4 minute read

Continúa Concepto de Criminalización Contra Migrantes

Por B. Eduardo Rivera Villalobos

La globalización es importante para sostener a cualquier nación que haya adoptado el modelo capitalista, pues este sistema requiere de explotación de recursos, tanto materiales como humanos en todo el mundo.

A raíz de esto, en los últimos años se han emitido discursos que incitan a la cooperación gubernamental a nivel regional, nacional e internacional, pero al mismo tiempo están los discursos que señalan a los migrantes como un problema para los países, clasificándolos como criminales bajo el concepto de ilegal.

De esta forma algunos gobiernos han remarcado las fronteras desarrollando mecanismos para evitar el flujo migrante, como ejemplo claro y escandaloso se tiene el muro divisorio propuesto por Donald Trump en los límites de México y E.U.A., por supuesto, éste no es el único caso en el mundo, sin embargo el enfoque de este documento girará en torno a la migración al país vecino.

El problema principal no son las fronteras como algo físico, sino su significado, pues éstas forman un principio de rechazo hacia la existencia humana de extranjeros, pese a que gran parte de los migrantes contribuye en trabajos precarios, riesgosos y marginados, los cuales la población medianamente acomodada rechaza hacer.

Claramente el discurso de odio o rechazo no concuerda con las necesidades laborales expresadas por una potencia como E.U.A. Por otra parte, incluso esos puestos precarios de trabajo pueden tener gran demanda por parte de los migrantes, haciendo de esto un proceso selectivo y casi de suerte para quienes migran, pero el proceso para llegar siquiera a Estados unidos resulta aún más violento a causa de la clasificación de la condición de los migrantes como ilegales. 

Uno de los principales pretextos para implementar mecanismos violentos en contra de los migrantes indocumentados es señalar asociaciones con narcotráfico o delincuencia, pero es, precisamente, el señalamiento de ilegalidad y la condena por parte de los gobiernos hacia los migrantes una de las causas de esa vinculación.

Por ejemplo: “X” o “Y” migrante sale de su país en búsqueda de trabajo a E.U.A., pero para llegar ahí tiene que recurrir a los conocidos polleros, siendo ésta una de las pocas formas de lograr el cometido. Sin embargo, para poder contactar a estas personas es necesario moverse en espacios de ilegalidad, contactar a personas que en muchas ocasiones pueden estar vinculadas a actividades delictivas como el narcotráfico o pandillas; de esta forma los migrantes pueden quedar expuestos a secuestros o reclutamientos forzados a las líneas del crimen organizado y no estar contenidos únicamente en México, sino en los propios Estados Unidos de América.  

Esos pequeños señalamientos son parte de un mar de problemas o factores que obligan a los migrantes a relacionarse con actividades ilícitas, pero la tarea principal no es señalarlas o enumerarlas todas, sino que a través de esos ejemplos se piense en los migrantes como seres humanos con necesidades y derechos, para desarrollar formas de intervenir y apoyarlos en situación de desarrollo social.

La opción de algunos Organismos No Gubernamentales (ONG's) es viable, espacios como casa para migrantes, comedores para migrantes, entre otros, son puntos de apoyo valiosos para quienes realizan este tipo de travesías; sin embargo, el discurso de la globalización indica la cooperación y unidad trasnacional; por tanto, una propuesta pueden ser las agencias gubernamentales que en colaboración con instituciones de trabajo formales e informales realicen una inserción de migrantes al mercado laboral, pero que también produzcan espacios de trabajo con la finalidad de retener a la población de su país.

Los discursos de la globalización no deben ser estériles; la cooperación trasnacional es importante, pero no sólo para el libre mercado, sino para tratar problemáticas semejantes a la ya descrita, la creación de organismos gubernamentales regulatorios sobre la migración enfocados en el trabajo, necesita de un marco internacional que regule y exija un trabajo real entre naciones, tanto de quienes más reciben migrantes como de los lugares donde la gente migra más.

El modelo global con tintes neoliberales no sirve; al contrario, aumenta los problemas sociales y gubernamentales. Se requiere romper con el servilismo gubernamental hacia las empresas, con la complacencia del Estado hacia los intereses privados, comprender que las problemáticas que vivimos tienen su raíz en factores poco evidentes y, en definitiva, iniciar con programas intensivos sobre la promoción de trabajos bien remunerados, así como condiciones de vida dignas.

Por último, es necesario aclarar que la migración en sí no es un problema, sino ha sido convertida en uno bajo la criminalización.  

 

  • *B. Eduardo Rivera Villalobos: Profesor Universitario maestrante en Gestión y Políticas Metropolitanas en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). Investigador social de laceraciones sociales e idealidad económica, además de la construcción de paralelismos políticos e ideológicos y de dispositivos digitales como sujeción cultural en los jóvenes del siglo XXI.

https://issuu.com/sextacircunscripcion/docs/6a_circunscripci_n_45/12?fr=sOTgxNzc4NDYzMjU

This article is from: