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Verstappen llega tarde a Arabia

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A Escena, la Banca

A Escena, la Banca

AGENCIAS · EL SIE7E

La rueda de prensa previa al arranque del GP de Arabia Saudita, segunda fecha de

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Fórmula 1, tuvo una ausencia notoria: Max Verstappen. El actual bicampeón del mundo y líder de la 74ª temporada, tras su aplastante triunfo en

Bahrein, sufrió de gastroenteritis en los días previos y recibió la venia de la FIA para ausentarse de la conferencia obligatoria del jueves y llegar tarde al trazado saudita.

“Me siento bien de nuevo, después de no haber estado en forma durante unos días debido a un virus intestinal. Desafortunadamente, tuve que posponer mi vuelo un día, así que no estaré en la pista hasta el viernes. ¡Nos vemos en Jeddah!”, publicó el neerlandés en su cuenta de Twitter. Desde Red Bull también realizaron un comunicado: “Max ha estado sufriendo de dolor de estómago en los últimos días y, de acuerdo de la FIA, no estará en la pista hoy (por el jueves). Que te mejores pronto, Max”.

La llegada de Verstappen se esperaba para la noche del jueves, ya tarde, y así estar listo en el momento del arranque de la actividad del viernes, con dos entrenamientos libres. Además de la atención al periodismo, el piloto de Red Bull se perdió la clásica caminata por la pista que los corredores realizan con los ingenieros. Si bien el callejero de Jeddah ya es conocido para el campeón, hay que tener en cuenta que para este año se realizaron algunas modificaciones.

¿Qué pasaría si el virus estomacal retornara e impidiera a Verstappen correr en Arabia Saudita? Su lugar lo ocuparía Daniel Ricciardo, el reserva de la escuadra de las bebidas energizantes.

En fin, defensa a ultranza y quizá lo que más molestó fue que se afirmó en que nadie piensa en que, a pesar de que todo se ha centrado en el entrenador y su “recomendación”, nadie pensaba en el muchacho y eso nos reclamaron de forma airada, anticipando que lo principal era ganar el pase al regional.

Evidentemente, es por ese tipo de discursos en los que el deporte en Chiapas se está yendo al carajo. Sí, perdonen el exabrupto pero, si no le importa a un padre de familia que un entrenador conduzca a su hijo por el camino de la trampa, evidentemente no podemos después quejarnos de la corrupción, exigirle a la autoridad que “haga su trabajo” si nos dedicamos a defender este tipo de acciones. Es así de sencillo.

Ya después siguen defendiendo a su agrupación, las decisiones de su entrenador y justifíquenlo, solo que no hay espacio para quejas posteriores, porque todo está bien, cuando no somos los afectados. Cuando toca estar del otro lado, nos volvemos radicales y no hay que olvidar que, en el deporte principalmente, cuando hay tantos intereses, algunas ocasiones toca estar en el bando “bueno” pero habrá sitio para que la ocasión nos coloque en el bando contrario y ahí es donde la puerca tuerce el rabo. Somos los más exigentes del respeto a las reglas.

No deben olvidar que es éste un espacio en el que se expresa una opinión; pueden estar de acuerdo, o puede que únicamente quieran contrariar porque no existe paridad en la refleción de cierto tema o cierto personaje, pero como en el Taekwondo y sus combates, es un tema de apreciación. Se nos hace que, por ninguna manera, una triquiñuela puede ser una lección que forme a un deportista integral, es decir, robar y cometer fraude no deben ser normalizados, aunque se disfrace de una viveza de un entrenador, al final, se irrespetó el honor de un deporte que presume por sobremanera, de formar hombres disciplinados.

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