El ser humano, durante la mayor parte de su historia evolutiva, ha utilizado de manera predominante la visión lejana. La visión cercana se usaba en momentos puntuales, como la alimentación, las relaciones sociales, etc. Raramente se estaba de manera prolongada observando objetos a unos 40 o 50 centímetros. El uso de pantallas de visualización de datos (PVD) se ha convertido en los últimos años en una actividad cotidiana que puede suponer, fundamentalmente en trabajadores de oficinas y en estudiantes, muchas horas de dedicación. Esto facilita la aparición de molestias oculares, atribuidas por los mismos usuarios al uso del ordenador, así, frases como «el ordenador me da dolor de cabeza», «se me irritan los ojos», etc., se escuchan habitualmente. Realmente existe un conjunto de síntomas que en ocasiones aparecen asociados al uso de PVD en el trabajo, y que se conocen como síndrome visual del ordenador (SVO). Los síntomas suelen tener poca importancia, pero son molestos y preocupantes para el usuario. Consisten básicamente en irritación ocular, sensación de cuerpo extraño, quemazón, picor, pesadez de párpados, dolor de cabeza, sensibilidad a la luz, visión borrosa… Estos síntomas se producen fundamentalmente por dos motivos: 1. Estrés de la acomodación La imagen que se origina en una PVD requiere mayor esfuerzo visual para enfocarla adecuadamente, por lo que se sobrecargan los músculos responsables del enfoque visual, que están dentro del globo ocular.
Por otra parte, durante el trabajo con PVD, el usuario está continuamente alternando la vista desde los documentos y el teclado a la pantalla, que están situados a diferentes distancias y alturas. Esto hace que haya que cambiar continuamente la distancia de enfoque y se efectúe un gran esfuerzo de acomodación tras varias horas de trabajo.
2. Desestabilización de la película lagrimal La película lagrimal es una fina capa que cubre y protege el ojo, y que en condiciones normales se recompone continuamente mediante la producción de la lágrima unida al reflejo normal del parpadeo. Con el uso continuado del ordenador, la película lagrimal se desestabiliza por: La disminución de la frecuencia y amplitud del parpadeo que ocurre en los tipos de trabajo que, como el uso de PVD, requieren atención visual. La presencia de diferentes distancias visuales en el entorno de trabajo ojoordenador-teclado-papel que alteran la abertura de los párpados: la mirada, en la lectura normal, se realiza mirando un poco hacia abajo desde la horizontal, de forma que la abertura del ojo es aproximadamente de 1 cm2. Cuando se mira de frente, como en el caso de la PVD, esta abertura aumenta hasta unos 2 cm2, incrementándose la superficie de evaporación de la lágrima, y produciéndose una mayor desecación de la superficie ocular. La astenopía se provoca por la respuesta del ojo frente al esfuerzo muscular excesivo durante un largo período de tiempo. Ésta se puede identificar por los siguientes síntomas: ardor en los ojos, enrojecimiento, ojos llorosos, mayor sensibilidad, dificultad para enfocar, visión de manchas en el campo visual, visión borrosa y sensibilidad a la luz. Además de otros síntomas en otras partes del cuerpo: como dolores musculares y cefaleas.
Existen factores favorecedores para la aparición de estos síntomas, tales como: Factores medioambientales: se ha puesto de manifiesto que factores físicos como el calor, el bajo grado de humedad, el humo del tabaco, o las corrientes de aire contribuyen a acelerar la evaporación de la lágrima. 2Factores oculares: el proceso de alteración de la película lagrimal con el uso de PVD ocurre incluso en sujetos sanos, pero es mucho más intenso en aquellas personas que presentan factores oculares predisponentes, tales como ojo seco, o son portadores de lentes de contacto. Factores individuales: las personas que utilizan habitualmente lentes bifocales o gafas de lectura, a veces sufren problemas específicos al trabajar con el ordenador, ya que tienen dificultad para adaptar su visión a la distancia intermedia a la que se encuentra la PVD. Estados fisiológicos como el embarazo o la menopausia pueden cursar con sequedad ocular. Por otra parte, existen medicamentos (ansiolíticos, antihistamínicos, antihipertensivos) que pueden producir entre sus efectos secundarios sequedad ocular. Además, en las mujeres, el uso de maquillaje en el borde del párpado también puede alterar la composición de la película lagrimal.
Cómo prevenirlo Para combatir este problema visual, en primer lugar hay que asegurarse de que no tenemos ningún defecto de la vista corregible con gafas. Para ello, es importante acudir periódicamente al oftalmólogo. Hay una serie de consejos fáciles a tener en cuenta para evitar, en la medida de lo posible, estos problemas:
La pantalla del ordenador tiene que estar a la misma altura o algo inferior que nuestros ojos. La posición en la silla tiene que ser erguida y las piernas deben formar un ángulo de 90º. Realizar micropausas, que son paradas de no más de 2 minutos ni menos de 30 segundos, que se harán durante la jornada laboral realizando ejercicios oculares específicos: Cada cierto tiempo parpadear conscientemente, de forma lenta y efectuando un barrido ocular completo. Practicar ejercicios para relajar la musculatura que interviene en el proceso de acomodación. Fijar la vista en el horizonte durante unos segundos. Alternar la vista entre un objeto lejano y uno cercano varias veces. Con los ojos cerrados, mover varias veces los globos oculares en todos los sentidos.