KY magazine No. 026

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Primera KY { KY magazine No. 26 : Marzo 2011 }

De añoranzas cinéfilas, la vigésima sexta edición del FICG e invitaciones facebokeras Muchos de quienes hacemos las KY -y seguramente también muchos de quienes nos leen- así como crecimos con la Feria Internacional del Libro, también crecimos a la par del hoy Festival Internacional de Cine. Entonces lo conocíamos como Muestra de Cine (de hecho, hay quien lo sigue nombrando así) y no podemos evitar suspirar recordando aquellas tardes y noches en el Cineforo de la Universidad de Guadalajara. Ese era el lugar de la muestra: ahí vimos estrenarse películas que hoy son un referente, con actores, actrices y directores que ya están más que consagrados. ¿Por qué suspiramos por aquella Muestra de Cine? Sí, quizá porque era un suceso muy íntimo, porque ahí en el Cineforo estaban los actores y directores y te podías topar en los pasillos y en las calles aledañas, por un lado y por otro, con cada personaje cinematográfico como para sentirte en una película. ¡Eso es! (o eso era): la Muestra de Cine era un suceso que le pertenecía a la gente, a los espectadores: había que irse a formar, hacer cola, pero el boleto estaba garantizado. Lo que pasó después fue que la Muestra no sólo mudo de nombre, sino que se hizo grandota, un festival que se llenó de muchas cosas (sobre todo fiestas) y que se convirtió más en un festival de la industria, de los actores, de los amigos de los amigos y de la socialité. Y la gente de a pie, la gente de la calle se tuvo que quedar a ver la tele en su casa, porque no estaba invitada a la fiesta. Pero luego de 25 años llegó el momento de la reflexión y -según nos cuentan- el deseo este año es volver a acercarse a la gente, a esa que iba a la Muestra al Cineforo, a esa que quiere ver cine, pero que no es socialité ni tiene amigos de amigos para que le den pases exclusivos para ir a ver cine. El Festival Internacional de Cine en Guadalajara tendrá de nuevo un especial interés en que la gente vaya y vea cine, a donde sea: una plaza, su sala de cine más cercana o, por supuesto, el Cineforo. Así que hay que estar muy pendiente de la programación, que al cierre de esta edición aún no estaba del todo terminada; consulta la página en internet del Festival (www.ficg.mx),

porque del 25 de marzo al 1 de abril habrá cine por toda la ciudad. Hasta en la calle. Y en la KY, a propósito del FICG 26, te traemos dos textos: uno de aquellos cineastas de nuestra ciudad que se han dedicado a la animación y que presentarán (muchos de ellos) sus trabajos en el Festival y otro sobre la cinta Salvando al soldado Pérez, que se estrena justo por estos días, cinta de nuestros amigos Beto Gómez y Francisco Payó, a los que les deseamos la mejor de las suertes ahora que entren a cartelera. Dejando atrás el tema del cine, queremos, como ya lo habíamos hecho anteriormente, instarte a que entres a nuestra página de Facebook (www.facebook.com/ky.magazine), no sólo porque estamos todos los días subiendo contenidos, sino porque también constantemente estamos haciendo algunos regalos, sorteando boletos para conciertos y con motivo de nuestros dos años (los que seguimos celebrando: ya ves, este número que tienes en tus manos es doble y trae además un pequeño regalito: una calca de KY), también tenemos reservadas algunas sorpresas más, de las que te podrás irte enterando si estás atento. Nuestra página de Facebook es también una buena forma de entrar en contacto con nosotros, para sugerirnos temas, contarnos cosas, opinar sobre KY y, en fin, todo lo que se te ocurra. Y, no nos dejarán mentir quienes han publicado con nosotros: la KY está hecha por nuestros lectores, pues son ellos quienes se acercan, nos proponen temas, nos envían colaboraciones y aquí están y aquí seguirán estando. Porque la KY no es la revista de unos cuantos, sino que es una publicación abierta a todo aquel que tenga algo interesante que mostrar, que compartir o qué contar. Vámonos pues a leer y ver la KY, que hoy hay mucho. Y nos vemos por las calles, como siempre, mientras seguimos buscando cosas qué traerte aquí. Y en la próxima KY, la de abril. O en algunas de las siguientes. Pero de que nos vemos, eso sí, seguro nos vemos.


Gerardo Montes de Oca Valadez Nació en Guadalajara, en 1978. Psicólogo, músico, artista visual, explorador geográfico, humano y estético. Además de ser psicoterapeuta, desde hace poco más de dos años se ha introducido al mundo de la fotografía (flickr.com/photos/ gmov - gmove.wordpress.com) estudiando con David Corona y tomando talleres con grandes fotógrafos y teóricos nacionales. Con la fuerte intención de realizar estudios de posgrado, en la espera dedica parte de su tiempo al activismo en torno a la sustentabilidad urbana y la participación ciudadana como miembro de Ciudad para Todos.

Joy Nuño Nació en Guadalajara en 1983. Ha vivido toda su vida dentro de esta gran ciudad. Estudió Artes Digitales. Fotógrafo por gusto propio y camarógrafo e iluminador por vocación, trabaja de freelance como editor, post productor, diseñador web, camarógrafo y diseñador de proyectos cinematográficos. Actualmente se encuentra muy inmiscuido en el activismo social, específicamente en la movilidad sustentable.

Grisel Pajarito Pudo ponerse humilde y decir que no es en nada la mejor, más de alguno lo querrá asegurar. Pudo ponerse mezquina y decir que es única, diferente e irrepetible, pero la realidad es otra. Es una joven que no conoce de rutinas ni de agendas, que prefiere sentarse y disfrutar el sonido de la cuidad; que es emprendedora pero poco constante, aficionada de la fotografía, que aún le falta mucho para ser un artista. Alumna de la carrea de periodismo, con la meta de hacer fotoperiodismo. Una soñadora más con la firme convicción de que sabe y le gusta lo que hace.

Juan Carlos Luna Nació en 1984, evita Tecate light y toca la tumbadora. Para la cruda nada como una de buche en el Rika, dice. Desayuna café, maneja una d90 y una vieja Pentax K1000. Le iba a las Chivas. Su blog personal: hotelamericana.tumblr.com.


Colaboradores

KY magazine No. 26 Marzo 2011 Facebook.com/ky.magazine

Mayra Concepción Huerta Flores Estudió en el Centro de Artes Audiovisuales. Es fotógrafa y videoasta. Nació en León, Guanajuato, pero desde hace cinco años vive en Guadalajara.

Fernando Hernández Becerra “Micro” De niño no quiso ser locutor y quería el pelo lacio como su papá. Hoy en día, su voz lo mantiene ocupado y remunerado mientras corta lo mínimo de sucabello cada amenaza de enredo: Una cabeza de micrófono. Micro en abreviatura y congruencia con lo que dice, hace y parece. Ha colaborado en la serie "México, nuestras historias" de Radio UdG, con la sección "Siglo XX.1 FM: las décadas en breve"; y prestado su voz para spots del Centro de Medios Audiovisuales y Cinema Estudio, entre otras. Colabora con un podcast semanal en el portal Ocio en línea, de Grupo Milenio y dice locutar "Esto NO es radio", los miércoles y viernes de 1 a 2 de la tarde por www.itopica.iteso.mx Es miembro de Ciudad para Todos, un colectivo de opositodos que contra todo pronóstico y en sinergia con otros grupos del mismo talante, ha logrado posicionar el tema de la movilidad en la agenda mediática y política. Su trabajo, sintetizado en: locución, creatividad, medios; puede ser encontrado en www.microgdl.com Actualmente ha desterrado casi por completo el saludo de chocar palmas y rematar con puño. Su pajarito es @microgdl

Celeste Laviani Astrada (Tangómana) Libra indecisa hasta los huesos. Celeste nació en Sudamérica, hija de madre argentina, padre italiano y pincelazos ucranianos y alemanes, con el sello de inmigrante tatuado lo que lleva de vida. Sus viejos decidieron probar suerte en México cuando ella casi apagaba su primera velita en el pastel, así que creció mexicana con costumbres sureñas. Con un FM2 y un pasaporte por renovar de vez en vez, se crió muy cerca del núcleo familiar pero lejos de la restante, situación que le provoca una profunda nostalgia vitalicia que aprovecha imprimir en sus fotografías. Actualmente posee tres amantes que la hacen sentir plena: El diseño editorial, que ejerce en el periódico Imagen de Veracruz desde hace 6 años (de donde sale para pagar la mayoría de sus cuentas), la fotografía, la cual practica a diario, porque definitivamente el ojo es un músculo que no se debe dejar de ejercitar y la percusión, que marca el bit de sus días. Disfruta sobremanera el autorretrato (últimamente el desnudo) porque lo considera una forma de autoconocimiento y catársis. Así pues, le apasiona invadir la intimidad, sobre todo la suya. Entre sus adicciones se encuentran el mate amargo (bebida inculcada por su familia), las charlas virtuales con su madre (a raíz de la distancia) así como escucharla cantar un tango, visitar a Yemanyá (disfruta vivir cerca del mar), el cambio de paisaje constante, coleccionar momentos cálidos y la sutil provocación con sus disparos de obturador. http://www.tangomana.blogspot.com/

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KY magazine Director Editorial David Izazaga Márquez

dizazaga@kymagazine.com.mx

Director Creativo Alvar Ramos Martínez

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Editor Jonathan Lomelí López jona@kymagazine.com.mx Redacción Federico Barón Nicolás Piquero Corrección Gloria J. Martínez Güitrón Fotografía Natalia Fregoso

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Abraham Pérez

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Consejo Editorial José Luis Coronado, Javier Audirac, Mariño González, Sergio Rodea, Mak Gutiérrez, Gloria Pérez.

‹‹‹ Portada: Alvar Ramos

KY magazine, revista mensual de distribución gratuita. Año 3, número 26, marzo de 2011. Editor responsable: David Izazaga (dizazaga@kymagazine.com.mx). KY magazine es una publicación independiente. Impresa en Zafiro Editores, S.A de C.V: calle Cartero 86, Guadalajara, Jalisco, México. C.P. 44190. Número de certificado de reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: en trámite. Número de certificado de Licitud de Título: en trámite. Número de certificado de Licitud de Contenido: en trámite. El contenido de los artículos es reponsabilidad de quienes los escriben, no necesariamente reflejan el punto de vista de la publicación. Los derechos de reproducción de los textos e imágenes, así como el nombre aquí publicados, están reservados por KY magazine. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido, imágenes y fotografías, por cualquier medio físico o electrónico sin previa autorización por escrito del editor. Todos los derechos reservados. "Fui mala vestí de rojo".


Contenidos {Pag.16} {Pag.22}

Artesanos de la animación

Gómez y “Payó”: historias al otro lado de La Minerva

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Avenida Inglaterra: la cicatriz caminada

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¡Ay los hombres!

Manual de fútbol para turistas, ilegales y expatriados

{Pag.38} Excipiente {Pag.40} Movimientos en la KY {Pag.44} El Naranjo ilegal {Pag.46}

Una partida de ajedrez para los ciegos

{Pag.48} Wine+Art: llevando de la mano el buen vino y el arte {Pag.50} Pedealeando en el velódromo más pequeño del mundo {Pag.52} Tapatíos del otro lado del Atlántico {Pag.54} Portafolio: Celeste Laviani Astrada {Pag.60} Moda {Pag.74} Cómic {Pag.79} Última KY


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Artesanos de la animación txt & imgs: FICG

El stop motion sobrevive en una ciudad donde crecen las nuevas tecnologías. Éstos son los personajes a los que hay que seguirles la huella muy de cerca, varios de ellos presentarán sus trabajos en la edición 26 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara. De a poco, el sector de la animación en Guadalajara se transforma en un nicho atractivo para las inversiones de la iniciativa privada en largometrajes en 2D, 3D y Motion Capture. En la ciudad se asoma una hornada de jóvenes dedicados a la creación de imágenes en estas nuevas plataformas. La industria de la animación apunta hacia el cine comercial, hacia la generación de cintas para mercados que justifiquen el capital invertido. En paralelo, un grupo pequeño, un ghetto, como dice el realizador Juan José Medina, continúa por el camino del cine animado de propia autoría. Un terreno aparte donde las historias responden a inquietudes humanas. Ahí los guiones se cocinan a fuego lento. Es un espacio en el que la artesanía de la técnica stop motion, que implica la creación y manipulación de personajes tridimensionales, no encuentra rival. Son realizadores que se conocen, que han colaborado unos con otros más de una vez o se han topado en el aeropuerto camino a los festivales

internacionales donde sus obras se reconocen. Sofía Carrillo, Luis Téllez, Karla Castañeda, Juan José Medina, Rita Basulto y una joven promesa, León Rodríguez Fernández, son algunos integrantes de esa cofradía de creadores preocupados por encontrar historias más significativas, donde las técnicas novedosas sólo cumplen un papel funcional, no protagónico. Ellos mantienen viva la tradición de sus antecesores Rigo Mora, Guillermo del Toro, Lourdes Villagómez y René Castillo. Sofía Carrillo “He estado atraída por las atmósferas un poco oscuras o nubladas o nostálgicas, un poco tristes, tienen que ver con mi personalidad, es inevitable”, relata esta creadora que apenas rebasa los 30 años y ya vislumbra su propio sello autoral en el cine de animación. Fuera de control (FICG 2008), su primer cortometraje de stop motion

en 35 milímetros retrata la obsesión de la realizadora por los objetos que envejecen, los muros agrietados y los telares abandonados y percudidos por el paso del tiempo. Este cortometraje la llevó a sus primeras aventuras en festivales fílmicos como los de Berlín, Toronto, Sitges y el de Sundance en Salt Lake City, Utah. Sofía inscribió su segunda obra en animación, Prita (2010), para participar en la edición número 26 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG26). Y fue seleccionada para su proyección en el próximo festival, que tendrá lugar del 25 de marzo al 1 de abril, con lo cual comenzará un recorrido que reafirmará su repaso constante en torno al tema del adiós, la infancia como un periodo de fantasías individuales y la soledad de los seres, ante todo. Su nuevo trabajo, esta vez en formato digital, retoma una pieza de arte que Carrillo creó hace nueve años. En ella representaba a una mujer sin brazos sentada sobre una silla. Ésta sos-


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"Luis Téllez cita a Alfred Hitchcock para recordar que lo más importante del trabajo en cine es el guión: la historia antes que la técnica".

tenía entre sus piernas una botella con una pequeña niña en el interior, quien era semejante a la mujer del exterior. “Se vino a mí la idea de hacer una historia de unas hermanas siamesas que tienen una relación codependiente: la grande que no tiene brazos está un poco a voluntad de la chiquita. La chiquita tiene los ojos abiertos, tampoco tiene brazos, pero juega dentro de sus posibilidades, dentro de la botella”, describió la realizadora. Carrillo también forma parte de la casa productora Nahuyaca que este año inscribió un trabajo para el FICG26 titulado Retrato Anónimo (2010), dirigido por Paola Chaurand. Karla Castañeda El premio Ariel a Mejor Cortometraje de Animación en el 2008 por su primer trabajo autoral en animación, Jacinta (FICG 2008), más la rotación que este tuvo por festivales de todo el mundo, incluida, la Semana de la Crítica de Cannes en el 2009, pusieron los reflectores sobre Karla Castañeda. Pasado el tiempo de exposición mediática, la creadora volvió al estudio para enfrascarse en La Noria, cortometraje donde la joven reafirma su predilección por el stop motion, las historias cercanas y los seres entrañables como la misma Jacinta, quien nació de una referencia metafórica a su abuela. “A mí en lo personal me gusta mucho más el stop motion que el 2D. El 2D lo veo en la computadora y ahí se queda. En el otro tienes a los personajes y los puedes mover, es como convivir con ellos”, expresó. Sin embargo, Castañeda concilia el stop motion con las nuevas técnicas, siempre y cuando estas trabajen a

favor de la historia y sus búsquedas estéticas. La Noria, en etapa de preproducción, echará mano del 3D para aquellos paisajes acuáticos, cuya representación en stop motion significaría un esfuerzo triple. El cruce de técnicas, cuenta, la puso en contacto con los animadores que formarán la siguiente generación de creadores en Guadalajara, mucho de ellos bien plantados en el diseño por computadora. Entre tanto, la realizadora continúa en colaboración con la editorial gallega OQO, a la que entregó una adaptación en animación del cuento Félix, el coleccionista de miedos (2010) de la escritora Fina Casadelrrey, para la colección Los cuentos del camino – Never ending tales, que se difundirá en diferentes televisoras a nivel mundial Luis Téllez Cita al cineasta Alfred Hitchcock para recordar que lo más importante del trabajo en cine, incluido el de animación en stop motion, es el guión. “La historia antes que la técnica” es una sentencia básica en boca de Téllez. “No me interesa tanto una perfección técnica, el reto es hacer historias más complejas y proyectos más grandes”, afirmó. Hace poco participó en la serie Los cuentos del camino – Never ending tales, de la editorial española OQO, con cinco adaptaciones de cuentos infantiles que desbordan ingenio narrativo y, gracias a la mano del realizador tapatío, exquisitez visual.

Trasladó a cortos de 10 minutos de duración de La bruja rechinadientes, texto de Tina Meroto basado en La bruja Baba Yaga; La princesa de Trujillo de Patacrúa tomado de un cuento popular europeo; El gran viaje de Anna Castagnoli; La increíble historia del niño terrible y la niña pájaro también de Castagnoli y La cosa que más duele en el mundo, de Paco Liván. Ahora está en un proyecto grande, tan grande que ya lleva dos años de desarrollo y seis correcciones. Se trata de un guión para largometraje animado donde se cuelan los sueños de una niña, elementos del futuro y personajes clásicos titulado Inzomnia, en coautoría con Cecilia Eudave. León Rodríguez Fernández Es ya un hecho que en la edición 26 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara se verá el estreno de Mutatio, el primer cortometraje de animación en stop motion de León Rodrigo Fernández, un nuevo talento de la cantera tapatía de creadores orientado también a la producción de trabajos de corte autoral. Mutatio (2011) gozó en el 2009 del apoyo que otorga IMCINE para la realización de animación. Con éste se echó a andar un cortometraje de ocho minutos, con incrustaciones de paisajes animados en 3D. El proyecto acerca de un hombre que intenta salir de un bloque de piedra en medio del mar donde naufraga se inscribió en la convocatoria de la próxima edición del FICG y también fue seleccionado, así que lo podremos ver ahí. Juan José Medina El FICG puso en sus manos el premio


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La cuestión es cómo se integra este mundo de realizadores con la iniciativa privada y las instituciones para hacer productos de calidad, no tienen que estar necesariamente peleados los unos con los otros.

Mayahuel en el 2009 en la categoría Mejor Película Animada por su trabajo Jaulas (FICG 2009), una animación destinada al público adulto que revisa la reproducción del maltrato infantil de una generación a otra. Nueve años antes, no obstante, Juan José Medina ya había dado de qué hablar con El octavo día de la creación (2000), cinta que demostraba los estándares de la técnica stop motion en Guadalajara. “Yo diría que aquí es la meca del stop motion y aquí no hay quién nos lo discuta”, apuntó. Medina es objetivo y acota a aquellos que desde hace tiempo ya cantaban sobre la presencia de una industria de la animación en Guadalajara: si se refieren al grupo de creadores autorales al que él pertenece, el número de personas y la cantidad de producciones es pequeño para considerarse una industria. Lo que sí destaca de esa generación de realizadores es su preferencia por la técnica del stop motion, una veta en la que pueden competir internacionalmente sin problemas, y la calidad que resulta de historias que no se hicieron al vapor. “La cuestión es cómo se integra

este mundo de realizadores con la iniciativa privada y las instituciones para hacer productos de calidad, no tienen que estar necesariamente peleados los unos con los otros”. Por estos días, su mente se ocupa con las historias de una niña como protagonista, pues comenzará un guión para un largometraje de animación. Rita Basulto Comparte con buena parte de sus compañeros animadores la formación en artes plásticas, así que no es difícil de entender su predilección por el stop motion, en tanto técnica que permite infundir a los personajes y las escenografías una carga emotiva y de significado enorme, producto de la relación entre creador y creatura: “Me inspiro a partir del dibujo, el diseño del personaje me evoca una historia”. Compartió créditos de dirección y el premio Ariel por Mejor Corto de Animación en el año 2000 con Juan José Medina por El octavo día de la creación (2000), donde además figura como productora y animadora. También participó en Jaulas (FICG 2009), de Medina, como productora ejecutiva y en la creación de efectos especiales para el filme Desierto adentro (FICG 2008) de Rodrigo Plá, que

la hicieron merecedora de un Ariel por Mejores Efectos Especiales en ese año. Como profesora del Centro de Artes Audiovisuales y jurado seleccionador de los trabajos que reciben apoyo de IMCINE vio el surgimiento de una reciente hornada de jóvenes con interés en crear animación desde Guadalajara, eso sí, muchos de ellos motivados por el dibujo animado, técnicas de 2D y 3D, a quienes apoya, como es el caso de León Rodríguez Fernández. En su cabeza, una niña y un rinoceronte comienzan a tomar forma y a congeniar para luego formar un nuevo guión de cortometraje de animación. Sección Oficial Cortometraje de Animación FICG 26 1) Poder a la carta, de Ana Mary Ramos. 2) Prita Noire, de Sofía Carrillo. 3) Por un desgarre, de Dominique Jonard. 4) Mutatio, de León Fernández. 5) Eskimal, de Homero RamírezTena. Cortometraje invitado: Carne que recuerda, de Dalia Huerta.


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Gómez y “Payó”: historias al otro lado de La Minerva txt & imgs: FICG

El próximo 18 de marzo se estrenará en México la película Salvando al Soldado Pérez, Beto Gómez, bien conocido en el ambiente del FICG y Francisco Payó, son los padres de este proyecto que ha despertado una gran expectativa. La historia detrás del proyecto, hela aquí.

En el origen, dos socios en el arte de escribir historias para cine se animaban mutuamente para llevar a sus personajes, casi todos relacionados con la mafia mexicana, a una guerra al otro lado del mundo, a un territorio que escapaba al imaginario de los capos y a los presupuestos regulares del cine mexicano. La historia de un hombre metido en negocios ilícitos a quien le llega la hora de responder a los deseos de su madre -ir y rescatar a uno de su sangre de un escenario violento- exigía al realizador Beto Gómez y a su cómplice de guiones, Francisco Payó, transgredir las fronteras conceptuales y físicas de la filmografía nacional, y de ser posible, la tapatía. Para lograr Salvando al Soldado Pérez, coinciden, hubo que fluir y olvidarse de que las historias escritas desde Guadalajara deben comenzar en la glorieta Minerva y terminar en el templo Expiatorio, porque tienen que ajustarse a las limitantes económicas. “Puedes escribir en Guadalajara, puedes conseguir un financiamiento en Guadalajara, pero, ¿por qué no vas a hacerla a Hungría o a Chile? No solo por el esquema de coproducción sino por el esquema de contar historias”, comentó “Payó”. Al dúo le costó 7 millones de dólares -la inversión más grande jamás efectuada en la cinematografía mexicanatraducir al celuloide las aventuras de un grupo de nacionales que se lanzan casi a ciegas al Medio Oriente por una misión redentora, pero un guión hilarante, sin ataduras y bien cimentado logró abrir las llaves del financiamiento. “Si el guión no hubiera sido lo suficientemente fuerte habría sido muy difícil, en un país como México, encontrar

el apoyo que tuvo esta película. Tuve la suerte de trabajar con un guionista que yo respeto y admiro mucho que es Payó. Entendió muy bien el universo e hicimos buen equipo juntos”, relató Gómez. La inversión para el filme llegó desde la Ciudad de México, vía Lemon Films. Salvando al Soldado… no es la primera mancuerna entre estos dos creadores. Han escrito juntos, ambos se han involucrado en el trabajo del otro, pero en esta simbiosis ya generaron un ADN único donde cabe la información fílmica que cada uno forjó. A principios de 2005, tuvieron un punto de convergencia total: a ambos les conmocionaba la idea de reivindicar la figura del antihéroe. Aquel personaje que, de tan humano, se puede aventurar desde el abismo a las máximas conquistas morales y caer en sentido contrario. En términos formales, los dos deseaban llegar a una historia de la que ellos quisieran ser espectadores, una por la que se cruzara su gusto por la épica del western, a la Sergio Leone, con un protagonista que a ratos fuera frágil y otras veces tan grandioso como para merecer un monumento. Así como los referentes a las películas donde participa un clan que se reparte un abanico de características humanas. En lugar de ponerse pretensiosos aprovecharon bien los arquetipos, los absurdos y las ironías hasta cuajar un guión que llevaron al rodaje a mediados de 2008. “Esta es la película donde manejo más la comedia y donde, de alguna manera, los personajes buscan la redención”, adelanta Gómez. Sin detenerse llegaron a una historia con personajes que


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mutan constantemente, y escenarios que también se transforman: un México folclórico cede lugar en cámara a los espacios citadinos de Los Ángeles y de allí a sitios áridos del Oriente Medio donde se libra una guerra de una crudeza tal que, incluso, Julián Pérez (el personaje protagónico), oriundo de un país agitado, desconocía. Los rodajes en el desierto de Coahuila, Estados Unidos y Turquía justifican en parte la magnitud de los costos de producción y, en términos estilísticos, explican la fuerza visual del filme. “Se cuidó que la película funcionara con o sin efectos especiales; entre más reales sean las cosas, más impresionan”, explicó el guionista, quien se involucró hasta en el proceso de rodaje, muy de cerca a Gómez. Payó se encargó, en efecto, de coordinar diálogos en el set. Sobre todo aquellos que precisaron del trabajo de traductores del español al inglés, al ruso, al árabe y al turco, las lenguas que se cruzan en el filme. La cinta con música de Mark Mothersbaugh de DEVO y Los Tucanes de Tijuana se estrenará en México, el próximo 18 de marzo, muy pocos días antes del arranque de la edición 26 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG26), el encuentro fílmico que en el 2002 galardonó a Beto Gómez con el premio del público a Mejor Película por El Sueño del Caimán. “La película ya tiene distribución fuerte en Estados Unidos y eso le permitirá encontrar otro público que puede ser muy importante para una película como El Soldado y a partir de ahí comenzaremos a buscar las compras y el interés en otros países”, adelantó Gómez. Beto Gómez aprendió de la mejor escuela: la práctica Beto Gómez nació en Culiacán en 1969. La constante mudanza de su familia y su propia búsqueda de oportunidades y experiencias en otros países lo llevaron a vivir

en distintas ciudades, desde la Ciudad de México, Irapuato, Celaya, Matamoros y Guadalajara hasta Boston, Nueva York, Vancouver y Madrid. Disfrutó el cine desde chico y lo marcaron especialmente en diferentes etapas de su vida el trabajo de Steve McQueen y películas como El libro de la Selva, Los olvidados y Ed Wood. Estudió Ciencias de la Comunicación en Guadalajara, pero en ese entonces no pensaba dedicarse a hacer películas. Fue hasta después que, por una chica, decidió estudiar cine en la ciudad de Vancouver. De regreso a México, un español que conoció en un bar le ofreció su boleto de avión. Así llegó a Madrid y comenzó a trabajar como mesero en un restaurante donde conoció al productor Elías Querejeta, quien lo acercó al mundo del cine. Decidido a hacer su primera película regresó a México. Así aprendió sobre la marcha, durante la realización de su primera película, El Agujero. En una semana terminó el rodaje y viajó de regreso a España para la postproducción. La película se presentó en el Festival de San Sebastián y su aceptación logró lanzar el largometraje a otros festivales internacionales. A partir de entonces se le presentaron oportunidades para producir una siguiente película, pero ansioso por rodarla regresó de España de nuevo a Guadalajara. Las dificultades para rodar El Sueño del Caimán (FICG17) lo hicieron darse cuenta del verdadero reto de hacer cine. Beto comenzó a trabajar con Payó en Puños Rosas (FICG20) y a partir de entonces formaron un equipo. Juntos empezaron a trabajar en el sueño de hacer un proyecto interesante y retador, una película como la que ellos querrían ir a ver al cine. Así nació Rescatando al Soldado Pérez.


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Avenida Inglaterra: la cicatriz caminada txt: Fernando Hernández Becerra "Micro"

El domingo 13 de febrero, en la víspera de un aniversario más de la Perla Tapatía, un grupo de ciudadanos de a pie —nada más literal— hicimos una caminata de 23 kilómetros por avenida Inglaterra con el objetivo de dimensionar las consecuencias que un proyecto ambicioso como la Vía Exprés, una autopista elevada de peaje que promueve el gobierno del Estado de Jalisco, puede tener en la calidad de vida de los tapatíos. Antes que una vía de paso, avenida Inglaterra es un muestrario de los grandes problemas que aquejan a una urbe como la nuestra. De la especulación inmobiliaria al desplazamiento de poblaciones indígenas; de paso de inmigrantes centroamericanos que escapan de la pobreza de su país de origen a cotos exclusivos que se encierran sobre sí mismos con su aparente opulencia. Esta es una crónica del paso por las estaciones por las que el Tapatío tour o el Tequila exprés no osarían detenerse.

imgs: Gerardo Montes de Oca & Joy Nuño

Estación: “La tijuanita” Bajé del camión 380 y caminé más allá del periférico. Las vías ferroviarias, los silos de algunas fábricas y la estampa desolada estaban ahí mientras llegaba al punto de partida, en el cruce de avenida Aviación e Inglaterra. “Vamos a hacer un recorrido por esta polémica y prometedora avenida”, enfatizó Alfredo Hidalgo, de CITA Com:plot, organización convocante de esta caminata en coordinación con otras asociaciones y colectivos ciudadanos como el Colectivo Ecologista Jalisco, Ciudad para Todos, Gdl en Bici y FM4 Paso libre. Después tomó la palabra Paco Talavera, antropólogo y doctor con tesis de investigación en San Juan de Ocotán: “aquí es la Tijuanita de Guadalajara”. Este pueblo fundado en 1560 como centro hospitalario y administrativo entre Tala y San Cristóbal de la Barranca, es una zona de tránsito de inmigrantes al mismo tiempo que tiene presencia de militares e indígenas: actualmente 13 etnias que incluyen a los mixtecos y nahuas, entre otras. “Resultado de una mala planeación urbana, es un pueblo

tragado por Guadalajara”, puntualiza Talavera. Este asentamiento, que alimenta de manera constante la nota roja de los medios de comunicación locales, se ve amenazado no sólo por las industrias riesgosas instaladas ahí; si no también, como lo señala Héctor Castañón, candidato a doctor en Antropología social: “por un fenómeno conocido como gentrificación, pues con la construcción de la Villa Panamericana y el desarrollo que ha sugerido la renovación de avenida Aviación, el valor de la tierra aumentaría, obligando a estas poblaciones a desplazarse”. Trayecto: Exclusividad Pocos metros antes de hacer un primer viraje para caminar por avenida Naciones Unidas, en sus primeros kilómetros la calle presume una monotonía escalofriante: a ambos lados de la misma sólo se ven muros elevados de los que asoman tímidamente alguno que otro tinaco y palmeras.


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Son villas encerradas en sí mismas y con distintos nombres alusivos a lugares españoles. No hay estacionamiento para visitas, predominan los anuncios de “Despacio, niños jugando”, y por supuesto: no hay banquetas.

lo rebate: “para que eso ocurriera, necesitaríamos eliminar cerca del 7 al 10 por ciento de los vehículos que tenemos en circulación en la ciudad, para que en la sumatoria final nos dé ese porcentaje.”

Seguridad, uno de los principales argumentos de venta puesto en duda en la entrada de Villas Cádiz en un anuncio: “Les solicitamos respetar la velocidad, sacar sus mascotas con correa y cuidar a sus niños; ya hubo un accidente muriendo un perrito”.

Trayecto: Resistencia

Con esa estampa y el acento extranjero de un inmigrante que le gritó a alguno de los caminantes “dame pa’ una botana, primo”, llegamos al siguiente punto. Estación: “Los arbolitos” Según estudios de la Universidad de Colorado, un árbol tiene un valor anual de 18 mil dólares por el servicio que brinda a su entorno, ya sea por absorción de contaminantes o producción de oxígeno y agua. Quizás de esa forma las críticas y burlas hacia los “abraza árboles” disminuyera. Mario Silva, del Colectivo Ecologista Jalisco, es incisivo al respecto: “nuestras percepciones para con los temas ambientales suelen estar más cercanas a la jardinería que a la ciencia, entonces siempre estamos hablando de los impactos ambientales pensando que van a derribar 'arbolitos'. Un arbolito nos da 8 mil litros de agua al año, nos ayuda a capturar contaminantes como el bióxido de carbono, que es el precursor del calentamiento global y el cambio climático; y captura otros contaminantes como monóxidos de carbono, óxidos de nitrógeno y de azufre”. Para este activista, también miembro del Consejo Ciudadano de Movilidad No Motorizada de la Zona Metropolitana de Guadalajara, el debate no debería de centrarse únicamente en si proyectos como la Vía Exprés o el Macrolibramiento ayudarán al desarrollo o a que las comunidades estén conectadas y se impulse el comercio, “Ese argumento estaba bien para el siglo XX…pero actualmente dichos proyectos tendrían que generar una compensación no sólo de la masa arbórea, sino en más aspectos ambientales: captura de agua y contaminantes, producción de oxígeno y paisaje”. El beneficio que supuestamente traerá a la ciudad la vía exprés, según su promotor Herbert Taylor (ex coordinador general de Innovación y Desarrollo del Gobierno de Jalisco y amigo del gobernador Emilio González Márquez), es una reducción en 2 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Silva Rodríguez

Si este recorrido se hiciera en coche o tren, nada detendría a dichos vehículos y sus choferes más que la eventual estación, caseta de cobro o embotellamiento. En cambio, a pie, la velocidad de desplazamiento disminuye, pero la reflexión aumenta con cada escala que el transeúnte hace para observar. O para escuchar: llegando al único trayecto de los 23 kilómetros de avenida Inglaterra que ha sido intervenido como parque lineal ciudadano, nos recibe un estruendoso sonido de tráfico veloz, claxon y barullo característicos de una supervía. Afortunadamente son sólo unas bocinas instaladas las que recrean el ¿fantasma? de un proyecto como éste. Un grupo de estudiantes que repartió playeras al inicio del recorrido con letras distintas del abecedario para formar acrósticos, le da color al recorrido: “Corruptos”, es uno de los variados mensajes que se formaron durante la caminata. Estación: Pajarito “Si ustedes se ponen sobre el eje de la avenida Arcos, van a ver que el pájaro en perspectiva pareciera que bebe agua de la fuente que tenemos al fondo, en la glorieta donde confluyen Arcos y Niños Héroes” contextualiza Mónica del Arenal, Máster en Restauración de Monumentos de Arquitectura por la Universidad Politécnica de Catalunya, sobre la escultura “El Pájaro” del artista Mathias Goeritz. La escultura, ubicada sobre la avenida que toma su nombre por los Arcos de avenida Vallarta construidos en 1942 para conmemorar el 400 aniversario de la fundación de la ciudad, corre el riesgo de ser eclipsada totalmente si la vía elevada se construye: “a nivel latinoamericano es un hito que se generó de arte abstracto, se trata de ir construyendo ciudad a partir de lo que ya tenemos y es revalorarlo para generar turismo con los elementos que tenemos”, añade Santino Escatel, del proyecto Sector Reforma Arte Contemporáneo, quienes gestionaron recursos y una creativa estrategia para mantener en buen estado dicha escultura y la zona en la que se encuentra: “hicimos un proyecto que generara actividad y retomara este hito… a partir de eso diseñamos un área que contara con skatopistas y diferentes funciones para diferentes


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edades…se trata de ir construyendo ciudad a partir de lo que ya tenemos y revalorarlo”, concluye. Trayecto: Miedo Hubo un momento en que evadimos la realidad. Pueblo viejo, una comunidad que no rebasa una manzana de extensión territorial, despierta cautela entre los policías, que junto a algunos elementos de vialidad nos recomendaron no pasar por la zona. “La violencia que nosotros generamos rechazando como ciudad ese espacio, es la misma violencia que recibimos de regreso”, reflexiona Héctor Castañón al respecto. Estación: Inmigrantes Al llegar diariamente a Guadalajara –y sin saber que están en Guadalajara— los 8 a 10 inmigrantes provenientes de fronteras al sur de nuestro país llevan alrededor de 15 o 20 días de camino montados en tren, con frío y hambre. Esta información, documentada por la organización FM4 Paso libre que da apoyo a inmigrantes, es sólo un ángulo del problema: “La condición de violencia e inseguridad por lo que los medios nos dicen que hay en el sur, secuestros, extorsiones, amenazas. Y el mismo hecho de que el inmigrante

tenga que asumirse como alguien que no vale nada, yo creo que eso es lo peor de lo que tiene que vivir un migrante”, asevera Chuy Bravo, miembro de dicha organización con 4 años de existencia.

variable con personas de distintas edades, estilos, fobias y filias —unos venían por encargo y otros más por convicción— y piernas cada vez menos dispuestas a seguir avanzando.

El contingente que “le sacó la vuelta” a Pueblo Quieto, escucha hablar a Chuy desde la tranquilidad del andador colindante con el Museo Raúl Anguiano, a unas cuadras de la avenida protagonista. “La vía exprés cambiaría la dinámica: el migrante centroamericano al llegar aquí a Guadalajara tiene que bajarse del tren, pues es una zona restringida en lo que va del Álamo hasta Federalismo, a donde llega caminando a esperar a que salga en la noche el tren...no pueden subirse a un camión y pagar un boleto porque si migración o militares los agarran los deportan”. Héctor Castañón finaliza: “cuando apoyamos a esa gente apoyamos a una serie de familias en su lugar de origen”.

De hecho, al llegar al parque González Gallo, más de la mitad del grupo dio por concluida su caminata. Quizás fueron los lonches de pierna que invitaban al sopor bajo la sombra de un eucalipto: error fatal de un caminante.

El trayecto: final y difuso… …Porque no volvemos a encontrarnos con avenida Inglaterra el resto del trayecto. Lo demás fue un serpenteo por calles angostas, agentes de vialidad deteniendo el tráfico para que pasara el contingente —en un domingo a medio día— diálogos de brevedad

El resto continuó su camino sin reportar novedades, salvo lo que se esperaba conforme avanzáramos hacia oriente: moteles, banquetas angostas y calles sucias. Cruzamos el último puente peatonal –ese que está entre dos gasolineras poco después de entrar a la ciudad por carretera a Chapala— y desembocamos en un camellón de nulo valor simbólico o turístico. Ahí, Alfredo Hidalgo exhortó a los que completaron la caminata a que compartieran sus conclusiones mientras un paletero de los de antes hacía su agosto. “Cuando las cosas se hacen mal, normalmente decimos que se hacen con las patas, pero en esta ocasión, lo que se hizo con los pies tuvo el efecto contrario”, dijo uno de los que se animaron a tomar la palabra. El resto, sonreímos. La ciudad, mientras tanto, espera indecisa.



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¡Ay los hombres! txt: Débora Rosas González

img: Paola Ortega

La siguiente historia cuenta una de esas muchas aventuras que se tiene que aventar de oídos una buena amiga, cuando no le queda de otra más que ser eso: una buena amiga. Y el que parece cliché de "así son los hombres", flota en la historia de principio a fin, qué le vamos a hacer. Sonó el teléfono a las ocho de la mañana: era mi amiga la Cigarra, así le digo porque fuma como chacuaco. La escuché preocupada, vacilante. Total, la mujer estaba angustiadísima. Me pidió que si podía ir a su casa en la tarde a tomar café, porque tenía que contarme algo. Claro, mi chula, le dije, por ahí estaré. Ya no pude estar tranquila, toda la mañana pensando en qué cosa le había sucedido. De seguro, pensé, era cosa de hombres, ¡Ay! Me dejó vacilante. Dice mi marido que yo debería poner una consultoría o algo parecido, porque soy muy buena para que la gente me cuente sus problemas, pero sobre todo para darles solución. Pero bueno, total, a las cinco en punto ya estaba yo tocando la puerta de su departamento. Desde que le vi la cara, lo supe: sí era cosa de hombres, ¡Ay, te digo! Pasamos a la cocina, y puso las tazas con el agua en el micro; yo me senté y saqué mis cigarritos; su perro que se llama Trespeleque me lamía los pies, y yo con ganas de darle una patada y mandarlo a Saturno. Mientras el agua se calentaba, y ella sacaba el café, el azúcar y las galleticas, y hablaba de otras cosas sin importancia, yo por dentro decía: y ésta a qué horas suelta la sopa. Hasta que ya no aguanté más y le pregunté, ¡Ay! ¿Pues que pasó, mi chula? Suspiró hondo y puso el agua en las tazas, se sentó junto a mí, y empezó a prepararse el cafecito; prendió su cagarrillo, y a la

primera bocanada de humo, empezó a contarme lo que le pasó; puso ojos de helecho deshidratado: ¿te acuerdas de Roberto, mi galán de toda la vida? Pues empezamos a salir de nuevo, nos pasamos una semana deliciosa, fuimos a pasear con sus hijos, a cenar, a bailar, intercambiamos líquidos, rumores, total que no puedo quejarme; el hombre es un caballero, ya cincuentón, divorciado, viste muy elegante, es todo estética, ¡Ay! Se ve tan fresco. Y entonces le pregunté: ¿cuál es el problema? Ay amiga, pues resulta que el lunes por la mañana, él se fue a su oficina, yo me quedé y le dije que como a las 12 nos hablábamos para vernos; fue entonces que me quité mis dientes postizos, nada más estos cuatro (y los señaló con el dedo), los puse en el buró para descansar tantito, me distraje haciendo otras cosas y no me di cuenta cuando entró su perro. Al rato que busco mis dientes para ponérmelos y pues anda tú, nada de dientes, los empecé a buscar por todos lados, y fue cuando me di cuenta que el perro los tenía en el hocico, todos mordisqueados. Me puse pálida y los latidos del corazón se aceleraron, mi pulso herido andaba de un lado a otro, enloquecí, me puse frenética: Dios, pensé, ¿y ahora qué hago? Le hablé por teléfono al hombre, y le dije que ya me iba a mi departamento, que en una semana lo buscaba, “Pero flaca”, me dijo, qué mala cara viste, por qué tanta prisa. Luego te cuento, le contesté.

¡Ay! A esas alturas, pues yo también estaba sorprendida, apenas me enteraba después de 10 años de conocer a mi amiga, que no tenía dientes, ¡Ay amiga! ¿Y que hiciste? Pues qué voy a hacer, me dijo ella, me vine a mi departamento y aparte sin dinero para mandarme hacer unos dientes urgentes, pero eso no es todo, tuve que contarle a Roberto lo que había pasado, y como la culpa fue de su perro, le pedí que me ayudara económicamente para reponer mis dientes. El muy desgraciado me dijo que ahorita está muy gastado, que no tenía, que lo esperara un poco. De esto ya hace como otra semana, ya ni los mensajes me contesta, me dijo mi amiga muy triste con sus ojos que navegaban siguiendo el humo del cigarrillo, y se estrellaban en el cristal de la ventana; fue entonces cuando me preguntó: oye amiga, dime la verdad, ¿tú crees que me dejó de hablar por el dinero que le pedí o porque no tengo dientes? ¡Ay! Santas preguntas, ¡ay! Soplo del amor, ¿cómo herir a mi amiga en esas circuntancias? Claro que no, mi chula, todo fue por el dinero, si a los hombres nada más les pide uno apoyo y huyen como San Juan de los Conejos; es una cucaracha, un escarabajo borracho. Qué sé yo. ¡Ay! Tú no te preocupes, me despedí, y allí quedó ella con el soplo del amor, y el entusiamo como deuda. ¡Ay los hombres!


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Manual de fútbol para turistas, ilegales y expatriados txt: Karina Sainz Borgo

imgs: GNU License

Una patria que se juega con los pies, así denomina al fútbol la autora de esta magnífica crónica. La visión y agudeza para tejer el fenómeno de la inmigración y el balompié en la España actual, convierten a este texto en un entrañable relato. En verano de 2008, un cayuco con cuatro cadáveres –los otros diez los habían arrojado al mar– y 55 personas vivas llegaron a la isla de la Gomera provenientes de Senegal. Los sobrevivientes, interceptados por una lancha de la policía, formaron parte de los 13.000 náufragos ilegales que ese año intentaron pisar territorio español. Ellos entraron vivos en las estadísticas. Cerca de 7.000 no lo consiguen, se los traga antes el mar. Año tras año, África expulsa a los suyos en un viaje de más de 1.500 kilómetros y cinco días desde Mauritania hasta el norte de las Islas Canarias, la ruta más transitada para quienes deciden emigrar. Existen otras cuatro formas diferentes de llegar al archipiélago canario, cada una con un precio cercano a los 600 euros por tripulante, aunque si el cayuco parte de Marruecos, el viaje asciende a 1.500, según cifras aportadas por La Cruz Roja. En estas barcas, de unos 25 o 30 metros de largo, pueden viajar entre cien y ciento treinta personas. Campesinos, cabreros, mecánicos, pescadores, universitarios. Se calcula que las mafias que comercian con la inmigración ilegal ganaban cerca de unos 75 millones de euros anuales entre los años 2008 y 2009, antes de la crisis económica –la cifra de desempleo en España creció de 11% a 18%– que hizo descender a sus mínimos históricos los niveles de inmigración ilegal. Los traficantes de migrantes son a su man-

era, coyotes del agua. Su trabajo es embarcar, y embaucar, a los pasajeros. El resto lo hace el mar, la suerte o la muerte. Los hombres que desembarcaron ese verano llevaban casi una semana conviviendo con una purulenta tripulación de cadáveres en descomposición. Llegaron a tierra cual pasajeros de una barca fúnebre. Después de pasar los controles médicos y aún a la espera de una respuesta sobre la legalidad de su estatus en suelo español, uno de ellos compareció ante la prensa española, que no tardó en hacerse eco de su historia. Tenía los ojos negros y la piel brillante. Los dientes blancos y la mirada desenchufada. Parecía un hombre que llega del infierno como si se tratase de un lugar normal. A la espera aún sobre su posible repatriación, este estropeado marinero, este Ulises pinchado en su barca de hule, dijo haber cumplido, al fin, su sueño. No sólo había llegado a España, sino que lo había hecho vistiendo una camiseta del FC Barcelona, un sentir que bien podría ser una marca pero que arranca furores incluso en lugares como Sierra Leona. El sujeto pronunció sus palabras como quien está en trance: mirando hacia ninguna parte y vistiendo los jirones de algo que en algún momento fue una sudadera de rayas azules y granate. El negro, de ojos sin corriente, llevaba puesta la camiseta con el dorsal 10, el número del delantero


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Oemar/Alvar @ Wikimedia Commons


{ KY magazine No. 26 | Marzo 2011 } Zósimo @ Wikimedia Commons

derecho argentino Lionel Messi, quien también había cruzado una extensa mancha de agua para llegar a España, de otra forma, pero la había cruzado diez años antes, en 1998. Messi, nacido en Rosario, Argentina, llegó a Barcelona siendo apenas un adolescente con problemas de crecimiento. Pero tras dejar apalabrado y firmado su contrato en una servilleta, se convirtió en el niño prodigio de La Masía, la cantera azulgrana de la que han salido prodigios como Guillermo Amor, Pep Guardiola, Xavi Hernández y Charles Puyol. Al momento de entrar en La Masía, Messi tenía apenas 13 años. Lo habían rechazado en el River; era demasiado pequeño para su edad. Hoy apenas alcanza el metro setenta, estatura suficiente para ser el Balón de Oro 2009, el primer argentino en obtener el premio que entrega la revista France Football y el séptimo azulgrana después de Luis Suárez, Cruyff, Stoichkov, Ronaldo, Rivaldo y Ronaldinho. Cosas del mar... *** Anfiteatro del Camp Nou, distrito de Les Corts, Barcelona. El Templo culé –y catalanista- en pleno y más agudo orgasmo. Las gradas desde donde veo el primer tiempo de los azulgrana contra el Valencia limitan con el palco de Joan Laporta, en aquel entonces todavía presidente del equipo y canciller deportivo del independentismo catalán. No en vano, meses después, justo antes de que el Tribunal Constitucional se pronunciara (sin hacerlo finalmente) sobre el Estatut y tras lograr el triplete de Champions, la Liga Española y la Copa del Rey, un henchido Laporta se lanzó a la calle para pedir respeto a la soberanía catalana. Lo hizo varias veces. La primera a luz del día.

La segunda, de madrugada y con antorchas, durante la conmemoración del 69 aniversario de la muerte del último presidente republicano de la Generalidad, Lluís Companys, quien fue fusilado por fuerzas franquistas en el foso de santa Eulàlia del Castillo de Montjuic, en 1940. A mi lado, un par de ancianos hablan en el más puro y duro de los catalanes. Una orgía de eles y plaus imposible de descifrar para cualquier oído pedestre. Los hombres no se han dirigido a nadie en castellano. Puede que no les interese, que no lo necesiten, o que en este estadio nadie hable español y aún no me haya dado cuenta. La megafonía canturrea, también en lengua local y sin traducción, las señas de un niño perdido que espera a sus padres en la puerta número 56. “El nen extraviat, a la porta número cinquanta-sis”. Dos filas más atrás, un hombre de piel negra –brillante, casi como una piedra lisa y pulida- grita improperios y vítores. Lo hace en un español defectuoso y provisional, un español incompleto y rudimentario pero profundo. Lanza palabras que parecen dichas por un niño. Palabras incompletas, cortadas, casi nuevas y poco aceitadas. “Gudjohnsen, tío, no vales para nada. Para nada”. Y aunque le faltan acentos y vocabulario, al voceador le sobra razón. Miro al campo y compruebo las afirmaciones de mi vecino de grada. Eidur Gudjohnsen, el que en ese entonces era el centro campista islandés de los catalanes para la temporada 2006-2007, era un paquete. Por eso lo traspasaron al Mónaco. Pero Gudjohnsen era lo que menos importaba en este momento. Era la piel brillante del hincha y sus palabras poco aceitadas. Eran sus gritos y su emoción. Me di la vuelta


( 36 / 37 ) Kieran Lynam @ Wikimedia Commons

Su grueso forro polar. Sus manos toscas, hinchadas de cargar cosas. ¿Qué hace este hombre? ¿En qué trabaja para costearse una entrada en esta zona de rancios y abonados catalanes? Su voz parecía la uña que chirría contra un pizarrón. Una electricidad que enciende cuando alguien es capaz de asignarle al césped del campo la condición de una patria a la que sí parece invitado. El hombre continuó gritando improperios contra Gudjohnsen ¿Y quién se supone el resto para sospechar de su abono, la elección de su patria o lo que sea? La pareja de ancianos catalanes mascaba palabras incomprensibles, mientras yo me quedé mirándome las uñas y los prejuicios. Los afectos ciudadanos que despiertan el azul y el granate del Barça suponen una heráldica cuyo efecto se equipara a las cuatro barras rojas de la bandera catalana. Recoge Robert Hughes, en Barcelona La Gran Hechicera, la leyenda que atribuye las barras de la bandera catalana a una leyenda según la cual éstas son las marcas que dejó el hijo de Carlomagno para Wilfredo el Velloso, el fundador de la independencia nacional de Cataluña. Tras mojar sus dedos dentro de la herida del guerrero Velloso, rascó el escudo con las yemas dejando cuatro trazas de sangre. Cuatro líneas rojas y rectas. Las mismas que hoy dan ritmo a la bandera catalana. La leyenda, insiste Hughes, jamás ha sido confirmada, porque las fechas de muerte de ambos personajes son demasiado remotas, valga acotar. Más allá de eso, nadie supone una escena de ese tipo con el suizo Hans Gamper y los 12 culers con los que fundó el Club, pero la épica es necesaria, de lo contrario, quién cruzaría el mar en una barca llena de cadáveres vistiendo las espaldas con la réplica futbolera del garabato guerrero.

Hay quienes dicen, entre ellos Kevin Connolly y Rab MacWilliam en Campos de Gloria y Senderos Dorados, que las rayas de la camiseta culé, se supone, están inspiradas en los colores del Merchant Taylor’s, el colegio privado al que asistió Alfres Whitty, el primer capitán del equipo catalán. Pero ninguna patria, sea propia o adoptiva, puede ser aséptica. Para que sea propia o deseada como tal, necesita una mise en escène. Y la ciudadanía del balompié no escapa a esas coreografías cívicas. Necesita danza, arrebato. El Cant del Barça podría ser el himno nacional de una nación de inmigrantes. "No importa de dónde vengamos, si del sur o del norte, pero estamos de acuerdo, una bandera nos hermana". Y a pesar de eso, la versión oficial, compuesta en 1974, está íntegramente escrita en lengua catalana. He ahí el extraño cosmopolitismo barcino, imposible de descifrar, incluso en el himno de su club de fútbol. Esa patria se juega con los pies. Su himno es la muchedumbre y la dirección de su estadio un pase que sigue la avenida de la Diagonal. Aquí todos tienen derecho a pitar por igual. El hombre del español poco aceitado, el chico que no llega al metro setenta, el malhumorado abuelo de las “eles” y los “plaus” y hasta el mismísimo xarnego de Juan Marsé del barrio El Carmelo. En medio de todos nosotros hay demasiado césped, también enormes manchas de aguas, cercanas o remotas, pero suficientes para nadar durante toda la eternidad. Y entonces me da por pensar de nuevo en el hombre del Cayuco que pisó España con la camisa del Barcelona. Pienso en él mientras muerdo, sin mucha convicción, la cáscara salada de una pipa.


Excipiente { KY magazine No. 26 | Marzo 2011 }

Altas horas txt: José Israel Carranza

Lo mejor era el suave estruendo que iba intensificándose hasta convertirse en una forma imbatible del silencio: bajo el rumor de las conversaciones, o confundiéndose con el trasiego de trastos y las músicas ineptas disueltas pronto en la pareja sucesión de su desgano, alguna vez con un televisor que alguien se habría olvidado de apagar (en el bar: nadie veía el futbol, luego la pantalla comenzaba su delirio casi inaudible, para la edificación y el solaz de nadie), sobrevenía el acallamiento radical del mundo, empezando por los ecos que hacen de la propia cabeza la sede aturdida de convicciones tan trabajadas como estériles, como «el prójimo es imbécil» o «merezco ganar más». Un banco en la barra era particularmente propicio para remontarse sobre esa quietud: delante de un cenicero que hacía horas ninguna mesera había venido a vaciar, media taza de café helado, a menudo un libro abierto en vano —o nada, ni libro ni cuaderno ni nada, que convenía más—, limitarse a observar cómo prosperaba la noche afuera, por los ventanales, y cómo iban fugándose de ella ciertas presencias, aisladamente verosímiles sólo porque la inverosimilitud de su reunión ahí era insuperable. Por ejemplo: una pareja de padres tardíos —o eso había que suponer: la dificultad de hallar explicaciones imponía aferrarse a cualquier posibilidad,

img: Abraham Pérez

por incierta que pareciera—, él pálido y de barba gris y ella con un cutis de parafina, lentes gruesos y melena teñida, acompañados por dos niñas de greñas revueltas, vestidos de fiesta y blancas también, afantasmadas, que dibujaban o picoteaban sus platillos, como si no fueran las dos de la mañana. La única solución admisible era que a esa hora estuvieran soñándose, los cuatro, pero el problema es que la aparición insistía en manifestarse al menos dos o tres veces en la semana. O el viejo ingeniero —profesor de prepa, incapaz de jubilarse— que repasaba incesantemente las hojas en que trazaba los planos minuciosos de un arma antiaérea de su invención (y si uno le tenía paciencia, exponía cómo y contra quién pensaba que podría usarse, y qué beneficio le traería a la patria). Parejas recurrentes, claro, como la que hacían una empleada de Hacienda, de ojos llorosos siempre, y un gordo de camisa ajustada siempre al borde del exabrupto. Una señora de cabeza laqueada, varias capas de maquillaje y cada brazo metido en un tubo de pulseras doradas; un calvo de traje blanco y zapatos blancos y corbata blanca, recostado en su respaldo como si mirara a lo largo de un muelle; grupos de estudiantes de medicina que, por temporadas —días de exámenes—, impregnaban el lugar con una atmósfera forense, seguramente efecto de las preguntas técnicas que

cruzaban; una mujer joven, sola —pero quién no estaba solo ahí—, obstinada en la consideración del rencor que la habría instalado cada noche en la misma mesa; el habitual contingente de deudos que abandonaba por un rato la funeraria vecina para entrar con su negrura y su sobrecogimiento contenido (una vez uno llevaba en las manos una esfera de cristal con peces de colores). Mariachis, policías, borrachos, putas, un taxista que recalaba ahí hasta que lo mató el cáncer de garganta, un anciano doctor que esperaba a su mujer (de un tercio de su edad) para que pasara por él, cerca de la media noche; y el loco insignia del café, Chavita, que platicaba con Benito Juárez o con el Príncipe de Gales en el otro extremo de la barra. Etcétera. Luego, como había descendido, ese silencio admirable se elevaba y las voces, los ruidos, la música o los ecos en la cabeza recuperaban su volumen natural. Hora de largarse. Poco antes de que el sol empezara a desbaratarlo todo, y de que fuera posible —aterradoramente posible— constatar cómo ese café no podía existir sino en las horas irreales en que el único vestigio del tiempo, afuera, es el cambio de las luces de los semáforos, o, adentro, la cajetilla de cigarros indolentemente vaciada. http://azotecarranza.blogspot.com/


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Movimientos en la KY { KY magazine No. 26 | Marzo 2011 }

Los migrantes centroamericanos: esa realidad invisible txt: José Miguel Tomasena

imgs: Juan Carlos Luna

La organización FM4-Paso Libre ofrece desde hace cinco años comida, información y descanso a los centroamericanos que atraviesan Guadalajara escondidos en los trenes de carga rumbo a Estados Unidos. Me dice que se llama Elder, que es de Guatemala y que tiene quince días viajando. Me muestra una cartera sin dinero y sin documentos que sólo contiene el retrato de su hija: Angie Nataly. Pero cuando le pregunto a dónde va, dice: –Eso no te lo voy a decir, güero, porque le avisas a la migra. Ninguno de los otros centroamericanos con los que platico en el comedor para migrantes de la organización FM4 Paso Libre es tan franco, pero todos desconfían. Me miran con recelo, responden con evasivas, sueltan lacónicos sís y nos, o repiten lo que ya sabemos: “Vine porque en mi país no hay trabajo”. “Voy a superarme”. “Busco algo mejor”. ¿Por qué habrían de confiar en mí, después de todo, si en México se les persigue, se les extorsiona, se les secuestra, se les mata? Los que han conseguido llegar a Guadalajara llevan quince días subiendo y bajando de trenes de carga en movimiento, mal comidos y mal dormidos, huyendo de la migra, de las maras, de los zetas. “Vienen muy desconfiados de cualquier persona”, dice Fernando Valencia, encargado de producción y de atención a medios de FM4 Paso Libre,

una organización civil que habilitó un espacio para atender a los migrantes todas las tardes, de 4 a 7, junto a las vías del tren, cerca de la confluencia de Federalismo y Washington. Después de una breve entrevista, Elder y sus compañeros recibieron asistencia básica: una muda de ropa, una regadera con agua caliente, comida, agua, información. Lo mínimo que necesitan para seguir su viaje, que continuará cuando el tren vuelva a pasar, quién sabe a qué hora. FM4 nació por la inquietud de varios jóvenes que habían trabajado como voluntarios en albergues para migrantes en el norte y el sur del país. En 2006, comenzaron a ir a las vías de Guadalajara a monitorear el tránsito de personas, a establecer contacto, a preguntar qué necesidades tenían. Valencia dice que aunque el flujo migratorio en Guadalajara no es tan numeroso como en otras partes del país –al comedor llegan entre cinco y diez personas diarias, mientras que en Saltillo pueden ser trescientas o cuatrocientas al día–, descubrieron “una realidad invisible” escondida detrás de los muros que separan las vías de ferrocarril de la avenida Washington, esa zona oscura, sin alumbrado público.

Lo que comenzó como un grupo de amigos con deseos de responder a esta realidad, se ha convertido en una organización en la que trabajan alrededor de 25 personas organizadas en áreas de trabajo que van más allá de la atención del comedor: desde la atención médica de migrantes lesionados y la sistematización de la información que les brindan en las entrevistas, hasta la relación con medios de comunicación, el diseño y administración de su página web y la procuración de fondos y donaciones. Aunque no aparezcan en los noticieros por ser extorsionados por las autoridades mexicanas o secuestrados por el crimen organizado, los migrantes pasan por Guadalajara, me dice Valencia. “Ya de por sí es denigrante que una persona mal comida y mal dormida viaje en estas condiciones. ¿Por qué tiene que llegar el ser humano a este límite?” FM4 Paso Libre necesita ropa y zapatos en buen estado para seguir apoyando a los migrantes. Si quieres apoyarlos o conocer más de su trabajo, visita su página www.fm4pasolibre.org, búscalos en Facebook (FM4 Paso Libre) o visita el comedor en Av. Inglaterra 280-B. Colonia Moderna.


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El Naranjo ilegal txt: MarieJo Delgadillo

imgs: Grisel Pajarito

Quién que haya ido un sábado al Paseo Chapultepec no se ha topado con un grupo de blues tocando que logra reunir a una buena multitud? Pues son ellos: Naranjito blues, un auténtico grupo de la calle, que no la tiene fácil, pues permiso de la autoridad como tal, no tienen para tocar. Pero tocan, pues la gente lo pide. Sobre la avenida Chapultepec, cualquier sábado a las nueve de la noche en punto se escuchan en el aire las primeras notas que arrancan con fuerza. Poco a poco, la gente se va acercando a escuchar y sobre el camellón semivacío se reúne una cantidad que no cesa de crecer. Cuatro chicos, ninguno de ellos mayor a 25 años, provocan tal amotinamiento. Entre dos guitarras, bajo y batería guían al público, que desde el último censo oscila entre los tres y los ochenta años de edad, por los senderos de aquel blues lento, a veces, lleno de energía algunas otras. Son una atracción obligada de las especies recurrentes al paseo sabatino de la avenida Chapultepec. Un punto de referencia en la ciudad que marca un hito en la cultura callejera. Se llaman Naranjito Blues, y , por ahora, son artistas ilegales. Calle=Blues Charlie, Javier, Abraham y Antonio ganan por tocar en Chapultepec cada semana lo que la gente deje en el estuche de la guitarra que posan frente a ellos, pero lo cuentan con una sonrisa. Asi ha sido por los últimos tres años, desde que este grupo de amigos de la infancia se juntaron para tocar “ahora sí en serio”. Idearon un proyecto, “Calle=Blues”. El Blues, me cuenta Charlie, nació de las personas que tocaban en las calles, como podían y donde podían. Porque podían. Y ellos también pueden. Invitan al público a cerrar el semicírculo alrededor de ellos y sus instrumentos mientras se divierten en una actividad tan íntima, que los presentes no podemos evitar sentirnos vouyeristas. No hay tarimas, ni gorilas de seguridad, ni asientos de segunda, ni vallas. Cuando uno pasa con prisa, puede hasta golpearse con la guitarra de alguno de ellos. El fin del camellón de

avenida La Paz y Chapultepec es tan suyo que ya se menciona para situar, no es raro escuchar “nos vemos donde toca Naranjito”. Pero cada sábado, para Naranjito Blues, es más difícil continuar con este proyecto que han defendido por tres años. Desde hace unos meses se dió la orden en el Ayuntamiento de inspeccionar la Av. Chapultepec durante los sábados, para levantar a aquellas personas que aprovecharan el paseo sin licencia. Naranjito Blues, entre ellos. Cada semana, inspectores que no se habían aparecido en los años previos, llegan a pedir un permiso que lleva más de cuatro meses en trámite. Los “Naranjitos” no discuten, saben que los inspectores no son los culpables, saben que sólo cumplen con el trabajo que les mandaron hacer. Después de negociar tocan, pero no les permiten la venta de su disco. Piden ayuda a los presentes. “Es triste”, comenta Charlie, “que nosotros que ofrecemos un servicio cultural, que creamos una audiencia para este tipo de música que no solía ser popular, que hacemos esto gratis, por nuestra propia convicción, no podamos obtener el permiso para poder hacerlo. Tenemos la misma calidad que las personas que tocan allá (señala la tarima en los cruces de López Cotilla y Chapultepec), pero lo hacemos gratis. Curiosamente nos toman menos en serio por ello”. La semana siguente se mudan a la otra cuadra de la Avenida Chapultepec, aquella que aún no está regulada, el grupo de escuchas no se reduce, al contrario, crece. El arte callejero es de las ramas más importantes de la cultura en otros países, no así en México. En España, por ejemplo, los grupos de música que iniciaron tocando en las calles se unen con los pintores callejeros. La propues-

ta de Naranjito imita esta corriente, tocan gratis, cercano a las personas en distintos puntos de la ciudad, y esta propuesta gana adeptos. Cada vez más: jóvenes, adultos, y los favoritos de la banda; niños. Los niños comienzan a educar a sus padres, les enseñan a escuchar blues, los obligan a llevarlos a ver a Naranjito, bailan y disfrutan mucho más que cualquier crítico musical. Eso es la cultura, calle, gente. Los músicos lo entienden bien. Los niños también. Poco a poco, Naranjito Blues ha creado un público que los sigue, los aclama y los pide. Y han conquistado escenarios al lado de, por ejemplo, Genaro Palacios y Troker, establecidos artistas referentes en la escena del blues y el jazz nacional respectivamente. Al parecer, el permiso saldrá pronto. Sólo para que Naranjito Blues pueda tocar tranquilo en el lugar que les pertenece por de fault. Cualquier otro punto de la ciudad queda fuera de los límites. Y quién sabe por cuánto más, porque cuando fueron a pedir ayuda a Cultura la respuesta se limitó a: “¿Naranjito Blues?... ¡Ah! Ustedes son los que están rayando las paredes”. Sobre las diez de la noche el estruendo bluesero cesa. La multitud formada (realmente merece el nombramiento) comienza a dispersarse y el estuche de la guitarra ha quedado un poco más pesado. Los chicos comienzan a desconectar sus instrumentos, chicos comienzan a desconectar sus instrumentos, a saludar a las personas que han quedado por ahí, a enredar cables. Vuelven a ser cinco chicos normales. Aunque toda la cuadra sabe que no lo son tanto. Son Naranjito Blues. Los Naranjos Ilegales (por ahora).


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{ KY magazine No. 24 | Enero 2011 }


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Una partida de ajedrez para los ciegos txt: KY Staff

El lunes 28 de febrero a las once de la mañana la KY, fue al parque Morelos, buscó la sombra de un pino que la cubriera del sol y le permitiera una vista hacia el corredor Independencia del Macrobús. Encontrada la sombra, la KY abrazó gustosa a Gloria Pérez, Héctor Nápoles y Yamir Alí Yedet, ganadores del Concurso de Arte Público y Urbano 2010, convocado por el Sistema de Tren Eléctrico Urbano y Macrobús. Participaron en la categoría, Recuperación y Animación del Espacio Público, con el diseño de una mesa y un tablero de ajedrez para invidentes. La mesa es una estructura monolítica de concreto de

imgs: Suelen Jenniffer Contreras

un peso superior a los 600 kilos. Una enorme ficha de tetris blanca. El tablero de ajedrez y las piezas pensados para ser reconocidos por el tacto, guardan un estilo geométrico, minimalista. Frente al pino, sobre la banqueta que separa el parque de la Calzada, se inauguró la mesa de ajedrez con una partida entre el profesor Salvador Herrera Castillo y el señor Paz. Ambos invidentes. Y ahí estará, en la calle, a la vista de todos y para los que no tienen vista, la mesa sobre la que se abre una opción más para el esparcimiento de los invidentes. ¡Enhorabuena!



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Wine+Art: llevando de la mano el buen vino y el arte txt: Mariano de la Parra

imgs: Wine+Art

Una empresa local conjuga en su proyecto arte y vino: lleva buen vino con artes plásticas y deja más que un buen sabor de boca, no sólo por la calidad del producto, sino por la propuesta visual; ahora el tema fue la abstracción, pero vienen más proyectos de los cuales ya les daremos cuenta. De muchas maneras a lo largo de la historia el vino y el arte han estado ligados, sin embargo, la más original y a la vez sencilla forma de armar un proyecto en el que confluyan ambos temas, le tocó hacerlo a Wine+Art, una empresa local que desde el año pasado ha incursionado con mucho éxito en el mercado, con la idea de promover la cultura del vino, ligándola a las artes plásticas. Wine+Art toma en cuenta principalmente a la pintura, pero también a la ilustración y al diseño gráfico dentro de su proyecto. Estas expresiones artísticas se combinan con la viticultura y la enología para lograr una mezcla única entre la contemplación de una obra de arte y la degustación de un buen vino, lo cual provoca los sentidos y logra una experiencia más placentera. La primera entrega del proyecto Wine+Art sucedió en octubre del año pasado, con el vino abstracción100, una entrega hecha para celebrar el centenario de la abstracción en la pintura, el cual comienza a partir de la primera acuarela abstracta de Kandinsky, quien es considerado como el

padre del movimiento. Con el apoyo del "Comité 100 Años de Abstracción", una fundación creada por artistas jalisciences, Wine+Art logró reunir una serie de etiquetas que muestran diversas obras de pintores que forman parte del movimiento abstracto en Jalisco, obras selectas y dignas representantes del arte abstracto mexicano actual. El vino seleccionado para abstracción100 es un tinto artesanal hecho en los viñedos Santa Elena, cosecha 2007, con uvas 80% Malbec y 20% CabernetSauvignon, cultivadas en la zona del altiplano de Aguascalientes, en los límites con el estado de Zacatecas. Una región con mucha tradición en el cultivo de la vid, cuyos antecedentes se remontan hasta 1575 y que hoy en día entrega vinos de la mejor calidad a nivel nacional e internacional. Vino, arte y mucho más Pero hay muchas otras cosas que Wine+Art ofrece, aparte de esta selección para abstracción100. Por un lado, están los vinos de edición limitada y también la personalización de etiquetas: si lo que requieres es hacer un

regalo, un buen vino, con la etiqueta de tu negocio, en Wine+Arte te lo fabrican. Y no tienen que ser muchas las botellas, incluso si quieres regalar una botella a alguien especial con una etiqueta especial, ahí te la personalizan como tú la requieras. ¿Una fotografía? ¿Por qué no? Puedes regalar la botella de vino, con la foto que quieras en la etiqueta, para conmemorar aniversarios o cumpleaños. También tienen accesorios, como sacacorchos o portabotellas. Y la cosa no para ahí, porque pronto habrá muchas otras sorpresas, proyectos que ya cocina Wine+Art y que nos compartirá muy pronto. Wine+Art Av. Vallarta 5055-A7 Colonia Real Vallarta 45020 Zapopan, Jal. Tel. (33) 36290138 contacto@wineart.com.mx Y en Facbook: www.facebook.com/wineartmx



Pedealeando en el velódromo más pequeño del mundo txt: KY Staff

imgs: Red Bull México

¿Qué se puede hacer con una bicla en una pista de 13.5 m de largo, 7 m de ancho y 2.4 m de alto? Mucho y a mucha velocidad. El pasado 4 de marzo Red Bull Mini Drome logró reunir a lo mejor de la escena fixie de México en nuestra ciudad. Red Bull Mini Drome reunió a los mejores representantes de la escena fixie en México. Dentro del Blossom Trendy Club de Guadalajara, 60 competidores provenientes principalmente del Distrito Federal y de la capital jalisciense, pedalearon con todo para coronarse como el rider más veloz y audaz del país. La ausencia de frenos de las bicicletas, así como el tamaño y forma del velódromo (una pista de 13.5 m de largo, 7 m de ancho y 2.4 m de alto), hicieron de esta carrera un acontecimiento único. Las eliminatorias (time trials) comenzaron desde las 5 de la tarde, y durante minuto y medio cada participante luchó contra reloj por hacer el mejor tiempo. Los 32 más rápidos estuvieron listos en punto de las 21:00 hrs para luchar por su lugar en la final. Con un lleno total y al ritmo de DJ Bacter, los cientos de asistentes fueron testigo de una peleada competencia, en donde cada participante tuvo 10 vueltas para intentar alcanzar a su rival. Durante las rondas eliminatorias por pareja, fue el norteamericano Austin Horse quien hizo el mejor tiempo, y aunque no calificó de forma oficial por ser invitado espe-

cial, al terminar la competencia hizo una ronda de exhibición contra el ganador. La velocidad y la adrenalina estuvieron presentes de principio a fin… Y el ritmo también lo estuvo: Justo antes de la final, MC Cano y el Rythm Invade Crew (considerados uno de los mejores grupos de B-Boys de México) invadieron el centro de la pista con improvisaciones sonoras y corporales que levantaron el ánimo de todos los presentes La contienda final fue entre los tapatíos Octavio Chetto y Adrián Martínez. Aunque el ciclismo de montaña es la disciplina que ambos practican de manera profesional, sin duda su precisión y rapidez evidenciaron que también son maestros de la bici fija. Tras varias reñidas vueltas, fue Chetto quien se coronó campeón. “Tenía muchas expectativas para este evento, desde que me enteré no quise perderme la oportunidad de participar en algo tan espectacular, sobre todo porque nunca antes habíamos corrido en una pista como ésta. Ha sido muy sorprendente, le agradezco mucho a Red Bull por esta oportunidad y espero poder correr otra vez el próximo año”, expresó el ganador.


Tapatíos del otro lado del Atlántico txt & img: Laura Padilla

“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”, dice El Quijote. Por eso la autora de este relato nos comparte una visión muy particular de los tapatíos –y podríamos generalizar y decir mexicanos– en el extranjero. Creo que la vida puede ofrecer algo más. Por eso hace unos años decidí irme a vivir a Londres. Tenía algunos contactos y estaba emocionada: una nueva ciudad, una nueva cultura, una nueva vida. Siempre me han chocado las convenciones sociales: hacer las cosas porque te tocan y tener un futuro limitado a estudiar, casarme, tener hijos, nietos y después morir. En Londres me llamó la atención encontrarme con muchos compatriotas de clase media trabajando como meseros, bar tenders, lavaplatos, cocineros, etcétera. Es decir, labores que jamás aceptarían realizar en México, pero supongo que pensaban que hacerlo en inglés era "cool". Me pareció interesante: “Nuestra mentalidad cerrada y clasista debe estar cambiando”, pensé. Poco a poco me di cuenta que las reglas de este grupo social no eran muy diferentes a las de México y que prácticamente, parecía como si nunca hubieran salido del país. Todos vivían en una calle a la cual llamaban, cariñosamente, "Guadalajara Street". Por si fuera poco, un día a la semana, se reunían en un bar, donde escuchaban a Christian Castro, Paulina Rubio, Luis Miguel, Maná. Yo no entendía muy bien lo que pasaba. ¿Si quieres juntarte solamente con mexicanos, vivir con mexicanos y escuchar música mexicana, por qué no te quedas en México? Te sale mucho más barato comprar una Coronita en Jalisco que en Londres. Este tipo de cuestionamiento nunca fue bien visto por el clan.

En una ocasión asistí a una fiesta en donde el consumo de pastillas era bastante común, por lo que la bebida más solicitada en la barra eran botellas de agua. Me encontraba bailando al ritmo de la música cuando un chico con bastante gel en el cabello, camisa abierta hasta el ombligo y zapatos picudos, se me acercó. Lo había visto trabajar en el mismo restaurante que yo. Me saludó y me preguntó si quería venir a tomar una copa de "Don Peri". Miré hacia la mesa donde se encontraba, y alcancé a ver una botella de champagne Dom Pérignon. Probablemente eran las únicas personas en el bar sentadas alrededor de una mesa, con una botella en medio como trofeo. Le agradecí con una sonrisa y me fui. Una amiga me dijo que para ella un libro es bueno cuando después de leerlo, nunca vuelves a ser la misma. Para mí, con los viajes pasa lo mismo. Al cabo de un año me fui de Londres. Supongo que ellos también regresaron, y es posible que en este preciso momento estés cerca de alguno. Ahora trabajan en compañias transnancionales, se casaron, compraron una casa en los suburbios con una hipoteca a cincuenta años, tienen dos camionetas y dos niños, a los que les celebran su cumpleaños en un salón de fiestas exclusivo, y a los que les dirán cuando crezcan que no es bueno meterse drogas, que no tengan sexo antes del matrimonio y que su mamá ha sido la única mujer en su vida.


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Portafolio { KY magazine No. 26 | Marzo 2011 }

La piel es testigo Celeste Laviani Astrada (Tangónama) “Charlas de cama, heridas que sanan, prejuicios despojados, recorridos dérmicos, geografías nocturnas, ósculos matutinos, momentos que te encuentran, probar, perder los límites, desnudar la mirada, la dermis también tiene voz, dejémosla hablar…” Bienvenidos a mis noches, a mis despojos. Este texto de carretera fue escrito en uno de esos tantos viajes cortos, llenos de argentinomexicanidad, portadores de importantes reflexiones a nivel personal. Algo tienen los kilómetros, o tal vez los destinos. Ahí mismo, sobre ruedas, nació la idea de “La piel es testigo”, de uno de mis personajes favoritos: Tangómana. El viaje comienza en el ir y venir de sonrisas, lágrimas y empatías con mi madre, aunado a la profunda necesidad de expresar lo que la piel dice, de todas aquellas historias que puede contar. Después de unos años me di cuenta que todo lo podría resumir no en letras, no en música, sino en centímetros de piel. El desnudo ha sido una potente forma de sanar en mi vida, el despojo es algo que practico conmigo misma. Despojarse de todo lo que no sirve, o de lo que alguna vez sirvió pero ya no es necesario cargar. Fue entonces cuando mis cómplices, amigos que fungieron como modelos, me ayudaron a aterrizar estas historias, sus historias, en fotografía. Casualmente me encuentro en cada una de ellas. Esta relación modelo-fotógrafo resultó ser una de las más íntimas y sinceras que he logrado. Estoy agradecida, sí, con cada momento que me regalaron, con cada centímetro de piel y la entrega completa de todos. “La piel es testigo”, para una servidora, ha sido un despojo en toda la extensión de la palabra, un atrevimiento, un guiño quedito que nos remite a lo que hacemos en nuestro espacio, una representación dérmica de la libertad. Un lugar donde se invitará a todos a entrar sin prejuicios, e incluso a enfrentarnos a ellos. Es un dejar que la piel hable y nos cuente sus historias sabor a pudor, lágrima, sonrisa, mirada y confesión. Los invito entonces a desnudar la mirada y observar. La piel es un libro abierto para todo aquel que quiera leerla. La dermis también tiene voz... dejémosla hablar. http://www.tangomana.blogspot.com/








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{ KY magazine No. 25 | Febrero 2011 } Moda



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Fotograf铆a: Mayra Concepci贸n Huerta Flores Modelo: Lorenza Esquinca Verea



{ KY magazine Edici贸n Especial: Sexo }


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{ KY magazine No. 24 | Enero 2011 } Moda



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