 Las mujeres, especialmente, parecen cortadas todas por el mismo patrón: pendientes de perlas, ligero bronceado, pelo liso y maquillaje marca “decente y casta” Que nadie pueda decir que no es una buena chica. 0

Es el odio a lo nuevo. El horror a toda clase de cambio. No reconocen otra cultura que la clásica.

0 Los colores planos. Los fondos lisos. La creatividad y la imaginación llega a resultarles sospechosa, indecente, innecesaria. 0 Aborrecen a la juventud. De alguna forma, o en general, es la proyección política del rencor generacional de la gente mayor. 0 Tampoco les gusta tratar con los artistas. Los bohemios, los hippies, los inquietos: una pandilla de piojosos. 0 Puedes ser un ladrón, un dictador, un torturador, un desfalcador bancario; pero si sales en el Hola, entonces eres gracioso, les caes bien. Se muestran condescendientes contigo. 0

Es la cultura del personaje, nunca de la persona.

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Es el odio al diferente, al extranjero, al independiente, incluso al enfermo.

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Su tendencia natural es culpabilizar al parado, o pensar que es un aprovechado.

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Es el complejo de superioridad hecho xenofobia: se creen superiores a todos los demás.

0 Es el imperio de la razón. Las intuiciones, la magia, el misterio, los esoterismos: todo eso son para ellos chifladuras y cosas de masones. Sin embargo, creen a pie juntillas en la Inmaculada Concepción o en la Consagración del Pan y el Vino, que es el colmo de lo increíble. 0

Es el reino del estereotipo: puedes ser místico o rockero mientras tengas título académico.

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Es la mirada puesta en el pasado, nunca en el futuro, ni siquiera en el presente.

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Entre un concierto de rock y un karaoke, siempre elegirán lo segundo.


0 Sea quien sea el poderoso ahí estarán ellos, ciegamente a sus pies. El que tenga más pinta de Emperador. 0 Si el tercer mundo está como está, protestan, es porque no han sabido administrarse. ¿Qué culpa tenemos nosotros? 0 En el climax de su delirio y su arrogancia, llegan a sostener que la solución para que no haya pobres es que haya muchos más ricos, pues estos son los que dan trabajo y hacen donaciones. Qué barbaridad. 0 Los que siempre defienden la pena de muerte. Su odio siempre es mayor que su respeto a la vida. Son el Antiguo Testamento. La ley del Talión. 0

El coñac y los farias no son droga, pero habría que barrer del planeta a todos los porretas.

0 Se ofenden cuando se asocia fascismo y derecha, pero ellos no pierden ocasión de igualar a toda izquierda con el comunismo. 0

Les encanta Julio Iglesias, no porque cante bien, sino porque es el rey del Hola.

0 No tienen intelectuales. Los que tienen son más bien tendenciosos exégetas de la historia; viscerales críticos de los personajes de izquierda. Pero en el colmo del ilusionismo tendencioso, están convencidos de que la derecha tiene más intelectuales que la izquierda. Más serios. Más preparados. Con más títulos académicos. 0 Son ellos, y solo ellos, los que insisten en decir que ya no hay derecha ni izquierda. Y esto es así porque en el fondo les avergüenza ser de derechas; cosa que desde luego no les ocurre a los de izquierda. 0 Temen a la cultura. Desconfían de ella. La verdadera cultura es crítica y concienzadora, dos palabras que les dan terror. 0

Nunca hubo tanta y tan aplastante telebasura como en los gobiernos de la derecha. ¿Por qué será?

0 Sus ministros de medio ambiente son siempre descarados figurines alzados por compromiso, cuando no por insultar a los ecologistas. 0

Su función biológica es siempre la reproducción (familia), no la evolución de la especie (intelecto).

0 Grandes presas, grandes urbes, grandes almacenes, grandes parques temáticos; todo les gusta grande. Muy freudiano. 0 Su verdadero demonio, su pesadilla, son los subversivos. Saben que, en el fondo, su actitud política es inmoral, y temen como a la peste el componente de denuncia ante el orden institucional que comporta la crítica subversiva. 0

De hecho, odian más al terrorista por subversivo que por asesino.

0 Si por ellos fuera, en su fuero interno, meterían a todos los hippies en campos de concentración. Son subversivos. Pero no pueden porque son pacíficos, así que la pagan con los drogadictos, que están indefensos. 0

Antes les quita el sueño la existencia de un solo terrorista que la de tres millones de parados.

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Su amor por lo grande, lo tradicional y lo militar hace que no conciban otra forma de acabar con el


terrorismo que no sea a base de guerras y bombas atómicas. El cortar por lo sano es su divisa natural. 0 nada.

Dicen que Fraga presume de tener grandes latifundios con riego por ordenador. No me extrañaría

0

Entre un cuadro abstracto y una pintura renacentista, adivina qué elegirán impepinablemente.

0 Utilizarán siempre un ambientador hiper­químico antes que quemar una barrita de incienso para perfumar el cuarto. Lo tienen tan asociado a lo hippy que hasta les resulta desagradable: ¡ les huele mal ! 0 Tararean Yesterday si lo canta Frank Sinatra, pero dejan de hacerlo cuando se enteran de que es de los Beatles. 0 Pizzas, hamburguesas, maíz transgénico; no deben de ser tan malos si les gusta a los americanos. No tienen la más mínima noción de lo que significa la salud, la nutrición, el naturismo, ni siquiera la ecología. 0

Los toros, la caza, los embutidos, los carnívoros a ultranza: sus señas de identidad. La sangre.

0 No conciben un viaje por España sin repostar en algún Parador Nacional. Eso es lo que hace la gente bien, ¿no? 0

Mejor que Jaimito; la mejor antología del disparate y la rabieta infantil son las portadas del ABC.

0 Verdaderos instrumentos de crispación y catastrofismo político, la COPE y La Razón serán en su día los principales responsables de una plausible segunda guerra civil. 0 Canal 7. Este canal es la prueba más incontestable de que extrema derecha e incultura atroz se dan la mano. Porque más pachanguera no puede ser la programación de esta televisión cuando no están emitiendo sus soflamas decimonónicas. 0 Como la derecha siempre ha estado en el poder, no está acostumbrada al juego democrático y a estar en la oposición, y piensan que ésta consiste en descalificar por sistema, en odiar al contrincante, en jugar todo lo sucio que sea posible. Saben que mienten, pero creen que es que “se hace así”. 0 El hecho de que se trate de un proceso bastante inconsciente no justifica que sea la más infantil de las estrategias, como cuando en el patio del colegio necesitábamos jerarquizar claramente los grupos. Cuando no se sabe muy bien por qué se pelea, lo más cómodo es canalizar las emociones básicas identificando rápidamente a los héroes y a los villanos. 0 Ya hemos dicho que la derecha se nutre psicológicamente de una necesidad compulsiva de autoridad y de figuras paternas: Dios, el Rey, el Padre ejemplar, la obediencia militar. El culto a la personalidad es ciertamente un distintivo de la burguesía: cuanto más "facha" es un niño, más le gustan las bandas, los ídolos, los ases deportivos, las estructuras de abusones y víctimas. 0 Burguesía es sinónimo de comodidad, y es mucho más fácil delegar en un jefe, ya sea como pro­ hombre o como endemoniado, la representación ideológica que nos ocupe, que responsabilizarse individualmente de ella. 0 La violencia, esa gran tentación inconfesable del "niño­facha", es mucho más fácil, justificable e impune si hay alguna autoridad que la avale. La oposición de derechas lleva hasta el paroxismo, pues, el culto negativo a la personalidad, y por eso dirige todo el torbellino de frustraciones y confusos rencores de sus adeptos contra el jefe concreto del otro bando: no hay que derribar a la izquierda; hay que derribar a su presidente.


0 Una vez, con motivo de las Navidades, animaron los periodistas a los políticos, a la salida del Congreso, a nombrar alguna cualidad positiva de sus oponentes. Y, mientras que los socialistas, más relajados, no tenían dificultades para reconocer valores humanos concretos en los dirigentes del PP, era alarmante la incapacidad absoluta que mostraron éstos para encontrar una sola cualidad personal positiva en el Presidente socialista. Todo en él era maldad, error, perversidad o subnormalidad. Verdaderamente le odiaban. Ni los mismos periodistas daban crédito a la escena. 0 Eso es la derecha. Los que van a misa y pregonan el Evangelio. Los que esa misma noche rezarán en la Misa del Gallo por el entendimiento y la concordia entre los seres humanos. ¿Cómo puede haber diálogo con alguien que no reconoce en ti la más mínima característica positiva? Es imposible. 0 Algún lector diría: "bueno, estás exagerando; lo que pasa es que no quieren decirlo en público porque sus compañeros se les echarían encima". Pero incluso si éste fuera el caso, quedaría incólume el argumento principal: el culto a la autoridad prima sobre cualquier conato de elegancia o autenticidad. Son críos atrapados en un rifirafe de bandas colegiales: "que no se entere mi jefe que no sé odiar con todas mis fuerzas al jefe de la otra banda; hemos quedado que ésa es la estrategia, y hay que obedecer a pie juntillas." 0 En sus íntimos susurros, antes de dormir, le dicen a su mujer: "¿Sabes, Pili? Estoy convencido de que el Presidente es un esquizofrénico poseído por Satanás, un loco que el Señor nos ha mandado para ponernos a prueba. No se lo digas a nadie, pero cada vez estoy más seguro de que es así". 0 Sus complejos de inferioridad cohabitan enredados con sus complejos mesiánicos. Aunque el verdadero complejo de la derecha, tan profundo que aterroriza, es el complejo de traidores. Porque eso es lo que son. Traidores a su tiempo, a la modernidad, al avance social, a la apertura mental, a la solidaridad. Y cuanto más jóvenes, más acomplejados, más consumidos por el remordimiento. ¿Cómo pueden tener paz interior con semejante conglomerado de frustraciones?

RECUENTO DE MINISTERIOS PARA UN GOBIERNO UTÓPICO 0

Ministerio de No­Violencia

0

Ministerio de Informática e Internet

0

Ministerio de Arte y Creatividad

0

Ministerio del Retorno Gradual a la Vida Rural

0

Ministerio de Espiritualidad No Religiosa

0

Ministerio de Educación para la Salud

0

Ministerio de la Televisión

0

Ministerio de Energías Limpias

0

Ministerio de Tráfico y Vehiculación

0

Ministerio de Música y Silencio


0

Ministerio de Sueños

0

Ministerio de Astrofísica

0

Ministerio de Convivencia y Vida Doméstica

0

Ministerio de Desórdenes Mentales

0

Ministerio de Mezclas Étnicas

0

Ministerio del Buen Morir

0

Ministerio de Relaciones con el Reino Animal, Vegetal y Mineral

0

Ministerio de Drogas

0

Ministerio de Parapsicología

0

Ministerio de Reducción del Trabajo

0

Ministerio de Reconversión del Turismo en Ecologismo

0

Ministerio de Eliminación del Dinero

0

Ministerio de Contención Industrial

RECUENTO DE LAS PORQUERÍAS QUE SE TOMAN EN UN BAR 0

El café y el alcohol, porque son café y alcohol. Ya nos cargamos el 80%.

0

Los refrescos son sopas químicas a base de azúcar y aditivos.

0 Si pides un zumo, te suelen dar un néctar. Y aunque tengan la máquina a la vista, no dejan de ser naranjas de cámara. 0

Los sofritos y adobados llevan demasiado aceite, y no de oliva precisamente.

0

Los frutos secos son más indigestos que malos. Pero las aceitunas llevan aditivos casi radiactivos.

0

Envasados y enlatados aún son más chungos si los compras al por mayor.

0 Las patatas fritas de bolsa, sobre todo si anuncian sabores, son monumentos a la insanidad industrial. Ni siquiera son patatas. 0 La repostería industrial: porras, croissants, etc, encabezan siempre la lista de denuncias de los nutricionistas. Sucedáneos de harina. 0

No digamos los gofres envasados. Si estás delicado y tomas uno, caes automáticamente


defenestrado. 0 Los pinchos de tortilla recalentados en el microondas caen como una burbuja de cianuro en el estómago. 0

Las ensaladillas están hechas con mayonesas industriales. No quieras saber cómo las elaboran.

0

Los helados y postres industriales, ya sabes: grasa hidrogenada con colorantes químicos.

0 Embutidos y jamones son cerdo de granja industrial. Algunos cuelgan del techo exudando grasa empapada del humo del tabaco y de los sofritos. 0 Los platos estrella de cualquier menú siguen siendo las carnes. Nada ha cambiado en el mundo, y mucho menos en un bar. 0 Todo lo que se llama casero está hecho por cocineros/as explotados maldiciendo su suerte en un asfixiante cuchitril. 0 Ensaladas: uno corta la lechuga, otro la cebolla, y otro echa rápidamente con la mano un puñado de aceitunas mirando de reojo al jefe. 0 Las horchatas y limonadas llevan tanto azúcar que he visto a diabéticos quedarse ciegos después de una tarde de excesos. 0

Los tés e infusiones te las hacen con agua del grifo y azúcar blanco.

0

Chocolatinas y chucherías son destroza­muelas de la peor calaña.

0 Y, desde luego, como colofón, como los santos supremos de estos templos de la insanidad, en ningún bar falta la máquina de tabaco y la tragaperras. Estaría bueno. Raya en el fascismo una fidelidad tan sacra, tan invariable, a la diosa de la vulgaridad.

RECUENTO DE LA MANIÁTICA 0 Cuando uno se alquila una habitación para estar más cerca del curro y no perder las tres horas diarias de transporte en hora punta de un extremo a otro de la capital, o de un pueblo a otro, que viene a ser lo mismo, se juntan el hambre con las ganas de comer: A la inexorable maldición murphiana de tener siempre encima al soplapollas laboral de turno, se añade el infierno, las miserias, de tener que guerrear con los gambas de cualquier convivencia, quizás tan frecuentes e inevitables como las espinas de una rosaleda. 0 César y Mariela son una pareja de ecuatorianos con una cría de unos 8 meses. Contacto con ellos a través de un anuncio. Yo estoy buscando una habitación, y ellos alquilan una en su piso de Carabanchel. 0 La habitación que me ofrecen es minúscula, sin calefacción, y por 270 euros al mes. Me parece caro pero acepto porque tengo prisa y en principio me parecen buenas personas. 0 Me preguntan si fumo y les digo que no, que no bebo ni fumo. La verdad es que aún fumo 4 o 5 cigarros al día, pero como suelo hacerlo en la ventana y tomando todas las precauciones para que no le llegue a nadie el humo, no me parece una mentira muy gorda.


0 Me instalo y comienza la convivencia. Me esfuerzo por ser amable, limpio y cuidadoso con la casa, cariñoso con la cría, y solícito en ayudarles con sus problemas. 0 Y no tardo en darme cuenta de que Mariela es un caso claro de “ver la pajita en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio”. Lenta y desordenada, la casa se le desmadra un poco. Siempre deja cacharros en el fregadero y nunca termina de ordenar el salón y la mesa del comedor; pero yo no digo nada, para no agobiarla. Al fin y al cabo es su primer bebé. Ella, en cambio, está muy encima mío. Me llama la atención por verdaderas chuminadas, como dejar granitos de azúcar en el hule después de prepararme las tostadas, y cosas así. 0 Bueno. Hay tanta diferencia entre sus desórdenes y los míos que está clarísimo que se le cruzan los cables, así que yo simplemente dejo pasar la cosa. Pero el verdadero conflicto llega un día en que por descuido dejo la puerta abierta después de haberme fumado un cigarro en la ventana. Mariela se queja entonces, escandalizada, de "todo el humo que ha invadido la casa”. Le digo que exagera y que no ha sido más que un levísimo olorcillo. Un puñado de moléculas. Pero ella me dice que si quiero fumar que lo haga fuera de la casa. 0 Éste es, pues, el punto de inflexión. Ella no quieren que fume en la casa. Correcto. Yo le digo que fumo con medio cuerpo fuera de la ventana y echando el humo lo más lejos posible. Con la puerta cerrada y un largo cojín taponando la rendija de abajo. Esperando siempre un mínimo de diez minutos antes de abrir la puerta, y cerrándola enseguida. Nunca más de 4 o 5 cigarros al día. Y solo los días que me quedo en casa, que por mis horarios de trabajo no son más de tres a la semana. O sea, que tomo todas las precauciones del mundo. Jamás he fumado en la casa, ni aún estando solo, y nunca me ha visto con un cigarro en la boca. Le es igual. No atiende a razones. Insiste en que me vaya a la calle a fumar. 0 Es una actitud claramente intransigente. Y la prueba que lo confirma es que tampoco soporta el incienso. Tengo la costumbre de utilizarlo cuando, ya sea por el tabaco o por los sudores, la habitación huele a cerrado. Otros utilizan ambientadores mucho más químicos. Pues bien; dice que no está acostumbrada y que el olor le marea. Me prohíbe también usarlo. 0 Le intento hacer comprender que está incurriendo en una trampa psicológica, pues un ambientador es un perfume natural que no puede molestar ni mucho menos marear a nadie. Se trata de una hipersensibilidad maniática que nace del prejuicio discriminativo hacia todos los fumadores del mundo. Pero pasa de mis argumentos, y decide cerrarse en el sagrado derecho que tiene a imponerme esa sencilla regla que tanto le llena la boca cada vez que la pronuncia: “que no fume dentro de la casa”. 0 Le hago notar que se trata además de una protesta injusta, teniendo en cuenta que todas las mañanas yo tolero sin rechistar los lloriqueos y berrinches de la niña mientras intento conciliar el sueño después de mis doce horas de guardia nocturna. Tolerancia por tolerancia: ésa es, desde siempre, la divisa de la convivencia. 0 Pero su actitud dista mucho de ser tolerante. Muy al contrario, se muestra cada vez más exigente: que si dejo la ventana abierta y se queda la casa helada, que si gasto mucha luz con el PC, que no encienda las dos luces del baño, que limpie aquí, que ahorre allí. ¡¡ Que le molesta el ruido del teclado del ordenador !! 0 Me atosiga. No me perdona el más mínimo fallo. No se puede contener. Y empiezo a entrever que es una proyección de su propia frustración, pues sufre mucho por estar lejos de su casa, inmovilizada por la cría, y sin poder aportar dinero ante un marido exigente, con tanta violencia contenida que parece estar siempre a punto de explotar, y que, de hecho, ya le ha pegado alguna vez que otra (cosa que ella asume porque su cultura es sustancialmente machista). 0

Pero lo que más le hace sufrir, y no lo dudo, es el orgullo. He vivido ya con tantos grupos humanos


que no me sorprende lo más mínimo. A Mariela le jode que yo no me doblegue en el tema del tabaco. No tiene argumentos para prohibírmelo, pero no le gusta verse derrotada, así que no puede evitar estar a la que salta a ver si me pilla en un renuncio y se carga de razón. 0 Un buen día, para evitar tensiones, se me ocurre un nuevo acuerdo: en el momento en que huela lo más mínimo a tabaco debe decirlo, y si tiene razón, me comprometo a dejarlo o irme a la calle a fumar. Estamos de acuerdo. Pero pasa más de un mes, y no dice nada, luego está claro que no escapa del cuarto nada de humo, pues yo he seguido fumando mis cuatro o cinco cigarrillos todos los días. 0 Finalmente un día me toca en la puerta, acusándome de que estaba fumando, pero no era verdad. Era el incienso. Entró en el cuarto y se puso a olisquear, y comprobó que ahí no olía a tabaco. ¿Qué hizo entonces, al ver que había metido la pata? Pues se agarró al argumento de que el incienso “le daba alergia” y le molestaba igual que el tabaco. 0 Volví a insistirle en que un olor objetivamente bueno no puede molestarte hasta el punto de provocarte "alergia". Si afirmas eso, o es que eres un maniático, o eres un mentiroso, o está más que claro que vas a por mi, que me quieres cortar todas las salidas por pura y velada animadversión. El argumento era tan contundente que se quedó callada. Natural. Preferí entonces no apretarle más, y lo dejé estar, con la esperanza de que aquello le hiciera recapacitar y dejarme de una vez tranquilo. 0 Falsa esperanza. A la tarde siguiente Mariela me despierta ansiosa por hablar conmigo. Me dice que necesita más dinero y que no tiene más remedio que coger dos niños para cuidarlos en la casa todos los días, así que... me tengo que ir. Que tengo 15 días para buscarme otra habitación. Tal y como te lo digo. 0 Bueno, esa tarde no quise hablar. Tenía un flemón, y no estaba de humor. Pero el día siguiente le canté las cuarenta. Por muy normal que lo pintara, el hecho es que me echaba de la casa porque, según decía, necesitaba más dinero. Eso era una desfachatez y una mentira. Y no había derecho a hacer las cosas así. 0 En primer lugar, era una informalidad total. Yo también podía haberme ido antes a casas mejores y más baratas, y nunca me lo planteé porque teníamos un compromiso. 0 En segundo lugar, era un error que le iba a hacer perder dinero. Yo podía encontrar habitación en cualquier momento, pero ella podían tardar semanas, o meses, en encontrar a alguien que le encajara: alguien honrado, trabajador, sin vicios, que pague ese precio por una habitación sin calefacción, y con una cría menor de un año llorando a todas horas. 0 Y en tercer lugar, no me tragaba que esa súbita decisión no tuviera que ver con las discusiones sobre el tabaco. Una decisión tan arriesgada y contraproducente para ella solo podía nacer de algo tan destructivo como la intolerancia y el orgullo. 0 Qué lástima, pues. Por ese cabezonerío no solo pierde mi amistad y mi dinero, sino todo el crédito, también, ante al administrador de la casa, pues da la casualidad de que él y su hijo van al taller de pintura al que voy todos los lunes, y nos caemos bien. Y cuando me pregunten por qué me he ido, voy a decir la verdad: que son una pareja rara y maniática. Se pueden meter en un lío, pues legalmente no pueden ni siquiera alquilar la habitación. 0 En fin, en una última discusión intento hacerle ver a Mariela todos esos riesgos, pero ni aun así da su brazo a torcer. ¿Qué pasó entonces? Pues que yo no tardé ni dos horas en encontrar una nueva habitación, en una casa mucho mejor, más cerca del trabajo, con calefacción central, TV y baño privado, sin niños por medio y sin problemas por el tabaco. ¡ Y todo ello por 50 euros menos de lo que estaba pagando aquí ! Ellos, en cambio, tuvieron que dejar la casa, separarse, y volverse a su país llenos de deudas. 0

Conclusión: ellos vienen a este país y no quieren ser discriminados. Pero luego muestran una


tolerancia cero con los que no son como ellos. No dan mucho juego, pues, estos ecuatorianos. Su vida es trabajar, criar niños y sentarse en el sillón a ver telenovelas de espanto y oír monstruosos raeggetones. No saben nada de nada. Resultan ser honrados por debilidad, o por timidez, pero en los momentos críticos no hacen gala de una ética cabal. Más bien todo lo contrario.

RECUENTO DE LA RESENTIDA 0 Víctor y Jackeline son otros dos ecuatorianos de unos treinta años, sin hijos. La casa está bien, casi nueva, con suelo de madera y calefacción central. La habitación que me alquilan es un poco pequeña, pero para mi es suficiente. 0 Estamos de acuerdo en el precio, así que hago el traslado de mis bártulos. Y cuando ya lo tengo todo allí, les pregunto si han hecho cálculos para saber lo que les he de pagar hasta fin de mes. Me dicen: “Como estamos a mediados de mes, nos pagas la mitad: hemos dicho que 220 al mes; pues danos 110.” “Un momento”, les digo; “Estamos a día 17. Lo justo es que os pague lo proporcional, ¿no? Si estuviéramos a día 13 ¿también me hubiérais dicho lo mismo?” Ambos se miran sin decir palabra, y yo, calculadora en mano, deduzco 86 euros, y no 110. Les doy 90, y se quedan con los 4 que sobran porque “en ese momento no tienen cambio”. Bueno. 0 Al día siguiente me doy mi primera ducha allí. Cuando termino lavo las pelusillas que he dejado en el suelo de la bañera, como hago siempre, y me seco la cabeza. Luego me encierro en mi habitación a cambiarme. Y no tardan ni dos minutos en traquearme en la puerta. Me llevan al baño a enseñarme cómo se ha de limpiar correctamente aquello después de la ducha. Por lo visto quedaban algunas pelusas en los bordes del baño. Así que les digo que no son mías; que yo ya he limpiado lo que he ensuciado. Pero no me escuchan. Se tiran diez minutos enseñándome cómo se hace la cosa. Y de los 4 euros, ni una palabra. 0 No pensaba pedírselos, pero ya que se ponen tan puntillosos, casi al borde de la humillación, les pago yo también con la misma moneda: “Oye, perdona; mis 4 euros ¿me los podéis devolver?” Se ponen a rebuscar entre sus ropas. Diez minutos exactos; lo mismo que duró su demostración de limpieza. Al final me los dan, pero sin una palabra de disculpa. Cada vez me gustan más estos chicos. 0 Empieza la convivencia oficial. Y pregunto: ¿Cuál es la actitud normal de las personas que inician una experiencia tal, y desean que todo vaya bien?. Yo creo que la respuesta es tan sencilla que duele: tolerancia y simpatía. Sobre todo simpatía. 0 Simpatía significa que uno aprovecha las ocasiones, sin forzarlas, para generar confianza, alegría, serenidad, optimismo, humanidad, buen humor. Confeccionemos al efecto un sub­recuento de ejemplos de simpatía (qué vergonzoso es tener que llegar a este extremo):

Sub­recuento de la Simpatía: 0 Se ponen a comer, así que me doy prisa en preparar mi plato para unirme a la mesa y departir con ellos ese rato, hablando de cualquier tema ameno y neutral: el vino, el agua, la coca­cola, el trabajo en la ciudad, las excelencias del maíz, la nevada de anteayer, etc. No me importa que se note que he forzado un poco la situación, pues parte del juego de la simpatía es que sientan que tengo un cierto “interés” por ellos, claro está. 0

No tendría por qué. Por su edad podrían ser mis hijos, y su cultura no rebasa el nivel de los


culebrones, pero lo “simpático” es ponerme a su altura e interesarme por sus gustos. Digo yo. No soy cristiano, pero me gusta, como creo que a todo el mundo, que la gente se interese afectuosamente por mis circunstancias. Así que eso hago yo, desde luego tomando la iniciativa: les pregunto por sus familias, sus aficiones, sus opiniones; eso sí, con mucho cuidado para no resultar pesado o empalagoso, Dios nos libre, por favor.. 0

Mis “buenos días” son efusivos.

0 Sinceramente, simulo preocuparme o por lo menos tomármelo en serio, si veo que tienen algún problema, y por supuesto ofrezco mi ayuda sin escatimar ningún consejo, con mucho cuidado, otra vez, de no inmiscuirme en lo que no me importa. 0 Me apresuro a nombrar las pocas cosas que sé de su país para que vean que algo sé, y que, por respeto a su cultura, me he preocupado de informarme. 0 No le doy un tono rutinario o aburrido a mis comentarios sobre el tiempo, las noticias del día, las cosas que he visto en la calle, etc. Mi tono es vivo y afectuoso, como el del que se complace en compartir. 0

Pondero lo limpia y bonita que está la casa.

0 Siempre a punto para hacer algún comentario gracioso en las conversaciones, o en el cruce de fórmulas de cortesía, o sobre las imágenes que aparecen en la tele del comedor cuando me detengo un momento a verla camino de la cocina o de la habitación. Lo “simpático” es que me vean de buen humor, romper el hielo, subir los ánimos, crear proximidad. 0 A mi el fútbol me la trae floja, pero como veo que hay escudos del Barcelona en las paredes del comedor, comento favorablemente las últimas jugadas del equipo. Qué magnífico primer gol ante el Betis: pase en profundidad de Ronaldinho, cesión generosa y milimétrica de Eto’o al primer toque, y justo remate de Laarson. ¡Qué clase tienen esos chicos! A Victor se le iluminan los ojos. Qué poco cuesta hacerle feliz.

... 0 En fin. Cuesta tan poco, que no me explico por qué entonces su actitud es, sobre todo la de Jackeline, tan antipática desde el principio. Nunca me invita a compartir mesa ni me ofrece ayuda de ningún tipo. El escaso interés que muestra por mis circunstancias personales nace más del deseo de recabar información para calmar su desconfianza que de la pretensión de aprender algo de mi. No parece ni siquiera dispuesta a hacer el pequeño esfuerzo de disimular la más leve cortesía. 0 Sus saludos son mínimos, y con la boca chica. Y van indefectible e inmediatamente seguidos de alguna reprimenda o instrucción sobre los asuntos domésticos, exagerando además el aspecto negativo. 0 Ejemplo. “Buenos días, Jackeline, ¿has dormido bien?”, pregunto cuando la veo por la mañana. “Hoa”, responde ella, en un saludo tan desganado que hasta las consonantes escatima. Y acto seguido, continúa: “Anoche dejaste la encimera TODA LLENA de azúcar , y eso hay que limpiarlo bien... Y la placa estaba también TODA MANCHADA de leche” (En realidad eran unos granitos escapados a la cucharadita con que endulcé mi vaso de leche, y cuatro gotitas de leche infinitesimales) 0 Otra. “Buenas tardes, Jackeline, ¿qué estás viendo en la tele?” “Nada... Oye, ¿has estado fumando?... Porque es que la casa SE LLENA de humo... y como TENGO ASMA pues es que me sienta fatal. (¿Es verdad eso de que tiene asma? Yo no la veo con ningún inhalador. Si es verdad eso, debería


habérmelo dicho desde el primer día. ¿No habíamos quedado, de todas formas, en que podía fumar si lo hacía en la ventana de mi cuarto y con la puerta cerrada? Ya estamos con las manías: solo puede haberle llegado un leve olorcillo, pues he tenido cuidado de echar todo el humo fuera). 0 Ésa es la tónica, pues, de mis intercambios verbales con Jackeline. Yo: “Buenas noches, ¿qué tal os ha ido hoy?”. Ella: “Bien... Oye... No dejes la ventana abierta porque LA CASA SE QUEDA HELADA, y tal y pascual...” Yo: “Hola, Jackeline, ¿Has salido hoy? ¿Has visto qué día tan bueno?”. Ella: “Sí... Oye. Una cosa: Los cuartos de baño tenéis que limpiarlos los chicos una vez por semana, porque esto y lo otro, y ta ta tá, ta ta tá...” 0 Un día la pillé a solas en el salón, limpiando las estanterías, y no tuvo entonces más remedio que enrollarse. Empecé a preguntarle cosas sobre su país, Ecuador. Resulta que llevan unos seis años sin ir allá, así que están bastante desconectados de su actualidad.. Recordé algunos datos que me dio César sobre las relaciones entre Ecuador y Perú, así que abordé el tema por ahí: “La verdad es que Perú os ha quitado tierras y os ha hecho grandes perjuicios”, dije, con la intención de solidarizarme con sus causas políticas más elementales. Ella se revolvió en el sofá, en un gesto inconfundible de odio reconcentrado: “¡Pues anda que vosotros los españoles!” Me quedé petrificado. Ella misma se dio cuenta de que había dicho algo muy fuerte, indebido, quizás demasiado normal en los entornos habituales de sus charlas, pero definitivamente fuera de lugar teniendo delante a un español de pura cepa. ¿A qué venía eso? Reaccioné rápido, sonreí, y le quité hierro al asunto: “Bueno, ya. Ya sabemos que los españoles hicieron bestiadas imperdonables allí hace cuatro o cinco siglos... Eso no te lo niega nadie... Pero no nos irás a culpar a NOSOTROS de aquello.” 0 No se esforzó en disculparse. Ni en dispensarme un mínimo de complicidad dialéctica. Me di cuenta, con cierto espanto, de que existe en su cultura un resentimiento estructural innegable en contra de la nuestra, o en contra, quizás, de lo que la nuestra representa. El asunto era grave. Pues no estábamos precisamente en un debate entre intelectuales. Lo que fuera que Jackeline manifestara debía identificarse por fuerza con los instintos educativos más básicos de un pueblo también básico, sin demasiado margen para la crítica existencialista. 0 Empecé a hilar cabos: la tenaz incapacidad de César y Mariela (la otra pareja de ecuatorianos con los que estuve conviviendo unos cuatro meses antes) para tutearme; el incómodo silencio y reserva de César; el injusto desagradecimiento de Mariela; su maniática compulsión, exactamente igual que Jackeline, por reprenderme e imponerme intransigentemente sus normas; el aparente asco de ambas mujeres hacia todo lo que yo hiciera o tocase en sus casas; la obsesión discriminatoria hacia mi estatus de fumador; la facilidad para la murmuración en una convivencia en la que por fuerza yo siempre era el elemento en desventaja (un huésped que no trae gente a casa y que para poco en ella, no puede vencer en cotilleos a un matrimonio unido por el vínculo de la extranjería y la inmigración, jamás); el hermetismo casi ritual, en fin, en sus ropas, en sus gorras, en sus expresiones... ¡Son ellos los racistas! Ésa era la alarmante conclusión. Estamos preocupándonos política y educativamente de no discriminarlos, y resulta que son ellos los que nos odian sin tapujos. Esas muchachitas de vocecitas tímidas y melosas. Nos odian. 0 Y la cosa va mucho más allá del rechazo auto­defensivo normal de cualquier colectivo inmigrante en un país de acogida. Un rechazo lógico, fruto del complejo de inferioridad o la envidia, o de las cicatrices de siglos de servidumbre, imposición de costumbres, lenguas, religión y civilización, que cualquiera de nosotros puede haber sentido visitando o trabajando una temporada en un país cultural y económicamente superior al nuestro. No. Es algo más, y me pude convencer de ello a través de un detalle que surgió más tarde en aquella conversación: “Yo también tengo un hijo, de trece años”, me confesó Jackeline de pronto, “que vive allí con su abuela.” “¿Cómo?”, pregunté sorprendido. “Y ¿por qué no te lo traes?”. “Porque aquí se echaría a perder”, fue su respuesta. “España es un lugar corrupto. Se tiraría por las bandas, las drogas, y se perdería seguro. Está mucho mejor allí, en el entorno conservador de mis padres, donde no hay peligro ninguno.” 0

Palabras textuales. Esta gente no está bien de la cabeza. Un hijo de trece años al que no ve desde


hace seis sencillamente porque teme que aquí lo convirtamos en un salvaje y un criminal indomable. El prejuicio estaba mucho más descontrolado de lo que creía. Pues ¿qué alienación, qué veneno, qué comida de tarro puede haber en la mente de una madre para que renuncie a estar con su propio hijo, negándole durante seis años, no solo la oportunidad y la salud de vivir con ella, sino también la oportunidad de disfrutar y educarse, por mucho que digan ellos, en una cultura más rica y plena de posibilidades? Algo andaba muy mal en la psicología de esta gente. Le dije: “Pues sí; no te falta razón. Éste es un país salvaje y quizás tu hijo está mejor allí”. Y me fui corriendo a la calle a dar una vuelta. ¡Puf!. Necesitaba respirar. 0 Finalmente, a los diez días de estar viviendo allí, acabó por estallar la discusión que, en toda su previsible magnitud, estaba más que cantado que estallaría. Estaba en la cocina haciéndome un plato de pasta y, para condimentarlo un poco, había cogido una pequeña cebolleta de la cesta de los ajos y las cebollas, esa cesta que todo el mundo tiene en algún lugar u otro de su cocina. Bueno, pues no había acabado de comérmelo cuando ya tenía encima a la sargenta ésa diciéndome que no le cogiera sus cebolletas. “Pero si son condimentos”, le dije, intentando guardar la calma y hacerla razonar. “Es como la sal o los dientes de ajo. Por supuesto, yo no te voy a coger tu filete ni voy a meter mi cuchara en tu guiso. Pero en todas las casas del mundo se comparten los condimentos. No te preocupes. Mañana compraré yo las cebollas, y las dejaré ahí para uso común.” Nada. Se ponía las manos a los lados de la cabeza, y se cerraba en banda. “¡No! De verdad. No quiero que me cojas NADA de mi compra. Tú lo tuyo y yo lo mio. Estoy HARTA de que me cojas el azúcar. Estaba el tarro lleno y ahora va POR LA MITAD.” (Otra exageración, pues solo de había cogido unas cucharaditas.) 0 Aquello colmó el vaso de mi paciencia. Le dije que yo también estaba harto ya de sus reprimendas, de sus exigencias y su antipatía, y que me iba. Así se lo comuniqué a Víctor, que me contestó, muy digno él: “Es que por encima de todo, hay que respetar las cosas de los demás”. Solo les faltaba llamarme ladrón, así que les respondí: ”Pues vosotros bien que me queríais cobrar tres días de más al comienzo, ¿no os acordáis?. Y tampoco pusisteis mucho celo en devolverme los cuatro euros de mi vuelta, así que ¿quién es más deshonesto? ¿quién se agarra más a lo de los demás?” Anda y que os den. Mañana mismo me voy de aquí. Y eso mismo deberías hacer también vosotros. Volveros a vuestra tierra, ya que tanto odiáis estar aquí, ya que os enervamos tanto. Lo último que nos hace falta aquí es gente intransigente y resentida.

RECUENTO DE PROCLAMAS RADICALES ANTIGLOBALIZACIÓN 0 Desertad de las ciudades. Son una trampa, un gallinero, un egoísmo existencial. Todo el mundo al campo, a cultivar su huerta autosuficiente. Aún hay sitio para todos. 0 Basta ya de atropellos a la naturaleza. Granjas industriales, invernaderos, injertos, talas, pirómanos, canteras, monocultivos, fertilizantes, residuos, hormonas, urbanizaciones, autovías goteo por ordenador. ¿Estamos locos? ¿Cómo nos va a perdonar la tierra? ¿Qué concepto de progreso es éste? Ya demostró la permacultura que ni siquiera es preciso arar. Y ya demostró Teilhard que existe una noosfera. 0 No cojáis el coche. No os trasladéis tanto de un sitio a otro. No transportéis tanto. No vayáis con tanta prisa. No arriesguéis tanto la vida. Si lo pensáis bien, no tenéis tanta necesidad de un artefacto que, en el fondo, lo que busca es mataros. 0 Todos los gobiernos son explotadores, corruptos, materialistas, en esencia globalizadores, acaparadores. Propugnamos la fórmula de la autogestión local, comunidades rurales, ciudades solo como centros culturales, administrativos, sin residentes habituales. Un proceso gradual, no violento, controlado por gobiernos mínimamente fiables en fase de autodescomposición.


0 Eliminad de una vez las fronteras. Asumid el intercambio étnico como un imperativo de carácter evolutivo. Cuanto antes nos mezclemos todos, mejor. 0 La solidaridad y la ayuda al tercer mundo es la prioridad fundamental. La reparación ambiental está al mismo nivel; el sur se desertiza, se queda sin recursos, debido principalmente a la presión industrial del norte. 0 Todas las religiones son políticas, todas las filosofías son institucionales, todos los científicos son especialistas. 0 No consumáis productos de las multinacionales. Preferid los comercios pequeños, locales. Declarad sospechosa toda gran industria. 0

No a las armas. A las cárceles, a los manicomios, a los militares.

0 Dejad de enseñar estupideces y “conocimientos que no valen la pena” en los colegios, en las universidades. Id a lo esencial, a lo que funciona, a lo verdaderamente actual, a lo que necesita el individuo. 0 La programación de la televisión pública es, inapelablemente, una aberración cultural de dimensiones más que globales: extraterrestres, inexplicables, tremendas, alarmantes hasta el extremo del pánico. Un abatidor reflejo de la absoluta falta de contenidos tanto en los que la controlan como en los que la consumen. Basta ya. 0 Protestamos por la invasión publicitaria, la prensa deportiva, las revistas del corazón, los yates, la ostentación monetaria, la aristocracia, el afán de lucro. Son imperdonables precisamente en el momento en que todo el mundo sabe, con datos fehacientes, que el actual reparto de la riqueza es un crimen contra la humanidad. Que se cuentan por millones los niños que se están muriendo de hambre. 0 Denunciamos a las Iglesias oficiales, que arropan a los ricos y no enseñan realmente nada. Que traicionan al espíritu con sus liturgias trasnochadas y su proselitismo medieval. 0 Involucionistas, violentos, maltratadores, pijos, horteras, racistas, guerrilleros, ladrones, terroristas: elevad vuestro nivel, cambiad, asumid el reto de la evolución. Vosotros sois los que hacéis de este mundo un infierno. 0 El actual sistema laboral es en su conjunto injusto y alienante y, por encima de todo, insano, una fuente de enfermedad. Es apabullante que no haya un solo trabajo que se salve: Todos son dañinos para la salud, por una razón o por otra. Esto denota la perversión radical de su planteamiento. En una sociedad correcta, el trabajo debería ser una fuente de salud. 0 Que no digan que gobierna el pueblo, porque no es verdad. Votar cada cuatro años entre dos opciones prácticamente idénticas es más una tomadura de pelo, una imposición, que una verdadera democracia. Cuando se haga un referendum todas las semanas empezaremos a creerlo. 0 No utilicéis los bancos, ciegos responsables de la especulación industrial. No tengáis tanto dinero. Id pensando, incluso, en nuevas formas de intercambio, de crédito personal. 0 Cambiad el chip, políticos del mundo. No estamos en este planeta para conseguir poder económico ni progreso industrial. Lo que la gente necesita es salud, cultura, y elevación espiritual. 0 Dadle una oportunidad al individuo. Que cada cual decida su filosofía. Liberalizad la droga. Solo la heroína, la cocaína, el alcohol y el tabaco son verdaderamente dañinos. Precisamente las más industriales, las más estériles desde el punto de vista espiritual. ¿Por qué no sois imparciales? Informad también de los


beneficios. No impidáis a la gente acceder a la otra realidad. 0 No a la energía suministrada por las grandes empresas. La energía es sagrada. Es fundamental buscar fuentes de energía limpias. 0 Eliminad para siempre del diccionario la palabra negocio. Declaradla proscrita. Enfocad Internet como un medio de autogestión laboral, de comunicación, de intercambio. De cualquier cosa menos negocio. Tenemos una gran oportunidad. 0 Discernid lo que compráis. La infraestrutura de fabricación, transporte y servicios, cuando no de explotación criminal, que comporta cualquiera de los bienes de consumo que nos rodean, supone la mayoría de las veces un delirante coste ambiental y humano del que todos somos responsables. 0 Lo cierto es que el principal argumento a favor del vegetarianismo es puramente económico: se necesita solo 1 hectárea para alimentar a una familia de vegetarianos, pero se necesitan en cambio diez, entre pastos y grano para pienso, para alimentar a esa misma familia si se trata de carnívoros. 0 Que cada cual aporte su granito de arena, pues, pero en la dirección correcta. Adquirir lujos, o tener un trabajo estúpido, es oprimir al planeta, por mecanismos tanto socio­económicos como energéticos. La energía es conciencia, y ésa es la verdadera ley. 0 Estaréis pensando que todo esto son utopías. Pero más irreal es pensar que el mundo tiene arreglo por el camino que va. Así que seamos prácticos; lo que queremos es sobrevivir.

RECUENTO DE ACLARACIONES SOBRE EL 11­S / M: LA HISTORIA DE DON CHEMOTE Y EL EMPERADOR ARBUSTO 0 El rey Jorge Arbusto II, emperador de Avalón, era hijo legítimo y heredero de su antecesor, el también rey Jorge Arbusto I, que dio fama a su reinado por las contiendas que mantuvo con el malvado rey de la Mesopotamia, el impío Chaladín, en disputa por la explotación de las minas de oro negro que el Imperio codiciaba en tan remota región. 0 Al calor de las veladas íntimas que la familia Arbusto departía entonces en el Palacio Blanco, el rey padre se hincharía a despotricar contra Chaladín, y confiaría a su hijo lo estratégicas que eran aquellas minas. “Hay que ver lo mucho que molestó a mi señor padre este pagano”, pensaría el hijo. “Y qué poco derecho tiene a tener el oro que tiene, con lo bellaco que es. Ahora que soy yo el emperador, se va a enterar”. 0 Por supuesto, los nobles de la Corte, en ambos reinados, eran los acaudalados propietarios de la armada naval, y los presuntos inversores en la explotación minera. Los mismos que habían costeado la subida al trono de los dos Jorges. Los mandos militares y los cortesanos eran también prácticamente los mismos. 0 Así que la política del rey hijo poco difirió de la de su padre, salvando quizás la particular animadversión personal que el rey hijo sentía hacia los enojosos e ilustrados campesinos que se hacían llamar “ecologistas”. Bastó el levantamiento de cejas de alguno de los influyentes valedores de la Corte para que el nuevo rey se apresurase en anular los acuerdos internacionales y arramplase con todo el oro negro de Alaska, un territorio virgen del norte del Imperio cuya protección estaba particularmente reivindicada por los “ecologistas”.


0 Pronto quedó claro, pues, que el Emperador solo tenía una cosa entre ceja y ceja: necesitaba todo el oro negro del mundo para mantener el nivel de vida de sus cortesanos. Y, desde luego, pensar en otro tipo de combustibles no entraba ni por asomo en su abanico de alternativas, porque eso hubiera significado otorgarles la razón a esa incómoda ralea de modernos campesinos y estudiantes avezados. 0 Pero hete aquí que, pocos meses después de la subida al trono del rey Jorge Arbusto II, sucedió que los sarracenos, no precisamente aquellos cuyos ejércitos dirigía Chaladín, sino los fieles a Nedal­Nib, jeque de las vecinas tierras afganas del Pendjab, en una audaz y sanguinaria escaramuza, derribaron los Castillos Bifrontes, prodigio arquitectónico del Imperio, y símbolo capital de su orgullo y su poder. 0 Aquello fue un trauma abrumador para el pueblo de Avalón. Una sacudida, una vergüenza, un deshonor, un horror espeluznante. Pero, sorprendentemente, el rey Jorge II, no hacía más que preguntar. “¿Ha sido Chaladín? ¿Ha sido Chaladín?” “No, majestad”, le decían sus consejeros, “ha sido Nedal­Nib” “ Ya lo sé”, decía él, “pero mirad a ver si Chaladín está relacionado, pardiez”. (Crónicas de “El Reino” del 22 de Marzo del año 4). 0 Hasta tal punto primaba en él la oportunidad de vengar las afrentas a su padre y encontrar una excusa para hacerse con las minas de oro negro, que a regañadientes tuvo que emprenderla con los afganos. Aunque, bueno, la ventaja es que calmaría a los potentados del armamento televisando sus nuevos inventos, táctica que también se ensayó durante el reinado de su padre, con sustanciosos réditos económicos. 0 Pero en el Pendjab no había oro negro. Y Sir Powell y Madame Rice, consejeros reales, sufrían viendo a su emperador rascándose la barbilla. Así que pusieron en marcha la maquinaria mediática para convencer al mundo de que las casi freudianas obsesiones de su rey eran la Cruzada más santa del mundo: Chaladín era el demonio, la quintaesencia del mal. Y ya sabemos que para la realeza el pueblo es un aciago y desamparado redil. Unos hijos díscolos que no comprenden lo mucho que necesitan el oro negro en sus vidas. 0 La Gran Bretaña se vio pillada. Sus lazos históricos y comerciales con Avalón no le dejaron otra alternativa que alinearse con el emperador. Qué mal trago para un monarca progresista, el entonces rey de Inglaterra, Su Majestad Sir Antonio Trompetas. Pasar a la historia como el lacayo de un Nerón reaccionario y atolondrado. Hasta su mujer se lo recriminaba en los desayunos. 0 Solo hubo otro insensato en el mundo entero que optó por secundar públicamente la descentrada y sospechosa comedura de coco del César Arbusto; y aquí es donde entra en escena nuestro falto de donaire Don Chemote de La Moncloa. 0 Era este Don Chemote un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor que, enfebrecido por el exceso de horas que pasó empapándose, en noctámbula pasión, de los telefilmes de caballerías producidos por el allende los mares Imperio de Avalón, acabó perdiendo el juicio y creyéndose él mismo uno de esos héroes salva­mundos en constante duelo con los sarracenos y sus estrategias de terror. 0 De esta suerte, preciso es señalar que Don Chemote profesaba una íntima y particular admiración hacia el emperador Jorge Arbusto II, de quien los telefilmes habían hecho, deformándolo con ardiente e infantil promiscuidad, un caballero legendario, mitológico, prohombre audaz, un profeta de la cristiandad. 0 Fue tan diligente la adscripción que Don Chemote a la causa del Emperador que no bastaba su infantil admiración para explicarla. Así, unos dijeron que, obnubilado por su sed de lances gloriosos, lo hizo para demostrar al mundo que nadie odiaba más al infiel que el bravo caudillo de los manchegos. Llevábamos ya muchas décadas soportando las felonías de nuestros propios herejes locales en las comarcas del Norte. 0

Otros pensaron que en realidad Don Chemote se había espabilado y que lo que pretendía era sacar


tajada de lo del oro negro. El mismísimo hermano del Emperador, pasmarote impresentable que tenía a Castilla por una “república”, estaba absolutamente convencido de ello. Le faltó poco para frotarse las manos en el discursito que soltó en nuestra Corte: “no se imaginan qué grandes beneficios obtendremos con esta acción militar”, declaró descaradamente, sin duda creyendo adular o seguirle el juego a Don Chemote. Bien de sobra sabía las verdaderas intenciones de su hermano. 0 Bien de sobra las sabíamos todos. Pues cayeron las Bibliotecas, los Museos, los Templos, los Hospitales, las mujeres, los niños, y hasta los cronistas. Pero a los dos días de guerra contra Chaladín sus minas de oro negro habían sido ya tomadas y rodeadas con siete cinturones de seguridad, intactas. ¿No se atrevió el rey Jorge, incluso, a proclamar sin tapujos que no habría trozo del pastel para aquel que no le ayudase? Qué Santa Cruzada, pues, ni qué niño muerto; los ejércitos del Imperio estarían ahí hasta que el suministro de oro negro quedara completamente asegurado o, a ser posible, extenuado. 0 Eran otras, por tanto, las razones de Don Chemote. Hemos de recordar que su mollera obedecía a épicas peregrinas que solo un manchego, un torero, un ojo cervantino podía entender. La clave está en el banderón de barras y estrellas que vio un día caminando por las calles de Avalón. “Qué bonito es el patriotismo”, vino pensando en la fragata de vuelta. “Tengo que hermanarme con los ideólogos del Imperio. En ellos está la verdad. Empezaré por poner una bandera igual en la plaza de Colón. Y en cuanto tenga ocasión, le diré al rey Jorge: Amigo, lo que necesites. Qué grande eres. Cuenta conmigo.” 0 Oh, sí. El rey Jorge también quería mucho a Don Chemote. “Mi amigo español”, decía en los medios. Pero luego le preguntaba a Sir Donald, camino a las Azores, “¿Quién demonios es éste? ¿El mismo que por poco nos fastidia el negocio de las bombardas en el Índico? Qué celo por destacar tienen siempre los novatos. Qué adolescente fe en la ley. Pero nos viene de perlas, pues todo el mundo sabe que el rey Trompetas está atrapado. Justo, pues, lo que necesitamos: un incondicional chaquetero que no se entera de nada, y que dé la cara en Europa por mi.” 0 Ah, qué recónditas miserias tiene la psicología del orgullo. Ese irresistible servilismo era inseparable del inconsciente complejo de inferioridad que progresivamente sentía Don Chemote hacia Europa. En su desaforado fuero interno era inconcebible que el héroe de sus telefilmes estuviera errado. Plantándose, pues, ante los grandes molinos del Viejo Continente creyó matar dos pájaros de un tiro: adquirir un protagonismo que estuviera al nivel de su amistad con el César, y tomarse la revancha contra aquellos que, al señalarle con el dedo, se atribuían la posición juiciosa; no digamos culta, pacifista o intelectual. No digamos, por Dios, anti­belicista: ridículo, impensable anatema para los triunfadores del Olimpo, que conquistaron siempre sus tronos en fraticidas campañas que el mortal jamás entendería ¿Qué argumentos podían tener, pues, esas viejas aspas contra su armadura de paladín del Imperio? Por eso se apuntó a la Cruzada. Cabalgando en su Rocinante, realmente se creía tocado por Dios. Olé. 0 Entonces vino el golpe con que la cruda e inapelable realidad le despertó de su delirio: una goleta de sarracenos enemigos del Emperador desembarcó subrepticiamente en la península y causaron una gran matanza en las diligencias de la capital. Cientos de inocentes manchegos fueron cruelmente masacrados a sangre y fuego. 0 ¿Qué se puede colegir, entonces, de estas matemáticas del Talión? Don Chemote fue destituido, sus paisanos quedaron comprometidos en una guerra injusta, y sus políticos enfrentados con la vecina y floreciente Europa. No nos consta, además, que recibiéramos de la contienda ninguno de los prometidos beneficios (de hecho, el negocio de la guerra es siempre tan malo que parece que ni el mismo Jorge Arbusto llegó a amortizar los costes). 0 Ay, Don Chemote. Qué ridículo destino. De servidumbre, de embelecos, de ineptitud. En vez de acabar con las facciones subversivas del Norte, de esta guisa nos abrió otro frente mucho más sanguinario, amenazante y demencial. Qué gran lección de la historia acerca del desatino sustancial de los que apuestan por la guerra para solucionar la amenaza del terror.


0 Lección que, desde luego, Don Chemote no tuvo agallas para aprender. Hubiera dado el alma porque ese comando de asesinos tuviera relación con los infieles del Norte. Cual si de un arquetipo del Olimpo se tratara, Don Chemote parecía reproducir los hitos de su referente político­paternal: “Ya lo sé, pardiez, ya sé que no han sido los del Norte; pero mirad a ver si están relacionados, caramba.” Con la diferencia de que, al menos, era el negocio lo que guiaba las tergiversaciones del Emperador, mientras que solo el orgullo y el delirio quijotesco eran las únicas directrices de Don Chemote. 0 Con qué patético semblante aparecía, pues, en las subsiguientes asambleas de Palacio. Miraba al suelo de reojo, como pensando: “¿Cómo hace mi rey Jorge para amansar al pueblo en estos casos?” Tenía las manos manchadas de sangre, y las familias de las víctimas no entendieron sus retorcidos argumentos, su estrategia trascendental. Sentir común fue, desde entonces, que esas gentes no hubieran llorado a sus muertos si este Ingenioso Hidalgo hubiera sido sensato, si hubiera sido neutral, como al fin y al cabo, Don Chemote, hicieron todos los demás.

RECUENTO DE DISPARATES VARIOS A LA LUZ DEL HECHO DE QUE SOLO ESTAMOS AQUÍ PARA LLEGAR AL CONOCIMIENTO 0 Después de muchos siglos de especialización, los botánicos han conseguido por fin obtener rosas negras. 0

Mi abuela guarda con cariño en un cajón una foto de mi Primera Comunión.

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Arturo es coleccionista de antigüedades. Tiene la mayor colección de candelabros de España.

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Han entrado en el Guiness batiendo el récord de velocidad pelando patatas.

0 Se pasa las vacaciones trabajando como voluntario en Atapuerca porque dice que la prehistoria es su vida y su única pasión. 0 Presumen del precioso chalet que se han hecho en la sierra. Y presumen de lo bien comunicado que está. Justo al lado de la carretera. 0

Hay que injertarle detectores a todas las tortugas de la zona para controlar su población.

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Está sufriendo alucinaciones. Y su único tratamiento es inflarse de anxiolíticos y antipsicóticos.

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Las mujeres militares representan una conquista del derecho de las mujeres a la igualdad laboral.

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La mayor fuente de riqueza de nuestro país es definitivamente el turismo.

0 No falla. Cada vez que hablan del “progreso” en el telediario nos ponen flamantes imágenes de fábricas y polígonos, de autovías y de siderúrgicas. 0 Y dale con los griegos. Una y otra vez se versionan sus mitos en el teatro y se exalta su cultura como principio de la civilización, de la filosofía, de la era de la razón. 0 Y cuando no son los griegos, son los romanos el paradigma de la civilización. Los mismos que mataron a un millón de inocentes en el Coliseo solo para divertirse.


0 Dice el ministro que es absolutamente imposible solucionar la economía argentina sin contar con los créditos del FMI y del Banco Mundial. 0 Las urbes y sus periferias están inundadas con millones de graffitis cuyo solo contenido es al fin y al cabo un nombre propio, una firma, sin más mensaje. 0 Se le congelaron las manos, y tuvieron que cortarle varios dedos, pero nadie le quitará el orgullo de haber conquistado el Anapurna. 0 Para regar este Campo de Golf hacen falta trescientos mil litros de agua diarios. Pero es un gasto prioritario porque en este pueblo vive más gente de los turistas que de la agricultura. 0 Se gana la vida honradamente trabajando en una fábrica de armas. Su mujer lo hace en una de golosinas. Y su hermano diseña ceniceros para coches de lujo. 0 Lo que más le gusta hacer en sus tardes libres es sentarse en el jardín a hacer crucigramas y jugar al parchís. 0

La asignatura básica, indiscutible, de las oposiciones para ser cartero, es la Constitución Española.

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Se hincha de sesiones de rayos UVA para poder estar morena cuando llegue el verano.

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Tengo una úlcera, y me mandan medicinas pero no me cambian la dieta.

0 Le encanta la velocidad y los deportes de riesgo. Dice que le encanta sentir cómo le sube la adrenalina, y presume de haberse roto más huesos que cualquiera de sus colegas. 0 Se lo ha pasado bomba. Dice que ha echado cuatro polvos esta noche, y que está listo para repetir esta noche si hace falta. Qué máquina de tío. 0 Una vez al año llevan a toda la clase a una fábrica de salchichas, para que vean cómo se hacen; y al final les dan un perrito caliente a cada alumno. Lo pasan estupendo, y aprenden. 0 Por fin van a construir una iglesia en el barrio. Como no había, los vecinos protestaban porque los domingos tenían que coger el coche o el autobús para ir a misa. 0 Ya no hay día que no acabe el telediario con el pase de modelos de la pasarela Cibeles o la pasarela Gaudí. Vestidos de estrambótica e impresentable fantasía, mucho escote y tonos fucsia para la próxima primavera. 0 30 kilómetros de retenciones para llegar a Cullera. Dos días lloviendo y metidos en casa viendo las procesiones por la tele. Y otros 50 kilómetros de retenciones en la vuelta a Madrid. Ésas han sido sus vacaciones de Semana Santa. 0 Las vaquillas, los embolados, los encierros, la fiesta taurina, la cabra que tiran desde el campanario. Son las fiestas. El pueblo entero ríe y vocifera. Millones de petardos, trabucazos, fuego. Juerga y borracheras. Todo en honor a la Virgen de la Macarena. 0 Cien mil hectáreas quemadas este verano porque los pirómanos sienten un difuso placer sensual al provocar las llamas. 0

Padre de cuatro hijos, se autoinmola reventando un autobús lleno de niños, y su mujer dice que es


feliz porque ahora sabe que está en el paraíso. 0

Pará qué me voy a cuidar. De algo nos tenemos que morir.

0 No se habla de sueños, de familia, de trabajo, de política o del tiempo. Lo primero de lo que se habla en la cuadrilla por la mañana es, por supuesto, del fútbol. 0 Dice el talibán español que en Guantánamo tenía siempre una toalla envolviéndole la cabeza para defenderse, sobre todo, del insoportable volumen con que los guardianes ponían a todas horas el “Born in the USA”, de Bruce Springteen. 0 Están de moda en Estados Unidos los telepredicadores. Hay cadenas de televisión exclusivamente dedicadas a ellos. Los científicos han tenido que editar una página web recordando los argumentos del darwinismo para combatir el creciente empuje de los creacionistas. 0 La chusma prendió fuego al coche, sacó los cadáveres de los contratistas, los apalearon y mutilaron, los arrastraron por media ciudad, y finalmente los colgaron de un puente como pingajos humanos deshechos y carbonizados. Y durante todo el rato no pararon de reír y de gritar “Alá es grande, Alá es grande. Qué grande es Alá.”

RECUENTO DE ARGUMENTOS CONTRA LA PRENSA ROSA 0 El cotilleo siempre ha sido una manera cobarde y rastrera de hacer crítica. Una manera infantil y destructiva. A nadie le gusta que le llamen cotilla pero, por muy elegantemente que se presente, la prensa rosa es en esencia eso: puro cotilleo. 0 Su acepción bíblica, más universal, es “murmurar”; y desde luego estaba categorizada como una práctica deleznable y objeto de pecado. Jesucristo, que, teologías aparte, no es pequeña referencia de criterios éticos, le tenía especial manía a esta costumbre. 0 No juzguéis y no seréis juzgados, insistía. Así que, cuando menos, resulta un hábito muy anticristiano, inseparable de la tentación de hacer juicios precipitados y sin conocimiento de causa. 0 Desde luego es saltarse a la torera todas las prevenciones que el derecho jurídico ha elaborado durante siglos precisamente para no dañar injustificadamente la reputación de las personas. En determinados países ha sido en el pasado una práctica ilegal incluso duramente castigada (concretamente en China, en la dinastía Han, era castigada con la muerte). 0 De hecho, está demostrado que la Inquisición alcanzó aquellas cotas de barbarie precisamente por el desmedido desamparo legal que tenían aquellos que eran blanco de murmuraciones. 0 Psicológicamente, también está demostrado que se trata de una crítica proyectiva que canaliza las envidias y las disfraza. Etiquetas proyectivas que, infladas de odio, se convierten en una energía imparablemente poderosa. 0 Es una violación del principio constitucional básico del derecho a la intimidad. Pero no es solo que se invade la intimidad de las personas. Es que también se les priva de libertad, cosa que vulnera aún más, si cabe, los derechos constitucionales.


0 Nótese, pues, en resumen, que estamos celebrando el auge de un hacer social que es claramente “ilegal, inmoral y anticonstitucional”. 0 El cotilleo es en esencia frivolidad. La frivolidad es superficialidad. Y lo superficial nunca puede ser información verdadera. 0

Los sabios son profundos. Los tontos superficiales. Siempre se quedan en las apariencias.

0 Cuando una cultura se deja embelesar por el culto a la imagen se genera un nuevo imperio de la estupidez. 0 Ya lo hemos logrado con el acoso sexual. Ahora estamos en la batalla del acoso laboral. Más recientemente, el psicológico y el escolar. Algún día el acoso periodístico será también tipificado como delito. 0 No hay secreto en el deseo encubierto que tiene la gente de linchar a los famosos. Son instintos básicos de la más elemental calaña. 0 Lo peor de todo es el desplazamiento de los centros de interés: Darle mayor prioridad informativa a los deslices de una actriz que a las coyunturas internacionales, o medioambientales, o del tercer mundo, es una aberración y una injusticia atroz. 0 Es un negocio sin escrúpulos. Como los programas de cotilleo son baratos, se justifican con los niveles de audiencia. No solo se forran manteniendo a la gente en ese globo alienante de insensibilidad, sino que encima pretenden lavarse las manos cargándoles las culpas a los televidentes. 0 Los cuatro argumentos principales con que los paparazzi se defienden y autoconvencen de que lo que hacen es legal son tan inconsistentes como miserables; a saber: “es nuestro trabajo”; “vosotros sois a los que más os gusta el dinero”; “vivís gracias a nosotros”; “bien que nos buscáis cuando os conviene”. 0 Y cuanto más fuerte se hace el fenómeno, más inculta se vuelve la gente, así que todo sale redondo. Nada de documentales, ni de arte, ni siquiera de películas. Mañana y tarde se impone totalitariamente en la programación pública el vacío de la información rosa. Vaya una política educativa. Generaciones de tarugos gobernarán nuestro futuro. 0 No solo no es cultura. Es anti­cultura. Es justo la dirección contraria. Está más que demostrado que hay una relación exponencial entre el auge del cotilleo y el desinterés por la lectura. El amarillismo como genocidio tiene más de un hitler español. 0 Y no es la envidia el impulso más oscuro que se potencia así. Está también el morbo. El deseo inconfesable, perverso, de ver sufrir a los demás. De presenciar sus ruinas, sus vergüenzas, sus desgracias. Envidia y morbosidad campan a sus anchas, en una espiral de hipocresías que solo puede ser la antesala de una sociedad corrupta, decadente, cosmológicamente gilipollas. 0 Ya es horrible la fiebre futbolera, igualmente alienante, de que hace gala el talante masculino. Pero ¿por qué asocian el cotilleo con las señoras y los maricones? ¿Cómo se deja la mujer insultar así? ¿Es que es así el espíritu femenino? Flaco favor se hace a la cultura gay con tanto maricón cotilla. 0 Hay maricones con coletas rubias a lo rastafari, pendientes, piercings y el resto del vello corporal (pubis, axilas, pecho y piernas) pulcramente depilado, que se confiesan fans radicales de Mª Teresa Campos... Eso es perversión, de la más insana, de la más irresponsable. Los hay que se pegan por aparecer de relleno entre los folkróricos del día en sus programas. ¿No es esto verdadero terrorismo cultural, psicosis dañina, decadencia pura?


0 Es el reino del estereotipo. Punkis, hippies, obsesos, raros... Todo queda etiquetado. A todos se les da cabida y se les integra. Por muy exóticos que se presenten. Al fin y al cabo todos se prestan. No hay posturas ideológicas, solo apariencias. 0 El resultado es inevitablemente clasista, discriminativo. Como nadie puede sorprendernos, el modelo a seguir será el del rico y el del guapo, del que se vista mejor. El lujo, la ostentación, las plumas; lo que entra por la vista. 0 Nadie tiene nada que decir. Ninguna idea política, ni filosófica, ni espiritual. No hay espectáculo más bochornoso que los contertulios de esos programas de cotilleo hablando a voces y atropellándose unos a otros, en deplorable exhibición de españolismo mesonero y de ordinariez asamblearia, cacareando como colegialas para no decir al final ni una palabra. 0 Gritos, insultos y chulerías chabacanas para debatir acerca del absurdo de si los nietos de los Reyes deberían llevar una vida normal, sobre los trapos sucios de la familia Larrañaga, sobre los novios de su hija Terelu... Nepotismo procaz, golpes de pecho de sepulcros blanqueados, mamones de la majestad del diablo... Si hay alguien en el mundo que merezca arder eternamente por la mediocridad de los valores que preconizan, ésas son las presentadoras de esos programas, y su caterva de destroza­educaciones. En términos intelectuales pero absolutos, hacen más daño a los niños que los señores de la guerra que los reclutan a la fuerza. 0 Sonia X sobre Pepe Y sobre Ángel Z sobre Inma W. Todos atropellándose unos a otros. Ellas super­ escotadas. Todos haciéndose los santos. "Perdóname, pero yo NUNCA dije que..." Hablando los cuatro al mismo tiempo durante más de cinco minutos. Pepe intenta comenzar una frase diciendo "me subo al carro...", pero no la dejan. Sin exagerar, llega a decirlo unas veinte veces, y al final se queda la frase sin terminar. "Oye, bonita, si tú te crees que..." "PERDONA, PERO..." son las palabras que más se oyen. Las llegan a decir unas doscientas veces por hora. "Te lo estás inventando" Achina los ojos. Salta en el asiento. Aprieta los puños. "PERDONA, PERO..." Y siguen hablando los dos, los tres, los cuatro, sin parar, sin esperar jamás al final de ninguna frase, sin ceder, ofendiéndose, insultándose. La gente aplaudiendo cuanto más se pelean. "No, no, Sonia. Ahí llevas toda la razón..." "Lo que juzgo de ti..." "Tú no eres nadie para juzgar..." "PERDONA, PERO...” Es espantoso. Lo digo como ser humano. Me hace sentirme tan solo. Pensar que esto es lo que le gusta a la gente. O pensar que esto es lo que la gente está dispuesta a tolerar, o lo que admite que las televisiones declaren como máxima audiencia, o como "democracia consumista", me hace sentirme tan solo, tan fuera de este planeta. Vale que mis ideas sean minoría, pero no me cuadra que lo sean porque las de la mayoría sean tan horteras, tan ordinarias, tan insensibles, tan bestiales, antropófagas, depredadoras, estúpidas, egocéntricas, materialistas, cínicas, sinvergüenzas, tan diametralmente alejadas de los valores que le dan verdadero sentido a la vida. La guerra cuadraría si el enemigo, aun cuando fuera aplastante mayoría, se moviera en unos parámetros de evolución espiritual, política, artística, científica. Luchar contra los que adoran a otro Dios, contra los que codician los grandes valles, los que buscan los textos herméticos, o las drogas del placer supremo. Tendría sentido. Pero llegar al punto en que el enemigo declarado, tiránico, dominante e invencible sean los HORTERAS del mundo, es tan humillante, tan desalentador, me hace sentir tan solo. No es digno, ni justo. No merece la pena ni luchar. Ni vencerlos. Ni suicidarse por ellos. Ni tratarlos siquiera. Qué porquería de enemigos, por Dios. ¿Ésa es la epopeya de la existencia? ¿Las Sílfides de la tentación? ¿El Polifemo de la cueva? ¿Los pretendientes de Penélope? ¿Para eso voy a volver a Ítaca? Qué vergüenza, qué deshonor. Huestes de panchitos borrachos y pijas de botellón. El ejército de los "PERDONA, PERO" se proclama como especie dominante. Qué ridículo cósmico. Por lo que más quieras, Señor. Que no vean nunca los extraterrestres un programa de Salsa Rosa, o nos sorprendan como un rebaño de autómatas alienados mirando unánimamente por la noche esos programas como única ocupación. Nos desterrarían de la galaxia, y con toda la razón.


RECUENTO DE MISERIAS DEL CINE ESPAÑOL 0 Es extraño que un pueblo que ostente un nivel tan encomiable en el talento de sus pintores y sus literatos, tenga en cambio una producción musical y cinematográfica tan deplorable. 0 Aún, en la música, nos salva la guitarra flamenca, hito absoluto, inmejorable, de la gran epopeya de la música. Pero en el cine y la televisión, que no quizás en el teatro, el listón es gélido y vergonzoso. Una verdadera ignominia para la cultura. 0 Por supuesto hay excepciones. Que no se nos deprima Don Fernando. Pero el resto, la gran generalidad de artífices de la cámara en nuestro país, no rebasan la filosofía de la “función de colegio”. 0 No se olvidan de que están actuando. No lo consiguen. Se les ve en la cara que están haciendo un trabajo. No tienen personalidad. Resulta evidente que se ajustan a un guión, y lo hacen siempre de la forma más estándar posible, sin procesamiento personal ninguno. 0 Se ha dicho que el fallo de los actores españoles es que “sobreactúan” demasiado su papel. No es exacto. Más bien tienen una falta de expresividad tan grande que en la práctica no tienen término medio: o parecen autómatas recitando coletillas, o parecen monitores de declamación para niños de campamento. 0 Uno de los vicios más generalizados e inexplicables es el de la dicción rápida y plana. Como si hablar deprisa y sin acentos fuera lo natural. Van tan presionados por los estreñimientos del guión que parecen una pandilla de chulos intercambiándose coletillas. ¿Es que en ningún centro de arte dramático les explican que para actuar bien hay que hablar más lento y más espaciado? ¿Por qué en eso no se fijan en los actores extranjeros o, simplemente, en la gente de la calle? El resultado es una saga de intérpretes, generaciones enteras, que han hecho escuela de la dicción rápida y la chulería. La impresión clara es que no se lo creen. Actúan para el director, para la galería, para sus colegas, para la familia, o incluso para ellos mismos. Pero nunca para el espectador. 0 Por un lado, no es tan disparatado culpar de este atraso a la dictadura, pues parece que impera el sentimiento de que el director es Dios. Es como si la amenaza del director diciéndote “¿quién te crees que eres para saltarte estas dos palabras?” pesara como una losa sobre los intérpretes. 0 Por otro lado, paradójicamente, el orgullo infantil y revistero de unos “enanos” elevados casi por obligación al rango de estrellas merced a la tediosa incultura de una sociedad perpleja, imitativa, y de aún menor estatura, les instala en una confianza ufana en su manera de actuar, un automatismo de funcionario, una pose de forzada rebeldía, perjudicial para el verdadero arte, con la que inconscientemente le devuelven la papeleta al director; una actitud que podría resumirse en la convicción de que “me da igual cómo te pongas porque soy bueno y soy famoso y haga lo que haga lo voy a hacer bien”. 0 Imagino que hasta en América produce desencanto oír la voz original de los actores locales. Y es que un actor guapo y con talento no tiene por qué tener buena voz. Es más: no suele tenerla. ¿Por qué, pues, no se doblan todas las películas? Sencillamente porque los dogmas del purismo nos atenazan con su falta de audacia. El doblador siempre estará más concentrado en la dicción. Así que reivindico los doblajes, siempre. Lo cierto es que la verdadera dimensión de un actor solo se aprecia cuando es doblado por un profesional de la voz. 0 Pero aún más horribles son los guiones. Seguimos con las mismas moralinas infantiles de siempre. Una medular obsesión por los temas de la postguerra, el destape y la droga. Griterío de verduleras, tacos totalmente innecesarios, falta absoluta de medios...


0 Jergas que nunca se ajustan a la realidad. “Es que nos flipamos de colgarnos con el porro, tronqui”. Pero ¿quién coño habla así? Llevamos décadas oyendo expresiones que jamás usarían los drogotas de verdad. ¿Cómo intentan los guionistas darnos lecciones de lo que no saben? 0 Nada se sale del estándar, de lo previsible. Por todos lados se respira aún ese tufillo a NO­DO, a didáctica de jesuitas. El malo, el bueno, el guapo, el feo, todos bien separaditos para que nadie se confunda. 0 Si se agotan las ideas, o si hay dudas, basta con copiar el modelo americano, que es infalible como la ley de la gravedad. Si hay dinero se contrata a un supervisor de efectos especiales directamente traído de Hollywood, y se hace una película de aspecto americano, que es el colmo de la rentabilidad. Y si no hay dinero se recurre al tópico de que los gritos, las gamberradas y los tacos son nuestras señas de identidad, y se hace un bodrio más con los “telebasuras” de turno, que siempre venden y para eso están. 0 Una juerga. Un curro del que presumir. Eso es el cine español. Con gafas de sol de todas las marcas concebibles viaja la troupé de escenario en escenario, en un ambiente de colegas futboleros, masticando chafardeos, rifándose las primas y los bocados al más puro estilo de la cutre mafia española: el amiguismo. ¿A quién le importa el mensaje? ¿Quién tiene algo que decir? 0 Si fuera una cuestión de medios veríamos de vez en cuando algún chispazo de ingenio, o de calidad. Pero no. ¿Cuándo se han visto, por ejemplo, unos dibujos animados de producción española que sean originales y tengan verdadero estilo? ¿Qué se puede esperar de una audiencia que incluso con la izquierda en el poder tolera día y noche tan ingentes toneladas de telebasura? 0 Las mejores películas de nuestros más afamados directores no pasan de ser normalitas producciones americanoides, en el mejor de los casos con un poco de salero. . 0 Pero qué egocéntrico es el Almodóvar, sin ir más lejos. La flor de Su secreto, Su madre, su Volver; sus discursos interminables, etc. Es realmente un “estereotipo” de la megalomanía. 0 El problema del chauvinismo en el tema de las voces es común a todos los países. La pequeña diferencia que, en nuestro caso, nos distingue y abochorna, es que aquí ha estado la creatividad severamente castigada durante cuarenta años bastante recientes. Justo en el período de maduración del cine ¿Perderemos también, pues, el tren de la creación digital? No nos hagamos ilusiones.

RECUENTO DE INCOMPETENCIAS DE REALIZACIÓN ENDÉMICAS EN TVE 0

"Dawson Creek" lo traducen "Dawson crece"... bestial !

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Siempre cogen el canuto con la punta de los dedos, en plan inexperto.

0 Aún, después de casi un siglo de filmar secuencias de gente conduciendo y hablando entre sí, no caen en la cuenta de que, en la realidad, no puedes estar jamás más de 2 segundos sin mirar al frente. Siempre, siempre, siempre fallan en esto. 0 Aún, después de 50 años de emisiones en plató, no saben solucionar el simple problema de avisar al presentador a qué cámara tiene que mirar. 0 Qué mal pegan las hostias en las producciones españolas. Qué mal suenan los tiros. Pero qué mal. A estas alturas, y todavía no han aprendido.


0 Ese eco de estudio semi­vacío, ese fru­fru en las ropas que se frotan: cómo se nota que están en un plató; cuánto ruido de fondo. 0 Pseudo­médicos gordos, mayores, de simpatía forzada, que se enquistan por generaciones en las nóminas por simple amiguismo no especializado. Typical spanish. 0 El misterio de los rostros de inspiración y secuelas manga: ojos enormes, sin pupila, con tres o cuatro reflejos ovalados, temblones; nariz mínima y siempre demasiado baja, boca mínima salvo cuando ríe, de lado, indefectiblemente como Heidi, y barbilla en punta y hundida. ¿Por qué esa obsesión en esos rasgos? ¿Es una deformación estética japonesa? ¿Por qué nadie protesta? ¿Por qué, sobre todo, dura ya tantos años esa absurda obsesión? 0 Los sábados por la mañana, juntando todas las cadenas, solo hay dos o tres programas que merezcan un poco la pena, pero por supuesto son reposiciones. Han puesto ya tres veces los mismos episodios en lo que va de año. Así que me pregunto: ¿Le echan tanta cara porque piensan que a nadie les puede gustar esos programas, o porque cuentan con que el público es pánfilo e infantil? No debe ser eso, porque los Simpson los llegan a repetir hasta diez veces. Y no es falta de presupuesto porque precisamente ésos son programas caros. Conclusión: es puro mangoneo ! 0 Primero lo pronuncian "euro­pages", así como suena, y como suena fatal, en vez de traducirlo y decir "euro­páginas", que no tiene nada de malo, o de pronunciarlo correctamente y decir "iuro­peilles" que es como suena bien pronunciado, y tampoco tiene nada de malo, hacen un apaño patatero y dicen "iuro­ pachs", que ni es chicha ni es limonada, confunde a todo el mundo, y evidencia aún más la timorata preocupación que se esconde detrás del apaño. Genial. 0 Me gustaría coger al responsable de comunicación de la campaña del número de información telefónica, el antes 003, y decirle, sacudiéndole de las pecheras: "pero tío ¿no te das cuen de que, con todo tu celo por encontrar cantinelas y monigotes para que hasta el más idiota recuerde el número, te estás pasando por alto, crónica y demencialmente, el entuerto no resuelto de que nadie sabe si los diferentes números son excluyentes o igualmente válidos o específicos para determinada información? Pero, ¿cómo puede perpetuarse tanto tiempo semejante lío?" 0 Ay, ésa musiquita alegre y españolísima del Maetro Ibarbia, qué intrascendente puta mierda. Exponente de la cual es, por ejemplo, la sintonía de "Verano Azul". El estilo compositivo estándar de la televisión española es tan "desenfadado" que huele a tortilla de patatas. Una mezcla de la música ligera italiana con los pasodobles verbeneros, en la que el objetivo perseguido, y único elemento salvable, que es el "sentido del humor" acaba transformado en tonadillas infantiles, como si las hubieran escrito Mortadelo y Filemón. Así, no es de extrañar que, por ahorrar presupuesto, en realidad por pura incultura musical, utilicen un sintetizador tipo Casio, con pésimas emulaciones de violines y facilongas improvisaciones, para crear la banda sonora de documentales de producción nacional con mucho más nivel fotográfico, y se acaben cargando así el sonido de tan meritorios trabajos, sin que nadie en absoluto proteste o mucho menos ponga el grito en el cielo. 0 No falla. Desde hace 50 años existe la “franja maldita”. Exactamente entre las 21:30 y las 21:45. Un cuarto de hora en que no merece la pena encender la TV, porque es seguro que solo te vas a encontrar basura y repeticiones en todas las cadenas. 0 Llevamos también 50 años mostrando la misma frenética puntualidad a la hora de comenzar los noticieros, y la misma frenética impuntualidad a la hora de emitir todo lo demás 0 Grandes cómicos apalancados en aburridos pero bien pagados concursos. Críticos de izquierda vencidos al juego de los cotilleos. Qué putrefacción.


0 Estrenan nueva serie española. Policíaca. Peor. Cuanto más en serio se lo toman, más deprisa hablan, más de corrido hacen los diálogos, para hacerse los chulos. Peor es el resultado. 0 La programación nocturna es un apoteosis de la repetición. Llegan a repetir cosas increíbles, super antiguas, o hasta a veces el mismo programa una vez terminado: se acaba y lo vuelven a poner. Esto ha pasado de verdad. 0 La tasa de sketches y programas repetidos es mayor que nunca. De hecho, están de moda los programas que se basan en repetir escenas "graciosas" o "chocantes" de las emisiones recientes de cualquier cadena. Esto, unido a la política de llenar mañanas y tardes con tertulias de cotilleo, principalmente porque son programas baratos, nos lleva a la conclusión de que nunca había invertido menos la televisión en calidad. Nunca había sido tanto negocio para ellos. Se deben de estar forrando. Un ejemplo precioso, paradigmático, del lado perverso del liberalismo.

RECUENTO DE COMENTARIOS CÁUSTICOS SOBRE LAS FALSEDADES TÁCITAS DE LA PUBLICIDAD TELEVISIVA 0

Anuncios de crédito fácil y aparatos de musculación satánicamente similares.

0 Anuncio de compañía de energía eléctrica y gas natural con música de los Beatles de reclamo: “all you need is love...” 0 Tandas de anuncios cortos en plan “cobre dinero rápido”, y tandas sobre “logos y músicas” para el móvil: "recuerda: envía PIPI al 7777...". Insufribles. Machacones. Un pináculo de publicidad de y para subnormales. 0 Sigue siendo una barbaridad, a estas alturas del S XXI, la cantidad de anuncios de utensilios domésticos que te prometen sin reparo ninguno, de la forma más alegre e infantil, nada menos que la FELICIDAD, la plenitud en la vida. Gente saltando de gozo, con una felicidad que quizás no hemos sentido muchos ninguna vez en la vida, abrazándose y riendo porque usan tal o cual ambientador o friegasuelos. 0 La forma en que nos repiten el lema publicitario, con alguna cantinela pegadiza, para que se nos quede en la cabeza justo en el último segundo del anuncio, debería ser descatalogada ya como técnica publicitaria. Es un recurso tan prehistórico como las carretas de caballos o el papel de estraza para limpiarse el culo. Da vergüenza que se siga utilizando. 0 Otros anuncios, en cambio, son tan poco convincentes que no te explicas por qué no hacen como los demás y exageran sin tapujos: "los parches de nicotina te ayudan a dejar de fumar, con tu fuerza de voluntad". Pues vaya. 0

Lema de Caja España: "Damos soluciones". Qué imaginación; se les habrá caído el pelo.

0 "Castilla­León es Naturaleza, es Vida". También muy original, vaya. La voz del locutor es muy masculina, muy próxima, como queriendo dar mucha confianza.. 0 Vuelta Ciclista a Castilla­León: el locutor narra la gesta como gritando sin hacer falta, como si hubiera mucha gente, como si estuviera cubriendo una batalla a pie de trinchera. Muy artificial. 0

5º Centenario de la muerte de Cristóbal Colón: nueva excusa para multitud de actos, ferias,


exposiciones y montajes... Puf, qué agobio ! 0 Presentación, dos minutos de titulares, y ya cortan para la primera tanda de no menos de veinte minutos de anuncios. Agotador. Y contraproducente. ¿Habrá realmente alguien que espere a que vuelva a empezar el noticiero? 0 Berocca: mejunje de vitaminas “para que tu mente rinda más” (ejecutivo hablando por el móvil, sonriendo y saludando a todo el mundo) 0 "Juntos, trabajamos por el medio ambiente" Gas Natural. Ya no hay empresa, sea de la mierda que sea, que no se apunte al carro del ecologismo, de la forma más consentidamente hipócrita. 0 La Costa del Sol: La Costa del Golf. Está claro. Para los que saben vivir, invertir en calidad de vida, disfrutar del mundo, triunfar. ¿Que con el agua que gasta un campo de golf se podían regar diecisiete hectáreas de huerta? Da igual. ¿Quedará alguna huerta en la Costa del Sol? 0 Nueces de California con Omega­3. Pregunto: las nueces de California, ¿vienen de California? Porque si es así, vaya sopapo de globalización galopante, habiendo aquí en el norte nogales para parar un tren. Y segundo: ¿las nueces tenían ya Omega­3, o es que ahora le dan un baño industrial, como hacen con la leche, para "vitaminarlas" un poco más? Bueno. Nadie lo pregunta. Nadie lo aclara. Te basta con saber que esas nueces "son de marca", y son ahora más nutritivas que antes. El objetivo no es informar al consumidor, por supuesto, sino convencerle para que compre. 0 Y ahora el puto anuncio del tío del Laguna, que luego se viste de punki y se pone a cantar (que se le oiga bien, que no quepa duda de lo que dice): "¡maldita burguesía, maldita sociedad... odio el dinero !". Lo cual nos lleva a esa clase se spots diabólicos que juegan con el tópico tirando la piedra y escondiendo la mano, haciéndose el gracioso: “mira, nene, déjate de rollos, que donde esté un buen carro, todas las revoluciones y los Rollin’ y los Marilyn Manson son solo títeres o aprovechados o mangantes o lo que sea mil veces antes que gente auténtica, que te quede super­ claro”. Es la clase de mensaje “inocente” que se dispensa en moralinas como las de "Cuéntame"; la clase de mensaje que hace a los viejos de ABC repanchingarse de gusto en el sofá, sin mover una sola neurona de sus cerebros: "Qué bueno. Qué risa. ¿Para qué protestan todos esos estudiantes franceses... ¿No es precisamente de la Renault ese magnífico coche? ¿Cuántos de esos manifestantes estudiaron publicidad? ¿Cuántos estarán ya colocados en las multinacionales del automovilismo? Qué risa me da. Qué infelices. Qué pringaos." 0 "Su magia y su poder". No es una divisa mística ni esotérica, no. Son dos palabras enormes, y si uno las encontrase en otro contexto pensaría en escenarios grandiosos, o cuando menos artísticos, para situarlas. ¿Qué hay en el mundo con magia y con poder? ¿El sol? ¿El océano? ¿La noche? ¿La literatura? Pues no. Es un friegasuelos tipo Mister Proper. Y si te descuidas, te encuentras cantando el puto estribillo al cruzar en los semáforos. Para pegarse un tiro. 0 Seguro que han abierto un departamento de "músicas hipnóticas" en la Oficina de Publicidad de la BMW, sección "¿Te gusta conducir?". Seguro que han traído a algún lumbrera de la escuela de música de Berkeley, o han contratado a tiempo parcial al mismísimo fundador de los Craftwerk. Me imagino las conversaciones en las reuniones de trabajo: "ha de ser una música que evoque todo el misterio de la condición humana, Otto, disparando al mismo tiempo los niveles de endorfinas; y si te hace falta, alquilamos una semana el LAN (Laboratorio de Acústica Neurológica) de la Universidad de Leipzig, Otto, lo que tú pidas; ya sabes que los de arriba nos han dado carta blanca para el presupuesto; una música, digamos, tecno­ trascendental, ¿vale?..." 0 El bienestar se bebe. No se lo pincha uno en las venas. Ni se lo esnifa uno por la nariz. No lo lee uno en un libro, ni lo experimenta uno en la meditación. Ni siquiera es fruto de alguna postura sexual o de caricias sensitivas y sensuales. No tiene que ver con grandes sofás ni edredones de plumas. No. El bienestar


se bebe. Es el Caldo de Gallina Blanca. 0 “¡El nuevo bífidus activo es la pera!” Qué ocurrente. Como está hecho con peras, pues ¡es la pera! Se habrá quedado calvo el publicista. Me gustaría saber qué coche tiene. Igual hasta le da al golf. A la coca seguro, me apuesto el cuello. Se habrá levantado a las tres de la mañana, después de una loca noche de sábado, y habrá llamado a Elías, su colega y jefe de departamento. "Tío, tío, ya lo tengo. Tenemos que dejar bien claro que el nuevo bífidus está condimentado con peras, ¿no?. Pues ya está: ¡el nuevo bífidus activo es la pera! Genial ¿no?" Y habrá colgado el teléfono respirando hondo, taquicárdico, asombrado de su aguda profesionalidad sin parangón. 0 "ING Direct. Tu otro banco, y cada día el de más gente" El pobre Matías Prats ya no sabe cómo decirlo para que le siga quedando tan natural como solo él sabe decirlo. Le están sacando las tripas al pobre. Le están haciendo sudar la gota gorda; y mira que es difícil. 0 "McCain: patatas fritas al horno. La vida es más fácil." No la cocina, ni la forma de hacerlas, ni las instrucciones o el planteamiento o los turnos o la convivencia o el acuerdo entre los miembros de la familia o el proceso de producción en los menús de restauración. No. Vamos a saco. A lo que importa. Gracias a este descendiente escocés del asesino de Abel, es "LA VIDA" lo que es más fácil. Tienen de qué alegrarse los nuevos bebés que nazcan a partir de esta revolución de la cocina doméstica. Sus padres estarán más contentos porque ahora "LA VIDA" es más fácil; así, en general, para todo el mundo, sin distinción, sin discriminar. Negros, chinos, zulúes, ecuatorianos. Que a todos llegue la buena nueva. Las dificultades de la vida serán a partir de ahora mucho menos acuciantes. Y, por si hay alguna duda o resquicio de disciplina filosófica sin abordar, o se le escapa a alguien el sentido global de la realidad, añadimos: "McCain: un toque de magia". Es que no es solo que la vida es más fácil. Es que parece milagroso y todo. ¿Cómo lo harán? Metes las patatas en el horno (vamos, por cierto, a dejar para otra ocasión el debate de si se trata de verdaderas patatas o de pasta industrial de féculas, para no extendernos mucho y poner un pie en el infierno, pues podríamos incluso acabar justificando a Bin Laden), y salen fritas, madre mía, qué fácil, qué simpático, qué milagro, cuántas cosas nos resuelven estos chicos de McCain. Por eso, si alguien me pregunta por la calle, interesadísimo por tener referencias sobre esta humana empresa de chips industriales, ya sé lo que tengo que decirle para que se haga una idea precisa de las posibilidades y el talante de estos ángeles de la cocina: "¿McCain? ¿Qué te puedo decir de ellos? Mmmm... Déjame pensarlo. Ah, sí. Mira, para mi ellos representan algo muy hermoso en mi vida. Son UN TOQUE DE MAGIA. Justo lo que me hace falta. Y a ti también." 0 "Por fin una manera fresca de disfrutar de lo sano" No sé ni de qué producto o marca es este lema. Pero lo tengo seleccionado porque merece la pena ser analizado, por el prodigioso amontonamiento de conceptos que llegan a condensarse en tan poco espacio. Algo prodigioso, ciertamente: POR FIN (quiere decirse que estaban ya extenuados buscando la solución), una manera FRESCA (quiere decirse que hay maneras cálidas, o gélidas, o tórridas, o ventosas, etc, etc. ¿qué se debe entender por una manera “fresca” de conducir, de trabajar, de hablar, de fumar, de leer la prensa, de viajar?; en fin, el adjetivo abre las puertas de todo un nuevo estilo de vida) de DISFRUTAR (ha de quedar claro que no se trata de comer, o consumir, o experimentar; que se entiende que estamos ya directamente tratando con la estirpe de los “iluminati”, los que, como mínimo, disfrutan y gozan de todo lo que hacen; ¡qué nivel!) de LO SANO (concepto abstracto donde los haya; así da gusto: sin preámbulo ni explicación ninguna; a buen entendedor, pocas palabras bastan. Lo sano. Anda. Ponte a buscar...) 0 La música hiper­épica, epopéyica, con coros celestiales y acordes grandilocuentes, con que estos últimos años anuncian las cabeceras y patrocinios de la Champions, la FIFA, la mejor Liga de la Galaxia, etc ¿qué sentimientos pretende provocar? ¿que el niñato o hooligan de turno cierre los ojos y levante la barbilla cuando oiga esos sones maravillosos y piense que su afición es sagrada como la fe de los cruzados, y que los 3000 euros que se va a gastar en el próximo viaje a ver a su equipo es la muestra más heroica de amor que puede caber en el corazón de un ser humano? Pues el caso es que lo consiguen, para bochorno general de la dignidad humana. Extraerle de esta forma su preciosa e irremplazable energía a un joven es un vampirismo


que algún día será castigado por la ley, por los juzgados del Ministerio Musical. Los mismos que condenaron, allá por el siglo XXX, el uso que hizo el nazismo de la música clásica para ambientar la ópera de los hornos crematorios. Pero aún falta tanto para ese cambio de mentalidad...

RECUENTO DE INFANTILISMOS DE LOS CULEBRONES 0

Valores constreñidos al amor, al odio, a la paternidad, a la venganza.

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Destellos y efectos como anuncio de champán, música de Casio.

0 Las telenovelas colombianas: Nauseabundo. Planos fijos, luces sosas, primeros planos, tías llorando. 0

La criada (siempre presente, para perpetuar el sistema de clases) acusando a gritos a los demás.

0 Golpes de orquesta de hiperevidentes efectismos, una canción­bolero de cantautora barata para finalizar, como intentando despertar una melancolía de mensaje trasnochado. 0 Entra el hijo, el padre en la silla de ruedas: "¿Qué has hecho con TU MADRE, Roberto David? Esto NO QUEDARÁ ASÍ.” Todos hablando deprisa, sin desahogar el guión. Ambiente de drama exagerado. ¡Ladrón! ¡Asesino! ¡MAL HIJO! ¡MALA PÉCORA! Sencillamente asqueroso. 0 Rubí: Entra el padre gritando a su hija, acusándola de cosas horribles. Golpes de orquesta enfatizando cada insulto. 0 El drama está servido. "Yo no destruí su matrimonio" "Yo JAMÁS pensaré mal de ti" (JAMÁS, SIEMPRE, ETERNO, NUNCA, JURO, etc, son términos habituales) "El que lo hizo TODO mal fue mi papá" Todo super mal actuado. Espantosamente mal actuado. 0 "Don David Alfredo, yo quiero EN VERDAD a su hijo" "Yo vería con buenos ojos ese matrimonio" "No es de SU CLASE SOCIAL". 0 En mitad de las escenas hay mujeres llorando, o padres dándose golpetazos en la mesa con la frente, o criadas sujetando por la cintura a sus señoras indignadas. "Yo SIEMPRE te di mi apoyo. POR DIOS TE JURO QUE JAMÁS se me ocurrió dudar de ti" 0 Qué barbaridad. Cuánto sufren. Cuánto lloran. Cuánto odian. Cuánto acusan. Qué poco perdonan. Es Antiguo Testamento en estado puro. Solo falta el Diluvio Universal, o que se abran las aguas del Mar Rojo. 0 Musiquita de oboe de fondo, también de sintetizador barato, en una cadencia que no viene para nada a cuento, que no expresa nada, ni tristeza, ni épica, ni miedo, ni misterio, nada de nada. 0 Localia: Telenovela argentina. El no va más. Scho. Scho. También gritando, sobreactuando, en un ambiente de plató sin imaginación ninguna. Otro espanto. Por Dios, Señor, por Dios. ¿En qué planeta vivimos? 0 Sin imaginación ninguna. Ninguna. Una copia tan burda de los culebrones mejicanos o españoles o dominicanos que no les da el cuerpo para aportar ni un granito de originalidad. Nada.


0 Es lo mismo que pasa con las versiones españolas de las series de hospitales o policíacas. Gastan absolutamente toda la energía en imitar el modelo, y no les queda el más mínimo resto para hacer algo distinto.

RECUENTO DE MISERIAS DEL POP ESPAÑOL 0 La falta de talento del pop español tiene algo de paradigmático. Una especie de paroxismo de lo hortera, de lo que no debe ser la música. Podría ser incluso objeto de una antropología. 0 Se nos presenta con el sello inconfundible, acuciado, desvergonzado, de ser copia, transcripción del estándar del pop sajón. Cogen la fórmula, ponen el texto en español, y tratan de imitar el tono emocional y los detalles. Originalidad cero. 0 Pero lo grave es que además lo hacen mal. Un ejemplo: en la mayoría de los temas de éxito del pop sajón hay siempre una melodía instrumental corta y pegadiza, normalmente al comienzo, que le da personalidad al tema. Los temas españoles empiezan casi siempre directamente cantando, o con los acordes instrumentales de la primera estrofa. Creatividad cero. 0 Los sajones se tiran tiempo buscando ese gancho, que en la mayoría de los casos es distinto al estribillo. Los españoles creen que basta con hacer una versión instrumental del estribillo, corto y en medio de la canción, y desde luego nunca premeditado. A pesar, y esto es lo alucinante, de que toda la industria discográfica nacional está siempre buscando ser asquerosamente comercial, nadie tiene una idea clara de lo que es buscar un gancho musical para un tema. Talento cero. 0 Para el pop español, lo pegadizo de un tema, la clave de su éxito comercial, se basa en una de estas dos demoníacas leyes: a) repetir machaconamente el estribillo; o b) buscar un gancho musical tan evidente que parezca hecho para niños o para tarados. Elegancia cero. 0 Es un bloqueo tan absoluto que parece una maldición. No hay nadie con genio. Con sus creaciones, lo que los autores nos restriegan por la cara es que están en la música por el vacilón, o por las pelas, o por el más burdo ego; o por la esclavitud de los clichés que rápidamente les imponen las discográficas, que desde luego son aún peor que los músicos a la hora de copiar los parámetros de la industria sajona. Credibilidad cero. 0 Temas de amor diciendo naderías, babosidades, topicazos de adolescente de pueblo, con rimas sin chispa lírica ninguna, totalmente previsibles, muchas veces haciendo verdaderos ripios. Una tortura para el oyente mínimamente culto o aficionado a la lectura. 0 Uno de los bofetones líricos más comunes, por ejemplo, es el hábito de cargar el acento en la sílaba que no es, como si eso estuviera permitido en la música porque se entiende que “cuesta esfuerzo hacer coincidir los acentos líricos con los musicales”. La mayoría de las veces es tan fácil corregir esta disonancia que uno se plantea si no estamos ante un fenómeno de connivencia ante el feísmo cultural. 0 Los dos contra­argumentos clásicos para rebatir este mal efecto son que a) quizás el castellano no tiene esa indefinible sonoridad vacilona que exige el rock, y que sí tiene el anglo­sajón; o b) quizás es tan solo una cuestión de costumbre auditiva: nuestros oídos están “educados” en la tradición sonora del acento sajón a la hora de escuchar rock’n roll. Pero no es eso, primero porque hay rock en otros idiomas que suenan estupendamente bien; y segundo, y más definitivamente, porque hay muchos grupos españoles que cantan en


inglés, y el resultado sigue siendo penoso. ¿Habrá versión más sosa, horrible y sacrílega del “Wonderful life” de Black, que la que hacen Sexy Sadie, por más que se intenten justificar tras las etiquetas de “indie”, “alternativo”, o lo que les dé la gana? Esto demuestra que es un asunto de cultura musical, de nivel educativo. 0 Es una vulgaridad delirante. Intentan vendernos el pop español de los 60, o 70, o 80, como si fueran epopeyas de innovadores heroicos con imbricaciones estratégicas en la posmodernidad, cuando en realidad son aberraciones artísticas que dan vergüenza ajena y que deberíamos borrar de nuestra historia para que la gente inteligente no nos vea el plumero. 0 Fuera de la clásica, hay que adentrarse en el flamenco, y a unos 3.000 kilómetros por encima de las rumbas, o en el jazz­fussion de la peña del Benavent, Amargós, Jorge Pardo, etc, para empezar a oir música en estos prados. Pero entonces nos salimos también del pop. 0 Salvando algún tema muy pero que muy aislado, exponente obligado de la regla de las excepciones, jamás he sentido el más mínimo desgarro o empellón de energía con un tema popero español. Vergüenza, azoramiento, cabreo, fastidio y aburrimiento: ésas son las emociones que me inspiran. Y por fortuna o por desgracia no soy el único. 0 Beatles, Rollings, Stevie Wonder, George Michael, Pet Shop Boys, Dire Straits, Elton John, Police. Todos ellos son rabiosamente poperos, y sin embargo me hacen vibrar. Me dicen algo. ¿Por qué los poperos españoles se quedan a veinte años­luz por debajo? 0 No hay una correspondencia lógica con la importancia económico­cultural del país. Naciones más pequeñas, como Islandia, Portugal, Cataluña, Holanda o Méjico tienen un pop de mucha más calidad que el nuestro. 0 La música ligera­popera de los 60 (Nino Bravo, Cecilia, Mari Trini, Karina, etc) ni siquiera conectaba con el rock. Era música para papás y programas de variedades. Y la prueba es que quedó como estandarte de aquella línea el derechonazo de Julio Iglesias. Los demás murieron o se retiraron. 0 Fórmula V, Diablos, Ángeles, Secretos, etc, que sí podían ser más “pop­rock”, no pasaban de ser una versión calva o granulienta, sin magia ninguna, sin acceso a la leyenda, de los auténticos sajones. Música para imberbes, para chachas, para zangolotinos, para forofos, para domingueros. 0 Elton John buscó un letrista: Bernie Taupin. Y el público se lo agradeció con un reconocimiento espectacular. Pero es obvio que la idea no se la plantea nadie aquí. “¿Para qué? A la gente le da igual. ¿Tú crees que la gente se fija en eso?” Son apreciaciones literales que he oído a veces de labios de músicos y productores nacionales, algunos de reconocido éxito.. 0 “A las cinco se cierra la barra del treintaytres” (había que buscar un nombre de garito que rimara con seis, así que ya está, para qué buscar un nombre con más chicha) “pero Mario no sale hasta las seis. Y si encima le toca hacer caja, despídete” (vaya sopapo coloquial) “Muchas veces se le hace de día, mientras María” (rima para bebés) “ ya se ha puesto en pie” (ah, claro, por eso la zafia desenvoltura del despideté, con acento en la e, no te lo pierdas). Los Mecano tenían ideas, y gancho, pero como eran “tan buenos” debían de creerse unos poetas. Que prueben a mandar sus textos a un certamen de poesía. 0 Ay, si Tino Casal no se hubiera muerto. Ése sí que tenía sangre. Su hermana no le llega a la suela de los zapatos. 0 Los grupos heavy y rockeros españoles tampoco tienen nivel. También son copiadores de clichés, en muchos casos grotescos. El Vargas, el más “profesional”, solo tiene el nivel de cualquier guitarrista medio del rock sajón.


0 Puede ser que la mayoría de las canciones en español que han tenido éxito internacional vengan en realidad de latinoamérica (tango, Cuba, música caribeña, etc), nunca de la península. 0 Y tampoco es justo hablar de la “península”, porque desde luego los portugueses son mejores que nosotros. ¿Dónde hay aquí un talento de la talla de Julio Pereira o Dulce Pontes? 0 Serrat es un gran músico y un gran poeta, por derecho propio, pero en realidad le falta gancho. No hay otro autor de la canço catalana (salvando por supuesto a Sisa y Albert Plá) o del territorio “español” (Pedro Guerra, Sabina y demás) que me haga vibrar una décima parte que un Leonard Cohen, por ejemplo. Y mira que es sencillo el tío. 0 Nadie, pues. Me pongo los cascos y empiezo a buscar en el dial. Si oigo cantar dos palabras en castellano ya puedo estar seguro de que esa emisora no me va a gustar. Así de rápida es la decisión. El arte debe ser sorpresa, y todo lo que encuentro en el pop español es reiteración. 0 Y es que siempre estamos con los centralistas y los nacionalistas, pero nunca se habla de los apátridas, o de los que se avergüenzan de su propia nación. Como músico, desde luego, tengo que decir bien bajito de dónde soy.

RECUENTO DE LOS 22 ARCANOS MAYORES PARA UN TAROT ACTUAL 0 1. La televisión. Simboliza la oportunidad perdida. En especial en cuanto al Conocimiento. Un goloso descanso encierra el germen de una podredumbre mental. Engaño irresistible. Información tendenciosa, inútil, desperdiciada. 0 2. El avión. Buena carta. Prueba indiscutible de la voluntad humana, de su capacidad de traspasar fronteras. El rey de los artefactos. Triunfo sobre la ley y sobre la materia. 0 3. El ordenador. Carta poderosa. Tenemos grandes recursos a nuestra disposición. Podemos ahorrarnos mucho trabajo. 0 4. La contaminación. Pésima carta. Símbolo de nuestra falta de conciencia, de previsión, de respeto. Enfermedad crónica y profunda. 0 5. La bomba atómica. Equivalente a “la muerte” en el Tarot clásico, representa el extremo máximo del potencial humano. Es temible y devastadora, pero tiene un aspecto positivo, y es que podemos realizar un cambio verdaderamente radical, aunque sea a peor. Un borrón y cuenta nueva. 0 6. El fútbol. Carta horrenda. Vulgaridad. Violencia. Una inmensa energía es imperdonablemente derramada. Excesos. Fracaso en el amor. Fanatismo. Quizás incluso maltrato. 0 7. La democracia. El símbolo es una niña, un bebé, a la que dragones sanguinarios engañan con sonajeros. Es una carta buena, por lo que supone de inocencia. Podría equivaler a “El Colgado”, en el Tarot clásico. 0 8. El terrorismo. La pared del restaurante revienta, y un camarero se disculpa ante los distinguidos clientes: “Perdonen, señores, son los terroristas...” Tu desequilibrio genera inevitablemente una violencia en


la que sufren todos. 0 9. La marginación. Inmigrantes y fracasados deambulan por la acera. Una denuncia silenciosa, omnipresente, lacerante, nos obliga a sopesar lo que tenemos. 0 10. La revista del corazón. La peor carta de todas, por cuanto representa el pináculo de la pobreza cultural, la insolidaridad, el más infantil borreguismo. El más absoluto fracaso personal. Si te sale esta carta, estás perdido. 0 11. El arte abstracto. Cambio de vida, viajes. El arte abstracto señala un nuevo concepto, una posibilidad radical para el pensamiento. Es una carta profunda y positiva. Denota audacia, creatividad, juventud y vigor. 0 12. El Yoga. En esta carta está representada la nueva era, el esoterismo, la espiritualidad. Siempre es buena. Señala salud y regeneración ética. 0 13. El banco mundial. Símbolo del capitalismo, de la globalización, es el ogro que a nadie gusta, que todos los huertos pisotea. Esta carta indica que somos marionetas de nuestra propia avaricia, de nuestro materialismo. 0 14. Las drogas. Experiencia interesante pero peligrosa. Necesitarás ejercer toda tu voluntad, y tener las ideas claras, para salir bien parado. No olvidemos que su actual apogeo es consecuencia de la insatisfacción cultural. 0 15. La gran ciudad. Estás en una mala situación. Distraído con los escaparates, te amenaza una gran enfermedad. Te domina la ansiedad, y no hay posibilidad de arreglo. Si quieres sanarte tienes que escapar. 0 16. La mujer emancipada. Una amazona sostiene sonriente su azada. Es una carta buena. La esencia de lo femenino es nuestra mejor guía para aprender a disfrutar de la vida. 0 17. El tercer mundo. Carta de conciencia ética. Incómoda para los ricos. Las proporciones del sufrimiento ajeno son tan descomunales que ya no lo podemos justificar. Esta carta te señala que estás siendo egoísta. 0 18. El coche. Todo espíritu necesita un vehículo. Para expresarse, para circular, para llegar antes a todos lados, para protegerse. Iniciáticamente, empero, esta carta simboliza el triunfo de las mafias del astral. Vale más que estés alerta. 0 19. El cine. Los “locales de pseudo­vida”, como decía el jefe samoano en “Los Papalagi”. El sucedáneo de la emoción. Ahora la realidad virtual. El caso es distraernos de nuestra obligación de soñar. Pero es mejor carta que la televisión. Un romance más auténtico. 0 20. El bar. Nuestro intercambio social es ultrajado en las hediondas insalubridades de un pequeño local. Mal destino te espera si te sale esta carta. Soledad. Aburrimiento. 0 21. La nave espacial. Grandes viajes. Experiencias extraordinarias. Éxito. Inteligencia. Es una buena carta, que habla de los aspectos más encomiables del ser humano. 0 22. Zappa. La mejor carta de todas. Estandarte de la revolución cultural, señala un indiscutible avance evolutivo, artístico, humano. Estamos de suerte. Cerrando el ciclo iniciático de los Arcanos, es la carta de la completa realización personal.


RECUENTO DE LOS ACIERTOS DE FUKUOKA 0 El punto de partida de la filosofía de Fukuoka se basa en una “iluminación” que tuvo cuando era joven. Después de una noche agitada, sentado en un parque, vio una garza echar a volar, y al instante comprendió con claridad que “La humanidad no sabe nada en absoluto. Que no hay valores intrínsecos en nada, y que cada acción es un esfuerzo inútil y sin sentido. Todo regresa a la nada”. 0 Hay que librarse de los dualismos que establece la mente discriminativa: bueno­malo; grande­ pequeño; etc. La vida y la muerte son una misma cosa. La gente se ha especializado tanto que se ha vuelto incapaz de comprender nada en su totalidad. 0 El gran error es creernos más sabios que la naturaleza, cuando en realidad el entendimiento de la naturaleza escapa a la inteligencia humana. La prepotencia del orgullo humano no reconoce barreras. Creemos que la tierra está ahí para servirnos, cuando se trata exactamente de lo contrario. 0 Para ilustrar el desatino del quehacer humano, Fukuoka recurre a una bella metáfora: El científico, dice, es como un estudioso que fuerza sus ojos leyendo libros día y noche hasta quedarse miope, todo ello para convertirse en el inventor de las lentes correctoras de la miopía. 0 A partir de estos presupuestos, se hizo agricultor. Y en vez de plantearse qué hacer para conseguir resultados, se preguntaba constantemente más bien qué había que dejar de hacer. Su agricultura comenzó, pues, con el método del no­hacer. “¿Qué tal si no se hace esto? ¿Qué tal si no se hace aquello?” Ésta fue su línea inicial de actuación. 0 Poco a poco fue extrayendo lo que llamó “los cuatro principios de la agricultura natural”, a saber: 1. No arar ni voltear la tierra. 2. No utilizar abonos químicos ni compost preparado. 3. No desherbar mediante cultivo o herbicidas. 4. No depender de los productos químicos. 0 1. No labrar la tierra. La tierra se cultiva a sí misma mediante la penetración de las raíces de las plantas y la actividad de los microorganismos, pequeños animales y lombrices. Si volteas y labras y apisonas la tierra con el tractor destruirás su estructura, matarás los microorganismos, y el suelo se volverá duro y deficiente de oxígeno. Entonces sí que será necesario voltear la tierra cada año. 0 2. No abonos. Si se deja a sí mismo, el suelo mantiene su fertilidad naturalmente, o incluso la aumenta, de acuerdo con los ciclos naturales de vida animal y vegetal. Los árboles más grandes crecen en los bosques más abandonados. En su mayor parte, pues, será suficiente con una cobertura permanente de “abono verde”, y con la devolución de toda la paja y granzas del grano al suelo. Para proveer estiércol animal para ayudar a descomponer la paja, se pueden dejar patos sueltos, o gallinas, en los campos. 0 3. No herbicidas. Como principio fundamental, las malas hierbas deben ser controladas, no eliminadas. Tan pronto como se elimina el laboreo, las malas hierbas decrecen rápidamente. Entonces, si se siembran las semillas del próximo cultivo mientras el cultivo precedente está madurando en los campos, estas semillas germinarán antes que las malas hierbas. “Mulching” con paja, cobertura del suelo con trébol blanco asociado a los cultivos, e inundación temporal, hacen el resto. 0 4. No plaguicidas. Las enfermedades y las plagas aparecen en el momento en que las plantas se desarrollan débiles como resultado de las prácticas antinaturales como el laboreo y el abonado. Los insectos dañinos siempre están presentes, pero no proliferan en una naturaleza dejada a sí misma, que está en perfecto


equilibrio. 0 El método básico de organización consiste en sembrar a voleo el trébol blanco y las variedades de crecimiento rápido del cereal de invierno, recubriendo de arcilla las semillas para que no se las coman los pájaros (hay varias maneras de hacer estas “bolitas de arcilla”), y esparciéndolas entre las plantas de arroz, antes de la cosecha de éste. Cuando el arroz se siega, las jóvenes plantas del cereal de invierno son pisoteadas por los segadores, pero se recuperan pronto. Y cuando se finaliza el desgranado del arroz, se esparce por el campo la paja sobrante y las cascarillas del arroz. De esta forma se establece un ciclo entre el arroz y el cereal de invierno que se asemeja mucho al ciclo natural, se permite al cereal prevalecer sobre las malas hierbas, y se reincorporan al suelo los productos que de manera natural lo abonan y reblandecen. 0 La mejor forma de esparcir la paja es tirándola en todas direcciones, tal y como hubieran caído los tallos de forma natural. Si ponemos la paja alineada, o en montones ordenados, los resultados son peores. (¡Qué gran tanto para la inteligencia de la entropía!) 0 Cada planta, en este caso el arroz, tiene su propia forma natural, que no es la más grande o la más alta, como persiguen los procesos químicos artificiales, sino la que adquiere creciendo en un medio natural. Si podamos un árbol una sola vez ya alteramos su forma natural y se hace necesario volverlo a podar todos los años. Los árboles se debilitan y son atacados por insectos en la medida en que se desvían de su forma natural. 0 No se trata de cultivar “para” producir frutas u hortalizas. La actitud correcta es crear una mezcla semi­silvestre de cultivos que contribuyan a devolver la fertilidad al suelo. Una tierra fértil produce todo lo necesario para la subsistencia con muy poco esfuerzo. Es muy importante, eso sí, conocer el momento correcto para sembrar cada cosa. 0 Los alimentos obtenidos en suelos equilibrados por la acción de lombrices, microorganismos y estiércol en descomposición son infinitamente más “limpios” que los obtenidos con nutrientes químicos e invernaderos. 0 No es difícil reconocer que si se cultivara sin productos químicos, abonos o maquinaria, las gigantescas compañías de la industria agrícola se vendrían abajo. Es evidente que hay grandes intereses creados en el negocio del campo. Pero los políticos yerran protegiendo el beneficio de estos grandes empresarios porque lo que está en juego es la fertilidad o la desertización de la tierra que dejaremos a nuestros hijos. 0 El beneficio a corto plazo es precisamente lo que nos ciega a la hora de idear soluciones a los problemas de la agricultura o la contaminación. La infraestructura industrial que comportan muchas de estas soluciones (presas, canales, tuberías, transporte de materiales, fábricas, ingenieros especializados, maquinaria, etc) es más perniciosa que el problema que pretenden solucionar. Todas estas contramedidas están basadas en una definición demasiado estrecha de lo que va mal. 0 La mala educación y el gusto extravagante del consumidor son en gran parte los culpables de la perversión de la agricultura. La gente quiere frutas fuera de su estación, grandes, brillantes, sin pepitas, y con aditivos de vitaminas, etc. Es un círculo vicioso porque, curiosamente, cuanto más desequilibrado está el cuerpo, mayor es el deseo de consumir alimentos no naturales. 0 Un niño, un animal, un hombre auténtico no piensa en términos de invierno o verano, este u oeste, yin o yang. Su instinto es más poderoso que el hábito de constante discriminación mental en que hemos sido educados. Cuando ya no deseas comer algo sabroso, puedes entonces apreciar el verdadero sabor de lo que estás comiendo. Es fácil poner sobre la mesa los alimentos sencillos que componen una dieta natural, pero los que pueden disfrutar del festín son pocos.


0 Las cosas tienen muchos colores, formas y sabores distintos, y la mente humana revolotea de un lado a otro abstraída por las cualidades de las cosas. Pero en realidad materia y mente son lo mismo. Practicando la “no­mente”, sin perderse en sutilezas de forma, aceptando “el color de lo incoloro como color”, es como se inicia una dieta correcta. 0 En un principio la gente comía porque estaba viva y porque la comida era sabrosa. Actualmente la gente cree que si no satura los alimentos con condimentos elaborados, la comida no tendrá sabor. Si uno no busca encontrar deliciosa la comida, descubrirá que la naturaleza ya la hizo así. 0 Algo nacido del orgullo humano y de la búsqueda del placer no puede ser considerado como verdadera cultura. La cultura verdadera nace con la naturaleza, y es simple, humilde y pura. Sin una cultura verdadera, la humanidad perecerá. Los alimentos son un regalo del cielo. La gente no crea los alimentos de la naturaleza; el cielo los regala. 0 Agentes colorantes, maduración en cámaras de gas, edulcorantes artificiales, cintas transportadoras, lavados con desinfectantes, pulverizados con conservantes, aplicación de soluciones con parafina para darle brillo, etc. Una naranja, pues, recibe actualmente una decena de tratamientos artificiales antes de llegar a nuestra mesa. ¿Noes una aberración? 0 El agricultor actual se ve obligado a invertir en tantos productos químicos y procesos industriales para que sus productos sean competitivos, que no le queda ningún margen de beneficio, ni tampoco un minuto libre al día para descansar. Antiguamente, los agricultores vivían sobradamente con media hectárea por familia, y tenían mucho tiempo libre para cazar, hacer fiestas y escribir poemas. Ahora nadie tiene suficiente tierra ni maquinaria ni tiempo para vivir una vida holgada. Los jóvenes huyen en masa del infierno en que se ha convertido la vida de sus padres agricultores. 0 Campos de arroz que han sido cultivados sin interrupción durante 1.500 años, han sido arruinados por las prácticas agrícolas explotadoras de una sola generación. 0 Si pensamos en el estado actual de las cosas en la explotación ganadera, entonces la aberración resulta aún mayor. Las gallinas son criadas en pequeñas jaulas de metal, alineadas por millares en enormes naves de uralita y cemento, con luz artificial día y noche para que produzcan más, inyectadas con antibióticos y vitaminas, alimentadas con piensos industriales, etc. La mayoría de ellas no llegan a pisar en toda su vida un suelo con hierba, o a disfrutar simplemente de la luz del sol. Nos comemos los huevos y la carne de las aves quizás más desgraciadas y estresadas de la tierra. 0 Separar agricultura y ganadería tampoco es solución. Una familia de quince miembros puede vivir con media hectárea de huerta, pero si esa superficie se destina a pasto, o si el cereal producido en esa superficie se utilizase para alimentar el ganado, entonces solamente se podría alimentar a una o dos personas con esa media hectárea. Esto está claramente demostrado. Lo mejor, pues, es intentar recrear los pequeños ecosistemas en que animales y hortalizas puedan crecer juntos de la manera más natural y autorregulada posible. De otra forma, la carne se convierte en un alimento de lujo. 0 Las hierbas y hortalizas que crecen más fácilmente junto a nuestra casa, los peces del río que tenemos cerca, los árboles que crecen sin esfuerzo en nuestro bancal, son por regla general precisamente los mejores alimentos para nuestro cuerpo. Cuanto más lejos buscamos, peores alimentos obtendremos. La naturaleza nos lo pone fácil. Somos nosotros los que lo complicamos. La regla de oro es que, cuanto más elaborado esté un alimento, más insano será. La dieta natural se encuentra justamente a nuestros pies. 0 Está claro que las políticas agrícolas buscan reducir el campesinado, sustituirlo por maquinaria, forzar a la población a instalarse en las ciudades. En mi opinión, si el 100% de la población fuesen agricultores, sería ideal. Midiendo la superficie, hay justamente 0’1 hectáreas de tierra arable por cada persona en el Japón, y esto es más que suficiente para sustentarle durante todo el año.


0 Los médicos cuidan a la gente enferma; la naturaleza cuida a la gente sana. En vez de enfermar y seguir luego una dieta natural para curarse, la gente debería vivir en un entorno natural de modo que no apareciese la enfermedad. 0 El arroz blanco parece más refinado, más digerible, pero si se convierte en producto de consumo diario, hacen sus aparición las carencias de nutrientes y las enfermedades, y se hacen necesarios los suplementos y las medicinas. La industria que separa el salvado está haciendo el trabajo del estómago y los intestinos, y el resultado es que estos órganos se vuelven perezosos. 0 Cuantas más cosas hace la gente, más se desarrolla la sociedad y más problemas aparecen. El agricultor se convirtió en una persona muy ocupada cuando la gente empezó a investigar el mundo y decidió que sería “bueno” hacer esto o aquello. Todo el trabajo de Fukuoka ha estado orientado en la dirección contraria: no hacer esto o no hacer aquello. Su experiencia le ha enseñado que los agricultores hubieran estado mejor no haciendo casi nada. 0 Materia y espíritu es lo mismo, pero todo es vacío. El hombre no nace ni muere, no envejece ni enferma, no crece ni decrece. La planta se marchita, pero una semilla todavía guarda en su interior todo el gozo de la vida. El gozo de la vida no parte con la muerte. La muerte no es más que un tránsito momentáneo. Dado que este arroz posee todo el gozo de la vida, ¿no se podría decir que desconoce la tristeza de la muerte? 0 El enemigo del hombre es su propio ego y su mente discriminativa. El acto de defenderse es ya en sí mismo un ataque. Olvidémosnos de los aspectos de yo / otro, dentro / fuera, ganancia / pérdida. Los agricultores de todas las partes del mundo son en el fondo los mismos. Digamos que la llave de la paz se halla en el contacto con la tierra.

RECUENTO DE LAS NEGACIONES DE CIORAN 0

Cuantas más cosas hacemos, más crece nuestra sensación de inutilidad.

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La duda es más provechosa que la fe.

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Los que más nos quieren son los que, invariablemente, más desconfían de nosotros.

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Se vive mejor en una alcantarilla que encima de un pedestal.

0 puros.

Los lujuriosos, los viciosos, son la mayoría de las veces más compasivos y misericordiosos que los

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Aprender a fracasar es lo único que tiene importancia en la vida.

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No hay liberación posible si no admitimos que el Bien también es un obstáculo.

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Es preferible creer en la fatalidad y reconocer que las cosas no tienen solución. Descansa uno más.

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Cuanto peor habla alguien de los demás, más difícil es que reconozca sus propios errores.

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Es más generoso, más útil, quien profundiza en sí mismo que quien se vuelca en los demás.


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Solo el miedo, el terror, es más poderoso que el aburrimiento.

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Fracasamos más por el miedo a conseguir algo que por la pereza de acometerlo.

0 Como solo recordamos lo malo, y como no sirve de nada vivir lo que luego no has de recordar, son más afortunados los desgraciados. 0

¿Qué es la tiranía de un opresor comparada con la injusticia global de todo un universo?

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Es ley de vida que cada cual engendre a su propio enemigo.

0 La prosperidad es un estado al que solo le resta decaer. En cambio, el fracaso es un camino con futuro. 0

Los oprimidos siempre tienen razón, aunque estén hechos del mismo barro que sus opresores.

0 La escatología es más profunda que la ecología. La conciencia constante del final de los tiempos, sea o no catastrofista, es lo que te hace realmente respetar a la naturaleza. 0 Cuanto más progresa el hombre, menos capacidad tiene para resolver sus problemas. Y no hay forma de escapar de este sino. 0

Las convicciones profundas solo pertenecen a quien no ha profundizado en nada.

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Todos nos autodestruimos. El sabio lo hace de manera más sosegada, eso es todo.

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Aunque es mucho más fácil y mediocre destruir a los demás que autodestruirse.

0 Un demonio, un fantasma, un rostro pálido, un brujo maligno: así han juzgado rápidamente todas las culturas vírgenes al hombre blanco. 0

Un pensador, un filósofo, es tanto más válido cuanto menos inspira a los políticos.

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El silencio nunca es tan profundo como cuando es imposible conseguirlo.

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Producir es fácil. Lo difícil es negarse a hacer uso del propio talento.

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La compasión es un lujo extraño que solo el más pérfido y feroz de los seres podía inventar.

0 Nuestros pensamientos menos impuros se originan en las épocas en que nuestros problemas son más acuciantes. 0

Sabio es aquel que todo lo acepta y en nada cree.

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Quien dice que busca la Verdad lo que busca más bien es no ser engañado.

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Solo el cansancio nos salva del suicidio cuando por fin llegamos a conocernos bien.

0 La mayor bendición para un escritor es vivir en contradicción con un sistema de creencias; ser un crítico feroz de su propia fe. 0 A quien se lamenta de no haber tenido éxito en la vida, baste con recordarle que la Vida misma sufre una suerte parecida, si no peor.


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El único ser realmente digno de compasión es el que no se miente a sí mismo.

0 Asumir que estamos aquí para hacernos infelices unos a otros es el camino más rápido para la serenidad. 0 En el Paro, lo que se dice en el Paro, solo están los que yacen quietecitos en sus tumbas. Los demás solo están desempleados. 0 Caminar por el bosque, entre hileras de castaños transfigurados por el otoño: eso es un verdadero triunfo, y no los títulos o las ovaciones. 0 Y aunque alcanzaras una libertad total, un oscuro remordimiento te impediría disfrutarla. Hasta tal punto es sin salida el callejón de la espiritualidad. 0

No he encontrado a ninguna persona interesante que no tenga deficiencias inconfesables.

0 Si analizamos detenidamente nuestros actos de generosidad, acabaremos por reconocer que en realidad fueron siempre dañinos. 0 Para cuando uno alcanza la certeza absoluta de que todo es irreal, ya no le queda un ápice de energía o de interés para intentar demostrárselo a nadie. 0 La única gran objeción para consumar el suicidio es que, lo decida uno cuando lo decida, siempre habrá sido demasiado tarde. 0 Mi espíritu pertenece a los inicios o al fin de la Humanidad. No estoy cómodo en una era de estabilidad. 0

Solo lo que escondemos es profundo y es verdadero.

0 El acto corrompe al instante todo lo que teníamos en potencia. Al final, pues, nos pesa más haber realizado nuestros proyectos que no haberlos podido empezar. 0

Solo me entiendo bien con los hundidos, con los incapaces de recuperar las ilusiones perdidas.

0 Si quieres experimentar la verdadera felicidad, la libertad, el gozo, simplemente imagina con todas las fibras de tu ser no haber nacido. 0 Mi vida es levantarme, desayunar, afeitarme, y luego disponerme a esperar alguna nueva variante del tedio o del horror. 0 La idea de la muerte es una ayuda y un consuelo en todos los trances de la vida, salvo en el último, en el de la muerte misma. 0

El futuro siempre ha sido atroz, ya que el hombre solo sabe remediar sus males agravándolos.

0 El verdadero místico es el que pone el fracaso por encima de cualquier éxito. Ya que el fracaso, siempre esencial, nos permite vernos como Dios nos ve, mientras que el éxito nos aleja de la realidad más íntima que hay en nosotros. 0 El no­saber es la única realidad indiscutible del ser humano: la equivocación, el desatino, el tomar por real aquello que no lo es; ésa es la base de todas nuestras verdades, acciones y pensamientos.


0 La versión actualizada del precepto budista que dice que “todo es dolor”, sería decir que “todo es pesadilla”. 0 Que los demás sean injustos conmigo se ha convertido al final en un tónico insustituible que me anima y fortalece todos los días más que el zumo de naranja. 0 Soy igual de despreciable que todos los demás. La única diferencia es que yo me acabo arrepintiendo de todo lo que hago, sea bueno o malo. 0

Todo ser venido al mundo es un maldito, cumple un castigo, proclama el estigma de su mala suerte.

0 Mi capacidad para la decepción es tan grande que, de la misma forma que me permite comprender a Buda, me impide igualmente seguirle. 0 Nací para equivocarme, para flotar en la duda; y si alguna vez tratara de decidirme, en un sentido o en otro, moriría en el intento. 0

Quien ve el fin en los comienzos viaja más deprisa que el tiempo.

0 La iluminación, entendida como fulgurante decepción, otorga una certeza que transforma al desengañado en liberado. 0

Mi laxitud moral me permitiría cometer todos los crímenes excepto uno: el de ser padre.

0 No­hacer, no­crear, es la única función que el hombre puede asignarse si aspira, como todo lo indica, a distinguirse del Creador. 0 No corremos hacia la muerte; huimos del nacimiento. Podemos sopesar nuestro miedo a la muerte; pero el verdadero terror, que a toda costa intentamos olvidar, y que aun así impulsa todos nuestros actos, es el que alumbró nuestro nacimiento. 0 Mi debilidad, mi preferencia, mi corazón siempre ha estado con los condenados, con los desgarrados, con los acosados; los amenazados, los caídos, los devorados. 0 Todo lo que el hombre hace se vuelve necesariamente en contra suya. No cambiaría esta certeza por ninguna otra revelación. 0 La muerte es un tesoro para aquellos que han tenido el gusto y el don del fracaso; es la recompensa para todos los que no han logrado nada, que nada tenían que lograr. Les da la razón. Es su triunfo. En cambio, para los otros, los que han luchado por tener éxito y lo han logrado, qué chasco, qué bofetón. 0

La verdadera salvación es la certeza de que no la hay.

0 La única forma de soportar fracaso tras fracaso es amando la idea misma de fracaso. Si se logra, ya no hay más sorpresas. Se convierte uno en una víctima invencible. 0 El éxito me parece tal deshonor que solo lucho para perder. He sobrepasado el nivel en el que los seres importan, y no veo razón alguna para luchar en los mundos conocidos.


RECUENTO DE LOS EPITAFIOS DE FRANK ZAPPA 0

Tú eres lo que tú es, y eso es todo lo que es.

0

Tú bebiste cerveza, jugaste al golf, fuiste al fútbol... ¡Nosotros evolucionamos !

0

La estupidez, más que el hidrógeno, es el material básico de que está hecho el universo.

0 La información no es el conocimiento. El conocimiento no es la sabiduría. La sabiduría no es la verdad. La verdad no es la belleza. La belleza no es el amor. El amor no es la música. La música es lo mejor. 0

La mayoría de la gente no reconocería la buena música ni aunque saliera a morderles en el culo.

0 Mi mejor consejo para criar a tus hijos mentalmente sanos es que los alejes lo más posible de la iglesia. 0

La estupidez tiene cierto encanto. La ignorancia no.

0

Sin desviaciones de la norma el progreso no es posible.

0

Nunca habrá una guerra nuclear. Hay demasiadas inmobiliarias involucradas.

0

La única cosa que une a todas las naciones es que todos sus gobiernos son universalmente malos.

0

Si no podemos ser libres, por lo menos podemos ser baratos.

0

Pide siempre una segunda opinión.

0

Cada vez que te encuentres mal, piensa cómo coño llegaste ahí.

0

Puede que tu mierda cobre vida y te bese en la cara.

0

La belleza no conoce dolor, así que ¿por qué lloras?

0

Los malos hechos producen malas leyes.

0 La droga en sí no es mala. Lo malo es que la gente la utilice como una licencia para hacer el gilipollas. 0

Cualquier cosa puede ser música.

0

La seriedad es algo que provoca risa.

0

Libre eres cuando no tienes que pagar por nada ni hacer nada.


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