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Mariana Gómez del Campo, comprometida con México y Latinoamérica

Por Andrea María Guzmán Mauleón

En tiempos en los que la democracia se tambalea en distintas latitudes de nuestra región, hay voces que se erigen como bastiones de defensa de las libertades fundamentales. Una de esas voces es la de Mariana Gómez del Campo y Gurza, quien ha dedicado su carrera política a la lucha por los derechos humanos, la democracia y la dignidad de los migrantes. 

Ahora por su reciente nombramiento como Secretaria de Asuntos Internacionales del Partido Acción Nacional (PAN) y presidenta de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), la coloca en una posición clave para impulsar una política exterior basada adecuada a estos tiempos.

A lo largo de su trayectoria, desde diputada local, hasta senadora y diputada federal, Gómez del Campo ha comprendido la importancia de estar cerca de la gente; de conocer de primera mano sus necesidades y de hacer de la política una herramienta para el bienestar colectivo. Su experiencia en el Senado, al frente de la Comisión de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, le permitió estrechar lazos con otros países y fortalecer el papel de México en la región. Hoy, desde su responsabilidad en el PAN, su misión es clara: Consolidar alianzas estratégicas, defender los derechos humanos y devolverle a México el liderazgo que alguna vez tuvo en la diplomacia internacional según dice.

Sin embargo, según añade, el contexto en el que asume este reto no es fácil. “La política exterior del actual gobierno ha debilitado las relaciones de México con democracias consolidadas y ha priorizado vínculos con regímenes autoritarios. Esto no solo ha afectado la imagen del país, sino que ha tenido consecuencias tangibles en crisis como la migratoria. En ciudades como Tapachula y Ciudad Juárez, miles de migrantes viven en condiciones inhumanas, atrapados en un sistema que los ve más como un problema, que como seres humanos con derechos.” Ante esta situación, Gómez del Campo plantea una alternativa: Una política migratoria seria con acuerdos multilaterales que garanticen la seguridad tanto de los migrantes como de las comunidades que los reciben.

La crisis humanitaria que atraviesa Latinoamérica no es solo un problema de migración, sino una consecuencia directa del autoritarismo y la represión. Venezuela, Nicaragua y Cuba han expulsado a millones de sus ciudadanos, forzados al exilio por la falta de libertades y por la persecución política. Gómez del Campo ha denunciado estas violaciones en foros internacionales y ha respaldado a quienes luchan contra estas dictaduras. Su compromiso no se limita a las palabras; ha impulsado denuncias ante organismos internacionales y ha promovido espacios de diálogo para la oposición en estos países, porque, como bien dice, "la democracia no se defiende sola".

Desde su posición en el PAN, también busca proyectar una imagen internacional clara este partido, fortaleciendo su presencia en medios y foros globales. Con un mensaje contundente, Gómez del Campo trabaja para que el PAN sea reconocido como un referente en la defensa de los valores democráticos.

La realización del Foro América Libre en la Ciudad de México, que se llevará a cabo en el último semestre de este año 2025, es un ejemplo de su compromiso con la creación de soluciones reales a las crisis que afectan a la región. 

No se trata solo de denunciar, sino de construir alternativas viables que pongan en el centro la dignidad humana, según añade.

Mariana Gómez del Campo se define con seis palabras: Leal, combativa, perseverante, apasionada, comprometida y disciplinada. Y en cada acción, en cada discurso y en cada defensa de la democracia, demuestra que no son solo adjetivos, sino una guía para su vida política. 

Inspirada en figuras como Abraham Lincoln, María Corina Machado y Martin Luther King, su lucha es la de quienes creen que la libertad y la justicia no son negociables.

México y América Latina enfrentan retos mayúsculos, pero contar con líderes como Mariana Gómez del Campo, es una señal de esperanza.

En un mundo donde las democracias están en riesgo, su voz es un recordatorio de que aún hay quienes están dispuestos a dar la batalla por la libertad. Porque, al final del día, “no se trata solo de política, sino de la defensa del derecho de cada persona a vivir con dignidad y sin miedo”, finaliza.

  • Andrea María Gúzman Mauleón: Maestra en Dirección de la Comunicación y Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Con más de 9 años de experiencia en Igualdad de Género dentro de la Administración Pública. Asesora Legislativa en Cámara de Diputados.

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