Revista Cooperamos

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Mayo 2011 | Nº 01

Revista Cooperamos | 1

revista

La Cooperación Sur-Sur La construcción del sur global por Johanna Idrobo y Cristina Jarrín La cooperación sur - sur: nacer y desarrollarse en tiempos de crisis por Javier Surasky Crisis financiera internacional: oportunidades y amenazas para los países en vías de desarrollo por Erick Toussaint

reflexión |gestión | acción



Contenido CONSEJO EDITORIAL Gabriela Rosero Iván Almeida Carolina Viola María Augusta Salas

A LOS LECTORES

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EDITORIAL

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OPINIÓN La nueva política de cooperación internacional de Ecuador

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ENFOQUE Casa Adentro: Un camino del sur para el sur, Ecuador ha dado sus pasos

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DIRECTORA Carolina Viola

Casa Afuera: Brasil entiende la cooperación creativa, solidaria y con visión propia - Entrevista a Marco Farani

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EDITORA María Augusta Salas

COOPERACIÓN EN CIFRAS La CSS tiene su medida en Ecuador

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COORDINADORA GENERAL Karina Vaca V.

La Cooperación sur - sur más que un arte de sistematización

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IMPACTOS Dengue: Ecuador mitigó la emergencia sanitaria de Bolivia

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A FONDO La construcción del Sur Global

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La CSS: nacer y desarrollarse en tiempos de crisis

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IMPRESIÓN Soboc Grafic

RECUENTO Y AGENDA Noticias

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Todos los derechos reservados. Ninguno de los artículos de esta revista pueden ser reproducidos, almacenados, o transmitidos total o parcialmente, a través de cualquier medio, sin la expresa autorización de la SETECI.

ANÁLISIS Crisis financiera internacional: oportunidades y amenazas para los PED

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VOCES DEL SUR La posición de México en la cooperación triangular

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FOTOGRAFÍA SETECI Ministerio de Salud Pública DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Lápiz & Papel www.lapizypapel.ec

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A los lectores | 4

Cooperación sur - sur: Análisis, gestión y reflexión Por: Carolina Viola|Directora nálisis, reflexión y acción de la cooperación internacional es la línea editorial de COOPERAMOS. Su objetivo es fomentar el debate profundo, crítico e informado sobre la temática en Ecuador. Sus lectores encontrarán el punto de inflexión entre la gestión y la producción teórica, a través de análisis que contribuyan a conceptualizar y enfocar de mejor manera la gestión de la cooperación. Esta publicación será un insumo tanto para quienes gestionan la cooperación, así como para estudiantes e investigadores interesados en ahondar en la materia. En esta oportunidad el tópico que nos convoca, es “La cooperación sur - sur (CSS)”, es decir, la cooperación horizontal entre países en desarrollo. Se incorporan visiones y posturas diversas, desde la gestión y la academia, buscando presentar de manera plural los principales debates que ella genera. La globalización ha introducido cambios en el sistema internacional poniendo en entredicho su capacidad de adaptarse, regenerarse y construirse en función de nuevas realidades, las cuales están en continua invención. En este contexto, la CSS se inserta como una denuncia de las asimetrías del poder político y económico internacional, direccionada a generar mayores niveles de cohesión entre los países en desarrollo; contribuyendo a la conformación de bloques regionales y transregionales, que permitan superar la unipolaridad del sistema económico y político internacional; asumiendo a la vez las riendas de su desarrollo; y demandando la participación en la gobernanza de la cooperación internacional. La tendencia de la cooperación internacional en los países de renta media (PRM) demuestra un decrecimiento continuo. En este panorama, la cooperación sur – sur adquiere siempre mayor relevancia. El Ecuador reconoce en la cooperación sur – sur una herramienta fundamental para avanzar en el proceso de integración suramericano; puede contribuir a reducir las brechas entre y dentro de los países de la región —en palabras de Eric Toussaint “impulsando mecanismos de

intercambio compensados y solidarios”, los cuales están enfocados a generar complementariedades para superar cooperativamente los problemas del desarrollo. El artículo “La cooperación sur - sur: nacer y desarrollarse en tiempos de crisis”, de Javier Surasky, Director del Departamento de Cooperación Internacional del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata, nos lleva a un recorrido histórico en el proceso de afirmación de la cooperación sur – sur, y su importante contribución al desarrollo de los PRM, exponiendo el carácter político reivindicativo de la misma: “la CSS solo tiene sentido si puede contribuir a cambiar las reglas de juego de un tablero mundial que perpetúa una lógica de desigualdad y exclusión”. Este primer número entrega a sus lectores, a través de Johanna Idrobo y Cristina Jarrín, docentes de la Escuela de Relaciones Internacionales y Diplomacia, del Instituto de Altos Estudios Nacionales, un análisis profundo del rol de la cooperación sur – sur en la construcción de nuevos paradigmas “de una consciencia del sur para el sur”, como respuesta crítica al pensamiento hegemónico impuesto desde el Norte Global. En palabras de Boaventura de Sousa, “construyendo una nueva epistemología del sur”. Finalmente, Eric Toussaint, Presidente del Comité para la Anulación de la Deuda en el Tercer Mundo, comparte con nosotros un análisis de la coyuntura económica internacional sobre cómo se insertan los países del Sur en este contexto de crisis financiera y qué oportunidades y amenazas existen en un escenario de globalización e interdependencia compleja. Esperamos que el material presentado constituya una efectiva herramienta de análisis y debate sobre cooperación; y genere el diálogo en torno a un tema que, si bien responde a una dinámica mundial, ha comenzado a pensarse desde una realidad muy particular y rica como es la Latinoamericana. Recordando que hoy “Nuestro Norte es el Sur”, les deseamos ¡buena lectura! Carolina Viola DIRECTORA


Editorial | 5

La Cooperación sur - sur: significados, objetivos y desafíos

Por: Gabriela Rosero|Secretaria Técnica de Cooperación Internacional (SETECI) La cooperación sur - sur (CSS) es una modalidad de la cooperación enfocada al fortalecimiento de las relaciones horizontales entre países, respetuosa de la soberanía, de las prioridades y de los sistemas nacionales, apostando por un aporte técnico basado en el reconocimiento de las capacidades endógenas —sobre la base del principio de mínima intervención— y de la potenciación de capacidades y complementariedades. La relevancia que ha adquirido la cooperación sur - sur (CSS), principalmente para los países de renta media en los últimos años, no se debe solamente al aporte de recursos financieros que se canaliza a través de esta modalidad, sino más bien porque implica un esfuerzo horizontal entre socios, el intercambio mutuo de experiencias, conocimientos y valoración del talento humano de nuestro países. Para los países de renta media, la CSS no debe ser comprendida como un acápite de la cooperación norte – sur. La CSS nace como reivindicación política de denuncia ante las asimetrías del sistema internacional y de la gobernanza de la cooperación e implica tomar las riendas del desarrollo de la región desde y para el sur, consciente de sus realidades y necesidades. La Constitución de la República del Ecuador, reconoce en la CSS un instrumento fundamental para promover relaciones internacionales soberanas e igualitarias, impulsando una inserción estratégica del país en el sistema mundo. Como instrumento de política exterior, facilita la comprensión mutua entre países en desarrollo, potencia la integración suramericana y las relaciones vecinales y; promueve la efectividad de la cooperación en múltiples sectores estratégicos para el desarrollo nacional.

Se ha constatado que el proceso de globalización no ha conseguido reducir la inequidad social y ha profundizado las brechas de acceso a bienes imprescindibles; por tanto, uno de los objetivos a los que debe apuntar la región radica en presentar soluciones innovadoras a problemas comunes de los países de Suramérica. En este sentido, la CSS plantea una reivindicación política de los países del sur ante las inequidades estructurales en el orden internacional, que la cooperación norte sur no se ha planteado. En los últimos años la CSS registró un renovado auge, se diversificó (en instrumentos y actores); se convirtió en un referente a considerar en los foros internacionales sobre Cooperación al Desarrollo; y empezó a articular una agenda propia de debate, centrada en cómo lograr más y mejor cooperación. América Latina imprimió su impronta en la evolución de la cooperación sur - sur, fomentó el debate sobre esta modalidad y participó de manera activa en los principales foros de cooperación internacional. Además, impulsó su expansión bajo modalidades distintas, entre las que destacaron la cooperación horizontal (bilateral y regional) así como la cooperación triangular. Este renovado auge, acompañado de una activa participación en los procesos de desarrollo, ha abierto la puerta a nuevos desafíos para la CSS y los países que han decidido creer a ésta, como herramienta para el desarrollo. La creciente importancia de la cooperación sur - sur, en los nuevos equilibrios regionales y extra - regionales, así como el rol que ha tenido en aminorar el impacto de la disminución de los flujos de cooperación para la región, abre nuevos y cada vez más complejos desafíos, en el contexto suramericano, en el cual esta alternativa se debe asumir.

Gabriela Rosero SECRETARIA TÉCNICA


Opinión | 6

Complementariedad y cooperación sur - sur: La nueva política de cooperación internacional de Ecuador Por: Samer Srouji* a nueva política de cooperación internacional de Ecuador refleja la emergencia de una doctrina Latinoamericana de eficacia. Ha dejado de lado los conceptos tradicionales de “donante”, “receptor” y “ayuda”, a favor de un discurso fundamentado en la complementariedad y mutua responsabilidad entre los actores del Norte y del Sur frente a los retos del desarrollo. Un aspecto central de la doctrina es el posicionamiento de la cooperación sur - sur (CSS) junto a la tradicional norte - sur, transformando la arquitectura de la cooperación regional. Inspirada en la reafirmación de la soberanía en las relaciones internacionales, la cual puede servir de ejemplo a otras regiones del mundo.

Desde el 2000, la tendencia es asignar más flujos de AOD a los países de África subsahariana y zonas de conflicto, y menos a los países de renta media. El Ecuador recibió 288 mil millones de dólares en AOD en el 2009, equivalente a 0,56% de su PIB y 2% del presupuesto general del gobierno, está consciente de que estos montos no pueden tener mayor impacto para enderezar la pobreza o la desigualdad. En este contexto, el principal aporte de la cooperación proveniente de los países industrializados, para el Ecuador es el “fortalecimiento de capacidades institucionales y de talento humano, la transferencia de tecnologías y de conocimientos”, contribuyendo a los cambios económicos y sociales demarcados en el Plan Nacional para el Buen Vivir.

Esta política se centra en el principio de complementariedad, poniendo en relieve el rol del Estado como principal contraparte en la negociación y monitoreo de la ayuda oficial al desarrollo (AOD). Es una novedad en el sentido que, tradicionalmente, el rol del Estado receptor era ambiguo, o peor, se consideraba un obstáculo al desarrollo. Para el Ecuador, la cooperación internacional se considera “un complemento y no un sustituto a los esfuerzos del Estado”; por lo tanto, el diálogo con los cooperantes busca más correspondencia entre la AOD y los objetivos de desarrollo nacionales.1 Esta postura, coincide con la Declaración de París, que requiere que los donantes no solamente alineen sus programas con las estrategias del país socio, sino que además, fortalezcan las capacidades institucionales y técnicas de éste. Así, la Agenda de Accra insiste que “sin una capacidad sólida —instituciones, sistemas y conocimientos especializados locales fuertes— los países en desarrollo no pueden hacerse cargo totalmente de sus procesos de desarrollo y gestionarlos”2.

El tercer aspecto más palpable es la promoción de la cooperación sur - sur (CSS) como eje transformador de las relaciones internacionales de Ecuador. Si bien la CSS no es una nueva doctrina, la intensificación de los intercambios sur - sur están transformando la arquitectura regional de la cooperación hacia una dinámica más horizontal y solidaria. Con el lanzamiento del primer Catálogo de Asistencia Técnica Ecuatoriana 2010, de la Secretaría Técnica de la Cooperación Internacional se evidencia el protagonismo emergente de los países de renta media como proveedores de cooperación, capaces de contribuir al desarrollo a través de medios e instrumentos propios. Se aprovechan las experiencias aprendidas mediante la cooperación norte - sur, para contribuir a las necesidades de países amigos. Si la Declaración de París animaba a los países en desarrollo a “apropiarse” de la AOD para generar capacidades propias, la mejor manera de comprobarlo es llegando a ser oferentes de cooperación por derecho propio. Así lo declaró la Secretaria Técnica de SETECI, Gabriela Rosero, señalando que el Ecuador había entrado en un nuevo período donde “no solamente recibimos cooperación internacional sino que también tenemos la experiencia, la capacidad y fortaleza para compartir con otros”.

Un segundo aspecto de la política es el elemento técnico y humano de la cooperación internacional sobre el financiero. Éste es una respuesta al posicionamiento de América Latina dentro de la arquitectura global de la ayuda.

1 Agencia Ecuatoriana de Cooperación Internacional (AGECI), Políticas y Lineamientos de la Cooperación Internacional en el

Ecuador (Borrador), Quito, Mayo 2010, p5. 2 Agenda de Acción de Accra (2008), Art. 14. * Samer Srouji, graduado en Desarrollo y Economía Política Internacional del Instituto de Estudios Sociales en La Haya.

Economista - Consultor Internacional |E-mail: mersam@gmail.com.



Enfoque | Casa Adentro | 8

Un camino del sur para el sur Ecuador ha dado sus pasos

Por: Unidad de Cooperación con América | Secretaría Técnica de Cooperación Internacional

"América no es tanto una tradición que continuar como un futuro que realizar".

Octavio Paz

¿Cómo entiende el Ecuador la cooperación sur - sur? odos los países en desarrollo, independientemente de su progreso relativo, tienen experiencias positivas en la lucha contra la pobreza, fortalecimiento de la cohesión social, protección del medio ambiente, fomento de la participación ciudadana o cualquier otra esfera relacionada con el bienestar. El Ecuador adoptó el concepto de cooperación sur - sur (CSS) definido en el Plan de Acción de Buenos Aires (1978), el mismo que la determina como “un proceso consciente, sistemático y políticamente motivado, elaborado con el objeto de crear una estructura de vínculos múltiples entre países en desarrollo”. Es decir, una cooperación enfocada a generar mayores niveles de cohesión internacional en un contexto de denuncia de las asimetrías que caracterizan el sistema mundo. El término CSS se refiere a un amplio marco de colaboración que supera los elementos clásicos de la Ayuda Oficial al Desarrollo, y que incluye los de la cooperación técnica, política, comercial, inversiones y ayuda financiera. La CSS es un instrumento para facilitar la transmisión de conocimientos en todos los campos de la actividad humana, así como el intercambio de capacidades entre los países en desarrollo. Este tipo de cooperación tiene la capacidad de movilizar los recursos propios, tanto del sector público como del privado, y contribuir al desarrollo con equidad. El Ecuador considera que la CSS se ha convertido en una importante modalidad para la consecución de los objetivos nacionales y el fortalecimiento de la integración latinoamericana en un contexto de respeto a la soberanía de los países; y es una herramienta que puede impulsar los procesos de integración latinoamericana.

Esta cooperación busca aprovechar las capacidades y experiencias “propias” implementadas por los países en desarrollo, encaminada a la independencia económica y considerando, como objetivo primordial, la identificación y búsqueda conjunta de soluciones a problemas similares de desarrollo económico y social. No es una cooperación condicionada, ni establece jerarquías, como lo que inicialmente se da con la cooperación norte - sur, entendida como una ayuda a los países de menor desarrollo. En la Constitución de la República del Ecuador de 2008 se plantea como objetivo estratégico promover la integración con América Latina y el Caribe; así también se establece como principios de las relaciones internacionales, la cooperación, integración y solidaridad. En concordancia con ello, la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional prioriza el fortalecimiento de la CSS, como estrategia para el posicionamiento del país en el sistema mundo, efectuando la transición de receptor neto de cooperación internacional a oferente.

¿Por qué la CSS es una herramienta de integración regional?

• •

• • •

Apoya la reducción de las desigualdades intra y extra regionales, para aminorar las brechas de desarrollo que constituyen un obstáculo al proceso de integración. Promueve la complementariedad a través de mecanismos de intercambios compensados y solidarios, en las áreas que la región considere prioritarias para la disminución de las brechas de desarrollo. Fortalece la creación de la infraestructura necesaria para acelerar el proceso de integración latinoamericana. Impulsa plataformas lideradas y hospedadas por los países del sur, particularmente donde se promueve el proceso de integración latinoamericano. Moviliza recursos económicos y humanos desde el sur y para el sur.


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¿Cómo gestiona Ecuador la cooperación sur - sur?

nacionales, con el propósito de calificar y decidir su incorporación en las propuestas que se presentarán al país socio en la negociación.

En la actualidad, en el marco de la CSS, el Ecuador gestiona cooperación técnica a través de modalidades, mecanismos e instrumentos como: intercambio de expertos, asesoría, cooperación en especie, transferencia tecnológica, servicios, envío de voluntarios, cursos, talleres, pasantías, intercambio de información entre los principales.

Durante esta etapa, el Ecuador negocia su demanda de cooperación técnica, a través de distintos mecanismos de concertación, como son: comisiones mixtas, grupos de trabajo, mecanismo de consultas políticas, comisiones de cooperación, entre los principales. Cada país socio de América Latina y el Caribe tiene sus características particulares para la negociación de cooperación.

Para la gestión de la demanda de cooperación técnica, la Dirección de Políticas y Negociación de la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (SETECI) definió, a través de su experiencia, un proceso compuesto por etapas como: planificación, negociación, ejecución y registro de proyectos y acciones.

La etapa de planificación inicia con la definición de líneas estratégicas y prioritarias en las que Ecuador requiere cooperación, de conformidad con el Plan Nacional para el Buen Vivir (PNBV). Posteriormente, se identifican las fortalezas del país socio, a través de la evaluación de los programas negociados y la revisión de la “Agenda Regional de Cooperación Sur - Sur”1 . Adicionalmente, la Unidad de Análisis Político de la SETECI elabora informes preparatorios, cuyo objetivo es identificar las características del país socio en materia de política interna, política exterior y geopolítica, relaciones comerciales, enfoque de cooperación técnica y triangular; para tener una visión general de las relaciones bilaterales del Ecuador con el país socio. El informe plantea las recomendaciones a considerar durante la definición de programas de cooperación bilaterales con los países socios. Con estos insumos se definen las áreas temáticas en las cuales se deberán enmarcar las propuestas de cooperación solicitadas a las instituciones nacionales competentes. Finalmente, la SETECI hace una revisión de las propuestas enviadas por las entidades

1

Las instituciones nacionales proponentes realizan directamente la ejecución de proyectos y acciones de cooperación sur - sur; la coordinación de los programas bilaterales está a cargo de la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional y el seguimiento está a cargo de la Representación Diplomática acreditada en el país socio. El registro actividades que realizan las instituciones en el marco de los Programas de Cooperación Bilaterales negociados, es la última etapa de la gestión de la demanda de cooperación técnica. Para el efecto, se cuenta con formatos para el envío de informes, dependiendo del país socio. Actualmente, se trabaja en la construcción del “Sistema de Información de Cooperación Sur-Sur”, módulo de software que pretende registrar las actividades implementadas en el marco de los Programas de Cooperación Bilateral negociados, y contar con estadísticas de la gestión que se realiza. Durante el último año, la SETECI se planteó el propósito de fortalecer los procesos de cooperación sur - sur. Entonces, retomó el proceso de construcción del Catálogo de Asistencia Técnica Ecuatoriana, que inició a mediados de 2009, y concluyó en noviembre de 2010, habiendo sido presentado a las instituciones encargadas de cooperación internacional de América Latina y el Caribe.

En noviembre de 2010, se realizó en Quito el II Seminario – Taller de Cooperación Sur – Sur: Hacia una Agenda Regional como Espacio de Oportunidades para la Integración, con la participación de las instituciones encargadas de la cooperación internacional en los países de América Latina y el Caribe. Durante el evento se acordó entre los participantes la Agenda Regional de Cooperación Sur - Sur.


Enfoque | Casa Adentro | 10

Las fortalezas que han generado las instituciones públicas ecuatorianas están direccionadas a la construcción de un Estado para el Buen Vivir de los y las ecuatorianas. De esta manera, el país pasa a brindar asistencia técnica, compartiendo las experiencias aprendidas durante varios años. El Catálogo de Asistencia Técnica Ecuatoriana es el resultado de un proceso de construcción participativo, el cual contó con la colaboración de más de 22 instituciones del gobierno central, y requirió niveles de coordinación intra e inter institucional, a través de un trabajo con los Ministerios Coordinadores, quienes asumieron un rol central como interlocutores y corresponsables de la organización con las instancias en línea. Éstas últimas, conjuntamente con secretarías e institutos a través de sus técnicos fueron los encargados de identificar las fortalezas y de recolectar la información que sustente sus experiencias. El Ecuador, a través de la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (SETECI), desarrolló una metodología con cuatro fases de análisis que permitió contar con 35 experiencias que el país ofrece al mundo. La metodología utilizada se construyó a partir de la articulación y coordinación de 42 instituciones del gobierno central, constituyéndose en un reto para la SETECI. La primera fase consistió en elaborar herramientas claras y homogéneas. En ésta se incorporaron espacios de capacitación y reflexión, donde las instituciones participantes construyeron un discurso común sobre la CSS en el Ecuador. Se definieron criterios técnicos para el análisis de las iniciativas presentadas por las instituciones. En la segunda fase, levantamiento de la información, se trabajó con los ministerios coordinadores, los cuales analizaron y apoyaron la recolección de datos de forma sectorial. La tercera fase, referida al análisis de la información, fue elaborada por el personal de la Secretaría Técnica; con base a criterios técnicos y políticos que incorporaron elementos del marco jurídico y principios de las políticas públicas del país, lo cual garantiza la pertinencia y solidez de las iniciativas puestas a disposición de los países de América Latina y el Caribe. En este

proceso, alrededor de 130 ofertas de asistencia técnica fueron analizadas y agrupadas por grandes temáticas de acuerdo al Plan Nacional para el Buen Vivir. Finalmente, se validó la información proporcionada por las instituciones y hoy, Ecuador pone a disposición de los países socios 35 ofertas de asistencia técnica, provenientes de 18 instancias nacionales, entre las que se destacan: la construcción de un modelo de salud intercultural; fortalecimiento de iniciativas de turismo comunitario; construcción del Sistema Nacional de Planificación y Desarrollo; ciencia y tecnología aplicada al control de la biodiversidad, ambiente y hábitat; así como al desarrollo de fuentes de energía alternativa; prevención y gestión de riesgos; entre otras. La Secretaría con el objetivo de fortalecer y posicionar al Ecuador como un actor importante en el debate de la CSS, ha definido una nueva estructura para la gestión de la cooperación internacional no reembolsable. Dentro de esta estructura se creó la Dirección de Gestión de la Cooperación Sur-Sur, la cual iniciará con sus actividades, una vez que cuente con la asignación de los recursos necesarios.


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¿Cuáles son los desafíos de la cooperación sur - sur para el Ecuador? La estrategia de cooperación sur - sur del Ecuador es uno de los principales desafíos institucionales, pues deberá considerar las particularidades y especificidades de los territorios, e incorporar las potencialidades de los actores privados desde el rol que tienen en la construcción del nuevo modelo de desarrollo. La estrategia deberá institucionalizar la CSS en los diferentes actores del Sistema de Cooperación del Ecuador (Gobiernos Autónomos Descentralizados, entidades públicas y privadas, y cooperantes), y de la mano establecer niveles de coordinación, seguimiento y registro claros. A partir de dicha estrategia la Secretaría identifica los desafíos que enfrentará el Ecuador en los próximos dos años: El Catálogo de Asistencia Técnica Ecuatoriana plantea la implementación de las ofertas de asistencia técnica con los socios de la región para lo cual se requiere de la creación del fondo de asistencia técnica ecuatoriano para la cooperación sur - sur; la perspectiva de negociaciones de proyectos de cooperación triangular con otros países de la región; y la captación de recursos de cooperantes tradicionales. Por otro lado, en el componente referido a la cooperación técnica que requiere el país, la Secretaría Técnica se ha propuesto tres desafíos para el año en curso y los siguientes: El primero, normalizar y mantener los cronogramas establecidos en acuerdos de cooperación con los países del sur con los que hemos tenido relaciones de cooperación, como Chile, Argentina, Brasil, entre los principales. El segundo, iniciar y formalizar los espacios de cooperación con otros países de la región como República Dominicana, Uruguay, entre otros, a través de la definición de Programas de Cooperación Bilaterales.

El tercer desafío consiste en el levantamiento de las necesidades de cooperación técnica de las instituciones del gobierno central, clasificadas por las áreas temáticas registradas en la Agenda Regional de CSS, misma que identifica las fortalezas de los países de la región. Uno de los principales componentes y desafíos de la estrategia de CSS es la definición de la metodología de valoración de ésta en el Ecuador, temática aún poco desarrollada en la región y de prioridad para valorar el impacto de la CSS en los procesos de desarrollo. Finalmente, la Agenda Regional de Cooperación sursur acordada entre los países de la región durante el II Seminario Taller, realizado en Quito en noviembre de 2010, deberá convertirse en el marco de las actividades que determine la estrategia de CSS. Además, la Secretaría ha asumido como reto el propender a que los demás países de la región vean a la Agenda Regional como un instrumento base, para la planificación de sus actividades de oferta y demanda dentro de esta cooperación. Con la implementación de actividades dirigidas a enfrentar estos desafíos, el Ecuador pretende consolidarse como un país que lidera la cooperación sur - sur en la región y fortalece el proceso de integración regional.


Enfoque | Casa Afuera | 12

Brasil entiende la cooperación creativa, solidaria y con visión propia

Entrevista a Marco Farani, Director de la Agencia Brasileña de Cooperación. olidaridad, flexibilidad, pluralidad, complementariedad y participación voluntaria son los principios con los cuales Brasil entiende la cooperación sur – sur (CSS). La cooperación es un instrumento fundamental de la política exterior brasileña, la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC) y el Ministerio de Relaciones Exteriores guían a las instituciones nacionales sobre los reglamentos que rigen la cooperación técnica. Brasil enfatiza en una cooperación libre de condicionalidades, determinada por la demanda de los países socios. La CSS es uno de los ejes prioritarios de la política exterior brasileña, que tomó mayor fuerza en el gobierno de Lula Da Silva, donde el enfoque de solidaridad es imperante para las iniciativas con otros países en desarrollo. Esta modalidad de cooperación data de la década de los setenta cuando Brasil comienza a transferir capacidades tecnológicas hacia otros países del sur, caribeños y africanos, dando prioridad a la comunidad de países de habla portuguesa. Para ahondar un poco sobre la visión de la CSS que maneja Brasil, Marco Farani, director actual de la ABC, desarrolló algunos puntos a través de esta entrevista. ¿Cómo ve usted la nueva arquitectura de la gobernanza de la cooperación sur - sur? Muy bien, creo que los países del sur están asumiendo un protagonismo cada vez mayor, en la cooperación entre ellos; como países en desarrollo, que están haciendo un esfuerzo mayor para promover la cooperación técnica horizontal. Poco a poco, vemos que adquieren más experiencia en el tratamiento del tema; más práctica y por tanto trabajando más y mejor. Es un fenómeno muy importante e interesante, sobre todo acá en Ecuador. En primer lugar porque se da entre países en desarrollo, los cuales intercambian experiencias que son muy interesantes, nuevas, y que responden a políticas creativas para enfrentar la pobreza y la desigualdad.

Justamente, en este cambio de paradigma, ¿cómo se posiciona Brasil en esta plataforma de cooperación sur - sur? ¿Cuál es la visión para utilizarla? Dentro del contexto de la cooperación sur - sur, Brasil viene asumiendo un papel cada vez mayor. Nosotros tenemos una Agencia de Cooperación Técnica (ABC) con un presupuesto para cooperación técnica, existe la voluntad política del Gobierno Brasileño de hacer de eso un instrumento, una forma de hacer política externa. Las instituciones brasileñas, los ministerios, todos están entusiasmados en poder participar de la cooperación. Brasil trabaja principalmente sobre la demanda, la cual procuramos atender. Cada vez tenemos mayores demandas de cooperación, con experiencias interesantes, somos un país en desarrollo, con una economía y un Estado muy grande, una Constitución muy sólida, y con experiencia en diversos campos. Brasil, se ha visto como un país soft, que no tiene una agenda estratégica, geopolítica, de tal suerte que nuestra cooperación no pasa por eso. Ésta se lleva a cabo siempre en un campo de solidaridad, amistad, y con un sentimiento de responsabilidad de poder compartir y apoyar a países hermanos en su lucha por el desarrollo. La cooperación en América del sur requiere de un carácter cada vez más importante, porque a través de nuestra cooperación en redes con las instituciones de otros países sirve para conocernos mejor; en segundo lugar se aprovecha para conocer sus políticas; y en tercer lugar, cultiva el trabajo en conjunto para armonizar las políticas comunes, que puedan ser complementarias en varias áreas de Sudamérica. En Brasil, la cooperación sur - sur es asumida como parte de la política exterior, como usted lo ha dicho, y de hecho se ha extendido a África y no solo Sudamérica ¿por qué? Sí, no estoy hablando solo de Sudamérica sino de integración con otros países en desarrollo, como es el caso de los países africanos. Se integran por la paz.


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¿Cuál ha sido el perfil de la cooperación sur - sur en Brasil, qué cambios ha tenido, cuáles han sido las directrices que ha adoptado? La cooperación sur - sur brasileña tiene mucho tiempo, pero en los últimos cuatro años del gobierno del presidente Lula adquirió una dimensión mucho mayor y de mucha importancia. Desde que Lula percibió la cooperación técnica como instrumento estratégico de la política externa, como un instrumento importante de integración y de fortalecimiento de las relaciones entre los países. De hecho, la ABC creció mucho estos últimos cuatro años, ahora nuestro desafío es continuar creciendo, haciendo más de lo mismo, de la cooperación que hemos hecho, no un negocio. La cooperación brasileña es hecha por el gobierno brasileño con funcionarios públicos. En este proceso de cambios, ¿cómo describe éstas reglas de cooperación sur - sur, proponen una perspectiva política como región frente al tradicional orden mundial? La cooperación de Brasil no se la hace haciendo lobby en el congreso o en Brasilia, no se la pasan pensando cómo hacer cooperación la cooperación brasileña es hecha por el Ministerio de Relaciones Exteriores, vía agenda de cooperación, hecha por funcionarios públicos del gobierno, funcionarios que tienen experiencia de muchos años y van fortaleciendo las buenas prácticas. Entonces, la cooperación sur - sur brasileña es eso, movida por demandas, por solidaridad, por el entendimiento del fortalecimiento del sur, de los espacios regionales, tiene carácter político más no intereses comerciales estratégicos, nada de eso. Este es un trabajo de construcción de armonización de políticas, de construcción de una identidad regional que sea nuestra, no creada por otros.

¿En esta nueva concepción está implícito que

Brasil tiene un rechazo frontal a la concepción de la cooperación entendida como la “ayuda al desarrollo”? No tenemos un rechazo frontal, nosotros lo hacemos a nuestra manera, yo creo que la cooperación de los países desarrollados tiene aspectos positivos más que defectos. Y, tal vez, no hay que verla siempre con sospecha, más la diferencia es que la nuestra es entre países que tienen la misma historia, los mismos niveles de desarrollo, similares problemas; esto hace toda la diferencia.


Enfoque | Casa Afuera | 14

¿Cómo ve usted la reanudación de la cooperación técnica con el Ecuador (2011 - 2013); cuál sería nuestro norte o nuestro sur como países que pensamos de manera similar la cooperación? Yo creo que es muy importante, no solamente en la cooperación bilateral, sino también para una mayor aproximación entre Brasil y Ecuador en otras áreas, que debe ser seguida del diálogo. El programa de cooperación 2011 – 2013, que firmamos ahora, será complementado con la misión que vendría a Ecuador, próximamente para hacer proyectos puntuales. Muchos de ellos requieren afinar detalles y algunos proyectos en otras áreas. ¿Se habló de la posibilidad de hacer cooperación triangular, en el marco CSS, entre Ecuador y Brasil hacia un tercer país, a pretexto de la experiencia de cooperación técnica en el proyecto de Banco de Lecha Materna, implementado en la maternidad Isidro Ayora es factible? Sí, es posible. Estuvimos en la maternidad Isidro Ayora en Quito, este trabajo que se ha hecho en la maternidad con el Banco de Leche, es fruto de la cooperación Brasil – Ecuador, pero sobre todo resultado de la dedicación, esfuerzo, profesionalismo, compromiso público, personal,

y a la vez emocional de la gente ecuatoriana involucrada. Sin duda, una experiencia como ésta nosotros podemos llevar juntos a otros países. Finalmente, ¿qué resaltaría de esta experiencia de cooperación entre ambos países de ideologías similares? La idea de la inclusión social, así como la de mayor responsabilidad de gobiernos con un mayor compromiso con la gente, con el pueblo. Creo que ésto es fundamental para la construcción de nuevas democracias, más transparentes, horizontales, en las cuales las actividades de cooperación son posibles.



Cooperación en cifras | 16

La cooperación sur - sur tiene su medida en Ecuador

Por: Dirección de Enlace, Seguimiento y Evaluación | Secretaría Técnica de Cooperación Internacional urante el período 2007 – 2010 han estado vigentes 2.465 programas y proyectos financiados con recursos de cooperación internacional no reembolsable, por un monto plurianual de USD 1.734,81 millones de dólares; que provienen en su mayor parte de fuentes tradicionales norte – sur, bajo modalidades de apoyo presupuestario, financiera no reembolsable y técnica. La cooperación sur - sur (CSS), en esencia, se ejecuta bajo la modalidad técnica y es de tipo horizontal, lo cual implica un conjunto de acciones entre países considerados en desarrollo, que aúnan esfuerzos en pro de alcan-

zar objetivos comunes. La CSS comprende el intercambio técnico de recursos, procedimientos, tecnologías y/o experticias. En el período 2007 - 2010 se ha ejecutado un total de 129 proyectos por USD 24,81 millones de dólares, que repreentan apenas el 5,2% del total de proyectos y el 1,4% del monto plurianual de cooperación; cabe mencionar que la valoración absoluta que se ha dado a las intervenciones y/o acciones sur - sur es de tipo administrativa, por ende no involucra su beneficio económico neto real a nivel técnico. A continuación se muestra el gráfico 1, que representa la distribución de los cooperantes sur - sur que han venido trabajando en el país durante el período 2007 – 2010:

Distribución de la cooperación sur - sur por país cooperante en función del número de intervenciones y/o acciones ejecutadas en el Ecuador 2007 - 2010

Gráfico 1

5%

5%

6%

33%

7% 8%

18%

18%

Fuente: Cooperantes | Elaborador por: DESE/SETECI Fecha: 28/02/2011

Venezuela

Uruguay

Cuba

Colombia

Chile

Brasil

Argentina

México

NO

PAÍS COOPERANTE

NO PROYECTOS

1

México

42

2

Argentina

23

3

Brasil

23

4

Chile

11

5

Colombia

9

6

Cuba

8

7

Uruguay

7

8

Venezuela

6

Total

129


Revista Cooperamos | 17

Distribución sectorial de la cooperación sur – sur La cooperación sur - sur lleva conceptualmente implícita la ejecución de acciones de apoyo estratégico mutuo para la consecución de objetivos comunes. Las intervenciones se concentran principalmente en el fortalecimiento de capacidades de los agentes receptores. Así, en el período 2007 – 2010 las acciones se han plasmado mayoritariamente en los sectores productivo y administrativo, con especial énfasis en la formación de talento humano de servidores del sector público. A continuación se detalla la distribución de la cooperación sur – sur por sector de intervención 2007 - 2010: Cuadro 1

Distribución de la cooperación sur – sur por sector de intervención 2007 - 2010

No SECTOR DE INTERVENCIÓN

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

MONTO DE COOPERACIÓN VALORADO

No PROYECTOS

Desarrollo productivo Administrativo Comunicaciones Desarrollo social Salud Ambiente Ciencia y tecnología Asuntos internos Educación* Cultura y deportes* Asuntos del exterior* TOTAL

32 24 7 17 18 15 2 6 5 2 1 129

% DISTRIBUCIÓN DEL MONTO PLURIANUAL

$ 22,011,315 $ 2,149,306 $ 250,000 $ 169,275 $ 91,496 $ 77,811 $ 51,270 $ 5,559 $ $ $ $ 24,806,033

88.7% 8.7% 1.0% 0.7% 0.4% 0.3% 0.2% 0.0% 0.0% 0.0% 0.0% 100%

* Cooperación técnica no valorada financieramente | Fuente: Cooperantes | Elaborador por: DESE/SETECI | Fecha: 28/02/2011

La gráfica 2 muestra el apoyo sur - sur a los objetivos 11 y 12 del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2007 – 2010. “Establecer un sistema económico solidario y sostenible” y "Reformar el Estado para el bienestar colectivo”, respectivamente.

Distribución de la cooperación sur - sur por número de intervenciones en el Ecuador 2007 - 2010

35

30

13

9

5

6

5

Fuente: Cooperantes |Elaborador por: DESE/SETECI | Fecha: 28/02/2011

No alineados

Objetivo 5

Objetivo 2

Objetivo 3

Objetivo 4

Objetivo 6

Objetivo 12

0

2

2

2

1

1 Objetivo 10

14

10

Objetivo 7

16

15

Objetivo 9

20

Objetivo 8

25

25

Objetivo 1

35

Objetivo 11

No de intervenciones por objetivo del PND 2007-2010

Gráfico 2

Objetivos del PND 2007 - 2010


Cooperación en cifras | 18

Distribución territorial de la cooperación sur – sur A nivel territorial, la cooperación sur – sur varía en su lógica de intervención respecto de la tradicional norte – sur. La primera se concentra mayoritariamente en apoyar programas macro, esto es un 95% de los recursos monetarios se destinan hacia acciones de cobertura nacional y apenas un 5% a nivel territorial; mientras que la segunda invierte el 70% de los aportes financieros en intervenciones de cobertura territorial y un 30% de cobertura nacional. Cuadro 2

Distribución de la cooperación sur – sur por región geográfica de planificación en relación al número de proyectos y el monto plurianual de cooperación 2007 - 2010 MONTO DE COOPERACIÓN VALORADO 35.379 63.359 7.831 770.587 7.831 257.831 23.663.214

No INTERVENCIONES

REGIÓN DE PLANIFICACIÓN Región 1 Región 2 Región 3 Región 4 Región 5 Región 6 Región 7 Galápagos A nivel nacional TOTAL

11 20 8 0 15 4 14 0 77

$ $ $ $ $ $ $ $ $

149*

$ 24.806.033

% DE PARTICIPACIÓN DEL MONTO TOTAL 0,14% 0,26% 0,03% 0,00% 3,11% 0,03% 1,04% 0,00% 95,39% 100,00%

* Existen intervenciones que se ejecutan en más de una región, por ello el número de proyectos inicial (129) no coincide con el número del cuadro 2 (149). | Fuente: Cooperantes | Elaborador por: DESE/SETECI | Fecha: 28/02/2011

Respecto de la distribución por número de intervenciones sur - sur, el comportamiento difiere del establecido a nivel monetario. Es decir, mientras en montos la asignación es 95% a nivel nacional y 5% territorial, en relación al número de acciones es un 52% para cobertura nacional y un 48% se distribuye en los territorios; por su parte la norte – sur, en torno a montos se distribuye en 30% y 70% a nivel nacional y territorial, respectivamente; comportamiento que no varía en relación al número de proyectos, la cual se distribuye en un 75% a nivel territorial y un 25% a nivel nacional, tal y como se puede evidenciar en el gráfico 3.

30,3%

A nivel nacional

2,8%

2,3%

25,1%

Fuente: Cooperantes | Elaborador por: DESE/SETECI | Fecha: 28/02/2011

Galápagos

10,6%

9,4%

Región 7

8,1%

7,6%

Región 6

8,3%

10,5%

Región 5

4,6%

6,2%

Región 4

9,3%

11,6%

Región 3

10,3%

13,5%

Distribución de la cooperación norte - sur por región geográfica de planificación en relación al número de proyectos y el monto plurianual de cooperación 2007 - 2010

Región 2

15,7%

Región 1

35 30 25 20 15 10 5 0

13,8%

Gráfico 3

Relación porcentual respecto al Nº de proyectos. Relación porcentual respecto al Monto plurianual.


Revista Cooperamos | 19

El gráfico 4 muestra los niveles de concentración regional de la cooperación sur – sur. Gráfico 4

La Cooperación Internacional Sur-Sur en el Ecuador por zonas: Número de proyectos MONTOS DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL EN ECUADOR POR REGIONES DE PLANIFICACIÓN 2010 COLOMBIA

ARCHIPIÉLAGO DE GALÁPAGOS

ZONA 1

QUITO

ZONA 4

ZONA 2

ZONA 3

ZONA 5 OCÉANO PACÍFICO

2007-2010 SIMBOLOGÍA

GUAYAQUIL

CIUDADES RED VIAL LÍMITE PROVINCIAL

ZONA 6

CUENCA

PERÚ

LEYENDA NÚMERO DE PROYECTOS C.I.N.R.

0

ZONA 7

1-4 5-11 12-15 0

20 40

16-20

80 Kilometers

1:3.000.000

Fuente: Cooperantes | Elaborado por: DESE / SETECI | Fecha: 28/02/20011

Dinámica de gestión de la cooperación sur – sur Como se ha manifestado, la cooperación sur – sur por su propia lógica tiene una dinámica distinta de gestión de la cooperación norte – sur, mientras esta última proviene de diversas fuentes, tanto oficiales como no oficiales, y se destina a múltiples agentes de desarrollo públicos, privados y organismos internacionales, la sur – sur proviene únicamente de fuentes oficiales (bilateral/triangular) y se destina casi en su totalidad hacia agentes públicos rectores de política sectorial. A continuación un detalle que sustenta las distintas dinámicas de gestión: Gráfico 5

Dinámica de gestión de la cooperación norte - sur / 2007 - 2010

PROCEDENCIA

DESTINO 58.4%

Fuente oficial: Bilateral → 42% Multi Lateral → 34%

76% 24%

Sector público: Gobierno central → 49.3% Gobiernos Autónomos Descentralizados → 9.1%

Monto Plurinacional

9.3%

100% (Usd 1.710 millones*)

Internacionales: Organismos Internacionales → 9.3%

32.3%

Sector privado: Ong Internacional → 20.3% Ong local → 5.1%

Fuente no oficial: Ong internacional →

Sociedad civil → 5.2% 24%

Otros → 1.7% * El valor plurinacional incluye únicamente los recursos de cooperación norte - sur. Fuente: Cooperantes | Elaborado por: DESE / SETECI | Fecha: 28/02/2011


Cooperación en cifras | 20

Gráfico 6

Dinámica de gestión de la cooperación sur - sur / 2007 - 2010

PROCEDENCIA

DESTINO

Fuente oficial:

98.1%

Bilateral → 99.8% Triangular → 0.2%

Sector público: Gobierno central → 97.8% Gobiernos Autónomos Descentralizados → 0.3%

100% 0%

Monto Plurinacional 100% (Usd 24.81 millones*)

1.9%

0%

Internacionales: Organismos Internacionales → 1.9% Sector privado: Ong Internacional → 0% Ong local → 0% Sociedad civil → 0%

Fuente no oficial: Ong internacional → 0%

* El valor plurinacional incluye únicamente los recursos de cooperación sur - sur. Fuente: Cooperantes | Elaborado por: DESE / SETECI | Fecha: 28/02/2011

Hacia una gestión más adecuada de la cooperación sur - sur La dinámica de la cooperación internacional requiere para su gestión y análisis la construcción de sistemas de información, no sólo a nivel de registro de los proyectos que se llevan a cabo en un país en específico (desde la parte de la demanda); sino también, a nivel de registro de lo que el país puede brindar al exterior (desde la parte de la oferta). Este proceso, sin duda, se lo ha llevado por separado, pues los países receptores de la cooperación internacional, por lo general, registran solo lo que reciben (pues no tienen la capacidad de entregar fondos) y los cooperantes, por lo general, registran lo que brindan (pues no reciben recursos de cooperación). Frecuentemente los agentes de la cooperación tradicional (norte – sur) son considerados cooperantes o receptores, y no ambos a la vez, sin embargo; en el marco de la cooperación sur – sur (CSS), esta última alternativa es la que, en gran proporción se debe considerar en vista de que los países del sur actúan bajo una lógica de horizontalidad y complementariedad. Éste es un tema estratégico y algo complejo.

En el caso de Ecuador se ha considerado para el año 2011 construir como parte del “Sistema de Información, Seguimiento y Evaluación de la Cooperación Internacional” un “Subsistema de Información de la Cooperación Sur - Sur”, denominado SICSS. El cual, toma como referencia algunos esfuerzos que se impulsan desde tiempo atrás. Bajo este contexto, se pretende elaborar un módulo estrictamente de registro de información de la oferta y demanda de la CSS, el cual presenta varios sub módulos: 1) Proyectos, intervenciones y/o acciones de CSS en Ecuador; 2) Necesidades de CSS en Ecuador; 3) Oferta de CSS del Ecuador al mundo; 4) Iniciativas de CSS del Ecuador al mundo; y, 5) Catálogo de toda la oferta de CSS por país que se ofrece a nivel internacional. Cada uno de estos sub módulos tendrá un visualizador de información general —ficha de proyecto o acción— visualizador de datos estadísticos —tablas dinámicas e indicadores— uno de datos georeferenciados —mapas de distribución territorial de la CSS—. Este esfuerzo de democratizar la información y de rendir cuentas a la ciudadanía, no sólo debe quedarse al nivel de la cooperación tradicional; sino que debería ser potencializado en temas claves de integración y generación de capacidades como es la cooperación sur - sur.


Revista Cooperamos | 21

La cooperación sur - sur más que un arte de sistematización

Iván Martínez Dobronsky* | Director de Enlace, Seguimiento y Evaluación - SETECI

a cooperación sur - sur como herramienta de cooperación horizontal entre países considerados en desarrollo, se gesta en un marco asimétrico y, hasta cierto punto, abstracto de la información. Si bien su práctica es de adecuación estratégica relevante, su sistematización es incongruente, puesto que las experiencias e intervenciones sur - sur —desarrolladas bajo un marco de intereses comunes y de impacto— se menoscaban por una carencia financiera; lo cual, desluce su valor real a nivel político, económico, social y cultural; a diferencia de la cooperación vertical y tradicional, sobre la cual, pesa una valoración financiera y es visualizada en los esfuerzos de desarrollo de los países receptores. El párrafo anterior se sustenta, en gran parte, en el tipo de valoración y contabilización que se le da a cada una de las intervenciones. Es evidente una brecha de información entre la cooperación vertical y la horizontal, donde la sistematización de datos de la primera es más completa y estandarizada que la segunda. Sin embargo, esto no implica que la una sea más eficiente y/o eficaz que la otra, lo cual constituye una hipótesis subjetiva de apreciación por la valoración económica que se da a cada una. Pero, ¿por qué la cooperación sur - sur no es valorada realmente como debería? No porque no sea de impacto o no genere resultados importantes, sino porque existe una incompleta y desordenada siste-

matización de sus acciones; lo cual, se suma al desacuerdo teórico y empírico en el debate del cálculo de su real validez. La discusión sobre este tema debe considerar su valuación monetaria administrativa bajo un enfoque financiero de gestión, estableciendo también aspectos objetivos y subjetivos, en un marco de costos de oportunidad, eficiencia y eficacia. Probablemente, la dificultad de definición metodológica del análisis correspondiente impide llegar al consenso de convergencia general esperado, y eso no permite desempolvar la apreciación subvalorada que se le da a la cooperación sur - sur. En la dinámica de la problemática teórico - práctica planteada, los agentes sur - sur, que fungen como nodos coordinadores, tienen el reto de afianzar los esfuerzos técnicos alcanzados a la fecha. El consenso converge, cada vez más, hacia la determinación de condiciones necesarias y suficientes del método ideal; en este sentido, se forja como un eslabón clave del proceso en marcha, el fortalecimiento del diálogo y el avance hacia una adopción genérica de mínimos criterios; para lo cual será de vital importancia fortalecer las herramientas tecnológicas de gestión de la información, fomentar aún más la formación de talento humano técnico, consolidar los espacios académicos y profesionales para contribuir a la generación de una sociedad del conocimiento de la gestión de la cooperación en general, con especial énfasis en la sur – sur como herramienta moderna de hermanamiento estratégico de las naciones latinoamericanas.

* Iván Martínez, Director de Enlace, Seguimiento y Evaluación; Economista de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador; tiene su trayectoria profesional en diseño y evaluación de proyectos y análisis estadístico de variables macro económicas.


Impactos | 22

Dengue:

Ecuador mitigó la emergencia sanitaria de Bolivia Entrevista: Dr. David Chiriboga | Ministro de Salud Pública del Ecuador

l año 2009, Bolivia presentó un alto número de casos de dengue hemorrágico en las zonas tropicales del país, entonces declaró en emergencia de salud pública a éstas y solicitó el apoyo internacional. En respuesta Ecuador envió una misión de 10 expertos para controlar la epidemia en el marco de cooperación sur - sur, pues en los últimos años desarrolló capacidades técnicas para enfrentar y controlar el dengue.

¿Cuál ha sido el recorrido de Ecuador en el manejo del dengue y cuál es la situación del país al respecto, en estos momentos? Desde finales de los años ochenta, cuando se reportaron los primeros brotes de dengue en América del Sur, el Ecuador ha acumulado un importante bagaje de experiencia en el control de esta enfermedad, especialmente en el control de vectores y en la implementación de puestos centinela para la vigilancia de virus


Revista Cooperamos | 23

circulante, lo que ha contribuido a una importante disminución de la incidencia de esta enfermedad en el país. La letalidad por dengue durante los últimos 5 años ha estado en un rango de 1.5% hasta 4.2% de casos graves. El aumento presentado durante los dos años anteriores constituye un fenómeno que se ha observado en la mayor parte de países de la región. ¿Cómo se concreta la participación del Ecuador en el control del dengue hemorrágico en Bolivia? Durante el año 2009, Bolivia atravesó por una emergencia sanitaria decretada frente al importante incremento, tanto de casos de dengue, como de muertes producidas por esta enfermedad. Los casos detectados, alcanzaron niveles superiores a 10 sospechosos por día, lo que representaba un aumento de un 50% en comparación con el 2008. Ante esta situación y a falta de insecticida en ese país, el Embajador de Bolivia en Ecuador, Ing. Juan Javier Zárate, solicitó al Ministerio de Salud Pública (MSP) la donación de insecticida para fortalecer las acciones de control vectorial contra el dengue en su país, ante lo cual no solo se dispuso la donación, sino que se ofreció apoyo técnico para enfrentar la emergencia sanitaria. Frente a la solicitud, el MSP propuso enviar el apoyo de expertos en el manejo clínico epidemiológico de la enfermedad, así como operadores que pudieran apoyar en las labores de fumigación y enseñar las técnicas y dosificación utilizada en Ecuador. Tras el interés de recibir dicha asistencia técnica por parte de Ecuador, desde el nivel central se coordinó con el Ministerio de Salud de Bolivia, el Consulado Honorario del Ecuador en Bolivia, UNICEF y OPS, para coordinar los apoyos y realizar las coordinaciones logísticas necesarias. ¿Qué papel jugó la gestión de la cooperación bilateral en esta experiencia? El papel de la gestión de la cooperación bilateral es fundamental entre los países de nuestra región, ya que apoyan al fortalecimiento de las capacidades nacionales durante los procesos de cooperación y permiten ejercer una cooperación más flexible, soberana y nada impositiva entre países que han compartido una misma historia, fortaleciendo de esta manera aún más la identidad regional.

¿Se cumplieron los resultados esperados? El objetivo de la cooperación brindada era apoyar a Bolivia durante la emergencia sanitaria decretada para controlar la epidemia del dengue hemorrágico y evitar la morbi-mortalidad de la población. En las zonas en las cuales la misión fue ubicada se procedió en el control de vectores y, además, con el nivel central se apoyó en la revisión de los lineamientos generales para enfrentar el dengue. El resultado fue que Bolivia no solo controló la epidemia sino que logró desarrollar capacidad resolutiva para enfrentar futuros brotes de la enfermedad en su país por la metodología teórico práctica desarrollada. A raíz de la experiencia brindada por Ecuador, en Bolivia se han desarrollado políticas públicas respecto del control epidemiológico del dengue, ¿cómo se valora este logro para Ecuador en cuanto a sus capacidades en materia de salud? Una vez concluida la misión de expertos, Bolivia pensaba en la elaboración de políticas públicas para el manejo del dengue y la institucionalización de una estrategia basada en la participación comunitaria y en los ejes fundamentales que fueran sugeridos por nuestro país. Por otra parte, el fortalecimiento del sector salud desde el gobierno central, a través de asignación de recursos económicos, adquisición de tecnología de punta y capacitación permanente del recurso humano, permitió asegurar el cumplimiento de metas y logros en materia de salud pública que han sido, inclusive, reconocidos a nivel internacional. Hoy ese proceso de reforma ha permitido que el Ministerio, no solo sea un receptor de cooperación y asistencia técnica en materia de salud, sino que ha sentado las bases para que el Ecuador pueda empezar a brindar cooperación junto a cooperantes históricos en la temática como Cuba, Brasil y Chile, por mencionar solo algunos. ¿Ecuador propuso una estrategia regional para el control del dengue y disminución de la mortalidad por dengue hemorrágico? ¿En qué consistía la estrategia? La propuesta de Ecuador para ser replicada en los Estados Miembros del Consejo de Salud Suramericano, consistía en crear mecanismos de coordinación y tra-


Impactos | 24

bajo que fueran capaces de: impulsar la implementación de las estrategias de gestión integrada, consolidar e intercambiar experiencias, monitorear y evaluar resultados mediante una red suramericana para la prevención y control del dengue, que entre otros elementos contenga comunidades de práctica dedicadas a las diversas áreas del conocimiento contempladas en dicha estrategia, lo cual incrementaría el impacto de las medidas de prevención, control y ayudaría a reducir la letalidad por dengue, objetivo central de la propuesta. De esta manera, se priorizaría el desarrollo y consolidación de una red a través de la cual los actores sociales, públicos y privados de los países de la UNASUR implementen planes que impacten en los determinantes sociales y estructurales que favorecen la transmisión del dengue y, por todos lados, cuenten con un sistema de vigilancia epidemiológica armonizado y de calidad. Esta red de laboratorios incorporados a la “red de laboratorios de dengue de las Américas (RELDA)”, tendrá la capacidad de brindar soporte al diagnóstico de dengue; además servirá para disminuir los niveles de infestación y dispersión del vector, a través de la identificación de estrategias con bajo impacto ambiental y dispondrá de planes de contingencia nacionales y regionales para responder a brotes y epidemias de dengue. ¿Cómo se logró que UNASUR adopte y solicite que la experiencia se convierta en una estrategia a desarrollar en todos los países miembros? Durante la reunión extraordinaria del Consejo de Salud Suramericano, celebrada en noviembre del 2009, en Guayaquil, Ecuador aprovechó la oportunidad para visibilizar la problemática del dengue en la región y presenta los lineamientos generales de lo que debería ser una propuesta para enfrentar el problema en los estados miembros; los cuales, mediante resolución 03/2009, aprobaron que se defina una estrategia regional para enfrentar la enfermedad; tomando en cuenta, que en América del Sur, en los últimos 3 años, se han presentado brotes epidémicos observándose un incremento de las formas graves de la enfermedad; además de un cambio en la distribución por grupos etarios y una importante letalidad en países en donde el dengue no era un problema de salud pública, como Bolivia, Paraguay y Argentina.

¿Existen otras experiencias en las que haya cooperado el país a través del Ministerio de Salud? Durante el año 2010, en atención al terremoto ocurrido en Haití, el Ecuador envió dos brigadas médicas para apoyar en la fase de respuesta. Los grupos estaban formados por médicos, enfermeras, psicólogos, entre otros profesionales, quienes durante más de dos meses estuvieron a disposición del Gobierno haitiano. Algo similar se dio durante el terremoto de Chile, enviando una brigada médica a las zonas afectadas por el terremoto, misión cuya estadía fue prolongada por solicitud de las autoridades chilenas. En el caso de República Dominicana, durante la epidemia de cólera, y por solicitud del Gobierno dominicano, el MSP envió un experto del Instituto Nacional de Higiene para apoyar en la revisión de sus planes de contingencia, ante una eventual epidemia de cólera. Por otro lado, Ecuador tuvo la experiencia de cooperación en la cual el Ministerio participó en la prevención y control de las deficiencias producidas por yodo, ante el requerimiento que hizo el Ministerio de Salud de la República Popular China, de recibir asistencia técnica. En este marco, funcionarios de dicha institución visitaron nuestro país, durante septiembre del 2010, para conocer la experiencia desarrollada por el Ecuador, así como sus normativas, políticas y protocolos.

¿Cuáles fueron las lecciones aprendidas tras esta experiencia de cooperación en la región? La principal lección aprendida es que los procesos de cooperación sur - sur son y deben ser procesos dinámicos de transferencia de tecnología y conocimientos, que pueden modificarse sobre la marcha en la implementación de las estrategias; en función de las asimetrías existentes entre nuestros pueblos, así como las particularidades de la cultura y sociedad en las que se mantiene un proceso de cooperación. El éxito del apoyo brindado a Bolivia, fue un proceso que respetó los lineamientos de la Autoridad Sanitaria Nacional y se alineó a los mismos, bajo un proceso de enseñanza y aprendizaje del cual, los dos países se beneficiaron.


Revista Cooperamos | 25

¿Cómo potenciar que Ecuador sea un referente regional en materia de salud pública tomando en cuenta el contexto socio sanitario similar entre los países andinos? Ecuador en el año 2009, fue declarado Campeón en la Lucha contra la Malaria y está en el proceso de certificación para la eliminación de la oncocercosis. El ejercicio de la Presidencia pro tempore del Consejo de Salud Suramericano fortaleció esta posición, pues se logró consolidar el Plan Quinquenal del Consejo de Salud Suramericano. Éste establece los objetivos con los cuales los estados miembros buscan cumplir con su afán de asegurar la salud para todos y consolidar a Suramérica como un espacio de integración. Además, Ecuador lideró en la Asamblea Mundial de la Salud la posición regional en temas relacionados con el financiamiento de la investigación e innovación, así como de los productos falsificados, logrando que se apruebe, luego de varias negociaciones, dos resoluciones que permitirán mejorar el acceso a medicamentos en el mundo.

TESTIMONIO: Una valiosa experiencia de cooperación técnica ecuatoriana

Dr. Nelson Espinoza López | Jefe de trabajo en campo para Bolivia. Técnicos ecuatorianos tuvimos reuniones previas con el personal del Departamento de Salud de Cochabamba, donde nos trasladamos con maquinaria, insecticida y con un equipo de cinco fumigadores, un inspector, y el jefe de programa de AEDES del Ecuador, Dr. José Dueñas. En las localidades, comenzó la operación en las viviendas con un fumigador boliviano como guía de un ecuatoriano para demostrar las aplicaciones de las medidas de control en la fase adulta durante la epidemia. Hasta ese momento, se habían detectado al menos 7.000 casos. El trabajo consistió en el control de brotes y el manejo clínico adecuado de pacientes con dengue clásico y dengue hemorrágico, a fin de evitar algunos errores que se pueden cometer en el diagnóstico y en la aplicación de medicamentos. Este trabajo estuvo a cargo de las doctoras, Glenda Ramírez, del Hospital de Infectología de Ecuador, y Greta Miño, del Hospital del Niño de Guayaquil - Ecuador a fin de brindar una atención especializada a pacientes adultos y niños.

A partir de este año, Ecuador ha empezado a participar como Miembro del Consejo Ejecutivo de la OMS con otros 33 países, dos de la sub región, lo cual le permitirá posicionar su criterio en diferentes temas de salud pública en beneficio de la población a nivel regional y mundial. En los próximos meses, Ecuador trabajará de manera muy activa en los planes estratégicos intersectoriales para la prevención y lucha contra las enfermedades crónicas no transmisibles. Precisamente, este tópico será el tema central de la Reunión de Alto Nivel de Jefes de Estado y de Gobierno, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, en septiembre de 2011, donde se abogará para que el Presidente, Rafael Correa, pueda liderar una posición encaminada a que la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles sea un tema ligado a la necesidad de cambio en los modelos de desarrollo humano, coherente con el principio del Sumak Kawsay

En la parte operativa, se delineó prácticas de control del vector con el uso de insecticidas intradomiciliarios. En Ecuador se ocupa el “tanetrin A” combinado con agua, mientras que en Bolivia usaban “landasianotrina” combinado con diesel, mezcla que afecta la maquinaria; provoca un gran desperdicio del producto; incrementan los costos; y la cobertura por número de casas es de apenas cuatro a cinco frente a las cuarenta o cincuenta que se logra con la técnica ecuatoriana. Durante la fumigación, los técnicos demostraron cómo se aplica el insecticida, el tiempo que toma aplicar en cada vivienda, la dosis que se usa por litro de agua, entre otros aspectos, a fin de promover nuevas prácticas en el control de vectores. Además, se dictaron conferencias y charlas de capacitación sobre el proceso. En todo este proceso, la gestión de la cooperación bilateral permitió que se fortalecieran ambos países: por una parte se llevó una técnica propia y, por otra, los bolivianos se afianzan al aplicar medidas de control más efectivas. El sistema de salud de Bolivia se puso en marcha efectivamente. Otro logro fue dar a conocer la importancia de la organización comunitaria, aspecto que en Ecuador está dando importantes resultados, lo cual esperamos sea comprendido y replicado en el hermano país.


A fondo | 26

La cooperación sur - sur

como alternativa para la construcción del sur global Por: Cristina Jarrín* Johanna Idrobo*

Entendiendo el sur global l sur global como concepto, ha buscado consolidarse por más de cinco décadas, en la perspectiva de lograr una consciencia del sur desde el sur. En el presente texto proponemos la comprensión del sur global como “una condición” de ciertas regiones, que en el contexto de una transnacionalidad, han venido construyendo progresivamente, y de manera articulada, una contrapropuesta a la globalización que permee cultural y socialmente la manera de mirarse hacia adentro y relacionarse hacia afuera. Boaventura de Sousa ha denominado a las propuestas surgidas desde el sur global, como una “revolución/ reforma contra-hegemónica”, que cuestiona y enfrenta activamente, a través de diferentes actores, los condicionamientos y pautas para un desarrollo globalizado establecido desde el norte global (de Sousa, 2008: 4143; 2002:84). La mayor expresión de esta contra-hegemonía ha sido el surgimiento de movimientos y redes globales transtemáticas, que, si bien reivindican luchas sociales globales (del norte y del sur); presentan otras pautas o afinidades colectivas. Éstas traspasan fronteras nacionales y adquieren representaciones gubernamentales que tratan de visibilizar e instaurar agendas compartidas en asuntos de importancia internacional; donde la intención última es “incrementar juntos su poder negociador para insertar internacionalmente intereses nacionales” (Cairo y Bringel, 2010: 55-56; Lechini, 2007: 272; Borda, 2009: 2). A partir de los vínculos establecidos, también se han logrado establecer ciertos “límites consensuados”, y se ha gestado la posibilidad de superar condiciones de polarización; aglutinando intereses diversos y, al mismo tiempo, alcanzando un nivel de politización suficiente como para formar parte de las mesas de discusión (de Sousa, 2008: 53). Sin embargo, la posibilidad de la construcción de una cultura política que recoja y articule las

necesidades desde el sur global, y las posicione eficazmente; requiere de la interiorización de un “nuevo tipo de razón” desde el sur (Santos, 2002: 238). En este sentido, pensar en la producción de un conocimiento nuevo, es una de las necesidades inminentes sobre las cuales resulta imprescindible detenernos a pensar.

Pensando desde la subalternidad El proceso de colonización instauró en los pueblos colonizados, además de una nueva forma de organización geo-política y geo-económica, una suplantación de “saberes, lenguaje, memoria e imaginarios”. Posteriormente, el advenimiento del liberalismo industrial implantó un “modelo civilizatorio”; y el neoliberalismo y los modelos de desarrollo pretendieron mostrar al mundo una alternativa única de modelo social deseable, a la cual los Estados deberían alinearse, si deseaban que sus pueblos progresaran (Lander, 2000: 1-3). Esta construcción ha sido heredada desde el conocimiento y la historiografía colonizadora, al punto que, de alguna manera, estos llegaron a asumirse como válidos, convirtiendo de este modo a “los intereses hegemónicos en conocimientos verdaderos”, “naturalizándolos” y postulándolos como “lo deseable”. Parte de esta producción de conocimiento desde occidente, ha sido el discurso hegemónico sobre el desarrollo, que se corresponde con las “ideas y expectativas” de occidente y donde las naciones que estén fuera de ciertos estándares definidos, son sujetos necesitados de intervención y normatizados a través de diferentes instrumentos. Sin embargo, esta apropiación forzada produjo durante siglos violentas transformaciones en las tradicionales formas de vida, de la organización del trabajo y de la propiedad, impulsados por las mismas instituciones estatales (Lander, 2000: 5-7). Como contra-propuesta frente a este colonialismo, surge el denominado “pensamiento subalterno”, entendido como un pensamiento crítico al hegemónico, el cual


Revista Cooperamos | 27

reclama la producción de un conocimiento o “teoría de la conciencia” que no tenga las pretensiones de universalidad occidentales (Chakravorty, 1985: 14; Lander, 2000: 9). En este sentido, una labor clave desde los programas de gobierno de los Estados del Sur, es la promoción de la investigación para la producción de conocimiento, que sea capaz de pensarse localmente y proyectarse globalmente. La posibilidad de articular esta producción de conocimiento con la de otras naciones también del sur, hará posible plantear de manera estructurada contra fuerzas a las tendencias hegemónicas. Por lo tanto, se requiere de planteamientos surgidos desde las propias realidades, del rescate de los saberes e imaginarios suplantados, y de la posibilidad de consensuar objetivos entre las naciones del sur; que nos permita resolver conflictos desde un posicionamiento político asumido.

Contexto histórico y teórico de la cooperación sur - sur Desde la conferencia de Bandung (1955), la solidaridad específicamente entre países del tercer mundo se constituye en un objetivo que busca reducir las asimetrías del sistema internacional (Ayllon, 2009). En adelante, se instituyen una serie de organismos y encuentros entre los países en desarrollo, que buscan apoyarse mutuamente de acuerdo a las capacidades de cada país. Organizaciones como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (1964), la Organización de Países No Alineados (1961), el Plan de Acción de Buenos Aires (1978), entre otros, buscaron un acercamiento entre naciones con similares dificultades y múltiples capacidades, con la finalidad de dar respuesta a las diferentes problemáticas a las cuales los países en desarrollo se ven expuestos. Pese a los esfuerzos iniciales, la implementación de políticas neoliberales, ocasionaron una disminución en la Ayuda al Desarrollo. Solo fue después de un importante período, posterior a múltiples encuentros1, que la CSS es retoma-

da como un instrumento primordial para el desarrollo de los países del Sur (SEGIB, 2008:10). Tratando de superar la mirada del eficientismo, es importante reconocer que independientemente de los resultados, estos primeros intentos fueron un importante avance sobre el paradigma que tradicionalmente sostuvo la cooperación internacional. Estos cambios de perspectiva han permitido que desde lo epistemológico hasta lo instrumental, la CSS sea un reflejo de los intentos por consolidar el sur global, aunque con las respectivas alertas que las tendencias de las relaciones verticales prenden. En este sentido, la CSS juega un papel fundamental en la realidad de los países del sur. El reconocimiento de necesidades similares y de potencialidades múltiples, es un elemento importante para el debilitamiento de los fuertes hilos de dependencia hacia los Estados y organismos multilaterales que “prestan ayuda” y las formas de acceder a los mismos, también pueden marcar una importante diferencia. Además, la CSS equilibra las responsabilidades, pues, en la medida que procura que los países del sur tomen las riendas de su desarrollo, corresponsabiliza el logro de los objetivos compartidos (Sotillo, 2010: 13). Lograr una definición de la CSS es una tarea difícil, sin embargo; es muy importante anotar que ésta busca que se compartan experiencias y recursos con países de igual o menor desarrollo, construyendo un proceso de cooperación mutua, en la que primen los objetivos comunes y no los intereses económicos (SEGIB, 2010: 26).

La cooperación sur - sur desde América Latina Reconociendo que la CSS es un concepto e instrumento que está en construcción, actualmente, es una de las apuestas de América Latina por el desarrollo compartido de la región. Esta forma de cooperación plantea una serie de retos que han sido discutidos en diferentes ocasiones, y que van desde los aspectos epistemológicos hasta los sistemas de información. La multiplicidad de desafíos expresan lo embrionario del concepto; situación que en lugar

1 A partir de 1954, se han desarrollado múltiples encuentros que desde ámbitos, bilaterales, multilaterales, regionales, que han impulsado la conceptualización de la cooperación sur - sur. Entre los más importantes estarían la creación del Sistema Económico Latinoamericano SELA ( 1975); la V conferencia de Jefes de Estado de Países No Alineados (1975); XVII Período de Sesiones de la Comisión Económica para América Latina (1979); Conferencia de Alto Nivel sobre Cooperación Económica entre países en desarrollo ( 1981); Reunión de países Pivotes (1997); Foro sobre Experiencias de Cooperación. Okinawa (1998); Primera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, Monterrey (México) (2002); Conferencia de Alto Nivel sobre Cooperación Sur-Sur. Marrakech (Marruecos) (2003); Conferencia de Alto Nivel sobre Cooperación Sur-Sur Doha (Qatar) ( 2005); entre otras (Ver SEGIG, 2008).


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de constituirse en una desventaja, puede ser comprendida como la posibilidad para que, desde la propia experiencia, conocimientos y saberes de la región definan la CSS en virtud del desarrollo mutuo; a partir de la cual se construyan políticas encaminadas a fortalecer la horizontalidad de las relaciones entre los Estados, organismos internacionales, regionales y los movimientos sociales; a fin de promover en el campo internacional intereses comunes (Lechini, 2007: 272). Sin embargo, del mismo modo que la cooperación norte sur se erige desde determinados liderazgos; la CSS en América Latina, abandera a algunos países a través de múltiples estrategias: algunos países buscan una ruptura de la cooperación norte - sur (CNS), otros procuran el alineamiento de la CSS con la CNS, que bajo los lineamientos del Comité de Ayuda al Desarrollo y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, toman como bandera la Declaración de París y la Agenda de Acción de Accra. Por otra parte, países como Brasil, se convierten en actores estratégicos en la región, pues su nivel de desarrollo y su expansión, más allá de sus fronteras, le revisten de un papel protagónico (Ayllon y Surasky, 2010: 180).

En el caso ecuatoriano, la CSS retoma importancia básicamente a partir de la creación de la Agencia Ecuatoriana de Cooperación Internacional —hoy Secretaría Técnica de Cooperación Internacional— en el año 2007. Además de las posibilidades de recepción de recursos de la cooperación, el Estado ecuatoriano a través de la SETECI, da inicio a un nuevo posicionamiento del Ecuador en el entorno regional. Deja de ser un país exclusivamente receptor, para posicionarse como donante en el marco de las relaciones sur - sur. Es por ello, que a través de importantes esfuerzos se consolida el primer Catálogo de Asistencia Técnica Ecuatoriana (2010), en el que se exponen las múltiples capacidades del Estado ecuatoriano, como alternativas para enfrentar las dificultades de naciones de la región en un marco de horizontalidad. La inclusión de nuevos actores en el escenario regional, demuestra la potencialidad de la CSS. A través de sus herramientas se logran rescatar importantes experiencias que contribuyen al logro de mejores condiciones de los países del sur, a la vez permiten que países pequeños como el Ecuador, comiencen a jugar un papel ascendente en el entorno regional en materia de cooperación.

Bibliografía: ALVAREZ Carla. 2005. La cooperación norteamericana en la frontera norte del Ecuador, Tesis, FLACSO - Sede Ecuador, Quito. AYLLON, Bruno. 2009. Cooperación Sur – Sur: innovación y transformación en la cooperación internacional. Fundación Carolina, Madrid. AYLLON, Bruno; SURASKY, Javier (coords). 2010. La Cooperación Sur – Sur en Latinoamérica, utopía y realidad. Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación, Universidad Complutense de Madrid, Madrid. BORDA, Sandra. 2009. La nueva doctrina: América Latina para los brasileños? El tiempo, 30 de noviembre de 2009. Disponible en http://www.defesanet. com.br/04_09/al_bases_22.htm CAIRO CAROU, Heriberto y BRINGEL Breno. 2010. Articulaciones del Sur Global: afinidad cultural, internacionalismo solidario e Iberoamérica en la globalización contrahegemónica. Departamento de Ciencia Política III, Universidad Complutense de Madrid, España. Disponible en http://revistas. ucm.es/cps/21723958/articulos/GEOP1010120041A.PDF CHAKRAVORTY, Gayatri. 1985. “Estudios de la subalternidad: deconstruyendo la historiografía” en Debates postcoloniales: una introducción a los estudios de la subalternidad. Ediciones Aruwiyiri, Editorial Historias, La Paz, Bolivia. Disponible enhttp://www.oozebap.org/biblio/pdf/estudios_postcoloniales.pdf COX, Robert. 1996. Approaches to World Order. Cambridge University Press, Cambridge. LANDER, Edgardo. 2000. “Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos” en La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas. Edgardo Lander (comp.) CLACSO.

Buenos Aires, Argentina. Disponible en http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ ar/libros/lander/lander1.rtf LECHINI, Gladys. 2007. IBSA: una opción de cooperación Sur-Sur. En publicación: Del Sur hacia el Norte: Economía política del orden económico internacional emergente. GIRÓN, Alicia; CORREA, Eugenia. CLACSO, Buenos Aires. Disponible en http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/ sursur/giron_correa/25Lechini.pdf SANTOS, Bonaventura de Sousa. 2008. El Foro Social Mundial y la izquierda global. Informe el Viejo Topo. Disponible en http://www.ces.uc.pt/myces/ UserFiles/livros/48_El%20FSM%20y%20la%20Izquierda%20Global_El%20 Viejo%20Topo_Jan08.pdf SANTOS, Boaventura de Sousa. 2002. “Para uma sociologia das ausências e uma sociologia das emergencias” en Revista Crítica de Ciências Sociais N°63, 237-280. Disponible en http://www.ces.uc.pt/bss/documentos/ sociologia_das_ausencias.pdf Secretaría General Iberoamericana. 2008. II Informe de la Cooperación SurSur en Iberoamérica. SEGIB, Madrid. Secretaría General Iberoamericana. 2010. Informe de la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica 2010 SEGIB, Madrid. SOTILLO, José Ángel. 2010. La Cooperación Sur-Sur y su irrupción en un mundo en transformación, en Ayllon, Bruno; Surasky Javier (coords). La Cooperación Sur – Sur en Latinoamérica, utopía y realidad. Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación, Universidad Complutense de Madrid, Madrid.

* Johanna Idrobo, coordinadora del Programa de Relaciones Internacionales; Cristina Jarrín, coordinadora del Programa de Cooperación Internacional para el Desarrollo - IAEN.


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La cooperación sur - sur: nacer y desarrollarse en tiempos de crisis Por: Javier Surasky *

Un siglo que no comienza stamos transitando el tiempo vacío de un Siglo XXI que se niega a comenzar. Tras el abrupto final del siglo pasado, con la caída del “Muro de Berlín”, se presentaba ante nosotros una nueva época. La aprobación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en diciembre de 2000, era señalada por algunos como punto de partida para el tiempo nuevo. Las ilusiones no solo duraron muy poco, sino que se desgarraron también de un solo golpe con el ataque terrorista contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001. Desde entonces, nos vemos envueltos en una sucesión de crisis que se solapan: comienzan nuevas, sin que terminemos de salir de las anteriores. A la “crisis de seguridad internacional” resultante del 11-S le siguió una crisis energética global marcada por una escalada del precio del petróleo; a ella la sucedió la crisis alimentaria, la cual produjo el crecimiento de la cantidad de personas hambrientas a escala planetaria y levantamientos armados de la población de una serie de países de África y de Haití. Luego, nos topamos con la crisis financiera internacional desatada a partir de la ingeniería financiera de los más afinados cerebros de las grandes industrias de la bolsa de Nueva York. Hoy el norte de África se incendia entre las revueltas populares. Mientras esto sucede, el índice que elabora la FAO para establecer el costo de los alimentos básicos a superado la marca que mostraba en los días de la crisis alimentaria y el petróleo se mueve al compás de los sucesos en el África musulmana. Las víctimas de la crisis financiera siguen intentando rehacer sus vidas en países de la “bella Europa” como Grecia o Irlanda.

Demasiadas crisis para algo más de 10 años. Desde el inicio de siglo, nos han hecho creer firmemente que aún no hemos podido comenzar a vivir en él, en ese tiempo lleno de promesas de un mundo mejor. Definitivamente, el Siglo XXI no ha podido comenzar, o por el contrario, su signo será muy diferente del que pudimos haber imaginado. Esta realidad, que nos arrastra sin darnos demasiado lugar para soñar en comunidad, ha tenido como consecuencia la puesta en debate, entre otros tantos asuntos, de la viabilidad del modelo de desarrollo que se ha impulsado. La cooperación entre países del sur, realizada sobre la base de sus diferencias de desarrollo sectoriales, encuentra en este desorden mundial un nuevo espacio propio; y, para entender esta afirmación es indispensable realizar un brevísimo repaso de su historia.

Un recorrido por la historia de la cooperación sur - sur Algunas instituciones —como la Unidad Especial de cooperación sur - sur del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)— ubican el nacimiento de la cooperación entre países del sur, en 1954, a partir de acciones realizadas por Tailandia en apoyo de sus países vecinos. Creemos que el punto de inflexión que nos permite comenzar a hablar de una cooperación sur - sur (CSS) como modalidad del sistema internacional de cooperación al desarrollo tiene lugar un año más tarde, en el marco de la Conferencia de Bandung. El punto número 2 de su “Declaración Final” refleja el compromiso de los países allí presentes, casi todos


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recién nacidos a la vida independiente o en vías de ello, de “proveerse mutua asistencia técnica, hasta el máximo posible”1. En 1964, se constituye la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) y el Grupo de los 77 —hoy formado por 139 Estados— que reunió a todos los países en desarrollo miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); en 1975, se crea el Sistema Económico Latinoamericano (SELA) con la función de servir de centro de las actividades de Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo (CTPD) de la región y, tan solo un año después, el Movimiento de Países No Alineados (NOAL) aprueba un Programa de Acción para la Cooperación Económica entre Países en Desarrollo (CEPD). En 1978, se reúne en la República Argentina la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cooperación Técnica entre los Países en Desarrollo, donde se acuerda el Plan de Acción de Buenos Aires (PABA) para promover y realizar la cooperación técnica, entre los países en desarrollo, donde se afirma que la CTPD “Es una fuerza decisiva para iniciar, diseñar, organizar y fomentar la cooperación entre los países en desarrollo, a fin de que puedan crear, adquirir, adaptar, transferir y compartir conocimientos y experiencias en beneficio mutuo, y para lograr la autosuficiencia nacional y colectiva, lo cual es esencial para su desarrollo social y económico”.

los países en desarrollo menos adelantados, sin litoral, insulares y más seriamente afectados. • El logro de mejores condiciones de participación de los países subdesarrollados en las actividades económicas internacionales. En 1981, se reunía en Caracas la Conferencia sobre CEPD que reclamaba una revisión del sistema de preferencias comerciales vigente entre los países en desarrollo y el establecimiento de un grupo de expertos que estudie la creación de un fondo solidario y de un banco para los países en desarrollo. Solo un año más tarde, la Comisión Independiente sobre Asuntos del Desarrollo Internacional del Banco Mundial presentó su informe Norte-Sur: un programa de supervivencia, donde se llamaba a modificar la forma y la gestión de la transferencia de recursos destinados al desarrollo.

Allí, se establecen como objetivos fundamentales:

En la práctica, una mala aplicación de su contenido se tradujo en una oferta de préstamos de las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) al mundo en desarrollo. Éste fue uno de los factores que contribuyeron a la crisis de endeudamiento, y a que la década de 1980, se conozca como “la década perdida del desarrollo”. Desde entonces, éstos países son exportadores netos de capitales. La única región que consiguió avances considerables fue el sudeste asiático (con Corea y Taiwán a la cabeza y, en un segundo momento y por razones completamente diferentes, China continental, India, Sudáfrica y Brasil).

• El fortalecimiento de las propias capacidades de los países en desarrollo para encontrar soluciones a sus problemas “en consonancia con sus propios valores, aspiraciones y necesidades especiales”. • El aumento cuantitativo y cualitativo de la calidad de la cooperación internacional y de su eficacia. • La mejora de las comunicaciones entre los países en desarrollo. • El reconocimiento de las situaciones especiales de

La década de 1990 —cuya marca fue la aplicación de recetas neoliberales— llevó a una virtual paralización de los avances de la CSS, la cual, solo pudo funcionar de forma desordenada y como reacción al fuerte declive de la AOD que mostraron aquellos años. En 1995, respondió a esa realidad la adopción de la Resolución 50/119 de la Asamblea General de la ONU, titulada “Nuevas Direcciones” [en CTPD], donde se llamaba a los países a implementar programas y proyectos de

1

Final Communique of the Asian-African Conference, Chapter A: Economic Cooperation, par. 2: “The participating countries agreed to provide technical assistance to one another, to the maximum extent practicable”.


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cooperación triangular a los fines de aumentar los recursos económicos a disposición de la CTPD. En 1997, la Unidad Especial para la CTPD del PNUD se reunió, por primera vez, con un grupo integrado por 23 países en Desarrollo a los que se consideró centrales para la CSS creando un ámbito de trabajo conjunto2. En el 2000, se reunía la “Cumbre del Sur” —donde presidentes de 134 países en desarrollo comprobaron el escaso avance logrado en materia de cooperación en el sur— y la “Cumbre del Milenio” de las Naciones Unidas, de la que resultaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). A partir de estos dos encuentros internacionales, la CSS vuelve a ser referenciada como una herramienta indispensable para el desarrollo y el tema está, desde entonces, presente en todo encuentro internacional de relevancia. Cabe mencionar que, desde el 2003, se produjo un cambio con en el aumento de los precios internacionales de los productos básicos -la crisis alimentaria-, la cual implicó crecientes ingresos para los países en desarrollo; lo que a su vez derivó en un incremento de la cooperación entre ellos. En el 2004, se produjo un hecho lingüístico, que si bien no significa cambios en las concepciones sobre la cooperación entre los países en desarrollo, es indicativo de su creciente campo de acción: mediante la Resolución “Cooperación económica y técnica entre los países en desarrollo” (A/Res/58/220 del 19 de febrero) se cambió la denominación oficial de la cooperación entre países en desarrollo de CTPD a CSS. En la región americana la CSS ha ido ganando espacios dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de las Cumbres Iberoamericanas.

Hoy la CSS se extiende a todas las áreas técnicas y se exploran vías paralelas entre las que merecen ser mencionadas: • La integración: implementada a través de la integración de bloques regionales (MERCOSUR, Comunidad Andina, NEPAD, ASEAN, entre otras). • La Cooperación Económica: dirigida a los campos de las nuevas tecnologías y del comercio entre países en desarrollo, donde se presenta como un reclamo de cambios en las instituciones internacionales que regulan el sistema comercial mundial, claramente con la OMC a la cabeza. • La cooperación triangular: donde un país desarrollado aporta recursos para un proyecto o programa que un país del sur ejecuta, teniendo como beneficiario final a un tercer país de menor desarrollo relativo al segundo en el área de intervención. A este punto resulta fácil comprender las dificultades que entraña lograr una definición de CSS. Siguiendo a las Naciones Unidas diremos que “es la interacción entre dos o más países en desarrollo, que intentan lograr sus objetivos de desarrollo individuales o colectivos mediante intercambios de conocimientos, aptitudes, recursos y conocimientos técnicos” (Junta Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Informe sobre la aplicación de la CSS [DP/2004/26]). Desde esa posición, la CSS cuestiona asuntos estructurales de un sistema internacional de cooperación al desarrollo, el cual no puede ufanarse de su éxito; así como tampoco de conceptos como “países en desarrollo”, “países emergentes”, “ayuda” al desarrollo o el establecimiento de la renta como medida de la aptitud para recibir AOD.

2 Los países -denominados pivotes- eran Argentina, Brasil, Chile, China, Colombia, Corea, Costa Rica, Cuba, Egipto, Ghana,

India, Indonesia, Malasia, Malta, Mauricio, México, Nigeria, Pakistán, Perú, Senegal, Singapur, Sudáfrica, Tailandia, Trinidad y Tobago, Túnez y Turquía.


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Para decirlo claramente, el creciente valor de la CSS pone en discusión gran parte del andamiaje teórico consolidado a lo largo de, aproximadamente, 50 años de labor en el campo de la cooperación internacional norte - sur. Lo que en realidad sucede es que se está planteando un debate entre diferentes formas de concebir la cooperación internacional al desarrollo o, dicho de otra forma, está emergiendo por primera vez —sobre la base de la CSS— un discurso político y técnico sobre la coo-peración internacional propio de los países del sur. El concepto de CSS es inasible porque responde a una realidad aún inacabada.

La cooperación sur - sur y los tiempos actuales La actual agenda de la cooperación internacional al desarrollo se ha fijado como prioridad luchar contra la pobreza, utilizando una definición de la misma centrada en la carencia de recursos económicos. Aplicar esta visión de la pobreza es tan antiguo y errado como seguir suponiendo que desarrollo y crecimiento económico son expresiones sinonímicas. Son precisamente los países del sur, los “pobres de la Tierra” —parafraseando a Frank Fanno— quienes comienzan a oponerse fuertemente a esta mirada signada por una miopía torpe e intencional, considerando a las personas en situación de pobreza como un sujeto en sociedad, retomando lo que afirmara Paul Streeten: la pobreza y su erradicación son problemas políticos y de poder mucho más que económicos o técnicos. Desde esta perspectiva, podemos conceptualizar a quienes viven en la pobreza como individuos atrapados en una red de relaciones sociales que los priva de

3

bienes materiales y simbólicos básicos para el desarrollo de su propio proyecto vital: “El proyecto de vida se asocia al concepto de realización personal, que a su vez se sustenta en las opciones que el sujeto puede tener para conducir su vida y alcanzar el destino que se propone. En rigor, las opciones son la expresión y garantía de la libertad. Difícilmente se podría decir que una persona es verdaderamente libre si carece de opciones para encaminar su existencia y llevarla a su natural culminación”3 . Esta visión, la vigencia de los ODM, la búsqueda de establecer una “Nueva Arquitectura de la Cooperación Internacional” a partir de ellos, así como la necesidad de los países del Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE de no desatender a sus aliados en el sur —que han logrado mayores niveles de desarrollo económico y, por lo tanto, son los mercados que se presentan como más interesantes para ubicar sus exportaciones, sobre todo en tiempos de crisis— confluyen hoy para la creación de un entorno favorable para la CSS. Deteniéndonos, momentáneamente, en la “Nueva Arquitectura” vale la pena mencionar que la búsqueda, por parte de los donantes del CAD, de formas en que los recursos que dedican como ayuda al Desarrollo logren mejores resultados, son un puntapié inicial para los debates a través de las reuniones del Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda de Roma, París y Accra. Precisamente, de este último encuentro, resultó una Declaración que incluyó por primera vez el tema de la articulación entre esta agenda y la CSS, de ese modo se da comienzo a un proceso que lleva al Grupo de Trabajo sobre la Eficacia de la Ayuda de la OCDE a crear el Grupo de Tareas sobre CSS. Las experiencias de CSS han demostrado que los países socios pueden realizar las mismas tareas que los donantes tradicionales a un costo menor. Lo cual crea un dilema entre la economía de recursos y las prácticas tra-

Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Loayza Tamayo. Reparaciones. Sentencia del 27 de noviembre de 1998.


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dicionales, atadas a la visibilidad de las acciones de los donantes del CAD y, en consecuencia, a su capacidad de influir sobre el receptor. También de este pulso, todavía abierto, la CSS sale fortalecida comenzando a participar con nombre propio en los debates globales, aún cuando internamente no ha logrado actuar con una única voz. Otras variables actúan en igual sentido. La recurrente necesidad, que en tiempos de crisis atraviesan los países centrales, de apoyar el desarrollo de mercados donde ubicar sus excedentes; o la problemática vinculada a la seguridad nacional de los países centrales y sus lazos con el terrorismo —donde resurge un discurso con tufillo a guerra fría—; la problemática de las migraciones internacionales; el creciente movimiento de la sociedad civil y el progreso en el campo de los derechos humanos. Lo cual afirma que atravesamos un contexto propicio, aprovechable, para que la CSS se consolide. Su consolidación pasa centralmente porque logre construir un discurso desde su propia experiencia histórica, como parte de un sistema que le ha asignado el lugar de desventaja en la desigual repartición de recursos culturales —por oposición a la riqueza de sus recursos naturales— con los cuales cuenta a escala global. Su discurso debe ser pragmático en su aplicación, lo que no debe ser confundido con la implementación de acciones guiadas por la mera conveniencia contextual. La CSS se encuentra ante el desafío de inventarse a sí misma, tanto conceptual como institucionalmente, aplicando un pragmatismo atado a valores sin que por ello deje de ser cooperación sur - sur. La promoción y defensa de los derechos humanos, la consideración de la pobreza como una grosera violación de los mismos, que excede la mirada economicista y la

aceptación de un destino común para los países del sur, son sus ejes; y en cuya ausencia, cualquier intento de hacer crecer la CSS estará destinado al fracaso. Por esa razón, basarse en ellos es absolutamente pragmático: la CSS solo tiene sentido si puede contribuir a cambiar las reglas de juego de un tablero mundial que perpetúa una lógica de desigualdad y exclusión. Las condiciones están dadas, solo resta saber si contaremos con la inteligencia y la decisión política que el esfuerzo requiere.

Bibliografía GIALDINO, Ricardo (2003) La pobreza extrema como violación de derecho de toda persona a la vida y a no ser sometida a tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes, entre otros derechos humanos, en Jurisprudencia Argentina, Buenos Aires. pp.1079-1100. HERRERA FLORES, Joaquín (2001) “Hacia una visión compleja de los derechos humanos”, en HERRERA FLORES, Joaquín (Ed) El vuelo de Anteo. Derechos humanos y crítica de la razón liberal, Bilbao, 2001. NACIONES UNIDAS (2010) Objetivos de Desarrollo del Milenio: Informe 2010, New York. SECRETARÍA IBEROAMERICANA [SEGIB] II Informe de la Cooperación Sur Sur en Iberoamérica, SEGIB, Madrid, 2008. SECRETARÍA IBEROAMERICANA [SEGIB] IV Informe de la Cooperación Sur Sur en Iberoamérica, SEGIB, Madrid, 2010. SURASKY, Javier (201) La piedad de Caín, Grupo Editorial Latinoamericano, Buenos Aires. VIDAL, Gregorio “Globalización, empresas transnacionales y desarrollo en América Latina”, en GIRON, Alicia y CORREA, Eugenia [Coords.] Del Sur hacia el Norte: Economía política del orden económico internacional emergente, CLACSO, Buenos Aires, 2007, pp. 257-270.

* Javier Surasky, Magíster en Cooperación Internacional al Desarrollo y Acción Humanitaria (UNIA, España). Coordinador del Departamento de Cooperación Internacional del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata (Buenos Aires, Argentina). E-mail: jsurasky@jursoc.unlp.edu.ar


Recuento y agenda | 34

Noticias Rep. Dominicana y Ecuador intercambian experiencias técnicas

En el marco del Programa Iberoamericano para el fortalecimiento de la Cooperación Sur - Sur, la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional recibió, del 8 al 11 de febrero de 2011, a los técnicos en gestión de la cooperación internacional del Viceministerio de Cooperación Internacional de República Dominicana. La delegación dominicana fue capacitada en el manejo de sistema de información de cooperación internacional. Pie de foto: (De izq. a der.) Iván Martínez, Director DESE – SETECI; Gabriela Rosero, Secretaria Técnica – SETECI; Joel Cornel, Omar Herrera e Indira Peña, técnicos del Viceministerio de Cooperación de República Dominicana.

Presentación del sistema de evaluación y seguimiento para programas y proyectos

SETECI a través de su Dirección de Enlace, Seguimiento y Evaluación, DESE, diseñó el subsistema de evaluación de la Cooperación Internacional en programas y proyectos que ésta financia. El objetivo es contar con una metodología participativa que tome en cuenta a cooperantes, ejecutores, beneficiarios e instituciones relacionadas. Pie de foto: (De izq. a der.) José Piqueras, coordinador general de OTC – AECID; Gabriel Suárez, técnico de SETECI; Iván Martínez, Director DESE SETECI; y Mónica Páez, Directora de Políticas y Negociación de SETECI.

Dakar: Ecuador presentó sus avances en la eficacia de la cooperación a nivel local La Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (SETECI) participó en el seminario internacional “Eficacia de la ayuda a nivel local – Una visión del Sur”, en Dakar, Senegal por invitación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD, a través de la iniciativa ART, el pasado 9 de febrero de 2011. SETECI presentó los avances constitucionales del país en materia de gestión descentralizada de la cooperación internacional.

Pie de foto: Felipe Cisneros, SETECI; participó en el evento la “Eficacia de la ayuda a nivel local: Una visión desde el Sur” en Dakar-Senegal.


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Ecuador y Brasil definen el programa de cooperación 2011 - 2013 La Secretaria Técnica de Cooperación Internacional, Gabriela Rosero y el Director de la Agencia Brasileña de Cooperación, Marco Farani, firmaron el 18 de febrero de 2011, los convenios de cooperación en: Salud, hidrología, agropecuaria, superación de la pobreza e inclusión social, fomento productivo, telecomunicaciones y fortalecimiento institucional - modernización del Estado. Pie de foto: (De izq. a der.) Fernando Simas, Embajador de Brasil en Ecuador; Marco Farani, Director de la Agencia Brasileña de Cooperación; y Gabriela Rosero, Secretaria Técnica – SETECI firmaron el Tercer Programa de Cooperación Técnica Bilateral Ecuador - Brasil 2011- 2013.

SETECI publicó el Informe de Gestión 2010

A través de esta publicación la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional informa sobre su gestión soberana en el país. En ella precisa los montos de cooperación gestionados y ejecutados durante el 2010 y destaca los servicios y productos ofertados por esta Secretaría bajo la marca “Coopera Ecuador”. El informe está a disposición de las autoridades nacionales, locales y de la ciudadanía en general como parte de su mandato de transparencia y democratización de la información. Ecuador ha iniciado un proceso decidido para posicionarse como país oferente de cooperación técnica a nivel mundial como parte del esfuerzo de proyectar internacionalmente el trabajo soberano de la cooperación.

SETECI y UE socializaron los resultados del monitoreo DP 2011

La Secretaría Técnica de Cooperación Internacional como coordinadora nacional de la encuesta de Monitoreo del cumplimiento de los principios de la Declaración de París, el 23 de marzo de 2011, socializó los resultados de este proceso que servirán de insumo a la OECD – DAC para la toma de decisiones en el Cuarto Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda, a realizarse en Busán, Corea, a finales de 2011. Pie de foto: (De izq. a der.) Soledad Fuentes, Comisión de Transición; Hellen Conefrey, Unión Europea; Dominique Wanters, Representante de la Unión Europea en Ecuador.; Iván Almeida, Secretario Técnico de Cooperación Internacional, encargado; Alexandra Maldonado, SETECI; Adrián Bonilla, Subsecretario de SENPLADES.


Análisis | 36

Crisis financiera internacional:

oportunidades y amenazas para los países en vías de desarrollo Por: Eric Toussaint* n muchos aspectos el contexto actual es favorable a los países en vías de desarrollo (PED) debido a tres factores que conducen a un peligroso estado de despreocupación, cuando no de euforia, en los jefes de gobierno de los países emergentes, incluso de todos los países en vías de desarrollo. En cuanto a las poblaciones del sur, en su gran mayoría, aprovechan en forma muy marginal esta coyuntura favorable, o ven empeorar su situación debido a los efectos combinados de la crisis alimentaria de 200720081,de la política de acaparamiento de tierras, de los efectos de la frenética explotación de los recursos naturales de sus países, de los efectos del cambio climático y de la prolongación de las políticas neoliberales dictadas por el FMI, el Banco Mundial y la OMC.2

La deuda pública del sur en la coyuntura actual Se pueden identificar tres factores de “oportunidad” para los PED en la coyuntura económica y financiera actual. En primer lugar, la crisis financiera que ha golpeado las economías industrializadas en la última década ha empujado a los bancos centrales de los países del norte a mantener un tipo de interés muy bajo (alrededor del 0 % en Japón desde hace unos 20 años, 0,25 % en Estados Unidos desde 2008, 1 % en la eurozona desde 20093) y ponen en circulación enormes cantidades de

moneda.4 Banqueros y otras sociedades financieras del norte son los que se benefician de esta situación ya que les permite aumentar su liquidez. Deuda total externa, suma de la deuda pública y de la deuda privada, en % del Producto Interno Bruto (PIB)

América Latina Asia del Sur Pakistán India Asia del Este + Pacífico Irlanda España Portugal Grecia Alemania Estados Unidos Gran Bretaña

22 % 21 % 29 % 19 % 13 % 979 % 169 % 233 % 168 % 148 % 100 % 400 %

El efecto colateral de esta política es que los gobiernos de los PED pueden refinanciar sus deudas externas en el norte a buen precio. El interés de esas renegociaciones está basado en el tipo de interés director de los bancos centrales del norte, al que se le agrega una prima de riesgo-país, dependiente de las notas que emiten las agencias de calificación de riesgos. Con respecto a los países emergentes, estas primas de riesgo bajaron los últimos años (varios países emergentes deben pagar una prima

1 Véase Damien Millet y Éric Toussaint, Volvamos a hablar de las causas de la crisis alimentaria, agosto 2008 www.cadtm.org/ Volvamos-a-hablar-de-las-causas . Véase también Eric Toussaint, La crisis global, El Viejo Topo, Mataró, 2010. 2 Véase Renaud Vivien y Éric Toussaint, vers une nouvelle crise de la dette du Sud?, abril 2010, www.cadtm.org/Vers-unenouvelle-crise-de-la 3 Estos tipos de interés son en realidad negativos, puesto que son inferiores a la inflación. 4 La reserva federal de Estados Unidos decidió a comienzos de noviembre de 2010 comprar a los bancos privados bonos del Tesoro por un monto de 600.000 millones de dólares (lo que se agrega a las compras anteriores). El Banco Central Europeo (BCE), entre mayo y octubre de 2010, compró a los bancos títulos pública por valor de 65.000 millones de euros (Fuente: Finantial Times, 9 de noviembre de 2010). Al comprar esos títulos públicos a los bancos, los bancos centrales emiten moneda que los banqueros se precipitan a prestar con el fin de obtener sus beneficios. Los banqueros privados prestan ese dinero a los Estados o a las empresas privadas, tanto del Norte como del Sur. Es un círculo vicioso.


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de riesgo inferior a las que afectan actualmente a Grecia o Irlanda). Por otra parte, para algunos países pobres muy endeudados, los efectos de las anulaciones de la deuda anunciadas desde hace mucho tiempo por el Club de París, el Banco Mundial y el FMI comienzan a aliviar realmente el servicio de la deuda pública externa. Sin embargo, sus problemas están muy lejos de solucionarse, pero el peso del reembolso de la deuda es menor. Este alivio es la contrapartida a la prosecución de las políticas neoliberales dictadas por el FMI y el BM, las cuales fragilizan las economías de estos países, especialmente al desfavorecer a los productores locales y al continuar con la privatización de los sectores clave de la economía. En segundo lugar, el alza de los precios de las materias primas (desde el año 2003) aumenta los ingresos de los países exportadores y, al mismo tiempo, aumenta sus reservas en divisas fuertes, que facilitan el reembolso de sus deudas externas. En tercer lugar, la existencia de un enorme volumen de liquidez, circulando a través del mundo, permite un flujo de capitales que temporalmente pueden ir del Norte hacia las bolsas de los países emergentes. Un ejemplo: entre enero y septiembre de 2010, la bolsa de la India atrajo 34.000 millones de dólares de inversiones extranjeras. Sin embargo, durante ese mismo período, las inversiones directas extranjeras cayeron un 35 %.5 A causa de esta entrada de capitales volátiles, la moneda india (la rupia) alcanzó su nivel más alto desde 2007. El mismo escenario se repite en otros países que ven cómo su moneda se aprecia frente al dólar y otras divisas fuertes.6

Coyuntura frágil y determinantes exógenas La coyuntura “favorable” para los PED depende en gran medida de factores externos a los PED y, por lo tanto, escapan de su poder. Se trata de una coyuntura positiva, favorable y frágil, sujeta a cambios impredecibles

e inesperados, determinados por la potencia China, la estabilidad de los tipos de interés de los países industrializados y la llegada de capitales volátiles que amenazan la estabilidad de los incipientes mercados financieros de los países en vías de desarrollo.

La estabilidad China La evolución de este país, que se considera un PED, tendrá un papel determinante. El «taller del mundo» es el más grande importador de materias primas. El mantenimiento de un nivel elevado de importación permite un nivel alto de precios. Si los pedidos chinos se redujeran de manera significativa, habría un gran riesgo de que el precio de las materias primas bajara o se desplomara. Varios factores pueden debilitar el crecimiento actual de China, que tendría como resultado una reducción de su demanda: En primer lugar, la especulación bursátil en una Bolsa que sufre fluctuaciones considerables y en segundo lugar, el desarrollo de una burbuja inmobiliaria que está alcanzando proporciones inquietantes —las autoridades chinas lo han reconocido—, todo ello en un contexto de endeudamiento exponencial con una explosión de acreencias dudosas que podrían conducir a un debilitamiento del sistema bancario chino, que es esencialmente público. También se teme el estallido de varias burbujas en China,7 cuyas repercusiones no se sabe qué efecto tendrían en el resto del mundo, incluido en los PED. El hecho de mencionar el peligro que representa el importante endeudamiento interno chino y el desarrollo de una enorme burbuja inmobiliaria se topa, en general, con cierto escepticismo ya que la situación no es bien conocida. En 2008, las autoridades chinas pusieron en marcha un vasto plan de reactivación por un monto de 4 billones de yuan8 (cerca del 12 % del PIB). La implantación de este plan conllevó un aumento considerable de los préstamos concedidos por los bancos públicos a las empresas públicas y a las administraciones. El total de los nuevos préstamos concedidos en

5 Financial Times, 26 de octubre de 2010. 6 Sus exportaciones pierden competitividad. Algunos países como Brasil han tomada medidas para limitar la entrada de

capitales, tanto más que esos capitales pueden partir rápidamente con un fuerte efecto desestabilizador. Es lo que se denomina particularmente crisis gemelas: una crisis bursátil y una crisis inmobiliaria que desembocan en un crash bancario, que es lo que pasó en Japón en 1990 y en Estados Unidos en 2007-2008. 8 El Renminbis ( Rmb) es el nombre oficial de la divisa china, siendo el yuan su unidad. 7


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2009 alcanzó los 9,6 billones de yuan (o sea un poco más de 1 billón de euros, cerca del 30 % del PIB chino). Y eso representaba el doble de lo prestado por los bancos chinos el año anterior. En 2010, el volumen de los nuevos préstamos debería alcanzar los 7 billones de yuan. Frente a esa inflación de préstamos y al aumento de los riesgos de estallido de una crisis bancaria, las autoridades chinas exigieron a los bancos que aumentaran su capital y la liquidez que disponen. Las acreencias dudosas aumentan ya que una parte importante de los créditos fueron concedidos a autoridades locales y a empresas públicas, con la intención de apoyar la voluntad de las autoridades chinas, pero sin tomarse la pena de verificar la solvencia de los destinatarios de esos préstamos ni de su destino. Una parte no despreciable de ese dinero fue utilizado en compras inmobiliarias que acrecentaron un poco más la burbuja. Si ésta estallara, produciría una enorme depreciación de los activos, quiebras no solamente en el sector inmobiliario sino también en todos los sectores que participaron en ese casino. Las familias, que se endeudaron fuertemente para adquirir un bien inmobiliario, se encontrarán en la situación de no poder seguir pagando sus hipotecas.

Los tipos de interés en los países industrializados Desde 2008-2009, en América del Norte y en la Unión Europea, los bancos privados tienen acceso en los bancos centrales a un recurso monetario muy poco costoso, o sea, con un interés muy bajo. Con esta enorme liquidez, los bancos prestan, pero en forma limitada, a las empresas que invierten en producción y a las familias que consumen. El resto, les sirve para especular con las materias primas, con los alimentos (en bolsas como la de Chicago), con los títulos de la deuda pública, o sobre las monedas (el volumen diario del mercado de cambio alcanza los 4 billones de dólares). Con respecto al precio elevado de las materias primas, se debe al efecto combinado de la demanda china y de la especulación. Los bancos centrales de los países más industrializados saben que se están formando nuevas burbujas y —al menos en principio— tendrían que aumentar los tipos de interés para disminuir la liquidez en circulación. Pero dudan, puesto que si se resuelven a hacer-

lo existe de nuevo un riesgo de quiebras bancarias, de compañías de seguro, de empresas comerciales e industriales, ya que todos refinanciaron sus antiguas deudas, contrayendo nuevas, aprovechando los bajos tipos de interés. Muchas empresas también colocaron a medio plazo el dinero prestado a corto plazo. Esta situación es la que produce los dilemas de los bancos centrales: si los tipos de interés permanecen bajos, las nuevas burbujas continuarán desarrollándose; si los tipos aumentan, éstas corren el riesgo de estallar rápidamente. Si la burbuja de las materias primas estallara produciría una reducción de sus precios. Si los tipos de interés aumentan, el coste del reembolso de la deuda pública (y privada) aumentará tanto en el norte como en el sur. En resumen: si los tipos de interés terminan aumentando, los PED corren el riesgo de una estrangulación: encarecimiento del servicio de la deuda aunado a una reducción en la entrada de divisas debido al descenso del precio de las materias primas.

Flujo de capital volátil del norte hacia el sur Los flujos de capitales que van hacia las bolsas de los países emergentes pueden en forma muy rápida volver a partir, debilitando a esas economías. Es lo que vimos a lo largo de los años 1990 (crisis Tequila en México en 1994-1995; crisis asiática en 1997-1998; etc.) Actualmente, la India es un ejemplo emblemático. Como hemos mencionado anteriormente, entre enero y septiembre de 2010, la bolsa india atrajo 34.000 millones de dólares de inversiones extranjeras pero durante las dos primeras semanas de noviembre de 2010 repartieron 5.000 millones. Como dice la prensa financiera, los banqueros y otros inversores institucionales occidentales cogieron sus beneficios, al revender una parte de las acciones que habían comprado en los meses anteriores, y se fueron. El análisis de estos tres factores exógenos nos lleva a una conclusión. Si no están atentos, los PED se arriesgan a encontrarse de nuevo en la situación que sufrieron en los años ochenta: el alza de los tipos de interés decidida por la reserva federal de Estados Unidos hacia fines de 1979 (seguida de la de los bancos centrales de los países más industrializados y la de los bancos privados) provocó un aumento brutal de los


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pagos de las deudas efectuados por los PED que, al mismo tiempo, se veían enfrentados a un disminución de sus ingresos por exportación debida a la caída de los precios de las materias primas (hay que señalar que los precios de las materias primas mantuvieron una tendencia a la baja desde 1981 hasta 2003).9

Caminos y alternativas para los PED en la coyuntura actual Los gobiernos de los países en desarrollo, bajo la presión de los movimientos sociales, deberían aprovechar esta coyuntura favorable para imponer a los diferentes acreedores una solución al problema de la deuda. La mayor parte de los PED disponen de reservas de cambio en cantidades que jamás se habían logrado antes reunir, lo que les permitiría mantener una posición de poder frente a las diferentes instituciones financieras extranjeras y a los Estados más industrializados, que pueden amenazar con cerrar el grifo del crédito. En este sentido, se debe señalar como argumento suplementario a favor de una acción enérgica de los PED, en materia de anulación de las deudas, el siguiente hecho: desde el comienzo de la crisis del norte en 2007 - 2008 hasta el 2º trimestre del 2010, los bancos privados de los países más industrializados borraron de sus libros de contabilidad cerca de 1,6 billones de dólares (y eso todavía no terminó) de acreencias dudosas ligadas al extravagante montaje financiero construido en el periodo 2004 - 2007. En comparación con esta suma, las acreencias que los bancos privados poseen de los poderes públicos de los PED representan muy poco: 136.000 millones de dólares, o sea, solamente el 8,5 % de los 1,6 billones que hicieron desaparecer. Si los banqueros privados fueron capaces de anular 1,6 billones de acreencias en menos de 3 años, no vemos por qué los gobiernos del sur no podrían imponerles en la misma forma un esfuerzo para el alivio de la carga de la deuda externa pública. Por otra parte, el total de las acreencias bilaterales de los países más industrializados sobre los poderes públicos

de los PED se elevaba a 326.000 millones de dólares a fines del año 2009. Esta suma es fiable si se la compara con las sumas desembolsadas entre 2008 y 2010 por los gobiernos europeos para rescatar a sus banqueros pirómanos debido a la crisis después de octubre de 2008: se les suministró en total 1,1 billones de euros (o sea, 1,446 billones de dólares),10 la mayor parte a fondo perdido puesto que los gobiernos no supieron aprovechar la oportunidad de asumir el control permanente de esos bancos e imponer un cambio radical de la manera de operar del sector financiero. Además, es necesario tener en cuenta las ayudas a los banqueros concedidas por el gobierno de Estados Unidos, las cuales sumaron más de 700.000 millones de dólares. Por lo tanto, el total de las ayudas europeas y estadounidenses en líquido a los bancos privados en el período 2008 - 2010 se elevó 2,140 billones de dólares, es decir, 7 veces el monto total de las deudas bilaterales de los PED con los países más industrializados. Después de una auditoría completa, los gobiernos de los países en desarrollo deberían rechazar el reembolso de las deudas bilaterales identificadas como ilegítimas que, de todas maneras, representan muy poco frente a los regalos que recibió la banca privada. Finalmente, los gobiernos de los PED deberían también rechazar la prosecución de los pagos de las sumas reclamadas por las instituciones multilaterales (FMI, Banco Mundial, bancos regionales de desarrollo…), evaluadas en 490.000 millones de dólares a fines de 2009, argumentando que esa parte multilateral de la deuda sirvió para imponer el Consenso de Washington, cuyas consecuencias sociales, económicas y ambientales fueron y son desastrosas, las cuales abrieron la puerta a prácticas escandalosas que condujeron a la crisis actual. En cuanto a las alternativas, algunos avances, aunque modestos, se han realizado en algunos países con gobiernos progresistas, en especial en América Latina. En la región, hay ejemplos recientes de actos soberanos para resistir a la dominación de las instituciones financieras internacionales, acreedores privados, empresas transnacionales o países dominantes. Se señala la suspensión del reembolso de sus deuda por parte de Argentina,

9 Véase Damien Millet y Éric Toussaint, 60 preguntas, 60 respuestas sobre la deuda, el FMI y el Banco Mundial, Icaria Editorial,

Barcelona, 2010, pregunta 11.

10 Si también se tiene en cuenta las garantías ofrecidas por los gobiernos a los bancos, se llega a la suma de 4,598 billones de

euros en ayuda públicas. Véase el sitio de la Comisión Europea http://europa.eu/rapid/pressReleasesAction.do?reference=IP/ 10/1635&format=HTML&aged=0&language=FR&guiLanguage=en


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en 2001, que finalmente logró renegociar en 2005 al 45% de su valor; el repudio, con éxito, que hizo Paraguay, en 2005, de una deuda ilegal contraída con bancos suizos11; y finalmente, la suspensión unilateral del pago de la deuda por Ecuador, y la realización de una auditoría integral en el 2007. Para complementar las medidas soberanas unilaterales, conviene desarrollar iniciativas de integración regional que refuercen la solidaridad entre los pueblos. Avanzar hacia la construcción de una nueva arquitectura financiera regional es fundamental en este contexto. El Banco del Sur puesto en marcha en 2007 por siete países de América del Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela) constituye un hito en la creación de nuevas alternativas regionales. El Banco del Sur, permitirá tener una institución multilateral pública que podrá financiar proyectos que favorezcan la integración y la reducción de las asimetrías entre estos países.12 En los acuerdos suscritos entre los siete gobiernos se habla de soberanía en materia alimentaria y energética, de los recursos naturales, del conocimiento y de la salud (los proyectos financiados por el Banco deberían estar allí), impulsando mecanismos de intercambio compensados y solidarios enfocados a superar las brechas entre los países de la región. En este enfoque se insertan también iniciativas como el SUCRE (Sistema Unificado de Compensación Regional, adoptado en el 2009 en la ciudad de Cochabamba, en el marco del ALBA. El “sucre” es una unidad de cuenta que será utilizada por los intercambios comerciales entre los países de la Alianza. El objetivo, es hacer del “sucre” un «instrumento para conquistar la soberanía monetaria y financiera» y de conseguir «la eliminación de la dependencia del dólar US en el comercio regional, la reducción de asimetrías y la consolidación progresiva de una zona de desarrollo compartido».13

Como vemos, las alternativas a la sumisión a la deuda existen y la coyuntura es favorable para los PED. Pero esta situación puede durar poco, y por lo tanto, es urgente que los movimientos sociales y los ciudadanos y ciudadanas preocupados por la justicia social aumenten fuertemente la presión sobre los dirigentes del sur, apoyándose en las redes de los países del norte, hoy también sujetos a una aplastante deuda.

Experiencias alternativas: La auditoría integral de la deuda ecuatoriana Siete meses después de haber sido elegido, el presidente ecuatoriano Rafael Correa decidió la ejecución de un análisis de la deuda del país, y de las condiciones en las que esa deuda había sido contraída. A este fin, una comisión de auditoría de la deuda compuesta por 18 expertos, entre ellos el CADTM, se puso en marcha a partir de julio de 2007. Después de 14 meses de trabajo, se elaboró un informe que mostraba que numerosos préstamos habían sido concedidos violando las reglas más elementales. En noviembre de 2008, el nuevo gobierno de Correa se basó en ese informe para suspender el reembolso de bonos de la deuda que vencerían, unos en 2012 y otros en 2030. Finalmente, el gobierno de ese pequeño país de Latinoamérica salió victorioso del pulso mantenido con los banqueros norteamericanos, tenedores de esos bonos de la deuda ecuatoriana. El gobierno compró por 1.000 millones de dólares títulos que valían 3.200 millones, ahorrando así el tesoro público ecuatoriano cerca de 2.200 millones de dólares del stock de la deuda, a los que hay que sumar los 300 millones de dólares de interés por año, durante el período 2008 - 2030. Finalmente, el Gobierno consiguió de esa manera nuevos recursos financieros que le permiten aumentar los gastos sociales en sanidad, educación, ayuda social y en el desarrollo de infraestructuras de comunicación.

11 Ver Hugo Ruiz Diaz http://www.cadtm.org/Decision-soberana-de-declarar-la 12 Véase Éric Toussaint, El Banco del Sur y la nueva crisis internacional, El Viejo Topo, Mataró, 2008. 13 Léase la Declaración final de la cumbre del ALBA (en castellano) en http://alainet.org/active/33762 * Eric Toussaint Presidente del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo Bélgica. Miembro del consejo científico

de Attac Francia, de la red científica de Attac Bélgica, y del Consejo Internacional del Foro Social Mundial. Autor de: Banco del Sur y nueva crisis internacional (2009), Banco Mundial el golpe de estado permanente (2006).



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La posición de México en la cooperación triangular Por José Octavio Tripp*

La Cooperación Triangular es un esquema armonizado que permite la complementariedad de capacidades, favorece la ejecución de proyectos de mayor relevancia y apoya la transición de los países como oferentes y socios de cooperación. n su acepción más general, se concibe como la asociación entre dos países que contribuyen mediante el apoyo institucional, de recursos humanos, tecnológicos, logísticos y/o financieros, al fortalecimiento de un país de menor desarrollo. Por regla general se basa en experiencias exitosas concebidas en el plano bilateral entre los oferentes para transferirlas y adaptarlas en un tercero. México visualiza el esquema triangular como un mecanismo que enriquece la cooperación y complementa sus acciones bilaterales; permitiendo además, ejercicios de interacción más horizontales y de mayor envergadura, en un esquema plural. Bajo la perspectiva de un cooperante dual, este tipo de colaboración, le permite fortalecer sus capacidades nacionales, sofisticar su participación en el ámbito de la cooperación internacional para el desarrollo e incidir de manera más relevante en las necesidades centrales de los países receptores de la colaboración. Como todo mecanismo en formación, esta modalidad cooperativa tiene retos que superar: uno de ellos consiste en reducir los denominados costos de transacción, entendidos como las gestiones entre los participantes para el fomento, seguimiento, evaluación y demás actividades que involucra. En el caso de México, su circunstancia doble como oferente y receptor de cooperación le ha permitido ejercer de manera progresiva la cooperación triangular. En ese marco, funge

como un puente natural entre los involucrados. Los Estados Unidos Mexicanos han construido una sociedad estrecha con Japón, Alemania, España y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, en beneficio de países amigos como Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana y Santa Lucía. Las áreas primordiales en las que se ha desarrollado esta cooperación han sido cinco: medio ambiente y recursos naturales, desarrollo económico, ayuda humanitaria y protección civil, salud y desarrollo agropecuario. Con objeto de robustecer esta modalidad cooperativa, México explora junto con ciertas contrapartes la posibilidad de complementar esfuerzos con algún organismo subregional de manera que, al posibilitarse sinergias institucionales, se pueda ampliar el abanico de los beneficiarios potenciales. En el caso de Ecuador, México se asoció con Alemania por medio de la Red de Promotores Ambientales para la Gestión Integral de Residuos Sólidos. Esta colaboración ha impactado en poco más de 250 municipios y ha permitido la capacitación de cerca de 1.000 personas; además de formar a 33 promotores. En suma, México concibe la cooperación triangular de manera positiva. Desde el punto de vista conceptual, ella ha entrañado una suerte de revulsivo en el edificio teórico de la cooperación para el desarrollo, al propiciar nociones emergentes y documentar fórmulas innovadoras de interacción plural. Desde una óptica operacional, la cooperación triangular se estima igualmente relevante por su “capacidad articuladora”, es decir, por los atributos que le permiten posibilitar sinergias y generar complementariedades entre actores heterogéneos con beneficios compartidos. Sin duda, en esta modalidad subyace buena parte de los desafíos primordiales de la cooperación internacional para el desarrollo en el futuro inmediato.

* Director de Cooperación Técnica y Científica de México | Secretaría de Relaciones Exteriores




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