NĂşmero 8. Octubre 2013.
delatripa: narrativa y algo mĂĄs
Revista
Narrativa y algo más Número 8. Octubre 2013. Es un proyecto de la Catarsis Literaria El Drenaje, editada en Mérida, Yucatán. Revista de circulación mensual. Dirigida por Adán Echeverría (romeolobos@yahoo.com.mx). Consejo Editorial: Angélica Santa Olaya, Alejandra Aké Sustersick, Joelia Dávila, Cristina Leirana, Roberto Cardozo, Jorge Manzanilla, Mario Pineda Quintal, Daniel Ferrera y Édgar Damián.
Contenido Encuentro con las letras: El taller literario y sala de lectura del COBAY “Letras en el aire” Rosely Quijano León .......................................... 3 Pensar la literatura en Yucatán Víctor Fernández ................................................ 5 Siento frío Olmy Marrufo ..................................................... 9 La mirada Victoria Martínez .............................................. 10 El sauce llorón José Emmanuel Parra Medina ......................... 11 Un gato que habla Israel Emmanuel Baas Uc ............................... 16 Minificciones del Taller Literario COBAY .......................................................................... 19 Nacionalismo: ¿el héroe o el villano? Luis Ernesto Narváez Mac ............................... 22 Sin libertad, no hay creación ni creatividad Miriam Viviana Herrera Ramírez ..................... 24 Amar la lectura para comprenderla mejor Monserrat Lizeth Mendoza Santiago ................ 28 Haikús o poemas sintéticos .......................................................................... 30 Noctámbulo Hugo Ávila Valdez ............................................ 36 Mi último aliento Daniel Balderas de Dios .................................. 37 Dies bo´ tik Ná / Gracias mamá Wendi Cristina Chan Baas ............................... 38 Dos poemas Omar Romero Rodríguez .................................. 39 Besos húmedos Isabel Manrique ................................................ 40 Luna Karina Uicab .................................................... 42 Ausencia de nubes Lidia Victorín Chin ........................................... 43 Destierro al olvido Monserrat Lizeth Mendoza Santiago ................ 46 delatripa: narrativa y algo más
Más allá de la misoginia: la metaviolencia Susana Mota López .......................................... 51 Torturado Gonzalo Vilo ..................................................... 57 Arrullar la muerte Oralia Ramírez Cruz ........................................ 61 Elisa o la vida en tren Nadia Contreras ............................................... 64 Los detectives salvajes. Una literatura provocadora y deslumbrante Francisco Javier González Quiñones ............... 68 Trilce develado Blanca Vázquez ................................................ 73 Una ventana, un edificio y los charcos de siempre Adán Echeverría ............................................... 77 El oficio de Fátima Esaú Cituk Andueza .......................................... 85 Sin papeles Daniel Ferrera .................................................. 87 Nos vemos en el slam Mario Pineda Quintal....................................... 89
Imágenes portada e interiores de la Artista
Manuel Bojórquez Acevedo
Encuentro con las letras: El taller literario y sala de lectura del COBAY "Letras en el aire". Rosely Quijano León "La motivación nos impulsa a comenzar y el hábito nos permite continuar" Jim Ryun
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brir un espacio de lectura, expresión y convivencia entre los jóvenes estudiantes del
Colegio de Bachilleres del Estado de Yucatán fue el objetivo principal de iniciar en 2007 un proyecto que, en ese entonces, se denominó Taller Literario de Creación y Fomento a la Lectura del Cobay Kanasín, y que hoy en día, tras casi 6 años, ha crecido y mejorado, a pesar de las adversidades, todo gracias al trabajo e impulso de todos y cada uno de los que han sido y son parte de este espacio para los jóvenes. El proyecto inicia siendo parte del programa de servicio social de la Universidad Autónoma de Yucatán y se desarrolla con el apoyo de alumnos de la Facultad de Ciencias Antropológicas de las carreras de Literatura Latinoamericana, Comunicación Social, Antropología Social e Historia, así como de la Facultad de Educación, quienes son los responsables de impartir las sesiones del taller con los alumnos del COBAY de los planteles de Kanasín, Tixpeual y, este año -2013- se inicia en Santa Rosa. En los años de camino andado todos los jóvenes universitarios y de bachillerato que han formado parte de él, han sido testigos de la experiencia de convivir en torno a las letras, las horas de lectura, de esparcimiento, de creación, de convivencia y de acompañamiento han hecho que cientos de jóvenes descubran un espacio de reflexión, pero sobre todo donde la libertad de
expresión se convierte en el mejor medio para dar rienda suelta a su creatividad a través de la creación de textos literarios cuya finalidad es, al fin y al cabo únicamente esa, expresarse. En el taller se "juega" a ser escritores, no se pretende formar escritores, y entre esos juegos han sobresalido algunas voces que han obtenido incluso reconocimientos en diferentes concursos literarios. En el 2010 el proyecto ingresa al Programa Nacional Salas de Lectura el cual permitió contar con un acervo bibliográfico importante y poder llevar una mejor metodología y textos más adecuados para los jóvenes. A raíz de lo anterior, el proyecto obtuvo una mención honorífica en el concurso "México Lee 2012" en el área de fomento a la lectura en otros espacios educativos, aunado a esto los resultados de la Prueba Enlace que se realiza cada año a los alumnos que egresan de bachillerato arrojaron en sus estadísticas un mejoramiento perceptible del nivel de comprensión lectora a partir del 2010, ubicando al plantel Kanasín en el primer lugar de los 72 planteles que conforman en el estado el COBAY en este apartado de la prueba Enlace. No obstante lo anterior y otros resultados satisfactorios, así como la participación de los alumnos en la Feria Internacional de Lectura del Estado de Yucatán, celebraciones del día mundial y nacional del libro, entre otros eventos culturales, las administradelatripa: narrativa y algo más
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ciones cambian y con ellas llegan nuevas formas de pensar y de trabajar. En el plantel Kanasín, al darse el cambio en las autoridades directivas en febrero de 2013, se termina la posibilidad de continuar, pero nunca se pensó en claudicar, afortunadamente nos han brindado otro espacio en el plantel Santa Rosa y a partir de esta nueva oportunidad decidimos renovar la imagen del proyecto que ahora es Taller Literario y Sala de Lectura "Letras en el aire". Nada ni nadie nos detiene, porque incentivar a los jóvenes a leer y expresarse no es más que una forma de enseñarles un camino más a la libertad y a soñar. Desearía poder contar toda la historia de este proyecto que para mí es parte esencial en mi formación como docente y apasionada de la literatura, sin embargo, prefiero que los textos que hemos elegido para incluir en este espacio hablen por sí mismos, son producto del trabajo de la motivación de todos y cada uno de los participantes y de los prestadores de servicio que, no sé si la buena suerte, su excelente formación académica o ambas cosas y más, han sido todos
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ellos excelentes mediadores de lectura que han sabido muy acertadamente incentivar a los alumnos a expresarse a través de la palabra y a dejar plasmadas sus ideas en textos como los que incluimos en este espacio. La labor no es fácil y creo firmemente que cada uno de ellos se ha llevado una grata satisfacción y una experiencia profesional significativa que sé, incluso, les ha servido o motivado a muchos en su vida laboral actual. Por tal motivo, éste es también un agradecimiento y un reconocimiento a la labor de todos ellos. Para finalizar, quisiera invitarles a leer estos textos con la apertura que corresponde para la creación de jóvenes de bachillerato que no están formándose para ser escritores, pero que en sus voces se encuentran sus reclamos a ser escuchados, sus temores, sus anhelos, pero sobre todo, esos sentimientos que habitan en lo recóndito de sus corazones y que difícilmente pueden externar en la rígida y académica formación del bachillerato.
Pensar la literatura en Yucatán Víctor Fernández
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in afán de extenderme mucho, pero con la necesidad de expresar lo que he experimentado y reflexionado durante el taller literario que impartí este año, me he propuesto sintetizar algunos pensamientos relacionados no sólo al origen de la presente antología, sino a una problemática grave en el entorno cultural Yucateco o inclusive Mexicano. Se me criticará acaso la falta de fuentes bibliográficas para el desarrollo del siguiente texto, pero confío en que lo desarrollado a continuación, más que de libros o investigaciones, se origina de la propia vivencia personal; que sobre las particularidades de ser lector, escritor, pensador, promotor cultural y maestro de poesía; surge de la molestia de un joven de apenas 23 años, no mucho mayor a los jóvenes de esta antología. Procederé entonces a una reflexión acerca del hacer literario, su función y hasta dónde se puede llegar con su enseñanza a los jóvenes contemporáneos, en contraste con los problemas de lectura en nuestro entorno social. Para empezar, el ejercicio literario no comienza en la lectura de una novela, ni al intentar escribir un cuento o algún poema (u otra forma genérica); empieza cuando el hombre (o la mujer) abre su mente a la contemplación del afuera; la obra de arte es antes reflexión del entorno y, aunque se plantee una poética del arte por el arte, el autor no puede separarse de su representación; sobre todo cuando transcribe su percepción a un texto e intenta corregirlo, explotarlo, depurarlo, trabajarlo, tallerearlo para que sea una obra literaria. El que escribe interpreta y analiza cómo es que observa (piensa) el mundo a través del
lenguaje. Pasa de una realidad óntica a una percepción ontológica, entonces la literatura se vuelve un ejercicio reflexivo y crítico, un hacer filosófico. Podemos afirmar que tanto la lectura como la escritura son formas en las que el hombre se apropia de su espacio y concientiza su percepción del afuera. Esto es lo que se experimenta en un taller literario. Uno quizá pensará que es demasiada complejidad para jóvenes, o algo innecesario ¿para qué pensar tanto! Claro, la mayoría de las personas prefieren evitar confrontarse con la realidad en la que viven, sobre todo cuando en la cotidianeidad (además de las calles y las casas, en: televisión, Facebook, Twitter, Google+, Youtube y un largo etcétera) estamos rodeados de violencia de todo tipo (sexual, capitalista, psicológica, religiosa, machista, feminista, laboral, educacional, política y otro largo etcétera), tan acostumbrados que ni nos percatamos de cómo somos violentados y muchos menos de cómo nos afecta. Esto no significa que hemos asimilado o aceptado la violencia, ni la conocemos; nos afecta pero la vemos normal y pensamos que esto le sucede a cualquiera, como parte de nuestra "cultura" o "identidad". Dada esta realidad adversa, ponerse a pensar no es algo relajado o fuera de tensión; todo lo contrario, al observar los difíciles problemas sociales es muy probable que el hombre acabe con un sentimiento de frustración o impotencia por no poder cambiar casi nada. Por todos lados los jóvenes son bombardeados con formas de ser, preestablecidas (hipdelatripa: narrativa y algo más
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pies, hipsters, emos, metaleros, roqueros, fresas, cholos, otro aún más largo etcétera. No estoy diciendo que adoptar alguna de estas llamadas "subculturas" sea malo, simplemente reflexiono su uso como mercancías) que delimitan tipos de comportamientos que sin mucha reflexión son aceptados como normales, incluso adecuados para uno mismo; y como efectivas estructuras preestablecidas, te las venden como para evitar preocuparte por lo que significas o significa lo que haces: el famoso "así soy yo, y no me importa lo que piensen los demás" o peor aún "así soy yo, acéptenme". Similar a cuando en algún momento se te vendía una forma fácil de ser "correcto", cumpliendo algunas normas religiosas o morales, buscando un trabajo adecuado, casándote a determinada edad… Ahora se venden diversas formas de "independencia ideológica", ahora se pretende "respetar" las diferencias y tú no eres como el montón, tú no eres sólo parte de la prole, "tú eres único", como todos los demás. La apertura multicultural ha devenido a una sobreaceptación de diferencias preestablecidas (falsas diferencias), en las que el hombre no sólo se despreocupa cada vez más de lo que es sino de lo que el otro puede ser para él, la tolerancia ha devenido en indiferencia y el hombre prefiere el aislamiento que el contacto directo con el rostro ajeno. Es cierto, pensar la realidad es pesado, es una terea que casi nadie desea; pero es necesario hacerlo si se quiere, en medida de lo posible, ser libre.
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¿Y todo esto piensa un joven cuando toma el taller literario? Por supuesto que no, no le voy a imponer mi forma de pensar. Lo que apenas podríamos insertar en algunas cabezas es el acto de la duda; el cuestionar el afuera y su interior. La realidad con la que nos topamos como talleristas y promotores culturales (no sólo yo y los compañeros que han impartido los talleres en los COBAY), es que la mayoría de la gente no lee, o lee sólo lo que el gobierno y los medios le ofrece (libros gratuitos, periódicos, revistas, 6
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internet), o lee pero su lectura es sumamente pasiva, mesurada y callada (no en silencio); se lee pero no se habla de lo que se lee, ni siquiera (y para empeorar la situación) como secreto. Al ver el panorama de los medios, los famosos comerciales de leer 20 minutos diarios como tareita diaria para la casa, me hace pensar que estamos en otro nivel en materia educativa y cultural, un nivel invisible por lo profundo que está de enterrado (Una buena lectura es completamente imposible medirla con el cronómetro o contando el número de palabras o páginas que lees en determinado tiempo. Si uno que se dedica a las letras, relee un libro N cantidad de veces y sigue sin conformarse con una lectura escrita en 10 cuartillas: la lectura que se promueve en los medios de comunicación masiva es una lectura inservible, basura). Se habla de que no se lee pero no se menciona que se escribe mucho menos; y aquí es donde radica el problema de la cultura y la educación en México; apenas se está (o se sigue) "intentando" impulsar la lectura, pero leer no se acerca en lo más mínimo a articular un discurso. Escribir no es un ejercicio fácil, organizar las ideas a un uso coherente del lenguaje no es algo que cualquiera pueda hacer; no sólo necesitas inteligencia, necesitas tener conocimientos básicos de gramática, un buen manejo de la sintáctica y la lógica discursiva, además de mucha paciencia para corregir errores que siempre se escapan. Esto no se aprende leyendo, leer sólo es reconocer signos, que luego se interpretan en conjunto para encontrar algún significado; pero básicamente leer es identificar una cadena de signos, no generarlos. Y el problema con el que uno se encuentra es toda vía más difícil: los jóvenes no saben escribir y no les importa; se vive en un ambiente de conformismo y despreocupación en el que cualquiera puede ser un pensador copiando y pegando frases en el facebook, cualquiera es un fotógrafo con la cámara de un celular y laboratorio del Instagram, cualquiera es un pintor o diseñador poniendo figuras geométricas de
colores y manchas en un plano con paint, cualquiera es poeta pintando frases bonitas en las paredes. Un taller literario en la actualidad no sólo debe estar formado de dinámicas llamativas, la estrategia no radica en asimilar la literatura a los medios masivos de comunicación (llenar presentaciones de PowerPoint con imágenes, hacer videos o interfaces entre redes sociales) o en jugar al circo y la payasada para tratar de captar la atención de la gente que se dispersa con el WhatsApp; esto sólo termina desvirtuando o banalizando el mensaje complejo que lleva la literatura. Antes que nada, se debe partir de un sólido concepto de lo que se pretende enseñar de la literatura (que por cierto, la literatura no sólo es fantasía o historias bonitas que hablan de amor, buenas acciones, ni te hace ser mejor persona); se debe demostrar en todo momento que el hacer literario es sumamente complejo, pero que tiene una recompensa enorme para el crecimiento intelectual y espiritual en cada persona. Aprender a trasmitir tus ideas por medio de un discurso de manera creativa no es sólo una herramienta para cumplir con tus tareas, el trabajo común o algún trámite burocrático, para eso hay formatos ya prestablecidos que se encuentran en la red; aprender a escribir es aprender a usar un poder para hacer escuchar tu propia voz.
2012; y en la apropiación del espacio natural por medio de la literatura, sin separarse de la nostalgia, se empieza a respirar una libertad y una templanza; sobre todo en los poemas del año actual. Además los textos de creación poética, igual se incluye el género del ensayo con una pequeña reflexión entre el pasado y el presente, donde en contraste se percibe la decadencia del nacionalismo en México. Para finalizar, no me gustaría que se pensara esta antología como un conjunto de laureles perdidos que se recuperan para reconocerlos como escritores para la posteridad; de una manera más sincera y humilde, quisiera que se pensara que los siguientes textos han sido escritos por jóvenes estudiantes que necesitaban expresar una violencia callada; algo que se leyó hace mucho tiempo pero que no se les habían dado la opción de analizarlo y expresarlo. Un conjunto de secretos personales que cada uno de ellos guardaba desde hace años, pero que se desbocan en los talleres literarios cada vez que se da un libro, una hoja en blanco y una pluma. Así, les dejo con un poema de mi amigo David Anuar, quien fue instructor del taller literario en el 2011, el cual ejemplifica los allanamientos de cuando alguien se sumerge en las palabras para encontrar un refugio:
Ahora ¿qué podremos encontrar en esta antología de jóvenes que salieron de esta problemática en la que cualquiera es artista? Muchos de estos jóvenes no escribieron pensado en ser escritores; y habiendo textos de hace más de tres años, es probable que varios no sepan de la publicación de sus obras. Estos textos seleccionados son el reflejo de una realidad difícil en la que la tristeza, la frustración, el maltrato, el abuso, el suicidio y las falsedades del ser humano son un lugar común; esto caracteriza los primeros textos producidos entre el 2008 y el 2011. Por otro lado igual se trabaja las problemáticas sociales con el humor de las minificciones del
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Primera búsqueda David Anuar
Como un náufrago me aferro a las palabras Deletreando me hundo sobre las sílabas de su rostro buscando una raíz para la oquedad de mis huesos al eterno "de dónde vengo" "hacia dónde voy"
A las delgadas líneas de mi carne la frontera de mi cuerpo y de tu cuerpo
Me aferro entonces al lenguaje como a una isla y me sumerjo en el infinito océano de sus letras Y sólo hay silencio
y saber que no se sabe nada sobre esta tierra sino sólo una espiga
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una esfinge una ilusión en el desierto
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que siempre será uno mismo…
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Siento frío* Olmy Marrufo
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engo miedo, no sé si regresará, tal vez se ahogará en el alcohol o se perderá en el polvo que inhala y tal vez hoy no será otro día en el que sufro. Son las ocho de la noche, hay un poco de frío; tiemblo pero no por esa razón. Se oye un chirrido insoportable; es él, cada vez se oyen más cercanos esos grandes pasos que me aterran. Estoy en la esquina de éste cuarto tragando mis más amargas lágrimas, con la esperanza de que mi hermana menor Ángeles esta mejor que yo, porque se fue con mamá; y a la vez me duele tanto que no estén. Aunque no fue mi mejor amiga o nunca me trató bien, yo la amaba y hubiera dado mi vida por ella; pero no juzgo a mi madre, pobrecita, aguantó a ese hombre desde pequeña, y por eso tenía un carácter rudo y amargo, la vida no la había tratado bien, desde el nacimiento estuvo atada a un hombre que sólo buscaba satisfacerse. Disfrutaba de nuestro sufrimiento, le gustaba golpear a mamá hasta dejarla casi inconsciente y aun así no se cansaba y le pegaba también a Ángeles de tan sólo 7 años; yo no lloraba porque sabía que lo hacía para desquitarse con mamá. Lo que le agradezco a Dios es que por fin mi hermanita ya no sufre y no sufrió lo peor… Ahora estoy feliz de que mamá y Ángeles estén lejos de esta cárcel, disfrutando tal vez de la playa, que tantas ganas tenía de conocer con Ángeles. Recuerdo cuando cerraba los ojos, en el columpio del parque, con mis pies tocando el polvo, e imaginaba que caminaba en la arena de la playa y cuando me columpiaba sentía la brisa del mar; era fabuloso salir de mi maldita vida a una vida hermosa. El único lugar en el que estaba tranquila era la escuela, pero no tardó mucho en
que me sacaran para que trabajara y sirviera en casa. Mamá conoció a un hombre que no la trataba bien, pero tampoco tan mal como mi padre. Cuánta angustia pasé al pensar que podría encontrarlas y ahora sí podría matar a mamá, pero el estúpido ni lo sospechó; una mañana, cuando desperté, ni mamá ni mi hermanita Ángeles estaban, se fueron juntas; estaba tan triste, prefería morir que seguir ahí sufriendo en ese infierno, cada segundo era más la ansiedad y la impotencia que se juntaba en lágrimas. Cuando él se dio cuenta de que no volverían casi me mata a golpes, no podía respirar de tanto dolor, pero a las pocas semanas me tuve que reponer; sí, me repuse para atenderlo y darle de comer. Yo muero de hambre, sólo alcanza para que él coma y yo sólo como migajas o restos. Nada fue tan horrible como aquel día en el que llegó queriendo satisfacer sus instintos; de cualquier manera no le importaba, yo simplemente era la hija de esa mujer que lo abandonó y ya se le había gastado el dinero para pagar a otra mujer de la calle. Me tomó bruscamente y empezó a lacerarme con su boca, las imágenes me llenan de nausea y odio. Desde ese día comenzó a abusar de mí y yo, sin lugar a donde huir, solamente me someto a sus abusos. Ha abierto la puerta y me mira con esos ojos oscuros que me aterran, viene hacía mí, me insulta y borracho me lastima más de lo que cualquier animal aguantaría; sólo soy una mujer de 16 años, no merezco sufrir, merezco una vida como la de cualquier joven de mi edad. Tengo el derecho pero no la posibilidad. Ahora se ha ido y creo que se ha quedado dormido en la acera de la calle, tan indefenso como un perro. ¡Nunca he sido una mala
* Segundo Lugar en el Concurso Estatal de Cuento 2008 del Cobay delatripa: narrativa y algo más
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persona, no me merezco esto! ¡No lo merezco! No lo soporto más, no puedo; rezo una y otra vez pidiendo fortaleza, pidiendo una salida, pero Dios me ha abandonado, no tengo nada en la vida más que dolor. Por mi mente pasan recuerdos, algunos de los pocos momentos buenos. Poco a poco y temblando salgo de la casa con una soga. En el patio hay mucha oscuridad y frío, pero es el único
lugar en el que estaré sola. Siempre me ha gustado subir a los árboles, pero nunca lo había hecho en la noche. Sola, llorando y dentro de tantos malos recuerdos, después de no sé cuánto tiempo la luna me ilumina; está hermosa, sonriente y grande… sin pensarlo más salto del árbol; aunque no quiera, en mis mejillas corren lágrimas. ¿Por qué mamá no me llevó con ellas?
La mirada* Victoria Martínez
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stoy solo en el parque y el viento, impregnado de gotas, me recuerda aquel rostro hermoso con una angelical sonrisa y esos grandes ojos penetrantes que alguna vez me miraron el día que la conocí en este mismo parque y la tristeza me llena. Ambos estábamos empapados y sumergidos en un gran charco, cuando la vi y deseé hablarle; pero mi corazón latió tan fuerte que temblé y apenas pronuncié una palabra inaudible: ella indiferente se marchó.
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Luego intenté averiguar su nombre mas nadie lo sabía; "todas son iguales" me dijeron; yo sabía que no era cierto porque sus ojos me lo decían. Días y noches estuve pensando en ella, volvía al parque para verla platicando alegre con sus amigas, pero finalmente, como siempre, no me atreví a acercarme. Un día no soporté la ansiedad, sin pensarlo fui a buscarla, aunque el destino parecía evitar que llegue hasta ella. Primero escuché a una pequeña pidiendo ayuda, casi se ahogaba en el lodo, me detuve a sacarla de ahí y nuevamente partí a la búsqueda. Luego estuve *Segundo Lugar en el Concurso de Cuento 2010 del Cobay Kanasín
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cerca de alcanzarla, pero escuché fuertes gritos; corrí a ver qué ocurría. Al llegar al lugar, era una gran amiga la causante del tumulto: un accidente al que no llegué a tiempo, estaba herida pero nada grave; así que seguí corriendo. Avancé unos cuantos metros, me detuve en una esquina y ahí estaba. Logré mirarla entre las llantas de los carros que pasaban unos tras otro, velozmente. Al verme adivinó mis intenciones, increíblemente ella sabía que la buscaba; gritó pero el ensordecedor ruido de los autos me impedía oírla, sus palabras se perdían entre el retumbar de las llantas y los mofles, sonidos a los que nunca logro acostumbrarme pese a que los escucho todos los días en la ciudad. Extrañamente, viéndola del otro lado, recordé que alguna vez le dije a mi madre que me gustaría entender el silencio; y ese deseo volvía a meterse en mi cabeza porque únicamente eso salía de sus labios: su boca se movía y sólo podía intentar adivinar lo que decía, hasta que descifré que intentaba decirme lo que yo más esperaba: "te amo". En ese momento exacto en que pude leer sus
labios, en ese mismo instante, el ruido cesó y ella aprovechó para correr hacia mí cruzando la calle, queriendo convertir mis sueños en realidad. Repentinamente, de la nada, un carro pasó encima de ella matándola. Cómo se muere uno cruelmente, aplastado por una llanta sin que nadie se detenga, sin que nadie haga o diga algo. Las llantas seguían pasando eternamente; ni siquiera pensé acercarme, pues correría la misma suerte; me
El sauce llorón*
contuve por la raíz profunda de mi instinto de supervivencia. Luego de ese momento ya nada importaba. Hice lo único que en mi parálisis podía hacer, llorar, llorar por mucho tiempo. Regresé a mi casa recriminándome que debí declararle mi amor desde el primer día; quizás así no hubiese pasado nada. Ahora sólo me queda el recuerdo de su mirada dulce que me regaló la lluvia y sigo siendo una pequeña rana solitaria y enamorada.
José Emmanuel Parra Medina "Soy gacela sedienta, que tiene de frente al mar"
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os rayos de sol le incitaban a la pereza, pero era algo muy bueno volver a estudiar de tarde, de nuevo el horario amado, el último año de bachillerato, un gran paso; a pesar de que todo era lo mismo, sentía un brillo en el mundo. Se colocó la mochila a la espalda y tomó su bicicleta. En el camino reflexionaba sobre su futuro, idea que como buen joven organizado, siempre iban de la mano con la carretera. Todas las ideas y pensamientos que recorrían su interior se derramaron en el asfalto caliente cuando vio a la chica caminar, un ángel, una sirena, un hada; fuera lo que fuera tal criatura no podía ser humana, la chica más hermosa que nunca había visto; no se parecía en nada a su descripción personal de la chica perfecta, era aún mejor. Pasó junto a ella y disfrutó del efímero momento, sus rizos dorados, sus ojos inocentes, su carita angelical; en verdad sintió gran placer al pasar junto a ella, quien a pesar de ser ajena a su vida, se había robado su corazón, se había adueñado de su tiempo, había secuestrado su
pensamiento para siempre. Fue víctima de la enfermedad más antigua pero más placentera que el mundo hubiese dado a los mortales: el amor; todo su ser estaba contaminado de esa sensación de alegría injustificada, de calma espiritual; sentía en el aire un olor dulzón que casi lo saca de la carretera para estamparse con la señal de alto en una esquina; sintió un regocijo enorme cuando descubrió que la falda de aquel ángel era la misma que llevan las chicas del colegio. Por más que el maestro atiborrara la pizarra de números, él sólo veía la pizarra llena de nombres femeninos que muy posiblemente le acomodaban a su nuevo amor. - Se ha de llamar Andrea, un nombre precioso como sus inocentes ojos que desbordan compasión, comprensión, amor, ternura; el nombre ideal para aquellos ojos era definitivamente Andrea. Pero Alejandra es un nombre que le acomoda a esos hermosos rizos que caían es sus rostro angelical e inocente; pero si es un rostro angelical, entonces Gabriela sería el nombre ideal
* Primer Lugar en el Concurso de Cuento 2011 del COBAY delatripa: narrativa y algo más
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para aquella perfección, deleite de sus ojos, simplemente, la mejor obra que dios creó. Y así se pasó todas las clases durante aquella tarde, sumergido en un mundo de nombres, percibiendo colores en el aire, canciones inéditas que tarareaba e inexplicable buen humor; el timbre sonó, salió perdido en su mundo y de nuevo la vio, ahí sentada con la mirada perdida, con los labios apretados, con los rizos caídos, -¡que hermosa era!-, se decía; un breve momento intercambió la mirada con ella, en el breve instante sus ojos le gritaron cuánto la quería, cuánto la deseaba, que la necesitaba; en ese breve momento se enamoró más de lo que jamás había amado a nadie, sentía la esencia cálida de la navidad, esa sensación de amor y afecto. Alguien en el aire lanzó un nombre de mujer, y la chica con la mirada obedeció al llamado; su ángel ya tenía nombré, Catalina. Llegando a casa no podía pensar en otra cosa que en Catalina, ese nombre, esos ojos, esa carita, los rizos, su sonrisa. Escribió muchos versos en el aire, cerró los ojos para soñar con ella, y aquel día fue el que marcó sus inicios como poeta, como músico, como soldado del amor, un centinela de hermosas trovas, un jardinero de alguna fresca canción.
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Así pasaron varios días con sus noches, y justo era la noche cuando más pensaba en ella; en sus más recónditos deseos, se veía con ella en un parque, abrazándola, diciéndole al oído cuánto la amaba, la custodiaba mientras mataba al feroz dragón que la tenía cautiva en la torre más alta de un castillo siniestro, le cantaba una serenata envuelta en romance bajo la estrellada noche mientras la luna autorizaba a las nubes difuminarla; en sus sueños más polémicos se veía acostado junto a ella, rodeando su suave ombligo con la lengua, tocando su vientre, sintiendo su piel caliente pegada a la él.
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Sólo intercambiaban miradas, nunca una sonrisa, ni un buenos días, pero él se conformaba con verla, le daba gracias a dios por aquellos días, pues desde el día en que la vio, creyó en su existencia. Pasaron los días y se enamoraba más de ella, no pensaba en nada más que en su nombre. Se había hecho una rutina deliciosa el intercambiar sonrisas en el transcurso del receso, siempre llegaba puntual al encuentro; por ello le pareció muy extraño el que no la encontrase sentada donde era costumbre, sintió un mal presentimiento; algo andaba mal, había incertidumbre en sus ojos, sentía sin saberlo el sabor de la tristeza que se arraigaba en él; la ausencia de Catalina se repitió en la semana; muchas cosas se cruzaron por su mente sobre qué le habría sucedido, el porqué de su repentina desaparición, hasta que una voz le comentó donde se encontraba, y sin pensarlo dos veces se dirigió al lugar. Cruzó las puertas del hospital, el cual en raras ocasiones visitaba; estando ahí no supo qué hacer, no era familiar y por ello era imposible que lo dejaran verla, no era amigo, ni conocido, lo único que sabía de ella era su nombre y que estaba enamorado de ella y que daría su vida por volver a verla por lo menos un instante; se empezó a sentir desorientado y sus ojos se nublaron, se los frotó y su cuerpo luchó por mantener el equilibrio; poco a poco sus ojos de nuevo le permitían ver, se encontraba en una habitación, pareciera que alguien escuchó su deseo y optó por complacerlo, sus ojos se sorprendieron al ver a Catalina reposando en la cama; con un cable en el dedo y un respirador, parecía dormir una siesta obligada; estaba en coma, conectada a esa maldita máquina que tantas veces había sido el nudo de las novelas de su madre; la desesperación lo abrazó, su aliento se bañó de melancolía, trató de llorar pero no pudo, sintió que se asfixiaba en su propia amargura, se tomó los cabellos mientras se
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clavaba las uñas en el cuero cabelludo para luego soltar un grito de rencor a la vida. No era justo que una muchacha tan bonita estuviera al borde de la muerte, ¿dónde estaba dios para salvar a su mejor creación?, ¿acaso moriría sin conocer el amor?. Cerró los ojos, se dijo para sí mismo que se encontraba en las telarañas de la pesadilla más grotesca que su maquiavélica mente hubiese creado, pero no: era real, y no estaba hecho para soportar tal castigo. La miró de nuevo, vio sus ojos sumisos irradiando calma, desprendiendo luz; hasta al borde de la muerte conservaba tal encanto, en verdad era hermosa, un ángel que dios reclamaba, cosas tan bellas en la tierra no podían estar, sintió rencor por un dios tan egoísta. Se acercó a ella, enredó uno de sus dedos en sus suaves risos, se inclinó hacia su rostro, lentamente, y la contempló como nunca lo había hecho, sus labios sintieron los de ella, escuchó su respiración, se incorporó, salió de aquella habitación a paso apresurado; cuando se dio cuenta que estaba corriendo se encontraba en un parque, el viejo recinto que guardaba su infancia, caminó con dirección a su casa mientras en la mente se ceñía la idea de nunca más verla; se lamentó de no haber tenido el valor de declarar su amor o de regalarle una poesía de la infinidad que empachaba su libreta, y por fin pudo llorar. Sus ojos se lavaron, se derramaba el dolor, se sentó en una banca de piedra ubicada en un panorama donde se observaba un paisaje natural, estaba devastado y su amor se hizo polvo. T a l l e r C O B A Y
- José.- escuchó una voz que, con su irritación, distinguió que estaba empalagada por los años, miró hacía sus alrededores pero no encontró al dueño de tan longeva voz. - Ven, acércate.- de nuevo la voz exclamó. Se estremeció y optó por ignorarla mientras de nuevo se dirigía a su casa. Para cortar camino, cruzó por una parte del campo donde los árboles 14
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impedían que la luz del sol choque con la tierra, y de nuevo la voz se hizo presente, estaba junto a él, miró hacia su derecha, la voz provenía de un árbol, un sauce llorón de corteza gruesa donde descansaban los años de las chuecas y lúgubres ramas. Su mente reprochaba tal idea, pero ahí estaba el sauce hablándole, tímido se acercó al sauce, en contra de su sensatez y esperó a que de nuevo el sauce hablara; -No tengas miedo, escucha, te tengo una oferta, que muy grata a tus ojos será. José no sentía miedo sino fascinación por lo que veía y escuchaba; se sentía en un mundo mágico donde todo podría suceder, recordó las grutas de Loltún y su mística esencia. - Sé por el trago amargo por el que pasas, conozco mucho de ti, conmigo jugabas en primaveras pasadas, escuchaba atento tus relatos picarescos, a pesar de que ahora no sea así físicamente, tu alma se quedó con esa práctica, me cuenta todo, y por ello se todo de ti. José recordó episodios de su niñez y se vio a un lado de aquel sauce hablándole de cosas fantásticas. Le cuestionó respecto a cómo un árbol podría salvarle la vida a Catalina. - Sencillo -respondió el sauce con una voz cautelosa y entre telas de susurro, tal pareciese que lo que le contaría sería un secreto;- He estado en este lugar por más de 193 años, he visto crecer a varias generaciones; en la banca que queda frente a mí he visto cómo enamoran a las chicas de tu edad, en mi espalda han clavado varios nombres de parejas y deformes corazones, he visto mil cosas pero vivido ninguna; cuando un árbol cumple un determinado tiempo, nuestro cuidador el sol, nos otorga un privilegio como agradecimiento por dar vida, alimento y resguardo; nuestras almas intercambian cuerpo con otras almas. En nuestro caso, verás José, la mayoría de mis hermanos los sauces toman como preferencia convertirse en algún ave, y es comprensible, tantos
años estando en un solo lugar hace que quieras conocer el mundo, y de que mejor manera que volando, estar siempre en movimiento, ser un colibrí, paloma o ruiseñor, ser libre. Cuando nuestra vida culmina en el animal que elegimos, retornamos de nuevo hacer árboles, satisfechos por la experiencia, esperamos pacientemente la próxima oportunidad que el sol nos brinde; y justo ayer me dio la encantadora noticia un cardenal de que me toca a mí intercambiar mi cuerpo. Me gustaría ser humano, hablar con los demás, cantar, bailar; es por ello que si me das permiso de quedarme con tu cuerpo, yo le daré algunos de mis años a la muchachita que te enamoró con sus ojos. José, que con mucho cuidado había escuchado cada palabra que salía del sauce, quedó pensativo -no conoce mi nombre, pero la quiero, nunca me ha hablado, pero si ella muere, también muero, ¿estoy dispuesto a convertirme en un sauce para darle vida a alguien que jamás se acordará de mí?,- la respuesta era sí, que tan sólo en saber que Catalina volvería a sonreír y de nuevo esos ojos tendrían vida estaría dispuesto a vender su alma al mejor postor, firme en la voz aceptó lo que el sauce le ofreciera. - Esto es lo que harás, -empezó el sauce-, cuando duermas, en tus sueños me apareceré, y harás todo lo que te diga. Llegando a su casa, después de cenar, le dio un beso a su madre y a su papá; los abrazo y les mencionó cuánto los amaba, todo parecía una despedida improvisada. Se dirigió a su cuarto cayó rendido al manto del sueño, y como le dijera el sauce, se le apareció en sueños; no era un árbol sino un hombre demasiado viejo, vestía guayabera y un sobrero que había visto usar a hombres dedicados a la milpa. El anciano reposaba en unas piedras amontonadas; estaban en una especie de desierto, había por doquier cerros de piedras.
- Son almas que esperan ser juzgadas por el juez supremo -dijo el sauce, mientras interrumpía las dudas de José.- Nos encontramos en la delgada línea de la ida y la muerte. A pasos dudosos se fue acercando al anciano, notó que entre sus desgastadas ropas sacaba una cantimplora -bebe- le dijo mientras le convidaba; José tomó la cantimplora y la dirigió a su boca, apenas dio el primer trago sintió un calor que le llenaba el cuerpo y de nuevo la sensación de desorientación lo envistió. Cuando abrió los ojos se encontraba frente a una banca, sentía fresco los pies, pero estaba inmóvil, había cambiado su cuerpo; el trato estaba hecho, no había vuelta atrás. Cómo amigos tendría ahora a los animales del parque, la única música sería el trinar de las aves, pero de consuelo tenía el que su amada Catalina volvería a la vida de antes. Pasaron varios días y se había acostumbrado a la vida árbol, tenía como escapulario la resignación. Un domingo por la tarde dos enamorados se sentaron en la banca que le quedaba de frente; había visto a muchos, pero éstos eran especiales, ahí estaban Catalina y José la abrazaba. Catalina besó los labios que alguna vez le pertenecieron, mientras sonreía, para después susurrarle al oído unas cuantas palabras que hicieron estremecer al que una vez fue su cuerpo; y cada tarde que pasaba los dos enamorados en la banca permanecían largo tiempo, mientras él convertido en sauce, veía con tristeza como besaba los labios a la chica que tanto amó el cuerpo que alguna vez le perteneciera. T a l l e r C O B A Y delatripa: narrativa y algo más
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Un gato que habla
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maneció y estuve lleno de vida, tan feliz como nunca antes me había sentido. Fue raro ver que no estaba en mi cuarto, estaba en la sala de mi casa y entonces ¡Wow! ¡Mi gato me habló!, me habló de lo que soñó. Me contó que él en tiempos pasados fue un buen actor y estuvo en teatros famosos presentando obras. También me habló de que su primera presentación se trató de un cementerio en donde él estaba vestido como Michael Jackson, era un musical en donde bailaban Thriller en el cementerio. En esas épocas conoció a un famoso escritor, William Shakespeare, él lo reconoció y escribió obras de teatro para el gato; se hicieron muy buenos amigos: una amistad entre escritor y actor.
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La primera obra teatral que actúo el gato se trató de una escuela, donde mi gato vivía grandes aventuras, pero era secretamente un detective que investigaba los casos extraños que pasaban en esa escuela, pues ¿quién se imaginaría que un gato sería un detective? Uno de esos casos llevó al gran gato detective hasta el bosque donde estuvo a punto de extraviarse. En el bosque, los árboles empezaron a emitir un sonido extraño, entonces el gato estaba en un lugar diferente, estaba en mi sala contándome esta historia. De repente, todo le dio vueltas y se dio cuenta que estaba extraviado en el bosque, y recordó por dónde era el camino hacia la ciudad. Se acordó que las pistas lo llevaron hasta aquí, pero casi no tenía sentido y pensó 16
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Israel Emmanuel Baas Uc
"¿Por qué llegué hasta aquí?" Luego se puso todo oscuro y alguien estaba junto a él, al volverse vio a ¡Drácula! Mi gato se asustó, pero vio que no era un vampiro sino un hechicero del bosque quien le mostró el camino de regreso y le dijo quién era el responsable de todo. La obra acaba así: el gato termina triunfante, descubre y resuelve el caso. Y siguiendo así se hizo muy famoso; luego me dijo que sólo fue su sueño y al decir eso sonó mi reloj. Me di cuenta de que aún estaba dormido y que todo lo soñé.
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Minificciones del Taller Literario COBAY
Chaparra Lucero Herrera La pequeña no quiso ponerse tacones porque se sintió demasiado crecida.
Cenicienta durmiente Paola Marín Ella estaba súper feliz por ir a la fiesta, quería verse bien y tomó su tiempo para arreglarse, entonces se durmió frente a sus zapatos.
Epílogo a Blanca Nieves Andrea Pérez Después del beso que le dio el príncipe, Blanca Nieves al fin despertó. Se casaron y fueron felices… hasta que descubrieron que él era estéril… luego adoptaron a los 7 enanos…
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El origen del holocausto zombi Jorge Uicab Ek La muerte: -¡Díganles que hoy no trabajo!
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Mi dignidad Christian Oy Balam Cuando llegué a mi casa después de aquella noche y vi que estaba en el piso, supe que mi tranquilidad nunca volvería.
Soledad Luis E. Tejero Puch Pensé que la aventura de mi vida empezó cuando la conocí, creyendo que ella me daría alegría y felicidad. Hasta que cierto día la vi en el parque en brazos de uno de mis mejores amigos; entonces me di cuenta de que nunca estuvo conmigo.
Sueño o realidad T a l l e r
Lucero Herrera Soñaba con ser princesa, luego soñó que despertó y que a su lado había un pobre campesino; despertó y era un padre.
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Incendio en el bosque Miriam Herrera La hermosa Helena se perdió en el bosque al caer la noche; se cobijó bajo una fogata pero alguien la esperaba, un ser que cada vez que mira fijamente hace que las llamas crezcan en sus ojos.
Un balazo Andrea Navarrete En medio del bosque, bajo una delgada y fría lluvia, Caperucita intentaba escapar del feroz lobo que la perseguía desde lo profundo del bosque. Sin saber qué hacer, Caperucita corrió exaltada a una pequeña cabaña que vio a lo lejos. Con el lobo detrás, al abrir la puerta, un viejo parado con una escopeta en la mano tiró un balazo: escuchándose el sonido de un pequeño cuerpo cayendo en las hojas.
Caperucita Roja y su novio
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Erick José Puc Tun En medio del bosque, bajo una delgada y fría lluvia, Caperucita corría desesperadamente a la casa de su novio, el Lobo, porque le tenía preparada una sorpresa que nunca en su vida iba a olvidar.
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Nacionalismo: ¿el héroe o el villano?* Luis Ernesto Narváez Mac
"Que los cielos y la tierra retumben para maldecir a esos traidores que entregaron a su país y a su gente a una nación extranjera; que sus almas no encuentren reposo hasta el fin de los tiempos porque lo más sagrado que tiene un hombre es su honor y la patria" Ignacio Ramírez
E
El Nacionalismo, tal como lo conocemos, surge durante el Siglo XIX después de las Guerras Napoleónicas; cuando las naciones, recién liberadas del dominio de los galos y el consecuente Congreso de Viena de 1816, empiezan a acrecentar su sentimiento de unión tomando los pasajes de su pasado y velando por una unión en la que los países puedan crecer y desarrollarse como tales. A través de esto se pueden reconocer cuatro fases, en las que se pueden identificar las etapas del Nacionalismo Histórico:
unificación, donde intentan conformar una nación en la que esté presente, principalmente, la cultura que dominó el movimiento del Primer Nacionalismo. Ejemplos de este proceso se pueden ver en la creación de Italia y Alemania como naciones unificadas en 1870 y 1871, respectivamente. 3. El Nacionalismo de Pureza de Sangre: Los Estados nacionales se encargan de mostrar a los integrantes de su nación que son la raza máxima de todo mundo y que están condicionados a dominar a los demás países inferiores. El fascismo italiano, el nazismo alemán y el imperialismo japonés, que nacen aproximadamente en 1920 y tienen su clímax en la Segunda Guerra Mundial, son claros ejemplos de este concepto. 4. El Nacionalismo Globalizador: Este es el actual nacionalismo, donde las grandes potencias no necesariamente intervienen militarmente en otro pueblo si no que implantan sus propios conceptos de "buena cultura", en decadencia de las culturas autóctonas. Estados Unidos es la nación que más explícitamente representan esta denominación.
1. El Despertar del Nacionalismo: Las naciones empiezan a mostrar signos de identificación con un pasado heroico, similitudes que refuerzan los anhelos de un futuro mejor. Esta etapa corre de las Revoluciones Burguesas de 1820 y 1830 hasta mediados del siglo decimonónico. 2. El Nacionalismo Unificador: En esta fase los países empiezan a tener guerras de
Condicionando a este concepto por las etapas presentadas, se observa que el Nacionalismo, aquel amor exacerbado a un país, puede ser tan bueno para el crecimiento de una nación en sus primeras etapas, como perjudicial en fases posteriores. Puede servir para unir a una cultura, reforzarla y desarrollarla, pero si no se tiene un límite puede causar una política genocida.
l Nacionalismo siempre ha sido motivo de preguntas y debates acalorados sobre si
resulta ser positivo o negativo para la nación donde se inculca. Algunos adjudican que puede ser benéfico y otros aclaran que es retrógrada, ambos tienen sus razones bien fundamentadas respecto a este tema. En la cuestión personal, considero que se debe ser ambivalente en lo concerniente a este tema pues existen muchas razones que se deben analizar y de las cuales expondré sólo algunas de ellas.
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* Segundo Lugar en el Concurso Estatal de Ensayo 2013 del Cobay
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Está claro que es un hito muy importante en la historia de la humanidad denotando los alcances que puede tener. En el siglo XIX, particularmente en Latinoamérica, se propone el sentido nacionalista europeo para la conformación del proyecto de nación, sobrevalorando la cultura del viejo continente a las culturas autóctonas de américa. "Transfusión de sangre" le llama el poeta Juan Bautista Alberdi en su obra titulada Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina y su propuesta la describe así: ¿Cómo, en qué forma vendrá en lo futuro el espíritu vivificante de la civilización europea en nuestro suelo? Como vino en todas las épocas: Europa nos traerá su espíritu nuevo, sus hábitos de industria, sus prácticas de civilización, en las inmigraciones que nos envíe […] ¿Queremos plantar y aclimatar en América la libertad inglesa, la cultura francesa, la laboriosidad del hombre de Europa y de Estados Unidos? Traigámonos pedazos vivos de ellas en las costumbres de sus habitantes y radiquémoslos aquí. (Zea, 1978)
Buscar los cimientos de una nación en lo extranjero fue la apuesta de algunos países como el caso de Argentina; buscarlo en lo propio, pero principalmente en el mestizaje, fue el de México, Perú y otros países latinoamericanos; pero ninguno contempló hacerlo en la raza indígena que representaba, en casi todos los casos, la mayoría de la población en Latinoamérica. El Nacionalismo en nuestro país unió en los momentos más duros como en la Segunda Intervención Francesa y en la Intervención Estadounidense de 1914; pero con los gobiernos posrevolucionarios, se comenzó a exacerbar sólo en apariencia un espíritu antihispano e indigenista que nubla la vista de cualquier sociedad ignorante. Hoy en día pudiera ser muy controvertido hablar de Nacionalismo, principalmente si se piensa en el caso particular de los países Latinoamericanos y aún más específico en el
propio mexicano. El sentido Nacionalista del mexicano ¿se identifica hoy en día con el amor a los símbolos patrios, la Nación, el himno nacional y las costumbres, tradiciones e historia de nuestro país, o en el equipo de futbol, la religiosidad (Virgen de Guadalupe) y los "héroes nacionales" que hoy en día han pasado a ser los deportistas o artistas famosos de la televisión?: Al amparo de la orgía tricolor, miles de banderas se agitan, y no todas ostentan en el escudo el abrazo dialéctico del águila y la serpiente. Las hay con el símbolo comercial de Pique (un chile verde), o con las letras bordadas que ratifican el amor a Saltillo y Monterrey, o con nombres de los jugadores célebres. El escudo varía, pero los colores permanecen. ¡Una borrachera de nacionalidad!, dicen muchos. (Monsiváis, 1987)
Hoy no se sabe a ciencia cierta si el Ser nacionalista es bueno o malo. Los ideales nacionalistas del ya lejano siglo XIX, donde se forjó nuestra "identidad" como nación, han quedado atrás; ya las voces de los próceres de la Independencia se han dejado de escuchar; los gritos de José María Morelos al rechazar el cargo de Generalísimo y Alteza Serenísima al proclamar: "Soy siervo de la nación porque ésta asume la más grande, legítima e inviolable de las soberanías" se ha callado. Tal vez exista realmente una "Muerte y resurrección del Nacionalismo Mexicano" como Carlos Monsiváis expone en su artículo así titulado, lo cierto es que aún no sabemos si el nacionalismo es ¿el héroe o el villano? T a l Monsiváis, Carlos (1987) "Muerte y resurrección del l nacionalismo mexicano". En Revista Nexos. http:// e r
Trabajos citados
www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=267103
Zea, Leopoldo (1978) Filosofía de la Historia Mexicana. C O México, Fondo de Cultura Económica. B A Y
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Sin libertad, no hay creación ni creatividad* Miriam Viviana Herrera Ramírez "La escritura no es producto de la magia, sino de la perseverancia" Richard North Patterson
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uántas personas e instituciones no se cuestionan día a día ¿cómo fomentar la lectura, la escritura y la creatividad en los jóvenes?, por esa razón me llamó la atención el darme cuenta que hay demasiada gente sin escribir ni desarrollar sus ideas ni pensamientos, ¿por qué? Esa es la razón por la cual debo decir que en mi experiencia personal, cuando tengo algo muy importante que expresar y mi único confidente es mi diario. ¡Olvido algo! En este preciso momento estoy escribiendo porque me lo exigen en mi paraescolar.
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Me parece que la escritura es un tema por el cual todos deberíamos interesarnos, pues nos ayuda a desarrollar mejor la expresión de nuestros pensamientos y sentimientos. A veces hacemos otras actividades que sólo nos hacen perder el tiempo; los jóvenes nos la pasamos en el internet, chateando, ¿y acaso no estamos escribiendo? En realidad toda nuestra vida está llena de palabras, si la escritura no existiera no habría manera de expresarnos. Cuando se nos viene a la mente un escritor enseguida pensamos en "ABURRIDO" y no nos atrevemos a escribir lo que sentimos, incluso a inventar historias divertidas, románticas, o de algún otro interés, ¿y por qué no?, si cuando chateamos con una persona que nos gusta escribimos nuestros sentimientos ¿no?, hasta cuando escribimos mensajes del teléfono celular, ¿acaso no estamos haciendo de alguna forma poesía? *Ensayo leído en el Encuentro Académico del COBAY del 2011
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Además nosotros tenemos el "don" de saber leer y escribir; tal vez otros no tienen la oportunidad de aprender, entonces: ¡no hay que desaprovecharlo! No sé ustedes pero pienso que la vida es un libro que escribimos día con día, y en nuestra memoria quedan escritos, sucesos; otros, en cambio, se olvidan. Y por qué olvidarlos, si podemos recordarlos al leer, tal vez historias que nos recuerden algo similar o incluso historias escritas por nosotros mismos. Todo lo anterior se presenta principalmente en los alumnos de bachiller, pues prefieren hacer otras actividades en vez de leer o escribir y también porque no hay actividades que motiven al muchacho de bachillerato. Esto ocurre porque no hay inspiración en hacer actividades relacionadas con la lectura y la escritura, por eso los muchachos prefieren salir, chatear con sus amigos, realizar actividades deportivas, inclusive dormir; que no es que esté mal, pero relegamos la lectura y el desarrollo de nuestra creatividad a otro plano o incluso no lo consideramos como una actividad recreativa y placentera y ahí es donde radica el problema. Ahora bien, respecto a plantear una solución o alternativa hay varias ideas, pero comenzaré con una que me parece fabulosa… ¡Escribir un diario! ¿Interesante, no? Hay pocas personas en las cuales confiar, por lo cual además de confidente esto te ayudaría a conocerte a ti mismo; sería como si el diario fuese tu mejor amigo, puesto que hay cosas que ni a tu mejor amigo puedes contarle, ya que
tal vez es algo que quieras nada más para ti. El diario y tú son uno mismo. Bueno y ¿cómo comenzar a escribir? Los jóvenes de bachillerato somos muy distraídos, necesitamos concentración, yo la consigo en total silencio y con algo de comida; pero no estaría mal comenzar por leer otros textos, similares o que nos inspiren; por ejemplo, si de escribir un diario se trata qué mejor que El diario de Ana Frank. A pesar de lo anterior, tal vez a algunos no les conmueva escribir un diario, por eso, mi segunda propuesta es que en cada bachillerato sería grandioso que exista una clase de "Creación Literaria", para escribir sobre un tema interesante o un tema libre para cada pensamiento; tengo entendido que cada cabeza es un mundo, un mundo por descubrir conociéndolo a base de la escritura. Otra de las propuestas que me parece tendría buenos resultados es buscar temas de interés en el alumno de bachillerato, pues a nosotros nos interesan temas que tengan que ver con algo que nos sea cercano y que nos atraiga de manera que responda a nuestras dudas e inquietudes. De igual manera se podrían realizar actividades literarias en un taller o círculo de lectura como escribir nuestros propios textos, como una forma de expresarnos, sin un tema específico que nos limite (como normalmente lo hacen los profesores). Obviamente necesitamos inspiración y un lugar agradable en donde podamos expresarnos de manera natural; igual se me ocurre escuchar música que relaje nuestra mente y nos permita pensar e imaginar para colocar nuestras ideas en papel. De los temas que en realidad podrían interesarnos podrían ser el noviazgo, las relaciones sexuales a corta edad, temas sobre la amistad, sentirse bien con uno mismo (tener una buena autoestima), saber manejar nuestras emociones y demás.
un tema y ya no salen de ahí jamás; ejemplo de esto son la drogadicción, el alcoholismo, el tabaco y en general las adicciones. Y saben, TODOS sabemos los riesgos que traen consigo. Por lo tanto considero que a la mayoría de los profesores no les interesa mucho promover la lectura y la escritura, incluso me pregunto a veces ¿los maestros leen? Un adolescente siempre va a hacer lo contrario de lo que le digan, es como un ¡ROMPER LAS REGLAS!, pero definitivamente la lectura se contagia, se da por imitación, si los maestros leyeran y nos motivaran otro panorama vislumbraríamos. Si tuviéramos un espacio para compartir nuestras lecturas, nuestros propios textos donde expresemos nuestras ideas, sentimientos, emociones, frustraciones y demás. Si pudiéramos compartir con nuestros profesores y padres de familia a través de la creación literaria nuestro sentir, pienso que nos comunicaríamos mucho mejor; porque la lectura es un puente que nos acerca y nos permite expresarnos. Para concluir, sólo quiero decir que he encontrado divertido escribir, pero muchas veces los temas no son adecuados, por ello habría que hacer una revisión a los temas y también pienso que necesitamos más libertad; sin libertad no hay creación… ni creatividad.
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Un problema, que cabe mencionar en este texto, es que suelen los profesores traumarse en delatripa: narrativa y algo más
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Amar la lectura para comprenderla mejor* Monserrat Lizeth Mendoza Santiago "Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros" Adolfo Bioy Casares
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l presente trabajo aborda un tema que, si bien no está en mira de todos, tiene una gran importancia en estos días. El tema de la lectura como prioridad en la sociedad está desapareciendo, dejándole la responsabilidad a las escuelas, sin darse cuenta que el cambio se genera desde el hogar, fomentando desde pequeños el amor por la lectura. De igual manera pretendo dar a conocer cómo se ha visto afectado el hábito de la lectura en nosotros los jóvenes, pues desde el punto de vista social se cree que la lectura es uno de los hábitos más olvidados en nuestra época por los jóvenes.
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En un mundo en constante cambio por la globalización en la que se está inmerso, el rezago de lectura (comprensión lectora o competencia lectora) en estudiantes jóvenes de nuestro país no es nada nuevo, viéndose reflejado en las pruebas PISA de los últimos años. Los resultados del 2009, año en que se puso mayor énfasis en la capacidad de lectura "México obtuvo 425 puntos, por debajo de naciones no afiliadas a la OCDE como Uruguay, Bulgaria, Serbia y Chile" (Rendón, 2010). Pero éste no es el único caso, la Encuesta Nacional de Lectura presentada por la Fundación Nacional para el Fomento a la Lectura (FUNLECTURA) de 2012, también demostró que los índices de lectura en nuestro país son muy bajos, considerando que hemos pasado de la penumbra a la obscuridad en lo que se refiere al hábito lector. Sin embargo, esta encuesta muestra datos interesantes, en cuanto a los jóvenes se refiere. Agrupados en el rango de 12 a 17 años los jóvenes encuestados mencionaron en un 67% que no leen
por falta de tiempo, en un 37.3% porque prefieren otras actividades, y en un 32.9 y 32.8 porque no me gusta leer y porque me da flojera. Partiendo de los datos estadísticos anteriores, llamaría la atención que los jóvenes ponemos como pretexto que no tenemos tiempo y que no nos gusta leer o nos da flojera; yo considero que estas respuestas son válidas y muy generalizadas, a los jóvenes se nos suele atribuir la apatía, no sólo hacia la lectura sino hacia todo lo concerniente a lo educativo, pero el resultado de estas respuestas vienen de quienes no han tenido la oportunidad de encontrarse con un libro que los atrape y que les guste. La comprensión de la lectura viene casi a la par del gusto por la lectura, si lees por obligación no comprendes fácilmente, pero si lees por gusto tú mismo te esfuerzas para comprender lo que lees. A veces los jóvenes nos alejamos de la lectura porque los adultos, encargados de motivarnos o contagiarnos el gusto por la lectura, no leen pero sí quieren obligarnos a que nosotros lo hagamos, o en otros casos "leen tanto" que menosprecian lo que leemos o intentan que leamos textos que no captan nuestra atención; por eso estoy de acuerdo con Xavier Rodríguez Ledesma (autor que me recomendaron leer para esta ocasión) que dice "no importa cuánto se lee sino cómo nos deja lo que leemos". Los jóvenes no queremos grandes lecturas, pero sí nos interesamos por leer lo que nos atrae y nos gusta, algo que hable sobre nuestros problemas cotidianos y podamos descubrir entre las páginas que existen otras historias similares o parecidas a las nuestras.
* Ensayo leído en el Encuentro Académico del COBAY 2013 en la mesa "El joven ante el reto de las letras ¿cómo comprender la lectura?"
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A veces un maestro, un bibliotecario, nuestros mismos padres pueden ayudarnos a encontrar el libro ideal para nosotros. Más que nada, creo que hace falta que conozcamos qué tanto hay para leer y tener un acceso más fácil a libros que motiven nuestro hábito lector. Sánchez (2008) hace mención de algunas alternativas para mejorar la velocidad y comprensión lectora, de las cuales la más interesante es "La predisposición favorable a experimentar nuevas técnicas y métodos de lectura": lo cual contemplaría el utilizar nuevas formas de acercarnos a la lectura, actividades lúdicas o talleres literarios donde podamos realizar diferentes tipos de lecturas y también tengamos la oportunidad de crear nuestros propios textos. En mi plantel existe esa posibilidad a través del Taller Literario de Creación y Fomento a la Lectura; gracias a él algunos de nosotros hemos experimentado diferentes formas de acercarnos a la lectura y los maestros nos han ayudado a mejorar nuestra comprensión lectora con actividades motivadoras, lúdicas y divertidas con las cuales nos hemos dado cuenta que la lectura no es la actividad "aburrida y tediosa" que nos han inculcado anteriormente. Otra propuesta sería crear clubs de lectura donde se pueda compartir la experiencia de lectura, para eso se necesitarían libros apropiados para nosotros los jóvenes y crear el espacio para poder reunirnos a comentar y compartir nuestras experiencias de lectura. Nosotros lo desarrollamos a través del taller literario, pero sería una gran oportunidad que se pudiera difundir a otros planteles y pudiéramos compartir entre estudiantes de diferentes planteles nuestras experiencias y opiniones en torno a un libro. Eso nos ayudará a conocernos mejor entre nosotros, pero también sería interesante que nuestros maestros y personal académico participen y coordinen estos clubs de lectura. Sería muy motivador que inviten a escritores a compartir sus libros y lecturas y
establecer así un diálogo en torno a los libros; un diálogo entre iguales donde maestros, directivos y alumnos estemos en un mismo nivel de compartir nuestro gusto por la lectura. En conclusión mi perspectiva es que si en este siglo se ha perdido en nosotros los jóvenes la capacidad de leer un libro se debe en gran parte a que los adultos dejaron de contagiarnos el gusto y el interés por la lectura; se olvidaron de hacer conciencia para tomar un buen libro y difundir el amor a la lectura entre los jóvenes y, por ende, mejorar la comprensión lectora que sólo puede lograrse si primero hay un acercamiento ameno, agradable y satisfactorio con la lectura. Se les olvidó que si nos enseñan a amar lo que hacemos lo haremos mejor; y en el caso de la lectura, que si amamos los libros los comprenderemos mucho mejor. Seamos los jóvenes de hoy en día, con ayuda de los maestros, bibliotecarios, padres de familia y autoridades, quienes hagamos resurgir el gusto y amor por la lectura, para demostrar que nuestro estado y nuestro país está conformado por jóvenes lectores que serán mañana adultos fomentadores de la lectura.
Referencias OCDE, PISA (2009). Resultados: Lo que los estudiantes saben y pueden hacer. Rendimiento de los alumnos en Lectura, Matemáticas y Ciencias. Volumen I, 2009, Disponible en: www.pisa.oecd.org. Quiroz, M. (2003). Aprendizaje y comunicación en el Siglo XXI. Capítulo 4. Hacia una educación intercultural y democrática. Editorial: Norma. Edición electrónica. Disponible en: http://www.terras.edu.ar/aula/ tecnicatura/3/biblio/3QUIROZ-Maria-Teresa-CAP-4T Hacia-una-educacion-intercultural....pdf a
Rendón, E. (2010) "Repite México último lugar en PISA". l En Educación a debate. Disponible en: http:// l e educacionadebate.org/11582/repite-mexico-ultimor lugar-en-pisa/ Rodríguez, X. (2006) Abonando la utopía. México, C O CONACULTA/Océano. B
Sánchez, E. (2008). La comprensión lectora. Edición A electrónica. Disponible en: http://www.lalectura.es/ Y 2008/sanchez.pdf delatripa: narrativa y algo más
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Haikús o poemas sintéticos
Árbol de casa, colores de algo único, relaja y sombra. Arleny Tepal
Como el colibrí, encima de las nubes, quisiera escribir. Mayra A. Escobedo
Tras mi ventana tu sonrisa se encuentra con el viento.
Al mirar el sol sólo piensas en nada, pues él te piensa.
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¿Por qué la silla postrada frente al rincón piensa en el amor?
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Geysi Bojorquez
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Arcoíris El arcoíris nace entre las nubes como el árbol que da sombra a los pájaros.
Tus ojos Tus ojos son soles que iluminan mi anochecer y nubes que oscurecen cada amanecer Wendy G. Tzab
Un pájaro Bajo el sol veo un pájaro volar, su canto me recuerda las hojas desprendidas de un libro que con el tiempo se marchitan. Sugey Canto Pareja
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Noctámbulo* Hugo Ávila Valdez Cuando a un tigre le cuelgan las rayas, esas que marcan su imponente figura, inicia la dolorosa oscuridad en mi vista. Nada pienso ¿y? no siento nada cuando llueve, cuando se parte el alma en la miseria, ni el pulso me cambia, ya no siento nada ante la bandera o Jesús, ya no, no hay latidos, sentimientos o una mañana en qué creer. Soy sólo un objeto inerte en la oscuridad donde el agua deshace mi cuerpo, las sombras me mueven con su aliento, ¿acaso es un sueño? ¿amanece nuevamente? T a l l e r C O B A Y
Un traje, maquillaje. ¿Qué creen que soy? ¿por qué tengo atadas las manos? ¿acaso ni muerto me dejarán fluir hacia la soledad? *Primer Lugar en el Concurso de Poesía del Cobay Kanasín 2009
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Mi último aliento* Daniel Balderas de Dios
Hundido en la obscuridad las lágrimas cubren mi pecho, siento y no siento, un olor floral vuela en el viento. Me cobijan tus fríos brazos hasta robar mi calor; no hay salida en la desnudez del alma. Temo partir sin volver a ser amado condenado a la soledad, sin moverme sube el frío y el miedo en esta cavidad. La tierra me come, escucho llantos y suspiros, y triste te confieso, este es mi último aliento. T a l l e r C O B A Y
Primer Lugar en el Concurso Estatal de Poesía 2010 del Cobay delatripa: narrativa y algo más
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Dies bo´ tik Ná
Wendi Cristina Chan Baas
Dies bo´tik tu men oká dza´ik i kux´tál. Dies bo´tik tumen oká kalanden tu lak´ lé k´iino´. Dies bo´tik tumen tech tá alten baax´ ke ni vetik. Dies bo´tik túlakál naa´ i tial. Tech i nojoch baál y amech Y nojoch cheé uaá maá yandech te´e la´ Maá i uoo´lí baax´ ke ni vetik , uaá tech na´ an dech te´e la´ maá i wool tux´ yaá nen i yok´ool kab tu sut wa tech yandech te´e la´ maá i wole´ baak´ ke ni vetik wa maá kulanech te´e la´ wa maá a tal ti wikna up´el k´iine maá i wool baak´ ke ni vetik ti i kux´tal g´ajanden le jadzudz k´iino´ kux´anon bix´ku tubul ti ten g´ajanden ti up´el ik´tian ti pudzik´al maá i g´ati estech baux´ i amech tech a oetik ta woola ti uin te cán loó tech i nojoch ché i ik i jadzudz k´iin.
Gracias mamá Gracias por darme la vida. Gracias por cuidarme todo el día. Gracias por aconsejarme. Gracias por todo madre mía. Tú eres mi inspiración mí gran alegría, si tu no estuvieras no sé qué seria. Gracias por decirme qué es lo que tengo que hacer, si no estuvieras no sé dónde estaría. Mi mundo gira si tu estas ahí, no sé qué haría si no estuvieras aquí, si me faltaras algún día no sé qué se seria de mi vida.
T a l l e r
Me acuerdo de lo momentos lindos que vivimos, cómo olvidarlo si me acuerdo en cada suspiro No te puedo demostrar cuánto te quiero, si sabes que por ti iría hasta el cielo. Eres mi gran alegría mi inspiración y la luz del día.
C O B A Y
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Preso del miedo
Omar Romero Rodríguez
Mi cárcel es olvidada canción, mal de amor o existencia terminada. Nace un nuevo temor: ¿olvido o engaño? Sólo son los barrotes del miedo que me apresan, abandono mis sentimientos. He caído al laberinto de la nostalgia, resignación y llanto son inútiles porque siempre te he querido.
Mar de lágrimas Prometo al olvido desnudar tus miedos, ¿dónde compartir silencios dolorosos si el regazo de la soledad y de la ambigüedad son un nudo en la garganta? Quiero combatir contra el mar ansioso para retenerte, pero la brisa vacía tus ojos, con las gaviotas de la tristeza te acompañas al arropamiento de las evocaciones donde renacen los besos perdidos, donde las sirenas, esclavas de la melancolía, son atrapadas en derrota y decepción. De tu piel marina brota el dolor, gobierna la desolación y la tristeza, tu rostro se desmorona como un arenal con cada lágrima que no consigue deportar tu pena.
T a l l e r C O B A Y
Segundo Lugar en el Concurso de Poesía 2011 del Cobay Kanasín
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Besos húmedos Isabel Manrique
Naufrago en aguas desconocidas, la presión me explota y me expande sobre un arrecife, y una sirena, de caderas violadas por el viento, me toma. Frente a ella mis labios, como olas furiosas, la arrollan; mientras que los sexos besos húmedos comienzan a dar. Sin desenlace me sumerjo cada vez más en aguas inéditas para mi ser y excitantes gemidos se entonan. Al canto de sirena reacciona mi sexo y en espuma blanca empezamos a nadar.
T a l l e r C O B A Y
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Luna Karina Uicab Aquí bajo tu luz estoy de nuevo perdiéndome contigo en soledad Para no perder tu amistad de tu verdad soy prisionera, me declino para adorar la mariposa apariencia.
Tus sábanas blancas alimentan mi alma en oscuridad.
T a l l e r C O B A Y
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Ausencia de nubes Lidia Victorín Chin
Estar lejos de todos sin nadie a quién hablar es como estar en oscuridad total, es como ser un cuerpo sin órganos, un lapicero sin tinta, sólo escuchando el sonido del aire.
Ves el cielo sin nubes y oyes apenas el eco que parece ser de una voz, pero estás en un lugar ocupado nada más por ti. Las horas pasan sin un minuto, las noches parecen no tener ni una estrella y tienes que caminar sin poder ver ni sentir tu cuerpo, sin percibir la dirección a la que te aproximas. Eres un objeto que ni la indiferencia utiliza y no puedes gritar la desesperación, ni oír apenas la crítica de las demás personas, porque al parecer desde el principio estás sordo.
Y en el espejo sólo se refleja un yo, y el día más oscuro se hace cuando caminas hacia el sol, no puedes ver ni tu sombra caminando tras de ti;
T a l l e r
Entonces sientes el miedo de ser una hoja en blanco y ya no puedes escuchar siquiera el sonido del aire.
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Destierro al olvido* Monserrat Lizeth Mendoza Santiago Cada rincón habitado amanece infestado de tristes recuerdos que hacen murmurar hasta el llanto a las paredes, ahí pareciera que mi vida es una herida sangrienta costurada en canciones que recitan el pasado. Aún recuerdo, en mis ojos permanece el dolor indecible, por eso respiro a gritos y avanzo con miedo a no encontrar otra salida que no sea el hábito descontrolado de luchar contra el silencio y el llanto. Mi tristeza carcome los días, sedienta mi alma anhela un motivo para vivir, para volver a sentir que el mundo cambia; ojalá eso bastara, pero mi cuarto almacena lo sentido, el suspiro derrotado, el deseo de un final. Al sentir marchitarse la flor noto lo invisible, ese laberinto de mi soledad, T a l l e r
aquella que viene, va o se instala como un gato indiferente en mi alma. Sólo la noche oculta mi agonía.
C O B A Y
Bebo un último trago con la tristeza porque el frío ya encarna. *Primer Lugar en el Concurso Estatal de Poesía 2013 del COBAY
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Mientras el silencio borra mis heridas, el dolor que hoy teme ser olvidado tira su ancla en el pasado; creo que el destino oculta su trágica ironía en el cáliz de lo inmutable. Por la tristeza y el alma quebrantada bebo mis lágrimas donde el odio navega con las velas desoladas; un mar inhóspito es el llanto donde alguna vez nadaste sin dejarme consuelo. Inventé una nueva vida, imaginé lo mejor de ella para poblar los rincones de mi habitación; mis días construyen la noche donde me siento, donde miro los alrededores para escoger qué recuerdo ahuyentará el temor. Adolorida y desesperada entierro la esperanza, únicamente permanece el ansia, el sufrimiento. Adicta al dolor me sujeto a la nada, me destierro al olvido,
T a l l e r
soy la desolación condenada a vagar en las habitaciones, con el destino fracturado y las cadenas de mi peso, pero el olvido no es una opción
C O B A Y
tan sólo es un camino.
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Más allá de la misoginia: la metaviolencia Susana Mota López Afirmaba Ramón y Cajal que más valía a los misóginos hacerles recordar que la más iletrada y silvestre de las féminas puede dar a luz un hombre de máximas genialidades.
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e dice que la misoginia es una alteración patológica que requiere un estudio pormenorizado del conjunto de causas y condiciones en la aparición de enfermedades psíquicas como la psiconeurosis. Los casos narrados en el libro Siete miradas de Juárez revela las isotopías de lágrimas, sollozos, jadeos, golpes, groserías, gritos de dolor, gemidos, monstruoso, saña, maldad, destripador, terror, violencia intrafamiliar, asesino serial, cazar, asistencia brujeril, verdugones, canibalismo, mutilado, ultrajado, que conducen a un mismo fin: la muerte en las mujeres jóvenes indefensas trabajadoras de la maquila de ropa en el norte de México: Ciudad Juárez, para así destacar este tipo de psiconeurosis colectiva del hombre contra la mujer. Asimismo, para que exista esta violencia debe emplearse una fuerza irresistible, la intimidación o coacción moral que se produce al inspirar en uno de los sujetos el temor racional y fundado de sufrir un mal inminente y grave en su persona, lo cual ésta va más allá de la saña en los casos de feminicidio en nuestro país. Así se produce la metaviolencia, que ahora ha proliferado en el mundo con una fuerza que rebasa a lo imaginable. Desde siglos anteriores al nuestro y ahora, al varón común y corriente le vale sorbete que éste sea engendrado por una mujer, por lo que la violencia contra las mujeres ha aumentado en el
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país y como muestra de esta problemática, siete escritores noveles se propusieron dirigir sus miradas narradoras hacia este feminicidio cometido en Ciudad Juárez, desde 1993, contra las trabajadoras de las maquiladoras, en un libro colectivo Siete miradas de Juárez, en la estructura de cuentos-testimonio. Eduardo Lerma Rodríguez abre el principio de esta serie de narrativas cortas con "Número Rojo". El narrador omnipresente relata la tragedia de Alicia y su hija, Sandra, que es secuestrada de la maquiladora por Leonardo, hijo del dueño, para violarla y masacrarla con furia junto con sus amigos. La escena parece un festín de hienas por lo que el mismo Leonardo cuenta y así demuestra su machismo, su prepotencia, su odio hacia la mujer que se atreve a producirle orgasmo: "Me levanté con un buen sabor de boca pero muy enfurecido por lo que había sentido, no era justo que esa puta me pudiera elevar con su cuerpo,…"1 Antes de llegar a este punto del relato, el secuestro con sabor a engaño -Leonardo le hizo creer que iban a cruzar la frontera como novios buscando un mejor futuro-se transformó en una cacería por la presa débil, indefensa y que representaba lo femenino. Este hecho conmovió al pueblo que se volvió un "número rojo" más en la lista de delitos no resueltos por las autoridades policiales bañados en el cochambre de la corrupción.
Eduardo Lerma Rodríguez, Siete miradas de Juárez. Pról. de Galdino Morán López, México, Cuarta de Forros, 2012, p. 26. delatripa: narrativa y algo más
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Desde aquí la narrativa expresa que el hombre externa su misoginia hacia la mujer con esa metaviolencia y se vuelve una constante para las seis siguientes historias. María Teresa Vázquez León presenta el testimonio del personaje femenino que nos relata la tragedia de perder a su hija "María". La narradora, embarazada por la irresponsabilidad de un tal Carlos, tiene que huir de un seno familiar resquebrajado que la explotaba económicamente y de un padre violento que la golpea. Llega a Ciudad Juárez a trabajar en un restaurante, nace su hija y se dedica a ella por completo, conoce a la cocinera del restaurante, Naty, se hacen muy buenas amigas y se ayudan ambas. Al prosperar, estudia para cambiarse de empleo como recepcionista de hotel. Su hija ya siendo una preparatoriana, un día inesperado va a una zapatería de donde nunca regresaría. El calvario de la narradora sin nombre -porque lo importante es María, encontrar su paradero, y su retorno sana y salva-, se hace insufrible, y lo que al final le entregan es un dolor insoportable tendido en la mesa helada de la morgue: De lejos vi un cuerpo cubierto con una sábana, de cerca me di cuenta que era la cara de María, pero me equivoqué, esto no es un cuerpo, ¡es lo que queda del [sic] él! ¿Quién ha sido capaz de algo tan monstruoso, a quién pudo María ofender tanto para que se atreviera a hacerle esto, por qué tanta saña, de dónde venía tanta maldad que terminó por encontrar a mi niña? A ella, que no tuvo nunca ni un mal pensamiento para nadie. ¡¿Dónde está el que nos quitó la vida a las dos?!2
Aquí lo que la escritora planteó fue la preparación al dolor de perder a una hija, no la masacre misma, fue exponer cómo una vida joven, vulnerable e inocente puede hallar un destino bru-
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María Teresa Vázquez León, en Siete miradas de Juárez, op. cit., p. 42.
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Paulina Calderón Ramos, en op. cit., p. 53
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tal con evidencias claras de metaviolencia y misoginia. En el siguiente cuento, Paulina Calderón relata "Mi pesadilla". Es el testimonio de Jerome quien presenció la salvaje muerte de su novia Renata: es la percepción y perspectiva de un hombre que sufre el ataque sádico de unos narcotraficantes contra él y su mujer. Las isotopías de "el pacto era llevar carne al matadero", "el ambiente se tornó pesado", nos llevaría la chingada", "A Renata la sacaron a tirones del cabello", "me golpeó dos veces en la cabeza con una pistola", "descalzo", "amordazado", "descubrí una fractura expuesta de fémur", "con tal violencia que lograron hacer que el fémur se rompiera", "Los tres cerdos copulaban por turnos con una moribunda, con una mujer mutilada, con mi mujer"3 preludian la muerte de la mujer violada y descuartizada por un tal Fara que como fiera enardecida le arranca con su boca ensangrentada sus dos senos. Tales imágenes se quedarán grabadas en el novio como las marcas del herradero en el ganado. La aparición bestial de la misoginia y la metaviolencia en aquellas imágenes lo han devastado. Así pues, Paulina Calderón nos hace cuestionarnos la verdad de la existencia de un ser divino que haga terminar esta "pesadilla", que ponga punto final a esta angustia del hombre al ver que su amada va hacia la muerte física, por lo que él queda muerto en vida. Se percibe cómo el hombre que no siente esa psiconeurosis de misoginia se impacta y se asquea que existan hombres así que sean capaces de albergar tanta metaviolencia que hasta estas acciones sugieren que puede ser irreal por la observación de una especie de antropofagia, pero no, es la realidad cruel de la ambigüedad del comportamiento humano.
Sigue Patricia Berni con su cuento "La cruz de Alma" para contarnos que ese mismo terror lo siente Refugio cuando reitera una y otra vez la forma en que murió su hija Alma, quien contaba con dieciocho años de edad y fue el primer evento de feminicidio. Las isotopías son parecidas a los casos anteriores; mutilado, ultrajado, violada, que denotan la tragedia de estas jovencitas. En el lugar donde la encontraron muerta colocaron una cruz y hasta allí Refugio llega a encontrarse con la bestia humana que tantas veces soñó hasta volverla loca de dolor por haber matado a su hija -alguna figura se tenía que inventar para recriminarle su acción ya que nunca encontró respuesta en las autoridades policiales-, y se enfrenta a la muerte representada en esa bestia para dejar de sufrir, dejar de sentir terror, y reunirse con su hija: "Su cuerpo fue hallado, como los otros, a mitad del desierto, mutilado, ultrajado, desangrado".4 El dolor en su alma es tan intenso que una madre como ella, que ha perdido una hija, no puede comprender de misoginias ni de metaviolencias, ya que su sentir es tan mayúsculo que su único alivio era buscar la propia muerte para descansar junto a su hija. Es así como Patricia Berni describe la muerte de dos mujeres víctimas de la inconsciencia.
convertido en víctimas de algo que nadie se puede explicar, y que la mayor parte de la población no ha podido saber quién o quiénes son los asesinos. Una a una, ellas fueron cayendo en la negrura de una muerte espantosa. Las autoridades que solucionan los casos; no tienen respuestas. Especulaciones van y vienen, y ninguna es válida. Magali, la amiga de la narradora, se impresiona enormemente al ver el cuerpo masacrado de su prima y esta imagen desata un terror en cadena que transmite a la narradora al grado que las dos se contagian mental y físicamente, y una tiene que morir para que la otra siga con una muerte en vida por la experiencia tan espantosamente vivida.
Toca el turno de Teresa Bernal que "En el aire" nos externa sus impresiones impactantes a través de una narradora omnipresente que relata el mito que empezó por el año 1993, en la ciudad fronteriza, con la desaparición y muerte de las jornaleras de la maquila, semejante a los hechos de Jack, el destripador de Londres, por la manera como encontraban a las víctimas como destrozadas y descuartizadas por un animal salvaje. La narradora, de la escuela media superior, se ha dado cuenta que poco a poco sus cinco compañeras más estimadas de su salón de clase se han
La descripción de los cuerpos muertos de las mujeres que hace Bernal, es tan lacerante, que mueve al lector a reflexionar en todo el odio hacia las mujeres provocado por el hombre. Inclina a pensar en la fuerza de la violencia causada por esta rabia a otro ser humano; máxime si ésta es mujer. El tono cruel para describir el aspecto de las mujeres violadas y masacradas no es para despertar el morbo del lector sino para mover la conciencia (si es que la tienen) de los desconocidos implicados en estas muertes, para
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Patricia Berni, en op. cit., p. 73.
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Teresa Bernal, en op. cit., p. 82
En el expediente de Rubí, la prima de Magali, aparecen las isotopías representativas de su muerte que denotan la metaviolencia que los criminales causaron para externar su misoginia: Las manos en la espalda, no se encontraron las ataduras, los ojos muy abiertos, piernas y brazos amoratados y con quemaduras, no parecían de cigarro, eran más grandes y profundas, gesto de grito con la quijada desprendida, lengua como arrancada,, algunos dientes rotos y otros perdidos, los senos con marcas como de mordidas, hasta casi arrancarle los pezones, al parecer, gritó hasta que perdió el aliento.5
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denunciar a los que no han hecho nada para resolver estos casos, que más bien el obstáculo puede ser la corrupción de las autoridades desde sus bajos hasta sus más altos niveles. Una corrupción con baños de misoginia y metaviolencia nacida de la imaginaria tradicional y ancestral desde tiempos bíblicos cuando el mito dice que Caín mató a Abel con una quijada de burro y Eva mordió la manzana del árbol del bien y del mal para luego dársela al "pobre" de Adán. Así nace la impresión de la violencia entre "hermanos" y la culpabilidad femenina por corromper al hombre, y por esa "culpa" deviene la misoginia hacia la mujer. Mas es la muerte la que para el mexicano de hoy no significa nada y ya no más es el tránsito hacia otra vida mucho mejor que la que éste vive, así que esta intrascendencia de la muerte no nos conduce a excluirla de nuestra vida cotidiana, se convierte en una indiferencia ante la muerte que se alimenta de la misma ante la vida: es más o menos la idea que tuvo Octavio Paz en su interpretación del mexicano ante la muerte, y su soledad. Por consiguiente, matar a las mujeres se vuelve irrelevante, hasta el colmo de la casualidad y causalidad. Incluso, Paz tiene una concepción particular acerca de la mujer tanto como imagen enigmática de la fecundidad como de la muerte. Las preguntas sobre si la mujer encubre la vida o la muerte, sobre qué hay en sus pensamientos, si es que los hay y si es similar al hombre, quedan "en el aire" ya que la mujer se convierte en "el enemigo", a grado tal que el sadismo contra mujeres indefensas -como el caso de "En el aire" de Teresa Bernal-preludia revancha ante el hermetismo femenino o se presenta como un intento atormentado para responder a esas preguntas acerca de la mujer a la que el hombre le tiene miedo por su, según éste, impasibilidad. La siguiente cuentista, Isabel Alcántara nos presenta el feminicidio perpetrado contra Paloma 54
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mediante un narrador omnipresente que en la diégesis nos platica el calvario recurrente de esta joven. La habilidad narradora de la autora nos hace creer -al principiar el cuento-, que el personaje de Paloma es animado, real, y dejando caer como los pedruscos de Hansel y Gretel para conducirnos a la realidad, con los elementos necesarios para darnos cuenta que no: Paloma es un alma en pena que doliente e iterativa ronda su casa, su lugar de muerte, sus calles y las imágenes de su madre y su padre que por mucho tiempo ha dejado de ver. Los elementos de referencia a su muerte son los "pies entumecidos": cuando un cuerpo está en posición horizontal enterrado, los pies aparecen agarrotados; "las manos, palma con palma": es típico de la posición de poner las manos de una muerta en un féretro; "miró sus pies aún fríos" es otro referente del cuerpo helado de una muerta; más adelante la escritora nos reitera la presencia de la muerte con la frase: "sus pies helados". La autora emplea otros elementos de espacio y tiempo, y de circunstancias, también con figuras sémicas de percepción sensorial; "la indiferencia de la soledad", "El olor a cera derretida", "el vertiginoso aire y la fina arena", "la tierra yerma, reseca y el [sic] del aire seco", "parecían sombras negras vestidas de luto", y otra vez Isabel Alcántara nos hace referencia a "los pies helados como bloques de cemento" para concretar la presencia de la muerte. Otro elemento importante es el color rosa: "El mismo lugar en el que el símbolo de progreso se queda acallado por el de la muerte rosa" y "Paloma Angélica no voló; permanece allí, al pie de las cruces rosas". ¿Qué es para la autora la muerte rosa? Es la juventud de las mujeres y además la mezcla del rojo y blanco da rosa, y éste es el color de la muerte. Y así, se presenta en la pluma de la autora del cuento, otra iteración de la tragedia de muchas madres que recibieron las garras de la metaviolencia por la misoginia de unos seres irracionales hacia su juventud femenil.
El séptimo cuentista es Enrique Valverde Medel que plantea bajo un concepto nuevo narrativo una estructura geométrica dentro de la diégesis, con los personajes, ciudad, calles, departamento, transporte público, fábrica y gente como personajes de ambiente, dibujados "A lápiz", similar a los "stick people" o "stick man" de los estadounidenses: la gente de palotes o el hombre palo, o monigote. ¿Por qué el autor del cuento describe el tema de la tragedia de las jóvenes masacradas, vilipendiadas, violadas y violentadas en esbozos, trazos, manchas grises, y negras, y espacios en blanco? Porque toda la narración se cubre de simbolismos entre lo que se ve y se siente en realidad. Se ve la abulia, la apatía, la impotencia de las familias que perdieron a sus hijas, hermanas, novias, madres, ante lo irracional y lo absurdo de aquellos sangrientos eventos ocurridos en Ciudad Juárez. Hasta los nombres de los personajes nos transmiten el sentir del dolor de esas muertes: Griscencio y Violeta; gris6, el color del duelo, la depresión, las cenizas, muerte del cuerpo y la inmortalidad del alma que envuelve a la ciudad como cuando el narrador intradiegético describe: "Comienza a descender un leve velo bamboleante de hojuelas de ceniza" y "mientras miras la ceniza suspiras";7 y violeta8 es el color del pesar, duelo, dolor, tristeza, oscuridad; y la oscuridad persigue a Violeta hasta el inframundo: "la negrura se impone absoluta"9. El mismo grafito bruno de la gente de palotes es ya negrura y hondura del existir en la mente de los que recuerdan penosamente los hechos acaecidos por la metaviolencia y la misoginia.
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Concluyo con este comentario: desde aquellos fatídicos eventos ¿qué se ha hecho para detener esta psiconeurosis colectiva? Nada. A diario, se escucha o lee las noticias de mujeres asesinadas en todo el país; desde los más bajos niveles sociales hasta los más altos, secuestros y desaparición de mujeres y niñas, hasta los criminales utilizan las redes sociales para engatusar ingenuas y luego descuartizarlas. ¿Qué les pasa a las jóvenes mujeres? ¿Qué pasa en el gobierno y en los responsables de cuidar a la ciudadanía que no evita la metaviolencia y la misoginia? Las respuestas sólo aparecen desdibujadas "en el aire" y "a lápiz". Y como corolario, no está de más incluir que asimismo el hombre no está exento de ser víctima de androfobia y metaviolencia, pero la cantidad de casos de este tipo no sobrepasa ni un ápice al de las mujeres, que en todas las culturas, las épocas, los niveles sociales han sufrido el desprecio, la prepotencia, la envidia de los hombres por el miedo a perder su virilidad como si con ésta ellos fueran más que el sexo fuerte y las mujeres el débil. Craso error.
Bibliografía Cooper, J. C., Diccionario de símbolos. Barcelona, Gustavo Gili, SL, 2004. Siete miradas de Juárez. Pról. de Galdino Morán López. México, Cuarta de Forros, 2012.
J. C. Cooper, Diccionario de símbolos. Barcelona, Gustavo Gili, SL, 2004, p. 54.
7
Enrique Valverde Medel, en op. cit., p. 108.
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J. C. Cooper, op. cit., p. 56.
9
Ibid., p. 116. delatripa: narrativa y algo más
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Torturado Gonzalo Vilo
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osé abrió la puerta con cuidado y asomó la cabeza mirándonos de arriba abajo y frunciendo el ceño. No nos quería dejar pasar, así que Fran-Me, con una de sus mejores patadas, lo hizo salir hacia atrás, dejándonos la entrada libre. -Where is Horacio?- preguntó de inmediato mi amiga, mirando hacia todos lados. Nuestro vecino había quedado tirado en el suelo, y yo aproveché de pegarle un puntapié en el estomago. Luego, lo tome de la camisa, levantándolo un poco, y volví a repetir la pregunta que acababa de hacer Fran-Me, aunque ahora en español. -En el patio- respondió. Respiraba con dificultad y sangraba por la nariz y la boca. Uno de sus dientes delanteros ya no estaba. -¿Que le van a hacer?- quiso saber -Déjenlo tranquilo -. -Te dijimos que te lo llevaras- exclamé molesto -Ahora ya es tarde -. Le indiqué a Fran-Me la puerta del patio, y ella la abrió con otra patada, quedando a la vista un bien cuidado jardín. Los ladridos de Otto no se hicieron esperar, pero mi amiga no le hizo caso y lo corrió con el pie. - No le hagan nada, por favor- rogó José desde el suelo -No lo volverá a hacer, se los prometo -.
Antes de que volviera a gritar, le coloqué una mordaza y luego comencé a atarlo de las manos y los tobillos. Mientras lo hacia, miré otra vez hacia el patio y vi que Horacio estaba parado sobre una silla. Fran-Me avanzó con precaución hacia él, espantando al grupo de gallinas que aleteaba y se movía inquieta alrededor. Otto, escondido ahora detrás de un árbol, le ladraba y le gruñía. Yo iba a salir a ayudarla, pero antes de cruzar la puerta, vi que ella ya tenía a Horacio. La esperé entonces en uno de los cuartos y encendí la luz. Ella entró en la habitación junto al prisionero. Él, sin embargo, se retorcía entre sus manos y trataba de aletear, pero mi amiga lo sostenía con fuerza y no le daba oportunidad de escapar. -Go to the car and bring the camera- me pidió mientras amarraba a Horacio con una cinta. Al instante yo salí de la casa y corrí hacia el auto. Cuando volví para instalar la cámara, Fran-Me ya tenia todo listo. Ella conocía muy bien los gustos de Igor y ya había amarrado a Horacio contra una de las patas de la cama, alrededor de algunos huesitos de pollo. Lo había vestido con un chaleco rojo y le punzaba la cabeza con un palito filudo.
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A la primera indicación suya, yo encendí la filmadora y la deje sobre la cómoda, al lado de la tele. Mientras Fran-Me apretaba un poco mas las amarras, yo me acerqué a Horacio y lo zamarreé con fuerza. -Te cocinaste hueón- exclamé -Yo todavía estoy durmiendo a las cinco de la mañana ¿Quién chucha te creí?-. Horacio se retorcía y cacareaba. Sacudía desesperado la cabeza. De pronto mi amiga acercó uno de los huesos al pico de Horacio. No obstante, al ver que nuestro amigo no abría la boca, lo partió en trozos más pequeños y luego, ahora si, consiguió que lo comiera. Luego hizo lo mismo con el resto de los huesos que estaba a su alrededor. Cuando acabó lo que había en la cama, fui a la cocina por las presas crudas. Antes de entregárselos a Fran-Me, tomé la cámara y la acerqué hacia la cabeza del prisionero. Mi amiga entonces volvió a punzarlo con el palito filudo, aunque ahora con mayor fuerza. El pobre Horacio se retorcía y gruñía de una manera espantosa. Después lanzó algunos sonoros cacareos, hasta que pareció quedar inconciente, o al menos así me pareció. En ese momento, no se por qué, me imaginé a Igor y a los rusos bebiendo vodka y atentos a la pantalla. Riendo quizás o comentando entre si. Comiendo o masturbándose. Cada cual en lo suyo. Unos hijos de puta. En fin, cuando volví a la realidad, comencé a enfocar a mi amiga. Era una toma sensacional, con su hermoso rostro caucásico y sus finos hombros desnudos resaltando en el cuadro. Ella miraba con atención a Horacio y ahora sostenía con fuerza el palito filudo sobre su hombro, como si este fuera una lanza. 58
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Yo me quedé con ella, con la cámara, a unos metros de su hermoso rostro, hasta que al fin dejo caer el palito. Este se clavó en aquel cuerpecito herido con una fuerza y precisión inusitadas y nada más que un pequeño gruñido, quizás la mitad de un cacareo, fue la única y triste reacción de aquella pobre criatura. La pequeña y al parecer inofensiva arma, penetró en el vientre del infortunado como si fuera un poderoso arpón y salió por el otro lado, rojo y con restos de carne. El pobre Horacio se retorció con breves espasmos, y la cama entonces comenzó a teñirse de rojo, mientras un ultimo y débil gruñido le daba el toque de oro a nuestro final perfecto. Apagué la cámara y guardamos los restos de carne en el refrigerador. No quisimos quitarle las amarras a Horacio, ni tampoco a José, a quien vi aun despierto y con el rostro enrojecido. Era un riesgo innecesario. Nos largamos de allí de inmediato. Yo dejé la cámara en la parte de atrás del auto y FranMe comenzó a conducir por la tranquilas calles del barrio. Todavía nos quedaba una ardua labor de edición antes de enviárselo a Igor, pero estábamos satisfechos, sin duda este había sido uno de nuestros mejores trabajos. Dimos vuelta en la primera esquina y yo me acerqué a mi amiga para acariciarle el cabello. Ella me sonrío y yo aproveché para darle un tierno y largo beso en su cabecita. Solo nos faltaban un par de trabajitos más y nos salíamos de esta mierda, tendríamos tiempo al fin para realizar nuestros proyectos, y en su cansada, pero orgullosa sonrisa, pude verlo con claridad. Sí, me dije, el mundo iba a ser nuestro.
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Arrullar la muerte Oralia Ramírez Cruz El hombre es el ser que hereda, en contraste con la bestia que siempre estrena su ser. José Ortega y Gaset
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nhala y exhala incertidumbre: Cinismo, Ambición y Odio resplandecen convirtiéndola en un pulpo que merodea y caza. Sobre ella transitan seres que tranquilamente se desplazan hacia uno y otro lugar sin intención aparente. Halcones cercan las colonias y notifican a sus jefes el movimiento de las "tienditas" mediante los teléfonos de monedas. Al principio desfallecía al intentar defenderse pero no ha existido en el mundo humanidad insensible a los encantos de Avaricia. Masculla vivir inmersa en una sombra que ramifica su cólera hacia todos lados y no hay habitación donde pueda guarecerse, si no son los uniformados, son los que también usan pasamontañas y eliminan a la persona equivocada sólo por encontrarse ahí. Vive cercada por la bestia que muerde desde adentro como el gusano a la tierna Artume; huérfanos en busca de quién sabe qué, con mirada iracunda y sin diferenciar entre lo permisible o lo justo, la carcomen. La infeliz no puede hacer nada porque casi todo le han quitado: hijos apenas jóvenes por centenas; chicas adolescentes le fueron arrebatadas mientras servían de Damas Rojas en fiestas particulares arregladas para saciar los apetitos nostálgicos de viejos dinosaurios. Sus habitantes se pavonean tomados del bazo del mero mero y no vive como rey el idealista absurdo ni el intelectual romántico, en cambio, el ambicioso y en sintonía con las argucias de
don Emiliano sí, ese si que vive a cuerpo de rey, pero no es por mucho tiempo: compra días excedidos en banalidad sin dormir tranquilo por temor a ser traicionado incluso por sus propios secuaces. Vive con lujos pero sabe que su infamia recibirá una jugosa recompensa tarde o temprano. Alguna vez tuvo días apacibles. Sus habitantes sacaban sus sillas de palma: el diálogo y el contacto directo hacían el mundo más comprensible entre ellos. No eran las personas mejor informadas pero eran coherentes con su estar siendo: la solidaridad, el respeto, la honradez y la dignidad fueron asuntos importantes entre ellos. Tuvo ríos caudalosos y árboles danzantes que escupían sueños, ellos, los originarios, se intercambiaban lo material y lo espiritual, no necesitaban monstruos que ofertaran ganancia, sin embargo, un día, algunos de sus dirigentes empezaron a coquetear con los gobiernos de otros países en aras de hacerla cosmopolita, los emisarios de esos países fueron instalándose y paulatinamente la sosegada Ciudad Inmóvil fue convirtiéndose en el emporio que ahora es. Llegaron personas deseosas de una vida mejor. Hombres de mirada honda en maldad a vender sueños de grandeza. La puta más descarada del vaticano demanda se imparta misa en los espacios escolares. El pelón chupacabras desató una guerra que benefició no sólo a sus aliados, respaldándolos como la delatripa: narrativa y algo más
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mejor alternativa para evadir u olvidar por un momento las frustraciones de quienes lo eligieron; y no le importa si esa guerra mata a diestra y siniestra, si jóvenes, adultos, niños y niñas son raptados por la gente de don Emiliano e incluso por su propia gente y piden cantidades atroces de dinero a cambio de la vida del secuestrado. Algunos ironizan al decirle que la cuidan y protegen, lo cierto es que todos la hemos
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transformado. Algunos por omisión, otros por miedo, egoísmo y conveniencia. Todo lo anterior es una perorar estúpido en busca de culpables con nombre. Quisiera pensar en ella como en alguien ajena a mis intenciones pero la verdad es distinta. Nuestro abandono la convirtió en la enardecida ciudad que pelea obstinada aun intuyendo su inexorable caída. Tuvo nobles y embusteros hijos: he aquí el resultado.
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Elisa o la vida en tren Nadia Contreras
L
a vida es un tren, no detiene su marcha y si la detiene, es porque ha llegado a la estación última. Elisa entiende la vida así, una vía que cruza lado a lado, días, horas, meses, años, en el estruendo de la gran máquina. Elisa, su mirada en la puerta, en la ventana y en el hombre que en cualquier momento tocará y cruzará el umbral. Elisa cierra los ojos, sabe la marcha pausada del tren y de pronto, el precipicio. Y todo esto, desde el inicio hasta el final de la historia, por eso de las presentaciones, los libros y la fantasía que urdí. Años atrás, sin explicación alguna, la conversación entre Elisa y el escritor falló. Esta vez (estoy orgullosa de haber dado vida al hombre que ante Elisa se presenta como El escritor) ambos permanecen de pie en el pasillo, se saludan, las sonrisas, las fotografías de rigor. Elisa no puede hacer una descripción exacta del lugar, esta vez no podría. El pasillo simplemente se alarga en estantería de libros y gente dirigiéndose a todas partes. Luego, cinco días después, el aeropuerto, el avión, el dolor de las despedidas. Elisa (el deseo en la punta de la lengua) y el escritor en segunda cita. La ciudad distinta a la de él, distinta a la de ella, el hotel, el pasillo, el cuarto de fotografías extrañas. Elisa en el centro del cuarto, como en aquel pasillo de libros y grandes descuentos editoriales, como en aquella mesa donde ella leyó sus poemas y él, sus cuentos. Elisa está sola, sin embargo, su vista se clava en la puerta. Costumbre muy de ella. Clavar los ojos en el rectángulo donde los momentos no escapan. Ha escrito: Necesito desahogarme y llorar como una loca. Llorar por ti, por mí, reunidos a destiempo. No sé cómo nombrarte: lluvia, música,
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universo. Universo exclusivamente mío. Qué milagrosa resultó tu lengua. Pudiera, en este mismo instante volver a la habitación y recomenzar todo o, simplemente, sentada a tu lado, reclinar la cabeza sobre tu hombro y mirar la carretera infinita, esa otra patria. Podemos vivir allá, nadie nos conoce, es un buen comienzo. Elisa escribe en su diario. Desde aquel día, lleva registro exacto de las palabras dichas y no dichas, sensaciones, emociones, vértigos. La vida es un tren sin control, se lee en la primera hoja. Y el nombre de él, oculto entre líneas, manchas. Elisa se retracta (¿soy yo quien huye?) y no quiere una vida al fondo de los barrancos: Verdaderamente ¿vamos a algún lado? Necesito dormir y que el sueño lo borre todo, el eco de lo sucedido. Cuando el avión despega y nos aleja de la ciudad de bares y muertes, veo el cielo muy cerca de tus ojos y tus ojos pegados a mi pensamiento, ese arder en la cama de cuerpos entrelazados. La distancia comienza a torcer las emociones. Elisa, la ventana, la puerta. Hombres y mujeres, pasillos de voces indescifrables. ¿Y si todo fuera una fantasía, si el tren mismo de la vida lo fuera? El amor, el flechazo del amor, arroja la mente a las turbulencias. Las lágrimas, recuerdo, caían de sus ojos como un río; el llanto, dije, no debe repetirse y metí la historia del escritor delicadamente en su cabeza. La idea la hizo reír y fantasear con aquel hombre de mundos y libros bajo el brazo. Elisa preparó las maletas y con el escritor pactó un segundo encuentro, en un hotel que en cada ciudad, es idéntico. El escritor, reitero mirándola directo a los ojos, no existe. Ya me encargaré de encontrarlo, responde. Y sonríe.
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Los detectives salvajes. Una literatura provocadora y deslumbrante Francisco Javier González Quiñones
Introducción Adjetivar una literatura tan prodigiosa es un riesgo y un atrevimiento que es necesario asumir para intentar descifrar el intrincado, y a la vez simple, universo literario de Roberto Bolaño. Un narrador que escribió con el corazón de un poeta. Un escritor que se nutrió de poesía, que respiró poesía y que transpiró estrofas transfiguradas en párrafos que uno a uno fueron dando vida a su narrativa: cuentos, novelas, ensayos y artículos periodísticos. Textos que conmueven y sacuden al lector tocado por la provocación que lo empuja a los abismos literarios bolañeanos. La profundidad de esos precipicios literarios da la pauta para transformar el pánico inicial que causa caer en ellos, en la experiencia gloriosa que provoca la libertad de flotar entre el espacio de sus linderos intratextuales. Espacios limítrofes de un universo literario pleno de sutiles vericuetos, laberintos y resquicios por los que aparecen y desaparecen, como alucinaciones, espejismos y evocaciones, los personajes bolañeanos que vagabundean entre deslumbrantes urbes, variadas campiñas y vastos desiertos. Escenografías algunas veces reiterativas, pero necesarias para respirar las atmósferas vitales de cuentos como: El gusano, La vida de Anne Moore y Sensini; y de novelas como Estrella distante y Los detectives salvajes. Textos poderosos y fascinantes que como todos los textos bolañeanos no se agotan con una primera lectura.
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Desde el ombligo del mundo El lugar del parto literario de Roberto Bolaño es la ciudad de México, el ombligo del mundo. Metrópoli que recorre en su juventud, primero con sus propios pasos y después, arropado por la magia de la literatura, en simbiosis con Juan García Madero, imberbe estudiante que renuncia a la Universidad, a la familia y a todo convencionalismo social para hacer de la poesía su forma de vida. El diario de este joven de 17 años forma parte fundamental de la estructura y el argumento que da vida a la novela Los detectives salvajes, una obra magistral de 609 páginas divididas en tres capítulos. El primero y tercero conformados con el diario de García Madero y el segundo integrado por una serie de testimonios centrados en descifrar el derrotero y el peregrinaje de Ulises Lima y Arturo Belano, protagonistas y trotamundos cuyo merito principal es el de ser ambos los fundadores del realismo visceral, movimiento de vanguardia poética que remite a Cesárea Tinajera como la madre y piedra angular de esta vanguardia. La fascinación que causa sobre Arturo y Ulises la desconocida Cesárea se convierte en una obsesión por buscarla. Esta es una búsqueda intensa y apasionada reconstruida a partir de la segunda parte del diario de García Madero.
Iniciando el peregrinaje por un camino salpicado de sangre, sudor, semen y lágrimas La primera parte de la novela Los detectives salvajes es también la primera parte del diario de García Madero. Este es el registro personal de lo que sucede en la vida de este joven personaje, durante los dos últimos meses de 1975. Ese lapso de tiempo y 124 páginas son suficientes para que el lector se asome, mediante las vivencias de García Madero, salpicadas de sangre, sudor, semen y lágrimas, al ámbito literario que prevalece en el México de esos años, particularmente el de la poesía.
Un magnifico pero terrible escenario, el mundo Lo primero que sorprende al iniciar la lectura del segundo capítulo de Los detectives salvajes, es su rompimiento con la línea estructural del capítulo anterior, el cual se desarrolló a partir de las posibilidades que ofrece el diario personal como un recurso literario. Todo el segundo capítulo es un entretejido de testimonios plasmados en entrevistas, en las que nunca se sabe quién es el entrevistador. Estos testimonios en sí son pequeñas historias, historias únicas que sin embargo tienen como denominador común a los poetas real visceralistas Arturo Belano y Ulises Lima, ya que sobre ellos es siempre la orientación de dichos testimonios, es decir, los entrevistados hablan sobre sus vínculos con Belano y Lima, cuándo, cómo o en qué circunstancias los conocieron o supieron de ellos. En el segundo capítulo la atmosfera de la ciudad de México queda sólo como una referencia en el ámbito en que se desenvuelven los personajes entrevistados, México, España, Francia, Inglaterra, Israel, Austria, África y los EEUU, entre otros países mencionados. Entonces el escenario es el mundo y las escenografías y atmósferas se tornan variadas
y contrastantes, urbes del primer mundo y ciudades desoladas y polvorientas, ambas inundadas de las vergüenzas de la humanidad: pobreza, guerras civiles, tráfico de armas y tráfico humano, fratricidios, exilios, violencia, racismo, marginación, corrupción y un largo etcétera.
Encuentros y reencuentros intertextuales Varios de los personajes que vagabundean a sus anchas entre las páginas de Los detectives salvajes provienen de otras obras de Roberto Bolaño, para ellos les resulta familiar el universo multidimensional de Bolaño y por eso se desplazan entre sus resquicios intertextuales. García Madero se percibe como el mismo joven que acompaña al sicario protagonista del cuento El gusano. Abel Romero, uno de los testimonios que aparecen en Los detectives salvajes, es el policía encargado de encontrar y ultimar al siniestro Carlos Wieder, protagonista de Estrella distante y personaje emblemático del mal. Iñaki Echavarne, curioso enemigo de Belano y crítico literario que aparece en Los detectives salvajes y en Estrella distante. Los talleres de poesía, las ferias del libro, las librerías, las bibliotecas y los archivos son otros de los temas a los que alude Bolaño y de los cuales recrean sus ambientes, tanto en Los detectives salvajes como en Estrella distante. Su escudriñadora mirada en el norte de México, es una constante en una parte significativa de la obra de Roberto Bolaño. El final del primer capítulo de Los detectives salvajes, es un guiño de esa mirada.
Como judíos errantes Sin lugar a dudas, un tema fundamental que se percibe en Los detectives salvajes es el exilio. Tal vez el peregrinaje de Ulises Lima y Arturo Belano como trotamundos -reconstruido con los testimonios del capítulo dos de Los detectives delatripa: narrativa y algo más
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salvajes- es un exilio poético, que los obliga a ser como judíos errantes expulsados de la poesía prometida. Esa terrible sensación de estar en lejanos lugares que no pueden suplir los misterios de sentirse arropado con el abrigo del terruño, es una angustia compartida por todos los exiliados. Juan Stein, Diego Soto, Abel Romero y Sensini, son algunos de esos personajes que encarnan literariamente diferentes facetas del exilio, ya sea en novelas o en cuentos: Los detectives salvajes, Estrella distante y Sensini.
Amadeo Salvatierra y otros héroes escritores Al igual que Sensini, en el cuento del mismo nombre, Amadeo Salvatierra y Xóchitl García son los personajes que en Los detectives salvajes nunca renuncian a la escritura y, en esa medida, retratan lo que para Roberto Bolaño es un verdadero escritor. Ser escritor es un oficio que exige sacrificio, frugalidad, voluntad, pasión, convicción y tenacidad. La fama, la indisciplina y la vanidad son algunos de los enemigos y vicios comunes que los escritores deben evitar para no tropezar, caer o sucumbir. Xóchitl García es un buen ejemplo de lo que constituye en escritor, porque su vida es la escritura y porque su vocación de escritora la ha templado recorriendo y venciendo las vicisitudes encontradas en los largos y sinuosos caminos en que vagabundean y se congregan las palabras. Por supuesto Sensini es otro excelente ejemplo de un escritor que no sucumbe ante dificultades, privaciones ni tentaciones y por lo tanto es digno de admiración y de ser calificado como escritor en toda la extensión de la palabra.
El final de una larga noche Con el testimonio de Amadeo Salvatierra, al final de cuentas un malogrado escritor 70
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convertido en escribano público, se cierra el capítulo dos de esta novela. No es gratuito que este testimonio que se basa en una sola entrevista, realizada en enero de 1976, sea también el inicio de este capítulo, ya que sirve como artificio literario para que el lector mantenga fija su atención en Cesárea Tinajero, un personaje fundamental, tal vez el más importante, en la trama de Los detectives salvajes. El testimonio de Amadeo Salvatierra da cuenta de los detalles de una noche, dilatada y singular, en la que él compartió, con Arturo Belano y Ulises Lima, su departamento, su mezcal, sus libros y sus recuerdos de Cesárea Tinajero. El testimonio de Amadeo Salvatierra es una nostalgia reiterativa que nutre su recuerdo sobre Cesárea Tinajero. Es además una nostalgia trastocada en una metamorfosis que se vuelve reclamo por el abandono de la poesía: de parte de sus lectores y de sus creadores.
La vastedad del desierto La tercera parte de la novela Los detectives salvajes lleva por título Los desiertos de Sonora y se basa en la segunda parte del Diario de Juan García Madero, quién narra los pormenores de la travesía de la ciudad de México a los desiertos de Sonora, que a bordo del impala de Quim Font, emprenden él, Arturo Belano, Ulises Lima y Lupe, la prostituta explotada por proxeneta Alberto. Este viaje, forzado por escapar de la violencia de Alberto, les da la oportunidad de ir en busca de Cesárea Tinajero.
A manera de epílogo Los detectives salvajes son relatos desprendidos de vidas intensas. Vidas de apogeo y ocaso. Todos los real visceralistas, como el Ángel caído, sucumben ante las tentaciones del paraíso poético y desfallecen. Ulises Lima y Arturo Belano, como
judíos errantes, vagan en busca de la tierra prometida, pero a diferencia del hijo pródigo regresan al hogar sin causar regocijo y sin ser portadores de buenas nuevas para los real visceralistas. La gran urbe que los vio nacer como poetas los recibe nuevamente, pero su cobijo ya no es el mismo y, de una u otra forma, todos se pierden en las entrañas de la ciudad en la que se difumina el ombligo del mundo. La soberbia los empuja hacia su propia caída y en el camino extravían su bendita vocación de poetas. El desencanto y la desilusión vienen y perduran tras las fallidas expectativas de alcanzar una prodigiosa tierra de frutos poéticos. La lucidez de la locura y las visiones de los locos y los flâneurs son insuficientes para guiar a los real visceralistas y por ello inevitablemente se convierten en náufragos en la inmensidad oceánica de la poesía. En Los detectives salvajes la poesía es la armadura que portan los real visceralistas para enfrentar la vida, pero es también el maná del poeta errante. El poeta consume lecturas de poetas
pero se nutre de lo que sus ojos, sus oídos, su tacto y su olfato le permiten ver, oír, sentir y oler. La mirada se pierde en la vastedad del desierto y los ojos parpadean ante el deslumbramiento de las ciudades. Los oídos escuchan el sonido del silencio y retumban con el eco de misteriosas voces. Los sentidos se regocijan con el placer de hacer el amor y se lastiman con el dolor del exilio. El olfato devuelve el olor del recuerdo y los aromas de la nostalgia. Todo esto bajo el impulso y el aliento de creer en algo o en alguien. Vivimos aferrados, consciente o inconscientemente, a los pulsos de quienes amamos o a las manifestaciones de lo que nos asombra y para Roberto Bolaño la poesía fue su asidero de vida y, sin duda, vivió conmovido por ella hasta el final de su existencia.
Bibliografía Los detectives salvajes. Roberto Bolaño. Anagrama, 2010, 609 p.
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Trilce develado Blanca Vázquez
"En la sala de arriba nos repartías de mañana, de tarde, de dual estiba, aquellas ricas hostias de tiempo, para que ahora nos sobrasen cáscaras de relojes en flexión de las 24 en punto parados." César Valléjo
“T
rilce a la luz de la hermenéutica simbólica (propuesta metodológica para el estudio poético)” es un trabajo de investigación realizado por la doctora Araceli Soní Soto, en el que la autora presenta un análisis literario estudiando el fondo y la forma del discurso del poeta vanguardista César Vallejo en su poemario Trilce. La obra de Soní Boto está editada por la Universidad Autónoma Metropolitana -Unidad Xochimilco División de Ciencias Sociales y Humanas y la CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales) en el año de 2011. El trabajo de investigación le requirió examinar lo qué dice la obra y penetrar en el contenido; es decir, abordar el tema y la estructura de esa ordenación sintáctica que conducen al significado y al significante.
quienes la han considerado para su proceso analítico. Esto nos permite comprender que no basta con conocer el texto literario, sino que es necesario apoyarnos en las diferentes escuelas, teorías o metodologías para su análisis y aproximación, dejando de lado la idea de la superficialidad en la crítica y en el análisis literario.
El corpus está conformado por siete capítulos: El estudio poético desde la perspectiva hermenéutica, La poesía como forma simbólica, Metodología interpretativa de los símbolos, Trilce y la vanguardia literaria, Muerte/Vida en Trilce, Mujer madre/amante, Razón/sentimiento.
La escritora Ethel Krauze nos dice que "…la base del lenguaje literario es la imagen producida por la combinación de palabras que forman una atmósfera sonora, es decir, sensorial (significante), y que a su vez, dicha imagen se ramifica en múltiples sentidos que enriquecen el concepto (el significado), siendo esto producto de…la metaforización consciente.".
Ella aborda el texto poético bajo la metodología de la hermenéutica, sabemos que ésta tiene como cometido teórico interpretar o esclarecer los procesos textuales bajo las diversas miradas de
Friedrich Schleiermacher expone que para lograr una correcta interpretación se debe poseer una visión objetiva, refiriendo el contexto del autor, y una visión subjetiva y adivinatoria, con el fin de que se pueda trasladar al espacio del autor. El texto de la Dra. Soní eslabona diversos estudiosos Durand, Gadamer, Pierce y otros más que brindan esa visión panóptica del trabajo teórico investigativo.
"Los poetas expresan la acción del espíritu que habita en ellos y establecen la relación entre delatripa: narrativa y algo más
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el mundo y el alma plasmada en el lenguaje,…"1 Es la realidad recreada a través de una plurisignificación, en la cual el poeta tiene una intención, el lector al leerla puede interpretar otra y el teórico literario expande la mirada para buscar los recovecos contextuales, argumentarlos y exponerlos, como en este caso en un texto de divulgación científica. Soní Soto selecciona algunos poemas del poeta peruano y realiza un análisis donde descubre elementos eje que delinean el poemario, binomios que muestran la cohesión en las figuras sintácticas, semánticas o fonológicas. Ella acopia a otros estudiosos de la obra Vallejiana y hace los cruces con la interpretación de unos y otros, así mismo recurre a la exploración contextual histórica del autor y va sopesando el proceso de creación del texto lírico. Vicente Huidobro proponía "Que el verso sea como una llave que abre mil puertas" ya que los símbolos articulados en versos podían proveer de una multisignificación, develar lo consiente de lo inconsciente. Porque cada uno de nosotros emplea determinados vocablos uniendo objetividad y subjetividad, así el creador, emplea un léxico cargado de significaciones personales y que se articulan con el trabajo literario, riguroso trabajo de la forma.
Dra. nos dice que "La figura de la madre invade los versos de Trilce (…) como núcleo central y en otros de manera secundaria, quizá como reflejo del inmenso dolor causado por la muerte de la madre del poeta…"2 Esa angustia reflejada en la poética de Trilce el mismo Vallejo la reitera a José Carlos Mariátegui diciéndole "El libro ha nacido en el mayor vacío. Soy responsable de él. Asumo toda la responsabilidad de su estética….¡Dios sabe hasta qué bordes espeluznantes me he asomado, colmado de miedo, temeroso de que todo se vaya a morir a fondo para que mi pobre ánima viva!"3 La edificación de los poemas de Vallejo se hallan en estrecha reciprocidad con el sentido que proyecta, su lenguaje muestra un rompimiento con la armonía y coincide con los principios de la estética vanguardista. “Trilce a la luz de la hermenéutica simbólica (propuesta metodológica para el estudio poético)” puede ser una muestra del trabajo de investigación que puede ser el resultante de la pregunta, la intriga y develar los por qués en el trabajo literario. La ciencia es para ello, para poder exponer las preguntas que inquietan y abruman. Develar las incógnitas hacen de aquellos lectores o investigadores los verdaderos hacedores de la palabra.
Resultaron de gran interés los binomios examinados, y de entre ellos destaca el conformado por mujer madre / mujer amante. La
1
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Mariátegui, José Carlos; 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. En: "El proceso de la literatura". Lima, 1928.
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Una ventana, un edificio y los charcos de siempre Adán Echeverría
E
xiste un sitio exacto en que el recuerdo se atora en nuestro cuerpo. El dolor se extiende entre el estómago, las muelas y el rostro. Pero aún con esa sensación que no permite el sueño, uno no debería sentirse amargo sino hasta que el atardecer nos descubre pensativos. Detenido a un lado del mueble, de frente a la ventana, el hombre va pasando la vista por cada uno de los frascos que han quedado ahora sin uso y se da cuenta que ella siempre tuvo un momento personal para el espejo. Sentada en el banco de su tocador con las toallas húmedas se quitaba con lentitud las sombras de los ojos… Hoy, en cambio, la luna del espejo está empañada, y él nada hace por borrar esos rastros de memoria mientras se ajusta la corbata. - No tienes más corbatas y hoy será un día especial -su mujer le acomoda el nudo de aquella prenda única mientras con sus dedos va ordenando sus cabellos detrás de las orejas. Minutos atrás el nuevo día los descubrió despiertos, abrazados y en silencio. Sin mucho apuro salieron de la cama; ella pone agua para el café, mientras él se deja caer encima el chorro de la regadera, para espantarse la mala noche. -Tendremos que robarnos una a la primera oportunidad, ¿te parece?… Una que combine
mejor con tus camisas- Terminó de acomodarle la corbata, luego intercambiaron espacios dentro del cuarto. Ella a la regadera, él sentado ante la mesita, que hacía de cocineta, para beberse el café. Quizá la ocasión ameritara algo de elegancia porque, luego de meses de intentarlo, al fin la editorial aceptó publicar su primer novela, y ella le dijo que quizá era cierto aquello de 'la primera impresión cuenta'. Nada se perdía con estar presentable para la cita con los editores. - La verdad es que quisiera acompañarte al médico; debería postergar la reunión. comentó taciturno, mientras soplaba tenue sobre la taza; el aroma del café le calmaba los pensamientos. Se apagó el sonido del agua corriendo en el baño. Ella salió desnuda, su piel como una bóveda celeste, brillaba por las gotas de agua. Se detuvo un instante a mirarlo, cogió el cepillo, e inclinándose frente a él, dejó caer hacia delante su larga cabellera. Comenzó a cepillarlo y le habló decidida: - Para qué perder esta oportunidad. Si te apuras, y la entrevista es rápida, me alcanzas en lo del doctor. Él se levantó, dejando la taza de café en la mesita. Le acercó a ella un vaso con yogurt y se puso con lentitud la gabardina. Ella se sentó en la cama y mientras lamía un poco del yogurt que aun quedaba en la cucharita, le delatripa: narrativa y algo más
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insistió en que estuviera tranquilo. Mordió la cuchara, se puso de pie, dio unos pasos alrededor de su compañero para aprobar su vestimenta, jalando un poco de tela por el frente, alisando un poco en las solapas: - Verás que no pasa nada. -se dejó besar la nariz y lo despidió en la puerta del cuarto. Desde aquella mañana él no había notado lo empañado que había quedado el espejo con la ausencia de su mujer. Ni siquiera se percataba del paso de las horas. Hoy, al sentarse frente al tocador, la recuerda y se detiene a contemplar lo que ella miraba cuando se quitaba el maquillaje. Solía pasar mucho rato frente al espejo, y de reojo mirar frente a la ventana el edificio en construcción. Hoy sólo queda la soledad del cuarto. En su mutismo, observa los carros desde la ventana mientras asimila su ausencia. Pasa los dedos de la mano izquierda por la luna del espejo, y se observa pálido. Baja la vista y apoya sus manos en el tocador para no caer. Levanta el rostro para observar cómo el edificio, que construyen frente a su apartamento, camina para arriba, y los constructores, en su jornada acuosa, no se inmutan por la lluvia o el sol que les calcina las espaldas. Apenas hasta ahora se ha dado cuenta de ese paisaje gris que ella quiso compartirle, y qué él había obviado. Los días pasan y hay que continuar la construcción del edificio, y él tiene que continuar su vida. - Allá siguen y tú…- se dice al tiempo que los albañiles van pasándose las cubetas con la mezcla de cemento uno al otro, y suben por los andamios como lo hacen las hormigas una detrás de la otra. Cualquier equivocación y el asfalto podría comérselos. Cargan, aprietan, cubren, tapan, mezclan, mientras corren los 78
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minutos y él, de nuevo, ignora la corbata, bebe una taza de café insípido, se pone con lentitud la gabardina, cierra los ojos al espejo y sale del apartamento. Hay que lanzarse a la calle, pasar las avenidas, detenerse a hojear las revistas en los puestos de periódicos, insultar a algún taxista que le pringa un charco en los pantalones, empujarse uno al otro para hacerse camino. Piensa en la novela y busca una opción que le dicte la manera de hablar sobre la distancia de los cuerpos, como la de los planetas. Llega al café donde se verá con su editora. Mientras se rasca la barbilla, raya en su original algunas frases que no terminan de agradarle. Sorbe un moka aderezado con cajeta en espera de abandonarse a esa nueva relación con su editora, sabe que hay algo más en la mirada de esta nueva mujer; se siente descubierto por ella y reconoce que quiere escalar con dedos puntiagudos sus pechos y su espalda. Piensa que quizá pueda ir exorcizando el recuerdo del amor a pesar de los nubarrones. Meses atrás todo era intentar reconciliarse con el tiempo. Luego de las primeras semanas de conocerse e irse a vivir juntos, con un tronar de dedos la felicidad se fue desdibujando en los rostros y todo fue precipitándose hasta acabar por consumirlos. Él tenía que pasarse todo el día sin desvestirse, de la casa al hospital y del hospital al trabajo. Estar detenido junto a la cama hospitalaria donde aquel delicado cuerpo, que días antes estuvo cabalgando con él entre cobertores, iba desapareciendo a este mundo, consumiéndose en la enfermedad que apareció como los murciélagos desde las cuevas a la noche. Tenía que apretar los dientes al mirar los ojos somnolientos de la mujer detrás de la
máscara de oxígeno, conectada a tubos y mangueras, cerrándose en silencio. Tenía que hacerse el fuerte frente a ella. Sólo fue flaco de alma por momentos. Ocurrió durante el tiempo que duró la agonía; al ducharse, el agua caliente caía sobre su cuerpo doblándolo, haciéndolo hincarse y levantar los hombros entre sollozos. - Te ves… tan débil… Decidió vivir con ella cuando supo que al tenerla cerca estaba completo, y juntos quisieron habitar la felicidad; atreverse a las mordidas en la nuca, traspasar el cuerpo de ella recostada sobre su espalda, el calor de los senos, los pequeños pies fríos caminando pantorrillas. - Ya deja de escribir que tengo frío en los pies y necesito un poquito de ti... Él pasaba horas frente a la hoja en blanco, y se robaba las noches para olvidarse de todo en los brazos de su mujer.
recuerda que junto con su novia fueron deshaciendo los mitos sociales tal como lo habían planeado. Dibujaron con sus pies los círculos de humedad que aparecían en el techo cada vez que abrían el agua caliente, al condensarse el vapor. Se abarcaban en el abrazo: musgoso abrazo de pertenecerse a pesar de los disparos callejeros, los temblores, las pocas horas de comida y el pago de tanta mala suerte. - No podrán durar las vacas flacas. Verás que vuelves con la noticia de que les interesa la novela, y hasta te firmarán un contrato por otra, y entonces brindaremos -había dicho ella antes de despedirlo. Él corriendo a la reunión con los editores para luego alcanzarla en lo del médico. Los dolores de cabeza no la dejaban descansar. Permanece en el café listo para las últimas correcciones, antes que la novela entre a la imprenta. Vuelve a sentir el orgullo al redescubrir su nombre en la tapa.
- De día muerdo, y de noche leo, lo sabes.
- ¿Te agrada la portada?
- Yo espero tus dientes, aquí merito.
- Se ve bien.
Pero la noche los maldijo y quedó el café colgado en las paredes, las sonrisas de la penetración debajo de la cama, las manchas de la ausencia ensuciando el espejo. Todo aquello de atragantarse con estrellas y recuperarse con el beso en la barbilla fue desecho de golpe cuando les dieron la noticia. Ocurrió de repente, como un río al desbordarse, sin aviso para ponerse a salvo. Y desde aquel día, al abrir la puerta del apartamento supo que ella no habitaría más los rincones. Con los ojos a punto de estallar mira el edificio en construcción, y la ventana le inactiva la sonrisa.
Y vuelve de nuevo esa necesidad de hablar con ella:
Ahora, en el café espera que su editora llegue y, girando la cucharita dentro de la taza,
- Me gusta su manera de pedir que quite esta frase o dé más fuerza a las escenas que
- ¿Bien? Pienso que es excelente. - sonríe su editora acariciando la impresión que poco antes le mostrara. Tiene una sonrisa macabra. En verdad te hubiera gustado conocerla. No es como tú, es algo así como tu inversa. - Una buena portada para una buena novela. - Exageras. - Si le apuesto a tu obra es porque creo en ella. Ya verás.
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siente que se caen. Antes de ella sólo tú habías leído el texto. -Está sentado junto a la tumba. El calor de su mano va marchitando las flores que le ha llevado. El montoncito de hierba, que poco a poco juntó sin darse cuenta, se deshace; el viento le tira al rostro el cabello que ha crecido, y tiene que limpiarse en el abrigo las manos enlodadas -Siempre se viste de blanco. Es como una manía que tiene- juega con el ramo de flores que sostiene. -Se que no te gustan las flores, pero estaba necio por contarte, y me han servido de pretexto para venir. (¿Necesitas pretextos?). La rama de un árbol cae de repente, haciéndole levantar la vista. El cielo cerrado de nubes se traga el tráfico y su imposible humo. Frente a su apartamento los constructores no cesan: acá una nueva pared, ahí una estructura de metal que la última vez que miró no estaba. Ya han colocado las paredes del lado oriente. Aquel chaparro, que siempre grita, no ha venido esta mañana. Piso por piso meten cables, amarran acá, destruyen ahí, rehaciéndolo todo como desde antes que ella se fuera. No hay nadie a su alrededor en este cementerio y él habla sin contenerse. Era la ventana, el edificio o el hospital con sus camas silenciosas y la luz blanca, con sus olores de amoniaco, que lo retenían: Hoy fue la última reunión. Acabamos rápido. No puse peros y accedí a quitar esa escena que me gustaba, porque confío en su experiencia. Al final, será mi primer novela y, tuviste razón, ella me ha dado la oportunidad de firmar un adelanto por la próxima. Nos faltó aquel brindis que propusiste. Si todo fuera tomarse las manos al bajar del metro, si fuera como antes. - ¿Srita. López? - Un momento. Estoy esperando que llegue 80
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mi novio. Si es usted tan amable, quisiera que él estuviera acá para escuchar el resultado. Ha estado muy preocupado ¿sabe?… -ella quiere mantener la calma. Cada trecho de camino andado, cada reunión de conocidos, los tragos repletos de historia no cesan de darle vueltas: aquel paraguas roto que ella cargaba, esos sus lentes que siempre se le caían con todo y los alambres que les iba amarrando… - ¿Qué? Son muy mis lentes ¿o no? - No he dicho nada. - Pero me ves como bicho raro -y le untaba, con un dedo, la espuma del café moka en la nariz. Ahora es la editora quien lo observa y le sonríe del otro lado de la mesa, él tiene un bigote formado con la espuma del café frapé. A él se le ha escapado una sonrisa sin darse cuenta, y se siente incómodo por ello. Revolviendo la cuchara en la taza del café. Esa mañana despertó y ella no estaba junto a él en la cama. La llamó y ella respondió desde la azotea: Sube, quiero recordarte así, con poca luz. (se abre un espacio de silencio). Se asoma, y la ve recargada en la baranda, fumando. -Hace frío, deberías entrar.- (¡Ese largo abrazo!) Por un momento sintió que temblaba. -Mira cuántas luces. No hacen falta estrellas en esta ciudad.- ella dice conteniendo la tristeza de sus ojos. Se lleva el cigarrillo a los labios. Él se acerca y la conduce al hueco de su pecho. A veces tu mirada me asusta. Junto a la tumba el viento arrecia. Enormes gotas caen sobre su abrigo inundándolo con el sonido que desprenden al chocar con la tela. Tiene que hablar más fuerte: cada frase tuya… la tengo aquí... atorada entre los dientes... La lluvia rompía aquel silencio claro, como el que se produjo después de escuchar el
diagnóstico. Ella calladita y quieta, con la respiración constante, las manos le sudaban al apretar las de él. - No quiero estar sola. -Dijo quedito y por unos segundos evitaron mirarse, hasta que ella se levantó y salieron a la calle. - Quiero que me compres algodón de azúcar. -lo soltó y corrió por el parque, poniendo la cara al sol, agitando los brazos como queriendo volar. La noche iba creciendo cada vez más sobre su apartamento y ella va limpiándolo todo meticulosamente. Se detiene ante el espejo y sonríe levantándose la cabellera, modelando. Él desanuda la corbata y la tira con desgano hacia el colchón: ¡Me va a gustar verme calva! Sonríe por complacerla, levantando los hombros. - Si te pones triste no podré soportarlo. Tienes que hacerme feliz. -le dice mientras le besa las manos, lo atrae hacia sí y continúaPárate acá. Junto a la ventana. Mira los albañiles de enfrente. Así como ellos, me las ingeniaré para construir un puente que me traiga a ti todo el tiempo, ya verás. Luego abrazarse todo el día, desnudos entre los cobertores: Voy a exprimirte día y noche. ¿Y las medicinas? No. ¿Y los tratamientos? Solo quiero tenerte a mi lado... -Se que voy a revolcarme de dolor, pero cuando más mal me sienta, tendrás que hacerme el amor. -sonríe. - No sé si pueda. - Tienes… Y fue la ventana el sitio exacto para extirparse el recuerdo. El edificio alguna vez tendrá que terminarse. Despertar y mirar cada pedazo de acero, el concreto que va llenándole
la vista. Los albañiles siempre se renuevan, como las células de un cuerpo. ¿Y cuándo esté listo? ¿Qué piensas que puedo hacer cuando terminen? Las manchas del techo ¿dónde han quedado?, el recuerdo de esos pies pequeñitos haciendo círculos en el aire, ¿qué es de ellos? Van girando sin detenerse y él sigue en el espejo, sin corbata, la camisa arremangada, y el golpe de los martillos entran por la ventana hasta sus oídos. - ¡Me gusta verme calva! ¿Y a tí?- A veces tu mirada me asusta - ¡Ya basta! No puedes tomar las cosas a la ligera -La regaña y ella guarda silencio- Lo que nos pasa no es cosa de risa, tienes que entenderlo, tienes que entenderme -Ella deja todo y sube de nuevo a la azotea. Va tras ella: - Perdona… no debí… ser tan egoísta -la mira recargada en la baranda, fumando. Hoy ha clausurado la ventana con unos pedazos de madera, cortando de tajo con los constructores de enfrente. En el cementerio estuvo horas hablándole de su editora y de la manía que ésta tiene por la ropa blanca. También le dijo de la nueva oportunidad que se le presenta: Te hubiese agradado conocerla. Tal vez me morderías la nuca, pero al final tomarías mi mano porque sabes que intento rechazar la tristeza. Meses antes, en el hospital, ella tomó la decisión. -No quiero que llegue el momento en que ya no pueda reconocerte. -dijo con poco aliento- Tienes que prometerlo. -su voz era más un gemido. Él le sostenía las manos de vidrio, delgadísimas. Los ojos somnolientos delatripa: narrativa y algo más
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le miraban con ese algo de firmeza que apenas le quedaba, detrás de la máscara de oxígeno. -Que no te quepa duda. El viento esparce las flores que le ha dejado sobre la tumba. Se aleja con la lluvia que va mojándole el rostro y el abrigo. La mujer cerró los ojos y sus pequeños pies se estiraron con
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lentitud. Le hizo el amor hasta que el cuerpo de ella quedó flácido. Luego la bañó y le puso ese vestido amarillo, ancho, de flores negras, que tanto le gustaba. Eres tan hermosa dormida, así tan calva como prometiste. Sin dudarlo, le había puesto la inyección final.
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El oficio de Fátima Esaú Cituk Andueza
L
os muslos de Fátima iban aminorando el ritmo del trote; por ellos resbalaba un sudor que atravesaba su licra y llegaba hasta las pantorrillas formando un hilito refrescante. Las mañanas de lunes a viernes Fátima aprovechaba para mantenerse saludable, conservar su figura y desarrollar más resistencia; desde temprano salía a correr una hora, desayunaba manzana, melón, fruta de temporada, cereal con leche, malteadas energéticas y se bañaba antes de ir a sus clases.
Cuando decidió meterse de lleno a la literatura, buscó las opciones que tenía a su alcance. Empezó a frecuentar círculos literarios, cafés donde se compartían lecturas en voz alta, asistía a presentaciones de libros para conocer lo más reciente en la producción literaria, se inscribió a escuelas para aspirantes de escritores y a cuanto curso y taller se ofrecía. Desde la secundaria se había convertido en lectora voraz. Leyó a Homero, Esquilo; a Virgilio, Ovidio; leyó la Biblia, el Corán, el Gilgamesh, así como las obras de oriente tanto poéticas como narrativas e históricas. Todo cuanto caía en sus manos, Fátima lo leía con avidez y lo disfrutaba con placer enervante. Los lunes, miércoles y viernes iba a tomar clases de nueve de la mañana a una de la tarde. Le enseñaban a analizar textos, identificar un cuento, un poema, las cualidades básicas que debe llevar un texto para ser literario. En clases le marcaban escribir relatos, poemas e incluso ensayos, sobre diversos temas explorando distintas técnicas y conociendo nuevas corrientes estilísticas. A veces se sentía abrumada
porque debía hacer hasta dos relatos por clase o tres poemas con determinada métrica o forma, y a pesar de que en verdad amaba la literatura y de sentirse comprometida con el aprendizaje, la elaboración de sus textos le resultaba difícil y bastante complicada. Una cosa era leer y disfrutar los libros, pero exigirse crear un texto propio suponía un esfuerzo de total concentración imaginativa y Fátima quería ser capaz de lograrlo. Quería llegar a sentirse como una verdadera escritora que aportara grandes obras al mundo literario; que sus escritos fueran leídos por todo el mundo, ganando con ellos distinciones y galardones; o si no, al menos tener un considerable número de lectores al que haya sido capaz de tocar y conmover en lo más hondo de su vida. Sin embargo, sentía desmoronarse sus anhelos e ideales cuando los tutores opinaban sobre sus escritos y expresaban sus críticas. "Esta anécdota no convence", le decían, "tu cuento no llega a ser contundente", "no hay sentido de transformación en este texto", le arrojaban en la cara a Fátima y, cuando simplemente era un escrito malo, soltaban "esto no es un cuento, no sirve". No eran más suaves las críticas en sus poemas: "este poema no conmueve", casi le gritaban, "no hay imágenes sensoriales", "el ritmo falla, la fluidez se atora", "falta musicalidad en los versos". Fátima empleaba toda su voluntad para no desbaratarse en lágrimas cuando le criticaban sus textos. Sentía deshacerse sus sueños y sus esperanzas se venían abajo; frustrada, pensaba que no valía la pena haber leído tanto, haberse dedicado a conocer delatripa: narrativa y algo más
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nuevas literaturas; para nada le había servido perseguir las tendencias actuales en la estética, pues no se veía capaz de aplicarlas a su obra. Por las tardes se dedicaba a corregir sus escritos, tratar de mejorarlos, o escribir otros diferentes; no podía evitar llorar un poco por sentirse bombardeada. Se levantaba el ánimo diciéndose que todo eso era para aprender, para mejorar y tener experiencia. Se aferraba a su voluntad y a su obstinación para no renunciar y salir adelante. Los martes y jueves, Fátima asistía a talleres que le ayudaban a tener herramientas alternativas que pudiese aplicar en sus escritos. En los talleres no eran menos exigentes. También tenía que hacer ejercicios, y éstos debían hacerse en cuestión de minutos, pues se exponían al momento de ser terminados y las críticas caían con similar intensidad. Fátima notaba que la mayoría de sus tutores pertenecían a la generación de escritores formados a golpe y porrazo, a base de críticas más destructivas que objetivas, de caídas y levantadas, y ahora a ella le tocaba enfrentar esos obstáculos. Sabía que para ser una gran escritora debía superar incluso a sus maestros y llegar a ser mejor que ellos. Por las tardes de esos mismos días, tomaba clases particulares de gramática y ortografía, pues tenía claro que para poder escribir bien, debía dominar lo mejor posible su herramienta: el lenguaje. Una vez dominado, podría jugar y experimentar con él para crear nuevas formas literarias. Antes del anochecer, ya estaba en casa para repasar sus ejercicios, terminar tareas y prepararse para el ajetreo del siguiente día. Los viernes eran su alivio. Después de las clases por la mañana, tragar críticas que digeriría todo el fin de semana y recibir más tareas, comenzaba a serenarse su rutina. 86
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Prefería no tocar ningún quehacer hasta sobreponerse la fatiga semanal; dejaba para el día siguiente la revisión de sus trabajos y la elaboración de nuevos textos; a veces era tanto hastío que dejaba para el domingo sus labores. Cuando llegaba el viernes a casa, simplemente se dejaba caer en la cama y dormía hasta el atardecer. Al despertar, cenaba ligero y tomaba un baño. Enjabonaba sus piernas, dejaba que el agua limpiara su piel desde los hombros hasta los pies, quitaba la presión de su cabeza con la espuma en su cabello, sus pechos y vientre quedaban frescos y perfumados por el jabón. Se ponía un vestido sin ropa interior y de una sola pieza, que apenas lograba cubrirle la redondez de sus nalgas. Se dejaba el pelo suelto y caído sobre los hombros, librándose de la coleta que llevaba toda la semana; usaba un rubor brillante y labial carmesí húmedo, para aumentar la sensualidad en su boca; en sus ojos pintaba sombras claras para llamar la atención. Se armaba de una cartera lo suficientemente grande para su celular y el dinero, y sobre unos zapatos de quince centímetros de tacón salía a la calle. Con suerte, a las once atraparía al primer urgido, y si la noche iba bien conseguiría cuatro y hasta cinco clientes, bastante buenos para iniciar el fin de semana, y eso era en noche de viernes; los sábados tenía más asiduos a su servicio. Nada como un par de noches laborales ganándose el sustento económico para despejar su mente de frustraciones y cansancio, además podía recuperar energías y levantarse el ánimo para iniciar una semana más de intenso trabajo en el oficio literario.
Sin papeles
por Daniel Ferrera
Instituciones: Cuathémoc Blanco Para nadie es un secreto que durante muchos años diferentes medios masivos, pero particularmente las dos grandes televisoras de nuestro país, han sido los responsables de comunicar y promover los nuevos valores e ideologías que desde las altas esferas del poder se desarrollan. Así, los diversos espacios informativos se han dado a la tarea, entre otras cosas, de controlar la agenda política, pero sobre todo de ensalzar y mitificar las figuras públicas a través de falsas trayectorias. En este sentido, las siguientes líneas pretenden abordar la figura del jugador de fútbol Cuathémoc Blanco en la medida en que su personalidad ejerce una influencia sobre los comportamientos de vida y tiene un arraigo en el imaginario popular. Por tal motivo, en el próximo párrafo se describirá brevemente el contexto del jugador. Cuathémoc Blanco Bravo, el "Cuau"o el "Thémo" como lo nombrarían distintos comentaristas deportivos, nace el 17 de Enero de 1973 en la colonia Tlatilco de la delegación Azcapotzalco (Ciudad de México), A la edad de los 18 años debuta en el América y anota su primer gol en el juego contra los Tecos. Desde su aparición en los estadios, el Cuau se individualiza no sólo por el sustrato indígena de su primer nombre, sino también por su particular forma de jugar y atributos físicos. El Cuau, es un futbolista altamente ingenioso, de asombrosa habilidad técnica y capacidad de ubicación; es capaz de realizar una jugada impensable -la Cuautheminha- pero al mismo tiempo es capaz de enfadarse por una falta no señalada. Por otra
parte, su notoria corpulencia y su mediana estatura, por lo demás, no le es impedimento, sino todo lo contrario: contribuyen al valor agregado de sus jugadas efectuadas. Su apariencia física, el lugar de origen, pero sobre todo su desenvolvimiento (reclamos, insultos, comentarios y celebraciones) gradualmente comienzan a constituirse como referentes inmediatos en el imaginario popular. Así, Cuauthémoc Blanco se configura como la reivindicación del Pelado, riñe, invita, ofende y engaña a sus rivales, declara enemistades con la prensa, insulta y juzga a los árbitros. Por supuesto, las industrias culturales no tardan en posicionarlo como representante de lo mexicano, en observar su rentabilidad como producto comercial y presentarlo en las telenovelas, barras de opinión y programas de entretenimiento a su vez de generarle amoríos con actrices famosas. La figura de Cuauthémoc Blanco, en los últimos años, sin duda podría explicarse como el proyecto por parte de las industrias culturales por posicionarlo como un punto de encuentro entre las clases sociales en donde la reivindicación del Pelado sería una respuesta colectiva a los procesos de modernización o quizás una simple vuelta de sensibilidad, pero conociendo a los medios y a los dueños del poder, cabría suponerse que no es ésta la última intención.
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Nos vemos en el slam por Mario Pineda Quintal
Siempre no Derbez, nos vamos con "Heli" En el marco del taquillero y el desborde patriótico cinematográfico que causó la opera primera de Eugenio Derbez "No se aceptan devoluciones" en nuestro país y el vecino gringo, el cine mexicano recibió una gran noticia que demuestra que este arte no es para premiarse través de un concurso de aplausos y emociones de primer impacto, sino por el esfuerzo de creación y la transcendencia que rodea al producto durante y antes de la pantalla grande. Me refiero a que la película del director Amat Escalante "Heli" la seleccionaron para integrar la lista de filmes que tienen la oportunidad de conformar la terna a Mejor Película Extranjera de la próxima entrega de los Oscares, perfilando a la comedia del "Sr. Peluche" y a sus millones al montón de éxitos para "pasar el rato y ya no más". Aclaro con toda sinceridad, que para mí la estatuilla dorada no es lo máximo del séptimo arte, prefiero mil veces y con sus respectivas palomitas entrar a las salas a ver los filmes, tanto mexicanos como extranjeros, que ya compitieron o están en las listas oficiales en festivales de mucha seriedad y búsqueda de creatividad en guiones, dirección, fotografía, actuaciones, edición, banda sonora, vestuario y otras cosas que en muchas ocasiones se ven ¡hermosas! Cuando tienen tintes cerebrales de originalidad y no tiempos de plagios u homenajes (que a veces es más flojera que un reconocimiento).
Entonces, ¿por qué escribo una columna celebrando la prenominación?, por el simple hecho de que nuestra Academia de Cine y los que pasan la línea en los Oscares no se dejaron llevar por el desborde megaeconómico de dólares y pesos, así como los múltiples comentarios clavados en el espíritu de #mejorpeliculamexicanadelahistoria, sino que se decidieron por una producción que además de darle la categoría de ficción del cine de arte, también podemos ponerla en el departamento de los documentales. Una producción completa y trabajada al gusto creativo de los que encabezan la retafila de créditos. Si me preguntarán las razones para colocar a "Heli" entre las cinco o diez candidatas al premio extranjero, primero, recordaría que Amat Escalante, por ese mismo filme, obtuvo la Palma de Oro a mejor director en los Cannes, uno de los más importantes festivales de cine de Europa, y en segundo, lo mandó por el camino de la alfombra roja por converger los elementos de producción en un realismo dramático y violento, en vez de irse a lo tradicional de los ojos cinéfilos comerciales. Dividiendo en subtemas este segundo punto, "Heli" nos presenta un ambiente sin banda sonora y soundtracks. En ella están los sonidos de la calle, la casa, el sufrimiento y la violencia. No hay súbele aquí, bájale allá, rapeamos por acá y cumbiamos en este personaje. Es ruido, son gritos, es
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la radio prendida, son balazos sin más aliado que el silencio. Su fotografía, bajo el mando de Lorenzo Hagerman, no se arraiga al presumido uso de las técnicas. Más parece que la cámara va siguiendo a las vivencias de los personas. como dije, un documental. claro, no se puede negar el cuidado de la escena. no nos encontramos que vemos desde una perspectiva mal ubicada (como a veces pasa con el documentalista porque ya no tiene otro sitio dónde poner la cámara) o el tambaleo de la cámara en mano. Sí nos topamos con una visión, en su mayoría abierta, para ver en absoluto "los tristes paisajes mexicanos" , cómo son, cómo se vive en ellos, cómo se tortura en ellos, cómo se enamoran en ellos. Otro de los subtemas y para mí el esencial en el realismo, son los actores. Prácticamente desconocidos, nada de estrellas y bien escogidos para sus respectivos personajes. Siento que son los ciudadanos que esperamos encontrar en su casa viendo tele y tomando una cerveza después de llegar al trabajo, jugando la consola, preparando la cena mientras los hijos hacen su "chamba violenta" en la sala, ejecutados en la caja de la camioneta, cargando al bebe en medio de la nada, en las oficinas de la burocracia corrupta. Directo. Nos vemos como somos, nada de actrices esculturales, actores fornidos o chuscos en apariencia. Y para finalizar mi por qué, me voy por el trato a la historia. Unos dirán que trata de absoluta-
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mente de narcotráfico, para mí es un todo bien armado. Un todo que combina los temas que a traviesa una familia del clase media baja en su entorno de mísera calidad de vida en el norte del país. En el guión de "Heli" se logra demostrar que por normalidad tienen que ser víctimas del narco, trabajar en una maquiladora haciendo cosas que nunca estarán en sus pertenencias, compartir la casa mientras más crece y muere la familia, ser tratados como delincuentes aunque sean las víctimas. Todo esto se engancha parejo, sin la necesidad del humor negro o de exagerar situaciones para entenderlo. En los siguientes meses sabremos qué pasará con "Heli", por lo menos de manera personal la pongo como un referente fílmico para "conocer a México". No se necesitó del humor negro, o de una violencia extrema llena de balazos y golpes, solo pocas con una carga que transmite al espectador el sufrimiento total. Y en los personajes principales y algunos secundarios percibo analogías de la manera de cómo es la sociedad y gobierno de nuestro país. El protagonista, Heli. Él representa al mexicano que enfrenta sus responsabilidades para superar la joda pero la joda ternmina cundiéndolo de madrazos. Trabaja, mantiene familia, cuida pero termina siendo parte de los daños colaterales. Estela y Beto representan en conjunto trabajar para mantener al hijo no planificado. Cuidar a la familia.