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Cuentos & Poemas sábado 05 de diciembre 2015 • SIGLO21

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CUENTOS Y POEMAS SIGLO.21

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No espere, envíe su texto

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Edición

Francisco Nájera

P

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Cenizas son, pero cenizas enamoradas Francisco de Quevedo

Agenda Literaria uActividades del 5 al 11 de diciembre ÁRBOL DE PÁJAROS uPaulina Colmenares revisitará el libro Árbol de Pájaros, de Francisco Morales Santos. Se trata de una historia centrada en el mundo de Ixba.

Hoy, a las 15 horas, en Sophos, 4a. av. 12-59, zona 10, Plaza Fontabella. Precio del libro, Q70.

Osbeli Fuentes, qué razón tenías, viejo…

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acercó y me arrebató el teléfono de la mano y me dijo, sabiamente: “Tonito, el día de mañana, cuando seas adulto, recordarás esos viejos amores que un día te hicieron llorar y sentir que el mundo llegaba a su fin, y desearás regresar a esos momentos. Y justamente ahí reirás, recordarás y sabrás que has llegado a esa etapa de la vida llamada madurez. Y obtendrás esas respuestas que hoy no quieres ver o entender… Y al ver a tu alrededor sabrás si tus decisiones fueron las correctas o no. Y me devolvió el teléfono”.

Recordando esa escena al cerrar mis ojos y verme ebrio, sentado con los ojos llenos de lágrimas pensando y casi gritando en mi interior ¿qué sabe mi padre de amor, qué sabe él de lo que estoy “sufriendo”? hoy, curiosamente, solo puedo decir que don Osbeli Fuentes fue muy sabio en aquel momento; fue mi maestro Zen, que como dicen, a un maestro no se le busca, llega a nuestra vida, cumple un propósito y se marcha, hoy te veo a ti, padre, como ese maestro. A mis 38 años solo me resta decir: “Don Osbeli Fuentes (alias Shecas) qué razón tenías, viejo…”

Ahora disfruto al recordar esos momentos y veo a mi alrededor que estoy pagando las consecuencias de mis actos. Mi viejo amaba hablar en público, gustaba de escribir,

de leer y cuidar de las faltas ortográficas; un viejo lleno de sueños… ese viejo con el que tuve la dicha, por una sola noche (y es aquí en donde te comparto mi segundo recuerdo), de sentarme a una mesa y sentir que estaba con mi mejor amigo, ese amigo con el que se puede llorar, con el que se puede brindar, que te escucha. Ese amigo que hoy extraño tanto, ese

amigo que hoy quisiera escuchar y que me dijera: “hijo, no te preocupes, aquí estoy yo... tu papá, tu amigo, tu héroe, tu coach, y si el mundo se viene abajo aquí está mi mano sujetándote con todas mis fuerzas”, con esas fuerzas que solo un padre tiene.

Viejo, mi viejo… dos momentos, dos recuerdos… tu herencia en mi vida… tu lección para mí…

Néstor Omar Wright Fernández nestorw4@gmail.com

I

Fuente de belleza eres La profundidad de la ilusión viene a mí Junto con la melodía de la música No solo te veo sino que también te escucho Devuelve pues con tu bondad La llama que fue arrebatada Acaso pues mi horizonte de vida Me lleva justo a tus brazos No hay cosa más allá de tu cabello No hay infinito más que el de tus ojos Y si el flujo del tiempo me castigase nuevamente/ Podré levantarme

No hay imparcialidad a la hora de escoger Y te escojo a ti sin pensar en otras opciones Dame pues esa oportunidad Sal de dudas y tómame Como el árbol que se aferra a la tierra Déjame ser esa tierra y aférrate a mí Deja crecer tus raíces en mi pecho

H

ace un poco más de un año la luminosa magia ascendió al cielo en forma de espiral para jamás volver.

Cayó la oscuridad en terror nocturno, y la lluvia caía frágil y triste. Susurraba a muerte la zona, ya que había caído el mayor de los que fueron grandes, tras la serie de infortunados eventos, el sueño colapsó inevitablemente, y no hubo lugar tan profundo que se comparara con la profundidad de su tristeza; no hubo lugar para detener la hemorragia de lágrimas que nacían en el corazón y morían en lo seco de las cenizas que quedaban.

Oh, magia, luz de vida, sustento de fuerza, incipiente motivación. Hace un año las flores perdieron su aroma, la felicidad se evaporó y el destino dejó de sonreír. La vida en sí misma dejó de ser vida y dio paso a una muerte incompleta, a una muerte deseada y tan mediocre que no pudo dar por terminado el trabajo.

Así reflexionaba el conde, que había perdido todas las esperanzas, como el brujo que pierde la magia y el atleta que quedó amputado; parecía que la gloria nunca volvería a las manos de aquel conde. Esta historia es de un conde que perdió todo y tras buscar, no encontró nada de lo que deseaba, pero encontró lo que necesitaba.

Hace unos siglos, un conde homenajeado como jefe del ejército del rey había emprendido tres frentes de batalla; la búsqueda de tierras era importante para ese entonces.

Existían otros reinos que competían por conseguir ciertas tierras añoradas por ser fértiles y muy apropiadas para la agricultura.

En el primero de los frentes la lucha era frontal contra un ejército de personas con fuerza terrible; pero sin capacidad estratégica, y tampoco juicio ni capacidad para aprovechar las tierras, en el segundo frente la batalla se daba contra un ejército de mercenarios comerciantes con los cuales se buscaban

Tan bendita

II

nestorw4@gmail.com

ALEJA NDRO AZUR DIA

Hoy, 9 de septiembre de 2015, tratando de localizar información importante de trabajo que había escrito en un cuaderno (que utilizo para temas laborales en la oficina), me topé con una notita que al verla me hizo suspirar y traer a mi mente una escena vivida con mi Sr. padre, la cual atesoro con mucho amor en el corazón.

Debo decirte a ti que me lees, que de él guardo muy pocos recuerdos… disculpa, pensándolo bien, “pocos” no es la palabra adecuada; debo serte honesto y compartirte que únicamente conservo dos recuerdos con él, recuerdos que marcaron totalmente mi vida, recuerdos que no cambiaría ni por un millón de buenos momentos a su lado… ahora las palabras “calidad y cantidad no son iguales”, adquieren sentido.

Hace ya varios años y aprovechando, o más bien abusando de mi “joven” edad, recuerdo que un día dentro de mis primeras borracheras él me vio llorar por ese “supuesto” primer amor. Esa noche, en medio de las gradas que conducían al segundo nivel de la casa quedé sin fuerzas para avanzar por el grado de alcohol concentrado en mi juvenil cuerpo, pretendiendo hacer una llamada a mi amor, al amor de mi vida (según yo), para expresarle mi sentir (situación que hubiese sido totalmente bochornosa al siguiente día) y fue ahí donde se

ia de escribir la histor

Pero por el momento solo quiero hacerte saber Que eres muy importante Solo quiero que conozcas lo que este corazón Desea susurrarte No temas, que el sesgo por tu amor es grande

Néstor Omar Wright Fernández

Roberto Antonio Fuentes de León

años

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El conde y la magia

ILUS TRAC IONE S:

Ahora les quiero contar de la cochinada que me hizo el amor.

Aquí estábamos todos de junto calentándonos con el fuego ese que tienen las llamas que si te le acercas mucho te consume y te deja sintiendo que las cenizas son todo lo que de este cuerpo queda, cenizas que sin embargo queman porque son el rescoldo ese que no se consume aunque haya muerto ya el fuego y en esas estábamos calentándonos juntos uno al lado del otro sintiéndonos arder por las pieles mientras nos avivábamos las ganas que eran como llamas y que nos excitaban a seguir y seguir sintiéndonos con el calor de nuestras ganas inacabables nos parecían nuestras ganas y por eso seguíamos algunos ya derramándonos mientras otros aguantándose que qué de la chingada eso de acabarse tan pronto y sin haberla gozado, sin haberse aguantado para los otros cuerpos que se aflojan y que se vienen así como sin saberlo como sin darse en verdad cuenta.

Pero en todo placer hay siempre una sierpe y allí la sierpe no fue el deseo sino ese amor que exige pareja y no solo compañía sino una sola persona cualquiera con su cuerpo y con sus ganas y sus palabras que te dicen que ahora soy toda tuya y sos todo mío cabrón y de nadie más, es que le pertenecés ahora.

Y esa fue la cochinada que me hizo el amor cuando alentándonos todos juntos nos acercamos al fuego que nos consumía hasta dejarnos rescoldo entre las cenizas todas llenas de gozo al arder.

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acuerdos. Sin embargo, en las últimas semanas, las negociaciones se habían convertido en encarnizadas luchas debido a los deseos de los mercenarios. Por último, el frente que marcaría la historia del conde, el tercer frente, donde existía una lucha contra un ejército especializado en la lucha en montañas heladas, las condiciones eran muy duras para los soldados del ejército del conde, porque los soldados no estaban acostumbrados a la lucha en montaña.

Como era de esperarse, en el primer frente los soldados enemigos eran muy torpes; sin embargo ,su gran fuerza debilitaba las tropas del conde. En el tercer frente, en cambio, el ejército enemigo protegía una fortaleza envejecida con el paso del tiempo, y en los pisos superiores no existía más que la fachada de una construcción vieja y obsoleta; sin embargo, mientras el conde hacía una inspección por el lugar, encontró algo con lo que sus ojos soñaron de esa noche en adelante; una doncella.

Eran tal vez las condiciones del clima, o la luz del sol, pero se veía en aquella muchacha un espíritu trascendental que tocaba cada hueso del conde y más allá, hasta darle un beso en el alma.

Volvía la noche y los soldados regresaban para preparar la estrategia.

Aún las luces iluminan la noche Y tu sonrisa ilumina esta gran ciudad Acompáñame quiero conocer el universo Camina a mi lado Las estrellas alumbrarán cuando nos alejemos de la ciudad/ Pero tu sonrisa también alumbrará mi corazón Tan solo camina, porque lo bello es el viaje Adelante, toma mi mano

III

Tan simple y tan compleja Tan fuerte y delicada Como agua del lago, pacífica y profunda Así es tu mirada Y tu sonrisa, con la que el dolor pierde sentido Con la que la tristeza desaparece Por tu sonrisa las guerras cesarían Y los mares se abrirían Y por tu alegría mi voluntad se fortalece

IV

Tan solo es un momento Un momento que queda en el recuerdo En el espacio infinito de ideas En el cosmos de las emociones Un pequeño regalo Y la sonrisa que trastoca el cielo Que redefine la estética Los filósofos y sabios Jamás lo lograron comprender Y no hay ente que pueda establecer medida Gracias por ese detalle que es tu sonrisa Es tan auténtica Tan tuya Y tan bendita