Reflexiones Para Caminar con la Migración Por Mtro. Cris an Quintanar Castro *
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n un bello libro tulado La len tud, el escritor Milán Kundera nos hace pensar sobre las prác cas co dianas del acto de trasladarse de un lugar a otro: Hacia un siglo atrás todavía el ser humano era movido por carreta y caballo. Esto, en lugar de ser visto como signo de atraso y len tud, debiera considerarse como el espacio en el que las personas cohabitaban los lugares. Es decir, el escritor nos invitaba a pensar en que el hombre actual que se traslada en motocicleta o automóvil no disfrutaba de la cadencia, del traslado sin prisa. Quizá en este libro el autor adver a de la existencia de un sector de la población que se resis a al pasaje avasallador del progreso técnico en occidente. El sector artesanal. Muchos sectores artesanales de la producción perdieron la carrera ante el impulso del desarrollo industrial. Si bien la migración ha sido un evento presente en la historia de la humanidad, ventos históricos concretos han acentuado a aquella. Hemos podido asimilar en nuestra cultura que el empo tenga mayor velocidad cada vez, que la comida rápida impere y que los cuerpos atlé cos en pocos meses puedan ser una realidad con apoyo farmacológico. Pero el andar el territorio se ha vuelto global, las rutas turís cas mientras más lejanas sean mejor para los viajeros. La intención del presente escrito es extraer algunas reflexiones propias del trabajo de campo antropológico que nos permitan pensar la migración en su tránsito y en su permanencia. Desde los procesos propiamente psicosociales, hasta las microeconomías que la migración deja a su paso.
Transitar la migración Par mos de la idea central, universal y al menos en los discursos aceptada: Que todo ser humano ene el derecho a migrar, a transitar de un territorio a otro. Para sensibilizar a la población respecto de aquellos humanos que llegan al territorio propio en calidad de migrante indocumentado es que debemos reflexionar en dos empos, por un lado, nosotros mismos transitar la migración; es decir, movernos de nuestro lugar de turistas y colocarnos en el lugar de desplazados por las condiciones psicosociales como la desesperanza, falta de oportunidades educa vas y laborales o violencias sistemá cas. Por otro lado, propongo una Antropología de lo co diano que parte de la prác ca diaria como forma de abordar el estudio in situ del andar y arraigar en un territorio.
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