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Reforma Judicial Plagada de Inconsistencias
Por Dr. Emilio Coral García
La reforma judicial, entregada por el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso de la Unión desde el pasado mes de febrero, ha sido aprobada por mayoría calificada tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República. Sin embargo, el proceso para llegar a esto ha sido complicado y lleno de altibajos; y todo parece indicar que lo seguirá siendo para su instrumentación plena.
Apenas la nueva Legislatura tomó posesión el pasado 1 de septiembre, se dio a la tarea de procesar la reforma judicial propuesta por el Ejecutivo, de modo que fuera sometida a votación en el pleno de la Cámara de Diputados.
Para el grupo de Morena y sus aliados la obtención de la mayoría calificada vía la sobrerrepresentación fue un proceso disputado en el cual el Tribunal Electoral, concedió que cada partido integrante de la coalición Morena. PT, y Verde Ecologista tuviera una sobrerrepresentación del 8% en el Congreso, en lugar de solo un 8% total como coalición.
A pesar de que trabajadores del Poder Judicial de la Federación y estudiantes de diversas universidades, encabezados por los de la Facultad de Derecho de la UNAM, tomaron las entradas de la Cámara de Diputados para impedir que los legisladores se reunieran para aprobar la reforma, se usó una sede alterna en una instalación deportiva en la cual la mayoría calificada de diputados de la coalición Morena-Partido del Trabajo y Partido Verde, con 357 votos a favor, aprobó la reforma, contra 130 del PRI y del PAN, opuestos a la reforma.
Legisladores de la oposición se quejaron de que la votación en la sede alterna, la sala de Armas de la Magdalena Mixhuca, careció de la formalidad necesaria para garantizar la precisión del conteo de votos, dado que se carecía de tablero electrónico para registrarlos, además de que se sugirió que pudieron haberse incluido entre los votos, los de personas que se encontraban en la cancha deportiva que no necesariamente eran diputados (tales como comerciantes de comida).
Posteriormente, la reforma se sometió a la Comisión de puntos constitucionales y estudios legislativos del Senado para su validación a fin de ser sometida a la aprobación de los senadores. A fin de contar con la aprobación de la mayoría calificada de los integrantes de la Cámara Alta, se requería de 86 votos, los cuales tendrían que completarse con los votos de la coalición Morena-PT-Verde Ecologista más 3 votos de la oposición.
Gran polémica ha causado que dos senadores del ahora desaparecido Partido de la Revolución Democrática (PRD) se hayan unido a Morena para aprobar con su voto la reforma, y que además el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, del Partido Acción Nacional (PAN), cuyo padre, es su suplente, se haya unido también, de último momento, a Morena a fin de completar el voto 86 necesario para aprobar la reforma. Mucho se ha debatido y expresado en los medios de comunicación lo extraño de las adhesiones de última hora de los senadores del PRD y del PAN a Morena, mencionando la posibilidad de que hayan sido extorsionados o comprados por el grupo de Morena, a fin de pasar a toda costa la reforma judicial.
Además también causó gran polémica la ausencia en las votaciones del senador Daniel Barreda, del partido Movimiento Ciudadano (MC), quien según senadores de la oposición, como Marko Cortés, fue retenido en Campeche junto con su padre, quien fue acusado de robo de automóviles, justo el mismo día de la votación de los senadores. Sin embargo, al reaparecer el senador Barreda, -ante sus extrañados colegas de bancada emecista y de la oposición a Morena- explicó que nunca fue retenido en contra de su voluntad y que no acudió a la votación del Senado por quedarse en Campeche a apoyar a su padre detenido.
Así, la reforma al Poder Judicial pasó por ambas cámaras del Congreso de la Unión, para luego ser aprobada por la mitad más uno de los congresos estatales dominados por Morena y sus aliados.
La instrumentación de la reforma aún requiere de la emisión de sus leyes secundarias y de la instrumentación del complejo y costoso proceso para la elección de casi 2000 puestos entre jueces y magistrados federales y locales, lo cual se calcula tomará casi un año para su consecución.
Además, la reforma tendrá que enfrentar una gran cantidad de amparos y suspensiones generados por jueces diversos del Poder Judicial actual, entre ellos de la propia Suprema Corte de Justicia, encabezada por su presidenta Norma Piña, cuyos integrantes analizan invalidar el proceso de la reforma, debido a haber encontrado en ella fallas diversas que, según ellos, la vuelven inconstitucional.
* Emilio Coral García es doctor en historia (graduado con distinción) y maestro en estudios latinoamericanos por la Escuela de Servicio Exterior “Edmund A. Walsh” de la Universidad de Georgetown en Washington, DC. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, adonde participó en el proyecto El México de fuera: la comunidad mexicano-americana en los Estados Unidos. Entre diversas publicaciones, es cocoordinador, junto con Claude Heller, del libro El impacto sociocultural del fenómeno migratorio en Michoacán.También es co-autor junto con Heriberto Galindo Quiñones del libro Drama y odisea de la migración mexicana. Se encuentra afiliado al Instituto para el Estudio de la Migración Internacional (ISIM) de la Universidad de Georgetown.Ha impartido múltiples conferencias y talleres en materia de relaciones internacionales y educativa tanto en México, como en los Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Francia y Puerto Rico.
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