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Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte

ESTADOS DEL ARTE PARA EL CAMPO DEL PATRIMONIO CULTURAL EN LA CIUDAD DE BOGOTÁ

EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE PATRIMONIO CULTURAL, LAS NUEVAS DINÁMICAS SOCIALES Y SUS RELACIONES TERRITORIALES Proyecto 09 20 SDCRD•E Supervisión María Claudia Ferrer Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte Septiembre de 2010


EQUIPO DE INVESTIGACIÓN

Director Aurelio Alberto Horta Mesa Coordinadora General Esperanza Osorio C. Líneas de investigación:

Evolución del concepto de patrimonio cultural, las nuevas dinámicas sociales y sus relaciones territoriales Ricardo Guillermo Rivadeneira Velásquezi

Analista de Datos Cristian Darío Zambrano Rojas Auxiliares de Investigación Esteban García Henao Juliana Muñoz Uribe Manuela Buitrago Villamizar Paola Andrea Bustos Peláez Auxiliar Administrativo Alejandra González

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1. SOBRE EL CONCEPTO DE PATRIMONIO CULTURAL Uno de los objetivos primordiales de la política contemporánea es poder incidir en el campo cultural como forma de construcción social. Es por eso que en esta última etapa del proyecto el interés ha sido tratar de perfilar un documento que apoye la determinación de las políticas culturales de la ciudad. En esa perspectiva la socialización grupal del proyecto con las instancias consultoras de la sección de Patrimonio Cultural de la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte motivó que la exposición referida a esta línea sobre “dinámica y evolución del concepto de patrimonio cultural” estuviera centrada en definir un esquema histórico que da cuenta de lo acaecido con la discusión del concepto “patrimonio cultural” en las cinco décadas de la segunda mitad del siglo XX en Bogotá. Esa lectura se hizo de manera comparativa, tratando de incluir información relativa a tres contextos principales: En primera instancia el global enmarcado en las directrices de la UNESCO, en segundo plano el contexto medio de índole nacional y donde las políticas gubernamentales emanadas del Estado colombiano son rectoras, y finalmente una tercera instancia que corresponde a lo acaecido a nivel de la política de la ciudad. A partir de la Constitución de 1991 podemos identificar un cuarto nivel que corresponde a la participación ciudadanaii, aspecto que adolecía de presencia en el marco general del siglo XX, pero que a partir del final del guerra fría se desligó de la retórica ideológica para convertirse en factor fundamental de la sociedad de la opinión pública, enmarcada por el proceso económico que conocemos hoy como neoliberalismoiii.

1.1.

PATRIMONIO CULTURAL SIN CULTURA

La cultura es un campo amplio de fuerzas que reúne la totalidad de los factores que definen el comportamiento social. Es en este espacio real y figurado que los individuos van 3


moldeando la vida, la van cultivando. Desafortunadamente, el territorio de lo cultural ha sido vedado y fraccionado por los grupos sociales que gozan de privilegios económicos y que se ubican en las capas altas del poder. En ese sentido “ser culto” o “comportarse de manera civilizada” son expresiones que conducen hacia la generación de estereotipos, a manera de formas de comportamiento convencional o que van en consecuencia con parámetros ya establecidos. Por esta vía, los comportamientos que contribuyen a dibujar el paisaje de la diferencia y de la identidad cultural son considerados como agentes extraños, exóticos, que pueden resultar interesantes por lo raros que resultan. Dicha problemática es evidente en la valoración del patrimonio cultural de la ciudad, espectro que debería incluir tópicos tangibles e intangibles, pero que en su expresión más escueta se proyecta hacia las manifestaciones arquitectónicas “construidas”. Panorama claramente sesgado aquel que considera a lo exclusivamente físico y tangible como patrimonial. Resulta notablemente comprensible que lo intangible le resulte extraño e incómodo al planeador urbano o al constructor de edificios; sin embargo, la cultura implica aspectos relacionados no solo con la forma sino con los contenidos culturales, es decir que las ideas, sentimientos y deseos también son elementos que rigen la construcción social de la cultura. Una revisión a los listados de los bienes que han sido declarados como patrimonio de la ciudad conduce a un fenómeno laudatorio de la disciplina arquitectónica, la cual adolece aún de ser el centro de atención de los problemas culturales. Afortunadamente, han sido los estudios culturales el recurso para romper aquel discurso hegemónico que ha convertido al edificio en monumento, motivando la acción donde se repite la estructura de poder impuesta por el gusto atinado de una clase “culta” que le indica a los demás el cómo actuar frente a determinados fenómenos estéticos.

1.2.

ESTUDIOS CULTURALES

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Esta última categoría se refiere primordialmente a la revaloración del concepto de “cultura popular” por parte de los investigadores vinculados al Centre of Contemporary Cultural Studies de la Universidad de Birgmingham (CCCS), quienes constituyeron una facción que fue ganando

autonomía respecto al reconocido grupo de los “marxistas británicos”iv,

motivando a tal punto el surgimiento de una tendencia intelectual de resistencia, la cual fue conocida como “estudios culturales” y que considera a la cultura como la dimensión más amplia y compleja de la producción humana, foco principal de toda la investigación social. Uno de los aportes establecido por el grupo de los marxistas británicos tiene que ver con la inclusión de los sectores menos favorecidos como objeto central de la investigación histórica. En ese sentido, surgió la idea de hacer una Historia que pretendía invertir el esquema de poder imperante (de arriba hacia abajo) por un modelo que siempre partía de identificar a los sectores popularmente pobres como actores centrales de la indagación histórica. En esa medida, textos como Culture and Society 1780-1850 de Raymond Williamsv, The Culture of Poverty (1970) de Richard Hoggartvi, The Popular Arts (1964) de Stuart Hall y Paddy Whannel marcaron la pauta e influyeron de manera sensible en la manera como se planteó la investigación social a nivel mundial. Lo que resulta sorprendente es que los estudios sobre patrimonio cultural en Colombia no hubiesen sido afectados de manera sensible por este tipo de conocimiento; sin embargo, es posible identificar que la excesiva dependencia del campo del patrimonio respecto a los lenguajes y métodos derivados de disciplinas como la Arquitectura y el Urbanismo hicieron que el eje central de lo cultural fuera desechado e incluso tergiversado en detrimento de los réditos sociales vii. Un avance significativo en el tema es reconocer que la conformación de los Consejos Distritales de Cultura requiere de la participación paritaria por parte de profesionales del campo socio-cultural (antropólogos, historiadores, sociólogos, analistas de la comunicación social, etc.) así como de los profesionales del diseño arquitectónico, urbanístico y de la administración pública, por citar tan solo algunas de las disciplinas relacionadas con el tema del proyecto de ciudad. Lograr este equilibrio es ubicarse en sintonía de las ideas del investigador Richard Sennett, cuando se ha referido al equilibro de la vida urbana a través 5


de la metáfora que encarna el título de su libro: Carne y piedraviii. Ubicar al ser humano, con sus contradicciones y dificultades, en el escenario urbano implica además el reconocer que la vida implica aspectos cotidianos que se vienen dando de marras, como formas profundas y reiteradas del comportamiento local. A ese proceso de gestación del sentir y actuar en el marco de los hitos de la modernidad lo podemos denominar como cultura urbana. Le corresponde entonces a los “estudios culturales” el establecer la agenda adecuada para lograr comprender los hechos de donde emanan las formas de apropiación del territorio, de construcción de la cultura material, así como la definición de los usos del suelo como el modelado de las actitudes y gestos estéticos. Así, los “estudios culturales” procuran abonar el terreno propicio para que los análisis resulten plausibles, por eso resulta pertinente que los aspectos teóricos queden claros, pues es desde ellos que sería posible juzgar la acción acertada de las políticas culturales en su concepción ix.

1.3.

LAS POLÍTICAS CULTURALES

La cultura implica aspectos relacionados con las mentalidades de los pueblos, pero además incluye expresiones materiales que corresponden al proceso de darle sentido a las cosas ó a sus prácticas. Teorías como la del materialismo cultural, desarrollada por Marvin Harris, no presenta asidero dentro del marco de los estudios culturales del patrimonio en la ciudad. Nuevamente la ciudad se ve acorralada por el discurso pragmático que justifica “lo construido” como forma de poderío. Sin embargo, el desconocimiento de una teoría materialista que remita a los problemas socioeconómicos derivados de la vida urbana no incide para nada en la manera como se comprende el patrimonio de la ciudad. Es decir, parecería que los ciudadanos no constituyen un factor fundamental en la construcción de las ideas sobre lo construido; pese algunos casos muy contados, como las investigaciones de Alberto Saldarriaga Roa sobre los valores de la arquitectura vernácula, se sigue considerando que el eje central de la discusión en patrimonio es la asignación de recursos para restaurar edificios. 6


En este último sentido podemos decir que la Corporación la Candelaria debe motivar dentro de ella misma una reflexión profunda, orientada a ampliar el campo de acción de sus intereses y perspectivas, pues el convertirse en la Secretaría Distrital de Patrimonio implica además el ser consecuente con la filiación a la idea del campo ampliado derivada de la teoría sociológica de Pierre Bourdieu x, la cual marcó el derrotero para guiar la reforma administrativa más grande que ha vivido el sector cultural en Colombia, y que al día de hoy parece obrar como letra muerta por falta de conocimiento de los alcances, limitaciones y bondades que produce la asimilación de las ideas del filósofo francés en el marco de la discusión sobre la cultura.

1.4.

EL GLOSARIO DE TÉRMINOS CLAVES COMO EL HOGAR DE MÚLTIPLES VOCES:

Fue en procura de llegar a establecer acuerdos conceptuales entre una gama amplia de estudiosos de la cultura que Raymond Williams produjo el libro Keywords (Palabras clave, un vocabulario de la cultura y la sociedad) en 1976. Siguiendo con esta idea y viendo la falencia que hay en el campo de los estudios culturales de la ciudad de Bogotá fue que nos propusimos elaborar un glosario de términos básicos que evidenciara el estado del arte y la discusión sobre el patrimonio cultural de la ciudad. Este recurso metodológico y didáctico, más que arrojar resultados, lo que permite es que el lector se haga una idea de quiénes han utilizado las palabras claves, como constructoras de un léxico que evidencia una forma de pensar la cultura (hegemónica, institucional, vertical, abierta, cerrada, etc.). Un aspecto importante de dicho texto es que en él se ubican en el mismo plano las voces de los expertos con las ideas expresadas por algunos ciudadanos en el marco de las encuestas distritales de cultura. Hecho que pone de presente la intención de los estudios culturales por equilibrar la expresión comunicativa, es decir, regular la exhibición de las ideas ante los medios de difusión de las mismas, para así evitar actitudes hegemónicas, que aniquilan la

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oportunidad que tienen los grupos sociales que se encuentran en condición de subalternidad para expresar sus puntos de vista. Ha correspondido a este texto el vislumbrar en términos generales el campo del patrimonio cultural de la ciudad para establecer un estado del arte que proporcione el escenario adecuado donde surgen dichas políticas. Aclarar las fortalezas y debilidades que presenta el sector cultural no es un objetivo de este informe, sin embargo si se torna importante expresar cómo un grupo relativamente amplio de actores comprende, apropia y (re) produce el léxico correspondiente al patrimonio cultural en la ciudad de Bogotá D.C. Un aspecto importante es que el marco de la administración Distrital no cuenta con una definición propia del concepto de patrimonio cultural, pues su uso se deriva de la adopción de conceptos y definiciones foráneas, las cuales han sido creadas en marcos específicos, con necesidades y realidades muchas veces distintas a la situación y condición local.

1.5.

DEFINICIÓN DE POLÍTICAS CULTURALES:

Eduard Millares afirma que “la cultura está empezando a ser demasiado importante como para dejarse en manos de las políticas culturales”xi. Dicha expresión, cargada de un gran sentido crítico coincide con algo que la investigación sobre la dinámica del concepto de patrimonio cultural también arrojó en su momento: se trata entonces de advertir el auge y la crisis que viven las instituciones culturales, las cuales gozaron de un marco provechoso hacia la segunda mitad del siglo XX, específicamente durante los años 70 cuando el discurso cultural fue acogido por la idea de concentrar la responsabilidad de la gestión bajo entes gubernamentales. Sin embargo, hechos económicos y políticos de gran contundencia producidos hacia finales de los años 80 pueden ser considerados como el giro de la economía mundial hacia la acumulación de la riqueza, que era pública para concentrarla en el sector privado, así como la quiebra de la imagen de las instituciones gobernadas por una burocracia moderna ha desencadenado en generar una serie de cambios que son ya característicos de la vida contemporánea. Estos hechos, sumados al desarrollo tecnológico que brindan las 8


comunicaciones, situación que hiperconectó a los consumidores y amplio los mercados xii, motivó el incremento en la velocidad de producción de las mercancías, situación produjo también la aceleración de la velocidad de consumo de los bienes producidos industrialmente. El embate neoliberal que propende por las ideas de crecimiento económico (de unos pocos), y que tiene como base el discurso desarrollista, ha encontrado un elemento antagónico que no le hace fácil la tarea de expandir la ilusión de igualdad entre los consumidores. Estamos diciendo que la idea de cultura ampliada es quizás el único concepto que le haga contrapeso al devenir acelerado del capitalismo como forma de vida. Al respecto, desde los estudios culturales se viene trabajando con un grupo de conceptos que refieren directamente a las políticas culturales, en cuanto que las definen como objetivos, son ellos: 1. La promoción de la identidad cultural 2. La protección de la diversidad cultural 3. El fomento de la creatividad 4. La consolidación de la participación ciudadanaxiii. Políticas culturales y generación de empleo: El desempleo es uno de los grandes temas sociales contemporáneos. Dicha situación es motivo de atención de las políticas públicas y la mayoría de las directrices macroeconómicas están dirigidas a mitigar esta grave condición social. Si bien el estado natural del hombre es el trabajoxiv, con todas las implicaciones sociales que ello implica, es innegable que nos debemos a una cultura general del trabajo llamada capitalismo, de la cual hoy es imposible escapar. En esa medida el no poder desarrollar el potencial humano por medio del trabajo no es solamente una dificultad para el bienestar económico de las naciones sino una de las formas más difundidas para generar violencia y desequilibrio socialxv. Las ciudades como centros del poder político, religioso, militar y económico siguen siendo hoy nodos de desarrollo industrial basadas en el trabajo como motor social. Sin embargo, 9


este aspecto teórico de índole general falla cuando la ciudad registra un indicador del 12.2 % para abril de 2010. Según esta misma encuesta el sector que mayor aporte brinda a generar empleo ya no es la construcción (5.1%) sino el renglón comercial que recoge además los servicios hoteleros y de restaurantes (26.5%) xvi. No hay que explicar mucho sobre la fuerte relación que hay entre la dinámica cultural y la generación de empleo, en ese sentido podemos advertir que cualquier tipo de política pública relacionada con el mejoramiento de las condiciones culturales desde la perspectiva del patrimonio deberá revertir en réditos económicos directos, pero además en mejoramiento de la infraestructura y por ende en mayor equilibrio social. Sin embargo esta lógica que regula el mercado cultural no tiene sentido si la oferta de experiencias culturales no está soportada en elementos originales, que le brinden al visitante un sentido férreo de lo propio o patrimonial, esta relación la analizan muy bien los “estudios culturales” cuando tienen en cuenta esos 4 aspectos que hemos citado con anterioridad, y que resumen en definitiva los ejes que todo planeador de la gestión cultural debería tener en cuenta para medir el efecto de sus propuestas. Si bien la generación de riqueza parece ser una constante dentro de las preocupaciones en la construcción de un discurso que soporta el proyecto nacional de los últimos gobiernos del Presidente Alvaro Uribe Vélez. Dicha situación parece obedecer más a una iniciativa macroeconómica nacional que a un objetivo de la propia administración Distrital, esta situación es extraña pese a que Bogotá es uno de los cuatro centros industriales de mayor impacto en la economía de la nación. Siendo así, Bogotá adquiere el perfil suficiente para ser considerada por los analistas internacionales como la ciudad número 43 de las “ciudades globales”xvii, posición que parece tiene que ver más con una preocupación por las condiciones de sostenibilidad en el marco de la durabilidad como centros urbanos que son evaluados bajos los siguientes criterios: “La primera es la actividad económica: el valor de sus mercados de capitales, el número de sedes de empresas incluidas entre las Fortune Global 500 y el volumen de mercancías que circulan por la metrópoli. La segunda dimensión mide el capital humano, o hasta qué punto 10


atrae la ciudad a distintos grupos de personas y de talento. Aquí se incluyen el tamaño de la población inmigrante, el número de colegios internacionales y el porcentaje de residentes con títulos universitarios. La tercera es el intercambio de información, cómo se difunden las noticias y los datos por la ciudad y al resto del mundo. El número de redacciones extranjeras, la cantidad de noticias internacionales en los principales periódicos locales y el número de personas que tienen banda ancha”. Los aspectos anteriormente citados permiten sugerir que uno de los principales elementos de atracción que posee una ciudad es su patrimonio cultural. De todas maneras, dicho patrimonio no se limita a los bienes construidos, que sin duda brindan una mejor calidad de vida, tal y como sucede como una mejor infraestructura aeroportuaria, de servicios de transportes terrestres rápidos, confortables y modernos, mejor infraestructura vial, más y mejores hoteles y restaurantes; sin embargo hay aspectos que también hacen que la vida cotidiana en las grandes ciudades sean importantes como la red de museos, galerías de arte y escenarios para la vida artística. Pero siendo un poco más profundos, la vida misma en la ciudad, con sus contradicciones y complejidades, en medio de la pobreza y la abundancia constituye una experiencia que para el visitante se torna fundamental. Es en este último plano que podemos advertir la necesidad de identificar aspectos vitales de la vida popular, los cuales a la luz de los 4 indicadores de los “estudios culturales” pueden marcar la pauta en términos de “identidad, diversidad, creatividad y participación”.

1.6.

NECESIDADES: DE LA INFRA A LA SUPERESTRUCTURA:

Parte de la discusión entre los teóricos adheridos a las ideas marxistas y los gestores de los “estudios culturales” tiene que ver con la manera como se incluye o excluye el problema de las luchas de clases en el marco de la producción de la riqueza. En esa medida el concepto de bienes materiales adquiere mucha importancia aquí, pues si bien el marxismo fue una disculpa para motivar la lucha armada, hoy una revisión a esta manera de comprender las relaciones de subordinación implica ubicar el problema en ese contexto global que hemos identificado como de las ciudades globales.

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Una posición más sensata quizás fue la que adoptaron los teóricos de los estudios culturales, pues vieron en el devenir económico el factor común y determinante para romper las diferencias e inequidades sociales. Siendo así, surge aquí la idea de potenciar el campo del patrimonio cultural como un elemento de mejoramiento de las condiciones de empleo y productividad dentro de la ciudad. Sin embargo, por tratarse de un sector notablemente singularizado y casi irregular del mercado, es conveniente que los estudios que arroje esta investigación sobre los estados del arte se oriente hacia propósitos concretos derivados de las ideas de negocios culturales que incluso puedan trascender al nivel de industrias culturalesxviii. Podemos comprender ahora que el discurso de la reivindicación popular de sus derechos por hacer parte visible de los procesos económicos no es una mera retórica ideológica con finalidades de acceso al poder político. Se trata entonces de cómo de manera incluyente los diferentes actores sociales del campo del patrimonio cultural se logran hace visibles para que se logren hacer visibles los componentes patrimoniales de la (y en la) ciudad para que soporten las actividades de índole intelectuales que se relacionan no solamente con los elementos convencionales de la cultura alta (bellas artes, literatura, música y drama) sino que se adoptan mecanismos para hacer evidentes los elementos de la vida cotidiana que pueden ser considerados como pilares de la cultura popularxix. 1.7.

ABRIRLE POSIBILIDADES A LA GESTIÓN CULTURAL:

Uno de los principales retos que tiene la administración de la cultura contemporánea es aquel derivado de la dinámica entre las posibilidades y limitaciones económicas. Les corresponde a los diseñadores de las nuevas políticas culturales, el tratar de buscar alternativas a los tradicionales esquemas rígidos de gestión cultural, para ello es necesario hacer uso de la historia de los procesos culturales, pero además reconocer que la ampliación del campo cultural es una necesidad imperiosa para poder hacer del proceso una actividad socialmente vinculante. Ampliar el campo de pensamiento sobre el patrimonio cultural de la ciudad es una tarea que debe acompañar en todo momento el proceso. Este acompañamiento debe ser 12


riguroso y abierto a las posibilidades que brindan la autocrítica, pero especialmente la discusión con pares. Ser novedosos no es solamente el objetivo, pues siempre quedará la duda si la novedad supera a la tradición. En este sentido, el diseño de políticas culturales para la ciudad debería enmarcarse en el marco académico que brinda la investigación interdisciplinaria con agentes dinámicos, pero especializados del sector de la cultura. Establecer vínculos con instituciones de índole administrativo es importante, pero también lo es el encontrar compañeros (partners) en este viaje. En este ejercicio dialógico el lenguaje y los procesos que brindan las instituciones educativas (de todos los niveles, desde la educación básica a la superior, pasando por la media y la técnica y/o vocacional) se torna fundamental. Sin embargo, uno de los aspectos preocupantes de este diagnóstico es la falta de programas académicos que articulen el tema de la gestión cultural como reto para la formación de personal idóneo en la práctica de una serie de destrezas que son cada vez más especializadas, pero que además se encuentran en desarrollo ó ya han sido desarrolladas en otros contextos. Qué bueno sería dejar de lado la devoción incondicional, colonialista e impositiva de muchas definiciones sobre lo “patrimonial” y “cultural”, para trascender hacia la consolidación de una masa crítica, formada académicamente para afrontar los retos que impone el sector en todos sus niveles. Así, la “gestión cultural” es el concepto fundamental, que pone en evidencia las posibilidades para hacer de la vida cultural un bien aprovechable por un número, cada día más grande, de actores sociales. Debatir, adoptar posiciones y admitir que hay ideas que caducan en el tiempo es parte de la tarea del investigador social comprometido con la gestión cultural. En esa perspectiva, es necesario que el glosario de términos claves para la comprensión de la dinámica cultural y patrimonial en la ciudad se vea enriquecido de manera constante. Es a través de juegos de lenguaje, que se lograría trastocar los conceptos, no para recriminarles deficiencias del pasado sino para buscar formas o alternativas que permitan enriquecer el campo de trabajo sobre lo cultural. Una de esa experiencias enriquecedoras es el trabajo que viene desarrollando el RCAAQ (Regroupement des centres d´artistes autogérés du Québec)xx, conocido en castellano como 13


el Grupo de centros de artistas autogestionados de Quebec. Como puede leerse la “autogestión” es una posibilidad digna de trabajo cultural, aspecto novedoso en el marco laboral latinoamericano, pues orientado de manera correcta podría constituirse en factor generador de trabajo e ingresos económicos para todos aquellos interesados en el negocio social de la cultura. Finalmente, una de las ideas más revolucionarias en el marco de la gestión es la expuesta por el profesor Muhammad Yunus (Premio Nobel de la Paz en 2006 y creador del Banco de los pobres). Sin duda, uno de los campos más dinámicos de la economía es el sector cultural, el cual en tan solo tres países latinoamericanos (Brasil, Argentina y México) han traspasado la barrera del 10% como aporte del sector cultural al PIB. Hemos visto entonces la necesidad de invertir mayores esfuerzos en la educación de las personas que harán parte del sector cultural, sin embargo, un paso definitivo para la consolidación de una cultura del trabajo en el sector tiene que ver con hacer visibles las posibilidades de financiación y negocio que tiene la gestión cultural como nueva disciplina. El profesor Yunus, en su más reciente libro Empresas para todosxxi advierte sobre la posibilidad de estimular el desarrollo de pequeñas empresas en todo el mundo, entidades que orbitan dentro de una macroesfera social, aquella que corresponde al mundo de los pobres y donde el mismo Yunus generó una revolución a través de la creación de un banco que opera esencialmente en el marco del microcrédito. Surge entonces la pregunta sobre si es posible que en Colombia, y específicamente en Bogotá, las instituciones que definen las políticas culturales incluyan el tema dentro de sus agendas; de lograrlo, estaríamos viendo como se cierra la brecha donde lo cultural pasa a ser un problema meramente formal, para trascender al plano de los verdaderos cambios sociales en la ciudad. Hacer ciudad desde el plano educativo, involucrando aspectos relacionados con el patrimonio cultural, cualificando a los profesionales de la cultura para que adelanten investigaciones que redunden en el mejoramiento de las condiciones de la vida ciudadana es una tarea fundamental e inaplazable de este importante campo laboral.

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2. RECOMENDACIONES

Una revisión o estado del arte sobre el uso y manejo del concepto de patrimonio cultural en un marco ampliado (propiamente cultural) que podría conducir a conclusiones importantes para ayudar a definir las políticas futuras del sector. En esa medida la idea de campo ampliado desarrollada por Pierre Bourdieu se torna fundamental, pues permite la democratización y el empoderamiento de nuevos y naturales actores sociales, rompiendo así la condición hegemónica que ha regido al sector durante décadas. Fijar unas prioridades de acción concretas en la tarea de identificar los aspectos patrimoniales de la ciudad bajo unos criterios no localistas sino observando las tendencias mundiales, no para construir una estructura servil de culto a las normas foráneas, sino para advertir oportunidades de acción en el ámbito del mercado de la originalidad cultural. En esa medida, es necesario conformar una masa crítica de individuos capacitados y formados para trabajar en el marco laboral de la gestión cultural. Definir un perfil de este tipo de profesionales debe ser una tarea que las universidades deben afrontar con prontitud. Si bien ubicarse a tono con las tendencias mundiales es importante, mucho más es el leer lo cultural de índole local, a través de técnicas no invasivas de la cultura, especialmente aquellas que desde la Antropología logran comprender al hombre y su comportamiento. Es por eso que afiliarse con demasiado rigor a las directrices de entidades rectoras (UNESCO, ICOMOS, etc.) del tema del patrimonio en el mundo implica equilibrar la balanza al producir conocimiento, que desde el plano de lo local, regional y/o nacional logren darle una identidad a la práctica de la gestión cultural de índole patrimonial en Colombia.

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Propender porque todo proyecto de restauración de la infraestructura patrimonial defina una cuota de participación para la recuperación de elementos intangibles que hagan sostenible y sustentable la apropiación del bien cultural intervenido. Preocuparse por mejorar la infraestructura cultural de la ciudad, de la mano de la empresa privada, buscando motivar la inversión económica, el mejoramiento estético de la ciudad, pero especialmente buscando generar pequeñas y medianas empresas que a través de su labor incidan en soportar la dinámica cultural de la ciudad. Establecer un proceso gradual de capacitación y formación educativa de índole intelectual, pero además despertando el espíritu joven empresarial para lograr cubrir nuevos campos de acción, definidos como oportunidades de negocio a nivel local y que retomen los aspectos tangibles e intangibles del patrimonio de la ciudad. En ese sentido es posible estimular la creación de espacios y recintos propios al lenguaje urbano contemporáneo, tales como museos, librerías, centro de entretenimiento, ludotecas, discotiendas, salas de cine y teatro, auditorios, espacios que deben contar todos con lugares que estimulen el diálogo y la conversación privada en el marco de lo público, tales como cafés y restaurantes. Continuar incentivando aspectos culturales que a través de la tradición se han convertido en pilares de la vida cultural de la ciudad, específicamente actividades masivas que como Rock al Parque hacen que Bogotá se convierta en un escenario de primer orden, susceptible de ser citado y nombrado a nivel mundial. Hacer pruebas para identificar la posibilidad de soportar estos eventos masivos con actividades donde los jóvenes también tienen la posibilidad de actuar como empresarios que apoyan las actividades centrales de un evento masivo. En este sentido es posible sugerir que junto al evento de rock al parque se generen ferias alternativas de la cultura del rock, donde se hace posible la compra y venta de discos, trueques, intercambios, tatuajes, etc.

Determinar recursos para fortalecer el intercambio de información, en procura de hacer de los ciudadanos personas mejor educadas respecto a su condición de habitantes de la ciudad. Situación importante, pues desde la infancia y la adolescencia las personas pueden empezar 16


a formar una actitud abierta, pero profunda hacia el conocimiento de su medio cercano, para encontrar en ĂŠl los valores de la cultura que pueden ayudar a construir una imagen coherente de ciudad, que los guĂ­en por el camino del autorreconocimiento y la felicidad.

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BIBLIOGRAFIA xxii

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EL GLOSARIO COMO MÉTODO CONSTRUCTIVO DE INVESTIGACIÓN Ricardo Rivadeneira V. Profesor del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional de Colombia. Coordinador del área: Paola Andrea Bustos Asistente de investigación, estudiante del programa de Diseño Industrial, Universidad Nacional de Colombia.

PRESENTACIÓN: La siguiente compilación de textos recoge algunas de las voces que se han manifestado sobre el tema del patrimonio cultural en el contexto de la ciudad de Bogotá. La intención no es brindar definiciones concluyentes sino permitirle al lector que pueda contrastar las diferentes posiciones. En ese sentido, el glosario se constituye en una herramienta valiosa, pues el orden alfabético impide establecer formas prejuiciosas de valoración. Indudablemente, la compilación es un producto abierto, que se nutre de manera constante. Ese carácter dinámico es el que permite esbozar un panorama de las diversas manifestaciones constitutivas de un estado del arte. Fijarse en los conceptos (sus usos y definiciones) es una manera apreciable de trabajar. Pues desglosar el problema en sus formas fundamentales implica el hacer visibles las unidades básicas de entendimiento, condición que permite disgregar y analizar el fenómeno en el campo de la minucia. Sin embargo, esta disección conceptual requiere de un ejercicio permanente de reconstrucción del cuerpo general de la investigación. Es en esa dialéctica que pueden surgir conclusiones, diagnósticos, comentarios, sugerencias o lineamientos para la formulación de políticas públicas.

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El glosario como insumo básico es ya un producto cultural susceptible de ser difundido, publicado. En esa perspectiva se constituye en una herramienta metodológica de investigación importante pues contiene un efecto motivador de la participación, el cual puede ser capitalizado como bien cultural. Así, enunciar las primeras voces mediante una compilación puede desencadenar un proceso de actualización constante de los imaginarios culturales que rondan a los habitantes de la ciudad, en ese sentido se pueden registrar debates y coincidencias emanadas de voces conocidas y no tan conocidas. Con este trabajo se cumple entonces uno de los objetivos expresados por varios de los intelectuales que han guiado las prácticas de investigación en el ámbito cultural, y donde destacamos a Raymond Williams, Stuart Hall y Peter Burke. Para ellos el precepto general es acercar las diferentes manifestaciones culturales (cultura alta, cultura popular, etc.) para que dialoguen en un marco social de convivencia, orientando el proceso al mejoramiento de las condiciones de vida. Bogotá como ciudad capital de la República de Colombia ha avanzado mucho en los últimos quince años en esa ruta de generar formas de convivencia ciudadana a través del planteamiento de conceptos e ideas. Pensar la ciudad es un mecanismo importante para el desarrollo, para el progreso. Cuestionar el devenir urbano es también una forma de pensar, en ese sentido las preguntas que surgen de las voces de los demás constituyen una loable forma de aprendizaje, que sin duda redunda en generar formas de apropiación de la ciudad y de su territorio en el marco del reconocimiento de lo ancestral, de los valores derivados del intercambio social en medio del espacio público, pero especialmente en la construcción de un imaginario común de ciudad que se desarrolla como proyecto dialécticamente construido.

Glosario AGENTE CULTURAL Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C. 1. “los agentes culturales que son los creadores y productores de los bienes culturales, el público a quien van destinados esos bienes, las instituciones, fundaciones, asociaciones, centros educativos y empresas privadas.” (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.23). ARTE Por: Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales. 20


1. El arte como expresión de libertad y democracia, genera un patrimonio cultural que muestra la diversidad artística de nuestro país ante el mundo. Sol Cristina Velásquez (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.83) 2. La definición del arte encierra en sí misma una paradoja, puesto que lo artístico lleva implícito el principio de la creación, de la ruptura y de la superación de las ideas fijas o realidades convenidas. Podríamos decir que el arte se constituye como dimensión creadora y transformadora de la cultura y, una vez se asimila y se integra, se perfila como parte de la cultura ya constituida. Es decir, el arte regresa al magma del que proviene. Jesús MartínBarbero afirmó que “el arte es específico más no autónomo”. Al respecto, conviene establecer algunos matices: por un lado, el campo artístico no es autónomo, está sujeto a una serie de valores, instituciones, categorías, regímenes y prácticas dominantes. Los objetos artísticos hacen parte de un entramado mayor de dinámicas institucionales, conceptos, valoraciones, clasificaciones y legitimaciones en torno a las diversas posiciones que existen sobre el arte y lo artístico… Asumimos que las artes se entienden como prácticas, experiencias y pensamientos mediados por la percepción, la emoción, el sentimiento, la imaginación y la razón. Modos de ser del pensamiento con alcances cognoscitivos y características singulares distintos al conocimiento científico y al conocimiento del sentido común, antropológico o cultural (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.85) 3. El arte forma par- te de la cultura, pero no sólo para representarla sino para crearla y transformarla. Lo artístico estaría ubicado en el lado creador y trasgresor de la propia cultura, en su fuerza renovadora, llegando al punto mismo de transgredir las propias reglas que definen la cultura y las identidades culturales. La experiencia artística actualiza esa virtualidad de la memoria y lo hace des- de la singularidad de la experiencia y el pensamiento. Desde lo concreto de la experiencia y de la relación intensiva con el entorno, el mundo del arte contribuye a generar una auténtica y vivida diversidad tanto a nivel individual como colectivo. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.87) BIENES CULTURALES Por: Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993.

1. “Los bienes patrimoniales son expresión de nuestra identidad… la conservación del patrimonio cultural… no es la acción romántica de pervivir en el pasado sino el reconocimiento de lo que hoy hacemos tiene unas raíces en lo que ayer otros hicieron.” (Luz 21


Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p. 122- 123)

BIENES CULTURALES INTANGIBLES Por: Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993. Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002

1. “Los bienes culturales intangibles corresponden a las manifestaciones que no tienen sustentación material como la lengua, la tradición oral, las creencias, los proverbios, cuentos, adivinanzas, trovas, danzas, teatro, las costumbres, los mitos, ritos, celebraciones, el folclor, los juegos, la alimentación, la música, la historia, la narración, la poesía, la tradición religiosa y popular.” (Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p. 123) 2. Los bienes culturales incluyen flexibilidad de sentido, característica cuya comprensión es fundamental para entender el modo en como ellos participan de la política de identidad y de los juegos del mercado. En esas situaciones, ellos pueden tanto participar obligatoriamente, en razón de disposiciones tradicionales definidas y regladas por la costumbre, con en vista de los más variados motivos, tales como la preferencia estética y el placer lúdico. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p.90)

BIENES CULTURALES MUEBLES Por: Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993. 1. “Los bienes muebles se representan en elementos arqueológicos y arquitectónicos, las artesanías, el mobiliario, las artes plásticas, la ingeniería, la escultura y los materiales de archivo”.(Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p. 123)

BIENES CULTURALES INMUEBLES 22


Por: Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p. 123 1. “Los bienes inmuebles se encuentran fijos a la tierra, así tenemos obras de arquitectura civil, religiosa, funeraria, obras de ingeniería como puentes, represas y muelles, los sectores históricos, sitios arqueológicos y zonas de reserva natural”. (Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p. 123)

BIENES CULTURALES TANGIBLES Por: Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993. 2. Los bienes tangibles son aquellas manifestaciones sustentadas por elementos materiales, estos a su vez se clasifican en bienes culturales muebles e inmuebles. (Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p. 123)

BIENES PATRIMONIALES Por: Cundicultura. El patrimonio cultural colombiano: legado del pasado y herencia para el futuro. Revista Cultural de Cundinamarca, Bogotá. N.4, 2003. Ley 397 de 1997 Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993. 1.

“Los bienes patrimoniales son expresión de nuestra identidad… la conservación del patrimonio cultural… no es la acción romántica de pervivir en el pasado sino el reconocimiento de lo que hoy hacemos tiene unas raíces en lo que ayer otros hicieron.” (Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p.122 - 123)

CAMPO Por: Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. 23


1.

“Como prácticas sociales que llevan a cabo diversos agentes que trabajan en áreas y dimensiones diversas y para formular de manera integral y transversal las intervenciones públicas y privadas en el ámbito cultural.” (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. p.35)

2.

“como una red de significados en conflicto que al nombrar, valorar, clasificar y distinguir objetos o procesos como artísticos o no artísticos, culturales o no culturales, da lugar a dinámicas sociales y políticas que movilizan relaciones de poder. El campo del arte y la cultura es un territorio de conflicto social donde tienen lugar disputas por la producción y acumulación de capital cultural entre los distintos sectores sociales”. (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. p.36) El campo no puede definirse a partir de una cualidad propia de los objetos y de los procesos artísticos y culturales, dado que al estar inscritos en procesos sociales, económicos y culturales más amplios, son estos últimos los que definen su cualidad como tales, así como sus espacios de inscripción, circulación y validación. Es decir, el significado no es intrínseco al objeto ni responde a una intencionalidad de su autor, sino que es una construcción social. (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. p.40)

3.

De acuerdo con lo anterior, las zonas del campo no se definen a partir de su identidad sino de su diferencia. El arte y la cultura se definen a partir de lo que no son, es decir, a partir de crear, ordenar y excluir otros objetos y procesos como no arte y no-cultura.

La dinámica de inclusión/exclusión que se encuentra en la base del campo lo convierte en un espacio móvil y en permanente redefinición. (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. p.40)

COMUNICACIÓN Por: Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales 1. Entendemos la comunicación como el proceso de producción, circulación y puesta en juego de sentidos. Esta definición exige el reconocimiento de la diversidad, en tanto la comunicación estaría dada por la posibilidad de todos los actores sociales de poner en circulación sus intereses, mensajes y sentidos. Esto quiere decir que nunca se comunica sólo un mensaje. Siempre el contenido de la comunicación es de sentidos, porque el mensaje va 24


acompañado del contexto en el cual es interpretado y reeditado. Este contexto es la cultura. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.465) 2. A través de la comunicación se activa el intercambio social entre los seres humanos. La comunicación es la plataforma donde se erige la vida en sociedad. Desde esta perspectiva, la cultura actúa como el contexto que determina la comunicación y por tanto los mensajes entre los sujetos. Los sentidos son medios a través de los cuales se expresa la producción cultural. En términos más coloquiales, cuando hablamos de comunicación es inevitable hablar de cultura: son maneras de ser y de estar juntos en una sociedad. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.466) 3. la comunicación como un proceso complejo de interacción social más que como un procedimiento simple de emisión y recepción de mensajes. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.466) 4. La comunicación incide sobre la cultura, no solamente cuando potencia el diálogo intercultural, sino cuando propicia la creación y la memoria mediante la cual la sociedad se dota de sentidos. La comunicación incide con fuerza sobre las culturas, no sólo cuando difunde información, sino también y principalmente cuando fortalece identidades, ofrece reconocimiento social a ciertos personajes o actitudes, castiga socialmente ciertos comportamientos, valida acciones como legítimas, permite que los ciudadanos y las comunidades se expresen y se hagan visibles, potencia la construcción de narrativas y la recreación permanente de esas narrativas y, especialmente, cuando propone imaginarios que impactan con fuerza en la sociedad. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.467) COMUNIDAD Por: Decreto 2941 de 2009 Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial 1. Comunidad o colectividad identificada con la manifestación. Se entiende como tal al grupo social creador, recreador o participante de una manifestación que considera propia y parte de su identidad y memoria colectiva. (Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial, p.223) 2. “se entiende como comunidad, colectividad, o grupos sociales portadores, creadores o vinculados, aquellos que consideran una manifestación como propia y como parte de sus referentes culturales. (Decreto 2941 de 2009, Capitulo II, Artículo 3°. p.3)

CRÍTICA DE ARTE Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C 25


1. “es el conjunto de prácticas que describen, interpretan, juzgan y teorizan las formas, los contenidos y contextos de los proyectos artísticos. Circulan principalmente en revistas profesionales de arte”. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.22).

CULTOR: Por: Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002 1. Cultor significa cultivador. Por la tal riqueza de tal acepción, la introducción del término nos permitió difundir una concepción del creador, del artista, del intérprete, del trabajador de la cultura, que resultaba coherente con la filosofía del programa. En aquel momento, sin embargo, hubo polémica por el empleo del vocablo, que se consideraba insuficiente para denominar al artista y quizá excesivo para nombrar al creador popular o al gestor cultural. Nosotros, por el contrario, creíamos que a todos ellos los unía la dimensión estéticoexpresiva de su quehacer y su vocación por el cultivo de la imaginación creadora y la sensibilidad estética. Nos interesaba, pues, emplear un término abarcador que los expresara a todos… La restitución de las dos nociones anteriores, nos permitió además, precisar un cuestionamiento a la tradicional escisión entre arte “culto” y arte “popular”, y abrir un nuevo campo de sentido respecto del arte y el artista. Desde este punto de vista, el nuevo espacio significativo se va edificando con las expresiones simbólicas con sentido estético de la vida cotidiana, los productos resultantes de las interacciones de los actores sociales frente al mercado y, naturalmente, las actividades de la comunidad artística en su sentido amplio. (Rosita Jaramillo, Ruta inicial de una sorprendente expedición por la cultura colombiana, inédito, 1998: p.2.)( (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p.129)

CULTURA: Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte de la música en Bogotá. D.C Álvaro Chaves, El hombre como patrimonio cultural. Revista Javeriana, Bogotá. Tomo XCVIII, Vol.98 No.487, 1982 Cundicultura. El patrimonio cultural colombiano: legado del pasado y herencia para el futuro. Revista Cultural de Cundinamarca, Bogotá. N.4, 2003. Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. Ley 397 de 1997 26


Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993. Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002 Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial Umberto Pérez, Bogotá, epicentro del Rock Colombiano entre 1957 y 1975. Una Manifestación Social, Cultural, Nacional y Juvenil. Bogotá. 2007

Como eje estructurante de la vida social (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. p.24) Como sustrato de la vida social (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. p.29) “La cultura es comunicación y la comunicación es lenguaje desde la palabra misma hasta el arte, la imagen, la tecnología, los ritos, los mitos, los gestos, las leyendas, el ritmo, la música y tantos otros, exceptuando aquellos aniquiladores de la humanidad y de su entorno” (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. p.29) “Para nuestros propósitos es necesario mencionar el giro radical que marca el paso de una definición del arte y la cultura como objetos para la apreciación, la exhibición y el consumo a una que los considera como prácticas sociales. Según esta perspectiva, la cultura y el arte son un campo que articula instituciones, profesiones, disciplinas académicas y públicos en torno a prácticas de formación, investigación, creación, circulación, así como de apropiación”. (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. p.36) “La cultura, ente abstracto, se manifiesta por medio de los hechos y de los objetos, y éstos son realizaciones personales; es el hombre quien forma, amplía o cambia la cultura, aunque también dependa de ella para las creaciones y los cambios”. (Álvaro Chaves, El hombre como patrimonio cultural. Revista Javeriana, Bogotá. Tomo XCVIII, Vol.98 No.487, 1982, p. 120) “Debe entenderse que cultura es todo lo que el hombre produce- ya sea la cultura material, corporeizada en objetos, o la cultura intelectual, expresada en teorías, literatura, música y demás creaciones simbólicas-.” (Álvaro Chaves, El hombre como patrimonio cultural. Revista Javeriana, Bogotá. Tomo XCVIII, Vol.98 No.487, 1982, p. 121) 1. Cultura: “el testimonio del quehacer humano, aquello que hace el hombre y lo que lo identifica como tal y que a su vez lo relaciona con los otros hombres y con el mundo en 27


el que se desenvuelve.” (Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p.121) 2. Cultura para la Unesco en la declaración de México: “es ella la que hace de nosotros, seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, donde pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trasciendan.” (Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p.121 - 122) 3. “La cultura es un factor determinante para la construcción de un país integrado y tolerante, sin discriminación ni violencia” (Cundicultura. El patrimonio cultural colombiano: legado del pasado y herencia para el futuro. Revista Cultural de Cundinamarca, Bogotá. N.4, 2003. p.7) 4. “Cultura es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos humanos, sistemas de valores, tradiciones y creencias.” La cultura, en sus diversas manifestaciones, es fundamento de la nacionalidad y actividad propia de la sociedad colombiana en su conjunto, como proceso generado individual y colectivamente por los colombianos (Ley 397 de 1997. Título I, Artículo 1°) 5. “La cultura, en sus diversas manifestaciones, es fundamento de la nacionalidad y actividad propia de la sociedad colombiana en su conjunto, como proceso generado individual y colectivamente por los colombianos. Dichas manifestaciones constituyen parte integral de la identidad y la cultura colombianas” (Ley 397 de 1997, Artículo 1, numeral 2). (Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial, p.241) 6. Se estima que la cultura es creación e innovación, experiencia de la libertad y capacidad crítica, que pueden ser coartadas por la intromisión del Estado. La cultura, como escribió Zygmunt Bauman, es a la vez la norma y su trasgresión. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.31) 7. “La cultura en sus diversas manifestaciones es fundamento de la nacionalidad”, dice la Constitución Política de Colombia de 1991. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.49) 8. La cultura es una construcción simbólica, múltiple y en movimiento, por ello mismo creativa y responde a diferentes concepciones y desarrollos. No es un espacio homogéneo sino un lugar de diferenciación, de dispersión de lo sensible. Un espacio expresivo, con diversas estéticas, formas de transmisión, usos de lo estético, formas de encuentro y educación. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.94) 9. La cultura es una construcción simbólica múltiple y en movimiento, por ello creativa y con diferentes concepciones y desarrollos. No es un espacio homogéneo sino lugar de 28


diferenciación, de dispersión de lo sensible y expresivo, con diversas estéticas, formas de transmisión, usos de lo estético, y formas de encuentro y educación. De ello se deriva la necesidad de promover lecturas propias de cada comunidad desde sus necesidades y particularidades… la cultura se presenta como escenario de intercambios, encuentros y diálogos culturales. La cultura en la época actual, destradicionalizada y deslocalizada, se reconfigurapor la intensificación de sus intercambios, que exceden los antiguos delineamientos antropológicos. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.99) 10. cultura como entramado de relaciones entre individuos que mantienen lazos que los atan a un devenir común; cultura como conjunto de valores compartidos dentro de un campo social solidario; o, desde el punto de vista antropológico, cultura concebida, en palabras de George Yúdice, como *…+ una forma de vida, relacionada con todas las prácticas e instituciones que formal o informalmente contribuyen mediante la representación simbólica a la reelaboración de estructuras mentales, a la creación de sentido y a la vez a la configuración de creencias, valores, ideas y arreglos sociales. Así, la palabra cultura tiene una doble connotación: por una parte la cultura hace parte del ámbito donde se vive, de los comportamientos individuales, familiares, de grupo, de clan o de clase, como base de valores implícitamente compartidos, y por otra opera como elaboración deliberada de expresiones bajo la forma de producciones artísticas o artesanales que tienen como fi n comunicar sentimientos, ideas o sensaciones a un público determinado. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.21). 11. la cultura emerge con naturalidad del suelo nativo, su expresión no está sujeta más que a los actos de representación espontánea que ella misma impulsa, sin estímulos externos, sin mediaciones ni fines diferentes a los que ella expresa. Esto sucede en los pueblos pequeños y veredas o en las comunidades de baja densidad poblacional. Pero ya en las ciudades el panorama se hace más complejo. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.22). 12. Constitución de 1991, en uno de cuyos ejes centrales puede identificarse un concepto clave: la cultura en todas sus expresiones como fundamento de la nacionalidad. Si la cultura en sí misma es sinónimo de bienestar, es necesario que el Estado intervenga para propiciarla con sus propios medios, ya que buena parte de los bienes culturales provienen de una economía de mercado que excluye a un sector de la población de su uso y disfrute. De ahí que la ley que deriva de la Constitución de 1991 ordene al Estado no sólo preservar el patrimonio cultural colombiano, sino apoyar y estimular a las personas, instituciones y comunidades que promuevan las expresiones culturales, en el ámbito local regional y nacional. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.36, 37). 13. *…+ el papel de la cultura como fundamento de la nacionalidad, como una dimensión especial de desarrollo, como un derecho de la sociedad y como una instancia que 29


identifica a Colombia como un país multiétnico y pluricultural. La Carta Política garantiza los derechos culturales y proporciona los marcos normativos para el desarrollo del sector. [Documentos Nacionales de Políticas Culturales, 2002: 54] (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.85). 14. La cultura, entonces, es un mercado material y simbólico, inserta en un contexto que actúa fijando precios y valores. De esta suerte, las acciones de los actores deben entenderse como inversiones en el capital cultural. En todos los casos los impulsa un deseo, quizás no del todo consciente, de optimizar los recursos de que disponen para mejorar su nivel de vida, sea cual fuere la concepción que tengan de la misma. Tanto en actividades de producción de bienes y servicios demandados por las actividades de producción cultural, como en las opciones más íntimas y privadas —qué tipo de música componer, por ejemplo—, se miden costos contra beneficios. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte de la música en Bogotá. D.C., p.22). 15. La definición de cultura de jóvenes hecha por Frith señala de forma concisa el modo como debe ser entendida la juventud colombiana en el presente estudio: una cultura que en apariencia no tiene clase social, aunque se relacione con capas medias y altas, que es rebelde y que se opone a los valores tradicionales enmarcados y representados por los padres, que busca apartarse de un camino que lleva al conformismo. Sin embargo, la definición de juventud o de cultura de jóvenes ha creado problemas en la sociología, ya que la juventud puede ser interpretada de muchas formas. Pierre Bourdieu piensa que juventud es tan sólo una palabra que puede ser interpretada de diversas maneras, debido a múltiples variables que puede asumir como concepto; lo joven, según Bourdieu, no siempre está asociado a un rango de edad ni a un comportamiento específico. Pese a esto, y conectando con la definición de Frith, la Corporación Región, en su estudio encuentra que: *…+ las marcas culturales traspasan la barrera de la clase social, de región y aun, cada día más, de la nación. Las culturas juveniles se pulsan por identidades que se asocian cada vez más a las estéticas, la sensibilidad y la espiritualidad que a la racionalidad. Las culturas juveniles son la diáspora más significativa de final de siglo. Para Mario Margulis, independientemente de las características que las culturas juveniles puedan presentar en un espacio y en un tiempo específicos, se convierten o no en vanguardias cargadas de cambios notorios en los códigos de la cultura y además integran naturalmente los cambios en las costumbres que han sido objeto de luchas por una generación que las precedió. (Umberto Pérez, Bogotá, epicentro del Rock Colombiano entre 1957 y 1975. Una Manifestación Social, Cultural, Nacional y Juvenil. Bogotá. 2007, p.16 y 17) 16. Cultura, como campo desde el cual se espera solucionar los problemas que asolan el mundo…, que se le pida a la cultura que sea una aspirina que desinflame los problemas atinentes a las políticas sociales y económicas. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p.9) 17. Simultáneamente a que el hecho cultural se mercantiliza, la cultura parece despolitizarse, o bien contribuir al fortalecimiento de la espectacularización de la política (Martín Barbero), volviéndose no sólo mercancía sino también espacio de re 30


encantamiento de la política. Este nuevo lugar tomado por la cultura no implica la ausencia de políticas, sino una nueva relación contemporánea entre la cultura, la economía y la política, que coadyuva además en novedosas formas de alianzas público – privadas, implicando en ellas el involucramiento de nuevos intermediarios culturales vinculados a las áreas en auge, como la comunicación, el entretenimiento, el juego, la publicidad y el marketing, entre otras. La cultura se ha vuelto un eficaz instrumento de gobernabilidad en su faceta de animación y comunicación, estrechamente vinculado con el acceso a la experiencia (Rifkin) y a una nueva ética relacionada al juego, o como señala en su trabajo Toni Puig, al entretenimiento y al ocio. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p.11). 18. Cultura es amistad cómplice para la ciudad, común desde vidas de ciudadanos activas, creadores y solidarias. Cultura es aprendizaje continuo para construirse como ciudadano en la ciudad de todas las diferencias. Cultura es el virus de humanidad asumida y compartida. Cultura es sentido fundador de complicidades entusiastas para la vida intima y común. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 192) 19. La cultura no es lo artístico: la cultura es el sentido que le damos al pensar, al convivir, a la vida. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 194)

CULTURA CIUDADANA Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C. 1. La formulación teórica de la cultura ciudadana podría resumirse en la definición que dio el propio Mockus en alguna ocasión, y que es citada por López Borbón (2003: 52): “La cultura aquí se comprende como un sistema regulador de comportamiento, de la acción y de la palabra que interviene eficazmente más allá de la autorregulación moral y de la regulación jurídica”. Esta autorregulación moral implica el comportamiento individual, la comprensión de su conducta personal y la responsabilidad social del individuo. Sobre estos aspectos es que la cultura ciudadana busca ejercer su influencia, al presentar de una manera nueva las formas tradicionales de ejercer control social. Citando a Manuel Espinel, Liliana López Borbón transcribe los conceptos que definen de una vez por todas la cultura ciudadana: Trasfondo de sentido que regula los comportamientos del ciudadano, en la medida que establece las normas mínimas comunes que hacen posibles las relaciones de los ciudadanos entre sí y con su entorno, así como la producción, circulación, reconocimiento, apropiación y recepción de ese universo de sentido por parte de ellos, incluyendo los funcionarios ciudadanos. [López, 2003: 57] Otra peculiaridad de la cultura ciudadana es que ella es independiente o aparece en forma independiente de las instituciones mediadoras o rectoras del comportamiento, como la Iglesia, la escuela o la familia. Así se establecen códigos sociales de “reproducción cultural que operan en contextos específicos” y en donde las barreras de contención para el mantenimiento de la armonía 31


ciudadana se erigen en primer término en el sentido moral donde los sentimientos de culpabilidad y vergüenza pública juegan un papel importante. . (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.54). 2. Cultura ciudadana, señala López (2003, 22), es “el primer laboratorio cultural a escala urbana del que se tenga conocimiento en América Latina”…, Y esto muestra que *…+ Cultura Ciudadana despegó un universo de sentido que modificó el sensoium urbano apelando en particular a los procesos donde se construye socialmente el sentido, es decir, a la dimensión comunicativa de la cultura *…+ *entendiendo por cultura urbana] el conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas que generan sentido de pertenencia, facilitan la convivencia urbana y conducen al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos. [López, 2003: 23] (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.55). CULTURA FESTIVA (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. p.12) CULTURA INMATERIAL CULTURA MATERIAL. Son escasas las aproximaciones a este concepto. Sin duda el texto que brinda mayores luces es la Historia de la cultura material en la América Equinoccial de Victor Manuel Patiño (1992).

CULTURA POPULAR (Cundicultura. El patrimonio cultural colombiano: legado del pasado y herencia para el futuro. Revista Cultural de Cundinamarca, Bogotá. N.4, 2003. p.8) CREADOR COLECTIVO Por: Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial 1. Grupo humano generador de manifestaciones de patrimonio inmaterial a partir de su historia, tradición, creatividad, imaginación y sensibilidad. Las expresiones creadoras de carácter colectivo, como expresión libre del pensamiento humano, generan identidad, sentido de pertenencia y enriquecen la diversidad cultural del país. (Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial, p.223) CREADOR CULTURAL Por: Ley 397 de 1997 1.

El creador. Se entiende por creador cualquier persona o grupo de personas generadoras de bienes y productos culturales a partir de la imaginación, la sensibilidad y la creatividad. 32


Las expresiones creadoras, como expresión libre del pensamiento humano, generan identidad, sentido de pertenencia y enriquecen la diversidad cultural del país. (Ley 397 de 1997. Título III, Artículo 27°) DEMOCRACIA CULTURAL: Por: Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá, 20005 . Como democratización de los recursos públicos (p.18) Como inclusión social (p.11), se encarga de propiciar la convivencia y garantizar las condiciones del ejercicio de los derechos culturales

DERECHOS CULTURALES Por: Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá, 20005. 1.

“no se limita tan sólo a reclamar el acceso a la cultura de “otros”, sino que se extiende al derecho de desplegar la de cada cual en igualdad de condiciones. (p.11)

DESCENTRALIZACIÓN Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C 1. “la experiencia de diferentes países apunta a que la descentralización favorece la democratización de la cultura, ya que son agentes locales los que pueden captar con mayor claridad las necesidades culturales” (Ministerio de Cultura, República de Colombia [1996] 1998: 14). La descentralización favorece el conocimiento del contexto local, potencia la participación social, desarrolla intereses comunes, estructura las distintas demandas dentro de un solo proceso de producción cultural y ejerce una función prospectiva. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.30). 2. La descentralización presenta como ventaja la posibilidad de conocer de una manera inmediata y parcial, aparentemente sin equívocos, las necesidades, tendencias y gustos de una comunidad mediante ejercicios simples de comunicación verbal, lo cual no se da en una política fuertemente centralizada de poderes administrativos. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.31). 33


DIÁLOGO CULTURAL Por: Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales 1. Este campo acoge los actores, procesos y propuestas que conducen a establecer formas y estrategias de comunicación que, más allá del reconocimiento de la diversidad, permitan una dinámica equilibrada de diálogo en las culturas y entre las culturas desde sus contextos y espacialidades. Para ello se deben afianzar los escenarios de reconocimiento y la circulación e intercambio de producciones y saberes culturales. (Presidencia de la República, Plan Nacional de Cultura 2001-2010, “Hacia la construcción de una ciudadanía democrática cultural”, op. cit., p.48. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.65)

DIVERSIDAD CULTURAL Por: Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales 1. La diversidad cultural es una característica esencial de la humanidad y un factor clave de su desarrollo… expresiones culturales de los pueblos y comunidades que forman la nación. Como lo plantea la Unesco, la diversidad cultural es una característica esencial de la humanidad, patrimonio común que debe valorarse y preservarse en provecho de todos, pues crea un mundo rico y variado, que acrecienta la gama de posibilidades y nutre las capacidades y los valores humanos, y constituye, por lo tanto, uno de los principales motores del desarrollo sostenible de las comunidades, los pueblos y las naciones. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.371) 2. Por otro lado, la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de la Unesco del año 2005 señala que “la diversidad cultural constituye un patrimonio común de la humanidad que debe valorarse y preservarse en provecho de todos” y que, por lo tanto, su objetivo central es “proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales”. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.372)

EDUCACIÓN FORMAL Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C

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1. “Aquella que se imparte en establecimientos educativos aprobados, en una secuencia regular de ciclos lectivos, con sujeción a pautas curriculares progresivas y conducente a grados y títulos”. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.21). EDUCACIÓN INFORMAL Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C

1. “se considera todo conocimiento libre y espontáneamente adquirido, proveniente de personas, entidades, medios masivos de comunicación, medios impresos, tradiciones, costumbres, comportamientos sociales y otros no estructurados”. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.22).

EDUCACIÓN NO FORMAL Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C

2. “Es la que se ofrece con el objeto de complementar, actualizar, suplir conocimientos y formar aspectos académicos o laborales sin sujeción al sistema de niveles y grados establecidos en el Artículo 11 de la Ley 115”. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.22).

ESPACIOS CULTURALES Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C 1. los espacios culturales, que son los lugares en donde se realizan los hechos culturales de manera formal o también informal, como en el caso de festivales callejeros, las comparsas, los espectáculos al aire libre, etc. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.23). 35


GESTIÓN Por: Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002 1. Gestionar significa conducir los asuntos de alguien y ejercer autoridad sobre una organización 2. Gestionar significa utilizar el conocimiento como mecanismo de mejora continua 3. Gestionar no se centra en la jerarquía sino en la capacidad de promover innovación sistemática del saber de su aplicación a la producción o el resultado 4. En la gestión la responsabilidad es más privada que e individual 5. Gestionar reclama más autonomía a cambio de autoresponsabilización de los resultados 6. El derecho a dirigir y el deber a rendir cuentas (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 230) 7. Consideramos que la gestión es una forma de entender la acción dentro de la complejidad… la gestión reclama una capacidad de definir objetivos y diseñar proyecto como eje de metodología de la acción… exige un cierto gusto por la autonomía de decidir el curso de la acción y libertad para resolver los problemas que emergen en la ejecución… se aproxima a una cierta creatividad en la búsqueda de alternativas e innovación con una gran sensibilidad de atención al exterior y a los procesos en su contexto… significa una sensibilidad de comprensión, análisis y respeto por los procesos sociales en los cuales la cultura mantiene sinergias importantes. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 230 y 231)

GESTIÓN CULTURAL Por: Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002 1. Conjunto de instancias y procesos de desarrollo institucional, planificación e información articulados entre sí, que posibilitan el desarrollo cultural y el acceso de la comunidad a los bienes y servicios culturales según los principios de descentralización, participación y autonomía. El Sistema Nacional de Cultura estará conformado por el Ministerio de Cultura, los consejos municipales, distritales y departamentales de cultura, los fondos mixtos de promoción de la cultura y las artes, y, en general con las entidades públicas y privadas que desarrollen, financien, fomenten y ejecuten actividades culturales. (Alberto Sanabria Acevedo (comp.), Ley General de Cultura (Ley 397 de 1997), Bogotá, Ministerio de Cultura, Imprenta Nacional de Colombia, 2000, artículo 57. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.59)

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2. Como campo profesional y sus requerimientos de formación y competencias, un elemento de peso a la hora de conocer como se han desarrollado políticas culturales en nuestros países – sino además en una nueva concepción del desarrollo que, como hemos adelantado, incluye la dimensión cultural como coadyuvante al desarrollo económico y social, y coloca en tela de juicio la formulación e implementación de políticas de cultura. En otras palabras, la comercialización y /o el potencial económico que atraviesa a la cultura en su expansión, se han constituido en algunos de los retos contemporáneos para las políticas de la cultura y forma más amplia para el sector cultural en su conjunto. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p.11) 3. La gestión cultural no la podemos definir como una ciencia, ni se puede contemplar dentro de un marco epistemológico propio, sino que es fruto de un encargo social que profesionaliza a un número considerable de personas en respuesta a unas necesidades de una sociedad compleja. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 224) 4. El concepto de gestión se incorpora a nuevos sectores de la vida social, como expresión de una necesidad de dar respuesta cualificada a unos nuevos retos de la sociedad. Observamos cómo se desarrollan nuevos campos: gestión del turismo, gestión del medio ambiente, gestión de la calidad de vida, etc. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 229) 5. La gestión de la cultura implica una valoración de los intangibles y asumir la gestión de lo opinable y subjetivo circulando entre la necesaria evaluación de sus resultados y la visibilidad de sus aspectos cualitativos. La gestión de la cultura ha de encontrar unos referentes propios de su acción adaptándose a sus particularidades y encontrar una forma de evidenciar, de forma muy diferente, los criterios de eficacia, eficiencia y evaluación. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 231) 6. La gestión cultural se construye sobre una opción de entender la función profesional sin entrar en otros aspectos del mundo cultural que han de quedar en manos de sus verdaderos protagonistas (creadores, políticos, ciudadanos, etc.)… La gestión cultural no construye un campo disciplinario propio, aunque le falta y ha de conseguir una mayor reflexión específica, sino que se articula o nutre de las aportaciones de otras disciplinas. La gestión cultural como campo profesional es la expresión de la necesidad de capital humano en el marco de las políticas culturales, tanto el ámbito público y privado como el denominado “tercer sector”. También se puede interpretar como una necesidad de mejoramiento de la acción de los diferentes agentes culturales en la búsqueda de la excelencia y la calidad de sus proyectos. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 231)

7. Competencias clave de la gestión cultural en general:

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Competencia de situar su acción profesional a escala local y global: Entendemos esta competencia como el conjunto de saberes, prácticas y actitudes que permiten situar una acción profesional en un contexto determinado y adaptarse a su realidad. En este sentido, el gestor cultural ha de manifestar una alta sensibilidad por los procesos sociales de su entorno como un conocimiento amplio de los factores universales que afectaran a su práctica. La dimensión global adquiere mucho más importancia en los cambios de nuestra sociedad y sus efectos sobre nuestras culturas. Competencia de diagnóstico y de modelizar información para su acción profesional: La práctica de la gestión cultural requiere el tratamiento de diferentes niveles de información que permitan una interpretación del contexto y de los efectos de nuestra intervención. La gestión cultural reclama una adaptabilidad de las propuestas a los diferentes contextos donde éstos han de desarrollarse; por esta razón la competencia de diagnóstico es imprescindible la margen de otras habilidades o técnicas. Esta competencia ha de permitir el dominio de las informaciones necesarias desde la proximidad como la capacidad de búsqueda y tratamiento de las informaciones a escala global que pueden integrarse en la práctica profesional. Competencia de mediación entre diferentes actores de su campo profesional: la gestión cultural requiere un alto nivel de relaciones e interlocuciones con un amplio abanico de agentes y actores para llevar a cabo el encargo social de nuestra función. En este sentido la capacidad de mediación, contacto y negociación es imprescindible para asumir responsabilidades en el sector de la cultura. Estas habilidades se han de extender a nuevas formas de trabajo en red y a sistemas de cooperación internacional mucho más amplios que los canales tradicionalmente utilizados. Competencia de transferir información, conocimiento y sistemas: la práctica profesional reclama procesos de información compartida, de trabajo en grupo y acciones de fomento y ayuda a procesos culturales. A este fin es necesario disponer de capacidades de transferencia, ayuda, educación, formación, etc., para crear equipos humanos y promover procesos de circulación de información más amplios. Esta necesidad es más evidente en los sectores culturales más activos y en los procesos de desarrollo. Competencia de innovación en el propio sector: toda acción cultural reclama un equilibrio entre los procesos de recuperación y mantenimiento de la memoria colectiva como de favorecer el cambio, la innovación y la ruptura. En la gestión de la cultura es imprescindible disponer de capacidades para desarrollar nuevos proyectos y asumir el riesgo de nuevas formas expresivas. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 234)

GESTOR CULTURAL Por: Ley 397 de 1997 38


Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002 1. El gestor cultural. Impulsa los procesos culturales al interior de las comunidades y organizaciones e instituciones, a través de la participación, democratización y descentralización del fomento de la actividad cultural. Coordina como actividad permanente las acciones de administración, planeación, seguimiento y evaluación de los planes, programas y proyectos de las entidades y organizaciones culturales o de los eventos culturales comunitarios. (Ley 397 de 1997. Título III, Artículo 28°) 2. Cuando hablamos de gestores culturales nos estamos refiriendo a unos perfiles muy concretos y que no abarcan todas las profesiones del sector cultural que es mucho más amplio y con muchos más niveles de los presentados en esta reflexión. Por esta razón, hemos de tener presente que se han realizado ya algunas investigaciones apuntando a la recopilación y ordenación de las profesiones o la familia de profesiones alrededor del sector cultural que es mucho más amplio que el concepto de gestor cultural. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 255) 3. El concepto de gestor es un concepto de profesionalidad que se puede caracterizar por las siguientes capacidades genéricas:  Capacidad de establecer estrategia y política de desarrollo de una organización  Capacidad de definir unos objetivos y finalidades a desarrollar  Capacidad de visión  Capacidad d proyecto  Capacidad de combinar los recursos disponibles: humanos, económicos, materiales, etc.  Capacidad de aprovechar las oportunidades de su entorno  Capacidad de desarrollar un conjunto de técnicas para el buen funcionamiento de una organización  Capacidad de relación con el exterior  Capacidad de adaptarse a las características del contenido y sector profesional de su encargo. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 229)

GESTIÓN INTERNACIONAL DE LA CULTURA Por: Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales

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1. La gestión internacional de la cultura colombiana, en un contexto marcado por la globalización y la cooperación dinámica entre países y pueblos, genera oportunidades positivas para el sector cultural del país, contribuyendo así al desarrollo de sus capacidades creativas, empresariales e institucionales, a la construcción del tejido social y al fortalecimiento de esquemas de convivencia a partir del reconocimiento y la promoción de la diversidad cultural. Al mismo tiempo, el posicionamiento y visibilización de los procesos y expresiones culturales y artísticos colombianos en escenarios internacionales, aporta a la generación de una visión más completa de la realidad del país. Uno de los signos importantes en la gestión internacional de la cultura es la realidad de las diásporas de colombianos y colombianas hacia el exterior. Transformados progresivamente en actores importantes de las economías locales por el volumen de las transferencias económicas, los emigrantes son, a la vez, un puente fundamental de las nuevas relaciones internacionales y, sobre todo, de las interacciones e intercambios simbólicos. En ellos se producen mezclas interculturales, modos de integración con sus países de recepción y sobre todo, representación viva de sus memorias e identidades culturales en las sociedades en las que viven. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.625)

IDENTIDAD CULTURAL Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de las artes audiovisuales. D.C Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte Estado del arte de la investigación sobre las comunidades de afrodescendientes y raizales en Bogotá D. C. Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993 Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial

1. “conjunto de aquellas cosas tangibles e intangibles que un grupo social o comunidad (sea social, regional, nacional e internacional) considera que los identifica como tal, y que su vez los diferencia o asocia con otro grupo.” p.122; se compone de: “nuestra forma de ser, nuestras costumbres, lo que comemos, como hablamos, como vestimos, como nos apropiamos y diseñamos nuestros espacios, como sentimos el pasado y como anhelamos el futuro.” (Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p.122) 2. Identidad. Se entiende como identidad el conjunto de rasgos y manifestaciones materiales e inmateriales que le permiten a una comunidad o colectividad, y a las personas, asumirse como perteneciente a una colectividad, a perpetuarse como tal y a diferenciarse de otras. (Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial, p.223) 3. El lenguaje cinematográfico es una poderosa herramienta de expresión cultural que logra que las imágenes y sonidos generados en la mente de una persona, después de ser fijados, 40


puedan ser proyectados a las comunidades, propiciando el enriquecimiento del imaginario colectivo. La producción cinematográfica nacional posibilita la construcción de una identidad, apoyando la creación de una memoria audiovisual propia, que democratiza el disfrute del cine y contribuye al mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de las artes audiovisuales. D.C., p.213). 4. Hablar de identidad y sentido de pertenencia cuando se debe tener en cuenta la movilización, ya sea por razones voluntarias o forzadas, es una tarea compleja. El desplazamiento espacial engendra nuevas formas de comunidad imaginada, en el sentido de que la identidad ya no está asociada exclusivamente a la localización, la etnicidad o la religiosidad, sino que se apela a nuevas formas de identificación y generación de sentido de pertenencia en el lugar, en este caso la ciudad receptora… “no se presenta una destrucción de la cultura sino la transformación de la misma; el desarraigo de sus territorios crea la necesidad de adaptar anteriores prácticas y costumbres al nuevo contexto”. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte Estado del arte de la investigación sobre las comunidades de afrodescendientes y raizales en Bogotá D. C., p 154, 155 y 156) INDUSTRIA CULTURAL Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales 1. …descripción de industrias culturales admitida internacionalmente por los Estados miembros de la Unesco: Todas las definiciones coinciden en considerar que las industrias culturales representan sectores que conjugan creación, producción y comercialización de bienes y servicios basados en contenidos intangibles de carácter cultural, generalmente protegidos por el derecho de autor. También son denominadas en algunos países “industrias creativas” (creative industries) y conocidas en ámbitos económicos como “industrias de futuro” (sunrise industries) o, en medios tecnológicos, como “industrias de contenido” (content industries). Las industrias culturales incluyen la edición impresa y multimedia, la producción cinematográfica y audiovisual, la industria fonográfica, la artesanía y el diseño. Ciertos países extienden este concepto a la arquitectura, las artes plásticas, las artes del espectáculo, los deportes, la manufactura de instrumentos musicales, la publicidad y el turismo cultural. (Unesco, Cultura, comercio y globalización. Preguntas y respuestas, Bogotá, Unesco-Cerlalc, 2000. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.554) 2. Las industrias culturales aportan así un valor añadido a los contenidos al tiempo que construyen y difunden valores culturales de interés individual y colectivo. Son por ello esenciales para promover y difundir la diversidad cultural así como para democratizar el acceso a la cultura ya que, con la generalización de los bienes y servicios culturales el hecho cultural pierde el carácter presencial que lo hacía históricamente elitista. Abocadas a fomentar y apoyar la creación que constituye su “materia prima” fundamental, las industrias culturales tienen también una imperiosa necesidad de innovación constante y una estructura económica particular; el núcleo ineludible de su negocio consiste en 41


transformar contenidos culturales valores simbólicos en valor económico. La indisoluble dualidad cultural y económica de las industrias culturales se extiende obligadamente a sus productos que, por esa misma razón, no pueden ser considerados como meras mercancías de consumo o entretenimiento. (Disponible en http://estatico.buenosaires. gov.ar/areas/produccion/industrias/observatorio/documentos/analisis_hacia_ nuevas_politicas_milagro_del_corral.pdf. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.555) 3. El autor mexicano lo expresa de la siguiente manera: “Son organizaciones y empresas que crean, producen, publican, distribuyen, exhiben o proporcionan productos culturales” (Roemer, 2003: 60). En ellas se incluyen los bienes y servicios artísticos, fijados sobre soporte físico o electrónico, producidos, reproducidos, conservados o difundidos en serie, con circulación generalmente masiva. Involucran muy diversas producciones culturales: las industrias editoriales y fonográficas, la televisión, el cine, el video, la radio, la prensa, las revistas, las artes escénicas y visuales, la publicidad y las artesanías, entre otras. Estos bienes culturales tienen como materia prima una creación protegida por los derechos de autor. Tiene procesos propios de producción, circulación y apropiación social. Son lugares de integración, producción de imaginarios sociales, conformación de identidades y promoción de ciudadanía. Bajo estas circunstancias no es difícil imaginar un panorama significativo en donde el arte y la cultura no sean un antagonista obligado del beneficio económico. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.25).

INFRAESTRUCTURA CULTURAL Por: Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales 1. La infraestructura, como intervención del hombre sobre el territorio, está profundamente vinculada con la organización y el funcionamiento de la sociedad y evidencia el nivel de desarrollo de una comunidad. Si la cultura es, según la conocida definición de la Unesco, “el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos huma- nos, sistemas de valores, tradiciones y creencias”, la infraestructura para la cultura o la infraestructura cultural, es, sin duda, una poderosa herramienta para promover el desarrollo económico y social y para integrar a las comunidades y generar su bienestar. La infraestructura cultural es uno de los elementos más evidentes de la identidad de un pueblo o de un grupo humano. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p. 615) 2. En la infraestructura cultural converge lo físico con lo simbólico, lo material con lo histórico… La infraestructura cultural comprende todos los espacios en donde tienen lugar las diversas prácticas y manifestaciones artísticas y culturales de las comunidades. Por ello, la formulación de una política en infraestructura cultural resulta más que pertinente… En el caso de la infraestructura cultural se deben destacar varios hechos fundamentales. Sus espacios son lugares especiales de expresión de la vida pública ya que en ellos se manifiestan los intereses comunes de la comunidad, aquello que pertenece a todos y a los 42


que todos pueden tener libremente acceso. Las fiestas y el arte, las celebraciones y las ceremonias suelen transcurrir por estos espacios de lo común, en que además se corroboran las condiciones de igualdad que deben presidir el ejercicio público de la cultura. La importancia de estos lugares está en que la gente se los apropie, los haga suyos. Solo de esta manera se logrará su mantenimiento y sostenibilidad. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p. 616) INVESTIGACIÓN Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C 1. “son las prácticas de producción de conocimiento en torno a las prácticas artísticas, ya sea en relación con su propia dimensión, con otras dimensiones del campo, con otros campos o con el conjunto de la sociedad”. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.23).

MEDIADORES POLÍTICOS Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C 1. …encontramos los partidos políticos, sindicatos, asociaciones, gremios, o los que se constituyen en un momento como grupos de presión. Sus demandas suelen elaborarse bajo aspectos diversos, manifiestos, comunicados, cartas abiertas, etc., pero su forma corriente es la elaboración de una solicitud programática que puede llegar a tener el aspecto de pliego de peticiones (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.38).

MEDIADORES SOCIALES Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C

1. se trata de aquellos individuos que privilegiados por su posición de clase, por circunstancias personales o familiares, se encuentran vinculados a algunas formas del poder político, cuya influencia se traduce en beneficio para las instituciones que esos individuos dirigen. Son individuos particulares que usando su prestigio social o su aura particular disponen de legitimidad social y se proclaman representantes de algún estamento de la cultura, ya sean intelectuales, artistas, profesionales o señoras de sociedad, que ofician como mediadores desinteresados. (Alcaldía Mayor de Bogotá. 43


Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.38). MEDIADORES ADMINISTRATIVOS Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C

1. son los legítimos portadores de las demandas del medio; a la vez son observadores y actores en el desarrollo de la acción estatal. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.38). MEMORIA Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de danza de Bogotá. D.C. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales 1.

La memoria no es un registro inmutable, homogéneo y predetermina-do de lo acontecido. La memoria se transforma gracias al juego de re-interpretaciones que desde el presente y en relación con los proyectos de futuro elaboran los individuos y grupos humanos sobre el pasado *…+ En las actividades creativas reside el potencial de cambio de la cultura, su perpetua renovación, pero también los diversos diálogos entre generaciones (Presidencia de la República, Plan Nacional de Cultura 2001-2010, “Hacia la construcción de una ciudadanía democrática cultural”, op. cit., pp. 15-16. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.64) 2. Las memorias intentan desarrollar una caracterización de los géneros desde el concepto construido históricamente en torno a cada uno de ellos. Para esto se remiten a las corrientes, disciplinas o elementos que originan y pueden alimentar la construcción de un concepto del cual partir. Sin embargo, no ofrecen una visión determinista del hacer de los diferentes sectores. Se destaca el interés de los autores por recolectar y analizar material histórico de diferentes fuentes para así ofrecer una postura frente a cada género. Esta postura se alimenta de entrevistas, encuestas e historias de vida. Se da espacio a las voces de los creadores de la danza, quienes describen su historia, sus proyectos y necesidades. Además se realiza un cuadro histórico de los grupos conformados aventurándose a explicar el fenómeno generalizado de la falta de proyección y continuación en el tiempo de los proyectos. . (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de danza de Bogotá. D.C., p. 44 y 45) MENTALIDAD POPULAR (Luis López de Mesa, Patrimonio Cultural. Boletín Bibliográfico del Banco de la República, Bogotá. Vol.5 No.8, 1962, p.954) 44


PATRIMONIO Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de danza de Bogotá. D.C. (Cundicultura. El patrimonio cultural colombiano: legado del pasado y herencia para el futuro. Revista Cultural de Cundinamarca, Bogotá. N.4, 2003 Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005 Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales Popular de Lujo Cooperativa, La posibilidad de ser de alguna parte. Revista Semana, Bogotá. No. 1208, 2005,

1.

Según la encuesta aplicada por la Línea de Investigación en Cultura, Arte y Patrimonio del Observatorio de Cultura Urbana del Instituto Distrital de Cultura y Turismo (IDCT), “Del total de los encuestados, 53% relaciona el patrimonio con bienes raíces, algo que les pertenece, lo que se tiene a nivel familiar, valores económicos, propiedades, y 19,5% con bienes culturales, patrimonio nacional y mundial, legado cultural, lo que es de todos. (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005. p.91)

2.

“El término patrimonio puede definirse como el legado de nuestros antepasados, nuestro equipaje en el presente y la herencia que dejaremos a las futuras generaciones. Se trata de todo cuanto nos permite reconocernos como miembros de una cultura y de una nación, es decir, los puntos de referencia de nuestra identidad” (Cundicultura. El patrimonio cultural colombiano: legado del pasado y herencia para el futuro. Revista Cultural de Cundinamarca, Bogotá. N.4, 2003. p.7)

3.

“El patrimonio es un bien constitutivo de la valoración nacional” (Cundicultura. El patrimonio cultural colombiano: legado del pasado y herencia para el futuro. Revista Cultural de Cundinamarca, Bogotá. N.4, 2003. p.7)

4. “Patrimonio entonces es también esa heterogénea colección de elementos de la vida cotidiana que, asociados con la historia y la realidad de la tajada de mundo que habitamos, nos permite desarrollar singularidad. Se trata de un patrimonio cuya preservación no depende de la acción de organizaciones particulares ni de grandes presupuestos sino, más bien, en la capacidad de cada cual de asumir como propio el lugar en el que vive y de transmitirles a sus hijos ese compromiso.” (Popular de Lujo Cooperativa, La posibilidad de ser de alguna parte. Revista Semana, Bogotá. No. 1208, 2005, p. 201.) 45


5.

Es importante entender el patrimonio como el derecho a la memoria de las generaciones futuras, que se convierte en deber para las generaciones presentes. Juan Luis Mejía (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.225)

6.

como el mayor referente de nuestra identidad diversa y como el principal motor para la construcción de la nación colombiana… (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.226)

7.

Artículo 5º. Objetivos de la política estatal en relación con el patrimonio cultural de la Nación. La política estatal en lo referente al patrimonio cultural de la Nación, tendrá como objetivos principales la protección, la conservación, la rehabilitación y la divulgación de dicho patrimonio, con el propósito de que éste sirva de testimonio de la identidad cultural nacional, tanto en el presente como en el futuro. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.92).

8.

patrimonio como producto social resultante de las interacciones sociales de diferentes órdenes y orígenes, lo que incluye no sólo la memoria de la comunidad sino también la proyección de ciudad que tienen los habitantes de la misma. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de danza de Bogotá. D.C., p. 131)

PATRIMONIO CULTURAL Por: Concejo de Bogotá. Decreto 619 de 2000. Adopta el Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá. Álvaro Chaves, El hombre como patrimonio cultural. Revista Javeriana, Bogotá. Tomo XCVIII, Vol.98 No.487, 1982 Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993 Cundicultura. El patrimonio cultural colombiano: legado del pasado y herencia para el futuro. Revista Cultural de Cundinamarca, Bogotá. N.4, 2003 Ley 1185 de 2008. Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002. 1. “El patrimonio cultural del Distrito Capital está constituido por los bienes y valores culturales que poseen un especial interés histórico, artístico, arquitectónico, urbano, arqueológico, testimonial y documental, además de las manifestaciones musicales, literarias y escénicas y las representaciones de la cultura popular”. Artículo 67 del Decreto 619 de 2000. Por el cual se adopta el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad. 2. “El patrimonio cultural comprende de todas aquellas realizaciones que han contribuido al desarrollo de lo que podríamos llamar nuestra personalidad colectiva – cultura-.” (Álvaro Chaves, El hombre como patrimonio cultural. Revista Javeriana, Bogotá. Tomo XCVIII, Vol.98 No.487, 1982, p.119) 46


3. “El patrimonio cultural no solo compromete al pasado…, es también patrimonio cultural lo que se está gestando, lo que hoy inquieta y mueve inteligencias y esfuerzos para conseguir una consolidación armonios entre tradición y actualidad.” (Álvaro Chaves, El hombre como patrimonio cultural. Revista Javeriana, Bogotá. Tomo XCVIII, Vol.98 No.487, 1982, p.119 120) 4. “El patrimonio es, como la propia cultura, acumulativo y dinámico”…“El patrimonio cultural es lo realizado y el realizador” (Álvaro Chaves, El hombre como patrimonio cultural. Revista Javeriana, Bogotá. Tomo XCVIII, Vol.98 No.487, 1982, p.119 - 120) 5. “El proceso cultural se manifiesta a través de obras tangibles e intangibles…, cuando estas obras se identifican, en la perspectiva histórica, con los valores culturales de una comunidad, o grupo social, se convierten en su “patrimonio cultural” (Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p.122) 6. “El patrimonio cultural es el resultado de una milenaria ocupación social de nuestro polifacético entorno geográfico. A los importantes vestigios arqueológicos se suman elementos artísticos, religiosos, arquitectónicos, urbanos y políticos a cuyo valor intrínseco agrega su representatividad como expresión de la nacionalidad” (Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p.122) 7. “Así, de acuerdo a la ley 397 de 1997, el patrimonio cultural de la Nación está constituido por todos los bienes y valores culturales que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales como la tradición, las costumbres y los hábitos, así como el conjunto de bienes materiales, muebles e inmuebles, que poseen un especial interés histórico, artístico, estético, plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, ambiental, ecológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, científico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico, antropológico, y las manifestaciones, los productos y las representaciones de la cultura popular” (Cundicultura. El patrimonio cultural colombiano: legado del pasado y herencia para el futuro. Revista Cultural de Cundinamarca, Bogotá. N.4, 2003. p.8) 8. El patrimonio cultural de la Nación está constituido por todos los bienes materiales, las manifestaciones inmateriales, los productos y las representaciones de la cultura que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales como la lengua castellana, las lenguas y dialectos de las comunidades indígenas, negras y creoles, la tradición, el conocimiento ancestral, el paisaje cultural, las costumbres y los hábitos, así como los bienes materiales de naturaleza mueble e inmueble a los que se les atribuye, entre otros, especial interés histórico, artístico, científico, es-tético o simbólico en ámbitos como el plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico o antropológico. (Ley 1185 de 2008. Artículo 4°) 9. Si bien tanto las políticas de preservación del patrimonio en los tiempos de la nación, como las políticas de lugares de la memoria en los tiempos de globalización agudizada, 47


han sido y son instrumentos de gestión, hay que decir que el patrimonio hasta el día de hoy continúa siendo un aparente instrumento de la apolítica. Sin dudas en los tempos de la nación, el patrimonio fue una política de estado; no obstante, nadie hubiera discutido su supuesta fachada de apoliticidad en la medida en que su conformación se realiza desde su descontextualización de lo político, social y económico. En las sociedades actuales, la producción de patrimonio permanece despolitizando el sentido político del mismo e incluso de las políticas urbanas, ahora sin embargo, no sin contradicciones y conflictos. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p.18) 10. Visto como bien para el consumo visual. “la importancia de los medios, de la publicidad y de la inversión en la visualidad como valores de la cultura contemporánea, donde cada vez más es la experiencia directa y las relaciones cara a cara se funden con lo que es pautado por las instituciones de comunicación y construido icónicamente. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p.88) 11. Patrimonio en venta. Patrimonio como referencia y patrimonio como recurso. “Referencia, la dimensión del bien cultural que alude a los sentidos enraizados y subyacentes en la acción social; esta dimensión agrega los significados que estructuran la memoria colectiva. Son referencias los saberes y los valores ampliamente compartidos por los miembros de determinado grupo, así como los objetos y lugares donde tales valores se condensan… El valor alegórico es una característica dominante del patrimonio como recurso, noción que apunta al potencial simbólico y funcional del bien cultural y que es pasible de ser vivificado y transformado por la visa social tanto en términos prácticos (apuntando a la atención de nuevas necesidades del grupo) como simbólicos (en la incorporación a rituales y en la construcción de imágenes que, por así decir, reinventan tradiciones e identidades). (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p.89 y 90)

PATRIMONIO CONSTRUIDO. “El patrimonio construido está conformado por los Bienes de Interés Cultural tales como sectores, inmuebles, elementos del espacio público, caminos históricos y bienes arqueológicos, que poseen un interés histórico, artístico, arquitectónico o urbanístico”. Artículo 68 del Decreto 619 de 2000. Por el cual se adopta el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad. “Los elementos que componen el patrimonio construido del Distrito Capital: 1. Los Sectores de Interés Cultural, constituidos por: a. Sectores Antiguos: Corresponden al Centro Tradicional de la ciudad que incluye el Centro Histórico declarado Monumento Nacional, y a los núcleos fundacionales de los municipios anexados: Usaquén, Suba, Engativá, Fontibón, Bosa y Usme. 48


b. Sectores con desarrollo individual: Corresponden a determinados barrios, construidos en la primera mitad del siglo XX, formados por la construcción de edificaciones individuales de los predios, que conservan una unidad formal significativa y representativa del desarrollo histórico de la ciudad, con valores arquitectónicos, urbanísticos y ambientales. c. Sectores con vivienda en serie, agrupaciones o conjuntos: Corresponde a barrios o sectores determinados de casas o edificios singulares de vivienda, construidos en una misma gestión, que poseen valores arquitectónicos, urbanísticos y ambientales, y son representativos de determinada época del desarrollo de la ciudad. 2. Los Inmuebles de Interés Cultural, constituidos por: a. Inmuebles localizados en áreas consolidadas: Corresponde a inmuebles localizados fuera de los sectores de interés cultural, que por sus valores arquitectónicos, artísticos o históricos merecen ser conservados. Incluye los Bienes de Interés Cultural del ámbito nacional b. Inmuebles localizados en áreas no consolidadas: Corresponde a inmuebles que se encuentran aislados de los contextos consolidados, localizados en el territorio del Distrito Capital, que poseen valores arquitectónicos, artísticos y ambientales. Incluye los Bienes de Interés Cultural del Ambito Nacional 3. Los monumentos conmemorativos y objetos artísticos. Constituidos por elementos y obras de arte, localizados en el espacio público, que por conmemorar hechos de la historia de la ciudad, o por sus valores artísticos o históricos, merecen ser conservados. Incluye los Bienes de Interés Cultural del ámbito nacional. 4. Los caminos históricos y bienes arqueológicos. Constituidos por los caminos reales y de herradura, senderos localizados generalmente en el área rural, y bienes arqueológicos que poseen valores históricos y culturales”. Artículo 69 del Decreto 619 de 2000. Por el cual se adopta el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad.

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PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL Por: Ley 1185 de 2008 Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial UNESCO, CONVENCIÓN PARA LA SALVAGUARDIA DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL. Artículo 2: Definiciones. París, 17 de octubre de 2003

1. Se entiende por “patrimonio cultural inmaterial” los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. A los efectos de la presente Convención, se tendrá en cuenta únicamente el patrimonio cultural inmaterial que sea compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos existentes y con los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de desarrollo sostenible. (UNESCO, CONVENCIÓN PARA LA SALVAGUARDIA DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL. Artículo 2: Definiciones. París, 17 de octubre de 2003.) , (Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial, p.223). 2. El “patrimonio cultural inmaterial”, según se define en el párrafo 1 supra, se manifiesta en particular en los ámbitos siguientes: a) tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial; b) artes del espectáculo; c) usos sociales, rituales y actos festivos; d) conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo; e) técnicas artesanales tradicionales. (UNESCO, CONVENCIÓN PARA LA SALVAGUARDIA DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL. Artículo 2: Definiciones. París, 17 de octubre de 2003.) 3. Ámbitos del Patrimonio Cultural Inmaterial: La Convención define claramente los ámbitos en los que el patrimonio cultural inmaterial se presenta, sin embargo, tiene en cuenta que dichas manifestaciones no son exclusivas a uno sólo, pues lo que para una comunidad puede ser una expresión determinada otra puede interpretarlo diferente. También señala la posibilidad de establecer (sub)ámbitos de ser necesario. A continuación se describen los ámbitos:

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a. b. c. d. e.

Tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial Artes del espectáculo Usos sociales, rituales y actos festivos Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo Técnicas artesanales tradicionales

(Patrimonio inmaterial – UNESCO) 4.

El patrimonio cultural inmaterial está constituido, entre otros, por las manifestaciones, prácticas, usos, representaciones, expresiones, conocimientos, técnicas y espacios culturales, que las comunidades y los grupos reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio genera sentimientos de identidad y establece vínculos con la memoria colectiva. Es transmitido y recreado a lo largo del tiempo en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia y contribuye a pro-mover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. (Ley 1185 de 2008. Artículo 8°).

5. El patrimonio cultural inmaterial abarca un vasto campo de la vida social y está constituido por un complejo conjunto de activos sociales, de carácter cultural, que le dan a un grupo humano sentido, identidad y pertenencia. Comprende no sólo los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas de un grupo humano, que hunden sus raíces en el pasado y que se perpetúan en la memoria colectiva, sino también los apropiados socialmente en la vida contemporánea de las comunidades y colectividades sociales. Comprende además los instrumentos, los objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes a dichos activos sociales. De acuerdo con la Ley 1037 de 2006, esta modalidad de patrimonio, que se transmite de generación en generación, es recreada constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia. El mismo contribuye a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana, y a través de él la comunidad consigue concretar un sentimiento de identidad y continuidad. (Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial, p.224) 6. La línea divisoria entre el patrimonio material (bienes culturales) y el inmaterial (manifestaciones) es difusa, ya que en realidad se puede afirmar que se trata de un continuo. El patrimonio inmaterial está referido de manera principal al conocimiento, el lenguaje, la creatividad y la transmisión del pensamiento. (Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial, p.243)

PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL – MANIFESTACIONES Por: Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial 1.

De acuerdo con el Artículo 8 de la Ley 1185 del 2008, son todas las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos, técnicas y espacios culturales comunidades y los grupos reconocen como parte integrante de su identidad y colectiva. Se trata, en consecuencia, de un conjunto dinámico y complejo de

los usos, que las memoria procesos 51


sociales, prácticas, valores y bienes que la sociedad recrea, enriquece y transmite como parte de su identidad. (Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial, p.223) 2.

Las manifestaciones del PCI tienen las siguientes características generales: • Son colectivas, es decir, pertenecen o identifican a un grupo social particular (colectividad, comunidad) y se transmiten principalmente de generación en generación como un legado, tradición cultural o parte de su memoria colectiva. • Son tradiciones vivas que se recrean constantemente, de manera presencial, por la experiencia, y en especial por comunicación oral. • Son dinámicas, es decir, son expresiones de la creatividad y del ingenio de las comunidades y colectividades sociales, y de su capacidad de recrear elementos culturales propios y de adaptar y reinterpretar elementos de otras comunidades o colectividades y de la cultura universal. No obstante estar afirmadas en la identidad y la tradición de los pueblos, estas expresiones cambian, se recrean en el tiempo y adquieren particularidades regionales y locales propias. • Tienen un valor simbólico derivado de su significado social y de su función como referente de tradición, memoria colectiva e identidad. Por esta razón, son valoradas como un activo social que debe ser conservado, transmitido y protegido. • Son integrales, en el sentido que la Convención de PCI de 2003 les da, al reconocer “la profunda interdependencia que existe entre el patrimonio cultural inmaterial y el patrimonio material cultural y natural”. • Tienen normas consuetudinarias que regulan su acceso, recreación y transmisión, y están inscritas en una red social particular, y por ende en una estructura de poder.

En términos generales, las manifestaciones de PCI son la expresión de procesos sociales complejos, dinámicos y no exentos de conflictos. Por esta razón, el PCI da cuenta, como se afirma en el Plan Nacional de Cultura, de los valores, memorias, luchas y gestas de los pueblos, patrimonio que debe tratarse y preservarse con dignidad y respeto. (Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial, p.226) 3. Los campos del PCI son, en términos generales, los siguientes: •

Los idiomas, entendidos como vehículo del patrimonio cultural inmaterial y la tradición oral. El idioma es el principal campo del patrimonio cultural inmaterial por ser el medio de expresión y comunicación de los sistemas de pensamiento y un factor de identidad e integración de los grupos humanos. La diversidad cultural está estrechamente relacionada con la diversidad lingüística; así lo reconoce la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural en su Plan de Acción (2001). El concepto de idioma comprende las lenguas nativas existentes en el país y los distintos modos regionales del castellano. Incluye además otros sistemas y contextos simbólicos, como los gestos, los lenguajes gráficos, sistemas de silbidos, de gritos y cantos de trabajo (vaquería, caza y navegación, entre otros) y de sonidos, como el maguaré amazónico, que facilitan la interacción y comunicación. En este ámbito se incluye el PCI asociado a la tradición oral, como las leyendas, poesía, cuentos, adivinanzas y hechos históricos contenidos en las narraciones populares. De manera específica se consideran las narraciones de origen de los pueblos indígenas actuales, por tratarse de legados vivos que contienen leyes de origen, normas de comportamiento y la cosmovisión de estos pueblos. 52


Organización social. Comprende las formas de organización rurales y urbanas tradicionales, las organizaciones de solidaridad e intercambio de trabajo, las normas de convivencia de las comunidades, las normas de control social y de justicia (derecho consuetudinario) de los grupos étnicos y sus planes de vida y etno desarrollo, entre muchos otros hechos culturales. La política de PCI reconoce y apoya estas formas de organización social, pero no interviene en el fuero interno de las comunidades y colectividades. Conocimiento tradicional sobre la naturaleza y el universo. El PCI se relaciona también con el conocimiento que los grupos humanos han generado y acumulado con el tiempo en su relación con el medio ambiente y en especial con los procesos y recursos biológicos. La estrecha relación existente entre el conocimiento tradicional sobre la naturaleza de los pueblos indígenas, afro descendientes y campesinos que viven en medios silvestres, y la conservación de la biodiversidad, es un hecho que reconoce el Convenio sobre la Diversidad Biológica, y que ha dado lugar a numerosos desarrollos políticos y normativos. Caben en este campo, por su interés cultural, los conocimientos tradicionales asociados a la navegación y a la astronomía tradicional. La política de PCI establecerá puentes de comunicación, coordinación y cooperación con la Política de Conocimiento Tradicional del MAVDT, en especial en lo relativo a los sitios sagrados, paisajes culturales y áreas de especial interés cultural. Medicina tradicional. La medicina que practican las comunidades tradicionales y que forma parte de la cultura popular, constituye una valiosa expresión del patrimonio cultural inmaterial, ya que combina niveles y manifestaciones de diferentes saberes tradicionales, así como prácticas del ejercicio de esta medicina por especialistas en el diagnóstico y la prevención de enfermedades, la herbolaria medicinal, la preparación y prescripción de medicamentos, y otras acciones propias de las prácticas curativas. La medicina tradicional con frecuencia integra el tratamiento de enfermedades, aspectos psicológicos y espirituales, e incluso aspectos ambientales. Por su naturaleza, es un tema del ámbito del Ministerio de la Protección Social y de las instituciones encargadas de la salud. La política de PCI establecerá puentes de comunicación, coordinación y cooperación con las directrices de política que establezca el Ministerio de la Protección Social, en especial en lo relativo a la salvaguardia de las manifestaciones culturales relacionadas con la medicina tradicional que hacen parte fundamental de la identidad de las comunidades,21 los saberes botánicos y la herbolaria medicinal campesina y popular. PCI asociado a procesos productivos y a las técnicas artesanales tradicionales. Los sistemas productivos expresan la complejidad de la relación entre la población y el medio del que obtienen su sustento. Este PCI asociado a la producción comprende actividades de recolección, caza y pesca, las actividades agropecuarias tradicionales, la confección de artesanías y las prácticas comerciales tradicionales. Este campo del PCI es objeto de las políticas de varios ministerios, en especial del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y del Ministerio de Agricultura. La política de PCI establecerá puentes de comunicación, coordinación y cooperación con las directrices de política que establezcan estos Ministerios, dando especial énfasis a la trasmisión de saberes artesanales. Artes populares. El PCI se evidencia en las artes populares, en la recreación de tradiciones que son perpetuadas por las mismas comunidades. Debido a su carácter colectivo, no se identifica un autor, pero sí sus ejecutantes, sean músicos, danzantes o actores, que practican su arte u oficio con un fi n social primordial: la recreación de la manifestación. Estas expresiones abarcan las tradiciones pictóricas, escultóricas y gráficas tradicionales; 53


las artes escénicas y representaciones tradicionales; las danzas; la música y las expresiones sonoras tradicionales; cantos infantiles, tradiciones familiares de enseñanza y de fabricación, reparación y afinación de instrumentos musicales; festivales de música y danza, festivales y encuentros de poesía popular, piquería, trova, coplas, décimas y cuentería. Actos festivos, lúdicos y religiosos de carácter colectivo. Las fiestas son acontecimientos sociales y culturales periódicos, de carácter participativo, con fines lúdicos o ceremoniales, que se realizan en un tiempo y un espacio con reglas definidas y excepcionales, generan regocijo y cohesión social, tienen un significado y un simbolismo especial y contienen elementos constructivos de identidad de un grupo o comunidad. Las fiestas ponen en escena, en un ambiente lúdico, los problemas y prejuicios sociales y también la contracultura, permitiendo que lo social se vuelva máscara, icono, objeto de reverencia o por el contrario, burla y sarcasmo. Este apartado comprende tradiciones asociadas a carnavales y fi estas populares; fi estas patrióticas que conmemoran eventos históricos o que exaltan la presencia de un grupo humano; fi estas relacionadas con frutos y cosechas o algunas actividades productivas, o las dedicadas a animales y a tradiciones asociadas a fi estas patronales y religiosas de carácter festivo —por ejemplo, los diferentes festejos de la Navidad— y las dedicadas a exaltar una tradición gastronómica o artesanal. También comprende desfiles, comparsas y afines, y celebraciones religiosas. Juegos y deportes tradicionales. Los juegos y deportes son escuelas de socialización y espacios de reconstrucción permanente del tejido social. Habilitan la comunicación e identidad generacional y contribuyen a la resolución simbólica de tensiones y conflictos sociales. Este campo comprende los juegos infantiles, tradiciones asociadas a la enseñanza, al aprendizaje y práctica de deportes competitivos entre personas, deportes y juegos tradicionales grupales y espectáculos de destrezas. En este campo se suelen presentar hechos culturales que fomentan la crueldad contra los animales, como las riñas de gallos, o implican riesgos manifiestos contra la integridad y salud de las personas, como las corralejas, circunstancias que los podría excluir de los beneficios de la política de PCI. PCI asociado a los eventos de la vida cotidiana. La vida cotidiana está permeada por innumerables manifestaciones de PCI que tienen por ámbito principal el hábitat humano, la alimentación, los roles de género, y como eje el ciclo vital de las personas. Comprende saberes, prácticas y valores relacionados con la socialización de las personas y la transmisión de conocimientos en el ámbito familiar y comunitario, como reglas de comportamiento y cortesía; los modos y métodos de transmisión de saberes, prácticas y destrezas propias de la vida familiar y comunitaria, devociones y prácticas religiosas, costumbres y rituales asociados al ciclo vital de las personas y al parentesco. De igual manera, el PCI asociado a prácticas tradicionales de transformación, conservación, manejo y consumo de alimentos; patrimonio vinculado con la construcción de la vivienda; el PCI relacionado con la elaboración de utensilios domésticos; los conocimientos y prácticas de jardinería y cultivos vinculados con la vivienda; los conocimientos y prácticas relativos a la familiarización, domesticación y cría de animales domésticos y el patrimonio inmaterial relacionado con el vestuario y la ornamentación corporal. PCI asociado a los paisajes y espacios de alto valor cultural. Comprende, además de los paisajes culturales o paisajes transformados de alto valor cultural, sitios sagrados, áreas de alta diversidad lingüística y sitios urbanos de alto valor como referentes culturales o hitos de la memoria ciudadana. Entre los espacios de alto valor cultural se encuentran áreas que, según los valores y tradiciones de un grupo humano, se considera, tienen un especial 54


significado espiritual o histórico, o con fuente de inspiración o soporte de conocimientos y tradiciones ancestrales. La protección de los paisajes culturales y los sitios sagrados se ha venido reclamando de manera urgente, considerando los siguientes aspectos: – Tienen una importancia vital para salvaguardar la diversidad cultural y biológica para las generaciones presentes y futuras. – Tienen un gran significado para el bienestar espiritual de los pueblos indígenas y las comunidades Locales – Su salvaguardia contribuye a promover y proteger la diversidad cultural y biológica, especialmente frente a la fuerzas homogeneizadoras de la globalización. – Los sitios sagrados naturales y los paisajes culturales no pueden ser entendidos, conservados y manejados sin tener en cuenta las culturas que los han modelado. – Permiten un manejo mejor y más integral del PCI. (Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial, p.244, 245 y 246) PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO Por: Ley 397 de 1997 Ley 1185 de 2008 1.

Son bienes integrantes del patrimonio arqueológico aquellos muebles o inmuebles que sean originarios de culturas desaparecidas, o que pertenezcan a la época colonial, así como los restos humanos y orgánicos relacionados con esas culturas. Igualmente, forman parte de dicho patrimonio los elementos geológicos y paleontológicos relacionados con la historia del hombre y sus orígenes. También podrán formar parte del patrimonio arqueológico, los bienes muebles e inmuebles representativos de la tradición e identidad culturales pertenecientes a las comunidades indígenas actualmente existentes, que sean declarados como tal por el Ministerio de Cultura, a través del Instituto Colombiano de Antropología, y en coordinación con las comunidades indígenas. (Ley 397 de 1997, Titulo II, Artículo 6°)

2. El patrimonio arqueológico comprende aquellos vestigios producto de la actividad humana y aquellos restos orgánicos e inorgánicos que, mediante los métodos y técnicas propios de la arqueología y otras ciencias afines, permiten reconstruir y dar a conocer los orígenes y las trayectorias socioculturales pasadas y garantizan su conservación y restauración. Para la preservación de los bienes integrantes del patrimonio paleontológico se aplicarán los mismos instrumentos establecidos para el patrimonio arqueológico. De conformidad con los artículos 63 y 72 de la Constitución Política, los bienes del patrimonio arqueológico pertenecen a la Nación y son inalienables, imprescriptibles e inembargables. (Ley 1185 de 2008. Artículo 6°) 55


PATRIMONIO CULTURAL SUMERGIDO Por: Ley 397 de 1997 1. Del patrimonio cultural sumergido. Pertenecen al patrimonio cultural o arqueológico de la Nación, por su valor histórico o arqueológico, que deberá ser determinado por el Ministerio de Cultura, las ciudades o cementerios de grupos humanos desaparecidos, restos humanos, las especies náufragas constituidas por las naves y su dotación, y demás bienes muebles yacentes dentro de éstas, o diseminados en el fondo del mar, que se encuentren en el suelo o subsuelo marinos de las aguas interiores, el mar territorial, la plataforma continental o zona económica exclusiva, cualesquiera que sea su naturaleza o estado y la causa o época del hundimiento o naufragio. Los restos o partes de embarcaciones, dotaciones o bienes que se encuentren en circunstancias similares, también tienen el carácter de especies náufragas. (Ley 397 de 1997, Titulo II, Artículo 9°) PERIODISMO CULTURAL Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C 1. “realiza las mismas prácticas de la crítica, pero dirigidas al público en general. Usualmente circula en prensa escrita, televisión y radio”. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.22).

PERSONALIDAD COLECTIVA (Álvaro Chaves, El hombre como patrimonio cultural. Revista Javeriana, Bogotá. Tomo XCVIII, Vol.98 No.487, 1982, p.119) POLÍTICA CULTURAL Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de danza de Bogotá. D.C., p. 139) Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005 Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002

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1. Las políticas culturales distritales previstas para el período 2004 – 2016 ha permitido que tanto el Estado como la sociedad civil cuenten con un referente fundamental de política para llevar a cabo los procesos de organización, planeación, fomento e información propios de la dinámica cultural de la ciudad. (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005, p 17) 2. Se entiende por políticas culturales el resultado de la concertación entre los sectores sociales en torno a los aspectos logísticos, políticos, económicos y sociales del campo cultural. Se espera que este proceso de concertación, así como su implementación, fortalezcan la relación entre el campo cultural y los otros campos sociales y convierta la ciudad en una región de líder en procesos interculturales, democráticos, participativos, abierta a la creación, transformación y valoración de sus culturas. : (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá: Políticas Culturales Distritales 2004-2006. Segunda Edición revisada. Bogotá. 2005, p. 29 – 30) 3. la política no debe estar alejada de la cultura, sino, por el contrario, hermanada con ella. El vínculo que las liga es estrecho. Cada una es una herramienta que le aporta a la otra. La política construye cultura cuando regula el entramado social para permitir que ésta se desarrolle. Y la cultura permite, a su vez, que la sociedad entienda mejor la función de la política y participe en su desarrollo. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.10) 4. Las políticas culturales en el país están orientadas no solo al desarrollo de las expresiones artísticas, sino que involucran también temas relacionados con la formación docente, la defensa del patrimonio, el desarrollo de comportamientos ciudadanos (en niños, jóvenes y adultos) desde una perspectiva de inclusión, equidad y reconocimiento de la diversidad. Bertha Quintero (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.23) 5. Desde los años sesenta, como escribe Juan Luis Mejía, las políticas cultura-les entraron más explícitamente en el ámbito de la gestión pública y la vida de la cultura. La nueva racionalidad del Estado implicó agrupar bajo una sola organización a todas las instituciones culturales existentes desde el siglo XVII, como bibliotecas nacionales, archivos, museos, teatros nacionales, etcétera. Surgieron entonces las secretarías de cultura, las subsecretarías de cultura y los vice-ministerios de cultura, entre otros. Todos estos organismos siguieron el modelo francés del Ministerio de Cultura y Asuntos Culturales de 1959 y el de la Unesco estructurados alrededor de tres áreas básicas de acción: la conservación del patrimonio cultural, el fomento de las artes y la llamada difusión cultural. Su interlocutor era una supuesta nación culturalmente homogénea, blanca, cristiana y con una sola lengua. Dicho modelo institucional empezó a incorporar nuevos contenidos, a partir de los años setenta, en especial, de la Conferencia Mundial de Cultura de Venecia de 1970, donde se cuestionó el modelo de desarrollo económico y se introdujo la idea de cultura como una herramienta del desarrollo humano. Anteriormente se había contemplado el fracaso de los modelos, entre otras cosas por no tener en cuenta la cultura de los países donde se implantaban. Durante esta nueva época se dota a la institucionalidad con contenidos nuevos; se formularon las primeras políticas culturales; los planes de desarrollo cultural; se comenzó a hablar del gestor cultural, a formarse las primeras escuelas del campo capaces de construir un puente entre cultura y desarrollo. (Juan Luis Mejía, “¿Derechos sin Estado? Tres momentos de la institucionalidad cultural en 57


América Latina”, en Pensar Iberoamérica, No. 7, OEI, septiembre-diciembre de 2004. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.27) 6. La política de PCI parte de un conjunto de principios derivados del orden constitucional y la Ley General de Cultura, en donde se establece que es una obligación del Estado y de las personas valorar, proteger y difundir el patrimonio cultural de la nación y en donde se reconoce, valora y respeta la diversidad cultural como fundamento de la nación. (Política de Salvaguardia Patrimonio Cultural Inmaterial, p.241) 7. Las políticas culturales son, por tanto, la imaginación colectiva de los propósitos, los caminos y las formas de acción que una sociedad se traza para el libre desarrollo de la cultura. Esta imaginación ha cambiado por las propias transformaciones que ha experimentado la sociedad. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.28) 8. Néstor García Canclini: Entendemos por políticas culturales el conjunto de intervenciones realizadas por el Estado, las instituciones civiles y los grupos comunitarios organizados a fin de orientar el desarrollo simbólico, satisfacer las necesidades culturales de la población y obtener consenso para un tipo de orden o transformación social. (Néstor García Canclini, “Para un diccionario herético de estudios culturales”, en revista Fractal, No. 18, julio de 1997. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.28) 9. Teixeira Coelho: La política cultural constituye una ciencia de la organización de las estructuras culturales y generalmente es entendida como un programa de intervenciones realizadas por el Estado, instituciones civiles, entidades privadas o grupos comunitarios con el objetivo de satisfacer las necesidades culturales de la población y promover el desarrollo de sus representaciones simbólicas. (Teixeira Coelho, Diccionario crítico de política cultural, São Paulo, Iluminuras, 1997, p. 292. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.28)

10. Sonia Álvarez, Evelina Dagnino y Arturo Escobar: Interpretamos la política cultural como el proceso generado cuando diferentes conjuntos de actores políticos, marcados por, y encarnando prácticas y significados culturales diferentes, entran en conflicto. Esta definición de política cultural asume que las prácticas y los significados —particularmente aquellos teorizados como marginales, o positivos, minoritarios, residuales, emergentes, alternativos y disidentes, entre otros, todos éstos concebidos en relación con un orden cultural dominante— pueden ser la fuente de procesos que deben ser aceptados como políticos. (Arturo Escobar, Sonia E. Álvarez y Evelia Dagnino (eds.), Política cultural y cultura política, Bogotá, Tauros, Icanh, 2001, pp. 25-26. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.29) 11. Ana María Ochoa Gautier: Defino como política cultural la movilización de la cultura llevada a cabo por diferentes tipos de agentes —el Estado, los movimientos sociales, las industrias culturales, instituciones tales como museos u organizaciones turísticas, 58


asociaciones de artistas y otros— con fines de transformación estética, organizacional, política, económica y/o social. (Ana María Ochoa Gautier, Entre los deseos y los derechos, un ensayo crítico sobre políticas culturales, Bogotá, Icanh, 2003, p. 20. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.29) 12. Toby Miller (1998): Las políticas culturales, por lo tanto, se refieren a los procesos organizativos que canalizan tanto la creatividad estética como los modos de vida colectivos. 13. Políticas culturales distritales 2004-2016, Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá: Se entiende por políticas culturales el resultado de la concertación entre los sectores sociales en torno a los aspectos logísticos, políticos, económicos y sociales, del campo cultural. Se espera que este proceso de concertación, así como su implementación, fortalezcan la relación entre el campo cultural y los otros campos sociales. (Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Políticas culturales distritales 2004-2016, Bogotá, Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Alcaldía Mayor de Bogotá, 2005. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.29) 14. Unesco (1982): Conjunto de principios, prácticas y presupuestos que sirven de base para la intervención de los poderes públicos en la actividad cultural, radicada en su jurisdicción territorial, con el objeto de satisfacer las necesidades sociales de la población, en cualquiera de los sectores culturales. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.29 -30) 15. David Harvey: Conjunto de principios operativos, de prácticas sociales, conscientes o deliberadas, de procedimientos de gestión administrativa o presupuestaria, de intervención o de no intervención, que deben servir de base a la acción del Estado, tendiente a la satisfacción de ciertas necesidades culturales de la comunidad, mediante el empleo óptimo de todos los recursos materiales y humanos de los que dispone una sociedad determinada en un momento considerado. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.30) 16. Emiliano Fernández Prado: Conjunto estructurado de intervenciones conscientes de uno o varios organismos públicos en la vida cultural. Entendiendo por vida cultural las manifestaciones sociales ligadas al ocio, al placer y al perfeccionamiento, de una forma compartida, diferente a individual y privado. (Emiliano Fernández Prado, La política cultural: qué es y para qué sirve, Gijón, Trea, 1991. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.30) 17. María Teresa Sanz García: Es una acción coordinada y orientada hacia objetivos múltiples, que permite el cumplimiento de funciones sociales estratégicas, tiene como horizonte la expresividad y la creatividad de múltiples personas y grupos, y es un importante instrumento de crecimiento social y político. (María Teresa Sanz García, “La cultura en cifras”, en Cultura y desarrollo, Madrid, Ministerio de Cultura, 1995, p. 33. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.30) 59


18. Guillermo Márquez Cruz: Las políticas culturales son un conjunto de acciones desarrolladas por los poderes públicos en su marco de competencias y según unos fines, para la protección, fomento, desarrollo y transmisión de la cultura1. (Guillermo Márquez Cruz, “Las políticas culturales en el Estado de las autonomías: el establecimiento del sistema bibliotecario de Andalucía”, en Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, vol. 3, No. 7, abril-junio de 1987, pp. 6-7. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.30) 19. Plan Nacional de Cultura (2006-2020), “Antioquia en sus diversas voces”: Las políticas culturales se concretan bajo la forma de enunciados que in- dican el deber ser de dichas intervenciones, bajo un criterio permanente de concertación y participación democrática en el desarrollo cultural de las colectividades. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.30) 20. En primer lugar, las políticas culturales son enunciados o definiciones que buscan la movilización del Estado y la sociedad para obtener determina- dos fines de carácter cultural. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.31) 21. Las políticas culturales son las grandes definiciones que asume el país para orientar los procesos y acciones en el campo cultural, mediante la concertación y la activa participación del Estado, las entidades privadas, las organizaciones de la sociedad civil y los grupos comunitarios, para de esta manera responder con creatividad a los requerimientos culturales de la sociedad. (Ministerio de Cultura, Un Ministerio de puertas abiertas, Bogotá, Ministerio de Cultura, 2008. Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.31) 22. Las políticas culturales Atienden a diferentes campos o ámbitos de la cultura, combinan lo general con lo diferencial, son integrales, buscan la descentralización y las autonomías regionales y locales, son públicas, se construyen y se ejecutan participativamente (desde abajo) y Combinan antecedentes, contexto, conceptualización, objetivos, líneas de acción, actores y criterios de evaluación. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.32 - 37) 23. Existen políticas culturales sectoriales, transversales y territoriales. Las políticas sectoriales, son aquellas que definen lineamientos en áreas específicas de la cultura, como las artes, el patrimonio, la comunicación o la cooperación cultural. Las políticas transversales son grandes definiciones culturales para la acción, que atraviesan las diversas políticas sectoriales y que suelen formar parte de la gestión de las diferentes áreas institucionales, como, por ejemplo, las políticas de memoria, de creación, de regionalización o de organización; y las políticas territoriales son aquellas que responden a realidades, procesos y requerimientos de territorios específicos, generalmente de regiones culturales, en las que se concretan las políticas sectoriales, apropiadas regionalmente. Las políticas culturales no son orientaciones cerradas sino propuestas flexibles, que buscan interpretar creativamente las demandas culturales de la sociedad. Definen un territorio específico de la gestión pública que se diferencia de la educación o de las comunicaciones, y al hacerlo atienden los requerimientos de los distintos actores de la sociedad, estableciendo diálogos entre lo local y lo nacional, o entre lo regional, o entre lo 60


local/nacional con lo internacional. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.37 - 38) 24. Las políticas culturales están constituidas así: • Las prácticas artísticas Políticas de Artes • El patrimonio y las memorias Política para la gestión, protección y salvaguardia del patrimonio cultural Política de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial Política de museos Política de archivos Política de protección a la diversidad etnolingüística Políticas de diversidad cultural Política de turismo cultural • Sentidos, visualidades e industrias culturales Política de lectura y bibliotecas Política de comunicación/cultura Política de cultura digital Política cinematográfica Política para el emprendimiento y las industrias culturales • La promoción de la cultura Política de concertación Política de estímulos Política de infraestructura cultural • La escena internacional y de cooperación Política de gestión internacional de la cultura • Las regiones y lo local Política de casas de cultura (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.38 – 39) 25. Las políticas culturales deben ser diásporas que nutran la descentralización y democratización de la cultura como interacción, inclusión y alteridad con las regiones. Walter Gómez Céspedes. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.49) 26. una política cultural que haga de la cultura un fundamento de la nacionalidad, un hecho político cultural. Para ello es necesario que como ciudadanos culturales nos sintamos verdaderamente comprometidos con la construcción de lo público con base en la cultura. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.76) 27. En el Plan Nacional de Cultura 2001-2010 se habla del *…+ propósito de consolidar las políticas culturales como políticas públicas. Esto significa políticas construidas colectivamente. Políticas asociadas a procesos de participación comprometidas con la construcción de ciudadanía democrática cultural. *…+ Políticas que tengan en cuenta las necesidades, aspiraciones y demandas de la gente y que respondan a ellas de manera efectiva y equitativa. Políticas fuertes, claramente definidas y de impacto social. [Documentos Nacionales de Políticas Culturales, 2002] 61


(Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.85). 28. El reconocimiento del papel de la cultura como sustrato de la vida social impone la necesidad de formular políticas culturales que fortalezcan, consoliden y fomenten las maneras como la cultura transforma la vida de la ciudad y sus habitantes, al propiciar modos de vida, agendas políticas, prácticas económicas y expresiones culturales, artísticas y de patrimonio mediante las cuales los bogotanos y bogotanas (asociados en torno a asuntos de clase, género, etnia y sexualidad, entre otros) luchan por transformar su entorno económico social y político [Comisión de Políticas Culturales del Consejo Distrital de Cultura, 2004: 19]. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de danza de Bogotá. D.C., p. 139) 29. El objetivo de la política cumple con el principio ético, pero al revisar la estrategia sobre la cual se viabiliza la inclusión, el resultado es un concepto homogeneizante de los procesos culturales, es decir, se borra la diferencia, y los géneros o modalidades de la danza proceden a buscar los recursos necesarios para su desarrollo en los proyectos de becas, concursos y festivales, cuyos lineamientos de nuevo cierran el espectro a una visión particular, pues generalmente se piensan, parafraseando a Noël Roth, “para fabricar productos estandarizados”. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de danza de Bogotá. D.C., p. 142) 30. Desde una posición teórica consideraríamos que toda política cultural ha de desarrollar unos objetivos y unas estrategias incorporando una acción formativa dirigida a la capacitación de las personas que han de desarrollar estos objetivos. Pero la realidad de cómo se han desarrollado las políticas culturales territoriales nos evidencia que, a pesar de no contemplar entre los objetivos de las mismas su función formativa, ésta se desarrolla como el fruto de un proceso complejo en el que tienen una papel predominante los mismos gestores y las instituciones en las que ejercen su profesión. (Monica Lacarrieu. La (indi)gestión cultural. Ediciones Ciccus – La Crujía. Buenos Aires, Argentina. 2002, p. 220 )

POLÍTICAS DE ESTÍMULOS Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C 1. De los estímulos. El Estado, a través del Ministerio de Cultura y las entidades territoriales, establecerá estímulos especiales y promocionará la creación, la actividad artística y cultural, la investigación y el fortalecimiento de las expresiones culturales. Para tal efecto establecerá, entre otros programas, bolsas de trabajo, becas, premios anuales, concursos, festivales, talleres de formación artística, apoyo a personas y grupos dedicados a actividades culturales, ferias, exposiciones, unidades móviles de divulgación cultural, y otorgará incentivos y créditos especiales para artistas sobresalientes, así como para integrantes de las comunidades locales en el campo de la creación, la ejecución, la experimentación, la formación y la investigación a nivel individual y colectivo en cada una de las siguientes expresiones culturales: a) Artes plásticas; 62


b) Artes musicales; c) Artes escénicas; d) Expresiones culturales tradicionales, tales como el folclor, las artesanías, la narrativa popular y la memoria cultural de las diversas regiones y comunidades del país; e) Artes audiovisuales; f) Artes literarias; g) Museos (museología y museografía); h) Historia; i) Antropología; j) Filosofía; k) Arqueología; l) Patrimonio; m) Dramaturgia; n) Crítica; ñ) Y otras que surjan de la evolución sociocultural, previo concepto del Ministerio de Cultura. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.94).

POLÍTICAS DE FOMENTO Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C. Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de artes audiovisuales de Bogotá. D.C.

1. En el estudio de las políticas de fomento se destacan las formas de acción que definen el curso de las inversiones del Instituto Distrital de Cultura y Turismo en el área de la cultura, en sus campos específicos de arte dramático, artes plásticas y visuales, danza, literatura y música. En primer término encontramos los llamados “instrumentos incentivos”, que son aportes de tipo financiero que pueden asumir la forma de estímulos educativos que se entregan bajo las modalidades de premios, concursos, becas y otros honores. En segundo término están lo que llamaremos “instrumentos de coordinación”, con los que se multiplican las políticas públicas al desarrollar mecanismos de coordinación con otras instituciones del Estado. En tercer término encontramos los llamados “instrumentos materiales”, que son los apoyos a infraestructura física; en cuarto término están los “instrumentos de delegación de socios”, constituidos por las diferentes modalidades de contratación de servicios, convenios o delegación de tareas colectivas a actores privados. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.28). 2. Artículo 17. Del fomento. El Estado, a través del Ministerio de Cultura y las entidades territoriales, fomentará las artes en todas sus expresiones y las demás manifestaciones 63


simbólicas expresivas, como elementos del diálogo, el intercambio, la participación y como expresión libre y primordial del pensamiento del ser humano que construye en la convivencia pacífica. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.93 y 94). 3. Como toda práctica social y cultural, el sector audiovisual está permanentemente redefiniendo y diversificando sus formatos y géneros de producción. Una política de fomento que pretenda responder a estas dinámicas cambiantes debe estar dispuesta a reconocer y valorar como legítimas todas las posibilidades que se deriven de la práctica que se pretende apoyar. La definición de las políticas debe ser coherente con las realidades que se evidencian en el sector y con los intereses de los realizadores. En esta medida, si los apoyos logran dar cuenta de la diversidad del campo, se estarán atendiendo mejor las necesidades y la realidad de los realizadores. . (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de artes audiovisuales de Bogotá. D.C., p.234).

POLÍTICAS FORMALES: Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C 1. …nos referimos a la existencia de documentos oficiales que hayan sido elaborados mediante un proceso público de consulta y discusión y expedidos y divulgados públicamente por una entidad oficial como un compromiso con la ciudadanía. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.82). POLÍTICAS INTEGRALES Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C 1. nos referimos a dichos documentos formales que abordan las distintas dimensiones del campo de las artes plásticas. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.82). POLÍTICAS PÚBLICAS Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C. Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de danza de Bogotá. D.C.,

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1. De acuerdo con Roth, se afirma que las políticas públicas no son para resolver problemas, pues éstos los resuelven los actores sociales mediante la implementación de sus estrategias, la gestión de sus conflictos y el aprendizaje. Las políticas públicas —afirma— sólo deben constituir un marco en el cual los actores van a redefinir sus problemas y a experimentar soluciones. Así, la política de fomento a la cultura por parte del Instituto Distrital de Cultura y Turismo en relación con el Consejo Distrital, no propiciará la solución de un problema determinado, sino que su función se va a limitar a construir una nueva representación del problema. Su presencia está relacionada con el tratamiento de estos problemas y con la posterior decisión que estructura la acción de la Alcaldía. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.28). 2. “las políticas públicas no cambian nada por sí solas”, pues lo propio de su enunciación es que ellas redefinen un problema ofreciendo “herramientas nuevas a los actores involucrados en sus procesos”. Muchas veces este proceso diseña el camino más conveniente para los estamentos que orientan esas políticas, pues hace “que ellas *las políticas+ sean utilizables en función de sus propias interpretaciones e intereses”. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.118). 3. Hay cuatro elementos centrales que permiten identificar la existencia de una política pública: implicación del Gobierno, percepción de problemas, definiciones de objetivos y proceso. Entonces, es posible decir que una política pública existe siempre y cuando instituciones estatales asuman total o parcialmente la tarea de alcanzar objetivos estimados como deseables o necesarios, por medio de un proceso destinado a cambiar un estado de las cosas percibido como problemático.1 Por tanto, el análisis de una política pública implica el examen de los siguientes elementos:

a) Los objetivos colectivos que el Estado considera deseables o necesarios, incluyendo el proceso de definición y la formación de ellos. b) Los medios y acciones procesadas, total o parcialmente, por una institución y organización gubernamental. c) Los resultados de estas acciones, incluyendo tanto las (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de Artes Plásticas Bogotá. D.C., p.85). 4. La construcción de políticas busca relacionar los elementos formales de la organización con las interacciones entre individuos y grupos, sus conductas y sus estructuras formales. Igualmente busca generar procesos, encauzar acciones, ordenar la actividad institucional y dar una visión panorámica de lo que la entidad debe hacer. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de danza de Bogotá. D.C., p. 131) PRÁCTICA CULTURAL Por: Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales 65


1.

las prácticas culturales y artísticas son un derecho, pero no entendido como instancia relacionada exclusivamente con lo institucional, lo normativo y lo administrativo, en tanto que la constitución del ciudadano tiene formas de realizarse diferentes a las formas tradicionales de la representación política, fundamentada en normas y leyes. (Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.88)

PRÁCTICAS SOCIALES Por: Beatriz, Restrepo Restrepo, La capacidad de innovación en el patrimonio cultural. Boletín Cultural y Bibliográfico, Bogotá. Vol.43 No.44, 1997. 1.

“¿Cómo hablar de prácticas sociales concretas? ¿Cómo comprenderlas, cómo mirarlas globalmente?... responde: que es el lugar donde las personas viven, dentro del cual las personas se colocan… por donde pasa lo religioso, lo sexual, lo poético, el dolor, la emoción, la devoción” p.139

SALVAGUARDIA Por: UNESCO, CONVENCIÓN PARA LA SALVAGUARDIA DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL. Artículo 2: Definiciones. París, 17 de octubre de 2003. 1.

Se entiende por “salvaguardia” las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial, comprendidas la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión -básicamente a través de la enseñanza formal y no formal- y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos. (UNESCO, CONVENCIÓN PARA LA SALVAGUARDIA DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL. Artículo 2: Definiciones. París, 17 de octubre de 2003.)

SECTOR CULTURAL Por: Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C 1. se basa en un mismo esquema organizacional. Se reconoce que está conformado por tres niveles. En primer término están la instituciones públicas, en nuestro caso el Instituto Distrital de Cultura y Turismo, con la jerarquización de sus funciones distribuidas en tres grandes áreas: la Dirección General, las subdirecciones y las hoy denominadas gerencias, una por cada disciplina artística. (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área del Arte Dramático en Bogotá. D.C., p.23). SISTEMA NACIONAL DE CULTURA Por:

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Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de música en Bogotá. D.C 1. *…+ conjunto de instancias y procesos de desarrollo institucional, planificación e información articulados entre sí, que posibilitan el desarrollo cultural y el acceso de la comunidad a los bienes y servicios culturales, según los principios de descentralización, participación y autonomía, a la luz de la Constitución Política de 1991. El Sistema Nacional de Cultura está conformado por el Ministerio de Cultura, los consejos municipales, distritales y departamentales de cultura, los fondos mixtos de promoción de la cultura y las artes y, en general, por las entidades públicas y privadas que desarrollen, financien, fomenten o ejecuten actividades culturales. El Sistema Nacional de Cultura está coordinado por el Ministerio de Cultura, el cual fija las políticas generales y dicta normas técnicas y administrativas a las que deberán sujetarse las entidades de dicho sistema (Ley 397 de 1997). . (Alcaldía Mayor de Bogotá. Ministerio de Cultura, Recreación y Deporte, Estado del Arte del Área de música en Bogotá. D.C., p.20).

TERRITORIO Por: Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales 1. El territorio es una instalación de elementos heterogéneos, que mantienen su vínculo gracias al ritmo, al ritmo expresivo *…+ a través de rasgos, mar-cas, ritmos expresivos, en definitiva inscripciones o grafos, se construye un territorio que no preexiste, se traza el mapa y simultáneamente se crea un espacio, una zona de coexistencia de componentes heterogéneos. . (Gustavo Chirolla, La relación arte y territorio. Aproximaciones a una geoestética a partir de Deleuze y Guattari, disponible en www. salonesdeartistas.com/2009/ arteyterritorio_gustavochirolla.pdf Ministerio de Cultura, República de Colombia. Compendio de Políticas Culturales, p.87)

VALORES CULTURALES (Luz Helena, Salazar Ríos, Valoración, preservación e identificación del patrimonio cultural. Revista Interamericana de Bibliotecología, Medellín. Vol.16 No.2, 1993, p.122)

67


i

Diseñador Industrial. Magister en Historia y Teoría del Arte y de la Arquitectura. Doctorante en Historia de la Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional. Profesor del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Facultad de Artes de la misma universidad. ii

Fabio Velásquez C.; Esperanza González, ¿Qué ha pasado con la participación ciudadana en Colombia? Bogotá. Fundación Corona, 2003. http://www.fcorona.org/descargas/publicaciones/gestion/GLC_25_ParticipacionCiudadanaColombia_Resu menEjecutivo.pdf iii Algunos autores han identificado que a nivel global, luego del auge de la política neoliberal se produjo “la tormenta educativa”, este hecho es notablemente sensible en los efectos positivos generados en el campo educativo por el gobierno de Luis Eduardo Garzón en Bogotá, quien fue alcalde de la ciudad entre 2004 y 2007. Nos referimos específicamente al artículo del director del Instituto Paulo Freire de la Universidad de California: CARLOS ALBERTO TORRES, “Después de la tormenta neoliberal: la política educativa latinoamericana, entre la crítica y la utopía”, en: Revista Iberoamericana de educación, N.º 48, 2008, pp. 207-229, http://www.rieoei.org/rie48a10.pdf iv HARVEY KAYE, Los historiadores marxistas británicos una análisis introductorio, Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 1984. Un estudio clásico es el de E.P. Thompson titulado The Making of the English Working Class, el cual propone que “el marxismo puede entenderse mejor como una teoría de la historia”. Kaye, p. 160. v

http://www.museum.tv/eotvsection.php?entrycode=williamsray

vi

http://www.infoamerica.org/teoria/hoggart1.htm

vii

En el caso de Bogotá es evidente que la franja de poder decisorio en el campo del patrimonio esté notablemente influida por la tradición hegemónica de los campos de la arquitectura y el urbanismo, así lo demuestran los enfoques y perfiles de programas académicos universitarios de universidades como la Nacional de Colombia y la Pontificia Universidad Javeriana, por citar tan solo algunos ejemplos. viii

RICHARD SENNET, Carne y piedra,

ix

Al respecto de los planteamientos recogidos por FERNANDO QUIRÓZ, “Estudios culturales: De críticos a vecinos del funcionalismo”, en: http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/quiros01.pdf

x

Para algunos analistas y críticos como Peter Burke, Pierre Bourdieu corresponde a la generación posterior al desarrollo de los estudios culturales en Gran Bretaña. Entrevista personal con el autor de este texto. Septiembre de 2008. xi

EDUARD MILLARES. “Las administraciones territoriales intermedias y las políticas públicas para la cultura”, ponencia para la Conferencia Internacional sobre Políticas Culturales, Bilbao, noviembre de 2005. Millares es profesor del programa de posgrado en Gestión y Política en Cultura y Comunicación de FLACSO, sede Argentina. http://flacsocultura.blogspot.com/p/contenidos.html xii

GUILLERMO SUNKEL (Cood.) El consumo cultural en América Latina: construcción teórica y líneas de investigación, Bogotá, Convenio Andrés Bello, 2006.

68


xiii

http://www.oei.es/cultura/politicas_culturales.htm#subir

xiv

Expresión acuñada por KARL MARX para fraseando a JEAN-JACQUES ROUSSEAU cuando afirmó que el hombre regresa a su estado natural a través de un contrato o acuerdo que le permite regular la vida social.

xv

MANUEL CASTELLS, Movimientos sociales urbanos, París, Maspero, 1974, pp. 1-13.

xvi

http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech/pres__web_ech_mar_corta10.pdf

xvii

Por debajo de New York (1), México D.F (25), Sao Paulo (31) y Buenos Aires (33), estas tres últimas en el marco latinoamericano, y por encima de Rio de Janeiro (47) y Caracas (51), por citar tan solo algunos casos. http://www.fp-es.org/images/dic_ene_2009/CiudadesTablaampliada.jpg Investigación realizada por Foreign Policy, A.T. Kearney y el Chicago Council on Global Affairs. xviii

Algunos estudiosos prefieren que se use la expresión “industria creativa para el patrimonio cultural” a estas iniciativas que coinciden con lo que generalmente conocemos como pequeñas y medianas empresas del sector cultural. xix

Sobre este hecho particular es mucho lo que podemos aprender de las experiencias investigativas desarrolladas por Peter Burke, Johan Huizinga y Jacob Burckhardt. xx

http://www.resartis.org

xxi

MUHAMMAD YUNUS, Building Social Bussines: The New Kind of Capitalism That Serves Humanity´s Most Pressing Needs, Perseus Books, Jackson (Tennessee), 2010. xxii

69


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