UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA
NOMBRE: Silvia Nineth Oliveros Barrera CURSO: Habilidades psicoterapéuticas
CONTENIDO: Monografia
Guatemala, marzo de 2021
INTRODUCCIÓN
Las intervenciones terapéuticas hacen referencia a herramientas, instrumentos, recursos técnicos, que son utilizados cuando el terapeuta tiene un encuentro con su paciente o cliente. Así mismo la primera intervención es fundamental en el proceso terapéutico, porque desde un inicio marca el contexto de cómo irá dirigido o enfocado dicho proceso. Hay distintas cuestiones que el terapeuta debe tomar en cuenta cuando se inicia un proceso de intervención terapéutica, tales como: escucha activa, empatía, la aceptación, atención dirigida y la autenticidad. Las intervenciones terapéuticas hacen referencia a herramientas, instrumentos, recursos técnicos, que son utilizados cuando el terapeuta tiene un encuentro con su paciente o cliente. Así mismo la primera intervención es fundamental en el proceso terapéutico, porque desde un inicio marca el contexto de cómo irá dirigido o enfocado dicho proceso. Hay distintas cuestiones que el terapeuta debe tomar en cuenta cuando se inicia un proceso de intervención terapéutica, tales como: escucha activa, empatía, la aceptación, atención dirigida y la autenticidad. Cada una de estas variables, las cuales son habilidades terapéuticas, al ponerlas en práctica de manera acertada, hace que el cliente se llegue a sentir cómodo y tenga la confianza en el profesional para continuar con el proceso. Estas habilidades son las que estaremos abordando en el desarrollo del presente documento, para que podamos identificarlas y comprender la importancia de poseerlas. La alianza terapéutica es también parte fundamental en el desarrollo de un proceso psicoterapéutico. En el presente documento hace mención tanto de la relación terapéutica, como de las dificultades que se pueden presentar en ellas, problemáticas, tanto de parte del terapeuta como del cliente
ÍNDICE
Tabla de contenido CARACTERÍSTICAS PERSONALES GENERALES PARA SER TERAPEUTA ............................. 1 MOTIVACIONES ASOCIADAS CON LA PROFESION DE TERAPEUTA...................................... 1 Motivaciones funcionales ........................................................................................................................ 1 ACTITUDES BÁSICAS DEL TERAPEUTA QUE FAVORECE LA RELACIÓN............................. 2 Escucha activa.......................................................................................................................................... 2 Empatía .................................................................................................................................................... 3 Aceptación incondicional ........................................................................................................................ 4 Atención dirigida ..................................................................................................................................... 4 Autenticidad ............................................................................................................................................. 4 HABILIDADES DE COMUNICACIÓN .................................................................................................. 5 HABILIDADES DE ESCUCHA ............................................................................................................ 5 Clarificación ......................................................................................................................................... 5 Paráfrasis ............................................................................................................................................. 5 Reflejo ................................................................................................................................................... 6 Síntesis .................................................................................................................................................. 6 COMPETENCIAS DE ACCIÓN........................................................................................................... 7 Preguntas.............................................................................................................................................. 7 Confrontación ...................................................................................................................................... 8 Interpretación ...................................................................................................................................... 9 Información........................................................................................................................................ 11 LA RELACIÓN TERAPÉUTICA ........................................................................................................... 11 Alianza terapéutica................................................................................................................................ 11 EMPAREJAMIENTO TERAPEUTA-CLIENTE ................................................................................. 12 MANEJO DE DIFICULTADES Y RESISTENCIAS ............................................................................ 12 Situaciones problemáticas por parte del terapeuta ............................................................................ 12 Situaciones problemáticas por parte del cliente ................................................................................. 13 CONCLUSIONES ..................................................................................................................................... 15 OPINION PERSONAL ............................................................................................................................. 16 BIBLIOGRAFIA ....................................................................................................................................... 17
CARACTERÍSTICAS PERSONALES GENERALES PARA SER TERAPEUTA Fernández-Álvarez, (1998), definen el estilo personal del terapeuta como el conjunto de condiciones singulares que conducen a un terapeuta a operar de un modo particular en su tarea. Haciendo referencia a las características que posee cada terapeuta, el cual impone al momento de llevar a cabo sus tratamientos, independientemente del enfoque psicoterapéutico que vaya a utilizar.
Cormier y Cormier (1991/1994) y Ruiz y Villalobos (1994) señalan las siguientes características que debe tener un terapeuta: -
Tener un interés sincero por las personas y su bienestar Saber y aceptar que hay estilos de vida diferentes - Autoconocimiento - Autorregulación - Tener un buen ajuste psicológico general - Experiencia vital - Conocimiento de contextos socioculturales diversos - Haber recibido una buena formación teórica y práctica y confiar en su propia habilidad y técnicas terapéuticas. - Energía y persistencia - Flexibilidad - Cumplimiento de principios éticos y profesionales establecidos en el código deontológico de la profesión
MOTIVACIONES ASOCIADAS CON LA PROFESION DE TERAPEUTA Guy (1993, citado en Feixas y Miró, 1993) ha enumerado varias motivaciones funcionales y disfuncionales asociadas con la elección de la profesión de psicoterapeuta. Motivaciones funcionales - Interés natural por la gente y curiosidad sobre sí mismos y los demás. - Capacidad de escuchar e interés en ello. - Capacidad de conversar e interés en ello. - Empatía y comprensión. - Conocimiento y aceptación de las propias emociones, positivas y negativas. - Capacidad de introspección. - Capacidad de negación de las gratificaciones personales (las cuales hay que supeditar a las de los clientes). - Tolerancia a la ambigüedad, es decir, capacidad para soportar lo desconocido, las respuestas parciales y las respuestas incompletas. - Paciencia y cariño hacia los demás y aceptación de las personas tal como son. - Tolerancia a la intimidad profunda. 1
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Satisfacción por tener poder e influencia sobre otras personas, pero sin caer ni en el abuso ni en la sensación de omnipotencia. Capacidad de tomarse las cosas con humor. Motivaciones disfuncionales Deseo de comprenderse mejor a sí mismo y de superar los propios problemas personales. Si estos no se han resuelto cuando se empieza a ejercer, pueden interferir con el desarrollo de la terapia. Deseo de ayudar a otros a superar problemas no superados en la propia vida. Deseo de superar la sensación de soledad mediante el contacto con otras personas (los clientes) en un marco estructurado y seguro. Deseo y abuso de poder que lleva a no respetar la autonomía de los pacientes. Necesidad desmesurada de dar amor o de sentirse amado. Deseo de rebelarse contra la autoridad. Esto puede hacerse sin problemas en el marco seguro de la terapia, pero puede conducir a recomendar a los pacientes cosas contrarias a sus intereses.
ACTITUDES BÁSICAS DEL TERAPEUTA QUE FAVORECE LA RELACIÓN Escucha activa La escucha activa puede definirse como la habilidad que posee el terapeuta, de escuchar lo que el cliente o paciente le está expresando de manera directa, las ideas, pensamientos y sentimientos que subyacen a lo que se está emitiendo. Cuando se habla de la escucha activa, se toma en cuenta que esta implica ciertas actividades, que, siguiendo un orden, en primer lugar: recibir el mensaje, esto enlaza a que se debe prestar la atención suficiente a lo que el paciente está emitiendo, así mismo establecer interés sobre el tema. Se debe ser minucioso ante lo que sucede durante la intervención, el comportamiento verbal y no verbal, que el paciente esté mostrando, poniendo interés a las formas de expresión, qué dice y cómo lo dice, cuáles son sus rasgos faciales y movimientos corporales al momento de emitir el mensaje, la entonación, el volumen al hablar, etc. También es importante hacer énfasis en la manera que el paciente se dirige hacia el terapeuta. En segundo lugar, se debe procesar los datos atendidos, es sumamente importante la manera en la que el terapeuta interpreta el mensaje que le ha emitido el paciente, debido a que si lo hace tomando en cuenta sus ideales y creencias puede dificultar el transcurso de la intervención. En este punto es cuando se deben seleccionar las partes más importantes y relevantes que ha transmitido el cliente, para darle un significado acertado. En tercer lugar, se encuentra, emitir respuestas de escucha, hay varios tipos de respuestas que van desde pequeñas palabras o movimientos corporales que le comunican al cliente que hay un interés en su relato y que le estamos escuchando.
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También se pueden dar obstáculos que evitan se tenga una escucha activa eficaz, mencionaremos algunos de los que, según Cormier y Cormier, (1991/1994); Marinho, Caballo y Silveira, (2003), son los que se pueden presentar. -
No tener interés por el cliente o sus problemas. Experimentar reacciones emocionales ante el comportamiento del paciente (p.ej., ansiedad, frustración, enfado) que resulta difícil controlar. Distracciones asociadas con las propias preocupaciones; e) interrumpir al cliente de forma innecesaria. No respetar los temas que son importantes para el cliente.
Ejemplos de escucha activa: -
Dejar hablar a la otra parte y no juzgarle. Atender los problemas profundos que llevaron al cliente a externalizar el problema. Cuando se es amable y considerado con lo que el otro está expresando.
Empatía La empatía es de suma importancia para el terapeuta, se define como la capacidad de comprender, percibir y sentir, los procesos emocionales, los sentimientos, pensamientos y conductas desde el punto de referencia de las demás personas, intenta experimentar de manera objetiva y racional lo que le sucede al otro. Por medio de la empatía se le comunica al paciente/cliente que está siendo escuchado y a la vez comprendiendo lo que le está sucediendo, gracias a esto se puede estrechar y favorecer los lazos de confianza durante el proceso de intervención entre cliente-terapeuta. Las habilidades de comunicación, como la paráfrasis, clarificación, reflejos, síntesis, le permiten al terapeuta hacer de su conocimiento al paciente que se está siendo empático. Cabe mencionar que el profesional debe tener el conocimiento en cuanto a qué momentos puede hacer uso de cada una de las habilidades ya mencionadas. De acuerdo con, Beck (et al., 1979/1983), la empatía permite: -
a) comprender mejor las conductas negativas del cliente (incluidas las resistencias al cambio), b) evitar emitir juicios sobre estas, c) reducir las reacciones emocionales ante las mismas y d) pensar mejor en posibles soluciones.
La empatía puede llegar a confundirse con la simpatía, es por ello que se debe tener claro el significado de ambos términos para poder diferenciarlos. Al momento de hablar de simpatía hacemos referencia a un sentimiento de afinidad e identificación que se tiene de otras personas, o sea son los sentimientos y emociones que nos causa la situación, pensamientos y acciones de otro individuo.
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La empatía como ya se ha mencionado es la comprensión tanto cognitiva como conductual que se tiene acerca de otra persona, una clara diferencia y sencilla entre estas dos variables se puede decir que la empatía es la comprensión objetiva y la simpatía es el sentimiento que se generan por los demás individuos. Aceptación incondicional Hace referencia a que el terapeuta debe aceptar al cliente/paciente tal como es, sin emisión de juicios y prejuicios, acerca de lo que hace, piensa y siente, se acepta sin ninguna condición, o sea los sentimientos de consideración y reconocimiento personal que se tienen hacia él. Las creencias y puntos de vista personales del terapeuta no deben interferir en el abordaje terapéutico del paciente. Es significativo hacerle saber al paciente que no se le juzga, que lo entendemos, con todas sus fortalezas y debilidades, sin importar su forma de ser así sea congruente o incongruente, que lo aceptamos por ser persona, que el hecho de ser quien lo hace importante y valioso. Cormier y Cormier, (1991/1994); Goldstein y Myers, (1986), mencionan varios componentes en la aceptación emocional, tales como: -
Compromiso hacia el cliente Esfuerzo por comprender Actitud no valorativa.
El terapeuta debe mostrar un compromiso e interés sincero hacia el paciente, utilizando herramientas y estrategias que ayuden a encontrar la solución del problema, anteponiendo las necesidades e intereses que el individuo presente, haciendo que se sienta seguro y tranquilo. Atención dirigida Es la habilidad que posee el terapeuta para identificar durante el relato del individuo y centrarse en una situación específica que le causa malestar, a pesar del exceso de verbalizaciones que pueda tener el paciente, que podrían ser distractores para descubrir los estímulos relevantes. El terapeuta puede establecer un orden de los problemas del individuo. Autenticidad Implica para el terapeuta ser el, tal y como es, ser transparente, auténtico y sincero con lo que le está expresando al cliente, teniendo la capacidad de saber en qué momento debe ser espontáneo, de saber lo que se va a decir y cómo se va a decir, puesto que las emisiones de pensamientos y experiencias propias no deben entorpecer el proceso, sino buscar el bien para el paciente. Algunos componentes de la autenticidad encontrados por Cormier y Cormier (1991/1994), son: -
Conductas no verbales Poco énfasis de su rol, autoridad o estatus por parte del terapeuta Espontaneidad Autorrevelación.
Las conductas no verbales, como movimientos faciales, de manos y postura, le hacen saber al cliente que hay interés por parte del terapeuta en lo que él le está verbalizando y expresando. Es 4
importante establecer lazos de confianza, en donde el paciente se sienta cómodo, en el cual no ve al terapeuta como alguien superior, sino a un compañero que le brinda herramientas necesarias y favorables durante el proceso. Así mismo el terapeuta debe tener la capacidad de reconocer si ha habido equivocaciones, aceptar los errores y comprometerse a que no se repitan. La autorrevelación hace referencia a la información personal que brinda el terapeuta al cliente, de situaciones ya vividas y de cómo las afrontó, que estén relacionadas con lo que está viviendo el paciente, así como los pensamientos que se generan en el terapeuta en cuanto a la situación que se está abordando en la sesión. La autorrevelación facilita la confianza y el vínculo entre cliente-terapeuta, sin embargo, no se debe olvidar que es una relación profesional la que se tiene con el individuo.
HABILIDADES DE COMUNICACIÓN HABILIDADES DE ESCUCHA Clarificación Con la clarificación el terapeuta pretende obtener una explicación del paciente ante la información que ha emitido, y, que esta contiene un mensaje ambiguo, vago, incompleto, poco referente o contradictorio. Es la indagación de manera puntual que realizan los terapeutas para tener claro todo lo que se relaciona con el mensaje que ha emitido el cliente. López y García, (2011), afirman que esto suele hacerse mediante cierto tipo de preguntas (“¿qué quiere decir cuándo...?”, “¿puede aclarar qué...?”, “¿a qué se refiere con…?”) o bien pidiendo al cliente que explique lo mismo con otras palabras, que dé más detalles o que ponga algún ejemplo. A veces, se emplean preguntas de comprobación (“¿quiere decir que...?” o “¿está diciendo que...?”) cuando se quiere verificar que se ha comprendido bien el mensaje del paciente. Un ejemplo de clarificación sería el siguiente: P: Tengo miedo de perder el control (durante un ataque de pánico). T: ¿Qué quiere decir con “perder el control”? P: Bueno, que me pondré a gritar y a correr, y toda la gente se dará cuenta y quedaré en ridículo.
Paráfrasis Fernandez y Rodriguez, (2006), determinan que la paráfrasis es una repetición de la idea que acaba de expresar el paciente (aunque no necesariamente de lo último que ha dicho). Para ello el terapeuta, utiliza las mismas palabras u otras, que permiten una formulación que al terapeuta le parece más clara o que pueda transmitir al paciente la idea de que el terapeuta se ha interesado por lo dicho y lo ha comprendido. La paráfrasis ayuda al paciente a centrarse en un tema o un aspecto del mismo:
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PACIENTE: Era lo último que me esperaba, pero en ese momento, no sé por qué, resultó que me daba pena. TERAPEUTA: Le sorprendió sentir pena por ella. Se trata de un tipo de intervención que es especialmente útil con los pacientes a los que les cuesta centrarse en el relato de acontecimientos (a veces porque se ven desbordados por las emociones implicadas en ellos) o a los que les cuesta reconocer la naturaleza de estos acontecimientos y utilizar el término más frecuente: PACIENTE: Se lanzó sobre mí, me sujetó y me obligó a mantener relaciones sexuales. TERAPEUTA: La violó.
Reflejo El reflejo es una habilidad sumamente importante que debe poseer el terapeuta, este puede incluir partes de paráfrasis, que se refiere a la formulación de palabras que emite el terapeuta de lo que el paciente le ha expresado, para facilitar el entendimiento del cliente, la otra parte que puede incluir es una afirmación que relaciona ciertas situaciones con emociones o sentimientos, que se dan de manera implícita en el relato del cliente. Se puede hablar del reflejo empático, que hace referencia a una situación, emociones, sentimientos o ideas y hechos, que le plantea el terapeuta al paciente de acuerdo a la información que ha recibido en ese momento. Por ejemplo: PACIENTE: siempre hago todo y doy todo por mis hijos, pero ellos no se portan bien conmigo, pareciera que quieren más a su padre, aunque él nos haya abandonado. TERAPEUTA: puedo entender que se siente molesta, porque sus hijos no tienen el comportamiento que usted desearía, por lo tanto, piensa que le tienen más aprecio al padre, y no pueden ver los esfuerzos que usted hace por ellos. (reflejo empático). Síntesis Hace referencia a una recapitulación o un resumen, ya sea del proceso terapéutico o de toda la información que ha obtenido el terapeuta de parte del paciente. López y García, (2011), definen a la síntesis o recapitulación como el empleo de paráfrasis y/o reflejos que resumen lo que el cliente ha comunicado durante parte de una sesión o a lo largo de una o más sesiones. Es frecuente al inicio y, especialmente, al final de las sesiones. La síntesis puede emplearse con diversos propósitos: a) unir los múltiples elementos (p.ej., afectivos, cognitivos, comportamentales, interpersonales, etc.) que ha ido comunicando el cliente para darles una estructura y/o clarificar la información; b) identificar temas comunes que se ponen de manifiesto después de diversas intervenciones del cliente o, incluso, de varias sesiones; c) hacer resúmenes de aspectos importantes; d) resumir el progreso logrado. Además, la síntesis, al igual que la paráfrasis y el reflejo, da la oportunidad al cliente de corregir la percepción del terapeuta. Ejemplos de síntesis breves son los siguientes: a) Un paciente con trastorno de ansiedad generalizada ha hecho alusión de pasada varias veces en las últimas sesiones a dificultades en su vida de pareja. El terapeuta podría decir: “En las últimas sesiones se ha referido varias veces a 6
problemas con su pareja. Quizás deberíamos hablar sobre ello”. b) Un cliente alcohólico ha venido reconociendo en las últimas sesiones que beber no le beneficia a la larga y que su mujer le amenaza con la separación, pero que no puede dejarlo porque le ayuda a sentirse mejor y a superar el estrés laboral. Una posible síntesis sería: “Parece que los sentimientos de calma y bienestar que te proporciona el alcohol son más importantes para ti que los problemas familiares”.
COMPETENCIAS DE ACCIÓN Cormier y Cormier (1991/1994) distinguieron cuatro respuestas principales de acción, las cuales son: preguntas, confrontación, interpretación e información.
Preguntas Durante la sesión terapéutica el psicólogo puede hacer uso de las preguntas con la finalidad de obtener más información acerca de lo que le está exponiendo el paciente, sus problemáticas, el entorno, factores predisponentes y todas las características relacionadas con la problemática que se está abordando. Así mismo las preguntas pueden ser utilizadas para mostrarle al cliente otras perspectivas u otras visiones sobre su padecimiento. Las preguntas se pueden dar de dos tipos: Preguntas abiertas: Son cuestionamientos o interrogantes que dejan abierta la posibilidad al cliente de extenderse en su respuesta, sin limitarlo a dar respuestas determinadas. Con este tipo de pregunta se pretende obtener respuestas que aporten una información más detallada, y que el cliente/paciente pueda profundizar sobre su problemática. Cabe mencionar que las preguntas no tienen por qué ser sí o sí de una manera interrogante, puede ser una solicitud para que se extienda en el tema que está relatando, por ejemplo: me gustaría comentara más acerca de lo que le hace sentirse de esa manera. Algunos ejemplos de preguntas abiertas son: ¿Podría explicarme por qué no tiene buena relación con su madre? ¿Qué es lo que más te afecta de la situación? ¿te gustaría habláramos de ello? ¿con qué miembros de tu familia te sientes más cómodo, podrías hablarme de ellos?
Preguntas cerradas: con estas preguntas las respuestas tienden a ser precisas, directas y exactas, por ejemplo, si o no, sin dar explicaciones ni profundizar en la respuesta. las preguntas cerradas no tienen varias opciones de respuesta, están a la espera de una respuesta corta y sin tanto análisis subjetivo, sin tantos argumentos. Al emplear en reiteradas ocasiones las preguntas cerradas en una misma sesión, el cliente que es tenaz, que se limita a aportar información, puede interpretarlo como si fuese un interrogatorio, y,
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le puede causar incomodidad, incluso poca participación en la interacción paciente/terapeuta, esta situación también suele darse con niños y adolescentes. Ejemplo de preguntas cerradas: ¿Escuchas voces? ¿Has pensado en suicidarte? ¿Tienes amigos? ¿actualmente con quien vives?
Nota: Es importante tener en cuenta, con qué objetivo se realizan las preguntas al paciente, debido a que los cuestionamientos que se realicen lo más favorable es hacerlo enfocados en obtener información que ayude al paciente, y no con otros enfoques personales del terapeuta. Evitar la incomodidad del cliente/paciente, formular preguntas y expresarlas de acuerdo a la situación de la persona, tener en cuenta el tono de voz y la manera en que se externaliza, para no hacerlo sentir en un interrogatorio. Evitar que el cliente/paciente se sienta amenazado por el tipo de preguntas que se le realizan, no juzgarlo, ni que se llegue a sentir culpable. Se debe tener en cuenta el lenguaje que se utiliza con cada cliente/paciente, es de acuerdo al nivel educativo o comprensivo que tenga cada uno. El objetivo es que el cliente pueda entender lo que el terapeuta le está preguntando o diciendo.
Confrontación En psicoterapia la confrontación consiste en que el terapeuta debe tomar dos relatos de una misma situación que haya emitido el cliente/paciente, los cuales no coinciden o tienden a contradecirse, y describírsela de manera específica. Se debe tomar en cuenta tanto su lenguaje verbal, como, corporal, con una adecuada escucha activa, el terapeuta puede identificar las posibles discrepancias que se puedan dar durante la sesión o relato del cliente. El objetivo que persigue la confrontación en psicoterapia, es hacer ver al cliente las variaciones de información que emite, si existen diferencias entre un mensaje y el otro, para que pueda hacer consciente de ellas, que le pueda dar otro enfoque y así trabajar en resolverlas. El terapeuta debe realizar una confrontación con la finalidad de ayudar al paciente, no mostrarle descontento o situaciones negativas hacia él, por el hecho de contradecirse en la información que aporta durante diferentes sesiones o narraciones. 8
Así mismo es importante hacerle ver al paciente que existe un compromiso e interés de parte del terapeuta con su problemática, establecer una adecuada alianza terapéutica, para que no se sienta está siendo atacado, juzgado o culpable. De acuerdo con Egan (1990), citado en Cormier y Cormier, (1991/1994), describe algunas maneras en las que el cliente puede reaccionar ante una confrontación, las cuales son: Desacreditar al terapeuta (“¿cómo lo sabes tú que nunca has pasado por esto?”). - Persuadir al terapeuta de que su punto de vista es erróneo (“yo no quería decir eso”). - Quitar importancia al tema (“no vale la pena detenerse en esto”). - Buscar apoyo en otras fuentes (“he comentado con mis amigos lo que me dijiste y ninguno de ellos ha notado nada”). - Aceptar el reto, pero no actuar en esa dirección (“tienes razón, debería hablar de esto, pero no puedo hacerlo”). Fernández y Rodríguez (2002a) presentan varios ejercicios de confrontación: Dos mensajes verbales. Comunicación verbal y no verbal. Mensaje verbal y acción. Mensaje verbal propio y de otro. Ejemplo de confrontación: Paciente: estoy en una relación con una persona que siempre deja a sus parejas, temo que ocurra lo mismo, aunque estamos muy enamorados por lo que no hay opción para terminar Terapeuta: ¿Podrías decirme qué diferencias observas entre tu relación que tienes con tu pareja y relaciones pasadas que él te haya comentado? Nota: antes las reacciones del paciente, el terapeuta puede hacer uso de habilidades de comunicación, como la paráfrasis, el reflejo, entre otros. Es importante después de la confrontación darle su espacio al paciente para que pueda emitir alguna respuesta, entender o asimilar lo que se le ha dicho.
Interpretación En psicoterapia la interpretación radica en hacerle ver al cliente/paciente o comunicarle lo que se ha percibido, en relación a lo que expresa, tanto verbal como corporal, así mismo de las situaciones, emociones y conductas que ha emitido en el mensaje. Conlleva realizar una hipótesis de la realidad que el terapeuta percibe sobre lo que ha escuchado y observado El terapeuta por medio de la interpretación le otorga una explicación a al cliente de sus conductas y de la problemática que presenta. Esto lo hace con la finalidad que la persona pueda tener otro 9
punto de vista acerca de su padecimiento, y, de esta manera ayudar en un posible cambio. Se debe considerar no mostrar exceso de discrepancia con lo que ha dicho el cliente. Las interpretaciones se pueden dar de tres maneras: Interpretaciones poco profundas Interpretaciones centradas en causas que puede controlar el cliente/paciente Interpretaciones con connotación positiva De acuerdo con Segura, (1985), hay algunas pautas que debe tomar en cuenta el terapeuta, para facilitar el acuerdo del cliente, son las siguientes: Mostrar una actitud amistosa y empática. - Evitar la jerga profesional al hablar. - Enfatizar el carácter de diálogo y acuerdo y, por tanto, alentar las preguntas del cliente y escuchar y respetar sus críticas y objeciones. - Presentar las explicaciones sobre el problema y el plan terapéutico como hipótesis a comprobar en vez de como verdades a creer. - Ofrecer razones convincentes de la propia posición. - Ofrecer información de experiencias similares a las del cliente, ya sea de uno mismo o de otras personas. - En cualquier caso, no adoptar una postura de antagonismo o polémica, sino partir inicialmente de la perspectiva del cliente e ir buscando poco a poco (a través del análisis lógico, la prueba de la realidad y el aporte de información) un nuevo marco de referencia más adecuado para comprender y solucionar sus problemas. Ejemplo de interpretación: Paciente: El otro día me quedé sorprendido y preocupado. Fui con mi esposa a casa de una amiga del trabajo. Me quedé sorprendido de la manera en que se comportaba mi esposa…, no sé, me parece que la trataba con mucha familiaridad, con mucha facilidad, quizás incluso demasiado. ¡Llegué a pensar que había algo de ella que no conocía del todo… Pensé “vaya! que cambiada” … por supuesto, eso de pensar que no acabas de saber bien cómo es tu propia mujer... A ver qué nuevas sorpresas me llevaré. Terapeuta: Al parecer, también se siente extrañado de usted mismo, de las cosas que ha visto aquí y de las que puede llegar a ver. Siendo que tampoco se acaba de conocer del todo y se siente diferente de lo que sabía anteriormente de usted. Teme, también, qué cosas nuevas puede ver sobre usted mismo…
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Información Consiste en hacer del conocimiento del paciente datos, situaciones o hechos de los cuales él no lo tiene claro. Se trata de psicoeducar al paciente sobre aspectos varios. Puede ayudar al paciente a salir de la ignorancia sobre su problemática, comunicarle lo que desconoce, le permitirá cambiar ideas, pensamientos y a tener otras perspectivas o enfoques. Es importante tener tacto cuando se da información a los pacientes, saber cuándo es el momento adecuado, para no sobrecargarlo y así lo vaya asimilando, adquiriendo conocimientos poco a poco. Son aspectos importantes sobre la problemática del paciente, de los cuales él debe conocer y ser consciente de los mismos, para poder encontrar soluciones favorables. Dejando claro que es el paciente el que decide cómo o qué es lo que realizará, los terapeutas son sus guías para hacerle ver las opciones con las que cuenta para encontrar obtener resultados positivos. El terapeuta debe tener en cuenta varios aspectos al momento de brindar información al paciente, es importante que tenga un lenguaje comprensible, ser empático, ser creativo y darle ejemplos de situaciones similares, hacer uso de metáforas sencillas relacionadas con su problemática, para que pueda comprender fácilmente. Por ejemplo, en un paciente que tiene problemas con el consumo de sustancias y etílicos, se le hace ver las consecuencias desfavorables y los problemas tanto físicos, emocionales y sociales que esto le provocaría o le está provocando.
LA RELACIÓN TERAPÉUTICA Es la relación que se da entre terapeuta-paciente durante un proceso psicoterapéutico, que toma en cuenta la naturalidad colaborativa que se da en la relación, los vínculos afectivos que se den entre las dos partes, las habilidades y capacidades que posee el terapeuta para llegar a un acuerdo y establecer un tratamiento favorable. Alianza terapéutica Es un vínculo que se establece entre el terapeuta y paciente, la cual se da desde la primera sesión del proceso psicoterapéutico, la cual es parte importante en el tratamiento y obtener buenos resultados. En la alianza terapéutica se establecen lazos de confianza entre ambas partes, haciendo uso de habilidades terapéuticas personales, en donde se refleja la empatía, hacer comprendido al paciente, que se sienta a gusto, cómodo, no juzgado. Así mismo establecer los objetivos y limites de la terapia, hacer del conocimiento del paciente cómo se trabajará y qué es lo que se pretende lograr, también se hace uso del contrato terapéutico, que es un tipo de compromiso escrito. En una relación terapéutica se busca establecer una cohesión, que es la capacidad que tienen las partes participantes de mantener o sostener vínculos, adherirse y llegar a un acuerdo común, trabajando juntos y enfocados en un mismo fin
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EMPAREJAMIENTO TERAPEUTA-CLIENTE Goldstein y Myers, (1986), presentan algunas características de un emparejamiento recomendable, las cuales son: -
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Ambos tienen expectativas congruentes acerca del papel de cada uno en la relación. Comprenden y están de acuerdo en sus respectivos derechos y obligaciones por lo que se refiere a lo que se espera que cada uno haga o no durante la interacción. Ambos confían en obtener resultados positivos de las sesiones. Cada uno anticipa una probabilidad al menos razonablemente alta de cambio del cliente. Ambos provienen de similares contextos sociales, culturales, étnicos y económicos. Ambos son similares en el empleo del lenguaje, complejidad conceptual, extroversión. introversión, objetividad-subjetividad, flexibilidad y conciencia social. Ambos se complementan en sus necesidades de comunicación, poder/influencia e intimidad emocional.
MANEJO DE DIFICULTADES Y RESISTENCIAS
Durante el proceso terapéutico se pueden dar distintas dificultades o situaciones no favorables para lograr obtener mejoría del paciente, estas situaciones problemáticas se pueden hacer presentes en el cliente como en el terapeuta. Las soluciones para las dificultades que se presenten serán acorde a la situación personal de las dos partes.
Situaciones problemáticas por parte del terapeuta Froján (2006), Gavino (1997, 2005a, 2005b), Ruiz (1998) y Ruiz y Villalobos (1994) describen varias de estas situaciones y los modos de hacerles frente. Las dificultades que se pueden presentar en el terapeuta son: -
El terapeuta etiqueta a un cliente como difícil en vez de ver la situación como un problema a resolver. El terapeuta experimenta intensas reacciones emocionales (atracción, enfado, ansiedad o abatimiento) en respuesta a su interacción con el cliente. El terapeuta presenta o ha presentado el mismo problema por el que consulta el cliente. El terapeuta queda bloqueado en un momento dado, no sabe cómo seguir. El terapeuta tiene problemas con relación a los silencios del cliente. El terapeuta está preocupado por su propia competencia.
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El terapeuta busca ser apreciado por el cliente, lo cual le lleva a anteponer sus necesidades personales a los objetivos de la terapia. El terapeuta está en un conflicto entre atender a las preocupaciones inmediatas del cliente, que cambian cada semana, y mantener el tratamiento dirigido a las metas previamente acordadas. El terapeuta está demasiado volcado en su trabajo y se despreocupa de sí mismo.
Cuando el terapeuta etiqueta a un cliente como difícil, lo mas probable es que no se obtengan resultados favorables. Es recomendable que el terapeuta no etiquete, mantenga el optimismo, detectar sus propias cogniciones desadaptativas y afrontarlas, mantener una tolerancia a la frustración y una actitud de resolución de problemas. En caso de que el terapeuta experimente intensas reacciones emocionales (atracción, enfado, ansiedad o abatimiento) en respuesta a su interacción con el cliente, esto se debe a que las características del cliente y terapeuta interactúan, al terapeuta puede molestarle o enfadarle las actitudes que muestre el cliente. Lo que puede hacer el terapeuta para solucionar esta problemática es hacer autoevaluaciones, se autoobservaciones, hacer consciente del por qué le molesta, identificar y modificar distorsiones cognitivas, buscar alternativas favorables. Si el terapeuta ha presentado o presenta la misma problemática que el paciente, lo más conveniente es referir al cliente con otro profesional, para evitar que se den sesgos y que el proceso no sea objetivo. Cuando se llegue a dar un bloqueo por parte del terapeuta, es conveniente que el cliente no se percate de ello, tomarse un tiempo, revisar anotaciones anteriores, puede hacer uso de la paráfrasis, también puede finalizar la sesión.
Situaciones problemáticas por parte del cliente Froján (2006), Gavino (1997, 2005a, 2005b), Ruiz (1998) y Ruiz y Villalobos (1994) describen varias de estas situaciones: -
El cliente no acude a consulta voluntariamente, sino presionado o llevado por otros. Al cliente le cuesta hablar de sus problemas. El cliente no quiere contestar ciertas preguntas o hablar de ciertos temas. El cliente responde muy brevemente a las preguntas. - El cliente divaga (se va de tema) de modo improductivo. El cliente es prolijo (demasiado extenso) en sus respuestas o explicaciones. El cliente llora. El cliente manifiesta que para seguir como está no merece la pena seguir viviendo. El cliente hace preguntas sobre creencias o comportamientos del terapeuta que este considera mejor no responder (p.ej., de tipo religioso, sexual, político). El cliente expresa o da a entender que el terapeuta puede tener muy poca experiencia en casos como el suyo (p.ej., por la juventud del mismo). 13
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El cliente expresa o da a entender que si el terapeuta no ha pasado por su problema difícilmente le podrá comprender y tratar eficazmente. Se sospecha que el cliente inventa o falsifica datos importantes deliberadamente. El cliente da permiso para que el terapeuta entreviste a una persona allegada, pero luego quiere saber algo que ha contado y que es confidencial. El cliente quiere que el tratamiento comience cuanto antes, incluso sin haber acabado la evaluación. El cliente duda de si le merece la pena iniciar el tratamiento. El cliente no da permiso para que colabore en la terapia algún familiar. - El cliente llega tarde. El cliente no acude a algunas sesiones y no avisa. El cliente intenta frecuentemente prolongar las sesiones. El cliente abusa de las llamadas telefónicas. El cliente interrumpe continuamente la aplicación del tratamiento. Aprovecha cualquier momento para hablar de lo mala que ha sido la semana, lo mucho que sufre, etc. El cliente desarrolla hacia el terapeuta actitudes excesivamente positivas o negativas (amor, deseo sexual, antipatía, cólera). El cliente se comporta agresivamente en la consulta.
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CONCLUSIONES
Para el profesional de la salud mental, tener conocimiento de las habilidades terapéuticas y ponerlas en práctica, le permitirá obtener resultados favorables al momento de llevar un proceso psicoterapéutico. Si se hace un empleo adecuado de la escucha activa, se harán menos complicadas las demás habilidades, lo importante de todas juntas es que buscan el bienestar del cliente, siendo prioridad la resolución de los problemas que padezca, buscando las vías más factibles que favorezcan al individuo. La autenticidad del terapeuta es un plus en el proceso, ser empático, transparente y genuino con las situaciones que le presenten sus clientes fomentará una buena alianza terapéutica, fortalecerá los lazos de confianza y el vínculo profesional. Es indispensable desde la primera intervención, hacer que el paciente se sienta comprendido, escuchado e importante. Establecer una adecuada alianza terapéutica es de gran ayuda para obtener mejores resultados en el tratamiento. Como terapeutas deben tomar en cuenta que es importante mantener una estabilidad emocional para beneficio de sus procesos terapéuticos. En dado caso se presenten situaciones problemáticas de cualquiera de las partes, terapeuta/cliente, el terapeuta debe reconocer cuáles son las soluciones que debe buscar o emplear.
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OPINION PERSONAL
Iniciando desde las habilidades terapéuticas, estas son fundamentales para el logro de resultados favorables en una relación psicoterapéutica, se debe trabajar por mantener e ir mejorándolas. Estas se hacen presentes en el estilo del terapeuta, el cual se mantiene, aunque utilice distintos enfoques terapéuticos. El tener la capacidad de hacer uso tanto, de la clarificación, reflejo, paráfrasis, confrontación, interpretación, información, etc., le ayudarán al terapeuta a tener un mejor abordaje. Tener presente que la alianza terapéutica, el ambiente, las técnicas, la percepción que tenga el paciente, y otros factores son los que hacen lograr la buena obtención de resultados. Así mismo psicoeducar al paciente desde un inicio, hacerle saber cuales son los objetivos de la terapia y la manera en que se va a trabajar. Informarle que es un proceso en el cual se tendrán altas y bajas, que es probable que las soluciones no lleguen inmediatamente.
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BIBLIOGRAFIA
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