ASTENOPIA. “Alto riesgo en accidentes laborales” ASTENOPIA; fatiga ocular. En esta actualidad tecnológica, en que casi todo son pantallas, y utilización al máximo de las destrezas de la vista, la utilización de aparatos tecnológicos forma parte habitual de las rutinas diarias. En muchas ocasiones, el puesto de empleo lleva intrínseca la utilización de estos aparatos y, sin darnos cuente, pueden tener efectos negativos. La fatiga visual, explican, es la responsable de molestias oculares (tensión, pesadez de ojos, picores, quemazón, somnolencia, escozor ocular, aumento del parpadeo), de los trastornos visuales (visión borrosa al mirar de lejos, diplopia) y de los síntomas extra-oculares (cefaleas, vértigos y molestias en la nuca y la columna vertebral). Ahora, en esta reciente época, especialmente relacionado con los cambios en los hábitos de vida y la forma de trabajar, la fatiga o cansancio ocular ha pasado a ser un problema frecuente. Así la aparición de molestias oculares constituye un motivo frecuente en las consultas médicas. El término médico para definir la fatiga ocular es la astenopia.
La astenopia es la respuesta del ojo frente al esfuerzo muscular excesivo durante un largo período de tiempo. Se caracteriza por las siguientes manifestaciones:
Quemazón y escozor en los ojos, enrojecimiento, ojo lloroso y mayor sensibilidad. Problemas visuales, es decir, dificultad para enfocar, visión de manchas en el campo visual, vista borrosa, fotofobia (sensibilidad a la luz), etc. Otros síntomas que pueden aparecer acompañantes relacionados con este problema incluyen dolor de cabeza, mareos, contractura y dolor cervical, entre otros.
En la mayoría de los casos estos síntomas están relacionados con hábitos inadecuados y exceso de “trabajo ocular”. Los factores relacionados con la aparición de cansancio incluyen la concentración visual en un objeto durante largo tiempo (p.e. la pantalla del ordenador), la mala iluminación y el paso de luz natural a luz artificial, los centelleos, oscilaciones y movimientos de imágenes en una pantalla.
Las molestias descritas suelen aparecer al final del día o de la jornada laboral, especialmente si se han realizado actividades como leer, estudiar largo tiempo, ver mucho la televisión, conducir, trabajar en ambientes con humo, coser o trabajar frente al ordenador. Siempre hay que descartar otros problemas oftalmológicos responsables que se puedan confundir con la fatiga ocular. Por este motivo, se ha de consultar con un oftalmólogo y que descarta otras posibles enfermedades. Una vez descartadas otras enfermedades oculares que requieran tratamiento específico o la necesidad de corrección visual con gafas o lentillas, el cuidado de los ojos y la prevención son las medidas principales para evitar que este problema aparezca o para disminuir su intensidad.
Las recomendaciones a seguir incluyen:
Optimizar la iluminación del campo visual y del lugar de trabajo habitual. Realizar descansos periódicos de la actividad visual (por ejemplo, cada hora descansar 5-10 minutos). Es recomendable además levantarse del sitio para no mantener la vista fija. Mantener los ojos lubricados (parpadeo) para evitar la sequedad. Medidas de protección de la pantalla del ordenador (como filtros de pantalla). Sentarse adecuadamente y a la distancia y altura adecuadas (medio metro de la pantalla y a la altura de los ojos). Se debe colocar todo el material de trabajo tan cerca de la pantalla como sea posible para minimizar los movimientos de la cabeza y de los ojos y también los cambios de enfoque. Realizar una serie de ejercicios oculares sencillos. Estos ejercicios se deben realizar sin gafas ni lentes de contacto, con descansos pequeños y parpadeos entre cada ejercicio.
Algunos ejemplos de ejercicios incluirían:
Parpadeos: Observar y sentir 10 parpadeos completos (cerrar, abrir, cerrar,...) como si fuera un telón de un teatro que baja y sube. Movimientos oculares mirando un dedo, sin mover la cabeza. Los movimientos pueden ser: Horizontal a la altura de los ojos, seguir el dedo con la mirada de derecha a izquierda y viceversa, descanso, parpadeos.
Vertical en la línea media de la cara, mirar el dedo moviéndolo hacia el cielo hasta el máximo, parpadeo, luego hacia el suelo, parpadeo, y puede repetirse 1 o 2 veces más. Circular: Dibujar con la mirada 3 círculos grandes hacia la derecha y 3 hacia la izquierda, descanso, parpadeos. (Procurar tener el brazo estirado y sin tensión). Parpadeo fuerte: Contracción máxima de los párpados, apretando los ojos, los puños y todos los músculos de la cara. A continuación abrir al máximo los ojos, puños y estirar la cara abriendo la boca. Repetir 5 veces. A continuación realizar siempre parpadeos rápidos. Parpadeos rápidos, como aleteos de mariposa rápidos durante 5/7 segundos. Al terminar, cerrar los ojos y dejar unos momentos de escucha.
Desde el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas alertan de que el Síndrome de Fatiga Visual está extendiéndose a los más pequeños: "Hasta hace poco tiempo los ordenadores eran utilizados casi exclusivamente por adultos, pero actualmente la población infantil usa cada vez más estos dispositivos tanto en la escuela como en casa. Hay que considerar que los niños tiene una capacidad enorme para adaptarse al estrés visual y aguantar la fatiga cuando algo les interesa y por ello son más susceptibles de sufrir complicaciones derivadas del uso de ordenadores o consolas", afirman.
Para prevenir este síntoma y las afecciones producidas por los aparatos informáticos, el Consejo ha elaborado un decálogo con recomendaciones:
Haz descansos cada cierto tiempo. Una pausa de 5 minutos por cada hora de lectura será suficiente. Los trastornos relacionados con el Síndrome de Fatiga Visual son provocados por trabajar reiteradamente a la misma distancia y realizar las mismas actividades musculares. Para descansar los ojos, alterna la visión entre un objeto cercano y otro lejano (mirando por la ventana, por ejemplo). Recuerda que es necesario parpadear. Debido a la concentración, solemos hacerlo mucho menos de lo normal. Si la frecuencia media del parpadeo es de 20 veces por minuto, cuando fijamos la visión, solemos hacerlo sólo 5 veces por minuto. Si aún así notas que tienes los ojos secos, también puedes recurrir a un colirio. Pide consejo a tu óptico-optometrista.
Ajusta el brillo y contraste de la pantalla para que esté en consonancia con la iluminación de la zona de trabajo. Reducir la luz ambiental nos permitirá poder suavizar el brillo del monitor, mejorando así la visualización del texto. Asegúrate de que tienes la luz apropiada, mejor si es natural. Pero recuerda que el exceso de luz también puede ser perjudicial. No coloques la pantalla de frente o de espaldas a una ventana o cualquier fuente de luz directa. Opta mejor por una iluminación lateral. Evita los reflejos. Es importante tener en cuenta la posición de la pantalla respecto de las fuentes de luz. Si nuestro monitor lo permite deberíamos aumentar la velocidad de refresco de la pantalla. 70-75 Hz ya se considera como una buena medida para reducir la fatiga visual. Mantén el monitor de tu ordenador a unos 60 cm de distancia y ligeramente por debajo del nivel de los ojos. Atención en el caso de los niños ya que por su estatura pueden encontrar la pantalla demasiado alta. Si utilizas un e-book, mantenlo a unos 35-40 cm de distancia de los ojos. Dentro de lo posible, ajusta el tamaño de la letra. No utilices estos medios electrónicos cuando estés demasiado cansado. No olvides someterte a una revisión visual anual. Defectos no corregidos, incluso de pequeña magnitud, como hipermetropía, vista cansada , astigmatismo, así como disfunciones en la acomodación o la visión binocular, pueden contribuir a que aparezcan síntomas molestos a causa de las exigencias visuales en visión próxima. Ante cualquier problema o duda, consulta con tu óptico-optometrista.