Déjese invitar un shot by Shakén Mazaya Moreno Fajardo

Dejese invitar un

SHOT SHOT SHOT SHOT

POR: ShakĂŠn Moreno

Nota de la autora| Dicen que el alcohol nosi hace daĂąo, pero somos conscientes que hemos de volver a el, por tusas, celebraciones o solo i porque si. Es por eso que me he tomado el trabajo de i recopilar historias de borrachos provisionales, asi que le recomiendo que se deleite con una cerveza mientras disfruta de esta serie de recuerdos borrosos que varias personas que quisieron plasmar en las siguientes paginas. i

Asi como el alcohol, se prohibe el expendio de ese fanzine a menores de edad. El exceso de alcohol es perjudicial para la salud y los secretos; lo que no es perjudicial es el exceso de recuerdos borrosos de noches de celebracion o de superaciones de ex novios, novias, cuentos o amigos.

Brindemos, porque no hay trago fuerte, i sino personas debiles. i

-Shaken Moreno

menu| Shot de Vodka

Shot de "Guaro"

Shot de Tequila

Whiskey anejo

Chicago Cocktail

Baijiu

Kamikaze Cocktail

Ron

Acompanamientos

Aceptamos todos los

medios de pago “En una salida técnica en Bucaramanga, nos gastamos todo el dinero en trago y no teníamos sencillo para pagar el taxi desde el lugar de la ﬁesta hasta el apartamento, así que una compañera muy caritativa se ofreció a pagarle al taxista en especie (menos mal era un joven calvo no tan feo). Cuando llegamos al destino todos nos bajamos y la caritativa compañero siguió con el taxista. Después de una media hora apareció y todos felices” i Juliette Castro, Bogota. 25 años

shot de vodka “Un día estaba en Barranquilla, me pegué una pea terrible y amanecí envuelto en sábanas en las escaleras de emergencia de un hotel” i

Anonimo, Barranquilla 19 años “Mi novio una vez estaba en una ﬁnca y todos ya estaban mal, vomitando. Estaban todos afuera, y era una ladera entonces todos se estaban cayendo, y el único man que estaba sobrio cogió un pedazo de bambú y le dijo que lo enterrara en el piso y se tuviera de ahí. Resulta que el man estaba tan mal que ¡se clavó la punta del bambú en el pie!, se atravesó el sapato y se partió la i uña del dedo pero estaba tan mal que no supo, no le dolió, sino que se dio cuenta al otroi día” i

Estefania Bohorquez, Bogota. 22 años

shot de guaro “Me fui caducada a Hooters sola y le dije a mis amigas que estaba en un baño en una discoteca, las pobres pensaban que me habían violado o que estaba muerta, cuando la mesera de Hooters con el man de seguridad las llaman pa’ que me recogieran. Me dieron agüita y todo” i

Catalina Garcia, Bogota. 23 años “Me puse muy ebrio y borre cassete aparecí en un apartamento en Chía con una tipa pero ni idea de cómo ni cuándo llegué. Lo bueno es que no estaba fea” i

Juan Sebastian Torres, Bogota. 21 años “Vomité en el lavamanos de Chamois, me dijeron “Alexander ya llegó el Uber”. Y un tipo del baño salió de repente "Alexander vas a dejar el baño así?" y yo quedé como a la verga y lei dije “sí” y me fui” Alexanter Villasmil, Bogota. 18 años

shot de tequila “En mi cumpleaños 18 me embriagué con mis amigos y terminé en un caño sin acordarme de ni mierda” i

Juan Sebastian Torres, Bogota. 21 años “La primera pea que tuve fue en el Garabato, hace tres años, con Emilio. A mí se me perdió un zapato, y a él la camisa Nos tiramos en la mitad del parque, nos dimos trompa’ con unos manes. Él se quedó a dormir en mi casa, se metió a la ducha con ropa, dañó el celular y amanecimos con tiza rosada por toda la ropa” i Anonimo, Barranquilla 19 años “Una vez desperté encuero en la casa de mis tíos. De las dos de la mañana para adelante no recuerdo nada, dejamos de tomar a las 6” Hanner Coronel, Valledupar 18 años

Whiskey

ñ anejo

“Una vez, tomando con la mamá de un ex cuento en ese momento, pues estabamos pensando en volver a intentarlo. Ella me habia dejado por otro tipo literalmente yo cero respeto conmigo mismo. Bueno el caso, entre tragos me quedé a esperarla hasta las 9 en su casa. Con la mamá estabamos tomando whiskey y de un momento a otro yo fui al baño y de lo tomado pues deje la puerta abierta y ella me abrio y me vio, el caso es que seguimos y entre chanza y chanza pues, ajá, me metí con ella. La verdad fue muy buen polvo pero, jajaja, es como que me siento mal, la vieja era casada, aunque pues, no se, fue rico en su momento. Me senti re capo pero ahora me da pena contarlo” i

Anonimo, Bogota 21 años

Chicago Cocktail “Una vez, cuando vivía en Chicago con mi ex, me puse a tomar porque estaba brava con él y cuando él llegó al apartamento y se metió a bañar, yo me escapé de la casa al Mc Donald’s . Estando allá llamé a mis amigos porque quería ir a la playa (estaba en invierno por lo tanto la playa estaba congelada) solo uno de ellos me pudo recoger. La playa congelada y todo, pero fui. Él me llevó hasta allá. Cuando llegué al apartamento, severo escándalo que me armó mi ex, ¡que porque me había ido con un man!” i

Danna Mora, Cucuta 18 años

baijiu “Un amigo estuvo rumbeando en Tianjin sin saber nada de mandarín, se emborrachó re duro y en ese estado tomó un taxi hablándole en español al conductor. Claramente no entendía nada y por obra y arte del espíritu santo llegó a la Universidad de Nankai sin saber cómo. Pensamos que le podría pasar cualquier cosa en la ciudad, primera vez en China, no conocía el idioma y tampoco sabía dónde vivía. ¡Pero todo estuvo chill!” Miguel Acosta i Santiago Martinez

kamikaze cocktail Hace unos años, yo estaba tomando con unos amigos, pero estábamos cuidando El Italiano (local cercano a la Universidad de Los Andes). Era un miércoles. Un grupo, de sociólogos creo, estaban celebrando que habían entregado tesis. Y había una pareja que estaba tomando mucho y, el hombre, más que todo, ya estaba borracho. La pareja sale y entra del bar por el momento, y en un momento la vieja entra recoge las cosas, las maletas, y se van. Lo chistoso fue que una amiga entró y dijo: "oiga, hay un man sentado aquí afuera llorando. ¿quién es? ¿qué pasó marica? Nosotros nos quedamos como que: ¿de quién carajos hablas? y era el novio que estaba llorando, pero, mejor dicho, acojonado. La novia llega y le dice "mi amor, tenemos que irnos ya, por favor", y lo hala del brazo y le dice algo que nos hizo cagar de risa: "yo sé que te fui inﬁel, pero "¡no! ya no merezco vivir, me largo de aquí". El man corrió por la mitad de la acera, dijo "yo me voy a suicidar, voy a buscar un Transmilenio". Nos tocó corretearlo a nosotros, toda la calle. Y el man bajó por detrás del SD (ediﬁcio Santo Domingo de la Universidad de Los Andes). El man quería que lo atropellara un Transmilenio. Nos tocó tumbarlo. ¡Plaz! se raspó todo, pero estaba súper borracho y nos tocó cargar al man y llevarlo. i

Enrique Fuquene, Bogota. 24 años

ron

Es que a mí me pasó cuando yo tenía 17, que yo había terminado hacía muy poquito con mi exnovio y, pues yo estaba como triste y eso, pero yo ya lo estaba superando, mayoritariamente. Pero, por esa misma razón, yo ya me estaba pegando para cualquier ﬁesta. Cómo te parece que ese día me dijeron como "oye, vamos a salir, miremos si hacemos algo", y yo acepté. La persona que me estaba hablando era alguien que a mí me gustaba, que tenía con él clases de guitarra y, cuando nos fuimos para allá, lo alcancé en la circunvalar (que es como una zona rosa) y llegué y estaban todos como comiendo y yo como “fuck, yo pensé que íbamos a tomar”. Entonces se quedaron ahí hablando, como 15 personas y yo como “ay, qué aburrimiento” y, a la ﬁnal, yo le dije como “no, yo mejor me voy. Yo pensé que íbamos a tomar y acá estamos es comiendo”. Entonces me dio que fuéramos a tomar algo y, por alguna extraña razón se pegó un amigo de él que yo apenas conocí ese día, pero me cayó bien. Nos fuimos los tres a tomar en un bar universitario. Me dio mucha risa porque, yo estaba tan triste y tan mal que yo dije como “¿sabes qué”? no me importa, yo pago el trago”. Pagué una de aguardiente y una de ron, algo así fue. El amigo de él dijo que estaba tomando antibióticos y que no podía tomar, entonces terminamos tomándonos todo eso entre el que me gustaba y yo. Tomamos toda la noche, bailé con los dos, pero llegó un momento en el que, no me di cuenta, cerré los ojos, me besé con mi amigo y yo como “fuck”, y dijimos como “bueno, nos vamos”.

ron

Yo ya estaba tan mal que, literal, yo ya no veía absolutamente nada, todo lo veía negro. Y, esos hombres encartados conmigo, yo no era capaz de caminar, de moverme. Mi casa estaba como a tres cuadras, les tocó pedir un taxi, me llevaron hasta la portería. Se quedaron ahí conmigo, como hombres responsables. Yo los escuchaba hablar, pero no veía nada. Pensé que había tomado algo adulterado, y yo “¡marica, me voy a morir!”. Llamaron a mi mamá por el citófono, ella bajó super brava: “no, ¡si ella fue capaz de ponerse así, que ella sola suba!”. Me caí al piso, entonces el que me gustaba dijo que me iba a llevar cargada. Trataron de sentarme para llevarme más fácil, y en esa sentada, yo me vomité, y muy feo. Lo peor de eso no fue que vomitara, sino que el pendejo del que me gustaba puso las manos para que yo le vomitara ahí. Lo más triste fue que sí supe al otro día porqué no veía. Como te dije que yo había hablado con mi amigo, me armé de valor y le escribí. Yo dije “está bien, si nos besamos es porque yo también le gusto”, pero el man, de la forma más decente que pudo, me dijo: “no, mira que soy mucho mayor que tú, y mejor dejémoslo como amigos”. Entonces le hablé al amigo y le pregunté “oye, después de tal punto yo no volví a ver nada, ¿tú sabes qué pasó?”. Me dijo: claro, usted como va a haber visto, si usted lo que hizo fue cerrar los ojos y no los volvió a abrir sino hasta que usted llegó a su casa”.

Natalia Lopez - Pereira 23 años

ñ acompanamientos “En otra ocasión después de una ﬁesta estaba tan borracha que no sabía ni dónde vivía, una muy buena amiga de la U me llevo a su casa pero ella tenía hambre, así que despertó a la mamá y nos preparó sándwiches y me atoré con un pedazo, me puse roja mi amiga comenzó a gritar como loca bajó el papá y el señor intentó darme primeros auxilios pero yo no podía respirar así que metió sus delicadas manos hasta el fondo de mi garganta y me saco el pedazo de sándwiche, al día siguiente yo no recordaba nada pero tenía vomito y me dolía mi garganta (jamás volví a saludar a los papás de mi amiga)” i

Juliette Castro, Bogota. 25 años

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