Sevilla Nuestra - Especial SANTA MISIÓN 2021 by SevillaNuestra

Especial Santa Misión 2021

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COLECCIONES DE MODA DE ANTERIORES TEMPORADAS

Sumario

Artículo Arzobispo de Sevilla. ¿A quién buscáis? + Mons. José Ángel Saiz Meneses Saluda Excmo. Sr. Presidente de la Junta de Andalucía. Juan Manuel Moreno Bonilla Saluda Sr. Alcalde de Sevilla. Juan Espadas Cejas Artículo Hermano Mayor Hdad. Gran Poder. Agradecimiento. Ignacio M. Soro Cañas Artículo Presidente del Consejo General de H.H y C.C. de la ciudad de Sevilla. Venid a mí. Francisco Vélez de Luna La Misión General de 1965 en Sevilla. Juan Pedro Recio Lamata Recuerdos y vivencias de la Misión de 1965. José Ignacio Esquivias Artículo Arzobispo Emérito de Sevilla. La hora de Dios, ante el Señor del Gran Poder. + Juan José Asenjo Pelegrina

Director: ALEJANDRO OLLERO

Entrevista párroco Blanca Paloma. D. Manuel Sánchez Sánchez

Con la colaboración especial de MARÍA JOSÉ GIMÉNEZ

Artículo Ex Hermano Mayor Hdad. Gran Poder. Una misión del siglo XXI. Enrique Esquivias de la Cruz

Fotografías: Jorge Durán Manuel Agüera Javi Jiménez Pedro Aranda Alejandro del Castillo Antonio López Aurelio de la Villa Enrique Cota Jaime Rodríguez

Artículo párroco de Nuestra Sra. de la Candelaria. D. Francisco José Ortiz Bernal

Fotografía Portada: Jorge Durán Maquetación: Marta Serrano www.martaserranosanchez.com

Entrevista párroco de Santa Teresa. D. Manuel Moreno Artículo Ex Hermano Mayor Hdad. Gran Poder. Señor, qué bien se está aquí. J. Félix Ríos Villegas Artículo Antonio Burgos. El Señor de todas las Sevillas Entrevista Manolo Villanueva. De capataz a capataz. La cuadrilla más grande del mundo

Edita: Amaranta Azahar, S.L.

Saluda Teniente de Alcalde Delegado de Gobernación y Fiestas Mayores. Juan Carlos Cabrera Valera

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Y además... Resumen fotográfico de los traslados

Aurelio de la Villa

Julio A. Martín Manu Gómez Manuel Leal Marta de Triana Pablo Escudero Pedro J. Clavijo Pose’s Fotógrafos +Roque Larios

A lgo jamás vivido

l silencio se podía cortar, la luz estaba eclipsada apenas se escuchaba los balbuceos de dos hermanitas rezando el rosario fieles a los enfermos y a Ernesto Ollero médico de cabecera de la congregación.

Yo estaba postrado en la cama después de un accidente que increíblemente según los médicos no fue mortal. Tenía 4 años, abrí los ojos y vi a las hermanitas, me inspiraban un gran cariño eran mis vecinas adorables. Así casi medio año. Mi padre le pidió al Señor de Sevilla que me sacara hacia delante, él sabía a quién pedírselo, también se escucharon súplicas en San Juan de la Palma, - Donde está mi Reina Mara-. Mi padre tomó la decisión de hacernos hermanos los dos del Señor del Gran Poder, también que saliéramos un año juntos de nazareno en cuanto yo pudiera salir como acción de gracias. Yo decidí que tenía que cumplir siendo hermano hasta los 50 años y también lo hice, recibiendo mi diploma junto a mi amigo J. Ignacio Jiménez Esquivias. A través de la Misión hemos conocido la otra mirada del Señor de Sevilla, una mirada más tierna, que ha conmovido a miles de personas, que ha llenado de ilusión a muchos que la tenían pérdida, una mirada de esperanza a los enfermos, a los ancianos, a los tullidos, a los que nadan en la miseria, los que no tienen nada que encontrar en esta vida, una mirada de consolación a muchas grandes personas que en estos tres barrios existen y que les preocupa su futuro. Hemos visto miles de fotos con caras de ansiedad, oraciones calladas, de confesiones íntimas, porque Él es un confesionario andante. Rostros de clemencia en el dolor, de cansancio, de piedad, de esperanzas, de amargura y sobre todo de perdón y amor. Lágrimas limpias, pidiendo salud para sus seres queridos. Miles de miradas clavadas y una sola mirada de consolación. Su viaje tenía una misión, marcar una senda, un camino, una actitud que llegase a los necesitados. La Hermandad del Gran Poder y su Junta de Gobierno tienen que sentirse orgullosos, por la forma de plantear y de de resolver, la forma de atender y solucionar con la ayuda de Cecop, todo hecho aupado por el Señor. Las parroquias, los barrios y Sevilla se han traducido en un acierto absoluto y entre todos hemos escrito un bello capítulo en el mundo, en las hermandades y cofradías. Gracias a la Junta de Gobierno por confiar en nuestro trabajo, a cuantas personas nos han ayudado. A nuestro equipo, que ha multiplicado las horas de trabajo con una ilusión desmedida. A todos los fotógrafos y medios de comunicación que han mantenido a Sevilla conectada a la Misión. A todas las entidades que con vuestras colaboraciones habéis hecho posible que esta revista tan especial quede como única e histórica. Alejandro Ollero

Alejandro Ollero con Manuel Bejarano

Pedro Aranda

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¿A quién buscáis? ARZOBISPO DE SEVILLA

esde que la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder salió de la Basílica el pasado 16 de octubre, la ciudad y la Iglesia de Sevilla ha vivido un hecho verdaderamente singular. Ciertamente hemos experimentado tan ansiada vuelta a la normalidad en la vida religiosa, con sus procesiones y traslados, y con el fin de las restricciones por la pandemia del coronavirus COVID-19. Sin embargo, lo que ha sucedido en este mes es mucho más que eso. No solo se ha vuelto a lo de antes, sino que ha sucedido lo extraordinario. Hemos tenido la oportunidad de contemplar con nuestros propios ojos al Nazareno cargando con la cruz rodeado de una multitud incontable. Miles de sevillanos y devotos venidos de otras latitudes han acudido a las parroquias de La Blanca Paloma, Nuestra Señora de la Candelaria y Santa Teresa para encontrarse con el Gran Poder; para ser testigos de un acontecimiento ciertamente histórico. En el capítulo 18 de su evangelio, el apóstol y evangelista san Juan, nos relata el prendimiento de Jesús: Estando a las afueras de la ciudad, al otro lado del torrente Cedrón, en el lugar donde había un huerto, se presentó la cohorte de los sumos sacerdotes y sus guardias. Jesús les pregunta: «¿A quién buscáis?» (Jn 18,4). ¿A quien hemos ido a buscar a las periferias de nuestra ciudad? ¿A quién al otro lado del antiguo cauce del Tamarguillo? Los guardias del Sanedrín lo tenían claro: «a Jesús Nazareno» (Jn 18,5). Se habían encaminado para encontrarse con Jesús, el hijo de María y de José, criado en Nazaret de Galilea. ¿Dónde mejor que en la periferia podríamos encontrarnos con Él? Nació en un establo a las puertas de Belén, porque no había sitio para Él en la posada (Lc 2,7), hubo de emigrar

junto con sus padres para salvar la vida (Cf. Mt 2,13-15), trabajar duramente para alcanzar su sustento (Cf. Mt 2,23)… La vida del Señor se refleja y actualiza en la vida de nuestros barrios y sus gentes, en sus necesidades, en sus luchas cotidianas. Cuando los guardias del Sanedrín anunciaron que buscaban a «Jesús Nazareno» el Señor respondió «Yo soy» (Jn 18,5). El Nombre del Dios vivo y verdadero revelado a Moisés desde la zarza ardiente (Cf. Ex 3,14), hizo retroceder y postrarse rostro en tierra a aquellos hombres en señal de adoración y respeto. Un respeto y veneración manifestado por los sevillanos en las salidas del Señor y en las celebraciones jubilares. Una veneración que debe, sin embargo, traspasar los límites de la apariencia física. El rostro del Gran Poder, que tantas miradas ha atrapado en estos días ha estado, está y seguirá estando presente en los barrios y pueblos más desfavorecidos de nuestra geografía. «Cristo, - nos dice el apóstol san Pablo en su carta a los Filipenses - a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz». El Señor se identifica misteriosamente con los más pobres y desfavorecidos. Buscarlo significa encontrarlo en quienes precisan nuestra ayuda. La celebración de santa Misión no ha sido un acontecimiento histórico puntual en el que hemos vuelto a la normalidad, sino que debe ser un punto de inflexión en nuestras vidas. La «vuelta¬», la «conversión», es la invitación fundamental que la humanidad ha recibido de parte de Dios desde la Continúa en pág. 6

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¿A quién buscáis?

elección de Israel. «Convertíos a mí de todo Corazón» (Jl 2,12). No podemos consentir que el regreso del Señor a su Basílica, deje desdibujado el rostro sufriente de Cristo, plasmado y manifestado en los barrios de Los Pajaritos, La Candelaria y Santa Teresa, por el olvido de Dios que significa el descuido de la justicia y el derecho en el que debe desarrollarse nuestra existencia. Quien no ama a su hermano a quien ve - nos dice san Juan en su primera carta - no puede amar a Dios a quien no ha visto. La acción de Dios en medio de su pueblo ha de hacerse patente mediante el compromiso y la corresponsabilidad de los cristianos. La justicia y la promoción social para con nuestros hermanos más necesitados es un deber religioso que no podemos descuidar. La santa Misión, preparada y desarrollada para evangelizar a un sector de nuestro pueblo es una encomiable iniciativa de los hermanos del Gran Poder. Una acción en la que pone de manifiesto nuestra genuina identidad cristiana. La Iglesia existe para evangelizar. Todos los cristianos estamos llamados a reflejar y comunicar en la vida lo que ha significado para nosotros el encuentro con Cristo, de ahí que cuando Jesús envió a sus discípulos a predicar la Buena Noticia, les exhortara a no llevar «nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni dos mudas de ropa» (Lc 9,3), sino solo lo que de Él habían recibido: su fuerza, su gracia, su presencia, que es lo que hace realmente eficaz la acción de la Iglesia.

La organización y desarrollo de la santa Misión ha supuesto un arduo trabajo para todos los que de un modo u otro se han implicado en ello, pero sin la presencia del Señor, sin la acción libre y poderosa de Dios que escapa a nuestra comprensión, nada hubiera sido posible. Ha sido Él el verdadero artífice de este gran acontecimiento de salvación. Ha sido Él, quien, con su Gran Poder, no solo ha movido los corazones de los vecinos de los tres barrios, los destinatarios iniciales de la Misión, sino que ha conmovido a toda la sociedad revelando su rostro sufriente en nuestros hermanos. La gracia derramada sobre nosotros excede sobreabundantemente los esfuerzos y el trabajo realizado. Dios siempre da más, da sin medida incluso a aquellos que no esperaban recibir nada. Todos: la Ciudad, la Hermandad, los devotos del Señor, incluso los que se han acercado solo por curiosidad, hemos sido alcanzados por la misericordia que Dios ha derramado sobre nosotros. Doy las gracias a todos los sevillanos que han participado en esta santa Misión por cuanto de bueno se ha hecho y se seguirá haciendo en favor de nuestros hermanos, pero sobre todo, doy las gracias a Dios, autor único y verdadero de este acontecimiento de salvación. Solo a Él, por su eterna misericordia, se deben el honor y la gloria por siempre. + Mons. José Ángel Saiz Meneses Arzobispo de Sevilla

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Saluda JUAN MANUEL MORENO BONILLA

Excmo. Sr. Presidente de la Junta de Andalucía

uerida ciudad de Sevilla, querida Hermandad, en primer lugar, quiero felicitaros por la magnífica Misión realizada por la Hermandad de El Gran Poder y la entrega de los sevillanos y sevillanas en el desarrollo de la misma; asimismo, agradecer a la editorial Sevilla Nuestra el haberme brindado la oportunidad de dirigirme a todos vosotros a través de este espacio y también, reconocer la entrega y el compromiso de ambas con la ciudad de Sevilla. La salida extraordinaria de El Gran Poder ha supuesto llevar el afecto y el entusiasmo a los barrios más pobres de Sevilla, queriendo trasladar a estas barriadas y a toda Sevilla un mensaje lleno de esperanza y confianza en unos momentos tan difíciles de vivir, invitando a toda la sociedad a edificar el futuro de nuestras vidas desde la unidad, el consenso y la aportación de todos y todas. Sabemos que toda misión tiene un objetivo que parte de un porqué, la vuestra, la misión evangelizadora de la Hermandad, se vio llamada a una renovación profunda de su vocación, y como iglesia viva, renueva de esta forma su fe y su identidad cristiana, partiendo de una fecha significativa, partiendo de una gubia en las prodigiosas manos del insigne imaginero Juan de Mesa que con sus certeros giros dio forma al Señor de Sevilla. Hace 400 años, hace 4 siglos, el potencial de Juan de Mesa dio forma al Inmenso Poder y a la vez a la Inmensa Ternura. Al esculpir al Señor de Sevilla nunca pudo imaginar que esculpía el rostro de miles de sevillanos, de cientos de vecinos de los tres Barrios, que 4 siglos después luchan por

una vida mejor llena de oportunidades que den soluciones a sus carencias y necesidades, y tenemos que hacer justicia y proporcionarles los medios suficientes que contribuyan a mejorar en todo su forma de vida. Como responsable civil, como máxima autoridad política que represento debo buscar la justicia, el bien común, procurar la igualdad y la prosperidad para todos de la mejor manera posible. Desde aquí hago un llamamiento a todas las fuerzas políticas y agentes sociales, aprovecho esta oportunidad para que sirvamos unidos en la peor época vivida, en la más difícil de los últimos tiempos; los andaluces tenemos hoy más derechos, pero también más necesidades que nunca y por eso nosotros tenemos que cumplir también nuestra misión, la de hacer una política de altura en estos momentos tan complicados que vivimos. Tenemos que ser dialogantes y respetuosos, nuestro pueblo nos lo exige. Las dificultades vividas no han mermado nuestros objetivos, como Presidente del Ejecutivo Andaluz tengo que decir que Andalucía alcanzará los 50.000 millones de gasto sanitario para proteger la salud de todos y cada uno de los andaluces y andaluzas. El Gobierno Andaluz seguirá trabajando para que la sanidad andaluza esté lo más reforzada posible. Se hará todo lo que haga falta, hasta donde los recursos de los que se disponen nos dejen; lo prioritario es la salud por ello ya desde octubre se está administrando la tercera dosis del refuerzo para el Covid-19 junto con la vacuna de la gripe. Y seguimos a la espera de la decisión del Gobierno de Continúa en pág. 10

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Saluda

JUAN MANUEL MORENO BONILLA Excmo. Sr. Presidente de la Junta de Andalucía

España para comenzar a vacunar a los menores de 12 años. Desde aquí vuelvo a pedir prudencia, mascarillas, distancia social y mucha higiene porque siguen siendo las mejores armas contra este virus. También quiero aprovechar la oportunidad que me brinda este espacio para hacer un llamamiento a los no vacunados para que lo hagan, que por favor acudan a vacunarse, por ellos mismos y por el conjunto de toda la sociedad, para que actos como el que nos ocupa y otros de diversa índole, puedan realizarse con toda la tranquilidad posible, libre de contagios. Reitero e invito a todos los grupos políticos, a todas las administraciones y a los agentes sociales a colaborar y a caminar juntos hacia la recuperación económica y social que tanto necesitan barrios como Cerro Amate, Los Pajaritos, La Candelaria... para conseguir la igualdad y el bienestar de tantos y tantas, mujeres y hombres de nuestra Andalucía. Para terminar, cómo no, agradecer a la Hermandad de El Gran Poder, junto con todas las hermandades de Sevilla y Andalucía, la gran labor que día a día, y muchas veces de forma callada hacen por el bienestar de muchas personas, de muchas familias. Valoro, de forma clara y sincera la acción que realiza la Hermandad del Gran Poder a través de su bolsa de caridad. Junto con el Patronato Benéfico

Asistencial del Casco Antiguo canalizan las ayudas en el Economato Benéfico. Esta práctica social y rica en valores y acción hace que el apelativo de humanitaria se quede en muchas ocasiones pequeño. Por último, quisiera volver a resaltar la gran efeméride que ha supuesto y supondrá por muchos años la salida extraordinaria de El Gran Poder en su Misión Evangelizadora para llevar a los más débiles, a los más necesitados la presencia del Señor de Sevilla. Que esta gran Misión haga que todos, cada uno en su responsabilidad social, prioricemos correctamente, nos involucremos con los más desfavorecidos; que las decisiones que adoptemos sean fructíferas para el bien común y podamos celebrar el bienestar social que les pertenecen y que todos y todas ansiamos. Os deseo, de corazón y ante todo, que este acontecimiento nos traiga arrojo, fuerza y el mismo coraje que habéis demostrado durante el viaje y durante la estancia del Señor en cada barrio. Una vez más os doy las gracias a todos los sevillanos y sevillanas, a los vecinos y vecinas de los tres barrios y a la Hermandad de El Gran Poder por lo que habéis luchado, resistido y aportado durante estos momentos tan difíciles que hemos vivido.

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Saluda JUAN ESPADAS CEJAS

Sr. Alcalde de Sevilla

a salida extraordinaria del Señor del Gran Poder para llevar a cabo la Santa Misión a Tres Barrios ha significado un antes y un después en la historia de las devociones sevillanas. La hermandad del Gran Poder ha destacado nuevamente por su forma ejemplar de hacer bien las cosas, porque el empeño no era nada fácil, sobre todo por la organización que requería y por la movilización de su Basílica a tres parroquias diferentes, con todo lo que eso conlleva. Pero si algo nos ha enseñado, es que la Fe del pueblo sevillano sigue intacta. Tras unos largos meses de pandemia que obligó a desplazar en el tiempo la Santa Misión, nos hemos lanzado a la calle para trasladar a todos los rincones de la ciudad un mensaje de evangelización y de necesidad fehaciente de nuestro deber de ayudar al prójimo. La visita del Señor a las parroquias de la Blanca Paloma, La Candelaria y Santa Teresa, ha puesto de relieve muchas historias sobre la devoción

en los barrios más alejados de San Lorenzo, unas que han tenido como protagonista la Fe cotidiana y, otras, la verdaderamente extraordinaria. También nos ha dejado patente la necesidad de que todos, ciudadanos y administraciones, tenemos que seguir trabajando para que Sevilla sea una ciudad mejor, porque aún hay muchos vecinos que necesitan de nuestra ayuda permanente, de nuestro amor y de nuestro esfuerzo diario. Me gustaría agradecer a la hermandad del Gran Poder su dedicación y trabajo en esta Santa Misión, al arzobispo emérito, Juan José Asenjo, y a nuestro prelado, José Ángel Saiz, su apoyo incondicional a esta Santa Misión desde un principio; a las fuerzas de seguridad y a los servicios públicos por su buen hacer; y, cómo no, al pueblo de Sevilla por la responsabilidad y el comportamiento ejemplar que ha demostrado durante todo este tiempo. Siempre a tus pies, Señor…

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Agradecimiento

IGNACIO M. SORO CAÑAS

Hermano Mayor de El Gran Poder y tantos como han hecho posible esta maravillosa aventura evangelizadora

espués de tres semanas de peregrinación por lugares que apenas conocíamos por referencias, por esa otra Sevilla dentro de nuestra ciudad. Después de sembrar tras el Divino arado de Tu cruz la semilla de la Esperanza verdadera. De haber reflejado en cada rostro de los necesitados el Tuyo mismo. Después de haber abrazado con Tus manos en la fe a quienes tan alejados se encontraban de Ti para que recibieran Tu misericordia y se acercaran a recibir Tu cuerpo. Tres semanas en las que Te has mostrado a nuestros ojos como el manso cordero o el león de Judá. En las que Tu divina gracia nos ha envuelto como una nube de infinita piedad, como bálsamo consolador para los males del alma, aquí nos tienes, Señor. Atrás han quedado miles de pasos encontrados, de caminos por descubrir, lágrimas por enjugar, hambres de ti por saciar, injusticias que revelar. Miles de corazones abiertos a tu paso y de encuentros inesperados. De hablarte de tú a tú y contarte nuestras cuitas, nuestras pesadumbres. Aquí nos tienes Señor para darte desde lo más profundo de nuestras almas las gracias por tu cercanía, por tu reparadora presencia y por tantos dones como has concedido a nuestro espíritu. Los hermanos y devotos del Señor, que tanto pesamos los unos como los otros, y quien os habla en su nombre queremos igualmente agradecer a tantos

Gracias en primer lugar a D. Juan José Asenjo que desde el primer instante se mostró entusiasmado con esta misión. A D. José Ángel Saiz que tomó el testigo de su predecesor sin mermar un ápice nuestro ánimo. A la Subdelegación de Gobierno y al Excmo. Ayuntamiento de Sevilla que en todo momento nos ha prestado su ayuda en lo concerniente a organización de traslados y poner en marcha ese complicado engranaje. A los tres párrocos y a los diáconos que han dado lo mejor de sí para convertir cada sede en Basílica de Jesús del Gran Poder por unos días entregando su ministerio en pos de impartir la bendición en los sacramentos de la penitencia, la eucaristía y la unción de los enfermos. Gracias igualmente al Cabildo Catedral por habernos permitido celebrar una solemnísima Misa. Gracias al voluntariado que hemos dado en llamar Cirineos del Señor que atienden las distintas áreas de caridad y misión evangelizadora. A las instituciones que con su generosidad apoyan las acciones que emprende la Bolsa de Caridad de la Hermandad del Gran Poder y sin cuya aportación se nos antojaría difícil llevarlas a cabo. A los vecinos de los tres barrios que con su ilusión y devoción han arropado en todo momento al Señor asumiéndolo como algo propio. A los hermanos, cada uno en su cometido, a los devotos, gracias a Sevilla por su entrega incondicional a su Señor, a los que venís de donde vengáis atentos a Su llamada con los oídos y el corazón bien abiertos a Su palabra. Gracias sobre todo y sobre todos a ti, Señor tan nuestro que no te vas de esos barrios. Que dejas Tu huella descalza para que la sigamos día a día regando con tu luz la semilla que has esparcido. Gracias Señor por este sueño cumplido, por esta bendita Misión Evangelizadora, por convertirnos en humildes medios para ser apóstoles entregados a tu designio. Gracias por tu infinita Misericordia. Sólo es momento ahora de mostrarte nuestra gratitud por tanto como nos das, querido Señor. Por todo ello, gracias, Jesús del Gran Poder.

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Venid a mí FRANCISCO VÉLEZ DE LUNA

Presidente del Consejo General de H.H y C.C. de la ciudad de Sevilla

n la memoria colectiva de la ciudad permanece de forma indeleble la presencia de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder en la Parroquia de Santa Teresa durante las Misiones de 1965. Una presencia que marcó la existencia de muchas personas de la barriada de Amate, quienes desde aquellas ya lejanas calendas han mantenido cada viernes en San Lorenzo una cita fiel con el Señor, al que se encomiendan como seguro asidero ante los avatares de la vida.

a ponerse en vanguardia, siguiendo la consigna del Santo Padre de ser una Iglesia en salida, llevando al Señor a una Santa Misión enmarcada dentro del Año Jubilar concedido para conmemorar los cuatrocientos años de su ejecución por el imaginero cordobés Juan de Mesa.

Ahora, más de medio siglo después, Jesús del Gran Poder se albergará durante tres semanas en las parroquias de la Blanca Paloma, Candelaria y, otra vez, Santa Teresa, ubicadas en lugares marcados por importantes heridas sociales, en una misión que tiene como objetivo llevar un halo de luz, de esperanza y de solidaridad a tantas personas que sobreviven en medio de importantes carencias de todo orden. Si en 1953, la Hermandad del Gran Poder ponía en marcha una iniciativa sin precedentes: el nacimiento de su Bolsa de Caridad, ahora vuelve

Jesús del Gran Poder, el Señor de Sevilla, acude a Tres BarriosAmate bajo el peso de la cruz, con su mirada siempre plena de misericordia, con sus manos prestas a bendecir y con su sagrado corazón dispuesto para la acogida de quien en él busque refugio y amparo, encarnación perfecta del Buen Pastor del que nos habla el Evangelista San Mateo: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré» Esta Santa Misión del Señor del Gran Poder marcará con seguridad un antes y un después en el papel evangelizador que nuestras Hermandades están llamadas a llevar cabo para contribuir a la edificación del Reino de Dios, al que todos, sin distinción, hemos sido convocados.

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Misión General de 1965 en Sevilla

unque desde 1963 se venía gestando un proyecto evangelizador para la ciudad de Sevilla, no fue hasta principios de 1965 cuando esta iniciativa sin precedentes, tomó impulso de manera definitiva de la mano del cardenal José María Bueno Monreal. Esta labor misionera tenía como fundamento propagar el Evangelio a todos los barrios de la ciudad; tanto a los antiguos del centro como a los más nuevos y alejados. Para llevar a cabo este importante hito en la historia de la Iglesia sevillana, en enero de 1965 el obispo auxiliar de Sevilla, José María Cirarda Lachiondo se reunió con los hermanos mayores, exhortándoles a colaborar: cualquier acto apostólico que se realice en nuestra ciudad tiene que contar necesariamente con la valiosa y enorme fuerza espiritual que suponen las cofradías sevillanas (…) son las imágenes las que han de aportar mayor beneficio en pro de la misión con su presencia en los diferentes centros misionales (1). La respuesta de las cofradías fue de contundente respaldo a las directrices episcopales.

Se establecieron 166 centros misionales repartidos por 16 zonas —Catedral, Alameda, Macarena, Cruz Roja, Osario, San Pablo, Nervión, Candelaria, Cerro del Águila, Porvenir, Sector Sur, Los Remedios, Triana, San Jerónimo, Torreblanca y Bellavista— y participaron casi todas las hermandades de penitencia, algunas de gloria, las dos del Rocío que existían, la Virgen de los Reyes e incluso imágenes no procesionales como el Cautivo de San Ildefonso. El resultado de la Misión fue todo un éxito. Las cofradías fueron sólo una parte de aquella movilización, pues de los 166 centros, sólo 52 fueron presididos por imágenes de hermandades (2). Se organizaron más de 50 traslados en apenas 15 días. Las imágenes fueron llevadas en andas o privadamente a los centros misionales asignados. Estos traslados se celebraron los días previos al 31 de enero y posteriores al 14 de febrero, fechas entre las que se celebró la Misión. (1) (2)

Las imágenes de las cofradías irán a los diversos centros, en ABC de Sevilla, 13 de enero de 1965; p. 35. VARIOS AUTORES: La Misión General de 1965 en Boletín de las Cofradías de Sevilla no 671. Enero de 2015; pp. 51. Continúa en pág. 22

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Este proyecto contó con la participación de 387 misioneros, entre sacerdotes procedentes de casi todas las diócesis españolas y religiosos de diferentes órdenes (3). Junto a ellos colaboraron 1800 seglares voluntarios, aproximadamente. Los lugares donde se establecieron los centros misionales fueron variopintos; desde la Catedral, templos del centro, nuevas parroquias y colegios hasta otros lugares insospechados. Así, al cuartel de la Policía Armada en la Alameda fue llevada la Virgen de la Amargura; el Señor de la Presentación al Pueblo de San Benito presidió en centro misional situado en un almacén de corchos de la calle Luis Montoto 42; una fábrica de lámparas de la calle Salado acogió al Cristo de la Vera Cruz y el Crucificado de la Buena Muerte de los Estudiantes fue entronizado en la caseta de Feria del Círculo Mercantil e Industrial. La lista de centros misionales e imágenes que los presidieron es abultada y no constituye el objeto de este artículo, por lo tanto, eludiremos la relación completa, aunque sí haremos mención a las imágenes del Señor del Gran Poder y la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, que presidieron los centros sitos en la parroquia de Santa Teresa de la barriada de Amate y el Grupo Escolar San Fernando, en la calle Carlos García Oviedo, respectivamente. Para tan largo itinerario, las imágenes fueron llevadas en andas, saliendo de San Lorenzo a las 9,00 del jueves 28 de enero de 1965. Desde la calle Conde de Barajas, Campana, Sierpes y plaza del Salvador, la comitiva discurrió por la plaza de la Alfalfa y calle San José hasta el puente de San Bernardo y Eduardo Dato, para entrar en el sanatorio Jesús del Gran Poder (4) , donde se rezó el Santo Rosario, para proseguir por la Gran Plaza y Marqués de Pickman hasta el barrio que acogió a los centros 9 y 10 presididos por ambas imágenes. Se dio la circunstancia de que, debido a la incipiente lluvia, las imágenes tuvieron que buscar refugio en la parroquia de la Concepción antes de reanudar el traslado (5). A su llegada a la parroquia de Santa Teresa, el Señor del Gran Poder coincidió con Jesús de las Penas de San Vicente, ya que esta imagen había pernoctado en aquella iglesia antes de continuar hasta su centro misional en el Cerro del Águila y con el Cristo de la Providencia y la Virgen de los Dolores de los Servitas, que se resguardaron en Santa Teresa antes de encaminarse a su centro misional en el barrio de La Candelaria (6). VV.AA. Ibidem; pp. 26 y 31. Actualmente se llama Hospital San Juan de Dios. (5) VV.AA. Op. cit. p. 24. (6) CARRERO RODRÍGUEZ, Juan: Anales de las Cofradías Sevillanas. Hermandad de las Penas de San Vicente. Sevilla, 1984; p. 566. (3)

(4)

La iglesia parroquial de Santa Teresa durante los días que acogió al Señor del Gran Poder abría sus puertas a las 6,30 de la mañana permaneciendo abierta hasta las 23,30 cerrando un breve tiempo a mediodía. Aquellos días se celebraban tres misas diarias que contaban con gran participación de fieles(7). El regreso a San Lorenzo se produjo el domingo 14 de febrero, partiendo el Señor a las 19,00 para recoger a la Santísima Virgen en el grupo escolar y desde allí emprender el retorno por el mismo itinerario

hasta la Gran Plaza, pasando a la vuelta por la actual parroquia de San Benito, templo fundacional de la Hermandad en 1431(8). Como curiosidad podemos decir que aquel año de 1965 las imágenes del Gran Poder y la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso salieron tres veces: con motivo de la Misión General, en la madrugada del Viernes Santo y el día de la Ascensión, 27 de mayo, para ir a la catedral sobre sus pasos y, tras la celebración de una misa, regresar a San Lorenzo para entrar en su nuevo templo.

El 1 de octubre de 2020 se cumplía el IV centenario de la entrega de la imagen del Señor por parte de su autor, Juan de Mesa y Velasco, y la Hermandad programó una santa misión evangelizadora en los barrios de Los Pajaritos, La Candelaria y Amate, siguiendo el modelo de aquella histórica misión de 1965. La pandemia de Covid-19 forzó su retraso hasta estos pasados días de octubre y noviembre de 2021.

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La Misión General de 1965 en Sevilla

No nos corresponde evaluar los resultados de tan importante iniciativa evangelizadora, pero el Señor ha conseguido una vez más que los sevillanos, sin distinción de clases sociales, niveles económicos o formación cristiana, estén junto a Él, uno de los principales motores espirituales de la piedad popular de esta tierra. (7) BALBUENA ARRIOLA, Emilio José: La Santa Misión de 1965 en Gran Poder, anuario de 2015; pp. 158-159. (8) VV.AA. Op. cit. p. 45.

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Recuerd os y vivencias de la isión de 1965 M

l Cardenal Bueno Monreal, sorprende a las Hermandades, convocando una Misión que suponía el traslado de las imágenes a las sedes misionales asignadas en destinos impensables; unos por lejanía y otros por impropios. Alguna Hermandad no asistió por considerar que sus titulares no debían llevarse a esos lugares. La participación es numerosa y se efectúan los traslados de forma pública o privada. La Hermandad de la Macarena, traslada a su dolorosa en una furgoneta, no siendo la primera vez que la Virgen es transportada de esta forma; Ya lo fue anteriormente en los años aciagos de la década de los treinta.

De todo el trasiego de Imágenes a sus destinos, lo que mejor recuerdo lógicamente es lo de mi Hermandad del Gran Poder, que entonces llevo a su titular, la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso a la Parroquia de Santa Teresa. Al pasar por mi colegio, el director me pidió que entregase yo la ofrenda floral, ya que era mi Hermandad. Así lo hice con la pena de no encontrarse allí ni Serrano, Luis Arenas o Martin Cartaya para hacer la foto de mis mejores recuerdos. Durante el trayecto de ida por la zona de Nervión, y en la actual calle Cristo de la Sed, surgió la leyenda del futbolista Araujo, tan bonita como falsa, que no reproduzco porque supongo que es conocida por todos. Un pregonero con su mejor intención, cuando aun no se había dicho la verdad, lo expuso en su texto como verídico y enloqueció al teatro Lope de Vega, lugar habitual de los pregones hasta su traslado al Maestranza en el año mil novecientos noventa y tres. Visité al Cristo de la Buena Muerte en la caseta de feria del Real Circulo de Labradores en el Prado de San Sebastián que fue su centro misional con la particularidad que el recinto, a diferencias de todas las demás era de fabrica fija y permanecía montada todo el año. Aun no se había trasladado la Hermandad de los Estudiantes a la capilla de la antigua fábrica de tabacos actual universidad, a la que llegó en Noviembre de mil novecientos sesenta y seis. También fue curioso ver al Cristo de Las Misericordias de la Hermandad

de Santa Cruz en las instalaciones deportivas del círculo citado. La coincidencia de la Virgen del Valle, el Cristo de la Vera Cruz y la Esperanza trianera en la calle Pureza, también es digno de mención. Todo fue más espontaneo, lo relevos no se igualaban y no recuerdo al capataz de la cofradía, en esos años Manolo Bejarano ni a sus auxiliares aunque puedo equivocarme. En esta última misión todo ha salido perfecto, con papeletas de sitio, lugar de incorporación y con los Villanueva mandando. A diferencia de ahora, el regreso fue por la calle Oriente, actual Luis Montoto, haciendo estación en la Parroquia de San Benito, porque según la leyenda allí pudo fundarse la Hermandad del Traspaso en mil cuatrocientos treinta y uno. A partir de ahí, el Señor fue llevado por sus muchos devotos pero no así ocurrió con la Virgen. Unos cuantos jóvenes la trajimos desde allí hasta la Parroquia de San Lorenzo, desde donde la Hermandad saldría dos veces más, en Semana Santa y en Mayo para el traslado al nuevo Templo, con visita a la Santa Iglesia Catedral. La Misión, a la que me resisto a llamar santa porque no ha sido canonizada, al igual que las reglas de las Hermandades, se clausuro con un acto multitudinario en la Puerta de Jerez con la presencia de la Virgen de los Reyes que fue depositada dando cara al pueblo en la fundación Yanduri, actual entidad bancaria. También salió para el acto, el Cristo Cautivo de San Ildefonso.

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Recuerdos y vivencias de la Misión de 1965

Y hasta aquí llegan mis recuerdos, alargarlo más lo considero innecesario y nunca me gustó ser pesado. Mi agradecimiento a la directiva de la revista Sevilla Nuestra por invitarme a participar. Salud (de San Bernardo) para todos y hasta la próxima si El Señor es servido. José Ignacio Jiménez Esquivias

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La hora de Dios, ante el Señor del Gran Poder ARZOBISPO EMÉRITO DE SEVILLA

scribo estas líneas con ocasión de la peregrinación de Nuestro Padre Jesús del Gran poder a las tres parroquias más pobres de la Archidiócesis, la Blanca Paloma, la Candelaria y Santa Teresa. En ellas miles de fieles están contemplando la figura impresionante del Señor del Gran Poder que tan bellamente supo labrar en 1620 el escultor cordobés Juan de Mesa y Velasco, en la sobrecogedora imagen que tantos sevillanos están contemplando en estos días con amor y devoción. Su tez morena, su boca entreabierta, su mirada humilde, el ceño fruncido y la impresionante corona de espinas que hiere sus sienes es la quintaesencia de la humanidad de Cristo y del dolor del Hijo de Dios, el «dolor negro de todos los pecados del mundo» como escribiera Joaquín Romero Murube. Pero la imagen del Señor del Gran Poder es al mismo tiempo la más bella expresión plástica de la divinidad del Hijo de Dios, pues sólo una humanidad asumida y penetrada por la divinidad puede encaminarse hacia el Calvario resuelta y voluntariamente, con una libertad soberana, sólo propia de Dios. Hoy, en algunos ambientes cristianos, corremos el riesgo de disolver el misterio de Jesús, de minimizar u ocultar su divinidad. Hoy es relativamente frecuente escuchar, incluso entre cristianos, que Jesús fue un personaje excepcional y admirable, el más grande en la larga historia de la humanidad, dejando en penumbra su condición de Hijo de Dios. La contemplación del Señor del Gran Poder nos ayuda plásticamente a confesar con los labios y creer en el corazón que Jesús es el Verbo de Dios hecho hombre. Así lo confesó sin palabras, pero con suprema belleza, Juan de Mesa, y de forma

también sublime Antonio Rodríguez Buzón en su famoso pregón de 1956 al exclamar: «¡Quien vio cruzar al Gran Poder, vio caminar a Dios mismo!». Así lo han confesado a lo largo de los siglos cientos de teólogos, escritores y poetas. Así lo ha confesado en el corazón de su pontificado el papa Benedicto XVI al afirmar, en la inauguración de la asamblea del CELAM en Aparecida (Brasil) en mayo de 2006, que el cristiano “sabe que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro”, pues como afirmaran los obispo latinoamericanos en el documento final de esta asamblea “Jesucristo es la respuesta total, sobreabundante y satisfactoria a las preguntas humanas sobre la verdad, el sentido de la vida, la dignidad humana, la felicidad, la justicia y la belleza”. Jesús es en efecto, como nos dijera el Vaticano II en la constitución Gaudium et Spes, “el centro de la humanidad, el gozo del corazón del hombre y la plenitud total de sus aspiraciones”. El rostro del Señor del Gran Poder es además la quintaesencia de la misericordia de Dios, del Padre de las Misericordias, del «Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera, y rico en clemencia» (Ex 34,6). San Ignacio de Loyola en el primer día de la segunda semana de sus Ejercicios Espirituales, con gran ingenuidad muestra al ejercitante la deliberación que tiene lugar en los espacios celestiales entre las tres personas de la Santísima Trinidad. Las tres contemplan la redondez de la tierra y ven cómo los hombres caminan hacia su perdición. Entonces el Hijo, inspirado por el Espíritu Santo, se ofrece al Padre para encarnarse y llevar a cabo la obra saludable de nuestra redención. Desde entonces, como nos dice el Papa Francisco en la bula Continúa en pág. 28

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La hora de Dios, ante el Señor del Gran Poder

de convocatoria del Jubileo de la Misericordia, Je- misión prioritaria es ser signo y testimonio de la sucristo es el rostro de la misericordia del Padre. misericordia en todos los flancos de su vida. Todo en la acción pastoral de la Iglesia debe estar revesA lo largo de su ministerio público, Jesús, con tido de la ternura con que trata a sus hijos. Nada su palabra, con sus gestos y milagros manifiesta de en su anuncio de Jesucristo y en su testimonio ante manera definitiva la misericordia de Dios. El rostro el mundo debe carecer de misericordia, hasta el de Jesús rezuma piedad, misepunto de que la credibilidad ricordia y amor. Así lo percibide la Iglesia pasa a través del mos contemplando la imagen amor misericordioso y combendita del Señor del Gran pasivo. Todos los hijos de la Poder, que nos está diciendo Iglesia hemos de vivir y sentir que en Jesús no hay otra cosa la experiencia de la miserisino amor, un amor que se cordia, haciéndonos siervos dona y ofrece gratuitamente. y servidores de nuestros herLos milagros que realiza, somanos. Nuestras parroquias, bre todo con los pecadores, comunidades, asociaciones, los pobres, los excluidos, enmovimientos y hermandades fermos y endemoniados lledeben ser oasis de misericorvan consigo el marchamo de dia. La misericordia es nuesla misericordia. En Él todo hatra primera tarea. bla de misericordia. Nada en Él está falto de compasión. Su Antes de concluir invito a misericordia y su compasión mis lectores a la contemplatienen su culmen en el Calvación orante de la imagen del rio, donde se inmola libremenSeñor del Gran Poder. Dios te por toda la humanidad. A él quiera que con ocasión de la se encamina lenta pero resueltamente, el Señor del peregrinación del Señor del Gran Poder a los tres Gran Poder, cargando con los pecados del mundo barrios, todos se sientan invitados a abrirse al mis(Romanos 4,25). terio insondable de Jesús, salvador de los hombres, que es invocado y venerado en nuestra ciudad con Siguiendo la estela de su Señor, la Iglesia debe el hermoso título de Señor del Gran Poder. ser la casa de la misericordia, del servicio gratuito, + Juan José Asenjo Pelegrina de la ayuda, del perdón y del amor. Sí, la Iglesia Arzobispo Emérito de Sevilla nunca debe cansarse de ofrecer misericordia. Su

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Sevilla Nuestra - Especial Santa Misión PRIMER TRASLADO

Desde la Basílica

Sevilla enmudeció...

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...y el sol jugó con su rostro

a la Parroquia de La Blanca Paloma 31

Entrevista

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D. MANUEL SÁNCHEZ SÁNCHEZ

Párroco Blanca Paloma

Curriculum de la Parroquia de la Blanca Paloma Para hablar de las parroquias tenemos que referirnos a las tres, la Parroquia de Santa Teresa, la de Nuestra Señora de la Candelaria y de la Blanca Paloma. Concretamente los dos sacerdotes que llevamos estas dos parroquias últimas somos Francisco José Ortiz Bernal y Manuel Sánchez Sánchez. Es cierto que el Gran Poder ha visitado las tres parroquias, pero yo me referiré a las dos que nosotros servimos. Son parroquias construidas en torno a los años 60. Estos barrios están habitados por personas que vienen de los antiguos corrales de Triana, o de otras zonas con más dificultades, incluso de los pueblos, así se fue construyendo y haciendo estas parroquias, que en sus orígenes fueron muy sencillas, obreras y que con el trascurso del tiempo han ido cambiando su realidad. Son parroquias con muchas dificultades, muy sufridas, con muchas carencias y mucha pobreza social, pero al mismo tiempo, con mucha riqueza porque los habitantes de la parroquia son de gran corazón. Es una parroquia viva donde hay muchísimas actividades y muchísimos servicios que se prestan, pues se atienden clases de español para emigrantes, hay talleres de promoción de la mujer, hay un pequeño catering y pequeño comedor para personas excluidas, tenemos un gran voluntariado de cáritas. Estamos creciendo en estos 4 ó 5 años que llevamos, damos catequesis con vistas de progreso de futuro. Son parroquias alegres, acogedoras, donde se está muy pendiente de las realidades de cada persona. Yo animaría a cualquiera que nos visitara, todo es muy sencillo pero con una gran presencia de Dios. ¿Desde cuándo ha sentido la ayuda y la mano tendida del Señor del Gran Poder? La historia con el Señor del Gran Poder es una historia muy curiosa. Yo prediqué hace unos años

el Quinario y desde entonces hay una relación estrecha con la Hermandad que actualmente se ha materializado en esta Misión tan impresionante que hemos vivido. Esta unión que comienza desde el inicio de nuestras llegadas a estas parroquias cuando Don Félix Ríos, pone encima de la mesa que la Hermandad quiere responder a la llamada del Papa de salir a las periferias y que hay una intención de acercarse a estos barrios tan necesitados, que si recibíamos al Señor. No podíamos negarnos, porque sería como así ha sido un regalo. La mano del Señor del Gran Poder ha estado siempre presente en estas realidades. La hermandad tenía ya un plan proyectado desde hacía muchos años, para poder hacer y culminar este proceso tan hermoso, que además ahora continua después de la Misión, ya que la Hermandad no se marcha, sino que continua. ¿En qué consiste principalmente la ayuda de la Hermandad del Gran Poder? La ayuda de la Hermandad del Gran Poder es una ayuda de cercanía, de presencia, de creatividad donde se aportan ideas. Ellos han ido llegando e incorporándose a los grupos, a la realidad que tenemos proponiendo otras cosas. Es una ayuda también económica, la verdad que enumerar todas las ayudas del Gran Poder sería imposible. ¿Cómo es el talante de los habitantes que pertenecen a su parroquia? Una de las características que todo el mundo ha descrito cuando ha venido a los Pajaritos, ha sido que hay miles de sevillanos que no habían vendido nunca, y se han encontrado con una población amable y cercana. Los vecinos de mis parroquias son de una nobleza grande, con muchas ganas de prosperar y salir hacia delante, no solo los que pertenecen a Sevilla sino también los que vienen de fuera. ¿Decir Jesús del Gran Poder qué significado tiene en su barrio? Para los más mayores hablar del Señor del Gran Poder es hablar de la devoción más intensa de Sevilla. El Gran Poder para los mayores es el vecino Continúa en pág. 34

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Entrevista

del que tuvieron que despedirse cuando se vinieron a la periferia. Para los jóvenes, hablar del Señor es hablar de Sevilla, hablar de Cristo, hablar de un referente impresionante donde están las raíces de la ciudad, de la fe. Para la población que no es sevillana, es compartir uno de los grandes tesoros de la ciudad. El significado del Señor del Gran Poder es el auténtico Cristo que ha movido las masas y los corazones de nuestras gentes. Cuando el Señor entró en el barrio después del Tamarguillo, parecía la entrada en Jerusalén, fue impresionante. ¿Como párroco cómo cree que se podrían tapar las necesidades dentro del barrio de su parroquia? Entiendo que esta pregunta se referirá a cambiar las realidades y cubrir necesidades. En cuanto a las necesidades del barrio, hay un plan integral que ya se realizó hace tiempo y que hay que ponerlo en marcha. En el barrio otras de las riquezas que tenemos, es que hay muchas asociaciones y fundaciones que están trabajando y luchando, lo único que hay que hacer por parte de los políticos es sentarse las tres administraciones, gobierno, autonomía y ayuntamiento. Hay que ir trabajando persona por persona, familia por familia, solucionando no solo problemas estructurales sino también concretos, y atendiendo a la realidad de cada bloque de cada familia. Ciertamente se podría cambiar la realidad del barrio, pero tendrían que estar los servidores públicos de acuerdo y sobre todo dispuestos. ¿Cuál es la estructura interior de la parroquia, concretamente la acción social que realizan los parroquianos colaboradores? Tenemos un grupo de cáritas muy activo que reúne alrededor de 65 personas voluntarios, atendiendo a más de 600 familias. Tenemos a la fundación solidaridad Candelaria que cuida todo lo que es el desarrollo de las clases y la atención a la emigración,

D. MANUEL SÁNCHEZ SÁNCHEZ Párroco Blanca Paloma

tenemos la asociación juvenil Candelaria que atiende sobre todo a los niños y la infancia, también la Asociación de Sal para atender sobre todo a las experiencias de drogodependencia. Hay un grupo de pastoral de la Salud que atiende a los mayores. La estructura de la parroquia es impresionante. ¿Qué entiende de la acción social que pueda realizar el Ayuntamiento de la ciudad? El Alcalde es un hombre bueno, el Delegado del distrito también, son personas interesadas que tienen ganas de servir. Hay muchos problemas en la ciudad y muchos barrios también necesitados como el de los Pajaritos, como el Polígono Sur y Norte, San Jerónimo, La Palmilla, podemos hablar de muchos barrios de la ciudad que necesitan un cambio de actitud radical. ¿Con cual mensaje evangelizador se queda de la estancia del Señor? Yo diría que la mirada, al tener al Señor tan cerca la gente ha sido capaz de cruzar su vida con la del Señor. Ha sido posible mirar al Señor a los ojos y eso hacía que la gente la mayoría al menos guardaran silencio interior. Han sido muchos encuentros personales que realmente han tocado y han conmovido por dentro. ¿Qué le ha parecido el comportamiento y participación de los sevillanos que no pertenecen a su zona? Hay que darle las gracias a toda a ciudad de Sevilla porque realmente la ciudad ha cruzado el Tamarguillo, que era como una muralla irreal pero existencial y Sevilla ha venido por todos estos barrios, se ha encontrado con la gente y con el Señor. El Señor ha venido con toda Sevilla y con mucha gente de otros sitios. Ha sido impresionante el encuentro de Sevilla consigo misma en el barrio de los Pajaritos.

Jorge Durán Rubio

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Una misión del siglo XXI

l fenómeno de la religiosidad popular, “el Evangelio inculturado en el pueblo” (Papa Francisco)(1), en Sevilla se expresa a través de sus hermandades y cofradías y entronca sus raíces, con alguna que otra excepción anterior muy puntual, en la Contrarreforma del siglo XVI. Las representaciones pasionales nacen con el ánimo de catequetizar frente al cisma protestante, que negaba cualquier tipo de iconografía. Hoy, cinco siglos después, ni los mayores enemigos de estas manifestaciones religiosas se atreven a negar la absoluta actualidad de la que gozan nuestras hermandades. Frente a fenómenos mas cercanos a lo museístico de otras localidades, las hermandades de Sevilla viven intrínsecamente unidas a la ciudad, corriendo su misma suerte y mudando la piel de la misma forma que lo hace la sociedad a la que pertenecen. Desde esa perspectiva, no podemos olvidar el carácter eminentemente gremial con el que nacieron muchas de ellas ni como han ido cambiando su función acorde con las situaciones de cada momento, pero siempre con un objetivo permanente que forma parte de su eclesialidad y que no es otro que el de la evangelización. “Evangelizar es la gracia y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda.”, (Pablo VI)(2). Con esta clara vocación evangelizadora y con la obligación de convertirnos en una “Iglesia en salida” (Papa Francisco)(3), una Iglesia que trata de romper fronteras geográficas e ideológicas para ponerse del lado de los más débiles, la Hermandad del Gran Poder tomó la iniciativa de celebrar el cuatrocientos aniversario de la talla del Señor con una misión dirigida a una de las zonas mas deprimidas de nuestra ciudad y de toda España por añadidura, las barriadas de Los Pajaritos, La Candelaria y Santa Teresa, conocidas popularmente como los Tres Barrios; todo ello acompañado de Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” Exhortación Apostólica “Evangelii Nuntiandi” (3) Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium”

un plan de actuación asistencial, en coordinación con las cáritas parroquiales, puesto en marcha hace ya mas de tres años. Creo que la iniciativa no ha dejado indiferente a nadie, ni siquiera a los mas ajenos o directamente contrarios, no solo a la religiosidad popular sino a la propia religión, y por supuesto a la Iglesia Católica. Aunque las reacciones, por supuesto, no siempre han sido positivas. Los hay desde los que se “escandalizan” por que tenga que ser una “imagen de madera” la que acuda a buscar soluciones donde las iniciativas tanto públicas como privadas han fracasado, como los que piensan que esto no será mas que unas cuantas portadas de periódico, sin ninguna continuidad. Sin embargo, nada de ello debe hacernos desfallecer ni distraernos del objetivo fundamental de esta misión, que no es otro que el de evangelizar valiéndonos de la bendita imagen que nos fue dada hace cuatro siglos y que ha servido de asidero a lo trascendente para tantas generaciones. Desde que empezara la Santa Misión el pasado 16 de octubre, hemos vivido momentos e estampas que por sí solas han expresado mucho mas que todo lo que se pudiera escribir sobre ello. Fue hermoso contemplar el largo peregrinaje del Señor desde su basílica hasta la parroquia de la Blanca Paloma, y ver cómo iba pasando desde la Sevilla mas clásica a través de los diferentes barrios, dejando siempre la misma estela de devoción natural, sincera y espontánea, no impostada ni sensiblera, hasta llegar al corazón de la Sevilla mas deprimida y marginal, para sorpresa de muchos de los que nos acompañaban, que reconocían no solo no haber pasado nunca por aquellas calles, sino ni siquiera saber que pudieran existir en su ciudad. El principal objetivo de la Misión ha sido, sin duda, mostrar a muchos sevillanos que el “Tercer Mundo” vive muy

(1)

(2)

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Una misión del siglo XXI

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cerca de ellos. Pero evidentemente no podemos quedarnos en conocer su existencia, porque, si siendo conscientes de esa realidad no hiciéramos nada por mejorarla, nuestra responsabilidad sería aun mayor que vivir en la ignorancia. Ese “traslado” provisional de la plaza de San Lorenzo a estas barriadas debe ir acompañado de otro viaje interior de cada uno de nosotros. La Iglesia en movimiento a la que nos invita el Papa significa romper barreras geográficas, sociales e ideológicas y acudir a mezclarnos con aquellos semejantes que son los escogidos del Señor. Una mezcla que, por supuesto, debe ir acompañada de iniciativas, como las que la Hermandad ha puesto en marcha, sumándose a la labor de muchos años que vienen desarrollando las parroquias, encaminadas a favorecer la integración de estas bolsas de población desde el respeto a su dignidad, como hijos de Dios, sin caer en la limosna degradante ni confundirlo tampoco con simples obras asistenciales como las que podría hacer cualquier ONG, cuyo valor intrínseco no dudo, pero carentes de cualquier referencia a nuestra filiación divina. La Caridad, en el mas amplio concepto de la expresión, no es mas que derramar sobre nuestros semejantes el Amor de Dios, como hijos suyos que son.

La Misión, por otro lado y contestando a los mas reacios o inmovilistas, hace un guiño expreso, mezclando evolución y tradición, a aquella otra misión, ya lejana en el tiempo, que pusiera en marcha el cardenal Bueno Monreal en 1965, pero adaptada a los tiempos actuales. Creo que esta Misión va a marcar, sin duda, un antes y un después entre las hermandades de Sevilla y espero y confío que sean muchas las que se sumen a este tipo de iniciativas, cada una desde sus posibilidades, características y capacidades. En definitiva, se trata de seguir haciendo lo mismo que venimos haciendo desde hace siglos, poner nuestras hermandades al servicio de nuestra Iglesia manifestando públicamente nuestra fe, frente a los que quieren arrinconar la religión a terrenos estrictamente privados, y llevar el Evangelio a todos los rincones de nuestra ciudad. Así como quedarán en nuestra memoria las imágenes del Señor discurriendo por algunas de las calles mas deprimidas de la ciudad o presidiendo llenando y magnificando algunas de sus parroquias mas humildes, quede también en nuestros corazones la convicción de prolongar en el tiempo los frutos de esta Santa Misión.

Javi Jiménez

Enrique Esquivias de la Cruz Ex Hermano Mayor Hdad. Gran Poder.

Fotógrafo: Antonio López

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En busca de la Pobreza

Fotógrafos: Jorge Durán, Mariano López, Julio A. Martín

Sevilla Nuestra - Especial Santa Misión SEGUNDO TRASLADO

Desde la Parroquia de La Blanca Paloma

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Sevilla sigue conmocionada

a la Parroquia de La Candelaria

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Días del Señor D. FRANCISCO JOSÉ ORTIZ BERNAL

Párroco de Nuestra Señora de la Candelaria

elatar la experiencia vivida estos días de Santa Misión con el Señor del Gran Poder, es relatar la acción de Dios en el corazón de tantos que hemos podido compartir estos días en las tres parroquias de Blanca Paloma, Candelaria y Santa Teresa. Si pudiera resumir toda la experiencia en dos palabras, lo expresaría: “lágrimas de ilusión”. Lágrimas, porque en estos días todos hemos dejado salir la emoción en muchos momentos. El paso de Dios por la vida del hombre no deja indiferente, deja huella y emociona, llega al corazón y conmueve. Por otro lado la ilusión que ha provocado ha generado esperanza, alegría, sentimientos de un futuro mejor. La presencia de Dios se ha dejado notar situándonos en la gran esperanza del Adviento, ese “Ya pero todavía no”, que nos hacía mirarlo todo desde la positividad de sentirnos acompañados por Aquel que nunca nos ha dejado. Días de experiencias únicas, de anécdotas que no cabrían en un libro, de vivencias que han llenado el corazón de cada uno. Solo el Señor sabe el bien que ha podido ir haciendo en el corazón de tantos. Niños, adolescentes, jóvenes, adultos, mayores, de distintos lugares de Sevilla e incluso de España, presencial y telemáticamente, hemos podido vivir días que se quedarán en nuestra retina, y en nuestro corazón. Dentro de unos años cuando lo recordemos podremos decir: “yo estuve allí”, “yo fui testigo”, y contaremos lo que se ha ido quedando en el corazón y que aún ahora estamos intentando discernir. Podemos decir sin lugar a duda que ha sido un kairós del Señor, un paso de Dios por nuestra vida, una epifanía de veintiún días, donde el que ha tenido oídos para oír y ojos para ver ha podido experimentar el paso de Dios por estos barrios. Para los que lo hemos vivido de primera mano, feligreses de la parroquia, hermanos y voluntarios del Gran Poder, junta de gobierno, sacerdotes;

ciertamente hemos podido descubrir la acción de Dios y la sorpresa de Dios cada día. Como Él se dejaba notar en cada gesto, en cada sonrisa o lágrima que provocaba en las miles de personas que han pasado estos días por las parroquias. Para todos los que trabajamos en estos barrios ha supuesto un impulso, un animarnos porque sabemos que no estamos solos, hemos podido experimentar la presencia y ayuda de muchos hermanos y del Señor. Como los discípulos de Emaus podemos decir: “Y ellos contaron sus experiencias en el camino, y como le reconocieron…” (Lc 24,35). Como los Magos de Oriente hemos visto una estrella y hemos salido a adorarlo. Estos días han sido la estrella que nos ha guiado para poder descubrir a aquel que ya estaba, pero que nosotros éramos incapaces de ver. Días donde el Señor nos ha mostrado un camino distinto y nuevo de evangelizar. El Señor del Gran Poder, en esta Misión, nos ha ayudado a poner la mirada en quienes realmente teníamos muchas veces olvidado, sintiéndonos alentados para trabajar al lado de los más desfavorecidos de nuestra sociedad, con alegría, sabiendo que estamos donde el Señor está. Y aunque su imagen no esté aquí presente, Él sí lo está y nos ha hecho ver este lugar como lugar teológico dónde encontrarnos con el verdadero rostro Dios. El gran regalo de estos días ha sido precisamente ese, nosotros veníamos a contarle cosas y a pedirle y Él nos ha mostrado una vez más el auténtico Continúa en pág. 44

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rostro de Dios. Como hace 2021 años una vez más se ha manifestado con su auténtico rostro de Dios en los mas pobres. Doy gracias al Señor porque me ha permitido ser testigo privilegiado de su manifestación en estos barrios, y con lágrimas en los ojos e ilusionado puedo decir que doy gracias por tenerme aquí como instrumento suyo para trabajar por el Reino. Hemos podido vivir el jubileo de la caridad, de la evangelización, el jubileo con los presos, con el mundo obrero, con el mundo de las misiones, con los matrimonios, con los medios de comunicación, el jubileo con tantas y tantas parroquias y hermandades que se han acercado de distintos lugares de la diócesis, el jubileo con los niños, adolescentes, momento de oración con los jóvenes que nos han llegado al corazón. El jubileo con los matrimonios, renovando ilusionado sus promesas. Peregrinaciones de tantos y tantos lugares, que nos conmovían, al ver estos barrios como el lugar donde la gente se podía encontrar con Dios. Cada celebración de la eucaristía ha sido un momento de gozo. Cada sacramento que hemos celebrado una vivencia especial del Dios que puede transformar el corazón del hombre, sobre todo en el sacramento de la penitencia, cuántos hermanos se han acercado a este sacramento en estos días, experimentando el amor y la misericordia de Dios. Hemos disfrutado con nuestros mayores en el sacramento de la unción, y viéndolos llorar emocionados por el encuentro con Aquel que sabían que los amaba. Hemos podido ver la diversidad de carismas que se unían a esta misión con la alegría de sentirnos Iglesia que camina unida. Han sido días en donde hemos podido descubrir en estos humildes templos, llenos de júbilo, templos que nos posibilitaban el encuentro y la acogida, que se han convertido durante unos días en el desbordamiento del amor de Dios.

Días del Señor Y casi lo más importante de todo, el primer protagonista sin duda ha sido el Señor, pero sí ha habido un protagonista en estos días, han sido los propios vecinos de los barrios, los que día tras día luchan con tantos y tantos problemas, y se han visto arropados por una Iglesia viva que se solidariza con ellos y que quiere luchar por esta injusticia. Dios está con ellos y se hace presente en tantos y en tantos hermanos que han mostrado su solidaridad. Ahora toca el turno para continuar trabajando cada cual en lo suyo, la evangelización, la ayuda social, la promoción del empleo, la dignificación de la persona, la lucha contra la injusticia. Todos, cristianos y no cristianos, parroquias y entidades civiles, diócesis y administraciones, Ayuntamiento, Junta de Andalucía, Gobierno central. Todos tendremos que remar en una misma dirección. Esta dirección nos la ha marcado el Señor: en favor de los pobres, con paso firme y decidido. Cada uno tendremos que poner lo nuestro y entre todos ayudarnos, incluso con la denuncia cuando quienes pueden no quieren o se hacen el sordo. Será el trabajo de todos, lo que posibilite que esta Santa Misión sea un éxito, y no se quede meramente en días históricos. Lo histórico no es que haya venido el Señor, sino que la vida de los que aquí viven cambie. Cambie, porque se encuentren con el Señor y cambie porque se dignifique su vida con una mejor vivienda, con un no tener que convivir con el mundo de la droga, con un trabajo digno y con tantos y tantos problemas qué hace la vida aquí muy difícil. Lo histórico no ha ocurrido, tiene que ir transcurriendo a partir de ahora. No se nos invita a mirar hacia atrás, el Señor nos invita a caminar hacia adelante, como Él, siempre hacia adelante, luchando por un mundo más justo. Estoy convencido que el Señor, que todo lo puede, nos ayudará a llevar esta misión adelante. D. Francisco José Ortiz Bernal Párroco de Nuestra Señora de la Candelaria

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Sevilla Nuestra - Especial Santa Misión TERCER TRASLADO

Desde la Parroquia de La Candelaria

a la Parroquia de Santa Teresa

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Javi Jiménez

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Entrevista U D. MANUEL MORENO

Párroco de Santa Teresa

bicada en la Plaza de las Moradas, la Parroquia de Santa Teresa fue proyectada por los arquitectos Alberto Balbontín de Orta y Antonio Delgado Roig, y en ella sobresalen los frescos que el pintor Juan Miguel Sánchez Fernández realizó en 1961. El Señor del Gran Poder ya permaneció en esta Parroquia en 1965, con motivo de las misiones organizadas por el Cardenal Bueno Monreal. Quién mejor para explicarlo que su actual párroco Manuel Moreno. ¿Cuál es el curriculum de la Parroquia de Santa Teresa? La parroquia se construyó en el año 1961 por los arquitectos Alberto Balbontín y Antonio Delgado Roig, que también hicieron la del Gran Poder. Está decorada con pinturas murales del pintor Juan Miguel Sánchez siendo ésta su obra cumbre, junto con otras como la estación de autobuses del Prado de San Sebastián. Realizó también el diseño para el paso de palio de la Virgen de los Ángeles de la Hermandad de los Negritos. La escena central del presbiterio está dedicada a la transverberación de Santa Teresa. En la zona superior está representada la Santísima Trinidad y en los muros laterales hay dos grandes parejas de ángeles. En el friso hay 12 monjas carmelitas. La decoración se completa con cuatro murales de los evangelistas, paisajes en los laterales donde se aprecia el vía crucis, composiciones florales, una Anunciación en la Capilla del Sagrario y una versión del bautismo de Cristo en la capilla del Bautisterio. Juan Miguel Sánchez se puede considerar uno de los mejores muralistas de su época en toda España. La parroquia fue bendecida por el Cardenal Bueno Monreal y desde entonces se han sucedido muchos párrocos e incluso los carmelitas calzados

estuvieron con un noviciado. Ha sido visitada en diversas ocasiones por el ahora Cardenal Emérito D. Carlos Amigo, el arzobispo también emérito D. Juan José Asenjo y por último el arzobispo titular D. José Ángel Saiz Meneses. Como hitos importantes, resaltar la visita que hizo el Gran Poder a la Iglesia en el año 1965, donde permaneció 18 días, acompañado por la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, que presidió el centro misional no 9 (grupo escolar San Fernando). La parroquia de Santa Teresa era el 8. Otro acontecimiento, pero de índole sindical, fue el protagonizado por un grupo de jornaleros que se refugió en el templo durante un mes aproximadamente, en la época de Diamantino. Estaba de párroco en ese momento D. Javier que ahora lo es de la parroquia de la Resurrección. ¿Desde cuándo ha sentido la ayuda y la mano tendida del Señor del Gran Poder? Desde que tomé posesión de la parroquia hace tres años, el equipo de las parroquias Blanca Paloma y Candelaria me comentaron que se estaban iniciando los preparativos para una posible visita a tres barrios y Amate del Señor del Gran Poder, Continúa en pág. 52

Pedro J. Clavijo

La Santa Misión Tres parroquias, tres troncos de la Santa Madre Iglesia

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proyecto ilusionante interrumpido por la conocida pandemia que hemos padecido. En todo ese tiempo y hasta ahora, en nuestras mentes ha estado latente su presencia, creando una gran expectación entre las gentes del barrio de Santa Teresa.

Entrevista

¿En qué consiste principalmente la ayuda de la Hermandad del Gran Poder? En crear una gran expectativa de su llegada a la Parroquia. ¿Cómo es el talante de los vecinos que pertenecen a su Parroquia? Abierto y agradecido, porque para muchos la imagen del Gran Poder supone mucho en sus vidas por ser el centro de su piedad devocional. Decir Jesús del Gran Poder, ¿qué significado tiene en su barrio? Como he dicho antes, parece que la imagen en sí tiene gran predicamento en el barrio como en tantos otros. Como Párroco, ¿cómo cree que se podrían tapar las necesidades dentro del barrio de su Parroquia? En este aspecto deberían actuar los organismos oficiales del Ayuntamiento con un plan ambicioso que no dejara a nadie atrás. Yo como párroco puedo atenderlos desde Caritas parroquial en sus necesidades más perentorias: comer, vestir, aseo, etc.

D. MANUEL MORENO Párroco de Santa Teresa

Cuál es la estructura interior de su parroquia, concretamente la acción social que realizan sus parroquianos colaboradores. La acción social más importante es la que realiza Caritas parroquial en la medida en que puede y sus recursos lo permiten que proceden íntegramente de Caritas diocesana y algunas aportaciones de otras parroquias, en algunos momentos puntuales como Navidad.

¿Qué opinión tiene de la acción social que pueda realizar el Ayuntamiento de la ciudad? Ellos hacen lo que pueden, me refiero al Distrito y se van viendo mejoras como la limpieza, jardines, etc. ¿Con cual mensaje evangelizador se queda de la estancia del Señor? Que el Señor del Gran Poder se ha quedado en la retina de los que han pasado a verlo, pero, sobre todo, su imagen se les ha quedado grabada en su corazón como digno templo de sus vidas. ¿Qué le ha aparecido el comportamiento y participación de los sevillanos que no pertenecen a su barrio? El comportamiento ha sido ejemplar, tanto de los de fuera del barrio como los de dentro, que han contemplado la imagen con tranquilidad y adoración.

Jorge Durán Rubio

Manuel Leal Adorna

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Hombres cercanos al Señor

Parecen educados en Roma con un máster en saber estar, con una diplomacia que envidiaría cualquier embajador. Pasan horas junto a Él y son las sombras del Señor del Gran Poder.

or su mente pasaran todos los días imágenes de cuando estuvo al servicio del Señor. A sus 82 años Félix Acuña, nacido en la posguerra en el sevillano barrio de la Macarena, fue un gran catedrático de monaguillos y una persona que cuando se le acercaba cualquier devoto lo trataba como algo suyo. Estuvo tanto en la Parroquia de San Lorenzo como en la Basílica actual. Sus primeros estudios los recibió de las monjas de la Caridad. El encuentro con un sacerdote que le pidió le ayudara a decir misa, fue su punto de partida. Después aprendió junto a Joaquín el anciano sacristán. Posteriormente, también estuvo con Pulido hasta que la hermandad en un momento dado decidió suprimir los capilleres. Siendo Félix sacristán en la Parroquia y recomendado por Francisco Soro y Eulogio Arenas al Vizconde Don Miguel Lasso, a la sazón hermano mayor de la hermandad por entonces, lo nombra capiller estando hasta su jubilación, dejando constancia de su gran oficio y siendo amigo de los grandes devotos. En su última etapa le ayudó el actual capiller Miguel Martín.

Dentro de su gran hechura que parece que impresiona, hay una gran persona. A sus 61 años Miguel Martín lo ha hecho todo por la hermandad del Gran Poder. Conjuntamente con Félix Acuña durante décadas han estado siempre Félix Acuña al servicio del Señor del Gran Poder y de la Hermandad. Llegó al barrio en 1965 viviendo en la calle Santa Ana, coincidiendo con el traslado del Señor desde la Parroquia de San Lorenzo a su actual Basílica. Sus primeros estudios los realizó en un colegio que tenía la propia hermandad, después pasaría a ser monaguillo enseñado por el propio capiller de entonces Félix, hasta que pasó a capiller adjunto en los tiempos de hermano mayor Rafael Duque. Miguel define la Misión como una de las cosas más maravillosas que le ha pasado en su vida, cree profundamente en el Señor de Sevilla y a Él le confía todos sus problemas, y como tal está muy agradecido. Miguel Martín abrazando al capataz Pepe Ariza

Jorge Durán Rubio

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Alejandro del Castillo Perujo

Antonio López

Fotógrafos: Jorge Durán, Pedro Aranda, Antonio López, Manuel Agüera, Alejandro del Castillo

Sevilla Nuestra - Especial Santa Misión DE REGRESO

Desde la Parroquia de Santa Teresa

Sevilla se hizo devoción

a la Catedral

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Señor, qué bien se está aquí que poco se oye a veces la voz de Cristo, sepultada entre tanto manierismo con el que a veces hemos contaminado la relación tan sencilla que se establece entre nuestras Imágenes -evangelio esculpido- y quienes a ellas se encomiendan.

l domingo diecisiete de octubre, mientras me sentaba en uno de los bancos de la parroquia de la Blanca Paloma, esta era la frase que resonaba en mi cabeza, la del Monte Tabor: Señor, que bien se está aquí. Casi como pretendiera Pedro dos mil años antes, habíamos preparado para Él tres tiendas, una en Los Pajaritos, otra en Las Candelarias y otra en Santa Teresa, y ya solo viviendo el primer día podía uno entender lo que sintieron los apóstoles durante la transfiguración de Jesucristo, y escuchar, como escucharon ellos, la voz del Padre encomendándonos a seguirlo: Este es mi Hijo, el amado; escuchadle. Porque, al final, de esto y no de otra cosa es de lo que trataba desde un principio la Santa Misión. De escuchar la voz de Jesucristo, tan sepultada a veces en la cacofonía de este mundo moderno tan ruidoso y que tan poco espacio deja para Él. Incluso y especialmente en el mundo de las cofradías,

Estos días de Santa Misión nos han reconciliado con lo mejor de la religiosidad popular, con ese sentimiento que llevamos en la masa de nuestra sangre y que ha hecho que tantos vuelvan a lugares que no pisaban desde hace décadas, o que hayan encontrado nuevos caminos donde pensaban que todos estaban vedados. Resultaría muy difícil condensar, en unos pocos párrafos, el cúmulo de vivencias que, cualquiera que haya vivido esta Santa Misión con el Señor en los barrios, a buen seguro guardará entre los más preciados recuerdos de su existencia. Algo que probablemente recordemos el día de mañana diciendo que pudimos vivirlo. Y lo haremos, precisamente, por haber superado la Misión en su desarrollo, su propia concepción original, porque en las obras, cuando son de Dios -y no me cabe duda alguna de que esta lo ha sido- Él mismo desborda los límites de lo esperado. Cualquiera de cuantos participamos en la génesis de esta Santa Misión contábamos, qué duda cabe, con las multitudes en las calles al paso del Señor, como cada vez que sale de su Basílica; pero no podíamos dejar de cuestionarnos sobre las estancias en cada una de las parroquias. Ahí sí nos asaltaba la duda. ¿Responderán los vecinos a la presencia del Señor?¿Entenderán el sentido de Continúa en pág. 66

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Manuel Agüera Ostos

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Señor, qué bien se está aquí

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lo que hacemos?¿Acudirá el resto de la ciudad a unos barrios de los que en muchos casos, ni tan siquiera se conoce su existencia? En definitiva, ¿será ésta realmente una forma eficaz de evangelización?

Muchas e importantes son las cosas que estaban en juego. En el plano interno, la validez de la Misión como camino y medio de transformación de los carismas de la hermandad y su aggiornamiento al contexto social y eclesial de este siglo XXI, y la validez de esta vía ofrecida a nuestros propios hermanos para la incorporación a ese laicado activo, copartícipe de la nueva evangelización, al que nos vienen llamando los últimos Pontífices. Y en el externo, la reafirmación de la religiosidad popular y del poder de las Imágenes Sagradas como medio evangelizador absolutamente válido hoy como ayer, pese a aquellas corrientes que la consideran un residuo de otras épocas o religiosidad de segunda clase, sin ningún valor en la Iglesia de hoy. Un tercer plano u objetivo, el de denuncia de las condiciones sociales en que viven muchos de nuestros hermanos mientras sencillamente los ignoramos, ya se venía afortunadamente cumpliendo desde que en 2017 se hiciera pública la futura Misión a Tres Barrios.

Manuel Agüera Ostos

Hoy, vueltos ya a San Lorenzo y aún necesitando de cierto tiempo para asentar y racionalizar lo vivido, es difícil no sentirse emocionado por tantas experiencias compartidas, conversiones presenciadas, agradecimientos recibidos, memorias reencontradas, lágrimas derramadas, alegrías

desbordadas y todo ese sin fin de vivencias experimentadas durante estas tres semanas, en las tres parroquias. Gentes de todo tipo, clase y condición, llegadas de los cuatro puntos cardinales al encuentro del Señor, tan cercano y accesible en los tres presbiterios como podríamos imaginarlo en el Sermón de la Montaña, cuando se sentó entre aquellos otros tan necesitados también de bienaventuranzas. Ciertamente, estas tres semanas en Tres Barrios han sido para la hermandad, gracias también al ingente esfuerzo derrochado por su Junta de gobierno, por su personal, y por todos los hermanos, devotos e instituciones que han colaborado para su buen fin, un tiempo de gracia que por momentos, y a pesar del cansancio, no queríamos que acabara con nuestra marcha. Decían los párrocos -protagonistas indispensables e imprescindibles de esta Misión- que aquellas feligresías son desde ahora y para siempre territorio Gran Poder. Ese es el reto y el compromiso de nuestra hermandad, permanecer allí como Cirineos de Jesús del Gran Poder, con nuestros hermanos de aquellos barrios en los que ha quedado para siempre un trozo de nuestro corazón. En estas tres semanas, el Señor nos ha llamado a todos a subir al Monte Tabor. Ojalá en esta ocasión seamos nosotros los que hayamos vuelto transfigurados. J. Félix Ríos Villegas Ex Hermano Mayor Hdad. Gran Poder

Fotografía: Pablo Escudero Durán

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El Señor de todas las Sevillas

a misión evangelizadora de la presencia de la imagen del Gran Poder “en persona”, no en la estampa de un cuadro ni en un retablo de cerámica en un balcón, en las parroquias de los Tres Barrios, frutos espirituales al margen, ha servido sociológicamente para quitar el estigma a esa Sevilla del mayor paro, de la droga, de la marginación, de la exclusiòn social, como gueto ignorado y olvidado, con muy mala fama en toda la ciudad. La presencia del Gran Poder les ha servido a esos Tres Barrios y a Amate su condición de antiguas viviendas de honestos y honrados obreros, trabajadores en las factorías cercanas de la Sevilla industrial, como Hytasa o la Fábrica de Contadores. Tras la muerte de aquellos primeros vecinos, los pisos de esas barriadas se depreciaron y pasaron a otras manos, a otros grupos sociales, cuando no a la inmigración sin papeles, y fueron desde entonces una Sevilla no integrada en la ciudad, un territorio prohibido. Los viejos vecinos de las familias que fueron las primeras pobladoras de estos barrios, entonces modélicos en la construcción de viviendas oficiales, gracias a la presencia del Señor del Gran Poder han reivindicado la honestidad y la dignidad de esa vieja Sevilla obrera. Yendo a estos territorios prohibidos de estas barriadas malditas, donde se han cebado la droga y el paro, cuando no la peligrosidad social y la inseguridad ciudadana,

la presencia del Señor ha sido un aldabonazo en la conciencia de Sevilla sobre el cambio de esos antiguos pisos de obreros, cambio que bien merecería un estudio sociológico y una solución de integración y regeneración que los políticos no acaban de hallar. Sevilla es mucha Sevilla y también son muchas Sevilla distintas y una sola ciudad verdadera. Con verdades con las que a veces no quiere enfrentarse, como es el caso de esta parte de Sevilla al borde de la exclusión social que precisamente ha sido la visita por el Señor. Por eso yo diría que tras la misión evangelizadora en los Tres Barrios, el Gran Poder, el Señor de Sevilla, es el Señor de todas las Sevillas, “visibilium omnium et invisibilium”, como proclamaba nuestra fe en el Credo en latín. De Los Pajaritos a la Avenida en su procesión de regreso a la basílica esta tarde, es un símbolo visual del Señorío de esta imagen cuya hermandad ha querido celebrar así los 400 años de su hechura por Juan de Mesa. Esa ha sido la palabra utilizada: hechura. Más sevillana no puede ser si aspiramos la hache inicial: jechura. ¡Qué buenas jechuras tiene el Gran Poder, sea donde fuere de cualquiera de las Sevillas sobre las que asienta su señorío! Su divina y humanísima zancada ha recorrido esa Sevilla y ha permitido que lo vean y le recen quienes nunca se emocionaron con su presencia en la Madrugada, o en cualquier viernes del año en las visitas a su basílica de San Lorenzo. Todas sus Sevillas son el Gran Poder por Eduardo Dato, por el puente de los Bomberos, por la calle Tetuán, por las Lumbreras, por la calle San Vicente, por la Sevilla de Bécquer y de Rafael Montesinos. Que en su poema inmortal nos recuerda que esta vez el Señor de todas las Sevillas ha elegido el camino más largo para herirnos. Antonio Burgos

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Jorge Durán Rubio

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Entrevista MANOLO VILLANUEVA

De capataz a capataz La cuadrilla más grande del mundo

anolo Villanueva y su familia han sido los elegidos de llevar al Señor de Sevilla en la Santa Misión. Delante del Señor del Gran Poder han mandado hombres como Antonico, Manolo Bejarano, Rafael Franco, El Moreno, Domingo Rojas, Los Ariza, y si me pusiera a escribir nombres, me llevaría un buen rato.

Aunque en el año 1965 tuvo lugar la primera Misión importante de la Hermandad del Gran Poder, visitando la Parroquia de Santa Teresa, en la plaza de las Moradas, Ésta ha sido mucho más importante tanto por el tiempo como por sus estancias, ya que el Señor ha visitado tres parroquias, y permanecido en ellas 21 días. Esta Misión ha conmovido a la ciudad de Sevilla. Estas parroquias han recibido una afluencia masiva de hermanos y devotos del Señor, y quizás también otras personas les haya movido la inquietud de ir en busca de la pobreza. Hoy estoy frente a frente a mi amigo Manué, que ocupa el primer lugar de la dinastía de los Villanueva.

Calle San Esteban, 32 41003 Sevilla

A.O. ¿Qué sentiste después de dos años de pandemia, ir con tu gente agarrado de la mano del Señor del Gran Poder a los barrios de la pobreza? M.V. Sentí una gran alegría y una gran emoción. Ver a la gente como se han comportado sin haber hecho ningún ensayo, para mi el comportamiento de ellos ha sido una satisfacción grandísima. A.O. Por el camino, ¿te dio tiempo a dialogar algunas veces con el Señor? M.V. Me dio tiempo a dialogar no algunas veces sino muchísimas, dado que el paso que cogieron los hombres con las andas era más lento, con lo cual lo encontraba muchas veces frente a frente. Al levantar y arriar las andas, me encontraba

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Entrevista

continuamente con Él y le hablaba de cosas mías íntimas personales y de mi familia. Tuve la suerte de haber tenido muchas ocasiones de hablar con Él y de darle gracias.

A.O. ¿Te has sentido observado por el Señor? M.V. Sí me he sentido mirado y observado. Yo siempre lo he dicho y lo sigo diciendo, si te pones delante del Señor, da igual donde te pongas, si es de frente, a la derecha o izquierda, Él te está mirando, y no te pierde de vista. A.O. Desde el pretil de los cielos, te habrán visto capataces como Antonico, Manolo Bejarano, Rafael Franco, el Moreno, Domingo Rojas, los Ariza, a los que se unió tu padre. ¿Qué opinión crees que tendrán de tu actuación? M.V. La verdad es que hablas de gente que estuvieron con el Señor; yo no creo que haya llegado al nivel de ellos, ni creo que vaya a llegar, porque para mí han sido unos fuera de serie, pero pienso que ellos dirían..., “que si no estamos nosotros está Manuel, que tiene un poquito de todos”. A.O. ¿Eres consciente que entre los hermanos, devotos y costaleros han comandado la cuadrilla más grande conocida en Sevilla? M.V. Ahora que todo ha pasado sí soy consciente. Yo antes no sabía como sería todo esto ni como saldría, pero lógicamente cuando empezaron a hacer los relevos mi hijo, mi sobrino y el canastilla de la hermandad, que iba con ellos para ir identificando a las personas que se tenían que meter, ahí

empecé a darme cuenta que la cosa estaba saliendo bien, siendo el resultado final perfecto. “A.O. Yo lo confirmo y aprovecho para felicitar a tu hermano Carlos, a tu hijo Antonio y a tu sobrino Carlos, que hay que reconocer que todos en su labor estuvieron inconmensurables; el tema de los relevos de sobresaliente, tanto por parte de la hermandad, como la labor de los dos pequeños del equipo de los Villanueva.“ A.O. ¿Cómo describes el trabajo familiar en equipo? M.V. El trabajo familiar, una vez que la hermandad nos notificó los distintos puntos de relevo, y la ayuda del canastilla, ha sido extraordinario y muy bien realizado sin ningún tipo de fallos; hay que pensar que cada relevo era de 24 personas, y han sido muchísimas las que han portado las andas del Señor. “A.O. “Manolo sin presentarse ha ganado un record guines, por eso esta entrevista se llama “LA CUADRILLA MAS GRANDE DEL MUNDO.” A.O. ¿Has llorado delante del Gran Poder? M.V. Me he emocionado muchas veces, en especial el momento que me enteré que no pasaríamos por mi casa, porque en el bloque todos los vecinos habían puesto su granito de arena para que quedara adornado como el Señor de Sevilla se merece, pero el agua también vino a vernos.

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MANOLO VILLANUEVA

A.O. Fue una desilusión no pasar por tu casa, ni pasar por todo un barrio del Cerro que también esperaba con gran ilusión al Señor, y la lluvia no lo permitió. Continúa en pág. 74

Calle San Esteban, 30 41003 Sevilla

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De capataz a capataz

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Viene de pág. 73

M.V. Es verdad, yo tengo amistad con gente del Cerro y nadie se esperaba que se pusiera la cosa tan cruda. Hubo mucha gente que vino desde allí a buscar al Señor, después de la decisión tomada. Me dio mucha pena porque para mí es un barrio que me encanta, que lo conozco muy bien donde tengo buenos amigos.

estudiadas las circunstancias, se tomó las medidas de las andas para reformarse, poniéndole unos zancos abatibles para que las andas pudieran bajar lo máximo posible, y aún así hubo que echar los zancos al suelo; a la hora de bajar se le metieron balletas debajo de los zancos para que pudieran deslizarse y así facilitar la entrada.

A.O. En el transcurso del recorrido hacia los barrios, hubo muchos ancianos, enfermos y discapacitados. ¿Qué veías en ellos? M.V. Yo te puedo decir que cuando empezamos a entrar en la parte de Madre De Dios para llegar a los Pájaros, la verdad es que lo único que sentí fue emoción, porque ví a esos vecinos de toda la vida que hacía mucho tiempo que no estaban en la calle con sus familias, y que estuviesen para ver pasar al Señor, me impactó mucho.

A.O. ¿Han entrado muchas mujeres portando las andas? M.V. Muchísimas y además con un comportamiento ejemplar, adaptándose al sistema de andar como los hombres perfectamente.

A.O. ¿Volverías a esa época? M.V. Bueno, volvería a esa época porque era más pura y menos complicada. A.O. ¿Cuál fue la puerta más complicada de las tres parroquias? M.V. Fue la puerta de la Parroquia Blanca Paloma porque, aunque hicieron obras llegó un momento que ya no se pudo agrandar más la puerta porque eran vigas de contención. Una vez

A.O. ¿Cuál diferencia hubo entre el rachear de las andas y las del paso? M.V. Indudablemente la forma de andar no podría ser igual, aunque algunas veces se intentó, pero no se pudo porque el público que se agolpaba delante no lo permitía.

Manolo Villanueva, Domingo Rojas y Alejandro Ollero en su casa de Sor Ángela de la Curz

A.O. Bueno Manolo, ya estamos con el paso de los faroles únicos. Cuando llamaste la primera vez al paso del Señor sentiste algún contraste? M.V. A pesar de que la primera levantá fue aliviá por cuestión de seguridad, sentí algo muy especial; hacía dos años que no

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tocaba un martillo debido a la pandemia. Y cuando mandé a los hombres “venga de frente” tengo que decir que me impactó. A.O. En la primera parte todo había salido estupendamente, entonces aunque el cortejo llevaba el sello de siempre, los diferentes momentos que se tocó la música impregnó al Señor con un toque de júbilo o gloria. M.V. Evidentemente, en la madrugada se va con un horario previsto fijo, y el Señor anda más fluído. En esta ocasión ha sido una salida que ha coincidido con el final de una Misión del Señor y, Sevilla estaba a rebosar de gente; imposible poder andar por ningún lado. Cuando se empezaba a andar se tropezaba con la masificación de gente que iba delante. A.O. Tú eres de los capataces del Señor que quizás hayas tenido más suerte. ¿Qué se siente cuando vas con el Señor y le tocan las marchas “Macarena de Cebrián o Soleá dame la mano”? M.V. En este caso he sido afortunado. Me siento un privilegiado por llegar en el 2003 a la Hermandad del Gran Poder como capataz y sacar varias veces al Señor en una extraordinaria como en esta Misión. Eso no lo ha hecho nadie ni siquiera “los viejos” que ya no están, y que para mí han sido unos maestros. La música te obliga a andar de una forma con mucho tacto y elegancia. Para mí cuando llegamos a la Plaza Nueva fue un momento muy emotivo e histórico, incluída la vuelta al público.

A.O. ¿Te hubiera gustado que hubiera vivido tu padre? M.V. Antes de salir me acordé mucho de una frase que decía mi padre, “el toro siempre es toro hasta el final del rabo”. A.O. Se llega a la Campana, y se escucha sones de la Centuria... M.V. Se cogió un son acompasado y como el cortejo fue ganando tiempo, terminamos con la zancada propia del Señor, que coincidió con el final de la interpretación musical de la Centuria. A.O. ¿Qué otros lugares te llenaron más? M.V. Todos fueron muy bonitos, pero la llegada a la puerta del Buen Fin me recordó cuando yo fui segundo de ese Cristo con Domingo Rojas, además de acordarme mucho de mi padre porque era muy devoto, como se puede ver en la fotografía ilustrada en la revista. A.O. Manolo, estamos en la Plaza de San Lorenzo, todo acaba... ¿Qué sentiste? M.V. La satisfación del deber cumplido y el deseo de dar las gracias a la Junta de Gobierno que puso en mí la confianza. A todos los que han trabajado tanto hermanos y devotos como costaleros de la cuadrilla, sin olvidar a mi familia los capataces, que tanto me han ayudado en esta salida inolvidable.

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Roque Larios

Sevilla Nuestra - Especial Santa Misión

i hubo un denominador común en los traslados del Señor del Gran Poder a los barrios, fueron la fe, las lágrimas y las grandes emociones. Esta foto realizada por Roque Larios, fue la última que hizo en su vida, porque apenas dos días después se sintió mal, falleciendo de un infarto.

esde el año 1924, Ma Antonia de Bethencourt y Carvajal, hermana número uno de la Hermandad del Gran Poder, vivió intensamente los actos y cultos de la Hermandad. Falleció pocos días después de ver al Señor de vuelta.

odas estas peregrinaciones estuvieron envueltas en sensaciones a flor de piel. Mencionamos también estos dos lamentables sucesos, en los que después de ver al Gran Poder, se fueron con Él de la mano. Nos llamó mucho la atención la señora que se despidió del Señor con su último beso. Y el señor que en su silla de ruedas, se acercó a ver al Gran Poder, y falleció pocos días después. 78

D.E.P.

Jaime Rodríguez Fernández

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Saluda JUAN CARLOS CABRERA VALERA

Teniente de Alcalde Delegado de Gobernación y Fiestas Mayores Juan Carlos Cabrera Teniente de Alcalde de Gobernación y Fiestas Mayores, Diego Ramos, Jefe de Cecop, y parte del equipo.

No podíamos imaginar entonces lo que estaba por venir.

penas han pasado unos días desde que el Señor del Gran Poder regresó a su Basílica y si echamos la vista atrás para reflexionar sobre todo lo acontecido parece que lo que hemos vivido ha sido un sueño. Han sido solo 21 días los que el Gran Poder ha estado lejos de su templo pero se nos antojan ahora años por todo lo que hemos aprendido gracias a la Santa Misión Evangelizadora que la Hermandad ha llevado a cabo en Tres Barrios, un acontecimiento único que, sin duda, pasará a la historia de nuestra ciudad. Justamente el pasado 8 de noviembre se cumplieron dos años de la presentación de los actos del IV Centenario de la Imagen del Gran Poder. Fue en el Ayuntamiento de Sevilla. Recuerdo el agrado del entonces arzobispo de Sevilla, don Juan José Asenjo, por el programa que la Hermandad presentó pero, especialmente, por la Misión Evangelizadora. Era el sueño que su entonces hermano mayor, Félix Ríos, y su Junta de Gobierno, entre los que se encontraba el actual, Ignacio Soro, habían labrado junto a los párrocos de la Blanca Paloma, La Candelaria y Santa Teresa, hasta donde el Señor sería trasladado en otoño de 2020 como colofón a esta efeméride.

La crisis sanitaria impidió que la Santa Misión se pudiera realizar en 2020, posponiéndolo la Hermandad, con muy buen criterio y siempre que la situación lo permitiese, a 2021. La primera reunión que mi equipo y yo mantuvimos con la nueva Junta de Gobierno, ya con Ignacio Soro al frente, fue el pasado mes de julio. Desde ese momento, teníamos claro que había que empezar a trabajar en un posible escenario de realización de la Santa Misión teniendo en cuenta el buen ritmo y el alto porcentaje de vacunación de nuestro país. Sin embargo la incertidumbre era total. No obstante, nos emplazamos a próximas reuniones mientras la Hermandad y la Delegación de Gobernación y Fiestas Mayores establecían ya los mecanismos de coordinación necesarios para eventos de esta envergadura. Y, así, llegamos a septiembre y justo cuando teníamos previstas nuevas reuniones para comenzar a trabajar en el dispositivo para la Santa Misión, llegó el decreto del arzobispo de Sevilla, don José Ángel Saiz Meneses, que posibilitaba la vuelta del culto externo. Puedo decir que tener el convencimiento de que íbamos a ver al Señor en la calle nos llenó de optimismo y esperanza. Y creo que esa esperanza que sentimos en aquel momento es la que la Hermandad del Gran Poder ha repartido por toda la ciudad y especialmente en la zona de Tres Barrios. La estancia del

Saluda

JUAN CARLOS CABRERA VALERA

Señor en estas tres parroquias nos ha devuelto la mirada hacia lo verdaderamente importante, hacia quienes más lo necesitan. La Blanca Paloma, La Candelaria y Santa Teresa han sido en estos días auténticos hervideros de fe y de devoción. El Señor nos ha brindado momentos únicos de convivencia en una zona de la ciudad en la que la convivencia no siempre es fácil, una zona en la que somos conscientes de que a pesar de todos los esfuerzos que se han hecho en los últimos años, aún queda mucho por hacer y, por eso, desde el Ayuntamiento seguimos apostando por la intervención social y por proyectos de regeneración urbana y de rehabilitación de viviendas. Una vez consumado todo, podemos destacar el buen desarrollo de este acontecimiento, el primer gran evento de envergadura que la ciudad ha vivido tras la pandemia. Ese ha sido nuestro objetivo desde el principio. Para ello, desde el Ayuntamiento hemos puesto en marcha un dispositivo especial que ha llegado a contar en los principales traslados con 600 efectivos de emergencias y de los distintos servicios y empresas municipales implicadas. Se ha reforzado la seguridad, la limpieza, el transporte público y, desde semanas antes de la primera salida, se ha llevado a cabo un plan especial para revisar todos los recorridos previstos en las cinco jornadas. También quiero destacar el papel de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, que nos regaló

un momento de gran belleza interpretando dos marchas al paso del Señor por el Ayuntamiento el pasado 6 de noviembre. Y, especialmente, quiero agradecer a los medios de comunicación la enorme labor que han realizado durante estos 21 días para llevar a todos los hogares lo que sucedía en torno a la Santa Misión, como ahora lo hace la revista Sevilla Nuestra, a cuyo equipo quiero agradecer su invitación a participar en esta edición especial. Hemos visto en estos 21 días imágenes verdaderamente emocionantes. Barrios humildes llenos de colgaduras y de altares, mayores llorando desde sus ventanas al ver pasar al Señor, niños diciendo con alegría ‘Gran Poder, guapo’ como quien reza un padrenuestro…tantas cosas que no olvidaremos y que, como en aquella Misión de los años 60, contaremos a nuestros hijos y a nuestros nietos intentando transmitirles la importancia de lo vivido. Solo queda reflexionar sobre lo que ha pasado. Siguiendo el consejo del Papa Francisco de que las Hermandades deben salir de su zona de confort para conquistar nuevos territorios, debemos olvidar los debates estériles en los que muchas veces nos enfrascamos los cofrades, recordar el poder que tienen nuestras Imágenes y, sobre todo, volver al origen y a la esencia de nuestras tradiciones.

Sevilla Nuestra - Especial Santa Misión

Teniente de Alcalde Delegado de Gobernación y Fiestas Mayores

Marta de Triana

Fotógrafos: Jorge Durán, María José Nieto, Alejandro del Castillo

Sevilla Nuestra - Especial Santa Misión DE REGRESO

Desde la Catedral

Manifestación de fe

Sevilla Nuestra - Especial Santa Misión

Gracias Señor

a la Basílica

86 Jorge Durán Rubio

Sevilla Nuestra - Especial Santa Misión

Todos los beneficios de esta obra irán destinados íntegramente a Cáritas Diocesana de Sevilla.

La preocupación por mis pacientes y la formación continua, es la clave para conseguir excelencia en los tratamientos dentales

ESPECIALIZADA EN PERIODONCIA E IMPLANTES POR LA UNIVERSIDAD DE NUEVA YORK.

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