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¿PUEDE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL DESPLAZARNOS?
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Armando Morquecho
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Probablemente muchos coincidiremos en que la inteligencia artificial (IA) de unos años a la fecha es el tema de moda y muchas personas se mueren por analizar este tema y por descubrir nuevas maneras de utilizar esta herramienta para optimizar la práctica de algunas profesiones, como por ejemplo los smart contracts, el block chain, el big data o el cloud computing, tecnologías que han tenido un gran impacto en el sector jurídico.
Pero más que un tema de moda, la inteligencia artificial, según muchos expertos, es la revolución tecnológica más importante de nuestro tiempo y parece indicar que por el momento es una revolución sin barreras ya que día tras día somos testigos de la creación de nuevos prototipos y herramientas cuya finalidad es optimizar desde las actividades complejas, hasta las más cotidianas, un claro ejemplo de esto puede ser el famoso Chat GPT.
El Chat GPT es la nueva herramienta de inteligencia artificial desarrollada en formato de chatbot que puede generar desde las respuestas a las preguntas más simples de los usuarios o ensayos de temas especializados, hasta análisis sociológicos de los problemas más relevantes del país que ustedes elijan.
Otro ejemplo de esto es el de Blake Lemoine, ingeniero de Google que aseguró que la inteligencia artificial ya siente, esto debido a una conversación que sostuvo con LaMDA, el modelo de inteligencia artificial de Google que a raíz de una pregunta del ingeniero, ésta respondió que era consciente de su propia existencia.
Pero, ¿qué es lo que la vuelve tan relevante?
Como podemos observar del par de ejemplos anteriores, la inteligencia artificial adquiere una gran relevancia porque ésta representa un salto de dimensiones cuánticas en cuanto a conocimiento y accesibilidad a éste. Aunado a esto, estas tecnologías producto de la IA también pueden cambiar radicalmente nuestros entornos laborales, de hecho, una encuesta realizada por McKinsey, una consultora estratégica que se focaliza en resolver problemas concernientes a la administración estratégica, reveló que el año pasado hasta un 50% de las empresas del mundo intentaron usar la IA de alguna manera.
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De igual manera, esta encuesta reveló que en el mundo corporativo hay mucha expectativa respecto a todas estas herramientas ya que representan una gran oportunidad no solo para optimizar servicios como por ejemplo la atención al usuario misma que podría ser más eficaz, sino también para optimizar el uso de recursos y recortar gastos importantes para la mayoría de las empresas.
Pero desde otra perspectiva, la IA adquiere relevancia porque si decimos que cada persona en sus circunstancias, entonces la IA es la circunstancias de todos ya que es capaz de almacenar más información de la que nosotros jamás podremos almacenar esto debido a que se nutre de absolutamente todo el contenido subido al internet, por lo cual desde su inicio, la IA dominará cualquier tema, ya sea estadística avanzada, salud, legislación, problemas políticos y sociales en el medio oriente y hasta cultura pop, pero lo más trascendente de esto no solamente es la capacidad de almacenar información, sino que la IA, como lo vimos anteriormente, también tiene la capacidad de generar una opinión respecto a todos estos temas.
Sin embargo, aunque la IA es maravillosa y representa probablemente el avance tecnológico más relevante de nuestra época, tal y como lo manifesté en la columna de la semana pasada, hay algunas preguntas incómodas respecto a la IA que deberíamos estarnos haciendo con mucha seriedad, siendo la primera de ellas: ¿Puede la inteligencia artificial desplazarnos?
La respuesta en primera instancia no requiere de mucho debate y es sí, la IA sí puede desplazar al hombre de muchos trabajos, y aunque propiamente no es IA, basta con observar la optimización de los servicios en algunos estacionamientos que de la noche a la mañana cambiaron a las personas por máquinas que realizan el trabajo de una manera más rápida y por un menor costo, ya que la máquina no requiere Seguridad Social, no cotiza para una pensión, no necesita vacaciones ni mucho menos salario.
Así que sí, la IA puede automatizar muchas tareas diarias en diversas áreas de trabajo, pero ciertamente también podría ayudarnos a trabajar más eficientemente para así lograr más en menos tiempos, un ejemplo de esto en el mundo jurídico podría ser que la IA ayude a redactar de manera autónoma una promoción o algún escrito, lo cual podríamos intentar a través del Chat GPT.
Por lo tanto, en segunda instancia, aunque la IA sí puede desplazarnos, la realidad es que no tiene por qué desplazarnos siempre y cuando nosotros seamos capaces de aportar un valor agregado a nuestro trabajo, esto en el entendido de que por más asombrosa que pueda llegar a ser la IA, hay algunas cosas que jamás podrá reemplazar como por el ejemplo la sensibilidad de un abogado a la hora de hablar con un cliente sobre un asunto delicado o bien, la sensibilidad de un doctor a la hora de dar un diagnóstico a un paciente terminal.
No obstante, retomando un poco algunos de los temas que se abordaron en la columna de la edición pasada, debemos de ser cuidadosos, y en estos tiempos de gran desarrollo tecnológico, debemos de sacar a relucir nuestra mayor cualidad como seres humanos: la racionalidad, y en ese orden de ideas es necesario que a la par del desarrollo de todas estas tecnologías, se desarrollen también las condiciones necesarias para aprender a utilizar la IA para nuestra ventaja.