CRISIS HUMANITARIA

Hasta un millón de migrantes se entrecruza en nuestras fronteras

Por Dr. Emilio Coral García

En esta temporada de fin de año, diversas organizaciones defensoras de los derechos de las personas migrantes estiman que alrededor de 1 millón de migrantes de origen mexicano cruzan la frontera desde Estados Unidos para regresar a México y reunirse con sus familias en sus comunidades.

Ante la situación anterior, nuestros connacionales enfrentan múltiples riesgos en su trayecto dentro del territorio mexicano para llegar a sus diversos destinos. Con frecuencia, varios grupos criminales hacen un blanco de los migrantes que viajan por las carreteras nacionales, a fin de asaltarlos y extorsionarlos.

El Programa Paisano Seguro, instrumentado por el Instituto Nacional de Migración, la Guardia Nacional, y las autoridades en materia de seguridad de los Estados, busca dar apoyo a los migrantes que retornan a sus comunidades durante fin de año, al generar carreteras más seguras y facilitar el tránsito por el país para los cientos de miles de connacionales provenientes de los Estados Unidos.

El Programa se realiza desde el 30 de noviembre hasta el 8 de enero del 2024, con la instalación de 237 módulos de atención en los principales cruces internacionales, aeropuertos, centrales camioneras, y otros sitios públicos como plazas comerciales a lo largo del territorio nacional.

Además, se han organizado las llamadas “Caravanas migrantes” orientadas a que participen en ellas los connacionales que retornan a México durante esta temporada de fin de año, de modo que en su trayecto dentro del territorio mexicano cuenten con toda la protección de las autoridades policiales federales y locales de manera organizada y documentada. Los principales puntos de entrada para el ingreso a México de quienes participen en tales caravanas son: Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, Piedras Negras, Ciudad Juárez y Tijuana.

Sin embargo, es importante hacer notar que al mismo tiempo, amplios conjuntos de migrantes mexicanos y de otras nacionalidades siguen buscando ingresar a los Estados Unidos vía la frontera de ese país con México. Incluso el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha reconocido que entre noviembre y lo que va de diciembre de este año, el flujo de migrantes que buscan cruzar la frontera norte de México hacia los Estados Unidos, ha aumentado en un 31 POR CIENTO..

Por otra parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha destacado que el 2023 ha sido un año de muy intensos flujos migratorios que cruzan el territorio mexicano hacia los Estados Unidos. En cuanto a esto, la OIM ha señalado que durante 2023 tales flujos migratorios crecieron un 60 por ciento respecto del año anterior. Esta situación ha llevado a que las autoridades de los Estados Unidos, a fin de evitar el desbordamiento migratorio en diversos cruces fronterizos, hayan optado por la muy criticada medida de cerrar diversos accesos fronterizos, tales como en Piedras Negras-Eagle Pass I (entre Coahuila y Texas), Sonoyta-Lukeville (entre Sonora y Arizona), así como el cruce peatonal entre El Chaparral y San Isidro (entre Baja California y California).

Este fin de año del 2023, las fronteras norte y sur de México tienen una actividad migrante sin precedente. Por un lado, siguen ingresando a México por la frontera sur cientos de miles de migrantes provenientes de Centroamérica y Sudamérica (alrededor de 1 millón durante 2023), en tanto que miles de ellos llegan diariamente a la frontera norte para intentar cruzar (alrededor de 9 mil encuentros de migrantes diarios, según datos del Gobierno Federal Mexicano). Mientras tanto nuestros connacionales provenientes de Estados Unidos cruzan de regreso a México por las fiestas decembrinas, y, de esta manera, agregan otro millón de personas aproximadamente a estos movimientos migratorios masivos que generan enormes retos y ponen a prueba la capacidad de respuesta y atención de las autoridades mexicanas dentro del territorio nacional.

* Emilio Coral García es doctor en historia (graduado con distinción) y maestro en estudios latinoamericanos por la Escuela de Servicio Exterior “Edmund A. Walsh” de la Universidad de Georgetown en Washington, DC. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, adonde participó en el proyecto El México de fuera: la comunidad mexicano-americana en los Estados Unidos. Entre diversas publicaciones, es cocoordinador, junto con Claude Heller, del libro El impacto sociocultural del fenómeno migratorio en Michoacán.

También es co-autor junto con Heriberto Galindo Quiñones del libro Drama y odisea de la migración mexicana. Se encuentra afiliado al Instituto para el Estudio de la Migración Internacional (ISIM) de la Universidad de Georgetown.

Ha impartido múltiples conferencias y talleres en materia de relaciones internacionales y educativa tanto en México, como en los Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Francia y Puerto Rico.

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