Espacio compartido Nº 2

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extravĂ­os: Ingrid Schulze


Nota 2 Es un placer presentarles el segundo número de la revista artístico-cultural Espacio CompARTido. Agradecemos el apoyo de los artistas, literatos, músicos, gestores culturales… en fin de los amigos del Espacio Patiño que nos han apoyado haciendo posible la realización de esta nueva entrega. También destacamos la generosidad de aquellos espacios culturales que nos abrieron sus puertas permitiéndonos vivir una experiencia única al recorrerlos y conocerlos. Esperamos seguir contando con su aporte como lectores para que puedan ser parte de esta innovadora revista.



Efecto Eco, Umberto El 9 de enero de este año se fue uno de los grandes intelectuales históricos del mundo occidental: Umberto Eco.

Tres palabras para un epitafio: Ciudadano. Laico. Maestro. Sus emblemas: lucidez y dignidad del pensamiento; ética de la palabra; valor civil. Antifascismo, siempre. Relojero de mecanismos discursivos, artista de la paradoja, espíritu mordaz: por la son/risa al intelecto… hacia la conciencia. Descifrador de signos: pistas para el detective/lector; la “obra abierta”; la abducción creativa. Semiótica. Erudición y diversión. Libros como arcanos: rompecabezas y laberintos… misterios… secretos… complot… la lista de la lavandera… nominalismo, realismo, ateísmo, periodismo… una rosa es una rosa… El nombre de la rosa… El péndulo… La isla… La reina… Baudolino… el unicornio… El cementerio… el número cero… Tiempo y espacio; memoria… memoria… memoria Historia… historia… historia Sophía… filosofía El jazz… belleza y fealdad… Hombres, mujeres… apocalípticos… integrados… En fin, la condición humana. Michela Pentimalli

Efecto Eco : Título de un libro de Jacques Le Goff; 19


PASARELAMENTE Julio Barragán Dorado

Julio Barragán Proyecto Muéstranos tu Arte

Pasarelamente Es muy temprano en un día como cualquier otro. El sol sale a través de las montañas y los rayos de luz apenas traspasan la sólida capa de contaminación. Los motores roncan enojados por las calles, las bocinas despiertan a los trasnochados y los gritos constantes dan la agresiva bienvenida a una linda mañana en la ciudad. Pedro se despierta como es normal. Se mira al espejo con una expresión normal. Alista todo para su trabajo normal. Toma apurado un desayuno normal. Sale de su casa de manera normal. Camina hasta la avenida de forma normal. Pedro es un tipo normal. Entre subidas y bajadas llega a la esquina de una acera. Se detiene al borde de la avenida. Cuatro carriles de vehículos furiosos, de idas y venidas, de aceleradores y frenos. Una línea de hormigas con ruedas y motores, que incesantemente avanzan de un lado al otro. El cotidiano sinsentido de una gruesa línea de asfalto que soporta el tráfico vehicular. Parece que hay que nacer al frente o tal vez se pueda teletransportar. Pedro mira hacia ambos lados de la calle. La marea incesante de autos solo desacelera cuando uno frena repentinamente para descargar o levantar pasajeros. Algo parecido a una aleatoria parada en pit sobre un circuito de carreras. En la esquina un hombre normal a punto de cruzar. Con la mirada de un niño en su primer día de clases a punto de entrar al colegio. Forzado por el reloj, aprieta fuerte el maletín y decide avanzar. Levanta la rodilla y apoya la punta del pie para sumergirse de la acera en la avenida. Motor, llanta, bocina. Repentinamente salta de espaldas a la seguridad de la vereda. La adrenalina y el terror confunden los gritos e insultos del conductor con el efecto Doppler de los bocinazos alejándose a gran velocidad.


Agitado y sorprendido, Pedro levanta la cabeza. Alrededor encuentra personas con el mismo destino. Una serie de valientes hombres, mujeres, abuelos, jóvenes y niños obligados por sus deberes a pasar de una acera a la otra. Un pueblo entero unido en una misión. Una tribu determinada. Una línea de partida en una peligrosa maratón, el deporte extremo de la ciudad, la carrera del peatón de sobrevivir al cruzar la calle. Un hombre se lanza al estilo matador, toreando con el saco a los autos y evitando los capós con giros ágiles y rápidos movimientos de cadera. Con los dientes apretados y los ojos bien abiertos. Logra concluir la corrida, no será elegante pero es extremadamente efectivo. Dos jóvenes pasan la calle como aventureros cruzando un caudaloso río. Cargando grandes morrales, sigue uno los pasos del otro. Apoyan las manos en las puertas para mantener su equilibrio y dan largos pasos hasta llegar sonrientes al escalón del frente. Una cholita lleva a una cría como mochila y en su determinado caminar va en línea recta con pasos cortos y rápidos. Cabeza abajo y sombrero hacia delante, como si tuviera un campo de fuerza propulsado por fortuna e imprudencia. En un continuo avanzar, no duda, no se detiene, no espera; para ella los autos son de papel, los camiones de plastilina y los micros burbujas de jabón, será la suerte o convicción, pero logra llegar a su destino final sin siquiera disimular una sonrisa de satisfacción. La pareja enamorada tomada de la mano, escapando hacia la rutina. Debe atravesar la manada salvaje de animales de metal, no se sueltan durante la travesía, saltan, corren, se aprietan las manos. Él le impone un amoroso jalón para que apure su andar, y ella rompe en una coreografía ensayada; cómo en las mejores escenas de acción de las películas taquilleras, sobreviviendo al peligro sin dobles de acción. Pero no hay abrazo o beso al final del camino, esto es todo muy natural para los intrépidos tórtolos. Una abuelita frágil camina lentamente mientras estira del cogote a su canino compañero. Con el pañuelo en la cabeza y los anteojos encarnados en la nariz, camina cabizbaja luciendo una añeja bata de vestido. Sin ningún apuro llega al borde de la acera arrastrando constantemente a su pequeño perro. El primer paso hacia la avenida parece atravesar el living de su propia casa. Impasible en su andar, es la mascota que realmente teme a los autos. Entre saltos y ladridos, de adelante para atrás, de un lado para el otro, la correa se agita sin cesar alrededor de la ancianita. El felpudo yo-yo es manipulado por precisos movimientos de muñeca, esta gran habilidad solamente se obtiene con años de experiencia de caminar y caminar. No faltan los que cruzan en grupo, como escarabajos que se esparcen evitando ser atrapados. La familia que cruza en fila india, como llamitas atravesando el altiplano, uno tras del otro, sin pastor y sin rumbo. Un videojuego de la vida real donde ranas saltan evitando ser aplastadas, la hora pico suma dificultad y el “game over” es una fatalidad. Unos pasan con esfuerzo y otros con completa naturalidad. Tanta gente, tantos autos, tanto miedo. Freno, embrague, acelerador, insulto. ¡Que barbaridad! En la esquina, el espectador incrédulo. Perplejo condona con la cabeza en negación. Ahora que Pedro mira el panorama, no puede evitar ver el absurdo peligro que presenta vivir una vida normal en la ciudad. El terror le abre los ojos para aceptar su verdad cruda y real.


Como fuegos artificiales le llega una ráfaga de claridad, una manzana en la cabeza, el pequeño foco se enciende y un grito en su cabeza que anuncia “EUREKA”. Una idea tan simple, que parece increíble que a nadie se le hubiera ocurrido antes. Pedro entiende que, para evitar ese peligro innecesario, la gente debe cruzar por un lugar por donde no pasen los autos. Lo que se hace cuando un río de pirañas atraviesa el pueblo. Lo que se construye para unir a dos islas. Lo que se necesita para caminar entre dos montañas. ¿Un sendero elevado? ¿Un puente colgante? NO… una pasarela peatonal. Carta, documento, petición. Idas y venidas. Cruces, encuentros y filas. Entradas y salidas. La maquinaria humana de tuercas con credencial, tornillos con traje y engranajes empujando carpetas sin parar. En teoría parecía sencillo: un proyecto, sonrisas de apoyo y aprobación. La realidad es muy diferente: una odisea ejecutiva de perseverancia, una colección de documentos, sellos, rúbricas y el “vuelva mañana por favor”. Pedro normalmente se hubiera dado por vencido, pero lo sobrepasó su convicción. Un hombre de buenas intenciones con una misión muy especial. Después de la necesaria desesperante espera y en deprimente frustración, llega la noticia esperada. Como llega sin anuncio la mañana navideña, como encontrar bajo la puerta el boleto de lotería ganador del gran premio final. Se aprobó el proyecto civil ciudadano urbano local. Tranquilo Pedro, es muy temprano para festejar. Al costado de la pista de carreras, los conos y las cintas decoran los límites. Los héroes contratados empiezan su labor. Motores, bocinas y gritos sumados a tractores, martillos y maquinaria industrial. Lo que era una escandalosa acera normal ahora goza del incremento en decibeles adicionales por alborotadores profesionales. Esporádico corte vehicular, murmullos de impacientes detractores y curiosas preguntas de la gente local. Por si acaso, se consulta el papel enrollado que descubre los planos firmados por el don arquitecto ingeniero doctor licenciado. En sus marcas, listos… ¡YA! A disfrutar la escultura de la obra. Cada ladrillo de los escalones, el armazón de metal, las vigas, los moldes y la mezcla de material. El trabajo nocturno se convierte en rutina diaria, las horas son semanas y al parecer nunca se va a terminar. Pedro es el único que se detiene a apreciar lentamente una visión haciéndose realidad. Ya era costumbre esperar cascos, camiones, conos, fierros y martillazos. Ahora brillan por su ausencia, pero no se puede decir que se los va a extrañar. La pintura y el cemento tardan en secar, pero ofrecen un excelente lienzo para las firmas, declaraciones de amor y una que otra huella dactilar. La delgada cinta plástica detiene a los ansiosos y protege la obra fresca de los destructivos pioneros. Casi sin avisar se levanta la construcción terminada. No importan las fechas, parece que al futuro no se lo puede apurar. Que orgullo tener presente a semejantes personajes, sonrientes discursean y cortan el lazo inaugural. Se abre el regalo a la gente. La “avant première” particular, se cerró toda la calle, no se permiten motores ni llantas por el lugar. Corte, desvío y quejas son el pequeño precio que se debe pagar para el majestuoso estreno del puente que une a dos vecinas aceras como cordón umbilical. La pasarela se convierte en podio para los enternados artífices que hasta ahora se mantuvieron tras bambalinas. ¡Qué suerte! ¡Qué honor! O tal vez es año electoral. Entre flores y papeles de colores, los generosos contribuidores aportan con un clásico monólogo


triunfal, de esos empaquetados y que nadie podrá recordar. Pero no dejarán olvidar el crédito que merecen, dentro de una brillante placa de metal. La multitud parada sobre el asfalto, aplaudiendo, silbando y aprovechando de algún entremés como si fuera una feria dominical. La felicidad de la gente siempre justifica un excesivo evento aunque sea poco racional. Los festejos deben durar la jornada completa. Ningún auto pasó por la avenida ese día. Mañana por la mañana la rutina será prueba de una nueva realidad. Pedro se despierta en forma especial. Se mira al espejo con una expresión especial. Alista todo para un día especial. Toma apurado un desayuno especial. Y sale de su casa de manera especial. Camina hasta la avenida con un paso especial. Pedro se siente un tipo especial. Entre bajadas y subidas se acerca la emoción de la nueva experiencia peatonal. En la avenida los motores lo alientan, las bocinas lo llaman. El miedo, la presión, el estrés se quedaron en el pretérito imperfecto y ahora solo siente la ansiedad del triunfal estreno. Satisfecho en su andar, pero no por orgullo personal, sino que sabe que ahora todos pueden disfrutar de esta mezcla de metal y concreto, sin sustos, sin dolores, sin peligro, con toda civilidad. Llega al lugar esperado, a unos metros de aquella esquina donde Pedro acostumbraba cruzar. Aún se mantienen los carteles y pancartas de la gran inauguración. Semejante estructura es una perfecta pizarra de avisos públicos. Lo que una vez fue una limpia obra ahora está coloreada con publicidad tradicional, desde eventos comunales hasta productos internacionales. Tanta foto y tanto texto se confunden, no interesan. Sin dudas ni pausas empieza la escalada triunfal. Se sorprende a sí mismo silbando en el trayecto escalonado. Cada paso en cada grada es alegre y contento. Una maravilla moderna que todos pueden disfrutar. A la mitad de la avenida pero varios metros por encima, Pedro se detiene. Mira hacia adelante y hacia atrás. Extrañamente se encuentra solo, en un puente privado y personal. Es un día laboral, es una hora de alto tráfico, nada que pueda afectar a la rutina regular. Se acerca a la baranda con curiosidad. Donde debería estar rodeado de personas civilizadas, casualmente pasa por su costado una educada cebra casi fuera de lugar, pero nada raro para esta ciudad. Pedro apoya los brazos en el borde de la pasarela para poder observar. Autos, minibuses, trufis, taxis, camiones. Motores, frenos, bocinas, insultos. El mismo hombre toreando el tráfico, la misma cholita poco precavida, la pareja de la mano jaloneándose, la anciana arrastrando al perro, los mochileros riéndole al peligro, el grupo corriendo, la familia cruzando. Sufre con resignación la verdadera realidad. Toda la gente sobre el asfalto entre los autos. Todos los autos sobre la avenida entre la gente. El espectador en palco privilegiado observando el reprís de una escena que conoce de memoria. En la altura de su soledad no le queda más que mirar y pensar. Se necesita más que Buenas Intenciones.


Elías Blanco Mamani, aparapita de la cultura Elías Blanco Mamani es un quijote de la cultura boliviana, quien, durante más de veinte años de arduo trabajo periodístico investigativo, ha reunido una impresionante cantidad de documentos que le han servido de base para publicar 16 diccionarios de su autoría, sobre diferentes temas. Para hablar de sus primeros trabajos es necesario remitirnos a inicios de los noventa, cuando dirigía un espacio llamado “Un día como hoy en la cultura”, con hechos y biografías de personajes de la cultura boliviana, en el ya desaparecido periódico Presencia. También en los noventa dirigió la columna “Páginas de Gesta” en el periódico La Razón, que contó con casi 200 aportes biográficos. Estos trabajos y otros que llevó a cabo como periodista e investigador independiente conforman un invaluable aporte a la cultura nacional.

El Museo del Aparapita ¿Quién es el aparapita? ¿Acaso no es el habitante y el estante por excelencia? El aparapita está siempre en la ciudad, y no obstante, al mismo tiempo habita el Altiplano, y se encuentra aquí y se encuentra allá, sin moverse de su sitio. Y esto por obra de una fuerza que, al haberse encarnado en la tierra hecha hombre, hace de éste un ser omnipresente. En realidad el aparapita conoce la ciudad en sus más recónditas interioridades, y –yendo más lejos– hasta podría decirse que la ciudad es él. Aunque conceptualmente no puede expresarlo, puesto que no es hombre de conceptos, el aparapita sabe y conoce en lo profundo la significación de la ciudad. Y según resulta obvio, si el aparapita es la ciudad, como que efectivamente lo es, mal podría sentirse ajeno a ella y mucho menos desaparecer –pues el aparapita, dicho sea en conclusión, ha cargado la ciudad sobre sus espaldas. Jaime Sáenz, Imágenes Paceñas

Museo del Aparapita


Como un modo de homenajear a este personaje paceño, tan bien descrito en la obra de Jaime Saenz, Elías Blanco Mamani inauguró, en abril de 2012, el Museo del aparapita, un espacio en el que se preservan las fuentes a las que se remitió en sus múltiples trabajos de investigación. El museo cuenta con alrededor de 2500 libros, una colección fotográfica con casi 80 mil ejemplares y una interesante colección hemerográfica, recientemente engrosada por la donación de periódicos de la Guerra del Chaco. “El museo es un lugar para las expresiones de la cultura boliviana, donde no solamente pueden verse imágenes y objetos en torno al cargador de los mercados de la ciudad de La Paz, sino también más de cien retratos de los forjadores de la cultura nacional. Otro ambiente está dedicado a exposiciones temporales, sean fotografías, pinturas o dibujos” –en palabras de Elías Blanco, director del Museo del Aparapita. El Museo del Aparapita es una iniciativa individual que carece de financiamiento, por ello cuenta con un restaurant de comida tradicional como un modo de solventar su funcionamiento. El Museo está ubicado en la Av. 31 de Octubre, 1573, en Villa San Antonio, el ingreso es gratuito y las visitas pueden hacerse de lunes a sábado de 12:00 del mediodía a las 14:30 h.

Diccionario cultural boliviano Llegada la era digital, Elías Blanco vio la necesidad de trasladar su trabajo a plataformas que permitan el acceso a una gran cantidad de usuarios, por ello, desde 2010, comenzó la creación del Diccionario cultural boliviano, un blog en el que volcó décadas de su trabajo y que, actualmente, cuenta con casi dos millones de visitas. El Diccionario cultural boliviano es un referente para investigadores, estudiantes, periodistas y cualquiera que inicie la búsqueda de la biografía de un personaje del ámbito cultural boliviano, una “mini Wikipedia” boliviana, según él mismo nos menciona. El titánico esfuerzo de Elías Blanco no termina ahí, pues entre 2014 y 2015 dirigió un pequeño programa de televisión con el formato de “Un día en la cultura” y, actualmente, dirige un programa radial similar que se emite simultáneamente por Radio París La Paz, Radio Wayna Tambo y Radio Metropolitana.

Elías Blanco Mamani



David Lloyd es un dibujante e ilustrador inglés nacido en 1950 que, a través de los años, se ha convertido en una de las personalidades más importantes del cómics a nivel mundial. Inició su carrera haciendo trabajos publicitarios hasta que, a finales de la década de 1970, se internó en el mundo del cómic dibujando Halls of Horror, posteriormente, en 1982, creó V de Vendetta junto a Alan Moore, este trabajo llegaría a ser el más reconocido dentro de su carrera. Era la mañana de un lunes a la mitad de junio, David llevaba casi una semana en la ciudad de La Paz como invitado a la versión número 14 del Festival Viñetas con Altura, con la exposición L de Lloyd que mostraba, a través de 60 cuadros, toda su experiencia con el dibujo. Yo lo esperaba pacientemente para poder, al fin, conversar con él. Después de algunos vasos de café y dos entrevistas para la televisión, David pudo atenderme. Contaba con escasos 15 minutos por la presión de al menos 4 periodistas de diferentes medios que esperaban ansiosamente su turno. Lloyd, tranquilo y conciente de la situación, se sentó en uno de los sillones del C+C e iniciamos la entrevista. SV: ¿Cómo ve el progreso de su trabajo? DL: Bueno, mis recientes trabajos son radicalmente diferentes a los primeros porque ahora estoy [...] publicando algo llamado Aces Weekly, que son cómics exclusivos para la pantalla, de distribución digital. No usamos papel, no imprimimos, vamos a la gente a través del ciberespacio. Ya vamos por el vigésimo segundo volumen. [Actualmente] ya no tengo mucho tiempo para dibujar, estoy

en la administración, soy un administrador y lo estoy disfrutando mucho. SV: ¿Cuáles fueron las influencias que lo ayudaron a definir su propio estilo? DL: Mis influencias más tempranas se basan en cómics muy realistas, había específicamente uno, de Ronald Embleton, quien fue responsable de la primera historieta que me inspiró a querer hacer cómics [...] vi que se podía crear un mundo completamente increíble. Por otra parte, soy un chico de televisión y el realismo de la televisión llegó a inspirarme mucho, si ese drama se replica en las historietas es importante para mí. El realismo es muy importante para producir un cómic convincente y Ronald Embeton es la única gran influencia para mí, principalmente por una historieta llamada Wrath the Gods, que trata sobre mitología griega, eso realmente me impresionó y me di cuenta que quería hacer historietas. No lo hacía todo el tiempo, si estaba en la escuela dibujaba de tanto en tanto, mi ambición era ser un gran artista comercial, eso era lo que quería hacer como trabajo. Creo que los cómics que más me influenciaron eran guiones dramáticos, yo tengo facilidad con la narrativa dramática, sin embargo cada artista debería tener en su caja de herramientas la habilidad de cambiar de estilos, el tono, la forma en que se dibujarán. Es saludable para el artista cambiar frecuentemente de estilos, creo que si haces lo mismo todo el tiempo, un solo tipo de historia todo el tiempo, puedes estancarte y eso no es bueno. El arte es una aventura, tiene que ser una aventura.


SV: ¿Cómo surgió V de Vendetta? DL: El panorama político y social en esos momentos era tal que para cuando lo creamos había mucha simpatía por los derechistas de Inglaterra, incluso antes de Margaret Thatcher. Nos encontrábamos preocupados por esa situación por eso, cuando hicimos V de Vendetta, no quisimos contar sólo una historia acerca de un luchador por la libertad bajo una dictadura, bajo la tiranía, queríamos decir algo más, esa es la razón porque V de Vendetta no es una aventura simple. Cuando me junté con Alan y la creamos ambos estábamos políticamente concientes que queríamos hacer una historia que no fuera una típica historia de cómic, queríamos que fuera lo más realista posible y también llegar a cuantas personas fuera posible, aunque no leyeran el cómics, esa es una de las razones por las que notarán que

pasó y esa es exactamente la situación o el modelo que quisimos usar para V. El gran problema con una sociedad corrupta es que todos se apoyan entre sí, y todo ello se convierte en un asunto tribal. La gente necesita líderes, por eso V de Vendetta, su concepto, es que la gente encuentre su propia individualidad y no se vuelva parte de esa manada. Ese es el mensaje central de V, debes ser tú mismo, no ser parte de esa tribu que está de acuerdo con todo, eso es muy importante. SV: ¿Qué opinas sobre la película V de Vendetta? DL: Pienso que está muy bien, se centra en la idea básica del cómic, hicieron un buen trabajo, principalmente con la parte actoral. Me gusta mucho. Actualmente, este gran dibujante se dedica exclusivamente a promover el cómic a través de la página Aces Weekly (www.acesweekly.co.uk). “No printing, no paper” nos dice Lloyd mientras nos comenta que todos los lunes se envían series e historias cortas a través del ciberespacio en volúmenes de siete partes en los que participan destacados talentos de todo el mundo. Aces Weekly es ganadora del premio Best Digital Comic en la encuesta anual de Pipedream, Best Web-Based Comic en True Believers Awards, y se encuentra dentro de las 100 mejores Webcomics de todos los tiempos según Best Web Comics. Así, con los últimos sorbos de café en el fondo del vaso, concluyó esta corta pero sustancial entrevista a uno de los representantes de la principal corriente de la revolución del cómic a nivel mundial.

en V no existen efectos sonoros, porque los efectos sonoros son cosas que las personas que no leen cómics consideran estúpidas e infantiles. Si quieres a gente leyendo los cómics que hiciste tienes que quitar algunas cosas que los alejan, de lo contrario no expandirás tu público lector y no enviarás el mensaje que deseas, es muy importante lograr eso en cualquier forma de comunicación. El modelo para V de Vendetta era la sociedad alemana de los años treinta, la Alemania de los años treinta. La gente enfrentó despidos masivos e hiperinflación, y buscaban un salvador, ya sabemos lo que





Disco de vinilo C - Musical


CEDOAL

“Hace mucho tiempo tuve la oportunidad de conocer la biblioteca y lo que puedo decir es que uno es diferente después de leer un libro. Tengo muchas historias vividas en esta sala de lectura, hice muchos viajes a través de los autores, a mí me gustan los cuentos y con cada uno me sentí renovada”, María Rodríguez de Salazar, ganadora a usuaria del año 2015 del CEDOAL. “Siempre me ha gustado leer y el haber llegado a esta biblioteca ha sido el resultado de un gran peregrinaje. Fue gracias a un amigo que me dio los datos necesarios para poder conocer este espacio. Lugares con tantas facilidades, con el ambiente adecuado y que te brinde la libertad necesaria para hacer las consultas o alguna investigación, son difíciles de encontrar. En definitiva, me siento muy satisfecho, tranquilo, pero también ansioso de poder seguir explorando

todo lo que puedo encontrar aquí”, Bryan Mamani, ganador del mejor usuario del año 2015. El 28 de septiembre de 2001 se creó el Centro de Documentación en Artes y Literaturas Latinoamericanas CEDOAL, del Espacio Patiño, con el fin de coleccionar, preservar y difundir documentos de toda la región en diferentes formatos y medios. Este espacio, con el tiempo, se ha ido convirtiendo en un punto de referencia para investigadores, estudiantes y el público en general.

Catálogo en línea El CEDOAL cuenta con un moderno catálogo en línea que permite la búsqueda de múltiples materiales desde cualquier lugar del mundo con sólo entrar en la dirección: http://opac.fundacionpatino.org/. El listado disponible contiene


materiales de todas las áreas que componen el Espacio Patiño.

Archivo hemerográfico El archivo hemerográfico Gesta Bárbara, del CEDOAL, contiene un importante archivo de suplementos culturales y literarios, muchos de los cuales han descontinuado su publicación.

Otros servicios Entre los servicios que ofrece el CEDOAL están: la reprografía, que permite la fotocopia de textos según las leyes de derechos de autor; acceso a materiales especiales, como catálogos, trípticos e invitaciones que forman parte de las colecciones del CEDOAL; el servicio de referencia, asistencia personalizada a los usuarios que tengan consultas específicas o problemas con el uso del catálogo en línea; sala audiovisual, a solicitud de uno o más usuarios que deseen tener acceso al material audiovisual de la base de datos.

Jueves de estantería abierta Recientemente se ha implementado el “jueves de estantería abierta”, un día en el que se cambia la atención bibliotecaria tradicional cerrada por el formato de “estantería abierta”, donde los usuarios pueden recorrer los estantes y tener libre acceso a los libros que mejor satisfagan sus necesidades de información.

C – Musical El 1º de octubre de 2013 se inauguró el Centro de Información de Música Boliviana, C-Musical, que nació como repositorio de las grabaciones de los programas de Radio Portales de los años 70 y de los festivales musicales Luzmila Patiño, los cuales fueron digitalizados y catalogados. Desde entonces, el archivo creció gracias a donaciones y constantes adquisiciones, incluyendo en su colección libros sobre música boliviana, discos de vinilo, discos compactos, partituras, cintas magnetofónicas, entre otros. Recientemente se ha firmado un convenio con el Conservatorio y con la Sociedad de compositores bolivianos de música clásica contemporánea con el fin de que parte de la información del C-musical sea subida a una nube, aún en construcción, para que sea de acceso universal. Hoy en día, el C-musical sigue recuperando, clasificando, catalogando y difundiendo el riquísimo patrimonio musical boliviano.


Radio Antigua C - Musical


Muéstranos tu Arte Por Sergio Velasco Muñoz

El 9 de septiembre de 2013, durante la inauguración de una exposición en honor a Yolanda Bedregal, se me acercaron dos artistas visuales a preguntarme cómo podrían ellos montar una exposición en nuestra galería, no lo supe entonces, pero ese sería el germen de lo que posteriormente fue el proyecto Muéstranos tu Arte.

visto su propuesta, todo debido a las limitaciones espaciales, temporales y de presupuesto. Este problema frecuente dio origen a la idea de Muéstranos tu Arte, proyecto que intenta brindar espacio y apoyo a los artistas que se encuentran al inicio de su carrera y que llevan el deseo de mostrar su arte en distintos formatos.

La respuesta a dar a cualquier interesado que deseara exponer en el Espacio Patiño, en ese momento, era que todas las fechas estaban ocupadas hasta el 2015, lo que implicaba dejar partir a los artistas sin siquiera haber

Tuve la suerte de contar con el apoyo de Michela Pentimalli, directora del Espacio Patiño, quien con toda voluntad y predisposición hizo que el proyecto pudiera realizarse. Fue difícil, pero muy satisfactorio, abrir una nue-

va convocatoria para presentaciones, conciertos y exposiciones conjuntas, aunque ello implicara más horas de trabajo y el reajuste de recursos. Es así que el 9 de diciembre de 2013 se lanzó por primera vez la convocatoria Muéstranos tu Arte, la misma que recibió una importante cantidad de propuestas, de las cuales se eligieron tres instalaciones: de Wara Cardozo, Dibujando el soplar del viento con el soplar de tu soplar, de Carla Espinoza, Identidades cibernéticas, de Ingrid Schulze y Karin Schulze, Surrealeza.


Una variedad de propuestas Desde entonces se ha recibido una variedad de propuestas, entre las cuales están: la exposición de grabados de Ana Barroso Calle y Fernando Pantoja; la primera presentación de teatro en pequeño formato a cargo de Daniela Flores Padilla; la exposición de telares Hilos continuos, que nace del propósito de dar continuidad al taller de Martha Cajías, entre otras. De la segunda convocatoria, lanzada el 9 de diciembre del 2014, podemos destacar la presentación de cortometrajes del Grupo Kino de La Paz y la

exposición fotográfica Francotirador de Rodny Montoya, presentada en conjunto con la instalación Ciudad de Arcilla, de Eloísa Paz. La tercera versión del Muéstranos tu Arte se lanzó el 8 de enero de 2016, en ella clasificaron: la exposición fotográfica Extravíos de Ingrid Schulze, la obra Play, de Aywiña Teatro, y otras que aún están por llevarse a cabo. Muéstranos tu arte se afirma con cada convocatoria gracias al trabajo del equipo del Espacio Patiño y la participación de los artistas.


La Fundación Simón I. Patiño entrega al público lector una obra novedosa, de tres tomos, denominada: Bolivia Lenguajes Gráficos. Dada la dilatación del concepto de lenguajes gráficos, considerados en el contexto boliviano, es que se toma la decisión de entregar la obra en estos tres tomos antes mencionados. Los extensos artículos y las más breves variaciones, se enfocan en diferentes temáticas desarrolladas visualmente mediante extraordinarias selecciones de imágenes y articuladas, estas, según criterios de contigüidad. La realización del proyecto estuvo a cargo de un equipo de cuatro profesionales (Michela Pentimalli, María Isabel Álvarez Plata, Jaqueline Calatayud, y Rodny Montoya) y los distintos tópicos identificados fueron confiados a reconocidos especialistas. En el Primer Tomo se parte de los “mensajes sobre rocas” (Matthias Streker y Fredy Taboada), pasando a los grafitis urbanos contemporáneos sobre paredes (Rodny Montoya) y a los populares letreros de la ciudad de El Alto (Jaqueline Calatayud). A continuación, los textiles y quipus merecen tres artículos (Silvia Arce; Carmen Beatriz Loza; Denise Arnold), por la especial trascendencia, histórica, vivencial y académica que revisten en Bolivia; una propuesta de señalética (Rodrigo Arteaga) es el corolario de este tema tan denso. Finalmente, la cuestión de la escritura ideográfica andina (María Isabel Álvarez Plata) que cierra este primer tomo. La escritura de Charcas (Clara López B.) abre el segundo tomo, seguido por apuntes sobre la gráfica


musical (Sachiko Sakuma). El tema de grabado (Teresa Gisbert) se enlaza con el de la imprenta (Jaqueline Calatayud), y le continúa una corta consideración sobre la folletería (Michela Pentimalli). La trayectoria de la historieta nacional (Francisco Leñero) antecede la visión del bibliófilo sobre los libros (José Roberto Arze) y el acercamiento a la ornamentación del libro impreso (Ana María Gottret). Un artículo sobre mapas y planos (Clara López B.) y una concisa introducción a los diagramas genealógicos (Juan José Leñero) concluye el tomo. La fotografía es abordada en dos aspectos específicos: las foto tarjetas (Miriam Vargas) y las fotos como ilustraciones dentro de los libros (Pedro Querejazu); apuntes sobre tipologías fotográficas completan esta temática (Michela Pentimalli). Consideraciones acerca de las revistas y las tarjetas postales (Michela Pentimalli) anteceden las contextualizaciones históricas del cartel (María Isabel Álvarez Plata) y de las tapas de los discos de vinilo (Sergio Calero); seguidamente, se tocan los temas de la gráfica de uso “popular” de la fiesta (Jaqueline Calatayud) y de los tipos de impresos de “socialización” (Michela Pentimalli). Finalmente, unas reflexiones sobre diseño gráfico en la actualidad (Fernando Navia) cierran el tercer tomo.


El jueves 5 de mayo de 2016 se llevó a cabo en el Espacio Patiño la presentación del poemario Abdicar de Lucidez, de la poeta boliviana Mónica Velásquez Guzmán. Se trata de su sexto libro publicado, uno que, según nos contó, nace de un proceso de escritura angustioso, diferente de los libros anteriores. Nos dice Mónica: “En él me he obligado a salir fuera de mi zona de confort”. ¿Pero, qué otros aspectos hacen de Abdicar de lucidez una propuesta nueva? Varios aspectos, desde el hecho de haber pensado el libro como “objeto”, lo cual hace de la presentación una parte más de la obra, hasta la independencia de cada poema que no ha sido pensado como parte de un conjunto sino de forma individual. Sin embargo, en este último libro, los lectores podemos encontrarnos con algo familiar, una de las temáticas recurrentes en su obra: la muerte, “pero la muerte no vista como un fin, sino como una transición, una transformación”. Desde Espacio CompArtido los invitamos a leer este poemario que ya forma parte de la colección del Centro de Documentación en Artes y Literaturas Latinoamericanas, CEDOAL. A continuación, algunos fragmentos de los poemas de Mónica Velásquez:

Sección Poética

Mónica Velásquez


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La Escuela de espectadores del Espacio Patiño es un espacio de discusión y reflexión sobre teatro. Los organizadores, FITAZ y Carrera de Literatura de la UMSA, junto al Espacio Patiño, y los asistentes a la Escuela son apasionados del teatro, pero no son lo que se llama gente del teatro: ni directores, ni escritores, ni actores ni ningún otro oficio relacionado con las artes escénicas. Se trata de espectadores que están interesados en poder emitir opiniones bien fundadas sobre lo que han visto en escena, que quieren poder argumentar por qué una obra les ha gustado o no. “Así nos vamos formando como público, y aportamos en algo a que el teatro boliviano siga creciendo”, dice el facilitador, Omar Rocha, docente de drama en la Carrera de Literatura. Para aquellos que deseen participar, las sesiones se realizan cada último lunes de cada mes en el CEDOAL: Ecuador y Belisario Salinas # 2503, edificio Guayaquil, primer piso. Teléfono: (+591 2) 241 0329


Michela Pentimalli Directora Sergio Velasco Muñoz Idea original, redactor y editor, fotografía, diseño y maquetación Mauro Ramírez Diseño Julio E. Barragán D. Damián Agramont Colaboración en edición y estilo visual




Visitenos en nuestra pรกgina web

http://www.espacio.fundacionpatino.org/


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