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{ KY magazine No. 25 | Febrero 2011 }
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{ KY magazine No. 24 | Enero 2011 }
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Sorprender
Primera KY { KY magazine No. 25 : Febrero 2011 }
De botargas, números dobles y dos años rolando por las calles con la KY Hay tantas cosas en la calle que uno puede encontrarse, que cada mes nos hacen falta páginas para contar todo lo que quisiéramos. Lo único que nos consuela es saber que la KY es mensual y que si algo no alcanzamos a contar en estas páginas, podremos contarlo en el siguiente número. O en el siguiente. O en algún número del año, o del año que sigue. Pero ahora que cumplimos dos años, nos propusimos hacer un número doble, para darte más historias, más fotografías, más de todo: doble, pues. Hasta doble portada. Dos meses en un número de colección, si tú quieres, si no, pues no. Esa es la historia. Y bueno, hay cosas que se pueden contar muy fácilmente, que no requieren más que de un vistazo, lugares a los que no hará falta más que tomarles una foto: quitarles el sencillo velo que tienen encima. Pero, en cambio, hay otras que requieren tiempo, historias en las que hay que sambullirse, hacer una inmersión y de las que uno no sabe cómo saldrá. Lo que sí, podemos decirlo con seguridad, una vez que se sale de esas grandes historias las cosas son distintas. Diana Martín, una excelente artista plástica (de ella es la portada del número 19 de KY), tiene también la habilidad de encontrar buenas historias. Y aún mejor: de contarlas bien. Con la misma paciencia con la que inicia la ejecución de una de sus pinturas, sin prisa, un día decidió observar a la botarga del Dr. Simi que hacía sus gracias (como todas las que hay por la ciudad) a las afueras de la una farmacia ubicada en Juárez y 8 de julio. La cosa no quedó ahí: Diana no sólo se dedicó a observar detenidamente el trabajo de quien estaba dentro del mono, sino que, como buena cronista, abrió el continente para descubrir el contenido. Y sí: claro que había una buena historia que contar, una historia que le llevó varios meses conseguir y otros más armar. El cineasta que te observa tras la botarga es el título de esta historia, cocinada a fuego lento y servida a ustedes aquí, para que la degusten como prefieran. Con esta historia decidimos empezar este
número doble con el que también estamos festejando dos años de circular con la KY por las calles. No nos cansaremos de agradecer infinitamente a ustedes, lectores, que gracias a su preferencia, a que nos buscan, a que nos siguen y nos prefieren, hemos logrado caminar hacia la consolidación de este proyecto. Gracias también a nuestros anunciantes y patrocinadores, a los que nos han apoyado con este proyecto y que han créido en él. Y para este número estamos también inaugurando (doble, también, ¡cómo no!, la casa invita) una nueva sección de la que se ocupará José Miguel Tomasena y que estará dando cuenta de todos esos proyectos que están haciendo ya sean asociaciones civiles o personas físicas, cuyo único fin es aportar algo a la sociedad. Proyectos de los que vale la pena hablar, contar y cacarear, para contagiar y -por qué no- para si se puede poner nuestro granito de arena. Te volvemos a recordar que vayas al Facebook y nos busques: www.facebook.com/ky.magazine, constantemente estamos ahí haciendo promociones y es por ese medio por el que también hemos recibido tanto recomendaciones como sugerencias y hasta colaboraciones: varias de las que aparecen en este número surgieron así, de gente que nos sugiere temas, ilustraciones o algún otro tipo de colaboración. Así pues, en este mes de febrero (y marzo, pegadito atrás, a la vuelta) que tanto nos gusta, porque cumplimos años, con este airecito frío con el que despedimos el invierno, empezamos a andar por las calles de la ciudad el tercer año, a la búsqueda de lo mismo que cuando iniciamos: proyectos interesantes, iniciativas que valga la pena compartir, secretos culinarios de la ciudad, diseño, moda, cómics y todo lo que se deje meter en estas páginas. Porque todo (o, bueno: casi todo) cabe en una KY, sabiéndolo acomodar. Pásate a tu KY, léela, mírala, recórtala, compártela o escóndela. Como tú quieras. Provecho.
Alfredo Suárez También conocido como vak3 en el medio de la fotografía; vive en la Ciudad de Guadalajara, Jalisco. Es Licenciado en Psicología, pero por azares del destino en el 2009 se topó con la fotografía y en ese momento su vida tuvo un giro de 180 grados. Su fotografía está enfocada mucho en la mujer, en la moda y su entorno. Su frase favorita, misma que busca sacar en la fotografía es: “no hay nada mas sexy, que una mujer segura de si misma…” Amante de una buena compañía, una buena comida y un buen vino… Su pagina: www.alfredosusssarez.com.mx
Ricardo Ramos Con estudios en London Central Saint Martins, Brandhome y actualmente está por finalizar la Licenciatura en Arquitectura en el ITESO, Ricardo trata de unificar Arte, Arquitectura, Fotografía y Moda en una misma disciplina.
Guillermo Rivas Nacido el 20 de noviembre, revolucionario de nacimiento como se podrá deducir, diseñador gráfico que forma parte de KREA COMUNICACIÓN (www.kreacomunicacion.mx) y orgullosamente atlista de por vida… (Bueno, nadie es perfecto, decimos en esta KY). Guillermo ha estado colaborando, “detrás de cámaras” en KY desde hace varios meses y aparte de fotos, veremos por aquí muy pronto algo de su trabajo de diseño. Chido, pues.
Gilberto Alonso Rodríguez Díaz “Hill”
“Hill” es diseñador y fotógrafo, orgullosamente jalisciense; jugó al músico hace algunos años. Fanático de las películas de Tarantino, los perros y los reptiles; antes que ser diseñador meditó muy seriamente ser forense, es el único de la familia dedicado a las artes visuales, con dos lindos sobrinos: Zulett y GaeL. Amante del rock, la electrónica y el trip–hop; medio reconstruido de algunas partes del cuerpo por el gusto a los deportes extremos y de contacto. Como pasatiempo toma un lápiz, rotulador, gis, lata, pincel o cualquier cosa con la cual pueda transformar las cosas que le rodean, en su mundo… Y por último, su pasión: su cámara, que para él es la manera de poder detener un instante de su vida o la de otra persona y tenerlo para siempre… un segundo congelado…¡Ah! y dice que le gusta que lo sorprendan. www.flickr.com/photos/hillrodriguez
Colaboradores
KY magazine No. 25 Febrero 2011 Facebook.com/ky.magazine Julia Mayfair Diseñadora de Ropa e historias. Prefiere no hablar sobre ella y que sea su trabajo quien la represente..
Juan Briseño
Nació en Guadalajara, Jalisco. Artista multidisciplinario formado en ballet clásico bajo el método de la Royal Ballet of London, estudió fotografía fija, cine con enfoque en dirección de arte y producción, publicidad, medios y gastronomía. Ha participado en varias exposiciones individuales, así como en colectivas, en poemas audiovisuales, cortometrajes, fotografías, comerciales, películas, exposiciones y puestas en escena de repertorio clásico de danza. De él es el Portafolio, Epidermis, que presentamos este mes en KY. Actualmente ofrece servicios de fotografía, decoración, dirección de arte, producción audiovisual y publicidad. Contacto: tel. 33 11 57 89 96. emaill: ops_jeje@hotmail.com
Molo Idealista relajado, no radical, postmoderno, pretencioso -"a veces"- ahora grafitero kafkiano, soñador sin sueño, escritor de pluma terca, lector de ritmo lento y emprendedor de empresas imposibles.
José Miguel Tomasena Nació en 1978. Editor de la revista Magis, profesor de literatura, lector. Escribe sobre las cosas que le importan en el blog Índice de mentiras. (http://jmtomasena.tumblr.com). Y aquí en la KY, escribirá, mes a mes, sobre temas relacionados con acciones ciudadanas que desde diferentes trincheras y a diferentes niveles, tratan de mejorar diversos aspectos de la vida social, política y urbana de nuestra ciudad. Y en sus ratos libres, el buen Tomasena también twitea: @jmtomasena.
KY magazine.com.mx
KY magazine Director Editorial David Izazaga Márquez
dizazaga@kymagazine.com.mx
Director Creativo Alvar Ramos Martínez
alvar@kymagazine.com.mx
Director Comercial Carolina Lerma Martínez
direccion.comercial@kymagazine.com.mx
Editor Jonathan Lomelí López jona@kymagazine.com.mx Redacción Federico Barón Nicolás Piquero Corrección Gloria J. Martínez Güitrón Fotografía Natalia Fregoso
natalia@kymagazine.com.mx
Abraham Pérez
abraham@kymagazine.com.mx
Consejo Editorial José Luis Coronado, Javier Audirac, Mariño González, Sergio Rodea, Mak Gutiérrez, Gloria Pérez.
‹‹‹ Portada: Alvar Ramos
KY magazine, revista mensual de distribución gratuita. Año 3, número 25, febrero de 2011. Editor responsable: David Izazaga (dizazaga@kymagazine.com.mx). KY magazine es una publicación independiente. Impresa en Zafiro Editores, S.A de C.V: calle Cartero 86, Guadalajara, Jalisco, México. C.P. 44190. Número de certificado de reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: en trámite. Número de certificado de Licitud de Título: en trámite. Número de certificado de Licitud de Contenido: en trámite. El contenido de los artículos es reponsabilidad de quienes los escriben, no necesariamente reflejan el punto de vista de la publicación. Los derechos de reproducción de los textos e imágenes, así como el nombre aquí publicados, están reservados por KY magazine. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, imágenes y fotografías, por cualquier medio físico o electrónico sin previa autorización por escrito del editor. Todos los derechos reservados. Ya a cualquier camellón le quieren llamar parque lineal.
Contenidos {Pag.18} Placeres: el molecular de manzana verde del café Diagonal {Pag.20} Las cosas que le cambiaron la cara a la ciudad: “Viene-Viene” {Pag.22} El cineasta que te observa tras la botarga {Pag.28} En vivo desde el MET de Nueva York {Pag.30} Movimientos en la KY {Pag.34} El mundo necesita más buenos sentimientos {Pag.36} Maxtlii, en la pasarela de Intermoda {Pag.38} KY en la Chouroom party {Pag.46} Portafolio: Juan Briseño {Pag.54} Moda {Pag.74} Cómic {Pag.79} Última KY: Tania Ochoa
Placeres { KY magazine No. 25 | Febrero 2011 }
¡Molecular de manzana verde, ven a mí! txt: David Izazaga
imgs: Nicolás Piquero
El café Diagonal cuenta, entre sus múltiples opciones de bebidas, con un secreto muy bien guardado: el Molecular de manzana verde, bebida refrescante y casi adictiva que –presumen– no se prepara en ningún otro lado de esta noble, leal –y hasta en invierno– calurosa ciudad Fue una tarde muy calurosa cuando lo descubrí. De esas que ya se aproximan: mayo, junio, tres o cuatro de la tarde. El sol cayendo a plomo y las suelas de los zapatos que parecen estarse fundiendo con el pavimento. Las gotas de sudor escurriendo por la frente. Entro entonces al café Diagonal, ubicado en el número 1961 de la calle José Guadalupe Zuno, justo frente a la Universidad Guadalajara LAMAR. Me abordan dos dudas fundamentales: quedarme afuera, en la terraza, donde parece más fresco o pasarme al interior. La otra tiene que ver con qué tomar para apaciguar lo más pronto posible el calor que recorre mi cuerpo. La casa es muy cómoda y fresca dentro, pero definitivamente necesito ahora del poco viento que sopla en la terraza. ¿Entonces? ¿Cerveza? ¿Refresco? Abro la carta, quizá de las más variadas en la ciudad y me encuentro un nombre que me llama la atención: Molecular. Y entonces Jaume se me acerca y me dice que lo tengo que probar, no sólo porque es delicioso y refrescante, sino porque es una preparación que no la hacen en ninguna otra parte de la ciudad. Veo que hay de varios sabores, me llama la atención el de mango, pero Jaume me dice que el más pedido es el de manzana verde, así que no
puedo no hacerle caso a su recomendación, mucho menos si él es el dueño del lugar y principal culpable de las delicias que ahí se preparan. El científico francés Hervé This, Director de la Fondation Science & Culture Alimentaire es considerado el padre de la gastronomía molecular, disciplina que creó en la década de los ochentas y que hoy es una tendencia importante dada la fama que le han dado chefs de renombre como el español Ferrán Adriá. Pues bien, esta bebida, que parece muy simple, apela un poco al mismo principio de dicha tendencia: en un vaso encontramos el granizado, hielo triturado que se complementa con la bebida de manzana y que está representada por una especie de tiras gelatinosas que guardan la esencia de la manzana verde. Pero hay más: pequeñas porciones de la misma fruta deshidratada, que al poco tiempo se hidrata igual que el cuerpo que ingiere esta refrescante bebida verde. El molecular, hay que decirlo, no sólo es refrescante y delicioso sino adictivo: yo siempre que voy a Diagonal vuelvo a él. Y he probado ya todos los sabores, pero, efectivamente, el de manzana verde es superior a los otros. ¿Tendrá que ver quizá con que el principal elemento con el que se prepara es la famosa fruta símbolo de la tentación? Mientras lo averiguamos, que nos vayan preparando otro, doble, si se puede.
Las cosas que le cambiaron la cara a la ciudad { KY magazine No. 25 | Febrero 2011 }
Las calles son ya de los “Viene-Viene” (y a veces nos las prestan) txt: David Izazaga
imgs: Abraham Pérez
De repente aparecieron, con su franelita en la mano y sus métodos poco heterodoxos para ofertar el espacio que se supone debería ser público. Y cuando uno menos lo espera, al descender del auto en la calle más recóndita, aparece quien nos ofrece estar ahí, estoico y vigilante junto a nuestro carro, hasta que volvamos para irnos, no sin antes desembolsar una buena propina
No hace muchos años (quizás los muy muy jóvenes no lo sepan), cuando uno iba a las calles del centro de la ciudad o a la zona de Chapultepec (o a Santa Tere, o a Ciudad del Sol o al Baratillo, etcétera, etcétera), nunca se sufría buscando estacionamiento. Primero, porque los que íbamos al centro o a cualquier otro lado a pasear o a trabajar ni carro teníamos, pero cuando llegamos a tener o nos lo prestaban nuestros padres, sobraban espacios para estacionarse. Luego entonces, como siempre había lugar para estacionarse donde uno quisiera, no existían los “Viene-Viene”. Yo los conocí cuando fui a la Ciudad de México y me acuerdo haber escuchado a mis tías cómo se quejaban de su existencia. De que eran una plaga, de que estaban por todas partes como honguitos y que muchos convertían en obligación la sana opción de la voluntaria propina. Pero luego, recuerdo, al paso de los años, ese ser que apareció como de la nada en la cuadra, llegó a convertirse no sólo en el que le guardaba el lugar a mi tía, sino el que le lavaba el carro y le ayudaba a meter las bolsas del mandado a su casa. Nomás porque no era "blanquito", sino seguramente hubiera terminado de su novio. Pero volvamos al tema: de repente, la ciudad se llenó de carros y comenzaron a escasear los lugares para estacionarse. Y ahí, en esas calles, así nomás, como por generación espontánea, aparece un tipo (¿alguien ha visto “viene-viene” mujeres? Porque yo casi no), regularmente con una franela en la mano, que no sólo nos conduce a estacionarnos adecuadamente, sino que de ser necesario detiene el tráfico para que podamos hacerlo con comodidad. Acto seguido, espera pacientemente a que descendamos del auto (¿han probado, nomás por ocio, pues, a tardar demasiado en bajar al grado de hacer
pensar al “viene-viene” que no bajaremos nunca del auto?), para decirnos algo así como: “aquí estamos para cuidárselo, patrón, váyase usted tranquilo”. Yo, la verdad, a este tipo de “viene-vienes” no le veo problema. La cosa es que el asunto ha degenerado a formas muy descaradas. Por ejemplo, cuando va uno al Teatro Diana e intenta estacionarse en las calles aledañas, hay unos “viene-vienes” que al descender del auto le dicen: “la tarifa es de 30 pesos, patrón, lo voy a molestar de una vez”. Así de descarados. Y uno se los da por miedo a que al salir de la función encuentre uno un rayón en la puerta del auto (si es que encuentra auto). Otra cosa que da coraje es lo que sucede en muchas calles del sector Libertad: que en los espacios para estacionarse se encuentran de esos botes de leche que llenan con agua, o cubetas también, intentando “apartar” lugares que liberarán a quien lo solicite. Y aunque conviene uno que la calle no es de nadie y que podría hipotéticamente estacionarse donde le venga en gana (siempre y cuando, claro, no se trate ni de una cochera ni de cualquier otro lugar restringido), pues no, hay que mocharse con la propina. Y ya ni hablamos de los que se han hecho prósperos empresarios: como el que “trabaja” en la calle Simón Bolívar, por la zona de Chapultepec, que no sólo no permite que otros vengan a hacerle competencia, sino que ya llega diario en moto y viste mejor que varios de sus clientes que trabajan en despachos. O como el que chocó el Mercedes que su “patrón” le dejó para estacionarlo, porque ya traía prisa en llegar a la junta. Tantas historias con los “Viene-viene” que habrá que contarlas todas algún día.
{ KY magazine No. 25 | Febrero 2011 }
El cineasta que te observa tras la botarga txt & imgs: Diana Martín
En la esquina de la calle 8 de Julio y Avenida Juárez de Guadalajara, hay una farmacia de medicamentos genéricos. Por lo general, en el umbral de la entrada, se para una botarga festiva que en muchas ciudades ya es un clásico por insuperable grado de patetismo: el Dr. Simi. Lo que nadie sabe es que detrás de cada disfraz hay una historia, muchas veces ni remotamente imaginada. Diana Martín nos presenta una de ellas. “Guillermo del Toro es como una botarga con lentes”, dice el joven mientras recorremos con los ojos el violento mural de Gabriel Flores que está en el vestíbulo del edificio del Sistema de Educación Media Superior de la Universidad de Guadalajara. Hay un personaje al que parece que una bala de cañón le voló la cabeza. El muñón del cuello despide humo negro y chorrea sangre. No es una visión tranquilizadora para él, que a duras penas logra disimular su nerviosismo. Son las tres de la tarde, y al filo de las cinco se anunciarán los ganadores de la Muestra de Cortometraje en Video SEMS 2010. El chico se sienta a mi lado; es uno de los 20 finalistas. También lo acompañan su madre, su hermana y un amigo. Su corto, titulado “Aunque no sea conmigo”, contiende con los de otros 19 realizadores de varias preparatorias del estado. Su hermana, una chica de ojos inquietos como mariposas, se roba la señal de internet inalámbrico y para distraerlo le muestra videos de humor nipón en la pantalla de su celular. Él suelta algunas risas falsas para recompensar el esfuerzo de ella. Miro el programa
de mano del evento que comenzó a las diez de la mañana. La relatividad del tiempo se pone de manifiesto. Dos horas se sienten como seis para los que nos desbordamos de expectación. Tengo las uñas más mordidas que de costumbre. ÉL tiene apenas 18 años. Es delgado y moreno. Su sonrisa es tímida y luminosa, como la de un niño triste. Acaba de terminar la preparatoria. El gusto por las cámaras, dice, le viene del negocio de su padre, quien se dedica a grabar eventos sociales. Incluso tiene su propia tarjeta de presentación. En el rectángulo de cartón se lee: “Master X Films, le ofrecemos los servicios de edición profesional en fotografía y vídeo en alta definición” y pone abajo: “Cybernauta especializado”. Quién sabe qué quiere decir con eso. Sé que tiene novia. Pero la chica no se ve por ninguna parte. No puedo evitar pensar en el tema del cortometraje: el desamor. Está filmado con filtros azules y el protagonista es él mismo. Hay una escena en las vías del tren que parece una despedida. La toma
parece un cliché, pero da frío verla. *** Unos días antes, al filo de las ocho de la noche recibí un mensaje al celular. El chico quería mostrarme unos cortos que ha filmado –apenas me había enterado que era cineasta– y de paso, invitarme unas “caguas”. Cierra el mensaje con un término muy propio: “atentamente, Simitrón”. Me quedo pensando en él, en Juan Pablo por unos instantes, y le respondo que pronto le caeré en su trabajo. En el principal de ellos, porque también vende tuba con su papá los domingos en el tianguis de carros usados. Lo conocí en la esquina de Juárez y Ocho de julio. Este es un lugar que, al filo de la una de la tarde, es un gran escaparate urbano. Como una muestra concentrada de los personajes que habitan la ciudad, desde la atalaya de alguna banca puedes ver pasar de todo: desde grupitos de colegialas con la falda arremangada hasta los muslos que ríen a carcajadas, parejas que se dicen adiós, u hola, bajo las sombras
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{ KY magazine No. 25 | Febrero 2011 }
La gente que trabaja dentro de la farmacia mantiene una actitud zombie, todo lo contrario de la de Juan Pablo, cuya personalidad logra atravesar el material del que está hecha la botarga y empaparla.
de los árboles del Jardín del Carmen, hombres trajeados con la corbata chueca, chavos hippies que te ofrecen varitas de incienso, boleadores de zapatos con sus caras tiznadas de grasa, regordetas señoras de piernas cortas cargadas de bolsas del súper, hasta familias huicholas con sus trajes multicolores y el rostro adusto. El tráfico fluye lentamente según marcan los vaivenes cromáticos del semáforo. El ruido aturde. Los reflejos blancos del sol sobre los capós de los automóviles me encandilan. El día es frío. Hay un buzón de correo en la esquina. Rojo, de metal: me le pego. Está calientito. Con su sonrisa sin dientes, pasa a mi lado un indigente. Traigo en la mano una fotocopia doblada de la obra de un artista plástico. Me la acaba de regalar por haberle dado las señas de una galería. Miro hacia la acera de enfrente, la de la Farmacia de Similares, y veo a Juan Pablo, al incipiente realizador aún adolescente, tomar la banqueta: su jornada de trabajo empieza. La oronda botarga del Dr. Simi se menea, jovial, sobre el pavimento. Sus pies, enfundados en un par de zapatos de charol blanco parecen indiferentes a la mugre de la calle. Se mira alegre y sereno mientras les tiende la mano a los transeúntes. Pero de repente, gira sobre sí mismo, y salta, y vuelve a ofrecer su mano acolchada de cuatro dedos. Baila un furioso perreo con las rodillas dobladas al ritmo de un reggeaton que sólo escucha en su cabeza. Los faldones de su bata blanca casi rozan el suelo. Las chicas sentadas al lado mío en un banco del jardín se desternillan de risa. El rótulo que avisa que en este establecimiento obtienes hasta un 75% de ahorro sirve de telón de fondo para su performance de ojos brillantes de plástico y seis pelos tiesos de acrílico. Estoy parapetada detrás de mi bicicleta. Espero no ser vista. Una chica, presurosa, atraviesa Juárez con un estuche de violín apretado contra el pecho. El Dr. Simi se abalanza sobre ella, da un brinco, y por unos segundos, son visibles los pantalones de mezclilla de Juan Pablo por debajo del amplio vientre botarguil. La chica se le escabulle. Lástima para él, quien sólo saluda de este modo a las bonitas. Llega a su trabajo en moto. La estaciona detrás del mostrador de la farmacia. Se requiere una fisionomía específica para introducirse dentro del Sr. Simi. No cualquiera puede llenar esos inmensos zapatos. La constitución debe ser delgada, la ropa: ligera, el sentido del ridículo: absoluto. Una pequeña de saco rojo viene corriendo desde más allá de la zapatería. El Dr. Simi abre sus brazos y la nena, abalanzándosele, intenta abarcarlo en vano con los suyos. Inmediatamente noto que estos dos son antiguos conocidos. Juan Pablo la toma en brazos y la hace girar, la niña
patalea juguetonamente. La deja suavemente en el suelo y con ademán grandilocuente le muestra un ramillete de paletas de caramelo. El chico se despide entonces de su extasiada admiradora quien regresa, paleta en mano, al lado de su mamá. La sirena de una ambulancia de la Cruz Roja se lamenta, los taxis circulan, repletos de pasaje. La vida sigue. El Dr. Simi se pavonea campechanamente atusándose el espeso bigote gris. Extraordinariamente no hay música. La farmacia tiene puesta una estación de AM. Esperan a que salga al aire alguno de los anuncios de la más reciente campaña publicitaria de la empresa. La gente que trabaja dentro de la farmacia mantiene una actitud zombie, todo lo contrario de la de Juan Pablo, cuya personalidad logra atravesar el material del que está hecha la botarga y empaparla. Ya casi son las 2:30 pm, las manazas del eminente galeno de felpa acarician delicadamente la cabecita de un bebé. He sido vista, Juan Pablo cruza la calle 8 de julio con algunos alegres saltos y me ofrece una paleta. No sé cuales ojos mirar, si las brillantes gotas de acrílico negras, o las pupilas sonrientes medio veladas tras la malla que asoma entre los labios del personaje. La tribu inconfundible de cabellos apelmazados que habita el Jardín del Carmen, a veces le pide que saque la yesca, que saque el porro. A ellos les debe el sobrenombre de Simitrón. Esta gente de las flores debe creer que nada debe ser más seguro para ocultar la magia verde que la bata inmaculada del Dr. Lo que no saben es que ya carga otra cosa: un ventilador y su batería. No se pasan calorones dentro de la botarga. Cuando llega la hora de su descanso, el doctor Simi desaparece tras el mostrador de la farmacia y en su lugar emerge Juan Pablo con su cabello cortísimo peinado hacia adelante. Sonríe y de repente me parece imposible imaginarlo perrear con su aspecto de ciudadano respetable. Me acuerdo de las identidades secretas de los superhéroes, gente por lo general bastante seba oculta tras una máscara y unas mallas de spandex. Éste no es el caso, aunque para algunos niños el Dr. Simi sea un héroe por regalar paletas. Nos fuimos a comer a un restaurante oriental, de esos que abundan en el centro. Hacía un hambre de perros y el buffet de 35 pesos me vino de perlas. La muchacha china de la entrada nos recibe con un bebé en la panza y los platos en la mano. Las farolas que cuelgan del techo son de un rosa desvaído. El local es sombrío. Intento masticar la
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Juan Pablo, parapetado dentro de la botarga, escudado por el anonimato, se convierte en un vouyeur, un observador de los transeúntes de este crucero.
chiclosa cebolla empanizada mientras escucho que lo que más lo apasiona es la edición y que tiene problemas con su chica –en ese orden– . Me cuenta de la premiación que es la próxima semana. Prometo que iré. Esa tarde nos despedimos con las bocas secas por los baratos manjares saladísimos. Mientras regresaba a casa no pude evitar volver la cabeza varias veces: Juan Pablo, parapetado dentro de la botarga, escudado por el anonimato, se convierte en un vouyeur, un observador de los transeúntes de este crucero. Ha aprendido a calibrar y medir a las personas, a predecir quién le aceptará el saludo y quién no. Me dijo que me ha visto muchas veces pasar por aquí. No comenté nada. Soy de las que no han querido aceptar su botarguero saludo. Pero eso era antes. *** Casi dan las cinco en el SEMS. Juan Pablo debería estar en su trabajo. De su morral Hollister –es el mismo con el que aparece en algunas escenas de su corto– la bata blanca del Dr. Simi asoma blanquísima. Sé que la trajo para paliar un poco su sentimiento de culpabilidad por haber mentido para faltar. La excusa que le sugerí medio en broma fue diarrea fulminante. Lo curioso es que la usó. “No me siento tan mal. Pero imagínese que me cago en el camión” –le dijo a su jefe, un médico de ojos azules que seguro frunció algo más que la cara al escucharlo. Mientras agotábamos la espera al veredicto, los cortos finalistas fueron proyectados por segunda vez. “Aunque no sea conmigo” tuvo una génesis mágica. Juan Pablo soñó con la convocatoria del concurso una noche antes de que fuera publicada, como si hubiera recibido un mensaje directo del creador. Todos los que llevamos un rato en este mundo sabemos que el omnipotente tiene un humor bastante negro y este caso no fue la excepción. Ya en su jornada de trabajo, dentro de la botarga se preguntó desesperado de dónde iba a sacar tiempo para escribir un guión y filmarlo cuando se le aparecieron unos malosos sin cara que, queriéndolo joder, le hicieron un enorme favor: un certero empujón que lo dejó embarrado en el pavimento resultó en un hombro lastimado y 15 gloriosos días de incapacidad muy productiva. Imposible no considerarlo mi amigo. He perdido toda objetividad. Los cortometrajes rivales, a excepción de dos, me parecen basura. Hay uno en particular, llamado “Consecuencias” al que se le nota el gran apoyo con el que contó:
muchos actores, edición impecable, iluminación de videoclip, mucha lana, pues. Juan Pablo está muy serio mientras comemos la taquiza que la universidad del estado ofreció en el último piso del SEMS, no aparta la mirada de un bullicioso grupo sentado frente a nosotros en una mesa larga, lucen inmunes a los nervios que parecen paralizarles la cara a todos. Supe que tenían que ser el equipo del corto aquel del gran presupuesto. Juan Pablo guarda silencio. Él ha hecho prácticamente solo lo que toda esa banda junta, y en sólo dos semanas. Lo menciona casi al mismo tiempo que yo lo pensé. Habrá un solo ganador y tres menciones honoríficas. Lo que ni él ni yo decimos es que lo más probable sea que ellos ganen. El jurado, seguramente, se decantará por la vistosa manufactura. Pero ninguna escena de “Consecuencias” da frío. La presentación del presídium –cuándo no– da una pereza terrible. Llevamos siete horas encerrados en el edificio y la claustrofobia y la impaciencia me hacen recordar “Infierno en la Torre”. El tipo trajeado parado en el púlpito se equivoca y dice “cronometrajes” en vez de “cortometrajes”. Juan Pablo mantiene ambas manos sobre sus rodillas inquietas. Hubo 45 trabajos participantes, los premios serán cámaras fotográficas para las menciones honoríficas y una de vídeo para el ganador. “Aunque no sea conmigo”, la pequeña historia acerca del lado oscuro del amor, gana la mención honorífica en la categoría de ficción. La primera reacción de su creador es un desalentado “ya no ganamos”. Cómo no va a estar desanimado si apunta tan alto. Lo abrazo e inmediatamente le digo que apenas tiene 18 años y ha ganado una mención honorífica en un concurso de cortometrajes con una cinta que filmó en dos semanas. Tiene más tablas que cualquiera de los egresados de la pretensiosa carrera de cine. Juan Pablo trabajó el domingo 14 de febrero. Desde la botarga observó a un anciano comprar su frasco de Simipower y sus Simicondones para cumplirle a la sexoservidora que lo aguardaba, impaciente, en la acera, tal vez deseosa de terminar la chamba y a la joven pareja intoxicada con tonsol que llegó por una prueba de embarazo. Su próximo proyecto es un documental que quiere filmar desde dentro del Dr. Simi. Tal vez en un futuro, alguien diga: Juan Pablo Guerrero el cineasta, fue una botarga.
{ KY magazine No. 25 | Febrero 2011 }
En vivo desde el MET de Nueva York txt: Nicolás Piquero
No es necesario viajar hasta la Gran Manzana para presenciar la temporada de óperas en el MET de Nueva York y escuchar a estrellas como la soprano Anna Netrebko y el tenor Plácido Domingo. En una iniciativa encausada por el Auditorio Nacional y a la que se suman más teatros del país como el Teatro Diana de Guadalajara, el resto de la temporada operística este 2011 puede presenciarse a través de transmisiones en vivo y a un costo accesible. Con la temporada 2010-2011 de En vivo desde el MET de Nueva York, una ventana abierta al mundo de la ópera, el Auditorio Nacional ofrece desde el año pasado uno de los mejores espectáculos del mundo a un costo accesible. Un nuevo ciclo de doce producciones operísticas –de las cuales aún faltan seis por representarse–, todas estelarizadas por renombradas estrellas. Asumida ya como una tradición por los amantes de la ópera en la ciudad de México, estas funciones transmitidas en vivo, vía satélite, desde la Metropolitan Ópera, enriquecen la cartelera cultural, además de mostrar que la tecnología de vanguardia puede instalar a los espectadores mexicanos —ubicados a varios miles de kilómetros— en un sitio más privilegiado que la primera fila. Con la temporada 2010-2011 de En vivo desde el MET de Nueva York, el Auditorio Nacional retransmitirá la señal de las funciones a recintos mexicanos que se han sumado a esta iniciativa. Entre ellos, el Teatro Diana de Guadalajara. Los boletos tienen los siguientes costos: Preferente: 300; luneta: 200; primer piso: 120; segundo piso: 40 pesos. A la venta en las taquillas del Teatro Diana y en el Sistema Ticketmaster. La temporada 2010-11 de En vivo desde el MET de Nueva York contempla doce producciones, que comenzaron el 9 de octubre con El Oro del Rhin y continuaron con Boris Godunov, Don Pasquale, Don Carlo y La Fanciulla del West. Aún faltan por representarse Nixon en China (febrero 12, 2011), Ifigenia en Táuride (febrero 26, 2011), Lucia Di Lamermoor (marzo 19, 2011), El Conde Ory (abril 9, 2011), Capriccio (abril 23, 2011), El Trovador (abril 30, 2011) y La Valquiria (mayo 14, 2011). Las transmisiones en vivo, vía satélite y subtituladas, se proyectan en la pantalla gigante, y se cuenta con el
sistema Meyer Sound de Alta Definición. Con estos recursos tecnológicos está garantizada una excelsa calidad visual y auditiva que permitirá apreciar cada detalle de lo que ocurre en el foro del recinto ubicado en el complejo del Lincoln Center. Sinopsis A continuación se ofrece el elenco estelar y una sinopsis de las óperas aún por transmitirse a partir de febrero de 2011. Febrero 12, 12:00 horas Nixon en China, de John Adams Nueva producción John Adams (director de orquesta, Estados Unidos) James Maddalena (barítono, Estados Unidos) Robert Brubacker (tenor, Estados Unidos) Kathleen Kim (soprano, Corea del Sur) Con libreto de Alice Goodman, esta ópera se estrenó en Houston el 22 de octubre de 1987. Se narran los pormenores de la visita de Richard Nixon y Henry Kissinger a Pekín, en 1972, donde fueron recibidos por Mao Tse Tung y Chou En-Lai, como parte de un proceso de apertura política entre ambas naciones. En el escenario podrá verse el avión del cual descienden los políticos estadounidenses, y posteriormente actos de protocolo entre los mandatarios, así como visitas de las primeras damas a una granja y a un teatro. En el tercer acto, Nixon y Mao bailan un fox-trot y luego, cada uno por su lado, meditan seriamente acerca de su pasado y presente. Febrero 26, 2011, 12:00 horas Ifigenia en Táuride, de Christoph Willibald Gluck Patrick Summers, (director de orquesta, Estados Unidos) Susan Graham (mezzosoprano, Estados Unidos) Plácido Domingo (tenor, España)
Paul Groves (tenor, Estados Unidos) Con libreto de Nicolas-François Guillard, esta obra se estrenó en París el 18 de mayo de 1779; cinco años antes, el propio Gluck había presentado en la capital francesa una primera parte: Ifigenia en Áulide. A partir de la obra homónima de Eurípides, aunque con varias licencias argumentales, en Ifigenia en Táuride se recrea el momento en que la hija de Agamenón se niega a matar a un invasor porque se trata de su propio hermano, Orestes, quien huye de las Furias tras haber asesinado a la madre de ambos, Clitemnestra. El rey Toas intenta acabar con ellos, pero son salvados por Pílades, el mejor amigo de Orestes. Finalmente, la diosa Diana decide abolir los sacrificios humanos. Cabe destacar que Plácido Domingo regresa al MET tras superar una operación quirúrgica que lo alejó durante algunos meses de los escenarios. Marzo 19 de 2011, 11:00 horas Lucia Di Lammermoor, de Gaetano Donizetti Patrick Summers (director de orquesta, Estados Unidos) Natalie Dessay (soprano, Francia) Joseph Calleja (tenor, Malta) Ludovic Tézier (barítono, Francia) El estreno mundial se llevó a cabo en Nápoles, el 26 de septiembre de 1835. El libretista Salvatore Cammarano se basó en la novela The Bridge of Lammermoor, de Walter Scott, para plasmar el drama de la separación de los amantes (Lucía y Edgardo), con un ingrediente electrizante en la historia de la ópera: la locura. Lucía es obligada por su hermano a casarse con un hombre al que no ama y ella lo mata. El célebre pasaje cuando Lucía pierde la razón ha sido inmortalizado por divas como María Callas en La Scala de Milán y por Joan Sutherland en el Covent Garden de Londres. Ahora toca el turno a Natalie Dessay en el MET, con producción de Mary Zimmerman.
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Movimientos en la KY { KY magazine No. 25 | Febrero 2011 }
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Ombudsman AC: alternativa para los chavos de la calle txt: José Miguel Tomasena
imgs: Abraham Pérez
La KY Magazine se complace en presentar la nueva columna mensual de José Miguel Tomasena, en la cual se abordarán temas relacionados con acciones ciudadanas que desde diferentes trincheras y a diferentes niveles, tratan de mejorar distintos aspectos de la vida social, política y urbana de Guadalajara. Este primer testimonial, breve y emotivo, es una primera muestra de que las historias están escondidas en la ciudad, sólo hay que saber encontrarlas. Entre las literas del albergue para chavos de la calle de la organización Ombudsman AC hay varias cartulinas pegadas en las paredes. “A mí me gustaría soñar que...”, dice el encabezado, que los chavos han completado: “...Que empiezo a comer fideos. Que la gente no me molesta. Que vivir la vida sea fasil (sic)”, escribió David con letra irregular. Y Ángel, otro de los habitantes de esta casa, enumeró: “[Sueño] con mi familia. Que soy maestro de capoeira. Que tengo novia. Que soy valiente”. El albergue es una casa pequeña, muy cerca del parque Morelos, que se parece más a un pequeño hostal que a un tenebroso hospicio como los que salen en las películas. Tiene capacidad para veinte personas, aunque en este momento sólo hay siete, y a diferencia de otros programas, sólo abre de 8 de la noche a 8 de la mañana. Cada uno de los chavos, acompañado por psicólogos y trabajadores sociales, hace distintas cosas en el día: unos van a la escuela, a trabajar, o a los talleres del DIF Guadalajara. Al contemplar esos carteles, pensé que la historia de cada uno de ellos daría para escribir un libro. Y tuve la sensación de que todo lo que ellos pudieran contarme, y todo lo que yo pueda escribir, jamás abarcaría completamente lo que significa el frío, el toncho, la violencia de la policía, el abuso. Alberto me cuenta, por ejemplo, que a los seis años se hartó de que lo golpearan en su casa. Así es que le robó 25 mil pesos a un tío y huyó. Durante once años vivió en la calle. “Yo era de los que andaba asaltando gente”, me
dice. “Era alguien que se pasaba de lanza”. Ahora tiene 21, estudia la prepa, trabaja como repartidor en una lonchería y ha retomado el contacto con su mamá, a pesar de que no toda su familia lo perdona. “Ellos sólo piensan en lo que hice, pero no en por qué lo hice”. Gabriel Guzmán, el coordinador del albergue, dice que los chavos están peleados con la autoridad, tienen dificultades para seguir una rutina, para confiar en los demás. Así es que el trabajo que realiza Ombudsman tiene fines modestos, pero fundamentales: ayudarlos a estructurar una conducta social. Que aprendan a seguir reglas, a cooperar entre ellos, a disciplinarse. “Con buen trato y convivencia se puede”, dice Gabriel. Sin estas habilidades, cualquier esfuerzo posterior por ir a una escuela o a un trabajo está condenado al fracaso. Ombudsman AC, llamado oficialmente Centro para el Desarrollo y la Participación Social, se fundó en 2008 entre varios activistas que ya habían trabajado con niños de la calle. Además del albergue, tiene trabajo de intervención en la calle a través de talleres artísticos y culturales, como obras de teatro, malabarismo y música; y proyectos educativos en barrios, como San Juan de Ocotán, en Zapopan, donde han trabajado con madres de familia para atender desde la raíz el problema de la violencia social. Si quieres conocer más de esta organización o colaborar con ellos, búscalos en Facebook como “Ombudsman Derechos”, escribe a la dirección ombudsman.ac@gmail. com o visita el albergue en la calle Reforma #17. Centro.
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El mundo necesita más buenos sentimientos txt: Molo
imgs: Benjamin Aceves (yomesubo.com)
Un proyecto que inició Miriam Ramos hace unos años y que ha tomado ya forma de empresa: CherryTree, un espacio en el que se dio vida a los Seedys, unos divertidos peluches con características muy particulares y que pueden resultar una buena opción para regalar, no sólo este mes del amor y la amistad, sino todo el año. ¡Conócelos! Por naturaleza humana es más tentador comunicar las malas noticias, contemplarlas y verlas una y otra vez…. pero, ¿qué hay con las cosas buenas? La cotidianidad nos absorbe y dejamos de pensar en ellas. En Guadalajara empieza a crecer cada vez más un mundo en donde las cosas buenas son parte del día a día, no por el hecho de ignorar la realidad sino por el gusto de comunicar eso que nos pone de mejor humor para enfrentar la vida. Miriam Ramos desde hace un par de años comenzó con la idea de CherryTree: su espacio ideal de ilustración que le permitiría mostrar su visión optimista del mundo a través de sus ilustraciones. Así fue como desarrolló su primer proyecto, Seedys®: una colección de 7 personajes que tienen la misión de transmitir al mundo buenos sentimientos, cada uno actúa de diferente forma, con la idea de que encuentres uno como tú o bien que encuentres uno como la persona en quien quieres sembrar ese buen sentimiento, de ahí viene su nombre. El primer producto son peluches con aroma, cada uno con su personalidad y aroma propios. Actualmente CherryTree ha dejado de ser un sueño y es toda una empresa en pleno crecimiento y parte fundamental de ello es Diana Ramos, hermana de Miriam, quien se encarga de buena parte de la operación y que se refiere a la empresa con mucha alegría, como una gran escuela y como un reto: “Con CherryTree he visto más allá, he aprendido a aprender”. Seedys® es una propuesta gráfica que se salió del papel para convertirse en una filosofía de negocio, que resalta su origen mexicano en
pequeñas tiras cómicas llenas de buen humor (gracias al talento de Pablo Aceves) y en un proceso de producción, en palabras de Miriam: “la mayoría de los peluches que vemos en tiendas vienen del extranjero, de Asia específicamente, incluso los que están diseñados por mexicanos. Los Seedys® son 100% mexicanos y hechos a mano”. Miriam y Diana siguen soñando y trabajando por ver que cada vez más Seedys® sean sembrados en todo el mundo ya sea porque el público se identifique con ellos o por que sean una herramienta para expresarle a otra persona lo que a veces se nos hace difícil decir. ¿Cuál de los Seedys® serían? Miriam: “Creo que soy un poco de todos, me encantan los dulces como a Sweety, me asusto de todo como Scary, pero si tuviera que elegir uno que me represente la mayor parte del tiempo sería Smiley”. Diana: “Definitivamente soy Grinchy, siempre he sido sincera, muy realista y busco la superación con la perfección, sin embargo, te puedo decir que siempre he sido alguien diferente y es lo divertido de la colección de Seedys porque alguien te puede ver como un Clumsy sin serlo realmente, al ver a mi seedy, recordaré a esa persona y los momentos que pasamos juntos”. CherryTree® logró dar vida a sus ilustraciones, si quieren conocer más de los Seedys® y compartir mejores- sentimientos visiten www.seedys.com o síguelos en twitter @ilovecherrytree.
Maxtlii, patrocinada por Chouroom y KY, en la pasarela de Intermoda txt: Mariano de la Parra
Para la quinta edición de Chouroom, el encuentro y exhibición de streetwear más importante de la ciudad, KY Magazine y el propio Chouroom patrocinaron una pasarela, a fin de que alguna marca independiente presentara sus creaciones en una de las tres pasarelas a las que Chouroom convocó dentro de Intermoda, la exposición de moda más importante del país, llevada a cabo del 18 al 21 de enero pasado, en Expo Guadalajara. Chouroom y KY magazine invitaron a la marca Maxtlii, a fin de que presentara su nueva línea de ropa. La pasarela de Maxtlii, cuya crea-
imgs: "Hill" Rodríguez & Guillermo Rivas
dora es Isabel Gómez, se llevó a cabo el 19 de enero. Durante la pasarela estuvieron presentes cientos de personas: desde estudiantes, hasta diseñadores y grandes compradores, así como representantes de las marcas más importantes de moda tanto nacionales como internacionales. La línea presentada por Maxtlii llamó la atención por su fina originalidad, por la interesante propuesta y, sobre todo, por la combinación más que adecuada de colores y texturas.
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KY en la Chouroom party: modelos con ropa, con poca ropa y dibujantes a los que no se les entumían los dedos txt: Nicolás Piquero
imgs: "Hill" Rodríguez & Guillermo Rivas
El miércoles 19 de enero KY Magazine y Chouroom ofrecieron una fiesta en el marco de Intermoda: la velada contó con la original propuesta del proyecto Dr. Sketchy y algunas modelos lucieron ropa de la marca Maxtlii. Fue una velada de esas que rayan en lo inolvidable, en una terraza de Casa Patrice que siempre estuvo llena y de donde quienes asistieron salieron más que complacidos. Lo primero que uno se encontraba al subir rumbo a la terraza de la Casa Patrice (López Cotilla 1370) era algo así como la antepuerta del Paraíso. Sobre una tarima elevada a medio metro, tres modelos lánguidas y bellas, vestidas ricamente, recibían a los asistentes.
que bosquejaron sobre laminillas de papel los movimientos de guapas (y muy flexibles) modelos. La mirada atónita y emocionada de los asistentes, a la par del frenético arrastrar de lápices, antecedió a una velada llena de buena vibra.
Sólo era la antesala para ingresar a la fiesta inaugural del Chou Room, patrocinada por KY Magazine, en el marco de Intermoda Guadalajara que se realizó del 18 al 21 de enero de este año. Ni qué decir si todo salió a pedir de boca: con una asistencia masiva, modelos, arte, moda y desde luego, celebración.
Durante la noche, mientras muchos platicaban animadamente tomando algo, decenas de dibujantes trabajaban frente a las modelos y decenas y decenas de personas se asomaban a ver lo que muchos estaban haciendo: un ojo a las modelos y otro a los que las dibujaban. Incluso hubo quien se atrevía a hacer modelaje con plastilina de manera exprés.
Chou Room es una plataforma creada para que las marcas dedicadas al streetwear en nuestro país puedan exhibir sus creaciones y a su vez se reúnan con los representantes comerciales que proponen conceptos novedosos, en un evento donde se promueve la relación entre la moda, el arte urbano, la música y las personas que aprecian y saben disfrutar del streatwear. Como parte fundamental de la fiesta, esa noche se llevó a cabo la segunda edición en la ciudad de Dr. Sketchy. El concepto de Dr. Sketchy surgió en Brooklyn, Nueva York, en el 2005. En un bar del famoso barrio neoyorkino, artistas y dibujantes se reunían para hacer bocetos de bellas modelos, pero también de los más bizarros personajes, todo en cuestión de minutos y en una variedad de poses. La segunda edición del Dr. Sketchy en Guadalajara se realizó en el marco de esta Chou Room party con alrededor de 20 participantes
También, las modelos que recibían a los invitados a la entrada, sobre una tarima, estuvieron luciendo la nueva colección de la marca Maxtlii, mismas que luego anduvieron luciendo la ropa a lo ancho y largo de la terraza de Casa Patrice. La noche, redonda, agradable y ampliamente disfrutable. La música no paró hasta muy tarde, los dibujantes satisfechos con su trabajo, todos conviviendo y diciendo ¡salud! Por eso: ¡Que se repitan muchos eventos con el trío Chouroom-KY magazine-Dr. Sketchy!. Luciendo la ropa a lo ancho y largo de la terraza de Casa Patrice. La noche, redonda, agradable y ampliamente disfrutable. Por eso: ¡Que se repitan muchos eventos con el trío Chou Room-KY MagazineDr. Sketchy!
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EPIDERMIS Juan Briseño Los seres humanos nos distinguimos unos de otros por los rasgos, facciones, cicatrices, marcas del tiempo que son parte de nosotros y que en conjunto son parte de un todo… Asimismo pasa con las ciudades y con los edificios; su composición, estructura y su piel son intervenidas por el paso del tiempo y el rastro del hombre. Las huellas sobre éstos son texturas que a simple vista no se aprecian, pero si lo observas detenidamente, te expresan de qué está hecho, cuál es su historia, y los residuos que deja el hombre sobre las ciudades y cosas. Las texturas distinguen un edificio; el deterioro del tiempo, la humedad, la limpieza o suciedad, lo nuevo contra lo viejo, las huellas que dejan los humanos sobre ellos ya sea indirecta o directamente crean una geografía sobre éste, una cicatriz, una huella, un vestigio del paso de las generaciones. Esta obra pretende crear sensaciones a través de una experiencia plástica y geométrica; de colores, formas y texturas.
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{ KY magazine No. 25 | Febrero 2011 } Moda
Fot贸grafo: Alfredo Su谩rez www.alfredosuarez.com.mx Ropa y Estilismo: Julia Mayfair Peinado: Gamaliel Mata Maquillaje: Gabriela Quevedo Modelo: Minha Ziur Accesorios: Erre7iete, Cherry Project
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{ KY magazine Edici贸n Especial: Sexo }
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{ KY magazine No. 25 | Febrero 2011 } Moda
FotografĂa: Ricardo Ramos Modelo: Janko Stano http://rikrdoramos.tumblr.com/
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( 70 /Especial: 70 ) Sexo } { KY magazine Edici贸n
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Bruno de Loera Manotas
Tania Ochoa Ultima KY